You are on page 1of 3

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/320858653

TDAH en adultos y delincuencia: Una revisión de la literatura científica

Conference Paper · February 2016

CITATIONS READS

0 879

1 author:

Carlos López-Pinar
University of Valencia
29 PUBLICATIONS 6 CITATIONS

SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

PhD Thesis View project

All content following this page was uploaded by Carlos López-Pinar on 05 November 2017.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


TDAH en adultos y delincuencia: Una revisión de la
literatura científica
Carlos López-Pinar
Asociación PREVEN3. Universidad de Valencia.

Palabras clave/Keywords: TDAH, adultos, delincuencia, revisión

Abstract
Introducción. El TDAH es una condición neuropsicológica caracterizada un complejo conjunto de síntomas
de inatención, impulsividad y de hiperactividad, que aparece en la primera infancia, y en aproximadamente
la mitad de los casos persiste causando un malestar clínicamente significativo hasta la edad adulta. La
prevalencia del TDAH en la edad adulta, en la población general, oscila entre el 2,5%y el 4,4%, aunque la
gran mayoría de los casos adultos permanecen sin un adecuado diagnóstico y tratamiento.
El objetivo de este trabajo es estudiar la relación entre el trastorno y la conducta antisocial, desde el punto de
vista de la psicología jurídica y la criminología, así como de la psicobiología.
Método. Se buscaron aquellos artículos en los que aparecieran los términos “ADHD” (las siglas del TDAH
en inglés) o “Attention Deficit/Hiperactivity Disorder”, y “Criminal”, o “Antisocial”, tanto en el título
como en el abstract, en las bases de datos PsycINFO y MEDline (PubMED). Se filtraron los resultados por
fecha, seleccionando únicamente los publicados a partir de 1995 hasta la actualidad; por tipo de publicación,
sólo los que aparecen en revistas científicas; por idioma, exclusivamente los que fueron publicados en inglés;
y por grupo de edad, restringiendo la búsqueda a los adultos (más de 18 años).
Resultados. La búsqueda produjo 14.795 resultados. Tras leer el título de la publicación y el abstract de los
mismos, finalmente resultaron relevantes sólo 52 para una posterior lectura en profundidad, por realmente
estudiar la relación entre el TDAH y la conducta antisocial criminal. A partir de la lectura de esos artículos,
surgieron otros 55 que aparecían referenciados y que también se incluyeron en la revisión.
En primer lugar, en cuanto a la naturaleza biológica del trastorno, la investigación ha determinado que en el
origen del TDAH tiene un gran peso la genética, aunque su naturaleza es compleja, con hasta 50 genes
implicados. Los que hasta ahora han demostrado mayor relación con el trastorno han sido los relacionados
con la dopamina (el alelo R10 del DAT1 y el 7R del DRD4) y la serotonina (la variante larga del gen 5-
HTTLPR). La baja concentración de dopamina que aparece en el TDAH parece que provoca que el sujeto
esté habitualmente poco estimulado y activado por situaciones cotidianas, lo cual a su vez aumenta la
probabilidad de que aparezca conducta arriesgada orientada a la búsqueda de sensaciones, y en muchas
ocasiones conducta antisocial. La serotonina actúa como inhibidor de la conducta, como un regulador de la
conducta, por lo que una menor concentración de esta sustancia implica una menor capacidad para inhibir el
propio comportamiento, como ocurre en el TDAH. Parece lógico, por tanto, que este sustrato biológico
predispone a las personas que presentan TDAH a desarrollar una conducta criminal, lo cual queda
confirmado por la investigación revisada en el presente trabajo.
En la búsqueda se encontraron dos meta-análisis y dos revisiones sistemáticas, que sugieren que el TDAH en
la infancia está relacionado con la posterior aparición de conducta antisocial y que la relación entre el
trastorno y la conducta criminal es fuerte, estadísticamente significativa, aunque el efecto de una sobre otra
variable es inconsistente dependiendo de la metodología utilizada en cada estudio revisado (Pratt et al.,
2002).
Así mismo, aparecen en la literatura un amplio número de estudios de diseño longitudinal que han seguido
en distintos países a diferentes muestras de niños o adolescentes con TDAH hasta la edad adulta. Estos
estudios han hallado que los sujetos que presentaban sintomatología de TDAH en la infancia o adolescencia
muestran una tasa delictiva significativamente superior a la del grupo control, incluso controlando otros
factores de riesgo; tienen una probabilidad mayor de haber sido detenidos y condenados; tienen mayor
probabilidad de mostrar una conducta antisocial en general y violenta; muestran un inicio más temprano de
la conducta criminal y mayor variedad delictiva; son más propensos a reincidir y tienen mayor riesgo de
convertirse así mismo en víctimas de un delito.
Por otro lado, varios estudios apoyan la teoría formulada por Lynam (1996) de que los niños que muestran
síntomas de TDAH y de trastorno de conducta componen un subtipo agravado de trastorno de la conducta,
que él llama “psicópatas en desarrollo” (fledgling psychopaths en inglés), añadiendo además que el TDAH
en la infancia no tiene una influencia de forma independiente en la conducta criminal en la adolescencia o la
edad adulta, una vez que fueron controlados en los análisis los problemas de conducta o los problemas
emocionales. Existe, sin embargo, una importante controversia sobre este punto en la comunidad científica,
ya que otros autores han hallado una relación directa, sin factores mediadores, del TDAH infantil en la
criminalidad adulta.
Además, existen numerosos estudios que indican que la prevalencia del TDAH está sobrerrepresentado en
población forense, siendo en el grupo de hombres adolescentes y adultos jóvenes entre 3 y 15 veces superior
a la que presenta el grupo de control comunitario y de entre 8 y 25 veces superior en el grupo de mujeres. En
cuanto a la población encarcelada, un reciente meta-análisis, halló una prevalencia media de personas con
TDAH entre la población penitenciaria del 25.5%, así mismo un porcentaje significativamente superior a la
prevalencia del trastorno en población general.
Desde otro punto de vista, las principales teorías criminológicas pueden integrar el TDAH como un
constructo útil a la hora de comprender mejor el fenómeno criminal y, de esta manera, poder predecirlo de
forma eficaz. Al tratarse de un constructo neurobiológico que tiene un sustrato fuertemente genético, puede
servir como un marcador temprano para predecir la conducta antisocial en la edad adulta, como los diversos
estudios longitudinales indican, y prevenir de forma eficaz la aparición del comportamiento criminal. En las
teorías criminológicas dominantes se otorga al bajo auto-control un papel central en el desarrollo de la
conducta antisocial, independientemente de si consideran que ese bajo nivel de auto-control proviene de un
control parental inadecuado (Gottfredson y Hirschi, 1990), de la falta de modelos adecuados en la
socialización posterior (Sampson y Laub, 1993), o se enfatice que proviene de ciertos déficits
neurobiológicos (Moffit, 1993). Sin embargo, pensamos que este cuerpo teórico se puede integrar, ya que
todas estas fuentes de un bajo auto-control pueden ser complementarias, aunque tengan un peso específico
diferente como causantes de la criminalidad, e ir ejerciendo su influencia secuencialmente a lo largo del
desarrollo del individuo. Dentro de ese posible modelo integrador, se puede considerar que el TDAH aparece
como un déficit neurobiológico, una fuente primaria de bajo auto-control, que acompaña a la persona durante
toda su vida, aumentando a su vez la probabilidad de que el control parental sea inadecuado y disminuyendo
la probabilidad de establecer vínculos significativos con figuras prosociales, lo cual predispone a esta
población a la conducta antisocial mediante factores genéticos y ambientales.
Discusión. No es sorprendente que, dada la peculiar configuración neurobiológica de las personas con
TDAH, caracterizada por un deficiente control de la propia conducta y una tendencia a la búsqueda de
sensaciones, unida a factores sociales predisponentes como la falta de vínculos con iguales prosociales y el
inadecuado control parental que suele también ir unidos al trastorno, la investigación muestre una relación
TDAH-delincuencia fuerte.
Además, el TDAH se constituye como un constructo dentro de la psicología jurídica y la criminología que
puede tener una gran utilidad para tener una mayor comprensión, más precisa dentro de su complejidad, del
origen y el mantenimiento de la conducta criminal.
Esto tiene grandes implicaciones para la prevención primaria de la misma, ya que es una fuente de bajo auto-
control con un origen fundamentalmente genético, que puede ser detectado desde edades muy tempranas y
para el cual contamos hoy en día con tratamientos eficaces que pueden reducir la probabilidad de aparición
de la conducta criminal. De igual forma, el constructo TDAH puede tener una gran relevancia en la
prevención secundaria y terciaria de la delincuencia. Como muestra la literatura científica, es un trastorno
sobrerrepresentado en población forense, y en la mayoría de las ocasiones, los casos no están identificados, y
mucho menos tratados. Por tanto, si se detectaran correctamente en los entornos jurídicos los casos en los
que el TDAH juega un papel crucial en el perfil criminológico, y se trataran de forma adecuada, se podría
prevenir de forma más eficaz la reincidencia y mejorar la calidad de vida de esos sujetos y su entorno.
Referencias
Gottfredson, M. R., & Hirschi, T. (1990). A general theory of crime. Stanford, CA: Stanford University
Press.
Sampson. R. J. & Laub, J. H. & (1993). Turning Points in the Life Course: Why Change Matters to the Study
of Crime. Criminology, 31, 301-325.
Lynam, D. R. (1996). Early Identification of Chronic Ofenders: Who Is the Fledgling Psychopath?
Psychological Bulletin, 120, 209-234.
Moffitt, T. E. (1993). Adolescent limited and life-course-persistent antisocial behavior: A developmental
taxonomy. Psychological Review, 100, 674–701.
Pratt, T. C., Cullen, F. T., Belvins, K. R., Daigle, L. E., & Unnever, J. D. (2002). The Relationship of
Attention Deficit Hyperactivity Disorder to Crime and Delinquency: a Meta-Analysis. International
Journal of Police Science and Management,4 , 344–360.

View publication stats

You might also like