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La Novela Histérica Inglesa sigue viva JosE RAMON FERNANDEZ SUAREZ Universidad de Valladolid Hace unos afios el crftico J.Keats escribla (23 de Junio,1995) en el Times Literary Sup- plement este comentario sobre la novela hist6rica: There was a time not so very long ago when the historical novel seemed to be on the verge of extinction», Esta premonicién resulté una falsa alarma pues la verdad es que la historical novel, un géne- ro tan inglés, pervive en la actualidad. Y no sélo pervive sino que se est4 imponiendo, con enor- me decisién, una cietta moda de novela histérica o de ambientacién de época. Los ingleses siguen siendo los maestros en las recreaciones histdricas tanto en la literatura como en el cine. No voy a entrat a debatir sobre la definicién y caracterfsticas de este tipo de literatura!. Sélo me interesa demostrar st constante vitalidad y cémo ahora estamos asistiendo a una modern revival de la novela hist6rica inglesa. La editorial espafiola Edhasa leva publicados unos 100 titulos, casi todos traducidos del inglés, y recorriendo todas las épocas. ANTIGUEDAD R, Graves escribié (1925) My Head! My Head!, una novela histérica con un fondo bibli- co: La historia de Eliseo y la sunamita (Alianza, 1996). Era su primera novela. Reconstruye el 1 ALONSO, A., (1984) Ensayo sobre la novela bistévica, Madrid ALVAREZ RODRIGUEZ. R., (1983) Origen y evolucién de la novela histérica inglesa. Publica- ciones de la Univ. de Salamanca. CAMPOS, J., (1957) «La novela histéricay, en Historia general de las literatunas hispdnicas, edi, por G. Dfaz Plaja, Barcelona, 1957. Vol., IV, 2 parte, pags. 219-237. CRISTOBAL, R,, «La Historia, segiin el ‘Best Seller» El pats, 7. 3. 1998, FLEISHMAN, Avrom, The English Historical Novel, The John Hopkins Press, Baltimore, 1971. GARCIA GUAL, C., «Luces y sombras. Novela histérica y biogtaffa apologeticar, Cleves, 21, (1990), 52-57. «Un viaje literario hacia el pasado», El pats 11. 3. 1995, «Novela histérica: Un pasado seductor», El pals 17. 8. 1996. «Una excepcional novela histérica», El pats 25. 1. 1997. «Otro manojo de novelas histéricas», Fl pals 15. 3. 1997. «Lecturas y viajes al pasado», Fl pats 26. 7. 1997. «iguras histéricas noveladas», El pais, 21. 2. 1998. LUKAGS, G., (1965), La novela histérica, México, (trad. de la edicién alemana de 1955). MARTINEZ ROCA, Narvativas histéricas, Edhasa Novela histérica, Edhasa, MONTERO, E.-HERRERO, M2 C,, (1994) De Virgilio a Umberto. La novela histérica latina contemporinea. Ed. Del Orto, Univ. de Huelva. RACIONERO, L,, «El dificil ejercicio de reinventar el pasado», £1 pais, 5. 2. 1984. ROULAND, N., (1993), «Una nueva novela histéricar. Apéndice a Laureles de ceniza. Edhasa. 104 JOSE RAMON FERNANDEZ SUAREZ pasaje 2 Reyes, 4, 8-37. El autor explica en el prélogo que le mueve una intencién critica de las creencias (la novela histérica suele set revisionista). El hijo de la sunamita no era hijo de una intervencién divina sino de su relacién humana con Elisco. Y los milagtos que realizaba Moisés se explican simplemente por sus artes de magia, que él habfa aptendido en la corte del faradn. No pasaba de ser un ilusionista... El novelista americano E. L. Doctorow siguié la misma linea en otra novela de historia biblica, E/ libro de Daniel (1971; Trad. esp. Muchnik, 1997). Recrea la ejecucién injusta del matrimonio judio Rosenberg. Se les condené a la silla elécerica sin prucbas. Se les pre-juzgé por la prensa y la atmésfera de persecucién ideoldgica («caza de brujas»). Un juicio tan injus- to como el de los ancianos contra la casta Susana, y cuyas irregularidades demostré, el joven Daniel, el hermano de la victima. Se puede suponer que el autor desligitima la cacareada fe en la justicia americana. Més reciente es una biografia de Jestis novelada por Norman Mailer en su The Gospel according to the Son (Little, Bown & Company, 1997). El premio Nobel W. Golding (m. 1993) también cultivé el relato histérico en The Scor- pion God y en la novela péstuma The Double Tongue, 1995, (La lengua oculta, Alianza, 1997). En ésta una pitonisa de Delfos, consagrada al servicio de Apolo, nos cuenta su vida (la nove- la histérica suele ser autobiogréfica). El autor rectea magistralmente el ambiente de la Grecia decadente del siglo I y sometida a Roma. En Casandra: Princess of Troy (Cape, 1993), H. Bailey reproduce la guerra de ‘Toya. Le interesa destacar el papel que juegan las mujeres. La guerra que cuenta Casandra es una gue- tra entre Helena, Hecuba, Clytemnestra... El faro de Alejandria, (Emecé,1997), de la escri- tora G, Bradshow tiene como protagonista a otra mujer, Casis de Efeso, que se fuga de un matrimonio forzado para estudiar medicina en Alejandrfa2, Podemos afiadit Safo de Lesbos, La sonrisa de Afrodita de P. Green, pub. por Edhasa, 1996. ROMA PAGANA Y CRISTIANA No deja de ser sorprendente el constante interés de muchos histotiadores ingleses por reducir y minimizar Ia herencia de Roma en las Islas, En Britain (O.U.P, 1995, pag. 16) el autor J. O’ Driscoll deja bien asentado: «The remarkable thing about the Romans is that, despite their long occupation of Bri- tain, they lef very little behind. No vamos a debatir el alcance de las palabras subrayadas por mf, Pero lo que parece muy claro, malgré tout, es que los escritores ingleses tienen una inclinacién muy marcada hacia el legado de Roma, Més que una atraccién 0 veneracién ejerce una verdadera fascinacién. Y se 2 Alejandrfa era el escenario de otra novela histérica del XIX: Hipatia (1851) del escritor inglés Charles Kingsley. Hipatia, figura histérica, era una fildsofa neoplaténica, asesinada por una muche- dumbre de eristianos fandticos. La Novela Histérica Inglesa sigue viva 105 puede asegurar que los ingleses fueron y son los que més explotaton y explotan la materia de Roma. Yaen el siglo XIX tenemos varios titulos. Los més conocidos: The Last Days of Pompeii (1834), de Bulwer Lytton. Antoniana, or the Fall of Roma (1850), de William «Wilkie» Collins. Y ahora acaba de aparecer en castellano una novela histérica inglesa, Marius the Epicu- ean, (Mario el Epiciireo, Valdemar, 1997), escrita en 1885 por W. Pater. Este autor (m. 1894) era.un don de Oxford, profesor de O. Wilde. El especialista en el género, C. Garcia Gual, se extrafia (EI paés, 18. 10. 1997), de que tuna obra como esa haya tardado mds de un siglo en presentarse en nuestra lengua. Al autor le interesa subrayar la similitud entre la época de los Antoninos y la de la reina Victoria (recordemes que el cruce de tiempos es muy propio de la historia-ficcién). Es t bign una novela de ideas pues el lector puede ir siguiendo el itinerario espiritual de un patri- cio romano del s. II que va recorriendo los distintos sistemas filoséficos: epicurefsmo, hedo- nismo, estoicismo... para vivir, y el cristianismo para morir, The Romans in Britain (1980) de Howard Brenton, irlandés de origen, entrarfa en la categoria de «historical drama», Es un drama que, como las novelas histéricas, recoge un tema del pasado para transplantarlo al presente y hacer una denuncia de la polftica inglesa actual, La accién se desarrolla en la Gran Bretafia del 54 a. C., cuando las legiones romanas estaban invadiendo el pais y sometiendo duramente a la poblacién celta, hasta llegar al exter- minio de la poblacién y de la cultura galas. La critica al imperialismo romano se alarga para enjuiciar el imperialismo briténico. El autor presenta un paralelismo entre la represién romana y la invasién de Irlanda por los ingle- ses. En la segunda parte hay escenas en las que el ejército briténico en el Ulster realiza mas 0 menos las mismas tropelfas y abusos que los romanos con los antiguos celtas. Una escena resulté escandalosa y el director de la representacién fue citado ante el «Old Bailey» de Londres: cuando aparecen tres celtas desnudos bafkindose en el Témesis. Estos son sorprendidos por tres soldados romanos que colectivamente realizan una violacién homose- xual de uno de los jévenes celtas. El americano Thorton Wilder evocé (1948) el mundo romano de Julio César en The Ides of March (Los Idus de Marzo, Alianza,1993). Julién Matfas no oculta su admiracién por este escritor (ABC, 21,11,1993). Es un autor con talento para la fabulacién, para el entre- cruzamiento de lo histérico con lo imaginado, nos hace «vivir» en Roma, con Césat, Cleo- patra, Cicerén, Clodia, Catulo... con la misma inmediatez de la Roma que se agitaba entre la visita de Cleopatra y el asesinato de César. He encontrado citadas (ABC 21. 1. 1997) algunas frases suyas cargadas de ironfa: «Nosotros, los generales, nos vemos reducidos a escrutar el cielo con los ojos de un pollo», (Pues los generales entraban 0 no en combate después de ver si comfan o no las gallinas). Hay varios autores ingleses que encontraron en el legado de Roma un filén que les ha dado para varios titulos. David Wishart nos presenta en J, Virgil (Sceptre, 1995) al poeta en el lecho de muer- te... envenenado por el emperador Augusto. Le habfan dicho al ofdo que los tiltimos cap{tu- 106 Jost, RAMON FERNANDEZ SUAREZ los de la Eneida eran una critica contra su gobiemo y Augusto tuvo la idea de invitar a Vir- gilio a su palacio para que la atencién de sus médicos le sanase de unas fiebres que padecfa... pero los galenos, siguiendo érdenes, le envenenaron. Con todo, el tiltimo en reftse («the last laugh») fue Virgilio pues, muriéndose y todo, estaba seguro de que Augusto iba a ser incapaz de impedir la publicacién de la Eveida en cuyos tiltimos versos quedarfan vivas para siempre sus denuncias contra la politica de Augusto. Como seve, ¢s una novela sobre la relacién entre la literatura y la politica: oémo los gober- nantes tratan de «servirse» de los esctitores pero cémo, al final, la pluma vence a la espada. En Nero (Sceptre, 1996) D. Wishart trata de mejorar la imagen que tenfamos de este emperador desde que el polaco H. Sienkiewicz cargata las tintas sobre él en Quo Vadis? (1895). En Germanicus (Sceptre, 1997) reconstruye la Roma del s, I pero lo que D. Wishart tiene delante es el Chicago de los *20, con suis mafias... El detective Mario Valerio Corvino es encargado por la emperatriz. Livia para investigar fa muerte de Germinico, hijastto del emperador Tiberio. Habfa muerto de una supuesta fie- bre estando de viaje oficial por Siria, Por iiltimo, convendrfa comparar la figura de Livia tal como aparece aqui con la des- crita en la popular J, Claudius (1934) de R. Graves. La escritora Lindsey Davis ya lleva ocho novelas (que yo sepa) traducidas, en las que evoca la vida de Roma: La plata de Britania, Edhasa, 1991. La estatua de Bronce, Edhasa, 1992. Tiempo para escapar, Edhasa, 1995. Las suyas son también edetective novels» pues el protagonista es el detective privado Marco Didio Falco, que persigue la corrupcién, el soborno, el chantaje, la impunidad, la especulacién... en la Roma, ciudad del pecado, como S, Holmes en el Londtes victoriano. A finales de 1996 publicé The Course of Honour (Century, 1996). Es una novela sobre la afreedwoman», llamada Caenis que, de esclava, llega a ser la «mistress» de Vespasiano... Sigue de cerca a Suetonio, Hay intrigas, asesinatos, «love story. La tiltima que ha caido en mis manos es A dying light in Corduba (Century, 1996; trad. Una conjura en Hispania, Edhasa, 1996). El detective Matco Dido Falco se traslada, con su amiga Helena Justina, (embarazada) a investigar dos asesinatos que ocuttieron en Cérdoba atribuidos a la mafia que controla el wolive oil market» de la Bética. Steven Saylor nos offece otra serie «Roma sub Rosa». Trata de reconstruir el caso histé- rico al que se van refiriendo algunos de los famosos discursos pronunciados por Cicerén. A murder in the Appian Way (1998) recrea el caso que defiende en «Pto Milone» (discurso que nunca pronunci6, segin parece). En Catalina’ Riddle (Trad. El enigma de Catilina, Emecé 1995) novela sobre la conspiracién de Catilina. El discurso de Cicerén «En Defensa de Sex- tius Roscius» le oftece tema para Roman Blood (Trad. Sangre Romana, Emecé 1993). Y tengo anotados otros titulos: Arms of Nemesis... Y més, ya traducidos, El brazo de Ia justicia, Emecé, 1993. La suerte de Venus, Emecé, 1995. La Novela Histérica Inglesa sigue viva 107 El protagonista de la serie es ahora el detective Giordano el Sabueso, en el afio 56 a. de C. En La suerte de Venus asistimos al juicio de Marco Celio, uno de los procesos més sona- dos de la historia de Roma. Hay un tablero de pasiones por causa de Clodia y los hombres que la amaron. (Cfr. ABC, 30. 6. 1995). Capftulo aparte merece la Roma cristiana, Es otra tradicién muy briténica: N.BS. Wiseman, nacido en Sevilla (1802) de padres ingleses, autor de Fabiola (1854). L. Wallace escribié BenHur (1880). Mas recientemente se publics The Robe de LL. C. Douglas. Estos tftulos son de sobra conocidos por las versiones cinematogréficas de Hollywood. Es una serie de peliculas biblicas, de un género ya especifico, Romans vs. Chris Sigue esta linea E, Wickert en El retorno del Mestas. Roma y los primeros cristianos (Edha- sa, 1996). El novelista E. Waugh escribié Helena (Brown & Co., 1950; trad, en Edhasa, 1990) en Ja que evoca la figura de la princesa briténica, Elena, la madre del emperador Constantino, empefiada en descubrir el verdadero lefio de la Cruz. G.W, Bowersock en Fiction as History: Nero to Julian (Berkeley, 1995) aborda el mundo de las sectas del s, II. Marcién viajé a Roma ofteciendo dinero en mano a las autoridades cris- tianas para que aceptaran sus ideas, muy originales, por cierto. Queria expurgar la Biblia de todo resabio judio. Y defendia que Jesucristo no cra hombre, pues era indigno de él tener materia, Su humanidad eta sélo una apariencia («loxa», docetismo). Alexandra Ripley acaba de oftecernos A Love Divine (Lafayette Hill, 1996; trad. La Llama eterna, Ediciones B., 1997). Es una biografia novelada de José de Arimatea. Era un comerciante del estafio, con flota propia, Se vio envuelto en intrigas con Herodes y Salomé, No tiene suerte en el matrimonio con Sata, Se le supone tio de Jesucristo y se cuenta que en uno de sus viajes,por la ruta del estafio, lo trajo a Inglaterra y llevando con él la primera noti- cia de la religidn cristiana a las Islas, Al final solicits a Pilato bajar el cuerpo de Cristo de la cruz y oftecié su tumba para enterrarlo, EDAD MEDIA Los novelistas ingleses de este género tienen una verdadera manta por la Edad Media. No olvidemos que, W. Scott, el iniciador y maestro de la novela histérica, empezd por esta Epoca, Ivanhoe (1819)...Ch. Kingsley, ya citado, escribié Hereward,che Wake (1866), sobre el héroe sajén que resistié a Guillermo el Conquistador. Y ahora acaba de aparecer otra obra, The last English King (Little Brown, 1997), de Julian Rathbone, centrada en la fecha magica de 1066, Los normandos aparecen como unos salvajes, arrogantes... Guillermo es retratado con bigote, y muy parecido a un Kaiser Bill, con discursos a lo A. Hitler... Los sajones, en cambio, son un pueblo libre, alegre... Eduardo el Confesor (tenido como santo), aparece como un «gay» manteniendo una relacién homosexual con Tostig, el hermano de su yerno, Harold... La esposa del rey, Edith, llora la muerte de su esposo con una escena incestuosa, nada menos que en la «Westminster Abbey»... La verdad es que la Edad Media oftece gue- tras, cruzadas, monjes... 108 José RAMON FERNANDEZ SUAREZ D. W. Cross escribié una novela Pope Joan (Quartet, 1997) sobre la papisa Juana que, segiin la leyenda, ocupé la sede de Pedro en 855. Los cr{ticos la califican «neither serious his- tory nor wholly invented fiction», Lo dificil es explicar cémo pudo llegar hasta ese puesto, siendo asf que tenfan una «pierced chair for checking that papal candidates are males»... Juana, después de doctorarse en Fulda, disfrazada con las ropas de su hermano, muerto a manos de los normandos, Ilegaba en Roma a ser consejera del Papa Sergio. Al motir éte le sucedié el papa Leén, que murié envenenado...Y ella, ya muy conocida, es clegida «papisan... Luego, durante una procesién, daria a luz un nifio prematuro.... La autora aprovecha Ia ocasién para defender los «women’s rights» y atacar a la iglesia por sus «antiwomen attitu- des», Acaba de aparecer la traduccién al castellano, Le papisa (Emecé, 1997). La prueba de que este tema interesa a los lectores es el reciente titulo The She Pope (Hei- nemann, 1998) de Peter Stanford. Cuenta cémo la joven de Dorset llegé a Fulda, sus estu- dios en el monasterio, disfrazada de hombre, lo cual no debfa ser muy dificil de lograr dado que entonces «clerical dress was, as one might say, unisex». La primera cruzada atrajo la atencién del briténico Alfred Dugan en su El conde Bohe- mundo, subtitulada «Crénicas de la primera cruzada», (Edhasa, 1992), El autor estd especia- lizado en el aspecto belico de ciertos eventos histéricos. Narra batallas, asedios, conquistas... Describe con todo detalle las armas: arco, ballesta, flecha, sata... David Hillier ambienta su El fitego y la sombra (Edhasa, 1998) en el siglo XII. Cuenta una tragedia familiar... En esta obra van apreciendo los peregrinos, los ctuzados, los tem- plarios... Ellis Peters con One corpse too many (MacDonald, 1987; trad. Un caddver de mds, Gri- jalbo, 1989) se centra en la guerza civil entre el rey Esteban y la emperariz Matilde (1138). El primero sitia Ja ciudad de Shrewsbury y se produce una matanza de 94 personas. Pero en el recuento aparecen 95. Un monje que habfa sido «cocinero antes que fraile» se encargard de solucionar el misterio... PC, Doherty (pseudénimo de M. Clynes) se fija en las luchas entre Eduardo I y Feli- pe IV de Francia por el dominio de la Aquitania, El rey inglés sospecha que su enemigo tiene un infiltrado en su corte y habré que destaparlo, El lector encontrard el resultado en Spy in Chancery (Trad.Un traidor en la Cancillerta, Edhasa, 1997). A Doherty le interesé también la fecha de 1284, El rey Alejandro III de Escocia, yendo de noche a visitar a su esposa, cayé su caballo por un precipicio, y murié. Su hija, Margari- ta, ya habfa muerto, y su nieta muere en un naufragio. Eran demasiadas muertes naturales. El trono escocés quedaba vacante... Se presentaron 13 pretendientes, nobles escoceses. Nom- braron como drbitro a Eduardo I, rey de Inglaterra... Y se encargé a Hugo Corbett la misin de investigar la verdad en torno a la muerte del rey Alejandro. De esto trata (1988) Crown in Darkness (Trad. esp... La Corona en tinieblas, Edhasa, 1996). La época del rey Eduardo III presta a la ficcién de los historiadores un tema muy suges- tivo: el de los clérigos. J. Abert estudié varios casos y los dio a conocer en Criminal Church- men in the age of Edward II (Pennsylvania State Univ. P. 1996). Walter Langton, obispo de Coventry, fue acusado de «murdering his mistress husband with her assistancen. Pero el obispo de Ely, Thomas de Lisle, resulta més interesante. Era un dominico ambicioso que, después de trepar en la Curia de Roma, logré el obispado de Ely. Le tocé el afio de la «Black Death» (1348) y los siguientes durante los cuales vio sensible- La Novela Histérica Inglesa sigue viva 109 mente disminuidos sus ingresos. Litigé contra Lady Wake, hermana del Duque de Lancaster y en 1354 los «Bishop's men» quemaron las casas de Lady Wake y aparecieron muertos algu- nos de sus hombres, El se acogié al «benefit of clergy» y se le condené al destierto... A su vuel- ta supo rodearse de una banda de secuaces que cometia todo tipo de fechorfas con conoci- miento (2) del obispo, Otros autores posteriores al referirse a este obispo le llaman «The Al Capone of Ely». Josephine ‘Tey, se propuso revisar la personalidad de Ricardo III, tan mal tratado por la historia y la uadicién. En The Daughter of Time, (Penguin, rep. 1969) la Verdad, hija del Tiempo, se encarga de desbaratar las acusaciones que se vienen repitiendo, sin muchas prue- bas, (como la de los «Princes in the Tower»), y rehabilitar su memoria, Para un conocimiento global y de conjunto de Ia historia medieval de Inglaterra conta- mos con The Pillars of the Earth (1989) de Ken Follet, (Trad. Los Pilaves de la Tierva). De su enorme popularidad dan una idea las 12 ediciones que lleva Plaza y Janés, hasta 1996, La edit, Edhasa anunaciaba para finales del ‘97 la aparicién de una coleccién nueva de Detectives Medievales, La serie arranca con dos titulos de Paul Harding, La galerfa del ruise- for, ambientada en ese siglo XIV en Inglaterra en la que un forense y un fraile dominico investigan unos crimenes que amenazan el futuro de Ricardo Il; seguird La casa del asesina ajo, centrada en la Torre de Londres. Y més tftulos: El diablo de Santa Marta, La célera de Dios, La clara luz de la muerte, La morada de los enerv0s.. El inglés R. Conway Morris escogié otro tema, Jem: Memorias de un espia otomano (Edi- ciones B,1996). Jem es el hijo menor de Mehmed II, el Conquistador de Constantinopla, a quien, su hermano, el pérfido Bayaceto, arrebaté el trono y condené a un peregrino exilio, Peto el protagonista del relato, y narrador a un tiempo, es un aventurero capitan turco, Barak, atri- bulado y simpdtico espfa, que le sigue los pasos por varios pafses (Cf. El pais 17. 8. 1996). Sabemos por Ia historia que Anibal vencié (217) a los romanos junto a Trasimeno, en la Umbrfa. Partiendo de este dato, la verdad es que nadie encuentra la relacién, Barry Uns- worth en After Hannibal (Hamish Hamilton, 1998), nos cuenta la historia de la familia Boglioni, nobles que dominaron Perugia hasta que el papa Paulo III, un Farnesio, los aplas- +6 (1540). Ademis el lector se enterard de la vida de un grupo de gente de la Umbrfa de hoy: Una pareja inglesa que trata de hacer dinero, unos americanos, ingenuos, dos italianos homo- sexuales, otto italiano, historiador sobre la familia Boglioni... Lo tinico que los une es que todos viven a lo largo de la misma carretera... Podemos terminar la lista de novelas histéricas sobre Edad Media inglesa con Uneasy lies the Head (Trad. El trono codiciado (Planeta, 1995) de Jean Plaidy (pseudénimo de Eleonor Burford Hibber, que también usa el de Victoria Holt). Esté ambientada en la guerra de las Dos Rosas y el triunfo de Enrique VII, con el que empieza la dinastfa Tudor. Epoca TUDOR M. Clynes se interesé por la corte de Enrique VII en The White Rose Murders (Head- line Book Pub.,1991. Trad. Los erfmenes de la rosa blnca, Edhasa, 1996). El narrador es un 110 José RAMON FERNANDEZ SUAREZ, personaje de gran vitalidad, un nuevo Falstaff, en la corte de Enrique VIII. Esta ¢s una nove- fa de crimenes tenebrosos (la marca que dejaban sus autores era una «rosa blanca») e intriga policfaca. Lo va contando un bribén que escapé del cadalso por los pelos. Llegé a cardenal, y ahora en la vejez recuerda sus lances de aventuras y hace gala de un estilo vivaracho y humo- rista, en la mejor tradicién briténica, Se jacta de haber charlado con Marlowe y Shakespea- te... El texto pertenece al tipo de novela histérica contaminada de relato polictaco (Cf. El pals 17. 8. 1996), J. Plaidy escribié una biografia novelada de la vida de Ana Bolena, con el titulo de The Lady in the Tower (Trad, La Dama de la Torre, Grijalbo, 1986). M. Twain publicé (1882) un cuento histérico The Prince and the Pauper sobre la infan- cia de Eduardo (VI) Tudor, sucesor de Enrique VIII. El principe cambia los papeles con el hijo de un pobre, Tom Canty, El autor aprovecha para criticar (con ironfa, sétira, burla...) la época. Es interesante la descripcién del submundo de mendigos, delincuentes, ladrones... Es inolyidable el relato sobre la figura del «whipping boy» o paje de azotes. Cuando el principe merecfa tn castigo por su comportamiento, como no se podia tocar «the sacred person of the Prince of Wales with blows», habfa en la corte un nifio que llevaba los azotes... Este desca- ba que el Principe no estudiara y se portara mal pues de eso vivia, De lo contratio podia per- der el trabajo, ; Marfa Estuardo, reina de los escoceses, es un personaje que oftece un sinfin de perspec tivas, Uno de los tiltimos libros sobre ella se debe a Judith Lennox-Smith, Till she Day goes down (Penguin-Hamish Hamilton Ltd., Londres, 1991). Los titulos més recientes (1991-1993) sobre la época isabelina siguen otra direccién, también muy briténica: la combinacién de historia y espionaje. La verdad es que la época de Isabel I se presta para este tipo de literatura, Se daba entonces el famoso cuadriliétero, traza- do entre: Isabel I de Inglaterra, Felipe Il de Espafia, Enique III de Francia, y EI papa de Roma. Londres era un intrincado hormiguero de espias, en el contexto de un aspero tejido de conjuras, conspiraciones, intrigas diplométicas y cortesanas, agentes dobles, «topos», servi- cios de «inteligencia» etc, John Bossy esctibié Giordano Bruno and the Embassy affiir (1991). Con este subticulo: «A first class detective story and a case study in the pathology of treason» (Trad. Giordano Bruno y el caso de la Embajada, Anaya, 1994). "Todos sabfamos que G. Bruno era tin dominico italiano, fildsofo, con ideas personales, ex{tico contra las autoridades eclesiésticas, acusado de herejia y quemado en la hoguera (Roma,1600) por la Inquisicién... Bossy, muy documentado, descubre que G. Bruno traba- j6 en Londres (1583) como agente secreto a favor de Isabel I, figurando al servicio del emba- jador de Francia, M. de Castelnau... Que habfa concebido un plan politico-militar pata aca- bar con el Papa, en el que se inclufan la muerte de Marfa de Escocia, los ataques de F. Drake en Las Indias contra las posesiones espafiolas... La Novela Histérica Inglesa sigue viva um Este asunto resulta interesant(simo, muy en la linea de John Le Carré y el «affair» de los espias de Cambridge, hoy tan de moda. La obra de Bossy fuc galardonada por la Asociacién de Autores policfacos «Golden Dagger, 1991. Otro asunto de la misma época y todavia no aclarado fue la muerte de C, Marlowe, en circunstancias muy misteriosas y extrafias. El 30 de mayo de 1593 estaba en la casa de campo de una joven viuda, a orillas del ‘Témesis, y aparecié apufialado en el crdneo,.. Ch. Nicholl trata de reconsteuir los hechos en The Reckoning (Cape, 1992) que bien podrfa traducitse por «El ajuste de cuentas»(?) Alan Haynes escribié Invisible Power que subtitula «The Elizabet- han secret services, 1570-1603» (Far Thrupp: Sutton, 1992). Y Ia escritora Alison Plowden en The Elizabethan Secret Service (Hemel Hempstead: Harvester 1991) cuenta cémo se las ingeniaban los catélicos para burlar la severa vigilancia... se servian de ebeer barrels to smuggle letters to and from Mary Queen of Scots», Al jesuita, John Gerard, el organizador del entramado, lo describe como el «James Bond of the missio- nary priests», The Firedrake’s eye (Sinclair-Stevenson, 1992) de Patricia Finney narra en forma novela- da uno de los muchos histéricos «complots» urdidos para acabar con la vida de la reina Isa- bel I. El asesino estaria reclutado de entre los «English recusants» («an assassin is cheaper than an Armada...») En la resefia del libro se resume ast el argumento: «A plot against the Queen's life has been uncovered, but vital papers have been lost, and time is running out. The clue is in a poem stolen from Bedlam, Can Simon Ames, asthmatic Jew and master-codebreaker, crack the cret in time? Can David Becket, veteran soldier down, on his luck, keep Simon alive enough to do so?» También se ha escrito Z, Elizabeth, una biografia novelada de la reina Isabel por R. Miles (Sidgwick, 1993). Para completar este apartado recogemos El jardin de la serpiente de Judith Merkle Riley (Planeta 1997), sobre las relaciones de Inglaterra Tudor con la Francia de Luis XII, El lector encontraré intrigas, cortesanos retorcidos, brujos, herejes... ESTUARDOS Y RESTAURACION El caso «Overbury» atrajo la atencién de Anne Somerset. En su novela Unnatural Mur- der: Poison at the court of James I (Weidenfeld and Nicolson, 1996) nos oftece una visidn his- térica de conjunto, Thomas Overbury era amigo de Robert Carr, joven escocés, favorito de Jacobo I, Se casé con Frances, condesa de Essex (de la familia del favorito, ejecutado, de Isa- bel I). El Arzobispo de Canterbury, presionado por la propia condesa, concedié la anulacién del matrimonio, Overbury emprendié una campafia para desprestigiar a su ex-mujer. El rey 3 CE. El Mundo 9. 1, 1993; 31. 7. 1993. ABC, 9.9. 94. Sobre la fundacién de la colonia de Virginia por W, Raleigh y las aventuras del capitén J. Smith y Pocahontas conviene leer la novela de Georges Walter, Wingapoh!, (Trad. esp. del francés, Anaya, 1993). 112 José RAMON FERNANDEZ SUAREZ Jo nombré embajador ante la corte de Moscti, pero él decliné la oferta (sospechaba que era la manoseada maniobra «promoveatur ut removeatur», para alejatlo de la corte). Este des- precio disgusté al monarca. Lo encarcelé en la Torre, incomunicado. Su ex-mujer se casé con R. Carr, ya nombrado conde de Somerset. Donne les dedicé un poema sobre el triunfo del amor, Overbury aparecié muerto en la Torre. Empezaron a corter rumores: Que Frances, ahora condesa de Somerset, le hab/a enviado unas tartas envenenadas... El juez supremo, E. Coke, se hizo cargo del caso, Se decfa que era una conspiracién para acabar con toda la familia real, Los esposos Somerset fueron condenados a muerte. Pero el rey les commuté la pena por chome arrest». Las investigaciones continuaron. Pero no pudo aclararse si Overbury mutié envenena- do o de una gangrena de una herida que ya tenfa... La «conjuracién de la Pélvora» es tun tema que se presta para la historia-ficcién. Nunca se sabré si los agentes fueron Guy (Guido) Fawkes, el jesuita H. Garnet... 0 intervinieron otros que la provocaron como excusa para perseguir a los catélicos, Por eso conviene leer la obra de Antonia Fraser The Gunpowder Plot: terror and faith in 1605 (Weidenfel & Nicolson 1996). La guerra civil inglesa, Cromwell contra Carlos I, ¢s otro tema siempre apasionante. Ast aparece en The Puritans wife, de Joanna Hines (Holder & Stoughton, 1996). En esta nove- la se cruzan temas politicos, acciones militares... Es una historia de amor y guerra, El esce- nario es la ciudad de Tilsbury, en los Cotswolds. Allé llega una espafiola, Dolores. Su fami- lia habfa desaparecido durante la guerra de los 30 afios en Wiirzburg. Ella busca seguridad... Se casa con un puritano Josiah Taverner (Dolores se convierte en Doll Taverner). El tiene que desplazarse a Londres para atender sus negocios. Durante su ausencia llegan a Tilsbury unos soldados «realistas» (a favor de Carlos 1) que tienen que hospedarse en la casa de los Taver- ner. Nace una relacién amorosa entre Doll y el oficial de la compaiifa. En este momento llega Josiah... Restoration (1995), (Restanracién, Plaza y Janés, 1996), de R. Tremain, es un fresco que abarca todo este periodo tan interesante. Se centra en la vida de un talentoso estudiante de medicina, R. Merivel, ¢ incluye en su denso entramado na tumultuosa historia de amor, una reflexi6n sobre las relaciones de los fastos de la corte y de las miserias de las clases inferiores. Es una novela histérica-picaresca pues retrata el submundo londinense, Describe la «Great Plague» (1665) y el «Great Fire» (1666). Fue llevada al cine y resultd una excelente pelicula. Otra escritora, D, Norman, ha vuelto sobre lo mismo, The Wizard Mask (1994; La Mascara, Edic. B., 1996). Evoca el Londres bullicioso, prostibulario y picaresco de mediados del XVII (casi el mismo de la Moll Flanders de Defoe) con multiples personajes. El rey, Car- los 11 daba ejemplo de vida disoluta, «merry monarch», amantes... (No olvidemos que su médico personal era Mr. Condom, inventor del artilujio que lleva su nombre). La intencién del libro es desenmascarar a todos los hipécritas de la época.. Aparecen personajes histéricos: Monmouth, hijo ilegitimo de Catlos II, y rebelde con- tra su tio Jacobo II... El juez Jeffreys que sofocé duramente a los secuaces de Monmouth... La conspiracién de Oates, antiguo seminatista en Valladolid, contra los monarcas catélicos... La Novela Historica Inglesa sigue viva 113 Pero, en mi opinién, la verdadera intencién de esta obra es rehabilitar la memoria de ‘Aphra Behn, Era ésta una mujer de vida agitada, viajera, espfa, encarcelada... y que pasa por ser una de las primeras escritoras inglesas. Es autora de un libro de cierta fama, Oroonoko or the Royal Slave (1688) sobre el tréfico de esclavos. La Mascara, seria, pues, una novela femi- nista, para reivindicar la dignidad de la mujer. EsPANA Los temas de Espafia siempre han interesado a los ingleses. Del siglo XIX recogemos Westward Ho! (1855) de Ch. Kingsley. El joven Amyas se embarca en la «Golden Hind» con la que Drake circunnavegé el globo. Luego interviene en la guerra de Irlanda, donde hace prisionero a Don Guzman Sotomayor de Soro. Lo lleva a Inglaterra pero el prisonero se ena- mora de la chica més bella y rica del hugar, Rosa, (en la que habia puesto los ojos Amyas) la rapta y se la lleva a Venezuela. Amyas organiza una expedicién para rescatarla...Describe muy bien los «sea dogs», y no faltan los tépicos, los «Spanish Dons», la Inquisicién... Més reciente es A dying light in Cordube de L. Davis, que ya mencionamos bajo el ept- grafe ROMA. El paquistanf Tariq Alt, residente en Londres, intenté reflejar en su novela The Shadow of the Pomegranate Tree (Trad, A la sombra del granado (Edhasa, 1993), el reino nazari de Gra- nada (S. XVI), Una familia musulmana que s6lo tiene estas opciones: convertirse, dejarse ase- sinar, o morit con la espada en la mano... El granado ser el confidente, y su sombra perma- necerd siempre, después que ellos se hayan ido. La Espafia musulmana también interesé a Salma Rushdie y le inspiré su novela The Moor Last Sigh, (El tiltimo suspiro del moro (1995). El mismo reconocié (El paés 11, 10. 1997) que la Espafia musulmana habia sido un modelo de convivencia entre fas culturas cris- tiana, drabe y judia... Podemos incluir El maleficia de la Alhambra, (Trad. espatiola en Emecé, 1996), de la alemana Tania Kinkel. La neo-zelandesa Y. Guidali prefirié la Espafia judia, Orovida: Una mujer judta en la Expaiia del s, XV (Edhasa, 1997). Recrea las persecuciones de los judios y los rigores de la Inquisicién... La americana K, Harrison se inicié en el mundo de la ficcién con una novela histérica, A Thousand Orange Trees (Fourth Estate, 1995). La accién se sittia en la Espafia del s, XVII y narra las «stories» de dos mujeres que habfan nacido el mismo fa (emociones, venganzas, tormentos, herejes...) Francisca de Luarca, la narradora, que es torturada por la Inquisicién, acusada por bruja («a love affair with a priest»)... Maria Luisa de Orleéns (Borbén) sobrina de Luis XIV trafda a Espafia para casarse con el infantil e impotente Carlos II y atormenta- da por la corte por no dar un heredero (acusada de provocar abortos). Ella se consuela sofian- do con los cientos de naranjos que, cada uno en su tiesto, adornan las galerfas de Versalles. El hispanista anglo-itlandés Peter Luke (m. en Cadiz, 1995), més conocido por su obra tcatral Adriano VIL, se adontré en nucstra historia con El otro lado de la colina, sobre la gue- rra de la Independencia. Al escocés Stuart Hood le interesé més nuestra guerra civil. Fergus y J. Gordon vienen a Espafia como periodistas de la BBC pero en realidad participan en las Brigadas Internacio- 114 José RAMON FERNANDEZ SUAREZ nales contra la lepién («Long Live Death»). En el prologo del libro The Book of judith (Car- canet, 1995), advierte: «All history may be fiction but not all fiction is history». El autor quiere trasladar a la Espafia de 1975,- Franco en el lecho de muerte-, la histo- ria biblica de Judith cortando la cabeza de Holofernes. SiGLOs XVIII Y XIX: GUERRAS NAPOLEONICAS, EPOCA VICTORIANA... La obra de teatro The madness of King George IIT de A. Bennett triunfé en Londres (1991), Es un psicodrama épico. Jorge III oscilaba continuamente entre la cordura y la locu- ra (excentricidades, extravagancias... Esta locura intermitente causaba incertidumbre entre los que le rodeaban. El Dr. Willis le recetaba los tratamientos més peregrinos, los stibditos oscilaban entre la «royalty» y la «lunacy». Su hijo, el Principe de Gales, urde una trama para destronar a su padre... Como la época histérica coincide con la independencia de las colonias americanas, algu- nas ocurrencias estan Ilenas de humor :4 Qué pena, tenfa allf unas praderas tan inmensas» (para él perder las colonias era como perder un campo de golf). No falta una alusion cfnica sobre Espafia, «Podrfamos devolverles Gibraltar, siempre y cuando recobréramos Menorca...» La neoyorkina Susana Sontag también probs suerte en este género con: El amante del voledn de 1992 (Alfaguara, 1995). Esta novela se apoya en un armazén histérico, bien documentado, Cuenta, la natradora en primera persona, desde Manhattan, la historia de amor entre lady Hamilton y lord Nelson hasta su muerte en Trafalgar (1805). Emma Hart era la 2 esposa de W. Hamilton, embajador briténico ante el reino de las Dos Sicilias, a finales del XVIIL. Los sicilianos le Ilmaban «ll Cavaliezes, Como las tareas diplo- miéticas en Népoles eran escasas, el embajador se dedicaba a sus «hobbies»: coleccionar pie- zas de arte y cerdmica, observar la actividad del Vesubio y anotar sus impresiones, visitar como tutista las «supersticiones ajenas»... El s{mil volcénico es muy apropiado para referirse aesta pasién entre lady Hamilton y lord Nelson: como si se tratatse de una nueva erupcién volcdnica contra la frialdad del embajador. Esta relacién va a llevar al diplomdtico a la ruina ante la corte inglesa, y al almirante al desprestigio. Al final lady Hamilton relata su calvario, cuando, viuda y desheredada por su matido, Nelson la deja sola con Ia hija de ambos, para morir exiliada y alcohélica. Sontag parece estar escribiendo su obra desde Ia perspectiva del presente (es propio de la novela histérica este cruce de tiempos) para manifestar sus opiniones sobre temas tan actuales como el feminismo...(CE. ABC, junio, 1997). La «guerras napolednicas» fueron y son un tema recurrente. Ya A. Conan Doyle lo abordé en Las hazafias del brigadier Gerard, traducido ahora al castellano (Ed. Valdemer, 1997). Son ocho relatos muy entretenidos sobre las correrfas de un joven y audaz. capitén francés durante las guerras napoleénicas. Hay aventuras y ambientacién histérica. El inglés, B. Cornwell, actualmente en los EE.UU., ha creado un héroe protagonista de tuna serie que abarca de 1809 a 1821. Entre el ptiblico briténico este autor es muy conocido, pero en Espafia no se ha traducido hasta 1997. Su literatura es de temas bélicos, terrestres, contra Napoleén. La Novela Histérica Inglesa sigue viva 15 En Sharpe y el dguila del imperio, (Edhasa, 1997) el personaje creado por él, Richard Sharpe, oficial de fusileros, se pone como objtivo derrotar a Napoledn. Participa en la bata- lla de Talavera (1809) y en la de Waterloo. Encarna las cualidades del soldado inglés. Todo un caballero. Su modelo a imitar es Wellington... W. Lysiak escribié El jugador de Ajedrez,(Alianza,1996) sobre una supuesta conspiracién contra Napoleén: Octubre de 1806, mientras Napoleén asombra a Europa con su victoria en Jena, un grupo de politicos briténicos urde una conspiracién para secuestrarlo y sustituir- Jo por un doble que desmonte la maquinaria de guerra francesa, Hay aventuras, trasfondo histérico... R. Graves relaté en 1956 Ahorcaron a mi pobre Billy (Edit. Altera, 1997) el caso histé- rico de William, Billy, Palmer que en1856 fue declarado culpable de la muerte de su amigo, John Parsons Cook, y posteriormente ejecutado en la horca, En el prélogo a la obra oftece una bibliografia de los documentos que investigé para conocer el desatrollo de los trégicos sucesos, La trama de la novela es el juicio que condend a Billy. Graves se adentra por el mundo de la justicia, Se repite que la novela histérica sucle trasladarse del «antes» al presente para enjuiciar alguno de sus apectos, en este caso el de la justicia inglesa. Ast, encontré imparcialidades bajo sospecha, jurados «escogidos» por el pre- sidente del tribunal, juicios paralelos por la opinién del pueblo contra el presunto (los lla- mados prejuicios)... Era cierto que Billy no era un dechado de virtudes. Era un bribén, vividor, derrocha- dor... pero la opinién publica, debidamente dirigida, se encargé de inflar las acusaciones. Para Graves no era mucho peor que John James, uno de los consejeros de la Corona, que trabajé Jo suyo para que ahorcaran a Billy, y que él mismo fue acusado cinco afios més tarde por esta- fas y fraudes (que ascendian a mas de 60.000 L, de entonces) pero que «ptido huir» de la jus- ticia (no ast Billy). La técnica de Graves es seguir la Ifnea del narrador, Este reconstruye la vida del culpa- ble baséndose en el testimonio de los testigos. Era un muchacho que habfa Ilegado a ser médico, criador de caballos, apostador en las carreras... con gestos de generosidad, aficiona- do al juego, envenenador de caballos (el mundo del turf), falsificador de firmas,.. Con todo no se llegé a demostrar, en modo alguno, que fuera un asesino. Graves critica (con humor cotrosivo) la hipocresta victoriana, la incoherencia de los defensores y protectores de anima- les... (Cr, El pats 23. 8, 1997. Abe. 5. 9. 1997). De R, Graves es también Las aventunas del sargento Lamb (Edhasa,1985), otra novela histérica. Un ex-combatiente de la guetra de la independencia americana (1775-1783) vuel- ve a su Irlanda natal y cuenta de una manera autobiogréfica los stucesos en los que pattici- pé. El autor ahonda en los motivos tiltimos que movieron a los colonos ingleses a separarse de la corona britdnica... Una de las causas fue el desconocimiento mutuo, entre las colonias y la metrdpoli. Pero aparece también uno de los temas preferidos de Graves: la guetta como maligno motor de la historia... Dicho de otra manera, el autor hace un alegato antibelicista.. Mrs, Brown (1997) es un drama histérico. Se refiete a los chismorreos que corrfan por Londres sobre los amores entre la reina Victoria, ya viuda, y John Brown, sher late husband’s ghillic». El hacfa de cochero de la reina, y las malas lenguas la llamaban «Mrs. Brown». Es una «love story», pero a la vez refleja la situacién politica de la época (este «affait» casi plan- te6 un conflicto constitucional) con Disraeli al frente... 116 José RAMON FERNANDEZ SUAREZ MacDonal Fraser empezé en 1969 una serie (hoy Ilegan a diez) de divertidas novelas histéricas. El protagonista suele ser un antihéroe, el reverso oscuro de los héroes clésicos. Harry Flashman, (Edhasa, 1997), ya octogenario, retitado, hace un recorrido retrospectivo, «flash-back», de toda su vida: fue expulsado de la escuela por embriague... Se vanaglorla de ser un tunante, fullero, c{nico, mentiroso, crépula, ladrén, pendenciero, cobarde... Su filoso- fia de la vida se resume en méximas como «hay que set amables con quien te pueda ser ttib, Con todo fue ascendiendo puestos hasta llegar a la ciispide de la carrera militar, En la guerra de Afganistén (1841) mezecié, por su heroismo, una medalla acufiada especialmente para él por la reina Victoria, El autor pretende, en una linea satirica y picaresca, criticar y denunciar el siempre supuesto valor de los militares, las heroicas hazaiias de la historia de Inglaterra en Kabul, Cri- mea... Flashman, antimilitarista y antipatriota, se rfe cuando un. superior le anima a «mori como un inglés»', Las «Sea Stories», Hay una variante: las «sea stories» o novelas maritimas ambientadas en las guerras napo- lednicas. Constituyen un subgénero de la novela histérica’. Podria catalogarse como historia nautica o épica marina. Hay tres autores especializados en este tipo de novelas: A. Kent, Patrick O'Brian, y C. 8. Forester (murié en 1966), Cada uno tiene una larga serie de titu- los: Forester 12 (uno muy famoso The Aftican Queen). Kent 22 y O'Brian 18 (hasta la fecha). Y cada uno de ellos ha creado su héroe protagonista: Richard Bolitho por Kent, Horatio Hornblower por Forester, y Jack Aubrey, acompafiado por su fiel amigo, espfa y cirujano, S. Maturin por O'Brian. Todos son valientes y leales marinos... Navegan al servicio de Su Majestad Briténica contra Napoledn. Las novelas de estos autores suelen estar en las librerfas todas juntas formando una flo- tilla, Las olas de los traductores han logrado que las de O'Brian se hayan colocado al frente, en la proa... Se dice que ya lleva vendidas en Espafia unos 80.000 ejemplares El lector saca la impresién de que P. O'Brian esté muy informado y documentado. Muestta unos conocimientos enciclopédicos, tanto en lo histérico como en lo nautico. La primera Master and Commander (Capitan de mar y guerra, Edhasa, 1994), transcu- tre en Menorca, Mahén (1800), durante la dominacién briténica. Navegan en la corbeta Sop- hie, de procedencia espafiola, y persiguen y capturan al buque espaiiol «Cacafuego». La cuatta, Operacién Mauricio, basada en hechos reales, explica la conquista de las islas Mauricio y Reunién por la Armada inglesa la Desolacién cuenta un accidentado viaje a Australia que se ve interrumpido por la guetta y la fuerza de los elementos en el inhéspito islote que da titulo a la obra. 4 ANTON, J., «Un canalla galopa hacia la gloria» (EI pats, 8. 2. 1997). Bl italiano A. Barbero recrea la epoca de estas guertas a través del humor de un diplomético american Diario de Mr. Pyle. Venturas y desventiras de vn gentil hombre americano en las guervas napoleénicas. (Mondadori, 1996). 5 En la literatura inglesa hay una cradicién de novelas de piratas. Podemos mencionar la Historia de las mis famosos piratas de D.Defoe, y La isla del Tesoro de Stevenson...con la presencia de puertos, barcos, combates, espadas, botin, mujeres... como ingredientes insustituibles. La Novela Histérica Inglesa sigue viva 117 Episodios de una guerra se siti en la guerra de 1812 entre Inglaterra y USA, Admirable el combate de la fragata «Chesapeake» contra la briténica Shannan. En Capitdn de Navio (Edhasa, 1995) el capitin Jack Aubrey huye a Francia para librat- se de sus acreedores.., De Francia huyen Aubrey y Maturin, disfrazados de domador y oso, hasta cruzar los Pirineos, para pasar unos meses de recuperacién cerca de Lérida. En la tiltima, The Yellow Admiral (Harper Collins, 1996) encontramos al almirante ya retirado «yellowy- en tierra... El asunto es de tema rural. Los protagonistas se oponen a las cinclosures», Maturin da la talla como naturalista y ornitdlogo...6. Podriamos afiadir muchos escritores que tienen el mar como una inagotable fuente de inspiracién EN LA ACTUALIDAD Encontramos gran variedad de temas: J. Banville vuelve sobre los espfas de Cambridge en The Untouchable (Picador, 1997). Amos Oz insiste sobre el problema palestino-israel{, Panther in the Basement (Vintage, 1997). La briténica B. Bainbridge ya lleva escritas dos novelas histéricas: The Birthday Boys (1991) sobre la expedicién de Scott al Polo Sur: ¥ Every Man for Himself(1996) sobre el hun- dimiento del Titanic. Ahora acaba de publicar Master Georgie (Duckworht, 1998) sobre la guerra de Crimea. Acaba de pasar por Barcelona (1 pafs, 26, 2, 1998) el novelista briténico Lawrence Nor- folk para presentar EJ rinoceronte del papa (Anagrama 1997), su titima novela histética. Recrea la figura del papa Ledn X (1475-1521), arquetipo renacentista, feliz poseedor de un rinoceronte... Hace dos afios este mismo autor escribié El diccionario de Lémpiere sobre la Compaitia de las Indias Orientales, Y ahora esté redactando su tercera novela histérica sobre la guerra de Troya... © ANTON, J., «Una flota de capitanes intrépidos» ( FI pats, 20.12. 1997).

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