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INTERDISCIPLINARIA

Entre permanencias y cambios


Max Hernández
Psicoanalista.

Margarita Giesecke
Historiadora.

Dana Cáceres
Psicóloga.

E s una verdad de perogrullo ción del país y exigía una política petro- indigenismo y a las reflexiones de
que cuando una sociedad relativamen- lera que protegiera el desarrollo pro- Basad re. A mediados de siglo, Fernando
te inmóvil o parcialmente estancada se ductivo. El contrato Grace -firmado Belaunde Terry y Francisco Miro-
comienza a agitar, la actividad de los entre polémicas y desacuerdos-, la pro- Quesada definieron una visión del país
intelectuales, en tanto receptores de in- liferación de las sociedades anónimas, pensado como doctrina. Aparecieron
flujos externos y pensadores de su pro- las máquinas fotográficas, las líneas te- asimismo visiones cristianas y progre-
pia realidad, muestra el desfase entre lefónicas, las máquinas de coser, las sistas de la realidad social. En medio de
ambas funciones. En el siglo XX, este lámparas y los grandes almacenes, la gran diversidad hubo claros puntos en
desfase entre la impresión de una rela- prestaron solidez a la ilusión de pro- común: la conciencia de la complejidad
tiva inmovilidad social y el incesante greso, al menos en la capital. del país, las pinceladas utópicas, el
flujo del mundo de la cultura se nota Constatar la inmovilidad del con- incanato como referencia incuestionable,
con particular intensidad en la obra de junto de la sociedad en medio de la la propuesta de una radical recodificación
los intelectuales de los países subdesa- efervescencia comercial y la llegada de societaria asociada a una profunda
rrollados, en desarrollo, del Tercer grupos de inmigrantes europeos no transformación de la ética social.
Mundo o del Sur, como sucesivamente hacía sino incentivar el deseo de acele- Entre ambos momentos, Leguía de-
se ha ido llamando a una vasta realidad rar la lenta acción del tiempo, avanzan- finió desde el poder absoluto una parti-
del planeta. Es obvio que esta escisión do en el sentido del progreso. Progreso cular realización del progreso amparado
también afectó y afecta la visión que los material que debía ir acompañado de por cuantiosos préstamos. Un modo
intelectuales tuvieron y tienen del Perú. un proyecto nacional que articulara lo esencialmente material y práctico del
No fue muy notoria, sin embargo, a económico, lo social y lo ético. Propues- mismo: obras públicas, manejo financie-
fines del siglo pasado ni a principios del tas tan disímiles como las de Manuel ro y cambios sustanciales en el régimen
presente. La percepción de la lentitud González Prada, de los miembros de la de trabajo. Dentro de tal ejecución
con que discurría la vida social animaba Repúbica Aristocrática, de José de la pragmática -y a pesar del título
la inquietud por acelerar las cosas. Los Riva Agüero y de Víctor Andrés «Huiracocha>> que se le dio al jefe del
intelectuales fueron los anunciadores Belaunde, convergen para ilustrar la gobierno- el campesino concreto, el in-
de un bienestar futuro y no los mensa- complejidad de este momento reflexi- dio, no tenía cabida. La educación fue
jeros apocalípticos de una cultura de vo. concebida como la abstracción que lleva-
vanguardia: pensaron en la posibilidad Llegó un segundo momento. Al ría a la configuración de una nueva ciu-
de un país ilustrado que avanzara orde- enraizarse en el quehacer político y en- dadanía donde el hombre de las mayo-
nadamente al compás del desarrollo. La contrar audiencia social, el discurso dio rías, el <<nuevo indio>>, encontraría su
fuerza de la idea de progreso galvanizó paso a formaciones partidarias y a co- lugar. A la espera de su transformación
la imaginación. Basta con citar «El Perú rrientes ideológicas. En el primer caso, en ciudadano, el indígena quedaba ence-
Ilustrado>> que, retomando los «gran- basta referirse a un nombre y a unas rrado en un museo viviente; en una de-
des planes de hacer del Perú una nación siglas: Víctor Raúl Haya de la Torre y finición social vacía. Era como la
viril y progresista>> de Manuel Pardo, APRA. En el segundo, a la obra de José entelequia del ciudadano que iba a nacer
auspiciaba el proyecto de industrializa- Carlos Mariátegui; también, al auge del por obra y gracia de la educación. En-

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tretanto, la clase media que se estaba muy difícil de modificar. Como conse- fenómeno migratorio daba ingreso a
gestando comenzó a discurrir por cau- cuencia de esto, más que descifrar lo nuevos grupos que en su momento aspi-
ces cartesianos en pos de objetivos real se intentó someterlo a un discurso rarían a la expresión política. Más que
sajones. Leguía acertó en la delimita- utópico. Esta afirmación requiere ser pensar en ensanchar el espacio público
ción del territorio nacional de la <<Patria contextualizada y ampliada. para la participación, el quehacer políti-
Nueva», pero su proyecto naufragó al En la propuesta velasquista, la co fue la incursión de un grupo de inte-
toparse con los límites del propio siste- transformación de la realidad se conse- lectuales en Jos aledaños burocráticos
- ma que lo había hecho crecer: la gran guiría mediante la modificación pro- del poder.
crisis capitalista de 1929. funda de la organización del Estado. El Es interesante consignar que el gol-
Se podría decir que durante varias conjunto de reformas propuesto tuvo pe que removió a Velasco de la jefatura
décadas se dio un contrapunto entre por telón de fondo los momentos fina- del gobierno coincidió con una circuns-
ideas y doctrinas, por un lado, y el les del proceso de descolonización que tancia que a la postre daría fin a los
pragmatismo de lo posible, por otro. El coincidían con el auge político de los sueños tercermundistas. Precisamente en
contrapunto estaba confinado a la esfe- países del Tercer Mundo en la escena 1975, las resoluciones de la Asamblea de
ra de los hechos y los proyectos. Las internacional. Ello contribuyó a que las las Naciones Unidas reflejaban un nuevo
ideas democráticas fueron imponién- medidas tomadas desde el poder pola- escenario internacional. Un nuevo clima
dose -lentamente y no sin tropiezos- en rizaran a la sociedad peruana. Se pro- advenía, incluso iban quedando de lado
la agenda política peruana. El contra- dujo una turbulencia de sentimientos: las propuestas contenidas en la encíclica
punto se dio esta vez entre quienes pro- angustias -muchas veces infundadas- Populorum Progressio. En el país, las iz-
clamaban que <<la democracia no se frente a lo que se perdía y esperanzas- quierdas que habían sido impulsadas
come>> y distribuían el pan casi nunca colmadas- ante lo que se por los vientos primigenios de la revolu-
autoritariamente y quienes se preocu- podía obtener. La importancia del mo- ción cubana continuaban el ascenso que
paban más del alimento espiritual que mento es innegable. Aún hoy día, hay las llevaría a participar del ejercicio del
del material. La gran reflexión sobre el quienes señalan que marcó el inicio de poder sin por ello dejar de ejercer una
Perú varió: decayó la fe en el progreso y la decadencia del Perú y quienes afir- crítica frontal. En el plano religioso, la
se percibieron sus límites. El orden so- man que fue el comienzo de la moderni- Teología de la Liberación encontraba su
cial y el lugar del hombre en el mismo zación de la sociedad peruana. más vasta audiencia social.
ocuparon el centro de la obra de pen- Como consecuencia de lo anterior, En tales circunstancias se procedió,
sadores como Augusto Salazar Bond y y podría decirse que continuaba siendo dentro de Jos lineamientos de la Consfi-
animaron los escritos literarios y difícil conjugar los discursos políticos, tución redactada en 1979, a las elecciones
etnográficos de José María Arguedas. los contextos sociales y la base econó- de 1980. Se dio entonces un fenómeno al
Se podría decir que pese a las vastas mica y material de la existencia. Al igual que debe prestarse la debida atención:
diferencias, a lo enconado de la lucha que en los comienzos de la república, Sendero Luminoso decidió inscribir su
política, a la alternancia de periodos los intentos por hacerlo terminaron por primer acto de violencia durante el acto
democráticos ydictatoriales,la reflexión difuminarse. Quienes, en teoría, tenían electoral por el cual la ciudadanía -que
sobre el Perú y la teoría de la práctica el conocimiento no tenían la capacidad incluía por primera veza Jos analfabetos-
política subrayaban la complejidad del de tomar decisiones. No eran decision- recuperaba el derecho de elegir a sus
país y las plurales dificultades que éste makers. Por el contrario, aquellos que gobernantes. El acto señaló un punto de
presentaba en los planos económico, decidían no siempre tenían el conoci- inflexión en el que se produjo una
social y cultural. La reflexión sobre el miento teórico ni la capacidad de escu- agudización de la escisión entre la <<pa-
Perú estaba muy marcada por preocu- char a quienes lo tenían. En el gobierno sividad>> de la democracia y la inmediatez
paciones políticas. La creación de De- de Velasco, el desfase apenas cambió de de la <<acción>>. Escisión que adquirió
partamentos de Sociología en las uni- dirección. Persistió la disyunción entre proporciones de desgarro. En el contra-
versidades durante los años sesenta Jo percibido, lo pensado y Jo actuado; punto entre la violencia terrorista cada
determinó un impulso nuevo y un ses- un desajuste entre discursos y realida- vez más desenfrenada e inhumana y la
go profesional a la reflexión teórica des. escasa eficacia de los sucesivos gobier-
acerca de la sociedad peruana. En cuanto a las transformaciones nos democráticos, la población perdió la
De súbito el conjunto de preocupa- de la primera fase del Gobierno Revo- confianza en lo político y en los políticos.
ciones que había llevado a pensadores y lucionario de la Fuerza Armada, con- El discurso se despolitizó abruptamente.
políticos a diseñar proyectos para la vienerecordarcómo fueron vividas por El portavoz del nuevo mensaje fue
nación, penetró como un vendaval la sociedad. Produjeron lo que alguna Mario Vargas Llosa. Su propuesta se si-
desordenado cuando el golpe del Ge- vez fue definido como una transferen- túa en los momentos finales del duelo
neral Velasco Alvarado. La toma del cia de miedos: por primera vez el temor ideológico asociado con la guerra fría y a
poder por los militares iba a dar a un al poder estatal lo sufrían primordial- fines de la década dominada por esa
grupo de intelectuales la ocasión de mente <<los de arriba>>. Cabe subrayar economía tan cara a Margaret Thatcher y
plasmar una utopía. Una utopía marca- que esto ocurría cuando se estaba pro- a Ronald Reagan. En un terreno prepa-
da hasta la médula por un sentimiento duciendo una importante multiplica- rado por la incansable prédica liberal de
negado con vehemencia: aquél que sur- ción ciudadana, cuando la esfera de Jo Hernando de Soto, un gran escritor subió
gía de la percepción de una realidad <<público>> comenzaba a extenderse. El a la palestra política aguijoneado por los

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dislates económicos de los últimos años tes -siguiendo dentro del pensamiento mentos duraderos que articulan, engra-
del régimen de Alan García. El magiste- clásico acerca de la nación- por lo me- nan y consolidan la o las culturas que
rio televisado de un intelectual que nos otros dos requisitos: la identidad y dan soporte a la nación y que, por ende,
empleó su prestigio contra los intelec- la educación. Dos asuntos centrales. En afirman la identidad nacional.
tuales exhibió un discurso político que el caso peruano, la dificultad para la Precisamente es la educación, en sus
apuntaba a la despolitización. La gran forja de una identidad nacional y para aspectos cognitivos y formativos, el ele-
campaña publicitaria no dio los resul- la consolidación de un sistema educativo mento que facilitó, apoyó y dio forma al
tados esperados. Una serie de cambios efectivo se hallaría, en parte, en la proceso de homogeneización de la cul- •
en la sociedad habían creado las con- superposición de tiempos históricos. tura. En este complejo y difícil proceso
diciones en las que sería elegido el in- Ésta se expresa actualmente en la co- de creación de nuevos valores, la edu-
geniero Alberto Fujimori. existencia de zonas económicas y socia- cación se convierte en un bien primor-
Un poco a la manera de Leguía y les casi estancadas en el tiempo y zonas dial al que una inmensa cantidad de
Odría, el gobierno de Fujimori ha sig- urbanas que tienen acceso a comodida- ciudadanos aspira. El riesgo que deriva
nificado la realización pragmática de des, modas, instrucción y aspiraciones de un sistema educativo desorganizado
cambios. A diferencia del primero, no propias de una urbe desarrollada. Todo e inarticulado que no responda a las
ofreció un discurso de cambio radical esto plantea dificultades para la defini- realidades culturales propias es muy
de la sociedad, apenas si unas vagas ción de una identidad compartida y serio. Baste con señalar sólo dos aspec-
alusiones a la honradez, a la tecnología propone retos para la educación. tos: si la escuela ofrece contenidos con-
y al trabajo. A la cabeza de su movi- fusos, contradictorios y fuera de su con-
miento, «Cambio 90>>, Fujimori recogió texto histórico, lo aprendido en la escuela
las propuestas de Vargas Llosa y despe- acerca del mundo y el mundo de la rea-
jó las trabas que impedían el libre juego ~,En el caso peruano, lidad cotidiana resultan incongruentes.
de las fuerzas del mercado. Actuó en Como consecuencia de esto, la incohe-
función de cambios que se estaban la dificultad para la rencia entre la oferta educacional y la
dando, no los anunció. A partir deiS de forja de u na identidad oferta laboral genera conductas
abril de 1992 se vio nuevamente que los ambivalentes en los ciudadanos y confu-
intelectuales que apostaban a la demo- nacional y para la siones en cuanto a su identidad. Éstos
cracia y los realizadores se situaban en tienden a identificarse con los rasgos de
orillas opuestas. Una escisión entre
consolidación de un la cultura industrial y postindustrial de
práctica y teoría se hizo nuevamente sistema educativo otras partes del mundo y no con laque se
evidente. El progreso tiene un nuevo está produciendo en su propia nación.
nombre: modernidad. La palabra corre
efectivo se hallaría, Todo ello incide sobre la conviven-
deooca en boca y parece estar a la vuelta en parte, en la cia y crea amenazas a la seguridad coti-
de la esquina. Un hecho crucial sed io en diana y sentimientos de inseguridad
setiembre de 1992. A partir de la captu- superposición de asociados a la existencia de profundos
ra del jefe terrorista, se desmanteló la tiempos históricos ~, desniveles socioeconómicos y grandes
subversión. El país comenzó a recupe- diferencias culturales. Además, hay un
rarse de las serias heridas sufridas. hecho de capital importancia: al margen
La compleja trayectoria de progre- de la orientación política de la economía
sos y regresiones de la historia política Hoy día nadie duda del rol que que eventualmente predomine y de lo
del Perú va dejando la huella de la juegan las realidades económicas en la moderna que una nación llegue a ser,
voluntad de forjar la nacionalidad. Si identidad de la nación. La nación es un existe una constante inestabilidad políti-
dicha voluntad constituye uno de los concepto moderno, no hay que olvi- ca vinculada a la inestabilidad de las
requisitos que los clásicos consideran darlo. Los procesos de industrializa- economías basadas en la exportación de
esenciales para la constitución de una ción impulsaron la homogeneización materias primas. La larga historia resu-
nación moderna, la base cultural para la cultural de hombres venidos de distin- mida en la crisis del guano, en la guerra
misma se insinúa en el insistente con- tas culturas. Las naciones desarrolla- por el salitre, en la crisis de 1929 y en las
trapunto entre las culturas oficiales y no das, en sus múltiples versiones históri- crisis de la pesca y el petróleo de la déca-
oficiales, en la pugna entre las visiones cas, se afirmaron en base a dichos pro- da del setenta, se constituye en adver-
indigenistas e hispanistas, en los sue- cesos. Con la industrialización se am- tencia en ese sentido.
ños mestizos. El monopolio de la vio- pliaron los mercados, y ante el mercado La oferta de seguridad que se des-
lencia por el Estado, otro requisito clá- los ciudadanos son, por definición, prende del actual giro de la economía
sico esencial, se ha consolidado gra- iguales. Además, la aspiración por el peruana y del enfrentamiento exitoso
dualmenteen medio de golpes, reformas bienestar económico constituye un im- del gobierno a la subversión terrorista,
autoritarias, revoluciones, luchas po- portante incentivo en el que pueden no contempla una serie de insegurida-
pulares, revueltas, amenazas terroris- converger vastos sectores sociales. Sin des que acechan a los ciudadanos. Estas
tas e interludios democráticos. embargo, es menester recordar que van desde aquellas consideradas pri-
Voluntad, base cultural y monopo- factores extraeconómicos tales como el marias: comida, techo, trabajo y salud,
lio de la violencia. Quedarían pendien- lenguaje y la educación son los ele- hasta las más complejas relacionadas con

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el papel de la ciencia y el pensamiento ¿Es aceptablemente válido Jo afir- peruanos hablar de nación, cuando en
en la construcción de una sociedad que mado hasta aquí? Antes de responder a Jos países desarrollados se está recono-
proporcione bienestar a la mayoría de la pregunta, es menester prestar aten- ciendo los límites del estado y de la na-
sus ciudadanos. Tal vez ésta sea la ción a Jo que se podría denominar los ción misma y subrayando el papel deci-
razón por la cual han ido apareciendo efectos de la llamada posmodernidad sivo de la sociedad civil en la solución de
ofertas parciales de seguridad que in- en la captación de las realidades de un Jos problemas de la comunidad?
cluyen sectas religiosas, recetas para país que no ha alcanzado la moderni- Gobierno, seguridad y conciencia
• tratar los miedos, auge del curanderismo dad. El contrapunto entre una mirada histórica se aproximan en una antigua
y la sanación, comedores populares, que se quiere posmoderna sin llegar a tradición que se remonta cuando menos
policías privados, guachimanes ubi- trascender los límites de la aceptación al Renacimiento. Los problemas propios
cuos, tranqueras en las calles de la ciu- pragmática de lo que está ocurriendo y del fin de la modernidad desplazan el
dad y rondas en el campo. una conciencia moderna desencantada acento hacia la incidencia crítica que ésta
En un momento en el que la de la premodernidad vigente en vastos parece jugar en lo concerniente a la segu-
globalización económica, el cambio sectores, hace necesario tomar cuenta ridad y hacia el cuestionamiento que
constante, el crecimiento exponencial cuidadosa del discurrir de los procesos hace a la conciencia histórica. Ellos indi-
de los conocimientos de la humanidad que se dan en el seno de la sociedad. Tal can también Jo equívoco e impreciso que
y la proliferación de informaciones y vez ello contribuya a que se encuentre resulta el término modernidad visto a la
mensajes definen el clima cultural de un mejor modo de adecuar la visión a luz de nuestra historia. Todo parece su-
fines del milenio, queda muy claro que los fenómenos sobre Jos que se quiere gerir la necesidad de enraizar la moder-
la ciencia y la tecnología deben actuar. nidad dentro de un sentido histórico. Tal
enraizarse en el suelo histórico de la Es el momento de preguntarse so- necesidad, de raigambre premoderna, se
nación mediante una propuesta educa- bre la manera de responder a la pregun- ha de expresar dentro de una lógica más
tiva consonante con sus realidades ta planteada. La breve narración preli- bien marcada por la posmodernidad.
culturales. El crecimiento económico minar puede ser o no ser compartida, Preguntarse sobre las relaciones en-
sólo podrá devenir en desarrollo, pro- puede ser o no ser considerada como tre la gobernabilidad democrática, la se-
piciar la seguridad ciudadana y permi- concerniente a lo que ocurre. Además, guridad y la conciencia histórica implica
tir la afirmación de la identidad de la existen en ella implícitos una serie de preguntarse acerca del equilibrio entre
nación si se toman en consideración asuntos. Asuntos relativos a la cons- consenso y represión, entre confianza y
formas de solucionar los retos señalados. trucción de una cultura ciudadana, al autodefensa, entre conciencia histórica e
A la inversa de los intelectuales de diseño y ejecución de un proyecto identidad. La incertidumbre y la falta de
fines del siglo pasado, la tarea intelec- compartible, a la seguridad estatal y liderazgo de vasto alcance caracteriza
tual de este fin de siglo exige un tiempo ciudadana, a las relaciones entre pasa- nuestro ingreso al siglo XXI. En un clima
casi inmediato de reacción para poder do y futuro. ¿Tienen estos problemas internacional atravesado por conflictos,
repensar -sin perder de vista las reali- que hacer con el grado de conciencia la seguridad de las naciones se juega
dades propias de una larga historia- histórica de nuestro pueblo? ¿Cuáles entre opciones opuestas: armamentismo
una sociedad que cambia vertiginosa- son sus implicaciones para el futuro de y paz democrática, medidas extremas de
mente. Se observan señales de alerta la gobernabilidad democrática? ¿Cuá- protección nacionalista y reuniones
frente a asuntos contenciosos demasia- les son las posibilidades de auspiciadas por las Naciones Unidas para
do evidentes, como por ejemplo, la compatibilizar modernidad y demo- difundir el respeto a la diversidad tanto
cuestión ética implícita en el modelo cracia? ¿Serviría una historia mínima de los pueblos cuanto de las realidades
impuesto o la falta de participación compartida como base para retomar el ecológicas. A esto hay que añadir las
ciudadana en las decisiones que afectan hilo de nuestra historia y nuestra capa- oscilaciones entre la profunda desazón
a la sociedad. Se trata, evidentemente, cidad para crear cultura? ¿Es posible la consecuencia del desastre de Chernobyl
de una tarea que desborda las capaci- existencia de un consenso entre secto- y de la Guerra del Golfo y la confianza
dades de Jos intelectuales y que apunta res sociales cuyos intereses son contra- faústica en el desarrollo del enorme po-
hacia la construcción de una nueva puestos? ¿Cuáles son las bases sobre las tencial tecnológico adquirido. Dentro de
identidad acorde con las actuales cir- que se asienta la <<identidad nacional»? este contexto se ha de definir el destino
cunstancias. ¿O acaso resulta extemporáneo para Jos futuro de nuestra sociedad.~

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