You are on page 1of 90
Intervenciones para el cambio Martin Wainstein Con la colaboracién de Silvia Baeza y Rosa Pfefferman posed 0 “EZLTT 49] Bj ease ond onisodap ja oyaort ‘wunuemiy e| us osasdea TUEELIZ LSB NEST OLEELIT LRG 'N'E'ST 9007 8p o¥sofe suoroips wang SOUCIIPT IDE 9002 | Pamnbsq vanqus, wong e109 wojuopy UpISIADY 7239. OpTEASO 101994 sedey £ sowsanu fap pupiunpy & ooMepay ‘epjooiN W ‘gray, 11 “qpi00“esoy wouuaysapa “1 Agradecimientos ‘¢ compartido con muchos colegas durante estos ulti mos quince afios~ mis actividades en la Fundacion Ins- tituto Gregory Bateson (IGB). De un modo a veces més di- recto~y otras veces més indirecto-ellos han participado dela produccién de estas ideas, Las intervenciones para el cambio, descriptas en este libro constituyen parte de nuestro estilo de trabajo en el centro de atencién del IGB. Durante los tiltimos 12 afios se han realizado allf algo més de 3.000 tratamientos indivi- duales, de parejas, orientaciones de padres y familias. También aplicamosieste modo de trabajo en nuestra tarea con organiza- ciones eseglares, empresas, instituciones de salud, el Ambito ju- ridico, la afencién de victimas de accidentes (aerolinea LAPA, salon de bailes Cromagnon), desastres naturales (inundacio- nes) terrerismo (ataque ala Embajada de Israel y AMIA) yen programagyy capacitaciones para la prevencién de catastrofes. En lo personal, varios viajes realizados a los Estados Unidos desde principios de los ‘90 me abrieron una gran cantidad de oportunidades, primero para formarme y luego para colaborar con figuras de la talla de Paul Watzlawick y el fallecido John ‘Weakland, quienes junto a otros colegas del Mental Research Institute de Palo Alto me ofrecieron un émbito de formacién, trabdjo compartido y discusin de una riqueza inestimable. En Nueva York, tanto la licenciada Ema Genijovich, Di- rectora de Educacién del Centro Minuchin, come el Dr. Salva- dor Minuchin me ofrecieron, ademds de su afecto, un ambito de formacién y capacitacién personal, tanto para mf como para otros colegas, en cursos y talleres organizados conjuntamente en Nueva York y Buenos Aires entre los afios 1996 y 2008. "9002 @p ouno “waf/ng [ep opx04 Y ‘mosayeg A108a15 ep ,oju9ur epap exBopooe, e] £ IaUNAG OUNOTAL Ep ,[eANg[Nd eZopoorsd,, ey ‘STININ WISEIM OP ,2oBoToD0s ugHeUBeUT, B[ ‘Pay a3 1094 op ,[8D0s oursyjNpULd, Je opPottos zoquy cozepease onb oprities o3s0 we 85y “SoULOqUY MooRY o8 enb soUIEIxo SoBOTPIP 8032010 & $07X04 S07.1010 op UpeseAv.yE BIS pepyuopr erdosd ey anb op oprjuas [o ue oun 0480 ‘tos oxsanu & xequs oxseNU Bd -xeqy ‘UoToBoTUNUIO9 BI LezTTBA ap eIOWHLH BI A saovduo soUIOS anb se] op 88809 se] ‘o}uAUH By ap opuaTUeUOTOUNy [2 ‘opunu yop ooadsex sounutos se1puee. A soqsendns ap atres et UOD s0yB2} soso B arAyoL OSG *,[BUOHORSUBI} /Jas,, UN Op “,oPMAUy -stp of,, un op BIquy PIT “BxOYe opusyLMd0 p3se (BISoJooIsd uo soueut [e) [engxoqto9 UNfoNfoAaL ET ‘9gET We UOTdnsa oZTy BA -7ywBoo woroNToaaa ET IS onb ‘aug duLOIaL JIT? 10d 91g, “saquaoop £ seqnedv.ey op seudioE}[pedue opuBztwer o sareTT -quryy sesoaduzo ‘seyyyuryy ‘sezped ‘sefoxed ‘sonptatput uo of -eqe.xy Jo Wo BUBIPHOO voNJop.d ns Ue UezTTEIN aonb oe se ‘opoy ‘aaqos 40d orag ‘souoroeor{qnd seprea opeztfead 4 sosino Soqq -vraummunr opeyatp we on fp argos £ opuzyepadse uey as onb Jo to Bura} un sg "seANaY SeOTWP] a1q0s URMULDJJAZd SOU, ‘ory Bj £ BZaRG BIATIS “PAC BI Jod opeyrode ojnydeo Jo 10d Tt ‘OiaAVS TS VaVE SENOTONTAAINT opepurg ome yo urs ‘oxqyy Jo ue ayoEG UN OpIs BABTGNY 039 opay, “2707505 v] op soropmas seqnadesay so] uvusndosd 0] ows [23 ‘souorowte sv] op ooyopad osn Ja ua £ purexpOoIS Tep sequontesosd searsardxe swotuo94 se] ap osn Jo wo oyuOUTO} ~UOTAI9} 0019 ‘OBTEqUIO Wig “oFwU /zopelquy,, um BIModeso, vc A o[qvanour oqtrayseq 09141993 un 08 oozoudDex ‘OUNTATR 10g “TOUT BLOTRA 4 NSNPD eIOUOETT ‘oTeg vAp y wuodw, o2dg zepligp wo? owi90? swzUBUI0D SoLLaqap “C40 A, ug199npowqUy 16 y pacientes, campo en el cual se han estudiado en forma més intensa y precisa las relaciones interpersonales de un modo micro. De todos modos, no vemos el dmbito de la psicoterapia como un lugar, socialmente hablando, demasiado especial, Salvo en los objetivos que estdn en juego en la posible especi- ficidad del tipo de problemas planteados, no ocurren all co- sas demasiado diferentes a las de cualquier otra forma de relacién social. Como toda relacién social, la psicoterapia esta signada también por la influencia social. Més allé de algunas polémicas actuales constructivistas, construccionistas, relativistas, etc., la psicoterapia es social- mente una actividad con especificidad profesional, realizada por un experto del cual se esperan algunas operaciones basi- cas como describir conductas, clasificarlas, realizar algunas predicciones, ofrecer algtin nivel de explicacién y algiin grado de control o modo de producir cambios en las creencias y las acciones de la gente a través de la interaccién personal, en una situacién de consulta. Enese sentido los aportes y consecuencias del constructi- vismo y el construccionismo social parecieran ser su efecto sobre una toma de conciencia, en investigadores y operadores, de los limites de la experiencia personal y la cualidad frag- mentaria de la conciencia humana, que solo permite captar partes de la realidad, Cuando decimos consultor, nos referimos a un rol de agente activo del cambio dela conducta humana. Se puede estar frente una persona, una pareja, una familia, un grupo, una organiza- cién o desempefiéndose conformando y coordinando una red so- cial. Se puede estar haciendo psicoterapia o promoviendo politi- cas sociales, en cada tema la especificidad la da el contenido de lo que se haga, pero nuestro interés aqui es un interés sobre las formas comunes, sobre el e6mo comin a gran parte del trabajo de asistencia individual, social, institucional o comunitaria RA BL CAMBIO 7 En este sentido dejamos a un lado las cuestiones legales de incumbencias de t{tulos universitarios y la legislacién de las practicas de médicos, psicdlogos, abogados, consejeros u otros profesionales. En todo eso influye poco el conocimiento como tal y es mucho el peso de la capacidad de lobby de cada grupo 0 corporacion profesional. Dicho en sencillo, incum- bencias, delimitaciones profesionales, etc.; fue y serd siem- pre un problema politico anclado a los intereses creados de Jos grupos profesionales. Las intervenciones La cuestién de las intervenciones en psicoterapia y otras actividades afines puede resumirse en una pregunta simple: {Cémolas palabras y los gestos de unas personas pueden afeo- tar y orientar las creencias y la conducta de otras personas? Con una fuerte influencia de la pragmética, la teoria de sistemas y la teorfa de la comunicacién hemos tratado de sin- tetizar los distintos niveles de complejidad presentes en la acti- vidad del consultor: lo biolégico, lo conductual y lo socioambien- tal; entrelazados con la actividad descriptiva:predictiva e interventiva-valorativa. Algunas veces, el psic6logo es llamado solamente para eva- luar la condueta humana, preparar diagnésticos e informes acerca de individuos y grupos. Su tarea lo eximirfa, aparente- mente, de un papel orientador de Ja conducta de otros. Pero aun asi, ello no lo exime del hecho de que las intervenciones presentes en esas tareas, incluyan supuestos, elecciones, atri- buciones y decisiones que, de por si, influyen sobre la vida de las personas con las que trata. Del mismo modo, tampoco esté eximido del efecto que iguales estimulos por parte de los con- sultantes ejercen sobre su propia persona. Desde la perspectiva que adoptamos aqui, que identifica co- municacién y conducta, cualquier conducta: motora, cognitiva, “reryrumey epra | ua soyeroTUT souOpRySepTHEUT sns asap {qewos epra ef op oyuasordrumio £ eatsensiod peprarae ¥T op opeynsas go onb xesuad uts ‘emyeu o8]e owloo souresod.1oout se anb v oprqep ‘seioquaurtye sazquinysoo sexysonu op ‘soETeIOY soxysonu op ‘opeuted oxjsenu ep ‘ejuaurysea waysonu op ‘se[3 -aisns £ ofenSusy oxsenu ep opeiseurep sourefenb sou oN, ‘soulenqoe onb eI we peparoos vy £ sodnuB soy ‘erprurey | ep serdoad seyonpuoo se] A seapt se] SoueZLIOLZeqUI Sox}0SOu ovugo ap vores B] So ‘pepreer ua ‘onb oyjanbe ‘sezonpuoo sexy -sonu a1pfoep ep £ opunur ja ayju9s £104 op viouwuL eIdoxd way -sonu ep ‘“oLTequT oxysanu ap oprBms o8ye ours sounqrazeg -osaooad owioo Tetoos BIouaNFUT B] ep BrowoYe v] op owsTUL oUSIS [9 sa onb ‘ugIOeZITeID08 op osaooad un ap opeainsax se seuosied 108 oxjsenu onb ‘eyuep -Iao peprfeas eum opel tm v asrefep eens ‘soseo sose Ug ‘oonprpour 0y99J0 Jo 10d —ayuourpenqow Bpour op ¥3Se owtoo ye}— 0 ‘odnad un ap ‘oniprarput 0.40 ap vA ejonpuod ey sod Sopeuory Jos 1eztA9 Bred “MEON] SoNPIATPUT SOT [END wT BAI -woo ‘woyp yeu ez18ny BUN oMtOD eprqfozad 19s fens BPTANGUt 2B] ‘OOUFIUOL Of, ap OVqUTP To wo UPIquIE} 4 ‘oqTOMTTE_OS ejouanyul e] ep sefopeied ‘xopeazasqo [9 ougop of ose 4 ourdo oueure} ns wo BU -9181S Jo ATUYOP oPesedot so ooMUDySIs OpUOTLESHAd Jo WE “Of -a[dwioo spur sas epans uoTseIowaLaTp K sotiOTKoUOD ap oroUTNE soKeur uoo BUTENSTS UL) “00g oP TaItELA un onb sefoureut op Toy sur 40s ofons soxopapuaa stas op odna3 up ‘sourefeqe.y onb ‘woo epeose BI ap ‘Jer9UeS ue ‘opuadep eurozss um azqos zm -ura x1quosep o rested ep peprqrsod e sopour sopoy oq, “soidiourad sowrsrut soy opuez -149N soy] osqos ampure pepny eun o vfred wun ‘eserduro ‘eum ‘oursruresz0 un outoo soqtTazayTp Anur seutoysqs raptrardux09 aqqisod sey o1sq “re[TuNIs opour un op asrez1ue8.10 wopond oa GRID Ta VIVE SENOTONTATOINT Se]UNSIp soucuTy Uoo sesUNSTp sozTed 10d sopeunio; seUTE}STS anb rqnosep [oytp 89 ou ‘soyzed op ojos o1 £ soyred sey mayDoL109 enb souoxyad ap sourwi9} ue esuard as £ vasosqo 98 opueng ‘sourefequay onb o[ ue ofjonbe op eurstur erouase ve] eyooze £990 ‘up1ose £ ugowasasgo v] Uo Joded oxsenu ap asreprayo ‘TpLAtp ‘rez10904 ‘ojuaTuELOLOUNY ap Tap.o [2 0 UOTDISodstp By TeIquTED ‘souod 0 1eqmb wusoysts ep sourunr9] ua esuaid 9s opueng “9]9 ‘oyuormBuoroUry op wepio ns ‘saqred sy] ap WOLD ~1sodsqp ¥| ‘oymb 9s o angaxBe os o8[e anb vyzodurt ood 193 -WoUL, op sour} Uo estatd as opuENg *,UO;UOW, UM op BU -aqsis UN voUoJastp onb of so souorxeuod sey rod s9.10qU [G] 0p} [9 aaqos SvI[o op eUNSTE op vrouenguT wf sod A soyred se[ aod esaxoyut as onb ‘ourstuoonpas [e osondo 0] sq ‘soyred Se] Ox ]Ue SaUOFKeuOD sel tod BsozOqUT os ajUoWITE;UOUEpUN,T ‘soqred suj £ opoy jo vyduroquoo oonmaysis oyusruesuad [gf eolweysis eajoadsied eun ‘a9 ‘seqstary -onaqsuod ‘svysTuoIDoB.194UI ‘SOATTUBOD ‘soorpauE ‘sapenzonpuoD “earSoooisd ugroenyeas ap sofepout ap ongordsep fo Ie aq] “ofequxy op soarjatqo soy ojdurefe 10d ‘seanezedo sopeprsaoou sey ap ugiquie; £ zope -edo [ap edeu 0 ofepou: fap uepuadep sauorowsaprsuos sere] ‘on9 ‘peptteas op ,souoron.sysu09, ‘sauoToowsoqUT ‘soyUOTUTES ~uad ‘safezrpuoade ‘souz0js229 ‘soynquye ouroo sepezopist09 Seyonpuoo e uvorde os ose xwa80] ered souoTouOAIOqUT Se] ‘sopmpiosn sous o spi soarjalgo D ugrooauIp ua pupuny Djonpuod v] LwoYftpowt opow unBpp ap vosng as soyona sp] aqunipaui sooyfjoadsa sopxeru0 ua sopozrppisadse oBorpip ap sung) uos musru vidp.2ooisd 0 & varSojoo1sd uooD#UeLLO “DLL -ox]nsuoo ap popraron Dy enb 50 oxqy] a9 Bp [eae 8189} BUT) “Souj0 a1qos 0 omsTU-Js [a axqos vouAN “UL op O98 uM oUIOD wprpuOjua JOB BIBIqap BoIROTOISHOSTSd 0 AN OE 20 7 MARTIN WAINSTENN ‘No promovemos la idea de un hombre “externamente diri- gido”. Entendemos que la conducta humana incluye siempre la presencia de cierta competencia cognitiva y que ésta colorea con su singularidad el modo con que cada individuo encaja en el orden social. Pero alli la paradoja se perfecciona: la interac- cién entre influencia y estilo personal sefialan una via idiosin- crdsica: (Esa via idiosincrdsica es la via regia que utiliza la influencia para cumplir su cometido! Una cierta cualidad evocativa de experiencias persona- les, un estilo, una identidad, estén siempre presentes y deben anudarse de algtin modo, para que la influencia social atra- viese las fronteras de la subjetividad personal y retome des- pués el camino inverso, mediante el cual el individuo influye en el mundo con sus ideas y sus acciones. El agente y soporte mds particular del cambio social, es siempre un individuo. El plan més influyente que cambia la historia, en algtin momento primero fue deseo, proceso cognitivo, inteligencia, en los estrechos margenes de una biografia personal. En palabras de un experto y respetado tedrico de la perso- nalidad: “A lo que se aspira es a la integracién de partes que han estado desconectadas en el siglo XX. Lo mismo que cada persona es una unidad intrinse- ca, cada componente de la personologia no debe permanecer como un elemento separado de un amplio rango de elementos separados. Por el con- trario, cada elemento debe integrarse en una Ges- talt, una unidad doble y sinérgica en la que el to- tal ¢s mas titil y proporeiona mas informacién que Jas partes individuales”.” *La bibliografia do referencia se encuentra al final de cada capitulo, INTERVENCIONES PARA EL CAMBIO. 21 De todos modos, un poco més allé de las tardias confesio- nes sistémicas de Millon, no hay plan personal que pueda desplegar su eficacia en la sociedad, sin adoptar la forma de una herramienta de aprendizaje e influencia consistente con Jos requisitos dela vida social. De este modo, la sociedad mantiene cierta uniformidad funcional y anula manifestaciones demasiado diferentes dela norma que puedan ser conflictivas para el orden social. Estas normas, incluyen por supuesto, la norma bésica del “derecho ala intimidad”, que encierra definitivamente en un circulo estrecho cualquier comportamiento extraiio. Elorden social reconoce, desde una inteligencia de siglos, que la suavidad de la persuasi6n es preferible a la dureza de la disciplina, En el largo plazo, el convencimiento rinde més que las actitudes represivas. La fragilidad de un orden social aumenta, cuanto mas depende de actitudes autoritarias. Por otra parte, cierta flexibilidad permite el aprovecha- miento de la creatividad de cada uno y la aparicién de alter- nativas nuevas para la vida social. Esta creatividad tiene su origen en la influencia individual, se amplfa por el agregado de seguidores y la constitucién de minorias y realiza su efecto cuando impone sus conductas innovadoras. En un texto ya clasico, Peter L. Berger y Thomas Luck- mann, describen la realidad, en la cual las personas llegamos a ser tales y nos desarrollamos, como un sitio en el cual la influencia social adopta la forma dela conformidad y la norma- lizaci6n. El orden social es descrito como algo precario, quela sociedad necesita proteger. La conducta desviada, que cuestio- na ese orden, acentiia la precariedad social. Esos autores de orientaci6n psicosociolégiea proponen que la psicoterapia, el aislamiento mediante la cércel o la aniquilacién (muerte, exilio) son Jas respuestas que las sociedades oponen a las innova- ciones no aceptadas. ‘By re00uODe eyuLIEd sou onb wrouBUt [Bop ‘UoWBdIoIEd Bay -sanu a1qos [ox}U09 UN J9ue} SoUTE}UEIUT ofeqe.y Oxysont WO ‘ond ap conpurayqord oypay Jo erqurot ase too eytoNd wo soweTOU -07 ‘sax0Tea £ soysondns op sowo|qey opuEnd ‘ose opor UG, -ugronqLqe ep oja{ns un go [euosied esBoqooysd wy ep o7afns Iq “seueumy souoroexoquT se] Uo UOIINgLE BT op BIopOoISd ey ap upTsano y| sisoquared axyte sourefop Mu ‘,BAeIOTeA PUpITBA -nou,, BysTKo onb soursar ou ‘seyonA seyNUL WIS OEP Bre PANeIOJeA pepiiesynau ey earqesopeA pEpryesty -now» By ep BuIE} [9 o7erpeUTUT op oBi.ns ‘wpuBsedord o pepiong -nd ‘agioefndraeur op owpuguys te ayy10AU09 £ ejueTedwIa B soarpo.d sowos onb ‘erouonygut eaquyed ey woo sepje B BoIEIe as oun opueng ‘svoruyo seorjopid sey e adBY anb of we Opo3 argos ‘seoturgqod sepuesd zey10dsep £ o3ta3 wpeo rovorude ajens £ viouonyur vues [2 Uo OdISY]o OJUNSe UN 9489 Sq “eueuny peqEq'| BI axqos Seog seyMBard SB] voI00 ap WZOI O4SO ‘ayTOUTETAGO “OVITFUOD o PepRULosu0D ‘oiqureo 0 wpetAsap Bjonpuod ‘aps0 Se OBTE 1S ‘LopeAsEsqo oP vanpadsied ap upysano eum wo ayretatioo onb £ onupuod so anb osaooad un ua eBerdsep os 075g “souewmny sodna3 sepue. 0.1q -08 seoryy[od souoyooe sey BysBy ‘s{soudTY Bl op seoIpyIP swI -uatiadxe sv] apsep BA onb vpeose wun we wasins0 ‘ugroDeAtp Bajo n oun ue ‘epouenyut ey] ered soueUMY soso SO] ‘oxjo Jo oagos IENyouEK [OATU PLD ‘ugiquiEy, “souojsov uvogrpour as ugIquTE] & souOTdyosep £503 -on}su0d ‘sepnynoe ueIquies og “edirred oytreynsu0D Jo onb sey ua sapenqiqey seuotoerayuT ap oyko}UI09 Jo ouqos £ souoTodoo -red sns ‘oquaturesuod ns o.1qos s0y[Nst09 Jep sefesuoux So] op ojoedunr jap opeynsas ‘oyred ues wo ‘tog ‘aytreyNstOD eUIO SIS sourewe]] anb ooxreur un ue oytre}TNStOD Te WaLIN90 souO}e £ soquerumyuas ‘sopnyroe ‘seuopadaozed sa] Ue sorqureo soy | | ‘aquatuparyma.o win.ysap agap as o8]y “pp1008 odn.uB un ap DIP -]09p2 0] U9 0 ‘uoLonzIUDS.0 Dun ap Danyynd D] Ua “DIyTUEDJ DUN ap DyBojoj1w Dy wa “bfeund bun ap spjousa.o sp ua ‘onpiaiput ‘un ap ojuanupsuad 12 ua svept ap ojiyfuoo un ap opriynsad 078a Das Dk ‘popruapt ns ap sojvadsv ap DiN;ID4J D] ap “DIOUAL -2Y09 ns ap vpipiad v] ap uapuadep 101008 0 oaj;tuBoo DULAISIs un ap soiquino 807] ‘pepruapt ns vB.10}0 sa] ab vy $0 B48 ‘CU ~19qur BYoUerOYoO Ns A BoUORstEzad ns rod weZ{19,98¥9 98 ‘89 -B1O0s SOULAISIS SO] ‘SBIDUEEID ap A SoATHTUBOD seUTEZSTS SO] “aiqisod 0] op ooxeut [a eztyes90uep Avydure £ euro[qozd 0 vurey un ap oonsysiorwu ofoueut [9 vy “Tw ‘TeqD0s UpOBdroyed op oozeuT [a eT[duTe ‘sorpow soy eB cjopupasyt oorqnd o8[2 zoey op 0798 fo eonposdes oyenbod ug "voruyy Bynsuoa BUN BUTWOUED os onb oy eqUaWITEIOUESS 89 osg “seapr ap ope.ze oyeqep un oor[qnd adowy op sviowey -Suy Uos ‘10q[NSUOO UN op BIOUDZsTSE B] BydeoR aNb vsorduIa vun ‘ewaqoad ns ojxedutoo onb eypumey eum o vfored eum ‘svapt op ojor1st09 ns ooyqnd eoey onb onprarpur up) “x0}0uL iis pias onb oyoryuoo un ap enuouoINE £ o[oxresep Jo vozer ~oavy £ soustuoSeyire So] TezysOU w oy1DUT ‘sepepruLIosU0D A svuryna euoysond anb ayeqap £ uproeoydury ap oyuormraowt un 1ves0 op ‘oorjqnd Bey os onb ep peprpiqisod yy] & [eu -oyoaodoad so orquieo o8fe anb op pepyrqsod e] ‘worowaouur 2] 8p o[Nosyaa [9 UPIqUIN, 89 ‘,oBIETTEO BIOIgep onb ojjonbe, ooyqnd ue eqzotauoo onb ‘eperounue eaquyed vy ‘oBoryrp Ig “uvtounue sey onb sodna¥ £ sonprarput op pezunyoa v] sod sepes[ndurt 198 ueqop soudzoeAouut se] Ban90 osa onb ‘eieg “SomquIonU sns ap BIoUEZSISas Bl Op TeSad v UOALITIOO SOT ~wre0 soso onb wroyoared ‘sao0a seyonyy “weiquies sefaduroa Spur sepepatoos sx ‘so[ero0s sodnas soy ‘sex[rurey sey ‘peparo -08 Bpo} ap BIOPBAIOSUOD BIOUApUD, BII019 ap BITE SP Joiquies [2 a[qisod 89 owr99? ‘oBrequis ug orquies 13 Nir % aaa OIARVS Ta Ved SANOTONEARAINT { 24 MARTIN WAINSTEIN mayor cantidad de supuestos que estén en juego en nuestras. actividades. ¥ también, el hecho de aceptar humildemente, que es comin que una cantidad de esos supuestos escape a nuestros intentos de control. El modelo de influencia unidireccional, generalmente el més cuestionado y “maléfico”, resulta especialmente til cuan- do se trata de relacionar el contenido de las intervenciones del consultor con los cambios operados en el cliente. E] modelo de influencia bidireccional, toma en cuenta la conducta activa del cliente y pone el énfasis en el consultante como una fuente incierta de recursos, que pueden ser puestos en marcha durante el proceso de cambio. En Persuasion and Healing, un texto ya convertido en un clasico del tema, Jerome Frank analizé, hace cuarenta aiios, las innumerables formas ~pasadas y actuales—de asistencia psicol6gica, concluyendo que: “el éxito de procedimientos de curacién basados en todo tipo de ideologias y métodos, lleva ala conclusién de que el poder curativo... reside en el estado mental del paciente, no en la validez de su objeto”. Las relaciones humanas estén estructuradas como un lenguaje Es un lenguaje lleno de transformaciones que llevan infor- macién a través de procesos cognitivos basicos, relaciones did- dicas, familiares, grupales, institucionales, politicas; desde nuestros genes y nuestros neurotransmisores, hasta la socie- dad humana y desde ésta hasta aquéllos, realimentando con- tinuamente la evolucién de lo que Gregory Bateson Hamé la ecologia de la mente. Durante el siglo XX se desplegaron varias tradiciones para, entender Ja conducta humana. La conductista, que puso el INTERVENCIONES PARA EL CAMBIO_ 25 acento en los registros y activaciones fisiolégicas yla accién. La cognitiva, que se orienté hacia los procesos psicolégicos bdsicos como la memoria y la percepcién, puestas servicio del pensamiento Y la interaccionista, preocupada por los fe- némenos de comunicacién e influencia. El inicio del XXI agregé un conocimiento mayor de los mecanismos regulatorios y de control del organismo. La co- municacién entre distintos tipos de elementos de sefializacién molecular, conforman nuevos “idiomas”. Un idioma psiquico- neurolégico sostenido por los neurotransmisores, un idioma inmunolégico, sustentado por las interleuquinas, se agregaron al mas tradicional idioma endocrinolégico de las hormonas. Estos idiomas a su vez interactian entre si, citoquinas, neu- ropéptidos, neurotransmisores y hormonas actian 0 pueden ser sintetizados en cualquiera de los sistemas implicados, sea el cerebro, la hipéfisis, los tejidos glandulares o las eélu- las del sistema inmune. Para la medicina actual las rela- ciones del organismo también estén estructuradas como un lenguaje. Todos los 6rganos que constituyen el sistema psico- neuro-inmuno-endocrinlégico poseen receptores especificos y substancias transmisoras que permiten su interrelacién. Qué es saber? El pensamiento clésico convivié durante siglos con el de- safio de una pregunta existencial basica: ;Cémo podemos sa- ber, hoy, acerca del ser humano, de un ser humano? Las respuestas holisticas provinieron fundamentalmente de la filosoffa y de la psicoterapia. La pregunta describe algo asi como un problema matriz. Jean Paul Sartre, en su monumental biografia de Flaubert, parte de la idea de que saber acerca del ser humano supone inves- tigar acerca de un serhumano, y saber acerca de un ser humano, es empezar por un problema de ese ser humano. sugioeyserqu09 e[ we sop ~eprungzodo seuenq reyTey ugquE, A seaneuzoye seponbsng wo sesezoqut op peprouedouroy wy1019 xes;UODUA ‘seIUeLaJIP s8[ ap repuerde oyruzred ‘Te30} BUI9}SIs UN OUTOD optrETWHIOOTIOD Je 0A £ oururea [a JOMM}Op ‘S004 SBI “BITEIOSE BySeY OPT BUN Ael[ouLUsep UoyTWLIEd JouNy Uo SOUOISTA ST ZOI0UOD [ap ourues [ep seors}z0}98.180 SU] Hos sese onb sowepUSwU, ‘one ‘seTeT0s seseTD sey ‘oreUDS op seynbresof sel ‘exprurey e] xo90redesop oovy onb ouxepousod owISITENpIATpUr OpeoreUt UN op sexosUaJop ‘sesi0AIp ‘sesOI -ojop Sepeprfeer £ seanyqno ws ‘sopeoyrusts op uoistusue.y BroUt B] e “TEINS oFxOTIOD UIs SeaUOTEA Seep SE] ap OptTUL {e osadox un owos sourTy[N 80489 v WoqLOsep ses0110}U8 SOT ‘eUISTU B[[e Jos £ osreSo[d -Sop v oyua8 ¥] op sotperep Soy £ Sosinoex Soy weyreasep A UEID -exdsep enb sosinostp sordord sns ua epeiieoue ‘oyuedeye Avpedvaye oyu08 ‘soSo[epr ‘seus op soxopeyndrueut ‘sozo1 -oytre So] We TaA ‘seysTATExIEU A SOTIBA sEISTAIOTIYSUOD, “UgToNIOAS By 4 OFXOqUOD Jo BITAS A SorOWOUT A seqfoues souoyseno @ uyunds onb ‘oprSupzyse & ooyopad owisyjonpuoo op appadse vun oay9ye3480 O] Wo TAA ‘uoTINJoser ns ep eyrorurexioy wess B] < seuro[qoxd op esoperouad epuase ¥] owt09 ‘se.myon.yso sns £ er[rurey vy v Ueydope souoMNd serppurey e[ owiod ,sopead, seUIa SIS e O51} -snfe gnbsod fey ou ‘,euroys1s, [2 wauyep soya ‘sopezonjoa -ut seyonpuos op soymoa soy o sotIeS Soy weyseq ‘HEayTSNl os ou sopeanqon.gse souoTaduiosep sv] onb weoro ‘wo gyex4S9 vINy -sod vun ueydope seuamb ‘odry opoy op speoso sosozoqur u9A -{at09 TEnd [9 Wo ‘TeUoyseyord Odureo Jo wo onb unUTOD sey, (ew, Bfeoue o ‘vfvo -ua ou anb wv.10u ap oo2i97a4 Opow un ue BpEsesdxe ‘ep -jrayord ugIstA, eUy ‘oyuOTUTestIOd [o oyUErpour ‘peprfeor BI dez{UeB.0 ap oLoJoeJsHESUT pow UN oUTOD oydLIOSOp sos apend upiquiey, ‘poy un op oyuarueuorouny jo vy99e anb ‘saypinzon.ys0 sazund op UpTOUNYSIp BUM OLIO OpIpuayUO 198 ‘ugiqure; ‘openg “souy £ sorpeur reuorseTax op epyyEy BULIOJ wu ‘pyyns mBey04380 eum oUr0d oSIA 108 apand wuta|qosd Opay, seuoloeueu ‘seinjoniysa ‘seibaye1sq “souoroeuLLosUT spUrop se{ SepOy Woo opiques ap upioujax B] A peprouasowoy Bj ‘zea ns ¥ OpuEy ~edox ‘ojuUloyuBseoUt Bao a8 oNb opoy uM ep oy.ed WO 94.010 ~Uo9 98 “uD8ny ns wa vjsand uolseunoJUt wpED “pEprquonp -9471 B89 op oquorEde OJ0s 1oyYIwO Te OLOLYOI 98 OIqH] 248 “@nurquoo vpra By onb wred opeoz.os o opepionyrp 108 Joqep o3[y “oyesap un owiod aqrorad aquarAra of anb ayqejou vppuasazIp eu ‘eAQNoYTUsys eueseyp wun ‘uroBaUMMIOD BI 9p co11903 un vied « wromeysut BuNaIN wa ‘se BUIOTGord UA, gseqqronpazar 9 seaugSor9j0y souoreoyrudts op seduo uo 1089 ap oSsorr 19 eat09 as ou? ‘soquror ap odry oq8e ByUOIe a8 opuEND «8800 ByIpTeU A wtustur ey oxdusais, ~,exduroys op esoo wy1preur BuusTUr ese, UNOUD Op osrEES Lp -end ou enb 10d ueynsuos seuosied sey anb wyyodoz oxdurors ‘soue soun aovy oproor[yy “eIErOTTeD ‘ory OTe ep aynyLISUy Ypreosoy [equeyy [ep eaaaq wnadwso4 ‘puepreay uTOL ‘FeTTUNS upDEMLYE BUN ap sequELTEA seyUBUT Sele Oy -Wayy y3S0 104NsuOO-wynade.zoy Jombpend vyp sod SoA SeLBA aonb resuad 1opojouep sq "vaqo ¥] ep oul} JoUrLd [op seo -aj08 seaourtd sey onb spur ‘seurSpd op ayqrepoadun oxaumu tn arquose B oxreg B prEAdT] Oo] ByUNBard wso 1vyS9q7U0D “eeyno0 exdways epunjoad well vy ‘e0u09 axpeu anb opudy oferta [a ‘opnuour v aoarudvos opugy ofora [a oxog “espoowe], Ur [eINeU Tur TeTTEOe oxo] ofequss ap BzIONy Y, requose yraqneyy ‘(edequeyy, 9p 9koI87] vyLLOYeS VIB) BIIEO BUN UG Ise BIePBTOX O[ ‘DGNVS 7 Vilva BANOTONAATAINT RSNA VAT 28 MARTIN WAINSTEIN Por otra parte, nuestra cultura global y el saturante con- texto comunicacional actual deja, paradojalmente, poco espa- cio para teorias totalizantes como las religiones, el marxismo o el psicoandlisis. No tanto por su matiz utépico, que separé lo real de las predicciones te6ricas, sino porque la comunicacién humana se desarrolia hoy en un mundo de baja credibilidad. Un mundo poblado de comunicadores furtivos, que siempre se estan. yendo del lugar donde posaron su atencién, navegan, visitan y se retiran. Prefieren memis ala carta y degustacién continua, mas que tiltimas conas ordenadas por anfitriones tinicos. ‘Los sujetos de la posmodernidad, desterritorializados, con mapas fragmentados, casi peligrosamente escépticos, ensam- bladores de sentido; se apasionan por su desinterés por las cosas y viven su vida editandola a cada momento. La idea de publicos fieles, crédulos, confiados, permea- bles, con que sofiaron las religiones, el marxismo, el psicoand- lisis y todas las Grandes Teorfas, son una especie en vias de desaparicién. No parece previsible un futuro profesional de integracién teérica, sino més bien de fragmentacién de gran- des teorfas, que se integren en una practica desprejuiciada. Un mundo de consultores corriendo atrds de la eficacia yla eficiencia, recogiendo fragmentos de teorfa y probando resol- ver problemas; evaluando resultados y analizando longitudi- nalmente su persistencia, para regresar, luego, a recoger otros fragmentos y volver a probar... Problemas enlatados y clasificados a la manera del DSM, procedimientos estandarizados ala manera de los manuales de intervencién, evaluaciones mediante cuestionarios, mas cuantitativas que rigurosas, seguimientos estadisticos masi- vos y de largo plazo y una uniforme preocupacién por los re- sultados medidos en términos de estandares de normalidad, parecen ser los caminos actuales que sefialan el contexto en que se realizarén las practicas de intervencién en las discipli- nas de la conducta. INTERVENCIONES PARA EL CAMBIO 29 Lo que sigue, parte de estos supuestos y establece la hipétesis de que los cambios de la conducta humana, sean individuales y colectivos, técnicamente dependen de la di- ficil tarea y de nuestra dudosa capacidad para combinar las modificaciones de las estrategias de accién, de los pa- trones con que ésta se organiza y de los diseursos que la describen y explican. Cuando estas modificaciones se intentan mediante la ayuda de un consultor, la tarea de éste se parecerd mucho ala de un artesano. Se trata de téenicas, herramientas adecuadas y pericia, se trata de lograr cierta consistencia en la tarea, el resto son los recursos del otro. El libro El capitulo 1, desarrolla un recorrido por las diferentes versiones que a lo largo de la historia se dio al tema de la influencia. Es nuestro punto de vista, al igual que en lo que hace al resto del libro, es el nico que tenemos, por lo menos hasta entrar en prensa. El capitulo 2, describe la consulta como un sistema gober- nado por mecanismos de organizacién y control tomados de los aportes de la cibernética, la teorfa de la comunicacién y los supuestos del constructivismo y el construccionismo. La en- trevista como realidad, supone toda una péstura epistemol6- gica acerca de la mente, la realidad'y sus relaciones. Nuestra visin es fuertemente pragmatica, en cuanto a que los siste- mas pueden ser instruidos. ¥ fuertemente construccionista, en tanto toda construccién atrapa a sus participantes en sus propios mecanismos operativos. El capitulo 3 conecta influencia social, construccién de rea- lidades y la forma efectiva de la consulta: un procedimiento para la resolucin de problemas. Como todo procedimiento tiene sus reglas y sus secuencias. BI te sorquive reqITFOET A xMIFUT op opWeTUTpedosd fo aquEYP -our ‘sewe[qord Jeajosax A sous0yse1y IUzy[BUUION ‘OpEzTTEUOTD -ngHIsUTSoWeUT O spur OpouT uM ap X oyFXp JOTEUE oO ToABUT 10D gyuequy 98 exduroys —eyp10se wroweUr auET axquroy Ja anb ep -sap souaur of 10d soouoque jonbe apsap onb asutvep eapog “Telos wuraysis fop 40k TOP Tox}UOD Jap BsoNy wqUySe PEpITees wT ‘sor op soueIyUT Sof Uo optnur uN Wod 0 OT qLIp Jo Tod opeyoUD .1e3S0 v ‘soe -xo soxopod ep uorsasod wy v UEsqap a8 SopErAsep SoqUeTUTE, -zoduro9 soy owr0o [euEU Pepawuzazue Bl OWUBY, “BUTATp Ao] PT 8 eULIOFTIOD o OUTATD Jor}HOD UN op eSUENGUT e] op opEr[Nsox woo eprpuoquo vio vuRwihy eyonptod eI ‘OST OUR [> BISeY squourepeurxoide orpueyxe a5 onb og By op Pepe BI UG “soxBe[fur gurely Soy os onb ‘erouaysisiod ns e oyueNo us so[qersuoo ue f soprdys wey woxeny BIONPUOD op SoIqUIKD S07] “,SOULIEJUO SO] SOPo} B OND A ‘eaquyed un woo snqrydse soy 8 gsndxe |g, Zow9g? “9nd soy snsep enb epronoes upiquiey orfesueAe [gf “SooteDUN] K sop -mruowapua so] upiquény &‘sepepoutreste uB}mNS nb soyjenbe sopo} eouaserd ns 8 sopyesy ues0 £ BIg Bpor v OBoT] BUIEZ NS ‘ouroy Jop vaenyy ung v| eqeurepord £ sesoSeurs se] Ue, weqeyesue ‘ere vpos watoses speop ‘ooneyy os dO) ayeq eueuny eyonpuod eB] eiqos $0}09Ja SNS ap OUaW]DOUOD Ja 4od opliioosas anaig ‘|eE}90s BIOUaNIJU] “99F-LEP (€) BL‘ tuowsess Kyypouos.ed fo jounop (Adexouy pue juotusasse ‘uonBoYTssep ‘oar ‘ooudTs SUVS “21 40} Jopour B :ABroUASOYDASG UO EUOHDOION, (666T) “LOTT, ‘sowrojog ‘seury SouaNg ‘77 DyFojou1s0 “opsounutusoinauonisg (F002) "VW ‘oxeW-20dg"] zonbappy “OL6T ‘seury soueng ‘oouprodwezuog odweyy, ‘upwon.aquy m) ap ponny “| “ueUIyOD ‘PEGI ‘Soaty souONg ‘nyZoL0MY ‘pUDIpI09 pia vj ua nuossed 0] ap upionquasasd BT (BgGT) “1 ‘WeUIOD “SL6T ‘suPjdoy souop ‘axour “HIP “epestAs uLoIpe ‘Buzzoay puD uojsonsiag “q “p ‘UCI $661 ‘IXX [81g ‘Prupey ‘svoroopojau & svotigan spayoadsied :jpi0g mSojooisg ‘y "| gop “euBUEIS A, “g96T ‘seuty Souong ‘nyrooMy “popypas B] ap [D108 upteon4ysu09 VT “y, ‘WUBUI|ONT A ig TORIOg eyesBouqig “souojouaasoqUF sexysonu rerofeur meyued Sou onb seotu99) v6.0 uzed seapr seasnu osxeaquooUe UesZp rod wrouarisas v] wo onb so vopt wT “sexqo ered oquerun19020 [9 ‘exed ogesop un ojos uos ‘seuosiad seun e sajqisz9Aext souep ueyztonpoad onb seroueysuno.to ‘enb ‘opour [ey ap oquoWOUt -AY a8.1909[qU4S0 B A SBIDUALEFTp 19s B UOTeHa]| SET[e ‘sosansoz onb oqtrerpaur ren3ix9A8 op ouls ‘safenpLArput seiouezop Sey 9p vqEx} as ON ‘Tens! wepuodses sopo} ou SouoTDIpUCD sopENsT 8 ‘tap sq -103doo0x [ap opnjse Te ‘Ibe opewo} sourey onb ¥4s1A ep oqund [9 opsop ‘oxayox os onb ‘erouarTisex By £ orqurea TeP seperposooqsd sonbosus soj ‘souw soumy]n so] ue Broumyoduxt opuep 9989 9] 8s Teno [e eure uN esodz0oUr g ofnardeo [g ssomnysdeo zod epeu ~ep10 ‘Teuy eywaBor qq v] a10yo a8 onb soy v ‘sorojNe SOLA xod sepey[o.tesep soning; sejuorume.iey sy] “eyStAYjon.zysU09 ‘eoq8aqw.gse ‘worur9ys}s ugTsTA exysonu ap seidod souotoes -oaTe se] uo “uvjuosead 4 uouInsad ‘1‘9‘9"p Somgtduo so] TRA a a = _ MARTIN WAINSTEIN conducta y los pensamientos de la gente. La influencia social € €80, el conjunto de impresiones y de cambios que la vida social y las interacciones con los demas producen sobre los individuos o los grupos, sean o no conscientes de ello. Siempre existié una actividad de influencia enmareada en una actividad de “consultoria” —acto de responder o asistir desde cierto saber o competencia una demanda acerca de pro- blemas y dificultades de la gente actividad muy parecida a Jo que mucho més adelante, en tiempos mas cercanos a noso- tros, adoptaria la forma de una disciplina caracterizada como cientifica y profesional, realizada mediante un trabajo de in- fluencia interpersonal, a través del uso del lenguaje, de gestos no verbales y de la indicacién de algin tipo de tareas. Cada época y sociedad consideraron esta actividad y sus procedimientos como legitimos, los que han variado alo largo de la historia, han sido los criterios que cada sociedad y época adoptaron para sustentar esa legitimidad Desde el Renacimiento hasta fines del siglo XIX, en oc- cidente, el locus de la realidad subjetiva dejé las brujas y los demonios y se enquisté en la mente individual y priva- da del burgués. También se alteré la nocién del tiempo; el futuro en una metafisica Ciudad de Dios, dejé su lugar a una subjetividad de la vida cotidiana. El individuo se vol- vié cotidiano, e internamente dirigido. Es la edad de la Razén. En ella la enfermedad y el mal se justificaran como debidos a un daiio fisico, o bien moral y se lo supondré ocul- tado por una bruma de irracionalidad no reconocible por la conciencia normal y cotidiana. De todos modos no fue este un proceso répido, La influen- cia de la Iglesia y otros pensadores de lo sobrenatural, se ex- tendié en Europa hasta la aparicién del magnetismo. INTERVENCIONI La sugestion ‘Mil setecientos afios después del relato de San Mateo, Franz Anton Mesmer sentaba en circulo a sus pacientes/consultan- tes alrededor de una cuba de roble de un metro cincuenta de didmetro y aproximadamente treinta centimetros de profun- didad, Habfa dispuesto dentro de la cuba botellas en forma radial, algunas apuntaban hacia fuera y otras hacia el cen- tro; los estantes que las sostenfan estaban espolvoreados con limaduras de hierro. Verticalmente, la cuba estaba atrave- sada por varillas de cobre de las cuales salfa una cuerda. El conjunto parecfa una gran pila galvdnica, a la que los pa- cientes quedaban “conectados” por la cuerda que enroscaban en su cuerpo. Con fondo musical o simplemente silencio, se iniciaba asf el tratamiento colectivo de personas con dificul- tades para trabajar, pensar, enamorarse, enfermos nervio- 0s, orgénicos, genéticos, ete. Los efectos del tratamiento eran muy variados. Una expe- riencia frecuente era la aparicién de una crisis, después se produefa la curacién. Las crisis podian llegar a durar hasta tres horas, Durante su desarrollo, salian de la garganta—de- bido a la violencia del ataque~ esputos viscosos, a veces con sangre, Las muy comunes convulsiones se caracterizaban por movimientos espasmédicos involuntarios de las extremidades, Jos ojos parecian desorbitados. Los sujetos estallaban en gri- tos, llanto, hipo y carcajadas ruidosas. Durante 1784 Mesmer y su discipulo Deslon trataron a 8.000 personas. La fama del magnetismo y su teorfa del “mag- netismo animal y su relacién con la influencia de los plane- tas”, se extendié por Francia y luego por toda Europa occiden- tal. La Reina de Francia, lo recompensé con dinero, como re- conocimiento por haber establecido un tratamiento que bene- ficiaba al pueblo francés, oaryeano oquese [ap B29] -emyeu e] repeues Bro UITEYUIE op B}109} BF 99185 9] AN O'] 21a ‘smpaunjd so] ap ‘owsnouspwu jap ‘so1g ap 4vBn] ua 219 -tuoy 1b Djuod n3.102) Daanu vy ‘seotsy sopepatdoad sey axqos ‘eqenqse 0780 onb £ wxyo v euosiad wun ap sefouaseSns 10d Bq -Byjoxresap 08 [euossod.oqUy erouaNgUT By oNb vuOySos BIST suprsens vy ap euro BI osndosd 4 owsHoUsEUL [op vI1093 vy ozeqper unoyureg 044 foddrey “KIX O181s [ap seuy axqog “Tequaurpradxe ofeqen osopep -{no un Wo Weqeywoysns os £ wyojomaut B] ap BOWE! Bon BL Woo wequUOPETOL 98 ‘JoorBYD op suIDUEIOFOX SET] “TOUSEN OP ele eqUNSIp Bro ‘SorefTUTTs soyDaye ap UTEOTTAXe Ns OBrequIS urg ‘oussrnqureuos £ ersdapeyes fo8re}9] OUTET] sor] “SOTELIOS -uos 4 sefeyjer ‘sorejnosnut seuoTVYIPoUL op OpEynsex owWoD svowSopoIsy souotsuourp sea} ue wyonpoud os ‘Ig unas onb ‘29 -wexy un eyonposd £ omeur Bf Too BqBI0} O] OFeNY ‘oyHEUTOTO UNS -[e wo oqtored Jop uoToUOTE vT Equity roLUSEPY op UAqILOSOp og onb se| ap soyuazoptp operseutap Ses00 wIOBY OU JoITEYO, “soovojomou souatmguay uese w1s0ystq 9 stsoudrYy anb ap opr F] to epeseg ‘soTeuoszedzoyUt seroUONBUT SBT OIqos LOTD -voydxo wun vscomerg Bruropeay By 8 osndoxd 0).gT Uo ‘opuBND “ej1097 2489 ap UOT NIOAd e| ap UNHEXdese eYdure BUN TeIBOT ap pepriqisod ey oang uamnb yooreyD UNEP weap ary org “BELOYSTY BT ap OytOTHOUT aso Wo BILyEISUT Wo OSUED -sv uo oyUOTMITVOUOD ‘wyZoToxayer ET A BEBOTOISY BI woo SoUSUE -9uiay 80380 sopoy equoTDeTar nb x syzmnb oprqep ‘soaysWUOIO soqno.yo soy wo sepeydeoe oyuoureprdps uoroNy seapr sng, ‘aopezedo yop seppuesezns sey e asad ‘sopeztpexed soza.tou so] ap ugtoae vl ¥ Wesqap as souatHOLy sono A eysaysaure vy ousTTUMEUOS Jo onb RWLOSNS A wxLIOyB|SUT wo oursLOUISoUT Jo BqBUOIOUISEP BONIIO NG ‘poUNUY oWSOUaDY 19 ‘uo uptonjay ua pD.apIsuog ‘oso}a.aK OUaNg Jap uoLoDor deg Aaa NV. 21 0 “oHojoudiyounayy opeurey] ‘oustroUTsaU [e BOI4s39 95395 un esnpour nb oxqry un gorgnd presg sour eygT Ua s}soudiy ey “soppynsas £ sopuanup -s004d wazipduioo sauaimb vind jrujso.aa 89 nya anb ap oyo ay ]2 aquaunJos OURS “D}.103} D} ap Zap1yDa DI UDZUDIDI OU soanj1sod soppynsad 80] ‘22.40d D.4z0 og ‘Datyoafa Das OU 1p Ua uaa10 sauamb sod ugiovorjda ns anb ppryoaus ou ‘opiypa sa ou ojuarurpacoud un anb «goadwioo :pupiso.ino DaynwDt] Dun poiftian as “DorSojooisd niouaysisp Dj ap viLo}sty Df UST “ugHsaBns By opoIqnosep eyquy onb ,oLqnosep, wom :sex0p ~BnuqUOD sns op LgToBoT[dxo e] ¥ orpavoe voUNU roURSOyY ond esxeuorouau eqag ‘eiieur £ oxBeTIU op souowou sel UeqEZ -ejdursas £ woods ¥| op soTe{90s souoLeqUasaides sey Ua OpID “npoaqur uBsqey as ‘peprorrsee v] ‘oustoUseU [gf “wOIRTG -od BL ap sepesysnyr soueu: sedeo sy] uo vé une ‘wzopeanyeu ¥[ ap Sado] sel tod opeze]duuaas 10s v eqezodurs peanquuorq -08 OT ‘TITAX O1818 [9 Ug “s0704J0 so] ap uoToDoIVdxa Dy Ua OUIs “sojoafa so ua nqnjsa ou DiOUaLaftp DT ‘ojSIS NS op sazopeuLs soajo sod oypoy of & ayteseyIp opvisewap upeu vjoLYy ou Id “‘e7uesor0yUI vfopexoUr BUN efep roUUSOYy ap BIIOISIY er] ‘PePIAogJo ns orprad ousHouseU Ja £ ouRT] o[qand TP opuonruisuesy ony os ‘unprueay unueluag owLod ‘sooyTquOTD 80.30 & sootpput op oursyorydeose [a ‘odurey Jap osed Ja wD, “epuep PT ap Seon Sv| e oqUAYy OATEIOOp OB Te vyS9 Op opuaTEY ‘“Geprarqooye ve] uo oyueoe Jo uejuod ‘senedesejoored soy axyt9 pepyenqoe | eysey apuay}xo os onb oxtagtio un woo A souoI9BIO -ose serdoud sns uoxepuny soxopmnies so[ ofrequia wig “sopestnd -xo ube uRquonoead o| sue £ ousuIoMSoM Te oyUOLUTEHO uvyuodo as eurorpaur op senuapeoe sey “vood9 ut op s¥a “Iau sauo;e}D0se sel Ua BFonpord ozeYDaL OWIOD PEpLAD9Zs ey ~te} BYOOMODeA ‘,owLSSUT LU, ap OUTTUDUIS ‘OLUSLIOMISOL [5] 26 avert wamvsrens La interpretacién Con el fin de conectarse con aquellos novedosos métodos de tratamiento, Sigmund Freud viajé a Paris a estudiar con Charcot entre 1885 y 1886. Alli, verificé varias cosas, La pri- mera, que los pacientes eran cada vez més remisos a la suges- tin hipnética, Segundo, que los efectos de la hipnosis no eran demasiado duraderos y los sfntomas retornaban més comtin- mente de lo deseable. Tercero, conocié los trabajos de Pierre Janet, disefpulo de Charcot, que investigaba los lamados fen6- menos posthipniticos, 0 sea, el hecho de que los pacientes reali- zaban tareas sugeridas durante el trance, a pesar de no recor- dar el momento de la sugestién. Luego, justificaban con racio- nalizaciones la conducta que a todos les resultaba inexplicable. La idea de Freud, de que las personas no deciden racio- nalmente lo que hacen, sino que racionalizan lo que se sor- prenden haciendo, removié las concepciones de la raciona- Iidad moderna, poniendo las fuerzas inconscientes en el cen- tro de la escena. El inconsciente freudiano Ilen6 asf Ia falta de un agente curativo aceptable para la época. Més aun, cuando la teorfa conecté indisolublemente la nocién de inconsciente al concep- to de energia, sus bloqueos, cantidades disponibles, etc., ha- ciendo uso metaférico de un saber fuertemente legitimado por la prestigiosa fisica de la época. La energia bloqueada y ligada a acontecimientos no resuel- tos y traumaticos —dirfa Freud— aumentaban la vulnerabili- dad de la persona. La lucha debia desarrollarse contra fuer- zas inconscientes que estaban mas alld del sujeto y del tera- peuta, esas fuerzas se resistian y el fracaso dela curacién répida, mediante hipnosis, demostraba la necesidad de un largo trabajo para derrotarlas, La interpretacién psicoanalitica fue la gran herramienta de tervencién, permitia revelar aquello que, oculto, trastocaba la vida INTERVENCIONES PARA EL CAMBIO. 37 humana. Hasta los afios de la Segunda Guerra Mundial, el psicoa- nilisis llené la escena terapéutica y mucho dela cultura moderna. Dos grandes temas largamente ocultados, vieron la luz mediante sus ideas: la sexualidad y la nifiez. Imitar e influir Las tareas de asistencia y participacién profesional en la vida social no estuvieron nunca separadas, tampoco en la actualidad, de las preocupaciones por el fenémeno general de la influencia social. Histéricamente, la famosa polémica entre Emile Durkheim y Gabriel Tarde, en el marco del po- sitivismo de fines del siglo XIX, inicia y sintetiza una cues- tién que ya no cederia més su lugar central en psicologia, psicologia social y sus aplicaciones. Durkheim, sostenfa que lo social era irreductible a las ex- plicaciones de la psicologia individual, que las normas socia- Jes son exteriores al individuo y ejercen sobre él una acci6n, que le es extraiia, Tarde, en cambio, entendfa que las perso- nas, los individuos, interiorizan el mundo social, hacen de é1 algo intimo y privado, que se construye por imitacién, me- diante la cual de un modo especular y selectivo, accedemos a la conciencia colectiva, que no tiene otra existencia que en la cabeza de los individuos. Esta polémica entre el predominio de lo de “adentro” olo de “afuera” persiste, aparece y desaparece cada tanto en las teo- rfias o en los andlisis de situaciones concretas de la vida social, por parte de cientificos, pernodistas, literatos, politicos. Ena actualidad, se manifiesta en su forma més expresiva en la polémica entre dominio por aptitudes y competencias geniéticas e innatas, versus determinaciones sociales y cultu- rales de la conducta humana. Si bien los primeros psieslogos acepiaron que “toda psicologia es psicologia social”, la polé- mica resurge cuando se justifica la expresién. ap soyunfuos seztrowew eiqap ‘“opeyuourtsedxe jap ard -wg9 ‘,ouMNTE, UL ‘ootug MONE ofezrpuerde ap oyuOUNLLEd -xo un ue aedionjed vied sopvsoauos uosony soya{ns SOT “soqov oquerpout wpeserdxo vo pepruriosuod vj ‘sed ose Uo soATEOyTUBIS Anur oyDoy un uqeBoade oquatpredxe ng ‘Teos Bouontyur vy v BsUOTD -0go P| op SaqTUNT] Soy ByseY AeBaT] equyuayUL onb eroUaLted -xo wun ozI[Rax WRIST “S ‘TL6T We ‘oprey spur Sou “eIqET -ed op pepruzoytioo wun ueqeysayttremt yasy op soyafns sor] “TENPLAIpUT Bjonpuod B] azqos [eID0s UOISadd BI op osed oqrony Jo teserdxe onb ‘vere; &] v BIsuaZeRIpUT @ pepruLiosuod vy 8 viouapua) vun ueysognreut sopay, “odn.8 ap soxoueduroo sns 9p BL 8 oyUASxeAyp ByoNpuOD BUN reyUEsad ou Bred seysondsox SNS UEFIBA ofos0] UM £ VoUIIA BysoNdsor LT v BLIYpE soqatns S0] ap 9402 [9 equeurepexodsout “-ored ‘souorer9Aese sesa ep ozeypoz 0 uotisodo ‘sepnp sns uaysoyrusur sopeyueurtradxa sojafns soy onb so eanayadxo vI ‘ooupII0 oyuOUTETIOJOU opout um ap wapuodses soorduugo so] oywourour oyro19 ap ay.zed y “pnyiuo] oqwoxay1p op svous] rexedutos so epeztorjos vox -24 By] ‘Lopezuourredxe [ep seot{durod ap sodnad ws sepequout surodxe sojafns zengis we oysyst09 ‘Tequourjradxe ug}emdrueut BT] "71008 popruntojucs ey B UeDeY enb seyoUVeID Sey ep sonp “IATPUT Soy Wo UOTDeTEISUT BT A OFTOTUNSNS [o EXISNIT eIO “ZEST ue epEzreax “Ysy “g op BI any ‘Teron ePUELodKe BIO sojos ojuaureAonu asiyiyey ByseY UEsuO;UEUL BI anb {os -ourumy ojafqo J9 BrAoUr 9s oyteN9 ap BIPSUK UpTDeUTTISe wun oy -uourearsoxfoad uequnsuestco ‘sopdnse ‘soqo(ns sof onb weyo -21qe189 EroUTredxe ¥| ep SopEyiNser SOT] “esTAAGOIA A ayTOUT -TeNPAIPUT UOTENTeAd By TedEY ‘odNB Ue WoTedIoy.TEd sous ‘oyuewiour opungas un ug ‘ooNUTOINE Oy9eFo OpeUET| [9 ‘04 -uaqureze|dsep Jop voydo upisnir | opueers ‘oquayruszoquT eu -10] u0 eBede £ epuaroue es anb ours ezeydsep os ou 9159 ‘pep “1802 wg ‘osouruMy oyumd un ep oyTERUTAOU: [a ‘odnB ue 0 SOT -08 ‘Ten[BAe UEsGap pEpLINoso ¥] Us SopEngts soya{ns Soy ‘SOTTO 9p oun ug ‘uoropzzyDw0U ap oUAUIOUAY [o OBHSOAUT 9EET Ud JEU "TW enb woo soyusunradxo soy wos oyse ap oduzolo up), ssorntay}se #0}019 & UpDOKaL ap sodwioy so] 0 sear) op uroeztqeas vy ‘ofezmpuasde fo oxq ~o8 eytx9 S030 op vIouasead By onb soyooyo SossoAIp ep orpnysa Te 9otpap os owsronpuoo Je anb ‘W]e aq “soxz0 so] ap SoUOID -o8 sv] Jod euBUMY WO!Ode e] op UToeOgIpoUL v| wsd “BIoUONY -uY B'] ‘opezudes sod sopeuro, ‘soxquieri sns op oun wpeo ap souotooe sy] ap ums Bl OWLOD seydzIosep as ueypod odn8 un 9p seuoteoe sz] onb orpuaque eysronpuco earadsiod v'y ‘oqtarqure £ onpratpur ep vyuouze 8] UBApfozueUL enb sezzany op ojunfuod Jo equyoyd -wo9 onb ‘osuastios [a BPVY EUEUMY BIoUEpUE, 3201 o1q -08 swopt 09 ouEULaTduTOD os UOEIUATLO BIS “oURUINY 108 Tep peqUNjoA BI £ oJxpoqye eAqi{ [2 Ue ay ap BISTONpUOD UOT “Ipexy | Op ONjUSp ayuoUI[eqUoUTLAadxe vpUTpNyso 49s v 92 ~woutoo BioWANYUT Bl “XX OTIS [ap sour sorowrtad soy Ug depuaideas A Jepuaidy “etdezoqoorsd op seo 101993 suy ByseY ‘Sorpaut so] op ozoaJa Jo epsap uvoreqe anb sewi9} Ue ON} exqos SoUOISNOSIp sEIZas arqe 0489 ‘yp UO Aoy uny “eyonpuod eI o1qos [eNprArpur [orqUOO [a zep.tod £ vseur bun B x899U9}.I0d UOD sIsoUdrY EqvoYLUOpt ‘oprEy, ‘saxepy] so] op erouenyur ey £ pep -HMpexd vy Ue osrourU efep o] anb ‘eroua!oUOd vy ap opepessop opwyse un e esaaSox wswtu wun ue ednaSe es opueno ‘ojos yyS9 seaquoTu peplfeuores ns ouerueEUT enb ‘onprarput ja wog oT unSag "[e190g BBo[OoISg BT op 8007904 sooreUH soXeUTTAd SO] op oun sojoayo sns op orpnysa [ap Hed v uore|[oxTEsop Uog 97] eavqsny £ opavy, []IqBD Ouro So1O NY “XTX FSIS Jp sepeuy so] oquBMp SOtUT] SoTOTOUOALOTUT Se] op EPELUTU BUTE By BIB onb ‘stsoudry | axqos edtutgtod eI any ‘ojse ap ojduiolo ue) ee ‘GENS Ta Vilva SANOTONAATAINT 40 - MARIN WAINSTEIN palabras y repetirlas. A cada error del “alumno”, el sujeto debia castigarlo con descargas eléctricas (obviamente simuladas), progresivas y estimuladas por las consignas de un grupo de instructores, cémplices también del experimentador. E] hecho de que el 66% de los sujetos realicen descargas impresionan- tes, de hasta 240 voltios, sobre el cuerpo ya “inerme” del “alum- no”, result6 indicativo para establecer el cardcter pesimista de las conclusiones de Milgram, acerca de las posibilidades y los riesgos de la influencia social. Creencias y mundos colectivos Afios mas tarde, L. Festinguer, plantes los lineamientos de las opiniones sobre la influencia, marcadas por el signo de Ja conformidad. Diferencié la realidad fisica de la social en cuanto acriterios de validez. Enel mundo fisico, el criterio es la realidad tangible y de- pende de cada uno el hecho de ponerla a prueba. En el mundo de la vida social, predominan la ambigiiedad y la incertidum- brey la validacién depende de acuerdos compartidos. La con- formidad y la uniformidad son un referente facilmente acep- tado, Renunciar a él pone al individuo en la dificil situacién de no comprender y de quedar solo frente al mundo social en el que vive. Socialmente, se evidencia la necesidad de esta- blecer una verdad colectiva y permanecer en ella, En los 80, S. Moscovici realizé una critica del modelo de la conformidad social y de la idea de una sociedad ho- meostatica y poco propensa al cambio. Seguin su punto de vista, el modelo funcionalista deja de lado los fenémenos de influencia relacionados con los cambios, al evitar el tema del conflicto social. Desde su perspectiva, el conflicto es el motor de los cam- bios. Retomando las ideas de K, Lewin, sostuvo que el aporte de informacién no alcanza para movilizar acciones de cambio INTERVENGIONES PARAEL CAMBIO 4 social, se requiere que la expresién de las ideas se acompasie de una implicacién activa de la conducta, en la cual resis- tencias y decisiones, queden expresadas en las fuerzas que opone el conflicto. La desviacién de la norma y las conductas opuestas al or- den social, producen mediante la oposicién, una polarizacién que activa recursos creativos y nuevas formas de ver el mundo, En lo individual, esto se manifiesta en el afrontamiento de ex- periencias novedosas. En la vida social, toma forma en la difu- sidn de un conjunto de creencias consistente, capaz de ejercer un efecto influyente sobre un grupo, posibilitando que este pue- da operar como una minora capaz de activar el campo social. Ast, la influencia recorre un camino desde la sugestion a la conformidad, y de ésta, alos efectos de grupo. Esto no debe ser entendido como un fenémeno lineal, sino como una acci6n de realimentacién, que no diferencia actor, receptor y efecto, dando prioridad a la idea de que la relacién es ante- rior y mds importante que los individuos. El ser social es anterior a la conciencia. La ciencia del control Con el surgimiento de la Cibernética, disciplina creada por N. Wiener en 1948 y a partir de alli la moderna teoria de la comunicacién se volvié evidente la similitud existente entre el concepto social de influencia y el moderno concepto que de- fine la informacién como secuencia de sefiales combinadas se- gin reglas, cuya transmisién de un emisor a un receptor, es. capaz de modificar el estado de este ultimo. Cuando se dice “capacidad para modificar el estado”, nos referimos a la nocién de control, concepto estudiado por la Cibernética. Esta nocién de control se refiere a una secuencia incesante de detecciones, cdlculos, evaluaciones, decisiones y acciones um ue BsasBuy ojafns [gf “Up oIpe.syUOD v| op wosEVe rBOFENTOD ‘ugtovorunuooeqour BI ap COF[OqUITS JOTBA [op UOTDLTNUE By So sep apand anb eqsondsex worn Bf A “eImpEsy] o[qop 0 * o7nousa ajgop op upPENys BUN ue opEsards epanb oyafns qo ‘oorpUL -a]818 up.qed un owtod “Up9e IOI op opour aise opETToxTESaq] “Tequoa upToBUTULLDEL Bf O ozeysax a yxeooaoad 0380 osod ‘paefope as ‘ooIsyy ozEYDer Je eroadzaqur 8 £ foorsy ozeypor r0seut opuvs0ao.d ‘04 -uauT[eUOTIOUTA PIEDIEDE Os ‘TEqIAA afestaut Te eptodser oUntr [a 1s Jsy "eAoNU UpOPULLOFUT onZoxIe ond ‘ox99203 uN ap vouesny ‘oy1ppz0 Tep eqap sefesueu sop sol ep [eno e aquyep eed s0ydas0z [op peproedeout e axqumpyyz00Uy “g “Tequos ofesuout [9 ‘ueSorU ‘oyUoURE!JO}oIpEs;UOD UeIy -1eo onb £ peponbsnag ‘peprysoy ‘ozeypes ueorumuros nb sose8 ofnpout onb yequoa ou ugTeoTUNUTOD BUN £ PEP ~oaye £ ugrooaap BisayTuUx onb ‘w1oqoax0udorqos TEqIOA TTD -eorunutos wun ofduzafe sod ‘sorzoy1pe.2qUCD Hos anb soau -pq[nws sofesuour sop ayture ‘sayuedronjred Soy ap 0230 TH S -odureo jo xeuopueqe sopod urs ‘oqioos onb sofesuout 50] uorsvead uoo opueagiosap ‘epensape Biouvlt op 1opuodsex eyfsadou [end Jo ‘oTsUAyEpUT ap UOTETOL HO LOINSTe 0 ‘oUTE un so oyueMITEretED ‘sorquIoTE SO] ap ON soUDUE |v BIEd “epeytaa sos apand ou 4 [eqta se uoToBzeqUT op UOTDENaS ET “T ys osxezi03 -uys uapand oy[y oped op odns3 Jo sod seydrzosep ofnousa a1gop ap UopoENyIS eI op sopeIOUES seoys|royoRrEO SET ‘eUeUMY BIMpUOD BT aTG08 xou94 opond ‘seoys}royoUsEO 8441919 Woo ‘ugIOTENUTOD op pas eum onb vrouenyut ep soz9e so] reSHSeAUt O3r[!0u3 ood ‘equasyozmbso ef ap ermasoqedonje By 8 oATTUYEp BpeL gyz0de ou Kay “Hy £ Aoyeyy Ave ‘pueppeayy uyor ‘sosueprunopeyso sex} K uosaqeg 10d opmyysuoa ‘ory o[ed ap UpTEsySeaut op odnag yo 10d oquo v sopeadT] soonpurazsis sorpnyse soy ap sisayodry owoo ‘gg¢T wa opeado ‘ofouzA a[gop ap o4deou09 1g, “soquored soso op sexyrurey sey we eproa[quyse uproBaTMD ap wuLIOS v}ION op oyajo Un J08 B TeHoT] Uespod soso Is ‘une SeIM "vorupozmbse stso0red Bl owt09 ‘saav.t8 soorpMbrsd sour0y -svz} op ugTorTede e] wos sopHowiordutos ue.xeLAN4se anb [eUoT ~vorumtzoo Byonpuod ep sauoryed ap epanbsnq ¥ ‘opunsas [st “egonpucd By oxq0s 18te4 eypod ‘soy ~equea ow £ sopequea soqadse sns ua ‘eueumyY ugrovorMUI0D BL anb soj99J9 So] arqLIOSep ¥ esopusTIEyep “9p9 ‘ajoljopeafduso ‘ofyyoxpeur ‘oBor/o[[L1e2%] o2sed sepesp oMod seqey ‘seuanbad Anut orpn3se ep sopeprun us opepsoge ‘ugTooe.seqU ap oUEWIO -9] um Ouro seTeuosrediaqU SauOLETaL SBI Op OIpNyso Te OsILT -ayor [e ord [gq “sosopeaou sooreU Sop oLUyap UosoZEg “seueumy souoPerar sey Ua sozDITTU09 80] ap 0799j9 9 A soqoryti09 so] ap oyuerupuszte jo uo oo\Sojouraysido ons un vy -woonoad uosajeg A0BeI5 so[Sur ofo[odoxque [0 OOBT BEE “soUISTUBaz0 K some saxas axyUa [01409 ap soxoaya £ upTopuLiOsUt op sorqumeaxoqUT OUIOD ByS9 £ ‘UOTeOTE ~nuroo ouroo Byonpuod ¥] aquidsop widojootsd we souLopoUL SPU SEU -Sxpezed so op ous ‘0x0 Jap oyuaTUTeZTOdWIOD Je Up}oOBOR OLLOD ‘oyuepuey.1odwoo ns vayrpow onpratput peo [eno fa we woo4d ~jpad BlouaNur ap osaoord un se ‘euEMINY EpEsp vm ap UOT -SB9TUT BT] "JouyuOD ep sousteseUK sod sopeUTpAoCD ‘SELL, ~S{8 owioo svsIA 108 Uapand seTe;os SoUOIOR Tad SET UOIqUIUT, “JorjUO £ uoToRyUOUHTTEAX Bp OMUsTUBDEUE BURT] Os oNb OF S—f ‘aya ‘ene [op Bzaid BI 19¥.7x0 op UoIstEp ap oyUaWLOUE [2 ‘OLY Tsp operfoauosep £ operozue jo ‘sauozy soperdoade £ sopquy, So] eypteur us ouod 0789 ‘BuO BT ap UTORIGIA [IGgp BI BID930p sopeosed un opuwno exingo ‘refuis oad ‘ootaq souow of fy ‘soredsip soasnu zezieax ered ‘uous [ep upIorsod vy 11801109 “o[19 ap uoToUNy Uo ‘f swoordyoar seLIO}aKe.} SE] IUTOTEO TLAOUE couryq un v BLio[|H 8 op wzord eun requnde op sopeansax so] 10d ‘epmgysuoo 18489 apand wrouances wT ‘sanoiq Anu soduioy uo Ga ‘OIERVD Ta Viva SaNOTONGAWAINT Sava NEL a 44 _ MARTIN WAINSTEDY tipo de conducta que la psiquiatrfa cldsica amaba discor- dancia mimica. Queda como abstraido ante los est{mulos, absorto, responde literalmente lo que se le dice, se vuelve renuente a captar las metaforas del lenguaje, iniciando una secuenéia de conducta tradicionalmente descripta como propia de los trastornos psicéticos o disociativos. Sibien este modo de comunicacién fue considerado inicial- mente como factor etiol6gico de la esquizofrenia, sus mismos autores lo consideraron poco después como un factor entre otros, incluso como un factor inespecifico. De todos modos, la teoria del doble vinculo mantiene un valor histérico, que esta dado por su carécter fundacional en lo que atafie a una vi- sion comunicacional de los trastornos mentales, en tanto que lev6 a fijar la atencién sobre los factores comunicacionales, contextuales, psicosociales y no intrapsiquicos de los pro- blemas de conducta. Los trastornos de la conducta humana comenzaron tam- bién, desde ese momento, a ser vistos como problemas relacio- nados con los patrones ~patterns- de interaccién y comunica- cién humana. Fundamentalmente los primeros trabajos de Bateson pusieron el acento en la familia y sus interacciones como agente primario de la patologia mental. Esta perspectiva se inscribfa en una corriente histérica con muchos miembros eminentes, como G. Simmel, quien a comienzos de siglo senté las bases de la microsociologia; Geor- ge Mead, eminente fundador de la Escuela de Chicago y pro- motor de la idea que presenta el “si mismo” como una estruc- tura cognitivo-social, resultado de interacciones colectivas; R, Birdwhistell, que estudié la gestualidad como parte fun- damental del lenguaje; E. T. Hall, que introdujo los estu- ios sobre proxémica —uria antropologia del entendimiento y uso del espacio-; la gramética de los ritos de interaccién propuesta por I. Goffman, H. Garfinkel, fundador de la etnometodologta; el estudio de la comprensién de los significados INTERVENCIONES PARA EL CAMBIO. 45 poniéndose en la perspectiva del grupo percipiente, y todo ese campo que, desde una aproximacién que se dio en la- mar “la nueva comunicacién”, utiliz6 la terapia familiar y la psicoterapia como un campo de practicas y experimenta- cién, para reconstruir un nuevo modo de deseribir y enten- der la conducta humana en condiciones “micro’ Este enfoque que podriamos llamar comunicacional y psi- cosocial, tiene como tesis fundamental que toda interaccién esta determinada por el contexto en el cual ocurre. Goffman fue uno de los primeros autores que se ocupé de mostrar los limites de una aproximacién lingitistica, que de- jara de lado aspectos contextuales ajenos a un sentido estric- tamente discursivo. Noes lo mismo enunciar {fuiste?, que jfuiste! La prosodia, entonacién y acentuacién de ciertas palabras, implica por si misma, una fuerza “llocutoria” capaz de trasformar la orien- tacién y sentido de una conversacién. Existen también normas sociales, que limitan los intercam- bios de las interacciones, en especial las verbales. Por ejem- plo, las reglas de cortesfa.-Las ocultas reglas que regulan los “turnos para tomar la palabra”. Existen marcos compuestos por elementos fisicos, topolé- gicos y temporales que afectan la comunicacién. No es lo mis- mo interactuar en un consultorio, en un café, en una iglesia, en la sala de conferencias de un congreso cientifico o en el bufete del mismo congreso. Por tiltimo, todo intercambio humano esta regido por ri- tuales, mas 0 menos respetados, que si no se cumplen, dan lugar a ciertas lamadas al orden. La alternancia del dialogo, el interés, la motivacién, la muestra de una intencién, se acompafian de ciertas inhi- biciones, censuras, precauciones. E] mantenimiento de cierto hilo argumental separa lo dicho y remarcado, de lo no dicho 0 soslayado. “sojeuoyousunpey seyqiooucses sensy op upHLEde vy soynttUE SOUR UD ,t129 -npoid, vpus4sIp eyo} v mSLA vj Te roUN|UEUE 9p ovod v aNb se>E-}Sq nur sepvaxojeo seoinguoall sendy ap sayprpe £ Sox] So] ® ox9ax 95 OFX} Tele “eoIsnUr B] SoUTEZTEITONTE BO -unu ‘seuuyur seqzed sns ue eareyInd wun soureryuLtesop onb -uny ‘oyunfu09 wo BUTEASIS [ap AM.ySuO9 soUTEsxpod oyteTUID -ouloo unguru osed ‘azarqny set Is ‘sore aque SoTeeuT] SeUOLNE] -01 88] ap £ SOMISTUL Js U9 soqLOTITO 0] op BO.AIe UOTORUTAOUT e901109 opoypuT 0480 ap SPAR} B SOUIaPOd “UBLIOd9Led~sOp SOP -epardoad sso anb vyzos opeynsas Jo sazzed sns te eUIO}SIS [2 soureaprsnduroosep £ ouersoy.eo sIst[ptre [o SOUTEIBZITFIN 1S “soTey1osues sopryuas soxysonu owtod st ‘oyteB10UI9 pepardosd wun so eIoUETOUCD wy -Sonyy “soquazasIp oyuouresaBI] sofngrp op eYuETIONs BUM oywOUL -epidyz resed op opey[nsaz Jo wos sopeurrue sofnqrp SOT “sepBorojoo seoLptoad sean3y ap seLI0} -voye svfueay suum op oquaBroUre [2 tos ,,co1Spur ofp, Jap seUTUE -B] se] Wo sowrearosqo onb soyeuoTsuaUTpLN souOB HUNT SET _ SOUOTDEIAI SE] Uo OUTS SOPTOUTDTO SO] WO SESTED TOSTXO ou, anb op Bept ¥] ap opwoytusis o1pepaoa a so oysq ‘UOT -1ns apuop op SoT[e exits eoYsIadse UoLoeIOqUT BI OP Se “wodnyyst09 oy onb soquatueT So] ap ouNTUTL eaxmaLye eprpod ou sazuaSiows sepppardoud 86380 op weHTI0 Iq ‘euays1s uN ap sopepardoad sepeuruoyop ap vroueSeurS BT aaJ0AL] EUIOZSIS UM op SOITOUIAIa SOT ax] UoD9IqG}S9 38 anb ‘sauorsoesoqUt 0 ‘seATOR SOUOIDETOI Sv] op oFUNLUOD [oy -seursTu suyja ap anb spur ‘say.red sns ust0Tse [ar as OLD ap epuadap eurasis un ap ojuarure}1odutod [gf “UoHOWIO}UT UO soyuoUI9[9 ap po} tm ouz0o oFfs ap [BuoTDUTY wIoUa}STxE Bl w Oxy -ar nb vougay pepyue wun so Kguepeyieg ered ‘euraysts up) “0g Soy wa ugtaax oydeo -uoo [2 uoreHaT| ‘sofeuosrod.xoqur souoLoE[ar sel op OAYDBOId ae ‘OIaNVO Ta Valve SANOTONGAWSENT ‘ououmny ugfovoyumt -09 B[ ap By1099 ap owTupUIS Uo BLaF-9ALIOD 2s vonYMEad wy ‘SOUR $0] HOD “> -Apuiexd vy 9p opoxresap ja ouozsaad anb owls [ap 80242904 Sof op om ‘SLALO, se|zeyQ aod wprsoutoid opts wey ‘267 UO ‘oBeOsyD ep PEpIaFOATEA ZI We SOL, Bop Up!seuOseAd vroud e] anb BUapIOUIOD vYENXD wun 198 Bp LIEP ON 9queBs9Ur9 oUOMINUAS UN OUTOD ByONpLOD By 180914RIS9 om Jsdezqut opedse yep ates uesonutsod say onb soydoouco ap sop “tap Ssorerprurys sujnodeso} soroutsd 07] ‘soseruesuy sound -[P weqen3y soprpnye sod worerp as enb soood sot axqua “ei -uop vl ap vleur{dwosrpsuesy uoTEOYTUM op eyFojopoyou euN ea19 Op UBZE [9 od ‘soUaPSIg 80] ap [DL9UaH DyL0gy, ns ‘o3eD -1U0 9p pupisieatun ef we ,‘),e61 Ue voruNUIOD AGULTELIOG LOA Buaprry opueng “erousp vj wo ofeny A eyosoTY vl wo wyIOy[duAE BEIO95 BUN any EUIEISIS ap UOTDOU ET Soe soyoNUT oquEINC| sew}: A josyuop, “seueumy souoToR;OseM sel Uo So[euOTOBoTUMUIOD sosEOR. So] op opey]nsex wos souvumny sewa[qozd soy ‘soureydope jnbe enb wSojoosg BT op [euoeorunmMos vUBIpesed [2 BIE ‘oustuoual owsiu wn ap spsiearp souots.aa Uos D1 ~uanzfur a ugrovorunwon ‘pponpuog “e1oUENTUT se UOIOROTENU -09 epo} anb 4 uoroworunutos so wjonpuoD BPO, onb soUNeaZD IS wos Jeu onb [TUNSOIAA oyUEASEq Sy ‘soZUaIUMDSUAd 60] 0 sooDIP “D9 sowat4 80] BaSDY 82191810 SaUO}D9D SD] asec] “DUDUINY Dj -onpuoo vj azunziodutt opow un ap Dysa/0 ugTopoTUNWOD DT “sofesuout so] op pep -118}03 B] op & oywoMSe.y eped op opyyuas Jo ‘soqustwEUEp -vouo sns £ souotousarozUt sv] ap BIoMUNyJod v] ‘eaquied @p sousng soy ‘soysondns soy ‘eoueraya ap ooxbur Jo ‘fox op ‘snqezse op ‘soueSpury ap souorselas sey ‘soxoqnoo]10}Ur SO] @p Sepeplsuepr sey ‘serz019 $0] ‘se.Nyzade sey ‘sopout So] wero8eu es ‘upTows12Au0D BUN oUBING “vIoUeNYUT ony “nur Bun ue BrIOOSsU 98 opo} ‘oyuoUTEprUDJop BArdSqo os Ig a ET 2 43 mani WAINSTIENS Por el contrario, el pensamiento sistémico estudia el todo para comprender las partes. Teniendo en cuenta las propieda- des emergentes puede tratar de entender qué relaciones se ™mantienen entre los elementos y qué patrones de comportamien- tose establecen a través del tiempo. Mas alld de sus elementos, los sistemas comparten ciertas reglas de funcionamiento, Por este motivo podemos aplicar las premisas del pensamiento sis- témico a cualquier aspecto de la vida. Los mismos principios nos permiten influir sobre un individuo, un modo de pensar, una empresa, el medio ambiente o una partida de ajedrez. Es facil ahora entender que mas allé de nuestra intencién. de influiz, nada ni nadie controla totalmente un sistema, Siem- pre se requiere la participacién de otros elementos. La idea de intervenir “sobre” un sistema nos invita a reflexionar que somos: parte de él y por lo tanto de sus propiedades emergentes. El con- sultor es un elemento que puede intervenir “en el sistema del que forma parte”, Intervenir es participar, negociar, consensuar en las condiciones que una entidad que nos abarea. Esto hace todas nuestras intervenciones mucho més hu- mildes e impredecibles, pero también ha dado un vuelo dife- rente al lugar del pensamiento psicol6gico en la ciencia. Poco a poco las barreras que separaban cuerpo y mente, individuo y contexto, persona mundo, emocién y cognicién se van de- rrumbando y el conocimiento encuentra pruebas empiricas de la profunda interrelacién entre fenémenos aparentemen- te separados y de cierta igualacién del peso especifico de cada uno de esos factores. El mundo se ha vuelto menos unidimensional y ms circu- lar. Un ejemplo de esto es como los estimulos externos sociales © fisicos, favorecen la respuesta biologica de estrés, como esta respuesta de estrés favorece la activacién del cingulus ante- rior del cerebro, como esta activacién favorece el surgimiento de las ideas ansiégenas simulténeamente con la variacién de la presi6n arterial y (cerrando el circulo) como el registro de 49 INTERVENCIONES PARA BL CAMBIO__ 7 - esta variacién opera como un estimulo extemo sociofisico que incrementa el estrés (estresor); cerrando de este modo nueva- mente el cfrculo. Bibliogratia Bateson, G., Pasos hacia una ecologta de la mente, Buenos Aires, Lholé, 1972. . Ginna gP J Derbyshire, 8. W. Ge; et alt: (2008) “Anterior cingulate activity correlates with blood pressure during stress”, Psychophysiology, 42,627-635. Harré, Ry Clarke, D. y De Carlo, N., Mi e ‘ntroduccién a la psicologia de la accién, Paidés, Buenos Aires, 1989 ; Morales, J. F, Gavidia, P, Huici, C., Lépez Sez, M., Marquez, Moya, M., Péoz, D., Pol, E. Psicologia Social, MacGraw- ill Interamericana, 1999 ; Moya, M., Précticas de Psicologta Social, UNED, Madrid, 1998. — Pearce, Barnett, Interpersonal Communication, Harper Collins College Publishers, Nueva York, 1994, pp. 16 2 36. Podmore, F., From Mesmer to Christian Science: A short history of mental healing, Nueva York, University Books, 1963. : : Smith, E.R. y Mackie, D.M., Psicologia Social, Baitorial Médica Panamericana, Madrid, 1997. Strong, 8. R Clairbon, C.D., Change through interaction, John Wiley & Sons In Wainstein, Mart Un paradigma de la mente, Eudeba, 2 edicién, Buenos Aires, 2002. _ donee ptrerny pemmmmrrnirare e Zajone, R. B., “Cognitive Theories in Social Psychology”, en: G. ‘Lindzey y G. Aronson (eds.), The Handbook of Social Psychology, Reading (Mass.), Addison-Wesley, 1969. . Zajone, Re B,y Markus, H., The Cognitive Perspective in Social ‘Psychology, Nueva York, Random House, 1985. Jos y mecanismos: PEJUNJOA Ns BIT ,OFUOLYNS,, PISO Oy -uey[nsu09 [gf “o[qTUYEpUT 9 osTyEp So oFTIOTWITLYMS NS ep OpHUES J2 ose0 opoy wo 0 ‘oprjuas oueR ou onb ‘orses}IQe Se oyUOTUT “lyn ns onb opuarjus anb wemn3Te ‘sywiope se osad ‘opeyso ose aagns onb uomsye syuowreyuourepuny se oquEyTNSUOD 1, “spurop soy wed ,3009, -puro[qoxd,, oyona wey as soustu soj[ “oomPUTA|Goud, of {,[eUE -10ure OL, Wo sowstUH soT[a Bxed osopUET AUC ‘SBULIOU SU[ ap Ue -edog a8 ‘ue00jsexy a8 ‘searyeypadxo sns w uBdvoso ‘sa[qeuuteqo3 -uy oyona wey sey as sBs00 0 ‘SaUOIoENg|s ‘sejNPUOD ‘SoyUETUTES -ved sns sousmnb v seuosiad sey Uos 1949NIC] ep {POS TH + ,seysondsex se] ouay) anb yo ‘paqsn ‘sequnsosd se] aoey anb [9 Sos og, 'eJDap 10yNSUOO op UOTDIPUOD Ns w OSL -aJor Ty ‘,.UBIeLTEYD, UM too BpLEPOsE ,son.n3, SO] ap NYT ‘epsnput ey oBony onb of ‘sefosuose apand £ opoy ap aqes onb ‘uampe op wpexqua op ofpuarap 08 ‘ToyNsU09 £ oyuaFMIEDUETES op vapr By ,ere;UAAUT, Og SO] od YI[e WIND ‘Kex{on.Iq| 1030 “saqueynsuco sourewrey] Soy anb o[ $9 ‘oxo aso ‘i0y[NsUOD Jo So WEMNSTe esq ‘s/OUNIPTOO s/opunut s/s uo ‘s/equour syns wo ‘s/eurTe sms ud ‘s/nqtydso sms ue esed o opesed ey o8[z anb uyequars anb s/oujo10d opeurey] se wand -qp eno Ja Vo Jaded un ‘eqrI989 o [B10 UOLIPEIY Vl oJUEIPoUT epxonoas wixoysty e] ‘exdurars opsocy ‘oLMeueTTUr [or un opued -noo avarede ofojpdorytm yo 0 080]9190s [ep BPRATUL BLY "HOT -eSxjsoaut ey e onbipap a8 onb ayes 1oynsu0o un so OBO[9D -sd un pupopos Baysonu wa ‘eqteUTED!S9[0!008 oposuoC. @que}NsUOd eWEsIS [3 82 MARTIN WAINSTERY Esto admite sus paradojas. Alguien puede legar, por ejem- plo, a una consulta psicoterapéutica y decir que mole pace nada. ~Mire, yo no estoy enfermo...”. Ese es también un mode comin con el cual un consultante se presenta a una entrevis- ta. Sin embargo, paradojalmente, esté alli, de hecho comuni. cAndonos que espera nuestra opinién, tal vez nuestra eonfir maci6n de que “no esta enfermo”, _“ Lo que aqui llamaremos el sistema consultante es el siste- ma constituido por consultor y consultante. Esto quiere decir que entendemos la consulta como un sistema, en el que consul. tor es alguien que facilita la exploraci6n, resolucién de situa- ciones y problemas, presentados. por un consultante que soli ta ayuda. En ese sentido, el trabajo del psicdlogo como consul. tor es de asistencia en general, la asistencia para cuestiones de salud mental es s6lo una especialidad 0 una parte de tarea. Esto puede resultar extratio por ahora, pero se aclarard cuando mds adelante expliquemos cémo entendemos fo mental. Las interacciones asistenciales de este tipo, ocurren en el marco de lo que lamamos una entrevista cara acara nocen por lo menos cuatro condiciones: Freee 1. Alguien que solicita ayuda. 2. Alguien se presta para darla. Bi Esta tiltima tiene competencias y legitimidad para hacerlo. Se cuenta con un marco y entorno adecuado. : tos its interacciones asistenciales suponen también cier- os Pasos, cuya separacion en items no supone que son con secutivos, ni mucho menos que s : A us elementos no s% = mezclan entre si. —— Esos pasos incluyen: L ee Aue incluye el ecorrido del consultante hasta ar a la consulta, quien recom: i ee eee jendé la consulta y que in- INTERVENCIONES PARA EL CAMBIO 2, Etapa social, 0 de establecimiento de la relacién en la cual consultante y consultor se conocen y establecen cierta con- fianza mutua y reglas de juego. 3, Una etapa en la cual buscan y definen de una manera més 0 menos clara y convenida los motivos 0 el problema, que con- dujeron a solicitar ayuda. Si esto es posible, las ideas claras permitirén también fijar en forma conjunta objetivos. 4, Una cuarta etapa, se define cuando el consultor llega a al- gtin tipo de idea o mapa de la situacién, que leva la puesta en marcha y el despliegue de alguna estrategia de cambio. El consultor actria como un facilitador de los pasos que lle- vardn a cumplir los objetivos. 5, Evaluacion y cierre del trabajo. El cierre tiene las sefiales ‘reconocibles de algtin cambio, ya sea en un sentido negativo, si el trabajo no ha resultado. O bien positivo, parcialmente positivo, en progreso, o totalmente cumplido en lo que hace aaquello que motivo la consulta. 6. Un iiltimo paso, que no siempre se cumple, pero que es el tinico que garantiza el propio aprendizaje y los resultados dela tarea a largo plazo, es el seguimiento y la evaluacién dela persistencia del cambio. Estos pasos tienen una validez casi universal, debido a que un sistema consultante describe una trayectoria con elemen- tos invariantes y elementos absolutamente especificos. Cada consulta es tinica, pero en su especificidad, incluye invariantes que permiten aproximaciones estandarizadas. Los siguientes ejemplos nos permiten apreciar esta rela- cin entre contenido espectfico y patrén comin. Primera entrevista con el Sr. A. ‘Un hombre entra al consultorio, nos saludamos, se sienta, comienza a hablar... —Todo empezé hace seis afios, empecé a preocuparme por los detalles de las cosas.,.silas canillas de casa estaban op souow coed un uos~ 0 aye un woryoesd 1oyfUSUOD [9 “eStp 28 ouroo eBip ag “oquaTurEyEIy, oF.019 exoyMber TRHEyeUT Osy *eqstaoaquo sombyeno ep peprfeyduzoo ey epoy ezuorUt -o9 syur uo J][e ap ‘zoy[foues wT BUNA, JTTe “OB.TEquIe UIs sueyqy sou £ sourepny -eg ‘soureyues sou ‘souresqua ‘seserduse sey 8 Sourea seven so.101[NSu09 Soy SWS sadeA ¥ aNb ras sv0rd oFquTKS COTE Jo “e[qey £ eyuoIs 0s ‘epntes “ex VUO :ouIsTU O] eDeY FUE ET aadurais sopeno Se] we souOLENgTS Ue efeqesy [YIP wey 10s aqap ou onb x1oap wyspod 0380 vo] wamb ‘eyuort wyL0!9 TOD soup Jo ue ‘seseaduso ap BjsososE, 0 TeuoruztuBsio sistTpUE op LOI 0 ‘soyUAMAIS Soy UO. oITUr -vj 0 faxed op, ward 0 ‘osteo zourlad je ue sourEsreY oO] oyTOUT ,09 “189, opunu | souresuad ouourpeULION gpopyyDaL Bl $9 9H? Peplieos Owod ajueynsuod eweysis [3 ;PPprver B[ :s900a Setrea souaresquTOU onb wut, Pordaouoo un op Bez ag “souroreztAs of ooodu1e} oad ‘oyoniut Soureropuayxe sou ou anb [9 ue vuTay UN B BAdT] SOUT 048% derstaeugua eun ap popiypas vy Se 9n}? ‘Pepyeas #2019 wun vystAaxqUA BI aye UaoNposd £ Tearosgo (equoTP ns A) oyMsU09 [a anb quLAE SyUE soMT;SOCL 60 mundos, cuya légica no es siempre fécil de descifrar. En ese sentido nunca contactamos con la realidad, 0 lo que es lo mis- ae realidad al resultado de contrastar aquello que s iramente esta alli, 4 Sesuramento est allt, con nuestra capacidad de “mapear” y Es decir, las descripciones de las entrevistas de mas arri- ba ya son s6lo eso, inicios de mapas posibles de lo que ocurrié © podria ocurrir en una consulta, a m“ La descripeién depende del modelo mental del observador, de su estilo cognitivo. En cierto sentido toda descripcién es tautol6gica, s6lo encuentra aquello que puede buscar a través de sus categorfas. Un cliente de American Express vera privilegio donde uno de Visa ve onerosidad, y nosotros irracionalidad Un psicoanalista no “ve” cirenitos de conducta, ni un con- ductista “ve” transferencias, ninguno de ellos ver: é consultantes”, eestemas La consulta como territorio oe a nuestras entrevistas. ;Cémo se entra en una Ir6nicamente, después de releer nuestros ej in mos queconviene estar trasla puerta decntrada pers sive alos consultantes, saludarlos, invitarlos a sentarse, sentarse uno mismo y escuchar sin hablar demasiado, Aceptemos que oouna versién sencilla pero posible para el lector. sin embargo, la tarea profesional esarde stmismo, esbastantomascomplajencceegy ei ue consulta es un territorio al cual Hlegamos sin inocencia. ‘un territorio de interacciones e influencias reciprocas, Mas allé de la voluntad de los participantes la influencia es el ejerci- io de un poder, el poder de afectar la conducta de otros, El consultor esté en una situacién de poder, definida por el hecho mismo dela asimetria dela relacién. Quien consulta IYTERVENCIONES PARA EL. CAMBIO 6 esté desmoralizado, confuso, ha venido a pedir consejo. El con- sultor s6lo otorga sentido a su existencia (jy justifica sus ho- norarios!) si es capaz de ofrecer ese consejo. Es un experto. 2En qué? ,Acaso en la vida? {Conoce las soluciones a todos los problemas humanos? No, pero es nece- sario suponer que tiene competencia por lo menos en dos co- sas. Primero, es potencialmente capaz de nutrirse de los ha- lazgos que proceden de las distintas 4reas de la psicologia, dela psicologia de las diferencias individuales, de la persona- lidad, de los procesos cognitivos, del aprendizaje, de la psicofisiologia y de la psicopatologia, Esto es conocer las posi- bilidades del estudio de la conducta humana para establecer algunos principios generales que la rigen. Esto lo hard con la finalidad de crear las condiciones para que algo cambie con relacién a aquello que motiva la consulta. En segundo lugar, poder volcar esas capacidades al es- tudio cientifico de un sujeto, una pareja, una familia, una organizacién; es decir de una unidad de anélisis indivi- dual o grupal. Esto conlleva cierta manipulacién. Cierto acto de “crea- cién de la voluntad ajena”. Tal vez tan inevitable como la co- municacin misma, Posiblemente la tinica justificacién ética, surgira de su propio esfuerzo por aceptar y otorgar a su con- sultante el derecho a participar y conducir el proceso de for- macién de esa voluntad. El lugar de sabio del consultor, se descentra, cuando ad- mite que la sabiduria reside, antes que en cualquier otro lu- gar, en los recursos del consultante y en favorecer, en el traba- jo, la emergencia de una relacién inteligente. ‘De todos modos la intencién tiene sus limites, hay mucho més allé de la voluntad y la conciencia. Uno de los puntos de partida en el paradigma comunicacional es que “no se pue- de no comunicar”. Esta afirmacién contesta la pregunta acerca de si la intencionalidad es un ingrediente esencial ‘aquBrpow sepmuysuco £ seydqosep seanoo[o0 seuoTeNyIS seso an wogrusis ‘oorerays1s epyired op oytmd im wySojoorsd we zeydopy ‘souUMNY SOAT}9{09 so] op vorurpurp e| opueytawTTeed ‘seIoueNyU! @ SouOIooBIe;UT se] Wouyopas Svop! svso oqtauTazuELINIaI A SBOP! Op CANOE -09 opunur um teed9 82789 OOD op ‘soTBUOSTadioqUT SeIoMONT -uy sp] A souojsows0ur Sv] ap OpUNUe Jo se BUBLENY UOTOROTT -nwu09 v] ap ¥1.1093 ¥] op £ TeqDos BPBopootsd vy op opunux [of + | Pero Bppuensestion vungTe u0D sopeuorseyar 198 uopand eqysosep onb soseooad so] opueno oj9s foury{n opyues ns wayuenoue ‘TemNyNo A [eyUETquTE BTOUANGFUt ble sojqueuzzedutt 9 ‘Texqazeo ezeyemnqer | op soquarpuedap sozeqtour sosaooxd 0 seqsandsax se] 10d wsazoqUt as SooyppuoU sojapour uoo onb ‘esnp spur vanrasoo eBopoorsd vy uny “Telos EpTA e] op SOMOYDIPUOD sul veose euanbed ue weasoer BAryeonpe o [ex0qu| “voHNAde0} Bystaer}ue BUN OWLOD ‘BuTTIUy AnUI vIoUBISUT BUN “onbsoq uN ‘ap orpucout fo ua saquasoad UpTIsNquIOD Bt Bp SeMOIO!PUOD SET S80} Bard 010}89} UN JapudoU Te anb Uo Opout oMSTH [aC “gyjenbe ap 0j9039 wos 503 -0 onb apuoyquo onbiod ‘10ydeoaz [9 0 sostuz9 Jap seTPINgON. -89 svoNstAoqoVIv SL] Jod enb sorqureazezUt so] B}9u00 and eyned vp] sod spur esozoyuy as BUBUNY TOTBOTUNWOD eT “sexqo ap souomowar se 8 UEzOIE seuosied seun ap souopovar sey wosezeg A1OS0ID v OpULS -eayeaed sopeno soy wa $04x091109 ‘SOTETDOS ‘sBAy}oRTOD SoUOTENy -18 soyfo uos £ we tesnpoad os exBojoorsd BI ap Soqoay SO] ~aoHO’IOFUT BI Ue BPMAySUOD BATKOOL pepyuo wun ‘se enb of was anb aovy] oso ‘soajo soy op vysond -sox B] ayueTpour apuodsar os £ Js axqos Ayo ,OWSTUS,, [A -exrnqonuxyse wm ou £ 0800 -oad un sg ‘,290000 as, onb oursTurys un & ,99000,, anb Ows{UL 1s um wa vpElqopsep ‘saurep op oyteUT B] So PLay ep aquEU Br] "TeHos ByBojoo1sd so wyBopoo1sd upoy pnoag vied sondsop £ OIERVS Ta WAVE SANOTONTAWSENT puny ered opis wiqey oj ouoo ‘puopy wre ‘oxo v oxdwiots wer ~9yaz ByonpuoD Bj A vIDUaTIOdxa BI X “BIONpUOD EI £ vIOUDLIOd “x0 v| op odureo [9 woo oaisuayx909 O8[e OMOO upwoqUETd Ise eq “epenb oquour wy ‘coups 90 stuzsepide Bl ap oxyttep TerUTaUr Of zeorgn e uead|[ enb seljonbe ersadse uo ‘Terroyour 0/4 warwe} ~shs BLz0J soMbpend woo soqUEISw.AITIO ‘SoAT NOAA £ SO[EUOID ~ ~tny v3614 op soqund opueydope wprpuoque sos eIqap erEUNY, ‘squoU Bj onb vypudqua Peay aB1098 ofdis un jsw9 we aoe] “opunun [op soyejax-ax £ soquyax ‘svaprop sema;sts ‘souO|eATEU ‘swptosty 18ax9 ap ‘eAzesqo op oyze [9 20d uprqurey oxad opva ~f08q0 of od spzoquy un sa ejonpuOD vy LO S9LOUE [A ‘OpEHSoS so o8fe ‘erouazeyput, wun & opeoreutas so o8e ‘uosezeg op 2199p Ts {.euaragp, vem 290Iqu}S0 UNTETA Bpo} ‘uoLoUETY op 0094 [e BP “PART ‘ope; UEUITEAy s3 UOISTA pos ofeyduzos opuMUT un UI “OH [op oquauzeaisyq :o|t1oep ou onbs0d £ ‘sopoy ap px -opucdep 038g ‘ounsap Te vpBBoT[ P| 0108 [9 wzrIUeIE# oT 10d ou oxod ‘oppearequie ¥] rofour reuL9qo8 op zedeo s0-o7f wed opeu -Sisop prs vy anb A e1ouertadxe spur woo-oytodxe spur fo $0204 Tezenb ‘sor[2 ap oug ‘s49 ‘sepreambsa ‘svo0r sey £ svpo so] z8dt0 “HUB ap tezea ‘oq0q Jo UBAAITMbo ‘weuTOT A THOUOUMN sopay, ‘ou “faug} uonq B soapes 4 soures xeBoT] eaud wesoqejOo soquredty 501 sopor sel[o ugy ‘or jap sopidyx so] sod seperseare Fuyylos 9p sespeq sese wo sofera so] Woo requosezdax ezpod as feDUEySISe ofeqexy un op o eystsaxqus wun op oqumsoxa}uT BIOTPIOUL Eup] “soszouruy up}59 -8[2x £ souo1soez04U1 op wHyoULOAS v] op atpes apand anb s0qus 9p wuNLog Aey ON *,ooLEUE Of [ap, SoAGHT SO] op BLIORBATe Bj ~swoad ¥] ep so[euorsuoupry souaByun uoBans anb je repUrs opour un ap seuioysis s0] ua uvszesex sopepardosd se3sqq “505 -uoBrawe sepepardord uso wuuoasis un so wNSUOD wun ‘soqTEd “panied sns op souotouoyuy se] ap pipe spur ‘onb v waoT| o1sm, “easier & anb Janbe opo} exed fouowvont “nwo ofntus}se un se BROuasaAd BzOL eT “UO|EOIUNUIOD vy] Op NANI 4 - 2 MARTIN WAINSTEIN patrones comunicacionales, van a ser entendidas como proce- 50s mentales y que nuestro acercamiento a ellos se har desde la perspectiva de los sistemas, ya sea que nos aboquemios al estudio o la observacién de las ideas y creencias, los compor- tamientos, las interacciones, o una particular organizacion, que son los elementos de esos sistemas. : En es0s sistemas consultantes se lleva a cabo una tarea, esa tarea es Ia resolucién de problemas, Las personas que Megan a la consulta, lo hacen cuando ya estan desmoraliza- dos por no haber podido resolver lo que los aqueja con los procedimientos intentados. En ese sentido consulta es siné- nimo de problema no resuelto. Bibliogratia Beckwith, H., (1997) Selli HL, ing the invisible, Warner Book. Koraybaki Alfred,(1933) Science and Sanity, The International (on-Aristotelian Library Publishing Company, The Institute of General Semantics, Distributors. Nueva York. Primera edicién, ZQué es un problema? | mundo es complejo e incierto, eso nos leva continua- ‘mente a afrontar acontecimientos nuevos y diversos. Adap- tarnos a ellos, convertirlos en algo favorable y que no afecte nuestra supervivencia, supone resolver problemas. Los acontecimientos a los que debemos adaptarnos 0 re~ solver estan siempre sujetos, como hemos visto, a gran canti- dad de interpretaciones, tantas como nuestro ingenio o inteli- gencia puedan crear. Algunas de ellas son més adecuadas a nuestros fines que otras. En ese sentido, un problema es una construcci6n cognitiva, una interpretacién. de los hechos y también las acciones que hemos adoptado a partir de esa interpretacién, que no nos da la posibilidad de resolver favo- rablemente una situacién. ‘Un problema siempre esta sostenido por elementos cogni- tivos, comportamentales y contextuales que interactéan entre s{autoafirmandose. Desde hace varios afios se ha impuesto en Psicologia So- cial una corriente de pensamiento, que fue minoritaria du- rante el auge del conductismo y que segtin algiin autor leva- ria a decir hoy que Psicologia Social y Psicologia Social Cog- nitiva son sinénimos. Los estudios actuales sobre cognicién social son la consu- macién de un proceso de transformacién en el cual se pasé del estudio de los determinantes externos del comportamiento humano (enfoque situacional de la conducta humana) al estu- dio de los fenémenos mentales.

You might also like