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\eNier Politica criminal y sistema del derecho penal* (t) (arDerechopenaleslainfranqueable barrera dela itica criminal”, esta frasede Franz von Liszt! pone ide relieve una tensién que todavia hoy esté viva en nuestra ciencial Bila opone a los métodos juridicos en sentido estrieto de ordenacién y elaboracién sistemé- *_Blpresente arsculocorreaponde textualmante ale onferencia| © que promuneié —por razonse do tiempe on ube forma abroviada— eo Sentinel 18 de mayo de 1070. Setrata aqui de un primer inteuta dave- ‘stirlas coneepiones dogmasens ymetndolspions fondamentales de ‘sarrollndas on mismonog?atlasyariculoe,uridico ponalesau una cor (spe nstamtiea complote ~naturelments todavisenaaematica Por estoy por pecosided de un desarrollo ms dot Unde de lo que a mand sla ae nainua ene texte explicate terosss eferenciasnmistrabajos anteriores que esperacomprenda el Ietor, También ise referenclaes olson stores las polemlerecon eller, (queheineluldo wales notes, sirveaparticclarmento ala aearasion por ‘iad ejemplo demic oni; daca le extansin dal tema no pose protan Baturaimeate un etaiiento completo de Is biogral 3 yon List, Strafrechtishs Aufeatee und Yortrage, 1906, t Uy '. 80. Las das toros en ls que se recogen lo iebaj menores devon 82 Claus Rosin tico-congeptual delos presupuestos del Gelitolos prin cipios del'tratamiento adecuado de la conducta des. viada que descansan en fundamentos empiricos O dicho de una forma més abreviada: La frase ca- | tacteriza al Derecho penal; poriun lado, como ciencia social, y,por slotro, camo clencia juridica: En este doble cardcter de la “ciencia universal del Derecho penal", fandada ciertamente por él, ee mate- sializan para Liszt tendencies contradietorias, En le Politica criminal incluye los métodos adecuados, en. cial, para Ja lucha contra el delito, es decir, la llamada mision s gue al Derecho penal, on el sentidojuridiea dela pala- bra, debe corresponder le funcién liberal del Estado de Derecho, asegurar la igualdad en la aplicacién del Derecho y la libertad individual frente al ataque del “Leviathan”®, del Estado. Para decirlo una vez més con otras dos frases de Liszt, quepertenecen hoy las citas clésicas delpena- lista: La “idea de fin en ete penal”®, bajo la gue Licst hasta ol aio 1904 contionen ol matarlalfeadamentel pera en ‘Sentarse con sus eas; en] ano 1070\ban apazscise eo na feepre sin fotomeninicn de fa impronta Weltar de Gruysen, Bern. Sobre set ef shore: Frans von List sum Geddchinis, 1563, publica al ‘igmo lempocemo imo, cuaderno dela Zeitschrift fr esa {e Strorochtesaenssha ft (250W) gf Ten Lites, Strafreciiche Auf und Verte, 1805 «1, 6977 9 (1880) pss, yTamgo en Siretrecitiche Aufsdtzeund Vortrage, 1905, , 9.126, ial del Derecho penal; mientras Polttica criminaly sistemadeldereshopenal 88, Liszt habia colocado su famoso programa de Marbur- g0,€s ls mets de Ia Politica criminal; mientras que el Derecho penal, como “magna carta del delincuente’, segtin expresa confesién de Liszt, protege no a la co suunidad, sino al individuo que “serebela contra ella”, 0 "de ser castigado sélo bajo Yiinieamente dentro de los su idea de fin, que “sin toda la triguitiuela formalista delos ‘criminalistas clasicos’ se pudiera dar en el caso concreto una decisién que sirviera « Ia comunidad’, sino que opinaba®: “En tanto que aspiremos a prote- gerla libertad del ciudadano particular frente ala ar- bitrariedad ilimitada del poder estatal, en tanto que nos vinculemos ala frase nullum crimen, nulla poena sine lege, asimantendré también su alta significacién politica él arte estricto deuna interpretaci6n dela ley que opera conforme a principios cientificos". Desde esta base, la misin del trabaj sn Derecho penal’ debe ser ajens toda Gnalidad politico-criminal. © Che suprenota von List, Srafreciliche Aufattee und Yortrge, 1805, Tl # Ba el marco do asta artenlo hay que der por sibido os conse rants Rlsdatin les de feos del Desechn se ia forme dl tlstama furidico, pr tanto, 20 puede eanvertires en objeto dex rst ‘lento auldooraa Use magsiSoe introdueda » reruiaen 20, 05 a Fo pecmen ps Ly 2yfondementel-Straptachdiche Aufsiioe und Verto, 3808, Chane Roxin ‘As{, pues, califica también von Liszt, de quien pro- cede en sus rasgos esenciales la estructura de la teo- rfa del delito, que atin hoy nos es familiar, todavia en | Ja lltima edieién desu tratado’ “como tarea inmedia- “} tade laciencia del Derecho penal: comprender delito y pena como generslizacién conceptual en una consi- Geracién puramente técnico-juridica y desarrollar en un sistema cerrado los preceptos coneretes de la ley, subjendohasta los ultimos principios y conceptos fun- damentales”, Asimismoen suopinién®la ciencia del Derecho“de- be ser, y seguir siendo la ciencia propiamente siste- ética, pues sélo la ordentaci6n de los conocimientos enel sistema garantize aquel dominio sobre todas les particuleridades, seguro y siempre dispuesto, sin el cual la aplieacién del Derecho es siempre un diletan- ‘tismo, abandonada al acasoy a le arbitrariedad”. Con estas indicaciones se han dado les palabras claves que sin hoy se repiten en nuestros tratades, linbillgrae, Eogiech, Sinn und Tages urtstiocher Syetmatih, rae, 1987, pe. 179-190, Dela bliografajuiaio-pe ‘pal me antigua dobon eitarso sobre todo: Radbroch, Der Hondlange bagelfineainar Bedeutung fur das Strafrechsnjstem, 1908, el mismo | ‘tuloy Zur Syetamatih der Verbrachenclaira en Pstgabe fr Reinhard Frank, Besoncarer Ta, 1980, T,p.168y 25; Zismeri,Dar Aufoau des Strafrektseyetrm, 1986 1 von Leas, Lerhbuch de Deutechen Strafeahey 21/22 08,1819, isp Bt2y siguientes, 1 Noah Leribuch es Destachon Stress, 2323818, Politicacriminaly sistema del derecho pencl 35 cuando se trata de explicar la impertancia dela siste- matics en el Derecho penal. Ast, por ejemplo, dice Wel- zel® sobre la ciencia del Derecho penal: “Como ciencia sistemética da Ja base para una Administracion de ‘Tasticia uniforme yjusta, pues sdlo#lconocimientode jas relaciones internas del Derecho eleva su aplica cién por encima del acaso ya arbitrariedad” ‘Y¥ on su.gran tratado, recientemente aparecido, e5 evibeeachoth!" que sin la articulacién sistemdtica del conteptodel delito, Ia solueién de un caso juridico pefmancee “insegura y depandiente de consideracio: Hes gentiinantales" “Las caracteristicas generales del eoncepto del dete, quese resumen en la teoria del de lito, posibilitan, por el contrario, una jirisprudencia Hadlonaly uniforine, y ayadan, de wn modo esencial, garantizar Ja seguridad juridica”, Todo ello rige inde- endientemente de los cambios del sistema y de sus Giserepancias que, coma ya es sabide, forman también hoy el objeto de vivas controversias. Nose puede discutir seriamente que la elaboraciéa sistemética de Ie materia juridica ofrezca realmente las ventajas descritas, Pero queda como un malestar que aumenta cuando se pone sobre el tapete la siem- pre discutida cuestién, si no estard caracterizado el trabajo sistemético de fligrana de nuestra dogmati- ca, que opera con las més sutiles finezas conceptuales ‘Waits Bes Deuteche Stroftacht 13°04, 2969, p.1 2 Jeashee, Lehrbuch des Strafechts, Allgemeine Teil, 1908, 198, 36 Claus Rosin roporciGn entre la fuerza desarrellada y surendimiento practico, Sisdlose tratase deordenacién, proporciény domi- nio de la materia, la disputa por el sistema “exacto” deberia aparecer como poco fructifera, Asi dice también Hellmuth Mayer: “Come la his. toria de le dogmatica seftala, se puede aprehender la materia en los sistemas de referencias més diversos, ‘Todos estos sistemas son utilizablee con tel que se apliquen consecuentemente”. La exigencia de un cambio del centro de gravedad de Ia investigacion y de la teoria a las cuestiones eri- minolégicas y politico-criminales, tiene aqu{ una de sus fuentes", Una segunda objeciin se dirige Gontra la clase de “ dogmética que sederive de la separacién devon Lisztt si las cuestiones politico-criminales no pueden ni de- ‘ben penetrar en ella, la deduccién exacta del sistema puede garantizar ciertamente resultados inequtvocos __Yuniformes, porono materialmentejustos. ;Para qué Mayer, Strafhechs, Allgomainer Tel, Koblhamies Studien Dboeh, 1967, 5. 8. 2" Asisor ejemplo, opineSehmidt en el prélog el, porlodemész0 ‘uy loerado ira rts des Strofechtsrform, esicién satskamp a? 264, 2068, p. 5, que “ns eoctosprtectore del Derecao penal en us {edo de Derecho, al canvertiree on evidentes, haben perce relevas siete sobre ust preblemdtise tation Cizabersat Ordeig, Hot ais Strafrechtsdogmatih eine Zaku, on “ZSEW" £1970) 99799 eh lentes h Politica criminal sistema delderechopenst & sirve la solucién de un problema juridico que, a pesar de su hermosa claridad y uniformidad, es desde el punto de vista politico-criminal erréne0? ;Debe ser preferible realmente a una decisién satisfactoria del caso concrete, que no es integrable en el sistema? Es evidente que debe responderse negativamente a esta cuestién y que hay que admitir las quiebras, motiva- das politico-criminalmente, dea regia estricta. Pero, deeste modo, se relativiza naturalmente todaviamés Ja significacién de los concaptos sisteméticos genera- Jes y de les abstracciones dogméticas. Asi, por ejom- plo, dice Jesch&3k como conclusion de sujustifieacién, anteriormentscitada’, del pensamiento sistemético “No debe desconocerse, sin embargo, el peligro de una dogmética juridice-penal baseda en formulas abs- tractas: ésta radica en que el juez se abandone al au- tomatismo de los conceptos teéricos, olvidando astlas particularidades del caso conereta. Lo decisive ha de ser siempre la solucién dela cnestién de hecho, mien- irae qué las exigencias sisteméticas deben ocupar 81 Segundo plano” Schaffstein, enun trabajo sobrela problemética del error en Derecho penal", ha dejado sin responder le cuestién, por él planteada, de la relacién "jerérquica ‘entre ambas perspectives”. Pero también opina que 28 _Jescheck, Lehrbuch es Strofracht, Allgerciner Tl, 1968, p, % Schaffsiein, Tathestondatrrtum und Verbotistum,e= Gbtin ser Festsznf irae Oberlandasgericht Calle, 1981,p. 1759889 78. Claus Roxin jay que acometer el problema de veloracién orient do en la finalidad politico-criminal ante todo, inde- pendientemente de todas las construcciones concep- ‘tuales”, resolverlo sut6nomamente y emplearlo “pare: el control complementario" de las conclusiones que se derivan de la “dedwecién légico-dagmétiea”, En tode caso, este procedimiento supone, como en Jescheck,, la posibilidad de una correccién de las soluciones dog- saGtico-conceptnalesa través de una valoracién politi- 3 co-criminal discrepante, Perosi se considera este procedimiento como aémi- sible, se compagina mal con la funcién de la elabora- ign sistematin del concepto, Puos,@ la ruptura ad- ‘ pisiblede ls principios dogméticos a travée de a va- Joracién politico-criminal conduce a una sacudida de Ja aplicacién uniforme y sin arbitrariedad de] Deve- ) cho —desbaratando entonces desde un principio las | ventajas quecele atribuyen alasistemética—ose po- ‘\ nede relieve que le solueién de la “nection de hecho”, berada de todos los forzamientos sistematicos e in- mediatamente valorativa, no se opone ala seguridad Juridica y el dominio de la materia juridiea —plan- & | teandose entonces la cuestién de hasta qué punto es \necesario el pensamiento sistem ético— (010) Ba estas deprimentes dificultades se refieja una ‘erisis en Je que he incurrido tltimamente el pensa- miento sistematico en general y la teorfa juridico-pe- nual del delito en particular. Sintamattioo de ello es que Ia dispute por la teorfa final dela acciém y por sus con secuencias, que en los afios cineuenta condujo a las més fuertes polémicas, encuentra hoy poco interés. Gon razén ne se cree ya en los resultados que se dedu- cen de los conceptos sistemétticos supericres y analo~ gamente se piensa poco en la.utilidad préctica de tales ‘categorias’® 15 Esto se gone devellave em gan medida sepecicimente gala po- meg sre a caneapta do sida, Cl, por gesple, Gallas, Zam ge POSSE Stand doe Lebre vom Vororechan, o3 -Z32W" 67 1965) > "Delage sur Vrbrechensleirs, 1968,».283 ios ria der finaien Hodlungslebre, ©& i962) g 36, siguiente Schonke -Seirtder,Stcfgeote Bech Koncntan ig" ed, 2976, nota previa, 2" 96. “Por lo demas sex lence le cos de que el coaeopio do aesions, en Sta inet

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