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Soxiuas, Revista de Filosofia, 21,2000, 21:38 La nocién de Physis en los origenes de la filosoffa griega ‘Resumen: El sur analiza e ugar a signiticn- ide de la nocin de physis ene origen del ilo sofia grepa, asi como las nociones conexas de arch€y de Kosmos, en tanto que principio y resul ‘ado, respecvamente, dela phys Se etucin y Aiscwten Tos wexos més rlevantes al respect, tanto de 1 literatura prefilesdfica como de los ‘lésofospresocritics. A wavés de este estudio se trata de explicar el paso del wo comin de estos ‘érminos a su uso Filos6ico y de establecer,hasia donde es posible, qué iésofosinodujeron el wo ‘lesbfco de los mismo. TOMAS CALVO MARTINEZ Universidad Complutense Summary: The author analyses the place and ‘meaning of phusis inthe origin of Greek Philo- Sophy, os well the related nodons of arkhé as Prineipee of phuss. and of kosmos as result of ‘The most relevant texts in teation 0 this, both from pepbilosophi iteratur ad fom he preso- atic philosophers ae studied and discussed. ‘The athoratemps to explain the wanstion from the common use ofthese terms to Use philosop- heal use, and 10 establish, as for as possible, ‘which philosophers introduced the philosophical meaning ofthe aforementioned terms. Palabras clave: Presocréteos, physis (nature Jeza), aehé (origen, principio). kosmes (orden, univers), Key words: Presocratics,phusis (nature, ah (origin. principe), kosmos (order, universe) La filosoffasurgié y se desarrolé en Grecia en torno a la nocin de en propuesta y elaborada por los fildsofos jonios. La nocién efilos6fica> de gous fue, en efecto, una creacin de la ciencia Jonia a partir de la amada Escuela de Mileto y muy especialmente de a obra de Anaximandro. Al ‘adentramos en el conjunto de las cuestiones que esta nocidn suscita en relacién con el surgimiento de la filosofia, es oportuno comenzar recordando que las obras de los fl6sofos denominados usual- ‘mente «presocraticos» circulaban bajo el ttulo wept quiceeac, acerca de la uous, es decir, Acerca de la naturaleza. Esta denominacién no es casual en absoluto, sino que apunta intencionadamente y de modo preciso al tipo de investigacién que proponian estos filésofos. Platén nos proporciona un testimonio muy significative acerca de esta denominacidn, Se trata de aquel pasaje central del Fedén fen que Socrates narra su autobiogratia intelectual. Al explicar su interés juvenil por la especulacién tradicional, «presocrétican, Socrates se refiere aella como «ese tipo de saber que llaman investiga- cin acerca de la naturaleza (nepi qricewc Loropia)» (96a7). Sin dude, nept piceac iovopia.es €l nombre con que usualmente se denominaba un determinado modo de hacer filosofia, el modo (Retdic I 23, 139965-1 = DK21A12). 8 Eleteblogos Ferécidesesablecia también en su teogonia que Za, Tiempo yCionia os prizelpiosprimeros— son etemas (Ziss yibw wai Xpvoc Hoa dc. xa XBovi: 6) Schl), sin duda para evra la incoheencia whesidican. Fer ‘ids su lar exponente de cu fc es azar an fone tant ene elit y I oso, ene Is teogonisy las coxmogénesis losficas, (El propio Aisle sini su dicurs enremedias del egico mio y del flpsicenaural a) sefalar que él algunos oes saezclan dos tipes de explcaién al mo deci too en forma de mito» (6 ye wenerévon ‘wind Ika 1 wh juicy nave heya, low Gepexinc xo Eeepot avec: Mer XIV 4, 1OSTBE-10), 26 Tomas Calvo Marines Pero en Ia explicacién de Hesfodo hay ain otro matiz a considerar en relacién con la nocién de principio. De acuerdo con la secuencialidad de relat Caos se prodiyjoiniciéndose con él la genera- cin de los dioses. De Caos surgicron (¢yévovto) a su vez Erebo y la negra Noche (v.123). A partir de este momento cesa la presencia activa de Caos, Podsfamos decir que Caos fue, pero ya no es, a ‘menos no es ya como fuerza o poder generador (después de él viene otra cosa, luego otra, etc). Para Ja cosmogénesis floséfica, por el contraro, ei principio (si es auténtico principio) ha de ser, como deciamos, una realidad eterna, permanentemente presente y activa. Era, es y sed siempre como prin- cipio. En efecto, ta afirmacion de que la py} de todas las cosas es el agua no establece simple- mente que todas las cosas proceden de un primer momento 0 estado acuoso que habria quedado atrés: més bien establece que. en Gltimo andliss, las cosas todas eran, son y seguirdn siendo agua Para los primeros ildsofos la nocién de prinipio o py.) compora, por consigufent, dos rasgos: el de principiatidad cbsotuaa (el principio es ingenerado, nada hay ni puede haber antes o mds als que 4) y el de permanencia activa (es sustancia permanente e indestructible de todas las cosas). Nada tiene de particular que los primeros fildsofos aplicaran a los prinipios ciertos predicados propios y caracteristicos dela divinidad como éyéveroc, éveSeBp0c, éeyripoc, ete. 'No nos es posible determinar con absoluta certeza quién fue el primero en utilizar el vérmino gyi con estos rasgos especificos dela especulacién filosofica. Hasta donde nos es posible pro- mnunciarnes, considero que existen razones suficientes para atribuiselo a Anaximandro. Contamos con este conocido testimonio de Simplicio cuyo contenido se remonte ala obra de Teofresto +De enire ios que afirman que es uno, en movimiento e infinito, Anaximandro, hijo de Praxiades, milesio, que fue sucesor y discfpulo de Tales dice que el principio y elemento de las cosas existentes es lo infinite (xd Greetpov), siendo el primero en haber introducido este nombre de ‘principio’ » (Simp. Phys. 24, 13-16 = DK12A9). Enel texto griego original la ultima frase dice lo siguiente: npdrvoc wotw tobwouer xopioac ‘ais pyc. De acuerdo con la traduccién que propongo para ella, Simplicio auibuye a Anaximan- dro ta introduccién de le palabra “principio” (4px) para referirse a lo infinito, a la sustancia pri- ‘mordial que postulaba. Algunos prestgiosos especialistas (a cuya cabeza cabria situar a J. Bumet) consideran, por el contrario, que Ia palabra cpyr} no es de Anaximandro, y que tampoco en este texto se pretende atibuir a Anaximandro su introducci6n. A su juicio, esta palabra forma parte del lexico de Simplicio quien le uilizaria aqui con el significado peripatetico (arstotlico) especifico de «sustrato 0 causa material», en cuyo caso la frase habria de entenderse, més bien, en el sentido de que Anaximandro fue el primero en haber introducido este nombre (a saber, 7 Gxeupov) del sus- trato materia? En contra de laposicién de Bumet cabe aducir, no obstante, argumentos adicionales. 8 Ciertamente, a consruccién gramatical de a fase resulta ambigua, en paicular eno relative a genitive que acomplia a Gvouce votco votvoua .. ifs pyc, Ls eomsrucciones mis feeuetes parecen favorsbles la interpretacién y ‘waduecién propuests por Burne el geniivo sei subjetiv o de possi, se watara «dol nombre del principio» (ie segin Burnet, el nombre del suseat rarer), nombre tera, su ves, x3 dxeipov (antecedent en tl supuest {el pronombre Ste) Sin embsreo. y aunque con menor frecuencia, puede encostrare también la constuceiSn gue comesponde ala waduccion que propongo es cual el genitive que acompaa a Svoua sire para menclanar oespec- {fear el nombre palabra de que serra. Cart solamente dos ejemplos. 2) El primero e de Ptr: ob 3 wie Spciac dre wb vie Koowiiroc Gvona tuopouey atrole cryseaaty (v8 todas estas conducts no les splcamos el nombre de valenta, sno el de moderecinn: Politico 307 A-B); (bel sepundo es de Arisiteles: <3 9° Bona the xohaotac wel éxt rée naubucis dpapricc open (epor oa pas, tambien aplicames ef nombre de intemperancia as falas de los nifios: Eta a Nicémaco II 12, 1119 233-4), Los ejemplos pcre, sn dud, ml tipliarse. En mi opinign, a consuuccién comespondinte al texo de Simplicio, y tambien sl de Hipolito (mpceoe ‘othoua xahtoas 7A &pc. Sri és, nol supe por. Burnet. ‘La nocin de Phys en las orfgenes de la flosftagriega 27 E! primero de ellos es el texto paralelo de Hip6lito que no deja lugar a ambigiledades: «habiendo sido el primero en introducir la denominacién de principio» (xpdrtoc tobvoua xahioas Tic apie: Ref. 162 =DK 12A11). Est, en fin, este otro texto del propio Simplicio, de la misma obra, ‘en que se dice claramente de Anaximandro que «fue el primero en haber denominado principio al ‘sustrato» (npdroc aide apyiv Gvoudous to inoxeievov: 150, 23)!. Teniendo en cuenta el Conjunto de los datos que poseemos, parece razonable aceptar que Simplicio entendi6 que Teofrasto atribuia a Anaximandro la introduccién de la palabra cp para referirse a la sustancia primordial Y resulta incuestionable que asf lo entendid, a su vez, Hip6lito. Alo que afiadiré que a pesar de los problemas que plantea la doxografia, en general y en este caso en particular, no veo raz6n ninguna definitiva para suponer que Simplicio o Alejandro se equivocaran en esta ocasiGn al leer a Teofrasto, yy menos atin que Teofrasto se equivocara al leet la obra de Anaximandro, En cualquier caso, lo importante es que la nocién efiloséfica» de principio, sino la palabra cipy, si que esté ya presente en Anaximandro con los rasgos especificos que hemos sefialado. mo Ademés de un «de dénde> (py). 1a nocién filos6fica de qiatc reclama, segiin vefamos, un , de la manera apropiada. Se supone, por tanto, wna norma o regla por referen ala cual se valora la conveniencia o inconveniencia de la conducta en cuestiOn. Asf, los allegados de Aquiles descuartizan y alifian una ovejae) kad xéaov (Il. XXIV, 622), es decir, como debe hhacerse, de manera apropiada, cuidadosamente y con arte. ¥ apropiado es también, a juicio de Uli- ses, el modo en que Demédoco ha cantado la historia de los sufrimientos de los aqueos (Od. VIL, 489-90). Por el contrario, el lenguaje de Tersites es desvergonzado y grosero y, por tanto, es inapro- piado (0% xavd xdonov) para dirigirse a los reyes (Ul. Il, 212-16). Igualmente inapropiadas (or ota 60}0v) son las desgracias infligidas « los aqueos por Cipris y Apolo, por ser excesivas, des- roporcionadas (ib. V, 758-9). También se calificen como o¥) Kart: xéquov el estado lamentable fen que quedaré cualquier dios que no obedezca a Zeus tras la paliza que éste promete propinarle (@b.NIDL, 12), 1a inadecuada conducta de Héctor de vestirse con las amas de Aquiles (ib.XVIL, 205), la inoportuna convocatoria de la asamblea a Ia hora intempestiva de la caida del sol (Odisea Wl, 137- 8) y,en fin, la manera improcedente de mendigar de Ulises (ib, XX, 181-2). En todos estos casos. pues, actuar ob até Kdouov equivale a actuar de manera inapropiada o indebida, podrfamos decir ue injusta. Este es, en definitiva, el sentido que la expresidn cobre en Soldn cuando opone xercé. xdouov a-SBoic: «La riqueza que conceden los dioses se mantiene con solidez de abajo arriba 12. Puede, en efeso, ware de cosas: tl yea un hue, corn el de Aleioo fondo de eal hay pass de isnt y ‘muy voradoscuives cue estin vperfecumenteoricnadax (6a 8 xoounral xpaouc. aap velarow Bpxov! aveciat repiaoty Onliee VI 127-8)0 d as mas de es guerre: gue etn apoyada un aes ene fhelo bien oremadat» en wes Blas (ees 82 ope xed aap" enraton yBowi xixhsvo wl Kaw KOOHOY / “pioton lid X, 469-71, de na habits, como el aro del pala de Néstor que he quedado pas aida 1 que ste mand spoeren orden» aries que ada (abrdp tx Bh aéhre Bouow BuacoautoMsee.. Osea XI 40) 0 puede tre ambience arimzles come ls esbelos qe ads wo mand Que 8 espectva aria aera ‘enpefeto orden al ond di fos Hvtdysp wiv Exec ExéxedDey Peace zou #8 Kase KOON Epurtuey ce! txt cape Mada XI, 467) 13 En iada X, 469-71 y XI. 4657 (eto tds en aot amen) aparece la expresion ed ker xGopoy refer al elocacin de armas y de caballo respectvamem. También aque levnt or sopueso, lien de colocacién apo pind. een ‘La nocin de Physis en lox origenes dela ilosfia griege 29 firme para el hombre. Por el contvario, 1a que el hombre ansia con abuso (tq ‘BpL0c) no Hega debidamente (ois Karte. KSanoV Epyevan), sino que cediendo a acciones injustas (ABiKo.c) sin querer avanza hasta mezclarse pronto con la desgracia» (Elegtas I, 9-12) La idea predominante en estos contextos es, pues, lade un cierto «orden social», un orden esta- blecido y regulado en que cada individuo ocupa el lugar que le esté asignado y se comporta apro- Piadamente conforme a la posiciGn que le corresponde. Sobre esta base se configura la idea de Justicia’. Por 1o que se refiere a su aplicacién en la investigacién xep\. gioeux, los filésofos trans- ‘portaron esta idea de orden al conjunto de la realidad toda: el conjunto de todo lo existemte conforma un xdouos porque los elementos que forman parte de él (las grandes masas como el agua, la tierra, el aire, etc, os astros, les sustancias particulares) etn donde tienen que estar y actian como les correspond actuar sin sobrepasar nunca los limites que le son propios. W.K.C. Guthrie ha sefialado cuatro pasos o momentos a través de los cuales la palabra cosmos se desplazaria seménticamente hasta significar sencillamente : (a) su significado usual, prefilos6fico como «orden» (en particular, como hemos visto, en relaciGn con colectivos humanos),(b) e! orden del universo,(C) el universo en tanto que ordenado y (A) el «universom, sin mas, al margen de cualquier referencia explicita a la idea de orden’. Se trata, sin duda, de momentos mds féciles de delimitar desde un punto de vista I6gico que desde el punto de vista histérico,efectivo. Quien fue el primero en aplicar el término cosmos a la naturaleza, al universo en su totalidad? ‘Tampoco nos es posible afirmarlo con absoluta certeza. El primer texto filos6fico escrito en que —nés alld de toda duda— encontramos esta aplicacién del término corresponde a Heréclito, a aquel conocido fragmento en que se lee: «el cosmos (este, el mismo de todos] no lo hizo ningtin dios ni inguin hombre, sino que fue siempre y es y serd fuego siempreviviente que se enciende conforme a ‘medidas y se extingue conforme a medidas» (DK12B30). Se rata de un texto que plantea cuestiones de distinta indole y de notable dificultad, pero que exhibe con claridad los dos aspectos o niveles | Ademis de esta aplicacin social, a idea de eorden» se aplicar también a los indviduos, al earicery comporumiento indviduales. En este aspecto cobrardn ura relevancis especies ks palabras xoowidene, xGojoc y Koop. ‘.Gow0« ese ndvicuo ordenado en el sentido de que es pactio, rangi y sox¢gado ens ademanesy en su modo ‘de cent y que, por temo, no reccionabrusa o volentzmente, sino que se comport con alma, sin dears ler por femociones, pasiones ¢ imposos. Ahore bien, un caricer tl supene tener contolades y amansados los apetitos y pasiones. y de ah qe el significado de xéowy xoowSeng st aceque al de otippar ¥ OLgpootvn, moderadd Y ‘moderaciGn respecivamente. Asi no es de extaar It defiicién de oogpoc%vn propuestsiicalmente por Cmides en el diflogo platénico: scomporunse siemere ordenadamantey con ssiegon (1b xéopluc navn apsrtew Kat ourt: Caérmides 159B). De este moto xéoysoc viene a oponerse 2 inmoderada, a dxSMaatos,acercéndose 5 significado al de ovypary. (Aqullaeposicién lésiea puede verse, po ejemplo, en el Gorgias, 4944. Cf. ambien Is efincién de owgpootvn en las Divsiones arstovelea, donde se dice que owypootm «es la vrtud que hace ‘dominar sobre los apetios y que no se sea esclavo de ningin placer. sino que se viva ondenadamenten (fy BE ‘owgpocriyy .. koowiioc Gv: 16 I. 10-14). ¥ esque el sometimiento de las pasiones al dominio de la pare rectors {el alma no es, en definitive, sino e! buen orden dels distnias pres © fuerzas dela pique. Como es sabi, Plain ldenficard ese orden, a su vez cor a justi, con buxauootym en el alma. De abi la pereencia de Koojoen a ‘eugpoctvn y « Suxciooivn, como muesta l elaboracidn de estas tes nociones ene siguiente texto platnico: a su vez, el orden y da ordenacidn del alma recben, cegin ceo, el ombre de noma y de ly. por las cules los hombres ener @serjusioryordenados (ke. Suuuoe yiywovea Ke daLOH).Y precissmente en eto contstn la juste y 1a moderaciany (eaina 8 Forey Buxcuoctivy 2= Kei Sugpootvn) (SOAD-E) 15 GE WKC Gutheie, A History of Greek Philosophy 1. Cambridge Univ. Pres, 1967, 1, p 208 thay uaducién espaol). 16 El fagmenc plane, en pimer lugar, problemas de carder textsl Ya en su primera ina, La versiga de Platarco (De ‘an procr. 5, 10148), en le cual se incluyen toda ls palabras que hemos pueso ene corchetes al maducitl, es Ia siguiente xéowov zovbe, tov andy dndvean, atte wie Bein fee cvipsinow troinaey. La vesisn de Cle- rmemt (Strom. V 14), por Su pas na incluye el demostativo révbe, pero sel esto: xSouoy, tov abo éaxcivey, 30 “Toms Cabo Martinez ‘que confluyen en Ia idea filoséticonatural de «cosmos»: de una pare, el nivel de la estructura y de la disposici6n, el orden, que en esta frase se especifica a través de la idea de «medida» y que Heri- clito expresa de manera més general mediante la palabra logos, y de otra parte, el nivel de la sus- tancia, de la épyp, del elemento 0 principio activo que para Heréclito es ef fuego. El cosmos es, pues, fuego permanentemente vivo (sustancia) que se transforma permanentemente conforme a ‘medida, proporcién o razén (orden). El significado de la palabra cosmos se siti, pues, en este texto entre los pasos segundo y tercero de los sefialados anteriormente. Si la utilizacién heracliteana de la palabra cosmos se halla cerca de su uso original y comin, més cerca ain de éste se encuentra su utilizacin por Parménides, como muestran los siguientes vversos del fragmento cuarto de su Poema: «igualmente observa que las cosas ausentes se hacen fir~ memente presentes a la mente. / <ésia>, en efecto, no separaré a lo que es de estar unido con to que es /ni dispersindose por doquier en todo ordenadamente (ward KGOHOV),/ ni reunié dose», E] primer verso muestra cmo las cosas que no estén presentes, que son inasequibles para la percepcion directa pueden, sin embargo, hacerse presentes para la mente (trétese del recuerdo, de la imaginaci6n 0 del concepto). Este es, sin duda, el caso del ente, de aquello «que es» verdadera- mente, de la realidad nica, compacta y esférica cuya captacién y representacién nos impone la férrea argumentaci6n del Poemma. ArgumentaciOn que, de acuerdo con los dos versos restantes, impide a la mente fragmentar la realidad tinica dejéndola dispersarse en una pluralidad ordenada al ‘modo de las cosmogonfas al uso". Parménides utiliza la expresiOn homérica Kard xéopov. Cabe decir que su aplicacién del término se sittia en el paso del primero al segundo de los momentos arriba indicados". Podkiamos retroceder més ain de acuerdo con ia indicaciones que nos brinda la doxografia. Ast, ccontamos con testimonios que aribuyen la primera utilizaciGnfilos6fica de la palabra cosmos a Pité- cite nis Gasw ob dev@puininy txoinoey. En todo cas, ln referencia aun csmos que est mismo de ido» com- porta (en la exegesis antigua de los ransmisorcs de esa versGn) una disinein entre das rpos de cosmos w odenacio- ‘es: de une pars, quelque es comGn 2 vodes, y de ova pane, los dsr Gréenesw ordenaciones que se suceden ene! ‘deveni universal, El primero de lls sera comin, es dec, sri el mismo para todos os cosmos paniculares. Si se fscepta a clasla tv exbedv Gaxvewy, no cabe ov2 intrpremcién mis razonable del vexto, «mi jucio. (A. Garcia Calvo completa el texto afadiendo Ia palabra xéouine KéoHoW wovSe voy erbriy Gaver (= wate cosmos el miomo de todos lox cmos.» en: Ravin comin. Madd, EA. Lucia, 1985, pp. 239-1. La aici es coke ‘ent sn dua, cone sentido del texto, per totalmente inecesra), Por ora pare, ademas de ete probleme de Ia s- ‘incién ene dos tipes de ordenationes o cosmos, el fragmento extfrelacionado con la debatids cuestin de sila conflagraciin universal (oeripwo2) forma Ono ferme pane del pensanieno original de Herdelito. 17 Dasoor & Spor dxsévia woot aapesvee BeBe” (0b yp daoriger to bv tod iévroe iyeo8or lobe oxibyduevoy ave xéviu Ker xGoWOY ‘obte conordnevov (DK28B4), 18 Lacrtcaparmenidea alcana, sin duds, a cualquier itemo de generar a parla apart e a uid, y no necesaria- ‘mente en particular los process de condensin y raelacciéa propuesios por Animenes. 19 Bn el fagmento oetavo (¥. 50-52), al marcare] nsto de la Verdad a las Opiniones (cosmogéness),Parménides contapone el héyoc comespondiente a aquéla y el xGoqos ‘xiv en que se nara la cosmoséness. (Sobre esta ‘istncin ys elevancia parse doerna de Parménides pose vere mi arculo «Truth and Déxa in Parmenides. Archiv Fir Geschichte der Philosophie 3,197, pp. 245.260) La nanacin cosmogsnica se encul conforme aun orden que. ‘sin did expres el orden socesivo sexi ecu Is ead ee ispersa»conforme alo sugerido en el fragmento cua. Enel mitmo sentido ha de extendere, en mi opnié, a palabra Sicoowoc uilizada mis adelante: «yo deciaro para ‘el ordenamiento todo vos, /de mado que jamds te super conocimion ainguno de los monalese (xiv 001 Axdicopow toueéra zdvte eeribi, / de a8 ut zoeé is oF Bpotdy youn xapehdoon:feVI, vv 60-1) La nocin de Phyisen las origenes de a flosofiaprega 31 , en quien esta nocién de orden universal estarfa conectada con la de armonia. A su vez, en el testimonio de Aecio recogido como fragmento primero de Anaximenes s¢ lee: «al igual que nuestra alma siendo aire nos mantiene unidos, dice [sc. Anaximenes], ast también el hdlito el aire circun- dan al cosmos en su totalidad> (cai Bhov voy KdonOV AVEOHE Kal inp xEpLExer: Accio 13.4 = DK, 13B2).En estas palabras se recoge, sin duda alguna, una idea que proviene de Anaximenes, ppor mis que nos queden dudes fundadas acerca de su literalidad, Estas dudas aleanzan para muchos ala utilizacién de la palabra cosmos, si bien me mantengo personalmente en la conviccién de que la nocién filoséfica correspondiente fue una aportacién de los milesios, y particularmente de Anaxi- mandro. Por lo pronto, en el célebre fragmento que de éste conservamos aparecen explicitamente las claves fundamentales de la aplicacin filoséfica de la palabra cosmos al universo: la idea de orden aplicada al universo (expresada en el fragmento mediante la palabra vdStc) y el trasfondo inequi- ‘vocamente social de que proviene esta idea de orden que nos remite al orden de la polis a través de Ja imagen del tiempo como juez que impone penas ¢ indemnizaciones a los elementos que se exce- den transprediendo la justicia®”, Considero, ademis, altamente probable la utilizacion de la palabra cosmos por Anaximandro en el marco de su explicacién cosmolégice. La doxografia (que se remonta ‘a Teofrasto) nos ha transmitido que, segtin Anaximandro, de la sustancia primordial (de lo @xexpov) se generan miltiples (0 infinitos) mundos. La versiOn de Simplicio (sin duda la més fiel a Teofrasto) ice lo siguiente: «una cierta naturaleza infinita a partir de la cual se generan todos los universos {y los cosmos en ellos» (twa quow Exeipov, & fe éavtac yiveoBar rove odpavods Kai obig Ev ceieoic KSopOUG: Phys. 24,13 =DK12A9). Las siguientes consideraciones en torno aeste testimonio doxogrifico me llevan a pensar que la palabra cosmos figuraba en ¢l texto original de ‘Anaximandro. (a) La palabra xéouoc significa aqui, sin ningdn género de dudas, el onten u orde- nacién que adquieren los seres en cada uno de los distintos mundos o universes (orspervdc) que se _generan, De otro modo no se explicaria la distinci6n entre ambos términos, xdoyos y obpavés. (b) Sentado lo anterior, no es facil imaginar que otra palabra, a no ser xécuos, podria haber utilizado ‘Anaximandro para expresar el orden del universo en el marco de esta distincién. Si Anaximandro hhubiera utilizado otra palabra, es razonable suponer que Teofrasto la habria utilizado también, teniendo en cuenta que en tiempos de Teofrasio la oposicion entre Koopwos y obpervd< resuliaba ya extraia y problemdtica. (En efecto, la palabra xécuoc habfa alcanzado ya definitivamente ¢l cuarto y titimo de los momentos que hemos indicado més arriba para su evolucién seméntica, de ‘modo que significaba ya simplemente «mundo» o «universo», lo cual dificultaba la comprensién de cualquier oposici6n entre x6opos y obpervdc)”. Todo esto permite conjeturar con cierto funda- ‘mento que Anaximandro utilizé ya la palabra cosmos en el sentido de orden universal, orden del universo. 20 Remiisndose a Favorino, Digpens Lacteio dice que Pitégoras uc el primero que Hams cosmos a niverion (xc zbv ‘bpawby xpatov dvojdoas «ojo. VIL, 48, También Aecio firma que «Ptsgoras fee primer en lamar cos ‘mos alconjnto de odo a cause det orden que hay en él THvBayépac apdoc dvouae vi tiv how xeploxty redapew be vie by ated *aewn:Uh,I= DKIMAZ}) 2) El texto de Anaximandeo die Io sguiene:<...por lo demds, ls sees existent, l perce, vienen a paar 8 aquellos seres de los cuales procede sv nacimieto, de acverdo con lo ge tiene que ser pues ellos se pagan muuarente pens y fexrbucin por su ofensa de acuerdo con a ordenacién del iempos (2 dy 8& # yéveatc towt ztc obo, xa viv (opi tic raona yiveotan Kant tb ypeiby ibévan Yap aia Gixny Kai tiow Gaon wie dui {rad viv £09 ypdvoU gir Simplicio, Pye. 24,13 =DK12B!. Usualmente se mite quel frase es ca itera, al menos desde ade seerdo con lo que iene que ser» avd vO ype), 22 Que la dsticion ene odpavic xSonoe resltaba exwats, Jo demuestra la vesin del Psudo-Pltarco en la cul mbes términos vienen a rear sindrimos (elo dperon . de lo cul dice que se desprenden los wniversos ¥en 32 Tomds Cabo Martie: Wv Pero vayamos nuevamente a la nocién de physis. En el contexto de la investigacién «acerca de la naturaleza» se hallan implicados, como hemos visto, tres elementos o aspectos: la idea misma de proceso, devenir 0 desarrollo (relacionada con qr, PHoj.4t), el punto de partida 0 principio (4px) del proceso y, en fin, la consumacién o cumplimiento de éste (connotado por €l sufijo -ov), es decir, a estructura de la realidad desarrollada (que en el caso de las cosmogénesis recibe el nom- bre de cosmos), Pues bien, dada esta pluralidad de connotaciones cabe preguntarse cul es el signi- ficado 0 sentido primero de Ia palabra quouc en su uso filos6fico. De hecho. y ya desde el s. XIX hhasta nuestros dias, fil6logos e historiadores de la filosoa griega se han formulado frecuentemente esta pregunta®. ‘Si comenzamos volviendo nuestra mirada a la literatura prefilossfica, constataremos que en Homero la palabra @éouc aparece una vez solamente, en la Odisea, en el episodio de Circe, en el canto décimo. Un grupo de compafieros de fatigas de Odiseo han sico convertidos en cerdos por Citce y aquél decide ir al palacio de ésta. En el camino se le aparece Hermes que le previene offe- ciéndole un férmaco capaz de contrarrestar los efectos de los bebedizos de Circe. Se trata de una planta «que los dioses llaman moly», una planta extrafia y desconocida para los mortales. El dios, cuenta Odiseo, la arrancé ey me mosiré su naturaleza» (Kai wor gia airod Beige: Od. X, 303). ;Qué le muestra o explica el dios? Hemos de entender que le mostraria 6 explicaria su com- Posicién, su constinucién, pero también, sin duda, sus virtudes 0 propiedades activas, puesto que de tun farmaco se trata. La physis que Hermes muestra a Odisco no es, desde luego, el aspecto externo y visible de la planta: su aspecto, su color y su tamaiio, se muestran de manera inmmediata a los ojos {de Odiseo. Este puede ver el tamaiio de la plana, el color negro de sus raices y el color blanco de su flor (ib, sin necesidad de ayuda alguna por parte de la diosa. El contexto sugiere, pues, claramente tuna contraposicién (no tematizada de manera expicita) entre la physis de una cosa y su apariencia externa e inmediata. Frente a ésta, la physis es lo que la cosa es realmente, pero en tanto que com- porta determinadas propiedades activas. El rasgo de actividad 0 proceso esta siempre presente, explicita o implicitamente, en la nociGn de physis. _Acstcabe aur qu el lua! xéouovc ue aparece en Tetra esulabs igualment exrafo: {Cie poste gue {encacs rivera haya ae prado de cosmos Esta ea bid srprende yaa Hipsito en cyo exo aparece xe msinguae ciet naraleza de info dea cual se generon los universe el oan <4 hey> en elo» Copbow woe 108 datipos, & fg nimobe tobe clpmvods Kat tr bv abtole KooHOY Ref LS DDKIZAD, Puesto que fo ices mantener pal xGoove que allan en Simplicio (por serla eras dif ily con ello i ms pia seguraent a exo original de Tessa). algunos han petenido rele: probit ropniende gue les mulls cosmos seen ditto rene wendensconesprcaer, pencils sia epo= {es o partes del wiveno. (AN, CH. Kab, Anazimander nd the Origin of GreckCounolgy. Reng), Philadephia, 1985p. 224), Por mi pare consider lo mes nat sapones que en cada univers mundo 0 bay mds gue un orden © cosmos el gue ees propio. eniendo quel plural xouav se expisfcimame, dae el pum e via gram) oma un pl sndacidos por el antenor paver x deimes, or ejemplo queen el acropten shbie muchos axis esperando en cola con sus chifers dentro, segurament nade entender ue en cada ai haba una plural decho- fers, sno um chéferen cada ai, No ico que a cvsin compre ms problema ns mise. 28 eso el estudio de E. Hardy, Der Beri er Phin der arecischerPaosopie. Be, 184. hx ls monograia deG. Nad L'Onpine eon at concept rec de Pats. Onaa. 1992 psans or os aoe y eon gh hacemos referencia en expo, ‘La necign de Physisen los origenes det ilasofiagriesa 33 Considero oporuino sefialar que esta nocién de physis la realidad, por oposicién a la aparien- cia externa e inmediatamente perceptible— se halla presente en la filosofia presocratica. Esta es seguramente la nocién que funciona en la célebre y enigmética sentencia de Heréctito en que se afirma que «la physis gusta de ocultarse» (pious KpurrrecBar gist: DK22B123). La auténtica realidad de las cosas no se manifiesta de manera inmediata, es necesario ir en busca de Io oculto. Heréclito dird en otro texto, en consonancia con esta idea, que «la armonta no manifiesia es mejor que la manifiesta» (Gpuovin agavig vavepiic Kpsituv, DK22B54), Pero esta idea no agota el significado de la palabra gxicuc en el contexto de la investigacién pre~ socrética acerca de la naturaleza, como muestra la complejidad de sus usos y aplicaciones. A partir de esta complefidad se han ofrecido distintas hipétesis acerca de su significado filos6fico original a las cuales me referiré a continuaciéa. 1. Algunos autores, a cuya cabeza habria que situar a J. Burnet (Early greek Philosophy. 2 de., Londres, 1908), han sastenido que el sentido filosfico primero de physis fue el de la materia de que algo estd hecho, sentido éste del cual se pasaria fécilmente, a juicio de Burnet, al de su «composi- cin», su cardcter 0 constitucién. De acuerdo con esta explicaciGn, la palabra @éous, en la indaga- cin presocrética acerca de la naturaleza, se referiria originalmente a la sustancia 0 sustraro primordial (dip, J. Burnet no aduce en su argumentaciGn textos de los propios presocréticos, pero sf algunos pasajes relevantes de Aristételes y de Plat6n. La argumemtacién de J. Burnet, sin embargo, ‘no me parece la més adecuada, Por lo que se refiere a Arist6teles, los textos aducidos servirian sola- ‘mente, a mi juicio, para poder de manifiesto que el propio Aristételes utiliza en ocasiones la palabra pou para referirse a la sustancia o sustancias primordiales propuestas por los presocréticos* CCiertamente, ésta (la de materia o sustrato) es una de las significaciones que posee la palabra en la literatura filosofica, més ain, cabe decir que tal significacin podta desarrollarse fécilmente a partir de usos como el homeérico que hemos descrito. Pero esto no comporta que se trate de la significacién filoséfica primera y fundamental. Los textos de Platén aducidos por J. Burnet resultan atin mas complicados y, a mi juicio, de mayor interés para nuestro tema, Estén tomados de las Leyes, libro décimo, del conocido pasaje en que Plat6n se enfrenta de manera directa con la investigacion tradicional acerca de la naturaleza: en efecto, quien dice cosas como éstas pensar presumiblemente que fuego, aire, agua y tierra son as primeras de todas las cosas (npara viv xdévwy) y a éstas precisamente las Hamard «la naturaleza> (Ke city gow évouditey vadea ated)» (891B-C), y «con (Stayveivon 8¢ ind avav uepéwv xéxpoxtar) (Régimen 12,11) ‘conocer la naturaleza del hombre es, pues, conocer los elementos de que se compone y la relacién cexistente entre ellos atendiendo a su desarrollo desde su estado embrionario, PrGximo a esta signi- ficacidn se halla el uso de le palabra por Parménides en el fg. 16 en que se refiere a ela constituci6a de los miembros» (xpéorc ueéov, uehécov banc) (of supra n. 26), asf como su uso en el texto siguiente que, seguin Didgenes Laercio, e hallaba al comienzo de la obra de Filolao: «la physis en el cosmos se armonizé a partir de elementos ilimitados y limitantes, tanto el cosmos en su totalidad como todas las cosas en él» (Di6g. Laert. VIIL85 = DK44B1). Este uso, enfin, puede conectarse con 27 Entre estos autores cabe citar a O. Gigon Watereuchungen vur Heraklt. Lepoig, 1935). Por ox pan, no me parece ‘sual que Aisles, lexponcr los distinosSemios ele plabra, eeajaen pier logn precisamente te: «Se lama ‘gcc, en un sentido, da gereracién dels cosas que cece se pronuncia lav alargandoli> (pooue Aéyeta Ever uv pinoy 4 ov quoniver yiveou, cley a we Gxoxccivar Aépor 1 v: Mer. V 4, 1014b16-7) Cabtia, por lo ems, citar oes textos en que py significa génens como ccumeen la conncia cosmo énessbufa que Aristfanes fone en boca dels aver:

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