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nel afi- che que hicimos para a reunién de hoy, sa en una muneca bastante patética. Es una mmeca, pero al mismo z tiempo esa boca est abierta, dando lugar al grito, a la palabra, a Jo que de ella sale. Todo el dolor de la existen- cia cabe en esa mmeca. El jay! del que les hablé en Js reuni6n sobre la rutina Esta interjeccién ejoca bien no_sélo las quejas del dolor, sino Uumnbién las de la alegria, porque cuando uno edtd alegre también se queja muchas veces, por ejemplo acerca de cuénto va a durar esa alegria. ‘Si prestan atencién a Ja forma de hablar del neurético, verén que la mayorfa de las veces su hablar és una queja. El neurético es alguien - que vive en clave de queja. Hs su posicién ante Ia vida, creer que todo podria ser mejor de lo que es; y en esa diferencia anida la queja. ~ También estén los qué casi no se quejan 0 lo hacen sélo alguna vex y no como estilo de vida. Son los que hacen el ejercicio de ponerse ex el ar delotro, en le vereda del frente, porque la quéja surge de creer que el lugaren que uno est es el centro de] universo. Los invito aque hagan este ejercicio, es muy. interesante Jo que uno puede aprender y también del propio hablar, pero esto es més dificil, bay que recurtir a un analista para poderse off. La gente que se vive quejando es gente bastante insoportable. Es gente que no escucha, Bs gente para Ja cual lo primero que importa ¢s ‘su yo. Esto no quiere decir que no establezcan didlogos. En el didlogo se dan cita en la queja, se encuentran ea ella Hay muchos didloges La queja Por Beatriz Aronovich Debate: Jueves 2494 Ja queja se expre~ basados en esta simple coincidencia: jay! y ‘pueden durar Ia vida entera. En Ia especie humana, tinica especie parlante que conocemsios hasta ahora, el hablar motiva la queja. Hay en el ser humano una vocacién-porte-queja. Es-ma-experiencia que hacemos desde nifios: siempre ago nos falta para obtener la felicidad que deseamos. La queja no es un accidente. Hay algunos més quejosos que otros, ¢s un fendmesio fécil de constatar, pero el ser bumano, por definicién, es tm quejoso. Es muy contin hallar la idea de que Ja vida de uno debiera haber sido otra, mejor, 0 diferente, por una tendencia a creer qué ia vida del otro, cl que esté enfrente, foera de uno, es més perfecta. Otra vocacién de los parlantes es 1a idealizacién, idealizar lo que es del otro. De qué se queja el hombre? : Parece una pregunta inocente, porque razones para quejarse sobran. Pero jcvél es la razén de estructura que motiva sa queja? {Cua Ja forma de superarla si la hubiera? Qué otra ‘vocacién debiera oponerse a ella o tendria que ejercitarse? Porque la queja la tenemnos asegura- da basta nacer, empezar @ hablar, para ser un quejoso. Lo que no esti asegurado es qué hacer para superar este lamento permanente. Al menos para quienes no parecen pasarlo tan bien asf. Pues Ja queja, ya sea de dolor o de alegria, va ligada al sufrimiento. (Bjercitar qué estrate~ gia, qué malabarismo, para hacer equilibrio o -pareoponer'a-esto que le esté asegurado por su vocacién de parlante? ‘Los invito a intervenir. © Me llamo Cecilia Lanzarotti, soy abo- gada, tengo 27 afios. Nunca fui al psicoanalista Puedo contaries de qué se queja la geate respecto de la justicia, y qué es lo que creo yo debiéramos ‘hacer. La justicia es bastante nefasta, son. ne! Jas organizaciones y tanto nosotros como nuestros en el Sialo — clientes nos vivi- mos quejendo. je qué se queja Ia gente? De que 20 exista Ia justicia porque vivimos perando que un dia exista, 0 comparat- do con lo que s- cede en ot1os paises, en vez de ocupamos de nosotros y ver reps hace Yo bingo hy en el diccimatio Ia palabra queja: es lamen, desazin, desdicha, tristeza. Y no puede sor que todo quae reducido a eso, porque hay cosas (le son rescatables. Entonces tendsiamos que oponsr- eel antinimo que es gusto, delete, satisfacciény algo muy extrafio: la palabra gusto tiene un. sind nimo, que es-la palabra opinidn. Entonces quizis haya que opinar més y quejarse menos. Si cada ‘uno, desde su lugarcito, empezara a opinar ¥ nose quejara tanto, seria més constructivo. © Me Namo Hemén, tengo 22 afios y estudio psicologfa. Parece ser que es una necesidad del ser humano el quejarse. Habria que ver qué hay de satisfactorio en ella. © Soy Laly, estdiante de psicologia. Cémo no nos vamos a quejar si estamos tm sobresaturados de informacién, de propagandas que 110s venden tantos prodnetos; todo eso debe. crear inconscientemente una constante insatis- facci6n, Esto, opuesto 2 la realidad de la sitwacién econémica que se vive, tiene mucho que ver con que la gente viva en una constante queja. - © Soy ama de casa. Yo he notado por experiencia personal que en los perfodos de depresién es cuando uno més est en la queja. Después, al investigar el hecho, ayndada a veces por el psicoandlisis, he notado que es wa demostrar que existo. © Yo creo que una forma de superar la queja serfa trebajar el presents, sin fanta del pasado ni det futuro 6 Quiero decir que hay queja con muchisimo humor y hay m chistes que son quejas fabulosas. También que Ta queja tiene un aspecto positive, de cre cimiento, porque Ja genie se q pide ot cosa, Como se dice: el que no Hora, ao mama. Es la insatisfacci6n; porque quiere algo mejor. {simos © Yo veo que el adullto se sig do de Jas mismas cosas que se qu como que la queja primaria nunca estavo ue quejan- munca estavo resuelta. Bs lo que nos pasa alos seres immanos: falta de aceptaciba del otro y de ‘uno mismo. ® Yo creo que es una condicién mny ¢ argentino. Lo que tiene de negative es que -vemos siempre el defecio, lo positive es podemos comegirio, ©Mi nombre es Maris Ester Lécticl, soy psicéloga con orientacién psicoanalitica. Pi que tiene que ver con la falta, Es vida: fa insatisfaccién. Pexo: jcaél es la cada tna y qué hacer con ell: © Me llamo Raquel. Creo que la Puede ser entendida como um pedida den algo que no tenemos, Et | ne nico que expresa la queja. ‘También estén las actitudes, el Ikanto, © Yo soy Celeste, soy sstudiante secun datia. Pienso que la queja, al ser manif Giatiamente, realiza un proceso’ de ne! vizaciin en le persona. Si uno se’ queja, 20 encuentta el aspecto ida, ns tiviza, tivo de su y. nega } i -p- © Yo considero que es I respuesta a und apmaide y al quejamox buscamos no slo el desahogo, tino el apoyo del otto, © Me llamo Liliana Gnitifn, soy fotd- Prenso que Ia queja es una fouma de expresar una disconformidad. No siempre ¢3 pegativa Quejamnos de vez en cuando creo que ace bien. Pasa a ser insoportable cuando es 1a inka focma que tenemos de comnicamnos cof Jos otros 0 com la realidad que nos rodea. gt © Me llamo Maria Belén, soy estudiante de sbogacia de primer afio. Considero que la goeja os una manifestaciGn que yo necesito para expresatles a las personas que quiero, algo que yo siento, © Soy Isabel. Es importante la que va acompaiiada de una soluciéa, para resolver elo Jos problemas si © Soy Nora y quisiera saber la diferen- is entre queja y demanda, porque preciera que la queja es una demanda repetida muchas veces. Me gustaria también analizar la telactGn entre queja y accién, porque parece que cuanto mfs se gueja alguien, menos hace. La queja mochas veces no da resulta, porque de tan repetida, no se la escucha. © En base a la experiencia. personal, cre9 que 6e pueden revertir muchas situeciones usando Ja gueja con humor. Deseubcf que actiando con amor, alegsfa y lhumos, por ejem- plo en el manejo de la casa, resultaba ms po- tivo que quejarine. © Me lao Clandia, soy estudiante srenndatia y queria hablar de nuestros padres, * que a veces se quejan de algunas uctitudes mues- tras en vex de tomarse un tiempo para expli- cainos el por qué de esa queja, para que nos sirva en un futuro: ———E] Psicoanilisis en el Siglo— © Me llamo Hduanlo Wiens, soy pa connalista, La queja nos habla det lamento, Ia desazén, Ja afioranza... ye qué? Seguramente de algo que tendré que Yer con tuestros orf genes, nuestros deseos, nnestra falta. ,3¢ puede aprender a convivir con es0~sicmpre otra cosa {que nos falta? No hay receta para esto, falta a recota. Cada uno deberd encontrar su respuesta. © Soy Litiane. En wn tiernpo me gusta- ba pensar que 1a queja servia cuando se con- vertia en protesta. ,Cnfl es la diferencia entre queja y protesta? Hay una instancia que legiti- mo en la queja, es el derecho al jxy! cuando se trata de una falta real. Por ejemplo ante la muerte. © Creo que habrfaque diferenciar entre la queja como medio para conseguir algo y 1a qneja como fin en sf misma. © Soy Gabriela Reboredo, psicopeda- goga. La queja es un mecanismo de defensa perfecto que funciona por st mismo, porque encubre aquello mismo que detenta o establece. Encubre lo que pide. © Yo quisiera nombrar al que munca se queja, que atin no se mencioné. Es aquel que nunca expresa su deseo... © Yome llamo Daniel y creo que el que~ joso es alguien que tiene muchas fiustraciones adentro y que la tinica solucién es vivir Jo que no se anima. © Mi nombre es Alicia. Creo que la quoje es muchas veces um intento de Uegar al otro, La queja constante busca originar culpa en el otro. . © Soy Marcela Sosa, pedagoga, Pen- saba en relacién a la queja y la educaci6n. Ultimamente: los medios masives de educacién han uniformado mucho la queja sobre La edu- 33 1 \ \ cacién y Ins escnelas. ‘Educar tes una tarea quojosa, porque se trata de un imposible: lograr el jf dominio del otro. La educacién.;: vna larga cadena de quejas: delos padres, tos wifios, Jos maestros, ete. Llama’ la cién ma cosa: la escuela es el nico lugar piiblico que no tiene libro de quejas. El peso de la queje depende de la posi. & cién social del que se queja; no £ es igual le queja de un maestro gue [a dé Ja Unién Industrial. Hay una estrategia de Ja queja gus tiene que ver también con el momento histérico. oad ‘Me parece que llegamos al punto en que dy logramos despedazar el tema en multiples partes y seguramente si siguiéramos el debate, se seguitia atomizando cada vez. en particulas més pequefias.De alli nuestro interés de plantearlo como un Debate, ya que no hay “La quéja”. Gracias a yuestros testimonios tenemos un muesteo: Ja queja vista por el médico, el abogado, el ama de casa, Jos estudiantes, los colegas. Gracias a todos ustedes por ellos y ‘bienvenido sea el despedazamiento de nuestro tema, del que trataré de dar una 6ptica ahora desde mi lugar de psicoanalista, ya que se trata de un Ciclo de psicoandlisis, por lo que tomaré algunos elementos y otros quedarén pendientes, en el tintero. Ffectivamente coincidimos en que la queja viene a ocupar él Ingar de una falta. Sin. duda, el gue se queja es alguien a quien algo le falta. Fs, dijeron algunos, un mensaje al otro, como loes el mismo Ianto del bebé o su grito, such antes de poder hablar. Son también for- ‘mas del lenguaje, formas de comunicarse con el otro. EJ hebla misma eité motivada por lo que al hombre le falta. El término de falta tiene en psicoanflisis una referencia teérica muy pre- 34-____—_—_———E Bsicoanilisis en al Siglo: ADEE icc isa: complejo de castraci tmo de lot conceptos cen. ; wales de Ia tenia. Le quei viene a ocupar él luger d falta El que se queja no es siempre alguien dispuesta enterarse de Jo que | pero como también dects esa queja pede ser la punt det ovillo por el cual wax a hacerlo, Es el aspesto positivo en este la mado al otro. Entonces la queja tapa, pero al mismo tiempo deauncia. Todo depend= de cémo se escuche-ese mensaje. No siempre s& puede. Ein las relaciones ferailiares, de amistad, amorosas, de trabajo, donde priman intereses, afectos y convenioacias personales es muy diff- cil y casi excepcional que esto suceda. Lo g para uno prima es que ¢l otto lo siga amando, 0 dando trabajo, su amistad, lo, que sea. Por eso existimos Jo psicdenslistas, que instauramos una relacién diferente cox Ia queje del otro. ‘También en la clinice analitica interviene el amor, Jos intereses de distinto tipo, pero ei ana- ist es alguien entrensdlo en mangjarse de una forma diferente a la de un semejante. Es to que el qus no Tiora no mama, pero también lo opuesto: que el que Hora muchas yeces 10 mama, pues como bien decfan llega un momen- to en que harta al otro.Es mucha veces el momento en que los buenos emigos sugieren 1a consulta aun analista, : Hay una selaciém muy estrecha 4 queja con el tiempo. Cada vez wen més los tiempos para solucioner los problemas y crecen més las quejas. Hay una tendencia del quejoso a quedar siempre ubicado en el lugar de victima de Ie sitnacién. ¥ es cierto que hay alif una satisfaccién, que le es desconocida, pero a la que esté aferrado, ‘Modificar esa forma de satisfaccién que le produce al ihistio Tempo 1 qieja implios war proces Rae fatrapsiquico que no se consigue con (mt ni tratando de razonar sobre el debate com tema, justame: onen inconsciente que respande & otra légica ¥ iso un tratamiento analitico. Ta elinica inventada por Freud nos permite Heger hasta las razones més primitivas que Pro” dusen el suftimiento de una persona y lograr —en muchos casos—modificarlo. Modificar la posicién. de esa.persona ante Ja vida, ‘Hay también un gran riesgo y €s gue como Jestamente en este tipo de terapia se da mucho igar a Ja queja —nadie que no tenga una queja va al psicoanalista-, el riesgo es tender a haver esta qja interminable. A no poner limite a est quej2- Soa esos anflisis intenpinables donde los pacientes agregan a sus-quejas ~que no semodifi- can alguna explicacién de orden psi (que tam- poco se modifica). Creo, -y esto 10 digo para 1 quienes practicamos el psicoandlisis~ que af hay pun desafio pare esta época en la que ya se imapnso el andlisis como un recurso terapéutico, que es poder hacer los tratamientos ins breves y eficaces. Lo he dicho otras véces, cuando 2 Freid le pre- gmtaban cémo hacer los tratamientos ms breves, respondia “Hacerlos bien”. argue Jo que Jo causa es de un Hoy la gente esté més dispuesta a analizarse que- : ectonces, bay una sobre oferta de propuestas psi, ¥ i desafio del latlo de los analistas es enorme: cfrmo lgrar tratamiatos més eicares yen menor Podemos planteer la queja como wma epi- demila, en el sentido de contagiosa. Contagio akque, lay que saber ponerle un limite en la vida coti- diana. Deo contrario el mensaje puede llegar aser “Quejate que no te escucho”, o “Quejate que me satisfago con tu queja”. Es cuando se dejade tomar serio al otro. Hay mucha gente que, en st misma forma de dirigirse al oto, elimina a posi- bilidad de que ese otro Jo escuche. Lo que posibilita el psicoatiélisis es, entonces, poder encontrar cudl es el motivo de la queja en cada uno. Hablaban del humor. Me parece una exce- lente respuesta como posibilidad ante la queja, lam esta que decia de la cierto que hay en ella algo de la iden tidad de los argentinos: piensen sino en el tango. MTenemos més vocaciGn para la-queja que para el humor, aunque haya un mont6n de chistes, y creo que encontrar la yeta para responder con urnor aun en [as situaciones mAs dificiles, implica poder Gomerse del lugar del yo, ya sea individual 0 nacional. “También hablaron de acci6n y sf, creo que Ja quejaces tna invitaci6n pasiva a cierto acomodo, envuna posici6n dificil de abandonar y que el inten: -to de superaria a través de una accién, pone en movisniento. : Quiero marcar el carSicter tragicdmico de toda queja, aun de les qnis teccibles. Hagan el ejer- cicio de buscarlo en Jas quejas que escuchen. Cualquier queja, por mas tigica que sea, tiene su vertiente c6mica; lo cual leva a relativizarla. ,Qué decir de la relaci6n entre el Libro de Quejasy la consulta al analista? Ya que'se lo norn- 1ir6 en alguna intervencién. I que deja su queja escrita lo hace com cierta satisfaccién: saber 0 suponer que hay otro que lo vaa leer, es un consuelo a veces, una Protes- ta, una descarga. En la consulta al analista, la recepcin de Ja queja es mm engafio; ya que quien escucha estf entrenado para hacer que esa queja yaelva a quien la plantea Es una queja que va al analista, vuelve a quien la formula intexrogéndole. sobre su deseo, y el dia que la resuelve, esa queja pasa al olvido. Se disuelve a veces, otras se alivia. HD siempre logramos rsolverla, muchas veces logramos que pierda su intensidad o se tru pene jeque por | Es de esperar que el andlisis logre que la queja tenga otro lugar en el habla de quienes pasaron por é. Que tengan una relacién dife- rente con la queja; es decir con su manera de gozar y padecer. Alcanzan a yer lo delicado de la tarea analitica, para lo cual es fundamental la buena formacién de los analistas, lo cual inclayé su propio andlisis, su formaciéa tanto tedrica como prictica y su insercién profesional. Crremot que estas actividades con péblico general son también imprescindibles para conocer 10s efectos de 1x aplicaciin y frenemisidn de esta cisciplina ava tan joven en novetro medio y to que se espera de nosotros. Bs por ello que agraderco en mi nombre ¥ en el de mis colegas vuestra presencia y participacién, el entusiasmo can que Tesponden # nuestr®s pro~ puestas y... aguardamos vuestras quejas. Muchas gracias , { | 4 : | S 1 { ! \ { t \ i { \ | | g (Miche: Catalogo tiravin Oucmate 36 : _ -—E] Psicoandlisis en st Sigte :

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