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ISEPHANIM, TIERRA DE CONEJOS 1. LOS PRIMITIVOS POBLADORES DE ESPANA Hubo un tiempo en el que la lengua espafiola no existia. Como apuntamos en la Introduccién, aquélla es un desarrollo del latin, pero esta lengua no va a llegar a la Peninsula Ibérica sino en el siglo III aC. Entonces, gqué hablaban los pobladores del territorio que hoy conocemos como Espafia antes de que fueran sometidos por las huestes de Roma? La arqueologia ha demostrado que en la Peninsula Ibérica la presencia humana data del paleolitico inferior (ca. 1.400.000 aC.), presencia que se ira reafirmando con el correr del tiempo hasta alcanzar, todavia en el mismo perfodo, un grado de desarrollo importante reflejado en el arte rupestre (cuevas de Altamira, Castillo, etc.) y el mobiliar (plaquetas de Parpall). Llegados al neolitico (ca. 5.000 aC.), aparecen las primeras influencias orientales; a fines de este perfodo y comienzos del eneolitico se desarrollan las culturas urbanas con fortificaciones. Luego, con la aparicidn de la metalurgia del bronce, la Peninsula se incorpora definitivamente a las culturas orientales; es en este momento cuando surge en el sureste de Espaiia, en la actual provincia de Almeria, la ciudad de El Argar (1700 aC.). Al inicio de los tiempos histéricos el mapa de Espana presenta tres grandes areas culturalmente diferenciadas. En torno a los Pirineos, la de los ancestros de los actuales vascos, pueblo de origen desconocido que atin hoy plantea toda una serie de interrogantes a las distintas ciencias humanas y sociales. En el Biografia de una lengua este se extendia la civilizacion de los tberos; de ellos, que procedfan probablemente de Africa del norte, viene el nombre de Iberia. Vascos e fberos constituyen, sin lugar a dudas, los primitivos pobladores de la Peninsula. El sur, por su parte, estaba ocupado por los tartesios, oriundos quiz4s de Asia Menor. Esta va a ser, grosso modo, la situacién demogr4fica para cuando comiencen las grandes invasiones colonizadoras de la Peninsula que habrian de sucederse desde el siglo XII aC. De estas oleadas humanas los primeros en arribar a las costas espafiolas fueron los fenicios, los cuales fundaron la ciudad de Gadir (llamada luego Gades por los romanos, Qadis por los dra- bes, la actual Cadiz) hacia el afio 1100 aC. Este pueblo semita, procedente del Mediterraneo oriental, llamé el territorio europeo donde habja desembarcado Jsephanim, que en su lengua valia por ‘costa o isla de conejos’. Esta palabra, transformada por los cartagineses en Ispania (la Hispania de los romanos), es el origen de la actual Espana. A partir del siglo X aC. comienzan las migraciones de los celtas, pueblos procedentes de Europa central que iran estableciéndose en toda la Peninsula excepto en el valle del Guadalquivir y el Levante. Al mezclarse con los iberos formarfan el grupo celttbero, que ocup6 el centro-este de Espafia. Seguidamente (s. VII aC.) se establecen los griegos en las costas de Levante, pero no pudieron extenderse mucho debido a la competencia de las factorias fenicias. A ellos se debe la generalizacién de los términos Iberia e Iberi para designar la tierra y los pobladores aledafos al Ebro. Desaparecidos fenicios y griegos, surgen los cartagineses como sucesores del comercio fenicio, y los romanos como herederos de los mercados griegos. Esta situacién va a durar hasta el siglo III aC., cuando las tropas romanas invaden la 8 Enrique Obediente Sosa Peninsula Ibérica dando inicio al proceso que la convertirfa en provincia de Roma. Ante tal diversidad de pueblos (a los que quizds haya de agregarse, con las maximas reservas, el ligur dadas "las coinciden- cias formales entre topénimos espafoles y otros de zonas italianas o francesas que se han venido considerando ligdricas" (Lapesa 1980, pag. 20)), no es de extrafar que la Peninsula constituyera un abigarrado mosaico de lenguas, tal como lo han demostrado la arqueologia y la toponimia, confirmando asi lo que ya Estrab6n habja afirmado en el siglo I aC. en su famosa Geografia. A manera de ejemplos considérense los siguientes top6nimos: Amaya, del vasco amai ‘limite’; Aranjuez, con el elemento vasco aranz ‘espino’; Segarra, del vasco sagar ‘manzana’; Urbel, compuesto con las voces vascas ur ‘agua’ y bel ‘oscuro’; Malaga, del fenicio mdlaka ‘factoria’; Cadiz, del fenicio gddir ‘recinto amurallado’; Ampurias, del griego empérion ‘mercado’; Segovia, de la raiz céltica sego ‘victoria’. El mapa lin, de la Espafa prerromana seria, pues, mas o menos el siguiente: -En el norte, una franja extendida desde las costas cantabricas hasta los Pirineos con poblacién de lengua vasea, lengua que hasta el momento no ha dejado saber su origen y de la cual no se ha encontrado ninguna lengua pariente. -En el este, el ibérico, lengua probablemente de la familia camitosemitica. -En el sur hallamos, por una parte, el tartesie, al parecer lengua si no idéntica al menos estrechamente emparentada con el etrusco; por la otra, micleos de lengua fenicia (de la familia semitica) y de lengua pimica (variedad de fenicio hablada en Cartago). Biografia de una lengua -Finalmente, en el centro, el oeste y el noroeste, el celta, lengua indoeuropea del grupo céltico; el celtibero, la variante hablada por esta comunidad hispanica del centro-este, se caracterizaba por su forma arcaizante en relacién con el celta comin o galo. De todas estas lenguas la Gnica que va a resistir a los embates del tiempo y de la romanizacion de la Peninsula sera el vasco, llamado por la comunidad que lo habla euskera. El resto irfa desapareciendo hasta su total extincién. 2. SUSTRATO, ADSTRATO Y SUPERESTRATO Sin embargo, una lengua no desaparece de la noche a la manana. Durante un tiempo m4s o menos largo existe una situacién de bilingiiismo en aquellos territorios ocupados por gentes de lengua distinta de la del grupo invadido. Si el grupo invasor se consolida en esas tierras, consolidacién basada general- mente en la fuerza de las armas, es muy probable que imponga, junto con las estructuras politicas y econémicas, su propia lengua, lengua que, no obstante, asimilaré elementos de la lengua del pueblo sometido. Al conjunto de elementos lingiisticos que pasan a una lengua procedentes de otra antes de que ésta desaparezca se le da el nombre de sustrate. Dice Fernando Lazaro Carreter (1962, s. v.) en su Diccionario de Términos Filolégicos que "Por analogia con las capas geoldgicas, se da este nombre a la lengua que, a consecuencia de una invasién de cualquier tipo, queda sumergida, sustituida por otra". Asi, la lengua primera se extingue mas no sin antes dejar huellas en la lengua segunda, huellas que pueden aparecer en la pronuncia- cién, en la gramatica o en el léxico, cuando no en todas esas areas. 10 Enrique Obediente Sosa De este modo se habla, por ejemplo, de un sustrato celta de la lengua espafiola para referirse a aquellos elementos o rasgos célticos que, de manera directa o a través del latin hablado en Espafia, atin hoy se conservan en nuestra lengua. Podemos representar la nocién de sustrato mediante el siguiente grafico: Q @> © celta latin espafiol Pero la relacién interlengua puede ser también de otra naturaleza, como la relacién de coexistencia sin que ninguna de las lenguas en contacto desaparezca, sin que una llegue a sumergir a la otra. Tal contacto, por el contrario, resulta mas bien enriquecedor para ambas del hecho de que cada lengua da y recibe elementos de la vecina. Cuando se produce este tipo de relacién se habla de adstrato, definido como el conjunto de elementos 0 rasgos procedentes de una lengua vecina como resultado de una situaci6n _cogrdfica 0 social particular; esa “aportaci6n extranjera" no ahoga, como ya se dijo, la lengua recipiente. En el caso del espafiol hablamos, por ejemplo, del adstrato vasco y del adstrato arabe para referirnos a las influencias que esas lenguas tuvieron en el desarrollo de aquél. Esta nocién puede ser representada por el grafico siguiente: vasco espafiol 11 Biografia de una lengua Por ultimo, un tercer tipo de relacién es el que se da entre dos lenguas cuando, después de un contacto més 0 menos prolongado entre la autéctona y la venida de fuera, ésta Ultima desaparece dejando, no obstante, huellas en la lengua original. Se trata, por tanto, de la situacién inversa a la de sustrato: el pueblo invasor, a pesar de imponerse en el territorio ocupado, no logra desplazar la lengua del pueblo invadido, por el contrario, aquél adopta la lengua de éste. Los elementos que quedan de la lengua extranjera en la lengua primera constituyen lo que se conoce como superestrato. Es el caso, por ejemplo, de los elementos germdnicos que pasaron al latin cuando los llamados pueblos bérbaros irrumpieron y se asentaron en las hasta entonces provincias de Roma. Esquematicamente representamos el superestrato como se ve abajo: @-—_& latin germanico Como iremos viendo, el espafol no es s6lo el latin que en territorio peninsular sufrié una serie de transformaciones internas con el correr de los siglos, sino también el producto de ese latin hispanico sometido a influencias lingiisticas externas originadas en las distintas situaciones politicas y sociales conocidas por Espafia a lo largo de su historia. Son esas influencias externas, que toda lengua experimenta en mayor 0 menor grado, lo que la lingiiistica ha sistematizado bajo las nociones de sustrato, adstrato y superestrato que acabamos de definir. Estos conceptos han de manejarse, sin embargo, con mucha cautela pues (apartando el caso de los préstamos léxicos y morfolégicos) no siempre es facil determinar a ciencia cierta si tal o cual fendmeno lingiifstico es la resultante de una influencia extranjera, 0 si simplemente esa influencia no ha 12 Enrique Obediente Sosa hecho sino acelerar un cambio que ya se estaba gestando internamente. La prudencia ha de ser mayor cuando la influencia se atribuye a lenguas desaparecidas de las cuales no hayan quedado testimonios escritos. Esto no obstante, consideramos valida la afirmacion de Lapesa (1980, pag. 39) al sefalar que “cuando un fendmeno propio de una regi6n es muy raro o desconocido en el resto de la Romania, si en el idioma prelatino correspondiente existian tendencias parecidas, debe reconocerse la intervenci6n del factor indigena". 3. INFLUENCIAS LINGUISTICAS PRERROMANAS La influencia de las lenguas habladas en la Peninsula Ibérica antes de su romanizacion es relativamente poca. Los aportes que presentaremos a continuacién constituyen una parte magra de lo que es la lengua espafiola, pero reflejan hasta qué punto estaban arraigados ciertos elementos lingiiisticos que no pudieron ser sofocados por el latin. Solo sefialaremos los mas relevantes y que ofrecen un alto grado de probabilidad de proceder de algunas de las lenguas prerromanas. 3.1. Del Eusquera En el plano fonoldgico Ciertos rasgos fonolégicos de la lengua espafiola son producto, segtin muchos estudiosos, de la influencia ejercida por el idioma del pueblo vasco, pueblo aledafo a la regién donde naceria la que habria de convertirse en la lengua general de la Peninsula, como veremos mas adelante. Asi, en este plano se 13 Biografia de una lengua destacan tres fen6menos de muy probable influencia vasca que van a distinguir el espafiol de las otras lenguas romances’. 1) La transformacién de /f-/ inicial latino en el fonema fricativo glotal /h-/, fonema que siglos mas tarde desapareceria reducién- dose al cero fénico ©. Y es que el vasco no tenia originalmente la consonante labiodental /f/ por lo que sustituy6 ese fonema latino por la usualmente llamada aspiracién. Esto explica, por ejemplo: lat. facere > hacer, ficus > higo, etc. (N6tese que los equivalentes en otras lenguas neolatinas conservan el /f-/: francés faire, figue; italiano fare, fico; portugués fazer, figo). 2) La ausencia, en espafiol, del fonema labiodental sonoro /v/. Inexistente éste en eusquera, la no diferenciacién de /b/ y /v/ se iria extendiendo a la Peninsula desde los Pirineos: lat. vinum > /bino/ . 3) Agréguese a lo anterior el hecho significativo de que tanto el espafiol como el ecusquera tienen sdlo cinco fonemas vocadlicos, de timbre claro y bien definido (las otras lenguas romances poseen sistemas vocilicos de entre siete y quince fonemas), y dos consonantes vibrantes: la simple /r/ (ere) y la multiple /r/ (erre), hechos que no parecen casuales. > Se utilizan los signos y diacriticos del Alfabeto Fonético Internacional. Adviértase que en latin no se usaba ningdin signo grafico para indicar ni la cantidad vocélica ni la silaba acentuada. En esta obra indicaremos con una tilde la sflaba tonica para facilitarle al lector la correcta acentuacién de la palabra latina de més de dos silabas, tnico caso de posible confusién, pues las de dos sflabas no podian Ievar el acento sino en la primera. 14 Enrique Obediente Sosa En el léxico Entre las palabras que seguramente pasaron del vasco al espafiol podemos sefialar las siguientes”: aquelarre < akelarre ‘prado del macho cabrio’, voz compuesta de aker ‘macho cabrio’ y larre ‘prado’, porque, segtin Ja leyenda, en los prados se reunian las brujas con el demonio, el cual supuestamente se aparecia bajo la forma de dicho animal. cencerro < zinzerri {d. chaparro < txapar(ra) id., diminutivo de zapharra ‘mato- rral®. chatarra < txatarra, diminutivo de zatar ‘trapo’. garrapata, metatesis de *gaparrata, derivado de gaparra 0 kaparra ‘zarza’, porque tanto el 4caro como el vegetal se agarran fuertemente a la piel. izquierdo < esker id. lagafia < lakaifia ‘hebra’, ‘aspereza’, ‘gajo’. mogote < *mokoti ‘puntiagudo’, derivado de moko ‘punta’, ‘pico’. parranda, derivado de parra ‘risa’. pizarra < lapitz-arri ‘piedra de pizarra', palabra compuesta de Japitz ‘pizarra’ y ami ‘piedra’. zurdo < zur ‘avaro, agarrado’. 2 Los comentarios y las citas de las etimologfas dadas en este capitulo estén tomados de Corominas (1976) 0 Corominas y Pascual (1980) en la voz correspondiente. > Bl digrafo del vasco representa el mismo sonido que en espaiiol el digrafo . 15 Biografia de una lengua 3.2. Del Céltico A la lengua de los celtas, el espafiol le debe aportes no s6lo léxicos sino incluso uno morfolégico, ademas de influencias sobre la pronunciacién. En el plano fonolégico En este nivel se cuentan dos fenémenos caracteristicos: 1) La sonorizacién de las oclusivas sordas latinas en posicién interna, 0 sea, el paso de /p t k/ a/b d_ g/, respectivamente: lat. capra > cabra, caténa > cadena, ficus > higo. 2) La transformacién del grupo interno latino /-kt-/ en /-tf-/ (=): lat. nocte > noche, pectus > pecho. En el plano morfoldgico La morfologia del espaol posee un sufijo de origen céltico: {-iego}, formador de adjetivos con la idea de ‘pertenen- cia’, ‘relativo a’; es el que encontramos en, por ejemplo, mujeriego, palaciego, veraniego, nocherniego, etc. En el léxico El vocabulario espafiol de origen céltico suele agruparse en dos secciones: a) la de las palabras que han tenido vida de manera més o menos ininterrumpida desde antes de la latinizaci6n de la Peninsula, y b) la de aquéllas que fueron adoptadas por el latin enriqueciendo su léxico, y que, de modo 16 Enrique Obediente Sosa general, pasaron también a otros romances; de estos préstamos del céltico al latin se trataré en el capitulo siguiente. Entre las primeras tenemos (con diverso grado de certeza) las siguientes: berro < béruron id. brio < *brigos id. colmena < *kolména, derivado de *kolmos ‘paja’, por ser de este material de que estaban hechas en tiempos antiguos. gancho < *ganskio ‘rama’. garza < *karkia id, légamo < de la raiz leg- ‘formar capa’ y el sufijo -amo, porque el barro pegajoso se extiende en capas. pico < beccus id. silo < silon ‘semilla’. tarugo < *tanticon ‘clavija’. vasallo < *vassdllos '‘semejante a un criado’, derivado de vassos ‘servidor’. Hay que tomar en cuenta, por otra parte, las voces que, a través principalmente del francés, pasaron en distintos momentos hist6ricos al espafiol procedentes del céltico hablado en otros territorios, tales como: droga, de la palabra céltica que significa ‘malo’ (conserva- da en las siguientes lenguas celtas: bretén droug, galés drwg, irlandés droch). galleta, del francés galette id., derivado de galet ‘guijarro’, por la forma plana de la galleta; el término galet es diminutivo del francés antiguo gal id. jabalina, del francés javeline id., derivado de javelot ‘pica’, del céltico gabalos ‘horca’, ‘tridente’. 17 Biografia de una lengua tonel, del francés antiguo tonel, diminutivo de tonne, del latin tardio tunna, que a su vez procede del céltico tunna ‘piel’, de donde el significado ‘odre’ y después ‘cuba’; de la misma palabra francesa procede el inglés tunnel, que en esa lengua pas6 a significar ‘cao subterraneo’ y ‘tinel’, de donde lo tomé el espafiol. truhan, del francés truand, a su vez procedente del galo “trugantos ‘desgraciado’. virar, del francés virer, voz que viene del céltico *viro ‘me desvio’. 3.3. Del Ibérico De pocas palabras puede decirse con cierto grado de probabilidad que son de origen ibérico. De entre las cominmen- te dadas como tales por los etimologistas se pueden mencionar las siguientes: balsa calabaza, caparazén y galdpago, trio emparentado procedente de un étimo ibérico cuyo sentido fundamental era el de ‘cubierta a modo de c4scara dura’, sema que -como se ve- es comin a los tres vocablos. Ademas del poco conocimiento que se tiene del ibérico, el problema de las etimologias aumenta por el hecho de que muchos autores no hacen la diferencia entre el ibérico propiamente dicho y el vasco, englobando en el primer término el conjunto de lenguas no indoeuropeas habladas desde tiempos remotisimos en la actual Espana. 18 Enrique Obediente Sosa 3.4, De origen no determinado Por lo que se acaba de decir y por el hecho de la dificultad en asignar tal o cual origen a un elemento lingiifstico prerromano, se impone abrir una nueva seccién en la que se incluyan aquellos elementos procedentes ciertamente de alguna de las lenguas habladas en la Peninsula antes de la introduccién del latin, pero de los cuales no puede afirmarse que provengan de una u otra lengua especifica. De tales elementos sdlo se puede decir que son de origen prerromano. En el plano morfolégico 1) Se destaca el sufijo derivativo {-rro}, el que se encuentra en, por ejemplo, machorro (< macho), buharro (< biho), guijarro (< guija), etc. 2) Con todas las reservas del caso, parece verosimil que sea de origen ligur el sufijo {-asco}, el que encontramos "en pefiasco, nevasca, borrasca" (Lapesa 1980, pag. 46). En el léxico Mas significativo resulta ser el vocabulario, sobre todo por la vitalidad que atin exhiben muchas de las palabras que nos vienen de la mas remota antigiiedad hispanica. Entre ellas cabe destacar las siguientes: arroyo, forma masculina correspondiente a arrugia, que Plinio recogié en Espafia en el sentido de ‘galeria de mina’, teniendo en cuenta que por esas galerias circulaba agua. barranco barro 19 Biografia de una lengua cama, del hispanolatino cama ‘yacija, lecho en el suelo’. San Isidoro de Sevilla (560-636) en sus Etimologias dice: "dormimos en camas" («dormimus in camis»), e inmediatamente afade, para aclarar la significacién del vocablo, que se trata de "nuestros lechos" («d est in stratis nostris») (XIX, xxii, 29). Y en otra parte especifica que "la cama es poco alta, cercana al suelo" («cama est brevis et circa terram») (XX, xi, 2). caspa, probablemente de una palabra cuyo sentido fundamental era ‘residuos’, ‘fragmentos’. cazurro conejo < lat. cuniculus, forma latina de una voz posiblemente emparentada con el vasco untxi, que procederfa de un antiguo diminutivo *kun-txi. Tanto Plinio como Eliano aseguran que el animal y el nombre eran de origen hispanico en la Roma antigua. gordo < lat. gurdus ‘necio’. Quintiliano dice que era pala- bra vulgar procedente de Espafia. De ‘necio’ pas6 a significar ‘grueso’ y luego ‘gordo’. gusano lanza < lat. lancea. Segan Varr6n, la palabra latina seria oriunda de Espafa. Es probable que sea celtibérica. losa < *lausa ‘losa’ o ‘pizarra’. manteca mofo, probablemente de la raiz munn- 0 monn- ‘bulto’, ‘protuberancia’. mufeca, originalmente ‘hito, mojén’; de ahi a través de, la idea de ‘protuberancia’ se pas6 a ‘articulacién abultada de la mano con el brazo’ y a ‘lio de trapo de forma redondeada’, de donde luego a ‘figurilla que sirve de juguete’. paramo < latin hispanico pdéramus. Respecto a esta palabra, se tiene el testimonio de una inscripcién del siglo II dC. encontrada en Le6n, la cual habla de la ofrenda de unos cuernos 20 Enrique Obediente Sosa de venado que un tal Tulio Maximo le hace a la diosa Diana, venado que caz6 «in aequére pdérami» "en la Ilanura del paramo". pestania < *pistanna, probablemente emparentada con el vasco pizta ‘legafia’ y piztule ‘pestafia’. rosca, derivado quiz4 de una voz equivalente del tema indoeuropeo rothsko- ‘que corre’, ‘rapido’. sapo sarna < lat. tardio sarna, cuyo origen esté probablemente emparentado con el vasco sarra ‘escoria’. El mismo obispo Isidoro, transmisor de la cultura latina al mundo visigético, dice respecto a sarna que éste es el término que usa el vulgo para designar la dermatosis llamada en la lengua culta scabies: («scabies [...] hanc vulgus sarnam appéllant») (Etimologtas, IV, viii, 1). 21

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