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José Espinosa

Jesús Ortea
fotografías de Julio Larramendi

) (
terrestres

PAT ROCINADO POR


SPARTACUS - SAAT I Ó - SPARTACUS Fou N DAT ION "-o
<3

Y LA SOCIEDAD CUBANA DE ZOOLOGÍA ,._oo


o~

IMPRESO POR UPC PRINT, VASA, FI NLANDIA, 2009


A LA MEMORIA
DEL DR. PASTOR ALAYO DALMAO
D ISEÑO
PEPE N IETO

DIRECCIÓN EDITORIAL
JULI O lARRAMENDI

COPYRIGHT
© JOSÉ ESPINOSA, 2009
© JESÚS ÜRTEA, 2009
© JU LIO lARRAMENDI, 2009

ISBN
978-952-92-5427- 9

PATROCINADO POR 5PARTACUS-SAATl0-5PARTACUS fOUNDATION


Y LA SOCIEDAD CUBANA DE ZOOLOGÍA

fOTOMECÁNICA E IM PRESIÓN
UPC PR IN T, VAASA, FINLANDIA

© T ODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.


PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN TOTA L O PARCIAL
DE ESTA OBRA, ASÍ COMO SU TRASM ISIÓN POR
CUALQU IER MEDIO O MEDI ANTE CUALQUI ER
SOPORTE SIN LA AUTORIZACIÓN ESCRITA
DE LOS EDI TOR ES.
>sumario

9 agradecimientos 116 capítulo9


oleacinas
11 prólogo depredadoras de otros caracoles

12 introducción 126 capítulo10


a manera de presen t ación poi imita
el caracol nacional
20 capítulo1
diversidad y endemismo 140 capítulo11
de los moluscos terrestres cubanos otras polim itas
y parientes cercanos
34 capítulo2
el primero en la list a: 154 capítulo12
émodas, vianas y otras helicinas Camaenidae
una fam ilia de gigant es, dioses
48 capítulo3 y emperado res
fa rc imen
los topos de la hojarasca 164 capítulo13
el hombre y los caracoles
56 capítulo4
anuláridos
cuando la vida pende de un hilo 170 sinopsis taxonómica

74 capítulos 175 lista de especies


las babosas
187 glosario
80 capítulo6
cenon 189 bibliografía recomendada
en la costa como un f aro
190 los autores
86 capítulo7
ligus
caracoles coloreados del mont e

100 capítulo8
urocóptidos
los cuernos de la abundancia
>agradecimientos
Al Sr. Yrjo Hakanen, Presid ent e de la Fundación A Nicasio Viña, director del Museo Provincial de
Spartakus de Finlandia, por el apoyo en la Historia Natural de Santiago de Cuba y presidente
realización de este proyecto. de Bioeco, por su apoyo y colaboración.
A la Sociedad Cubana de Zoología, y en par- A nuestros amigos y colegas Dr. Juan José
ticular a su Presidente, Dr. Hiram Gonzá lez Alonso, Bacallado, Lic. Leopoldo Moro Abad y Dr. Manuel
por habernos confiado la realización de este libro. Caballer Gutiérrez, por su participación en los
A los institutos de Oceanología y de Ecología y muestreos y en la realización de las fotos de algunas
Sistemática de Cuba por las facilidades brindadas de las especies ilustradas. A Celestino Canel por el
durante la realización de nuestro trabajo. apoyo brindado durante las intensas jornadas de
A los especialistas y trabajadores del Parque trabajo en Asturias.
Nacional Península de Guanahacabibes, del Parque A los colegas malacólogos cubanos MSc. David
Nacional Alejandro de Humboldt, Sector Baracoa Maceira, Dr. Bernardo Reyes Tur, MSc. Alejandro
y del Area Protegida de Recursos Manejados •Mil Fernández y Raúl Fernández Ga rcés.
Cumbres", especialmente al Lic. Lázaro Marques A todos aquellos que han colaborado de una
Lauger, Lic. Raúl Matos Romero, MSc. Norvis Her- forma u otra en la realización de esta obra.
nández Hernández, Lic. Geovanys Rodríguez Cobas,
lng. Zacarías Hernández, Rafael Carbonell y Felipe
García, por todas las atenciones y ayuda en los
inventarios de especies en el campo.

Setipel/is stigmatica, sierra de


Guane, Pinar del Río.

9
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1 - • •

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.. 1



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>prólogo
U n buen libro es un puente ent re el lector y el El libro se estruct ura a pa rt ir de un recorrido
descubrim iento de un mundo m aravilloso, rea l o por las ca racterísticas de cada una de las f am ilias
existente sólo en la mente de quienes lo escriben de mo luscos terrestres más significativas del país,
o lo leen. Aquellos que decidan emprender la lo que contribuye a que se convierta no sólo en
lectura de est e libro, sent irán la emoción de los libro de div ulgación cient ífi ca, sino también en una
grandes descubridores cuando se apropien del valiosa ayuda pa ra aquellos que se inician en el
conocimiento sobre los moluscos t errest res de estudio de este grupo.
Cuba, con su gran variabilidad de form as, colores Respeto el crit erio de los aut ores de que no
y hábitats en que viven. se t rata de una guía de campo, ni de un catálogo
l a variabilidad de ecosist emas existentes en ilustrado de los caracoles terrestres de Cuba, pero
Cuba se refleja de f orma intensa en la diversidad estoy convencido que va a co mpensar la ausencia
de los grupos de la flora y la fauna, int egrados por de los mism os.
más de un 50 % de especies endémicas, tal como Es d ifícil saber si se disfrutan más los textos o
ocurre con los pinos, las plantas con flores, los las indescriptibles fotografías que los acompañan y
moluscos, las lombrices de t ierra, los ciempiés y que son el reflejo exacto de los colores y las formas,
m ilpiés, peces, anfibios y rept iles. En ot ros grupos lo que permite reconocer cada uno de los especíme-
de nuestra biota el ende mismo es inferior pero nes retratados, sin correr riesgo de equivocación.
también significativo. Hay muchas formas de acercarse a una
Cuba es un uno de los espacios terrestres de posición ética en la conservación de la Naturaleza
mayor diversidad biológica del planeta. Habitan en y una de las más important es es t ener el conoci-
el archipiélago más de 20 ooo especies de plantas mient o necesario para disfrut ar de su int erpreta-
y animales t errestres; de ellas 9 ooo endém icas, ción. Este libro nos alfabet iza y nos deja prepara-
o sea que sólo v iven en est e pequeño pedazo del dos para comprender el mundo de los m oluscos.
planeta, de las cuales los moluscos representan A pa rt ir de su lectura cua ndo usted encuentre una
casi un 15 %. concha o babosa su v isión será diferente, no será n
El present e libro real iza un recorrido perfec- mas un caracol sin importancia o un animal que le
t amente equilibrado por la f auna de los moluscos causa repulsión, se le revelarán los secretos de sus
terrest res presentes en el archi piélago cubano. colores, f ormas y hábitos, y ad mirará la belleza que
Se basa en una amplia compilación y aná lisis de los acompa ña.
información de la que no poca ha sido aportada Estoy convencido del ef ecto transformador
por los autores. Nos brinda conocim ient os sobre que t endrá este libro en su visión de est a parte de la
la taxonomía, la biología y ecología y la utiliza- Vida, contribuyendo a dism inuir las am enazas que
ción de este grupo por los habitant es de Cuba en sobre especies de moluscos existen en el país, por
diferentes épocas, destacando la estrecha relación su uso inadecuado o la destrucción de sus hábitats.
entre comunidad y moluscos. algunas de las cuales Siga adelante y avance en los caminos del
constituyen símbolos de regiones o del país. placer que proporciona el conocimiento de la
los text os, con un basament o científico pro- Naturaleza. Polymíta sulfurosa flammu/ata
fundo, están escrit os de forma que caut iva al más
novato de los lectores. El uso de términos técnicos DR. NICASIO VIÑA
está adecuadament e balanceado y se acompaña DIRECTOR DEL MUSEO PROVINCIAL DE HISTORIA NATURAL
de un bien concebido glosario. DE SANTIAGO DE CU BA Y PRESIDENTE DE BIOECO

11

a manera . ;

resen ac1on

ocos grupos de animales invertebrados han dejado huellas tan profundas en la


historia de la humanidad como los moluscos. El hombre los
ha ut ilizado de múlt iples maneras, como f uente de alimento, herra mient as,
instrument os musicales, prendas, joyas y adornos personales, como moneda u objeto de


intercambio com ercial, han servido de inspiración en la arquitect ura y en la ingeniería, están
presentes en la m it ología y su influencia ha traspasado f ormas tan sutiles de la conciencia del
hombre como las artes y la relig ión.
Est a relación hombre-molusco, nacida desde los comienzos m ismos de la humanidad, ha persistido 1. Priotrochate/la conste/lata
(familia Helicinidae), sierra de
hasta nuestros días, y las almejas, pulpos, ca lamares y caracoles marinos y terrestres cont inúan siendo
Casas, Isla de la Juvent ud.
platos favo ritos de muchos pueblos de las m ás diversas cu ltu ras; además de ser fuent e de inspiración
2. Prenda confeccionada por
para escultores, pint o res y poet as, la afición por las conchas de los mo luscos constit uye una de las los aborígenes cubanos con
motivaciones para coleccionistas más difundida en el m undo, y q ue con mayor número de adeptos la concha del cobo (Strombus
gigas).
cuenta en Ja actualidad, com parable sólo con Ja filatelia y la numismát ica.
3. Plato preparado con la pas
Pero la importancia de los moluscos no se lim ita al est recho marco de los int ereses humanos. Este
litorales, muy apreciado en
grupo de larga y compleja historia evolut iva, cuyo lejano origen en el t iempo se remo nta a los finales Ast urias y Canarias, España.
del periodo Cambriano -ent re 500 y 600 millones de años atrás-, han pod ido adaptarse
y sobrevivir a las g randes crisis y los notables cambios de cond iciones q ue ha
experimentado la vida en la Tierra. Por su d iversidad de especies, la abundancia
de muchas de sus poblacio nes y sus hábitos de vida, los moluscos han ten ido
un gran éxito en la conquista de los ambient es marinos, dulceacuícolas
y terrest res, y constit uyen elementos imprescind ibles en el equilibrio
b iológico de numerosos ecos istemas y hábit ats.

C) Esr1H OS;\ 'VOlllEA


r ne i

Cuba cuenta con una de las faunas de


moluscos más ricas del mundo, con un registro
recient e para nuestras montañas, campos, costas
y plataforma m arina sumergida de más de 3 ooo
especies, si bien la de m oluscos dulceacuícola es
comparat ivamente m uy pobre-sólo unas 4 2
especies- en concordancia con el corto ca uce
y el escaso cauda l de nuestros ríos y cuerpos de
agua del interior de la isla.
Los moluscos terrest res constit uyen uno
de los grupos zoológicos mejor estud iado y más
conocidos de Cuba. Hast a el presente se han
inventariado o nombrado de 1 300 a 1 405
especies, lo que unido a las más de 2100
subespecies y num erosas form as y variedades
descritas o citadas, hacen de los moluscos
terrestres un amplio y complejo mosa ico
de la vida silvestre cubana, representado
prácticamente en cada pa lmo important e de
t ierra emergida de nuestro archipiélago.
Además de la alta diversidad y de la
variabilidad de sus especies, otros t res rasgos
fundamenta les caract eriza n a los moluscos
t errest res cubanos. Su elevado endemism o,
estimado en algo más del 95 %, lo que equivale
a decir que de cada cien especies de mo luscos
terrestres que se encuent ran en Cuba, sólo
cuat ro o cinco pueden tener la probabilidad
de no ser exclusivas de nuest ro archipiélago.
M uy d istint ivo es tamb ién la m icro localización
de especies y formas, pues pocos de nuestros
moluscos t errest res endémicos t ienen una
distribución geográfica más allá de det erm inada
región o provincia, y la gran mayoría de ellos son ocurren en algunas islas. Com o consecuencia de
exclusivos de una localidad, un mogote o una est o, el estudio de nuest ros m oluscos terrestres
loma e, incluso, de una pequeña porción de esos y en especial de los caracoles, atrajo la atención
territorios. La tercera característ ica not able es de numerosos zoólogos. En los o rígenes de la
4. Obeliscus terebraster (fami lia
la gran abundancia de i ndivid uos en mu chas de m alacología cubana destacan los aport es de Subulinidae). extremo oriental
sus poblaciones, reflejo de su g ran adaptabilidad importantes naturalistas del siglo XIX, primero de Cuba.
al medio donde viven y del importa nt e papel europeos com o el gran m alacólogo alemán 5. Polymita picta roseolimbata
(familia Xanthonychidae), Maisi,
eco lógico que desempeñan, y que no deja de ser Lou is (Ludwig) Karl Georg Pf eiffer (1815- 1877).
Guantánamo.
un buen ejemplo del buen estado de salud de los quien recorrió nuest ro país en 1839 en com pañía
6. Chondrothyella pudica (familia
ecosistem as cubanos. de Juan Gundlach (1810- 1896) y Eduardo Ot to Potamiidae). Pan de Guaja ibón.
En los moluscos terrest res cuba nos se (1812-1885), y poco después, y durante varios Pinar del Río.
manifiest an, t al vez como en ningún ot ro grupo años, dieron a conocer las nu evas especies 7. Coch/odine//ajumaguaensis
(familia Urocopt idae),
de nuest ra fauna. los intensos procesos de que descubrieron, así como otras enviadas Las Jumaguas, Sagua la Grande.
especiación y variabilidad de la biodiversidad que post eriormente por Gundlach y Poey. Villaclara.

15
Casi en la misma época, entre 1841y1847,
al francés Alcides d'Orbigny se le encomendó
la realización del tomo quinto -dedicado a los
moluscos- de la obra Historiafísica, política y
natural de la Isla de Cuba, ed itada por Ramón
de la Sagra. También entre 1842y184 4, el
malacólogo norteamericano Augustus Addison
Gould (180 5-1 866) publicó algunos trabajos sobre
los moluscos terrestres cubanos, mientras que el
francés Artur Morelet (1809 -1893) lo hizo entre
1849 y 1851, cuando dio a conocer su obra en dos
volúmenes Testacea Novissima lnsulae Cubanae
et America Centra/is.
Don Felipe Poey y Aloy (1799-1891). llamado
ta mbién " Pad re de los naturalistas cubanos",
aunq ue más reconocido por sus grandes aportes
en el cam po de la ictiología antillana, fue un
OONTRlam.ílON d r ne i

'

destacado ma lacólogo, y describió


numerosas nuevas especies de
... La escuela de
ma lacólogos cubanos
8. Pan de Guaja ibón, Pinar del
Río. con sus 701mes la altura
máxima del occidente de Cuba.
caracoles t errestres de Cuba, del sig lo XIX, tuvo su
9. Setipellis stigmatica (familia
pub licadas ent re 1851y 1861 en cont inuidad histórica en Sagdidae). mitad occidental de

sus famosas Memorias sobre la Don Carlos de la Torre Cuba.
Historia Natural de la Isla de Cuba. y Huerta (1858-1950), 10. Succinea ochracina (familía
Succineidae), reportada de
La semilla de la ma laco logía cubana, hombre polifacét ico y va rias localidades cubanas.
<
plantada por Gundlach y Poey, fue ~ profundo conocedor de 11. Cubiertade la obra de Rafael
o
magist ralm ent e fert ilizada por ; los moluscos antillanos. a
Rafael Arango y Molina (1837-1893),
el más not able malacólogo cuba no
JJA8i\fiil.
!.,¡¡. ~ "·

-
.n....tJ« r ,,,_,. ,.
<f•w.a u -... ..........

.__ _ _ _ÁQ'itl..- - - -
mi quien se deben notables
cont ribuciones sobre las
Arango y Melina, publicada en
l a Habana, entre 1878 y1880.
12.liguusfasciatus (familia
Orthalicidae), su distribución
de t odos los t iem pos, quien dedicó unos cuarent a fam ilias Cyclophoridae y Annulariidae (act ual abarca a Cuba y la penínsu la de
años al estud io de nuest ros mo luscos, esfuerzo fam ilia Potam iidae), del género Polymita (trabaj o la Florida.
que t uvo su punto culm inante con la publicación póstu mo) y de la f amilia Urocoptidae, cuyo 13. 8/aesospira echinus (familia
Potamiídae), Viñales, Pinar del
en La Habana, entre 1878 a 1880, de la important e m anuscrit o orig inal fue recient ement e publicado
Río.
Contribución a la Fauna de Moluscos Cubanos, en el 20 08. Se puede afi rmar que llega ha sta
obra que d urant e más de un siglo representó el nuest ros días la in fluencia de Don Carlos de
catálogo más documentado y com pleto sobre los la Torre y la de sus discípulos y continuadores,
moluscos t errestres, fluv iales y m ari nos de Cu ba, formados en torno a su figura y nucleados
y que actua lmente es una fuente imprescindible en la Universidad de La Habana y la Sociedad
de consu lt a. Malacológica de Cuba. Se destaca n t am bién
Ca rlos Guillermo Aguayo, M iguel Luis Jau me,
Abe lardo Moreno y Bonilla, Pedro J. Bermúdez,
Luis Sánchez de Fuentes, Mario Sánchez Roig,
Osear L. Alcalde, Alfredo de la Torre, Hortensia
Sarasúa y José Fernández M i lera.
Muy apreciados son el uso racio nal de la nat uraleza con el necesario
también los apo rtes de notables desarrollo socioeconóm ico del país. Los moluscos
malacólogos norteamericanos, terrestres merecen una especial atención dent ro
como Henry A. Pilsbry, J. B. de los planes de eva 1uació n y protección de la
Henderson, Paul Bartsch, biodiversidad de Cuba, y la Educación Ambiental
Willian J. Clench, M. K. Jacobson es una herramienta esencial de esos planes.
y K. J. Boss quienes, bien de En los capítulos y páginas siguientes, el
forma indiv idual o en est recha lector encontrará una breve reseña de los
colaboración con especialistas aspectos m ás importantes e interesantes que
cubanos, dieron un impulso caracterizan la fa una de m oluscos terrestres de
notable a los estudios de Cuba y de alg unas de sus principales familias
nuestros moluscos durante y especies. Los textos han sido redactados
el siglo XX. A t odos ellos y de f orma sencilla y clara, para favorecer su
a los de t odos los t iempos, interpretació n por el público más diverso,
cubanos y extranjeros, nuestro acompañados de magníficas ilustraciones en
reconocimiento, respeto e
infinito agrad ecimiento por
haber situado a la malacología
dentro del grupo de avanzada,
en el nivel de conocim iento de
las ramas de la Zoología de Cuba.
Con el presente libro
nos proponemos hacer una
síntesis de toda la inf ormación
cient ífica que existe sobre los
mo luscos terrestres de Cuba,
conocimientos acumulados
durante m ás de dos siglos
de intensa investigació n y
variados estudios, y destacar
las principales características
sistemáticas, biológicas,
ecológicas e histórico-cultura les
que distinguen a los moluscos cubanos como
uno de los grupos zoológicos más emblemát icos
14. José Ferná ndez Mi lera de nuestra fauna.
(1930-2008). No se t rata, por lo tanto, de una guía
15. Alcadía spectrabílís (familia
de campo n i de un catá logo ilustrado de los
Helicinidae), provincias de
Granma, Santiago de Cuba caracoles terrestres de Cuba, lit eratura muy
y Guantánamo. necesaria en la actualidad, pero cuya confección
16. Varice/la multilineata (familia y ed ición se apartan de los objetivos de esta
Oleacinidae). central Julio
A. Mella (antiguo Miranda), obra . Este libro está dirig ido principalm ente
Santiago de Cuba. a la educación ambiental de los sectores
17. Zachrysía trinitaria (familia m ás variados de la sociedad cubana, en
Camaenidae), vive desde las particular a los niños y jóvenes, herederos
montañas de Trin idad, Sancti
Spíritus, hasta Majagua, futuros o inmediatos de la d ifícil e ineludible
Camagüey. responsabilidad de compatibilizar el cuidado y

18
r ne i

color de las conchas y de los animales v ivos en su en otros grupos zoológicos como las aves, 18. Ca/Jonia e//ioti (familia
entorno nat ural, cuidando siempre de mantener creando, por qué no, pequeños caraco larios Urocoptidae), sierra de Guane,
Pinar del Río.
la estrecha armonía que debe existir entre el arte, locales de exhibición. Paradójicamente, m uchos
19. Coryda melanocephala (familia
la ciencia y la naturaleza. coleccion istas de conchas que deberían ser Cepolidae), Cayo del Rey, Mayarí
sus def ensores, se convierten en u na amenaza y Monte Toro, en las provincias
de Holguín y Guantánamo,
importante para las especies y poblaciones
respectivamente.
de m oluscos. Cientos de m iles de ejemplares 20. Polymita venusta (familia
son colectados y sacrificados cada año por la Xanthonychidae), habita en
única razón de poseer una concha bonita, o ser la zona central del extremo
oriental de Cuba, incluidas las
ra ros y escasos en las colecciones. Las colectas
provincias de Las Tunas, Holguín,
indiscriminadas son tan dañinas como la Granma y Santiago de Cuba.
degradación y la fragmentación de los hábitats
naturales. Debemos cambiar nuestro enfoque
sobre las colecciones de m o luscos, no eva luarlas
por los miles de ej emplares que contengan,
sino po r su información, representat iv idad

Los términos t écnicos y las palabras de uso


no frecuente, marcadas en el t exto en negritas,
son explicados en el glosario. También se incluye
la si nopsis taxonómica y una lista de las especies y sobre todo por el amor y el respeto a la
de moluscos t errest res. En la bibliografía se naturaleza conque han sido creadas. Sólo una
han seleccionado aquellas obras y artículos de actitud positiva y consciente de la necesidad
mayor int erés para el estudio y conocimiento de de conservar la flora y la fauna -bienes que
nuestros caracoles y babosas terrest res. pertenecen por ig ual a t odos los cubanos,
Es nuestro mayor deseo promover la presentes y futuros-, cont ribuirá a proteger
observación de los molu scos vivos en la eso que form a parte inseparable del entorno
naturaleza, sin mo lestarlos ni perjudicarlos, y de la cultu ra de nuest ra nacionalidad:
actividad que se desarrolla con gran éxito la Nat uraleza de Cuba.
• •

de los moluscos
terrestres de Cuba

os moluscos son uno de losfilums o grupos de animales invertebrados más numerosos y


extendidos por t odo el planeta, con una radiación evolut iva estimada en m ás de 100 ooo especies
vivient es en la actualidad y va rios m iles de especies fósiles. Actualment e se consideran diez clases
dentro de este filum, ocho con representantes recient es y f ósi les - Monoplacophora, Caudofoveata,
So lenogastres. Polyplacophora, Gastropoda, Bivalvia, Scaphopoda y Cephalopoda-y dos -Hyolitha y
Rost roconchia- sólo con especies fósiles.
Estos invert ebrados t ienen un diseño co rporal basado en la simet ría bilat eral, que adopta las
formas má s diversas dentro de una divisió n máxim a del cuerpo en cabeza y t ronco. más una cut ícula o
m anto con secreciones calcáreas y un pie en posición ventral que garantiza su locom oción.
Poseen todos los sist emas de órganos bien desarrollados y ent re ellos. en el caso de los m oluscos
t errestres, la cavidad respiratoria aparece por lo general bajo u n repliegue libre del manto. En ella. y aún
bajo la condición de cavidad pa leal, algunos caracoles terrestres conservan branquias pinnadas, pero 21.Chondropoma pictum
en la mayor parte de las especies se ha desarrollado un pulmón o saco pulmonar representado por u na gouldianum.
zona del manto m uy vascu larizada cuyo origen no se encuentra necesariamente en la cavidad paleal,
pues se form a independiente de ella.
l a mayoría de las especies de m oluscos poseen una concha calcárea, auténtico sello de ident idad
del g rupo, que es secretada por el mant o y cuya presencia ha favorecido su registro fósil y el
conocimient o de su historia evolut iva .

21
22. Escafópodo marino
(Denta/11um sp.).
23. Chondrothyrium vlolaceum
(familia Potam1idae),
prosobranqu10 terrestre
endémJCo del Escambray.
21¡. Poliplacóforo marino
(Acanthochitona pygmaea).
25. B1val\/o marino
(Pteria colymbus).
26. Cefalópodo marino
(Octopus bnareus).
27. Prosobranquío marino
(Vexillum cubanum).
la abertura de la concha
cuando el animal se retrae
en su interior, la presencia
de branquias aunque
sean vestigiales
y la ausencia de
mandíbula y de
hermafroditismo, con
los sexos separados
en hembras y machos.
Al seguir respirando por
branquias, los prosobra nquios
t errestres est án más restringidos
a las regiones tropica les, de elevada
humedad, como es el caso del archipiélago
cubano donde son pa rt icularmente abunda nt es.
La otra línea evolutiva parece estar
relacionada con los caracoles y babosas marinas
de la subclase Opistobranq uia, en cuyos
ancestros pudieron tener su origen los actuales
pulmonados marinos y terrestres, que ya se
caracterizan por la presencia de un "pulmón"
respiratorio, cuyo origen tiene lugar en una
cavidad adyacente a la cavidad paleal, y que por
lo general poseen cuatro tentáculos, dos orales
y dos oculares en cuyo extremo están los ojos,
tienen una mandíbula en el aparato digestivo
28. Pohm1tas fósiles. Aunque el origen de los moluscos es marino y son hermafroditas, con órganos masculinos
29. Nerita versicolor. prosobranqu10 y es en el mar donde están representadas todas y femeninos en el mismo individu o; además
marino del litoral rocoso.
sus clases vivientes, los miembros de Gastropoda presentan un solo riñón fu ncional, por lo
30. Rhytidothyra bilabiata rosacea.
han logrado conqu istar con éxito los ambientes general carecen de opérculo y comparten
31. Polymlta venusta
mostrando el poro respiratorio terrestres, hasta el punto que de las 60 ooo numerosos caracteres anat ómi cos
o pneunostoma. especies de gasterópodos actuales la m itad son
terrestres, unas 25 ooo son marinas y el resto
viven en las aguas dulces.
Todo parece indicar que fueron dos linajes internos con
evolutivos diferentes los que dieron lugar a los los opistobranquios y
m oluscos terrestres. Los más primitivos, y por pulmonados marinos.
lo genera 1 los menos diversos y más escasos, Su independencia del
pertenecen a la subclase de los prosobranquios, agua les ha permitido
empa rentados con las neritas y litorinas, muy coloniza r territorios
comunes en nuestras costas rocosas, con las muy diversos, con
que comparten sus principales características poca humedad
anatómicas externas e internas como son la en el ambiente
presencia de un solo par de t entáculos con los e incluso tan
ojos situados cerca de sus bases, la existencia hostiles como los
de un opérculo córneo o calcificado que cierra desiertos.

24
d ivers idad y end e m ismo

Los registros f ósiles más ant iguos sitúan Los prosobranquios y los pulmonados 32. Polymita picta desovando.
el origen de los m oluscos te rrest res en la era terrest res se rep roducen por huevos que
Paleozoica, desde el periodo Devoniano y los depositan en el medio donde viven, bajo piedras,
principios del Pérmico, de 350 a 260 millones de ent re la hojarasca y en la vegetación. El desarrollo
años atrás. Luego hay una gran laguna pues no larvario es acelerado, el embrió n se t ransforma
hay registros fósiles hast a llegar al Paleoceno, era gradualmente en juven il sin recapit ular las fases
Mesozoica, hace unos 70 a 65 millones de años larvarias interm edias y, por lo tant o, sin realizar
atrás, momento en q ue aparecen los primeros la metamorfosis, de manera que del h uevo
indicios de los ancestros de las familias actuales. eclosiona ya un j uvenil completamente f ormado.
Para la conqu ista del medio terrestre los Est e t ipo de desarrollo se le deno mina directo
gasterópodos tuvieron que prescindir del agua a metamórfico y, aunque está presente también
para realizar algunas funciones vit ales, obtener en algunos moluscos marinos, está am pliamente
oxígeno directa mente del aire, adaptarse a nuevas difundido en los gast erópodos t errest res.
fuent es de alimentos no marinos desarrollando Otro problema q ue t uvieron q ue superar
rádulas adecuadas y, ta l vez la más decisiva de los gast erópodos para reprod ucirse en los
t odas, cambiar su m odelo de reprod ucción del ecosistemas t errestres fue la pérdida de la
medio acuático -desarrollo planctotrófico humedad en el int erior del huevo, para lo
o lecitot rófico que incluye d istintos est adios cual t uvieron q ue desarrollar una envolt ura
larva rios en el pla ncton-, con una larva veliger prot ectora eficiente. Esto no es necesa rio en las
ca racterística y como paso previo a la vida adulta. especies acuáticas, donde los huevos suelen ser

25
depositados dent ro de cápsulas elást icas, cuya Ent re los operculados cubanos, el g rupo
función principal es la protección de posibles má s extenso es la f amilia Annulariidae
depredado res. (= Potam iidae), de la su perfam ilia Lit t orinoidea,
En la fauna viviente de moluscos t errest res nombre que hace ref erencia al borde blanco de
cubanos est án ampliament e representados los la abertura de sus conchas, parecido a un anillo,
dos linajes de caracoles, los proso branquios y que contiene 364 especies y 772 subespecies,
los pulmonados, en tal prof usión de especies ordenadas en 4 subfamilias, 35 géneros
y subespecies, de form as y variaciones, que el (31endémicos)y74 su bgéneros (66 endémicos).
prest igioso m alacólogo norteamericano Henry En muchas ocasiones las dif erencias ent re un
A . Pilsbry, a pri ncipios del pasado siglo llam ó género y un subgénero pueden resu lt ar m uy
a Cuba "el paraíso de los ca racoles terrestres". poco evidentes e incluso art ificiales. pero
Además, Torre y Bartsch en 1938 seña laron que
"en el mundo no exist e u n lugar de superficie
equivalente, que t enga un mayor número de
especies y razas de m o luscos terrestres que la
Isla de Cuba, los cuales rivalizan por la belleza
de sus formas y colorido con las faunas de las
islas Filip inas y de Hawai". Para entender esa
importancia, y de forma comparat iva, basta deci r
que, proporcionalment e a su extensión, Cuba
t iene 20 veces m ás m oluscos t errestres de los
que posee España.
Los prosobranquios te rrest res cuba nos
incluyen hasta el presente 476 especies,
agrupa das en 52 géneros (38 endémicos), 72
33. Chondrothyra tosta. subgéneros (67 endémicos) y 6
34. Troschelvianajugulata. familias. Est as cifras no son
definit ivas. ya que varían según result a un m ét odo práctico la adopció n de
los crit erios que se adopta n para est as cat egorías para reunir grandes grupos
el ordenamient o t axonó mico de especies, part icularment e en géneros muy
del grupo y fluctúan con d iversos, como sucede con algunos annu láridos.

11 la posibilidad de que a
una m isma especie se le
De las rest ant es 5 familias de prosobranquios
presentes en la fauna de Cuba, Helicinidae es la
haya at ribu ido más de un siguient e en im portancia, los animales se destacan
nom bre cient ífico, lo por su probóscide o trom pa corta, en cont rast e
que se conoce com o con sus largos t ent áculos y porque el techo de su
s1nonim1a. cavidad pa leal hace las veces de pulmón; cont iene
78 especies repartidas en 3 subfamilias, 11 géneros
(4 endém icos) y 21 subgéneros (11 endémicos) .
La familia Helicinidae junt o con Proserpinidae
(2 especies, un género y un subgénero que carecen
de opérculo). son los represent ant es del segmento
de prosobranquios más prim it ivos de nuestra
fauna terrestre (orden Archaeogastropoda,
suborden Neriti morpha), relacionados con
la fa1n ilia Neritidae, bien representada en los
hábitats marinos y fluviales de Cuba.

26
divers idad y ende mis mo

La gran mayoría de las restantes especies


de moluscos terrestres cubanos son verdaderos
pulmonados (subclase Pulmonata) y unas
pocas (5 conocidas aunque pueden haber
otras sin nombrar) pertenecen a la subclase
Gymnomorpha, las cuales se diferencian de
los verdaderos pulmonados por ser babosas
litorales (fami lia Onchidiidae, generalmente
incluidas en la fauna marina) y terrestres (familia
Veronicellidae), sin concha en el estado adulto.
con los ojos situados en la extremidad de los
tentáculos, que son contráctiles. no invertibles;
el cuerpo es ovalado. sin cavidad pa lea l: poseen
la abertura sexual masculina situada en el lado
derecho de la cabeza junto a la base del tentácu lo
correspondiente, y el poro femenino en el lado
derecho del borde del pie o cerca del ano.

Completan el abanico de los prosobranquios


terrestres cubanos las familias Megalostomidae
(32 especies y 102 subespecies. agrupadas en
un género y 2 subgéneros. todos endémicos).
Poteriidae (2 especies y 5 subespecies, con
un género y un subgénero endém ico) y
Truncatellidae (7 especies y 2 géneros).
El endemismo de los prosobranquios
terrestres de Cuba es extremadamente
acentuado (99,1%). de las 476 especies seña ladas La diversidad de prosobranquios terrestres 35. Veronicella sp.
para nuestra fauna, solament e cuatro no son cubanos se ve ampliamente superada por los 36. Onchide/Ja floridana,
pulmonado marino del litora l
endém icas de Cuba. Tres especies de la f amilia pulmonados con unas 843 especies nombradas
rocoso.
Tuncatell idae [Truncatella caribaensis Reeve. 182 6, -y unas 1 380 subespecies-. agrupadas en 100
37. Abundancia de Nesocoptis
Truncatella pu/chelfa Pfeiffer, 1939 y Truncatella géneros, 26 fa milias, 14 superfami lias y un orden pruinosa.
scalaris (Michaud. 1830)], las cuales, aunque son (con dos subórdenes). La familia Urocoptidae es
autóctonas, están ampliamente distribuidas la más extensa de la fauna de moluscos cubanos.
por varias localidades de las Antillas y el Mar Llaman la atención sus conchas, cilíndricas.
Caribe. La cuarta especie pertenece a la fam ilia alargadas, fusiformes. con numerosas vueltas
Helicinidae [Lucidella tantilla (Pilsbry, 1902)]. de las cuales las primeras suelen desaparecer en
ha sido citada de algunos cayos al norte de estado adulto. y sus animales, de pie pequeño
Caibarién, Villa Clara y se distribuye también y corto unido a la masa del cuerpo por un largo
por Las Bahamas y la Península de la Florida, de pedúnculo. Los Urocoptidae comprenden un total
donde fue originalmente descrita. de 572 especies (y 781 subespecies). ordenadas

27
accidentalmente por la agricultura y la jardinería,
aunque en algunos casos resulta difícil distinguir
entre posibles especies autóctonas o introducidas
{alóctonas). como ocurre con la babosa terrestre
Leidyulaftoridana (familia Veronicellidae).
presente en Cuba y varios países vecinos - Haití,
Jamaica y Estados Unidos-siendo imposible
precisar su posible país de origen en la actualidad.
Considerando a todos los g rupos en conjunto
-prosobranquios, babosas y verdaderos
pu lmonados-, el 95,8 % de las especies de
moluscos terrestres son endém icas exclusivas de
en 5 subfamilias. 41 géneros (37 endémicos) y 65 Cuba. Si a esto se le añade la elevada diversidad
subgéneros (60 endémicos). de especies y subespecies o razas geográficas, y
Otro ejemplo ext raordinario es el de los la notable m icrolocalización de muchas de ellas.

38. Melampus monile, caracoles del género Cerion Roding, 1798, {familia sa lta a la vista el por qué los moluscos son uno
(familia Ellobildae) Cerionida e). Todos viven cerca del mar y su de los grupos zoológicos más emblemáticos de la
pulmonado de los manglares. radiación evolutiva en Cuba es tan notable como fauna terrestre cubana.
39. Rumlna decollota
la de Bulimulus en Las Galápagos oAchatinella en Las condiciones geológicas y
(familia Subulmidae). especie
introducida en Cuba. Hawai: Cerion tiene el mayor número de especies medioambientales (evolu t ivas) que propiciaron el
40. Pratícolella griseo/o descritas en un solo género con ¡901 surgimiento de la flora y de la fauna cubana, con
(familia Polygyridae). especie En los estimados anteriores se excluyen características y elementos muy distintivos del
introducida común en los
las especies de la familia Ellobiidae (orden archipiélago, tuvieron particular incidencia en los
ambientes antropizados del
occidente de Cuba. Archaeopulmonata). muy abundantes en los
terrenos bajos y costas de manglares que se
inundan durante la pleamar y que permanecen
cubiertas por el agua durante varias horas.
motivo por el que han sido relacionados
comúnmente con la fauna marina.
Alrededor de 860 pulmonados terrestres
son endémicos exclusivos de Cuba (94,2 %)
y unas 52 especies se d istribuyen más allá de
nuestras fronteras. La mayoría de las especies
no endém icas parecen haber sido introducidas

moluscos terrestres, hecho que se vio beneficiado


por algunas peculiaridades del grupo -como
su plasticidad genética y su baja capacidad
de dispersión natu ral-, que favorecieron
intensos procesos de especiación en poblaciones
relativamente pequeñas y aisladas unas de otras.
Así, el "ef ecto de islas", como se le llama a la
gran intensidad de los procesos de especiació n
que ocurren en las islas -como consecuencia del
aislam iento geográfico y de la adaptación a las
nuevas cond iciones ecológicas que sobrevienen
después de la colonización del t erritorio por un
supuesto ancestro-, t iene aquí una especial
sig nificación pues estos procesos debieron ser
m uy intensos para los ca racoles terrestres de
Cuba, cuya h istoria geomorfológica revela que
en va rias ocas iones se form aron cadenas de islas
grandes y peq ueñas, separadas por el m ar o por
terrenos bajos e inundables, dent ro del territorio
que hoy ocupa la actual isla principal. Por tanto,
el ef ecto de isla se ve m ultiplicado por el de
"muchas islas dentro de la isla".
Pero no necesariamente tienen q ue haberse
orig inado islas verdaderas rodeadas por agua.
Para los moluscos que v iven asociados al sust rato
rocoso de la sierra de los Órga nos, por ejemplo,
es evidente q ue su d iversidad está favorecida por Según sus hábitos de vida, los moluscos 41. Mogotes. Valle de Viñales,
Pinar del Río.
la existencia de m ogot es calcáreos de tamaño terrestres se pueden clasificar en t res grandes
42. Subulina octonoma (familia
variable, separados por valles de t ierra inunda bles grupos: terrícolas, petrícolas y arborícolas.
Subulinidae). especie
o no. q ue representan verdade ras barreras Las especies terrícolas son aquellas que viven introducida de am plia
naturales a la hora de aislar las poblaciones. pref erentement e sobre la t ierra, entre la hojarasca distribución en casi todos
los hábitats naturales y
Cada mogote funciona como una pequeña del suelo, donde se alimentan de la vegetación
antropizados de Cuba.
isla alberga ndo sus propias comunidades y y de la materia orgá nica en descomposición.
poblaciones, q ue evolucionan independientes de
~
las que se encuentran en los m ogot es vecinos. 11 >
~

o•
Esto puede explicar la alta diversidad de géneros, o
z
especies y subespecies de prosobranquios y
pu lmonados, fundamentalmente annuláridos y
-""

urocóptidos, presentes en la f auna terrestre de


Vuelta Abajo.
Aunque la capacidad de d ispersión natural de
los moluscos terrestres es en general muy baja,
alg unas especies de pulmonados oport unistas
muy adaptables a dif erentes condiciones
ecológicas, presentan una distribución geográfica
casi cosmopolita. Esto ha sido provocado
fundamentalment e por la actividad del hombre, al
difundir plantas para la agricult ura y la jardinería
sin el debido control sanitario. Un ejemplo notable
es Subulina octona (familia Subulinidae), especie
exótica ya reportada por Arango a finales del
siglo x1x como procedente de t oda Cuba y la más
extendida por todo el mundo.
sustratos para " hibernar o estivar" durante la
temporada seca, ya que el epifragma resulta m ás
eficaz cuando se pega a un sustrat o duro. Ot ras
especies arborícolas y petrícolas descienden hast a
el suelo para deposita r sus huevos en la época de
reproducción, por lo que resulta evidente que la
t ierra, la piedra y la vegetación pueden forman

' ' ~.
par te del ciclo v ital de muchas especies que se
43. Trosche/viana scopulorum. adaptan a la ocupación temporal del espacio
44. Polymita muscarum estivando. según las necesidad vitales de su ciclo biológico.
45-46. Degradación y Los moluscos terrestres de Cuba constit uyen
fragmentación de hábitats.
un grupo zoológico ideal para la im plem entación
de una estrat egia conservacionista basada en las
t axocenosis locales y sus respectivos hábitats.
A ello contribuye su diversidad de especies y
formas, su abundancia, variabilidad de colores,
baja capacidad de dispersión, su omnipresencia
en cualquier rincón de nuestro territorio y su
taxonomía aceptablem ente conocida.
Los estudios de poblaciones y comunidades
de moluscos t errestres evidencian el valor
pot encial que puede t ener la biod iversidad
de los invertebrados t errestres, muchas veces
subvalorada en los planes de conservación
de nuestros recursos naturales sesgados
trad icionalmente por una excesiva va loración de
los vertebrados.
Los mayores peligros que amenazan a los
mo luscos terrestres cubanos son la destrucción
Las petrícolas prefieren las piedras y fa rallones y fragmentación de los hábit ats, y las colectas
calcáreos, donde raspan líquenes y hongos indiscrim inadas que sufren algunas especies
con sus rádulas, mient ras que las arborícolas com o las polimit as y los ligus.
realizan una función sim ilar sobre los árboles y Resulta imposible estima r el número
sus hojas. Aunque est os grupos, que incluyen de caracoles t errest res que se pueden haber
prosobranquios y pulm onados, son artificiales, extinguido en Cuba desde la llegada de los
result an útiles para realizar evaluaciones españoles, en 1492, hasta nuestros días. La
ecológicas y para los estudios de comunidades; desaparición de cerca del 80 % de nuestros bosques
sin embargo en una misma familia se pueden originales, la introd ucción de especies exóticas
encontrar especies per tenecientes a uno, a dos vegeta les y animales, los cerros y lomas convertidos
o a los t res grupos, e incl uso hay especies, como en canteras y los efect os ecológicos negativos
las del género Cerion, a las cuales resulta difícil que se derivan de t odas las t ransformaciones
asignarles un t ipo det erminado de hábito de vida, ambient ales, deben haber provocado severos
ya que aparent emente se encuent ran por doquier, impactos sobre este grupo t an d iverso, de elevado
aunque eso puede resultar más aparent e que real. endemismo, marcada m icrolocalización y con muy
Por otra pa rt e, muchas especies t errícolas suelen poca o casi ninguna posibilidad de escape ante
subir por los árboles o por las piedras durant e la determinados agentes agresivos como la tala, la
estación lluv iosa, mient ras otras aprovechan esos sustitución de la vegetación nativa por cultivos

30
generalmente introducidos, el uso de insecticidas
y pesticidas, los incendios, las inundaciones
causadas por el represamiento de los ríos, por solo
mencionar algunos. No obstante. nos corresponde
la responsabilidad de revertir el daño que, al
menos inconscientemente unas veces y otras por
desconocimiento, se ha provocado a nuestros
recursos naturales. Es un problema complejo,
con muchas aristas y la acumulación de efectos
negativos durante siglos, pero se impone cada vez
más la implementación de acciones concretas para
detener la situación adversa presente y evitar que
se agudice en el futuro.
En el caso pa rt icular de los moluscos
terrestres se hace cada vez m ás necesario
actualizar el inventario de las especies. ¿Qué
había, qué hay y dónde, y como está lo que
queda? Esto no se puede realizar con una óptica
nacional pues seria prácticamente imposible
de acometer por las características señaladas
del grupo, tiene que ser realizado a nivel local,
municipal y regional, con la participación de los
factores de la comunidad responsabilizados con Un ejemplo a seguir lo constituye el Cent ro 47-49. Degradación y
Oriental de Ecosistemas y Biodiversidad (BIOECO) fragmentación de hábitats.
el medio ambiente y activistas y promotores
50. Actividad de Educación
de la naturaleza, fundamentalmente círculos y sus trabajos para el levantamiento de las
Ambiental de BIOECO, en
de interés de todos los niveles de la enseñanza. especies de polímitas. A partir de la metodología Baitiquirí, Guantánamo.
Las unidades de medio ambiente y los museos aplicada y la experiencia adquirida en la 51. Jeanneretia parraiana para/e/la.
de historia natural, junto con las universidades, actividad, existe ya una base de posibilidades
institutos pedagógicos, escuelas primarias y reales de aplicación sobre otras especies o
secundarias, incluyendo en el programa a t odo comunidades de moluscos y en otras regiones
aquel que desee participar, formarían una fuerza del país.
ca lificada suficiente para realizar esta tarea, con No se t rata de sa lvar poli mitas, ligus
un mínimo de recursos a invertir. y ca racoles terrestres en general, sino de
conocer, a t ravés de ellos, la distribución y el
estado de conservación actual de los hábitats
y ecosistemas naturales cubanos. Es un a forma
m ás de eva luar nuestra biodiversidad, sus
potencia lidades genéticas y de ampliar las bases
para la protección de los recursos naturales
y sus posibles usos racionales. Posibilita
conocer que existe en la actua lidad,
donde está y que podemos
prevenir y articular para conciliar
el desarrollo económico y social
con la protección del medio
ambiente.





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o ras e 1c1nas

e 1primero de la lista sistemática de caracoles terrestres de


Cuba, Helicina adspersa Píeiffer, i839, sirve como tarjeta
de presentación de la fam ilia Helicinidae, caracoles muy primitivos
del orden Archaeogastropoda est rechamente emparentados
con algunos cara coles marin os litorales como las neritas, cuya
variabilidad cromát ica hace que sea n para algunos naturalistas las
poi im itas del mar.
Los Helicinidae son caracoles operculados con la concha
siempre helicoidal, que se ca ract eriza n por presentar una t rompa
m uy corta que apenas alca nza el frontal de la concha -por
encim a del cual sobresalen sus largos tentáculos- y por tener el
techo de la cavidad pa lea l haciendo las veces de pulmón, con las
branquias reducidas o vestigiales. Además, carecen de mandibula
y de glándulas salivares. Sus conchas son sólidas, helicoidales,
cón icas o deprimidas y con la espira generalmente baja. Tienen el
ombligo cubierto por una gran callosidad columelar y un opérculo 52. Helicina adspersa.
calcificado y grueso muy fuerte que cierra por completo la
abertura. La familia contiene 78 especies cubanas repartidas en tres
subfamilias y 11 géneros, de los cuales 4 son endémicos.

35
< ~ émodas, vianas y ot ras he licinas

Helicina adspersa pertenece a la subfam ilia


Helicin inae, la primera de las t res en las q ue se
encuent ra estruct urada la f am ilia y que cont iene
4 géneros y 40 especies: Helicina Lamarck, 1799,
Alcadia Gray, 1840, Emoda H. y A. Ada ms, 1858, y
el solit ario Glyptemoda Clench y Aguayo, 1950,
con una sola especie G. torrei Henderso n, 1909, exhibiendo alg unas de ellas vistosos colores,
confinada al o rient e de Cuba. com o es el caso de Helicina globulosa D'Orbigny,
Además de H. adspersa, en Cuba hay otras 184 2, y de la propia H. adspersa que llega a medir
9 especies del género, todas con el m ism o 18 m m . En est e caso y com o deno m inador común 53. Helicina adspersa.
aspecto general: co ncha helicoidal, deprimida, en los caracoles de Cuba la unión de policromía y 54. Helicina adspersa estivando.
de superficie pulida y con el lab io reflejado, buen ta m año es siempre el origen de num erosas 55. Concha de Helicina adspersa.
sinonim ias. Po r lo general las helicinas se 56. Ctyptemoda torrei.
encuent ran en las ramas de árboles y arbustos, y 57. Helicina subdepresa.
ra rament e en el suelo o ent re las piedras. 58. Helicina globulosa.

37
caso de Alcadia spectrabilis (Pfeiffer, 1958) en
el oriente; A. spectrabilis tiene el cuerpo de un
bello color amarillo oro, orlado de negro en la
parte alta de los flancos y los tentaculos negros.
Alcadio rotundo (D'Orbigny, 1842), es otra especie
singular, casi tan alta como ancha, y destaca
por el aspecto lustroso de su concha globosa de
Los géneros unos 9 mm de diámetro, coloreada de amarillo
Alcadia y Emoda, o con tona lidades verdosas, y con la escotadura
con 15y 14 especres y el diente basal débiles. Junto con A. minima,
cada uno, son A. rotundo se puede encont rar en el ext remo
dos de los mejores occidenta l de La Habana, d istribuyéndose las
representados de rest antes especies del género por las regiones
la f amilia, siendo orientales y occident al de la Isla.
especialment e importante Por su condición de género endém ico, las 14
el segundo por ser un género especies de Emodo adquieren un valor añad ido
endém ico de la f auna cu bana. pa ra los modelos y programas de conservación
Las especies de Alcadia son del medio ambiente cubano. las conchas son
pequeñas, de 5 a 15 mm de diámetro sól idas y casi lisas. no tienen escult ura espiral y
y 4 a 11 mm de altura, y sus conchas sól idas y la axial suele ser muy pobre; su tamaño va de
ligeramente esculturadas t ienen una escotadura mediano a grande con un d iámetro entre 15 y
basal acompañada por un diente prominente 35 mm, siendo imperforadas, subglobulosas y
cerca de la columela. La combinación de la deprimidas, con unas coloraciones que varían
variabilidad de los caracteres conquiológicos, desde el amarillo al pardo, pasando por el verde
junto a los del periostraco liso o piloso, ha dado y el rojizo. El labio externo puede ser desde muy
lugar a cinco subgéneros y numerosas sinonimias simple a muy engrosado. Su aspecto externo
en las especies que se encuentra distribuidas es muy similar en las distintas especies por lo
59. Alcad1a spectrabllís. por toda la isla de Cuba, como Alcadia minima que resulta dificil determinarlas con un simple
60. Alcadia rotunda. (D'Orbigny, 1842). o que son abundantes locales, examen de las mismas. Una de las más grandes
aprecian t enues líneas axiales
de crecim iento, irregula res y
diagonales sobre una tonalidad
que va ría entre el amarillento y
61. Alcadia velutina.
el pardo, más o m enos rojizo.
62. Emoda briarea.
La segunda subf am ilia,
63. Emoda sagraiana.
Ceratodiscinae, cont iene
es también la de descripción más reciente y también u n solitario, Ceratodiscus minimus
distribución m ás restringida : Emoda ca/edoniensis {Gund lach in Pf eiffer, 1859), distribuido por
Clench y Jacobson, 1971, cuyo periostraco t iene Camagüey y Oriente; com o sugiere su nombre
una tonalidad verde, llega a m ed ir 30 m m y se e minimus es un pequeño caracol, de apenas 5 a
encuentra m icrolocalizada en Mina Ca ledonia, 6 mm de diámetro máxim o, de concha d iscoidal
Mayarí, Holguín. Muy grande es también Emoda
briarea {Poey, 1851) que alca nza los 35 mm y
es una de las especies de Helicinidae descritas
por Poey, autor que incu rsionó en esta familia
describiendo 3 especies de He/icina, otras 3 de
Alcadia, 4 de Emoda y 4 de Troschelviana. Dos de
las especies descritas por Poey son también de
las que más subespecies t ienen: Emoda ci/iata
(Poey, 1852) y Emoda mayarina (Poey, 1854). En
general, 9 de las 14 especies conocidas del género
se distribuyen por las provincias orienta les,
otras cuatro son de la región central y sólo una
se encuentra en el occident e, Emoda sagraiana
(D'Orbigny, 1842), com ún en el ent o rno del Pan
de Guaja ibón y otras localidades de las sierras de
los Órganos y Sa n Andrés. E. sagraiana alcanza los
30 mm de diámetro t iene el labio m uy expandido
y engrosado y en la superficie de su concha se

39
64. Juvenil de Emoda sagralana.
65. Emoda silacea.
66. Emoda submorginata.
67. Viana reglna (macho).
68. Viana regina (hembra).


y espira aplastada. ombligo grande y vueltas
tubu lares -la últ ima algo desprendida-; suele
est ar barnizado con lodo o cualquier t ipo de
suciedad que le camufla en el medio; su opérculo,
no espiralado. es muy caract eríst ico, con el núcleo
en el borde externo y una prominencia cent ral en
forma de cuña. Ceratodiscus no es endémico de
Cuba, ex ist en sendas especies en Puerto Rico y La
Española.
La tercera de las su bf amilias. Vianinae, t iene
un núm ero de especies parecido al de Helicinae,
34, dist ribuidas en 6 géneros de los cua les el
m ás conocido es Viana H. Adams y A. Adams,
1856, al que se suele com parar en occident e con
las polimit as de Orient e. Tiene una sola especie,
Viana regina (Morelet, 1849), y t res subespecies
distribuidas por las dist intas sierras y m ogot es
que confo rman la provincia de Pinar del Río.
Se han descrito tres subespecies de Viana
regina que ocupan t res áreas geográficas
extensas en la región de Pinar del Río. La forma
nominal V. regina regina se distribuye desde la
sierra de Viña les hasta Soroa; V. regina /aevigata
(Pfeiffer, 1865) en el centro de la sierra de los
órganos, y V. regina subunguiculata (Poey,
1859) desde la sierra de Guane hasta la sierra de
Quemado.

69-71. Viana regina. Las vianas son caracoles que se alimentan


de líquenes y se distinguen por su concha sólida,
de coloració n vistosa y buen tamaño-a lcanzan
los 25 mm-con un ápice punt iagudo muy 11
característico. Se encuentran restringidas a
Pinar del Río, donde constit uyen un a especie
emblemática de su fauna, adheridas a las
rocas ca lizas de los riscos y farallones
ca lcáreos. Las vianas poseen una
característ ica que es singular en
los ca racoles. se pueden reconocer
machos y hembras con la simple
observación de las conchas: los
machos presentan una escotadura
en el borde externo de la abertura,
ausente en las hembras.

42
< ~ émodas, vianas y ot ras helicinas

11

Troschelviana H. B. Baker, 1922, con


18 especies es el género más rico
de la fam ilia, con representa ntes
por toda la Isla, pero todas
son de tamaño pequeño o
minúsculo, de forma cónica
~
m ás o menos depresa y g
coloraciones discretas, poco ;o
z
llamativas, en las que sólo alg un as
especies t ienen detalles cromáticos
-"
¡:

singulares, como el callo q ue rodea a la 72. Troschelviana scopulorum.


abertura de colo r amarillo o rojo: 73. Troschelviana petitiana.

T. chrysochasma (Poey, 1853), abertura 74. Trosche/viana chrysochasma.


75. Troschelviana jugulata.
amari lla y ápice amarillo;
76. Troschelviana rubromarginata.
T. rubromarginata (Gundlach
77. Troschelviana pyramida/is.
in Poey, 1858), abertura roja;
Trosche/viana pyramida/is
(Sowerby, 1842), común en
Rangel, Guajaibón y otras
localidades de Pinar del Río
'
es una de las especies del
género más cónicas, hasta
el punto que fue tamb ién
descrita por D'Orbigny en
184 2 com o Helicina conica.

11 43
Próxim o a
• Troschelviana está
Semitrochate/la
• Aguayo y Jau me,
1958, caracoles con
los lados de la concha
casi rectos y la sutura
impresa, con el lab io
ligeramente reflejado; sus
• cinco especies se d istribuyen
po r el ext rem o occidenta l de la isla en
distintos punt os de Pinar del Río; y sólo una de

11 ellas Semitrochate/la conica (Pf eiffer, 1839) llega


hast a la zona central, La Habana, Matanzas,
Villa Clara, Sancti Spíritus y Cienfuegos. S. conica
78. Concha de Semitrochatella es muy parecida a Semitrochate/la e/ongata
etonga ta. (D'Orbigny, 184 2), comú n en el Pan de Guaja ibón
79 -81. Priotrochatel/a conste/lata. -con la que es confun dida-, vive adherida
82. Priotrochate/la torrei.
a los t roncos de los árboles y de los arbustos

y presenta una concha blanca, pulida, cónico-
alargada de un os 9 mm de alt ura. •

Otro género de la
subfamilia Vianinae con
especies de pequeño tamaño
es Lucidel/a Swainson, 1840,
bien d istribu ido en la región
neotropica 1, sus cuatro especies
cubanas oscilan ent re 2 y 9
mm y presentan un a escult ura
axial bien desarro llada y una
muesca en la in serción superior
del perist oma. Una de ellas,
Lucide/la tanti/la (Pilsbry,
1902), habita también en Las
Baha mas y en La Florida, su
loca lidad t ipo.
Uno de los géneros más
singulares de Helicinidae y
quizás el más extraordinario
es Priotrochate/la Fischer, 1893,
restringido a Jamaica y a la Isla
de la Juventud, donde existen
tres especies distribuidas
por las sierras de las Casas y

i
de Caballos. Sus conchas son turbinadas, muy
depresas y carinadas. con una notable escultura
axial y espiral, y con una hilera de dentículos muy
característicos adornando el borde de las vueltas.
Su opérculo es delgado y reniforme. Las tres
especies cubanas tienen dimensiones similares:
diámetro máximo de 12 a 13 mm y altura sobre los
8 mm, siendo Priotrochatel/a conste/lata (Morelet,
1847). algo más alta y con las espinas del borde de
las vueltas más desarrolladas; en cont raste con el
blanco rosado de las conchas. El cuerpo del animal
es gris oscuro, casi negro, con unos tent áculos
muy largos y delgados. P. conste/lata es uno de los
más bellos caracoles de la fauna cubana y de todos
los helicínidos del planeta. Objeto de la codicia de
los coleccionistas. ha estado siempre expuesto
a la captura irracional e indiscriminada que, por
lo reducido de su hábitat, puede mermar sus
poblaciones de manera irreversible.
Las proserpinas, prosobranquios sin opérculo

83. Proserpina depresa. Finalmente. y como colofón a la familia Para finalizar este capítulo es indispensable hacer
81¡. Concha de Ustronra sloanei. Helicinidae, tenemos a Ustronia Wagner, 1908, referencia a la familia Proserpinidae. cercana a
85. Ustronia sloanei estivando. cuyas dos especies tienen hábitos equivalentes Helicinidae, con el mismo tipo de rádula pero sin
a los del género Viana ya que adornan los opérculo, y cuyo único género Proserpina G. B
paredones calcáreos en los que viven adheridas Sowerby, 1839, se ca racteriza por ser de concha
permanentemente, sobre todo en las sierras delicada, lisa, pulida, con dos marcados pliegues
y m ogotes de Pinar del Río. En su distribución, denticuliformes en el interior de su labio parietal
Ustronia s/oanei {D'Orbig ny, 1842) ha llegado y muy depresa, origen del nombre de una de
hasta La Habana y Matanzas. sus dos especies cubanas, Proserpina depressa

11 Su forma es pa recida a la de las v ianas


pero son de menor tamaño y carecen
(D'Orbigny, 184 2). de apenas 7 mm de diámetro y
color amarillo limón, algo translúcido. Este caracol
de sus brillantes coloraciones. de aspect o frágil presenta un peristoma afilado.
La segunda especie, Ustronia recto, casi cortante y las sut uras de la espira.
acuminata (Velázquez in Poey, aunque son visibles no t ienen relieve ni están

--- 1852), como su nombre indica,


es de ápice puntiagudo.
La concha es blanca
impresas sobre la concha . Es común en el Pan de
Guaja ibón y en distintos puntos de Pinar del Río y
La Habana. La otra especie, Proserpina globulosa,
con un reflejo también descrita por D'Orbigny, y con una amplia
amarillento y la distribución por las islas de Cuba y de la Juventud,
columela amarillo se diferencia fácilmente de la anterior por su
cana no. forma globosa, tal y como indica su nombre.
...
...... . ·-.. -

los topos
de la hojarasca

e 1género endémico Farcimen Troschel, 1847, ampliamente distribuido por toda la isla de Cuba
con 32 es pecies reconocidas, es u no de los mejo res ej emplos de caracoles cubanos con
preferencias t errícolas ya que suelen encontrarse en zonas umbrías, al abrigo de la vegetación, ocultos
bajo mo nt ículos de hoja rasca, ent errados en sustratos húmedos, bajo las piedras, siempre en lugares
donde hay las cond iciones idóneas de humedad que garant icen el crecimiento de los hongos cuyo
m icelio es la base de su alimentació n; esa vida t errícola hace que se pueden encontrar, fuera del med io
natura l, en las ra íces de los cu lt ivos en los hid ropónicos y en otras plantacio nes agrícolas.
Si buscáram os el hábitat idóneo para nuestros "topos de la hojarasca", est e sería un lugar donde
las hojas mu ert as desprendidas de los árboles se acumulen y degraden lent ament e, mezcladas con
ot ros detritus húmedos. All í. ocult os bajo esa capa prot ectora, esperan las fuertes lluvias y sobre t odo
la llegada de la noche para abandonar su refugio y moverse por las piedras y los t roncos de los árboles,
aunque siem pre a baja alt ura, en el obligado ej ercicio de sus f unciones v itales.
El género Farcimen pertenece a la familia Megalost om idae que j unto con Neocyclidae, rest ringida al
oriente cubano, son las dos familias de Cyclophoridos (orden Archit aenioglossa) del archipiélago cubano o
lo q ue es lo mismo, los m esogastrópodos más prim itivos de nuestra malacofauna, en los que ya no existe
branquia en la cavidad palea l que hace las veces de pulmón. Su rádula es t enioglosa con un d ient e lateral
y dos marginales a cada lado del d iente medio, el sist ema nervioso está poco concent rado y en el sistema 86. Farcimen guanense.
reproductor el receptáculo seminal y la bolsa copulatriz están individualizados, aunque con una diferencia
entre las dos fa m ilias, en Poteridae, el receptáculo seminal y la bolsa copulatriz desem boca n en el útero a
t ravés de un conducto común, y en Megalost omidae los hacen de f orma independient e.

49
r 11 los topos de la hojarasca

Los ojos de Jos caracoles se sitúan en el lado


externo de Ja base de los t entáculos, el lugar
idóneo para su condició n de "topos" a la hora de
moverse ent re la hojarasca o la t ierra húmeda.
Su concha t iene forma m ás o menos ovoide, con
la abertura ci rcular y bien cerrada por un opérculo
córneo, delgado y mult iespira l que, en sólo dos
especies, Farcimen bartschi Alcalde, 1945, y
F. magister Torre y Bartsch, 1942, de Cienfuegos
y Sanct i Spírit us respect ivament e, muestra
láminas de la espira interrumpidas y
protuberantes. Esta característica opercular
fue la base anatómica para la propuesta del
subgéneroJaumeoconcha Alca lde, 194s.
La superficie de las conchas de los farcim en
puede carecer de escultura, con un aspecto
prácticam ente liso o presenta r tenues costillas
axiales acompañadas o no, con líneas espirales
e, incluso, toda la superficie puede estar
densamente punteada. En su mayoría las conchas
son sólidas, aunque hay excepciones com o
Farcimen superbum Torre y Barst ch, 1942, cuya La m ayor parte de las especies de fa rcimen
87. Farcimen subventrícosum.
concha es t ranslúcida y de aspecto ambarino. son de tamaño mediano (20 a 30 mm). Sólo
88. Farcímen ventricosum.
El peristoma está siempre engrosado y por lo dos, Farcimen bituberculatum (Sowerby, 1850)
89. Farcímen ungula mirandum.
general reflejado, alcanza ndo este carácter su y F. imperator llegan a Jos 40 mm, y sólo una
90, Concha de Farcímen
máxima expresión en la especie que acabamos supera los 50 m m, F. majuscu/a Alcalde, 1945. hendersoni catalinense.
de citar. El co lor del cuerpo de los animales suele F. bituberculatum es una especie muy variable, 91. Concha de Farcímen
ser rosado o naranja [F. ungula {Poey, 18s6)], con cinco subespecies distribuidas por distintas subventricosum.
o tener t intes violáceos, unas veces oscuros
(F. subventricosum Torre y Bartsch, 1942) y otras
m uy pá lidos (F. yunquensis Torre y Bartsch,
1942) con los tentáculos coloreados en t odas las
tonalidades posibles de la gama que va desde el
naranja pálido al rojo intenso. La coloración de
Ja concha es también variable, desde el crema
claro, casi bla nco, al castaño oscuro, pasando por
el naranja y por distintas tonalidades del pa rdo.
M uchas veces el diseño es bicolor, con la últ ima
vuelt a mucho más oscura (morada) que las demás
(Farcimen imperator Alcalde, 1945; F. cisnerosi
Alcalde, 194s; F. obesum Torre y Bartsch, 1942;
F. subventricosum), y en otras ocasiones, justo al
revés {F. camagueyanum Torre y Bartsch, 1942).
Farcimen obesum es de las especies más
fáciles de ident ificar, debido a su excesivo
grosor. Su distribució n comprende numerosas
local idades de Villa Clara y Sa ncti Spíritus.

51
no alcanzan los 20 mm, todos con distribución
reducida o microlocalizada y ausencia de
subespecies; es el caso de Farcimen arangoi
Torre y Bartsch, 1942, conocido sólo de La Caja,
Pinar del Río; F. rocai Torre y Bartsch, 1942, de las
Cabezadas del Caracusey, Cortinas de Corengue
y Veguetas de Buenos Aires, Sancti Spíritus;
F. torrei (Gu ita rt, 1936), de los márgenes del río
Manajanabo y F.yunquense, exclusivo del Yunque
de Baracoa en Guantánamo.
Por el número de subespecies descritas
destacan Farcimen auriculatum (D'Orbig ny, 1842)
y F. ungula (Poey, 1856), con nueve en cada una;
en F. auriculatum las subespecies se concent ran
en Cienfuegos, mientras que F. ungula ocupa las
provincias orientales. Les siguen en importan cia
F. seminudum (Poey, 1854), y F. subventricosum
Torre y Bartsch, 1942, con 8 subespecies
en cada caso. Además de ser un reflejo de
variabilidad, este g ran número de subespecies
es una muestra real de los posibles procesos de
especiación que est án teniendo lugar en la Isla,
plagada de barreras naturales. imperceptibles
al ojo humano, pero insuperables para las
poblaciones de estos caracoles.
Entre los autores cubanos que se han
ocupado del estudio de nuestros topos de la
hojarasca merece destacar la labor de Osear
Alcalde, que de 1945 a 1948, part iendo
de una fauna que se podría suponer
bien estudiada por los autores
precedentes, describió un
subgénero y seis especies,
entre ellas Farcimen
majuscula Alcalde,
92-93. Farcimen tortum. localidades de Sancti Spírit us, y su ca racterística 1945, la de mayor
94. Concha de juvenil de Farcimen común es la presencia de punciones disem inadas tamaño de todo
ventricosum. el archipiélago,
por toda la concha de manera irregular, m ientras
95. Farcimen guanense.
96. Farcimen ventricosum.
que en F. imperator, de tamaño similar y también así como -••
~
o
específi co de Sancti Spíritus, la escultura se otras 30
6z
vuelve punteada a partir de la antepenúlt ima subespecies. ~
~

o
vuelta. De F. majusculum, el gigante de nuestros
topos de la hojarasca, se han descrito tres
subespecies distribuidas por las formaciones
montañosas de Cienfuegos.
En el extremo opuesto, en cuanto a tamaño,
hay algunas especies de Farcimen cuyas conchas
..-
,
..

• •


97. Fardmen najazaense.
98-99. Farcimen procer.
100.Cópula de Farcimen ungula
mirandum.

...


f
" .
anu ar1
cuando la vida
pende de un hilo

entro de los caracoles cubanos provistos de opérculo


pa ra cerrar la abertura de la concha, con el animal
retraido en su interior, los anuláridos (familia Potamiidae, conocida
hist ó ricament e como Annulariidae) son los prosobranquios más
diversos ya que se encuent ran estructurados en 3 subfa milias
-An nulariinae, Adamsiellinae y Rhy t idopom at inae-. con un
t ota l de 35 géneros, -31d e ellos endémicos-, y 365 especies.
Los Annulariidae deben su nombre al reborde blanco o labio de
la abertura de sus conchas, pa recido a un anillo, que en alg unas
especies recuerda a la gola de los caballeros del siglo xv11.
Una estrategia defensiva muy singular de los anuláridos es
anclarse a las rocas m ediante un hilo de moco y dejarse colgar
suspendidos de él, para queda r fuera del alcance de sus potenciales
depredadores y co n ello hacen honor al titulo de este capitulo: su
vida pende de un hilo. Otra estrategia, no menos sorprendente que 101. Guajaibona petrei.
la anterior. es despeñarse de forma voluntaria por los paredones,
ante la presencia de un depredador, buscando el abrigo de la
veget ación o los montículos de pedruscos que hay en la base.

57
102. Chondrothyrella pudica.
103 . Rhytidothyra bilabiata.
Los Annularidae se Sus conchas son helicoidales o cónicas, más
enmarcan dentro de la o m enos elevadas, de superficie casi lisa o con
superfamilia Littorinoidea, escultura axial y/o espiral formada por cordones
algunos de cuy os o lamelas, ornament adas a veces con singulares
cara coles (Littorino sp.) es pinas. El opérculo es córneo o calcificado, con
son muy conocidos distint os t ipos de calcificación según el género, y
por ser aptos para el con el núcleo asimétrico. De su anatomía interna
consumo humano y se destaca la rádula. larga y est recha, con u n
por su abundancia dient e med io con pocas cúspides y los lat era les

s-
~ en el litoral rocoso externos provist os de dent ículos largos y ag udos;
> co st ero, lugar donde en el aparato reproductor hay un pene grande,
1o
~ se encuentran varias situado d etrás del tentáculo derecho.

.n
9 especies distribuidas En la primera de las subfamilias,
en una estrecha An nularinae, se incluyen dos de los géneros
franja, según su cuyas conchas poseen unos de los d iseños más
resistencia a la so rprendentes y espectaculares de Am érica :
desecación. Blaesospira Crosse, 1890, y Guajaibona To rre
y Bart sch, 1941. Ambos son end émicos del

a nuláridos

una di sposición que varía entre lo armónico y


lo aleatorio. razón por la que algunos llaman
caracoles puercoespín o erizos a tan singulares
104. Xenopoma aguayoi.
animales. Las dos especies de Blaesospira
105. 8/aessospira echinus.
tienen las vueltas completamente sueltas y en
10 6 . Guajaibona petrei.
B. echinus están adornadas con cuatro hileras
occidente cubano. específicamente de Pinar de espinas huecas. hileras que sólo son tres en
del Río. Blaesospira cuenta con dos especies. B. hortensiae. la tercera especie, Guajaibona
Blaesospira echinus (Wright in Pffeifer. 1864), petrei, es un caracol más convencional y de las
procedente de Palma rito y la sierra del Infierno. vueltas de espira sólo se desprende
y 8. hortensiae Jaume. 1984, de la sierra de San el extrem o de la última.
Andrés. Guajaibona sólo t iene una especie. Además, la escultura
Guajaibona petrei (D'Orbig ny. i842), endémica axial es la m elar.
del Pa n de Guajaibón. l os t res caracoles son
de pequeño t am año, apenas 8 mm de altura.
y las conchas sorprenden por tener las vuelt as
de espira sueltas, sobre to do en B/aesospira.
vueltas que están cubierta s de espinas en
A pesa r de ser el género que da nombre engrosado y reflejado pero poco expandido, y 107. Blaesospira echinus.

a la fam ilia, Annularia Schumacher, 1817, sobre todo su t amaño, que alcanza los 40 mm de 108. Cópula de Blaesospira echinus.

carece de especies en Cuba, pero si están bien largo, algo notable en este tipo de caracoles. 109. Annularisca mayariensis.

representados otros géneros descrit os por Las 32 especies de Annularisca Henderson y 110-111. Annularodes morenoi.

Henderson y Bartsch en 1920, y cada uno se Ba rtsch, 1920, se d ist ribuyen en su t otalidad por el 112. Concha de Annularita
majuscula.
distribuye en una zona geográfica de Cuba: oriente de Cuba, especialm ent e en Guantánamo,
orient e, centro y occident e. Annularisca, con donde se encuent ran 25 de ellas. Son caracoles con
32 especies, se encuent ra casi por completo la concha helicoidal, aplastada y muy umbilicada,
en Holguín y Guantánamo; Annularodes, con con la escultura axial present e y Ja espiral casi
11especies d ist ribuidas po r Sa ncti Spírit us: y siem pre ausente. Su t amaño es
Annularops con 8 especies en occidente, en pequeño o moderado, son pocas
Pinar del Río. El género Annu/arita Henderson las que llegan a med ir 15 m m.
y Bartsch, 1920, monotípico y endémico, es Annularisca prestoni (Ramsden,
también pinareño. Su única especie, Annu/arita 1914) es la de mayor ta lla con
!
majuscula (Morelet. 1851) es común en 18 mm. Una de las especies
loca lidades como el Pa n de Guaja ibón, donde se más conocidas y de Ja que se
encuentran dos de sus siete subespecies, la ha descrit o el mayor número
nominal y A. majuscula excelsa, ca racol de subespecies, aunq ue sólo

11 q ue destaca por lo escultural de su


concha, de finas costillas axiales
sean tres, es Annularisca
mayariensis Torre y
e h ilos espirales, su peristoma Ba rtsch, 1941, distribuida
doble, muy por Holguín . Su concha,
de aspecto delicado y
semitranspa rente, dej a
ver en su int erior las mot as
negras que colorean el cuerpo
del animal, que fuera de la concha es
amarillo, con reflej os blancos en los
tentáculos y parte de la trom pa
o morro.

61
Annularodes Henderson y Bartsch, 1920, Hasta cinco géneros monotípicos se
contiene n especies localizadas principalmente en han descrito en esta subfamilia además del
Ciego de Ávila y Sancti Spíritus. Sus conchas son ya comentado Annularita. Cuat ro de ellos
de forma oval alargada, ampliamente umbilicadas, introducidos por Torre y Bar t sch, en 1941
con las esculturas axial y espiral siempre presentes -Cund/achtudora, Juannu/aria, Limadorex y
y con un poro respiratorio que suele continuarse Tudorina-siendo el quintoJaumeia Aguayo,
por un sifón externo. Al igual que Annularisca, 1943- Todos propuestos para cont ener una
son caracoles de pequeño o moderado t amaño, especie de caracol, en general microlocalizado,
y sólo una especie supera los 15 mm de alt ura cuyas peculiaridades de la concha le separaban
- Annularodes boqueronensis (Torre y Bartsch, de los géneros ya descritos, lo que no deja de
1941) alcanza los 18,7 mm-. La concha de este ser un buen ej emplo de la marcada d iversidad y
"gigant e" es de color amarillo pálido, con una especiación de los moluscos terrest res en Cuba.
escultura axial g ruesa y bandas espirales débiles. Hasta 10 géneros nos quedan aún por comentar
El tercero de los géneros cuyo nombre evoca en este repaso a la primera de las subfamilias de
la palabra annularia, Annu/arops Henderson Annulariidae, el más antiguo, Diploma Pfeiffer,
y Bartsch, 1920, es endémico de Pinar del Río 1859, t iene 6 especies en Guantánamo y Santiago
y comprende 9 especies y 21 subespecies; sus de Cuba, dos de las cuales recientemente han
conchas son más variables que en los géneros sido rebautizadas, Diploma varonai Jaume, 1984
anteriores, oval alargadas o cónico alargadas y la y Diploma zayasi Jaume, 1984. Las especies de
escult ura presenta costillas axiales sublamelares, Diploma son de concha robust a, oval alargada o
113. Concha de Annularops articuladas con los cordones espirales. Son cónico alargada, con las esculturas axial y espiral
semicana.
tamb ién de ta maño pequeño o moderado y sólo bien marcadas, y con el extremo de la últ ima v uelta
algunas especies como Annularops semicana desprendido y bien separado de la vuelta precedente,
(Morelet, 1851) alcanzan los un carácter de gran valor taxonómico.
15 m m de largo; esta especie Tres géneros, Chondropomatus Henderson
t iene la abertura rodeada y Bartsch, 1920, Limadora Torre y Ba rtsch,
con un doble perist oma 1941 y Subannularia Torre y Ba rtsch, 1941,
y el o mbligo está cubierto contienen pocas especies -dos, t res y cuatro
por el labio int erno, el respectivamente- . El prim ero y el tercero son
cual t iene una profunda exclusivos de Santiago de Cuba y Guant ánamo,
escotad ura cuya mientras que el segundo lo es de Holguín,
expansión posterior Camagüey y Granma. Como características
le recubre. propias de las especies de Chondropomatus hay
que destacar un opérculo sin lamelas y un o mbligo
abierto, a cuyo borde llega la escu ltura axial y
cuya pared interna está esculpida por fuert es
cordones espi rales. Las especies de Limadora
se distinguen por exhibir esculturas a modo de
impresiones redondas en la protoconcha, es decir
en las primeras vueltas de la espira, las cuales
no se desprenden en los ad ultos. Finalm ente, las
especies de Subannularia son pequeñas -sólo
Subannularia puja/si Aguayo,1953, supera los
10 mm- y sus conchas son cónicas, con escultura
axial lamelosa que puede estar adornada
con nód ulos alargados, la última vuelta está
desprendida y su peristoma es doble.

62
-
anulá rid o s VI

De los 6 géneros que nos restan,


Wrightudora Torre y Bartsch, 1941, es el más
diverso de t odos con 19 especies, seguido por
Troschelvindex H. B. Baker, 1924, con 13 especies;
8ermudezia Torre y Bartsch, 1941, con 10,
Eutudorops y Eutudora, ambos propuestos por
Henderson y Bartsch en 1920, con 8 y 7 especies
cada uno, y por últ imo Ramsdenia Prest on, 1913,
con 4 espeoes.
Wrightudora es un género con
representa ntes en las provincias de Camagüey,
Holguín y Guantánamo, además de Wrightudora
c/enchi Aguayo y Jaume, 1954, de Cayo Puerco,
Las Tunas -nombrada en honor del ilust re
malacólogo americano W. Clench- . Las conchas
de los caracoles de est e género son alargadas,
cónicas o aovadas, pero siemp re alargadas
y con las esculturas axial y espiral present es y
m uy variables; carecen de poro resp iratorio y de
sifón, y su perist oma puede ser simple o doble. escult ura más seña lada y sin las cost illas 114. Troschelvindex agrestris.
Son caracoles peq ueños, menores de axiales agrupadas en pinchos en las suturas;
10 mm, talla que sólo superada por Wrightudora es tamb ién algo mayor, 16 m m de lo ng itud frent e
aguayoi (Torre y Bart sch, 1941), que alca nza los a los 14,5 m m de las especie anterior. De las
15 m m y que es la que t iene el mayor número 13 especies del género, 11 se distribuyen por las
de subespecies (4) d ist ribu idas po r distintas provincias de Granma y Sa nt iago de Cuba, de las
loca lidades de la provincia de Camagüey. Sus dos rest ant es Troschelvindex inculta (Poey, 1851),
conchas t ienen cost illit as ax iales muy regulares se encuent ra en La Vigía, Trinidad, Sancti Spíritus
y pueden ser unicolores, desde el amarillo cuerno y Trosche/vindex candeana (D'Orbigny, 184 2),
al caoba pá lido o presenta r ba ndas espirales en la región de La Habana con un a de sus dos
int errumpidas; su peristoma es simple. subespecies T. candeana fa/lax Torre y Bartsch,
Las especies de Trosche/vindex son también 1941 en los alrededores de Sagua la Grande.
de concha alargada, cónica o cilindro cón ica, Las diez especies de 8ermudezia, todas
con la superficie marcada con f uertes cordones descritas por Torre y Bartsch en 1941, se
axiales y espirales que forman un retículo dist ribuyen por Camagüey y la antigua provincia
y con dent ículos como result ado de la unión de Las Villas; son caracoles con la concha algo
de alg unas costillas axiales en las suturas. helicoidal, turbinada, con escultu ra ax ial y espiral
El peristoma es doble. Una de sus especies, y el o m bligo abierto. Alca nzan hast a 10 y 20 mm
Troschelvindex barbouri (Torre y Bartsch, 1941), de alt ura, procediendo 8ermudezia obliterata del
de la Sierra Maestra, Granma, t iene la concha cerro de Guajábana, 8ermudezia capestanyi - las
robusta y obesa, romp iendo el patrón del m ayores, ya que alca nzan los 19 m m de alt ura-
género, algo q ue perm ite d iferenciarla del resto del Palenque de Taguayabón y 8ermudezia
con f acilidad. Además, la escultura está poco eugtypta de Loma Platero, cerca de Ca ibarién.
marcada pero tiene dent ículos bien desarrollados Eutudorops, con 8 especies, es un género
en las suturas; próxima a la especie anterior casi exclusivo de la provincia Pinar del Río, ya que
es Troschelvindex auriflexum Aguayo, 1953, sólo la de mayor tamaño, Eutudorops torquata
loca lizada en Finca Est able, La Clarita, Sant iago (Gut iérrez in Poey, 1958) con apenas 11 mm, se
de Cuba, aunque con las vueltas más convexas, la encuentra en las provincias de Cienfuegos y
Sancti Spiritus. Sus conchas
son cónico ovaladas o cónico
alargadas, con una escu ltura
axial formada por costillitas
delgadas y sublamelares, algo
onduladas por la intersección
de los cordo nes espirales.
El poro respiratorio está
presente, pero sólo en algunas
especies t iene un sifón por su
lado externo. Son caracoles
menores de 10 mm, co n
especies que no superan los
4,5 mm como Eutudorops
complanata (Torre y Bartsch,
1941) de Palmarito, Viñales,y
Eutudorops troscheli (Pfeiffer,
1864) con cuatro subespecies
distribuidas por distintas
localidades de la provincia
Pinar del Rio.
115. Eutudora limbifero. Eutudora es un género con siete especies
116. Cópula de Eutudora jimenoi. representadas en las provincias de Matanzas
y La Habana, y sus conchas varían entre muy
turbinadas o ancha mente aovadas, con la
escultura espiral más fuerte que la axial; pueden
presentar un poro respiratorio en el lado parietal
de la abert ura (subgénero Eutudora) o una
escotadu ra en el callo parietal, cerca na a la unión
con el labio externo (subgénero Eutodorisca) q ue
permite la respiración cua ndo el an imal se retrae.
Dos de las especies del prim er género destacan
por el número de subespecies, Eutudora limbifera
(M enke in Pfeiffer, 1846) con 6 y Eutudora
transitoria (Torre y Bartsch, 1941) con 5. Una de
las mejor conocidas, dentro de las especies del
segundo subgénero, es Eutudora jimenoi (Arango
in pfeiffer, 1864), muy común en las Escaleras del
Ja ruco; alcanza unos 17 mm de altura y tiene el
peristoma ancha mente expandido, su concha es
turbinada y de color carne. con bandas espirales
oscuras interrumpidas.
Ramsdenia Preston, 1913, con 4 especies es
el último género de la subfamilia Annularinae
que comentaremos; son caracoles pequeños,
menores de 10 mm, de concha cónico alargada con La segunda de las subfamilias de u7-118. Ramsdenia nobilitata.
la última vuelta desprendida y con una escultura Annu lariidae, Adamsiellinae, es muy reducida y u9. Cubadamsie//a beneitoi.
axial representada por costillitas delgadas y en Cuba sólo está representada por el género 120. Cubadamsiella lame/lata.

lamelosas y, a veces, una fina escultura espiral. Cubadansiella Torre y Bartsch, 1941, con
Las cuatro especies de Ramsdenia se localizan cinco especies distribuidas por Villa Clara,
en Guantánamo y Santiago de Cuba, donde una Cienfuegos y Sancti Spíritus. Una de ellas.
de ellas, Ramsdenia nobilitata (Gundlach in Poey; Cubadansiella beneitoi Fernandez-Garcés,
1858), es la de mayor tamaño con 10 mm de largo y Espinosa y Ortea, 2002, es de descripción
contiene cinco subespecies. reciente y procede del alto del Escambray.
Las conchas de estos caracoles son
cónico alargadas o aovadas y carecen
de aparatos respiratorios especiales; su
tamaño es pequeño, apenas 10 mm
como máximo y tienen la última
vuelta casi siempre desprendida; la
escultura axial es un buen carácter
para diferenciar las distintas
especies: fuerte y lamelosa en
Cubadansiella lame/lata Alcalde.
1945; en zig-zag en Cubadansiella •
~
/eoni (Torre y Bartsch, 1941); •
o•
recta en Cubadansiella • •s>
z
~

o•
>
so
procax ( Poey, 1851 ); y
ausente en Cubaáansiella
-"
¡:



.!l gratiosa (Torre y Ba rtsch,
Q
1941).

65
0 llOPOU>O Moco Al.AD

El género de la o Chondropometes están más recluidos a los


familia Annulariidae de farallones calcáreos de los mogotes, por lo que
más amplia distribución sus especies y subespecies suelen ser endémicos
es sin lugar a dudas muy restringidos en el espacio y estrict os en su
Chondropoma Pfeiffer, variabilidad.
1847, co n el que iniciamos Las especies de Chondropoma son caracoles
la antigua subfamilia operculados de tamaño pequeño o mediano,
Cho ndro pomat inae con la concha t urbinada, cónico ova lada o cónico
(= Annulariinae). Esto se alargada, cubierta po r un a escult ura axial de
debe probabl ement e a la cost illas más o m enos elev adas y con la escult ura
gran plasticidad ecológica de espiral muy v ariable en las d ist int as especies.
sus 64 especies cuba nas, por Carecen de ombligo y el peristoma pued e ser
lo que es posibl e encont rarlas simple o estar más o m enos expa ndido. Como
so bre la vegetació n y las ya mencionamos, t iene represent ant es en todas
pied ras, entre la t ierra y la las provincias de Cuba, incluida la Isla de la
hojarasca, a pie d e monte y Juventud donde se encuentran dos end émicos,
en sit ios ant ropizados, hecho Chondropoma vespertinum Morelet, 1851, y
que posiblem ente facilita Chondropoma nicolasi Torre y Bartsch, 1938.
su distribución e incluso el El primero, con 4 subespecies localizadas cada
transporte accidental de estos una de ellas en las sierras de las Casas, Bibijagua,
caracoles. Mientras, otros Caballos y Colombo, y el segundo con 3.
géneros como Chondrothya ocupando las zonas más bajas de la isla.

66
an ulárid o s VI

Hasta 18 especies de Chondropoma se


pueden encontrar en Holguín y 16 en Matanzas,
- algo d igno de m encionarse pues Matanzas
no es tan pródiga en ca racoles, en relación a su
superficie, como las provincias sit uadas en los
dos ext remos de la Isla-. Entre las localidades
matanceras se destaca El Palenq ue, en cuya
ca ra nort e se pueden encont rar hasta cuat ro
especies del género: Chondropoma presasianum
(Gund lach, 1836), Chondropoma portuandoi Torre
y Bartsch, 1938, Chondropoma pictum ce/sum
Torre y Bartsch, 1938, y Chondropoma irradians
palenquense Torre y Bartsch, 1938.

121.Chondropoma carenasense
corrientesense.
122. Chondropoma auberianum.

123. Chondropoma presasianum.


124. Chondropoma irradians.
125. Chondropoma pictum arangoi.

Casi la mit ad de las especies del género (31 )


está n m icrolocalizadas, es decir rest ringidas en
su dist ribución al entorno de su localidad t ipo, lo
que las hace especialm ente vulnerables, incluso
algunas cuyo nombre sugiere una d ist ribución
amplia, com o Chondropoma hotguinense
(Aguayo, 1944), que sólo es posible encontrarla
en Cerro Alto, Holguín.
Las d ist int as especies de Chondropoma no
suelen t ener muchas su bespecies, un indicador
más de su menor aislamient o en relación a
los géneros petrícolas. Chondropoma pictum
(Pfeiff er, 1839), con un total de 10 subespecies
dist ribuidas por La Habana y Matanzas, es la
más rica, aun que la va riabilidad de las conchas
no se corresponde con la de los anim ales, que
sig uen un patró n m ás unif orm e de colo ración:

67
126. Chondropoma pictum celsum. cuerpo de color gris claro punteado de gris ceniza más variados sustratos donde predomina la
Chondropoma p1ctum
127. en la nuca, parte anterior del morro y dorso de piedra -galeras, mogotes. farallones- . los dos
gould1anum. primeros géneros son exclusivos de Pinar del Río,
los tentáculos. los cuales suelen tener reflejos
u8. Chondropometes eximium con 12 y 22 especies respectivamente. Se destacan
naranja por debajo.
ex1mium.
En otros géneros de la ex subf amilia Chondropometes torrei Bartsch, 1937, por tener
Chondropomatinae descritos en 1920 19 subespecies descritas, Chondropometes
por Henderson y Bartsch: vignalense (Wright in Pfeiffer, 1863). 18. y
Chondropometes, Chondrothyra reticulata (Torre y Bartsch, 1938),
Chondrothyra y 14. Las especies de Chondropometes son de
Chondrothyrium concha delicada y de aspecto frágil, blanquecina
algunas especies o ama rillenta, turbiniforme y ampliamente
umbilicada, con el peristoma simple o doble y
numerosas sin poro respiratorio, siendo esto últ imo una de
subespecies las principales diferencias con Chondrothyra,
asociadas donde sie mpre existe. Además, algunas especies
a los de Chondrothyra t ienen la concha vivamente

-
129. Chondropometes vignalense
poenitensis.
coloreada, el peristoma est á am pliamente 130. Chondropometes fati/abre.

expand ido y el ombligo se cierra en las especies 131. Chondropometes torrei.


132. Chondropometes exquisitum.
del subgénero Chondrothyretes Henderso n y
133. Chondropometes vignalense
Bartsch, i 920, al adherirse a él y sellarlo, la part e
clappi.
separada del peristoma por el prof undo corte
que t iene esta est ructura en su lado int erno.
Chondropometes torrei, con 29 mm de longitud
de la concha y Chondropometes vignalense, con
24 mm, so n los caracoles mayores del género,
y Chondropometes fati/abre (D'Orbigny, 1842),
común en el Pan de Guajaibón, es una de las
conchas más bellas, de color bla nco m arfi l y con
peristoma rosa púrpura.




En Chondrothyra las dos especies m ayores
son Chondrothyra barbouri (Torre y Bartsch,
1938), que alcanza los 34 m m y se distribuye
por las m ayores elevaciones de la sierra de San
Carlos y l os Acostas, hasta la sierra Sumidero, y
Chondrothyra cerina (Torre y Bartsch, 1938) con
32 mm, localizad a en la sierra del Infierno, en
distintos mogotes de Vi ña les y otras local idades
de Pinar del Río.

las es pecies de Chondrothyrium son de concha


robusta con marcados hilos axiales y espirales, y
con el poro respiratorio en el lado parieta l de la
abert ura.
Otros dos géneros de la ex familia
Chondropomat inae, propuestos en 1938 por Torre
y Bartsch, son Chondrothyrella y Hendersonina.
Represent ado por 10 especies en Cuba,
8 de ellas en la provincia Pinar del
Río y 2 en provincia la Habana, los
Chondrothyre/Ja se ca racterizan
por ser caracoles de tamaño
pequeño - menores de
134. Chondrothyrium violaceum. El tercero de los géneros, Chondrothyrium, 20 mm-, con una concha
135-136. Chondrothyra impressa. esta representado por 7 especies que se subglobu losa o aovada,
137. Concha de Chondrothyrel/a distribuyen por Sancti Spíritus y Cienfuegos. Una escult urada con hilos
assimilis.
de ellas, Chondrotirhyum violaceum (Pfeiff er, axiales y espirales,
1858), es especialmente rica en subespecies con y con el peristoma
22. Sus co ncha s alca nzan los 20 m m de altura, y doble; siempre
pueden ser unicolores, desde el anaranjado pálido está presente el
al pardo m orado, o presentar bandas espirales poro respiratorio y
interrumpidas de color pardo, y los an imales el ombligo puede ser
t ienen el cuerpo de color gris violáceo, en franco abiert o, o est ar parcial o
contrast e con sus tentáculos roj o naranja. Todas tot alm ente sellado por una

70
anulá rid o s VI

extensión del callo parieto-


columelar. Esta peculiaridad
de "proteger el o m bligo" con
el callo es el origen del nombre
de la especie más antigua del
género: Chondrotyrel/a pudica
(D'Orbigny, 184 2), localizada en el
lado norte del Pan de Guajaibón,
Pinar del Río. Su concha es
de color ciruela oscuro con el
borde del peristoma crema
amarillento, que se hace aú n
más aparente en los farallones
cuando los largos tentáculos
rojos del animal abanderan
su m ovimiento. En la misma
local id ad se encuent ra también
Chondrothyre/Ja excisa (Gu ndlach
in Pfeiffer, 1863), cuya concha
es de color amarillo pálido con
bandas espirales interrumpidas
de color pardo. Chondrothyrel/a assimilis (Gund lach es una de las especies más singulares del género,
in Pfeiffer, 1863) es la tercera cond rot irela del con toda la superficie de la concha erizada de
Pan de Guajaibón, con la concha más alargada espinitas q ue se forman en las int erseccio nes
que las ant eriores y de mayor tamaño, 16 mm, de los hilos axiales y espirales de la escu lt ura.
frente a los 12y14 mm de las otras condrot irelas. Otra especie espinosa, aunque m enos que la 138. Chondrothyrel/a pudica.
Además, Chondrothyrelfa assimilis es la especie ant erior es Hendersonina sinuosa (Wright in 139. Concha de Hendersonina
Pfeiffer, 1863), con cinco subespecies en distintas canaliculata.
más polimorfa del género, con 7 subespecies
distribuidas por d istintas serranías de la provincia localidades de las sierras de Viñales, La Chorrera
Pinar del Río. Las dos especies que habit an en La y Sa n Vicente. Como la anterior, t iene
Habana son Chondrothyrel/a petricosa (Morelet, poro respiratorio y concha alargada con
1851), de la sierra de Anafe, y Chondrothyrel/a coloración variable. Para estas dos especies
paredonis Sánchez Roig , 1951 , m icrolocalizada en con espinas Torre y Bartsch propusieron
Ceiba del Agua. en 1938 el subgénero Turrithyretes,
El género Hendersonina Torre y Ba rtsch, quizás el m ás característ ico de los cinco
1938, es también excl usivo de la provincia Pinar subgéneros q ue se han propuesto para
del Río, en donde se d ist ribuyen sus 12 especies agrupa r las hendersoninas. Ent re las
y 24 subespecies. La f orma de las conchas varía especies de m ayor tamaño (23 mm)
más q ue en los géneros ant eriores, con espiras lo y con mayo r número de subespecies
m ismo cort as q ue alargado-cónicas; de brillant e {5), está Hendersonina canaliculata
colorido y con escult ura axial y espiral, unas veces {Gund lach in Pf eiffer, 1863). con
bien marcada y otras muy tenue. Pueden t ener dos subespecies en el Pan de
o no poro respiratorio, el ombligo es abierto y el Guaj a ibón. Sus conchas t ienen la
perist oma es doble, pero sólo con el anillo int erno escult ura axial tan fina como la
expandido. Hendersonina echinulata (Wright in espiral y suelen estar coloreadas
Pfeif fer, 1863) de Viñales-que no ha vuelt o a por ba ndas espirales pardas m ás o _,
se r recolectada desde la descripció n original- , m enos interrumpidas. •

71
más representativas. Algo más grande, 18 mm. es
Xenopoma aguayoiTorre y Bartsch, i941, d e Loma
de la Cantera, antiguo central Miranda. Santiago de
Cuba, con una concha salmón translúcida que deja
ver la coloración del animal en su interior, de tonos
rosados, tentáculos blancos y la región posterior del
morro ceniza.
De los restantes géneros de la subfamilia, el
más rico en especies es Opisthosiphon Da ll, 1905 con
49, distribuidas a lo largo de las provincias centrales
de la geografía cubana -Villa Cla ra, Sancti Spíritus,
Ciego de Avila y Camagüey-, además de Holguín,
Las Tunas, Granma e Isla de la Juventud, en cuyas
La t ercera de las serranías se han descrito t res de ellas, de las cuales
subf am ilias de an uláridos, es digna de dest acar Opisthosiphon moreletiaunum
Rhyt idopomat inae, cont iene (Petit, 1850), de unos 16 mm de longit ud, cuyo an imal
ocho géneros, dos de los cua les tiene el cuerpo verde oliváceo con manchas blanco
son monotípicos: Da//siphona, nieve y los tentáculos blancos.
con la especie Dal/siphona Todas las especies de Opisthosiphon son de
dal/i (Torre y Henderson, tamaño pequeño o mediano, variand o su longitud
1920) de la sierra de Cu bitas, entre 8y16 mm; las conchas son también variables.
Camagüey, y Xenopomoides, entre ovaladas y muy anchas hasta cilindro-
con la especie Xenopomoides cónicas, presentando siempre costillas axiales que
de/icatulum Torre y Ba rtsch, pueden llegar a ser muy finas y delgadas e incluso
1941, microlocalizada en
Florida Blanca, Santiago de
Cuba; como su nombre indica, Xenopomoides
delicatulum es un caracol de concha fina, de color
blanco, con el ombl igo cerrado y apenas 10 mm
de largo, cuya superficie presenta una escultura
axial a la vez lam elosa y espinosa, con hilos bien
visibles ent re las !amelas y sin escult ura espiral
marcada, aunque indicada por la d isposición
regular de las espinas.
Un género muy próxim o al anterior, es
Xenopoma Crosse, 1890, cuyas 5 especies
t ienen conchas con espinas g ruesas y huecas
ornam entando costillas axiales muy separadas;
U¡o-11¡1. Xenopoma aguayoi. las diferencias más señalada con Xenopomoides
11¡2. Opisthasiphon moreletlanum. radican en que tienen la últ ima vuelta de la
11¡3 . Opisthosiphon pupoides. concha desprendida y separada del resto de
la espira, el peristoma está muy expandido y
reflejado y el opérculo t iene una lamela muy
desarrollada también en la última vuelta.
Xenopoma spinosissimum Torre y Bartsch, 1941,
del Farallón Canapú. en Mayarí, Holguín, con
apenas 12 mm de longitud es una de sus especies

72
lamelosas, y la escultura espiral puede estar exclusivas de Pinar del Río, una de las cuales,
bien marcada o existir sólo en el ombligo, que Rhytidothyra bilabiata (D'Orbigny, 1842) tiene seis
varia notablemente en las distintas especies: subespecies. R. bilabiata llega a medir 19 mm de
abierto o cerrado, amplio o estrecho. El opérculo longitud, en su concha hay una fuerte escultura
es también característico con las vueltas axial junto con hilos espirales, y el opérculo
separadas por un surco estrecho y profundo, es especialmente notable por su escultura
que se convierte en su propio borde en la última elaborada y pronunciada. Los animales tienen el
vuelta. Característico del género es que el sifón cuerpo negro con
se encuentra detrás de la abertura, con función manchas blancas
respirat oria, y dirigido generalmente hacia arriba y los tentáculos
y hacia atrás en la sutura y que es el origen rojos. Finalmente,
del nombre: opisto- siphon (sifón det rás de). Torre/la Henderson
La variabilidad estruct ura l de est e sifó n ent re y Bartsch, i920,
las especies con ombligo abierto o cerrado, el últ imo género
junto con las variaciones en los caracteres de de anuláridos que
las conchas, han motivado la subdivisión de nos queda por
Opisthosiphon en 6 subgéneros, no siempre comentar, presenta
admitidos por los especialistas del grupo, por las conchas costillas
lo que no creemos necesario describirlos aquí. sublamelares
Sin embargo, queremos mencionar que uno solamente en la
de ellos, Bermudezsiphona Torre y Bartsch, espira y doble
1941, contiene las 21 especies del género con la peristoma, incluye
. .
escultura axial recluida en el ombligo, de las seis especies
• •
cuales Opisthosiphon bermudezi Torre y Bartsch,
1941, de apenas 8 mm de longitud, está entre los
caracoles más pequeños del género.
confinadas en las
provincias de La
Habana, Matanzas,
• -
---
Los restantes géneros de Rhytidopomatinae Cienfuegos y Sancti Spiritus. Todas son especies 144. Opisthosiphon judasense.
son: Rhytidopoma Sykes, 1901, con 12 especies pequeñas, de apenas 8 mm, y con digitaciones 145. Rhytidothyra bilabiata.
distribuidas por Pinar del Río, La Habana y en el peristoma, exceptuando Torreia immersa
Matanzas, además de una especie en la Isla de la (Gundlach in Pfeiffer, 1857), que es también la
Juventud: Rhytidopoma pinense Torre y Bartsch, más rica en subespecies
1941, con 4 subespecies; Opisthocoelium con cuatro
Torre y Bartsch, 1941, con 7 especies descritas.
en las provincia s de Cienfuegos,
Sa ncti Spirit us, Ciego de Avila,
Camagüey y Las Tunas.
El género
Rhytidothyra
Herderson y
Bartsch, 1920.
contiene dos
especies


or lo general, a t odos los moluscos que no poseen
una concha externa y conspicua se les llama babosas,
ya sean m arinos, como los toneles de vino o liebres de mar
(Alypisia spp.) y la mayoría de los sacoglosos y opistobranquios,
o terrestres como las veronicelas, que a menudo encont ramos
por doquier en las mañ anas húmedas de la primavera y el
verano. Las babosas no constituyen un grupo natural, sin o que
son el resu ltado de un largo proceso evolut ivo, dirigido a la
reducción o la pérd ida t otal de la concha en estado adulto, que
ha ocurrido en varios linajes diferentes de los gasterópodos más
desa rrollados y también en los cefa lópodos, de los cuales los
pulpos constituyen el mejor ejemplo.
Se debe resalta r que t odos los gasterópodos present an
una concha en su desarrollo embrionario, pero las babosas
adultas la pierden o se hace m uy reducida y muchas veces
interna. La pérdida o reducción de la concha implica, por una
parte, la sustit ución de las funciones de protección y defensa
por otros mecanism os estructura les y conductuales que eviten
la desecación y el ataq ue de sus depredadores y, por otra parte,
const ituye una importante adaptación que le permite mayor libertad de movimiento al animal, pues 146. Veronicella tenax.
puede desplazarse con m ás independencia entre el sustrato en busca de alim ento y protección. 147. Babosa marina Elysia ornata.
Las babosas terrest res t ienen t odo el cuerpo abundantemente recubierto por mucus o baba, de lo
que deriva su nombre común. Esta mucosidad las protege de la desecación y, debido a su composición
bioquím ica, les sirve de def ensa cont ra bacterias, virus, hongos y posibles depredadores. Ot ras f ormas
de evitar la desecación es la de vivir en los lugares más húmedos del monte, o en los jardines y canteros
que son pe riód icamente regados, y desarro llar hábitos de vida esencialmente nocturnos o muy de

75
148. Veronicella sp. mañana, cuando la humedad relativa del extendido y coriáceo. La cabeza porta cuatro
ambiente. provocada por el rocío del amanecer, tentáculos. los inferiores pequeños y bífidos
es todavía elevada. Durante las horas más con función sensitiva y los dos superiores, con
calientes y secas del día suelen estar protegidas los ojos situados en su extremo, que no son
del sol debajo de las piedras, las macetas o bien invertibles pero sí contráctiles. Su aparato
enterradas ent re la hojarasca. digestivo presenta una mandíbula arqueada,
Las babosas representadas en Cuba están compuesta por numerosas plaquitas paralelas,
agrupada s en dos fam ilias de linajes m uy y una rádula cuyos dientes lat erales decrecen
diferentes: las veronicelas (familia Veronicellidae). desde el centro hacia los bordes de la cinta .
en la cual se incluyen especies autóctonas, Carecen de cavidad palea l y la abertura
endémicas e int roducidas, y los limácidos sexual masculina se encuent ra sit uada en el
(familia Agriolimacidae) con 3 especies europeas lado derecho de la cabeza junto a la base del
int roducidas, probablemente en las plantas tentáculo, mientras el poro femenino está en el
ornamentales. com o ha ocurrido con otros lado derecho del hiponoto o cerca del ano. Los
gasterópodos foráneos. poros respiratorio, nefridial y anal se ubican por
Las veronicelas son babosas terrestres que detrás del pie. Anatómicamente guardan una
carecen por completo de concha en estado estrecha relación con las babosas marinas de la
adulto. Sus características anatómicas las familia Onchidiidae, organismos que viven en la
ubican entre los pulmonados más primitivos, zona litoral de las costas rocosas y que presentan
el cuerpo es oval alargado, algo aplastado, increíbles períodos de presencia y ausencia, de
con la suela reptante estrecha y el manto muy dos o tres años, en su hábitat natural, sin razón

76
las babosas

conocida que lo explique, tal y como ocurre con


Onchidel/a jloridana (Dall, 1885) q ue cua ndo está
presente en el lit oral rocoso, lo hace sólo durant e
un corto periodo de t iem po, incluso unos pocos
días durante Jos cua les suele ser muy abu ndante.
La ausencia de concha es quizás la razón
por la cual la f am ilia Veronicell idae est á
insuficient em ente conocida en Cuba, ya que
hace obligados los est ud ios de anatomía externa
e int erna de los animales para la identificación
t axonóm ica de las especies. Hasta el presente se
reportan t res géneros y t an sólo cinco especies,
aunque es predecible que el número especies
cubanas de estas babosas pueda ser aún mayor.
Del género Veronicel/a Blainville. 1817, cuyo

0 ESPINOSA Y O t tfA

nombre en latín es el diminut ivo de Verónica, se y dispersa, con reg istros para las Berm udas, Veronice/Ja sp.
11¡9 .
han registrado t res especies: Veronicel/a cubensis Est ados Unidos y Barbados. En Cuba solament e 150. Veronicel/a sp.

(Pfeiffer, 1840), que f ue descrit a a pa rt ir de se ha localizado en Bahía Honda, Pinar del Río.
ej em plares recolectados en el f amoso cafetal Veronicel/a tenax Baker, 1931. cuya localidad tipo
El Fundador, Canímar, Matanzas, su localidad es la cueva Tiburón, Ensenada de San Vicent e.
t ipo, y se encu entra regist rada para casi toda Pinar del Río, es el m ayor molusco terrestre de
Cuba, desde la sierra del Rosario. Pinar del Río, Cuba, con un tamaño superior a los 200 mm
hasta Sa nt iago de Cuba, incluida Ja Isla de la de largo. Su forma es m uy alargada cuando se
Juventud y t ambién Las Bahamas, Jama ica, encuentra en movim iento y más ova l en reposo;
La Española, Puerto Rico, New Orleans en es de coloració n algo variable, abunda en los
Norteamérica y Hawai. Originalmente descrit a fa rallo nes ca lcáreos de Jos mogotes de Viña les,
de Jamaica. Veronicel/a sloanei (Cuvier, 1817) t iene la sierra de Guane y otras loca lidades de la
una dist ribución geográfica muy fragm ent ada provincia Pinar del Río.

77
algo variable, generalmente sobre tonos pardo
grisáceos, cuando está bien extendida llega a
medir cerca de 100 mm de largo y unos 35 mm
de anchura. Conocida durante mucho tiempo
como Veronicella jloridana, su distribución
geográfica, que comprende Cuba, La Española y
Jamaica, en las Antillas Mayores, y la Florida, en
Norteamérica, abre una gran interrogante sobre
si es una especie antillana desbordada hacia
Norteamérica, o si es americana introducida en
las Antillas. El primer criterio nos parece más
lógico y posiblemente sea Cuba su cent ro de
origen, con independencia de que fuera descrita y
nombrada por primera vez de la Florida.
De origen austra liano, Sarasinula pleb/eia
(Fischer, 1885) es una babosa int rod ucida y
151. Veronlcella sp. La veronicela más común y mejor ampliamente repartida por el continente
152. Leidyulafloridana. representada en Cuba es Leidyulafloridana americano, desde la Florida hasta Chile,
(Leidy y Binney in Binney, 1851), que por su incluyendo varios países de Centro y Suram érica.
notable adaptación a los terrenos antropizados Además de Jamaica, en las Antillas Mayores, ha
se encuentra prácticamente en cualquier jardín, sido señalada también para Cuba, de La Habana,
huerto o patio de las casas, lugares donde causa sin que existan más datos sobre su distribución
graves daños sobre las plantas tiernas y jugosas actual en nuestro archipiélago.
debido a su voraz apetito. Esta asociación con Los limácidos o limacos (del latín limaceus
el hombre la ha convertido en una especie que significa babosa) de la familia Agriolimacidae
"doméstica'', y ha favorecido su dispersión junto se caracterizan por tener la concha reducida
con las plantas ornamentales. De coloración a una pequeña placa blanquecina, llamada
OUMOtDOMolOMAO
limacela, com pletamente recubierta por el retícula con m arrón roj izo oscu ro, con el anillo
mant o. Los lim acos son de tamaño mediano del pneumostoma conspicuo y con ciego rectal
a grande, de cuerpo est recho con fi las de (estas dos últ imas característ icas la ubican en
t ubérculos más o menos alineados en pa ralelo el subgénero Agrolimax Mórch, 1865, junto con
y con surcos cent rales en f orma de "V" en la la especie anterior). Ha sido señalada para las
suela del pie. De su anatom ía interna destaca el provi ncias de Matanzas, Holg uín, Granma y 153 . Veronicel/a sp.
sist ema reproduct o r, con un pene corto y provisto Santiago de Cuba. 154. Deroceras Jaeve.
de uno o varios apénd ices en su extremo, con
o sin órga no est imulador. Ya desde el final de ..~
o
g
la primera mitad del pasado sig lo se habían
registrado para Cuba las especies europeas
"
o
9
2
§
int roducidas del género Deroceras Rafin esq ue, Q

1820. Deroceras Jaeve (Müller, 1774), en varias


loca lidades de toda la Isla, es una babosa de
tamaño m ediano, de 20 a 25 mm de largo, con
el cuerpo liso, m uy blando y de color gris claro
t ranslúcido a marrón casi negro y con el anillo
del pn eumost oma inconspicuo y sin ciego rectal.
Citada también en varias loca lidades de Cuba,
D. agreste (Linné, 1758) es de t amaño cercano
a los 40 mm de largo, de cuerpo blanquecino
con los t entáculos más oscuros, con el an illo
del pneumostoma conspicuo y con ciego rectal
presente. D. reticulatum (Müller, 1774), con unos
50 mm de largo, es de co lor variable, desde
un crem a claro a m arrón rojizo, m oteada en

79

en la costa como un faro

l os ceriónidos constituyen uno de Jos grupos más diversos y abundantes


de moluscos terrestres cubanos, con unas 147 formas o subespecies y 90
especies descritas, ag rupadas todas en el género Cerion Ród ing, 1798, cuyo
nombre proviene del lat ín cereus, que significa cirio, vela, en alusión a la f orma
cilíndrico-alargada de sus conchas. Viven en zonas secas y arenosas, a baja altura
sobre la vegetación que crece en Ja zona costera, contigua a playas y seborucos,
en un ambiente con marcada influencia marina, por lo general a no más de 800
metros de la línea de las mareas y no se encuent ran nunca en los manglares.
Ta nt o por su hábitat costero com o por la forma de su concha, los cerion
parecen pequeños faros invertidos, pegados durante el día a las piedras y a las
plantas que crecen inm ediatament e después de la orilla de la mar, soportando
Ja salinidad y el calor excesivo del ambiente marino costero en espera de la
humedad y el frescor de la noche para realizar sus actividades vitales. Este hábitat
es hostil para Jos caracoles, pero los cerion evitan la desecación con sus gruesas
conchas pálidas que reflejan la luz solar y también buscando el lugar m enos
soleado.
Algunas de sus poblaciones alcanza n densidades relativamente altas y
es frecuente encontrar a varios individuos juntos compart iendo un espacio
relat iva mente pequeño. Cada pob lación de cerion t iene un t ipo de concha 155. Cerion microstomum.
característica, por Jo que no es extraño que el naturalista Stephen Gould 156. Cerion paucicostatum.

81
157. Cerion mumla. -cuya tesis doctoral se basó en estos de las conchas se han descrito algo más de
158. Concha de Cerion arangoi caracoles- . afirmara que si Cristóbal Colón 600 especies, pero por su gran variabilidad
arangoi. hubiera llevado a los Reyes Católicos una concha morfológica -forma, tamaño, escultura
159. Concha de Cerion bfanesi.
de cerion de la playa donde desembarcó en (conchas lisas, estriadas, acostilladas, etc.)-
América, él podría saber cual fue la playa del y coloración -tonos marmóreos, manchados
Descubrimiento. o rayados, inmaculados, etc.- .
El género Cerion, único de el número de especies reales debe
la f amilia Cerionidae, es ser muy inferior.
estricta mente antillano, En general, la concha es de
con rep resent antes tamaño mediano a grande,
en Trinidad y las 1 imperforada, de form a
Antillas Holandesas ~ subcilíndrica o fu siform e. m ás o
(Aruba, Cura<;ao menos alargada y en ocasiones
y Bonaire), las con aspecto muy rech oncho.
Antill as Mayores La superficie de la concha puede
(excepto Jamaica), ~ ser casi lisa o marcada con
'
~>
Islas Caimán,
IJ
; estrías -o costillas axiales-
'
o

.ñ•
las Bahamas
o
•• y hasta con líneas espirales.
.. y la Florida. "o La abertura es semilunar u
Basandose en los ovoide. con el peristoma

caracteres externos grueso y volteado;

-
ceno n , l1 o 1 íl r

en ocasiones con uno o t res o cuatro


pliegues o dentícu los parietales en su
int erio r. La coloración más frecuente
es blanq uecina, pues refleja mejor la
radiación solar, aunque a veces llega
a se r marmórea grisácea o pa rdusca,
y pueden haber fajas o bandas
axiales más oscuras.
El aparato d igestivo del
animal t iene la mandíbula lisa,
sus d ient es radulares una
cúspide ext erna y una muesca
en la cúspide principal de los
- ., d ient es más exte rnos. El aparat o
·, respiratorio apenas muestra
ramificaciones de la vena
- • pulmonar, y el genital
' ., consta de un pene cort o,
". con retractor terminar
•1 y el conducto de la
1 bolsa copu latriz muy
largo, con un también
1
largo d ivertículo;

\ posee u n retractor
de la vagina que surge

-· derecho.
del m úsculo tentacu lar

Las 90 especies cubanas de cerion se han


ordenado t radicionalment e en dos subgéneros:
Diacerion Dall, 1894, con cuat ro especies, y
Strophiops Dall, 1894, que incluye a las restant es
86 especies. Todas las especies y subespecies
o variedades descritas de Cuba merecen ser
revisadas segú n los criterios de la sist emát ica
zoológica act ual, incorporando en los análisis
ot ros caracteres taxonómicos - adem ás de
la concha- com o pueden ser la morfo logía costas rocosas y arenosas de ese territorio del 160. Concha de Cerion johnsoni.
ext erna y la anatomía interna de los animales, su r oriental. Varias especies de cerion habitan en 161. Cópu la de Cerion mumia.
sus caract erísticas ecológicas y la dist ribución los cayos del arch ipiélago Sabana-Ca magüey,
natural. donde constit uyen especies banderas en la
A la luz de los conocimient os d isponibles en conse rvación de esos frágiles t errit orios. Ent re
la actualidad, se puede afi rmar que los cerion estas podemos seña lar: Cerion cyclostomum
se encuentran ampliament e repart idos por casi (Küster. 1841) de cayo Francés; C. ebriolum Aguayo
t odo nuestro territorio insular, con la excepción y Jau me, 1951, de cayo Borracho; C. sanctamariae
de la provincia de Sant iago de Cuba, donde Aguayo y Jaum e, 1951, de cayo Sa nta María, todas
inexplicablem ent e aú n no se ha regist rado al norte de Caiba rién, Villa Clara; y C. sanzi Blanes
n inguna especie, a pesa r de la extensión de in Pilsbry y Vanatta, 1898, con seis subespecies
procedent es de los cayos del norte de Camagüey,
de Confites a Sabinal.
La distribución geográfica de algunas
especies es relat iva mente más extensa, ent re
ellas Cerion mumia (Brug uiére, 1792), cuyas
8 subespecies se señalan para la costa no rte de
la zona occidental y central de Cuba, desde el
cayo Inés de Sot o al noroest e de Bahía Honda,
Pinar del Río hasta Cayo Romano en Camagüey;
la forma no minal, C. mumia mumia, procede del
actual reparto M iramar, Ciudad de la Habana;
C. gundlachi Pfeiffer, 1852, con 4 subespecies
local izadas desde Punta Brava, Ca ibarién,
provincia de Villa Clara, hasta Mono Ciego, al
oeste de la bahía de Manatí, provincia de Las
Tunas; la f orma típica, C. gundlachi gundlachi,
f ue encontrada en Punta Sa n Juan de los Perros
y la isla de Turig uan ó, en Ciego de Ávila.
En la mayoría de las especies de Cerion
su distribución está limitada a una región
poco extensa o a localidades muy punt uales.
En este sentido se puede m encionar a Cerion
laurea ni Clench y Aguayo, 1951, de la Reserva
Natural Cabo Corrientes. en el Parque Nacional
Guanahacabibes; Cerium pinerium Dall, 1895, de
la isla de Juventud y varios cayos del archipiélago
de los Ca narreos, con una subespecie procedente
de cayo Rea l, cayos de San Felipe,
en la provincia de Pinar del Río;
Cerion arangoi (Pilsbry y
Vanatta, 1896), de cayo
Carena s, faro de los
Colo rados y otros \
puntos de la ba hía de
'
Cienfuegos; Cerion
1
sanctacruzense
''1
Aguayoy
Jau m e, 19 51, de 1,

Saba nalam ar, "'


Sa nta Cruz del Sur, '
Camagüey, con una
< .1
g subespecie, :
>
5.
o
C. sanctacruzense
• poeyi Aguayo y
'
\
Sá nchez Roig , de •
162. Cerion mumia. Trinidad en Sancti "
163. Cerion mumia hondanum. Spírit us; Cerion cabocruzense
1

'
l~

\ ••• •

cenon , l 1 o 1 íl r





t
,


,

, Pilsbry y Torre, 1943, de cabo Cruz, Granma; y


Cerion politum (Maynard, 1896) de punta Maisí,
provincia de Guantánam o.
Por su forma atípica para el género se
destacan varias especies del nort e de la provincia
de Holg uín: Cerion disforme Clench y Aguayo,
1946, de Punta Manolito, penín sula de Ramón,
en Antillas, cuya concha t iene aspecto de pagoda
ch ina, variando de forma y tamaños (de 15 a
25 m m de largo) dentro de una misma co lonia de 164. Cerion coutini.
indiv iduos; es m uy sem ejante a Cerion proteus 165. Cerion paucicostatum.
(Gundlach in Pfeiffer, 1860) y a Cerion dimidiatum 166. Cerion Jaureani con nido de
avispa asociado.
(Pfeiffer, 1847), ambas de Gibara, que forman
el complejo de especies proteus - dimidiatum,
al que se unen Cerion torrei Blanes in Pilsbry y
Vanatta, 1898, de la bahía de Vita y localidades
cercanas_
, y otras especies.

85

caracoles coloreados del monte

as conchas de los ligus son de las más bellas, variablemente


.:,7,9
v
. ..too/?
coloreadas y de mayor tamaño dentro de los moluscos
terrestres cubanos. Estas cualidades tan distintivas les
han convertido en objetos codiciados por los malacólogos
coleccionistas y, al igual que las poi imitas, sus poblaciones
han sido indiscriminadam ente explotadas por el afán de tener
representadas en las coleccio nes todas las f ormas posibles. Es ta l la
perfección de sus diseños dentro de la armonía de su concha que
hay quien no duda en declararse coleccionista exclusivo de ligus.
Inclusive se conocen colecciones de conchas de los ligus anteriores
a su descripció n original, como lo atestig uan óleos del siglo xv11 del '},
pintor holand és Balthasar van der Ast (159 0 -1656) realizados en
1620 y en 1632, en los q ue apa rece ilust rado un ejemplar d e Liguus
fasciatus (Müller, i774), acompaña ndo a un conjunt o de conchas,
en el primer cuadro y a un cesto de frutas en el segun do. Prueba
, ,
..--
añad ida de su justa fa ma como elemento indispensable de las colecciones la constituye su presencia
en composiciones tan singulares como las de Sebas, ilust rador de Linné, en láminas de la obra Lo
cumpletissimi Rerum Naturalium (1758).
En aquellos tiempos era indispensable la presencia de Liguus fasciatus en las colecciones de
la aristocracia europea, por lo que aparece pocos años después (1786) ampliamente descrito y 167. Liguus fasciatus goodrichi.
magníficamente ilustrado en Conchilien Cabinet de Maryus y Chemnitz, una de las obras maestras de la 168. Figuras originales de Liguus
Malacología en los inicios del inventario del Reino Animal. fasciatus.

87
Otra muestra de la variabilidad cromática de
las conchas se refleja en la taxonomía del género
Liguus Montfort, 1810 , y particularmente en la
especie Liguus fasciatus, po r el elevado núm ero de
169. Liguus f asciatus crenatus. subespecies descritas, m uchas veces at endiendo
170. Liguus fasciatus achatinus. solam ente a d iferencias en el patrón de color que se extiende sin apenas modificaciones hasta
adulto y juveniles.
de las conchas, sin cumplir con el concepto de el borde del pie, donde sólo se aprecian surcos.
la sistemát ica zoológica para esta categoría Su pulmón es una larga vena sin ramificaciones
taxonómica: "diferencias morfo lógicas entre fue rtes, y con las reticulaciones cerca del
poblaciones alopát rid as", po r lo que muchas pneum ost oma y entre la vena pulmo nar y el
subespecies no son más que simples morfos recto. La mandíbula está formada por 15 a 19
cromát icos, com o parece suceder con Liguus placas anchas, imbricadas o caba lgando unas
fasciatus crenatus (Swainson, 1821) q ue m uestra sobre otras, y en la rád ula, de t ipo Helicidae, hay
una concha de color blanco adornada sólo por las un gran d iente central casi tan ancho como los
líneas verdes periostracales-que desaparecen adyacent es m ient ras que los resta ntes dientes
cuando se cae el periostraco q ue la recubre-, son placas basales cortas, cuadrangu lares, con
y que exist e en casi todas las colon ias de esta cúspides cortas y redondeadas, aunque alg unos
especie. La fragmentació n de los hábitat s, debido dientes m ed ios pueden t ener cúspides agudas. l a
al desmonte con fin es ag rícolas y urbanísticos, bo lsa copu latriz es un largo cond ucto y el pene es
complica aún más la interpretación t axonómica muy fino con una g lándu la lateral. Se reproducen
de las categorías infraespecíficas de est e género, med iant e huevos, peq ueños en relación al
y pone en peligro la supervivencia de las propias ta maño de los caracoles, y la puesta por lo
especies y su d iversidad genét ica. general t iene lugar en el suelo, aunque parece
Los lig us pertenecen a la subfamilia que también tienen la capacidad de depositar sus
Orthalicidae, familia Bulimulidae, ca racoles huevos dentro de hojas enrolladas con el interior
holópodos cuyo cuerpo tiene un a reticulación revest ido de mucus y en los cu rujeyes.

88
Son moluscos arbóreos de tamaño
grande, la concha es imperforada,
más o menos sólida, de forma oblonga
cónica, con las vueltas convexas y
brillantemente coloreadas en bellas
combinaciones de amarillo, verde, pardo, rosa,
rojo y hasta de tonos azulados. generalmente
con flámulas de colores contrastantes sobre
la coloración de fondo y con las gruesas líneas
verdes periostracales. La abert ura de la concha, Sus conchas
por donde sa le el animal, es comparat ivamente son esbeltas,
pequeña, de forma oval y con el labio ext erno de unos 40 a 50 mm
simple y cortante. El género Liguus t iene de largo y densamente
representes en Cuba (e Isla de la Juventud y cubiertas por flámu las, lo que da
algunos cayos de la costa norte). La Española origen a su nombre específico. la forma típica,
-una especie, Liguus virgineus (Linné, 1767)- L.jlammellus jlammellus procede del Mogote
y el extremo sur de la Florida y cayos adyacentes. de Rojas, Viñales, son conchas pardo rojizas en
donde se considera que la llegada de Liguus las primeras vueltas, después pardo verdosas y
fasciatus, aparentemente de forma natural, pudo grisáceo verdosas en las últimas vueltas.
ser relativamente reciente. Cuba, con cuatro
especies, aparece como el centro de dispersión
del género.
Liguus blainnianus {Poey, 1851) con diez
subespecies distribuidas por las provincias de
Pinar del Río, La Habana y Ciudad de La Habana,
se caracteriza por tener un tamaño no muy
grande -entre 35 y 45 mm de largo-, con el
ápice de la concha de color negro. La forma
t ípica. L. blainnianus blainnianus procede de las
montañas de Rangel en Pinar del Río. 171. Uguus fasciatus achatinus,
Una especie exclusivamente pinareña es juvenil.
Liguus jlammellus Clench, 1934, con siete 172. Liguusfasciatus.

subespecies descritas y confinadas en 173. Uguus blainnianus blainnianus.

su totalidad a la regió n
PÁGINA SIGUIENTE
de Viñales y sus
174-177. Liguus blainnianus
al rededores. guanensis.
178. Uguus jlammellus bermudezi.
179. Liguus jlamme/lus.
180-182. Uguus vittatus. Especie emblemática del género es Liguus normalmente sinistrorsas -aunque en todas
vittatus (Swa inson, i822), conocida durante las colonias aparecen caracoles dextrorsos
mucho t iempo com o Achatina poeyana Pfeiffer, ocasionales-, de unos 4 0 a 45 mm de largo,
1857, distribu ida exclusiva m ente desde Cabo adornadas por anchas bandas blancas, amarillas
Cruz hasta la Ensenada de Mora, en la provincia y pardas, y gruesas líneas espirales oscuras. l a
Granma. Sus forma típica, L. vittatus vitatus, fue encont rada
conchas son por Gundlach a principios del sig lo x1x en Cabo
Cruz. Posteriormente. en 1952, se describieron
tres subespecies más, t odas de la Ensenada de
Mora.
Descrita originalmente por Müller en 1774
como un molusco marino (género Buccicum
Linné, 17s8), Liguus fasciatus es la especie
más abundante del género, de más amplia
distribución y de mayor variabilidad cromát ica,
por lo que se han ll egado a proponer m ás de 80
subespecies cubanas y otras 60 más en la Florida
y cayos ady acentes. Aunque algunas t ienen
un verdadero valor subespecífico, en su g ran
mayoría son sólo simples variedades de colo r.
La forma t i pica, L.fasciatus fasciatus procede
de los alrededores de la ciudad de Matanzas,
su concha alcanza entre SS y 60 mm de largo y
exhibe una coloración general grisáceo azulada.
L. fasciatus achatinus Clench, 1934, de Los Arroyos,
Holguín, y otras localidades del centro de la
antigua provincia de Oriente, se caracteriza
por su gran tamaño, superior a los 90 mm de
largo. L.fasciatus torrei Clench, 1934, de Punta
del Este, Isla de la Juventud, de unos 44 mm de
largo, exhibe una coloración parecida a la de un
L. flammel/us, pero con la concha m enos esbelta.
L. fasciatus leonorae Pequeño, 1939, de l a Grifa,
183. Liguus fasciatus fasciatus. Las M artinas, Pinar del Río, es de color amari llo
184. Uguus fasciatus achatinus. a naranja. a veces roji zo, y carece de las lineas
185. Liguus fasciatus caroli. verdes periostracales.
186-187. Uguus fasciatus achatinus.
188. Uguus fasoatus crenatus.
189. Uguus fasoatus goodrich1.
190. Uguus Jasciatus torre1.

PAGINA SIGUIENTE

191. Liguus fasciatus guajarbonense.


liguus fasciatus guajaibonense Jaume. 1954,
del Pan de Guajaibón, Pinar del Río, de unos 45
mm de largo y forma más bien ancha, puede
tener validez zoogeográfica para los planes de
manejo del área protegida donde vive, al igual
que sucede con L. fasciatus sanctamariae Sánchez
Roig. 1951, de cayo Santa María, al norte de
Caibarién, Villa Clara. L.fasciatus caroli Bartsch,
1937, de la isla de Turiguanó. en Ciego de Ávila,
L.fasciatus romanoense Jaume. 1952, de Cayo
Romano, Camagüey, y otras más que habitan en
cayos aislados de la isla principal y en áreas de
interés conservacionista.
-
• .. ..

-¡:

.. •
. ..

,, ~
4

los cuernos
de la abundancia

os ca racoles de la f amilia Urocoptidae, la más rica en especies de


toda la Isla con más de 500 descritas - incl uye 48 géneros, en
su m ayor part e endémicos-, son los m ás d iversos del archipiélago
cubano. Sus conchas pueden ser cilíndricas, fusiformes o cónicas,
y m ás o menos t urriculadas, siem pre alargadas y con n umerosas
vuelt as de espira. generalment e est rechas -sa lvo en Pineria- de
las cua les las primeras se desprenden con frecuencia en el est ado
adulto, dando un as conchas que se conocen como t runcadas o
deco ladas propias de ellos. Solam ente en el género Hendersonie/la
Dall, i 905, exclusivo de México, la concha es discoidal. la últim a s

~

o
vuelt a puede ser adnata (unida a la anterior) o so lut a (libre y >
g
desprend ida). y la abertura es generalm ente peq ueña -circular. %

ovalada o cuad rangular- . El peristo m a está más o m enos ext end ido -
~
~

"
o reflejado, es cont inuo y redondo en la mayoría de los géneros y separado de la últ ima vuelta ; que sólo
se ve int errumpido en la part e superior de algunos de ellos. El eje colum elar puede ser hu eco o macizo,
simple o con muy diversas escult uras en las que los pliegues o lame las se combinan de tal fo rm a q ue 192. Nesocoptis pruinosa
const ituyen una verdadera m uest ra de la imaginación de la Naturaleza en la creación de estos "micro caballoensis.
cuernos", tan abundant es en el paisaje cuba no. 193. Pycnotychia humboldtii.

101
El pie es de t ipo holópodo, muy pequeño
y corto, unido por un largo pedú nculo a la m asa
Las especies pertenecient es a géneros corporal, característica q ue se hace m uy pat ente
como Tome/asmus o Macroceramus viven en cua ndo el an imal se desplaza sobre un sust rato
árboles y arbustos de pequeño porte, e incluso vertica l. Su locomoción es rít mica med iante
en pequeñas plantas de am bient e árido o ondas directas.
semidesérticos, pero la mayoría de estos
caracoles prefi eren el sustrat o calcáreo - ya
sea un simple mo nt ículo de pied ras, un mogote
o el m ás alto de los farallones-, donde se les
encuent ra adheridos al sustrat o en época de
194. Coch/odíne//a varíegata. seca, inmóviles como lágrimas petrificadas de las
195. Macroceramusclenchí. rocas o pequeños rabitos pegados a ellas, como
196. Ca/lanía elliotí. indica su nombre: uro (rabo, cola) y coptis (pegar).

La mand íbu la es variable, lisa, est riada


o plegada, y Ja rád ula varía según el t ipo de
alimento, que incluye hasta las cortezas de los
árboles; la longit ud de la vain a radular en los
Urocopt idae es m uy grande y puede llega r a
medir más de i o veces Ja lo ngitud de Ja f aringe,
adem ás se enrolla libremente en la cavidad del
cuerpo. La d iferencias radu lares entre los géneros,
e in cluso entre especies de este grupo, es enorme
. .
y siempre en consonancia con su reg1men
alimenticio, sólo les falta n las rádulas con d ient es
aciculares o en garfio, prop ios de los caracoles
depredadores. La rád ula de Brachypodel/a

102
urocóptid o s n n 1

Beck. 1837, por ejem plo, característica de toda son Paraca/lonia Pilsbry, 1903, pinareño como
una subfamilia. es muy larga y estrecha, cuyo el anterio r, y Septilumen Pilsbry y Vanatta,
dient e m ed io, muy estrecho y de borde cort ant e 1898, t am bién exclusivo de Guantánamo. La
simple, está flanqueado por dos dientes laterales única especie de Paracallonia. extendida por
m uy grandes. con su borde cortante ancho y Gua ne, Pinar del Río, ex hibe una co lumela con
redondeado, luego Jos m arginales son poco t res Jame las y nódulos conspicuos en la concha
num erosos, pequeños y con el borde corta nt e formados por la fusión de costillas axiales, y
bilobulado. la única especie de Septilumen, confinad a a
El pulmón es largo y est recho, con una larga Yateras y Mont eve rde. Guantánamo. en el ot ro
vena pulmonar y con venas secundarias poco ext remo de Cuba, también presenta t res lamelas
aparentes; el ri ñón es estrecho y de una longit ud columelares y toda Ja superficie de la concha
sim ilar a Ja del saco pericárd ico. El sist em a recorrida por costillas axiales fi liformes que se
reproducto r es simple, la bolsa copulat riz t iene un unen en las sutu ras f ormando abultamientos
largo conduct o y las ovot estis est án tota lmente alejados ent re sí.
incluidas dent ro de la m asa de divertículos El género Tome/asmus Pilsbry y Vanatta,
digest ivos. 1898, vive asociado por lo general a las partes
La gran fam ilia Urocoptidae está bajas de árboles y arbustos y veget ación de bajo
representada en Cuba por 46 géneros y 572 porte. agrupa 20 especies q ue se d ist ribuyen
especies. distribuidas en cuat ro subfamilias: en su tot alidad por Pinar del Río. Sus conchas 1 197. Tetrentodonfilio/a.
Urocoptinae. Tet rentodont inae, Brachypodellinae
y M icroceram inae, agrupándose en est a últ ima
las ant iguas su bfamilias Macroceraminae y
Johaniceraminae. Urocopt inae cont iene
37 géneros y 284 especies; Tetrentodontinae
5génerosy 165 especies; Brachypodelli nae,
un género con 18 especies; y M icroceram inae,
5 géneros y 113 especies.
En el conjunto de Jos 37 géneros de
Urocoptinae, Jas ext ravagantes formas de
Gonglyostoma Albers, 1850 - con 16 es pecies
cubanas-y su variabilidad, dieron pie a distint os
aut o res para que muchos géneros cuba nos se
incluyeran en su sino nim ia con la categoría de
subgéneros, y que aquí mantenemos separados.
Dent ro de esta subfamilia, Amphistemma y
Levistemma, dos géneros mo notípicos descrit os
por Jau me y Torre en 1972, son endémicos de
s•
o•
>
Guantánamo, y un terce ro, Teneria, lo es de Pinar ~
o
del Río. Amphistemma se caracteriza por tener
cost illas axiales delgadas y huecas en las vuelt as
ID -""
%

de la concha. y dos lamelas en la co lumela. En son grandes, casi cilíndricas y con marcas y
Levistemma las conchas son de ápice bulboso y t razos variados sobre la superficie. Tomelasmus
las costillas huecas. y en Teneria se destaca n las irroratus (Gundlach, 1856) es la de más amplia
dos !amelas columelares - con la anterior muy d ist ribución y mayor número de subespecies
expandida-. además de las costillitas axiales de (9 incluyendo la nominal). Es muy parecida a
las vue ltas q ue se reúnen en su borde superior Tomelasmus crenulatus (Gundlach. 1857}, de la
formando grupos. Ot ros géneros monot ípicos que se d iferencia por t ener la abertura oblicua .

103
Est a otra especie es común
en el Pan de Guajaibón, y
su concha es subcilínd rica
de colo r pardo claro, con o
sin manchas blanquecinas.
Alcanza hasta 25 m m de
largo, con 17 a 18 v ueltas
de te leoconcha ado rnadas
con débiles costillas
axiales que se desvanecen
hacia la perif eria de las
vueltas. l a abertura es
suboval y ancha con el
peristoma expand ido
y reflejado, cubriendo
parcialmente a un om bligo
est recho. Hay una lamela
columelar. med iant e la simple observación de cua lquiera de
Al contrario de lo que sucede con sus cuat ro especies. Es de columela t rilamelada
muchos géneros pet rícolas, 14 de las y endém ico de Pinar del Río. Todos los calocoptis
20 especies de Tome/asmus han sido poseen conchas de color pardo con costillas
descritas en el siglo x1x por autores muy axiales huecas de color b lanco que contrastan
diversos: Arango (3), Gundlach (4), Morelet (1), fuertemente con el fondo.
Sin em bargo, las conchas más bellas las
exhiben los urocópt idos del género Ca/Jonia
Crosse y Fischer, 1870, cuyas cinco especies se
distribuyen po r la sierra de Guane, Pinar del
Río. Son alargadas y delgadas, con t res láminas
en la columela, y están ornamentadas con
gruesas costillas axiales hu ecas t riangulares
o redondeadas que suelen estar rotas. Estas
costillas son muy salientes y puntiagudas en
Ca/Jonia el/ioti {Poey, 1857), la primera en ser
descrita de las cinco q ue se conocen. Costillas
similares están presentes en Ca/Jonia gemmata
(Pilsbry, 1927) -se d iferencia de la anterio r en
que t iene la últ im a vuelta desprend ida-. Entre
las especies con costillas redondeadas destaca
Callonia lowei (Torre, 1927), cuya últ im a vuelta no
está desprend ida de la anterior.
Ot ro género extraord inario por la m orfología
198. Concha de Tome/asmus D'Orbigny (1), Pfeiff er (3), Sowerby (1) y Wright de sus conchas es Centralia Jaume y Torre, 1976,
torquatus. (1); de todas ellas, la más caract erística y fácil de con 20 especies, distribuidas en su mayor part e
199. Tome/asmus hesperius.
reconocer es Tome/asmus acus (Pfeiffer, 1841) por las provincias de Villa Clara, Sancti Spíritus
200. Ca/Jonia gemmata.
debido a su base fuertement e aquillada. y Ciego de Ávila; sólo una especie se encuent ra
Cal/ocoptis Jau m e y Torre, 1976, es otro en Camagüey, Centralia oblicua (Pf eiffer, 1863),
género de urocóptido fácil de det erminar la más peq ueña de todas con tan sólo 14 mm de

104
alto y la primera en ser descrita. Las centralias de las cuales 8 se encuentran en 201. Ca/Jonia el/ioti.

llaman la atención por su tamaño, a veces muy Matanzas y 4 en Pinar del Río. 202. Concha de Centralia turgida
grande para este tipo de caracoles, y por su Las conchas de este género
aspecto engrosado, a veces pupoide, y adornado muestran costil las axiales
de sus conchas. La columela tiene dos lamelas, cuyos extremos crenulan
la anterior muy ensanchada e incluso visible finamente la sutura y en la
en la abertura. La mitad de las especies f ueron columela existe una sola
descritas por Torre en 1911, siendo Centralia lamela, denticulada o lisa,
turgida, de concha inflada y pupoide, la que con una torcedura posterior a
tiene un mayor número de subespecies -4 1 ella. En Pfeiffericoptis concreta
más la nominal-. Centralia bonachensis To rre 1 (Gundlach in Pfeiffer, 1863) de
y Barstch, 2008, de loma Bonachea, Villa Clara, Guanahacabibes, Pinar del Río,
es considerada una centralia pequeña pues la escultura axial es obsoleta.
apenas alcanza los 17 mm de alto, talla superada Dentro de la subfamilia
ampliamente por el resto. • Urocoptinae hay dos géneros
Hay una especie de urocóptido que llama que se destacan por el
la atención porque su concha es sinistrorsa, y elevado número de especies
curiosamente vive en la Ciudad de La Habana, que contienen: Cochlodinella
Pfeiffericoptis sinistra Torre y Bartsch, 2008. El Pilsbry y Vanatta, 1892.
género al que pertenece, Pfeiffericoptis Jaume y (39) y Liocallonia Pilsbry,
Torre, 1976, contiene además otras 12 especies, 1902, (33).

- 105
isla: Orienticoptis, con siete especies,
en el extremo orienta l de Cuba;
Coch/odinella sensu stricto, con 19
especies distribuidas en su m ayoría
po r las provincias de Sancti Spírit us
y Villa Clara, con represent antes
aislados en Camagüey,
Cienfuegos, l a Haba na e incl uso
en Pinar del Río, provincia de la
que son endém icos los otros
dos subgéneros, Ventricochlis,
con 12 especies y 8/aincoptis,
mo notípico, cuya única
especie Cochlodinella blainiana
(Gund lach in Pf eiffer, 1863) se
encu entra confi nada al entorno
del Pan de Guaja ibón; de allí ha
sido descrit a la subespecie
C. blainiana a urea, del Hat o de
Sagua, y se d ist ingue por tener las
costillas axiales huecas muy separadas
en relación a la nominal, donde est án m ás
apretadas y regularment e espaciadas. C.
blainiana es un bello urocópt ido de u nos 13 mm 11
de largo, con la concha pardo rojiza sobre la que
destacan sus cost illas axiales casi blancas, vive
203 . Coch/odinella saguaensis. l as coclodinelas son caracoles de en los paredo nes alto s del lado sudoeste del
204. Conchas de Liocallonia j aumei. t amaño pequeño o moderado cuya columela Guaja ibón, m icrolocalizada y co n una d iscreta
205. Concha de Cochlodinella es completamente lisa, sin ningún t ipo de densidad de población.
blainniana.
!amelas. El género ha sido d ividido en cuat ro l as liocalo nias se caract erizan por presentar
subgéneros, int rod ucidos por Jau m e y Torre en en la columela t res lamelas, de las cuales la m ayor
1972, que se dist ribuyen en t res regiones de la es la post erior y las ot ras dos son gradualm ent e
más pequeñas; además, la !amela ant erior p uede
exhibir dent ículos o espinas. Todas las especies
son exclu sivas de la provincia de Pinar del Río y las
co nchas va rían desde pupiformes a fusif orm es,
pasa ndo po r las cilindro-cónicas con una
escult ura ax ial que puede ser vest igial o tener
lamelas bien fo rm adas.
Para el caracol m ás pupif orme de todos,
Jau m e y Torre propusiero n en 1972 el subgénero
Jaumea, monot ípico, cuya especie Lioca/lonia
j aumei Torre y Bartsch, 2008, t iene dent ículos
en la lamela columelar anterior, al menos en las
primeras v ueltas de la concha. L. j aumei alcanza
los 13 mm de largo y se localiza al sur de Pico
Grande, en la sierra de San And rés.
urocóptidos

Entre las especies


cuya escultura axial no es
la melosa, sino formada
por finos y tenues hilos
bien espaciados, se
destaca Uocal/onia vincta
(Gundlach in Pfeiffer,
1863), especie t ipo del
género, cuya concha
ambarina y translúcida
deja ver el eje columelar
interior. L. vincta llega a
medir 20 mm de largo \
)
y se encuentra en los
paredones calcáreos del
extremo occidental del
Pan de Guaj a ibón. ~
~ 15
~

o En el género ••s
• •5
••~
~
ldiostemma Pilsbry y ~

o
~

o Vanatta, 1898, se ha
descrito el pulmonado
más reciente de Cuba: /diostemma alfredoi
Franke y Fernández, 2007, de la región holguinera
de Vaguajay, que eleva a cuatro el número
de especies de este género, endémico del
oriente cubano, caracterizado por las notables Otros géneros de urocoptinae son Nesocoptis 206. Concha de liocallonia víncta.
modificaciones que presenta en la columela, Pilsbry, 1898: Nodulia Jaume et Torre, 1972; 207. Concha de ldiostemma alfredoi.
tales como ganchos o espinas, y una concha con Planostemma Jaume et Torre, 1972; Pleurostemma 208. Nesocoptis pruinosa.
las primeras vueltas engrosadas, dando al ápice Pilsbry, 1941; Pycnoptychia Pilsbry etVanatta, 1898, 209. Nesocoptis handi.

un aspecto globuloso. y Sagracoptis Jau me et Torre, 1972. 210. Conchas de Nodulia nodulifera.
211. Planostemma miranda.
212 . Pleurostemma gemlnata.

213. Pleurostemma perplicata


yunquensls.
urocóptidos n n 1

l a principal característ ica de los urocóptidos


del género Tetrentodon rad ica en Ja columela,
donde exhiben una simple t orcedura, siendo las
conchas de las d ist intas especies variables, desde
largas y delgadas en unas hasta pequeñas y más
o menos rechonchas en otras. Estos caracoles se
distribuyen mayorit ariament e por las provin cias
occident ales y cent rales de Cu ba, l a Habana,
Matanzas y Villa Clara, aunque uno de sus
subgéneros Gravicoptis Jau me y Torre, 1976, con
tan sólo t res especies, es exclusivo de la provincia
de Camagüey: estos urocóptidos mant ienen las
primeras v ueltas de la concha en estado adult o,
cuyo ápice es bu lboso; de los t res gravicopt is
dest aca Tetrentodon gravidula Torre y Bartsch,
2008, porque la perif eria de las vuelt as de la 214.Concha de Pycnoptychia
concha es completam ent e nodulosa. humboltii.
215.Concha de Sagracoptis
En las especies de Tetrentodon apenas
consanguínea.
hay subespecies, sólo los t res gravicopt is que
acabamos de comentar las t ienen, además de
En Ja subfamilia Tetrentodontinae se insertan Tetrentodon gracil/ima (Poey, 1853) de la Habana,
tres géneros, dos de ellos muy ricos en especies: que carece de escu ltu ra ax ial en las vuelt as
Tetrentodon Pilsbry, 1903, con 75, y Torrecoptis m edias de la concha, donde no hay ningún
Bart sch, 1943, con 63- El tercero, Heterocoptis vestigio de ella.
Jaume y Torre, 1976, contiene 21 especies El gran impulso al inventario de las especies
- 17 descritas por Torre y Bartsch en 2008-, cubanas de Tetrentodon lo dieron Torre y Bartsch
distribuidas por Camagüey, Sancti Spírit us en 2008, año en el que describiero n 57 de las
y Villa Clara; sólo una especie, Heterocoptis 75 especies que contiene, el 76 % de ellas; las 18
whittumi (Clench, 1966), de escultura axial muy restant es (24 %) se dist ribuyen ent re 9 autores
desarrollada, habit a en Guaba iro, provincia de diferent es, ent re los que se destacan Poey y el
Cienfuegos. propio Torre con 4 especies descritas po r cada
l as especies de Heterocoptis se ca racterizan uno de ellos. Entre los urocópt idos descrit os por
por ser de tamaño pequeño, con la col u mela Don Carlos de la Torre en solit ario se encuent ra
provista de dos dientes a modo de la melas, Ja Tetrentodon portuondoi Torre, 1932, Ja especie
ant erior aserrada y la posterior lisa. l a escultura m ás antigua del subgénero Sca/aricoptis Jaume
de la concha es variable, y puede ayudar para y Torre, 1976, ca racterizado po r t ener fuertes
separar pares de especies parecidas. Por ejemplo, costillas axiales escalariformes h uecas, y otro
en Heterocoptis clava Torre y Bartsch, 2008, singular urocóptido, Tetrentodon al/eni (Torre in
las costillas son m ás o menos huecas, pero Pilsbry, 1929), de singular concha pequeña en
obsolet as en las últ imas v ueltas, mient ras que en forma de pagoda, con sut u ras prof u ndam ente
Heterocoptis cavicostata Torre y Bartsch, 2008, impresas y costillas axiales cu rvas; T. a/leni,
son también h uecas y bien marcadas en las endémico de la sierra de Anafe, es la ú nica
últ imas vuelta s. En otras com o Heterocoptis jovai especie del subgénero monot ípico Anafecoptis
Torre y Bartsch, 2008, la escult ura axial está bien Ja u me y Torre, 1976.
desarrollada y en la sutu ra f orma nódulos, que El t ercero de los géneros de la subfamilia,
faltan en Heterocoptis morenoi Torre y Bartsch, Torrecoptis Bartsch, 1943, presenta una lamela
2008, de concha similar. aserrada en la columela, com o principal

109
provincia de Cienfuegos -en el caso de T. atkinsi
se han encontrado en los alrededores de la ciudad
y el Jardín Botánico de Soledad-y dos especies
de la provincia de Holguín, Torrecoptis holguinensis
(Aguayo, 1934) de Loma Pichén. El Yaya l y San
Germán, y Torrecoptis bacu/um (Pilsbry, 1903) de
Sagua de Tá namo, un caracol de concha fusiforme

con las vueltas infladas - en las que apenas se


aprecia su débil escultura axial -y la última
desprendida en más de dos tercios de su longitud,
todo un bastón o cayado, como su nombre indica y
porqué no, un báculo de obispo.
Torrecoptis bacil/aris (Torre, 1912) es la especie
más extendida y de la q ue se han descrito
2 16.Tetrentedon rugeli. característica. Fue nombrado en honor del más subespecies: 8 además de la nominal. Se
2 17. Conchas de Torrecoptis cinerea. m alacólogo cubano Carlos de la Torre y Huerta encuentran en Camagüey, Sancti Spíritus y Ciego
y es casi tan num eroso en especies com o de Ávila. Sus conchas son de pequeño ta m año,
Tetrentodon con 64. Con una d istribución con las v ueltas no infladas y una escultu ra axial
geográfica parecida, aunq ue algo más oriental más o m enos m arcada según la subespecie.
- no se han encont rado torrecoptis en la Muchas especies hacen referencia en su
La Habana-y se dispersan por Camagüey, nombre a la importancia de las costillas de la
Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Villa Clara, concha com o carácter taxonómico: Torrecoptis
aunque algunas especies rompen estos lím it es: costellaris Torre y Bartsch, 2008, - con dos
Torrecoptis anafensis (Henderson, 1916) que, subespecies en la provincia de Villa Clara, una en
como su no m bre indica, habita en la sierra de Loma Murciélago y la otra en Loma Sin aloa, entre
Anafe, a caballo entre La Habana y Pinar del ot ros punt os-, es de concha delgada y bicolor,
Río; Torrecoptis atkinsi (Torre y Clench, 1930) y con las cost illas axiales gruesas y con espacios
Torrecoptis barbouri (Torre y Clench, 1930), han peq ueños ent re ellas; Torrecoptis paucicostata
sido recolectados en distintos puntos de la Torre y Bartsch, 2008, de Sagua la Grande, t iene

110
urocóptid o s n n 1

la escultura axial pobre, sesgada y muy abierta; de la espira. l a proporción entre la porción
Torrecoptis recticostata Torre y Bartsch, 2008, desprend ida de la concha y la longitud total
de Guainabo, Sanct i Spíritus, es de concha de ést a sirve de ayuda pa ra establecer una
blanca con escultura axial recta, bien fo rmada y clasificación art ificial de las especies a simple
espaciada, entre otros. vist a. Así, en 8rachypoel/a decipiens Torre y
Al igual que el género anterior, el gran Bartsch, 2008, la relación es 1/8; en B. e/ectrico/a
impulso al inventa rio de los torrecopt is cubanos Torre y Bartsch, 2008, B. decipiens Torre y Bartsch,
lo d ieron Torre y Bart sch en 2008 - describieron 2008, 8. lescal/eiTorre y Bartsch, 2008 y B.
46 de las 64 especies para un 71% del t otal -. e/ongatula Torre y Bart sch, 2008 es de 1/ 5; en B.
seguidos por el propio Torre con 8ent re 1912y1913- modica Torre y Bart sch, 2008, y 8. ramsdeni Torre,
EI género 8rachypode/la Beck, 1837, único 1914, es de 2/ 5; finalmente, en B. angulifera, que
de la subfamilia Brachypodellinae, cont iene comentamos al principio es de 1/ 3.
al menos 18 especies cubanas d istribu idas en Todas las braquipodelas se distribuyen por
t res subgéneros. Un a de ellas, 8rachypode//a Guantánamo sa lvo u na, Brachypoella tanamensis
emerita Spence, 1927, fue publicada en el Torre y Bartsch, 2008, de escultura axial muy
Journal of Conchology (18:36) siendo Cuba débil, q ue se encuentra en Sagua de Tánamo, 218. Torrecoptis mameyensis.
su localidad t ipo, sin más datos. De los tres
subgéneros, Brevipede/la Pilsbry, 1903, cont iene
una sola especie - la de más amp lia distribución
por todo el extremo orient al de Cuba-: 8.
angulifera (Gundlach in Pfeif fer, 1858). Est e
caracol, de apenas 11 m m, se caracteriza por
la peculiar escultura de la últ ima v uelta de la
concha, cuya porción desprend ida (1/3 de ella )
t iene una escult ura igual a la del resto de la
m isma. Ot ro subgénero con una sola especie es
Siphono/aemus Pilsbry. 1903, separado de Gyraxis
Pilsbry, 1903, porque la concha no está reducida
en la base. Este microca racol 8. {Siphono/aemus)
minuta (Gundlach in Pfeiff er, 1858) se loca liza en
Yateras, Guantánamo.
l as braq uipodelas son caracoles de conchas
pequeñ as, f usif orm es, o cilindro cón icas, más
o menos alargadas y con costillas axiales.
l as primeras vueltas no son bulbosas y la
últ ima puede ser ad nata, sol uta o enorme, y
anormalmente erecta y alargada: esta últ ima
porción puede tener la m isma escultura de
la espira o mostrarla m od ificada en f orma de
lame las.
l as especies del su bgénero Gyraxis Pilsbry,
1903, las más numerosas, t ienen la últ ima
vuelt a completamente desprendida y muy Holg uín. 8. baracoensis Torre y Bartsch, 2008,
larga, mient ras q ue la anterior es m uy pequeña de Silla de Báez, Ba racoa, se aparta del patrón
y de tamaño reducido en comparación con las q ue hemos descrito en el género, tiene la últ ima
demás; por otra parte, la escult ura de la pa rte vuelta no desprendida y con aspecto redondeado
desprend ida siempre es d iferente a la del resto y un a fuerte escultura axial.

111
Pineria es endemico de la Isla de la Juventud
y sus dos especies P. beathiana Poey, 1854, y P.
terebra Poey, 1854 se distribuyen por las sierras
de Caballos y de Las Casas, respectivamente;
sus conchas son muy singulares y su aspecto de
tornillo queda reflejado por el nombre del genero.
Su tamaño es pequeño-unos 6 mm- con las
vueltas estranguladas y las suturas apretadas.
Johaniceramus, genero monotípico,
está consid erado como una t ransición entre
Microcramus y Macroceramus, pues comparte
caracteres de uno y otro. Su única especie,
Johaniceramus longus (Hend erson, 19 15) se
loca liza en la sierra de Cu bitas, Camagüey:
sus cuatro subespecies, incluida la no minal,
muestran una gran va riabilidad en las conchas
que pueden ser pequeñas o g randes, cilindro
La subf am ilia Microceraminae, cónicas o ala rgadas. con escultu ra axial fina o
(Microceraminae + Macroceraminae + gruesa, lo que nos lleva al inicio del texto de
Johaniceramina e) es una de las subfamilias esta famil ia, cuando planteamos la necesidad de
de caracoles terrestres cubanos que precisa profundizar en su estudio.
de un gran esfuerzo de actualización de Las cuatro especies de Spiroceramus se
su inventario, al estar la mayor parte de distribuyen por Camagüey y Holguín. Sus conchas
sus especies pobremente descritas y mal son características: delicadas, cilíndricas, con
ilustradas. Sus generos mas ricos en especies una escultura formada por estrías axiales finas
son Microceramus Pilsbry y Vanatta, 1898 con y oblicuas. Las vueltas son estrechas y la espira
66 y Macroceramus Guilding. 1928, con 40; los aguda con el ápice no caedizo. Spiroceramus
restantes generos son Spiroceramus Pilsbry pilsbryi Clench, es la de mayor tamaño con 16
y Vanatta, 1898, con 4 especies, Pineria Poey, mm y su concha es de color cuerno con manchas
219. Macroceramus jeanneret1. 1854 , con dos y Johaniceramus Jau me y Torre, blancas, y de 13 a 14 vueltas de espira.
220. Macroceramus clerchi. 1976, monotípico. El genero Macroceramus, con 40 especies,
es el segundo más rico de la f ami lia; estos
caracoles arborícolas o fitófilos, por lo general, se
distribuyen en su mayor parte por las provincias
del oriente de la Isla, Santiago de Cuba y
Guantánamo: sólo Macroceramus canimarensis
(Pfeiffer, 1839) t iene un a distribución amplia,
desde o riente hasta la provincia de Ciudad de La

•• Habana. Suelen encont rarse en sit ios soleados y


secos, cercanos al mar, asociados a la vegetación
de regiones áridas como es la costa sur de
Guantánamo y Santiago de Cuba, o en un hábitat
tan diferente como es el refugio que ofrece la
vegetación de las montañas más altas de la Isla.
Todas los macroceramus son de tamaño pequeño
o moderado, hasta el punto que las mayores
especies no alcanzan los 20 mm; sus conchas son
cónicas o cilindro cónicas, puntiagudas, enteras
o ligeramente truncadas, con el peristoma casi
siempre discontinuo y de coloración blanquecina
con dibujos pardos o de otro color. Algunas
especies parecen pequeños ligus debido a sus
colores vistosos y llamativos.
A Gundlach, con 9 especies descritas, y a
Pfeiffer, con 7, se les debe un gran esfuerzo en el
inventario de los macroceramus cubanos pues
entre los dos autores describieron el 40 % de sus
especies.
Aunque de tamaño más pequeño y que necesitan de una profunda revisión para 221. Concha de Microceramus /atus.
menos coloreadas, las 66 especies cubanas de establecer su estado taxonómico. 222. Macroceramus pictus.
Microceramus son muy parecidas a las del género Al contrario de lo que sucedía con los 223. Macroceramus para/el/us.

anterior. La mejor manera de diferenciarlas macroceramus, los microceramus no gustan de


es examinando las primeras vueltas de la la vegetación, sino que buscan el abrigo de las PÁGINAS SIGUIENTES

concha : los microceramus tienen costillas y los piedras como verdaderos urocóptidos. 224. Yateras, Guantánamo.

macroceramus no, además la espira es entera y


sus primeras vueltas no se desprenden en estado
adulto.
La mayoría de los microceramus
se encuentran en Pinar del Río,
extremo occidental de la Isla,
pero existen representantes en
el centro y en el oriente. Así,
Microceramus perconicus
Pilsbry y M . turricu/a (Pfeiffer,
1839) se encuentran en La
Habana; M. palenquensis
(Gundlach in Pfeiffer,
1863), en Matanzas,
M. sanctiespiritensis
Pilsbry, 1913, en Sancti
Spíritus, M. orienta/is
<
-
o•
Aguayo, 1935, en
> Holguín... pero en
~
o
••
o!)
muchos casos son
especies con
" descripciones
incompletas y
mal ilustradas

113

-.
• depredadoras
de otros caracoles

unque la gran mayoría de los moluscos t errestres son herbívoros o


,,,_,.,, detritófagos, comedores de plantas, líquenes, hongos y de materia
vegetal en descomposición, la familia Oleacinidae reúne a un curioso grupo
de pu lmonados terrestres carnívoros, especializados en alimentarse
de otros caracoles, por lo general de m enor ta lla que ellos o de los
juveniles de las especies mayores. Para ello disponen de una rádula
muy especializada, con un diente cent ral estrecho y muy pequeño en
relació n a los d ientes laterales externos que son aciculares; carecen,
además, de la mandíb ula de las especies herbívoras. Su nombre deriva
del latín o/easeus, referente a la aceit una o al aceite, por el aspecto
oleoso que presentan m uchas de sus conchas, frecuentemente de
color ambarino. castaño amarillent o o verdoso cl aro y algo tra nslúcido,
de forma prolongada, de tamaño m ás bien pequeño o m ed iano e
imperforadas. La abertura es relat ivament e pequeña o alargada y
estrecha, con el peristoma simple y cortante, y la col u mela truncada o
sinuosa en el extremo anterior. las oleacinas poseen una característica
en su sistema nervioso, única en los pulmonados, que las sitúa en lo más
alto de su escala evolutiva: los ganglios cerebroides se han fusionado 225. Recto/eacina cubensis.
formando un nódulo redondeado unido a los ganglios del pie mediante 226. Concha de Oleacina
conectivos muy largos. straminea.

117

Por lo general
se les encuent ra en lugares
húmedos, allí donde abundan otras especies
de caracoles de los cuales se alimentan, como Este último grupo
son los paredones calcáreos, la hojarasca del ha desarrollado dos
227. Oleacina straminea,
. .
suelo y debajo de las pied ras. Durant e los días curiosos mecanism os
depredando un urocóptido.
húmedos de la t emporada de lluv ia es frecuente def ensivos conductuales para evitar a est os
228. Rectoleacina cubensis,
depredando a 8/aesospira echinus. observar oleacinas desplazándose activamente depredadores: colgarse de un hilo de mucus

229. Rectoleacina cubensis,


en busca de presas y depredar otros caracoles cuando perm anecen en reposo, con lo cual evitan
depredando un anulárido. como las proserpinas y annu láridos jóvenes. el contacto directo con sus posibles victimarios, y
dejarse caer de los fara llones calcáreos cuando se
sienten amenazados por la presencia cercana de
una oleacina u otro depredador.
La familia de las o leacinas está representada
en Cuba por unas 40 especies y alg unas
subespecies más, ordenadas en cinco géneros:
O/eacina Roding, 1798, Rectoleacina Pilsbry, 1907,
Varice/la pfeif f er, 1856, Glandine/la Pfeiffer, 1879 y
Melaniel/a Pfeif fer. 1857.
Rectoleacina, endémico de Cuba, se
caracteriza por tener una concha f usiforme
ala rgada, lust rosa, de coloración m ás o menos
ambarina, con la espira ex tendida y la columela
convexa en su parte media y espi ral mente torcida
en su extrem o anterior. La concha está recubierta
po r un fino periostraco laminar, con líneas o
bandas de color impresas, a veces poco definidas.
La s t res especies de este género habitan en
la porción occidental de Cuba: R. cubensis
{D'O rbig ny, 1842) de la sierra de los Órganos,
Pinar del Río, de unos 25 a 50 mm de largo, con
finas estrías longitud inales en la concha y con
fajas pardas axiales periostracales; R. episcopalis
(Morelet. 1849 ) de la sierra de Rangel y el Pan
de Guajaibón, Pinar del Río, de 20 a 25 mm de
largo, se caracteriza por su concha axialment e
acostillada ; y R. sutura/is (Pfeif fer. 1839) de
10 a 11 mm de largo y con una banda sut ural
parda, habita m ás al este que las otras dos, en
varias localidades de las provincias La Habana y
Matanzas.

118

.,
.. -
230. Rectoleacina cubensis. s•
o•
231. Concha de Recto/eacina ~
cubensls. sz
232. Concha de Rectoacina
eplscopa//s.


E
o
•~
i
"o
120
oleac in as ca rnívoras

O/eacina oleacea Férrusac, de amplia distribución


en toda Cuba, y Oleacina solidula (Pfeiffer, 1840).
de unos 16 mm de largo y aspecto algo robusto
para el género, que también se ha reportado para
las Bahamas. Algunas especies son particulares
de determinadas localidades, como Oleacina
saturata (Gundlach, 1857), de unos 11 mm de
largo y procedente de Los Colorados, Cabo Cruz.
provincia Granma, y Oleacina sici/is Morelet, 1849,
de unos i o mm de largo y concha axial mente
acostillada, endémica del Pan de Guajaibón,
Pin ar del Río. El nombre de Oleacinafollicularis
(Morelet, 1849), descrita de la isla de la Juvent ud,
se considera sinónimo de Oleacina solidula.
Ubicados en la subfamilia Varicellinae, para 233. Rectoacina sutura/is.
separarlos de las oleacinas verdaderas (subf amilia 234. O/eacina straminea.
Oleacininae) a la cual pertenecen los dos géneros
anteriormente señalados, los tres géneros
restantes representados en Cuba poseen conchas
algo diferentes y con escultura marcada.
El primero de ellos, Varice/la, se caracteriza
por su concha oblonga o turriculada, a veces con
várices espaciadas y bien diferenciadas de los
otros tipos de escultura axial. Agrupa 5 especies
cubanas, de las cuales sólo Varice/la gundlachi
(Pfeiffer, 1866) es de la región central, de Letrán y
Sitio Quemado, en Trinidad, Sancti Spiritus.
Alcanza los 15 mm de largo, muestra
várices axiales indistintas, la
sutura es crenulada y el labio
<
iO
o
ex terno redondeado.
>
~ Las cuatro especies
'f
rest antes son
o rientales: Varice/la
Oleacina, bien representado en número de trinitaria (Gundlach in
especies en Cuba y en La Españo la, t iene conchas Poey, 1858), la mayor
con un aspecto sim ilar a las rectoleacinas del género en Cuba con
pero con la espira más bien corta, la columela 26 mm d e largo. Su
cóncava en su porción media y t runcada, no concha está esculpida
torcida, en su extremo anterior y sin las f ajas irregularmente con
pardas periostracales. De Cuba se han descrito estrías transversales
unas 25 especies o formas de este género que impresas y
en algunos casos son casi inseparables de otras marcada con fajas
ya establecidas, por lo que resulta prudente axiales oscuras.
considerar sólo 18 especies bien definidas. Se ha colectado
Sobresalen Oleacina straminea (Deshayes, 1819), en Trinidad de
de 35 a 38 mm de largo, conocida también como Yateras, Yunque de
235. Oleacina cyanozaria. Baracoa y Sagua de Tána mo, en las provincias de
236. Concha de O/eacina silícea. Guantánam o y Holguín . Varice/la elata (Gundlach
237. Concha de O/eacina solidu/a. in Pfeif fer, 1857) es la m ás peq ueña con sólo 8
m m de largo; la concha es f usiform e, m arcada
por estrías capiliformes y ostenta un lustre céreo,
procede de Colo rados de Cabo Cruz, provincia
Granma. Varice/la multilineata Pilsbry, de unos 18
m m de largo y con escult ura axial bien marcada,
fue colectada en el antiguo central M iranda,
provincia Santiago de Cuba.
Finalmente, Varice/Ja swiftiana
Pilsb ry, encontrada también en
el extremo orienta l de Cuba,
crece hasta Jos 20 m m de largo
y es similar a Varice/Ja trinitaria,
pero con los su reos axiales muy cost illas axiales elevadas, más estrechas que los
espaciados. espacios intercostales; Ja colu m ela es arqueada
Con representantes en o recta y en ocasiones t runcada basal mente.
las Ant illas Mayores y en el De Cuba se han señalado unas 12 especies, con
sur de La Florida, los caracoles un t amaño más bien pequeño, comprendido
del género Melanie/la se ent re 6y 12 mm de largo. Me/anie/la acuticostata
caracterizan por t ener una (D'O rbig ny, 184 2), escult urada por costillas
concha muy delgada, adornada axiales primarias, q ue forman espinas estrechas
por várices sigmoidales bajas y y sa lientes hacia el ho m bro de cada vuelta,

122
oleacinas carnívoras

Baracoa y en Monte Toro, Guantánamo, y es la


más oriental del género, mientras que M elaniella
pichardi (Arango, 1862), de color rojizo y con
costilla s simples y sin espinas, procedente de la
sierra de Guane, ocupa el extremo occidenta l.
También hay especies de la región central de
Cuba, como Melaniel/a fuentesi Aguayo y Jaume,
1954, de Cabeza del Muerto, sierra de Trinidad,
provincia Cienfuegos; Melaniella camagueyana
Aguayo y Jau me. 1954 , de la sierra de Najasa y
otra s localidades de la provincia de Camagüey, y
Melaniella tuberculata Gundlach in Poey, 1858, de

procede del Pan de Guajaibón, Rangel y otras 238. O/eacina solidula.


loca lidades de la sierra de los Órga nos. Pinar del 239. Concha de Melanie/la
acuticostata
Río. Su subes pecie M. acuticosta ta horrida Pilsbry,
240. Concha de Pseudobulina ex/lis.
que se diferencia de la forma t ípica por tener las
espinas más grandes. infladas y huecas, habita
en las provincias de La Habana y Matanzas,
siendo común en lugares como las Escaleras de
Jaruco. También de las provincias de La Habana y
Matanzas es Melaniella gracillima (Pfeiffer, 1839)
con una subespecie, M. gracillima pinensis Aguayo
y Jaume, 1954, descrita para Punta del Este, Isla
de la Juvent ud; Melaniella scalarina (Gundlach in
Pfeiffer, 1866), con 8 vueltas de espira y la últ ima
con 14 costillas baj as. habita en el Yunque de

123
Buenavista en Bayamo, lom a
del Gat o en Sant iago de Cuba
y otros loca lidades del oriente
de la Isla.
El género Glandinella es
monotípico y endémico, con
1
una sola especie conocida,
'
' Glandinel/a poeyana (Pfeiffer,
1854), de la sierra de l as
Casas, Isla de la Juventud . Su
concha es imperforada con
ocho vueltas esculpidas con
cost illitas axiales espaciadas y
várices oscuras.
Cercanas a las oleacinas
.
-y carnivoros como
ellas- son los m iembros
de la familia Spiraxidae,
representada en Cu ba por 3
géneros y 5 especies. Spiraxis
C. B. Adams, 1850, de concha
t urriculada u oval alargada,
bien representado en México,
Cent roam érica y las Ant illas,
tiene u na sola especie
reg istrada pa ra Cuba, Spiraxis
moreletianus Pfeif fer, 1866, de
Banao, Trinidad, Sancti Spíritus,
la cual pertenece al subgén ero
Biangulaxis Pilsbry, 1907, que se
caract eriza por tener la concha
con la columela recta, más o
menos t runcada en la base y un
2 4 1 . Oleacina cyanozaria. pliegue oblicuo superpuesto.
242. Rhabdogulella bicolor, En el género Volutaxis Strebel
especie introd ucida.
y Pfeiffer, 1882, la concha es
t urriculada, con las vueltas
cort as y la col u m ela simple
y no t runcada. l a única
especie cubana, Volutaxis
melanie/loides (Gundlach
in Pfeiffer, 1858), ha sido
colectada en palos podridos
cubiert os de m usgo en Brazo
del Cauto y otras localidades
de la antigua provincia de
Oriente y en l a Habana. Y en el

124
oleacinas ca rnívoras e a

género Pseudosubulina St rebel 243. Cópula de O/eacina cyanozaria.


y Pfeiffer, 1882, la concha es de
t amaño pequeño, de apenas
5 mm de largo, turriculada y
m uy delgada, adornada po r
débiles cost illit as axiales poco
prom inent es, con la columela
generalmente truncada en la
base. Contiene t res especies
cubanas: Pseudosubulina exilis
(Pfeiffer, 1839) con la abertura
subova 1 y el labio externo
sim ple y cortante, el labio
parieto-columelar es cóncavo,
con la columela t runcada en
su porción anterior y el color
de la concha es blanco sucio,
t ranslúcido; se ha colectado
en las provincias de La Habana
y Matanzas. Pseudosubulina
michaudiana (D'Orbigny, i842)
es considerada un morfo de la
ant erior, algo más acost illada y
procede del Pan de Guajaibón,
Rangel y sierra de la Güira,
en Pinar del Río. Por últ imo,
Pseudosubulina iridescens
Ramsden y Torre, habita en el
ext remo orienta l de Cuba.
Otro mo lusco carn ívoro
es Rhabdogulel/a bicolor
(Hutt on, 1834), de la familia
Strept axidae, especie exótica
de origen posiblemente
asiático, de ta m año muy
pequeño (unos 5 mm de
largo), de concha cilíndrica
con la abertura provista de
láminas robustas, de colo r
ama rillento t ransparent e, a
t ravés de la cual se pueden ve r
las partes blandas del animal,
que son de color rojo vivo. Se
encuentra en varias loca lidades
de Cuba, por lo general en los
jardines, patios y otros sit ios
ant ropizados

125
1



• •
el caracol
nacional

e 1archipiélago cubano constituye un conjunto heterogéneo de patrones geomorfológicos y


biológicos que han condicionado un escenario natural bien diferenciado del resto de las Antillas
y del continente americano. Cuba es, ante todo, un contexto histórico, al que la naturaleza ha servido de
soporte para la formación y mantenimiento de su nacionalidad a través del tiempo.
Innumerables accidentes geográficos, elementos del paisaje, de la flora y de la fauna representan,
por sí mismos, a Cuba y a lo cubano. El Valle de Viña les, la playa de Varadero, el Yunque de Baracoa y
las terrazas de M aisí, son sólo algunos ejemplos de la fuerza, belleza y originalidad de nuestro entorno
territorial. Añádase la palm a real, elemento nat ural emblemático refl ejado en nuestro escudo nacional,
y el Toco roro, ave endém ica que en su vistoso t raje de plumas ostenta los colores de la bandera cubana,
entre muchos otros. Sin embargo, ese bello caracol terrestre que es la polímita (Potymita picta [Born,
1780]) es también un digno representa nte de nuestra cuba nía y clasifica más que merecidamente como
"Caracol Nacional".
Poli mita es endémico exclusivo del extremo oriental de la Isla; su nombre, de origen griego,
significa "con muchas rayas", y es que sus conchas exhiben la más variada gama y patrones de color, 244. Polymita picta nigrolimbata.
no igualada por ningún otro animal en el mundo, sépase que el número de combinaciones cromát icas 245. Polymita picta io/imbata.
encontradas en Polymita picta supera el millar. Es tal el derroche de vivos colores que adornan las
conchas de esta singular especie, en claro contraste con el tono grisáceo e incluso negro del cuerpo, que
al principio de darse a conocer. hubo quien llegó a pensar que su policromía era el producto de algún
acalorado pintor, embriagado por la luz y la naturaleza del trópico, y lo llamaron "el caracol pintado".

127
La poli m ita es la especie cubana más
• difundida y conocida en todo el mundo. Su
imagen aparece en los más diversos soportes:
innumerables publicaciones, sellos de correos.
tarj etas post ales y monedas. Ha sido ut ilizada
como emblema de firmas come rciales y
constit uye el o rg ullo de los pobladores de los
mun icip ios de Baracoa y Maisí, en la orienta l

·- - provincia de Guantá namo, de donde es exclusiva.

MEMORIAS
-··
OfSPIN'OSA YOR JEA

lll

--
··--
Fue el Barón
lgnaz von Born
quien, en 1780 y a • 1
._,..... f
parti r del estud io

--
---- .
--~ de los ejemplares
de la colección
de la Emperatriz

-:s•
o
$
María Teresa de
Austria publicada

246. Figuras origi nales de Polymita o

picta (ñgs. 1162-1165). .,•


~
en el mo numental
libro Musei
247. Cubiert a del libro de Mi lera "
Caeasari Vindobonensis, describiera a Potymita
y Martínez (1987).
248. Cubierta del libro picta, aunque como procedente de Italia pues
de Alan Solem (1974) . era ya t an importante el comercio de caracoles •
249. Cubierta de la obra de Carlos para las colecciones de la nobleza de la época que
de la Torre (1950).
con frecuencia se ment ía sobre su origen para
250. Cubierta del libro de Silva Lee
defender la exclusiv idad de las piezas. por lo que
(1996) .
251. Lámina 3 de la obra de Carlos
no debe sorprender que ta mbié n se le conociera
ll
de la Torre (1950). como caracol de la China. •
"
128
Debemos aclarar que además de Polymita
picta, el género Polymita contiene otras cinco
especies, también endémicas de Cuba y todas de
singular belleza y policromía, aunque ninguna
iguala a nuestro Caracol Nacional en su armonía plantas superiores, sino de los líquenes y hongos 252-254. Polymita picta
que crecen sobre los troncos, ramas y hojas de roseolimbata.
y variabil idad cromática.
255-256. Potymita picta io/imbata.
La polímita es un pulmonado terrestre de éstas. Esta labor es muy beneficiosas para la
hábitos arborícolas. que vive en las más diversas vegetación pues limpian su superficie de la flora
plantas, desde las modestas greñas del monte, epifita, muchas veces perjudicial. como es el caso
hasta los majestuosos jagüeyes y palmas. incluida de la costra negra del hongo fumagina que cubre
la vegetación introducida como el café y los las hojas y gajos jóvenes de las matas de café, y
cocoteros. Aunque es herbívora, no se alimenta que impide o limita los procesos fotosintéticos.
directamente de las Por tanto, aunque la lista de las plantas donde
se pueden encontrar a las polímitas es extensa,
ellas no representan más que el sustrato donde
estos moluscos van a ramonear y roer con
su mandíbula y sus rádulas la microflora
del lugar. Allí pasan toda su vida, muchas
veces sobre una misma planta, si es más o
menos grande y apropiada, o en el entorno
de un pequeño territorio de la enmarañada
vegetación del monte.

129
realizan en el suelo -en pequeños huecos en
la t ierra o ent re la hojarasca- , al pie de la m ata
donde vive el anim al. Las pequeñas polímitas de
apena s 2 o 3 mm de tama ño no parecen hijas
del caracol pintado; son casi indistinguibles,
translúcidas y des pigmentadas; nacen ent re
los 11 y15 días posteriores a la puesta e
inmediatament e ascienden por el t ronco de una
planta en busca de alimento para iniciar su breve
existencia arborícola.
En su prim era etapa de vida, el crecimiento
de la polim ita es relat ivamente rápido y ya para
257. Polymita picta fuscolimbata. La poi im ita t iene un ciclo de vida diciembre se hacen m ás conspicuas, con un os
cópula. aproximadamente anual. La cópula, que se realiza 6 a 8 mm de largo y la concha coloreada. En
258. Polymíta pícta iolimbata.
de forma cruzada ent re dos individuos quedando dependencia del comportamiento de las lluvias,
desovando.
ambos fecundados, ocurre preferent emente el periodo de incorporació n de nuevos caracoles
ent re septiembre y noviembre, y coincide con a la población (reclutamiento) se puede extender
el inicio de la época de lluvias en la región más hasta marzo o abril, aunque ocurre con mayor
o riental de Cuba. Unos 16 días despu és t iene intensidad en diciembre.
lugar la puesta de los huevos (ovoposición) que Tant o la densidad de la població n - número
de individuos por metro cuadrado-, como
el tamaño promed io de sus componentes
varían durante tod o el año, en dependencia del
reclut amient o, el crecimiento y la mortalidad.
Se han señalado t res periodos importantes en el
ciclo de vida de las pob laciones de poi im itas:
1. De diciembre a febrero: la población está
formada por caracoles adultos y juveniles. El
tamaño es muy variable y la densidad t iende a
increm entarse por el reclutam iento.
2. De abril a junio: solam ente con juveniles. El
tamaño prom ed io de los ca racoles es pequeño y la
densidad de la población alcanza su va lor má ximo.
3- De j unio a septiembre: solamente se
observan ad ult os y subadu ltos. El tamaño
promed io de los caracoles alcanza su va lor
má ximo, pero la densidad de la población es la
más baja debido mortalidad natural que ocurre,
la más alta de t odo el ciclo, y que es superior al 50
% de la población en t odos los meses del año).
Este últ imo periodo es el más crít ico, ya que
en él quedan relat ivamente pocos individuos
adultos con capacidad d e reprod ucirse y
garantizar la supervivencia de las poblaciones.
Sin embargo, es la época donde se rea lizan las
mayores colectas de caracoles, pues han crecido
y son m ás vistosos y llamativos. El daño que esas

130
la polimita '

colectas masivas e ind iscriminadas provocan enf ermedades, parásitos y a la senescencia o


en las poblacio nes de polimit as es enorme y vejez de los indiv iduos.
ponen en serio peligro de ext inción a m uchas Realmente no se conocen con precisión t odos
de ellas y, por tanto, a la especie. Est e periodo, los factores que ca usan la mortalidad nat ural en
además, coincide con la mad uración y recogida las polim it as, sobre todo durante sus primeros
del café, donde participan t rabajadores agrícolas estadios de vida cuando la combinación de
y algunos miles de est udiant es quienes, además algunos valores de los parámetros am bientales 259. La venta de conchas de
del café, van recogiendo los ca racoles q ue se -como la humedad, la temperatura y la radiación polimitas forma parte de la
economía popular histórica de
encuentran en las matas, desconociendo que la solar-. pudieran result ar adversos a los pequeños Baracoa y pueblos vecinos.
gran m ayoría aún no se han reproducido, y por caracoles. Durante est a etapa tampoco se t ienen 2 60. El Guareao (Aramus
lo t ant o esa población no t iene garant izada su identificados todos los posibles depredadores y guarauna). depredador natural
de polímitas.
continuidad en el tiempo. pa rásitos, lo que se ve dificultado por el tamaño
El Arriero (Saurothera
2 61.
Aunque la mortalidad natural de la polim ita muy pequeño de los caracoles y la posibilidad de merlini), depredador natural de
es alta, com o hemos mencionado, esto no parece ser comidos enteros incluyendo su débil concha . poli mitas.
ser un fact or determinante para la supervivencia
de la especie. En poblaciones que han sido
protegidas tempora lmente de las colectas
humanas y de la degradación del hábitat, en
particular de la chapea y de la quema, se ha
observado una clara tendencia a la recuperació n
y al a u mento de la densidad poblaciona 1, aún
cua ndo la mortalidad natural en esas poblaciones
alcanzó el 53 % mensual.
Las colectas masivas de caracoles sí t ienen
un efecto negat ivo ad iciona l. Al disminuir el
tamaño de las pob laciones, sus enemigos y
depredadores natura les -q ue no han sido
af ect ados-
eJe rcen un a
.,
mayor pres1on
sobre el Entre los depredadores m ás conocidos
segmento se dest acan algunas aves m uy carism áticas
remanente de de la fauna cubana. El Gavilán Caguarero
poli mit as, y se (Chondrohierax wi/sonii), rapaz endém ica
rompe ent onces especializada en comer caracoles, cuya concha
el equilibrio rompe y extrae el cuerpo del animal con su
natural que robusto pico. Aún existen poblacio nes de est a
impide q ue ave muy red ucidas, confinadas a la región
esos depredadores constit uyan una amenaza m ontañosa entre Moa y Ba racoa, debido a
potencial para la especie. la degradación de los hábitats naturales y la
En estudios basados en las conchas de disminución de las poblaciones de polím itas, su
ej emplares adultos muertos, se encontró principal fuente de alimento en esa zona . Ot ras
que el 71.s % presentaban roturas atri bu ibles aves important es son el Gavilán Caracolero
a depredadores como aves y roedores, y el (Rosthramus sociabi/is), el Arriero (Saurothera
28,5 % estaban totalmente intactas. En este merlini) y el Guareao (Aramus guarauna) q ue
últ imo caso las causas de la m ortalidad, sin t raga los caracoles enteros. Otros depredadores
estar det erminadas, bien pud ieran deberse a son el ratón de campo (Rattus rattus) y el

131
262. Polymita picta roseo/imboto. guayabito (Mus muscu/us). Tampoco se descarta n Las poi im itas habitan desde la vegetación
263. Polymito picta fuscolimboto. algunas especies de rept iles. principalmente los xerofítica costera hasta los bosques más
chipojos del género Chamaeleo/is, arácn idos del húm edos y los cafetales de la región.
género Mastigoproctus y el posible parasit ismo Durante las horas más cálidas y secas del d ía
por larvas de moscas de la familia Sarcophagidae. permanecen inactivas. pegadas a t roncos, gajos o
preferent emente resguardadas en el envés de las
hojas. Al aumentar la h umedad rel ativa, ya sea
por la ocurrencia de lluvias o po r la llegada de la
noche, sa len de su aparente letargo y se mueven
en busca de alimento.
De Polymita picta se han descrito las
siguiente 5 subespecies. variedades o razas
geográficas. según caracteres morfológicos
diferenciales entre ellas. como el color y la forma
de la línea o banda subsutural. y de la mancha
columelar.
Polymita picta picta (Born,
1780). Es la subespecie nominal.
Se caracteriza por presentar la
banda subsutural y la mancha
columelar oscura e interrumpida,
y vuelta a comenzar en cada
línea de crecimiento. El animal
es granuloso y de color claro.
Las conchas generalmente
son amari llas, pardas o rojas, con una línea
periférica blanca, a veces bordeada de negro y
raras veces de rojo; algunas pueden tener puntos

Polymita picta iolimbata Torre, 1950. Es de 264. Polymita picta nigrolimbata.


mayor tamaño y sus conchas muest ran colores 265-266. Polymita picta
iolimbata.
más vivos que la anterior; la banda subsutural
267. Polymita picta
y la mancha columelar son continuas, de color
roseolimbata.
yodado que puede ser casi negro; el interior
de la concha puede ser vio leta pálido. El
anim al generalment e es gris oscuro.
aunque en ocasion es puede ser
claro. Se d istribuye po r la M esa
negros diseminados. otras múlt iples bandas de Ovando hasta La Pata na y El
espirales para lelas, mientras que otras t ienen Quemado, por las terrazas altas
la mitad superior oscura y la inferior clara o son del sur del municipio M aisí, en
completamente oscuras. Se distribuye desde zonas semidesérticas y de bajas
Cajobabo hasta Pu nta de Caleta, por la costa precipitaciones.
sur de Guantánamo, encontrándose desde la
vegetación costera semidesértica. formada por
espinos y tunas, práct icamente intransitable a
no ser por los trillos de las chivas, hasta el monte
húmedo tropical de los farallones d el río Jauco.
Polymita picta fuscolimbata Torre, 1950. Farola, La Bajada, Jojó, Veguitas, Nagua raje, Playa
Presenta la mancha columelar y las líneas Blanca, Punta de Piedras. y de Bahía de Taco hasta
subsutural y de crecimiento pardas o de aspecto Cañete, entre otras.
córneo, más o menos oscuras y esfumadas, Polymita picta nigrolimbata Torre, 1950.
268. Polymito picta fuscolimbata. no definidas. Las conchas pueden ser muy La banda subsutural y la mancha columelar
269. Polymita picta nigrolimbata. coloreadas, blancas, amarillas. amarillo rojizas, son negras, continuas y bien definidas, no
pardas, verdosas y hasta gris azuladas, con interrumpidas ni esfumadas. El animal es negro
tonalidades crema más o menos oscuro, morado y las conchas pueden ser blancas, amari llas,
cla ro y distintos tonos de castaño, algunas pardas o rojas, frecuentemente adornadas por
t ienen líneas espirales finas y otras llegan a líneas o anchas bandas espirales negras, lo que
ser mult i rayadas. El animal es de colo r claro. les confiere una especial belleza. Esta subespecie
Se distribuye al sur y suroeste de la ciudad de se d istribuye al este de la ciudad de Baracoa,
Baracoa, en localidades tan conocidas como El desde la bahía de Boma hasta la desembocadu ra
Yunque, Duaba,Cayo del río Yu murí y Sa bana. En la terraza coste ra de
~"""'~ Güín, Mesa de Vara, M aj ayara, Güiniao y Guandao, y tam bién
Báez, La en Yumurí y Sabana, donde los individuos son
de menor tamaño que en Ma ta, Manglito y
Barigua. Una variedad m uy notable por los
curi osos dibujos que presenta la concha,
semejantes a relámpagos, f ue nombrada por
Don Carlos de la Torre " fulminata" {del latín
fulminata, relativo o pert eneciente al rayo), se
puede encontrar en las poblaciones de Barigua
y Mandinga. Estos dibujos están impresos en la
capa interna de la concha.
Polymita picta roseolimbata Torre, 1950. La
banda subsut ural y la mancha columelar son de
color rosado, a veces fuerte y otras más tenue o
sustituido por blanco. Al igual que la subespecie
ant erior, el anima 1 es negro y las conchas
m uestran la variabilidad de colores y patrones
cro mát icos, ca racterísticos de la especie. Se
dist ribuye por la vertiente nort e del extremo
orient al de Cuba, desde Yu murí y Sabana hasta la
Punta de Maisí, en la vegetación cost era y en los
exuberant es cafeta les de toda esa región.
La poli mit a, Caraco l Nacional y una de las
especies más carismáticas de la fauna cubana y
m undial, se encuentra en peligro de extinción. A
pesar del largo tiempo que llevan protegidas por
las leyes (la primera norma se dictó en 1959 y en
1997 f ueron declaradas especies de prot ecció n
prioritaria), cada vez se ven más diezmadas sus la famosa " fruta proh ibida". Ig ualmente ocurre 270-271. Polymita picta
poblaciones y reducidos y fragm entados sus con la conse rvación de los recursos naturales, roseolimbata.
hábitat s naturales. La realidad es que "algo" 272. Actividad de Educación
que creemos ampara r solamente mediante leyes
Ambiental, Parq ue Alejandro de
está fallando, y por ello no han sido efectivas las y medidas impos it ivas, sin analizar las causas Humboldt.
medidas de protección propuestas. económ icas y sociales que generan aptit udes
De la Biblia, uno de los libros más ant iguos humanas negativas contra la flora y la fauna y el
que existen, reci bimos una buena enseñanza : medio ambiente en general.
proh ibir no es una m anera ef ectiva pa ra proteger
y evitar. Recordemos a Adán y a Eva, el Paraíso y

135
Se pu diera considerar que la Ed ucación de nuestra población dependen de ella para
Ambient al ha sido insuficie nte para resalta r resolver sus más elem ent ales necesidades vit ales.
la importancia y la necesidad de proteger las Desde que nacen están en contacto directo con
poi imitas. Aunque se ha avanzado al respect o, su entorno natural y conocen com o nad ie sus
se debe incrementa r el esfuerzo educador, características y secretos más íntim os.
aprovechando todas las pot encialidades con Si eso es así, ent onces, ¿por q ué no
que cuenta una sociedad organizada y al consultamos a los campesinos de Baracoa
servicio de los int ereses de la colectividad. La y Maisí qué se pud iera hacer pa ra salva r la
Educación Ambiental es como sembrar las Polim ita, nuest ro Caracol Nacional? ¿Cóm o se
pequeñas semillas de g rand es árboles, pero les puede apoyar de cara a la conservación de
no debe concluir nunca, aunque el mo nt e est e esa import ant e especie aho ra q ue estamos en
alto y frondoso. Sus principales result ados se la Era del Desarrollo Sost enible? Sin la activa
encont raran en el lejano horizonte del t iempo. participación de los principa les prot agonistas
La poi im it a comparte g ran parte de su de los camb ios y las t ransf orm aciones que se
273. Polymita pictafuscolimbata, territorio con una población humana ded icada llevan a cabo en esos t erritorios, sin la solución
juvenil de 6 mm de diámetro
de concha. fundament alment e a la agricultura, y por lo de sus problemas vitales y la conciliación de sus
tanto de bajos ing resos, escasas posibilidades intereses con la conservación de los recursos
274. Polymita picta roseolimbata.
275-277. Hábitats de Polymita económicas y en muchos casos dependient es nat urales, no serán efectivas ninguna de las
pieta. de una poco prod uctiva agricu ltu ra de med idas de prot ección qu e se int ent en adopt ar.
. .
su perv1venc1a, Estos problemas no son exclusivos de las
basada en el polim itas, ni de nuestra flora y f aun a en general.
desm onte y quema En m uchos países subdesarrollados del m undo,
de la maleza para generalmente los de mayor biodiversidad globa l,
la siembra de exist en problem as similares, y en algunos se
productos básicos en han int entado int eresantes in iciativas t endentes
la diet a de la región, a elim inarlos o m it igarlos. Pero no se t rata de
com o el plátano, la copiar ni de im portar ideas foráneas, nuestras
malanga, la yuca y condiciones, tanto económicas y sociales, como
el bon iat o. Después el uso y la propiedad de los recursos nat urales,
de dos o t res años de son muy dif erentes a cualquier otro país.
exp lotación, cuando En ning una ot ra sociedad ex isten
ya la de por sí infértil condiciones t an favorables, como en Cuba,
t ierra se agota, el para la protección y el uso racional de los
lugar se abandona recursos nat urales: el alto nivel cult ural de la
y se vuelve a población, la voluntad política de sus d irigent es
com enzar de nuevo y la plena conciencia de todos los cubanos
en ot ra parte. de su int egració n nacional, son factores muy
Con 1igereza important es que posibilit an la solución de éste y
cat alogaríamos a de otros problemas más complejos.
estos campesinos de La poli m ita puede y debe salvarse para el

=~
seres inconscient es orgullo y la satisfacción de t odos. Depositemos
o

g y agresivos con el nuest ra confianza en los pobladores de Baracoa
%

-"
;,:
~ Medio Ambiente,
cuando es t odo
y Maisí, sobre t odo en su sect o r rural, en los
j óvenes y niños, y en todos los elementos y
lo contrario, po rq ue la Naturaleza forma pa rte organismos responsabilizados con las ciencias, la
indisoluble de sus vidas, tanto en lo mat erial cu ltu ra, la sociedad, la econo mía y los recursos
como en lo espirit ual y com o ningún otro sector nat ura les.
l•


'
'
y parientes cercanos
• •

as seis especies de poi imitas se ubican actualmente en la familia Xanthonychidae, y no en 278-279. Polymíta venusta.
l Fruticicolidae ni en Helmint hoglyptidae como puede aparecer en la lit eratura especializada
anterior. Esta familia. cuyos miembros se caracterizan por tener una concha helicoidal, globosa o
cónica, muchas veces adornada con colo res vivos. se distribuye exclusivamente por el cont inente
americano, desde la porción occidental de Norteamérica hasta la
Argentina, incluidas las Antillas. Presentan una mandíbula en forma
circu lar y el reproductor tiene una bolsa o apa rato del dardo y
glándulas mucosas que se abren en la vagina o en la misma
base del saco del dardo.
Venusta es el femenino del latín venustus, que
sig nifica hermosura, belleza y encanto, palabra derivada
de Venus, diosa mitológica de la belleza que nació de
la espuma del mar. Algo relacionada por su forma y
tamaño con nuestro "caracol nacional'', la polímita bella.
Polymita venusta (Gmelin, 1786), habita la zona central
del extremo oriental de Cuba (antigua provincia de
Oriente). desde Santiago de Cuba hasta Holguín al norte y
hasta la ensenada de Mora al oeste.
La concha es subglobosa 1950, es tot alm ent e roja y se encuentra '
de unas pocas vueltas y con en los alrededores de Bayam o; Polymita
colores ta m bién muy vistosos. venusta o/ivacea Torre, i950, de u n be llo
Su variación verde o livo brillante - color q ue palidece con
cro mática ha el t iempo, después de su muerte- , se encuentra
dado lugar a la descripción en Holguín, Jiguaní, Baire y ot ras loca lidades
de cuat ro subespecies, cercanas; Polymita venusta testudina/is Torre,
algunas de escaso valor 1950, t iene gruesas franjas espirales de color
t axonómico por encontrarse pardo cast año sobre el color de fondo ama rillo,
m ezcladas en sus áreas naturales y una distribución geográfica semejante a la
de dist ribución. La subespecie nominal, va riedad ant erior.
Polymita venusta venusta, procede de Com o las otras especies del género, la
los alrededores de Santiago de Cuba y se polimita bella t ambién posee un a notable
ca ract eriza por su colo r completa m ent e plast icidad ecológica y habit a desde zonas
amarillo azufre, con una nít ida raya roja sem idesérticas como Aguadores, al sur
en la abertura y en las líneas de reposo del de Santiago de Cuba, hast a los bosques
280 -285. Polymita venusta. crecimi ento; Polymita venusta rubiginosa Torre, húm edos de Guisa y Mayarí.

••
'•

Caracterizada po r presentar puntitos
negros diseminados por toda la superficie
de la concha, como excreciones de mosca
a las que alude su nombre científico,
Polymita muscarum (Lea, 1834)
,
-
;,..,r-1
il'•
• 11
v ive en la franja costera que va /,. •
desde el oeste de Sagua de f ·~ ~
Tánamo hasta cayo Sabinal, ~¡,
286-291. Polymita muscarum. por la costa norte de las
provin cias de Holguín y
Las Tunas y el noreste de
Camagüey, en u na gran
variedad de form aciones
vegetales que incluye desde evidente, ya
las costas semidesért icas que se basan en
hasta las sabanas y los bosques escasas diferencias
húmedos. de color o de la f orma de
Su concha, aunque no t iene la explosión la concha. La subespecie nominal, Polymita
cromática de los t onos rojos, amarillos y muscarum muscarum, se d istri buye desde la
anaranjados de Polymita picta, es también muy loma de La Vigía en cayo Sabinal hasta los
v istosa por la combinación de f ajas o bandas alrededores de la ciudad de Gibara, m ientras que
espirales con distintas tona lidades de gris, blanco, Polymita muscarum splendida Torre, 1950, cuya
negro y pardo amarillento. Se han descrito dos concha es de tamaño algo m ayor y de colores y
subespecies y t res variedades, superficies más brillantes, se encuentra desde
el sur de Holguín hasta Banes. Las variedades
taxonómico son: Polymita muscarum var.festiva Torre,
poco 1950, de Yaguajay, Ba nes, con va riados tonos
terracota y líneas oscuras; Polymita muscarum
var. subbrocheri (Pilsbry, i889 ), de concha muy
elevada, procede de las cercanías de Antilla; y
Polymita muscarum var. tanamensis Torre, i 950,
con anchas bandas de colores oscuros, que
pueden cubrir toda la concha, se encuent ra en los
límit es del municipio de Sagua de Tánamo.

144

• •


••

'
Polymita sulfurosa
{Morelet, 1849) recibe el
nombre por el color amarillo
azufre que muestran muchas
de sus conchas, habita desde
cayo Mambi hasta Moa, por
la costa norte de la provincia
de Holguin. De tamaño
comparativamente pequeño
y concha de forma globosa, se
han descrito dos subespecies,
la forma nominal, P. sulfurosa
sulfurosa, de color amarillo
azufrado y sin flámulas,
procedente de la zona de
Mira flores, en el límite de
los municipios de Sagua de
Tá namo y Baracoa, y P. sulfurosa
jlammulata Torre, 1950,
caracterizada por presentar
flámulas claras sobre el color de
fondo (amarillo, verde, blanco y
hasta casi lila), con color rojo en
la sutura o en el peristoma, y se
encuentra en varias localidades
de Sagua de Tánamo, como
Yaguaneje y la bahía de Cebolla.
Una variedad muy coloreada
ha recibido el nombre de P.
sulfurosa jlammulata var.
irisans Torre, 1950.
Polymita versico/or (Born,
1870) posee u na concha
también muy vistosa, de color
blanco adornada por lineas
axiales y espirales co loreadas
con combinaciones de pardo,
verde y amarillo, y con la
columela manchada de rosado.
Habita en la franja costera
• • sur del extremo orienta l
• de Cuba, desde la playa
Siboney, provincia Santiago
de Cuba, hasta lmias y Jojó,
Cajobabo y Jauco, provincia
de Guantánamo, en una
vegetación completamente
semidesértica. Por sus características anatómicas respectivamente, las dos
y de la concha se ubica en el subgénero Oligomita últ ima s propuestas por
Torre, 1950, al ig ual que la especie siguiente. Ca rlos de la Torre en 1950.
De las seis especies del género, Polymita Esta especie se distingue
brocheri (Gutiérrez in Pfeiffer, 1864). es la por su concha g lobosa
que tiene una distribución geográfica más alargada, con la espira
restringida, solamente en Punta de Maisí. Cuesta mucho más elevada
del Palo y Mesa de Ovando, y cada localidad que la de cualquier otra
con una subespecie descrita; Polymita brocheri polímita. El color es discreto,
brocheri, P. brocheri cuestana y P. brocheri ovandoi generalmente blanco de
fondo con líneas o franjas
axiales de color amarillo
ocre, en ocasiones con líneas
y manchas negras. Habita
en la vegetación arbustiva
semidesértica de las
primeras terrazas de Maisi.
En la fauna cubana
se encuent ran representados otros caracoles
te rrestres que a veces son incluidos en la misma
fam ilia de las poi imi tas en las listas de especies,
pero que en la actualidad se ubican en familias
d iferentes. Es el caso de Bradybaena similaris
(Férussac, 1821), caracol introducido muy común
y ha sta abundante en los jardines y patios de
las casas, pertenece a la familia Bradybaenidae
(género Braybaema Beck, 1837). De la familia
Cepolidae hay otros 6 géneros muy distintivos:
292-295. Polymita sulfurosa
Coryda Albers, 1850, que reúne a un numeroso jlammulata.
grupo de especies distribuidas por el extremo 296-297. Polymita versicalor.
oriental de Cuba y La Española, la mayoría de las 298. Polymita brocheri.
cuales viven sobre los árboles y plantas de cierto 299. Bradybaena similans.

147
300. Corydo alauda. port e; Cysticopsis Morch, 1852, con 11 especies
301. Corydo alauda strobilus. cubanas; Hemitrochus Swainson, 1840, con 15,
302. Corydo alauda conescens. casi completamente restringidas al ext remo
303. Coryda alauda avellano. oriental de la isla. además de representantes
304. Corydo alauda dennisoni. en las Bahamas y la Florida; Eurycampta Von
Martens, 1860. con 16; y Jeanneretia Pfeiffer, 1877,
con 9 especies cubanas y casi exclusivas de la
provincia Pinar del Río.
De Cuba se han señalado 6 especies
endémicas de coridas, y 9 subespecies, la
gran mayoría pertenecientes a Coryda alauda (sin ombligo), sólida y generalmente robusta, de
(Férussac, 1821), especie muy polimórfica y de superficie lisa o acostillada, con la última vuelta
amplia distribución por toda la antigua provincia marcadamente descendente y el peristoma o
de Oriente. labio externo casi siempre engrosado por dentro.
Las coridas se caracterizan por tener El color es variable pero dispuesto casi siempre
una concha de 10 a 25 m m de largo, de forma en fajas ax iales o espirales y manchitas. Destaca
helicoidal g lobosa o deprim ida, imperforada por su belleza Coryda lindoni (Pfeiffer, 1846) de la
Sierra Ma estra, incluido el Pico Turq uino, y otras
loca lidades como Baire, Jiguaní, Bayamo y Mayarí.
Coryda nigropicta (Arango in Poey, 1867),
original de la región de Sagua de Tá namo.
Ho lguin, se disting ue por su concha depresa
adornada con fuertes estrías o cost illas axiales,
mientras que Coryda ovumreguli (Lea) ha
sido encontrado en la zona costera, en los
alrededores de las ciudades de Santiago de Cuba
.:JI~ • •

externo es delgado, no engrosado. la taxonomía


del grupo no está muy clara y algunas de las
especies nombradas pueden ser solamente
meras variaciones morfológicas de otras con
d istribución más amplia. Se encuentran en 305. Coryda lindoni.
lugares húm edos y boscosos. a veces bajo 306. Coryda melanocephala.
troncos de árboles ca ídos o sobre las ramas a baja 307. Cysticopsis jaudenesi.
alt ura y también en los postes de las cercas.
Una especie característ ica d e la región
y Guantánamo, viviendo sobre las ramas bajas de occidental de Cuba - provincias de Pinar del Río,
árboles y arbustos. Su concha es muy deprimida La Habana y Matanzas- es Cysticopsis cubensis
y el color general es un grisáceo mezclado con (Pf eiffer, 1840) que habita sobre los arbustos
pardo amarillento. poco elevados, mientras que Cysticopsis lassevi/lei
los cisticopsis poseen una concha helicoidal, (Gund lach in Pfeiffer, 1861) vive en las partes
globoso-depresa, delgada, semitransparente altas de la Sierra Maestra, como el Pico Turquino
y por lo general muy frágil, de tamaño y la Gran Piedra, en bosque oscuros y con cierta
relativamente pequeño que va de 10 a 20 mm predilección por los helechos arborescentes
de largo. El color suele ser poco vistoso, más donde pasa inadvertido por el color verde hoja
o menos córneo, y la superficie de la concha intenso del cuerpo del animal. la concha es
puede ser lisa o con finos hilos axiales. El labio semitransparente.

149
308. Cysticopsis cubensis. Cysticopsis pemphigodes (Pfeiff er,
309-310. Cysticopsis /assevll/el. 184 6) es ot ra especie ab undante en
311. Cystícopsls naevula. los bosques húmedos del extrem o
oriental y v ive siempre en el suelo,
bajo piedras, la hojarasca y ramas
muertas. Cysticopsis comes (Poey, 1858)
es exclusiva de la Isla d e la Juventu d
y la hemos encontrado en el bosque
semideciduo de su costa sur.
otras polimitas p p l

reflejado. La coloración es poco vist osa, más


o menos blanca con numerosas líneas y f ajas
espirales oscuras, hileras de puntos, et c. Todas
las especies viven sobre las plantas (arbustos y
m aleza alta), ta m bién en los palos de las cercas y
en sit ios análogos, pero nunca en el suelo. Entre
las especies descritas hay algunas que parecen
ser meras variaciones de color de otras con más
amplia distribución, pues la coloración de los
hemitrocus es muy variable.
Las euclast rarias t ienen la concha algo
deprimida, de tamano pequeno a m ed iano, 8 a
10 mm de d iámetro, con la superficie axialment e
est riada o acostillada. el om bligo est recho y
parcialmente cubierto y el perist oma simple
y co rta nte. Las dos especies cuba nas de este
género son: Euclastaria debilis (Pfeiffer, 1839),
312. Hemitrochus cesticu/us.
de la mitad occidental de la Isla y Euclastaria
313. Hemitrochus rujoapicata.
euc/asta (Shut t leworth, 1852), de la región cent ral
3U¡. Hemitrochus juscolabiata.
y oriental de Cuba. Viven debajo de piedras y en
Los hemit rocus son de tamano pequeno el humus de los m ontes.
a m ediano, con la concha helicoidal y globosa Las especies del género Eurycampta habitan
o globoso-cónica, de 10 a 12 m m de largo, con pref erencia la part e cent ro occident al d e
poco sólida, lisa o axial mente estriada con el la Isla, ocupando allí el lugar reservado a los
ombligo pa rcialm ent e cubierto. La abertura caracolus (f amilia Camaenidae) en el extremo
es redondeada y amplia, con el labio simple y o riental, por lo q ue pueden encontrarse

151
315. Eurycampta arct1strta. adheridas a los troncos de los árboles o sitios
316. Eurycampta exdeflexa. similares. Su concha es helicoidal deprimida,
317. Eurycampta bonplandi. a veces convexa, con lustre, algo umbilicada y
318 . Eurycampta poeyí. axialmente estriada o acostillada. Son de tamaño
generalmente grande, entre 20 y 35 mm de
largo, con la última vuelta a veces angulosa, la
abertura grande y el peristoma convergente. La
coloración es parda, en ocasiones con bandas
espirales claras u oscuras. Eurycampta supertexta
(Pfeiffer, 1845), de Zarabanda, Matanzas, es
un a de las pocas especies de m oluscos
terrestres endémica de la Ciénaga
de Zapata. •
Con la excepció n de subespecie.J. bicincta pityonesica (Pfeif fer,
Jeanneretia bicincta (Menke. 1854), de la Isla de la Juvent ud, todas las dem ás
1830), d istri bu ida desde especies del género se encuent ran prácticamente
la porción o riental de asociadas a los mogotes ca lcá reos de la región
la provincia de Pinar de Viña les, el Pan de Guajaibón y la sierra de Paso
del Río hasta la Real de Gua ne. Las jeanneretias se caracterizan
provincia de por su concha helicoidal, globosa o turbiniforme,
Matanzas. imperforada, de tamaño mediano a grande,
entre 20 y 30 mm de diámetro; la última vuelta
es descendente y estrechada por detrás del
peris toma, con la abertura oblicua, redondeada y
truncada, con el peristoma reflejado y engrosado.
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1

El color base es casi siempre pa rdo. más o m enos encont rar activas en los días lluviosos, ya sea 319. Jeanneretia parraiana prole/la.
claro. con 2 o 3 f ajas espira les más oscuras; la sobre la pared rocosa. sobre las piedras y hasta 320. Jeanneretia parrainana.

superficie de la concha está adornada por líneas en las ramas bajas aledañas a su hábitat habitual. 321. Jeanneretia sagraiana.
o cordones espirales. a veces más marcados Jeanneretia sagraiana (D'Orbigny, 1842) es escasa 322. Jeanneretia subtussulcata.

en algunas especies o subespecies. Todas las y exclusiva del Pan de Guajaibón, oculta entre
especies viven entre la hojarasca que se acum ula las grietas de piedras del farallón calcáreo, en
al pie de los paredones o de las grandes piedras los lugares más húmedos del ex tremo norte
y otros sitios apropiados, donde se les puede occidental, cerca del arroyo Canilla.

153

n1
familia de gigantes,
dioses y emperadores

no de los grupos más notables de nuestra fauna de caracoles terrestres es el de los caménidos.
que entre sus 27 especies cubanas. todas endémicas, se cuentan algunas de las de mayor
tamaño, otras llevan con orgullo el nombre de un dios {Polydontes apollo) o son emperadores
acreditados (Polydontes imperator), razón del título este capítulo.
A nivel mundial la familia Camaenidae está bien estudiada. Tiene un patrón de distribución
geográfica bihemisférica. con representantes en el sudeste asiático (Japón, sur de China, las Filipinas);
Nueva Caledonia y Australia, en el Pacífico; en América, desde Costa Rica hasta el norte de la Argentina
y en las Antillas Mayores y Menores. Actualmente se considera dividida en cinco subfamilias, de las
cua les Caracolinae, propuesta en el año 2003, contiene los tres géneros representados en Cuba:
Caracofus Montfort, 1810, con especies en la porción oriental de Cuba, La Española y Puerto Rico. y con
registros fósiles de Norteamérica que datan del Oligoceno; Polydontes Montfort, 1810, representado en
el extremo más oriental de Cuba, La Española y Puerto Rico: y Zachrysia Pilsbry, 1894, endémico de Cuba 323. Caraco/us najazensis.
y ampliamente d istribu ido por la isla principal e Isla de la Juventud. 324. Caraco/us sagemon.
Los caménidos cubanos se caracterizan
por tener una concha de tamaño generalmente
grande o muy grande, helicoidal, de aspecto
g loboso o deprimido, frecuentemente de paredes
gruesas, con la forma de la abertura oval.
horizontal y el peristoma engrosado, en ocasiones
con marcados dientes palatales y parietales
internos. El largo del riñón es mayor que la mitad
del largo de la cavidad pulmonar: carecen de bolsa
325-326. Caracolus najazensis.
del dardo en el sistema reproductor y el fl agelo es
327. Cópula de Caracolus najazensis.
de tamaño mediano, adelgazándose de manera
progresiva hacia su extremo. abertura es casi subtriangular, con el peristoma
Las conchas del género Caracolus son de grueso, reflejado y deprim ido, sin dent ículos
tamaño grande, helicoidal y casi siempre muy internos. Contiene tres especies cubanas de
deprimidas y aquilladas, con el ombligo cerrado hábitos preferentemente arborícolas. La más
o ampliamente abierto, generalmente con 5 o occidental es Caracolus najazensis Clench y
6 vueltas de espira; la coloración varía según la Aguayo, 1951, que como su nombre indica es
especie, desde casi blanco o amarillento hasta oriunda de la sierra de Najasa, Camagüey, de
muy oscura, y con frecuencia exhiben una o tamaño relativamente pequeño dentro del
más fajas espirales color pardo rojizo oscuro. La grupo, 35 a 40 mm de diámetro. y coloración
Camaenida e 1111 ~ g nt <;yem

más bien clara, blanco amarillent o, con una


banda espiral pa rdo oscuro hacia la parte baja
de las vuelt as. Caracolus /owei Pilsb ry, 1929, vive
confinado al extrem o m ás oriental de Cuba,
Maisí y sus alrededores, de unos 50 a 56 mm
de d iámet ro y concha muy elevada, de fo rm a
abombada, casi ta n alta como ancha, con la
ú lt ima vuelta redondeada y sin quilla. Es de color
pardo rojizo claro, con las fajas espira les oscuras
poco m arcadas.
Mención aparte m erece Caracolus sagemon
(Beck, 1837), la especie mejor represent ada en
casi todas las loca lidades del oriente cubano y
también con poblaciones desde hace mucho
tiempo int roducidas y adaptadas en Ciudad
de La Habana y Jibacoa, La Habana. Posee una
gran plasticidad ecológica que le permite vivir
prácticamente en cualquier t ipo de ecosistema
natural, ya sea agrícola o antropizado, con una
not able va riabilidad morfológica, por lo q ue
se han llegado a proponer cerca de 30 formas
o variedades, con valor subespecífico y hast a
específico. pero de las cuales ya en 1878 Arango
opin aba: "... no es posible conservar, pues el gran
número de ind ividuos que hemos observado

demu estran con sus t ransiciones y con el


est udio del animal que todas son variedades
de la He/ix sagemon Beck". Sin embargo, no
descartamos q ue algunas de estas variedades
pud ieran tener va lo r zoogeográfico a nivel de
subespecie, si cumplen los req uisitos establecidos
para est a cat egoría taxonómica, que q uedarían
por det erminar en el futuro. La forma t ípica,
C. sagemon sagemon, procede de Jauco, en 328-331. Caraco/us sagemon.
el municipio de Maisí, Guant ána mo, con una 332. Caracolus sagemon
marginelloides.
concha grande q ue alcanza hasta 45 m m de
d iámetro, basta nt e depri mida, con el o m bligo
casi cerrado y de coloración muy atractiva y
cont rast ant e. Su perist oma es blanco y la base es
amarilla, con bandas axiales oscuras que pueden
cubrir casi completa m ente toda esa zona.

157
Exclusivo del Yunque de Baracoa,
Guantánamo, Potydontes apollo {Pfeiffer, 1860),
de hasta 23 mm de alto y 45 de diámetro, tiene
la concha moderadamente deprimida con la
periferia marcadamente carinada y el peristoma
algo engrosado y sin dentículos internos.
Potydontes imperator (Montfort, 1810) es la mayor
especie del género, y su especie tipo, alcanza algo
más de 60 mm de diámetro y 35 mm d e alto.
Varia mucho en la forma de la concha, siendo
algunas veces g lobosa y otras deprim ida, con una
carina marcada en la periferia de las vueltas. El
ombligo puede estar cerrado o co mpletament e
abierto y los dient es int ernos
del g rueso peristo m a
son va riables en
núm ero y en form a;
se encuentra '/
en Mata,
Barigua, Vara, La
Las 5 especies cubanas del género Polydontes Sabana y otras
son de habitos terrícolas y por el día permanecen localidades de los
escondidas en lo más profundo de la hojarasca alrededores de la
del suelo, aunque en los bosques húmedos y ciudad de Baracoa,
oscuros a veces es posible encontrarlas en los Guantánamo.
troncos de los árboles. Todas exhiben un curioso Confinada a los bosque
mecanismo defensivo: automutilan la parte húmedos cercanos a Moa, provincia de Holguín.
posterior del pie cuando se creen amenazadas. y localizada por lo general en los troncos de los
Son de tamaño g ra nde, con la concha muy árboles, Potydontes natensoni Pilsbry, 1938, de
sólida y con escultura entrecruzada, formada por unos 45 mm de diámetro y 23 mm d e alto, se
finas líneas axiales y espira les, con el peristoma caracteriza por tener la periferia de la concha
engrosado y reflejado, en ocasiones con f uertes m uy angulosa,
dent ículos en el int erior de la abertu ra; el
333. Polydontes imperator. ombligo está completam ent e cerrado por el ca llo
334. Concha de Polydontes apollo. basal. La blanca co ncha est á recubierta
335. Polydontes natensoní. por un periost raco grueso de color
ambarin o parduzco oscuro
fácilmente desprendible y que
en ocasiones la deja desn uda
parcial o totalment e, aú n en
los ejemplares vivos.
Camaenidae 1111 ~ g nt • 1 <;yem

con líneas axiales irregula res en la penúlt ima seca m uy intensas se les puede encont rar a baj a
vuelta ; el peristoma es grueso y sin dent ículos alt ura sobre los paredones calcáreos y los árboles
internos. del bosque. La concha t iene fo rma helicoidal,
Dist int iva por su tama ño grande, de unos con pocas v ueltas, y puede ser m ás o menos
50 mm de diámetro y 30 m m de alto, Polydontes deprimida o algo globosa, con el ombligo siempre
sobrina (Férrusac, 1819) habitaba en los bosques cerrado. Generalment e está adornada por líneas
húmed os de los al rededores de las ciudades o costill itas axiales o entrecruzadas y hasta puede
de Santiago de Cuba y de Guantánamo, ya exhibir lamelas bajas. La abertura es algo oblicua,
desa parecidos, y donde actualmente só lo se con el peristoma extendido y poco engrosado
encuent ran las conchas vacías de ej emplares por dentro; en ocasiones hay una placa plana
m uertos hace t iempo, en lo que fue su hábitat. escotada en el m argen basal o columelar.
Po r fortu na, esta especie todavía se conserva viva Se han propuesto ci nco subgéneros
en otras localidades orientales como Mayarí y de Zachrysia, t odos bien sust entados por
Baracoa; se d ist ingue por su grueso peristoma, las características anat ómicas del aparato
sin dentícu los internos, de ahí que reci biera reproductor. En el subgénero Zachrysia se
también el no mbre de Polydontes crassi/abris incluyen dos especies de distribución cent ro-
(Pfeiffer, 1846), actualmente un sinónimo. La occidental : Zachrysia auricoma (Férussac, 1822),
quinta especie del género, Potydontes torrei especie t ipo del género ext endida desde la
Pilsbry, 1938, procede de la zona del río Toa, porc1on
en el m unicipio de Baracoa, es de concha muy oriental de '
deprimida, de alt ura m enor que la mitad del Pinar del Río

.
...... . . ~
,.
' ... hasta la parte occidental de

7 -....


Ciego de Ávila, incluyendo
la Isla de la Juvent ud. Su
diámetro y con la periferia f uert emente carinada. tamaño varía dent ro de las t res subespecies
El género endémico Zachrysia es el m ás propuestas, entre las que sobresale Z. auricoma 336. Zachrysia auricoma.
extenso dent ro de los ca ménidos cubanos, con havanensis Pilsbry, 1928, - com o indica su 337. Zachrysia auricoma havanensis.
19 especies y varias subespecies descritas. Las nombre procede de la ciudad de La Habana- es
zacrisias son caracoles terrestres que viven ent re m uy notable por ser pequeña y m uy adaptable
la hojarasca del suelo, debaj o de pied ras y t roncos a los ambientes ant ropizados, razón por la que
caídos, aunque en las tem poradas de lluvia o de actualmente se encuent ra en casi toda Cuba,

159
Sagua de Tána mo y que se dist ingue por su
escult ura axial gruesa y la últ ima vuelta poco
aquillada. Zachrysia proboscidea (Pfeiffer, i856),
de 40 mm de diámetro m áximo, habita en Monte
Toro y Yateras, Guantánam o, t iene la escult ura
axial muy fina y la porción terminal de la últ ima
vuelta notablemente prolongada. Por último,
Zachrysia torrei (Henderson, 1916), de unos 30 a
32 mm de diámetro mayor, con dos subespecies
descritas: la forma t ípica, Z. torrei torrei, con la
periferia de la últ ima vuelta muy aquillada y la
escult ura axial muy fina, procede de Canapú,
introducida con las plantas ornamentales de Cayo Rey, Mayarí. provincia de Holguín, y Z. torrei
los jardines, y también en Puerto Rico, México y patricia Pilsbry, i828, que se ha colectado al norte
Pa nam á. del antig uo cent ra l M iranda, Palma Soriano,
Zachrysia rangelina (Pfeif fer, 1854). de provincia de Santiago de Cuba.
Rangel, Pan de Guajaibón y localidades ce rcanas Las 12 especies del subgénero Chrysias
de la provincia Pinar del Río, alcanza entre 35 y Pilsbry, i928, están repartidas por toda la isla de
40 mm de diámetro, con la espira relativamente Cuba. La más occidental es Zachrysia guanensis
extendida, con vueltas convexas, de perfi l (Poey, 1857), de tamaño grande con unos 55 m m
redondeado, adornadas por numerosas costillas
338. Zachrysia range/ina.
axiales delgadas y apretadas entre sí. Vive
339. Zachrysia guanensisguanensis.
debajo de piedras y entre la hojarasca al pie los
340. Zachrysia guanensiscastanea.
fara llones calcáreos.
341. Zachrysia guanensiscostulata.
El subgénero Auritesta Pilsbry. i928,
incluye tres especies orientales: Zachrysia
guantanamensis (Poey, 1857), de ta maño
algo m enor que Z. rangelina, distribuida por
Guantánamo y Holguín, desde Yateras hasta

-~

160
Ca m aen ida e 1111 ~ g nt • 1 <;yem

de d iámet ro mayor de la concha; se d istribuye De la porción norte orient a 1 se conocen


por la cord illera de Guanig uanico, Pinar del Río, dos especies m ás del subgénero Chrysias:
con t res subespecies descritas; es uno de los Zachrysia gibarana Pilsbry, 1828, procedent e de
caracoles t errest res cu ba nos m ej or estud iados, Gibara, con u n t amaño sim ilar al de Z. noscibilis
ha sido utilizado como anim al de laborat orio y reconocible por su protoconcha con escult ura
en prácticas de bioquím ica y por su buen sabor bien desarrollada; y Zachrysia gundlachiana
y tamaño, incluso se ha propuest o la cría en Pilsbry, 1928, procedente de Gibara, Ant illa,
caut iv idad para el consumo humano. Banes y otras localidades de Holguín, de ta m año
En la región cent ral se encuent ran dos g rande - 35 a 38 mm de diám et ro m áximo- ,
especies: Zachrysia trinitaria {Gund lach in con la abertura subtriangular y muy oblicua.
Pfeif fer, 1858), de unos 40 a 4 2 m m de diámet ro Además de la f orma t ípica, existe una subespecie.
máximo, cuya distribució n se extiende desde las Z. gund/achiana garciai Aguayo y Jau me,
lomas de Trinidad y del norte de Sancti Spíritus 1957, procedente del cerro Yabazón, Gibara . El
hasta Majag ua, en Camagüey; mient ras que inventa rio de especies de este subgénero se
Zachrysia jlavicoma Pilsbry, 1828, de 40 mm completa con Zachrysia emarginata {Gund lach in
de d iámet ro máxim o. caracterizada por su Pfeiff er, 1859), conocida de Palm a Soriano, Baire,
escu ltura ax ial poco elevada y est rías espirales Mayarí y sur de Guant ána mo. Alcanza hasta 21
bien v isibles, está restringida a la sierra de los m m de diámet ro máximo y t iene el perist oma 342. Zachrysia bayamensis.
Perros, Cha m bas y Punt a Alegre,
en Ciego de Ávila. l as 8 especies
restantes de est e subgénero se
encuent ran repart idas por la
ant igua provincia de Orient e.
Paradójicament e a lo que
su no m bre ind ica, Zachrysia
baracoensis {Gutiérrez in Pfeif fer.
1858) no habit a en Baracoa sino
en Sagua de Tánamo, Mayarí,
Mont e Toro y ot ras localidades
de Holg uín y Guant ána mo, pero
en la nomenclatura zoológica no
se perm it e el ca m bio de nombre
por un error geográfico. Zachrysia
bayamensis (Pfeiffer, 1854), con
32 m m de diámet ro m áximo, vive
desde Bayam o hast a el norte de
la ciudad de Santiago de Cuba,
Sierra Maestra y el cent ro de la
ant igua provincia de Orient e.
Algo relacionada con la especie
ant erior, Zachrysia noscibilis
(Férussac, 1819), localizada en
los alrededores de la ciudad de
Sa nt iago de Cuba. Es de tamaño
meno r -22 a 25 mm de diámetro
máximo- y su concha es más
globosa.

16 1
muy característico, encorvado hacia el interior
de la abertura en su borde libre palatal. Zachrysia
lamellicostata (Gundlach in Pfeiffer, 1861), de
tamaño grande - 35 a 40 mm de diámetro
máximo-, caracterizada por la espira depresa
y fuerte escultura de costillas axiales, tiene dos
subespecies: la forma típica Z Jamellicostata trunca dura bastante constante. Además de la
343. Zachrysia trmítaria. lamellicostata, de Piloto Arriba, Mayarí, Holguín, y forma tí pica l. provisoria provisoria, que procede
344. Zachrysia gundlachiana. l. lamellicostata freirei Ag uayo y Jaume, 1945, de de Bayamo, Manzanillo, cabo Cruz y otras
345-346. Zachrysia Jamellicostata. Las Manuelas, Baire, en Granma, con la escult ura loca lidades cercanas de Granma, se ha descrit o
axial aún m ás desarrollada; Zachrysia ramsdeni la subespecie l. provisoria lowei Aguayo, 1934, de
Pilsbry, 19 28, de tamaño pequeño -20 mm de Ba racoa en Guantánamo.
diám et ro m ayor-, con el perist oma delgado y
la placa basocolumelar estrecha,
parece una especie rara y
escasa, colectada en los
Caños, Guantánamo;
Zachrysia provisoria
(Pfeiffer, 1858),
de tamaño
pequeno-25
mm de diámetro
máximo-, se
caracteriza por tener
en el borde columelar una

162
Para concluir, señalaremos dos especies máximo de 75 mm. Su concha es de espira 347. Zachrysia petitiana virescens.
muy distintivas procedentes de la región central deprimida, con la superficie microscópica mente
de Cuba y especies t ipo de sus respectivos ent recruzada. Vive exclusivamente en las piedras
subgéneros mo not ipicos. La primera, Zachrysia de Quemado Feo, cerca del nacimiento del río
poeyi Jaume, i984, conocida durante mucho Caballero, base del Pico Potrerillo, y en localidades
t iempo como Zachrysia scabrosa (Poey), es la cerca nas de Topes de Collant es, en el Escambray.
especie t ipo del subgénero Torrechrysias Moreno, Es esencialment e nocturna y muy escasa, por
i936. Su ta m año grande - 40 a 45 m m de lo qu e en raras ocasiones se le puede encont ra r,
diámetro máximo-y posee costillas axiales casi siempre después de fuertes aguaceros. Tiene
gruesas, irregulares y rugosas. Es exclusiva del una subespecie, Z. petitiana virescens Torre y
nacimiento del río Caballero, Topes de Callant es Moreno, i943, de tamaño menor-hasta 60 mm
y otras localidades cercanas de la serranía de de diámetro), procedente de la región de Buenos
Trinidad, Sancti Spíritus. La segunda, Zachrysia Aires y San Bias, en el Escambray cienfueguero.
petitiana (D'Orbigny. i842). especie tipo del Su concha es menos engrosada, casi translúcida.
subgénero Megachrysia Pilsbry, i928. es la mayor más aquillada y fuertemente esculpida.
de todas las zacrisias y uno de los caracoles
terrestres más grandes de Cuba, con un diámetro
l os moluscos son uno de los filos más numerosos, con más de 100 ooo
especies viv ientes conocidas, de las cuales casi la m it ad son caracoles
terrest res. l a presencia en este grupo de una concha, sólida, de
formas y colores variables, objeto de colección para naturalistas
de los más diversos estratos sociales, ha facilitado los invent arios
de especies desde los mismos comienzos de la Zoología.
Aristóteles (335 A. C.) fue el primero en estudiar los m oluscos y
en darles su nombre, convirtiéndose así en el primer coleccio nist a
de la histo ria. Plinio, fa llecido en la erupción del Vesubio (79 A. C.).
fue ot ro g ran coleccionista, y restos de su colección se encuent ran
en las ruinas de Pompeya. Desde est as primeras citas y hasta
nuestros días, las referencias a pequeños y grandes coleccionistas
son tan num erosas como sorprendentes, en un abanico q ue aba rca
desde el m ás humilde obrero o campes ino cu bano al Emperador de
Japón, pasando por la genialidad del cachabulero Pablo Neruda.
El desarrollo de la imprent a y de las artes gráficas propició la aparición de los
prim eros libros estampados con g rabados de bellas conchas, algunas coloreadas a ma no, y dio un gran 348. Escalera del Vaticano.
impulso a su est ud io y al coleccionismo. Especial relevancia t iene la m onumenta l obra Conchi/ien Cabinet 349. Artesanía .
de Maryus y Chemnitz (1769y 1795), en cuyo volumen de 1786 aparecen descritos e ilustrados los primeros
ca racoles cubanos,

165
ll••
!tlit4'' ··- ... ~ 'llilitm Uguusfasciatus. clasificado entonces como
ut .01rr1
caracol marino dentro de los Buccinidae, y

Wricbtri~ Polymita picta. llamado caracol de la China.


En esas fechas, i780, el Barón lgnaz von
o
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• • n;t • ••,.. ~-.-1111:\1111 e•
o ............ ....,,... .........

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Born describió la colección de conchas de
la emperatriz Maria Teresa de Austria en el
• • • 1 r ar fast uoso libro M usei Caesari Vindobonensis con

...... ilustraciones de Helix pieta (Polymita pieta)


• .. 11JtM••••••""'llll"••..••~ la aunque indicando que procedía de Italia.
urfH1 tn1~11 t11111i
..
..... u ••

• LOSCARACOLES COMO RECURSO
ECONÓMICO.
No hay evidencias actuales ni precolombinas
del consumo humano de ca racoles terrestres
en Cuba, quizás por la condición insular de sus

350. Cubierta de Conchilien pobladores y la abundancia de recursos marinos.


Cabinet de Maryus y Chemnitz como peces, quelonios, langostas. cobos, cobitos
(1769y1795). y ostiones, o quizás porque la riqueza del suelo
351. Caracoles en conserva.
cubano permitía una agricultura y ganadería
352. Colección de polimitas.
prósperas, abundaba la caza menor (iguanas,
Instituto de Ecología y
Sistemática.. guacamayos y jutías) y no había necesidad de
353. He/ix adspersa. recurrir a ese t ipo de recurso. Sin embargo, la
calidad alimentaria de los caracoles terrestres de Helix aspersa. creían ver escritos m ensajes y
es un hecho probado, y la carne de algunas grafías de interpretación personalizada; hechos
especies de Helix que se consumen en Europa, que convirtieron a estos caracoles en manjares
por ejemplo, contiene del 12 al i6 % de prot eínas de los banquetes fúnebres, de los que existen
y tan solo o.s a 0,75 % de grasas (del resto un 2 % buenos ejemplos en las ruinas de Pompeya. Al
son sales y más del So% es agua). respecto, Plinio llegó a escribir: He preparado para
Al inicio de la era cristiana, los roma nos cada uno lechuga, tres caracoles, dos huevos y un
fueron grandes consumidores, además de dulce, vino dulce y miel.
criadores y recolect ores de caracoles terrest res, los Es en el siglo xx cuando el consumo de
que transportaban en sus naves procedentes de caracoles terrestres se incrementa por su
distintos puntos del Mediterráneo. Esos caracoles cot ización gastronó m ica, la recolección en el
importados, tanto marinos como terrestres, daban medio natural no satisface la demanda y nacen
un toque de distinción a las mesas de los patricios las granjas de caracoles y la helicicultura por
romanos, y los dif erenciaban del pueblo, cuya dieta ser los ca racoles
incluía sólo los caracoles recolectados en el campo del género Helix los
cercano. Una de las anécdotas de las guerras entre que más se crían en
romanos y cartagineses cuenta como un soldado cautividad.
romano, recolectando caracoles en las trincheras Es d ifícil
que rodea ban a la ased iada Cartago, descubrió cuanti1icar el volumen
el pasaje secreto que permitió a las tropas de de negocio que mueve
Escipión el Africano penetra r en la ciudad. el sector helicícola y
Los antiguos romanos veían dos conceptos más aún la cantidad
místicos en el caracol, la sepultura y la de caracoles que se
supervivencia, la muerte y la resurrección, y en destinan al consumo
los diseños de sus conchas, sobre todo en los en fresco o para hacer

166
el hom bre y los caraco l es

conservas, pero un simple dato puede dar idea CARACOLES Y M EDICINA. Los caracoles se han
de su magnitud: la Fiesta del Caracol (cargo/) en utilizado en la medicina popular con curiosas
lérida (Cataluña), que se celebra anualmente, fórmulas y aplicaciones dentro de la llamada
reunió en el año 2000 y durante 3 días (18-20 de farmacia de la naturaleza. El uso más popular y
mayo) unas 12 ooo personas de la Peña del Cargol directo es aplicar directamente su "baba" o la
que consumieron 12 toneladas métricas - más de mucosidad del pie sobre irrit aciones producidas
2,5 millones de caracoles-en arroz, a la cazuela, a en el campo por plantas como las ortigas o para
la parrilla... cura r en Cu ba los "ojos de pescado". Uno de los
Aunque en Cuba no se consuman caracoles, productos m ás demandados en la actualidad es:
su importancia en la sociedad cubana es l a crema de caracol. a la que le atribuyen ef ectos
innegable. La gran diversidad de est os anim ales "mágicos" sobre la piel, basados en la ca pacidad
y la m icro localización de muchas especies hace de los ca racoles para regenerar t raumat ism os
necesario plantea r el desarrollo de pequeñas en su concha/cuerpo. Otro de los product os
unidades de cría o m inigranjas, con una que se han obt enido d e los caracoles y q ue
doble visión: conservacio nista y de Educación fue comercializado con cierto éxito cont ra los
Ambiental, ca racolarios de cría y exhibición, para ataques de asma, f ue un polvo blanco llamado
endemismos cuyas po blaciones se encuent ran Elicina, obtenido de la m olienda de ca racoles
degradadas o afectadas por el uso q ue el ho m bre desecados.
hace del med io ambiente. El inicio de un sector Los jarabes y los ungüentos de ca racol se
helicicola para la conservación de las especies de prepararon en las farmacias europeas hasta
Polymita, en su área natural de dispersión y con mediados del siglo xx y los boticarios, a pa rti r de
posibilidades de atracción turíst ica, podría ser un su decocción, rica en sust ancias mucilaginosas,
eslabón más de su garantía de futuro. elaboraban jarabes aromat izados contra la tos 354. Crema de caracol producida
y catarros persistentes. Uno de estos jarabes, el a partir de la baba de Helix
adspersa.
CA RACOLES Y GASTRONOM ÍA. Siendo Cuba un llamado caldo de caracoles, fue utilizado durante
355. Leidyu/ajloridana.
país receptor de emigrantes y tan rico en caracoles siglos pa ra combatir el escorbuto, ocasionado por
356. Cerámica ornamental del
terrestres, so rprende la carencia de vitamina C en la alimentación. artista Fernando Velázquez.
que la migración Algunos caracoles y babosas son portadoras Jaimanitas, la Habana.
catalana, vasca, de agentes causantes de enfermedades, como
valenciana e incluso Leidyulafloridana portadora del tremátodo
andaluza, consumidores Angiostrongylus cantonensis que causa la
habit uales de estos meningit is eosinófi la, potencialm ente letal para
animales, no haya los humanos y que se reportó para Cuba en el
desarrollado un recetario año 1981 .
gastronómico:
es llamativo el caso
de los andaluces, que
muest ran cierto rechazo
hacia el consumo de caraco les grandes (He/ix spp.)
y comen hast a
1 kg por persona al año de caracoles chicos (Theba
pisana) y cabrillas (Otala /actea) mucho mas
pequeños. Tampoco la emigración cantabra que
los consume solo en Navidad y en salsa pica nte ha
buscado una alternativa gastronómica cubana a
esa tradición.
los caracoles m arinos y
los pulpos, es lógico que
se t rasladen a la pintu ra,
aparezcan en el mural de
la Prehistoria de Viñales y
sean ilustrados por art istas
prim itivos, ya sea n pintores
naif o maestros como Manuel
Mend ive.

ARQ UITECTURA. Abundan en


Cuba las esca leras de caracol,
quizás el m ejor ejemplo de su
influencia en la arquitectura,
inspiradas en la espira interna
de las conchas de est os
an imales, especialm ent e en
CARACO LES Y BELLAS las formas alargadas como los urocóptidos o los
ARTES. Desde aquellas cerion, en cuyo recorrido imaginario creemos
represent aciones art ísticas del argonauta ascender por la torreta de un ant ig uo fa ro, de los
(Argonauta argo) y del Trit ón {Charonia sp.) en que tan buenos ejemplos existen en el t erritorio
las prim it ivas cult uras de M inos en Creta, y hasta cuba no; o po r las torret as def ensivas de ant iguos
nuestros d ías, donde de nuevo se reencuent ran cast illos com o el de Jagüa en Cienfuegos o el del
en las obras de Fabelo, premio nacional de morro de Santiago de Cuba, sin o lvidarnos de las
Artes Plásticas de Cuba, abun dan los ejemplos bellas escaleras de caracol hechas en má rmol,
en los q ue los caracoles cobran protagonismo para subir al púlpito de las iglesias o como toque
en las más variadas f acetas del arte : pint ura, de d istinción en las grandes m ansiones de La
arquitect ura, escultura, poesía, música ... Habana.
En ocasiones los caracoles eran utilizados para
PI NTU RA. La ilustración de caracoles en cuadros realizar mosaicos, pero tam bién en este caso t ienen
de pintores f am osos es más numerosa en preferencia las especies marinas, más resistentes.
las especies m ari nas que en las terrestres, lo Ejemplos de Mosaicos cubanos los podemos
justifican su tamaño y la d iversidad de formas encontrar en el patio interior del Museo de H istoria
357. Recreando la biodiversidad y colores; sin em bargo ya en 1620 Balthasa r van Natural de La Habana, cuyo logotipo incorpora la
de Araci l, un canto al caracol der Ast pi ntó un ej emplar de Liguusfasciatus y espira de un caracol y en la capilla de la Ca ridad del
nacio nal. Polymita picta. otro de Polymita picta junto a un lote de conchas Cobre, M unicipio 10 de Octubre, en San Benigno

358. Pint ura de Balthasar van der marin as del l ndopacífico. 279, entre Rodríguez y San Leonardo, construido
Ast. quizás el primero q ue Genios como Sa lvador Dalí, ut ilizaron los en 1919 por un humilde albañil, Lorenzo Romero;

incluye una poli mita, 1620. caracoles terrestres com o recu rso pictórico. Dalí si bien la mayoría de las conchas del mosaico son
359. Dibujo de Salvador Dalí. usaba con frecuencia un refrá n catalán "Pe/ julio/ marinas, hay numerosas conchas de distintas
ni dona ni cargo/" (En julio n i mujer ni caracol) especies de Cerion, habitant es de la vegetación
y se recreaba fig urándolos en f otos dedicadas. litoral y frecuentes en los acúmulos de conchas de
Una de sus obras, de gran belleza, representa una las playas cubanas.
carroza de caraco l.
En Cuba, donde abundan los caracoles ESCULTURA. La incorporación de los caracoles a
terrestres y son habit uales los rit uales de la escult ura, bien com o t allas o como obras de
religio nes afroamerica nas en las q ue intervienen grandes dimensiones es algo frecuente en Cuba,

168
el hombre y los caracoles

influyen en la impresión de sellos, hay predominio


de sellos con caracoles procedentes de t erritorios
que fueron colonia inglesa o fra ncesa, e incluso
portuguesa. frente a los que t uviero n influencia
hispana. Entre estos últimos y dignas de mención
por su belleza, destaca una emisión de 4 valores
con conchas marinas, editada en Filipinas en 1971
y las impresas en Cuba, una de 7 sellos (4 conchas
marinas y 3 terrestres) emitida en 1966 y una serie
sobre polim itas.
En paralelo a estas ilustración de sellos, los
y lo es como homenaje a u nos animales que nos caracoles terrestres de Cuba aparecen figurados
rodean casi sin ser v istos y que nos rega lan la en ot ros productos relacionados con el mundo
perfección escultórica de sus conchas. es lógico de la fi lat elia y las com unicaciones, como son los
pues, que artistas loca les hayan hecho desde sobres de correos y las postales, e incluso sobre
bellas m in iat uras ta lladas en maderas nobles, las tarjetas telefón icas.
hasta gigantescas esculturas de caracoles en
lugares como la Universidad de Cienfuegos o las RELIGIÓN. El uso de caracoles marinos, com o
instalaciones t urísticas de Cayo Coco, con una la cinturita (Cyphoma gibbosum), en prácticas
volumetría que en nada envidia al cangrejo de relig iosas afrocubanas en muy
Caibarién o al gallo de Morón. frecuente, tal vez propiciado por
el protagonismo de Vemayá,
CARACOLES Y NUMISMÁTICA. Las conchas deidad de la re lig ión Voruba,
fueron ut ilizadas como monedas por algunos reina del mar. A los caracoles
pueblos primitivos y una de ellas lleva el te rrestres no se les da la
nombre específico que recu erda su uso: misma importancia
Cypraea moneta, unidad de t ransacción que a los marinos
com ercial en Asia Meridiona l y África. en estos cultos.
1
Mas raras son las monedas m etá licas Sin embargo, en
con conchas grabadas en su superficie, ent ierros aborígenes
de las que sólo conocemos dos preco lombinos,
ej emplos, un a mo neda fenicia acuñada hallados en la cueva La
en Sagunto (España) con una concha de 11 Patana, Maisí, se encontraron
peregrino y la moneda cubana de 5 centavos de numerosas polimitas,
peso convert ible, con la imagen de un caracol del depositadas como ofrendas a los muertos, 360. Escultura en Cayo Coco.
género Polymita, endém ico de la isla de Cuba. lo que sugiere que estos caraco les eran muy 361. Moneda acuñada por el
Ministerio del Turism o de Cuba,
considerados por los primit ivos habitantes de
1989 .
CARACOLES Y FILATELIA. En un recorrido por el Cuba, y tal vez les conf erían alguna importancia
362. Sellos de correo con imágenes
mundo de 35 años (19 55-90) hasta el momento mística, relacionada con la sepult ura y la de ca racoles cubanos. 1966 y
en que las nuevas tecnologías de la comunicación supervivencia, la muerte y la resurrección, de 1973
m anera aná loga a los ant iguos rom anos. 363. Representación de Elegguá,
deidad de las religiones
Lamentablemente, las pol imitas de estos afrocubanas, en el que se
enterramientos, fueron ilegalmente sustraídas utilizan ej empla res de caracoles.
por el arqueólogo norteam ericano Mark
Raym ond Harrington, en su exped ición de 1915, y
se encuent ran depositadas en el Museo del Indio,
Smit hsonian lnstit ut ion, en Washington.
>sinopsis taxonómica y lista de especies

Para el conocim iento y conservación de la o subgénero nominal (el que le da no m bre a la (géneros y subgéne ros) a Jau me y Torre (1976),
diversidad b iológica se requiere su inventario y f amilia o subfam ilia). sig uiendo a Vaught (1989), M illard (1997) y
o rdenació n en un sistema armónico, que refleje La lista de especies incluye un tota l de 1 393 Bouchet et al. (2005). Est os últ imos aut ores
la evolución q ue ha generado dicha d iversidad y molu scos t errest res de Cuba, cifra que supera consideran a las subfam ilias Johaniceraminae y
permita comprender los patrones de la historia en 94 especies las 1 299 listadas por Espinosa y Macroceraminae sinónimos de Microceraminae
de la vida, es decir, sus procesos evolutivos. Ortea (1999). Esta marcada d iferencia se debe Pilsbry, 1904 .
Todos los organismos están relacionados ent re f undamentalmente a la reciente publicación La sinon im ia, subespecies y la d istribución
sí en mayor o m enor g rado por vías evolutivas del importante aporte de Torre y Bartsch (2008) geográfica de la gran mayoría de las especies de
descendentes, lo que posibilita q ue pueda n ser sobre la familia Urocoptidae en Cuba, haciendo la presente list a especies (1299) se encuentran
fácilmente ident ificados y agru pados dentro de d isponible los nombres de mu chas especies señaladas en el catálogo de Espinosa y Ortea
categorías diferenciales y reconocibles. Estas de los géneros Macroceramus y Microceramus, (1999). Para cada especie de la lista se ind ica
categorías incluyen ta nt o a las especies como pri ncipalmente, que no habían sido publicadas. (med iante un número ent re paréntesis)
los niveles sup raespecíficos (géneros, fa milias, Au nq ue el m anuscrito de los urocópt idos el subgénero al cua l pertenece, según la
ordenes, et c.) e infraespecíficos (subespecies), cubanos de Torre y Bartsch dat a de 1943, los numeración consecutiva de los subgéneros de
y se ordenan en un sistema j erárquico conocido nuevos taxones deben fecharse como del año la Sinopsis Taxonómica. Cuando no aparece
como sist ema de clasificación taxonómica. 2008, q ue es cuando en rea lidad se publica este ind icativo, se debe entender que la especie
Los numerosos aportes recientes, a nivel esta monografía, y por tanto está n sujetos a las pertenece al género en su sentido estricto
m undial, sobre la sistemática y clasificación normas establecidas po r el Cód igo Internacional (subgénero nominal). Dent ro de cada género
de los moluscos, hace necesario act ualizar el de Nom enclatura Zoológica (2000) pa ra los o subgénero, las especies se ordenan en orden
catálogo de los moluscos terrest res cubanos de nombres propuestos después de 1999. Por otra alfabético.
Espinosa y Ortea (1999), el cual t iene ya casi diez parte, debe ana lizarse la publicación parcial Dado el carácter de este libro, pensado
años de publicado. Aunque su contenido está de este manuscrit o realizada por Jau m e y para el público más diverso, querem os explica r
mayoritariamente dirigido a los interesados en la Torre (1976) y conciliar la disponibilidad de los que los nombres cient íficos de las subespecies
malacología y a los especia listas de la biodiversidad nombres de los taxones a los d iferent es niveles se expresa n con t res pa labras. La prime ra
de Cuba en general, este libro no quedaría completo (subfam ilia, género, subgénero, especie y representa el género y se escribe siempre con
sino se ofrece la lista de las especies de moluscos subespecie), según las normas nomenclaturales letra inicial mayúscula. La segunda se refiere
terrestres de Cuba, y su ordenam iento taxonómico establecidas por los códigos v igentes para cada al nom bre de la especie y la tercera al de la
lo más actualizado posible. f echa de publicación. subespecie, ambas escritas com pletamente en
Por su extensión no es posible reprod ucir La solución definit iva de los prob lem as m inúsculas. Por tanto, los nombres cient íficos de
de form a integra un nuevo cat álogo de la nomenclaturales de los urocópt idos cubanos, las especies son binominales (dos nombres) y los
m alacofau na terrestre cubana. Para at enuar pri ncipalmente los ref eridos a la d isponibilidad de de las subespecies t rinominales (tres nombres).
esta inconveniencia, a continuación se presenta los nombres con sus autores y fechas, requiere de En las obras y artículos científicos se acost umbra
la sinopsis taxonómica de las categorías un d ictamen oficial de la Comisión Internacional agregar el nombre del autor que describió la
supraespecíficas fundamentales, las cuales de Nomenclatura Zoológica. En espera de especie o subespecie y la fecha en q ue fue
incluyen 2 subclases, 5 órdenes, 18 superfam ilias, d ichos acuerdos, en el presente libro se adopta publicada, pero estos dat os com plementa rios no
31 f am ilias (más de 48subf amilias)y 153 géneros com o autores y f echa de los taxones a nivel de forman parte del nombre cient ífico.
(con numerosos subgéneros). En el ordenam ient o especie (y también de subespecies) a Torre y La subespecie nom inal es la q ue se
taxonóm ico se ha seguido a Bouchet et al. (2005), Bart sch (2008), que es cuando est os nom bres corresponde con el nombre de la especie.
conse rvando el término orden en lugar de ciado. son publicados debidamente descritos, con t ipos
Dentro de cada f amilia o subfam ilia, los géneros designados y en su gran m ayoría figurados, y
se sit úan en orden alf abético, except o el género com o autores de los taxones supraespecíficos Priotrochatel/a conste/lata.

171
Sinopsis Taxonómica

Clase GASTROPODA Orden UTTORINIMORPHA Diploma Pfeiffer, 1859; Eutudora


Subclase PROSOBRANCHIA Henderson y Bartsch, 1920 (Eutudora<4•l
Orden CYCLONERITIMORPHA Superf amilia LITTORINOIDEA Children, 1834 Henderson y Bartsch, 1920; Eutudorisca(•sl
Familia POTAMllDAE Newton, 1891 Henderson y Bartsch, 1920); Eutudorops
Superfamilia HELICINOIDEA Férrussac, 1822 Subf amilia ANN ULARllNAE Henderson y Henderson y Bartsch, 1920 (Eutudorops(• 6l
Familia HELI CINIDAE Férrussac, 1822 Bartsch, 1920 Henderson y Bartsch, 1920; EutodorexC41J
Subfamilia HELICININAE Férrussac, 1822 Géneros: Annularisca Henderson y Torre y Bartsch, 1941); Guajaibona Torre
Géneros: He/icina Lamarck, 1799 (Helicina<•l Bartsch, 1920 (Annularisca(•óJ Henderson y Bartsch, 1941; Gund/achtudora Torre
Lamarck, 1799; Subglobu/osa<•l Wagner, y Bartsch, 1920; Annularel!a(•1J Henderson y Bartsch, 1941; Hendersonina Torre y
1905}; Alcadia Gray, 1840 (Alcadia'3l Gray, y Bartsch, 1920; AnnularexC•8i Torre y Bartsch, 1938 (Hendersonina«8l Torre y
1840; Glypta!cadia<•>Bossy Jacobson, 1973; Bartsch, 1941): Annularita Henderson y Bartsch, 1938; Hendersonida!491Torre y
Hja!marsonacsl Baker, 1950; ldesa<6 f H. Adams Bartsch, 1920; Annularodes Henderson y Bartsch, 1938; Scobinapoma<~l Torre y
y A. Adams, 1856; Peniso!tia(Jl H. B. Baker, Bartsch, 1920 (Annularodes(•g) Henderson Bartsch, 1938; Turripoma(s•J Torre y Bart sch,
1954}; Emoda H. Adams y A. Adams, 1858; y Bartsch, 1920; AnnularodelJa<20> Torre 1938: Turrithyra<s•J Torre y Bart sch, 1938;
Glyptemoda Clench y Aguayo, 1950. y Bartsch, 1941: Annu/arodisca<21l Torre y Turrithyretes<sil Torre y Bartsch, 1938):
Bartsch, 1941: Fossu!aria<»J Torre y Bartsch, Jaumeia Aguayo, 1943; Juannularia Torre
Subfamilia CERATODISCINAE Pilsbry,1927 1941 ); Annularops Henderson y Bartsch, y Bartsch, 1941; Limadora Torre y Bartsch,
Género: Ceratodiscus Simpson y 1920; Bermudezia Torre y Bartsch. 1941 1941: Limadorex Torre y Bartsch, 1941;
Henderson, 1901. (Bermudezia<•il Torre y Bartsch, 1941; Ramsdenia Preston, 1913; Subannularia
Lugarenia<••l Torre y Bartsch, 1941); To rre y Bartsch, 1941; Trosche/vindex H.
Subfamilia VIAN INAE H. B. Baker, 1922 Blaesospira Crosse, 1890; Chondropoma B. Baker, 1924; Tudorina Torre y Bartsch,
Géneros: Viana H. Adams y A. Adams, Pfeiffer, 1847 (Chondropoma<2 s>Pfeiffer. 1847; 1941; Wrightudora Torre y Bartsch, 1941
1856; Calidviana H. B. Baker, 1954; Lucidel/a Chondropomartes<26l Henderson y Bartsch, (Wrightudora(s4JTorre y Bartsch, 1941;
Swainson, 1840 (PoeniaC 8i H. Adams y A. 1920; Chondropomisca<2 1l Torre y Bartsch, Aguayotudora<ssl Torre y Bartsch, 1941).
Adams, 1856: Poeniella<91H. B. Baker, 1923}; 1941; Chondropomium<28l Henderson y
Priotrochatel!a Fisher, 1893; Semitrochatel!a Bartsch, 1920; Chondropomodes(•91Torre Subfamilia ADAMSIELLINAE Henderson y
Aguayo y Jau me, 1958: Trosche/viana H. B. y Bartsch, 1938: Chondropomorus<i0 1 Bartsch, 1920
Baker, 1922 (Trosche/vianaC"'l H. B. Baker, 1922; Henderson y Bartsch, 1920; Gutierrezium(i•I Género: Cubadamsiel/a Torre y Bartsch, 1941.
Cubaviana<11l H. B. Baker, 1922; Microviana(») Torre y Bartsch, 1941; Parachondrodes<i•J
H. B. Baker, 1922); Ustronia Wagner, 1908. Clench y Aguayo, 1946); Chondropomatus Subfamilia RHYTIDOPOMATINAE Henderson
Henderson y Bartsch, 1920; y Bartsch. 1920
Familia PROSERPINIDAE Gray, 1847 Chondropometes Henderson y Bartsch, 1920 Géneros: Rhytidopoma Sykes, 1901;
Género: Proserpina G. B, Sowerby, 1839 (Chondropometes'3il Henderson y Bartsch, Dal/siphoma Torre y Bartsch. 1941;
(Despoenel!a H. B. Baker, 1923). 1920; Chondrothyromal3•l Henderson y Opisthocoe/icum Torre y Bartsch, 1941
Bartsch. 1920), Chondrothyra Henderson y (Opisthocoe/icum (s6 l Torre y Bartsch, 1941;
Orden ARCHITAENIOGLOSSA Bartsch. 1920 (Chondrothyra(isl Henderson Opisthocoe/ex(s11 Torre y Bartsch, 1941;
y Bartsch, 1920; Chondrothyretes<i 6l Opisthocoelops<ss) Torre y Bartsch, 1941 );
Superfamilia CYCLOPHOROIDEA Gray, 1847 Henderson y Bartsch, 1920; Foveothyra(i11 Opisthosiphon Dall, 1905 (Opisthosiphon(sg)
Familia MEGALOMASTOMATIDAE Blandford, Torre y Bartsch, 1941; Hendersonoma<38l Dall, 1905: 8ermudezsiphoma<60l Torre y
1864 Torre y Bartsch, 1938; Plicathyra(i91Torre Bartsch, 1941; Cubitasiphona<6•l Torre y
Género: Farcimen Troschel, y Bartsch, 1938): Chondrothyrel!a Torre y Bartsch, 1941; Cylindrosiphona<62i Torre y
1847 (FarcimenC•il Troschel, 1847; Bartsch, 1941 (Chondrothyre/la<•0 l Torre Bartsch, 1941; Mirasiphon<6 il Torre y Bartsch,
JaumeoconchaC•4 l Alca lde, 1945). y Bartsch, 1941; Plicathyre/laC4•l Torre y 1941: Opisthosiphona<64l Henderson y
Familia NEOCYCLOTIDAE Kobelt y Móllendorf, Bartsch, 1941); Chondrothyrium Henderson Bartsch, 1920 ); Rhytidothyra Henderson y
1897 y Bartsch. 1920 (Chondrothyriumw•l Bartsch, 1920: Torre/la Henderson y Bartsch,
Género: Crocidopoma Shuttlewort h, 1857 Henderson y Bartsch, 1920; Plicathyrium <•3l 1920 (Torre11a<6 5l Henderson y Bartsch. 1920;
(Cyc/ocubana<•sl Torre y Bart sch, 1942}. Jaume y Sánchez de Fuent es, 1943); Torrel!isca(66l Henderson y Bartsch, 1920);

172
sinopsis taxonómica

Xenopoma Crosse, 1890; Xenopomoides Fibricutis<9°>Pilsbry, 1903: Maceo<9•l Pilsbry y


Torre y Bartsch, 1941. Subf amilia TRUNCATELLININAE Steenberg, Va natta, 1898); Levistemma Jaume y Torre,
1925 1976; Liocal/onia Pilsbry. 1902 (Liocal/onia<92I
Superfamilia RISSOOIDEA Gray, 1847 Género: Bothriopupa Pilsbry, 1898. Pilsbry. 1902; Cenocoptis!93l Jaume y Torre,
Familia TRUNCATELLIDAE Gray, 1840 1976; Jaumea<94>Jaume y Torre, 1976}:
Géneros: Truncatella Risso, 1828 Suborden SIGMURETHRA Nesocoptis Pilsbry, 1941; Nodulia Jaume y
(Truncatel/a<6 1> Risso, 1828; Tomlinitel/a<68 ) Torre, 1976: Organocoptis Jau me y Torre,
Clench y Turner, 1948); Tahetia H. Adams y Superf amilia ORTHALICOIDEA Albers, 1860 1976; Paracal/onia Pilsbry, 1903; Pfeiffericoptis
A. Adams, 1863- Albers, 1860 Jaume y Torre, 1976 (Pfeiffericoptis<9s>
Familia ORTHALICIDAE Albers, 1860 Jaume y Torre, 1976; Garciacoptis<9 6>Jau me
Subclase PULMONATA Subf amilia ORTHALICINAE Albers, 1860 y Torre, 1976}: Planostemma Jaume y
Orden SYSTELLOMMATOPHORA Género: Liguus Mont f ort, 1810. Torre, 1976; Pleurostemma Pilsbry, 1941;
Poeci/ocoptis Pilsbry, 1941; Poeycoptís
Superfamilia VERON ICELLOIDEA Gray, 1840 Subf amilia BULIMULINAE Tryon, 1867 Jaume y Torre, 1976; Pycnoptychia Pilsbry
Familia VE RONICELLIDAE Gray, 1840 Géneros: Bulimulus Leach, 1814; Drymaeus y Vanatta, 1898 (Pycnoptychia<91/ Pilsbry
Géneros: Veronicel/a Blainville, 1817; Leidyula Albers, 1850 (Leptodrymaeus<75> Pilsbry, 1946). yVanatta, 1898; Esochara<98l Pilsbryy
H. B. Baker, 1925; Sarasinula Grimpe y Va natta, 1898) Sagracoptis Jaume y Torre,
Hof fman, 1924. Familia CERIONIDAE Pilsbry, 1901 1976; Septilumen Pilsbry y Vanat ta, 1898;
Género: Cerion Roding, 1798 Steatocoptis Pi lsbry, 1941; Teneria Jaume y
Orden STYLOMMATOPHORA (Diacerion <16l Dall, 1894; Strophiops<n> Torre, 1976; Tenuistemma Jaume y Torre,
Suborden ELASMOGNATHA Dall, 1894). 1976; Tome/asmus Pilsbry y Vanat ta, 1898;
Trílamellaxis Jau me y Torre, 1976: Uncinicoptis
Superfamilia SUCCINEOIDEA Beck, 1837 Familia UROCOPTIDAE Pilsbry, 1898 Jaume y Torre, 1976.
Familia SUCCINEIDAE Beck, 1837 Subf amilia UROCOPTINAE Pilsbry, 1898
Género: Succinea Draparnaud, 1801. Géneros: Acracoptis Jaume y Torre, 1976; Subfamilia BRACHYPODELLINAE H. B. Baker,
Amphistemma Jaume y Torre, 1976; 1956
Suborden ORTHURETHRA Arangia Jaume y Torre, 1976; Badiofaux Género: Brachypodel/a Beck, 1837
Superfamilia PUPILLOIDEA Turton, 1831 Pilsbry, 1941; Bia/asmus Jau me y Torre, 1975; (Brevipedella<99l Pilsbry, 1903; Gyraxis<•00>
Familia PUPILLIDAE Turton, 1831 Cal/ocoptis Jaume y Torre, 1976; Callonia Pilsbry, 1903; Siphono/aemus<•0 »Pilsbry,
Género: Pupoides Pfeif f er, 1854. Crosse y Fisher, 1870; Capillacea Jaume 1903).
y Torre, 1976; Carcinostemma Jaume y
Familia STROBILOPSIDAE Wenz, 1915 Torre, 1976; Centra/ia Jaume y Torre, 1976 Subfamilia M ICROCERAMINAE Pilsbry, 1904
Género: Strobilops Pilsbry, 1893 (Centralia<13>Jaume y Torre, 1976; Miniaxist/91 Géneros: Microceramus Pilsbryy Vanatta,
(Discostrobilops<69>Pilsbry, i927) . Jaume y Torre, 1976); Coch/odinella Pilsbry 1898; Johaniceramus Jau me y Torre, 1976;
y Vanat ta, 1892 (Coch/odinella<80>Pilsbry Macroceramus Guilding, 1828; Pineria Poey,
Familia VERTIGIDAE Fitzinger, 1833 y Vanat ta, 1892; Blaincoptis<8 »Jaume 1854; Spiroceramus Pilsbry y Van att a, 1898.
Subfamilia VERTIGINAE Fitzinger, 1833 y Torre, 1976; Orienticoptis<82>Jau me y
Género: Vertigo O. F. Müller, 1774 Torre 1976; Ventricochfis<83l Jaume y Torre, Subfamilia TETRENTODONTINAE Bartsch, 1943
(Vertigo<1°> O. F. Müller, 1774; Angustu/atJ>> 1976); Geminicoptis Jaume y Torre, 1976: Géneros: Tetrentodon Pilsbry. 1903
Sterki, 1883). Gongylostoma Albers, 1850; Gongylostomella (Tetrentodon<•0 »Pilsbry, 1903; Anafecoptis<'°31
84l Pilsbry,
Pilsbry, 1941 (Gongylostome//aC Jau me y Torre, 1976; Cylindrocoptis<•0<>
Subfamilia GASTROCOPTINAE Pilsbry, 1918 1941.: Arangocoptis<8s>Jau me y Torre, Jau me y Torre, 1976; Gravicoptis<•0 s> Torre
Géneros: Gastrocopta Wollaston, 1878 1976; Juanocoptis<86l Ja ume y Torre, y Jaume, 1976; Sca/aricoptis<•0 61Jaume y
(Gastrocopta<12> Wollaston, 1878; Albinuta<nl 1976; Levicoptis<81l Jaume y Torre, 1976; To rre, 1976); Heterocoptis Jau me y Torre,
Sterki, 1892); Pupisoma Stoliczka, 1873; Palenquecoptis<88>Jau me y Torre, 1976); 1976 (Heterocoptis<•0 1>Jau me y Torre,
Sterkia Pilsbry, 1898 (Metasterkia<1•>Pilsbry, ldiostemma Pilsbry y Vanat ta, 1898 1976; Asthenocoptis<•03>Jaume y Torre,
1920). (/diostemma<89> Pilsbry yVanatt a, 1898; 1976; Bermudezicoptis<•o9) Jau me y Torre,

173
1976; Cavicoptis<1101Jau me y Torre. 1976; 1850 (Biangulaxis<" 0l Pilsbry, 1907); Superfamilia LIMACOIDEA Lamarck, 1801
C/enchicoptis<"'l Jaume y Torre, 1976); Pseudosubulina Strebel y Pfeif fer. 1882; Familia AGRIOLIMACIDAE H. Wagner, 1935
Torrecoptis Bartsch, 1943. Volutaxis Strebel y Pfeiffer, 1882. Género: Deroceras Rafinesque, 1820
(Deroceras(128l Rafi nesque, 1820;
Superfamilia ACHATINOIDEA Swainson, 1849 Superf amilia STREPTAXOIDEA Gray, 1860 Agriolimax<"9l Morch. 1865).
Familia FERRUSSACIDAE Bourguigna, 1883 Familia STREPTAXIDAE Gray, 1860
Género: Cecilioides Ferrussac, 1814 Subf amilia ENNEINAE Bourguignat, 1883 Familia VITRINIDAE Fitzinger, 1833
(Ceostilbia<ml Crosse, 1867: Karo/us(11il de Géneros: Rhabdogulel/a F. Haas, 1934: Subfamilia VITREINAE Fitzinger, 1833
Folin y Perrier, 1870). Streptostele Dohrn, 1866 (TomosteJe<"'l Género: Hawaiia Gude, 1911.
Ancey, 1885).
Familia SUBULINIDAE P. Fischer y Crosse, 1877 Superfamilia HELICOIDEA Rafinesque, 1815
Subfamilia SUBULININAE P. FischeryCrosse, 1877 Superf amilia RHYTIDOIDEA Pilsbry, 1893 Familia BRADYBAENIDAE Pilsbry, 1934
Géneros: Subulina Beck, 1837; Beckianum Familia HAPLOTREMATIDAE H. B. Baker, 1925 Género: Bradybaena Beck, 1837.
Baker, 1961; Lamel/axis Strebel in Pfeiffer, 1882 Género: Haplotrema Ancey, 1881
(Allopeas(114>H. B. Baker, 1931): Leptinaria Beck, (Haplomena<122l Baker. 1931). Familia CAMAENIDAE Pilsbry, 1895
1837; Opeas Albers, 1850. Subfamilia CARACOLINAE Cuezzo, 2003
Superfamilia PUNCTOIDEA Morse, 1864 Géneros: Caraco/us Montfort, 1810;
Subfamilia COELIAXINAE Pilsbry 1907 Familia HELICODISCIDAE H. B. Baker, 1927 Polydontes Montfort, 1810; Zachrysia Pilsbry,
Género: Crypte/asmus Pilsbry, 1907 Género: He/icodiscus Morse, 1864 1894 (Zachrysia(•¡o) Pilsbry, 1894, Auritesta(•i•l
(Cryptelasmus<11sl Pilsbry, 1907; (Helicodiscus<"il Morse, 1864: Pilsbry, 1928; Chrysias«l'l Pilsbry, 1928;
Eucryptelasmus<116l Jau me y Sánchez de Hebetodiscus<12•>H. B. Baker, 1929). Megachrysia<•iil Pilsbry, 1928; Torrechrysias«i•l
Fuentes, 1943). Moreno, 1943).
Superfamilia SAGDOIDEA Pilsbry, 1895
Subfamilia RUMININAE Wenz, 1923 Familia SAGDIDAE Pilsbry, 1895 Familia CEPOLIDAE lhering. 1909
Género; Rumina Risso, 1828. Subf amilia SAGDINAE Pilsbry, 1895 Géneros: Coryda Albers, 1850; Cysticopsis
Géneros: Hojeda H. B. Baker. 1926; Lacteoluna Morch, 1852; Eurycampta Von Martens,
Subfamilia STENOGYRINAE P. Fischer y Pilsbry, 1926 (Lacteo/una<"5l Pilsbry, 1926; 1860: Hemitrochus Swainson, 1840;
Crosse, 1877 Aerotrochus«26I Pilsbry; 1926); Odontosagda Jeanneretia Pfeiffer. 1877 (Jeanneretia«isl
Géneros: Obeliscus Beck, 1837 (Lyobasis<111l Von Martens. 1860; Volvidens Henderson 1914. Pfeif fer, 1877; Culadentia«i 6l Clench y
Pilsbry, 1903: Pseudoba/ea(ns¡ Shut tleworth, Aguayo, 1951); Plagiotycha Pfeif f er, 1856.
1854; Stenogyra<119l Shuttleworth, 1854): Subf amilia AQUEBANINAE H. B. Baker, 1940
Copule/la Aguayo y Jaume, 1938. Géneros: Suavitas Pilsbry, 1926; Euc/astaria Familia POLYGYRIDAE Pilsbry, 1895
Pilsbry, 1926: Setipellis Pilsbry, 1926. Subfamilia POLYGYRINAE Pilsbry, 1895
Superfamilia TE5TACELLOIDEA Gray, 1840 Géneros: Polygyra Say, 1818; Daeda/ochila
Familia OLEACINIDAE H. Adams y A. Adams. Superf amilia GASTRODONTOIDEA Tryon, 1866 Beck, 1837; Pratico/el/a Von Martens. 1892.
1855 Familia GASTRODONTIDAE Tryon, 1866
Subfamilia OLEACININAE H. Adams y A. Género: Zonitoides Lehmann. 1862 Familia THYSANOPHORIDAE Pilsbry, 1926
Adams, 1855 (Zonitel/us<"1l H. B. Baker, 1928). Género: Thysanophora Strebel in
Géneros: O/eacina Roding, 1798; Pfeif f er, 1880 (Thysanophora«i 6l Strebel
Recto/eacina Pi lsbry, 1907. Familia EUCONULIDAE H. B. Baker, 1928 y Pfeffer, 1880: Lyroconus(•i11H. B. Baker,
Géneros: Euconulus Reinhardt, 1883; Guppya 1927).
Subfamilia VARICELLINAE H. B. Baker, 1941 Morch, 1867.
Géneros: Varice/la Pfeif f er, 1856; G/andinel/a Familia XANTHONYCHIDAE Strebel in Pfeif fer,
Pfeiffer. 1879; Melaniella Pfeif fer, 1857. Superfamilia ZONITOIDEA Morch. 1864 1879
Familia ZONITIDAE Morch. 1864 Género: Polymita Beck, 1837 (Polymita«i 8l
Familia SPIRAXIDAE H. B. Baker, 1939 Género: Retine/la Fischer in Beck, 1837; Oligomita«39l Torre. 1950).
Géneros: Spiraxis C. B. Adams, Shuttleworth, 187J.

174
>lista de las especies de moluscos
terrestres de Cuba

1. Helicina<•l adspersa pfeiffer. 1839 36. Emoda pulcherrima (Lea, 1834) 66. Troschelviana!12l hians (Poey, 1852)
2. Helicina!»declivis Gundlach in Pfeiffer. 1860 37- Emoda sagraiana (D'Orbigny. 1842) 67. Troschelvianaf"l holguinensis (Aguayo. 1932)
3- Helicina!» globulosa D'Orbigny, 1842 38. Emoda silacea (Morelet, 1849) 68. Troschelviana!12l methfesse/i (pfeiffer, 1862)
4. Helicina!•l holguinensis Clench y Aguayo. 1953 39. Emoda submarginata (Gray, 1824) 69. Troschelvianal12l petitiana (D'Orbigny, 1842)
5. Helicina!•l lembeyana Poey, 1854 40. Ctyptemoda torrei Henderson. 1909 70. Troschelviana!12I pfeifferiana
6. Helicina!•)monteiberia Sarasúa, 1976 41. Ceratodiscus minimus (Gundlach in Pfeiffer, 1859) (Arango in Pfeiffer. 1866)
7. Helicina!•I poeyi Pfeiffer, 1859 42. Viana regina (Morelet, 1849) 71. Trosche/viana!12l rupestris (pfeiffer, 1839)
8. Helicina!•I reeveana Pfeiffer, 1848 43- Calidviana littoricola (Gundlach in Pfeiffer. 1860) 72. Trosche/viana!12l spinipoma (Aguayo, 1943)
9. Helicina!•)subdepressa Poey, 1854 44. Lucide/fa!8l granum (Pfeiffer. 1856) 73- Trosche/viana!12ltumidu/a (Clench y Aguayo, 1957)
10. Helicina!•l subglobulosa Poey, 1852 45. Lucide/fa!9lgranulum (Gundlach in pfeiff er, 1864) 74. Ustronia acuminata (Velazquez in Poey, 1852)
11. Alcadia!il incrustata (Gundlach in Pfeiffer. 1859) 46. Lucideflal9l rugosa (Pfeiffer. 1839) 75. Ustronia s/oanei (D'Orbigny, 1842)
12. Alcadiaül nuda (Arango in Pf eiffer, 1866) 47. Lucide/Jal91 tantilla (Pilsbry, 1902) 76. Proserpina depresa (D'Orbigny, 1842)
13-Alcadia!4l camagueyana Aguayo y Jaume, 1957 48. Priotrochatel/a conste/lata (Morelet, 1847) 77. Proserpina globulosa (D'Orbigny. 1842)
14. Alcadia!4l euglypta Clench y Aguayo, 1950 49. Priotrochatel/a ste/Jata (Velazquez in Poey, 1852) 78. Farcimen!•ilalutaceum (Men ke in Pfeiffer, 1846)
15.A/cadia!sl neebiana (pfeiffer, 1862) 50. Priotrochate/Ja torrei Clapp, 1918 79. Farcimen!•3l arangoi Torre y Bartsch, 1942
16. Alcadia!sl nítida (Pfeiffer. 1839) 51. Semitrochatella alboviridis 80. Farcimen!•llauriculatum (D'Orbigny, 1842)
17.Alcadia!6lconcinna (Gundlach in Pfeiffer. 1857) (Wright in Pfeiffer, 1864) 81. Farcimen!•il bilabiatum Alcalde, 1945
18.A/cadia!6l rotunda (D'Orbigny, 1842) 52. Semitrochatel/a babei (Arango, 1876) 82. Farcimen!•il bituberculatum (Sowerby, 1850)
19. Alcadia!6lspectrabilis (Pfeiffer, 1858) 53- Semitrochate/Ja conica (Pf eiffer. 1839) 83- Farcimen!•il camagueyanum Torre y Bartsch, 1942
20. A/cadiat7l bermudezi Aguayo y Jaume. 1957 54. Semitrochatella elongata (D'Orbigny, 1842) 84. Farcimen!•il cisnerosi Alcalde, 1945
21.Alcadia<1l dissimulans (Poey, 1858) 55. Semitrochate/Jafuscula (Gundlach in Pfeiffer, 1863) 85. Farcimen!•ll guanense Torre y Bart sch, 1942
22. Alcadia!1lgonostoma (Gundlach in Poey, 1858) 56. Troschelviana!•0 lchrysochasma (Poey, 1853) 86. Farcimen!•ilguitarti Torre y Bartsch, 1942
23-Alcadiat7l hispida (pfeiffer. 1839) 57. Troschelviana!•ol erythracea 87- Farcimen!•ilgundlachi (Pfeiffer, 1856)
24.Alcadiat1l minima (D'Orbigny, 1842) (Wright in Sowerby, 1866) 88. Farcimen!•3l hendersoni Torre y Bartsch, 1942
25. Alcadia!1lvelutina (Poey, 1858) 58. Troschelviana!•0 ljugulata (Poey, 1858) 89. Farcimen!•il imperator Alcalde, 1945
26. Emoda bayamensis (Poey, 1854) 59. Troschelviana!•0 l mestrei (Arango. 1879) 90. Farcimen!•Jljaumei Alcalde, 1945
27- Emoda bermudezi Aguayo y Jaume, 1954 60. Troschelvianal11l pyramidalis (Sowerby, 1842) 91. Farcimen<•il leoninum (Pfeiffer. 1856)
28. Emoda blanesi Clench y Aguayo in Aguayo, 1953 61. Troschelviana!•I rubromarginata 92. Farcimen<•il majusculum Alcalde, 1945
29. Emoda briarea (Poey, 1851) (Gundlach in Poey, 1858) 93- Farcimen<•il mani (Poey, 1851)
30. Emoda caledoniensis Clench y Jacobson, 1971 62. Troschelviana!11l scopulorum (Morelet. 1849) 94. Farcimen!'ll najazaense Torre y Bartsch. 1942
31. Emoda ciliata (Poey. 1852) 63. Troschelviana!12l callosa (Poey, 1854) 95. Farcimen<•il obesum Torre y Bartsch, 1942
32. Emoda clementis Clench y Aguayo. 1950 64. Troschelviana!12l continua 96. Farcimen<•il procer (Poey, 1854)
33. Emoda emoda (Pfeiffer, 1865) (Gundlach in Pfeiffer. 1858) 97- Farciment•il pseudotortum Torre y Bartsch, 1942
34. Emoda mayarina (Poey, 1854) 65. Troschelviana!"l granulum 98. Farcimen!•il rocai Torre y Bartsch, 1942
35. Emoda najazaensis Aguayo y Jaume, 1954 (Gundlach in Pfeiffer. 1864) 99. Farcimen<•ilseminudum (Poey, 1854)

175
100. Farcimen<•il subventricosum Torre y Bartsch. 1942 143.Annularisca!•8l ramsdeni 185. Chondropoma!•sleduardoi Aguayo, 1934
101. Farcimen<•il superbum Torre y Bartsch, 1942 (Pilsbry y Henderson, 1912) 186. Chondropoma<•sljuentesi Jau me y Alcalde, 1944
102. Farcimen!•il torrei (Guit art , 1936} 144.Annularisca<18ljragilís (Gundlach in Pfeiffer, 1859) 187. Chondropoma<>slgarcianum Torre, 1913
103- Farcimen<•il tortum (Wood, 1828} 145.Annularita majuscula (More/et, 1851) 188. Chondropoma(>sljau/ense Torre y Bartsch, 1938
104. Farcimenl•i) ungula (Poey, 1856) 146.Annu/arodes(•9Jcanoaensis (Torre y Bartsch, 1941) 189. Chondropoma(>s)Jaetum (Gutierrez in Poey, 1858}
105. Farcimen(•il ventricosum (D'Orbigny, 1842) 147 Annularodes(•9) cantarillensis 190. Chondropoma<•sl Jembeyi Torre y Bartsch, 1938
106. Farcimen!•il vignalense Torre y Bartsch, 1942 {Torre y Bartsch. 1941) 191. Chondropoma<•sl leoni Torre y Bartsch, 1938
107. Farcimen(•il wrightiTorre y Bartsch, 1942 148. Annularodes<•g)indivisa (Welch, 1929) 192. Chondropomal•s) margina/bum
108. Farcimen<•ilyunquense Torre y Bartsch, 1942 149.Annularodes(•globsoleta (Torre y Bartsch, 1941) (Gundlach in Pfeiffer, 1859)
109. Farcimen!'4) bartschi Alcalde, 1945 150.Annu/arodes<•9I perezi (Torre y Bartsch, 1941) 193- Chondropoma<1sl moestum
110. Farcimen(•4) magister Torre y Bartsch, 1942 151.Annu/arodes(•9J terneroensis (Torre y Bartsch, 1941) (Shuttleworth in Pfeiff er, 1854)
111. Crocidopoma<•slgunglachi Torre y Bart sch, 1942 152. Annu/arodes(•9> unicinata (Arango, 1884} 194. Chondropoma!•sl nicolasiTorre y Bartsch, 1938
112. Crocidopoma<•slperdistinctum (Gundlach, 1858} 153- Annularodes<20l morenoi (Torre y Bartsch, 1941) 195. Chondropoma('~obesum (Menke. 1830)
113- Annu/arisca<•6l aberrans Torre y Barsch, 1941 154.Annularodes(") pilsbryi (Welch, 1929) 196. Chondropoma<1sl oxytremum
114. Annularisca!•6l afata (Pfeiffer, 1851) 155. Annularodes!12l boqueronensis (Gundlach in Pfeif fer, 1860)
115.Annularisca!16lauricoma (Gundlach in Pfeiffer, 1859) (Torre y Bartsch, 1941) 197. Chondropomal•s) perlatum
116. Annularisca<16l eburnea 156. Annu/arodes(n)inquisita (Pilsbry, 1929) (Gundlach in Poey,1858)
(G undlach in Pfeiffer, 1858} 157 Annu/arops attenuata (Torre y Bartsch, 1941) 198. Chondropoma<>s>pfeifferianum (Poey, 1851)
117 Annu/arisca!• 6l pal/ens Torre y Bartsch, 1941 158.Annutarops blaini (Gundlach in Pf eiffer, 1863) 199. Chondropomal15l pictum (Pfeiffer, 1839)
118. Annularisca!• 6) prestoni (Ramsden, 1914) 159. Annu/arops coronadoi (Arango in Poey, 1867) 200. Chondropoma<•s) poeyanum (Orbigny, 1842)
119. Annu/arisca<16l tacrensis Torre y Bartsch, 1941 160.Annularops perptexa (Torre y Bartsch, 1941) 201. Chondropoma!•sl rolandoi Aguayo. 1943
120. Annularísca(•7l alayoi (Jaume, 1984} 161. Annu/arops semicana (Morelet, 1851) 202. Chondropoma!•s>tenuisculptum Aguayo, 1939
121. Annu/arisca<•1) armasi (Ja ume, 1984} 162.Annularops sauvaflei(Gundlach in Pfeiff er, 1863) 203-Chondropoma<2sl vespertinum (Morelet, 1851)
122.Annularisca!'llarquesi Torre y Bartsch, 1941 163-Annu/arops tryoni (Arango, 1879) 204. Chondropoma<1~ wi/coxi
123. Annularisca<•1) borroi (Jaume, 1984} 164. Annu/arops vannostrandi (Arango, 1876) Pilsbryy Henderson, 1912
124. Annu/arisca<•1) cumula ta (Pfeiffer, 1863) 165. Bermudezia!•il bermudezi (Torre y Bartsch, 1941) 205. Chondropomal•slyucayum
125. Annularisca!•1)hendersoni Torre y Bartsch, 1941 166. Bermudezia!•ilcapestanyi (Torre y Bartsch, 1941) (Presas in Pfeiffer, 1863}
126. Annularisca<•1) heynemanni (Pfeiffer, 1864} 167. Bermudezia<>Jleuglypta (Torre y Bartsch, 1941) 206. Chondropoma!•6) irradians
127. Annularisca!'7l holguinensis Torre y Bartsch, 1941 168. Bermudezia!•i> obliterata (Torre y Bartsch, 1941) (Shuttleworth in Pf eiffer, 1852)
128. Annu/arísca!•1l interstitia/is 169. Bermudezia(•Jl payroli (Torre y Bartsch, 1941) 207 Chondropoma<16l portuandoi
(G undlach in Pfeiffer, 1859) 170. Bermudezia(•4l biayensis (Torre y Bart sch, 1941) Torre y Bartsch, 1938
129. Annu/arisca<•1) mayariensis Torre y Bartsch, 1941 171. Bermudezia<•4l eurystoma (Torre y Bartsch, 1941) 208. Chondropoma<16l presasianum (Gundlach, 1863}
130. Annu/arisca<•7l mayensis Torre y Bartsch, 1941 172. Bermudezia<>4l lira ta (Torre y Bartsch, 1941) 209. Chondropoma!•7l aguayoi Torre y Bartsch, 1938
131. Annu/ariscal•1) pseudo/ata 173- Bermudezia('4lnajazaensis (Torre y Bartsch, 1941) 210. Chondropoma!•1) greenfieldi Torre y Bartsch, 1938
(Torre in Pilsbry y Henderson, 1912) 174. Bermudezia(24) sifontesi (Torre y Bartsch, 1941) 211. Chondropoma(•1) revocatum
132. Annularisca<•7l romeri (Pf eiffer, 1864) 175. Blaesospira echinus (Wright in Pfeiffer, 1864} (Gundlach in Pfeiffer, 1857)
13l Annularisca<•1l toroensis Torre y Bartsch, 1941 176. Blaesospira hortensiae Jaume, 1984 212. Chondropoma(•1) rufopictum
134.Annularisca!'l> torrebartschi (Ja ume,1984} 177. Cuajaibona petrei (D'Orbigny, 1842) (Gundlach in Pfeif fer, 1860)
135. Annulariscal•7lvictoris Torre y Bartsch, 1941 178. Chondropomal>s) a/caldei 213- Chondropoma(•1> solidulum
136. Annu/arisca!'7lyaterasensis (Pfeiffer, 1865) Jaume y Sánchez de Fuentes, 1943 (Gundlach in Pfeiffer, 1860)
137. Annularísca(•1lyumuriensis Torre y Bartsch, 1941 179. Chondropoma!>s>antonense Torre y Bartsch, 1938 214. Chondropoma<•1) virgineum Aguayo, 1953
138. Annu/arisca<•1lyunquensis (Pfeiffer. 1860) 180. Chondropoma(>s) asperu/um Aguayo, 1934 215. Chondropoma!17l unilabiatum
139. Annularisca!'7l wrighti Torre y Bartsch, 1941 181. Chondropoma<>sl cabrerai Torrey Bart sch, 1938 (Gundlach in Pfeif fer, 1860)
140. Annularisca!•8) incerta Torre y Ba rtsch, 1941 182. Chondropoma(•sl carenasense 216. Chondropoma<18l a/berti Clench y Aguayo, 1948
141. Annu/arisca<•s) interciso Torre y Bartsch, 1941 Pilsbryy Henderson. 1912 217. Chondropomal>g) ernesti Pfeiffer, 1862
142. Annularisca<•8) mackinlayi 183- Chondropoma<•slcfeti Aguayo, 1939 218. ChondropomatJ0 l auberianum (D'Orbigny, 1842)
(Gundlach in Pfeiff er, 1859) 184. Chondropomal.>slcognatum Torre y Bartsch, 1938 219. Chondropoma!3°l confertum (Poey, 1852)
lista d e las es pecies d e moluscos terrestres d e Cuba

220. Chondropoma(iol de/atreanum (D'Orbigny, 1842) 252. Chondropometes'34> saccharinum 287- Chondrothyrel/a(••> paredonis Sánchez Roig, 1951
221. Chondropoma[¡ol dilatatum Torre y Bartsch, 1938 288. Chondrothyre/la!••ltenebrosa (Morelet. 1849)
(Gundlach in Pfeiff er, 1859) 253- Chondropometes!34l sagebieni (Poey, 1858} 289. Chondrothyriuml.4•lcrenimargo (Pf eiffer, 1858)
222. Chondropoma(iol neg/ectum 254. Chondropometes(J4) scopulorum 290. Chondrothyriuml.4•)tejedori Sánchez Roig, 1951
(Gundlach in Pfeiffer, 1856) Torre y Bart sch, 1938 291. Chondrothyrium(4•1vio/aceum (Pfeiffer, 1858)
223- Chondropoma[¡o) revinctum (Poey, 1851) 255. Chondropometes!34) segregatum 292. Chondrothyrium(4il a/caldei
224. Chondropomaú•l a/ayoi Aguayoy Jaume, 1957 Torre y Bart sch, 1938 Jaume y Sánchez de Fuentes, 1943
225. Chondropoma'3•1 bairense Torre y Bart sch, 1938 256. Chondrothyraú;) atristoma Torre y Ba rtsch, 1938 293- Chondrothyrium(4il borroi
226. Chondropoma!~) guisaense Torre y Bartsch, 1938 257. Chondrothyral.3;) egregia Jaume y Sánchez de Fuentes. 1943
227. Chondropoma(i•l gutierrezi (Gundlach in Pfeiffer, (Gundlach in Pfeiffer, 1856) 294. Chondrothyrium!•3>mortiarum
1856) 258. Chondrothyra(Js) rutila Torre y Bart sch, 1938 Sánchez Roig, 1951
228. Chondropomab•lmontanum Torre y Bartsch, 1938 259. Chondrothyraú~ subegregia Torre y Bartsch, 1938 295. Chondrothyriumwi> torrei
229. Chondropoma!3•l zorri/lae Jau me, 1984 260. Chondrothyra!Jsl tosta Torre y Bartsch, 1938 Jaume y Sánchez de Fuentes. 1943
230. Chondropoma(i•l abnatum 261. Chondrothyra(i6>affinis (Torre y Bartsch, 1938) 296. Diploma arangoi (Jau me, 1984}
(Gundlach in Pf eiff er, 1858) 262. Chondrothyra(i 6l barbouri (Torre y Bartsch, 1938} 297. Diploma architectonica
231. Chondropoma!32l abtianum ( Pfeiff er, 1862) 263- Chondrothyra(36) eerina (Torre y Bartsch, 1938) (Gundlach in Píeiffer, 1859)
232. Chondropoma!i »chordatum 264. Chondrothyral.361detectabilis 298. Diploma songoensis (Torre y Bartsch, 1941)
(Gundlach in Pf eiff er, 1858) (Torre y Bartsch, 1938} 299 Diploma torrei (Ramsden, 1915)
233. Chondropoma!32l daudinoti 265. Chondrothyra(J6l gund/achi (Arango, 1862) 300. Diploma varonai (Jaume, 1984}
(Gundlach in Pf eiff er, 1860) 266. Chondrothyra(i6l impresa (Torre y Bartsch. 1938) 301. Diploma zayasi (Jaume, 1984}
234. Chondropomal.3•) erectum 267. Chondrothyra(i6l incrassata 302. Eutudoral.4•>cabrerai (Torre y Bartsch, 1941)
(Gundlach in Pf eiff er, 1858} (Wright in Pfeiffer, 1862} 303. Eutudora!44l fimbifera (Menke in Píeiffer, 1846)
235. Chondropomab•) holguinense (Aguayo, 1944) 268. Chondrothyrali6l parilis (Torre y Bartsch, 1938} 304. Eutudoral44ltransitoria (Torre y Bartsch, 1941)
236. Chondropomab•l nigriculum (Gundlach, 1860} 269. Chondrothyra(i6l reticulata (Torre y Bart sch, 1938) 305. Eutudora(4sl agassizi
237. Chondropoma!J>Ipfeifferi Aguayo, 1945 270. Chondrothyrali6l shuttleworthi (Pfeiffer. 1851) (Charpentier in Pfeiffer, 1852)
238. Chondropoma(J>)tejedori Clench y Aguayo, 1946 271. Chondrothyral.36>tenebrata (Torre y Bartsch. 1938} 306. Eutudoral.4s>camoensis (Torre y Bartsch, 1941)
239. Chondropomal.3•)textum 272. Chondrothyra'31l cumbrensis Torre y Bartsch, 1938 307. Eutudora(4slcatenata (Gould, 1843)
(Gundlach in Pf eiff er, 1858} 273. Chondrothyrab1ljoveata 308. Eutudora(4sljimenoi (Arango in Pfeiffer, 1864)
240. Chondropoma(i•) wrighti (Pfeiffer, 1862} (Gundlach in Pfeiffer, 1863} 309. Eutudorops(46l torquata (Gutierrez in Poey, 1858)
241. Chondropomatus latum 274. Chondrothyra(J1)natensoni Torre y Bartsch. 1938 310. Eutudorops(47lcomplanata (Torre y Bartsch, 1941)
(Gundlach in Pf eiff er, 1858} 275. Chondrothyra!i 8l percrassa 311. Eutudorops!47l pulverulenta
242. Chondropomatus mimetica (Wright in Pfeiffer, 1864) (Wright in Pfeiffer. 1864)
(Torre y Bartsch, 1941) 276. Chondrothyra(i9l crassa Torre y Bartsch, 1938 312. Eutudorops!41) rocai (Torre y Bart sch, 1941)
244. Chondropometes(ii> fati/abre (D'Orbigny, 1842) 277- Chondrothyra(i9)uniplicata Torre y Bart sch, 1938 313- Eutudorops147)rotundata (Poey, 1851)
245. Chondropometesb3l torrei Bart sch, 1937 278. Chondrothyra'39lwrighti Torre y Bart sch, 1938 314. Eutudoropsl.41)troscheli (Pfeiffer. 1864)
246. Chondropometesbil vignalense 279. Chondrothyrellal4°l cuzcoensis 315. Eutudorops(47l undosa (Gundlach in Pf eiffer, 1863)
(Wright in Pf eiff er, 1863) Torre y Bart sch, 1938 316. Eutudoropsl.41l welchi (Torre y Bart sch, 1941)
247. Chondropometes'34l bel/isimum 280. Chondrothyre/la(4°l excisa 317. Gund/achtudora deco/orata
Torre y Bartsch, 1938 (Gundlach in Pfeiffer. 1863} (Gundlach in Pfeiffer, 1859)
248. Chondropometes(i4) concolor 281. Chondrothyre/la(401ottonis (Pf eiffer, 1846) 318. Hendersonina!•8l hendersoni (Torre, 1909)
Torre y Bartsch, 1938 282. Chondrothyre/lal4°1perturbata 319. Hendersonina(49ldiscolorans
249. Chondropometesb4l eximium Torre y Bartsch, 1938 (Wright in Pfeiffer, 1863}
Torre y Bartsch, 1938 283- Chondrothyre/la(4o)petricosa (Morelet. 1851) 320. Hendersoninal'Pl cirrata (Wright in Pfeiffer. 1867}
250. Chondropometes(l4)exquisitum 284. Chondrothyre/la!•0 l pudica (D'Orbigny, 1842) 321. Hendersonina!sal macu/ata Torre y Bartsch, 1938
Torre y Bartsch, 1938 285. Chondrothyre/la(4>) assimilis 322. Hendersonina('Pl scobina
251. Chondropometes(i4l magnum (Gundlach in Pfeiffer, 1863} (Gundlach in Píeiffer, 1863)
Torre y Bartsch, 1938 286. Chondrothyre/la!••lciaudicans (Poey, 1851) 323. Hendersonina!s•)bermudezi Torre y Bartsch, 1938

177
324. Hendersoninai5>l canalicu/ata 364. Wrightudorals4l semicoronata 403. Opisthocoe/icum!s1l simulans
(Gundlach in Pfeiff er, 1863) (Gundlach in Pfeiffer. 1861) Torre y Bartsch, 1941
325. Hendersonina!s•l deceptor (Arango, 1882} 365. Wrightudora(ssl aguayoi (Torre y Bart sch, 1941) 404. Opisthocoe/icum<sSl excurrens
326. Hendersonina(s2l hamlini (Arango, 1882) 366. Wrightudoraf5sl asperata (Torre y Bart sch, 1941) (Gundlach in pfeiffer, 1860}
327- Hendersonina(s•l mendax (Torre y Bartsch. 1938) 367. Wrightudoraissl bermudezi (Torre y Bart sch, 1941) 405. Opisthocoe/icum<sSl occultum
328. Hendersonina!sil echinulata 368. Wrightudora(ssl cJenchi Aguayo y Jaume, 1954 (Torre y Henderson, 1921)
(Wright in Pfeiff er. 1863) 369. Wrightudora<ss>crassiuscula (Torre y Bartsch, 1941) 406. Opisthosiphonf59l caroli Aguayo, 1932
329. Hendersonina(silsinuosa (Wright in Pfeiffer, 1862) 370. Wrightudora!ss> cristata (Torre y Bartsch, 1941) 407. Opisthosiphon!s9l echinatum
330.Jaumeia notata (Torre y Bartsch, 1941) 371. Wrightudora(sslgibarana Aguayo, 1943 (Gundlach in Pfeiffer, 1857)
331.Juannularia arguta (Pfeiffer. 1858) 372. Wrightudora<ssl /aevistria 408. Opisthosiphon(s9l quesadai Aguayo, 1932
332. Juannularia perplicata (Gundlach. 1857) Aguayo y Sánchez Roig, 1949 409. Opisthosiphon!YJ>sainzi Aguayo, 1934
333- Limadora garciana (Aguayo. 1932) 373- Wrightudora<ssl obesa (Torre y Bartsch, 1941) 410. Opisthosiphon(6o> aguilerianum (Arango, 1876)
334. Limadora scabrata (Torre y Bartsch, 1941) 374. Wrightudora!ssl recta (Gundlach in Pfeiffer, 1863) 411. Opisthosiphon!60l andrewsi Welch, 1929
335. Limadora tollini (Ramsden, 1915) 375. Wrightudora<ssl suavis (Torre y Bartsch, 1941) 412. Opisthosiphon!60l banaoense
336. Limadorex limonensis (Torre y Bartsch, 1941) 376. WrightudoraCssl tuberculata Torre y Henderson, 1921
337. Ramsdenia bufo (Pfeif fer. 1864) (Torre y Bartsch. 1941) 413- Opisthosiphon!60>bermudezi Torre y Bartsch, 1941
338. Ramsdenia natensoni (Torre y Bartsch, 1941) 378. Wrightudora<ssl varicosa (Torre y Bartsch, 1941) 41 5. Opisthosiphon!6o>caguanense
339. Ramsdenia nobilitata (Gundlach in Poey, 1858) 379. Cubadamsiel/a beneitoi Fernández-Garcés, Torre y Bartsch. 1941
340. Ramsdenia perspectiva Espinosa y Ortea, 2003 416. Opistosiphon{6o) conicus
(Gundlach in Pf eiffer, 1859) 380. Cubadamsiel/a gratiosa (Torre y Bartsch, 1941) Aguayo y Sánchez Roig, 1949
341. Subannu/aria jeannereti (pfeif fer, 1861} 381. Cubadamsiella lame/lata Alcalde, 1945 417. Opisthosiphon<6olcucul/atum Torre y Bartsch, 1941
342. Subannularia lacheri (Pfeiffer, 1861) 382. Cubadamsiel/a /eoni (Torre y Bartsch, 1941) 418. Opisthosiphon(601detectum
343- Subannularia puja/si Aguayo, 1953 383- Cubadamsiel/a procax (Poey. 1851) Torre y Henderson, 1920
344. Subannu/aria storchi (pfeiffer, 1861} 384. Cubadamsiella lame/lata (Alcalde, 1945) 419. Opisthosiphon!60l evanidum
345. Troschelvindex agrestis (Pfeiffer, 1862) 385. Rhytidopoma clathratum (Gould, 1842) Torre y Henderson, 1921
346. Troschelvindex alayoi Aguayo y Jaume, 1947 386. Rhytidopoma coronatum (Poey in Pfeiffer, 1856) 420. Opisthosiphon(60lgreenjieldiTorre y Bartsch, 1941
347. Trosche/vindex arangiana 387. Rhytidopoma hespericum Torre y Bart sch. 1941 421. Opisthosiphon!601insu/arum Torre y Bartsch, 1941
(Gundlach in Pfeiff er, 1857 389. Rhytidopoma honestum (Poey, 1851) 422. Opisthosiphon(6o) lamel/osum
348. Trosche/vindex auriflexum Aguayo, 1953 390. Rhytidopoma isabe/ae Aguayo y Jaume. 1953 Torre y Bartsch. 1941
349. Trosche/vindex barbouri (Torre y Bartsch, 1941) 391. Rhytidopoma nodulatum (Poey, 1851) 423- Opisthosiphon!60) obtectum
350. Troschelvindex bebini (Arango, 1865) 392. Rhytidopoma occidentale Torre y Bartsch, 1941 Torre y Henderson, 1920
351. Troschelvindex candeana (D'Orbigny, 1842) 393- Rhytidopoma pinense Torre y Bart sch, 1941 424. Opisthosiphon!60) obturatum
352. Trosche/vindexfreirei Aguayo y Jaume, 1947 394. Rhytidopoma rugulosum (Pf eiffer, 1839) Torre y Henderson, 1920
353. Troschelvindex inculta (Poey, 1851) 395. Rhytidopoma scalarinum 425. Opisthosiphon(6o) palmeri Torre y Bartsch, 1941
60
354. Troschelvindexjiguanensis (Pfeiffer. 1861) Jaumey Sánchez de Fuentes, 1944 426. OpisthosiphonC l plateroense
355. Troschelvindex minia (Gundlach in Poey, 1858) 396. Rhytidopoma violaceum Torre y Bartsch, 1941
356. Troschelvindex rocai (Torre y Bart sch. 1941) Jaume y Sánchez de Fuentes, 1944 427- Opisthosiphon<6o>prominulum
357- Troschelvíndex tracta (Gundlach ín Poey, 1858) 397- Rhytidopoma wrightianum Torre y Bartsch, 1941
358. Tudorina rangelina (Poey, 1851) (Gundlach in Arango, 1881) 428. Opisthosiphoni6ol sa/ustii
359. Wrightudora(s4l arctícoronata 398. Dallsiphona dalli (Torre y Henderson, 1920) Torre y Henderson, 1920
(Torre y Bartsch, 1941) 399. Opisthocoelicum!s6ldubium 5ánchez Roig, 1949 429. Opisthosiphon!601subobtectum
360. Wrightudoral54>banensis Aguayo, 1944 400. Opisthocoelicum(s6l /amel/icostatum Torre y Bartsch. 1941
361. Wrightudora(s4l enode (Torre y Henderson, 1921) 430. Opisthosiphon<6ol subobturatum
(Gundlach in Pf eiffer, 1860) 401. Opisthocoe/icumls61opisthocoe/e Torre y Henderson, 1920
362. Wrightudorals4l garridoiana Torre y Ba rtsch, 1941 431. Opisthosiphon!60ltorrei Welch, 1929
(Gundlach in Pfeiff er, 1860) 402. Opisthocoe/icumf51l paradoxum 432. Opisthosiphon<61l apertum
363. Wrightudora154l gundlachi (Torre y Bartsch, 1941) (Torre y Henderson, 1921) Torre y Henderson, 1920
lista de las especies de moluscos terrestres de Cuba

433- Opisthosiphon(6•l berryi Clapp, 1919 472. Truncatefla(68) sca/aris (Michaud. 1830) 518. Cerion(J6ltridentatun Pilsbry y Vanatta, 1895
434. Opisthosiphon(6 •l bioscai Torre y Henderson, 1920 473- Taheitia e/ongata (Poey in Pfeiffer, 1856) 519. Cerion(nl acuticostatum 5ánchez Roig, 1948
435. Opisthosiphon<6 •l c/audens Torre y Bartsch. 1941 474. Taheitiafiticosta (Gundlach in Poey, 1858) 520. Cerion<nl aguayoi Torre y Clench, 1932
436. Opisthosiphon(6 •lcunaguae Welch, 1929 475. Taheitia tirata (Poey, 1858) 521. Ceriont71l a/berti Clench y Aguayo, 1949
437- Opisthosiphon(6•l deviatum Torre y Bartsch, 1941 476. Taheitia wrighti (Pfeiffer, 1862) 522. Cerion(nlalfeni Torre, 1929
438. Opisthosiphon<61l guanajaense 477. Veronicel/a cubense (Pf eiffer, 1840) 523- Ceriont71l arangoi (PilsbryyVanatta. 1896)
Torre y Bartsch. 1941 478. Veronicel/a s/oanei (Cuvier, 1817) 524. Ceriont71l banesense Clench y Aguayo, 1949
439. Opisthosiphon(6•ljudasense 479. Veronicel/a tenax (Baker, 1931) 525. Cerion<nl barroi Aguayo y Jaume, 1957
Torre y Henderson, 1920 480. Leidyutafloridana (Leidyy Binney in Binney, 1851) 526. Cerion(nl blanesi Clench y Aguayo, 1951
440. Opisthosiphon(6•lJitora/e Torre y Bartsch, 1941 481. Sarasinu/a plebeia (Fisher. 1868) 527. Cerion(nl cabocruzense Pi lsbry y Torre, 1943
441. Opisthosiphon(6•l manatiense 482. Succinea angustiar (C. B. Adams, 1850) 528. Cerion(nlcaroli Aguayo y Torre. 1951
Torre y Bartsch, 1941 483. Succinea arangoi pfeiffer, 1866 529. Cerion(nl catherwoodianum Wurtz. 1950
442. Opisthosiphoni61l paredonense 484. Succinea aurea Lea, 1841 530. Cerion(nl ceiba Clench. 1948
Torre y Henderson, 1920 485. Succinea brevis Dunker in Pfeiffer, 1850 531. Cerion(nlchaparra Aguayoy 5ánchez Roig, 1953
443- Opisthosiphon(6 •l poeyi Torre y Bartsch, 1941 486. Succineafu/gens Lea. 1841 532. Cerion(nl chaplini Wurtz, 1950
444. Opisthosiphon(6•) protactum 487. Succinea gund/achi Pfeiffer, 1852 533- Cerion(nlcircumscriptum Aguayo y Jau me, 1951
Torre y Henderson, 1920 488. Succinea macta Poey, 1858 534. Cerion(nlcisneroi Clench y Aguayo, 1951
445. Opisthosiphonl6 •l quintiTorre y Bartsch. 1941 489. Succinea nobilis Poey, 1853 535. Cerion(nl cobarrubia Aguayo y Jaume, 1951
446. Opisthosiphon(6•l sabinalense Sánchez Roig, 1949 490. Succinea ochracina Gundlach in Poey, 1858 536. Cerion<11lco/umbinus 5ánchez Roig, 1951
447. Opisthosiphonl6 •l sanchezi Torre y Bartsch, 1941 491. Succinea sagra D'Orbigny, 1842 537. Cerion(J1l coutini 5ánchez Roig, 1951
448. Opisthosiphon(61l sosai Torre y Bartsch, 1941 492. Succinea tenuis Gundlach in Poey, 1858 538. Cerion(nl crassiuscutum Torre in
449. Opisthosiphon(6•ltersum Torre y Henderson, 1921 493. Pupoides marginatus nitidu/us (Pfeiffer. 1839) Pilsbry y Va natta, 1899
450. Opisthosiphon<62l bacillum Torre y Bartsch, 1941 494. 5trobilopsl 69l hubbardi (A. D. Brown, 1861) 539. Cerion(nlcyc/ostomum (Küster, 1841)
451. Opisthosiphonl6 3l sculptum 495. Vertigobo) cubana Crosse, 1890 540. Cerion(nldimidiatum (Pfeiffer. 1847)
(Gundlach in Pfeiffer. 1857) 496. Vertigo(10lgouldii (Binney, 1843) 541. Cerion(nl disforme Clench y Aguayo, 1946
452. Opisthosiphon(64lmoreletianum (Petit. 1850) 497. Vertigo(1o) neg/ecta Arango in Poey, 1856 542. Ceriont71ldorotheae Aguayo y Jau me. 1951
453. Opisthosiphon(64) plicatum Torre y Bartsch, 1941 498. Vertigot7°l ovata (5ay, 1822) 543. Cerion(nl ebriolum Aguayo y Jau me, 1951
454. Opisthosiphon<64lpupoides (Morelet. 1849) 499. Vertigo(10l torrei Aguayo y Jaume. 1934 544· Cerion(nljeltoni Sánchez Roig, 1951
455. Opisthosiphon(64l turiguanoense 500. Vertigo(l'l miJium (Gould, 1840) 545. Cerion(nl geophilum Clench y Aguayo, 1949
Torre y Bartsch. 1941 501. Castrocoptati•l barbadensis (Pfeiffer, 1853) 546. Cerion(nl gril/oensis 5á nchez Roig, 1951
456. Rhytidothyra bilabiata (D'Orbigny, 1842) 502. Castrocopta(1•l pe/lucida (Pfeiffer, 1840) 547. Cerion(nlgund/achi (Pfeiffer. 1852)
457. Rhytidothyra jacobsoni Alcalde. 1948 503- Castrocoptati•)rupico/a marginalba 548. Cerion(nl herrerai Aguayo y Ja ume. 1951
458. Torre11a<65J deficiens (Gundlach in pfeiffer, 1857) (pfeiffer, 1840) 549. Cerion(nl hessei Clench y Aguayo, 1949
459. Torrelfa(6sl emmae 504. Castrocopta<J>l servilis (Gould, 1843) 550. Cerion(nl humberti Clench y Aguayo, 1949
Jaume y 5ánchez de Fuentes, 1943 505. Castrocopta(nlcontracta (Say, 1822) 551. Cerion(nl hyper/issum Pilsbry y Vanatta, 1896
460. Torrelfa(6sl immersa (Gundlach in Pfeiffer, 1857) 506. Pupisoma dioscorico/a {C. B. Adams, 1845) 552. Cerion(nl incrassatum (5owerby, 1876)
461. Torrelfa(6sl torreiana (Gundlach in Arango, 1878) 507. 5terkiat74l antillensis Pilsbry. 1920 553- Cerion(nl infandulum Aguayo y Torre, 1951
462. Torrefla(66) simpsoni Henderson y Bartsch, 1920 508. Bothriopupa tenuidens (C. B. Adams, 1845) 554. Cerion(n) infandum (Shuttleworth in Poey, 1858)
463- Torreflal66ltrinidadensis Torre y Bart sch. 1941 509. Liguus b/ainianus (Poey, 1851) 555. Cerion(nl iostomum (Pfeiffer. 1854)
464. Xenophoma aguayoi Torre y Bartsch, 1941 510. Liguusfasciatus (Müller, 1774) 556. Ceriont71ljohnsoni Pilsbryy Vanatta, 1895
465. Xenophoma hendersoni Torre y Bartsch, 1941 511. Liguusflammel/us C/ench, 1934 557. Cerion(nljosephi Clench y Aguayo, 1949
466. Xenophoma humboldtianum (pfeiffer, 1867) 512. Liguus vittatus {5wainson, 1822) 558. Cerion(nl kusteri (Pfeiffer, 1854)
46J. Xenophoma hystrix (Wright in Pfeiffer, 1862) 513- Bulimutus sepulchra/is Poey, 1852 559. Cerion<nl /aureani Clench y Aguayo, 1951
468. Xenophoma spinosissimum Torre y Bartsch, 1941 514. DrymaeuslJSl dominicus (Reeve. 1850) 560. Cerion(nl macrodon Aguayo y Jaume. 1951
469. Xenopoides delicatulum Torre y Bartsch, 1941 515. Cerion(J6l basistriatum Pilsbryy Vanatta, 1895 561. Cerion<nl magister Pilsbry y Vanatta, 1896
470. Truncatel/a(67)caribaensis Reeve, 1826 516. Cerion<J6l bioscai Aguayo y Jau me. 1951 562. Cerionlnl manatiense Aguayo y Jaume. 1951
471. Truncatelfa(67l pu/chelfa pfeiffer, 1839 517. Cerion(16l longidens Pilsbry, 1902 563- Cerion<nl marielinum Torre in Pilsbry, 1927

179
564. Cerion(nl maritimum (Píeiffer, 1839) 610. Acracoptis welchi Torre y Bartsch. 2008 656. CentrafialJSl torreana (Pilsbry, 1929)
565. Cerion!nl microdon Pilsbry y Vanatta, 1896 611. Amphistemma pilsbryana (Ramsden, 1914) 657. Centralia!78l turgida (Torre. 1911)
566. Cerionlnl microstonum (Pfeiffer, 1854) 612. Arangia aequatoris (Morelet, 1873) 658. Centralia(]s) villarensis (Torre, 1911)
567. Cerionlnl miramarae Sánchez Roig, 1951 613-Arangia guantanamensis Torre y Bartsch, 2008 659. Centralial79l a/vearis (Torre, 1911)
568. Cerion!nl multicostum (Küster, 1845) 614. Arangia gundlachi Torre y Bartsch. 2008 660. Centralia(]gldimidiata (Torre, 1911)
569. Cerionlnl mumia (Bruguiére.1792) 615.ArangiajohaniTorrey Bart sch, 2008 661. Centralia(79)intermedia (Torre, 1911)
570. Cerionlnl mumiola (Pfeiffer, 1839) 616. Arangia perfecta (Pilsbry, 1942) 662. Centrafia(79lintuscoarctata (Torre, 1911)
571. Cerion!nl nipense Aguayo, 1953 617.Arangia scobinata (Torre y Ramsden, 1915) 663. Centralia(19l tuba (Torre. 1911)
572. Cerion!nlorienta/e Clench y Aguayo, 1951 618. Arangia sowerbyana (Pfeiffer, 1846) 664. Centralial19lyaguajayensis Torre y Bartsch, 2008
573. Cerion(nlpalmeriSánchez Roig, 1948 619. Badiofaux asinorum Torre y Bartsch, 2008 665. Cochlodinella<80l agustini Torre y Bartsch, 2008
574. Cerion lnl pandionis Aguayo y Jau me, 1951 620. Badiofaux cavernícola Torre y Bartsch, 2008 666. Coch/odinel/a(&ol a/ternans Torre y Bartsch, 2008
575. Cerion(nlparedonis Pilsbry, 1902 621. Badiofaux elizabethae Torre y Ba rtsch, 2008 667. Coch/odinel/a(80l broque/esensis
576. Cerionlnl pasteli/loensis Sánchez Roig, 1951 622. Badiofaux gutierrezi (Arango, 1976) Torre y Bartsch, 2008
577. Cerionlnl paucicostatum Torre, 1929 623. Badiofaux mendozana (Pi lsbry, 1928) 668. Coch/odine//a<80l corra/i//ensis
578. Cerion(nl paucisculptum Clench y Aguayo, 1952 624. Badiofaux mogotensis Torre y Bartsch, 2008 Torre y Bartsch, 2008
579. Cerion(nl peracutum Clench y Aguayo, 1951 625. Badiofaux monelasmus (Pilsbry, 1928) 669. Coch/odinella<80l dossierraensis
580. Cerion(nl pinerium Da 11. 1895 626. Badiofaux plumbea (Wright in Pfeiffer, 1864) Torre y Bartsch, 2008
581. Cerionlnl politum (Maynard, 1896) 627- Badiofaux tri/ame/lata (Píeiffer, 1864) 670. Coch/odinel/a(&ol grossiorTorre y Bartsch, 2008
582. Cerion<nlprestoni Sá nchez Roig, 1951 628. Bia/asmus acco/a Torre y Bartsch, 2008 671. Coch/odine/la!80ljumaguaensis
583- Cerion<nl pretiosus Sánchez Roig, 1951 629. Bialasmus bilame/lata Torre y Bartsch, 2008 Torre y Bartsch, 2008
584. Cerion!nl pseudocyc/ostomum 630. Bialasmus imparata (Arango, 1882) 672. Cochlodine/la!80l /acteojlua (Pilsbry. 1903)
Aguayo y Sánchez Roig, 1953 631. Ca/locoptis abdita (Arango, 1880) 673- Coch/odine/la!80i manzani/lensis (Torre, 1930)
585. Cerion!nl ramsdeni Torre in Welch. 1934 632. Ca//ocoptis abraensis Torre y Bart sch, 2008 674. Coch/odine/la(&o) martinezi Torre y Bartsch, 2008
586. Cerion 1:11l ricardi Clench y Aguayo, 1951 633- Ca/locoptis hubbardi Torre y Bartsch, 2008 675. Cochlodine/la<80l mediana (Pilsbry, 1913)
587. Cerion!nl saetiae Sánchez Roig, 1948 634. Cal/ocoptis vesperalis Torre y Bartsch, 2008 676. Coch/odine//al80l mixta (Wright in Pfeiffer. 1865)
588. Cerion!nl sagraianum (Pfeiffer, 1847) 635. Ca//onia dautzenbergiana (Crosse) 677. Cochlodine/lal&ol pelecostata
589. Cerionlnl sainthilarius Sánchez Roig, 1951 636. Cal/onia e/izabethae Torre y Bartsch, 2008 Torre y Bartsch. 2008
590. Cerion!nl salvatori Torre in Pilsbry, 1927 637- Ca//onia ellioti (Poey, 1857) 678. Cochlodinel/a(80l petri Torre y Bartsch, 2008
591. Cerionlnl sanctacruzense Aguayo y Jau me. 1951 638. Ca//onia gemmata (Pilsbry, 1927) 679. Coch/odine/lal&ol poeyana (D'Orbigny, 1842)
592. Cerion!nl sanctamariae Aguayo y Jaume, 1951 639. Callonia lowei (Torre, 1927) 680. Cochlodine/la(&ol presasiana (Pefeiffer, 1866)
593- Cerionlnl sanzi Blanes in Pi lsbry y Vanatta, 1898 640. Capillacea angustior (Wright in Pfeiffer, 1864) 681. Cochlodinellal801saguaensis Torre y Bartsch, 2008
594. Cerionlnl sca/arinum (Gundlach in Píeiffer, 1860) 641. Capillacea capillacea (Píeiffer, 1863) 682. Coch/odine/la(ao¡ turiguanoensis
595. Cerion!nl scopulorum Aguayoy Jaume, 1951 642. Capi/lacea pulcherrima Torre y Bartsch, 2008 Torre y Bartsch, 2008
596. Cerionlnl sculptum (Poey, 1858) 643. Carcinostemma biperlata Torre y Bartsch, 2008 683- Coch/odine/la(&olvariegata (Pfeiffer, 1842)
597- Cerion!nl sisa/ Clench y Aguayo, 1952 644. Carcinostemma perlata 684. Cochlodinellaí8 •1blainiana
598. Cerion!nl tanamensis Sánchez Roig, 1951 {Gundlach in Pfeiffer, 1859) (Gundlach in Píeiffer, 1863)
599. Cerion!nl tenuilabre (Gundlach in Pf eiffer. 1870) 645. Centralia!13l bonachensis Torre y Bartsch, 2008 685. Coch/odinel/a(8•) bermudezi Torre y Bartsch, 2008
600. Cerion(nl torrei Blanes in Pilsbry y Vanatta. 1898 646. Centralial78l chambaensis (Pilsbry, 1929) 686. Cochlodinella<8•l hendersoni
601. Cerionlnl vanattai Clench y Aguayo, 1951 647. Centra/ia!73lcioniscus (Torre, 1911) Torre y Bartsch, 2008
602. Cerionlnlvenustum (Poey, 1858) 648. Centra/ial78l con color Torre y Ba rtsch, 2008 687. Cochlodine/la(8•1 nipensis Torre y Bartsch, 2008
603- Cerionlnl víctor Torre. 1929 649. Centrafial18ldilatata (Torre, 1911) 688. Coch/odinel/a!82l rectaxis (Pilsbry, 1930)
604. Cerion!nl vu/neratum (Küster, 1855) 650. Centrafia(13ljulva (Torre, 1911) 689. Coch/odinellal82l regís Torre y Bartsch. 2008
605. Acracoptis browni Torre y Ba rtsch. 2008 651. Centrafia(18ljungalitensis Torre y Bartsch, 2008 690. Coch/odinellal8 •l sculpturata
606.Acracoptis delectabilis (Pilsbry, 1929) 652. Centralia(1s) martinezi Torre y Bartsch, 2008 Torre y Bartsch, 2008
6oJ. Acracoptis euc/asta Torre y Bartsch, 2008 653- Centralia(7s) mayajiguensis (Torre, 1911) 691. Cochlodine/la!82l victoris Torre y Bartsch, 2008
608. Acracoptis jlorenciana (Pilsbry, 1929) 654. Centralia(78l oblicua (Pf eiffer, 1863) 692. Coch/odine//a<8 il atra Torre y Bartsch, 2008
609.Acracoptisrosaperdita Torre y Bartsch, 2008 655. Cent ra/ia(1s) obscura Torre y Ba rtsch, 2008 693- Coch/odine/la<8ilatropurpurea (Arango, 1882)

180
lista d e las es pecies d e moluscos terrestres d e Cuba

694. Cochlodinel!al8Jl ayuaensis Torre y Bartsch, 2008 731. Congytostomelfa(86) mayensis 767. Liocal/onial93lchinensis Torre y Bartsch, 2008
695. Cochlodinelfa(sJ) caiguanaboensis (Torre y Ramsden. 1915) 768. Liocal/onia(9¡) cuestai (Terre. 1930)
Torre y Bartsch. 2008 732. Congytostomefla(86l semicostata 769. Liocal/oniaf9ilcumbrensis Torre y Bartsch. 2008
696. Cochlodinel!al8Jl canaletico/a Torre y Bartsch, 2008 770. Liocal/onia!9il densicostata Torre y Bartsch, 2008
Torre y Bartsch, 2008 733. Congylostomefla(86l strigis Torre y Bartsch, 2008 771. Liocallonia<9J)dolores Torre y Bartsch, 2008
697. Cochlodinel!a!8ll il/amellata 734. Congylostomelfa(86) turneri (Pilsbry, 1930) 772. Liocal/onia(9J)guirensis (Gunldach in Pfeiffer, 1876)
(Wright in Pfeiffer. 1864) 735. Congytostomel/al81l banaoensis 773- Liocal/onia<9il infortunata (Arango, 1882}
698. Cochlodinelfa(8J) /aureani Torre y Bartsch, 2008 Torre y Bartsch, 2008 774. Liocallonia(93) itineris Torre y Bartsch, 2008
699. Coch/odinefla(si) mulo Torre y Bartsch, 2008 736. Congylostomelfa(s1l creo/a (Aguayo, 1934) 775. Liocal/onia<9llj aguaensis Torre y Ba rtsch. 2008
700. Cochlodinel!al8Jl nana Torre y Bartsch. 2008 737. Congytostomefla(s1lpilsbryiTorrey Bartsch, 2008 776. Lioca/lonia!93l minaensis Torre y Bartsch, 2008
701. Cochlodinelfa\8Jl pulchra Torre y Bartsch, 2008 738. CongylostomeJlal81l gundlachi 777. Liocal/onia(9¡)palmae {Gundlach in Pfeiffer, 1876)
702. Cochlodinelfa(8Jlsoluta (Pfeiffer, 1863) Torre y Bart sch, 2008 778. Liocal/onia'9J) tacotacoensis Torre y Bartsch, 2008
7º3- Cochlodinel!al8J) striatissima 739. CongylostomeJla!8'/l vigiana Torre y Bartsch. 2008 779. Lioca/lonia(93ltripticata (Arango. 1882)
Torre y Bartsch, 2008 740. Congytostomelfa(ss¡ portuondoi 780. Liocal/onial94ljaumei Torre y Bartsch, 2008
704. Ceminicoptis rocai (Torre. 1929) Torre y Bart sch, 2008 781. Nesocoptis leoni Torre y Bartsch, 2008
705. Ceminicoptis terebel/a (Torre, 1929) 741. ldiostemma!S9luncata (Gundlach in Pfeiffer, 1859) 782. Nesocoptismajuscula Torre y Bart sch, 2008
706. Congytostoma arangiana 742. tdiostemma(9oJ scabrosa 783. Nesocoptismortei Torre y Bartsch, 2008
(G undlach in Arango, 1878) (Gundlach in Pfeiffer. 1859) 784. Nesocoptis prima (Arango. 1882)
7ºT Congylostoma artemisiae 743. ldiostemma(9•l alfredoi 785. Nesocoptis pruinosa (Morelet, 1849)
(Gundlach in Pf eiffer. 1863) Franke y Fernández Velázquez. 2007 786. Nodulia amoenivallis (Pilsbry. 1929)
708. Congytostoma cardenasiTorre y Bartsch. 2008 744. ldiostemma'9•1 interrupto 787. Nodutia caponensis Torre y Bartsch, 2008
709. Congylostoma confusa (Arango, 1882) (Gundlach in Pfeiffer. 1857) 788. Nodutia corpulenta (Spence, 1936)
710. Congytostoma consimilis Torre y Bartsch, 2008 745. Levistemma peculiaris Torre y Bartsch, 2008 789. Nodulia handi (Torre. 1927)
711. Congylostoma elegans (Pf eiffer, 1839) 746. Liocal/onia!9') arthuri Torre y Bartsch. 2008 790. Nodulia nodulifera (Torre, 1929)
712. Congytostomafortis (Gundlach in Pfeiffer, 1864) 747. Lioca/lonial9•) brunnescens 791. Nodulia ob/ita Torre y Bartsch. 2008
713. Congylostoma heterosculpta (Torre. 1932) (Gundlach in Pfeiffer. 1863) 792. Nodulia vignalensis (Wright in Pfeif fer, 1863)
714. Congylostoma hilleiana 748. Liocal/onia!9•l cacarajicaraensis 793- Organocoptis caiguanaboensis
(Gundlach in Arango. 1880) Torre y Bart sch, 2008 Torre y Bartsch. 2008
715. Congylostoma tirata (Jimeno in Pfeiffer, 1864) 749. Liocal/onial9•lcfara (Wright in Pfeiffer, 1865) 794. Organocoptis cata Jinen sis Torre y Bartsch. 2008
716. Congytostoma michae/i Torre y Bart sch, 2008 750. Liocallonia<9•Jcortinoi Torre y Bartsch, 2008 795. Organocoptis constantia Torre y Bart sch, 2008
717. Congylostoma peccatrix Torre y Bartsch, 2008 751. Liocal/onia<9•ldiscrepans Torre y Bartsch, 2008 796. Organocoptisfusiformis (Wright in Pfeiffer, 1863)
718. Congytostoma pipianensis Torre y Bartsch, 2008 752. Liocal/onia!9•lgalalonensis Torre y Bartsch. 2008 797. Organocoptisgalalonensis Torre y Bartsch, 2008
719. Congylostoma planospira (Pfeiffer. 1855) 753. Liocal/onia(9•l natensoni Torre y Bart sch, 2008 798. Organocoptis integra (Pf eiffer. 1856)
720. Congytostoma proxima Torre y Bartsch, 2008 754. Liocal/onial9•) notata (Gundlach in Pf eiffer, 1863) 799. Organocoptis natensoniTorre y Bartsch. 2008
721. Congylostoma spatiosa Torre y Bartsch, 2008 755. Liocallonia<9•lofigomesa (Pilsbry, 1903) 800. Organocoptis portalesensis
722. Congytostomel!al84l regis Torre y Bartsch, 2008 756. Liocal/onia(9•l patruelis (Arango, 1876) Torre y Bartsch. 2008
723. CongylostomeJfa(84) wrighti (Pfeiffer, 1862) 757. Lioca/lonial9•l propinqua 801. Organocoptisremota (Arango, 1880}
724. Congylostomelfa!851 bicolor Torre y Bartsch, 2008 (Gundlach in Arango, 1882) 802. Organocoptis vigilantes Torre y Bartsch, 2008
725. Congy/ostomelfa(s¡) canteroiana 758. Liocallonia!92l saxosa (Poey, 1857) 803- Paracal/onia!91)a/bocrenata
(G undlach in Arango, 1876) 759. Liocallonia(9•l vincta (Gundlach in Pfeiffer. 1863} (Gundlach in Pfeiffer, 1873)
726. Congytostomel!al81l contentiosa (Arango, 1884) 760. Liocal/onial9•)volubilis (Morelet, 1849) 804. Pfeiffericoptisl951 blanesi Torre y Bartsch, 2008
727. Congylostomeflal81l inaudita 761. Liocal/onia!9J) andresensis Torre y Bart sch, 2008 805. Pfeiffericoptis(95l cardenasensis
Torre y Bartsch, 2008 762. Liocallonia(ºil antoniensis Torre y Bartsch. 2008 Torre y Bartsch. 2008
728. Congytostomel!a!81lterneroensis 763. Lioca/lonial9Jl attenuata Torre y Bartsch. 2008 906. Pfeiffericoptis!951 concreta
Torre y Bartsch, 2008 764. Lioca/lonia(93) bierigi Torre y Bartsch, 2008 (Gundlach in Pfeiffer.1863}
729. Congytostomel/at86lfortis Torre y Bartsch, 2008 765. Liocal/oniaf91) bosquensis Torre y Ba rtsch, 2008 8oJ Pfeiffericoptisl91) crista/Jina
730. Congylostomelfa!86l hil/eri (Pf eiffer, 1862) 766. Liocal/onia'9il canaletensis Torre y Bartsch, 2008 (Wright in Pfeiffer, 1865}

181
808. Pfeiffericoptis<95lf umosa 846. Sagracoptis consanguinea (Arango, 1882) 889. Uncinicoptis j oaquini (Pilsbry, 1903)
(Gundlach in Pfeiff er, 1863) 847. Sagracoptiscoronadoi (Arango in Pfeiffer. 1864} 890. Uncinicoptis sonetico/a Torre y Bartsch, 2008
809. Pfeiffericoptis<9sl insulano Torre y Bartsch, 2008 848. Sagracoptis crispula (Pfeiff er, 1839) 891. Uncinicoptis tenericola Torre y Bartsch, 2008
810 . Pfeiffericoptis<9sl /ucens (Wright in Sowerby, 1875) 849. Sagracoptis difficu/tosa (Arango, 1882) 892. Uncinicoptis unguiculata (Arango, 1880)
811. Pfeiffericoptis(gsl machoi (Arango, 1876) 850. Sagracoptis distincta (Gundlach in Arango, 1876) 893- Brachypodelfa(99) angulifera (Gundlach in
812. Pfeiffericoptis(gsl moralesi 851. Sagracoptis robusta Torre y Bart sch, 2008 Pf eiffer, 1858)
(Gundlach in Arango, 1876) 852. Sagracoptis scholappi Torre y Bartsch, 2008 894. Brachypodella<•00i baracoensis
813. Pfeiffericoptis(9sl sinistra Torre y Bartsch, 2008 853- Septilumem ornato (Gundlach in Pfeiffer, 1859) Torre y Bartsch, 2008
814. Pfeiffericoptis<9~ wrightiana Torre y Bartsch, 2008 854. Steatocoptis abnormis 895. Brachypodelfat•oo) brooksiana
815. Pfeiffericoptis<96l garciana (Wright in Poey, 1864) (Gundlach in Pilsbry, 1903) (Gundlach in Pfeiffer, 1859)
816. Pfeiffericoptis(96l sagraiana (Pfeiffer, 1840) 855. Steatocoptis bioscai Torre y Ba rtsch. 2008 896. Brachypodel/a!"'0 l decipiens Torre y Bartsch, 2008
817. P/anostemma intusfalcata 856. Steatocoptis ventricosa 897. Brachypodelfa(•ool e/ectrico/a
(Torre y Ramsden, 1909) (Gundlach in Pfeiffer, 1857) Torre y Bartsch, 2008
818. Planostemma /aevigata 857. Teneria teneriensis (Wright in Pfeiffer, 1865) 898. Brachypodelfal>00l e/ongatula
(Gundlach in Pfeiffer, 1859) 858. Tenuistemma latera/is (Paz in Pf eiffer, 1860) Torre y Bartsch, 2008
819. Planostemma miranda (Pilsbry, 1929) 859. Teniustemma multispiralis (Sowerby, 1875) 899. Brachypodelfa(•oolemeríta Spence. 1927
820. Planostemma pilotensis 860. Tomelasmus arcustriatus 900. Brachypodelfal'°0 ljrederici Torre y Bartsch, 2008
(Gundlach in Arango, 1862} (Wright in Pfeiffer, 1863} 901. Brachypodella<•00lgraci/iorTorre y Bartsch, 2008
821. Pleurostemma geminata 861. Tome/asmus adnatus (Pfeiffer, 1864} 902. Brachypodella000l lescallei Torre y Bartsch, 2008
(Gundlach in Pf eiffer, 1870) 862. Tomelasmus assimilis (Arango, 1884) 903. Brachypodelfal•ool libanoensis
822. Pleurostemma intusma//eata 86J Tome/asmus azucarensis Torre y Bartsch. 2008 Torre y Bartsch, 2008
(Gundlach in Pf eiffer, 1855) 864. Tome/asmus caroli Torre y Bartsch, 2008 904. Brachypodel/a<•001menciae Torre y Bartsch, 2008
823. Pleurostemma perplicata (Beck, 1837) 865. Tome/asmus chorrerensis Torre y Bartsch. 2008 905. Brachypodella<•0 0 l modica Torre y Bartsch, 2008
824. Poeci/ocoptiscoeru/ans (Poey, 1864) 866. Tome/asmus co/oratus (Arango, 1882} 906. Brachypodelfa(•ool prevali Torre y Bartsch, 2008
825. Poeci/ocoptis crassilabris (Arango, 1882} 867. Tome/asmus crenulatus (Gundlach, 1857) 9º7- Brachypodelfa(•oo) ramsdeni Torre. 1914
826. Poeci/ocoptis diaphana (Wright in Arango, 1880) 868. Tome/asmus deco/oratus 908. Brachypodelfal•0 0 l tanamensis
827- Poecilocoptis discors (Poey, 1856) (Gundlach in Pfeiffer. 1863} Torre y Bartsch. 2008
828. Poecilocoptis incerta (Arango, 1881} 869. Tomelasmus denticulatus (Pfeiffer. 1853) 909. Brachypodelfa1>00ltorreana Ramsden, 1914
829. Poeci/ocoptis laguni//ensis (Pilsbry, 1903) 870. Tome/asmus hesperius Jaume y Torre, 1972 910 . Brachypodelfa('00 turcasiana
830. Poecilocoptis macra (Wright in Pfeiffer, 1867) 871. Tome/asmus irroratus (Gundlach, 1856) (Gundlach in Pfeiffer, 1859)
831. Poecilocoptis nubila (Poey, 1864) 872. Tome/asmus julii Jaume y Torre, 1972 911. Brachypodelfa(•o•) minuta
832. Poeycoptis auberiana (D'Orbigny, 1842) 873. Tome/asmus laval/eanus (D'Orbigny, 1842) (Gundlach in Pfeiffer, 1859)
833- Poeycoptis caeci/iae (Gundlach in Arango, 1876) 874. Tome/asmus sauva//eanus (Gundlach, 1856) 912. Microceramus abraensis Torre y Bartsch, 2008
834. Poeycoptis lituus (Gould, 1842) 875. Tome/asmus semico/oratus (Spence. 1936) 913. Microceramus aguayoíTorre y Bartsch, 2008
835. Poeycoptis sosai Torre y Bartsch. 2008 876. Tomelasmus thomsoni (Arango, 1884} 914. Microceramus alegrensis Torre y Bartsch, 2008
836. Pycnoptychia<91) humboldtiana (Pfeiffer, 1840) 877. Tomelasmus torquatus (Morelet, 1849) 915. Microceramus anafensis Henderson, 1916
837. Pycnoptychia(91l peraffinis (Pi lsbry, 1903) 878. Tome/asmus tumidiorus (Sowerby, 1875) 916. Microceramus angu/osus
838. Pycnoptychia(91l scaeva 879. Trilamellaxis castanea (Torre. 1911) (Gundlach in Pfeiffer, 1857)
(Gundlach in Pf eiffer, 1863) 880. Trilame//axisfallax (Torre, 1911) 917- Microceramus bermudezi Torre y Bartsch, 2008
839. Pycnoptychia<91) shuttleworthiana (Poey, 1856) 881. Trilamellaxis para/lela Torre y Bartsch, 2008 918. Microceramus bioscanus Torre y Bartsch, 2008
840. Pycnoptychia<91) striate//a 882. Trilame//axis proteus (Torre, 1911) 919. Microceramus cabocruzensis
(Wright in Pfeiff er, 1864) 883. Trilame//axis remediensis (Torre, 1911) Torre y Bart sch, 2008
841. Pycnoptychialwl torrei (Arango, 1876} 884. Trilamellaxis transitoria (Torre, 1911) 920. Microceramus costellaris
842. Pycnoptychia(91l trina Torre y Bartsch, 2008 885. Uncinicoptisaffinis (Pff eifer, 1864} (Gundlach in Pfeiffer. 1863}
843. Pycnoptychia(98l amicorum Torrey Bartsch, 2008 886. Uncinicoptis brevicervix (Pilsbry, 1878) 921. Microceramus denticu/atus
844. Pycnoptychial98l oviedoiana ( D'Orbigny, 1842) 887. Uncinicoptis heynemanni (Pfeiffer, 1865} (Gundlach in Pfeiffer, 1863}
845. Pycnoptychial98l strangulata (Poey, 1856) 888. Uncinicoptis hidalgoi (Arango, 1879) 922. Microceramus camayensis Torre y Bartsch. 2008

182
lista de las especies de moluscos terrestres de Cuba

923. Microceramus camariocaensis 9 63- Microceramus pilsbryi Torre y Ba rtsch, 2008 1001. Macroceramus muscatus Torre y Bartsch, 2008
Torre y Bartsch, 2008 964. Microceramus pipianensis Torre y Bartsch, 2008 1002. Macroceramus notatus
924. Microceramus caninus Torre y Bartsch, 2008 965. Microceramus portuondoiTorre y Bart sch, 2008 (Gundlach in Píeiffer, 1859)
925. Microceramus carinatus Torre y Bart sch, 2008 966. Microceramus puntillaensis 1003- Macroceramus para/le/us
926. Microceramus catalinensis Torre y Bartsch, 2008 Torre y Bartsch, 2008 Arango in pfeiffer, 1866
927. Microceramus cienfuegoensis 967. Microceramus realensis Torre y Bartsch, 2008 1004. Macroceramus pazi Gundlach in Pfeiffer. 1858
Torre y Bartsch, 2008 968. Microceramus remedioensis 1005. Macroceramus pictus Gundlach in Pfeiffer, 1858
928. Microceramus coliseoensis Torre y Bartsch, 2008 Torre y Bartsch, 2008 1006. Macroceramus picturatus Torre y Bartsch, 2008
929. Microceramus conicus Torre y Bart sch, 2008 969. Microceramus rufus Torre y Bartsch, 2008 100J. Macroceramus pupoides Pfeiffer, 1863
930. Microceramus costatus Torre y Bartsch, 2008 970. Microceramus sanctispiritensis Pilsbry, 1913 1008. Macroceramus regís Pilsbry, 1930
931. Microceramus cubaensis Torre y Bartsch, 2008 971. Microceramus simplex (Pfeiffer, 1863) 1009. Macroceramus rotundibasis Pilsbry, 1913
932. Microceramus de/icatus Torre y Bart sch, 2008 972. Microceramus sub/atus Pilsbry y Torre, 1930 1010. Macroceramus sanchezi Torrey Bartsch, 2008
933-Microceramus du/cis Torre y Bartsch, 2008 973-Microceramus tanta/us Torre y Bartsch, 2008 1011. Macroceramus siboneyensis
934. Microceramus elegans 974. Microceramus tenuistriatus Pilsbry, 1913 Torre y Bartsch, 2008
(Gundlach in Pf eiff er, 1863) 975. Microceramus trinidadensis Torre y Bartsch, 2008 1012. Macroceramus simplex Pf eiffer, 1863
935. Microceramus euc/atus Torre y Bartsch, 2008 976. Microceramus turricu/a (Píeiffer, 1839) 1013- Macroceramus torrei Pilsbry, 1930
936. Microceramusflorencianus Pilsbry, 1930 977. Microceramus viri/us Torre y Bartsch, 2008 1014. Macroceramus utricu/us Torre y Bart sch, 2008
937- Microceramusfogonensis Torre y Bartsch, 2008 978.Johaniceramus /ongus (Henderson, 1915) 1015. Macroceramus vanattai Pi lsbry, 1930
938. Microceramus gertrudis Torre y Bartsch, 2008 979. Macroceramus aguadoresensis 1016. Macroceramus variabilis pfeiffer, 1863
939. Microceramus goseei (Pfeiffer, 1845) Torre y Bartsch, 2008 101J. Macroceramus wrighti Torre y Bartsch, 2008
940. Microceramus havanensis Torre y Bartsch, 2008 980. Macroceramus amicorum Torre y Bartsch, 2008 1018. Macroceramus yateresense Sánchez Roig
941. Microceramus hendersoni Torre y Bartsch, 2008 981. Macroceramus arangoi Pf eiff er, 1866 1019. Pineria beathiana Poey
942. Microceramus hicacoensis Torre y Bartsch, 2008 982. Macroceramus bioscai Torre y Bartsch, 2008 1020. Pineria terebra Poey
943. Microceramus infradenticulatus 983- Macroceramus blaini Arango in Pfeiffer, 1866 1021. Spiroceramus amplus (Pf eiffer, 1858)
(Wright in Pfeiffer, 1864) 984. Macroceramus canimarensis (Pfeiffer, 1839) 1022. Spiroceramus barbouri Aguayo, 1958
944. Microceramus is/andicus Torre y Bartsch, 2008 985. Macroceramus catenatus 1023- Spiroceramus castanedoi Torre y Bartsch, 2008
945. Microceramus caninus Torre y Bart sch, 2008 Gundlach in Pfeiffer, 1859 1024. Spiroceramus pilsbryi Clench
946. Microceramus latus (Gundlach in Píeiffer, 1863) 986. Macroceramus c/audens 1025. Spiroceramus vanattai Clench
947- Microceramus laureanus Torre y Bart sch, 2008 Gundlach in Pfeiffer, 1859 1026. Tetrentodon(•o>) aguayoi Torre y Bart sch, 2008
948. Microceramus leptus Torre y Bart sch, 2008 987. Macroceramus c/erchi Arango in Pfeiffer, 1866 1027. Tetrentodon(•02l antonitensis
949. Microceramus /ongus Henderson 988. Macroceramus costulatus Torre y Bartsch, 2008
950. Microceramus maculatus Gundlach in Pfeiffer, 1859 1028. Tetrentodonl•o•I bijaensis Torre y Bart sch, 2008
(G undlach in Pf eiff er, 1865) 989. Macroceramus crenatus 1029. Tetrentodon(•o>) bonillensis Torre y Bartsch, 2008
951. Microceramus marmoratus Torre y Ba rtsch. 2008 Gundlach in Pfeiffer, 1863 1030. Tetrentodonl•02l brevicol/is
952. Microceramus martinezi Torre y Bartsch, 2008 990. Macroceramus cuzcoensis Torre y Bartsch, 2008 Pfeiffer in Pilsbry, 1903
953- Microceramus minar (Arango in Pf eiffer, 1866) 991. Macroceramusfestus Gundlach in Pfeiffer, 1859 1031. Tetrentodon(>o>) camaronensis
954. Microceramus modestus Torre y Bartsch, 2008 992. Macroceramus garcianus Torre y Bartsch, 2008 Torre y Bartsch, 2008
955. Microceramus mota Pilsbry, 1920 993- Macroceramus giganteus Sánchez Roig 1032. Tetrentodon<102l camoensis (Pfeiff er, 1855)
956. Microceramus nigropictus 994. Macroceramus grobei Pf eiff er, 1862 1033- Tetrentodon(•o>) canasiensis
(G undlach in Pf eiff er, 1863) 995. Macroceramus gundlachi (Pfeiffer, 1852) Torre y Bartsch, 2008
957. Microceramus orienta/is Aguayo, 1935 996. Macroceramus hendersoniTorre,1909 1034. Tetrentodon(102l canimarensis
958. Microceramus paivanus (Píeiffer, 1866) 997. Macroceramus inermis Gundlach in Pfeiffer, 1858 Torre y Bartsch, 2008
959. Microceramus palenquensis 998. Macroceramus interrogationis 1035. Tetrentodon(•021caobaensis Torre y Bartsch, 2008
(Gundlach in Pf eiff er, 1863) Torre y Ba rtsch, 2008 1036. Tetrentodon(•02l ceciliasensis
960. Microceramus palmarensis Torre y Bartsch, 2008 999. Macroceramus j aumei Sanchez Roig Torre y Bartsch, 2008
961. Microceramus perconicus Pi lsbry, 1904 1000. Macroceramus jeannereti 1037. Tetrentodon(102) ceibamochensis
962. Microceramus petitianus (D'Orbigny, 1841) Gundlach in Pfeiffer, 1858 Torrey Bartsch, 2008
1038. Tetrentodon!•0 2l c/aritaensis 1070. Tetrentodon(1• 2l philippiana (Pfeiffer, 1845) 1108. Heterocoptis!•0 1>jovai Torre y Ba rtsch, 2008
Torre y Bartsch, 2008 1071. Tetrentodon<102l pipianensis Torre y Bartsch, 2008 1109. Heterocoptis(1•1l morenoi Torre y Bartsch, 2008
1039. Tetrentodon<102lc!erchi (Arango in Pfeiffer, 1870) 1072. Tetrentodon<1• 2l p!icata (Poey, 1856) 1110. Heterocoptis(••1l najasaensis
1040. Tetrentodon!•o•lcocaensis Torre y Bartsch, 2008 1073. Tetrentodon<1• 21poeyiTorre y Bartsch, 2008 Torre y Bartsch. 2008
1041. Tetrentodon<1021coliseoensis 1074. Tetrentodon!•0 2l porrecta Torre y Bartsch, 2008 1111. Heterocoptis!•o1} rubio/a Torre y Bartsch, 2008
Torre y Bartsch, 2008 1075. Tetrentodon<•0 2lritana Torre y Bartsch, 2008 1112. Heterocoptis!•01l sublapidea Torre y Bartsch, 2008
1042. Tetrentodon<10»distorta Torre y Bartsch, 2008 1076. Tetrentodon<•02l rugeli (Shuttleworht, 1852) 1113- Heterocoptis!•01l sanchezi Torre y Bartsch, 2008
1043. Tetrentodon!•02le/izaldensis 1077. Tetrentodon!•0 2l santacruzensis 1114. Heterocoptis(101l tabacaria Torre y Bartsch, 2008
Torre y Bartsch, 2008 Torre y Bartsch, 2008 1115. Heterocoptis!•08lcara (Pilsbry y Henderson, 1912)
1044. Tetrentodon!•0 2lemili Torre y Bartsch, 2008 1078. Tetrentodon<102l sardae Torre y Bartsch, 2008 1116. Heterocoptis<108l me/lacea Torre y Bartsch, 2008
1045. Tetrentodon!•0 2l empalmensis 1079. Tetrentodon!102l sexdecima/is 1117 Heterocoptis\•oSl sa/vatoris Torre y Bartsch, 2008
Torre y Bartsch, 2008 Ji meno in Pf eiffer, 1863 1118. Heterocoptis!••g) bermudezi Torre y Bartsch. 2008
1046. Tetrentodon!•o•) grillensis Torre y Bartsch, 2008 1080. Tetrentodon<•02l sparsicostata 1119. Heterocoptis1"0 lcavicostata Torre y Bartsch, 2008
1047. Tetrentodon!• 0 2l guanaboensis Torre y Bartsch, 2008 1120. Heterocoptis!n•l c/ava Torre y Bartsch, 2008
Torre y Bartsch, 2008 1081. Tetrentodon<1• 2ltenuicostata 1121. Heterocoptis!ml biayensis Torre y Bartsch, 2008
1048. Tetrentodon(102l gund/achiana (Poey, 1856) Torre y Bartsch, 2008 1122. Heterocoptis(m> guitarti Torre y Bartsch, 2008
1049. Tetrentodon<1021hesperia Torre y Bartsch, 2008 1082. Tetrentodon<102Jvesperalis Torre y Bartsch, 2008 1123. Heterocoptis!ml para/le/a (Torre. 1912)
1050. Tetrentodon(•0 2l itineraris Torre y Bartsch, 2008 1083. Tetrentodon<102l virue/aensis 1124. Heterocoptis!mlwhittami Torre y Bartsch, 2008
1051. Tetrentodon!• 02ljarucoensis Torre y Bartsch, 2008 Torre y Bartsch, 2008 1125. Torrecoptis acicu/aris (Torre, 1912)
1052. Tetrentodon<•••l lajasensis Torre y Bartsch, 2008 1084. Tetrentodon(•oil al/eni Torre y Bartsch, 2008 1126. Torrecoptis amica Torre y Bartsch, 2008
1053. Tetrentodon(102l lermondi Torre y Bartsch. 2008 1085. Tetrentodon!•04l barroi Torre y Bartsch, 2008 1127 Torrecoptis anafensis (Henderson. 1916)
1054. Tetrentodon!•o•) limonarensis 1086. Tetrentodon!•o4lceiba Torre y Bartsch, 2008 1128. Torrecoptisatkinsi (Torre y Clench, 1930)
Torre y Bartsch, 2008 1087. Tetrentodon!•o4\ c/enchi (Aguayo, 1932) 1129. Torrecoptis bacillaris (Torre, 1912)
1055. Tetrentodon!•02l madrugaensis 1088. Tetrentodont•04l cyc/ostoma (Pfeiffer, 1855) 1130. Torrecoptis baculum (Pilsbry, 1903)
Torre y Bartsch, 2008 1089. Tetrentodon(•04lgraci/lima (Poey, 1853) 1131. Torrecoptis barbouri (Clench y Torre, 1930)
1056. Tetrentodon(1• 2l marmorata 1090. Tetrentodon<104l ischna (Pilsbry, 1903) 1132. Torrecoptis barretticola Torre y Bartsch, 2008
(5huttleworth, 1852) 1091. Tetrentodon!••4l me//ita (Torre, 1932) 1133. Torrecoptis camagueyana (Torre, 1913)
1057. Tetrentodon!1• 2l martiiTorre y Bartsch, 2008 1092. Tetrentodon\1•-l'I paucicostata 1134. Torrecoptis capitoliensis Torre y Bartsch, 2008
1058. Tetrentodon!102l mendezi Torre y Bartsch, 2008 Torre y Bartsch, 2008 1135. Torrecoptis caracunaensis Torre y Bartsch, 2008
1059. Tetrentodon<102l miraderoensis 1093. Tetrentodon!• 0 •> perlonga (Torre, 1932) 1136. Torrecoptis cinerea (Pfeiffer, 1850)
Torre y Bartsch, 2008 1094. Tetrentodon(•04)ritae Torre y Bartsch, 2008 1137. Torrecoptis columbarii Torre y Bartsch. 2008
1060. Tetrentodon!• 0 2l mochensis 1095. Tetrentodon<104l striosa Torre y Bartsch, 2008 1138. Torrecoptis concinna Torre y Ba rtsch, 2008
Torre y Bartsch, 2008 1096. Tetrentodon!•0 •l tenuistriata (Aguayo, 1932) 1139. Torrecoptis costellaris Torre y Bartsch, 2008
1061. Tetrentodon<1021modesta (Poey, 1858) 1097. Tetrentodon(•<>;l acus Torre y Bartsch, 2008 1140. Torrecoptis curta Torre y Bartsch, 2008
1062. Tetrentodon!•0 2l montanensis 1098. Tetrentodon<1•;)gravidula Torre y Bartsch, 2008 1141. Torrecoptis decipiens Torre y Bartsch, 2008
Torre y Bartsch, 2008 1099. Tetrentodon!••sl insujlata Torre y Bartsch, 2008 1142. Torrecoptis depressicostata Torre y Bartsch, 2008
1063. Tetrentodon!•02l montecristensis 1100. Tetrentodon(•<X>lf i/iola Torre y Bartsch, 2008 1143. Torrecoptis dorotheae Torre y Bartsch, 2008
Torre y Bartsch, 2008 1101. Tetrentodon!106l mudoensis Torre y Bartsch, 2008 1144. Torrecoptis eustriata Torre y Bartsch. 2008
1064. Tetrentodon(1• 2l nana Torre y Bartsch, 2008 1102. Tetrentodon(•oó) portuondoi Torre, 1932 1145. Torrecoptis evanescens Torre y Bartsch, 2008
1065. Tetrentodon!102l nazarenensis 1103- Tetrentodon(•ool sca/arina Torre y Bartsch, 2008 1146. Torrecoptisfortiuscu/a (Torre, 1912)
Torre y Bartsch, 2008 1104. Heterocoptis<101I bicorda Torre y Bartsch, 2008 1147. Torrecoptisfuscu/a Torre y Bart sch, 2008
1066. Tetrentodon<1• 21palenquensis 1105. Heterocoptis(••1l cachimboensis 1148. Torrecoptis goodrichiTorre y Bartsch. 2008
Torre y Bartsch, 2008 Torre y Ba rtsch, 2008 1149. Torrecoptis guajenensis Torre y Bartsch, 2008
1067 Tetrentodon<102l palmeri Torre y Bartsch, 2008 1106. Heterocoptis(••1l chorrillensis 1150. Torrecoptis holguinensis (Aguayo, 1934)
1068. Tetrentodon!•02l perdidoensis Torre y Ba rtsch, 2008 1151. Torrecoptis lajoncheri (Arango, 1884)
Torre y Bartsch, 2008 1107. Heterocoptis(••1l guaicanamarensis 1152. Torrecoptis lívida (Torre. 1912)
1069. Tetrentodon<•02l perdita Torre y Bartsch, 2008 Torre y Bartsch, 2008 1153. Torrecoptis longa (Pi lsbry y Hender.son, 1913)
lista de las especies de moluscos terrestres de Cuba

1154. Torrecoptis mameyensis Torre y Bartsch, 2008 1200. Cryptelasmust11 sl a/caldei 1242. Oleacina wrighti Pfeiffer. 1866
1155. Torrecoptis maraguanensis Torre y Bartsch, 2008 Jaume y Sánchez de Fuentes, 1943 1243- Recto/eacina cubensis (D'Orbigny, 1842)
1156. Torrecoptis martinensis Torre y Bartsch, 2008 1201. Cryptelasmusl11slcanteroiana 1244. Rectoleacina episcopalis (Morelet)
115]. Torrecoptis mercedesensis (Pilsbry, 1930) (Gundlach in Pfeiffer. 1857) 1245. Recto/eacina sutura/is (Pfeiffer, 1839)
1158. Torrecoptis minaensis Torre y Bartsch, 2008 1202. Cryptelasmus!•61verai 1246. Varice/la elata (Gundlach in Pfeiffer, 1857)
1159. Torrecoptis nataliae Torre y Bartsch, 2008 Jaume y Sánchez de Fuentes, 1943 1247. Varice/la gundlachi (Pfeiffer, 1866)
1160. Torrecoptis occu/ta (Torre, 1912) 1203- Rumina decol/ata (Linné. 1758) 1248. Varice/la multilineata Pilsbry, 1907
1161. Torrecoptis o/eacea Torre y Bartsch, 2008 1204. Obeliscus(117) acicularis Aguayo y Jaume. 1957 1249. Varice/la swiftiana Pilsbry. 1907
1162. Torrecoptis pallidula (Torre, 1912) 1205. Obeliscusl 111langustatus (Gundlach, 1856) 1250. Varice/la trinitaria (Gundlach in Poey. 1858)
1163- Torrecoptis parvula Torre y Bartsch, 2008 1206. Obeliscus!n¡) basi/issa Aguayo y Jaume, 1954 1251. C/andinel/a poeyana (Pfeiffer, 1854)
1164. Torrecoptis paucicostata Torre y Bartsch, 2008 1207. Obe/iscus(n1) binneyi Pilsbry, 1906 1252. Melaniel/a acuticostata (D'Orbigny, 1842)
1165. Torrecoptis percostata Torre y Bartsch, 2008 1208. Obe/iscust11 1) blandianus Pilsbry, 1906 1253- Me/anie//a alcaldei Aguayo y Jaume, 1954
1166. Torrecoptis polita Torre y Bartsch, 2008 1209. Obeliscus<111l gonostoma 1254. Melanie//a bermudezi Aguayo y Jaume, 1954
1167. Torrecoptis praeclara Torre y Bartsch, 2008 (Gundlach in Pfeiffer. 1863} 1255. Melanie//a camagueyana Aguayo y Jaume, 1954
1168. Torrecoptis puriosensis Torre y Bartsch, 2008 1210. Obe/iscusl"71gundlachi (Pfeiffer, 1863} 1256. Me/anie//afuentesi Aguayo y Jaume, 1954
1169. Torrecoptis recticostata Torre y Bartsch, 2008 1211. Obeliscust111lmicrostoma 1257. Melanie//a gracil/ima (Pfeiffer. 1839)
1170. Torrecoptis remoticostata Torre y Bartsch, 2008 (Gundlach in Pfeiffer. 1863} 1258. Me/aniel/a manzani//ensis
1171. Torrecoptis rinconensis Torre y Bartsch, 2008 1212. Obeliscus\"7)paradoxus (Arango, 1881) (Gundlach in Pfeiffer, 1857)
1172. Torrecoptis riveroni Torre y Bartsch, 2008 1213- Obe/iscus!117!petrico/a Aguayo y Jaume, 1957 1259. Melanie//a multicosta
1173. Torrecoptis rufescens Torre y Bartsch. 2008 1214. Obeliscus(n1) saugeti Aguayo y Jaume. 1957 (Gundlach in Pfeiffer. 1866}
1174. Torrecoptis semistriata Torre y Bartsch, 2008 1215. Obeliscusl118! lata Gundlach in Pilsbry, 1905 1260. Melanie//a pichardi (Arango, 1862)
1175. Torrecoptis serrana Torre y Bartsch, 2008 1216. Obe/iscust1191bacillus (Pfeiffer. 1861) 1261. Melaniella quiñonesi Aguayo y Jaume, 1954
1176. Torrecoptis sifontesi Torre y Bartsch, 2008 121]. Obeliscus!ng)c/avus flavus Pilsbry; 1906 1262. Melanie//a sca/arina (Gundlach in Pfeiffer, 1866}
117]. Torrecoptis sororcula Torre y Bartsch, 2008 1218. Obeliscuslng) homalogyrus 1263-Me/anie//a tuberculata Gundlach in Poey; 1858
1178. Torrecoptis spatiata Torre y Bartsch, 2008 (Shuttleworth in Pfeiffer, 1851) 1264. Spiraxis<110! moreletianus Pfeiffer. 1866
1179. Torrecoptis spirifer (Pilsbry, 1930) 1219. Obe/iscus(ng) maximus (Poey. 1854) 1265. Pseudosubulina exilis (Pfeiffer. 1839)
1180. Torrecoptis stricta (Torre, 1912) 1220. Obeliscus<119l strictus (Poey, 1853) 1266. Pseudosubulina iridescens Ramsden y Torre, ms.
1181. Torrecoptis teniusculpta Torre y Bartsch, 2008 1221. Obeliscus<ng) swiftianus (Pfeiffer, 1852) 126]. Pseudosubulina michaudiana (D'Orbigny, 1842)
1182. Torrecoptis trincherasensis Torre y Bartsch, 2008 1222. Obeliscus!119l terebraster (Lamarck, 1822) 1268. Volutaxis melanie//oides
1183. Torrecoptis unctue//a Torre y Bartsch, 2008 1223- Cupule//a dominguezi Aguayo y Jaume, 1948 Gundlach in Pfeiffer, 1858
1184. Torrecoptis vermicularis Torre y Bartsch, 2008 1224. Cupule//a va//ei Aguayo y Jau me, 1948 1269. Rhabdogule//a bicolor (Hutton, 1834)
1185. Torrecoptis vitulina Torre y Bartsch, 2008 1225. O/eacina cyanozoaria Gundlach in Pfeiffer, 1857 1270. Streptoste/e(mJ musaecola (Morelet, 1860}
1186. Torrecoptis welchiTorrey Bartsch, 2008 1226. Oleacina incerta (Reeve in Pfeiffer, 1866) 1271. Haplotremal122lpaucispira (Poey, 1858}
1187. Torrecoptisyaguajayensis Torre y Bartsch, 2008 1227. Oleacina incisa Pfeiffer, 1867 1272. He/icodiscus<11ilapex (C. B. Adams, 1849)
1188. Torrecoptis zanjonensis Torre y Bartsch. 2008 1228. Oleacina lindoni (Pfeiffer, 1846} 1273. He/icodiscus<11•) ramsdeni Pilsbry, 1942
1189. Cecilioides!••) aperta 1230. Oleacina orysacea (Rang in D'Orbigny, 1842) 1274. Hojeda boothiana (Pfeiffer, 1839)
(Guildi ng in Swainson, 1840) 1231. Oleacina ottonis (Pfeiffer) 1275. Hojeda gracilis (Poey, 1865)
1190. Ceci/ioides!•ilconsobrina (D'Orbigny, 1842) 1232. O/eacina poeyana Pfeiffer. 1866 1276. Hojeda holguinensis Clench y Aguayo, 1953
1191. Ceci/ioidesl113l iota (C. B. Adams, 1845) 1233. Oleacina regularis (Gundlach in Pfeiffer. 1857) 1277. Hojeda mayarina Aguayo, 1953
1192. Subulina octona (Bruguiére, 1792) 1234. O/eacina saturata (Gundlach in Pfeiffer, 1857) 1278. Hojeda montetaurina (Pfeiffer, 1859)
1193- Beckianum beckianum (Pfeiffer, 1846) 1235. Oleacina sicilis Morelet. 1849 1279. Hojeda translucens (Gundlach in Pfeiffer, 1860)
1194. Lamellaxis!11•l gracilis (Hutton, 1834) 1236. O/eacina so/idu/a (Pfeiffer. 1840) 1280. Lacteolunal11sl selenina (Gould, 1839)
1195. Lame//axisl114lmicra (D'Orbigny; 1835) 1237. O/eacina straminea (Deshayes, 1819) 1281. Lacteo/una<116)prominula (Pfeiffer, 1858)
1196. Leptinaria paludinoides (D'Orbigny, 1842) 1238. O/eacina rangelina Aguayo, 1953 1282. Lacteo/una<116lturbiniformis (Pfeiffer, 1839)
119]. Leptinaria striosa abdita (Poey, 1858) 1239. O/eacina subulata (Pfeiffer, 1839) 1283- Odontosagda havanensis Vanatta, 1920
1198. Leptinaria unilame//ata (D'Orbigny, 1835) 1240. Oleacina teres Pfeiffer, 1866 1284. Odontosagda hil/ei (Gundlach in Pfeiffer, 1870)
1199. Opeas pumilum (Pfeiffer, 1840) 1241. O/eacina translucida Gundlach in Pfeiffer, 1860 1285. Volvidens tichostoma (Pfeiffer, 1839)

185
1286. Suavitas raripila (Morelet, 1851) 1330. Coryda armasi Sarasúa, 1972 1373- JeanneretiaiBSl parraiana (D'Orbigny, 1842)
128]. Suavitas suavis (Gundlach, 1857) 1331. Coryda bartlettiana (Pfeiffer, 1848} 1374.Jeanneretia(•isl sagraiana (D'Orbigny, 1842)
1288. Euc/astaria debilis (Pfeiffer, 1839) 1332. Coryda lindoni (Pfeiffer, 1846} 1375. Jeanneretiaf•isl wrighti
1289. Euc/astaria euc/asta (Shuttlewort h, 1852) 1333- Coryda me/anocephala (Gundlach in Pfeiffer, 1865}
1290. Setipel/is stigmatica (Pfeiffer. 1841) (Gundlach in Pfeiffer, 1859) 1376. Jeanneretial•i6l gund/achi Clench y Aguayo, 1951
1291. Zonitoidesl121l arboreus (Say, 1862) 1334. Coryda nigropicta (Arango in Poey, 1867) 1377. Jeanneretial•i 6l modica Clench y Aguayo, 1951
1292. Zonitoidest121l bregyl Vanatta, 1920 1335. Coryda ovumreguli (Lea) 1378.Jeanneretiaf•i6l subtussu/cata
1293- Euconu/usfufvus (Müller, 1774) 1336. Cysticopsis auberi (D'Orbigny, 1842) (Wright in Pfeiffer, 1863}
1294. Cuppya gundlachi (Pfeiffer, 1840) 1337. Cysticopsis comes (Poey, 1858} 1379. Jeanneretia(•i6l torrei Clench y Aguayo, 1933
1295. Retine/la identata paucilirata (Morelet, 1864} 1338. Cysticopsis cubensis (Pfeiffer, 1840) 1380. P/agiotycha gregoriana 0 • 11•1905
1296. Deroceras(us)/aeve (Müller, 1774) 1339. Cysticopsis exauberi Aguayo y Jaume, 1954 1381. Pofygyra lingulata (°'shay<s in Férussac, 1859)
1297. Derocerasl129l agreste (Linné, 1758) 1340. Cysticopsis jaudenesi (Cisneros in Arango, 1876} 1382. Daeda/ochila poeyiAcu.y•y Jaume, 1947
1298. Derocerasf129l retitulatum {Müller, 1774) 1341. Cysticopsis lescalfei (Gundlach in Pfeiffer, 1859) 1383- Pratico/effa griseo/alPfdflcr. 1841)
1299. Hawaiia minuscula (Binney, 1840) 1342. Cysticopsis /asseviflei (Gundlach in Pfeiffer, 1861} 1384. Thysanophora!•i1l incrustata (Poey, 1852)
1300. Bradybaena similaris (Férussac, 1821) 1343. Cysticopsis letranensis (Pfeiff er, 1857) 1385. Thysanophoralmljeannereti (Pfeiffer, 1858}
1301. Caraco/us /owei Pilsbry, 1929 1344. Cysticopsis luzi (Arango in Poey, 1868} 1386. Thysanophora(• 31l saxico/a (Pfeiffer, 1840)
1302. Caraco/us najazensis Clench y Aguayo, 1951 1345. Cysticopsis naevula (Morelet) 1387. Thysanophorat•i8l plagioptycha
1303. Caracolus sagemon (Beck, 1837) 1346. Cysticopsis pemphigodes (Pfeiffer, 1846} (Shuttleworth, 1854)
1304. Pofydontes apolfo (Pfei ffer, 1860} 1347. Eurycampta arctistria (Pfeiffer, 1865} 1388. Polymital•igJ muscarum (Lea, 1834)
1305. Polydontes imperator (Montfort, 1810) 1348. Eurycampta bonplandi (Lamarck, 1822) 1389. Polymita(r;glpicta (Born, 1780}
1306. Polydontes natensoni Torre, 1938 1349. Eurycampta exdef/exa (Pilsbry, 1890) 1390. Polymita!•i9l sulphurosa (Morelet, 1849)
1307. Polydontes sobrina (Férussac, 1819) 1350. Eurycampta pinarensis (Aguayo, 1950) 1391. Polymital•19lvenusta (Gmelin, 1786}
1308. Polydontes torrei Pilsbry, 1938 1351. Eurycampta poeyi (Petit, 1836} 1392. Polymita(•4o) brocheri (Gutiérrez in Pfeiffer, 1864)
1309. Zachrysia(•io)auricoma (Férussac, 1822) 1352. Eurycampta supertexta (Pfeiffer, 1845) 1393- Polymita!•40)versico/or (Born, 1870)
1310. Zachrysial•i0 1rangelina (Pfeiffer, 1854) 1353. Hemitrochus alfeni Aguayo y Jaume, 1957
1311. Zachrysia(•i•lguantanamensis (Poey, 1857) 1354. Hemitrochus amplecta
1312. Zachrysia(•i•lproboscidea (Pfeiffer, 1856) (Gundlach in Pfeiffer, 1860)
1313- Zachrysia(•i•l torrei (Henderson, 1916} 1355. Hemitrochus beattiei Aguayo y Jaume, 1957
1314. Zachrysia(•µ) baracoensis 1356. Hemitrochus cesticu/us
(Gutierrez in Pfeiffer, 1856} (Gundlach in Pfeiffer, 1858)
1316. Zachrysia(•») bayamensis (Pfeiff er, 1854) 1357. Hemitrochus compta (Gundlach in Pf eiffer. 1857)
1317. Zachrysia(•l'lemarginata 1358. Hemitrochusfuscolabiata (Poey, 1858)
(Gundlach in Pfeiffer, 1859) 1359. Hemitrochus garciana Clench y Aguayo, 1953
1318. Zachrysial•i•lfiavicoma Pilsbry, 1928 1360. Hemitrochus hendersoni Aguayo y Jaume, 1957
1319. Zachrysia(•i•lgibarana Pilsbry, 1928 1361. Hemitrochus /ucipeta (Poey, 1854)
1320. Zachrysia(•3•l guanensis (Poey, 1857) 1362. Hemitrochus macu/ifera
1321. Zachrysiaf•p) gund/achiana Pilsbry, 1928 (Gutiérrez in Poey, 1858)
1322. Zachrysia(•»l lamellicosta 1363- Hemitrochus maisiana Aguayo y Jaume, 1957
(Gundlach in Pfeiff er, 1861} 1364. Hemitrochus morbida (Morelet)
1323- Zachrysiai•i•l noscibilis (Férussac. 1822) 1365. Hemitrochus pseudogilva Torre
1324. Zachrysial•i•l provisoria (Pfeiffer, 1858} 1366. Hemitrochus rufoapicata (Poey, 1858)
1325. Zachrysiafo•l ramsdeni Pilsbry, 1928 1367. Hemitrochus sauvalfei (Arango in Pfeiffer, 1866}
1326. Zachrysia(•i•l trinitaria 1368. Hemitrochus tephritis (Morelet)
(Gundlach in Pfeiffer, 1858} 1369. Hemitrochus varians (Menke, 1829)
1327. Zachrysia(•nl petitiana (D'Orbigny, 1842) 1370. Hemitrochus velazqueziana (Poey, 1858}
1328. Zachrysia(•i4lpoeyi Jaume, 1984 1371 .Jeanneretia(•isl bicincta (Menke, 1830)
1329. Coryda alauda (Férussac, 1821) 1372.Jeanneretia(•isljaumei Clench y Aguayo, 1951

186
>glosario

Alóctona : Especie que no es originaria del país Ictiología: Rama de la zoología que se dedica al Pneumostoma: Poro respiratorio que com unica el
donde vive. Ta m bién se les llama especies est udio de los peces. pulmón con el exterior; situado generalmente
exót icas. Lecitot rófico: Tipo de desarrollo larvario de los en la parte lateral anterior del an imal, en los
Autóctona: Especie originaria del lugar o país invert ebrados marinos, que se caracteriza pulmonados t errestres en él se sitúan el ano y
donde vive, aunq ue no necesariamente es porq ue las especies que lo presenta n ponen generalm ente el orificio excretor.
exclusiva o endémica de ese te rrit orio. huevos de tamaño grande y están cargados Poblaciones alopatridas: Poblacio nes de una
Colum ela : Eje axial de la concha de los de vit elo, del cual se nut ren las larvas. El mism a especie aisladas geográficamente
gasterópodos alrededor de la cual se enrrollan desarrollo larvario o una g ran parte de ent re sí, sin posibilidades de int ercambio
las vueltas de la espira. ést e t ranscurre en el interior del huevo. La genético ent re ellas.
Conquiliología : Ciencia que t rata del est udio larva lecitotrófica eclosiona en el periodo Prot oconcha: Concha f ormada en los primeros
de las conchas dentro del conjunto de la competente complet amente desa rrollada. est adios del desarrollo embrio narios de los
Malacología. Limacela: Concha red ucida a una pequeña placa, m oluscos.
Dext rorsa : Concha con sent ido de enrollamiento recubierta por el manto, de las fam ilias Rádula: Órgano raspador exclusivo de los moluscos,
espiral hacia la derecha. Li macidae y M ilacidae. asociado al sistema d igestivo. Consiste en una
Epífita: Planta que vive sobre otra, norm alm ente Malacología: Rama de la zoología que se dedica lámina quitinosa o lengua córnea provista
sin parasitaria, sino buscando apoyo. al est udio de los m oluscos. de hileras de dientes ordenados en filas
Epifragma: Membrana de sustancia Opérculo: Placa de origen córneo o calcáreo que transversales. y cuyo número y forma se emplea
m ucilaginosa, q ue recubre la abertura de los poseen m uchos gasterópodos, cuya f unción frecuentemente para la t axonomía del grupo.
pulmonados durant e el periodo de estivación. es cerrar la abertura de la concha cuando el Recl utamiento : Periodo de in corporación
Estivación: Periodo de reposo que sufren m uchos anim al se encuentra ret raído en su interior. de n uevos individ uos a la población,
gasterópodos terrestres durant e la estación Ovoposición: Acció n de depositar los huevos principalmente como resultado directo de la
seca. durante la puesta. reproducció n.
Exótica : Es pecie no nativa de la localidad o país Periostraco: Capa más externa, y de sust ancia Sinist rorsa : Concha con sent ido de en rollamiento
donde vive. En el caso de los m oluscos se orgánica, de la concha de la mayoría de los espiral hacia la izq uierda.
emplea frecuentement e para designar a las m oluscos. Sinónim o: Uno de dos o más nombres científicos,
especies procedentes de loca lidades lejanas. Peristoma: Contorno de la abertura de la concha, del m ismo rango, utilizados para designar un
Flagelo: Apéndice fi liforme (de apariencia fibrosa) reborde q ue rodea la abertura. mismo taxón.
del apa rat o reproductor de los pulmonados. Planctot rófico: Tipo de desarrollo larvario de los Taxonomía: Es el estud io t eó rico y práctico de la
Herbívora: Especie animal m icrófaga que se invertebrados marinos, que se caracteriza clasificación de los organismos, incluyendo
alimenta de hierbas y otras plantas. porque las especies que lo presentan ponen sus bases, principios, proced im ient os y fines.
Hiponoto: Borde del pie de las babosas huevos de t amaño pequeño y casi desprovistos Taxocenosis: Conjunto de especies que forman
pulmonadas est ilomatóf oras. de vitelo, de los que emergen larvas en un part e de una com unidad y que pert enecen al
Hiberna r: Letargo invernal que permit e tolerar estado muy t em prano de desarrollo. Estas mismo género o fam ilia.
el período m ás seco y frío de la tem porada pasan al plancton donde se alimentan Teleoconcha: Cuerpo total de la concha
inverna l, producido por un descenso de las hasta complet ar su desarrollo. Las larvas exceptuando la prot oconcha.
funciones m et abólicas. planct otróficas por lo general están provistas Veliger: Larva planctotrófica resu ltante del
Holopodo: Pie cuya suela no está dividida por de complejas estructuras para la locomoción, la posterior desarrollo de la larva t rocófora
surcos longit udinales. flot ación y la obtención del alimento. present e en muchos mo luscos.

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DR. JOSÉ ESPI NOSA SÁEZ
1949, Villa Clara, Cuba

>los autores Doctor en Ciencias Biológicas. Invest igador


Tit ular. Especialista en Moluscos y Ecosistemas
Marinos. Autor de más de 150 artículos cient íficos
en revistas nacionales y ext ranjeras y en va rios
libros como Fauna de Cuba; Protección de
la biodiversidad y el desarrollo sostenible del
ecosistema del archipiélago Sabana - Camagüey;
Ecosistema Sabana Camagüey. Estado actual,
avances y desafíos en la protección y uso
sostenible de Ja biodiversidad; Biodiversidad
Marina de Cuba; Biodiversidad de Cuba y Marine
Biodiversity of Costa Rica, Central America. Ha
dirigido o part icipado en va rios proyectos de
investigación en Cuba, Canarias, Costa Rica y
México. Ha descrito una f amilia, una subfamilia,
10 géneros y 2 15 especies nu evas pa ra la ciencia de
mo luscos, mayorita riamente marinas y cubanas.
Es Editor de las revistas cient íficasAvicennia
(desde 1993, Univ. de Oviedo-CITMA de Cuba) y
Serie Oceanológica, del Institut o de Oceanología.
Ent re sus distinciones destacan la Orden Carlos
J. Finlay, el Premio de la A.C.C., al colectivo de
autores del proyecto GEF/PNUD, 1997, el Pre m io
EURAL 1996 de la Comunidad Europea al mejor
proyecto Universidad - Empresa, el Prem io
Marqués de Valdecilla 2003, Cantabria, España, a
la Cooperación Medioambient al con lberoamérica
y el Prem io M iguel L. Jaume 2006, a Ja Educación
Ambiental. Pertenece a la Sociedad Cuba na de
Zoología y a la Sociedad Española de Malacología .
los autore s

DR . JESÚS ÜRTEA RATO DR. Juuo A. LARRAMENDI


1951, Asturias, España 1954, Santiago de Cuba

Doctor en Ciencias Biológicas, Universidad de Doctor en Ciencias Técnicas. Como Investigador


Oviedo. Catedrático de Zoología e Investigador Titular dirigió por trece años un laboratorio
Adjunto del M inisterio de Ciencia, Tecnología científico. Dejó las ciencias por la fotografía en
y Medio Ambiente, adscrito al Instituto de 1997 y desde entonces, trabaja comofree/anee. Ha
Oceanología de Cuba. Especialista en Moluscos y realizado más de 50 exposiciones personales y 40
Ecosistemas Marinos. Aut or de 526 aport aciones colectivas en Europa, África y las Américas, además
al conocimiento de su especialidad, 25 libros o de su propio país. Fue fundador y primer direct or
monografías (entre los que se cuentan Asturias de la Cátedra de Fotografía Latinoamericana
desde el Mar, Cuba desde el Mar y Biodiversidad de del Instituto Internacional de Periodismo de la
Cuba), además de comunicaciones en congresos y Habana. Pert enece a la Sociedad Cubana de
publicaciones diversas. Ha participado en proyectos Zoología, Unión de Escrit ores y Artistas de Cuba,
de investigación y en campañas oceanográficas en Unión de Periodistas de Cuba, Asociación de
Cuba, Canarias, Cabo Verde, Ecuador, Marruecos, Comunicadores Sociales de Cuba, Federación
Venezuela, México y Costa Rica. Ha descrito una Internacional de Arte Fotográfico. Investigador
familia, una subfamilia, 12 géneros y 308 especies asociado al Museo Nacional de Historia Natural
nuevas de moluscos, mayoritariamente en de Cuba. Se han publicado una veintena de libros
aguas de Cuba. Entre sus distinciones destacan con sus fotografías, destacándose Las Orquídeas
la Encomienda de Alfonso X El Sabio, los Premios de Cuba, Para no olvidar, Aves de Cuba, Reptiles y
Extraordinarios de Licenciatu ra y Doctorado, el Anfibios de Cuba (Premio Academia del 2004),
Premio EURAL1996 de la Comunidad Europea al Solo detalles. Biodiversidad de Cuba y Las Primeras
mejor proyecto Universidad-Empresa, el Premio Villas de Cuba. Su obra ha sido expuesta en
Marqués de Valdecilla 2003, Cantabria, España, a varias ciudades de Cuba, y en Andorra, Argentina,
la Cooperación Medioambiental con lberoamérica Bélgica, Chile, Cost a Rica, España, EE.UU., Fra ncia,
y el Premio M iguel L. Jaume 2006, a la Educación Guatemala. Italia, México, Perú, Sudáfrica, Suecia,
Ambiental. Editor de revistas científicas como Uruguay y Zimbabwe, con más de 60 muestras
Avicennia (desde 1993, Univ. de Oviedo-CITMA personales y 35 colectivas. Ha obtenido otros
de Cuba), lberus (1991-95, Sociedad Española de important es premios por su trabajo fot ográfico. La
Malacología) y TFMC (Museo Ciencias Natu rales Galería Julio Larramendi se inauguró en el 2003 en
de Tenerife}. Pertenece a la Sociedad Cubana de el Hotel Conde de Villa nueva, en la Habana Vieja.
Zoología y a la Sociedad Española de Malacología. Es Director Editorial de Ediciones Polymita.

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