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Se ee nae. ‘Wake aR Ta caracterizacidn stado mexicano todavia se encuentra abierta Tal esrudio y al debate Desde los afos veinte hasta la fecha. ha eupado un lugar privilegiado dentro, del pensamiento progresista y de le izquierda, convirhendose en piedra angular de diferentes jposiciones y practicas politicas. La relativa aulonomia estatal, 2 le determinacién de su cardcter de clase, es geno le os we suscitan mayor contusion y polémica #4 esentrefarlo e3 | nbjellvo del estudio de Nora Hamilton: Mézico: : fos limites sie la-auctonomia del Estadc. Esla importante contdbucidn al-andlisis y reconocimiento de la calidad mexicene, 5 e} resultade de una minuciosa investigacisn, realizada con meiodologia marxista y desde una perspectiva hisidtica. De wwtora estudia lo5 elementos de continuidad y relaciones ent tas clases y el Estado, asi come con el tranjerg; desde el pericdo prerrevolucionaria.hesta 10s afios poscardenisias, los on: ( istoricos de la clase dominante-y su vineulacidn con ef Estado, en pe Jal las relaciones financieras, y, por supuesto, el restringido i marco dentro del cua! el Estado define sus opciones, es deci, los limites estructurales ~marcados. por. el capital mexicano y exiranjero- 4 2 in autonomia estatal. ‘ Pat 30/2 EL ESTADO HORA HAMILTON GD MEXICO: LOS LIMITES DE LA AUTONOMIA D} \ | | | Prefacio, #1 Abrevisturas, 16 1. Autonomis estatal y capitalismo periférico en México, 17 2. El Estado mexicano y In revolucién, 50 S/ 4, El Estado y la formacién de clases en el México posrevolurion 1920-1934, 72 4, Chrdenas y Ja nueva alianza, 104 L- 5, Las contradiceiones de In alianra progresista, 136 6, El Estado y 2! capital privado, 172 7. Limites externos a la autonomia estatal: el cenfiieto pewolero, - 200 + &-8. Limites de la alfanza progresista, 222 9. La autonomia estatal: una reconsideracién, 248 apénoices: ‘A. Bancos privades y grapos financieros: 1932-1641, 262 B. El grupo de jnversiin Garaa-Sada: origenes de fos grupos Cuauhtémec y Vidriere, 281 ©. Banco de Londres-Grupo Sofimes; 292 Bibliograffa, 312 indice de cuadros, 333 3. El Estado y la formacidn de clases en ¢] México posrevolucionario: 1920-1924 Una_de fas condiciones hipotéticas, sugeridas en el primer eppitule, que facilitan Ia autongmia estatal es sana revolucién en que la clase dominance ts destrvida o considerablemente debilitada y en Ja que. ¢! mismo modo de produccisn puede ser amenazado. Al mismo tiempo, como. sedalamos, las apeiones def nuevo Estado revolucionario. son histéricamente restsingidas or el desarrolio previo de’ las fuerzas praductivas y los remanentes de las structuras presrevoiucionarias. Muchas de las restriceiones que afectaron ul Estado mexicano posrevelucionario fueron sefisladas en cl capitulo an~ erior. Aqui analizaremos fos esfuerzos de. quienes controlaban el aparato statal para que operase dentro de esas restriceiones y cémo esos. estuerz03, 1 su ver, coadyusaran.a establecer las opciones de ios gobierno: sucesives. La consolidacién del nuevo Estado mhevirano tuvo lugar bajo los auspi- tos de grupos segionsles que subieron al poder con la derrova y asesinato Ur Carranza Gonocidos algunas veces: como la dinastia de Sonora, consis- tian en oficiales revolucionarios del Estado noriefio de Sonora, dos de los cuales dominsron, la politica mexicana durasite les siguientes catoree afos tl general Obregan, presidente de. 1520 a 1924, y el general Plutarco Elias Galles, presidente de'1924 2 1928. Obregin fue reelegdo en 1928 (después fe una enmienda constitucfonal:permitiende la reeleccién, tras un periodo uermedio, durante un periodo mis) pero fue asesinado antes de ocupar ‘cargo. En los sels aiias siguientes hubo. tres presidentes: Emilio Portes Gil, presidente interine de. 1928 a. 1930; Pascual Ortiz Rubio, quien fue legido en 1930 y.renuncié. presionade. por Calles en 1932; y' el general tibelardo Rodrigues, quien completé ef periode de Ortiz Rubio entre 1932 1934, Sin embargo, general Colles siguié gobernando el pais entre bastidotes y este periods se conoce generalniente Come maximata, en honor Ge In designacién de Calles cone. jefe Maximo, La era de la dinasin: de Sonora puede dividirse en dos fases. La orien- én politica inicial del grupo de Sonora estabs éeterminada en gran rusiichurgueses camo pequeos agricultoras, miues- dos del gakierna y coniemplaba un programa de desarrollo econés sade en pequefios y medianos propietarios, en oposieién a lor privilegios mongpolistas disfrutados por grupos entranjeros y algunos nacionales durante el porliriato, Al misino Geinpo, esta concep- Cin pequefoburguesa. incluis. oa. progresin natural de pejueiia propie- rio a apitalista, une progsesion «jue de. hacho a= hallaba: eiemplificada en Ia carrera ce O} come peopictario de un pequedo rancho de 1.3 hsetireas que con.cl vewnpa se expandié hasta incluir propisdades por ft are por sos genes R 3.500 hectéreas (Bartra, 1975: 15-16). Ab suisma tiempo, el Estado seguia dividido y econémicamente debil, y las estructuras de dominacign del pe~ riodo prerrevolucionario seguian existiendo a pesar de que las clases y- grax por porfirianos dominantes —terratenientes tradicionales y comerciales, Ja burguesia comercial, financiera ¢ industrial— habian sido considerable- mente debilitados. An més importante exa que el capital extranjero seguia contolando fos principales seetores de la economia, En sus esfuerves por contrarrestar las. presiones de estos grupos, el gobiemo confiaba en una alianea con la clave cbrera y el campesiaadey tenia que responder a aun Geinandas de mejoras en las condiciones de trabajo y distribueién de tie+ mas, El concepto de desarrollo basado en la pequefa propiedad coincidia ccon las ideas de ciertos exponentes del movimiento de la reforma agraria; \ durante Jz década de tos veintes los programas de distribucién de tierras se concentraroa en ls pequeiio propiedad, viendo la propiedad comanal 0 ejido come etapa preliminae para preparar a los campesinos de las aldeas a convertirse en pequefios agricultores (Cérdova, 1973: 339}. Al mismo tieme, el gobierno federal ambién iatentaba ‘controlar los movimie tos obsero y campesino mediante In formacién 6 cooptacién de sindicatos laborales y confederaciones, figas eampesinas y partidos obreros y agratios. Para fines de 1926 el gobierno central estaba relativamente seguro eco- némice y politicamente y emperaba a buscar un acerzamiento con los grupos dominantes y a abandonar 2 svs antiques aliados. Aunque los principios de la pequefia burguesia seguian prevaleciendo en las declaraciones poli- tleas, las acciones del gobierno se caracteriaaban por sus eslueros por es tablecer condiciones para un desarrollo capitalista en gran escela, inclu- fendo garantias para el capital nacional y extranjero, Aqui, las. causns Tibteniés dette de ete aparene cambio politics te exomningrdn en seems ros de [a relacién del Estado con el capital extranjero, la burguesia do- Trestca y Jn lase uabajadora 7 el campesmago. Este examen ear en / cuenta cuestiones ya planceadas antes acerea de la continvidad entre et Méiico prerrevolucionrio y el posrevolucionario, asi como Ia cuestion més amplia de las restricciones que limitan la autonomia estatal en una socie- dad posrevolucionaria EL ESTADO Y EL CAMTAL STRAN JRO El periodo de formacién del Estado coincidié en México con la creciente hhegemonia de los intereses de Estados Unidos en América Latina y los esfuerzos det gobierno nortesntericano por impulsar sus exportaciones ia 1 BI ajido consiste en una forms de tenencia dé la tierra barada en ls propiedad somunal tradicional de tos purblos indios prehispinices (aunque el térming eo Pafel y se relieve a los terras de partoreo 'y borquer de propiedad -comumt€ Iai Frunicipstidades espafolae). La propiedad. perlenece Ia comunidad, pera [a tierra se puede trabajar individual © coleciivomemie: en primer cain te diveriouye come loses individustes @ fayiaces entee ha rsiembeen de la romunided {Chevalies, 19622 138), 7 eictsiales. “Las industrias desta’ naci6i- 32: hi8 expandide a tal punto”, cvilamé el presidente Wilton en 1912, “giie"éstallardn sus chaquetas si Pe flan alguna saids Iibee hacia el mundo”1( Meyer, 1973: 66). Le prime: a guerra mundial habla ‘acelerado Ja traaslormacién de Estados Unidos Fe Bitgn deudora en nacién! acreedora,'y' fue seguida por un nuevo. in~ etn Ine oportunidad ofrecidas pore América Iatina yoink ‘reas Cr rashdas" del mundo para cl comarcio'y lar inversiones norteamericanas eesbnd, 1918: 15535, % 1520:1145-48). Como afirmé un obser~ ceeersNestra politica exterior ideal sevidhina que diera a Estados Uni ser pando inkd elevado de independenicia™ comercial y que impysiera be oe gr clependencia al resto del mundo'l(Haminend, 1818, 193), Pero si bien Ja guerra mundial forz6 a los Intereies' europeos a une setirada pare Sal th ‘Aipériea Latina, facilitando ast: Jaterpansign del comercio, norte: se dtano, lot funcionarios "del gobierno¥de? Estadot Unidos temfan wn Fesurgimento de Ja penelraci6n europea en2Asnérica Latina despots dela feria En el cato de Méxic6, esto tba accinpaniado de preocupacion Cecio. « garantias para las Propiedades inorteamericanss amenazadas pot Pes ciuiGe sevalucionarios yiposterionménté per et Articulo 27 de 13 cons: ETS Tcrvencin del gobierno de Estados Unidos en México durante 1 rytiba misma habia sido constante, si bien no particularmente consis: Bie tn parte debide 2 su confusién respect 2 os objetivas y la complejidad és las fverzas en conflicto. i i Renee Ge Te revoluciéns’ la: critica’ sitlacién financiera del gobierno mi eens constiwy® una palanca para los funcionarios morteamericanos que igechaban con 10" Homlogas mmesdcanos fespecto a las seclamaciones d= pe vscarios estadounidenses por pérdidas o dafos sulrides durante el con Tiel asi como gotantias futuras para las‘propiedades norteamericanas 6 (México (Smith, 1963: 576, 578-79). Un‘elemento importante de la pre~ = Wea Gil, 1995: 20808. La politien de Ertados Unidos rapecto del conflicts vena tee SIMD ITE par ln preccupacion por la extents propiedad estadoun'- ngrolucionari Joe Hae i ada a evita o terainar el canficto Ye mis premio ao ieee is proecion de Int propiedages extadounenses bajo Jos eobier pone en Pen 1918, el preiaente Woodrow Wiben envié une {ver ot posrevclucions rs gerus para blaqueat fs envoy de armas al gobierno contrs: eae ee eco TMueitay un interveneisn que aniogonied +, todas [at 1 poke Be depois de Moerta, el gobicrne de Extadot Saeciones a ea er ap gis constivocionalstas com Tae feereas de Zapata y Qpides ate Be ete fies so apoyo 4 ete chimor puesto que Ja erieniacign en age ee ican tiucionshnar era sia como tra amenasa a los, racionatg Comms taMdsieo Tero evando resid evieente gue, [a reforms see ener campesnen afecnrin + las propiedades cstadoutidenses tan 2g eos Ee Goon el gobiemng de Esindes Uinden gio. 34 apoyo a Ca ne come 3 tas don de armas a Villa y Zapata, Una Segunda intervencion sega corre etahe cuando, 2 raz ge una ineusion de fas fuera de Vila en ihiar ecw hoe alucon Ia eiudsd de Columbus, el. gobierno exadauniden Ender Uniden oresing tla cater Ge una fueria de 12 sul hombres » México ca 2) Fie fomachy 19582 188, 211}2Cuyy 1978: 118; Cockcroft, 1979: Bee) g revaluei Seeiones de 2 revoluc 4 qT sign norteamericana scbre cl gobierno de México en la décsda pesrevolu-* Cionaria fue el reconocimiento 0 no reconocimiento del gobierno, un factor enicial en aquel periodo.falto de estabilidad dado. que determinaba si los Estados Unidos ayudacian al gobierno 0 bien: 2 Jos instirgentes (por ¢jem- plo, mediante la ménipulacién de fos embarques de armas pare ayudar a eno w otro partido) -en Ia eventualidad de una revtielta militar (Stuart, 1938: 25). Pero la,intervencién de Estados Unidos no se fimitaba = pre- Sones sobre el gobiémno mexicano; Ia dependencis de las firmas locales de Jas importaciones:deiEstados Unidos constituia un pederoso mecanismo para influir o manipiilar. su politica.* ‘Uno-de los instrumentos‘més eficaces para la-presién financiera de Es tadot Unidos sobre México durante este periodo era el Iniernational Bank- ers Committee, formado en 1918 bajo la direccién de Thomas A. Lamont de J, PuMorgan arid.Company para repretentar’a los propiciatios de bow hos mexicanes en Estador Unidos y en Europa en las negociacinnes con fe} gobiemo mexicano. Para el Departamento de Estado. norteamericano, esto tenia numerosas wentajas. Como vehiculo para negociaciones de eré Gites con el gobiemo-mexicano, estaria en una posicion apta para promo- Ver salvaguatdas pard la propiedad extranjera en México si como recla- Inaciones de Geudores exttnnjeros. Al mismo tiempo, obligaria a los prin- Cipales banqueros inversionistas de Europa a tratar con vin eomité dominade F norteamericanos.y extraoficialmente bajo instrucciones del, gobierno de Fetades Unidos: una ventaja obvia para cstablecer la hegemonis norte americana sobre los intereses extranjeros en México (Smith, 1963; 579-21) TA rai de la derroin y asesinato de Corranza, el gobierno de Estados Unider rehusd su reconodimiento al gobierno de Obregin debido a la fal ta de garanties para ef pettdleo y las compafias mineras norteamericanas Lia produccién de pevéleo s@ Rabla acelerado durante el: periodo revolu- Gonatio; principios de Ia década de los veintes México. era el segundo productor en el mundo y el peirdleo representabs tres cuartas partes de las exportaciones mexicanas, En 1921, Obregdn elevd al doble el impuesto sobre las exportaciones de petrdleo, a lo que las compafias respondieron deteniendo la produecién, dejando a 20 mil trabajadores: sin’ empleo. El Departamento de Estado norteaiericano apoyd a. las coinpaaita petroleras, y Obregén se vio obligado 2 reducir eb impussto. Entve ) fas compafiias petroleres tmpezaron a recortar su, produceiés: an Mé pasindose a Venezuela, En vna serie de entrevistas entre furicionarios + Un en el Spo de prasnes ln pox Ea Uni oom Solent en depuee) durante iy piven gated mundi, cvsnde numeroton emplendr de gp Monaro sferans Bettie, Ramee, foefon seusades te parsetpar eh aa 2 re eee conta Wis ainson El diteaor adeangoane de fe Foster eae om ge er nett ae ce htomasa donde fe entsraron Gut Tamiit cslgulce edide de meds gus tne loss neers ieee el vento ars seve detn Els yoll Desrament de Eda Ie aie pode eee a doce conoecvencat pos >v enprtcsavedione fa pole decbn asl War Taads Board” (Gracey, 1918). * pert sngel Wa Ta bemamentales norteammeeicanes y mexicanos en 1923, se aleaneé wn acuer- Ge aunque aparentenente auncs fue formalizade, segiin el cual el gobier- so menicano afirmabe que cl Articulo.27 no seria retroactive y establecta pe ac romisidn. de quejas pars oruparse de les pérdidas norteamericanas an- ery durante la:revolucién, a cainbio de lo cual Washington reconocia al fublerna de Obreeén.(Cérdoba, 1973: 304-05). Este acuerde fue sequido eon renovade interés por los mercados mexicanas de parte de los expor~ {adores ¢ inversionistas de Estados Unidos (Wyeth, 1925) ere tas elaciones mvexicano-norieamerieanas voivieron a haccrse tenses cn los prmeres afin: del gobierno de Calles, En dicitmbte, de 1925, eb Moicene de Calle promulgé leyes sobre tiesras y sobre el petréleo, que fue~ Tos norveamericanos, La legislacién sobre terras establecia especialmen i SEENGr cxceenjcror no podion poseer tierras 2 menos de cineventa kiléme- Bee Ge coalguier frontera, y que las compafias extranjeras no. podian tener se ee actiones cn empresas de bienes rafces. La Ley del PetrSleo fnigin a fos corporaciones extragjeras que solicitesen “la confirnaciéa de cesroncesiones” sobre Jas propiedades anteriores a 1917 en el plazo de un a eee farian coneesiones por cincuenta.afios a Ins propiedades en las que Bes lesen ejecucade aciot positives: y se podian presentar demandss pars wnmmicnes de weinta aies sobre propiedades inexpiotadas (Smith, 1973: Soo), Les compatias. petroleras: respaldadas por ¢} embajeder de Estados Unidos en Metico, Jatnes Sheffield, y el Secretario de Estado Frank Kel- Jog, immpugnaron le legslacion petroera en Ia Suprema Corte mexicana Y BSaninsron una caimpaha destinada. a forsar una, confrontacién —militar Bear precito=- entir. el gobierno. de. Estados Unidos y las autoridades Dorame te primera imitad de-1927, cuando este conflicio aleanzd un ponte eritico, Ismont, eabera del International Bankers Committe, y otros Porjeador de |. P. Morgan, se entrevistaron regularmente con represen~ cease Mexico, ineluyendo'a Alberto Pani. (secretario de Hacienda hasta Ielvero de 1973), Luis Montes de-Ora, su sucetor, y Agustin Legorreta Sal hence Nacional de México (el principal banco privado en México), y (Shbign organaaronenicevistas de estos funcionarios con sniembros del Departamento. de-Esiada norienmericano y con las compafias petrolers, Jnchiyend 2 faimer Pieret de In Standard Oil (Swith, 1973: 367, 373) Las. neg we de_ Ips bangueros de Nueva York 'y los funcionarios mesicanor con #) Departamento de-Estado pudicron haber sido, decisives Pars I3 resolucién, seholags en un comunicado del secreterio de Estado sefeeamericano. 2 igs compafiias petroleras cl 9 de agosto de.1927, de no fomper relaciones con México ni Considerar una istervencidn: armada de~ + ease Sunith, 1973; 34953 y Stuart, 1958: 166-68. Una historia detallads det cont ties uremic esie period puede envonicarse ‘an Lorenes Meyer, Md Hote PEjedor Unisos en el conflcte petvafene (1917-1942), 9 Meyer, Let gre be Seeiea eattanjnies en ol Mision exvalucionsrie, bido a fa cuestign det petréleo (Smith, 1973: 371), A largo plaro, fueron PeSedablemente efieaees para estructurar 12s cordiales relaciones entre Es- todos Unidot y las astoridades financieras y gubernamentales mexicanas Gur persitievon durante toda Is eritiea fase de nacionalisare mexicano en Pakade ds lor treintas. La crisis concluyé en 1927 cuando ta Suprema Gore mexicana decidié 2 favor de las compadias peiroleras, deslarando Gnticonstitucional la legislacién de 1925, y cuando se promulgé una nueva Fegislaclén que sunviriba considerablemente las exigencint de In Ley, det Pedteo de 1925.°:Las cordiales reinciones fueron confirmadas por la elimi- facbn de Shellield y la designacién de Dwight Morrow coma embajador Te fetados Unidos ch México. Morrow consideraba que su misién consis: Gi ch catablecer las finanzas mexicanas sobre una “base sélida” y ejercié grat influencia. sobre Galles por consiguiente sobre la palitien’ det gor Bierno. Fincia finales de Iz década la politica gubernamental habia cambiado al punto de proporcionar garantins a fos sectores nnodernos de la burguesia, Jnduyendo a grupos del porfiriato y de los intereses extranjeros (Bartra, 1973" 18), Las-compadias extranjeras que ya se encontraban en México expandieron sus opersciones: Ia red de [erocariles de propiedad extra, Fey las instataciones mineras Tueron reconstruidas ea) os. veintes y &) Wilor’de la produccién minera auinentd en un 14% en relacién a su vslor Ge 1810, La industria eléctrica, que habla. sufrido pocos datios fisicos pero Groves pérdidas financierss debido a. [a falta de pago de las compafs. ni- Shue paralizadas y Ios muricipalidades en bancarrota durante eb conflicto, Binds “importantes. programas de expansion en la década de los veintes (National Chamber Fdn., sf, 17-18) TE capital norteamericane se fue haciendo cada ver mis dominante, En- tre 1925 y 1926, la American Foreign Power Company comprd todos los principales genetadores ¢ instalaciones de transmision en México, aunque petialaciones elgcuicas de la ciudad de México permanecieron en manos de a Compaaia Arglo-Mexicana de Luz y Fueraa Mottiz, EI capital forteamericana repeesentaba aproximadamente un 80% de la produccién ) / ? Inineral y 21 959% de la produccién petrolera en 1929 (Levis and Achlot- ) erbeck, 1938: 205). Durante la década de los veintes, las exportaciones me-.+ Sicanas a Estados Uridos constituyeron del 63 al 85% de sus exportaciones fotales, principalmenie en minecales y productos agricolas, En 1929, las expamielones orieamerinm 9 México constituyeron aproximadamente £1 Job de todas las importaciones mexicanas, y comistieron principalmente Seen see nee ses angus, heronentay, getomes materiales de construccién, especistmente madera (Council on Foreign La legilacisn de diciembre de 1927 eutablecia gue se dievan concesiones com firmpatvat iimitcdas icdot las propiedades em [as que se hubiesen sealizado actes Gokdwor (por eiemplo, exploration) antes del", de mayo de 1917; los. propicts Rou ovanendadares qur no coniaras con [ep acios postives, recibian conidera Gn prelerencial para concetiones de taints afos (Smith, 1973: 373) ( ) Relations, 1931: 5455) : Los funcionarios gubernamentales y hombres de negocios mexicanos esti- mulaban también las inversiones extranjeras en México, aungue con la esperanza de canolizorias hacia las necesidades del capital mexicano (J. Meyer, 1977: 286-87). En 1925 se dicron los primeros pasos para estable- cer la planta de ensamblado de Ia Ford Motor, que comenzé sus operacion nes en 1926 (Smith, 1973: 348). Esto constituyé 1a realizacién de uno de lox objetivos de ciertos grupos dentro del Departamento de Estado norte- amerieano, que ya en 1918 habian alentado a Ja Ford Motor Company y otras firmas 2 constmir plantas en México como un medio para atarlo econdmicnmente » lot Estados Unidos, expandienda en conseevencia las oportunidades para los intereses nerteamericanos y limitando Ja penetracién europea (Smith, 1963: 579). Durante los veintes, Palmolive Peat, Simmons, Dupont, International Match, British American Tobacco y United Shoe and Leather empezaron también a invertic en México. En algunos casos Jas compafias extranjeras establecieron vinculos con el capital nactonal. Un ejemplo es Ia subsidiaria de B. F. Goodrich en México, que en 1930 firmé un acuerdo con Ja compaaia hulera Euzkadi, propiedad de mexica~ nes y espafoles; posteriormente ambas compafiias se fusionaren, A Tinales de la administracién Colles, e! Estado mexicano y el de Estar dos Unidas establecievon una nueva base de cooperacién, que incluia la libre operacién y proteceién del capital extranjero .en México a cambio del reconocimicnto formal de Ja soberanin mexicana, La nueva era de coo- peracién entre el Estado mesicane y los intereses norteamericanos resulté evidente en una drclaracién del embajador Morrow en el sentido de que Jos residentes extranjeros consideraban a Calles “el mejor presidente que ha tenido cl pais descle Diaz” (Smith, 1973: 376) CENTRALIZAGION DEL ESTAR Como ya sefislamos, una de Jos efectos inmediatos de Ta revolucién fue un resurgimiento de In relativa autonomis regional que habla caracterizado a México durante los primeros aos del régimen de Diaz. Durante la revo- lucién, Carranza autori26 2 sus generales a colectar fondes para el mante- nimiento de sus fuetzas en lar regiones que controlaban, Jo cual fue eje- cutado mediante el establecimiento de impuestos, la impresion de papel moneda y Jn toma de propiedades. Mientras Carranza fue presidente, los comandantes militares siewieron gobrrnando sux zonas como feudes regio- ales, reableciends impuiestos regionales y en algunos casos negociando Girectamente con los intereses extranjeros. Carranza no tenia control sobre sus generales y sobornaba a lot oficiales para consercar su Tealtad Tos go- bernadores de los distantes estades occidentales y septentrionales 2 menu- do ighoraban las rdenes ¢ solicitudes del gobierno central (Greunipg, 1938: 313; Lieuwen, 1968: 36-39). Finalmente Carranza provocé Ja oposicién Ge los militares con Ia redwecién de los gastos del ejército, ast como por su 78 a fracaso en Hlevar a eabe Jo: que sideraban reformas necesarias. La subsiguiente administracién de Obregén se caratterizé por une int table tregua con Jos generales regionales que habfan sido nus aliados en el conflicto con Carranza pero que ahora buscaban fortalecer sus propias b2- ses politicas. Como muchos de.cllos se veian a s! mismos como presidentes potenciales, vepresentaban una amenaza militar para el gobierno central asi como una barrerz politica y econémica-para Jz unificacion. nacional, En algunos estados, como los de Veracruz: Yucatén yMichoacén= donde movimientos agrarios, apoyados por gobernadorel partidarios de Ine refor- mas, estaban intentando instituir programas de reforma’agriria, lor gene~ tales regionales a merudo se aliaban eon los terratehientes tradicionales en | sus esfuerzoe por zuprimir esios movimientes, com In aparente aguiescencia i no es que cl apoyo direcio del gobierno central (Barta, 1975: 17; Huix rer, 1970: 43-50). La tregua entre el gobierno central y los generales regionales terminé cuando el general Adolio de la Huerta, antes presidente interino y poste Hormente secretario te Haeierda~cotrObregén, encaberS a cerca de le mitad de los generales en una revuelta contra el gobierno central con el apoyo de la Jglesia y los terratenientes, Igual gine con Carranza, la oposi= cién militar 2 Obregin se debla en parte a Jas: reducciones _gubemame: tales de los gastos militares; Obregén habia reducido también el pimero 4. de militares en puestos del gobiemo. En contraste con Carrenza, sin em=") bargo, Obregén se habla asegurado el apoyo de los obreros organizados y de loc campesinos; y ia rébelién fue derrotada en’ abril de 1924 por el go- bierno central apoyado por los campesinos armados, 2 El gobierno traté de contervar el apoyo campesino mediante programas de distribucién de Ia tierra, y al mismo tiempo procuré impedir In. forma- cién de movimientos camptsinos independientes mediante Ja formacién de orgasizaciones y pardon crmpesinas cenralnados, EI pobicrne también } la reuchos de los oficiales revolucionarios con- | Fetompenso a la CROM, principal confederacién obrera, que se habia formado en 1918 apoyando 2 Cbregén en Ia rebelién contta Carranca asi como en Ja rebelién, de De fa Huerta, respaldando los movimnienios hue\~ ulsticos de Ja CROM y sus esfvereos por conguistar el coritrol-de los } Obreros organizados {Tardanico, 1979: 29-23, 27-29). La ratificacién de fos tratades de Bucareli con Estados Unidos puede haber sido otro factor en la victoria de Obregén, pussto que Estados Unidos ensié arinas al gobierno y.establecié un embargo sobre ios embarques de armas alas fueraas de De la Huerta (Stoart, 1938: 136-17) La derrota de la rebefidn de De la Huerta constituxé un pase impor 3 tante en los esfverzos del gobierno por controlar a Jor militares. Muchos de Jor generales disidentes fueron climinados en el proceso © purgades poste- Hlormente, y el gobierse central emprendié una serie de medidas para con trolar alos exanies Bajo Ta sucesiva adminitadion de Calls, asitido por 3 fu seeretario de la Guerra (general Joaquin Amaro), estas medidas fueron Ne 30 aceleradss e inclayeron, entre atens cosas, esfuerros pars guebrantar Ia feal- ot de los efércitos regionales 2. sus coimandantes mediante fa frecuente asignacion de extoi Sltimos 2 nuevos pucsios, alejéndolos de sus. tcopass medidas para crear-una orientacién mds. profesional entre los oficiales del tjéreite (per ciemplo, velviendo a abrir el Colegio Militar que habia esta Gp cerrado desce 19/4), y el uso Ge incentivos materiales para persusdir jos generales inquietos de satisfacr sus ambiciones en empresas privadas (Cordova, 1973: 368 #8). Estos enfuerves [ueron evidentemente eficaces para controlar tas amena- aas militares contra’ c} gobierno central; posteriormente se produjeron nue- tas revuelias de oficiales disidentes, per> fueron relativamente reducides y nislndas y rapidamente- controladas’ por’ las {ueraas leales al gobierno, Lox enerales de los ejércitos revolucionsries —particularmente aquellos vincu- iJon a los geupos sonorenses— siguieron dominando. posiciones potiticass fe ha estimado que Ia-mitad de fos gobernadores estatales entse 1920 y 1935, asi como. una’ Froparcién importante de rulembros del gabinete, se- adores y cipotades, eran oficiales del ejército (J. Meyer, 1977: 76). Pero quird fs fausa més importante del subsiguiente papel desempeado por este « geupo de oficisies revolucionarios consistié en las. oportunidades de enri- Siccimmiento proporeionadas por sus posiciones militares y.politicas, en mux ther casos alentadas, por el gobierno central. El cariquecimiento realy potencial de Ios oficiales revolucionerios engendré en estos grupos un cre- Pente interés en el mantenimiento de ls estabilidad politica, y un interés estada. vex menor en las reformas {Lor ambieiosos generales constituian la més peligrosa amenaza. para Ia hegenonia del gobierno central, pero también habla otras. Los _goberna- dores de 1 otros lideres regionales trataben de condi pias Bases pollticas. (vecuentemente a través de las organizaciones campe- Enas y obrerss de sus regiones, El gobierno central buscaba neutralizar a tstos lideres asi como. controlar Ios movimientes. obreros y campesines— mediante la formacién © control de las organizaciones obreres y carmpes nas cestralizadas y la supresién de las organizaciones 0 partidos regionales gue amenazaban convertine en vehiculos de los gobernadores u otros, po~ “. deres locales. Las funciones previamente desempefiadas por los gobernadores estatales feeron graduatmente asimiladas por el gobierna central, proceso que culmind en la déeada de los treintas y se reflejé en wna legislackin que Gaba al gobierno federal Ia jorisdiceién definitiva sobre Ia reforma agraria. tls implantacién de una. legislacién. laboral, Al misino tiewpo, las luchas de facciones entre grupes y camarilzs del propio gobierno federal —s me Bide arganizadns'en bloques dé} congreso’o factiones denttd del gabinete— continuaron durante toda, Ia. década, El insivumento mas importante pica el control de los. grupos regionates /» facciones disidentes: fue el Partido Nacional Revolucionario (PNR };-for~ jisla at instigacion de’ Calles a principios de 1929, paca después deta \\ muerte de Obregén, Los anuncios iniciaes de‘la formacién del PNR -afit- 80 maban que la autonomia de otros partidos existentes ssrla reconocida, y casi todas los grupos politicos, incluidos partidos regionales y locales como for de Tamaulipas, Veracruz y Yucatdn, fueron invitados a Ja. primera con- vencién nacional en 1929, Pero aunque el partide se proyecté como wna abil confederacion de los partidos estatales y nacionales, en la préctica era centralizado y autoritario: las carreras politicas se institucionalizaron Gentro del PNR y fo base organizativa cambio para dar énfasis a Ia mem- bresia individual, reduciendo la influencia de Tos grupos politicos y elimi. nando finalmente a los partidos locales y regionales. Su dependencia del File foe esteblecde@ teavés. de un satema de. financiamento basado |! en la retencién de una parte de los salarios de los empleados del_ gobierno federal. . EL propésito ostensible del partido era el de institucionalizay_ Ja transfe: reneia del poder polices Su propaste IMUM era a Ge centralizar el poser politico, cosvirtigndose en el proceso en un instrumento pars el control por Fitico ejereido por Calles, En 1929, al mismo tiempo que se formaba el partido, Calles consiguié fo que Carranza no fue capaz de lograr una déca~ da antes: imponer para la presidencia a un candidate civil virtualmente desconocido, Pascual Ortiz Rubio. Su opositor era un candidato relative mente popular: Jost Vasconcelos, que habla sido rector de la Universidad Nacional y después secretario de Educacién con Obregon. La vietoria de Ortiz Rubio demostré las capacidades de la maquinaria del PNR; el poder de Galles queds demostrado dos afios més tarde cuando Ortiz Rubio in- tenté oponerse 2 su supremacia y fue obligado a renunciar.* , ‘Si el principal impedimento 2 la centralizacién y comsolidacién del Esta~ “s do consist en los poderes regionales, el principal ebsticulo a la hegemanta era Ja Iglesia, Desde e! periodo de ‘la conquista espaila, el papel de la Iglesia fue ambiguo. Si bien pérrocos locales encabezaron los primeros movimientos indios y mestizos a favor de la independencia y a Justicia social, la jerarquia de la Iglesia era bdsicamente conseivadora y se identi caba con fa clase terrateniente, de la que de hecho formaba parte, habiendo acumulade inmensas propiedades durante el periodo colonial. Gran parte de su riqueza se perdi a causa de las expropiaciones durante la reforma Tberal, pero seguia teniendo un importante papel ideol6gico, en parte a través de su control de la educacién, pero quizh aén mas gracias a ta asi- milacién del eatolicismo en la cultura del campesinado, Si los precursores de la revolucién y los “jacobinos" de los ejércitos, constitucionalistas. velar en la Iglesia una influencia perniciosa, éste ciertamente no era el caso de « Informacién detallods accrea de los confictos poltieds imernos de cite’ période puede encontrarse en J. Meyer, 1872, y Le Meyer, 1978), Sobre las relaciones en. fre el gobiema y les 2 ase J. Meyer, 1879: 60-76, Sobre fa formacién del partido y Is eleceiéa de Or 5. vénse Fuvtak, 19142 26 «7 Ly Meyer, 19786: 22-24, 36-48, €:101. Sobre ef conflicto entre Colles y Ortiz Rubio. véase La Meyer, 197av:" 14°56. Ouras vernes sobre sylos temas Tocluyen a Leal, 1924x7 92:53) Cérdows, 1973! 3585 y Brandenberg, 1964: 65-67. at fad Be — wy lot ejérctios campesinos (particularmente en el sur y centro de México) 5 i fi los ejércitos eampe {particularment | sur y centro de México) privadas existentes, especialmente Firmas extranjefas, en sactores clave, Una aque liberaron x lor sacerdote, volueron abrir Jas Iglesias y'a menado 3n- Cluian capellanes entre sus tropas (J. Meyer, 1976: 11-12). En los sos veinte la resistencia’ ante’ fos esfuerzos gubernamentales por hacerse cargo de la educacién dieron por resultado el hostigamiento ¢ in- reehus eb aecsinato de te maestros. govindos a jas areas rurales. Duranteel régimen de Calles, y luego de] apoyo de Ja Iglesia a la rebelién: delahuer- Freee, MeiStinten cipasicionss que impeian seriamente el funclona- miento de Ja Iglesin en tanto instituciém religiosa. Los intentos por imple- mentarlas se encontraron con Ia resistencia de algunos grupos de. poblacién, particularmente en Jos estados del Bajio, donde Ia influencia de jos curas 1 § los scrratenientes sagiionales sg slendo fuerte, Se formaron ligas de Fesistencia, compuestas sobre todo de campesinos, y en 1926 el conflicto He- V Wa una guerra civil en gue los ejéritos campesinos del B Sense te 1) teros— coribadiatr&'Tne tropat faderales, a las que asistian campesinos que ‘se habian beneficiado, 0 esperaban beneficiarse, de la reforma agraria, La rebslign eristera tocé a su fin con una tregua en 1929; el gobierno decla- r6 su intencién de mantener la integridad de fa Iglesia y de no intervenic fen aus funciones espirituales. Sin embargo, la revvelta eristera fracasé en fo intents de deealint los eefurrzas del Estado por ampliar su influoncia | _ideoldgiea, eapecificamente mediante el control de: Ia educacién, Por lo emis, cl faerie antagonismo engendrado por la rebelién contra el gobier po cenural sigue temiendo repercusiones en esta rogibn? EL ESTADO Y EL CAPITA! poMEsTico PRTADO Naturalmente, la centralizaciin del Estado fue un factor importante en so habilidad para establecer condiciones para Ia acumulacién de capital, El contral de lst generales y politicos egionzics Jimitd la posibilided de ines- tabilidad resultante de Tas revueltss de estos grupos y/o de su habilidad para movilizar a campesinos y trabajadores urbanos Fue también durante este periodo cuando se establecié gran parte de la maguinaria inscvucionat para Ja intervencién del_gebiero. Se formaron umerosas Gependencias gubernamentales para complementar 2 Jas firmas + Pocos tpisodior en bh historia del México postevelucionario han provocade tan- tat comiroversina come Jn rebelién eristera. La opinién oficial del gobierno era que Te EaNEeos Tactas condueldoy a wha guerra fratsicida contra Tos campesinos por los Whrattaientes y tos curss de, las haetendas tradicionales del centro 'y audoeste de SERRE Git han eulpade at gobierne de Caller por una guerra trdgica que pude PERSO 2st Miienile en algunet casos que, Cafles sestltuy® una reforma sign Reniive social y eeondmics por un fuerte anticlencalisms (Medin, 971: 4). Le Chea an rer tomes ee Jeon Meyee, Le eratiads (1973-74) impuena ‘rmuchos de, Tos Slot exinenies referents ala rebelin eritera y se contra en Jor campesinos Biemo y lor dicirenter obrerot (1978: 61) 82 i ' | ups © SU fusion sur pretagonise y eictimas, Meyer ve la existiada came el Grime Tevan TS, SRS EE SLATS. overtones en Latinoarnetcs y otss fivay en evento Wigiento espontinee de fs revotuciOn, Gonndler sagiere que los miembros de Ta clase Fo a ne Se Ss hu devas y 12 repatriation Eubafsdora urbana asi como el eampesinado rechazaben c] anticlericalismo del go- Ge gananciss. Durante sie penodo la nisin Kemmerer, eheabezada por Edwin W. Comisién Nacional de Fuerza Motriz fue establecida en 1922, y en 1926 FE adopié un cédigo tléctricd Tacional para-la. regulacion. gubersamental de las tarifas eléctricas con el propésito general de expandir el contro! fe- deral de los recotios hidrocléetricos (Wiontzek, 1964: 37 38.) ‘biero establecié también la Comisién National de Carretera: y comenzé a imponer bonos de carreteras (pagaderos mediante un impuesto scbre la gasolina) para Financiar la censtruceién de chrreteras y aptopistas, y establecié la Conit- sign Nacional de Riego pata construir obras. hidréulicas (Garela Diz2, 1953: 91). La institucienslizacién de Ia intervencién estatal en ta economia reque- ria de un fortaiecimiento de los recursos fiscales y.de su contvol, Esto x consiguié en bsena parte cuando Alberto Pani fue secretario de Hacienda, de 19242 1927, Ademés de crear el banco central (que se distutiré mas ab: jo), Pani ensanché la base impositiva, establecierido un impuesto sobre util dades que complementaba a otras fuentes de ingreso existentes (impuestos sobre exportacién, impuestos sobre produccién mineral ¢ impuestos sobre ventas), y fortalecié a la Secretaria de Hacienda, en. rélaci6n a. otros mi- nisterios; al doiarla de juriééieclon sobre Ing decisiones presupoestales (Hay- nes, 1981: 131 federal se acompahuba de una centralizacién del contro) financiero dentro del ejecutivo en la Secretaria de Hacienda. . Estas iniciativas se. tomaron para complementar el capital privado, para promover concicione: para Ja acumulacién de capital y en algunos casot para canalizar ja direccién del: capital, pero no pata svttituirle, De hecho, fa reconstrucciin econmice posrevolucionaria de. Médico. implicé conside: rable cooperacién entre el Estado y el sector privado. En ninguna parte Jue cari Let bancet porfislanos eran.consideradot eentros de la reaecién y fueron tos principales blancos del gobierno de. Carranza, Ya cn 1913 Carranan se declaraba en contta de fos privilegiosdisfrutadot por los bancos. privados Como constcuencia de gu derecho a imprimir papel moneda, y afirmd que cre derecho debla. ser privilegic exclusive. de la nacién, un principio posteriormente ratificade en el-Axticulo 28 de Ta constiracién, Peto In crf Fea eccater de fondos del goinorno y el fracaso’de los esfuerzos por obtener financiamiento extranjero. retrasaron om bianco de emisién nico baste 1825 (Moore, § La Confefercia Internacional de Fisanans celebvada tn Brusclan en 1820 bajo Jos auspicios de Js Lign de las Naciones recomendd Ja. formacién de bances_ cen teales en cada Pais, en parte motivada per una preocupacion de Jes grupos finan Kemmerer, profevr.de ecobomia y finanaas en, Princeton, tuvo un papel decisive a3 95; Terres Mejia, 1975)* Tam: ° ‘Asi, In centralizacion del. poder politico en el ejecutive ) mas evidente esta cooperacién gue en la reconstruccién epiSeise ) bin, mientras que los-banqueros estadounidenses, y aparentemente Jos fun cionarios de la Seereiada de Hacienda de Médico, querian’ que la banca fuesc de opsracién’ privada, Calles y otros funcionarias gubernamentales querian que estuviese eongolada por el gobierno (Jones, 1925) Por lo tanto, no fue sino hasta Ia consolidacién del sistema fiscal estatal, ea través del-establecimiento del impuesto sobre el ingreso, que el © pude contar-con fondos para un banco central controlade por En febrero de'1924 Pani, organizé una coavencin de banque- almente Banqueros porliianos— quienes en colaboracin con, foneion: I gobierno expertos en finanzas estabieci¢ron 10s principios para Ia reconste del sistema bancario, que fueron incorporados en la legilacidn pars fines de aquel aflo. Pani designd también una_comisién mixta de especialistas en Finanzas gubernamentales y privadas (Fernando de la Fuente, a al departamento de créalto de la Secretaria de Ha- ciends, Elias §, A. de Lima, banquero privada, y Manuel Gomez Morin, Joven Abogado que habia colaborado en las relormas fiseales y administra livas de Pani), 3 fin de proyectar la legislacién para una bance de emisién nica (Krauss, 1976: 222-23) y la ley orgénica y estatutas del nucvo ban- co ceniral, of Bout de Meéxics, que foston promulgedos en agosto de 1925. Segin el nuevo’ sistema, sélo el bance central podia Imprimir billetes y fos bancos privadas scfian'regulados por el Estado 2 través del banco cen- wal y de la Comisién Nacional Banearia, formada dentre de la Secretaria de, Hacienda, para supervisar st funcionamienta, Aungue el. banco central em ienicamente indzpendiente, del Estado y sus entradas provenian tanto del sector privado como del gobierno, este tlimo tenia In mayoris de las Sceinnes y contolaha cinco de las nvpve. porciones clave om ef directorio, somatide. también 2 la direccién politica det Estado para asegurac ‘ica del banca central fuese compatible con los intereses publi= cos, y el secretario de Hacienda tenis poder de veto sobre las resoluciones Eel discsorie qos Sussen de importancla nacional o referents a Is politica genera! del gobierno (Koch, 1941: 436-37; Cérdova, 1973; 361). En re- summen, a través del banca central y de Ja Secretaria de Hacienda, el Estado gjerceria el control del nuevo sistema financiero, Uno de los principales abjetivos €l dz promover el desarrollo caralizar dos de lot bancos hacia la in le, Beundor y Peri seg areatemente, el estableci= fades Unidos’ foe utilissdo 198 earos 3 aquellos gobiernes (3! mexicano fue cienblecido sin ayuda extranjer Since. ‘studies del sistema norteamerieano, del Banca de Fran Fa.iy pgsterigemente obtuse préstamos dela House ol 38440; Furs, 1969" st; aod, (961s 130) Krave, io de bancos cenieales en Bolin, [ai lineas assess por ef Sitems de Reserva avs de ona. com versién productiva en Ia agricultura y le industria. En ta época en que se premulgé la legislacién bancaria de 1924, el seeretario de Hacienda Pani hizo una distincién entre “capltalistas tradicionales" y “capitabistas revo Fuconarios”, sefzlando que los fondos obtenidos dentro del nuevo sistema bancario setian utilizados para aumentar Ia riquezn nacional y no para crear monopolios para clertas industrias ¢ individuos (Bennett, 1965: 40) Est: tema —-que 4} principal objetivo de los bancos era el de’financisr el desarrollo econdmico— fue reiterado por funcionarios y agencias guberna~ mentsles, incorporada en la legislacién bancaria y promovide con. diversas medidas (Moore, 1963: 78-79; México, SHCR, 1957: 26; 1954: 11). Los prétames del Banco de México eran proporcionados 2 bancos estabiscidos para finanelar dienes espectficos, particularmente aquellos destinados ala exportacién (café: cional (algodén). La legislaciin bancaria de 1932 exigia que tanto os Bancot extranjeros como los nacionales se asociaran con el Banco de Méxi= co + invirtieran en negocios que operasen en México. Un resultado secun- dario de esta ley fue que la mayoria de los bancos extranjeros, que habian side acusados de exportar fondos a sus paises de origen al tiempo que rehu- saban sus créditos a México, abandonaron el pais, dejando el campo abiecta para el establecimiento de bancos nacionales privados, que proliferaron tn la década de lor tseintas (véase Apéndicw A), En 1928 se formé Ja Aso- ciacién de Bangucros Mexicanos (ABM); uno de sus objetives era focilitar fas comunienciones entre los intereses bancarios privados y el gobierno. Finalmente, ef Estado cred sus propias instituciones financieras para com plementar las actividades de los bancos privados: el Banco Nacional de Sréligo Agricola, creado en 1926 para proporcionar préstamos a pequetios campesinos y ejidatarios que habian recibide terras a tavés de la reforma agratia; el Banco Nacional Hipotecario Urbano y de Obras Piblicas, para finaneiae Ia infraésteuettira munic’pal asi como la construccién de carrete- ras inediante Jos bonos de carreteras; y Nacional Financieva, un banco de desarrollo que posteriormente tendria un fe"tn’el financiae miento de la inversion piblica y privada.* Habla también una amplia colaboracién entre los banqueres mexicanos, del gobierno y privados, con circulos financieros de Nueva York y Wash ington, Aunque el banco central fue aparentemente extablecido con fondos nacionales, mis adelante secibié préstamos de Ia Casa Morgan y, cuando ei banquero de Morgan, Dwight Morrow, fue designade embajador en Mé * 1 Banco de Obras Piblieas fue creado en realidad para promover al desarrelio indwitial asi ceiro pare financias ebeas urbaaas, pero en 1985 la funcién de peo ociin industrial fue eedida 2 la Nacional Fiaseetera. La Azocincién Hipotecasia Mexicana fue establecisa por iniciatva del Banco de Obras Publicas para vwhvesit 3 las necesidades de ci2dito para consiruccin ge edificios y para ef page de la dew Ue innovador sf intigduciy los centfiesdos hipoteesrios garaatiados por bienes, roces, que tuvieron mis guito paca atraer la inversion ables que lor valores ia ‘angible 8 sustitucién de importaciones (arzicar) o industria na, co on 1927, se hizo cargo directamente de las finanzas del gobierno de exico, Ei peso mexicano estaba atado al délar y los funcionarios de ha~ nda mexicanos irecventemente afirmaron Ja importancia de vincular el istema financiero mexicano al de les Estados Unidos. E! Baneo de México rabajaba en esirechs colaboracién con el Federal Reserve Bank estadouni~ nse, el cual ch varias ccasiones envié representantes para aconsejar al anco central mexicano (Krauze, 197%: 59, 70; Lockett, 1934) Un ejemplo especial de colaboracién entre el Estado, el capital extran- er guesia nacional es e! Banco Nacional de México, uno de Jos 0s principales bantes. privades que sobrevivieron a la revolucién. Bajo ba jreceién de la familie Legorreta, que era también importante accionista aunque Ia propiedad era ain predominantemente francesa), el Banco Na~ oval consiguié recuperar su posicién como intermediario especial entre }gobicme mexicano y el capital extranjero, Como antes sefialamos, Agut- orteta particips en las negociaciones con ernational Bankers’ Sorninittee ¥ con ec) gobierno de Estados Unidos y los bangueros Morgan vando fs crisis del petsdteo;’tambign intend (sin éxito) obtener fondos xtranjeres para el establecimiento del nyeve banco. central. Posterionmen- ‘uande el banco central abandoné sus operaciones comerciales, traspas6 Slav ises tamas al Banco Nacional (BNM, 1900-1975; Informe 1924). J hanco Nacional colshors también estrechamente con representantes de iy interests entranjeros en México y aparentemente instruyS 2 sus filiales lara proparcionar informacién confidencial 2 los representantes del gobier- \dos Unidos en México: acerca de firmas mexicanas, condiciones omerciales, viabilidad para las inversiones y otras cuestiones (Hillyer, 1929) Legorreia también: parece haber cooperado con grupos extranjeros inten~ ando presisnar 2 Calles para que abandonase su politicas mAs radicales, 2 s Lamont, E. R. Jones de la Wells Fargo Company @ México (y representante del Intemational Bankers! Committee) deseri~ ib una entrevisia entre el presidente Calles, el secretario de Hacienda ‘ani y Legorreta ta] como fue referida a Jones por Legorreta, Supuesta- rela habia sido persuadido por Calles para que expusiess sus mos de’ vista exactos sobre la situacién en México, y habla respondide pol de Mésico no eran econdmicos sino politicos, y debidos camente 2 Is politica del gobierno; que esta politica debla ser mor ‘ents al capital mexicano como al extea spel 1s leves sobre Ja uersa, las del petroleo y las de miner nile medida ne ra alentar al capital extranjero a venir a Méx 5 con In soncncion de fear plenamente protegide. Sein Pani ftuvo de acuerdo con esis opinign, sefalando que él habla aconsejado. 2 tales en-un sentido similar (Lamont, 1926}. En general, la politica del gobierno con sespecto al sector privado refles vba aetitudes conteatinotes hacia diferentes tegmentes del capital, ash como 1 cambios en Ia orientacién del gobierno durante los afios veinte, De los radicionales eran considerados los mas rupos porfirianos, Jos terratenientes FRE prescindibles, pero si bien algunos terratenientes experimentaron pérdidas considerable: durante fa reyobacién o durante la rebelién cristera, compa- ratlvamente pocos fueron directamenie afectados por tas palitieas de expra- piacién del gobierne durante 1s décads de los veintes. Gon re Enapos porfirianos, Ia embivalencls inicial hacia les terraten ciales, industeiales’ e intereses comercisles y financieros ‘se tran: apoyo 2 medida que estos grupos alcanzaban. un scomodo” con jo, un acemodo que al mismo tiempo implicebs un.papel del Estado mucho més ditecto en la economia que el prevaleciente durante el porfiriato. ‘Tanto jas iniciatives que aumentaban la intereneiégn extatal on Ja eco romia {como la ereacién de comisiones y dependencias gubemamentales tspecificas) y la promocién estatal de Ia acumulaeién de capital privado, se proponian al meno: en clerta medida compensar yen tiltima instancia obstactilizar la dominacién exiranjera de sectores clave de Is economia, Al misme tempo, importantes sectores de la clase dominante, y cn medida reciente e] gobierno mismo, prevelan un papel importante para el capital extranjero en el desarsollo fuiure de México LoS GAPITALISTAS DE LA REVOLUCION Lat pretiones del capital exteanjero y de miembiot de la late capitalista mesicana, y la colabo-acién enice el Estado y la burguesia en Is vecons- truccién ceonémiea, no son la siniea explicacién para el cambio en la pow Jitiea del gobierno 2 mediados de Ia década de los weintes. Un factor imm- portante fue indudablemente Ia transforrnacién de Galles y muchos de sus asociados en capitalistss, De hecho, al cambio més significative en la clase poscedora en el periods entre 1910 y 1934 fue su expansién mediante la Incorporacién de nuevs riquezs, El conflict revolucionatio mismo propor- ciond mumerosas oportunidades para el rpide ensiquacimiento de los. e nerales victoriosos, ademds del facil acceso a piadas a Tos anteriores terratenientes (Lieuwen, 1968: 39). Los jefes militares cn las zonas fronterizas hicieron fortunas con Ia operacién de casas de fue el caso de Abelarde Rodriguez, presidente coya fortuna, inicialmente acumulada durante Iran de la 20na novteha Ge Baja Califurirta, fur posteriormente favertiga en Wiedos, empacadoras &: So, propiedades urbanae y rurs) veras industsias, fundiciongs © instituciones finan X 31 de julio). No'sdlo iss militares revaluctonarios s¢ beneliciaren ceandmi- camenie de le revoluciin, Se podien hacer grandes gananci2s en la com; venta _ds_bienes raices. incluso comenzando con una base. muy pequena (Espinosa Porset, 1958: 41-42), Uno de los ejemplos mas aloriinados de Auloengrandecimiento sosrevolucion fue e} de AViBiaiiT Jer inj, ante- Hormente cénsul de Estados Unidos en Ja cludad G2-PuEoE A Concluir la revolucién se dedicé a prestar Jos propietarios de plantaciones de cafia actuacién como jefe mi- s-(Naranjo, ai \ en el estado de Puebla, que estaban intentando reconsteuir los ingenios azu- careros y Jos equipos destruidos o dafiados durante Ia revolucién. Muchos de &tos [urron incapaces de pagar sus deudas y Jenkins se quedé con sus propiedades, conviriéndose asi en duefio de once’ haciendas con las mejo~ fes tierres de-labor det valle: ge Matamoros (Ronfeldt, 1973: 20 s5.). A continuacién, Jeakins se interesd en otras &reas, incluyendo el control vir- tal de uno ‘de Jo: principales bancos del pats, [Los minstigs Ge gobiere, senadores, generales y gobernadores estatales Soente'ccondmice a waves de mecidal tale como el conseguisa 4 me} control de ls crmpeesas constructoras que recibian contratos del gobierno para nucvus carreleras, 9 asceiéndase con intereses nacionales o extranjeros Meyer, 1997: 316} “raeibién se hicieron fortunas en industrias, relacionadas con el turismo, que lo: gobierncs posrevolucionarios.tratarcs: ‘Je estimular como fiedio de aicaer fondos a México, El breve gobierno de Abelardo Rodriguez se carac~ terisd por la accleracign de In construccién de modernes hoteles y edificios publices, asi como de edificias de oficinas y departamentos, especialmente fc In ciudad de Mésico (Naranjo, 1948: 10 de septiembre). Los politicos locales y nacionales podian utilizar su posicién para vender favores a miem= bros de la élite porficians amenazador por las reformas'del niveva gohiemo, perticularmente a. terratenientes, en. favor de les cuales. los. funcionarios sposponian o prolongaban indefinidamente los tramites.de expropiacién, 0 Facian que:los “bofeficiacos” de Io reforma agraria reciieran dreas 0 cultivadas.y-permitinn a los anteriores. propielatios conservar Jas: mejores Gerras de fu haeiendas (Renditay Mites, citado en. Cordova, 1973: 578 n.), Oiras formas de corrupcién se institucionalizaron a_nivel_tocal, donde [2s avtoridades municipales, miembros del ejército y caciques uti- Jizaban sos posiciones para obtener el control de concesiones lucrativas (como la venta de alcohol), establecer impuestos y otras formas de pago en perjuicio de los comunidades bajo su control, y evitar la organizacién de Jos campesinos y mantener el orden en beneficio de los grupos y clases do- minantes (J, Meyer, 1977-307; Greuning, 1929: 289-334). Segin afirmd un funcionario de la Comisign. Nacional Agraria en 1924, une de los ha-~ cendados de su segién ers: “Io. bastante rico para. ‘comprar’ a. todas las autoridades:locales, tanto. civiles como militares, desde el presidente de la municipalidad hasta el fimo policla, y desde el comandante en jefe de ta guarmicisn hosia el Gltimo soldado, como en efecto Jo hizo en el pasado y lo endo ahora” (citado en Simpson, 1937: 467) Come sefalasnes, fos generales revelucionarios eran activamente slentados por el gabiem centeal para que se dedicasen a los negocios como medio de canalizar sus ambiciones. politicas en direcciones menos peligro- sas Exo fue particularmente cierto durante el gobiemo de Galles, cuando proceso de autoeneiquectmiento. fue. “pacificamente: eegularizado y Jos alistas. rovolycionatios” se conyirtieron en uno de los. sectores mas imiccs de Ja clase dominante (Cérdows, 1973: 30, 379). Los dirigentes i a8 revolucionarios —generales, funcionarios gubernamentales y sus socios— en- traron también en las filas de la oligarquia terrateniente, vinculada en. mu- ches casce a los terratenientes porfirianos, un proceso facilitado mediante préstamer otorgados por el Banco de Crédite sAgricola, por ejemplo para fa compra de haciendas por parte del general Joaquin Amaro. (secretario de la Guerra con Calles) y de Luis Leén (secretario de Agricultura) y la compra de Ia Cia, Richardson, productora de garbanzos, por ‘el genecal Obregn."® En este sentido, ef Estado eva una. fuente importante de la clase capita: lista en el México posrevolucionario, El "rechitamiento’ del Estado para fl sector privado es ejemplificado por la carrera de- Aaran. SAenz,, tuncio: hario gubemamental posrevolucionario y estrecho colaborador de Calles, cuyas conexiones oficiales le abrieron el camino para su nipido. ascense hasta una posicién clave ena industria azucarera Durante la revolucién, Saenz sirvid “como miembro del Estado: Mayor en el cjército de Alvaro Obregin, con quien siguid estrechamente.asociade hhasta el asesinato de Obregin ea 1928. En 1917 fue elegido para la Ci- mara de Diputados como representante del estado de Nuevo Ledn, y en 1919 y 1920 represents 2 México come embajador en Brasil, Tayo numero tos putstor en los gahinetes de Obregon, Calles y los tres presidentes del ma ximato: subsecretario de Relaciones Exteriores (1920-1924) ; secretario de Relaciones Exteriores (1924-1927); secretario de Educacin Piblica (1930): seeretario de Industria, Comercio y Trabajo (1930-1931); y jefe del De- partamento del Distrito Federal (1932-1935) (Hefley, 1970: 53, 60-70) Fue elegide gobernador de Nuevo Ledn en 1927 y, con una interrupcidn ep 1928 para fungir como organizador de la campaia presidencial de Obre- gén, conservé dicho puesto hasta 1930, lapse durante el cual apatent Frente consolids sus relaciones con los inteteses econémicos conservadores Ge Monterrey. De hecho, e) caricter abierto de su respeto a los negocian- tes de Monterrey fue la causa de su eliminacién como candidato preside: cial “revolucionario™ para Jas elecciones de 1929, aunque habia sido consi; derado sucesor légico de Obregén en los clrculos politicos mexicanos y aparentemente él esperaba ser el candidato del nuevo Partido Nacional 38 Véase Gémres Jara, 11970; 42, y Krause, 1977: 120.22, 15657. En sus dos primeros afor de opetscién, el Banco de Gredivo Agricola ototgé créditos por valor Be'78 ‘millones de pesos, de lor cuales 17 rnillones constivuian préstamos individes- ie 8 aprainadamente il sfandss propieanon: mientry goe ‘das lane fueron 2 eciedade de eredita para eneficiar 2 10 mil pequenes agricultores, Una cuss fidn detalads de la forma de. luncionar deb bance puede cncontearse en Ia carta Ss cenuncin de Eduardo Villaschor, director del depareamento de sociedades del Banco; al director de éste, Ellas S.A. de Lima (Villasenor, 19742 21421). Véase también Krave (1996: 292.37], seasin el cual ls cormupeion del banco 7. Is desl ign con el gobierg en, general (ueion factores decisvot en Ia decizion de Manuel Gémex Morin —auien habla. dieeindo gran parte de 1 lesislacign bancaris de eve periode, Inchuyendo la del Banea de Crédito Agricala— de dejar el aervicia del sobiem® para wabajar en ta empress privads, 89 Rexalaconeria que habia ayudado a establecer (Portes Gil, 1954: 150, 5 Como micmbro del gabinete de Calles, Sdenz se aproveché de los. esti= mulos ofrecidos a los funcionaries politicos y militares para convertirse en ‘empresarios. Funelé fa compania constrictora FYUSA, aparentemente fuen- te Inicial de su fortuna {y de Ia eval se supone que fue también una im portante fuente de riqueza para Calles), a coal se multiplies en varias otras empresas (Cérdova, 1973: 376-77). Calles, con quien Séenz estaba emparentsdo por matrimonio (tenia una hermana casada con el hijo me- yor de Calles) estaba también asocisdo con Saenz en Is construccién de vn ingenio de amicar en El Mante, en Tamaulipas, Las tierras fueron tomadas por funcionarios del gobierno de Calles (los propietarics antesiorss habian sido chinos) cuando se iniciaron las negociaciones para Ia construceién de una presa en cl rio Mante para establecer un sistema de riego. La presa los canales de riego fueron construides por Ix J. G. Engineering Corpore- tion a un costo de 4.5 millones de pesos, pagados por el gobierno federal Cuando has obras se conchuyeron en 1929, las tiertas fueron vendidas, que- dando su mayor parte bajo el control de tres familias: Ins de Calles, Saenz y Lamberto Heminder (otro funcionario publica) (Treviio Sillar, 19M 22-23). Posteriormente. en Ia propiedad de Séenz en E] Mante se constr yé una modems refineria de anicar con ayuda de un importante préstamo del Banco de Méxiro (Hefley, 1970: 83, 93) Stenz supo también sacar ventaja de los esfuerzos de los gobiernos de Obregén y Calles para promover la produccién de azticar, la cual habia declinado dristicamente como consecnencia de la revolucién y particular mente de Ja ocupacién de las plantaciones de azicar de los estados surefios por lor ¢jércitos campesinos, de Zapata, gue las habien convertido a a produccién de subsistencia"YEI presidente Obregén incorporé al Cédigo Agrario un articula declarando que la propiedad dedicada a Ja producciba pel procesamiento de cafia de asGear no podria ser afectada por la refore ma agraria, Jo cual fue un factor importante en el resurgimiento de Ja industria azucarera, pero en condiciones sumamente desorganizadas, En 1926, In sobreproduceién emperd a ser un problema, teniendo como resul- tado el descenso de lot precios y los esfuerzos del gobierno por obligar a les "predoctores a asocitrss, Estos foros fueron extesot durante ‘wn Gempo, pero a prineinios de los afios teinta un aumento acclerada cn la produecign. combinade con una diaminweisn de In demanda debido 2 Ja d presign, tivo como resultado un brusco descenso del precio de Uein: Centavet por hilo en 1928 a eatorce centavos en 1830 (faturana y Ree Ganem, 1967: 165. En efecto, Zapate intenté snimar a Tor eampesincs al menav parie de In terra para calthar-cafa de anicar, Indicando que Ja reeiin_seevirin en Ir pobrera si cosllabs Snicamenle en Ja produecién para. el consume Toeal. Pern aparentemente tuvo poco éxite, y Ia teanudacién de la. gusta Dorteriormente en sexta resign intpidid Ia predoceién comercial de eaha (Gilly, 1975: 242) on trepo, 1970: 38), A insiancias del sceretario de Ha a Oca, YE Shon qua era emohens rae & tame 2 Jo, @ principios Se_193i_.se, establecid 1a Gia. Estabiltiadore del Mercado 0 Gel Azicar, asociando a ia mayorla de los prodictores corr “regular S 18 prédutcién y estabitizar Jos precios, La preseupacién del poblemo por Js snabilzacion de la industria quedo indlesdn pes tne wetine wecoae con critas por el banso agricola del gobierno ne Sin embargo, la Estabilizadora no incluia a tedas Jas: isfinerias (es ciakmente, las de Jalisco) y carecia de un mecanismo pard imponer cuetas de produccién y precios. Aunque se legaton a tomar medidas tale como. Ja quema de cosechas excedentes, Ja produccién-de azicat siguié aumen- tando (Maturane y Restrepo, 1970: 38; Ganem, 1967: 168}. A finales de 1931 muchos caferos privasos, ineluyendo x Sicnz, actaban:eonvench dos de Ja necesidad de formar un cartel de todos los propictarios de inge- nios azucareros, con medidas obligatorias para controlar Ja produeeién Ja venta (Redo, 1931). Los productores de azitar estarian obligados 9 ce~ lebrar contratos con fa organizacién de ventas, aentregat a ésta toda Ja produccién y a reducir sus cosechas a cuotas extablecidns por el Estado, En enero de 1932 una compania independiente, Awicar, S.A, inicié sos raciones y pronto incliia a todos lot inganios del pris. Su propssito era el de estabilizar los precios del azicar a través de la .distribucién y venta de todo el azbcat producida eri el puis y, de ser necesario, establecer cue tas para limiter la produccién, Al mismo. tiempo, se esteblecié el Banco Azucarero para asuimir wna responsabilidad pateial por Ja financiacin de Ja producciéa de axtcar; sus accionistas incluian 2 casi todor Jot propie- tarios de ingenios del pais asi como al Banco ‘de Cridite: Agricola del go- dierno. Aparentemente, Azicar, $A, tuvo és! tiempo en ee tabilizar la produccién y venta del aziear, En mayo de 1832, Aaron Sienz, quien era presidarte de Azicar, S, A., asi come del Banco Arucarsro, afirmé que esta nueva organizacién seguramente carecia de precedentes en Ja his- foria de Ja industria del azficar, no sélo en México, sino en todo el mundo. Reconocié el apoyo y estimulo del gobierno y del Baneo de México (el cual tenia una importante funcién al orquestar al finanelamienta de Ja industria azvearera por varos bancos oficiales y privades) y expres6 su confianza em gue esta organizacidn para Ia produccién de aniea? podria servir de prece- dente para organizaciones similares en otras indusirias. (S4enz, 1932}. A continuacién, Séerz increment sus propiedades con otras plantaciones ingenios azvcarerce y también diversilicé sus potesiones’ con hoteles, lineas agreas, productos dé acéro y productos alimenticios. Consiguié el control Gel Banto. Azucarsro_(rebautizado Banco de Comercio © Indusiia), Hey § Sis Jas propiedades: de Séenz constituyen uno de Jor mayores grupos eco- némicos del pats (Cordero y Santin, 1977: 51) E] interés de.Ja carrera de Sient radica en que no s6l6 fue capaz de utilizar su posicién politica para ampliar sus intereses. eeondrhicos, sino que tambidn se benelicié de Ins politicas del gobierno que alectaban a Ia indus- ta arucarers, incluyenda su papel en la. formacion de. un cértel para racionalisar la. produccién de azuear (y.garantizar las utilidades). Séenz foe también beneficiario de Ja promocign gubernamental de [a industria ruristica jee préstamos de bancos del gobierno —inicialmente del Banco de México, infs tade de Nacional Finsnciera— para empresas y proyectos eapeeificos “Asi, ef Estade no slo fomenté fas condiciones pata la aeumulaciéa priv yada, sino que también tuve un importante papel. en la formacién de las Uses cn ef México postevolucionaria:-indirectamente, mediante |e promo- ign de industrias especilicas (come las del ozécar y del turismo), y direc tamente, 3 waves de oportunidades (incluyendo subsidies directos) que permiueron 2 los anibtaces y funcionarios de! gobierno convestirse en capi- fhlistas de Ia revolucién, La carrera de Sienz, quien se beneficié de ta Caneleion de ta industria agucarera 3jo los suspicios del Estado, de fa promocién gubernamental del turismo y de la financiacién estatal direc- 1h del sistema de siego y del ingenio de El Mante, constituye an notable ejemplo de Ja compleja relacién entre eS Estado y'el sector privado. que tequitia caracterizando. al México. posrevolucionaria. EL ESTADO Y LOS TRANAJADORES, Et establecinienio de condiciones para Ja acumulacién: de capital implicé no sélo Ja consolidacidn ¢ institucionalizacién del’ poder del Estado, y el seomodo {) expansién) de los interetes privades, sino también, bajo Ie guia de In colaboracion de clase, el control det movimiento ebcero y del campe> tinado, Al mismo Uempo, fa vietoria de Obregén sobre Carranza y poste- see eee ames be De la Huerta, si como la derota de fave Yelign cristera, se-debieron al menos en parte al apoyo de los trabajadores crganizades y de los campesines armados, Por consiguiente, la politica cen~ tral del gobierno, co! amboe grupos durante.este petiodo.ceas lags nse a8, Tiempo fortalecer. sw control. sabre és Su esizategia consistia en evilar una organizacién. unificads © indepen- diente de obreros y campesines, cooptando a las organizaciones existentes Vo estableciende ‘instituciones dirigidas y controladas. por. et gobierno. Es- oe safucreas chacaban can. fa oposicién de las organizaciones independiemtes en cierta medida cou intentos de los goberna- dates de los estados por organizar a fos trabajadores urbanes y rurales bajo { auspicios. Ast Jas duchas Sésieas de la fuerza taboral contra los ricas, minds, yacimientos petroleres, y Ins de los campesinos contra los-tecraienientes, s¢ yeian complicadas por conflictos entre el go ierno central y los gabiernos de fos estades a medida que el primero con- folidaba ss control del pats, y entte las organizaciones Iaborales indepen 'y el inosieniente laboral consrolado, por el gobierno, de obreros y Durante la mayor parte de este petiodo, Ia confederacién del trabajo dominante era la CROM, Confederacién Regional de Obreros Mexicanos. La CROM fue establecida en 1918 como organizacién independiente, y su declaraclin de principios refleja la influencia de los delegados anarquistas presentes en su congreso constitutive, Sin embargo, su secretario general, Puls N. Morones, y otros lideres instituyeron muy pronto una politica de ~“ppartansine creative” (es decir, colaboracién con ef Estado), justificads con el argument de que los trabajadores estarian indefensos sin Ia pro teceign det Estado (Carr, 1981: 87-93),. Al tiempo que rechazaba los Esfuerzos de Carranza por controlarla, Ia CROM apoy6 Ta rebelién de Ga- franca en 1920 y colabord extrechamente con las administraciones de Obse- gin y Calles, El ripido giro de la CROM desde una posicién independiente f anarquista a una tefonnists fue probablemente provocado por Ta. termpra~ fa asoraeién de la CROM con la American Federation of. Labor, que buscaba utilizar al movimiento labora! ican para establecer una Pan ‘American Labor Federation a fin de implementar una “Doctrina Monroe para lot trabajadores, “salvaguardando” a los trabajadores tatinoamerica- for de a intervencién extranjera (Levenstein, 1971: 90). En ef lapso de dos aiios, Jos miembros anacquistas abandonaron Ja nueva confederacion como protesta contra las maniobras,politicas de sus dirigentes Durante ef régimen de Calles, Ia CROM cosech8 los beneficios del pleno apoyo del gobieme, Morones fue designado secretario de Industria, Comer- Zio y Trabajo, y otros dirigentes de fs CROM recibicron pucstos menores cael gabinete o fueron nombrados senadores 0 diputados. El gobierno fe- Steal Sancipnd los. esfuerzes de Ia CROM para poner a los trabajadores mexicans bajo su control centralizado, amichazando a las empresas con la Confiseacién si no reconocian a los sindicatos de lz CROM (Basurto, 1975: 345-48; Ashby, 1965: 11-12; Levenstein, 1971: 137) Trieiamente Is CROM ers capaz de! asequrar_ventajas genuinas. —1e-\ ‘conocimiento y benelicios econémices para los sindicatos mis débites, a Cambio desu lealtad— particularmente contra, las empresas nacionates, | Feladvamente pequefias y dispersas. Su base mas fuerte estaba entre Jos Uabajadores textiles en Jos estados de Pucbla y Veracruz. Con el cambio Georemacign- sel goblemo de Calles hacia un-apayo abierto a le clase Gominante, el gobierno empend a permitir lock-outs, reducciones en la pro- Guccion y al despido de trabajadores por parte de los patrones, y 1x CROM Utilizd su control det movimiento obrero para desalentar Ins huclgas y pro~ mover Ia colaboracién de clases, La CROM también intenté apoderarse de los sindicatos independientes y destruir el movimiento cbrero indepen- diente, 2 menudo por medios violentos, en colaboracin con los patronos y funcionaries de los gobiernos locates (Carr, 1981; 136-#1). La velacién que lege a darse entre 1a CROM y los Tideres de los sindicatos locales fa~ ilitaba el control vertical de los trabajadores en los sindicatos aliliados a Tp CROM. En la CROM ‘misma. las decisiones eran tomadas en secreto, generalmente por el pequefio Grupo. Accién, compuesto por Morones y sus $3

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