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VOLUMEN COMPILADO POR Marie-Henriette Alimen Doctorada en 1936, tras unos primeros estudios sobre geologla del cuaternatio, con el trabajo «Etude du Stampien du Bass de Parise; largos alos de docencia en la Ecole Normale Supé. ricure de Fontensy-aux-Roses y en el Institut d'Ethnologie de la Faculté de Paris, secci6n de geologia y prehistoria; accualmente directeur de recherches en el Centre Netional de’la Recherche Scientifique (directora del Iaboratorio de geologia del custers- tio de Bellevue); colaboradora del mapa geolégico de Francia; cexpresidenta de la Société Préhistorique Francaise. Entre sus rnumerosas publicaciones destaca Ia obra, traducida al inglés y al raso, Prébistoire de PAfrique (1955). P. Marie-Josepb Steve Nacido en 1911, miembro de la Orden de Predicadores. Estu- dios, entre 1946 y 1950, en la Ecole Biblique et Archéologique Frangsise de Jerusalén. Participa en las excavaciones de Abu- Gosh y Tell el-Far'ah; colabora en la obra del P. L-H. Vincent Jerusalem de VAncien Testament (Paris, 1954-1956); investige Glones nel Sahara: Ait Tener (1993), Tibet (1957), Dee 1934, miembro de In Mission Archéologique Francaise en Inin; ha publicedo los textos clamitas de Tchoghe-Zambil; ex actual mente chargé de recherchet en el Centre National de Ja Re- cherche Scientifique, Historia Universal Siglo veintiuno Volumen 1 | PREHISTORIA | P. Marie-Joseph Steve x jitores, sa de cv So vein errr tench oF ‘Siglo veintiuno de espafia editores, sa rca aa 3.6304 ‘Siglo veintiuno argentina ecitores, sa Siglo veintiuno de colombia, Itda primera edicién en espafiol, 1970 © siglo xxi de espatia editores, 5.0 vigesimocusrta edicién en espaol, 1992 © siglo xxi editores, s.a. de ew. isbn 968-23.0009-6 (obra completa) fsbn 968.23.0762.7 (volumen 1) primera edicion en aleman, 1966, revisada y puesta al dia por los autores para la edicion espafiola © fischer bicherei k. g,, frankfurt am main titulo original: vorgeschichte derechos reservados conforme a la ley impreso y hecho en méxico/printed and made in mexico Indice COLABORADORES DE ESTE VOLUMEN A C2, TEONICAS E HISTORIA DE LA ARQUEOLOGIA I. La investigacién, 3—IT. La prospeccisn, 4— TIL. Las excavaciones, 7—IV. La arqueologia’ en el Iuboratorio, 10—V. La medicién del tiempo, 13— VIL Al servicio de Ia histori, 18. PALEOANTROPOLOGIA I. Introduccién, 22—II. Los bomfnidos del Paleo- Iitico inferior, 22—III. El grupo de los antr6pidos, 26-—IV. Los hombres de Neandertal y lor Press. piens, 29.—V. Los grupos fésiles del «homo sapiens», 34—VI. Conctusiones, 35. |. Paleolitico y Mesolitico en Europe occidental 1. El Abbevilliense, 37.—IT. El Achelense, 38— Til. Clactoniense y Teyaciense, 40—IV. La vide en cl Paleoltico inferior, 40-—V. La etapa musteriense (Paleolfico medio), 41—VI. La vide humana du- rante el Musteriense, 43—VII. El Paleoltico su- perior, 44.—VITI. La vida humana en el Paleoltico ‘superior, 49—IX. El arte paleolitico, 50—X. De- mografie, 53—XI. Epipaleclitico y Mesolfico, 54. EI Neolitico y la Edad de los metales en Francia . I, Tnuroduccién: del marasmo mesolftico a la civi Tizaci6n prerromane, 55—II. Los perfodos crono- Nigicos, 57111. Los. megalitos, 60—IV. El arte eolftico: esculturas y_grabados, 62—V. Las cul turas de la Eded del Bronce antigua y medis, 63. VI. Las invasiones de los campos de umas, 64, VII. Hallstatt y La Téne, 66—VIII. La invasién 7 7 3 fa (725 &. C, aproximadaments) y a re: tracocimeria (725 dad celta, 66—1X. Cultures Pe ay eocedad feudal, 67-—X. Low clus y provincial 7 gye—XI, La cultura de La Téne, So MSeIT El arte cet, 6. eduersngo » 8 Mele oil. Grea, 7110. La isla le /.—IV. El Levante espafiol, 82—V. Cer- SOME TIT Crean, VIL Mali, 85— Sot alin BS. 1K Lon Bakes, 8K. Avr vi, 3 LBarpa cent» septentional % CA Pee Sells y & Malte, 9511, Neate, Toot La Edad del Bronce, 105-—1V. La Edd at Fiero, 11 C5. Barone ona 12 I. El Paleolitico y el Mesolitico, 112—If. El Neo tico y ef Caleolftico, 115.—III. La Edad del Bron- ce, 124, De agmica. 4 Da. Bl Magreb 134 T, El Preachelense, 135—II. El Achelense, 136 TIT, El Musteriense y el Ateriense, 139—IV. Et Epipsleoltico, 141—V. Neolftico y arte rupestre, 145—VI. La’ protohistoria, 147. D2. Et Sebera 49 T. Cronologfa del Sehera nordoccidental, 150.— Ti, Gronologla del Sebara central, 152—III. Crono- logfa del Sahara mauritanosudanés, 152—IV. Cro- nologia del desierto Ibico y del valle del Nilo, 133. ‘V. La «Pebblecultures saberiana, 155—VI. indus ttias de hachas bifaciales (Cheleo-Achelense), 156, VI. El Ateriense, 159—VIII. Las cultutas. post sterienses y_preneolfticas, 160—IX. El Neolftico, 161—X. El arte rupestre, 165—XI. Conclusién, 166. D3. El valle del Nilo 166 ‘Neolftco en Egipto, 167 —II. El Neolitico en l slto valle del Nilo, 170—III. Et Bedatiense, 174, IV. Nagada I (Amratiense), 176—V. Nagada 1 (Germeense),179.—VI. La transicién al psi his ‘rico, 180. D4. Africa occidental (del Senegal al Congo, inclusive). L. Introduccién, 181—IT. El Paleolitico de Africa occidental, 182.—IIT. El petiodo de tansicién al Neolftico, 185—IV. El Neolftico, 186—V. Del Neo- ico I Edad de los Metals, 190.—VI. Cone. » 192. DS. Africe oriental y meridional I. La Edad de Piedra antigua, 193—I1. Culra- 14 Cheleoachelense ( ‘Arqueologia submarina—Un nuevo campo de prospeccién se sbre en el fururo ante la arqueologia con el desarrollo de la ‘exploracién submarina, El perfeccionamiento alcanaado por los sparatos de inmersiéa permite prever el dia en que el trabajo de los. arqueslogos submarinos instalados sobre Ia plataforma continental apenss diferi del de sus colegas de tierra firme. Ha pasado ya la 6poca de arrebetar énforas a algin navio hun- dido en el cieno. La exploracién arqueolégica submarina posee ya un programa ampliamente iniciado: deteccién de estaciones sumergidas, estudio de las instalaciones portuaries, de la cons- /—trucei6a naval y de las rutas comerciales de los marinos de la —antigitedad. Deteciém electromegnética—Henos de nuevo en tierra. Tam- bia aqut las técnicas empleadas hasta el presente exclusiva: mente en el sector de las cienciss geoffsicas comienzan_ a yux- tuponerse a los métodos tradicionales de exploracién. Mencio- rnemos de. paso dos tentativas cuyos resultados no han sido de- ‘masisdo concluyentes; ambas indican la direccién en que se tienta Ia investigcién, La utiizacién del método sfsmico se ha demostrado impracticable hoy en dia, ya que excepto en eo ~ En la sctuslidad se Uevan 2 cabo varios experimentos con ‘views « disponer para sa uso un instrumental que esegure el registro mfs preciso posible de las oxcilaciones del campo mag- indtico originadas por la presencia de ruinas enterradas oni principio « In invexigacin espacial. Diversot mediot de prospeceién eléctrica del suelo han sido ‘érllzados con éxito en Dorchester, Inglatere, por R. J.C. At. ustancias orginicas instalacie, Entre lat ids euanca, Ios foe conservan en el suelo de forma persistente: los empla- ‘Bamientos de elevada composicién en fosfatos indicarfan que nos AMallabamos en presencia de hébitats prehistSricos "La prospeccidn ha conducido al arquedlogo ante el yacimien- ‘5 que s¢ dispone a explorer. Siglos, milenios de vida human ‘deseansan all bajo algunos metros de tierrs. «Toda la historia 7 ee ‘gesiéa se verifica por escalones borizontales 0 subhorizontales (niveles y estratos) a lo largo de un eje vertical que nos pro- porcionari Ia cronologis, puesto que las capas més profundas 1" tipos de telaciéa: por una parte, Ia que To vincule @ todos objets y estructuns del mismo estrato (sincronia)y, por ott, a que Jo telaciona con los objeto y estructoras de Jos estratos anteriores _posteriores (diacronf). ‘Antes de emprender Ia remocién de los depéxitos de relleno de una cueva 0 de aquellos que recubren instalaciones stuadas A aire Ibre, el excavador comienza por practiar en el espesor de esta mese una especie de sondeo, que le suministrard infor rmacién scerca de la sucesin de los niveles de ocupsciba, su China (stnantbro- pus)», Java (Putbecantbropus) y Aftica del Norte | Atlanthro- }us). Los fésiles descubiertos en el nivel chelens: se Olduvai {Tanganics) 0 han recibido hasta el presente so una des cripeiOn muy sumaria: su inclusiéa en este grupo no es todavia A nals del Pleistoceno inferior, hace quizé 600.000 afos, contemplamos su sparcién sin poder, por el momento, precisar ‘sr origen, Se mantuvieron en el Pestoeeno medio durante unos 3 1.400.000 afcs En 1891, ef médico holandés E. Dubois desenterts en Java fos primeros restos: una calota craneana, un fragmento de rmandibula, algunos dientes v, poco después, un fémor. Los nu tmerosoe rags pitecoides de la ealota, que se ballaban asociados con carscteristicas humanas, le levaron a denominacle Pishe ‘cantbropus, es decit, asimiochombre>, 9 4 dasle el califcativo Ge erectus en razin de so femur tipicamente humano, que in ica habia alcanzado ya una perfecta posicién vertical. Como fen el caso de los austaloptécidos, sus conclusiones 10 fueron admitidas inmediatamente por todos os especialistas,. Fueron precisos nuevos hallagos, realizados tanto en Java (por R. G. H. ‘von Koenigswald, de_1936 2 1947") como en Chucutien, Ghina (a partir de 1921), y las monogratias de D, Black y, 10. bre todo, las de F. Weidenrech consagradas al Sinantbropus, pera que’ se desvaneceran todas las dudes El citado yacimiento chino se encuentra a unos 50 kms al sur de Pekin; a su exploracin van vineulados los nombres de PeiWen Chung, del Padre Teilhard de Chardin, de Young y de Zdansky. A partir de 1949 se han reanudado las exeavaciones bajo la dineccién del doctor ChiaLan Po, quien orienta otros ttabajs en el notoeste de Chins; un nuevo tipo de Sinontbropar seaba de ser encontrado en la provincia de Shensi (Woo-Ju Kang, 1964) La exploracién de Chokut‘en permite precisar un extreme: ‘22 aquel estadio evolutivo los hominides eran ya capaces de fabricar utensilios y de encender fuego. Lot rests de Sinanthro- ‘as que se han recogido dejan asimismo suponer cierto axpecto de sa vida; de hecho, étos consisten principalmente en erineot, © fragmentos craneanos, y en mandfbulas; son escaos los huesos pertenecentes al postencefiico. Ademis, los erfneos ‘resentan seals de golpesy el aguero occipital esd agrandado. Se ha creldo ver en tal prictica un acto deibersdo: os Si ‘antbropus devorarian el cerebro de sus congéneres y con ellos n

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