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ANO CRISTIANO EJERCICIOS DEVOTOS PARA TODOS LOS DIAS DEL ANO CONTIENE LA EXPLICACION DEL MISTERIO, 6 LA VIDA DEL SANTO DE CADA DIA, ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA EPISTOLA Y UNA MEDITACION SOBRE EL EVANGELIO DE LA MISA, Y ALGUNOS EJERCICIOS PHAcTicos Da DEVOCION A PROPOSITO PARA TODA CLASE DE PERSONAS. POR EL P. J. CROESSET, pe LA canpasia DE JESUS, TRADUCIDO DEL FRaxcEs, POR EL P. J. F. DE ISLA, pe LA Misws COMPAgIA NCEVA EDICION Aumentada con las adiciones y notas det P. CAPARROS y de los PP. CENTENO y ROJAS, con la vidas de algunos Santos nuevamente canonizados, y una noticia de otros Santos antignos, con el Martirologio Romano integro; y seguida de Jas DOMINICAS del mismo P. J. CROISSET, traducidas por D. JOSE MARIA DIAZ JIMENEZ, presbitero. ARREGLADA Y D!IRIGIDA Por Don Justo BARBAGERO, Presbitero, Doctor en Teologia, Licenciado en Canones yCatedrat‘eo de ‘engua hebrea de la seal Universidad de Alcadi de Uerares, Adornada con faminas finas, TOMO VIII, PARIS LIBRERIA DE ROSA Y BOURET 1864 AGOSTO. DIA I. 3 nerie en manos del puchlo judaico, furiosamente ir. rtaco eontra el santo apdstol. Sobresalfaronse todos los ficles; pero tuvieron mas fuerza las feryorosas y confinuas oraeiones de toda la Iglesia vara libettar al principe de los apéstoles, que todas las precau- siones y toda la malicia del frano. La noche antes del dia en que Werodes habia resuelto haeerle com- parecer, y entregarle 4 discreeion de sus enemigos, estaba el santo echado y durmiendo sosegadamente entre dos soldados, los cuales, segun la eostumbre de aquel tiempo, le tenian estrechamente ligadas ambas manos por medio de unas esposas, y al mis- mo tiempo otros haecian eentinela a Ja puerta de la prision para que no se escapase; pero nada basto para embarazar el recobro de su libertad. Aparecidsele el angel: del Seftor cercado de un res- plandor eelestial, qué"llend de claridad el lobrego. calabozo, pero sin ser visto de otro que de solo el santo : tocole en un lado, despertdle, y le mandd que se vistiese cuanto antes. En aque] mismo punto sv le cayeron las esposas de‘las manos sin que los soldados lo advirtiesen. Crmete la tinica, ahadid el angel, ed/zate, toma tu manto, y sigueme, Obedecit prontamente, salié de la prision, fué siguiendo al angel, pero todavia dudoso de si era verdad 6 sueiio lo que le pasaba, no pudiendo, a pesar de un sueeso tan extraordinario, persuadirsea que no dormia. Pero tard6é poco en conocer que no sofaba; porque el an- gel, despues de haberle saeado de entre los soldados con quienes estaba preso porlas manos, lellevé por en medio de fos otros que haeian guardia a la puerta, v de alli le condujo a otra que se Ilamaba fa puerta d. Hierro, y eaia a la ciudad, la cual se abrié por s misma. Todavia no le dejo alli el angel; acompaiidle hasta el fin de una calle larga, y desaparecio. Enton- ces acabé san Pedro de conocer elaramente cue era 4 ARO CrISTIANO. realidad lo que le parecia sueiio, y exclamé diciendo: Ahorasé ciertamente gue el Senor se dignd enviarme su dngel para gue me librase de las manos de Herodes, y burluse la esperanza que tenian los judios de quitarme lavida. Esta milagrosa libertad, solicitada por las oraciones de la Iglesia, puestaen ejecucion por un angel enviado de Dios para quitarle las cadenas, es el objeto de las gracias que hoy se rinden al Sefior por haber conservado la cabeza visible de su Iglesia. Para perpetua memoria de tan ilustre maravilia procuraron los fieles hacerse duefios de las cadenas que aprisionaron al santo apdstol ; las que se guardan cuidadosamente para trasladar a la posteridad este insigne monumento de una gracia tan singular. Ha- biendo hecho el viaje de Palestina la emperatriz Eu- doxia, mujer de Teodosio e} Menor, en el afio de 439 con el piadoso fin de visitar lasierra santa, hizo alguna mansion en Jerusalen, y mostré deseo de algunas re- liquias. Quiso el patriarca Juvenal contentar su devo- cion, y le parecié no le podia hacer regalo mas pre- cioso, ni que fuese mas de su gusto, que presentarle Jas dos cadenas con que san Pedro habia sido aprisio- nado. Recibidlas la emperatriz con veneracion y con goz0 ; reservo una de ellas para la iglesia de Constan- tinopla, y regalo la otra a su hija Eudoxia, que dos afios antes se habia casado con el emperador Valen- tiniano III. No cabiendo en si de contento Ia joven emperatriz con el piadoso regalo, se le mostré luego al papa Sixto II, quien correspondio por su parte mostrando tambien a Ja emperatriz otra cadena con jue Neron habia tenido aprisionado al mtsmo santo apéstol antes de sentenciarle a muerte, 1a cualse con- servaba cn Roma con mucha veneracion. Asegtirase que, habiendo acercado el papa una cadena 4 otra, al instante se unieron las dos tan perfectamente, que formaron una sola, y parecia obra de un mismo arti« AGOSTO, DIA 1. 5 fice. Con este milagro crecié mucho la devocion que ya se tenia a las preciosas cadenas, y la emperatriz Eudoxia, nieta del emperador Arcadio, mando fabri- car en el monte Esquilino una magnifica iglesia en nonor del santo apdstol, donde se conservaron las dos cadenas, que ya representaban una sola. Al prin- cipio se Namo esta iglesia de Eudoxia, tomando el nombre de su fundadora; despues se le didel de San Pedro Advincula, y es titulo de cardenal. Asi por las maravillosas curas como por otros milagros que obré Dios at contacto de estas cadenas, se hicieron célebres en todo el universo, yse aumento mucho Ia devocion de los fieles. / Dice san Agustin que el hierro de Jas cadenas de san Pedro cra entre los cristianos mas estimado que el oro, considerandole santificado por lo que habia atormentado al santo apostol. En fe de eso nos consta por san Gregorio el Grande, que en su tiempo era costumbre muy comun enviar por reliquias las lima- duras de las cadenas de san Pedro, y que por medio de ellas obraba Dios grandes milagros; siendo ei mismo papa el que las limaba para sacar los polvos. El mismo san Gregorio, quehablaba en esto de expe- riencia propia y de lade sus predecesores, afirma que muchas veces sacaba la lima Jos polvos sin la menor dificultad; pero que otras, cuando los pedian ciertas gentes, por mas que se limase, no nabia forma de desprenderse ni una sola arena, Las limaduras se en- gastaban unas veces en cruces, y otras en llavecitas de oro 6 plata, las que atadas a un cordonicito se des- colgaban hasta que tocaseii al sepulcro del santo apostol, y despues se traian pendientes al cuello con o preservativo contra toda suerte de males y accidentcs molestos de la vida. Esto escribia aquel gran pontifice a Childeberto rey de Francia, enviandole una d aquellas llavecitas , guarnecida con las limaduras de ARO CRISTIANO. las cadenas. Refiérele al mismo tiempo el ejemplar ca:tigo de cierto sefor lombardo, que, burlandose & la virtud sobrenatural que se atribuia a ellas, y rom piendo una por menosprecio para sacar el cro cn que estaban engastadas las limaduras, al punto se apodero el demonio de él, y entré en tanto furor, que se quitd la vida por sus propias manos. El conde Justiniano, sobrino del emperador Jus- tino, y sucesor suyo en el imperio, deseo tener al- gunas reliquias de san Pedro, despues de haberle dedicado una magnifica iglesia, que a sus expensas hizo fabricar en Constantinopla. Envidle el papa Hormisdas un lienzo santificado, esto es, tocado a su santo sepulero con una llavecita 6 cruz enrique- cida con limaduras de sus cadenas. Los lienzos san- tificados, como asegura san Gregorio , eran recibidos en todas partes con mucho respeto. Colocabanse como reliquias en las iglesias consagradas 4 Dios en honor del santo, y obraban los mismos prodigios que si estuviera en ellas el propio cuerpo. Anade tambien el santo que algunas veces destilaban sangre estos lienzos cuando se vortaban, y que habia muchos testigos de esta maravilla. Hallandose en Italia el aio de 669 un conde muy estimado del emperador Oton el Grande, se apoderé de él el demonio con tanta furia, que él mismo se despedazaba con los dientes. Compadecido el empo rador del lastimoso estado de su favorecido, mandé que le llevasen al papa Juan XIII, para que le hiciese conjurar. Pero apenas le echaron al cuello la cadena de san Pedro, cuando salid de su cuerpo el demonio dando espantosos alaridos. Qued6é tan asombrado de esta maravilla Teodorico, obispo de Metz, y primo hermano del emperador, que, asiéndose fuertemente de la cadena, protesto no la soltaria mientras no le diesen un eslabon; concediéronsele, y es el mismo AGOSTO. DIA I. 7 que hoy se guarda en el monasterio de San Vicente de Metz como preciosa reliquia. Las cadenas con que san Pedro fué preso en Roma en tiempo de Neron, desde aque! mismo tiempo fue- ron singularmente veneradas de los fieles. Hallan- dose en la prision san Alejandro, papa y martir, curd milagrosamente a una seijora romana, por nombre Albina, y queriendo esta besar las cadenas en que estaba preso, no se lo permitié el santo pontifice , diciéndole : Esa reverencia solo se debe d las cadenas de san Pedro; id, haced que os las enseien, y besadlas con respeto. Entre los sermones de san Crisdstomo se halla uno sobre la fiesta de este dia que el cardenal Baronio juzga ser de san Proclo 6 de san German, sucesores del santo : Hie enim dies, dice el autor, venerandas ejus eatenas manifestas ostendit, et earum adoratio- nem proponit, quibus apostolus devinetus, multiplices _ jus, qui est malorum omnium origo, nodos ac machi- nus dissolvit, et quos diabolus adstrictos tenebat, eos ereptos & morte sempiterna liberavit. « Este es el dia en que se exponen a los ojos y ala veneracion de los fieles aquellas venerables cadenas con que fué preso san Pedro, a cuya vista el mismo santo apdstol de- sata los nudos, y disipa todos los artificios malignos de aquel que es funesto origen de todos los males, y haciendo conseguir gloriosa victoria del enemigo de nuestra salvacion, nos libra de la muerte eterna. » «Eran estas cadenas, afiade el mismo, el mas bello ornamento del santo apdstol, que triunfaba de alegria viéndose oprimido con ellas : His catenis Apos- tolus ornabatur ; his exulians ae gestiens se oblectabat. La Iglesia, aquella casta esposa de Jesucristo, se honra y se adorna con estas cadenas como con un rico collar y preciosa corona, que la hace mas bri- llante a los ojos de sudiyino Esposo : Llts et nune sanc- 8 ASO CRISTIANO. tisstma ac pura Christi sponsa Ecclesia, tanguam splendido monili, ac velut corona quadam decorata ad dexteram sui sponsi partem assistit. En todo tiempo, pero singularmente en este dia, tengamos gran ve- neracion 4 estas cadenas ; toquémoslas con confianza ; besémoslas con respeto : Has, inquam, catenas ho- dierno die amplexamur; has reverenter veneramur , et colimus. Ala verdad seria muy justo reverenciar con mucha devocion, no solo estas sagradas cadenas, sino todo lo que sirvid al uso de aquel santo apdstol, vicario de Cristo en la tierra, intérprete fiel de sus secretos, organo de su voluntad y oraculo de los fie- les : Deceret certé, deceret non solium catenas que ma- nus illas adstrinxerunt, magnopere venerari, sed etiam indicia omnia, ad que apostoli membra accesse- runt, singulatin amplecti ac reverert, et in ilis singulis diem festum ac paneqyrim venerari. » Refiere despues el modo de que se valid la divina Providencia para conservar a la posteridad estas pre- ciosas cadenas. Dice que, habiéndose quedado en la carcel las cadenas con que estaba preso el santo apos- tol, algunos guardias, que se convirtieron a vista del prodigio de su milagrosa libertad, tuvieron cui- dado de recogerlas, y con gran secreto se Jas entre- garon a los fieles de Jerusalen, los cuales dejaron este escondido tesoro 4 sus descendientes, y estos le eonservaron con el mayor sigilo, hasta que, abolido el paganismo, se hallaron con libertad para venerar publicamente aquellas santas reliquias. [psi Herodis ministrt, quibus divine cognitionis lumen effulserat, clam sustulerunt , et apud ipsos velut thesaurum quem- dam eas conservarunt : quod serd & patre suo, ut dici~ tur, traditum, et de catenis illis narratum sibi quisque acceperat, posteris suis deinceps tradebat, et tuto in toco catenas illas servabat, etc, « Oh, y si me fuera licito, continia el mismo san- AGOSTO. DIA 1. 9 to, ver aquel calzado y aquella rupa que el angel mando se vistiese: illu certé apertis ulnis exciperem , et amplecterer; Sseguramente no dejaria de estrechar- la reverentemente entre mis brazos, de aplicaria a mi corazon, y de adorarla como preciosa reliquia. Ta vero, 6 Petre, Christi Kcclesie petra et firmamentum, summe apostolorum vertex... qui catenas has instar sce- leratt alicujus hominis pertulisti, et curationum fontem illas reddidisti, tu, queso, adesto hodie misertus nos- tri, et hoe in loco spiritu venerare: y tu, 6 Pedro , piedra fundamental dela Iglesia de Jesucristo, su apoyo, y principe de los apdstoles, que llevaste estas cadenas como si fucras un facineroso, y con tu con- tacto las convertiste en fuente de milagrosas curas, ten misericordia de nosotros, y compadecido de nues- tras miserias, fayorécenos hoy con tu voderosa proteccion. » Si la sombra de san Pedro, dice san Agustin (Serm. 2), fué tan saludable, ,cuanto mas lo seran las cade- nas con que fué aprisionado? ; 0 dichosas cadenas, quc os convertisteis en coronas! ; 6 bienaventurados grillos, y qué dignos sois de nuestro respeto! Esta festiva memoria de san Pedro Advincula se fijo al dia primero de agosto, en que se celebra la de- dicacion de su iglesia, con cuya festividad se intento desterrar los profanos regocijos que en tal dia acos- tumbraban los gentiles en memoria de laimpia con- sagracion del templo del dios Martc. MARTIROLOGIO ROMANO. En Roma en el monte Esquilino, la dedicacion de san Pedro de las Cadenas. . En Antioquia, el supliciv de los siete hermanos Macabeos, que padecieron e] martirio con su madre bajo el rey Antioco Epifanes.Sus reliquias, llevadas a 4. 10 ARNO CRISTIANO. Roma, fueron depositadas en la misma iglesia de San Pedro de la Cadenas. En Roma, el suplicio de santa Fe, santa Esperanza y santa Caridad, virgenes, quienes recibieron la co- rona de] martirio bajo el emperador Adriano. Tambien en Roma en la via Latina, los martires san Bono, presbitero, san Fausto y san Mauro, con otros nueve, que son mencionados en las Actas de san Estéban, papa. En Fijadelfia en Arabia, san Cirilo, san Aqui.as, san Pedro, sa Domiciano, san Rufo y san Menandro, los cuales recibieron todos el mismo dia la corona del martirio. En Perga en Pamfilia, san Leoncio, san Ato, san Alejandro y otros seis aldeanos, martires, que, durante la persecucion de Diocleciano , perdieron ja vida en el Tajo por orden del presidente Flaviano. En Gerona en Espafia, la fiesta de san Félix, martir, que, despues de haber padecido diferentes especies de tormentos, fué despedazado 4 azotes por orden de Daciano hasta entregar a Jesucristo una alma insupe- rable a tamahos tormentos. En Verceles, san Eurebio, obispo y martir, que fué desterrado a Escitopolis, y de alli a Capadocia por cl eiuperador Constancio, por haber confesado la fe ca- téliea. Vuelto con el tiempo a Roma a su iglesia, Ia perseeucion arriana le procuro la suspirada corona del martirio. En tierra de Paris, san Justino, martir. En Viena, san Vero, obispo. En Winchester en Inglaterra, san Etelvodo, obispo. Eu el pais de Lieven, san Nemeso, confesor. En Bayenx, san Espiro, obispo, cuyo cuerpo se venera en Corbeil, cerca de Paris, en la iglesia de su nombre. . En Viena, san Nectario. obispo. AGOSTO. DIA 1, ff En Bourges, san Arcadio, obispo. En Soissons , san Bandriz, obispo. En Bigorra, san Severo, cura de Sessac. Entre los Griegos, los santos martires Ménas y Meneo. En Inglaterra, san Quineth, confesor, del que hay una iglesia en la peninsula de Goore. En Verona, santa Maria Consolatriz, hermana de san Anon, obispo de dicha ciudad. La misa es en honor del santo, y la oracion lu siguiente: Deus, qui heatum Petrum apostolum a vineulis absolutum, illasum abire fecisti; nostro- Tum, quesumus , absolve vin- cula peccalorum, et ommia mala a nobis propitiatus ex- elude. Per Dominum nostruni.., O Dios, que libraste al apés- tol san Pedro de sus cadenas, y le pusiste en libertad sin que recibiese dafio alguno; supli- cdmoste que rompas las cade- nas de nuestros pecados , y que por tu bondad. apartes de nos- oiros todos los males que nos amenazan. Por nuestro Sefior... La epistola es del cap. 12 de los Hechos de los apdstoles. In diebus illis ; Misit Hera~ des rex manus, ut affligeret quosdam de Ecclesia. Occidit autem Jacobum, fratrem Joan- nis, gladiv. Videus auiem quia placeret judais, apposuit, ut apprehenderet et Peirum. Erant autem dies Azymorum. Quem ciim —apprehendisset , misit in carcerem, tradens qua- tuor quaternionibus nulitum custodiendum, volens post Pas- cha producere eum populo, Et En aquellos dias : El rey He- rodes comenzd a perseguir 4 al- gunos de la Iglesia. Mald, pues, a Santiago, hermano de Juan, con muerte de espada. ¥ viendo que esto agradaba 4 los judios, afiadié. el prender tambien Pedro. Erau los dias de los Aci-- mos. Y habiéudcle prendido, Je metié en la carcel , entregan~ dole 4 cuatro cuaterniones de soidados para que le guardasen, con dnimo de presentarle al 12 Petrus quidem servabatur in carcere. Oratio autem fiebat sine intermissione al Ecclesia ad Deum pro eo. Cim autem producturus eum esset Herodes, in ipsa nocte erat Pelrus dor- miiens inter duos milites, vine- tus catenis duabus : et custodes ante ostium custodiebant car- cerem. Et ecce angelus Domini astitit : et lumen refulsit iu ha- bitaculo; pereussoque falere Petri excilavit eum, dicens : Surge velociter. Et céciderunt catene de manibus ejus. Dixit autem angelus ad eum: Pre- cingere , et calcea te caligas tuas. Et fecit sic. Et dixit ili : Circumda tibi vestimentum tuum, et sequere me. Et exieus, sequebatur eum, et nesciebat quia verum est quod fiebat per angelum : existimabat autem se visua videre. Transeuates au- tem priniam et secundam custo- diam, veuerunt ad portam fer- ream, quie ducil ad civilatem ; que ultro aperta est eis. Et exeuntles, processerunt vicum unum: ef continuo discessit angelus ab eo. Et Petrus ad se reversus, dixit: Nune seio vere quia misit Dominus angelum suum, et eripuit me de manu Herodis, et de omni exspecta- tione plebis judzorum, AXO CRISTIANO. pueblo despues de la Pascua, Pedro, pues, estaba custodiade en la cdrcel. Mas la Iglesia hacia continuamente oracion 4 Dios por él. Estando , pues, Herodes para presentarle , en la misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, atado con tlos cadenas, y las guardias es- taban a lt puerta custodiando la carcel. ¥ hé aqui que el angel del Seftor vino, y Ia habitacion resplandeeié can una qu, y ha- bieido dailo & Pedro un golpe enun lado, te disperté dicien- do : Levantate prontamente. ¥ las cadenas se cayeron de sus manos. ¥ el angel le dijo : Ci- fiete, y celzite tus sandalias. ¥ 4l lo hizo asi. ¥ le dijo : Bchate encima Lu manto, y sigueme. Y él sahiendo le seguia, ignorando que era verdadero lo que se ha- cia por el angel, sino que ercia ver una vision. ¥Y pasando la primera y la segunda guardia, Negaron a la puerta de hierro que introduee 4 la ciudad, Ja cual se abrid por sf misma. ¥ Saliendo afuera, pasaron un barrio; y stbitamente se aparté de dlel dugel. Y vuelto en si Pedro, dijo : Ahora sé de ver- dad que el Sehor envi 4 su angel, y me ha sacado de las manos de Herodes , y de todo jo que esperaba ef pueblo de los judios. AGOSTO. DIA I. 13 NOTA. « Escribidse en griego el libro delas Actas 6 de los Hechos de los apostoles , el cual es Ja historia fiel de la Iglesia recien nacida. Pregunta san Crisdstomo por qué razon no redujo san Lucas a un solo libro asi el evangelio que escribio, como los Hechos de los apds- toles, de que fué tambien autor, siendo asi que dirige a Teofilo una y otra obra. Alega para esto muchas razones, y entre otras principalmente, porque el evan- gelio te escribid en Acaya el aiio 57 de Cristo, siendo este el evangelio de que habla san Pedro en su se- gunda epistola a los Corintios ; y los Hechos apostd- licos !os trabajo en Roma hacia el aflo 626 63 del mismo Cristo. REFLEXIONES. EI martirio de san Esteban fué efecto de la cnvidia de los sacerdotes y doctores de 1a ley, y del furor de un-populacho alborotado y rabioso contra Jésucristo. Pero el que ahora excita la persecucion contra la Igtesia es el mismo principe, siendo !o mas extrafio que !o hace por lisonjear la pasion de un pueblo apa- sionado y furioso, cuyo amor pretende granjear a costa de la justicia. De esta manera se sacrifica la salvacion y la religion a las pasiones y al interés de cada uno. Pero no se piense que solamente son jos grandes del mundo los que muchas veces prefieren su propia gloria a ta de Dios, y sus gustos a sus obli- gaciones y 4su conciencia. Todos los dias, y en todas las condiciones, se atreve el respeto humano a violar las mas sagradas leyes. Todo el mundo quiere ser lisonjeado, quiere ser aplaudido, quiere agradar; pero si yo quiero agradar é los hombres, dice el apos- 14 ARO CRISTIANO, tol san Pablo, o seré siervo de Jesueristo. No im- porta: como se agrade a los hombres, ningun cuidado da desagradar a Dios. Declamase contra Ja torpe injusticia de Herodes , que, por puro mo- tivo de ambicion , solo por ganar el afecto del pue- blo, mandé prender a san Pedro, le cargd de hierro y le condend al Ultimo suplicio. Pero jacaso somos nosotros mas religiosos que él, somos menos injustos cuando por satisfacer nuestra pasion viola mos los mandamientos de la ley de Dios, y perdemos el alma? .No se puede decir con razon que los respe- tos humanos entraron a ocupar el lugar de los perse- guidores de la religion? jcuantos impios, cuantos in- devotos, y por decirlo asi, cudntos apdstatas de la virtud cristiana hacen cada dia los respetos humanos! Avergiténzase aquel de parecer virtuoso, y desde el mismo punto deja de serlo. Semejantes a !as timidas avecillas , dice san Agustin, que, espantadas con el ruido que expresamente se hace para levantarias, sa- len del nido, 6 abandonan la zarza donde estaban seguras, y van 4 caeren el lazo que fes tiene armado el cazador. , Cuantos dejan el camino de Ja virtud por miedo de las zumbas y de los juicios de los hombres, y tan imprudentes como cobardes no conocen ni lo despreciable del peligro que las atemoriza, ni lo ter- rible de aquel a que se arrojan por huir del primero? iOh, y como se reirian ellos de su propio temor, si conocieran qué vano es ei su causa, y como le teme- riau si consideraran qué funcsto es en sus fatales efectos! jqué bien muestra Ja milagrosa libertad de san Pedro el gran cuidado que tjcne el Sefior de sus verdaderos siervis! Si son menester milagros para sacarlos de los peligros, trastorna Dios en su favor todas las leyes de la naturaleza. Nada importa que fos {res mancebos israelitas sean arrojados en un horno,cncendido; en medio de las Hamas encontra- AGOSTO. DIA 1. 1 ran el refrigerio. Sca en hora buena Daniel encerrado por muchos dias en una caverna en compaitia de leones hambrientos ; no reci ira de ellos el mas lijero dafio. Por mas que a san Pedro le guarden estrecha- mente en una prision, le carguen de cadenas y Je rodeen de soldados; !as prisiones se le caeran, y sal- dra con Ja mayor seguridad sin que lo adviertan las guardias. Prudencia humana, todos tus artificios son débiles estorbos 4 los intentos de Dios. ; Oh y cuan- tos milagros veriamos si no nos faltara la confianza en el poder y en la bondad de la divina Providencia! Sirvamos a Dios con sincero y generoso corazon; pon- gamos todos nuestros intcreses en las paternales ma- nos de nuestro divino Dueno, y nada nos dafara; de todo cuidara aquel gran Dios que tiene tan en el co- razon los intereses de los que le aman y le sirven. &. evangelio es del eapitula 16 de san Mateo. In illo tempore : Venit Jesus in partes Cisavea Philippi, et interrogabat discipulos suos, dicens : Quem dicunt homines esse Filium hominis? At iti dixerunt : Alii Joaunem Bap- tistam, alii autem Eliam, alii vevo Jeremiam, aut unum ex prophetis. Dicit illis Jesus: Vas autem guem me esse dicitis ? Respondens Simon Petrus, dixit: Tu es Christus, Filius Dei vivi, Respandens auten Jesus, dixit ei: Beatus es, Simon Barjona : quia caro, et sanguis non revelavit tibi, sed Pater meus, qui in coelis est. Et ego dicotibi, quia tu es Petrus, et super hance petram adilicabo En aquel tiempo : Vino Jesus 4 tierra de Cesarea de Filipo, y pregunlaba 4 sus discipulos, dicieudo : ¢Quién dicen los hombres que es el Hijo det hombre? ¥ ellos dijeron : Unes que es Juan el Bautista, olras que Elias, otros que Jeremias, 6 alguno de los profetas. Dijo- les Jesus : ¥ vosotros ¢quién decis que soy? Respondiendo Simon Pedro, dijo: Ta eves el Cristo . el Hijo de Dios vivo. Y respondiendo Jesus, le dijo: Bienaveuturado eres, Simon, hijo de Juar porque nila carne ni la sangre te 1o ha revelado, sino ni Padre que esta en .os cielos. Y yo te digo que ti eres 16 ANO CRISTIANO. Ecclesiam meam, et port in- Pedro, y sobre esta piedra cdi- ferinon prevalebunt adversus ficaré mi Iglesia, y as puertas eam. Et tibi dabo claves regni del inferno no prevalecerdn colorum. Elquodcumqueliga- contra ella. ¥ te daré las Haves verissuperterram,erilligatam del reino de los cielos ; y todo lo el in calis : et quodcumque que atares sobre la tierra, seré solveris super terram, erit so- atado tambien en los cielos; y lutum ¢t in ceelis. todo lo que desatares sobre la tierra, seré desatado tambien en los cielos. MEDITACION. DE LAS AFLICCIONES. PUNTO PRIMERO. Considera que los trabajos y las miserias de esta vida no son puramente castigos; puesto que el reco, cuando sufre la pena que corresponde a sus delitos, no mercce recompensa. Pero queriendo el Hijo de Dios convertir este destierro a que estamos conde- nados en wa carrera gloriosa para nosotros, Je quitd cl nombre de suplicio, y le did el de combate, enno- bieciéndole tambien con su ejemplo y con la digni- dad de su persona; de suerte que aquel que mas y mejor padece, es el que consigue la mayor corona : considérause las aflicciones de esta vida como seita- les de un Dios irritado, y como efectos de su justo enojo; concepto errado : antes por lo mas comun son remcdios especificos de un habit y experimentado médico, y pruebas particulares del tierno amor con ‘4ue NOs mira el mejor de todos lus padres. gEn qué habia delinquido el inocente Abel? g qué delito habia cometido José contra sus hermanos? En medio de €20, UNO y otro Son alligidos, odiados y perseguidos, AGOSTO. DIA I. 17 ¢Quién fue nunca mas amado del Padre celestial que el Ilijo de Dios? En él tenia el Padre Eterno todas sus delicias. Sin embargo, !as aflieciones fueron como la herencia de este querido hijo. Diran que Jesucristo habia cargado con todas nuestras maldades. Pero si el Hijo querido no tomo otro camino para entrar en su gloria, ghabra otro para los siervos rebeldes y eulpados? No debemos recibir los trabajos que nos envia la divina Providencia eomo materia de dolor, sino de gozo. El verdadero cristiano debiera afligirse cuando se ve colmado de honras y de prosperidades del mundo, por lo que le desvian de la semejanza con Jesucristo, siendo asi que toda su dicha consiste en ser semejante a este Sefor. Por eso decia san Pa- blo que hallaba un exquisito gusto en los trabajos. Nunca discurrieron los santos de otra manera, y este era su lenguaje. Las adversidades de esta vida tracn eonsigo cierto earacter de predestinacion; por lo que san Gregorio Nazianceno las llama camino real del cielo : Regia ad éwlum via. sNonde hay cosa mas eli- caz que la tribulacion para converlir al pecador, y para adelantar al justo en el camino de la perfeccion, para conservarle en la justicia, para preservarle de la tibieza, y para fortalecerle? Desengaiémonos, la prosperidad hace delicada al alma, y la sujeta a los sentidos; ninguna cosa fomenta tanto las pasiones conio la prosperidad y !a abundancia : es cierto que lisonjean el gusto; pero tambien debilitan, y al cabo extinguen del todo Ja virtud. ;Mubiera echado en tu corazon tan profundas raices la humildad si no te hubijera humillado Dios con aquella vergonzosa des- gracia que te envi0? 2a quien debes ese desasimienlo de los bienes cerrenales sino a la amorosa providencia de Dios, que permitid los perdicses? 3a quien debes esa invencible paciencia sino a las enfermedades que te han actbarado todas las cosas del mundo? ¥ si el 18 ANO CRISTIANO. . orgullo, sila concupiscencia, si el amor propio toda- via levantan cabeza en medio de las mayores aflic- ciones, gqué seria si todo saliese 4 medida de tu gusto? PUNTO SEGUNDO Considera que los trabajos son, por decirlo asi, e! tasoro del Evangelio; pero tesoro escondido, que pocos le hallan: pocos saben aprovecharse de él, porque pocos saben lo que vale. En Ja cruz se en- cuentra la vida, la salvacion, 1a proteccion de Dios, la fuerza del alma, el compendio y la practica de tas virtudes con la perfeccion de la santidad. ; Ol, y cuantas riquezas encierran las aflicciones! Debieran las adversidades ser para nosotros un copioso ma- nantial de consuelos; y por lo regular suclen ser ocasion de quejas y de sentimicnlos. Debieran forti- ficarnos y alegrartios; y por lo comun nos afligen, nos desalientan y nos abaten. No hay cosa mas pro- vecliosa para mi, decia David, que verme humillado. Las flores suelen hacer mal a Ja cabeza; el resplan- dor deslumbra; las honras encanlan. No se piensa en la patria cuando todo nos lisonjea en el destierro ; pero cuando la tierra que se pisa solo produce espi- nas y abrojos; cuando se habila en una region donde solo se experimentan huracanes y tempestades; cuando el cielo nunca se descubre sereno; cuando siempre se come el pan mezclado con Jagrimas , entonces se cuentan los dias que fallan, y se suspira por aquella dichosa hora en que se ha de salir de aquella region de trabajos y amarguras. Gran cegue- dad es no conocer lo que valen las adversidades. Bienaventurados los gue loran, dice el Salvador, por- que el consuelo que se seguira a sus lagrimas los recompensara con ventajas de todo lo que padecen. Y no espera Dios a Ja otra vida para consalarlos. En AGOSTO, DIA I. 19 el calabozo estaba san Pedro; gquién dejaria de com- padecerse de sus cadenas? Dormia san Pedro en la prision; pero Dios nunca se duerme en las afliccicnes de los que le aman. No olvida a su apdstol en los trabajos; sé le caen de las manos las prisiones, y las puertas se Ie abren por si mismas. Multiplique en buen hora Herodes Jas guardias para que no se ¢s- cape; sale seguro y sereno sin el menor estorbo por medio de las centinelas. | Mi Dios, cuantos imprevise tos socorros, cuantos secretos recursos de una pro- videncia todo poderosa se experimentarian si los hom- bres supieran aprovecharse de las aflicciones de esta vida; si en vez de aquellas enfadosas inquietudes, de aquellos impetus de impacienvia, de aquel mal hu- mor; si en lugar de las egcandalosas quejas, que 110 alivian el trabajo, se besara humildemente la bené- fica mano que se agrava sobre nosotros, y se bendi- jera a Dios que nos aflige. {Oh Sefior, y qué dolor me causa haber malogrado hasta aqui las ocasiones que se me han ofrecido de dares pruebas de mi amor y de mi confianza, no aprovechandome mejor de inis trabajos! Poco he co- nocido Io que valen las aflicciones de esta vida; pero confio en yuestra gracia que en adelante sabré apro- yecharme mejor de este Lesoro escondido. SACULATORIAS. Bonum mihi quia humiliasti me. Salm. 418. Conozco, Sefior, que me es nuy provechosa la hu millacion. Virga tua, et buculus tuus ipsa me consolata sual. Salm. 22. Ninguna cosa me ha consolado mas que Ios golpes de tu amorosa vara, : 20 ANO CRISTIANO. PROPOSITGS, 4. Por mas que el nacimiento haya sido rodeado de esplendor y de abundancia; por mas que hayas na- cido grande y dichoso , segun el mundo, no tiene re- medio; la vida esta sembrada de cruces; ninguno se libra de trabajos : esta lena de altos y bajos la vida del hombre sobre la tierra; en medio del dia padece sus eclipses 1a prosperidad; ningun mortal fué por largo tiempo feliz; las adversidades, las pesadumbres y los disgustos nacen en todos los cstados, y en todas las condiciones y en todas las edades. Buscar uno solo que se exima de ellos, es lo mismo que correr tras de un fantasina. Los mas dichosos del mundo no son Jos que carecen de trabajos, sino los que mejor se saben aprovechar de ellos. Es, pues, de suma importancia poseer esta ciencia, adclantar en este arte; seas quien fueres, no esperes vivir sin tener que padecer. Pero estudia en padecer como cristiano, y en aprovecharte de todos tus trabajos. Los mas meritorios son aque- llos que trae consigo el estado particular de cada uno. Tambien dan abundante materia a la paciencia cris- tiana los reveses de la fortuna; en todos ellos alaba a Dios como Job. Salidte mal aquel negocio, perdiste aquel pleito, arrebaté la muerte al hijo, al pariente, al protector, al amigo, di con Job : £1 Sezor me lo did, el Seitor me lo quité; cumplidse su voluntad; sea su nombre bendito. 2. jCuanto hay que padecer en las familias! El humor extravagante y violento de un marido diver- tido; el genio altanero, indocil, caprichoso de una mujer altiva; las malas inclinaciones de los hijos; la malicia de Tos envidiosos 6 de los competidores ; una desgracia en los negocios, una enfermedad, un Te. P20. S. ESTEBAN, PAPA Y M. AGOSTO. DIA H. 21 es verdad; pero son cruces; gy porqué las malo- graras no " recibiéndolas como tales? A este duro éjercicio de paciencia ligé Dios (u perfeccion, y acaso {u salvacion; ¢pues para qué te inquietas? Bien pue- de ser que cualquiera otro ejercicio de mortificacion y de virtud fuese mas de tu gusto, pero no te seria tan provechoso; el que ahora te pesa tanto, y quisie- ras sacudir de ti, es el que Dios te ha destinado. Guar- date bien de reputar las aflicciones por desgracias; eso seria juzgarlas por los sentidos; miralas con ojos cristianos, y las estimaras como merecen. Ellas son un manantial perenne de gracias que facilitan la sal- yacion, Es buen medio para hacerlas saludables y dulces dar de cuando en cuando gracias 4 Dios, espe- cialmente al acabar Ja oracion de la maiiana y de la noche, por los trabajos que se ha servido enviarnos, como diciendo : Yo os doy gracias, Sefior, por la afliccion que me habeis enviado ; haced por vuestra piedad que me sea provechosa, y que me sirva para desprenderme de los vanos atractivos y bicnes apa- rentes de este mundo para unirme a solo vos (Job 1): Dominus dedit, Dominus abstulit : sieut placuit Do- nino, uta factum est; sit nomen Domini benedictum, Anan om DIA SEGUNDO. SAN ESTEBAN, rapa ¥ MARTI. San Fstéban papa, primero de este nombre, fué hijo de Julio, ciudadano romano. Nacié hacia el fin del segundo siglo; y aunque se tienen pocas noticias de los primeros anos de su nifiez, hay razones para creer que era cristiana su familia, y que el nifo fué criado en los principios y maximas de la verdadera 22 ASO CRISTIANO. religion, Como su corazon era naturalmente bien in- Clinado, y estaba dotado de excelente ingenio, se dedicd al estudio de las letras humanas y divinas pero singularmente al de la ciencia de los santos; en poco tiempo se hizo un lugar rauy distingnide entre los fieles de Roma. Siendo de poca edad, fué re: cibido en el clero, y por la pureza de sus costumbres. por el zelo de la religion, por su sahiduria y por st meérito capté la admiracion y el concepto universal, considerandole todos por digno de los primeros em picos de la Iglesia. Los jsapas san Cornelio y san Lucio, sus predecesores, hicieron juicio que no debian dejar escondida debajo del celemin aquella brillante antor. cha. Ordenaronte de diacono, y despues le hicieron arcediano de la iglesia romana, dignidad que ponia & si cargo Ja custodia y la distribucion del tesoro de ia ielesia, dandole al mismo tiempo jurisdiccion de vi- cario; lo que acredita la estimacion que hacian de su mérito v de su mucha virtud. Jems se habta visto la Iglesia, al parecer, agitada demas violentas tempestades, ni combatida de mas ar- iifciosos y mas malignos enemigos, que hacia el fin del afio de 23%, en que murio el papa san Lucio. Nova- 0, presbitero dela iglesia romana, y Novato, pres- 0 asimismo dela de Gartago, el primero antipapa, los dns cismaticos, y ambos herejes, tenian muchos parciales de sus crrores en Oriente y en Occidente hasta en el mismo gremio de los obispos. Aunque sin Cipriano de Cartago y san Dionisio de Alejandria e habian opuesto con valor a sus impiedades, consi- guiendo que fuesen condenados por varios comcilios , no por eso dejaba de inficionar 4 muchos el veneno de ‘a herejia; y su partido, con cl engafioso pretexto de reforma hacia desertar a muchos fieles de las bande- ras de Jesucristo, y adelantaba cada dia nuevas con- quistas. Defendian que no debian ser admitidos a la AGOSTO. DJA I. 23 comunionsos gute hubiesen caido en el crimen de ido- latria; y sus sectarios, extendiendo esta errada doc- trina a todo género de culpas, quitaban 4 la Iglesia el poder para atar y desatar. Condenaban las segundas nupcias, y obstinadamente sostenian que debian ser rebautizados todos aquellos que despues del bautismo hubiesen cometido algun pecado mortal. Aprovechan- dose los gentiles de aquellas funestas divisiones, per seguian cruelmente a los cristianos, incitando 4 los empcradores y 4 los magistrados para que hiciesen sangrienta guerra 4 la Iglesia. Viendo los santos pa: pas Cornclio y Lucio tan combatida la navecilla de san Pedro, y fluctuante entre las encrespadas olas, Namaron a nuestro santo para que los ayudase a go- bernar el timon en un tiempo en que jamas habian sido los escollos mas frecuentes, ni las borrascas mas deshechas. Por su virtud, por su doctrina y por su zelo se granjed, aun en vida de sus predecesores, todos los sufragios del publico para ocupar el lugar a que el.cielo le tenia destinado. Habiendo terminado san Lucio gloriosamente su carrera, coronando con el martirio su pontificado, por unanime consenti- miento fué electo sumo pontifice san Estéban el aio de 257. Dice Anastasio que san Cornelio, seis meses antes de morit, le habia entregado todos !os bienes de la ¥glesia, y que san Lucio al tiempo de su muerte le confid todo el rebafio, recomendandole toda la Iglesia afligida. Algunos son tambien de opinion que san Estéban goberné la Iglesia como yicario de san Lucio , que fué desterrado pocos dias despues de su eleccion. Luego que se senté enlJacatedra de san Pedro, se dedico enicramente 4 desempenar todas Jas obliga- ciones de aquella suprema dignidad. Ofreci¢ronsele presto ocasiones en que resplandecicron su virtud, su volo y su gran capacidad. Por mas artificios de que 24 ANO CRISTIANO, se valieron los herejes para sorprenderle, 6 para inti- midarle, siempre y en todas ocasiones se mostré el santo pontifice azote de Ja herejia, defensor de los sa- grados canones y oraculo de la Iglesia. Fueron acusados y convencidos de Libeldticos Ba- silides, obispo de Astorga en Espaiia, y Marcial, obis- po de Mérida. Llamabanse Libeldticos aquellos cobar- des cristianos, que, si bien no habian sacrificado a los idolos, daban 6 recibian certificaciones falsas de haber sacrificado, para libertar por este medio su vida, su libertad y sus bienes. A este delito de los dos prela- dos se afiadian otros tan enormes, que los hacian in- dignos de la mitra, viéndose precisados los obispos de Espaiia a deponerlos y 4 nombrarlos sucesores. Acu- dieron al papa Basilides y Marcial, haciendo cuanto pudieron para engajfiarle. Recibidlos, y los oyd con tanto amor y con tanta benignidad, que ya se daban por restituidos a sus sillas; pero luego que el santo pontifice recibié las cartas de san Cipriano y de los obisposde Espafia, en que le informaban de los delitos que habian cometido, no quiso verlos mas y mantuvo inflexible su teson. Pero lo que da mayor idea del alto mérito de nues- tro santo es la célebre disputa que se suscité entre los mas santos y mas sabios obispos de la Iglesia sobre el valor 6 nulidad del bautismo conferido por Jos herejes. Parece que esta disputa tuvo principio en la iglesia de Cartago, donde san Cipriano, fundandose en la practica de su predecesor Agripino, enseiaba ue era nulo todo bautismo fuera de Ia Iglesia caté- lica; y por consiguiente, que se debian rebautizar to- dos los herejes que se reconciliaban con ella. Siguie- ron esla misma opinion Jos obispos de Oriente, que se juntaron en Iconio, y fué la dominante asi en el Oriente como en el Africa. Pero san Estéban la con- dend, y declaré que respecto de los que volvian al AGOSIO. DIA I. 25 gromio de la Iglesia, de cualquiera secta que fuesen, nihil innovetur, nada se debia innovar sino seguir pre- cisamente la tradicion, que era imponerles las ma- nos por la penitencia, sin rebautizarlos, una vez que fubiesen sido bautizados en el nombre de Ja santisi- ma Trinidad, Padre, Hijo y Espiritu Santo, y por otra parte no se omitiese cosa alguna de las esenciales al bautismo. Cost6 trabajo a san Cipriano mudar de parecer. Convocd muchos concilios que contirmaron su opi- nion, y en virtud de esto escribié al papa. Lo mismo hicieron los obispos de Oriente; pero san Esteban, guiado del Espiritu Santo, que gobierna siempre la Iglesia, y asistido con aquellos auxiliog sobrenatura- les que Jesucristo prometié a su vicarto hasta el fin de los siglos, nise deslumbré 4 vista del mérito, ni se acobardé con el nimero de los que se oponian a su declaracion; y asi escribié resueltamente a san Ci- priano y alos obispos de Cilicia, de Capadocia y Gala- cia, que se separarian de su comunion si persistian en su opinion sobre el bautismo de los herejes. Con el tiempo se redujeron todos los obispos de Oriente a la decision del pontifice, contribuyendo no poco a este feliz suceso san Dionisio, obispo de Alejandra. Mayor fué la resistencia de !os obispos africanos; pero al fin toda Ja Iglesia abrazo lo definido por san Estéban. Tambien tuvo el consuelo de saber por carta de san Dionisio Alejandrino que en general todo el Oriente habia abandonado el partido de los novacianos, uniéndose cen Roma; y al mismo tiempo que le parti- cipa esta gustosa noticia, se congratula con el santo papa de los socorros espirituales y temporales que 60- licitaba a los fieles de Siria y Arabia; prueba evidente de lo mucho a que se extendia su caridad y vigilancia pastoral, dilatandose esta 4 todas las necesidades de la Iglesia, siendo su zelo tan inmenso come aquella. 8 2 26 ARNO CRISTIANO. Al principio de su pontificado le escribieron Faus- tino, obispo de Leon, y san Cipriano, que Marciano, obispo de Ariés, daba en los errores de los novacia nos, v se habia declarado parcial de aquella secta : al punto procedié contra él con todo el vigor de su zelo; pero siempre acompaiiado de mucha blandura y caridad. Con la paz que goz6 la Iglesia los primeros afios del imperio de Valeriano, pudo el santo pastor cuidar de su rebaio con toda libertad, desviandole de los pastos inficionados; pero durd poco esta dulce tranquilidad. Marciano, su primer ministro y uno de - los enemigos mas mortales del nombre cristiano , mud la voluntad del principe, y le indujo a declarar la guerra 4 n@estra santa religion; en cuyas circuns- tancias no perdoné san Estéban medio ni diligencia para fortalecer a los fieles contra la tempestad que los amenazaba, Publicé el emperador un edicto por el eual confis- caba los bienes de los cristianos, y los concedia al que los denunciase. Con esta ocasion, convocd el santo papa al clero y al pueblo; y hablé con tanta energia y con tanta eficacia sobre la vanidad de los bienes de esta vida, inspirando a todos tan animoso valor, que un presbitero Ilamado Bono, arrebatado de un santo fervor, exclamé a nombre de todos, que no solo es- taban prontos a perder todos sus bienes, sino 4 pa- decer los mas crueles tormentos y dar la vida por Jesucristo ; declaracion que fué recibida con aplauso universal. Encendido el fuego de Ja persecucion, cs indecible el ardor con que todos se disponian al mar- tirio. El santo papa andaba de casa en casa, y pasaba ‘os dias en lugares subterranegs, ofreciendo el santo sacrificio, y dando @ Ios fieles la sagrada comunion. Fn un solo dia bautizo ciento y ochenta catectimenos, administrdies el sacramento de la confirmacion, di- cen las Actas, ofrecid por ellos el sacrificio incruento,

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