Il.- LA CONSTITUCION DEL
SUSETO
La psicosis se caracteriza por la forclusién del Nombre-
del-Padre y la falta de inseripcién de la operacién légica de
separaciéa, Retormaremos la dialéctica pri entre aliena-
cidn y separecidn en la constimcién subjetiva para indicar
su particularidad en la psicosis.
- Necesidad, demanda y deseo
La oposicidn entre estos tres Mrminos pertenece a Lacan;
Freud nunca hablé de demanda. Esta trilogia fue modificada
enel curso de la ensefianza lacaniana: el término de necesidad
cae y en su lugar se ocupa del tema del goce.
No obstante, encontramos cl punto de partida de esta
distincién en Freud, En el] «Proyecto de Psicologia para
HeurGlogos» (1895),' Freud presenta un esquema que rige la
busqueda de placer. A partir del Manto del bebé por una
necesidad desconocida para el observador, y dado su
desvalimiento inicial que le impide realizar el movimiento que
elimine esa vivencia de displacer, interviene una acciéa
especifica exterior dé un «otro primordials que permite que
a¢ constituya la primera «vivencia de satisfacciéns y posibilita
que desaparezea esa necesidad indeterminada. A partir de
entonces frente ala emergencia de un estirnulo el nite espera
ln reaparicién de ese objeto primario de satisfaccién cue
permita apaciguarlo. Pero entre la satisfacciém obtenida y La
anhelada existe siempre una diferencia que se demomina
15. Freed, «Proyecto de pskologia pam nourdlogos= (1595, Odyex
Coumpieio, Benoa Alves Amorroctu, 1976
asadeseow, Ante el displacer, el aparato psiquico pone en
marcha al deseo. Asf, paraddjicamente, Freud indica en «La
interpretacién de los suefios» que el principio de displacer
moviliza al deseo.’ Junto a esta impronta de goce dada por
el objeto primordialmente perdido, se produce una inseripeién
significante que traza el sendero de la repeticién.
Lacan, en su Seminario Wii, «La ética del psicoandlisis»,”
llama a este objeto das Ding, la Cosa, que como tal instaura
un vacfo y desencadena la tepeticin del imposible volver a
encontrar lo mismo. En realidad, indica Lacan, el objeto esta
perdido por estructura; es decir, el objeto est perdido desde
siempre, esto permite poner en marcha el movimiento propio
de la pulsidn.
Los términos necesidad, deseo y demanda, distinguidos por
Lacan en «La direccién de la cura», permiten ordenar esta
secuencia. Define a la demanda como ala significacidn de
ta necesidad.. que proviene del Otro en la medida en que
de él depende que la demanda sea colmada=*.
Por el hecho de hablar, el hombre se vuelve un ser de
demanda. El lenguaje antecede el nacimiento del niito. Al
nacer, queda capturado en el lenguaje, distinguiéndose asi de!
animal. El reino de} instinto, de la necesidad, queda perdido
para el hablante puesto que la necesidad se metaforiza en
demanda. La demanda metaforiza la necesidad, sin recubrirla
por completo. El resto de esta operacién ¢s ¢| deseo.
Frente al grito del nifio, ante la emergencia de la necesidad,
se presenta la madre como el Otro primordial que tiene el
poder discrecional de responder o no. La necesidad del nifio
queda confrontada a la discontinuidad significamte de la
respuesta de la madre: es Ia estructura del mensaje invertida
—el mensaje del Otro se le dirige como ti, pero el nifio la
recibe en forma invertida, en tanto yo—. Cuando la necesidad
S. Fromd, «La imcerpremckin de fos soetone (1PIK), Gibres Compie-
alt,
Litre WH, sta dtica del paicoandtisisn
Iss, 1986,
41 Lexan, ola dimecice de ls cris, Escrtion Bucnos Aires: Siglo
Veistives, 1978, p 8th
Tyatraviesa el cddigo a través del sentida otorgade por la madre,
se transforma en demanda.
Este grito toca algo de lo real puesto que no estd apresado
por lo simbélico. El Otro introduce en el el grite la dimensién
de la significacidn, puesto que, como lo sefala E, Solano,” el
Otro debe suponer del lade det grito wn sujeto, para suponer
que ese grito es el signo de un sujeto que pide. Bl S, de la
respuesta le da retroactivamente el valor de un significante
al grito con indice | y se wuelve el significante que representa
al sujeto «supuesto-pedirs
La demanda como tal es una articulacién de la cadena
significante. La necesidad queda apresada en la red significante
como sentido del Otro, que traduce Ia incidencia de lo
simbélico sobre lo real. Su mas alld es el deseo como
metonimia formulado por la demanda; «E! desea se produce
en el mas alld de la demanda».*
Lacan distingue dos valores de la demanda: articulacién
significamte y demanda de amor. El énfasis puesto en la
respuesta del Otro indica que antes que nada la demanda
como tal es de presencia o ausencia del Giro, que se desliza
entonces hacia la demanda de amor. «(el deseo) ..rambién
se ahweca en su mas acd de la demanda» y lo enlata a «la
demanda incandicional de (a presencia y de fa ousen-
cias". La demanda de amor busca los signos de presencia del
Otro todopaderoso en forma incondicional. El Otro primord
representado eventualmente por la madre, al responder a esta
demanda jo reconoce come faltante en tanto que ella misma
es confrontada a la falta, Esta dialéctica no sutura la hiancia
sino que la presentifica
El mas alla de la demanda remite a la metonimia del deseo
en relacién a la articulacién significante de la demanda; sw
més acd evoca la dependencia al Oto primordial en sm
demanda de amor.
Por otra parte, lo que el nifio demanda estd del lado de In
necesidad o del amor, pero el deseo se sostiene en el Normbre-
3 E Solana, Les ifs del amo solar. £1 Amaitiodn
6 1 Lacon, «La dareccitn 2 a euras. op
2M
WaT). p
7del-Padoe, en la medida que introduce una hiancia entre la
madre y el nifio
2.- Los tres tiempos del Edipo
En el Seminario V —«Las formaciones del inconscien-
te»— Lacan distingue tres tiempos légicos del Edipo que luego
se cristalizan en la formula de la metdfora paterna.”
Enel primer tiempo el nifio se identifica con el objeto de
deseo de la madre, el falo, La madre, como ser-hablante, esta
sometida a la ley simbélica, por lo que el nifio recibe la accién
de la ley a través de ella. Pero la ley en este tiempo ldgico
es incontrolada, ormmipotente, La madre responde al grito del
nifia segdn su propia voluntad, su capricho. El nifio se
confronta asf a un Otro absolute que como tal es un Otro que
a vehiculiza al lenguaje. La mudre representa también
al objeto primordial, Das Ding, goce perdido por la accidn de
losimbélico,
Por otra parte, el nifio se identifica con la imagen ideal que
ie ofrece la madre, y constituye su yo —en lo que Lacan llamé
el estadio del espejo— como primordialmente alienade. Se
trata de «ser o no sere el objeto de deseo de la madre.
En el segundo tiempe se produce la inauguracién de la
simbolizacién, Lacan lo explica a través del juego del carretel
descrito por Freud cn «Mas allé del principio del placer.” El
nifo juega a tirar el objeto y luego a hacerlo reaparecer, con
la particularidad de pronunciar las palabras Fovt-Da, que
indican su ausencia y presencia, Repite activamente a través
del jucgo una experiencia que vivid pasivamente: la partida de
su madre,
Se pueden sefialar distintos aspectos en esta observacién:""
1) El hecho de pronunciar una palabra para nombrar a be
J, Locum. Seewimarior V. oLas formaciones del iacomeciestee (1957
58), imddita
US Frewg, Mis alld del principie del plavere (09
Conmpletis, 9p. eit
ll) Roches: Alain Miller realex oniliss detallado de te estroetura del
se $u cureo hace presente un real no
simbolizable
Y en la perversion, e| nifio es identificado por la madre
con cl fala, por 10 que ta falta queda obturada, El nifio se
vuelve instrumento de] goce del Otro, no hay metifora sino
goce ligado al falo. Lacan afirmaen la «CuestiOn preliminare:
«Todo el problema de fas perversiones consisie en con-
cebir como el Hilo... se identifica con el objeto imaginaria
de ese deseo en cuanto que ta madre misma la simbeliza
en el falow.” Pero existe otra indicacién de Lacan que apunta
a esta cuestiém: «(Oud fue para ese nifio su madre, v esi
var por la que él amor se identificaba con lox mandatos
dei deber? Se sabe bien que pura querer sobremanera a
wet nifio hay mds de yy modo, y también entre las madres
de hamosexwaless
Jacques-Alain Miller —en su comentario del artfculo de
Lacan «Juventud de Gide o la letra y el deseow— examind
esta cuestién en 1 figura de las dos madres de André Gide.
Indica la disyuncion etre el amor y el goce que se produce
cm las perversiones como efecto de la mortificaciin del
deseo.” La madre de Gide, representante de la madre idee!
que se ocupa con devocién de su hijo luego de la mucrte del
marido y renuncia 4 Ja sexualidad, provocé em su nifio una
repulsién del deseo que hace que busque una Salida pore! lado
221, Lacan. ae om enenids prcflndaar.», op. cit, p. SM
sluvemind ge Gide o ta tetra y ct deseo= (ISSR icone
op. ct, pH
I-A Mite, ACen cet Gade de tov Bursetona: Makewendia, (#8,
asde sus practicas peddfilas. En este sentido Eric Laurent
subraya que lo que s¢ debe captar no es tanto Ja relacién del
nifia con el ideal materno, sino la manera en que fue objeto
para la madre.”*