You are on page 1of 4

MATERIAL DE COMUNICACIÓN

CURSO: LITERATURA
AÑO: QUINTO
SECCIONES: A y B BIMESTRE I
TEMA: EL LIBRO DE LOS MUERTOS

PÁGINA 25 Y DE DEL LIBRO DEL ÁREA Y 23 DE ACTIVIDADES


EL LIBRO DE LOS MUERTOS
https://www.youtube.com/watch?v=ASy92Sg6Cys
El Libro de los muertos es el nombre moderno de un texto funerario del Antiguo Egipto que se utilizó desde el comienzo del
Imperio nuevo (hacia el 1540 a. C.) hasta el 60 a. C., tras la caída de Egipto.

El nombre egipcio original para el texto, transliterado es convencionalmente traducido por los egiptólogos como Libro de la
salida al día, o ‘Libro de la emergencia a la luz’. El texto consistía en una serie de sortilegios mágicos destinados a ayudar a los
difuntos a superar el juicio de Osiris, asistirlos en su viaje a través de la Duat, el inframundo, y viajar al Aaru, en la otra vida.

El Libro de los muertos era parte de una tradición de textos funerarios iniciada por los más antiguos Textos de las pirámides y
Textos de los sarcófagos, que se inscribían sobre muros de tumbas o en los féretros, y no sobre papiros. Algunos de los
sortilegios del Libro de los muertos fueron extraídos de estos textos antiguos y datan del III milenio a. C., mientras que otras
fórmulas mágicas fueron compuestas más tarde en la historia egipcia y datan del Tercer período intermedio (siglos XI-VII a. C.).
Algunos de los capítulos que componían el libro se siguieron inscribiendo en paredes de tumbas y sarcófagos, tal y como habían
sido los sortilegios desde su origen. El Libro de los muertos se introducía en el sarcófago o en la cámara sepulcral del fallecido.

No existía un único y canónico Libro de los muertos. Los papiros supervivientes contienen una variada selección de textos
religiosos y mágicos y difieren notablemente en sus ilustraciones. Algunas personas encargaban sus propias copias del libro, tal
vez con una selección de los sortilegios que consideraban más importantes para su propia progresión en la otra vida. El Libro de
los muertos fue comúnmente escrito con jeroglíficos o escritura hierática sobre rollos de papiro, y a menudo ilustrado con
viñetas que representan al difunto y su viaje al más allá

Características del Inframundo en el Libro de los Muertos.


La literatura religiosa egipcia presenta un amplio repertorio de textos que hablan del Más Allá o Inframundo. Entre ellos cabe
destacar el Libro de los Muertos o Libro para salir al Día, guía del alma en el viaje al Más Allá y que no siendo precisamente un
libro dedicado a la descripción del Inframundo, como si lo son otros libros más específicamente enfocados a ello (como el Libro
de las Puertas o el Libro de los Dos Caminos), permite conocer algunos aspectos a través de las referencias geográficas que se
encuentran entre sus líneas.
Para llevar a cabo una descripción detallada del Inframundo, se debe partir de los detalles que se vislumbran a lo largo de esta
magnífica obra de la literatura egipcia y que a pesar de tener un enfoque claramente religioso, permite conocer el Más Allá
desde un punto de vista geográfico-descriptivo.

El Libro de los Muertos es el producto de un largo proceso de composición que abarca un amplio período de la Historia de
Egipto, una composición en la que se han añadido textos funerarios de diferentes épocas como se aprecia en la repetición de
fórmulas muy antiguas de los Textos de las Pirámides y de los Textos de los Sarcófagos de donde toma muchos de sus capítulos,
quizá por el temor de los sacerdotes a perder algún aspecto importante de la religiosidad, el conservadurismo y hieratismo
religioso imperante, y en el que también se encuentran adiciones posteriores al hilo de los nuevos tiempos y creencias. Esto
permite, en relación al tema que nos ocupa, añadir contenido y detalles a las características y descripciones del Inframundo,
configurando el actual conjunto de 190 capítulos recopilados por Wallis Budge y ordenados y numerados por Lepsius.

Estudios de otros especialistas como Molinero (1997) sobre la cartografía en los libros del Más Allá, sirven de base para
comprender cómo se estructuran según este autor los libros en función de las descripciones geográficas que realizan,
dividiéndolas en tres categorías: las que tratan regiones concretas, las que se centran en las vías de acceso y las que tocan
aspectos determinados de los lugares míticos.

En el Libro de los Muertos las descripciones geográficas hacen referencia a lugares inhabitados y no parecen componer un mapa
claro de dónde se encuentran los lugares respecto a otros o su lugar en el Inframundo. En cambio, en el Libro de los Dos
Caminos si se realiza un mapa topográfico que permite la navegación real por la Duat, lo que evidencia claramente que el
objetivo del Libro de Los Muertos no era llevarnos geográficamente por el Más Allá, sino poder llegar al otro lado mediante los
sortilegios que nos abrían las puertas y caminos, los cuales nos llevaban en la barca y nos permitían superar el juicio de Osiris.
Como aclara Taylor (2010, p. 134) no hay una secuencia de pasos patente a dar que pueda seguir el difunto, puesto que
tampoco hay una aparente estructura interna en el Libro de los Muertos evidenciada por el sistema de composición final de la
obra, en el que pese a existir cierta estructura asignada únicamente en su organización interna por los expertos modernos, no se
aprecia en las versiones que encontramos, sobre todo teniendo en cuenta el hecho de no existir ninguna versión completa del
libro.

El Juicio de Osiris representado en el Papiro de Hunefer (ca. 1275 a. C.). Anubis, con cabeza de chacal, pesa el corazón del escriba
Hunefer contra la pluma de la verdad en la balanza de Maat. Tot, con cabeza de ibis, anota el resultado. Si su corazón es más
ligero que la pluma, a Hunefer se le permite pasar a la otra vida. Si no es así, es devorado por la expectante criatura quimérica
Ammyt, compuesta por partes de cocodrilo, león e hipopótamo. Viñetas como esta eran muy comunes en los libros de los
muertos egipcios.

A lo largo de todo el texto del Libro de los Muertos se deducen algunos puntos esenciales a la hora de describir el Inframundo en
esta obra:

No es posible determinar o generar un mapa topográfico del Inframundo a través del Libro de los Muertos, debido a que las
referencias y descripciones son muy vagas e inconexas, siendo todas las alusiones a lugares meramente referenciales y
numéricas, sin dar detalles más que de manera somera de las diferentes zonas y elementos de los mismos, quizás debido a que
éste no es el cometido verdadero de esta obra, es decir, no pretende ser un mapa o guía geográfico, siendo más este enfoque el
que podemos encontrar en el Libro de los dos Caminos o el Libro de las Cavernas, a excepción de capítulos concretos como el
110 o el 149 del Libro de los Muertos.

Como en toda la cultura egipcia, parece apreciarse una dualidad clara en el Inframundo entre las zonas de recompensa y las
zonas de castigo, lo bueno y lo malo, como así lo atestiguan los nombres de las mismas, convirtiéndose en topónimos muy
clarificadores respecto a su función en el Más Allá. Por un lado tenemos los espacios para aquellos que superan el juicio de
Osiris, lugares placenteros e idílicos como los campos fértiles, Campiña de las Juncias (Cap. 149), con muros de cobre y campos
de cebada de cinco codos, etc., mientras que para los que no superaban el juicio son destinados a sectores o áreas de
sufrimiento para el difunto, como la Montaña doble, donde habita la serpiente “Lanzadora de cuchillos” y que vive de los
muertos del Más Allá. Estos lugares están mucho más detallados en el Libro de las Cavernas.

Existe una clara duplicidad entre el mundo real y el Inframundo, ya que se intenta representar en él gran cantidad de
emplazamientos reales con matices que los hacen diferentes y que les dan un carácter especial, a la vez que en el texto se
entremezclan lugares míticos y reales. Las referencias evidentes a los campos de cereal a imagen de la vida terrenal es un
intento de hacer llegar al egipcio la posibilidad de disfrute de todas aquellas buenas cosas, sensaciones y sabores que ya conoce
en el mundo de los vivos.

Las referencias a tales zonas o a elementos de las mismas son parte de los componentes fundamentales de los ritos de paso que
encontramos en el Libro de los Muertos (Taylor, 2010), ya que el difunto tiene que pasar una serie de pruebas para alcanzar la
inmortalidad y el Más Allá. El superar puertas, caminos, interrogatorios, cuevas, atravesar lagos, etc., es decisivo en esta
transformación y paso a la nueva vida. Encontramos muchos ejemplos de ello a lo largo del Libro de los Muertos, un mero
ejemplo de ello es el capítulo 144, en el que el difunto debe conocer los nombres de los guardianes de las siete puertas para
poder cruzarlas. Otro ejemplo destacado es el capítulo 99 B en el que el difunto tiene que recitar el nombre de cada uno de los
elementos que componen la barca y así poder usarla.
Como conclusión se hace patente que este libro no es una obra descriptiva del Inframundo, sino un libro dedicado a sortilegios o
salmos avalados por el poder mágico de la palabra y la escritura frente a los obstáculos que se le presentan al difunto y que le
protegían y salvaguardaban en el Más Allá.

A pesar de ello, sí se recogen descripciones del Inframundo, destacando los caminos, las puertas como vías de acceso de unos
lugares a otros y las islas como parajes y lugares específicos con unas características concretas que parecen responder en cierta
forma a la mentalidad estructural de la sociedad egipcia, que en todo momento pretende tenerlo todo perfectamente
organizado. Ejemplos de ello son las propias viñetas gráficas del Libro de los Muertos en las que el orden y composición de las
representaciones son determinantes para la comprensión y sentido del propio texto de la viñeta; véase con detenimiento la
viñeta del capítulo 125 o más específicamente la del capítulo 143, que carente de texto está compuesta por cinco registros
verticales.

Evidentemente no se trata de una guía al uso para el difunto a través del Inframundo, al menos no de una guía en sentido
geográfico, sino más bien de una guía espiritual para la salvaguardia del alma, ya que evidentemente no podemos vislumbrar
entre sus líneas una ruta o itinerario de inicio y fin. Es destacable que el hecho de que no todos los egipcios podían pagarse un
libro completo, hizo patente la necesidad de que el difunto se enterrase con los sortilegios que considerase más adecuados y
acertados para su salvaguardia en el Más Allá.

Tampoco debemos llevarnos a engaño al leer el Libro de los Muertos y pensar que los egipcios no tuviesen conocimientos de
cartografía y representación geográfica, sino tener presente que ese no era el cometido concreto de este libro, ya que si se
encuentran estos conocimientos en otras obras como el Libro de los dos Caminos o en papiros cartográficos al uso, en los que
incluso las leyendas se parecen a la simbología de mapas usada hoy día, como apreciamos en el Mapa del Papiro de Turín 1879 /
1899 / 1969.

1.- ¿Cuántos y cuáles fueron los sistemas de escritura que utilizaron los egipcios?

2.- ¿Quién es el autor del libro de los muertos?

3.- ¿Qué es el libro de los muertos?

4.- ¿Creían los egipcios en la vida después de la muerte? Explique

5.- ¿Hable sobre el papiro de Ani

https://www.youtube.com/watch?v=ASy92Sg6Cys

You might also like