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Juegos de mesa para la investigacion participativa: una etnografia experimental sobre el comercio de productos de la chagra en Pablo De La Cruz**, Eduardo Bello Baltazar**, Luis Enrique Garcia comunidades indigenas de la Amazonia colombiana* ‘Marfa Paula Baquero Vargas*****, Luis Eduardo Acosta****"* y Erin Estrada Lugo™****** Recibido: 10 de junio de 2019- Aceptado: 19 de noviembre de 2019 Modificado: 4 de febrero de 2020, beeps como ci ‘{fdoiorg/10.7440/res72.2020.03 Luis Eduardo ios, Maria Paula Baguero Varga De La Cruz, Pablo, Eduardo Bello Baltazar, Luis Enrigue Garcia Acosta Erin Estrada Lugo, “Juegos de mesa para la investigaci6n partie/pativa; una etnografia experimental sobre el comercio de productos de la chagra en comunidades indigenas de la Amazonia colombiana’. Revista de Estudios Sociales 72: 23-46. hitps://do org/10.7440/res72.2020.03 RESUMEN | Este articulo reflexiona sobre una investigacién participativa que condujo al disefio y uso de un juego de mesa con indigenas en la Amazonia colombiana, El objetivo del “Juego de Chagras” es producir, procesar y comercializar alimentos, y en su desarrollo, la toma de decisiones invelucra a los jugadores en discusiones y anilisis del fenémeno estudiado. Mediante una etnografia experimental se analizan las estra- tegias de los jugadores y cémo se conectan con las decisiones gue cotidianamente toman las personas. Se concluye que los juegos tienen potencial para la investigaci6n participativa, si se analizan come actuaciones ste articulo muestra parte de los resultados de la tess "La investigacién sobre conocimientos tradicionales en la Amazonia colombiana:dilemas desde la autonomia indigena” de Pablo De La Cruz, en el marco del dactorado en Ciencias en Ecologia ¥ Desarrollo Sustentable en E| Colegio de la Frontera Sur (México), nstitucién adscrita al Consejo Nacional de las Humanidades, las Ciencias y las Tecnologlas (CONAHCYT). Tambien muestra resultados del grupo de investigacién "Valoracién del Conoe'= rmiento Tradcional” del Instituto Amazénico de Investigaciones Cientiicas Sinchi, reconocido por Colciencias (Colombia Cancidsto a Doctor en Ciencias en Ecologia y Desarrollo Sustentable en El Colegio dela Frontera Sur, México. Litimas publi- caciones: "La indigenizacién del mercado: el caso del intercambio de productos en las comunidades indigenas de Tarapacs en | Amazonia colombiana” (en coautoria).Palis 15 (45) 41-6; Atizar el fuego de los conccimientos tradicionales: El caso de las comunidades indigenas de Tatapacs" (en coautoria) Revista Colombia Amazdnica 8:5-24, 2015. = pedelacruzn@gmailcom Doctor en Antropelogia Socal por Ia Universidad Iberoamericans, México. Investigador en el Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente en Fl Colegio de Ia Frontera Sur, México. Ulkimas publicaciones: ‘Metabolismo social yecoturismo: la problemstica de os rsiduos en isla Holbox, Quintana Roo, México” fen coautorial. Revista de Investigacion de la Unversided de LaSalle Baja 20(10)-779-822, 2018; "Contlicto territorial, ecoturismo y caceria no regulaca:eltraslape de territrialidades fenel Area Natural Protegida de Balamn-Ka' fen coautoria).Pases 16 2) 808-825, 2018. 5 ebello@ecosur.mx Dactar en Ecalagia por [a Universigad Auténoma de México, Coordinador territorial sureste (Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatan) del Consejo Nacional de las Humanidades, las Ciencias y las Tecnolagias (CONAHCYT), Uteimas publicaciones: "Assessment of Brovised Plants in a Sub-Tropical Forest Frontier by Means of Fuzzy Inference” (en coautorial Journal of Environmental Management 236 I) 163-181, 2019; "La construccién de lo pUblico-colectivo desde las unidades domésticas en el municipio de Bacalar, Quintana Roo" fen coautoria). Revista de El Colegio de San Luis VIl {17} 1-7, 2018, luis.gareiabartios@email.com Estudiante del dactorado en Psicologfa en Ia Universidad de Concepeién, Chile. Utimas publicaciones: “Diferencias en los procesos de atencién y memoria ennifes con y sin estrés postraumst'ca” (en coautoria) Revista Cuadernas de Newrepsicalogia 5 (0s 104-115, 2009, © mapauls84@gmailcom ts Doctar en Globalizacin, Desarrollo y Cooperacin Internacional por la Universidad del Pals Vasco/Euskal Herriko Unibert= sitatea, Investigader en el Institute Amaz6nico de Investigaciones Cientificas Sinchi, Colombia. Ultimas publicaciones: “Los indicadores del bienestar hurano: innovaci6n social y cultural que busca fotalecer las capacidades de gobernabilidad de los pueblos indigenas en la Amazonia colombiana”. Mundo Amazénico 9 (2): 61-86, 2018; "Las capacidades colectivas coma un instrumento metodoldgico para la evaluacién del bienestar humano en teritotios indigenas del Amazonas colombiano" fen coautaria). Mundo Amazénica 7. 5-20, 2016. leacosts2009(@grailcom seeesess_ Doctoraen Antropalogia Social poriaUniversidad lberoamericana, México, lnvestigadoraen el Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente en El Colegio de Ia Frontera Sur, México. Ulkimas publicaciones: "Socilizacién de conocimientos de café orginica en el cantexto de espacios colectivas de grupos lcalizados de parentesco tseltale, Tenejapa, Chiapas" (en coautorial. Revista de E Colegio de San Lus VI (15} 47-75, 2018;"Laconstruecién dello pablico-colective desde Iss unidades domésticas en el municipio de Bacalar, Quintana Roo” (en coautoria).Revista de El Calegio de San Luis Vil {17} 51-76, 2018, Deestrada@ecosuramx 33 34 TEMAS VARIOS culturales gue revelan la situacién de los actores a partir de sus decisiones en el juego, ylos contextos sociales en los cuales estn inmersos. PALABRAS CLAVE | Actuaciones culturales; conexiones de sentido; investigaciSn participativa; juegos de mesa; métodos experimentales Board Games for Participatory Research: An Experimental Ethnography on the Trade of Chagra Products in Indigenous Communities in the Colombian Amazon ABSTRACT | This article reflects on a participatory research that led to the design anduuse of aboard game with indigenous people in the Colombian Amazon, The objective of the “Juego de Chagras” is to produce, process and market food, and in its execution, decision making involves the players in discussions and analysis of the studied phenomenon. The strategies of the players and how they connect to the decisions that people make on adaily basis are analyzed by means of experimental ethnography. Itis concluded that games hold considerable potential for participatory research, if they are analyzed as cultural performances that reveal the situation of the players on the basis of their decisions in the game, and the social contexts in which they are immersed, Keywonos | Board games; connections of meaning; cultural performances; expesimental methods; partici- patory research Jogos de mesa para pesquisa participativa: uma etnografia experimental sobre o comércio de produtos dela chagra em comunidades indigenas da Amaz6nia colombiana RESUMO | Este artigo reflete sobre uma pesquisa participativa que levou ao projeto e utilizagao de um jogo de mesa com indigenas da Amazénia colombiana. O objetivo do "Jogo de Chagras” & produzir, processar e comercializar alimentos ¢, em seu desenvolvimento, a tomada de decisées envolve os jogadores em discusses, @ andlises do fenémeno estudado. Através de uma etnografia experimental, as estratégias dos jogadores e a forma como eles se conectam com as decisdes que as pessoas tomam diariamente so analisadas, Conclui-se que 0s jogos tém potencial para pesquisa participativa, se analisados como performances culturais que revelam a situagao dos atores com base em suas decisées no jogo e os contextos sociais em que esto imersos. PALAVRAS-CHAVE | Conexdes de sentido; jogos de mesa; métodos experimentais; performances culturais; pesquisa participativa Introduccién Este articulo presenta una etnografia experimental sobre jugar el “Juego de Chagras" con pueblos indigenes Tikuna, Uitoto, Cocama, Bora e Ingas, en el marco de ‘una investigacién participativa sobre conocimientos asociados 2 la agrobiodiversidad, y gue tuvo coma obje- 0 fortalecer la autonomfa alimentaria de familias indfgenas en el departamento del Amazonas, Colombia Desde 2012, y como resultado de una investigacién participativa para fortalecer los conocimientas tradicio- nales asociados a la agrobiodiversidad en la Amazonia colombiana, organizaciones indigenas de Tarapaca y el nstituto Sinchi acordaron apoyar la participacién de los indfgenas en el comercio de productos tradicionales 1 Lae chogras som Sreas de cultivos transitorioe que duran ptoximadamente entre dosyy tres aes, evestudsoe.No.72-abujunle Pp. 38-46-15 0123-685%. 55H 1900-5180 y consolidar un mercado local. Como resultado de la aplicacién de talleres de cartografia social (Instituto Amazénico de Investigaciones Cientificas Sinchi 2014, 34), diarios de consumo (De La Cruz et al. 2016, 42) y entrevistas a agricultoras, notamos que los productos de los indigenas que se destinaban al comercio se ven dian a precios poco favorables para ellos y “ventajosos" para los intermediarios (De La Cruz y Acosta 2015, 10) Esta situacién causaba malestar entre los indigenas por los bajos precios que pagaban los mayoristas por sus productos, y desestimulaba la continuidad de practicas tradicionales asociadas ala siembra y transformacién de productos locales (De La Cruz Nassar 2018, 29; Eloy y Le ‘Tourneau 2009, 218; Eloy 2008, 17; Fontaine 2002, 177; Pefia-Venegas et al. 2009, 84; Yagiie 2013, 31) La idea de aplicar la etnograffa experimental a través de un juego de mesa, en el marco de una investigacién participativa, se hizo teniendo en cuenta las criticas de pay ésorg/t0.7440/res72.202008 los indigenas a a formaen que se llevan acabo as inves- aciones. Para ellos, muchos resultados no generan un mpacto significative en sus territorios; cuestionan gue las metodologias “cientificas” poco hacen por intentar cambiar las probleméticas gue identifican, y los resul- dos solo se quedan en documentos que circulan en medios académicos. Esto se ve reflejado en las metodolo- gias de trabajo que se usan en los espacios de encuentro entre indigenas y funcionarios, que por lo general son reuniones donde "solo se habla” y poco se exploran otros lenguajes. Si entendemos la investigacién participativa como una serie de enfogues y métodos gue propician la reflexién, el aprendizaje mutuo y la construccién de conocimientos sobre una situacién colectiva (Shanley y Lépez 2009, $38), aplicar un juego de mesa nos permiti- {ntegrar la etnografia con experimentos en campo generar una etnograffa experimental. Se considera una etnografia experimental porque documenta, 2 partir de tuna mirada “retrospectiva del aprendizaje, el recuerdo y a toma de notas” (Ingold 2017, 150), y porque introdu- ce intencionalmente un estimulo (Castafeda 2006, 86), -presentado en un dispositivo estético, en este caso un juego de mesa compuesto de reglas y procedimientos,en el cual diversos sujetos toman decisiones en una situa- cin controlada (Poteete, Janssen y Ostrom 2012, 86). El uego de Chagras es un juego temitico, que simula el intercambio y el comercio local de productos. El juego representa algunas decisiones que toman los indigenas, de la Amazonia colombiana cuando siembran, cosechan, snsforman, venden e intercambian los productos de la chagra. Se partié de la hipétesis de que la escasa partici pacidn de los indigenas en el comercio local de praductas dela chagrase deblaa que en Tarapacd ne existia un espa- cio fijo que centralizara la oferta de productos, y que eso generaba que los productores ofrecieran sus cosechas en las calles o tuvieran que vendérselas a intermedia~ rios a precios muy bajos, Con la aplicacién del juego, esta hipstesis se transformé y emergieron nuevas cate- gorfas como “la redistribucién’, “Ia suficiencta” y “las, ‘emporalidades de siembra y cosecha", que explican la poca participacién de los indigenas en el comercio local y [2 Falta de un mercado fijo permanente, De esta ‘manera, el juego permitié que emergieran categorias de andlisis que explican la dinamica en que se llevan a cabo el manejo de chagras, el comercio local y el intercambio de productos en Tarapaca. A nivel metodolégico, el Juego de Chagras sirvié para reflexionar sobre la pertinencia del uso de juegos en la aplicacién de métodos experimentales y participativos. De este modo, los jugadores toman decisiones apartir de las conexiones de sentido gue surgen de la experiencia personal y las posibilidades del juego. El término “cone xién de sentido” explora los motivos subjetives de Ia accién. Asi, e] motivo es la conexién de sentido que para el actor o el observador aparece como el fundamento Juegos de mess |PabloDeLa Cruz Edvard Belo Balan Las Eig Garcl-Barow- Mara Pala Bagere Vargas Bande Act TEMAS VARIOS de una conducts? (Weber 2002 [1922], 49). Desde la antropologia interpretativa, segin Geer‘z (2003, 92), las estructuras culturales dan sentido, es decir, forma con- ceptual y objetiva, ala realidad social y psicolégica al ajustarse allay al modelarla segiin esas mismas estruc- turas culturales; de esta manera, "se da sentido” a las motivaciones con referencia a los fines a los cue ellas deberian conducie. Asi las conexiones de sentido son lox textos que subyacen a las decisiones, y les dan sentido como actuaciones culturales (Alexander 2008, 33) que se manifiestan en las reflexiones y justifiaciones de lox jugadores con los contextos sociales y Ia forma como emergen en las sesiones de juego. La etnografia experi- mental se hace a partir de las conexiones de sentido que revelan las actuaciones culturales, cuando se expresan en dichos, narrativas y metaforas que diluyen y sefialan los limites entre la “realidad y el juego. En la primera parte, se presentan algunos antecedentes el uso de juegos como un método de la etnografia expe- rimental para la investigacién participativa. Luego, se teariza sobre los juegas como productores de actuacio- nes culturales, que permiten construir anslisis a partir de las significaciones que las personas dan a sus decisiones y alas de otros. En seguida, se presenta una etnografia experimental, donde se analizan las acciones y deci- siones de los actores durante el juego y cémo estas se conectan con las decisiones que cotidianamente toman las personas en su entorno. Asimismo, se muestra cémo las aportes y eriticas de las jugadores modificaron el instrumento, 2 la vez que sefialaron perspectivas que el juego no contemplaba. Al final, se discuten los prin- cipales aportes del Juego de Chagras al problema de la comercializacién de productos locales en Tarapacs, y se concluye que los juegos de mesa para la investigacién participativa tienen su mayor potencial en la medida en ‘gue producen conexiones de sentido entre la tematica, la mecénica, las interpretaciones de los jugadores y sus decisiones cotidianas. Aproximacién etnogrifica experimental alos juegos de mesa de estrategia para la investigacin participativa En los dlkimos aos ha erecido el interés en la inves- tigacién participativa por introducir juegos de mesa como instrumento para el trabajo de campo. Pese a su relative auge para construir modelos de simulacién social (Edmonds y Meyers 2013, 9), se ha teorizado poco sobre investigaciones gue usan juegos de mesa desde petspectivas antropolégicas. En otras palabras, se han usado como fuente de "datos", pera poco se han hecho etnografias que reflexionen sabre la aplicacin del juego 2 "Una conducta que se desarvolla de manera coherente es ‘adecuada’ por el enti, en la medida en que afirmames que Ia relacisn entre sus clementos constituye una conexion de sentido [.] (Weber 2002 [922], 9, ineatesds ge 35 36 TEMAS VARIOS en si mismo, su pertinencia como herramienta experi mental de campo, y el sentido de las decisiones como una emergencia praducida por el experimento y la realidad social de los sujetos. la literatura, el término etnografia experimental es usado en diferentes contextos disciplinarios y aca- ddémicos. La diferencia principal esté en el sentido que se daa lo “experimental”. En Ia década de los setenta, la antropologia cognoscitiva hizo las primeras aproxi- maciones experimentales a la cultura, como un estudio que combina procesos mentales y contenidos culturales (Boster 2011, 133). Esta corriente mantiene la distancia del sujeto vel objeto de las ciencias positivas,y propane una integracién de métodos cualitaives y cuantitatives gue conjuga ntimeros e historias, y se refiere aun test de caja negra de causa-efecto y una destilacién de cémo esos efectos suceden dentro de la caja negra, persona por per- sona, historia por historia (Sherman y Strang 2004, 273) Desde otras perspectivas disciplinarias, como la anttopo~ logia del teatro y los estudios feministas, experimentar es relacionar la etnografia con practicas participativas de aprendizaje, que son situadas, corporizadas, senso- riales y empaticas, y que ocurren mas alla de una simple mezcla entre participacién y observacién (Magnat 2016, 219).L.ainvestigacin a través de juegos permite desatar historias, narrativas, empatia entre personas, y simular el comportamiento de los jugadores Los juegos son actuantes Flanagan 2009, 48), es decir, son un fenémeno en la cultura, camplen una funcién significativa y tienen algin sentido’ (Huizinga 1980 (1944), 45) Paraestainvestigacién, clave de las etnografias experi- mentales através de juegos de mesaestden a posibilidad de representar las decisiones de los actores y desatar las, actuaciones culturales que evidencian su sentido, Etno- graffa significa comunicar una experiencia posterior al trabajo de campo; una forma de exponer en términos legibles las ensefianzas del quehacer antropol6gico obtenidas mediante unas précticas de investigacién. ¥ lo experimental hace alusién directa a la introduccién de estimulos durante el trabajo de campo, que se aplican de manera sistemtica, y que tienen como objetivo ser tun desencadenante estratégico compuesto por mélti- ples provacaciones tacticas y procedimentales, gue van desde la observacién “pasiva” hasta aquella gue intro- duce estimulos en los sujetos. Metodolégicamente, las etnografias experimentales articulan un doble principio para la toma de datos: por un lado, el dato existe antes de a investigacién; y por el otro, emerge por la intersubje- idad en la investigacidn (Castafieda 2006, 82) 5 "Enel juego hay algo’en juego’ que trasciende las necesidades intediatas de Ta vida e imparte signiieado ala acei6n. gM? scsun actividad voluntacia,realizada dentro ce clertoe limi tesfjos de tempo'y haga, segin regla Hibremente aceptadas pero abselutamente vinculantes. £1 juego tiene su fn en si Inismo y va acompanado de Un sentimtento de tensi6n, de Slegria y conciencla de que es diferente de le vida ordinaria" (Gtuizings 1980{194¢), 43:tradaceién del primer auto evestudsoe.No.72-abujunle Pp. 38-46-15 0123-685%. 55H 1900-5180 Las etnograffas experimentales triangulan una variedad de técnicas y métodos dispuestos en un espacio y en un tiempo, para provocar y desatar informacién relevante (Castaiteda 2006, 82). También sitian alos sujetos (iuga- dores, diseiadores, dinamizadores, entre otros) como productores de actuaciones, que hacen elecciones segtin el juego de significados que quieran proyectar. Estas elecciones son los guiones que, o bien anteceden en existencia ala actuacién y son (mas o menos) divulgados por ellos, o que toman forma prospectivamente y son textualmente reconstruidos post-hoc (Alexander 2009, 29), Un juego permite construir andlisis a partir de las Significaciones que las personas dan a sus actuaciones y alas de otros. A través del juego se busca generar situa~ ciones que produzcan conexiones de sentido suficientes para desatar actuaciones convincentes (Alexander 2009, 36), alterar el signo del valor de lo que se encuentra en juego(McKee 1997, 62} Parallegaraeste punto, laestruc- ‘ura del juego debe reunir y simplifcar los elementos sobre los que se construye la trama. Los jugadores deben enfrentarse a encrucijadas; deben decidir sobre valores encontrados que se expresan en binarios, ya sean senti- mentales, sociales, econémicos, o lo que entre en juego, en conflicto. Sila actuacién es situada en estos binaries, con metéforas que desaten la identificacién psicol6gica, los elementos del trasfondo cultural pueden extenderse alos intereses particulares que estan siendo representa- dos (Alexander 2008, 37). Los juegos de mesa para la investigacién aplicada y participativa Los juegos se pueden clasificar de muchas formas, segiin grado de abstraccién y realismo, grado de racionalidad, © grado de informacién, con el gue cuentan los juga- dotes para tomar decisiones. Para la investigacién, los juegos pueden ser “estratégicos”, de azar, o una com- binacién de ambos. Entre mas estratégico el juego, més determinado por las decisiones de los jugadores seré el resultado. En los juegos de mesa estratégicos los juga~ dores toman decisiones con una autonomia relativa, es decir, se simulan unas condiciones donde los jugadores tienen conocimiento completo (o casi completo) de las, posibilidades del juego. Al inicio, los jugadores parten ie las mismas condiciones para lograr el objetivo, § los Hama de mesa (board) porque la base es un mapa ‘topogréfico que define las relaciones entre objetos y espacios. Las posiciones en el mapa pueden darse en valores discretos o reales, Incluso, se les atribuye una importancia artistica que entrelaza la experiencia de juego con la estétiea (Flanagan 2009, 9) Los juegos con propésitos de investigacisn se disehan de acuerdo a una prablematica previamente identificada. La iconografia y Ia mecdnica deben representar el contexto y las logicas que se quieren recrear. Para gue funcionen, eben tener una distancia media con I realidad, tal como la perciben los participantes. Esto significa que los, pay ésorg/t0.7440/res72.202008 participantes aceptan el juego como una posible repre- sentacién de la realidad (aunque incompleta). El juego debe abordar un tema que necesita una accién colectiva ¥, por ende, interacciones entre los participantes. Ade- és, las acciones elegidas por los jugadores impactan el desarrollo del juego, el cual no esta completamente defi- nido en un principio (Pefarrieta y Faysse 2006, 1). Diferentes investigadores han descrito cémo los juegos aplicados a la investigacién sirven para recoger infor- macién de la realidad local y sus actores, y construir anilisis e inferencias conceptuales einstrumentales para la comprensién de los fenémenos estudiados, asi como posibles intervenciones (Camargo, Jacobi y Ducrot 2007, 477), Se han implementado en investigaciones aplicadas fas con enfogues de toma de decisiones y de ctiva (Speelman 2014, 20; Janssen y Anderies 201, 190; Cérdenas, Maya y Lopez 2003, 63; Garcia-Ba~ ios et al. 2011, 364; Camargo, Jacobi y Ducrat 2007, 472). a literatura aborda problemas en lineas teméticas como la microeconomia, la educacién (Victoria y Utrilla 2014, 15-26), el manejo de recursos naturales (Castella 2009, 1315), los recursos de uso compartido (Cardenas 2009, 1313) los estudios urbanos (King y Cazessus 2014, 272), la resolucién de conflictos, la resiiencia, la capacidad adap- tativa (Spelman 2014, 44), entre otros. También, se han desarrollado y utilizado para objetivos distintos, como ecopilar datos sobre modelos de sistemas socio-eco- \égicos en diferentes escalas (Peppler, Danish y Phelps 2013, 687}; concientizar y educar en sistemas comple- jos (Garcia-Barrios, Perfecto y Vandermeer 2016, 192; TEMAS VARIOS Garcia-Barrios et al. 2017, 37: probar hipétesis, especial- ‘mente para la gestidn de los recursos comunes (Janssen y Anderies 2011, 191} y para tratar los dilemas de coope- racién y coordinacién en torno al uso de la tierra rural (Garefa-Barrios etal. 2011, 368; Garcfa-Barrios etal. 2015, 13), Estas investigaciones muestran, en algiin grado, al juego como método aplicado, experimental, participati- vo (Cardenas, Maya y Lépex 2003, 64) ¢ innovador, que facilita el aprendizaje y que tiene la capacidad de generar modelos predictives de comportamientos futures alre- dedor de un fenémeno (Speelman 2014, 22) ElJuego de Chagras El Juego de Chagras fue disefiado especialmente para esta investigacién. Se implements como parte de una investigacién participativa que promovid a realizacién ée Ferias de Chagras en el casco urbano de Tarapac: como una alternativa de mezeado local para los pr ductos de Ia chagra. Por esa razén, el juego explora y realza la relacin entre la produccién ce las chagras y los circuits locales de comercializacién. El objetivo del Juego de Chagras, que consta de cinco ciclos, es producir alimentas para la familia, ransformarlos y comercia- lizarlos. Los jugadores deben, para permanecer vivos, alimentar a su familia por lo menos una vez en cada ciclo. Para esto, cada ugador tiene un tablero que repre- sentala chagra; cuando llega su turno, el jugador cuenta con tres Unidades de Esfuerzo (UE), que puede gastar en las acciones que se muestran en el esquema | Esquema I. Acciones posibles de los jugadores y Unidades de Esfuerzo requeridas ‘corechader 0 procesados Fuente: elaboracién propia, Juegos de mess |PabloDeLa Cruz Edvard Belo Balan Las Eig Garcl-Barow- Mara Pala Bagere Vargas Bande Act Cosechar: 2 UE por el total de productos gue se cosechen. Se Shelene un producto por cada Plants. Cad planta slo se @ ee Lmpiarchagra:1 UE por rastroolimpiado Se etic del table, Allmentar a alia: UE. Se usan dos productos > smarmitay pila. ¢ "oe eo Qo = ms Procesat 2 UE por el total de productos eguerids. Se intercambian es productos coseshadoscorresponientes Sadahereamlentaporlos procesados 37 38 TEMAS VARIOS Las acciones de produccién y transformacién se reali- zan de forma particular en el tablero de cada jugador; ¥ las acciones de comercializacién se efectéian en tableras colectivos, donde los precios de compra-venta de los productos se modifican a medida que los productos son ofrecidos por cada jugador en estos lugares. Los tres puntos de comercializacién —tienda, puerta de la casa y feria— tienen requisitos diferentes en cuanto a tipo de producto y cantidad, como se muestra en el esquema 2. Los precios de los productos son menores en la tienda, ‘medios en la puerta de la casa y mayores en la feria. Los jugadores tienen la posibilidad de cambiar productos o Exquema 2, Tabla de precios por producto en la tienda y requisites de productos por espacio de comercializs venderlos entre ellos, una sola ve7, solo cuando sea su ‘uno, y sin gastar UE, Los alimentos cosechadas que no se venden antes del final de cada ciclo se pierden. Los productos procesados y los cultivados no se pierden al final de cada ciclo. Después de cosechada la chagra, esta queda enmontada, y antes de volver asembrarla se debe limpiar. Al final, los jugadores obtienen puntos por I) di- versidad de especies sembradas I punto por especie), 2) herramientas de transformacién (5 puntos cada una), y 43) ventas en tiendas (2 puntos), en la puerta de la casa (5 puntos) yen ferias (10 puntos). a wo |e yY Vender: 2 UE por el total de productos. Se pueden vender en 1. Tienda: sole un tipo de producto y cualquier cantida. (Ejemplo:8 pia) 2. Puerta de la casa: minimo tres tipos de producto y cual cantidad. {gjemplo:1 pina, 2 yucas y 2 platanos), 3._ Feria: minimo dos tipos de producto, uno de ellos procesado y mi 2de cada uno ejemplo 2 mermeladasy 8 pias) Los precios de los productos varian de mayor a menor, segiin el turno en el que lleguen los jugadoresiuna vez vendido un producto, eljugador debe tapar el ‘cuadro correspondiente al precio al cual vendié su producto, Fuente: elaboracién propia, evestudsoe,No.72-abr-uniop, 3-46-15 9123-885X: ISSN 1900-5180 betpey//dserg/10.7440/r472.202008 Area de estudio el noroeste amazénico, sobre el rio Putumayo, en la bocana del rfo Cotuhé, est Tarapacé, un corregimien- ubicado en la zona fronteriza entre Colombia, Pera y Brasil. Fl noroeste amaz6nico es selva htimeda tropical, atravesada por los rios Caguet, Putumayo y Amazonas. ‘Tarapacé cuenta con 3.775 habitantes, 89% de origen ind- gena, y de los cuales el $1,3% habita en Ia zona uchana, ¥ 1 48,7%, en nueve comunidades sobre el rio Cotuhé y Putumayo (ASOAINTAM y CODEBA 2007, 7. En Tarapacd se encuentran los pueblos indigenas, Tikuna, Uitoto, Bora, Cocama, Yagua, Macu, Inga, Okaina, Nonuya y Ando- gue, que superan los 2.202 habitantes (ASOAINTAM, y CODERA 2007, 7). Las principales actividades producti vvas son Ja pesca, la caceriayy la agricultura de raza, tumba ¥y quema, también conacida como sistema de chagras. La cercanfa con el comercio de alimentos industriales ha favorecido Ja introduccién de actividades econémicas, diferentes alas tradicionales. Con el tiempo, la dieta basa- da en la chagra, la pesca, la caceria y la recoleccién, se ha mezclado con alimentos industriales (Acosta et al. 2011, 15; Pefia-Venegas et al. 2009, 29; Yagile 2013, 30), Las familias indigenas de Tarapaca abren chagras de no més de dos hectéreas, donde siembran hasta vein- tiocho especies de uso alimenticio, entre yuca (hasta veintiuna variedades), platano, piia (Bromeliaceae), pimentén (Capsicum) y coca (Erythroxylum coca) institute Amazénico de Investigaciones Cientificas Sinchi 204,18) Las chagras se trabajan por lo general bajo el sistema rota~ vo de minga, lo que quiere decir que el alimento que una familia cosecha de su chagra, lo obtiene gracias al inter- cambio de trabajo gue establece con otras familias. £134% de los alimentos que consume una familia proviene del autoabastecimiento de actividades como la agricultura, la pesea y la cacerfa, De este porcentaje de alimentos, e1 26% proviene de chagras y solares. Asimismo, el 85% de las familias vende algtin producto de la chagra. 1.63% de pro- ductos locales, como farifia, pescado, casabe y carne de monte, se adguieren cambio de dinero; y un 60% de este comercio se hace en tiendas locales de comerciantes que no son indigenas (De La Cruzet al. 2016,48) Los intercambios a través de las mingas coexisten con los comerciales, aungue, en general, as tiendas no son luga- res donde se distribuyen cantidades significativas de productos locales. La yuca y el platano se obtienen en su mayoriadirectamente de as chagras, por intercambio, ¥ se evita comprarlos en las tiendas. Las hortalizas y frutas se obtienen en su mayoria de las chagras y los solares, y enalgunos casos son comercializadas por los proditctores directamente. El pescado, las aves de cria, los cerdos, la came bovina y la carne de monte se adquieren, en gene- , por medio de la compra, tanto a comerciantes que cuentan con cuartos frio como a cazadores y pescadores cde manera directa. La demanda de proteina animales bas- tante alta, yno todas las familias son autosuficientes para conseguir estos productos (De La Cruz Nassar 2015, 104). Juegos de mess |PabloDeLa Cruz Edvard Belo Balan Las Eig Garcl-Barow- Mara Pala Bagere Vargas Bande Act TEMAS VARIOS Grupo de estudio El juego se aplic6 a un grupo de 32 personas, todos ind genas del Resguardo Uitiboc, entre los 13 y 88 afts,y de los cuales 17 eran hombres y 15 mujeres (ver Ia taba I). ‘Tabla L Distribucién de los participantes, por edady género ‘Génere | 13-18 afos | 19-25 afos | 26 afos en adelante Hombres| 5 7 5 Mujeres[ 2 7 6 Fuente: elaboracién propia Se realizaron diez sesiones en grupos de dos a cuatro personas. En dos casos fue posible hacer el juego en equipas. Algunas sesiones se hicieron solo entre jévenes o solo entre mujeres; otras, se mezclaron (ver la imagen 1, Durante las sesiones, se registré la siguiente info ‘macign: ) los puntos de cada jugador; 2) la observacién participante durante la sesién; 3) las reflexiones de los jugadores durante y después dela sesién; y 4)elcontras- te.conla observacion participante que se hizo en chagras Y puntos de comercializacién Imagen 1. Indigenas de la comunidad Centro Cardozo durante sesién del juego de Chagras. Tarapacd, 2015, Fuente: julie Cano (2015) Etnografia experimental a partir del Juego de Chagras Aplicar un juego de mesa con fines de investigacién fue algo totalmente novedoso para las personas que lo juga- ron en Tarapacé. En general, los juegos de mesa son muy poco comunes en la cotidianidad de los indigenas. La primera reaccién que produjocel Juego de Chageas fue aso- ciarlo con los juegos de azar, o, ala estrategia, sobre toda por quienes conocfan el ajedrez. Introducir un juego de ineatesds ge 39, 40 TEMAS VARIOS ‘mesa como parte de un trabajo de campo, y de un proyec- to, fue una situacién completamente fuera de lo comin, que fue aceptada con agtado y seriedad por los partici~ pantes, quienes, a medida que conacian la iconografia en Jos tabletos y fichas, el objetivo y la mecénica del juego, sentian una especial curiasidad al verse representados en ‘una problemética gue reconocfan como cotidiana, Los resultados de cada juego se analizaron en conver- satorios posteriores a las sesiones de juego. Cuando se obtuvieran los resultados, estos se presentaron en una reunién a algunos lideres indigenas. Los jugadores jus- tificaron sus decisiones bajo dos posiciones diferentes: 1) decisiones basadas en la simulacién de lo que hacen en la vida real, y 2) decisiones tomadas de forma crea tiva, basadas en la estrategia para ganar el juego, y por tanto, diferentes a lo que harfan en la vida real. Ambas posiciones fueron utilizadas por los jugadores para tomar decisiones durante el juego de manera contingen- te, y rara vez en estado puro. Gracias a las reflexiones durante y después de las sesiones, emergieron algunos prineipios del manejo de chagras como las mingas y sus, temporalidades de siembra, cosecha y limpia, asi como informacién sobre cémo se relacionan esos elementos con el comercio local y el intercambio de productos. Las actuaciones culturales: tradicionales vs. empresarios El Juego de Chagras sirvié para que los participantes proyectaran y contrastaran distintas formas de juego. Estas diferencias se representan segiin su puntaje: alto, medio y bajo. Seguin la grfica 1, los de puntaje ato invir~ tieron gran parte de las ganancias en herramientas para la transformacién de alimentos. Los altas precios de venta de los productos transformados les permitieron reinvertir en ms herramientas y desestimar el valor de Ia diversidad en sus chagras. El grupo con un puntaje medio bas6 su estrategia en la venta de productos sin transformar, lo que les dio acceso a los tres puntos de comercializacién. Este grupo mantuvo en su chagra una diversidad media-baja.En el tercer grupo, y con la menor cantidad de puntos, est4n los que presentan valores simi- lares de diversidad y ventas. Para estos, fue significativo mantener una chagra diversa y destinar solo una parte de ella al comercio. Las reflexiones de los jugadores sobre sus propias estra~ tegias y las de otros fueron expresadas con base en el contraste entre quienes ugaron asumarel mayor nime- ro de puntos y quienes obtuvieron menos. Los primeros fueron autonombrados “los empresarios"; vendieron productos, compraron herramientas, transformaron ali- mentos los vendieron. Los otros,en cambio, se hicieron llamar "los tradicionales"; este grupo sostuvo las ventas y la diversidad en valores similares. Las reflexiones de Jos jugadores permitieron inferir conceptos sobre las temporalidades de las siembras, cosechas, limpias, y los intercambios de alimentos a un nivel local. Grifiea 1. Porcentaje promedio por diversidad, ventas, dinero eindustrias 60 50 0 30 Puntajes altos Puntajesmedios Puncajesbajos sw sibiversidad ss aindustrine meeventas miners Fuente: elaboraci6n propia El manejo de chagras y la comercializacién En el juego, todos los participantes tenfan la posibilidad de cosechar toda su chagra gastando 2 UE, Sin importer si cosechaba una, o toda la chagra, el costo energético, por asi decirlo, era el mismo. De manera andloga, todo jugador podia vender toda su produccién gastando 2 UE; vender mas no costaba mas. Pero se observ6, sobre todo en el grupo de “los tradicionales”, que los jugado~ res a menudo no cosechaban toda la chagra, que a veces dejaban hasta tres especies diferentes, y que tampoco vendfan toda la cosecha. principio se pensé que lo anterior era producto de fal- ta de laridad de parte del moderador ena instruccidn de que cada jugador podia, en un turno, cosecharlo todo, {en otro turno, venderlo todo. A medida que avanzaba el juego, se recalcaba una y otra vez esta posibilidad, pero ‘muchos se mantuvieron en una légica que sugiere que no todo se puede cosechar en un solo turno,nivender en un solo turno. ;Por qué? Si el juego no ponta ningtin limite enUE, qué eralo que estaba generando ese limite? Durante una sesién de juego, Joaquin Hernandez —pes- cador, cazador, y chagrero de la etnia Uitoto— decia en voz alta, cada vez. que realizaba una accién, cémo iba llegando a las decisiones que tomaba, En el subtexto de evestudsoe,No.72-abr-uniop, 3-46-15 9123-885X: ISSN 1900-5180 betpey//dserg/10.7440/r472.202008 Joaguin es posible notar la forma como él considera gue se maneja la chagra: Joaquin jk Yo cosecho los platanos. Pablo (P .Qué mas quieres cosechar? J: Bueno, ya era punto de cosechar el platano y Iz pilfa, cosecho los dos. P:Listo,calgo mas quieres cosechar? J: No, ahi no mas porque la yuca esta recién sembra~ dally con esto pues alimento a mi familia porque yahhay suficiente Un breve anilisis del dislogo lleva a considerar dos aspectos:las temporalidades de la siembray cosecha, yla idea de la suficiencia, Para un indfgena de la Amazoniaes tan irveal pensar que todas las especies tienen el mismo tiempo de cosecha y siembra, que proyectan esa condi- cién en las decisiones del juego. Al respecto, dice Joagutn: “Voy a sembrar la yuca porque el platano ya esté en cose- cha”, ¥ luego, en otra jugada, se refiere de esta manera “Agufs{ que me toca sembrar otra vez, porque ya sembré Ja primera tanda; voy a sembrar yuca, el platano ya est en cosecha,[.}. Voy a sembrar la yuca otra ver Siobservamos la forma de trabajar una chagra, en la épo- cea de cosecha las Familias no lo cosechan todo. Prefieren llevar un poco de cada cosa; quiza de lo mas necesario. La familia lleva los productos a sus espaldas, no dispone de animales de carga, y las carreteras no existen. Muchos productos son para consumo en la misma chagra, y hay {que dejarles a los animales, y algunos dicen, de manera Jocosa, que hasta a los ladrones. En cuanto a por qué algunos jugadores prefirieron vender solo parte de la cosecha en un solo turno, puede explicarse por el hecho de gue la produccién de Ia chagra esta principalmente orientada a la redistribucién entre las familias que la trabajan. Para productos como la yuca y el plétano, que tienen la mayor demanda, se suele vender una minima parte de toda la produccidn, La suficiencia es el otro limite implicito en el didlogo de Joaquin, Las chagras se hacen en mingas, y las mingas son intercambios econémicos, sociales y culturales. Por Jo tanto, lo que produce la chagra se destina principal- mente a satisfacer a las familias que participan en las, mingas. La familia que da a la otra, lo tiene que hacer con generosidad; no puede permitir que otros piensen gue su retribucién es insuficiente. La suficiencia va mis alld de la satisfacci6n en la alimentacién, y tiene que ver, segiin el abuelo Teéfilo Seita, con Ia abundancia, un principio regulador de las relaciones sociales: ‘Cuando hay abundancia, no hay envidia; no estoy peleando porque el otro no me dio yuca, no me dio platano, na me dio pitia, no me dio la farinita que él hizo, no estoy bravo con él, ni estoy hablando mal de Alporeso. Por gué? Porque yo también tengo, no Voy a robar de otro. Eso es unidad, abundancia, el respeto. TEMAS VARIOS ara que los alimentos de las chagras tengan potencial de satisfacer en cantidad y en calidad las necesidades de las familias, las chagras se deben hacer de acuerdo a los principios del conocimiento tradicional: sembrar y cosechar enlos tiempos correctos y seguir los principios culturales para una produccién abundante. La suficien- ciano es solo en términos productivos, sino que tambign ‘es un principio que incluye relaciones sociales basadas ‘en el intercambio, como las mingas. La suficiencia esta estrechamente asociada al principio de abundancia (Acosta 2013, 9}, que difiere del principio de escasez en la economia de mercado (Sahlins 1983, 39), en la que se ssupone que individuos racionales, como consumidores bo productores, desean obtener un méximo de utilidad © de ganancias (Von Neumann y Morgenstern 1968, 23) Para Nilida Mendoza, quien se ubie6 en el grupo de los tradicionales, fue mas importante mantener una estra- tegia basada en la diversidad de especies en la chagra gue en el comercio de productos: Cuando uno est jugando ala chagea, sea la vida real ‘en un juego, yo les decfa que no faltara para el ali- ‘mento y que no faltaran los productos que teniamos cen la chagra. Viendo alos empresatios, los que tuvie~ on més a final, ellos querfan comprar, ya no tenfan productos en sus chagras, ellos tenian que buscar fen las otras chagras, pero a veces las otras chagras no tenian produccisn y no tenian qué cosechar, tentonces ellos era campren y compren, en cambio nosotros no, nosotros teniamos para alimentar ala familia. En la chagra los productos, tenfamos todo, hasta para vender, pero no Ilegamos a una empresa ‘grande, pero tenfamos todo, el sustento familiar. La posicién de Nilida frente al manejo dela chagra coin- cide con una diferencia observada que tiene que ver con el cumplimiento de la regla bésica del juego: alimentar Ja familia, como una accin necesaria para la conti- ‘nuidad del juego, y que debia hacerse una vez durante cada ciclo, Quien no cumplia con esto perdfa todo; cha- gra, cosechas, dinero y herramientas. No se dio nunca el caso, pero se vbserv6 una tendiencia que es imposible de ver ea los puntajes:los hombres tendieron aalimentar a Ja familia al final del ciclo, las mujeres j6venes, al prin- cipio. Esto puede estar asociado aque el rol de sembrar, cocinar y servir los platos es mas cercano a las mujeres gue alos hambres. Para otros jugadores, el sustento familiar de la chagra no es solo para acceder a una alimentacién tradicio- hal, sino para tener ingresos que satisfagan otro tipo de necesidades por medio de productos del mercado. A diferencia de Nilida, Berlandy Gabino plante6 una estrategia que incluyé transformar productos y reducir la diversidad en la chagra. Esta, segiin Berlandy, no es solo para el abastecimiento familiar, sino que su pro- duceién también es parala venta, para con esos ingresos “adguirie el jabén, el arroz, el azticar; compramos lo que egos de mesa] Pablo Dea Crur- Edvard elle Batarar-Ls negue Cara Baris: Maia Paula Saguere Vargas- Luis Euan Acosta BinEstrad igs a a2 TEMAS VARIOS necesitamos, inclusive la chagra tiene su clientela, Ia chagra también es pa’ eso”. Para Israel Fale6n, del grupo de los empresarios, con el uuego se contrasta el manejo de una chagra cuando se hace como una “microempresa", con cémo se hace en 'a vida real: Si uno quiere una microempresa, entonces uno tiene que invertir lo que uno se gana. Si uno ve que una chagra no le da rentablidad ni lo que quiere producir, entonces la ganancia que uno tiene se lo invierte; eso fue lo que hicimos nosotros, comprar para luego vender. El juego es algo muy estratégi- co, y asf es la vida real, tiene que vender pa’ tener pal consumo. Esto se pens6 como un juego. Si uno piensa en comparar con la vida real, entonces seria diferente, Si nosotros no hubiéramos vendide todo, Inubiéramos quedado con algo en la chagra, y en la vvida real uno no puede vender toda la cosecha, por~ que después ¢qué va a trabajar? Independientemente del resultado del juego, algunas reflexiones apuntaron a problematicas de logistica para vender los productos. Este es el caso de Miguel Palma, para quien la falta de ganancias con los productos de la chagra se debe a Ia lejania de su comunidad respecto al casco urbano: Siuno levaun racimo de plétano desde esta distancia hasta afuera y pide un precio, la gente le halla caro y lebaja. Cargarse un racima desde esta distancia has- ‘ta el pueblo, y no le pagan lo que usted quiere, usted esté regalando el producto, Entonces, geémo hac ‘mas para que el producto de nosotros coja el valor? Porgue en las tiendas a diario sube el precio de los productos, pero un racimo, en vez de subir, baja, ya farifa tiene que llegar ala tienda, y por cualquier tres mil o tres mil quinientos, de nada nos sirve. Limpieza de la chagra el tablero cada jugador tiene capacidad para sembrat hasta doce especies simulténeamente, Cuando el juga~ dor cosecha cada producto, el espacio donde estaba sembrado queda enmontado. Hay gue limpiar (clear, deshievbar) para poder sembrar. Los jugadores que alean- zaron puntajes bajos y medios, a pesar de que tenian rns de la mitad de las casilas disponibles para sembrar, preferion limpiar los espacios que ya estaban enmonta- dos, en vez de utilizar sus acciones en siembra,cosecha a comercializacin de productos. (0 puede ser explicado por la misma forma de trabajar la chagra, Después de las sesiones, los jugadores habla- ran sobre la importancia de acondicionar la chagra tanto a las plantas que se siembran como a los movimientos gue enellase realizan. Sino se cuidalachagra,seremonta evestudsoe.No.72-abujunle Pp. 38-46-15 0123-685%. 55H 1900-5180 Ge hierba y se pueden morir las plantas. Una chagra se considera bonita cuando se la ve diversa y limpia, con caminos de pifia, manchales de coca, yuca, plétano, papayas dispersas, y caminos de arena. Cuando se va a la chagra, cada persona trae consigo un machete, que acompafa casi todas las labores. El machete sirve para cortar palos, hierbas, frutas, , en general, para transfor~ mar Ja selva en chagra. En la chagra, mientras la gente conversa, va limpiando hierba con el machete. Limpiar aleja gusanos, mariposas y animales que se comen los, frutos, permite que entre el soly que las plantas erezean Mantener una chagra diversa y limpia garantiza la con- tinuidad de su produccién, y esto puede explicar por qué los jugadores ubicados en el grupo de “los tradiciona- les" insistieron en mantener la chagra diversa y limpia, Una chagra limpia es un indicador de buena salud; su significado va mas alld del hecho mecénico de acondi- cionar un espacio, como para Fausto, quien afirma que “sila chagra esta limpia, usted est sano también, pero si la chagra esté sucia y remontada, alguien de su familia esta enfermo” Discusién Cambios y criticas al Juego de Chagras Las sesiones de juego relacionaron problematicas coti dianas de los productores con el modelo propuesto por el juego. El juego evidencié decisiones que los productores toman cotidianamente y que estén inmersas en matrices culturales, sociales yeconémicas ms amplias.Fste ejeri cio de simplificaci6n y aislamiento de ciertas variables fue también interpretado de muchas formas por los jugado- res Por ejemplo, paraun grupo de estudiantes, el juego de Chagras se trat6 de “vender los productos de Ia chagra"; para otros, se trat6 de “sembrarla chagra’,y, para algunos pocos, se trats de “ser estratégico”. Para el primer aso, la intencionalidad del juego fue netamente comercial y para el segundo, se trat6 de representar el manejo de la chagra. Para la investigacién, el objetivo estuve puesto desde el principio en la relacién de estas dos actividades, pero pocos lo interpretaron de esta manera. Algunas criticas se dirigieron a la calibracién del juego ¥y a cémo este representa los precios de venta en cada tune de los puntos de comercializactén, Para un grupo de estudiantes, los precios de venta de un lugar a otro son las mismos, lo que contradice las observaciones hechas en campo y sugiere la necesidad de ampliar y precisar los, criterios que determinan los intercambios alimentarios Silavariacién del precionoes un factor significativoentre cada uno de los puntos de comercializacién, entonces es importante contemplar otros factores que determinan los intercambios alimentarios, como las relaciones cara a cara, las mingas o las ventas directas entre vecinos. Estos Factores no fueron contemplados por el juego, y levaron pay ésorg/t0.7440/res72.202008 ala investigacién a replantear las supuestas desventajas de los productores cuando venden sus cosechas a los ntermediarios. Esto permitié mostrar la necesidad de representar dentro del juego relaciones de intercambio como las mingas, eincluir beneficios diferentes al dinero cuando se hacen intercambios directos desde las puertas, de las casas o en las ferias, tras sugerencias estuvieron relacionadas con la per- tinencia de incluir acciones cooperativas. Por ejemplo, algunas mujeres manifestaron que vender en la feria no deberia ser una decisién individual, sino una que se realiza si todas (o la mayoria) estén de acuerdo. Esto sugivi6 modificar parte de la mecénica y del objetivo del juego para futuras sesiones. Por otro lado, el sistema de puntos también fue cuestionado. A pesar de que los juegos de mesa se organizan en torno 2 un objetivo, la experiencia con el Juego de Chagras mostré que este no debe estar inducido hacia una racionalidad ganadora, que clasifique alos jugadores en términos de éxito y fra~ caso. Esto no quiere decir que se deba abandonar la idea de marcar un objetivo, niun sistema de puntos, y mucho menos un reto (es la parte emocionantel, sino que estos deben ser apenas para informar alos jugadores sobre las alternativas de decision, El manejo de chagras y el comercio local de productos Como método experimental, la validez de los resulta dos esté dada por la congruencia de los resultados en el juego y las observaciones del trabajo de campo. El juego desaté conexiones de sentido que ayudan a entender la dinémica actual del intercambio local de productos en Tarapacé, Se evidencié de qué manera el comercio local de productos esta determinado por los diferentes ciclos de siembra, cosecha y limpieza de la chagra A pesar de que el juego permitia un amplio grado de libertad en la siembra y en la cosecha, los jugadores simularon la cemporalidad de las especies de la chagra. De este modo, las temporalidades de siembra y cosecha de la chagra, igual que a orientacién de los productos para las mingas yl autoconsumo, influyen en la forma descentralizada ten que se da el comercia local de productos. Estos resul- tados son importantes para entender por qué solo una peguefia parte de los productos de Ia chagra se destina al comercio local, y la desventaja econdmica de hacerlo cde manera individual Los resultados del juego también sugieren que no todos los productos de la chagra son para la venta, y que 4 Los indigenas amazénicos, en general, poseen una serie de sipios que regulany dan unabase simbslicaa sainterac~ ign con el bosque para transformarlo ex chagea (Rodriguez Yy Van der Hammnen 201,29); estos principios se referen al Congcimiente de los ciclee del calenario ecal9qico cll rallfehever?! 2009, 20; Cayén 2012, 69) Juegos de mess |PabloDeLa Cruz Edvard Belo Balan Las Eig Garcl-Barow- Mara Pala Bagere Vargas Bande Act TEMAS VARIOS cuando Ia mayoria se destina a la comercializacién, la diversidad sembrada tiende a disminuir. Esto concuer- a con algunos autores, que comparan asentamientos ‘humanos en la Amazonia suramericana en diferentes condiciones de urbanizacién (Arcila 2011, 50), y que muestran una reduccién de Ia diversidad agricola en los asentamientos mas cercanos a los polos urbanos. En general, se han dejaéo de sembrar especies propias ¢ importantes en la alimentacién tradicional, las cuales se hhan visto desplazadas por productos de consumo, lo que implica una mayor dependencia respecto a actividades remuneradas que faciliten la obtencisn de ingresos para laadguisicién de dichos productos (Acostaet al.2011, 30) Quienes se inclinaron por una estrategia orientada hacia la comercializacién manifestaron el interés actual de las familias por obtener algunos ingresos a partir de los, productos agricolas, y de contar con espacios fijos para Ja comercializacién. Algunos contrastaron las légicas, mercantiles que el juego les permitié desarrollar con las particularidades del sistema de chagras. Por dltimo, Ja hipétesis que sefialaba la falta de un mercado Ajo come causa de la escasa participacién de los indigenas en el comercio local de productos de la chagra se vio transformada, Los resultados apuntan a las particulari- dades ecol6gicas del sistema de chagras y alas relaciones sociales en las cuales se reproduce. Los diferentes ciclos de siembra y cosecha, la dificultad para llevar los pro- ductos a la cabecera corregimental y la reproduccién bajo el sistema de mingas hacen que la comercializacién local de productos no tenga tanta importancia como la redistribucién de la produccién, Esta, sin embargo, es una situacién gue esta cambiando répidamente, debido ala ereciente cercania de las familias indigenas con el mercado laboral, Pertinencia de los juegos de mesa para la investigaci6n participat El juego también dejé ensefianzas con respecto a la aplicacién del juego en si mismo, su pertinencia como ‘método experimental de campo y las conexiones de sentido entre el experimento y la realidad social de los sujetos. Las categorfas gue emergieron no se asumen como algo previo, ni como algo nuevo, sino como actua- ciones culturales producidas a partir de las sesiones de juego. Con el juego na se obtuvo un reflejo idéntico sobre ‘cémo los actores toman decisiones, ni tampoco se crea ron situaciones totalmente ajenas alos participantes. De esta manera, la potencialidad del juego estuvo en desatar actuaciones que nos acercaron a entender un fenémeno particular. Se considera que la pertinencia antropoldgi- ca del instrumento estuvo en abrir un canal virtual que permitié a las personas reflexionar sabre su realidad y analizarla en sus diferentes aspectos culturales, econé- micos, ecoldgicos y sociales. La intencién de visualizar estas acciones cotidianas en un juego es hacerlas ver precisamente de una manera “no cotidiana". Es decir, ineatesds ge 43 44 TEMAS VARIOS el juego, como metéfora de la realidad, busca gue esta desnaturalizacién de lo cotidiano logre que las personas entren en un espacio de simulacién y se sientan actuan- tes. Asi el juego circulé hacia una metaforizacién de la experiencia, ydiluyé algunas fronteras, de tal modo que se construyeran narrativas abstrafdas de Ia experiencia cotidiana, para luego recuperarlas y presentarlas como fenémenos objetivamente reales en la vida cotidia~ nna (Berger y Lackmann 1976, 61) ‘Aunque las reglas de juego se construyeron segin el conocimiento previo de la zona, la experiencia sugiri modificaciones a algunas reglas, sobre todo a aquellas que trataron de asemejarlo a la vida real. Las conexio- nes de sentido sefialaron aspectos en el juego; segtin algunos jugadores, no estaban bien representadas, 0 no se tuvieron en cuenta para entender el intercambio y el comercio local de productos de la chagra. El cardcter experimental del juego estuvo no solo en la posibilidad de repetir sesiones controladas, sino de permitir a los jugadores sugerir cambios a la mecnica y al disefio del juego. Dichas sugerencias revelan dindmicas locales que ho se incorporaron al juego, ¥ que podrian considerarse para futuras investigaciones. El juego, como cualguier instrumento de investigacién, no es neutro, sino parte activa de una construccién in situ de significado. Esto quiere decir gue las respuestas de los jugadores no se consideran como previamente dadas, sino como basadas en una ontologia particular del conocimiento y del tra- bajo de campo (Castafieda 2006, 80). El Juego de Chagras fue un vehiculo usado por los investigadores para mode- lar e interpretar el comportamiento de los jugadores. A Ja ver, los jugadores también teorizaran sobre los inves- tigadores y a investigacién, Conclusiones Para el trabajo de campo los juegos aportan experiencias de investigacién que trascienden la forma como se con- cibe la etnografia clésica en la tradicién antropol6gica, © los métados experimentales de las ciencias aplicadas. La etnografia experimental es una forma de reconstruir de manera retrospectiva el problema de investigacién a partir de los datos del experimento y las conexiones de sentido que llevan a los jugadores a reconocerse dentro de la mecénica y Ia estética propuestas por el juego. Lo gue sucede en el juego no son simples decisiones, sino actuaciones culturales que revelan la situacién de los actores a partir del experimento y los contextos sociales ten los cuales estén inmersos. El juego lleva a encruci- jadas representadas en binarios; estas se viven como tales solo si se produce una conexién de sentido entre la tematica, la mecénica, las interpretaciones de los juga dores y sus decisiones cotidianas. Con el Juego de Chagras se buscé innovar en la forma de hacer el trabajo de campo. Se reconacen los aportes de las ciencias aplicadas o experimentales, en cuanto a la idea de “controlar" el medio y “aislar” algunas variables, Estos supuestos estan en la base del disefio de la inves- tigacién. Con las etnografias experimentales se pueden conectar esos conceptos de las ciencias aplicadas con las perspectivas adoptadas por la antropologia del teatro, El juego, més alld de ser un experimento que “control: y “aisla” para analizar decisiones, es una experiencia vivida, una trama con sus textos, guiones y actuaciones. Esun espacio de actuacién, con una trama, un nudo, unos puntos de inflexién y una dialéctica que desata el interés, la curiosidad y su poder revelatorio. La actuacién es lo gue pasa, mudo o audible, los gestos, las risas, comen- tarios y desatenciones; todo es parte del montaje. Esto abre un interesante campo de investigaciones que rec noce en los juegos de mesa una forma de representacién de la vida cotidiana, que, aunque “aislada" en el juego, nunca se separa de las representaciones sociales, de las epistemes de quienes lo juegan, recrean y aceptan como ‘mediacién entre lo que es un “juego” y lo que es “verdad” Para el trabajo antropolégico vale la pena abundar en lo experimental en términos de lo vivido, lo que sucede al recrear una situacién de la vida y experimentarla en condiciones del contexto que no ponen en riesgo laexis- tencia,al menos enel sentido técito. Esto es esencial para uubicar el juego como una situaci6n vivencial en la que los jugadores juegan al juega y en el juego. Finalmente, como investigadares que hacemos trabajo de campo, es importante resaltar que los juegos disefiadas con la intencién de generar y construir informacién permiten trascender la forma tradicional de hacer etnografia, y, si se ponen al servicio de investigaciones y proyectos comunes, pueden ayudar a despertar la creatividad de guienes hacemos las investigaciones y con quienes las, hacemos. Los juegos disefiados con laintencién de gene- vary construir informacién de manera participativa son tuna alternativa en ese camino. Los juegos tienen pader; poder para juntar personas de cualguier edad y revelar cel cardcter. jugar puede ser tan serio como vivir, aunque se viva como un juego; jugar revela el caracter de los jugadores y lo que traen en mente, Mientras se juega se afronta el destino de lo gue esta en juego. 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