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} ; | Digosiah og 4367 ae Ene tends 2 150( HL ESCRITOR ARGENTINO Y LA TRADICION 1 Qoieo femur y justia sips propescnss es cine seve el probes dl ert geno Y tein. Mi sepa no © rete a8 dated © imposldad de eleva sno a a casenc igen del problema, Ceo que nor enfrenta un term hen aplo pun desrlos pation; mis que de ans vr ser diel reel ae fe ausency de un ‘sme de ur seaoprbler Antes de eri, quer comidea a laren y sluones mis cortntcsEmpetaré por tnt Sen ue se ha ho cat ints ques present ao leborain de reoamiente; Ih gue aftme que Ia te i lea argentina ya exten la pss gc <. Soin ells, el ei, lee recedes ene de ia pools chs den asta a cater tcporioeo, yon on po de para y Gust oe spespe Be slain is comin 7 Po ep a sido popes por Lagones en Bl pasar shi se kee gu los srgentnon pssemos un prc cles 1 Yen voila de se dal Cle te Ee tprine dase ¢ JORGE LUIS BORGES 6) Marta Fiero, 9 que ee pour debe et puts aot cts To" que lx poems mis facen prs. Tos reas. Pree dif cntadet ea oping. sin er powbo de Marti Fino. Cio gue & Marin Poo 6: la ohm mis perduibe que hemos ecto los agen tinos y cto con Ls misma lntensidad gue 20 pode tuponee gue el Aitin Fre eh, cs alguns seve tre dich, svat By sua Io sean Rario Rojas, que tnkida ha recomended ct sonizacén del Mtn Fir, ive ure pigina, cys Hivora dela Uterteresgeninn, que are lug comin gus es ria Rojas toa a psa de hs grochscon, ede ta poste de Hidkiqn, Aan, Dtanisoo del Campo 1 Joo Hermindr, In deriva de In post de lon pa doves, de la espemines posi ce los gouthon, Hace nota ue el metro de la pia poplar el ectonso 1 ove fos satores dela posse gauche maven ee Into, yaeabu por cnicerr le paca deo guacher Ces como um coatincin © mignfiain de I pss de kon payne Soypecho ue hay on give enor en esta aliens pode dear un hil err, porque se ve que Raj para due rie poputar ala poesia de len guatcon, Empica en Hidlgo y calmioa en Hetindss Ife seta como wos cotinsacin 0 dative de I dos Boeke, yas, Bolom Haugo eo el Homers de est pos, como jo Mie, seo wn labo. iaedo Rojas hace de Halo uy papots sl em tiga, seg la misma Histone de le lima erom tins, ete sapueso payor erp compan Yeas codcsilabos, meted attlinete vendo ly pata, dase [BL ESCRITOR ANGENTINO ¥ LA TRADICION es, que no pertibien su armoota, como no percbieron | armonia del endecaslabo los lectores expatioles ena do Garcilaso to imports de Italia Entiendo que hay una diferencia fundarental entce Ja poesta de los gauchas y Ik poesia gaucbesce, Basta comprar cualquier coleccion de poestas popalates con el Matin Fierro, con el Paulino Lucero, con el Fausto, pa advertc esa diferencia, que exté no menos ene Hexico que en el proptsito de los pocts. Los poctas populares det campo y del suburbio versfican temas ge Netales: las poms del amor y de la auseacia, el dolor del amor, y to hucen en un Iéxico muy general tam bign; en cambio, los poetas gauchescos cultivan vin len. guaje deliberadamente popular, que los poetss popula: es no cesayan. No quiero decir que el idioma de los pottas populares sea un espafal corsecto, quiero decie que si hay incoceeciones son obea de ke ignorancks. Ea ‘cambio, en los poctas gauchescos hay una basen de las palabras nativas, une profusién de color local. La prac. ba es és: un colombiano, un mejcano oun espaial pueden comprender inmediatamente les_poesias de los payadores, de los gauchos, y en cambio nocestan un slosucio para comprender, siquiera. aproximadamente, 4 Estaniskeo del Campo @ Ascasubi Todo esto puede resumirse asi: la poesia geuchesca, ‘que hn producido —me apeesuro a cepeticlo— obras a mirables, es un género fiteracio tan artificial como cus! uier of:o. Ea Ins primerss composiciones gauchesas, en Tas trovas de Bartolomé Hidalgo, ya hay ua. propé sito de presentarls en Funcién del gaucho, como diehas ‘Por gauchos, para que ef lector las Jea con una entonac ida gauchercs, Nada més lejos de la poesit popular ) 353 ( ee eee JONGE LUIS BoncEs El pueblo —y esto yo Jo he abservado 0 s6lo en los payadores de la campafa, sino en lo de ls oillas de Bue bo» Aires—, cuando versifica, tiene la conviccién de eje- catar algo importante, y rehuye instintvamente las vooes populares y busca voces y gros altisonantes. Es probeble que ahora la poesia gauehesca haya influido ea los pa- yadores y étos abunden también en ccollsmos, pero en el principio no ocurti asi, y tenemos una praca (que adic ha sefalado) en ef Miri Fiero, EL Maria Fierro esti redactado en wo espaiol de en tonaciéa guuchesca y no nos de olvidar durante mu cho tiempo que e+ un gaucho el que canta; sbucda en comparaciones tomadas de Ja vida pastoril; sin embargo, hhay un pasaje famoso en que el autor olsida esta preocu. pacign de color local y escibe en un espafiol general, ¥ 80 habla, de temas vernieulos, sino de grandes tems abstractos, del tiempo, del espacio, del mar, de [a noche. ‘Me teficeo a Ia payada entee Martin Pierto y el More- 0, que ocups el fin de la segunda parte. Es como si 1 misimo Hernindez hubiera querido indicat la diferen- ia entre so poesia gauchesca y 1a genuina poesia de Jos _guuchos. Cuando esos dos gaichos, Fierro y el Moreno, se ponen cantar, olvidan toda afectacion gauchesea y abordan temas filoséticos. He podido compeobsr lo ‘mismo oyendo 2 payndoces de ke orillas; é0s rehayen el versificar en orilero 0 Wwofardo y tratan de expresarse con correccidn. Desde Inego feacsisn, peto st. proposi- to ex bacer de Ia poesia algo alto; algo distinguico, iamos decir com una sonris, La idea de que In poesia argentina debe abundar a asgos difetenciales argentinos y en color lool acgentino ‘me paroce una equiveeacin. Si nos preguatan qué libro 2354 ( FL HSERITOR ARGENTINO ¥ LA TRADICION 5 mils argentino, el Martin Fierra 0 los sonetos de Lt wma de Enteque Banchs, 00 hay singona razéa paca ddecit que es mis argenting al primero, Se diti que ca ‘La wria de Banchs no estén el paise argentino, la topo- spfafia argentina, Ia botinica axgentins, Ii zoologla at- -gentina; sin embargo, hay otras condiciones argentinas fen Le arma. Recuerdo ahora unos versos de Lt nua que parecen ‘scrtos para que no pueda decisse que es un lito ar _gentino; son los que dicen: ",..El sal en los tejados / y en kas ventans brilla. Ruisesores / quieren decir que estin.enamoraces. Aqui parece inevitable condenae: “el sol en los teja dos y en las ventanas brilla”. Enrique Banchs escribié estos vetsos en un suburbio de Buenos Ages, y en tos suburbios de Buenos ites no hay tejados, sino azotecs ‘uisefores quieren decie que estin. enamocados”; el tuiserior es menos un péjaro dé la realidad que de la literatura, de la tradicion geiega y getménica, Sin em: hargo, yo diria que en el manejo de estas imigencs convencionales, en ev0s tejndos y en esos eusefones and: smalos, no estarin desde luego Ia argnitectura ni la orni= tologia argentinas, pero estin el pudor argcating, a reti- cencia argentiny; Ia circunstancia de que Banchs, al hablar de ese gran dolor que lo abrumsba, al hablar de fest mujer que lo haba dejado y habia dejedo vacio fl muodo para él, recurca a imigenes extranjeras y convencionales como los tejados y los cuiseioes, es sig Aificativa: signifiativa del pador, de la desconfianca, dle las reticencias argentinas; de la difieskad que tene ‘mos pam las confidencias, para la intimidad, Ademis, no sé si es necesario decir que It idea de que dass JORGE LuIs moRGES tuna literatura debe definirse por los rasgos difereociales del pais que la produce es una idea reltivamente nueva, también es aueva y arbitraia ta ides de que los est tores deben buscar temas de sus pulses. Sin it mis lejes, creo que Racine ni siquieta hubiera entendido a ns persona que le hubiese negado su derecho al titulo de Peta francés por haber buscado teams griegos y latinos, Creo que Shakespeare se habria asombrado si hubieran preendido limitarlo a temas ingleses, y si le hubiesen sicho que, como inglés, no tenia derecho 2 escribit Harnles, de tema eseandieavo, © Macbeth, de tema esco- fs, El cto argentino del calor local es un reciente caulto eutopeo que los nacionalistas debertan rechazar por forinco, Hie encontrado dias pasados una curiosa contirmacién de que lo verdadecamente mativo sucle y puede pres: ‘indir del color local; enconteé esta confirmscién en la Mistora de la declinacion y exida del Imperio Romano de Gibbon. Gibbon observa que en el libro drabe por excelencia, en el Alcorn, no hay camelios; yo creo que si hubierv alguna duds sobre fa autenticidad del Alcorn, bestaria esta ausencia de eamellos pata probar que es ‘arabe. Vu escrito por Mahoms, y Mahoma, como deabe, ro tenfa por qué saber que los camellos erin especiah mente érabes: can para parte de Ia realidad, no tenia por qué distinguirlos; en cambio, un falsvio, un tursta, un nacionalista drabe, Jo primero que hubiers hecho es prodigur camellos, caavanas de cxmellos en cada piigioa; pero Mahoms, como ‘abe, estaba tran squilo: sabia que podia ser itabe sio camellos. Ceeo que Jos argentinos potemos parecemnos a Mahoma, podemos 3 156¢ 5 PSCRITOR ARGENTINO ¥ LA TRADICION ‘reee en Ia posblidad de ser argentinos sin abundas ea color local ‘Séame permitida aqui una confidencia, uns. minima confidencia. Durante muchos afios, en libros ahora fe lizmente olvidados, teaté de redactar el sabor, la een cia de los barrios exteemos de Buenos Aires; natural mente abundé en palabras locales, no prescind! de ps labras como cuchillers, milonga, lapit y otras, y ese bi asi aquellos olvidables y elvidados libros; lg, hard lun afio, esenbf una historia que se llama Le muerte y Je bina que es v0a suerte de perils, una pesidill fn que figaran elementos de Buenos Aires deforimados por el horror de In pesailla: pienso alli en el Paseo Colin y Jo tama Rue de Toulon, perso en ls quintas de Adrogué y las llamo Trist-le-Roy; publicada esi historia, mis amigos me dijecon que al fin hablan en ‘ontrado en Jo que yo escribia el sabor de las afueras Be Buenos Aires. Precsumente porque no me habia propuesto cnconirar ese sabor, porque me habia. aban- ddonado al suetc, pade lograe, al cabo de tantos ais, Jo que antes busqvé ea vano, Ahora quiero hablar de una obes justamente ihustre aque suelen invocar los nacionalists Me reliero 2 Don Segndo Scmbra de Giiraldes. Los naciomalistas nos dicen que Don Segundo Sombra es el tipo de libro nacional; pero si comparemos Dow Segunto Sombra con Jas obeas de Ia tradiciéa gauchesca, Io. primero. que rnotamos son diferencias. Dow Segundo Sombra abunda fen metiforas de un tipo que nada tiene que ver con el habla de Ia campaia y si con fas metiforas de los ce- éculos conternporineos de Montmattee, En cuanto & Ja fibula, a Ja historia, es ffeil comprober ea ella el das7¢ JORGE LUIS DoRGRS intinjo del Kin de Kipling, caya accién esti en tt India| y que fué esccito, a su vez, bajo el influjo de Hackiehery Fina de Mask Train, epopeya del Mi sii. At hacer esta observacién no quieto tebajac el valor de Dom Segundo Sombra: al conteario, «pero hace resallar que para que nosotros tuviérmos ese libro ub necesario que Giltaldes recoedara Ia t&nics pottica de fos centculos iranceses de su tiempo, y la obra de Ki Ping. que habia leido hacia muchos aitos; es decit, Kipling, y Mask Twain, y las metiforas de los poetas Sraneeses fueron necesarios para cite libro argentino, Para este libro que 80 es meat argentino, lo repito, por haber aceptado ests influencos Quiero sear otra contradicciin: los nacionalistas simulan venerar las capacidedes de Ja mente argention pero quieren limitar el cjercicio poético de est mente a algunos pobres temas locales, como si los argentinos s6lo pudidramos hablar de orills y estancias y no del Pasemos 2 otra solucidn, Se dice que hay una teadicén a la que debemos acogetaos Ios escritores argentines, y ‘que 2 tradicién es 12 literatura espaola, Este seguc do conejo es desde luego un poco menos estrecho que el primero, pero también tiende & encenrarnos; muchas objeciones podrfan acérsele, peto basta con dos. La primera es ésta: Ia historia aggentina puede definirse sin equivocaciéa como un querer apartisse de Espaia, ‘como un voluatario distenciamiento de Espafa. Ta se- gunda cbjecién es &ta: entee nosotros et placer de Ia Iiteratra espafola, um placer que yo personaimente com: ito, suele ser un gusto adguitide; yo muchas veces he prestado, personas sin verscin literaria especial, 3258 ¢ 4 ESCRITOR ARGENTINO ¥ LA TRADICION cobras francesas € ingless, y estos libros han sido gus tados inmediatamente, sin esfuerzo, En cambio, cwmndo he propuesto a mis amigos Ja lecura de libros espa. oles, he comprobade que estos libcos les eran difiel. meate gustables sin un aprendizaje especial; por eo creo que el hecho de que algunos ilustes excritores ar. gentinos escriban como espaioles es menos el testimo. rio de una eapacidad heredads que una prucba de In versatilidad argentin, lego a una tereer2 opinién que he leldo hace poco sobre los escritores argestinos y la trasicién, y que me Jia asombrado mucho Viene a deci¢ que nosotros, Jos, argentino, estamos desvinculados del ‘pasado; que ha habido como una solucion de contiauidad entre nosotros y Europa. Segin este singular parecer, Jos argentinos ‘estamos como en los primeror dias de la cteacién;

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