Una vez que conocemos qué son las pruebas sustantivas de
auditoría y su objetivo principal, que es detectar posibles casos de error para poder corregirlos con un plan de respuesta, es pertinente conocer los tipos de estas. Se dividen en dos, los cuales se encuentran englobados dentro de los procedimientos sustantivos: Pruebas analíticas sustantivas: estos procedimientos analíticos buscan realizar una auditoría a la información de la entidad iniciando con un muestreo que permita determinar información específica de la entidad. Posteriormente, se continúa con la evaluación del control interno y posteriormente a desarrollar los objetivos propuestos. Se aplican principalmente grandes volúmenes de transacciones las cuales pueden volverse predecibles (por ello se puede tomar una muestra). Entre los ejemplos más representativos de estos encontramos los cálculos globales por depreciación o de nómina. Pruebas de detalle de transacciones y balance: son procedimientos que se aplican a detalles individuales y especificados seleccionados para el examen. Este incluye la examinación de registro materiales, ajustes y cotejo de cifras de los estados financieros, saldos y otros registros subyacentes.
A la hora de realizar una auditoría de inventarios,
independientemente del tamaño de la organización, su objeto misional o el grado de automatización que se tenga para el cargue y descargue de los elementos que transitan por las bodegas y puntos de venta de la compañía, el conteo físico siempre será una herramienta de significativa valía para el auditor que ejecuta el trabajo de revisión sobre este importante ítem de los estados financieros. Las NIIF para PYMES señala que los inventarios “son los activos tenidos para la venta en el curso ordinario del negocio; en proceso de producción para tal venta; o en la forma de materiales o suministros a ser consumidos en el proceso de producción o en la prestación de servicios”; esto significa que la norma del inventario consiste en mantener disponibles los bienes al momento de requerir su uso o venta, basados en políticas que permitan decidir cuándo y en cuánto reabastece el inventario. Por regla general, será la administración de la entidad quien establezca las instrucciones y los procedimientos correctos para llevar a cabo la labor de reconteo de inventarios; ahora bien, será responsabilidad del auditor la verificación de la viabilidad de dichas estrategias de confirmación de datos, y para tal fin estará en la obligación de: Realizar actividades de control adecuadas, como, por ejemplo: recolectar frecuentemente las hojas de recuento físico de existencias que ya han sido diligenciadas y al final del proceso, dejar constancia de las hojas de recuento que no fueron utilizadas.
Identificar permanentemente la fase del conteo
físico en que se está avanzado en un momento determinado.
Identificar y separar las partidas de lenta rotación,
obsoletas o dañadas, al igual que aquellas unidades que sean de propiedad de un tercero, como lo sería todo aquel material proveniente de contratos de mercancía en consignación.
Verificar la viabilidad de los procedimientos planeados
para estimar cantidades físicas.
Controlar el movimiento de las existencias entre las
distintas áreas, así como el envío y recepción de existencias antes y después de la fecha de corte.
Presenciar labor de conteo: recomendación
fundamental La labor de conteo físico de inventarios, como tarea humana, puede estar sujeta a errores; sin embargo, esto no exime al auditor de poner todas sus posibilidades técnicas y profesionales para garantizar no solo que el proceso realizado se haya llevado a cabo de la forma más ordenada y certera posible, sino también que el equipo de trabajo que lo realiza ha obrado de forma transparente.
Hay que tener presente que habrá casos en los cuales la
presencia del auditor no sea factible, como ocurriría si las unidades de inventario llegaran a ser almacenadas en un lugar que puede suponer una amenaza a la seguridad. De todas maneras, no puede obviarse que factores como la ausencia de tiempo, costos de desplazamiento y relacionados, u otros inconvenientes de carácter general, no son fundamento justificatorio de la ausencia del auditor o de su elusión a la aplicación de procedimientos tendientes a la implementación de procedimientos alternativos, para la conformación de evidencia de auditoría con el grado de certeza necesario.
Cuando aun habiendo sido puestos en marcha todos los
procedimientos alternativos de auditoría, sea imposible gestionar evidencia suficiente sobre la realidad y el estado de las existencias, el auditor deberá elaborar un informe de auditoría con opinión modificada según las indicaciones de la NIA 705, todo esto como consecuencia de la limitación en el alcance de la revisión proyectada.
Después de darnos cuenta la importancia de la Auditoria de
inventarios evalúa aspectos como inventario en bodega, en supermercado, recibimiento de producto, pedidos, ventas, anulación de facturas, alimentos perecederos, entre otros aspectos; mediante cuestionarios a diferentes colaboradores y la toma de evidencia entre otras cosas.