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“Ia reanimacién de un cadaver” Un problema de fuentes éneros, y @ JESUS PELAEZ DEL ROSAL LINTRODUCCION (1) tra El 45 He elegido para el presente ensayo de metodologia dos relatos dicionalmente catalogados por los autores como“relatos de milagro”. primero lo refiere Filéstrato en La Vida de Apolonio de Tiana (IV, } (2); el segundo estd tomado del Evangelio de Lucas (7,11-17) (8). En ambos se trata de la “reanimacion” de un cadaver, comin pero im- a) (2) (3) Para la elaboracion de este ensayo he seguido el método del Aniilisis funcional propuesto por V. Propp en su obra Morfologia del Cuento, Madrid 1977, traduccién de la edicién francesa Morphologie du conte, Paris 1970 que, a su vez, lo es de la segunda edicién rusa Morfologija skazky, Leningrado 1968, re- visada y ampliada por el autor respecto a la primera edicién publicada en 1928. Sigo el texto griego de la edicién de F.C, Conybeare, Philostratus, The Life of Apollonius of Tyana, (Loeb Classical Library), Londres 1969, reproduc: cién de la edicién de Kayser, Zurich 1844-1858. Las citas de esta obra en cas- tellano estén tomadas de Filéstrato, Vida de Apolonio de Tiana (Biblioteca clisiea Gredos), Madrid 1979, traduccién, introduccién y notas de Alberto Bernabé Pajares; es ésta la primera traduccion directa al castellano de La Vida de Apolonio, a mitad de camino entre una traduccién literal y literaria. ‘Texto griego de K. Aland, The Greek New Testament, Londres 1975. Por ra- zones de tipografia citamos habitualmente los textos griegos en transeripeién, En el apartado II, se encuentra el texto de ambos relatos en caracteres griegos. propiamente llamada por los autores “resurrecién”, Filéstrato habla de una muchacha dada por muerta en el momento de su boda (en hora gamou); Lucas, de un joven muerto, hijo unico de una viuda (tethnekés monogenés huios té métri autou, kai auté én khéra). El objetivo de esta ensayo es doble; indagar en la fuente o fuentes de inspiracién de estos relatos, y determinar su género. Dada la gran se- mejanza que existe entre ellos, {s¢ inspitan el uno en el otro, o ambos en una fuente comin? {Estamos ante dos relatos de milagro?. Pero antes de continuar, es obligada una breve referencia a los autores y obras de las que hemos extraido estas narraciones. !, FILOSTRATO Y LA VIDA DE APOLONIO DE TIANA. Casi todo lo que sabemos de Fildstrato lo deducimos de su pro- duccién literaria: nacié en Lemnos entre los afios 160 y 170 de nuestra era, De joven marché a Atenas para cursar estudios de retérica y, mas tarde, a Roma, en el reinado de Septimio Severo, adquiriendo en esta ciudad gran reputacién como sofista. Es. con toda probabilidad, el se- gundo de los tres Filéstratos que el Suda, léxico enciclopédico del siglo X, en confusos articulos, nos presenta emparentados entre si. A estos tres, segiin A. Lesky, hay que afiadir un cuarto, al menos (4). Filéstrato tuvo por maestros, entre otros.a Demiano de Efeso y Antipatre de Hierdpolis, el educador de Geta y Caracala, hijos de Septi- mio Severo. Antipatro lo introdujo en la corte de la siria Julia Domna, esposa del emperador. A instancias de ésta escribid La Vida de Apolo- nio de Tiana, utilizando, entre otvas fuentes, las Memorias de Apolonio compuestas por su discipulo y compafiero Damis (5), las Cartas de Apo- (1) A. Lesky, Historia de la Literatura Griega, Madrid 1968, p. 869. Véase el es: tado de la cuestién en torno a los distintos Filéstratos en T, Mantero, Ricer- cerehe sull’ Heroicos di Filostrato, Génova 1966 pp.9-10; también G.W. Bowersock, Greek Sophists in the Roman Empire, Oxford 1969, pp. 1-4; la traduceién castellana citada de La vide de Apolonio de Tiana contiene una bibliografia selecta sobre los diversos aspectos de la obra en pp. 54-57. (5) La existencia de Damis y su obra se han puesto en cuestién repetidas veces. Para ta autenticidad de las memorias de Damis véase Ia introdueci6n a la tra- duceién castellana de La vida de Apolonio de Tiana, pp. 25-26, notas 45-50. Si es que existié esta biografia de Damis, habria sido la primera en orientar el recuerdo de Apolonio hacia lo que suele Hamarse “aretalogia,”, convirtiéndo- lo en un ser revestide de poderes divinos. Asf lo defiende D.L. Tiede, The Charismatic Figure as Miracle Worker, Missoula 1972, pp.23-29, quien estima que los materiales sobre los milagros de Apolonio son antiguos'y que ha sido Fildstrato quien ha hecho de ellos una “aretalogia de sabio ”. Véase también G, Petake, Die Traditionen iiber Apollonius von Tyana und das Neue Testa- ment, Leiden 1970, pp. 125-137, y 176-178. 158 lonio (6) y su Testamento. Ademés cle utilizar las fuentes eseri tuvo a su aleance. el mismo Fildstrato viajé por diversa se honraba la memoria de Apolonio para recoxer sobre éste. ‘Tras el dramitico fin de su protector Julia Domna y del Injo de ésta,Caracala,en el aio 217, Filéstrato regres probablemente a Atenas para ejercer su actividad de sofista. Segtin el Suda murié en tiempos de Filipo Avabe (244-249). El protagonista de su obra, Apolonio de Tiana. nacié al principio de nuestra era y murié casi centenario durante el reinado de Nerva, ha- cia el afio 98. Para Filéstrato, Apolonio no fue un brujo sino un vercde- dero sabio, fabuloso conocedor de los secretos de Ja naturaleza,que ha- bia aprendido durante sus viajes a mundos desconocidas.La Vida de Apolonio de Tiana consta de ocho libros en total, En ella se vefieren una veintena de milagros (7). Esta obra es considerada hoy ajena a toda polémica con el cristiamsmo. si bien fue atilizada como motivo apolo- gético contra Jesucristo a partir del siglo JV (8), IS ye ciudades donde s tracliciones orales 2. LUCAS Y SU EVANGELIO El tercer Evangelio es una obra anoninya que deste el s. 11 se atri- buye a Lucas. El nombre del autor no se menciona en ningtin lugar de la obra ni del libro de los Hechos de los Apédstoles. atribuido a la misma pluma. La tradicién eclesidstica comienza con la indicacién hecha por Teneo de que Lucas. compahero de Pablo. puso por eserito en an libro 16) De las cartas nos han legado 77, si bien no se puede probar que todas ellas pertenecievan a la coleccion que utilizé Filéstrato. Kl testo de ésias se en cuentra en R. Hercher, Epistotographi gr,.. 1873, TS ss. cit. por A. Lesky, His toria de la Lengua Griega, p. 870, nota 101 (7) Uno de los milagros que ha llamado mas Ia atencién de los comentirisias, por sus puntos de contacto con el Leangelio de Lucas (7, 11-17), ha sido el que vamos a estudiar. Para una enumeracién y clasificacion sueinta de los milagros de Apvlonio, cf. A. George, Milagros en ef nude hrelensstice, en X. Léon Dufour (ed.}. Los milagras de Jestis en cf Nuevo Testariento, V drid 1979, pp. 95-108, Este autor prescinde en su estudio de “los aptitudes espirituales de Apolonio (previsién. interpretacién, conocimiento de los hombres, ciencia total, vision a distancia}. En cuanto a los datos de Filéstra to sobre este punto, ef. (. Petzke. Apollonius, pp, 172-176 (8) Cf. Ja. Gonzalez, aus, Clamor del Remo. Estudi sobre fox mulagros de Je siis, Salamanca 1982, p. 91: F.C, Conybeare, Philostiatus, pp. NIV-XVI] de la introduecién; L. Monden, Signs end Wonders A sludy of the miract lous element int Religion, Nueva York 1966, pp. 266. 154 el Evangelio predicado por éste (9). La adjudicacién, en cierto modo, a Lucas como autor o inspirador del tercer Evangelio aparece ya en Ire- neo (8.1), Clemente de Alejandrfa y Tertuliano. La Vetus Latina que usa Cipriano ha conservado este titulo en su forma griega aunque con caracteres latinos: Cata Lucam (10). Lo que sabemos del autor del tereer Evangelio lo deducimos de su obra, casi exclusivamente. Es un hombre cultivado del mundo hele- nistico, un historiador atento a sus personajes, un cristiano que provie- ne del paganismo griego y escribe para una comunidad cristiana proce- dente, como 41, del paganismo, Pertenece a la segunda generacion cri tiana, tal vez médico, si bien los argumentos aducidos para ésto -el Iéxi- co y modo peculiar de describir la enfermedad- no sobrepasan nunca la medida de las descripeiones que hallamos en la literatura helenistica de la época. La lengua de su obra, estilo, modo de escribir y mentalidad pertenecen al mundo helenfstico. Es mas griega que la de los restantes. evangelistas (11). La cuestion sobre las fuentes en las que se inspira el evangelio de Lucas ha recibido diversas repuestas por parte de los investigadores, y es hoy todavia -junto con la cuestién sinéptica en general- un problema di- ficil de resolver por su complejidad (12). Segiin la opinién mas comiin, e! Bvangelio fue escrito en una fe- cha no anterior al afio 70 de nuestra era, tal vez entre los afios 70 y 90. Respecto al lugar de composicién, los autores se dividen: Cesarea ( Mi- chel, Klijn), Acaya (T.W. Manson), la Decépolis (Koh), inclinndose la mayoria por Roma (Michaelis, Geldenhuyis, Hastings y otros). Ninguno (9) Adv. Haer. i11,1,1,. (10) La expresién griega Kata Loukan es ambigiia, pudiendo interpretarse en ef sentido de autor: Kala=por, de:Bvangelio escrito por Lucas; puede tam- bién expresar la mente, la manera de pensar de un autor mediato: Kata=se- gi, conforme a : “Evangelio segtin Lucas 0 conforme a la tradicién o pen- samiento de Lucas. Los graméticos aceptan estas dos interpretaciones como igualmente vatidas, cf. M. Zerwiek, Analysis Philologica, VD (1943) 123 ss; id., Biblical Greek, Roma 1963, nam. 100. (11) Una informacién amplia, a modo de introduccién , sobre el tercer Evangelio pn G, Kimmel, Introduction to the New Testament, Londres 1970, pp.86- 106 con abundante bibliograffa; E. Lohse, Introduccidn al Nuevo Testamen- to, Madrid 1975, pp. 158-167; J. Leal, Zvangelio segin Lucas, en La Sagra- da Eseritura I, (BAC) Madrid, 1964, pp. 492-518. (12) Sobre el “problema sinéptico” se han elaborado las mas variadas hipétesis Una presentacion escueta y clara en J. Caba, De los Evangelios al Jesits his- t6rico, (BAC) Madrid 1971, pp. 323-363. 188 de estos autores tiene argumentos definitivos para probar su teovia. Como dato seguro, podemos afirmar que su composicién se realiz6 en alguna parte del ambiente del cristianismo helenistico, fuera de Palesti- na. Para coneluir esta presentacién somera de los autores y su obra podemos decir que: -La obra de Lucas es anterior en mas de un siglo a la de Filéstrato -Los protagonistas de ambas, Apolonio y Jesis, son rigurosamen- te contempordneos; -el ambiente en que surgieron es helenistico; -el lugar, con toda probabilidad, Roma. Con estos predmbulos pasamos directamente al estudio de los re- latos. I, ANALISIS FUNCIONAL Presento a continuacion, en columnas paralelas, los textos que va- mos a estudiar: mueas 72-17 Kénetvo ‘AnoANovéou Oadya- Kal (400 v 7G Eofe tuopesion cle wdeY naroustny aly, xa ouvetopedovee adtp ot watnrel ahrod ues 6xog TAGE. OG Ge fyvicey +p why se wdRews, xdon év log yhuov tetvévan b66- uci Léob EEsxop(tero seOvmnde uovoyevns Ket snails vorglog brohodoee +p ViBs wt UNEPl abeoB, Kat absh Fy xripe, 2Alyg foby dxdaa ex kcchet yyy, nal Sxhog He wrews bards hy aby abef. 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Las semejanzas entre ambos textos son tan evidentes que la ima- ginacién del lector que los coteja vuela espontaneamente hacia la doble pregunta propuesta al comienzo: fuentes de inspiracién y género de los mismos. A la pregunta sobre la(s) fuente(s) que los ha(n) inspirado se han dado diversas respuestas, siendo hasta ahora la més reciente la de quien, como J. L. Gonzalez Faus, -al estudiar los textos no cristianos sobre milagros y tratar los de La Vida de Apolonio -se expresa asi: “Finalmente dentro de todo este cotejo merece considera- cién aparte la narracién de la joven resucitada en Roma, por su semejanza con la del hijo de la viuda de Nain (de Lucas y exclusiva de este evangelista)”. ‘Tras haber enumerado el autor las semejanzas y devergencias en- tre ambos continta asi: “Pero, de todos modos y a pesar de las claras diferencias, me parece innegable que esta relacién nos obliga a ser e- normemente suspicaces ante el episodio que cuenta Lu- cas. La apologética polémica puede responder que la obra de Filéstrato es posterior a la del tercer evangelista y que, por consiguiente, el autor del plagio seria en todo caso el filésofo y no el evangelista. Pero eso seria confundir la critica histérica con un juicio de intenciones. La hipétesis de que Lucas haya hecho una lectura eristiana 0 cristolé- gica de algiin relato o rumor conocido en el mundo paga- no, siempre debe pesar: no como versién con mds proba- bilidad histérica sino como una simple hipétesis sin res- puesta y que, sin embargo, por un sentido comin de so- briedad, de cautela y de atencién a las explicaciones natu- rales, debe ser tenida en cuenta” (13). El citado autor presenta el problema de las fuentes como un ca- llején sin salida -hipétesis sin respuesta-, inclinando la balanza hacia la posibilidad de que sea Lucas quien se haya inspirado en un “relato o ru- mor conocido en el mundo pagano” para construir la narracién de la Reanimacién del hijo de la viuda de Nain. A Ia pregunta sobre el género de estos relatos se ha dado por res- puesta -tras un anélisis, en muchos casos superficial-, que se trata de dos “relatos de milagro”, situados précticamente al mismo nivel: e] de Lu- cas, en contexto religioso; el de Filéstrato, en contexto profano (salvan- do la alusién mitolégica a Alcestis vuelta a la vida por Heracles, o a la luvia que Zeus envia). Pero son los dos relatos catalogables dentro del género comimmente denominado “milagro”?. ‘A estas dos preguntas intentaremos dar respuesta. i. UN PROBLEMA DE FUENTES Por el camino seguido por los diversos autores, -extratextual e historicista, ademas de apologético-, es practicamente imposible encon- trar respuesta satisfactoria. El estudio, antes que genético y extratex- tual, debe ser morfolégico, como bien ha mostrado V. Propp cuando a- firma: “Es incontestable que se pueden estudiar los fendmenos y los objetos que nos rodean desde el punto de vista de su composicién y de su estructura, desde el punto de vista de su origen o desde el punto de vista de los procesos y de las transformaciones a que estan sometidos. Hay otra evi- dencia més que no precisa demostyacién alguna: no se puede hablar del origen de un fendmeno, sea el que sea, antes de describirlo. Sin embargo, el estudio del cuento era abordado sobre todo en una perspectiva genética, y en la mayoria de los casos sin la menor tentativa de descrip- cién sistemdtica previa. No hablaremos todavia del estudio histérico de los cuen- tos; nos limitaremos a su descripcién porque hablar de la génesis sin consagrar una atencién particular al problema de la descripcién como se hace habitualmente. es absolu- tamente vano. Antes de elucidar la cuestion del origen del (13) Clamor del Reino, pp. 98-99. 158 cuento, es evidente que hay que saber qué es el cuento”” (14). Siguiendo e] camino marcado por V. Propp comenzaremos, por tanto, por la descripcién y comparacién de ambos relatos (15). V. Propp indica el modo de proceder: “Nos proponemos comparar entre si los temas de los cuen- tos. Para ello aislaremos, en primer lugar, las partes cons- titutivas de los cuentos maravillosos segtin métodos parti- culares, luego compararemos los cuentos segin sus partes constitutivas. El resultado de este trabajo serd una morfo- logia, es decir, una descripcién de los cuentos segin sus partes constitutivas y las relaciones de estas partes entre ellas y el conjunto’(16). Las partes constitutivas o fundamentales del cuento son denom nadas por V. Propp “funciones”. Una funcién es “la accién de un perso- naje definida desde el punto de vista de su significacion en el desarrollo de la intriga” (17). Nuestro camino queda asi expedito, Primer cometido sera des- componer los relatos en funciones y hacer un estudio comparado en de- talle. Para seguir mejor este estudio presento ya desde ahora los textos estructurados en funciones y en columnas paralelas, de modo que pue- dan servir de guia al estudio de cada una de las seis funciones que inte- gran amnbos relatos (18): SIT, Kénetve "AnoMuvéov Satie. Kal (Gob Lv x kb éropevon ets WALY “ xshouuévny Naty, xa ouvexopevoveo asp Ob padyeal cicoB Kar Bxdog OASG. tig SE Fyriecy wp why we xacus, (14) Morfologia, p. 17. (15) El método que emplearemos sirve principalmente para el estudio comparado de muchos relatos. V. Propp lo hace con 100 cuentos maravillosos de la lite- ratura rasa. La aplicacién a sélo dos relatos, en el presente ensayo, es valida anieamente como propuesta metodolégica para un ulterior estudio compa- rado de todas los relatos de milagro de Apolonio y Lucas, en orden a esta- blecer su morfologia. (16) Morfologia, p. 81. (11) Morfologta, p. 31-83. (18) Procedemos asf por razones metotogogicas. La estructuracién en funciones de estos textos es el resultado anticipado del andlisis funcional que sigue. 159 AoY —xdon ey pg ydyou seOvAvaL Lode nal lbob ekenouticre seovmnbe uovoyevbe Net nabs voupCoa fworovort tH vibe sP uNTPe abr, nat abch BY xHou, wavy ody Oxdoa EntAtchet yu, nae 6xh0e Tig ASREUG uabe Hv obv abet. Evvuhogdpers SE nal Péan, Kab yap tiyxavey olxtas 4 ydeq xe= ovens &¢ bndtouc. soc napatuyl fv & “AnoANSviOg personajes (vision “desde dentro”): el narra- dor sabe més que los personajes. Los otros dos tipos posibles son: narra- dor = personajes (visién ‘‘con”): el narrador sabe tanto cuanto sus persona- jes , no puede encontrar explicacion de los sucesos antes que los mismos per- sonajes la hayan encontrado; narrador < personajes (vision ‘desde fuera"): el narrador sabe menos que cualquier personaje, Puede desculirir solo aque- llo que ve, siente, etc... pero no tiene acceso a la conciencia de ninguno. Cf, Le categorie dei racconto ietterario, en R. Barthes y otros, L ‘Analisi del Racconto, Milén 1969, trad. del nimero 8 de la Revista Communications, 1966 163 d) La Reparacion (Rep.). ey Después de las funciones Desplazamiento y Marea, V. Propp pre- senta otras dos: Victoria y Reparacién. En la Vietorid él agresor del hé- roe es vencido; en la Reparacién, la adversidad inicial os reparada-o la carencia colmada. La funcién Rep. “forma pareja con la Adv. o la ca: rencia del momento en que se-trenza la intriga. En este punto el cuento alcanza su culminacién” (29). Puede describirse asi: “La Adversidad ini- cial es superada, gravias a la' intervencién del taumaturgo, mediante la palabra y/o tacto”” : aan . En Filostrato, Apolonio toca a la muchacha (prosapsamenos au- tés) al tiempo-que musita algo: en secreto, algiin sortilegio (ti aphands) La Rep. se opera mediante tacto y palabra, pero se descondde el mensa- je de ésta, : Jesiis no toca al hijo de Ja viuda, sino su ataid (hépsuto tés sorou). Tras este gesto,.los portadores se detuvieron, y dijo: “muchacho, a tite lo digo, levintate (egerthéti) (30): No-hay en el relato lucanio résis‘bar- riké ni krupta onomata): Las palabras del taumaturgo se oyen y sé com: prenden (31). + tae ee te So at (28) Morfélogia, p. 62. : (30) - Este verbo aparece en otros relatis de milagro de Lucas:'Jesiis manda al pax ralitico levantarse (egeire, Le 5,23); una ‘orden idéntica dirige a la hija de J: to muerta a la edad de doce aitos (Le 8,64), Llama la ateneién en Le 7.11- 17 la formaegerthéti, que indica el aspecto puntual, En este sentido aparece también al final del relato: “un iran profeta ha suixgido (egerthé) entré no- 2 sotros y Dios ha visitado a su pueblo (Le 7,16)”. El verbo egeiré en vou me- Gia pasiva aparece también en otros contextos? nekroi egeirontai (7,22); ho- ti Iéannes égerthé ek nekrén: son casos de reanimaciones Prometidas 0 sos- pechadas. El tema de “levantarse de entre los muertos” apunta al final de los, tiempos: hoti egeirontai hoi nekroi (Le 20,37), resurreccién de muertos cuestionada por los-saduceos euya primicia es la resurreccién de Jess, final del relato evangélico: oukh estin héde alla égerthéiLe 24,6; cf. Le 24,34: hoti ontés égerthé ho Kurios. Los relatos de milagro’ apuntan al relato esca- “tologicé de Ia resurreceién de los muertos de la que es dnticipo y anuncio la resurreceién de Jestis, Las reanimaciones de cadaveres en el evangelio son un anuncio velado de ésta, > (81) Cuando se citan en los Evangelios palabras en arameo, puestas en boca de Je- sis, el autor las traduce inmediatamente al griega, de modo que también el lector pueda comprenderlas. Estas palabras, incomprensibles para el lector griego, de no ser traducidas, fueron comprendidas por los testigos del mila: gro cuya lengua -hablada era el arameo, Cf. Me 7,34: ephphatha, ho estin, dianoikhthéti; Me 5,41 :talitha koum, ho estin metherménewomenon To Ko- rasion, soi legd, egeire. Lucas, en su envangelio, omite estas palabras ara- meas. a 164 e) La Demostracin (Dem.). La funcion Demostracién esta intimamente unida a la anterior siendo prueba del cardcter petformativo de la palabra o accion del tau- maturgo en el beneficiario 0 paciente. La Dem, no tiene cortesponden- paracion de la Adv. mediante la curaci6n 0 liberactén del peligro 0 ca- rencia y se muestra con una accién o transformacién en el paciente o pacientes beneficiarios del taumaturgo”. Esta funcién tiene una doble finalidad: constatar los efectos (por lo general, instantan¢os) de la pala- bra y/o tacto del taumaturgo, y demostrar la reparacién o superacién de la adversidad, efectuada por éste, con una accién del.paciente opuesta a la adversidad que sufria. El léxico de la Dem. es peculiar‘en Filéstrato; “desperté (aphup- nise) a la muchacha de su muerte aparente (dokountos thanatou). La joven recobré el habla, y volvié a la‘casa de su padre, como Alcestis, vuelta a la vida (anabiétheisa) por Heracles”. Mas que de levantar, surgir © hacer resurgir de la muerte se habla de ‘“despertar” de una muerte, por lo demés, aparente. Ya con anterioridad, en la Adv. se nos habia di-_ cho que “se dio por muerta (edokei tethnandi) (32). Llama la atencién que no se haga alusién al novio del que se decia que “‘acompafiaba las andas con las lamentaciones propias de una boda no consumada”. Este tema ha sido olvidado en el relato de la muchacha y ha sido sustituido por el de la vuelta de la muchacha a lu casa de su padre. La alusién a Al- cestis y Heracles nos traslada a Ja literatura mitica (33). El relato de Lucas presenta un lenguaje més directo y no deja lu- gar a dudas sobre la muerte real -y no aparente- del joven al que se cali- fica de nekros y, con anterioridad,en ia Adv. de tethnékés: “el muerto se incorporé y empezé a hablar, y Jess se lo entregé a su madre”, (32) El tema de 1a muerte-suefio aparece ta de la hija de Jairo (Le 8,40-56 y par.): “Jesis dijo: no loréis, que no esta muerta (ou gar opethanen. ) sino dormida (alla katheudet)”. Y continéa el re- lato: “ellos se reian de él, sabiendo que estaba muerta” (Le 8,52-53). Para la gente no hay lugar a dudas: la muchacha esté muerta realmente. En el relato de Fildstrato, la duda envuelve al autor y a los testigcs oculares. . (33) Alcestis es la protagonista de varias leyendas. Era muy amante de Admeto, hasta el punto de que,-cuarido a éste le ofrecieron la posibilidad de que al- guien de su familia muriese en su lugar, Alcestis se ofrecié y se envenend, descendiendo al. Tartaro. Fue, sin embargo, rescatada de alli por Heracles, que estaba accidentalmente en Feras...y considerando que estaba mal que muriese ella en vez de su marido, la devolvié a la tierra més bella que antes. Cf. F. Faleén, B. Fernandez-Galiano, R. Lopez, Alcestis en Diccionario de la Mitologia Clisica, Madrid 1980, p. 29. 165 f) La Reaccion (Reac.). La funcién Reac., que no tiene paralelo en V. Propp, puede ser descrita asi: “La accién del taumaturgo produce en los actantes del rela- to (pacientes y/o presentes) una reaccién de diverso tipo, segin los ca- sos”. Esta reaccién es de agradecimiento, en el relato de Filéstrato. Los allegados de la muchacha quieren ofrecerle al taumaturgo una suma de ciento cincuenta ri! sestercios. Apolonio no los acepta y los daa la mu- chacha como dote, gesto con el que posibilitaba su mejor casamiento. En Lucas, la Reac. se enmarca en un contexto estrictamente reli- gioso. El temor (phobos) sobrecoge a todos los presentes que “alababan a Dios diciendo: un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visi- tado a su pueblo, La noticia del hecho se divulg6 por todo el pais judfo y la comarca circundante”. Los temas de la funcion en el relato lucano son: temor ante el a- contecimiento, alabanza a Dios, reconocimiento de la persona del tau- maturgo como profeta que hace presente a Dios en medio de su pueblo. Es ésta uma conclusién tipica de los milagros de Lucas, tal vez la que marca la mayor diferencia entre el relato de milagro biblico (neotesta- mentario) y helenistico: el milagro conduce a Dios y Heva a reconocer en el taumaturgo a su portavoz mas cualificado. Fildstrato presenta en esta funcién un apéndice o apostilla final que expresa el pensamiento del autor ante el hecho acaecido, del que da una doble interpretacién: -“sea que descubrié en ella una chispa de vida que se Jes habia escapado a los que la cuidaban (dice yue Zeus hacia o- viznar y que ella despedia vapor por su cara), -sea que a una vida que se habia extinguido le habia devuelto el calor y reanimado, la compren- sién de esto se ha vuelto misteriosa, no slo para mi, sino también para Jos que se hallaban presentes”. Por la primera hipdtesis, Apolonio aparece como adivino 0 sabio que intuye en cada momento la situacién real de las personas en cuyo camino se encuentra; la segunda harja de él un taumaturgo capaz de rea- nimar cadaveres. Pero el autor deja la situacién sin decidir, con lo que la personalidad de Apolonio queda también indefinida. Ni siquiera los tes- tigos oculares salieron de esta duda. Volveremos sobre este punto mas a- delante. Con el andlisis funcional y el estudio comparado de cada una de las funciones hemos tenido ocasién de comprobar los puntos de contac- to asi como las divergencias entre ambos relatos, Es hora ya de extraer algunas conclusiones de todo lo dicho: - Las funciones de ambos relatos son Jas mismas en ntimero: cin- co, ademés de la situacion inicial, apenas insinuada en el relato de Apo- lonio, a saber: Situacién inicial, Adversidad, Locucién, Reparaci6n, De- 166 mostracion y Reaccién. V. Propp haba detectado 33 funciones en el cuento maravilloso ruso. - Estas funciones aparecen por el mismo orden en los dos relatos. - No sélo a nivel funcional es grande el paralelismo. A nivel temd- tico sorprende también éste: Filostrato Lucas Joven muerta. Joven muerto. Acompaiia toda Roma Acompafia un gentio conside- rable del pueblo de Nain. Tema del llanto. Tema del llanto. Locucién de taumaturgo. Locucién del taumaturgo. Incorporacién instantdnea Incorporacién instantanea de de la muerta. de la muerta. Las coincidencias funcionales y tematicas nos llevan a sospechar una interdependencia o dependencia de ambos relatos de una fuente co- min, De otro modo no serian facilmente explicables. El problema de fuentes persiste cuando tratamos de indagar cudl pueda ser el origen de tales coincidencias. Por el andlisis funcional hemos establecido la convergencia estruc- tural de ambos relatos, Para salir de dudas es necesario ampliar el campo de la investigacién indagando por separado en las fuentes de cada uno. Pero en el estado actual de la investigacin no es posible seguir este ca- mino con el relato de Filéstrato, pues no disponemos de otrus relatos se- mejantes, anteriores a él, a no ser el de Lucas. Sf es posible hacerlo con el de Lucas, pues podemos retrotraernos a una posible fuente escrita de inspiracién del mismo, que creemos se halla en el libro primero de los Reyes 17,17-24, donde se cuenta la Reanimacién’ del hijo de la viuda de Sarepta, realizada por el profeta Elias, relato que conservamos en he- breo y que fue traducido al griego (versién de los LXX). Veamos en co- lumnas paralelas los puntos més coincidentes de los relatos en cuestié (34) (34) El texto hebreo esté tomado de R. Kittel, Biblia Hebraica, Stuttgart 1966. El texto griego de los LXX, de A. Rahifs, Septuaginta, Sttuttgart 1965. 169 Entre el texto de la Biblia Hebrea (BH) y la version griega (LXX) no hay variantes significativas; sélamente algunas correcciones de estilo. Anotamos, a modo de ejemplo, una de éstas, tal vez la mas significativa. Se encuentra en la funcién Dem.: “BH:wayyiima’ Yhwh bek6l *eliyyahi watta¥ob nepheS-hayyeled ‘al-qirbé wayyehi (escuché Yavé la sitplica de Elias, volvié la vida al nifio y reviv: -LXX: Kai egeneto houtés kai aneboésen to paidarion (y sucedié asi -esta frase equivale a “‘escuché Yavé la stplica de E- lias” de la BH- y el nifio revivid). La versién de los LXX presenta en este caso un texto més abre- viado que la BH, Pero si las variantes entre ambos textos no son significativas, lla- man la atencién las coincidencias textuales y tematicas que se dan en- tre el texto griego de los LXX y el texto de Lucas: - En ambos casos se trata de un varén, - hijo de madye viuda, - muerto, ~ devuelto a la vida por el tacto y la palabra del taumaturgo, ~y entregado por éste a la madre, En la funcién Reac. econtramos los mas llamativos puntos de contacto entre ambos: bax nal tyévero olitue, nat AvefSnocy td xat~ yeh avexdducey 8 vexpd¢ nal fipfaro Aakety Siptov. nal naniyeyey absdy and 108 tnep fou ele wv olvoy nat Ebuxev atrdy vf uy el _abroU. xal elnev nto Baéne, Ch 8 vide cou. xet clacy 4 yvh npbe Havov Té0d Eyvuxa — enapey O8 gsfog néveRc, tial ESbZatov Wy Su 08 eT ob ual bina wuplou ody Awovace Set noogiiens udyac EyCoon & axduat’ cou bxndeydy ey tev, Kat tL Exeoxdiur & Oebe wy Aaby abrod, nae EEHAOEY 4 ASyoC obt76, tv Gp Tousacg nepi advoy nal néay Ah mL puxsn. El argumento textual se ve reforzado por un dato cominmente admitido por los autores: Lucas se inspira en el ciclo de Elias y trata de presentar a Jests, en su Evangelio, como el nuevo Elias. El relato de la Reanimacién del hijo de la viuda de Nain es, ademas. exclusivo de este evangelista; s6lo éste asimila la imagen de Elias a Jesits como bien ha mostrado J. Navone (35). (35) Themes of St. Luke, Roma 1970, pp. 182-140 y bibliografia en notas. 170 A la vista de estas coincidencias textuales y teméticas, gserfa mu- cho afirmar que Lucas no depende de una narracién de un milagro del mundo helenistico, de la que dependerfa también Filéstrato como a- firma J.1. Gonzalez Fans-(36), sino que se inspira en el texto hebreo de 1Re 17,17-24 a través de su versién griega efectuada por los LXX, y que Filostrato también se inspira en esas fuentes judeo-helenisticas para construir su relato?. De ser asf, estarfamos proclamando de nuevo la su- bordinacién del relato de Filéstrato al de Lucas, al tiempo que confir- marfamos la independencia de Lucas respecto a la supuesta fuente de inspiraci6n helenistica, al aceptar la influencia del relato de los LXX en el texto lucano. Quede esta sugerencia como hipétesis que pueda volver a replan- tear el problema desde esta perspectiva. Las coincidencias entre el relato de Lucas y Filéstrato -a nivel funcional y tematico- son tantas que pare- ce imposible no tengan una fuente de inspiracién comtin. Bl hecho de haberse escrito la obra de Fildstrato hacia el 217, mds de un siglo des- pués del Evangelio deLucas, y haber sido escritas ambas con toda proba- bilidad en Roma, puede venir a confirmar nuestra sospecha. Tal vez Fi- l6strato haya hecho una lectura pagana de algtin relato de Lucas. Termi- namos asi el estudio sobre las fuentes inviertiendo la opinion més arriba citada de J.1. Gonzélez Faus. 2, #L GENERO DE LOS RELATOS a)El relato de Filstrato: jun relato de milagro? La conclusion de este relato deja perplejo al lector: “sea que des- cubrié en ella una chispa de vida que se les habia escapado a los que la cuidaban (se dice que Zeus hacia loviznar y que ella despedia vapor por su cara), sea que a una vida que se habia extinguido le habia devuelto el calor y reanimado, la comprensién de esto se ha vuelto misteriosa, no sélo para mf, sino también para los que se hallaban presentes”, El autor, asf como los testigos del acontecimiento, se encuentran ante una duda: zes Apolonio un taumaturgo o una simple adivino? (37). (36) Cf, nota 13. (37) Desde el primer momento Apolonio es presentado como “conocedor de los espiritus” (sophos ta daiménia), siendo ésta una de las caracterizaciones que ands le cuadran, El saber de Apolonio es acreditado, a veces, como cientifi- co, otras como magico ¥, segtin Filéstrato, no se sabe si procede de otro mundo que envia sefiales a éste o si procede de Dios que se lo revela a los sa- bios pitagoricos (V, 12). Su saber es producto de entrenamiento (VII, 39). En su caso, Apolonio explica alguno de sus poderes simplemente gracias a una especie de dieta natural que le permite ser més sensible ante lo que esta ocurtiondo en la naturaleza (VII,5) 0 gracias a un fluido o éter que tienen lag almas (IU, 42). Cf. Clamor del Reino, p. 94. Ante esta inesperada conclusién, en cierto modo veladamente a- nunciada y anticipada ya desde la Adv. donde se decia que la muchacha edokei tethnanai, o desde la Rep. que precisaba aphupnise téhk fehorén tou dokountos thanatou, hay que preguntarse: ;nos encontramos real- mente ante un relato de milagro, como han venido afirmando hasta aho- ra los autores?. ‘'T, Todorov (38) ha hecho un notable esfuerzo por describir di- versos géneros que giran en torno a Jo fantastico, géneros que van desde lo extraiio puro, lo fantéstico extrafio y fantastico puro hasta lo fantastic £0 maravilloso © maravilioso puro. Las aclaraciones de este autor pue- den ayudarnos de guia para determinar el género del relato de Filostra- to. T. Todorov describe asi el género fantistico: “El género fantastico dura el tiempo de una duda: duda comin al lector y al personaje que debe decidir si lo que esta percibien- do pertenece o no al mundo real... Al final del relato fantasti el lector, sino el personaje, toma en todo caso una decision, opta por una u otra solucién que le hace salir del campo de lo fantéstico. Si decide que las leyes de la naturaleza se conservan intactas y permiten explicar los fenémenos descritos, la obra per- tenecerd a otro génevo: el género de lo extraiio. Si, por el contra- vio, decide que hay que admitir nuevas leyes de la naturaleza, por las que el fenémeno puede explicarse, entra en el género de lo maravilloso” (39). EI relato estudiado se situaria en nuestra opinion, entre el género “extrafio 0 maravilioso”, segiin la decisién que el autor, testigos 0 lector puedan tomar en un sentido o en otro. Lo peculiar, no obstante, de este relato es que el autor suspende su decisin y afirma que los testigos tampoco pudieron salir de la duda. Se trata de un relato inacabado que debe ser concluido por el lector, quien, a su vez, puede optar por una u otra alternativa. Si acepta la hipétesis de que la muchacha no estaba realmente muerta, nos encontramos ante el género “extraiio”, descrito por T. Todorov asi: “Sucesos que parecen sobrenaturales a lo largo de la historia reciben al final una explicacién racional” (40); si se inelina por la muerte real, estaremos préximos al género “maravilloso”:“esa clase de relatos que se presentan como fantdsticos y que terminan por (88) Introduction d la Littérature Fantastique, Parts 1970, pp. 28-62 (89) Ibid, p. 46. (40) Ibid. p. 49. 172 una aceptacién del sobrenatural (41); de los géneros descritos por T. Todorov, éste es el que se aproxima més al género “milagro”. b)El relato de Lucas: un relato de milagro El relato de Lucas, por el contrario, no ofrece lugar a dudas: ni el autor ni los testigos cuestionan la accion del taumaturgo. Se trata de la reanimacién del cadaver de un joven, cuya muerte nadie pone en tela de juicio (42). desis devuelve la vida a este joven. La reaccion de los presentes lleva al miedo (phobos), antesala del reconocimiento religio- so de la actuacién de Dios en Jesus, gran profeta. X. Leén Dufour ha descrito recientemente la estructura del géne- ‘0 “‘milagro”: “fl relato de milagro narra cémo un hombre, un taumaturgo, vence en un instante un Limite aparentemente infranqueable, lo cual hace que los testigos reconozcan, a pesar de los adversarios, la obra de Dios y admiren su misericordia (48)...E] relato de mi- lagro se estructura por el juego de tres elementos: el taumatur- go, el miserable, la relacién entre ambos. A través del beneficia- rio se pone de relieve un cuarto término: el limite, el obstaculo, el mal experimentado como irremediable...E! franqueamiento det limite o derrumbamiento del obstdculo es el milagro. Este cusrto término que constituye el eje de la accién representa un doble aspecto : limite como tal y limite franqueado. Por él Ja rela- cién entre el taumaturgo y el miserable deja de ser dual (yo y Dios a trayés del taumaturgo) fuera de todo contexto” (44). Todas estas caracteristicas se dan en el relato de Lucas al que po- demos considerar un modelo tipico de relato de milagro. Esta affirma- cidn, sin embargo, no prejuzga en nada su historicidad 0 no. Para probar la veracidad histérica de un suceso se requieren métodos diversos al em- pleado en este ensayo, ajenos a nuestro propésito. El trabajo realizado -ante todo, una propuesta metodolégica- invi- ta a dirigir la investigacion en la doble direccion de fuentes y géneros en los relatos de milagro de La Vida de Apolonio de Tiana, tomando como (41) Ibid., p. 57. (42) En otro relato de Lucas se da la equivalencia muerte-suefio, a Ja que ya he- mos aludido en nota 32, . (43) X. Léon Dufour, Los Milagros de Jestis, p. 290. (44) Ibid, p. 291. 173 punto de partida el estudio morfoldgico de los mismos. La morfologia se proclama asi como condicién previa necesaria para cualquier otro ti- po de acercamiento al texto. El estudio morfoldgico es, sin duda, ia pri- mera clave para la aproximacién al estudio dei relato desde cualquiera otra perspectiva.

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