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26 Hermenéutica (1969) Partiendo del supuesto de que el perfodo entre 1955 y 1965 cons- tituye una unidad cuyo elemento especifico habré que definir, conviene ante todo distinguir este espacio de tiempo frente a la década anterior, {que se caracteri26 por una especie de necesidad de recuperaciGn: tenfa que superar el estrangulamiento que habia privado al pensamiento, en todos los paises, de las influencias préximas por el corte de la segunda ‘guerra mundial y sus antecedentes. Mientras que la comunicacién con la filosofia sigue ain hoy impedida en los paises del bloque oriental por méltiples causas, en Ia Europa central fue muy fuerte la influencia, sobre todo, del pensamiento francés y angloamericano desde la ter- minacidn de la guerra, con un desplazamiento temporal, frecuente en la filosofia, desde un drea lingiistica a otra; y a la inversa, la filosofia fenomenolégica y existencialista pas6 de Alemania a Francia, Italia, etc., y més tarde a América, Sartre y Merleau-Ponty, Whitebead, Rustel y Wittgenstein, Husserl y Heidegger intercambiaron lugares de recepcién y constituyeron una base para nuevas corrientes que sc han hecho notar en los dltimos diez afios. Una de ellas es sin duda la hermenéutica, ‘Antes, en el romanticismo alemén, la hermenéutica se habia orien- tado hacia las cuestiones centrales de fa filosofia por obra de Schieier- macher. Este, inspirado en la filosofta del didlogo, anticipada sobre todo por Friedrich Schlegel, parte del significado’ metafisico de la individualidad y de su tendencia a lo infinito. En conexién con él, la hermenéutica adquirié con Wilhelm Dilthey su carécter filos6fico. En 1966 se publieé por primera vez, entre los materiales diltheyanos sobre Ja vida de Schleiermacher reunidos en un segundo volumen, el gran estudio del joven Dilthey sobre la hermenéutica', estudio del que sélo ‘conocfamos algunos fragmentos gracias al ensayo académico de 1900. Ese estudio muestra entre otras cosas esmo las rafces de la problematica |W, Diltey, Leben Scllermacters I, 2, Ber 1966 ‘wow. esnips.com/teb/Linotipo 363 filos6fica de la hermenéutica estén en el idealismo alemiin; pero no s6lo en Ia idea dialéctica de Schleiermacher sobre la comprensién ‘como accin recfproca de subjetividad y objetividad, ée individualidad ¢ identidad, sino sobre todo en Ia critica de Fichte al conceplo dog- ético de sustancia y en las posibilidades que alumbr6 para pensar el concepto de «fuerza hist6rica», como también en el transito hegeliano del espiritu esubjetivo» al espiritu «objetivo». Dilthey supo ver la relevancia pionera de la Historik de Droysen para la metodologia de las ciencias del espiritu, al aprovechar el legado idealists para una autocomprensién adecuada dei método histérico. La herencia de esta hhermenéutica idealista sigue viva hasta hoy. Debemos una exposicin sistemitica excelente de la misma y de su desarrollo reciente al his- toriador del derecho Emilio Betti, cuyo manifiesto hermenéutico® en alemén recoge Ia suma de esta tradiciOn (cf, Betti’) y encontré su expresi6n sistematica en una obra extensa*. Sin embargo, la dimensién de teorfa de la ciencia en la que se utiliz6 el pensamiento idealista para la hermenéutica desde Dilthey & Beiti aparece hoy radicalmente sobrepasada. Ya Schleiermacher habia seftalado la conexién intema entre lenguaje, comprensién ¢ interpre- tacién, y disuelto la tradicional vineulacin del tema hermenéutico a «manifestaciones vitales fijadas por escrito» (Dilthey), para dar su rango hermenéutico al didlogo vivo. Pero el angostamiento episte- moldgico que sufti6 de nuevo Ia hermenéutica en el siglo XIX dejé también aflorar las dificultades internas en el idealismo, Cémo la hhermenéutica juridica, que reclama una funciGn creadora de derecho, debiera conectarse con el método hetmenéutico de las ciencias del espiritu resultaba tan oscuro como el sentido reproductive de la in- terpretacién que tan importance papel desempenta en el teatro y en la ‘miisica. Ambos extremos apuntan mas alld de la problemstica inherente 2 la teoria de Ia ciencia. Esto alcanza también a la tcologia. Pues si bien la hermenéutica teol6gica no recaba ninguna otra fuente de ins- piraciGn 0 de revelacion para el acto de comprension de la Biblia, el proceso Kerigmitico de interpretacién tal como se efecttia en Ia pre- dicacién 0 en el cuidado pastoral individual no se puede desconectar como fenémeno hermenéutico ni reducir @ Ia problemética cientifica de la teologta. De ese modo hubo que indagar ya la necesidad de abordar la unidad del problema hermenéutico més alld de la dimensidn de teoria de Ja ciencia, y analizar el fendmeno de la comprension y la interpretacién en un Sentido més originario. Pero entonces era pre- 2, 6, Rest, Hermencaticher Manifest Zur Grandlegun der algemeinen Aue sungishr, en Fostchi fr ERebl I Tubingen (984 SCY mi resena Elio Bet und das ideatstsche Exbe: Quaer lowe 7 (1978) “4. B, Bett, Teara generate dellimerpretacione, (2 vols.), Milano 1955. ‘wow. esnips.com/veb/Lino nae i /Linotipo ciso también remontarse ms allé de la ampliacién universal deka hhermenéutica por Schleiermacher y de su fundamentacién en la unidad de pensamiento y lenguaje. Porgue habia que abarcar sobre todo la hhermenéutica juridica, que antaiio estuvo relacionada estrechamente con Ia hermenéutica teoldgica porque ambas incluyen ia «interpreta- cid» y la aplicacidn, es decir, 1a adaptacion de algo normativo al «aso particular 'No basta con distinguir entre la fundamentaciGn te6rica de La in- terpretacidn y la faceta de su aplicacién préctica, La hermenéutica como «arte pertenece al Ambito de la scientia practica, y la cuestiéa cs saber si la scientia practica significa la mera aplicacin de la ciencia 2 la praxis como presupone Husserl cuando sabe rechazar la traduccién de las leyes l6gicas a normas del recto pensar, mostrando su sentido t6rico fundamental. Ni Ja ciencia que busca lo que es siempre y de suyo, ni el arte, cuyo saber versa sobre la creaciGn de objetos, tienen cel cardcter especifico de saber que es decisivo para la scientia practica, ¥ euyo cardcter normativo no es de naturaleza te6rica ni técnica, Esto resulta claro en el plano de la hermenéutica juridica, donde la bisqueda {el juicio justo no es una mera subsunciéni del caso particular en algo. ‘general (las eldusulas de la ley), sino que la busqueda de las cléusulas rrectas se basa en una decisién propia creativa, complementaria 0 perfeccionadora de! derecho. Algo similiar cabe decit de la misién kerigmética del pastor de almas: el bagaje teoldgico no le basta para jerver el ministerio, Seria un error, no obstante, creer que estas de- cisiones que la ciencia tedrica no puede arrebatar al jucz 0 al pastor de almas, quedan a merced de unas determinaciones irracionales. Es preciso definir més exactamente el sentido de Ia razén en tales deci- siones. Esto —y no un puro irracionalismo— es el aporte que hizo la filosofia de Ia existencia: la decisin, Ia eleccién 0 como se quiera lamar este momento de todo juicio, como un modo de conocimiento racional. Jaspers® formulé el carécter racional de este saber con Ia idea de una elucidacisn de la existencia que arranca de las situaciones limite, en las que la ciencia como saber apodictico deja al hombre solo. Para escribir este fendmeno se siguié utilizando el concepto de saber propio de la ciencia, y en este sentido Heidegger fue més radical cuando tomé el concepto de situacién limite como punto de partida de un giro ontolégico, Frente al concepto éntico de lo subsistente, implicito cn la ciencia y partiendo del concepto de lo disponible y utlizable propio del dominio préctico-técnico del mundo, definié ta estructura ontolégica del «ser ahi» humano como . Esta comporaba una critica ontol6gica de los conceptos tradicionales de norma, especial- mente el concepto de valor (Rickert, Scheler) y el concepto «plat6nico» de significado univoco ¢ ideal (Huser). El ser en sf que, una vez excluida la interpretacidn psicoldgica, se atribuy6 a la esfera de lo normativo en légica y en ética, era ontol6gicamente hablando mera ssubsistenciay carente de todo fundamento, de no presuponer, como {l joven Scheler, una fundamentacién basada en la teologa de la ‘reacién que pudiera servir de base al concepto de valor, de bien y de un orden de valores y de bienes. Heidegger trasiad6 asi la hermenéutica desde la problemética de Jos fundamentos de las ciencias del espfritu al centro de la filosofia misma. La paradoja de una hermenéutica de la facticidad contenfa. a nivel ontoldgico la eritica al concepto de coneiencia, de objeto, de hecho y de esencia, de juicio y de valor. La radicalidad de este enfoque dio su impulso revolucionario a ta obra Ser y tiempo. Pero la forma de reflexidn transcendental en Ia que se movi6 entonces Heidegger, limiténdose a profundizar en los fundamentos transcendentales de la filosofia, no se ajustaba a su verdadera intencidn ni pudo cumplir la tarea de tomar Ia finitad ¢ historicidad del «ser-ahi» (en lugar de la infinitud de 1o que siempre es) como hilo conductor para elucidar la pregunta por el sentido del ser. En este perfodo y a ta luz de esta problemitica se dej6 entrever por primera vez el Ingar central que ‘ocupa la cuestin del lenguaje en el pensamiento de Heidegger. Lo que ocurre en ef fenkémeno del lenguaje rebasa la reflexidn de la filosofia transcendental y supera radicalmente el concepto de una sub- Jetividad transcendental como base de toda demostraci6n tiltima (ef. Heidegger”. Esto coincidi6 con el giro de la critica anglosajona del lenguaje, (que arrancé de una reconsideracién del ideal de un lenguaje i6gico artificial plenamente un{voco, En lugar del céleulo légico degradado en simple disciplina técnica auxiliary de la axiomatizacion del lenguaje aparecié el andlisis del lenguaje real, hablado (ordinary language). Lacritica a la metafisica sigu intacta, pero iba asociadaa la esperanza de que a orientacién al lenguaje vivo, hablado, ensefiara no solo a desenmascarar problemas aparentes, sino a resolver problemas reales Este giro tuvo una amplia resonancia, especialmente con la publicacién de la obra péstuma de Wittgenstein Investigaciones filosoficas (1953), porque ese escrito hacfa una critica expresa de fos propios presupuestos rnominalistas que subyacfan en su Tracratus (1921) y en la orientacién 5. M, Heidegger, Del camino a hadio, Bareloa 1990 ‘wow. esnips.com/teb/Linotipo 366 de la escuela de Viena, sobre todo de Camap. La idea de una nor- ‘malizacién lingtistica presidids por e) ideal de 1a univocidad fue sus- tituida por la teorfa de los juegos linglsticos. Cada juego lingifstico ¢es-una unidad funcional que representa como tal una forma de vida. La filosofia sigue'siendo una critica de la metafisica y del lenguaje, eto partiendo de 1a base de un proceso hermenéutico llevado @ cabo por una historicidad intema. Esta labor analitica de la filosofia aqui sugerida se puede calificar de hermenéutica porque el punto de partida no es una estructura arti ficial de medios de informacién ni una teorfa dea informacién ni una semitica general para construir desde ella la sintaxis del lenguaje y ‘exponer su accién comunicativa, Aqui-se describe la conducta vital y lingiiistica, que crea sus propias regias y formas estructurales. En ‘comparacién con el polo opwesto que es ja teoria de la informacién, Ja hermenéuiica representa el otro punto de vista que intenta aclarar cl fenémeno lingiistico, no desde unos procesos elementales sino desde st propia realidad vital ‘Las ciencias oponen muchos reparos 2 esto. La hermenéutica es desde antiguo una parte integrante de la teologia. Sobre todo con la critica hecha por la teologia dialéctica al lenguaje sobre Dios, y desde ‘que la teologia histérica del liberalismo asumi¢ la tarea de armonizas su pretensidn cientifica con el sentido kerigmitico de la Biblia y con su interpretacién, surgi6 de nuevo la problemética hermenéutica. Asi Rudolf Bultmann’, adversario encarnizado de toda teorfa de la ins- piracidn y de toda exégesis pneumética y maestro, ala vez, del método historico, reconocié no obstante Ja relacidn ontolégica que el sujeto ‘guarda a priori con el texto que intenta comprender, al descubrir en laxelacién con la Biblia una «precomprensi6n inherent a la cxistencia humana y que se manifiesta en la pregunta por Dios. Cuando Buttmann intent6 liberar bajo el lema de la desmitologizacién el nicleo kerig- rético del nuevo testamento y salvar asf la Biblia del extafiamiento histérico, seguia en realidad un viejo principio hermenéutico. Porque es evidente que el verdadero scopus de los escritos del nuevo testa- mento es su mensaje de salvacién y que tales escritos deben leerse Ja Juz de este mensaje. Fueron algunos discfpulos de Bultmann los «que radicalizaron el tema de la hermenéutica replanteado por él: Emst Fuchs* con el libro que auné de modo genial la reflexion y la exégesis, y Gerhard Ebeling’, que partié sobre todo de la hermenéutica de 7. Bultmans, Die Frage der Enomyhulogirung, Minchen 1984; 1, Creer y comprende, Bscloaa 1976. "SE. Fuchs, Hermencuth. Brgatungshet mit Register. Bad Camstt 1958; 1 Lun hermenautichen Problem in der Teolote,Tebngen 1959. 9. 'G. Ebeling. Wore Goce und Hermencui: Zluchift fie Thole und Kiche 156 (Tubingen 1959), 18., Hermencuit en K- Gang (0), Religion tw Geachicne and ‘Gogenwort Ih, Tbingen 1959, ‘wow. esnips.com/teb/Linotipo 367 Lutero. Ambos hablan de un «acontecimiento lingiistico» de la fe © intentan alejar asi cualquier objetivismo indiferente, en la Iinea del mito 0 del hecho hist6rico, del sentido salvifico de la tradici6n biblica.. Aunque no faltan las reacciones en la teologia actual, lo cierto es que {a conciencia hermenéutica progresa con estos estimulos no s6lo en la teologta protestant, sino también en Ia catdica”. ‘También en el campo de la jurisprudencia, al menos en lo que tafe al espacio lingiistico alemén, el aspecto hermenéatico adquiere ‘nuevo impulso. Como problema de concrecién en el derecho, el as- ecto hermenéutico ocupa siempre su lugar a modo de complemento de la dogmética juridica (cf. la panorémica del debate en Kurt Engisch"). Se ha iniciado ademés, sobre todo por obra de Th Viehweg* y de K. Maihofer®, una nueva refiexién sobre la peculi ridad del conocimiento juridico y se ha reivindicado para ello el antiguo ‘concepto retérico de la tépica. También a case law anglosajona ofrece ‘un aspecto hermenéuticamente interesante" ‘Con una mayor conciencia filosética actéa desde hace tiempo y ‘desde la vertiente filossfica una tendencia similar cuando Chaim Pe- relman y sus colaboradores han defendido el significado H6gico especial de la argumentacién corriente en derecho y en politica contra la logica de Ia teoria de la ciencia"’. Se reivindica aqui con fos recursos del andlisis I6gico. pero con la intencién de destacar los méiodos del

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