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Sup.’. Cons.’. Gr.’. 33.’. para la Rep. Argentina RITUALES De los Grados XV al XVIII del Rito Escocés Antiguo y Aceptado EDITORIAL MASG6NICA BUENOS AIRES 1976 Teo OF Ae SUPREMO CONSEJO GRADO 33° PARA LA REPUBLICA ARGENTINA RITUAL DE CABALLERO ROSA CRUZ GRADO XVII Del Rito Escocés Antiguo y Aceptado Comisién de Liturgias: Fabian Onsari, Domingo R. Sanfel i, Benigno V. Herndndez Gwynne, Lais San Luis, Hiram G. Ca légero y Miguel Osorio. Decreto N° 697, Vistos: el Proyecto de Rituales para los Grados XV al XVIH, el dictamen de la Comisién de Liturgias y lo resuelto por el Su- bremo Consejo Grado 33 para la Reptblica Argentina. El Muy Poderoso Soberano Gran Comendador. DBECRETA: Articulo 12 — Apruébanse los presentes Rituales de los Grados XV al XVII y ad6ptanse para uso de todas las Cémaras dependien- tes del Sapremo Consejo. Articulo 2° — A partir del 1? de junio de 1948 no podraén usarse en los Cuerpos Subordinados, siendo prohibido ofectuar agre- 9 supresiones al mismo, otro gados Articulo 3? — Los ejemplares seran provistos por la; Gran Se- eretaria a los TIlI,", y Cuerpos Subordinados, asentando en los mismos, el nombre del adquirente y autenticados por ¢l Gran Se- cretario General. Articulo 4° —~ Dése al Libro de Decretos, comuniquese, ete. Dado y firmado en el despacho del Soberano Gran Comenda- dor en el Oriente de Buenos Aires, a los veintinueve dias del mes de abril de 1948, BV", Luis San Luis, 33°, Fabian Onsari, 33.", Gran Secretario General Soberano Gran Comendador INSTRUCCIONES PARA EL USO DE LOS RITUALES Estos Rituales deberan ser entregados obligatoriamen- te al H.". exaltado al Grado XVIII para su estudio y cono- cimiento. Solamente es obligatorio el trabajo en el Grado XVIII, y se prohibe hacer supresiones, agregados o modificacio- nes a los Rituales. El ceremonial debe efcctuarse en toda su extensién, sin omitirse, bajo ningtin concepto, el discurso impreso del Orador, pudiendo, después de ese discurso, pronunciarse todos los que cl Presidente juzgare oporiuno permitir. Los Rituales de los Grados XV al XVII se insertan, principalmente, para conocimiento de los Hh.”., sin perjui- cio de trabajar en ellos cuando se considere oportuno. E! Ritual del Grado XVII es uno de los més impor- tanies de la masoneria escocesa, el que debe hacerse estu- diar integramente, y los trabajos ordinarios deben versar sobre cl mismo. Es sumamente importante tener exacto conocimiento de su significacién filoséfica para lo cual el estudio debera abarcar los cuatro grados, 4 CABALLERO DE ORIENTE O DE LA ESPADA GRADO DECIMOQUINTO ARGUMENTO Este grado se halla intimamente reiacionado con ef que ie pre- cede, aludiendo a la cautividad sufrida por los hebreos en. Babilonia, como consecuencia de ia derrota que les infirlera Nabucodonosor, seis siglos antes de la Era Cristiana, cautiverio que duré SETENTA ANOS, asi como su liberaci6n (42.360 cautives) y su retorno a Jerusalén para intentar la reconstruccién det Templo bajo la direc- cién de Zorobabel (Sheshabazar, en caldeo). Se les acordé, ademas, la devolucién de los Vasos Sagrados y Ornamentos que habian sidd sustraidos por orden de Nebuzaradan (lugarteniente de Nabuco- denosor), en la época de ta destruccién del primer Templo, cons- truido por Salomén casi cuatro siglos antes, en cuya obra actué Hiram Abi. El retorno de los cautivos fue estorbado por enemigos al preten- der aquéllos cruzar 21 puente tendido sobre ef rio Eufnates, aunque sin éxito; finalmente, legado que hubicron a Jerusalén, ¢ iniciada la reconstruccién tan ansiada, rodeados por todos lados, de enemigos, Zorobabel dispuso que fos masones trabajaran ilevando la espada en una mano, y la trulla y demas herramientas en la otra, pudiendo de esa manera repeler al enemigo cuando asi lo exigieran las ci cunstancias, La reconstruccién del segundo Templo exigié el trabajo de cua- renta y ssis afios, DECORACION DEL CAPITULO Son necesarias dos Camaras para las iniciaciones, a saber: Roja y Vérde, entre las cuales habré un corredor o puente. Una y otra estan iluminadas por diez candslabros de siete luces cada uno. Camara Roja: Representa ésta la Sala de Audiencia dél Rey de Persia y Media en Babilonia, Ciro, y esta decorada de cortinas rojas y tapices del mismo color, asi como el dosel del trono, sobre cuya mesa habré una corona real, un cetro, una espada y un mandil y barda lujosos, pero no masénicos, para uno de los candidates. Los demas como en las otras Camaras, pero sin Altar de Juramento Camara Verde: Representa e| Sanhedrin, entre las ruinas de Jerusalén, y esta decorada de Verde. En Oriente se hallard el trono cckijado por un dosel del mismo color, que ostenta en el fondo un delta dorado con el nombre del G.". A.‘, en hebneo. El Altar de Jeramentos se levanta en el centro de la Camara, con la Biblia, dos espadas cruzadas, la Constitucién del Suprema Cansejo para la Re publica Argentina, los Reglamentos de las Camaras Subordinadas y los Particulares det Soberano Capitulo Rosa Cruz, con las insig- nias para los candidatos. Los sitiales de los Vigilantes estaran at Occidente y los de los Oficiales y hermanos como de costumbre. n la Camara Roja, llamada Gran Consejo, se hace la apertura ¥ Ja primera parte de la iniciacién, cuya ceremonia ‘termina en la Verde y se clausuran los trabajos. En una y otra todos estaran armados de espadas, DIGNATARIOS Y OFICIALES CAMARA ROJA Un Soberano, que representa a Giro y ocupa el trono. Un General de Caballeria, representa a Sisinna, ocupa el Surceste, Un General de Infanteria, representa a Nabuzardan, ocupa el Noroeste Un Ministro de Palacio, representa a Daniel, ocupa el Oriente al Sur. Un Canciller, representa a Schemel, ocupa el Oriente al Norte. Un Ministro de Hacienda, representa a Mitridates, ocupa la par- te superior del Sur. Un Maestro de Ceremonias, representa a Abazar, ocupa la cabe- cera del Norte. Un Guarda interno, ocupa su lugar cerca de la puerta. CéMARA VERDE Un Muy Ilustrado Maestro, representa a Ananias. Un Excelente Primer Gran Vigilante. Un Excelente Segundo Gran Vigilante. Un Caballero de ia Elocuencia. Un Caballero Canciller. Un Caballero Tesorero-Limosnero Un Caballero Maestro de Ceremonias. Un Caballero Guarda del Portico, cuyos puestos son los mismos que en la Camara Roja. INDUMENTARIA Giro viste manto real, los demas bandas verdes. Ananias tinica y faja celeste cuyos extremos penden a la derecha. El traje corriente es negro con las insignias del grado o det grado superior que cada hermano haya obtenido. APERTURA DE LOS TRABAJOS Cuando todos han ocupado sus puestos, e| Primer Gran General da un golpe con el pufio de su espada y dice: —PRIM. GENERAL. — Oficiales y Caballeros, el Gran Ciro, ruesiro Poderoso Soberano, mos ha reunido para celebrar Consejo. Preparémonos para recibirlo, Todos se levantan. El Presidente llama con un golpe y el guanda del Consejo le franquea la entrada. Entra y sube al trono acom- pafiado de los Vigilantes y el Maest. de Cerem. y una vez alli da ur golpe con el pufio de su espada, saluda con ella y dice: —SOB, PRESIDENTE, — Salud a mis Oficiales y Consejeros. Todos contestan @l saludo con sus espadas. —SOB. PRESIDHNTH. — Tomad asiento. Los Caballeros cumpien y los Vigilantes y Maest. de Gerem. descienden y ocupan sus puestos. —SOR. PRESIDENTE. —. Primer General, gcudl es vuestro de- ber antes de abrir los trabajos? —PRIM. GENERAL, — Averiguar si estamos solos. —SOB, PRESIDENTE. — Para conseguirlo, servios inspeccio- nar los puestos. Los Vigilantes se dirigen a la puerta y observan si los centinelas ocupan sus puestes tanto interior como exteriormente. Vuelven a fos suyos y diog: SEC. GHNERAL. — Primer General, los guardas redean el palacio y siete vigilan Jas corcanias. —PRIM. GENERAL. — Soberano Presidente, el Consejo esta bien guardado. —SOB. PRESIDENTH. — ;Acaso basta eso para asegurar que estamos libres de espias? —PRIM. GENERAL. — No podemos asegurarlo hasta no inves- tigar si todos los presentes son Caballeros de Oriente. —SOB. PRESIDENTE. — Pasad revista, Generales. En pie y al orden. Todos obedecen y los Vigilantes recorren los valles y piden en secreto a los presentes las palabras del grado. —SHG. GUNERAL. — Primer General, todos los hermanos que he revistado son Caballeros de Oriente. —PRIM. GENERAL. -- Soherano Presidente, podemos co- menzar, —SOR, PRESIDENTH. — ;Qué dia es hoy, Primer General? —PRIM. GENERAL. — Es aquél en que se cumplen setenta aiios de la gran victorin de Nabucodonosor contra las tribas de Judd y Benjamin, tiltimos restos del pueblo israelita: del dfa en aue se destruyé el Templo, profanado per la grosera idolatria. Es éste también el dia que sera glorioso en nuestros anales, pues en él chéis econvocado este Consejo para que los Caballeros de Oriente os ayuden a legislar y hacer felicas a las naciones cuyos des- tinos dependen de vuestro acierto en el mando. SOB, PRESIDENTE. — Servios anunciar que voy a abrir el Consejo. —PRIM. GENERAL. — Oliciales y Caballeros, en nombre de umestro Soberano Presidente os anuncio que va a comenzar la sesién del Consejo. 8 —SEG. GENERAL. —- Oliciales y Caballeros de mi Valle, la sesién del Consojo va a ser abjerta —PRIM. GENERAL, — Cumplido. El Presidente marca la bat, con el pufio de su espada y dice: —SOB. PRESIDENTE. — Wn pie y al orden, Oficiales y Caba- Neros. (Todos obedecen.) AL. G. D. G. A. D. U. Bn nombre y bajo los auspicios del Supremo Consejo del Gr. 33 para la Repi- blica, Argentina, declaro abierto el Consejo de Caballeros de Oriente. A mi por el signo... Por la baterfa... jHonor a los represemtantes del Pueblo! —PRIM. GENERAL, — jHonor al Soberano Presidente que re- conoce sus derechos! —SOB. PRESIDENTE. — Sentaos, Oficiales y Caballeros INICIACION —SOB. PRESIDENTE. — Mis Oficiales y Cahalleres, siendo hoy Ja septuagésima vez que se retine la corte de Babilonia para con- memorar la gram victoria obtenida contra los israelitas, pero la primera en que los pueblos estan representados en egta ceremonia, deseo de todo corazén que comiencen los trabajos con una buena obra para perpetua memoria, Si hace setenta aiios que Nabucodo- nosor tuvo poderosas ragones para destruir el magnifico Templo que Salomén levantara a la gloria del G. A. y para esclavizar las tribus de Juda y Benjamin, hoy que todo ha cambiado, que el pusblo de Israe] se ha ilustrado y ha tornado a las practicas de moral y de justicia que habfa olvidado, no es justo que paguen los hijos los pecados de sus padres. Devolvamos al pueblo hebreo todo cuanto perdié por la fuerza, porque me grita una voz interior que debemos redimir a los cautivos. —PRIM. GENERAL. — Hisa voz, Soberano Presidente, es de la Conciencia que a todos nos manda romper las cadenas del esclavo. la SOB. PRESIDENTE. — Oficiales y Caballeros, jcreéis que debe terminar la cautividad de los israelitas? —TODOS. — Demos libertad a los esclavos —SOB. PRESIDENTE. — Abazar, mi Gran Maestro de Cere- monias, disponed lo necesario para que se cumpla el acuerdo del Consejo. Este se levanta, saluda y sale al vestibulo donde prepara al can- didato, cclocandole una cadena al cuello y las manos. Segtin el rito, esta cadena esta formada de eslabones triangulares. Si hay mas de uno, se colocaran detras sin cadenas, Después lama en gn, 14°. —GUARDA. — Un Hamado extrafio han hecho en la puerta, So- berano Presidente. SOB. PRESIDENTE, — Oficiales d qué pasa y comunicadio a mis Entreabre y pregunta. Enterado, lo comunica al Prim. General en voz queda. —PRIM. GENERAL. — Soberano Presidente, es nuestro Cran Maestro de Ceremonias acompafiado de un esclayo que desea le con- cedéis audiencia en este dia solemne. --SOB, PRESIDENTE. — Concededle la entrada, Entra el Maest. de Cerem. con el aspirante, que conduce hasta Jas gradas de Oriente y dice: —MAEST. DE CEREM. — Soberano Presidente, tengo el ho- or de presentaros a Zorobabel, Perfecto y Sublime Mason y cautivo vor desgrucla, que viene a pedir la libertad del pueblo hepreo, --SOB. PRESIDENTE. — Bienvenido Horobabel, en este solemne dia de la fundacién del Primer Consejo Popular, Yo he sentido como vos todo cuanto habéis sufrido en yuestro destierro ¥ cautividad, y estoy dispuesto a haceros gracia y coicederos vuestra libertad y la de yuestro pueblo con una sola condicion. ‘Tomad asierto, Zorobabel, El Maest, de Ceremonias conduce al Occidente al candidato y Io hace tomar asiento entre los Vigilantes y ocupa su puesto. Des- pués sigue. SOB. PRESIDENTH. — Zorobabel, eres un Perfecto y Su- lime Masén descondiente de los antignos masones que fundaron y edificaron ¢l magnifico Templo de Jerusalén, que Salomén, por in- dicacién de su Padre David, coustruyé ala G. D. G. A. D. U., ymos irajeron las ciencias y las artes. Sols, por tanto, poseedor de esos secretos Inapreciables que siempre yo he deseado conocer para tmitar al gran rey Salomon, comunicédmelos y seréis libre con to- os vuestros hermanos. Ademas, 0s deyolveré todas las joyas, or- namentos y vasos sagrados del Templo, que podréis reconstruir. El Maest. de Cerm. que estar al lado del candidato, contesta: 10 —MAEST. DE CEREM. — Si mi libertad depende, Soberano Presidente, de una traicién, pretiero morir esclavo. —SOB. PRESIDENTE. — Meditad bien Io que hacé en yuestro pueblo, en. vuest podéis ser. —MAEST. DE CEREM. — Los juramentos que he prestado no puedo violarlos, —SOB. PRESIDENTE. —- Ser Grandes de mi corte, y os prote . Pensad © Templo, en lo que sois y en lo que uno de mis Sitrapas y de los is? eré como un padre, Qué ¢ —MAEST. DE CEREM. — No puedo faltar a mis compromisos —SOR. PRESIDENTE. — Zorobabel, os voy a arranear vues- tro secreto por medio del tormento, Hstoy dispuesto a qnemaros a fuego lento si continudis en vuestra absurda negativa. —MAEST. DE CEREM, — Podéis hacerlo si tal es vuestro de- 8€0; pero nada conseguiréis porque no aspiro ni doseo Ja libertad de mi pueblo cometiendo una infamia, pues merece ser libre sélo el hombre que es ficl y honrado. —SOB. PRESIDENTE. — Mis Oficiales y Caballeros, :no os parece que tan subliimes principios y tan extraordinaria abnegacién merecen ser premiados? (Dirigiéndose al candidato). Zorobabel, he querido tan sélo con esta prueba conocer vuestra conciencia y la firmeza de yuestras convicciones. Vuestra libertad y la de vuestro pueblo seré decretada y tan pronto como Meguéis a Jerusalén reedi- ficad el Templo en honor y glorta del G. A, D. U. g¥istdis. contor- mes, mis Oficiales y Caballeros, en que ast se proceda? —TODOS. — Si, Soberano Presidente. --SOB. PRESIDENTE. — Acercaos a mf, Zorobabel, que os yoy a decorar con las insignias de Consejero y Caballero de mi Orden, El candidato subs al Trono y es nevestido con una banda y man- dil lujosos, pero no masénicos y, al ‘entregarle una espada, Je dira: —SOB, PRESIDENTE. — Tomad esta espada para defenderos en todas las ocasionos contra los enemigos de la Libertad. Schemel, mi Canelller, os entregard ol decreto y las franquicias necesarias para vuestro regreso a Jerusalén y se os devolveran todos los or- namentos y joyas del Templo. Id en paz. En seguida el Presidente abandona la Camara, seguido de todos los Caballeros, quedando solos el recipiendario y el Maest. de Cere- 11 monias. Aquellos se dirigen a la Cam. Verdie y ocupan sus puastos respectivos, decoréndose oon las insignias masGnicas y de sus cargos. El Maest. de Ceremonias conduce al candidato al puente o pasa- dizo, en donde los Guardas externos de la Cam, Verde tratan de impedirles ef paso, simulando una lucha para despojarlo de la banda y el mandil, lo que hacen, pero dejandole la espada. CAMARA VERDE Cuando Hlegan a la puerta del Consejo del Sanhedrin llama en gr. 14 y el G. del Portico dice: —G. DEL PORTICO. — Muy Tustrado Maestro, han Hamado a la puerta como Perfecto y Sublime Masén. —M. I, MAEST. — Ved quién Hama. Entreabre y pregunta: —G. DEL PORTICO. — ;Quién Hama? —G. M. DE CEREM. Un liberto que desea ver a sus herma- nos porque les trae su libertad. —M. I, MAEST. — Hermanos mios, habiendo pasado las se tenta semanas de aiios que debia durar | cautiverie, creo cierta esta noticia, y creo también que ha Ikegado el dia de la reedificacién, Preguntadle su wombre, su pafs, edad y las pruebss de lo que dies. —G. DEL PORTICO, — ,Cémo os amis hermano mio? M. DR CEREM. — Zorobabel. —G. DEL PORTICO. — ;Vuestro pais? —G. M. DE CEREM, — Més alla del Stabuzarnal el rio al Oc- cidente de Si —G. DEL PORTICO. — Qué edad tenéis? —-G. M. DE CEREM. — Cumpli las setenta semanas de afios de nuestro cautiverio. —G. DEL PORTICO. — :Qué nos tragis? —G. M. DE CERBM. — La libertad y ei permiso de recons- truir el Templo. —G. DEL PORTICO. — Pruebas? —G. M. DE CEREM. — Nuestras riquezas las donaciones de Ciro y esta espada para sostener nuestra libertad y derechos. —G. DEL PORTICO. — (Cierra la puerta). ;Muy Tlustrado Maestro! Ms Zorohabel, del pais mas alli del rfo, que ha, cumplido 12 las setenta semanas de afios y nos trae la libertad, la orden de reconstruir el Templo, las riquezas, donaciones de Ciro y una es- pada para sostoner y defender nuestros derechos. —M. I. MAEST. — jMa tenminado nuestra esclavitud! Ese hermano es el Principe de la casa de Judd que debe levantar nuestro templo. Admitamosle entre nosotros y reconozcdmosle como jefe do nuestros trabajos, si es tan experto como noble. (Da un golpe). iEstéis contormes en recibirlo? --TODOS. — Estamos. —M. I, MAEST. — En pie y al orden, hermanos mfos, y que le sean abiertas lag puertas del Sanhedrin de Jerusalén. Se abre y entra el M. de Gerem, con el candidato y colocados en el centro, dira: —G@. M. DE CEREM. — jTonor y Gloria a los Jefes de Israel! —M. I. MABST. — Decidnos, Zorobabel, como habéis conse- guido la libertad. . M. DE CEREM. — Wi) dia del septuagésimo aniversario de la destruccién de] Templo, Ciro me permitié entrar en el Consejo, ¥ conmovido de nnostras miserias nos concedié nucstra libertad, el permiso y los medios para la reconstruccién del Templo, dovol- viéndonos todas muestras riquezas; me nombré Caballero y miem- bro de su Consejo, ms docord como S&trapa de Persia y Virrey de Judea, y me arm@ de esta espada para que defendiera mi Ubertad y Ja vuestra. En mi camino tuve que luchar con nuestros enemigos para ganar ¢] puente y perdi mis condecoraciones. —M. I. MAUST. — Sentaos, hermanos mios. Todos lo hacen, asi como el recipiendario y el M. de Cerem., pero éstos frente a Oriente. INTERROGATORIO —M. I. MAEST. — Zorobabel, hermano mio, esa pérdida es obra del G. A. D. U. para demostraros cudn despreciables sou 1a grandeza y pompa mundanas, pues los que profesamos los principios de la Igualdad y la ‘Fraternidad, que somos descendientes de los que Jevantaron el Templo de Salom6n, no necesitamos do esos simbolos ce presuntuosa arrogancia. Nos basta ser hombres. (Pawsa). De cidme, ,eudl es yuestro concepto respecto a la Patria? Ei candidato expone sus ideas Iibremente. 13 —M, I. MAEST. — Generalmente se entiende por Patria la Na- cidn donde hemos nacido, a la que por este hecho pertenecemos. La Patria es nuestra segunda madre a la que debemos todos los beneficios de que gozamos tanto en el orden intelectual, moral, industrial, comercial, artistico y politico, como en el social y de relacién con las otras nacioues. Lidmase también Patria adop- tiva para los quo no han macido ew ella, pero por circunstancias especiales do la vida tiowen su asiento permanente o temporal en ella y estan sujetos a sus leyes. E] amor de la madre Patria es invato en el hombre, razén por la que vela y defiende como a su propia vida. —M. I. MABST. — zQué beneficios nos reporta la libertad? El interrogado contesta. —M, I, MABST. — Son muchos los beneficios de que gozamos con Ja libertad que es el don mds preciado de que nos ha dotado el G. A. D.U.; es conmatural al hombre y no debe privdrsele de ella, sino en cuanto sea atentatoria a la ley universal o nacional. La libertad nos ha emancipado de prejuicios, de Ja esclavitud y de Jas Uramias, evandonos al progreso evolutivo que hoy gozamos. Si hubiese mas de un candidato, las preguntas se alternan y se hacen otras a criterio del Presidente, ampliando las anteriores. —M, I. MAEST. — Habéis oido, Caballeros, las contestaciones de Zorobabel y os ruego me digais con franqueza y libertad si lo aceptamos. Todos contestan con la sefial de costumbre, M. I, MABST. — Henmano Gran Maestro de Ceremonias, couducidlo al Altar para que preste el Juramento. Este hace que el candidato coloque la mano derecha sobre las ‘espadas cruzadas, los demas forman en circulo la béveda de acero y el Presidente dira: —M. I. MAHST. — Repetid conmigo. JURAMENTO Yo,... ereyendo que lo quo promete un hombre que goza do su razén y de sus cinco sentidos, sin que ninguna otra fuerza, temor ni violencia humana le obliguen a ello, debe ser un’ eterno compromiso del que no debe separarse, a menos de no convertirse en un ser bajo, sin honor y sin conciencia, voluntariamente me 14 obligo a impodir solo o en unién de mis hermanos, por cuantos medios me sean posibles emplear, que ninguna persona abuse de su autoridad para envilecernos ni reducirnos a vasallos o escla- vitud moral, y defender, con las armas do la Razin y la Justicia, nuestra Libertad y derechos. Juro trabajar pare fomentar el bien comin y no permitir que se inguiete al hombre bonrado en su persona y bienes, ni se atente arbitrariamente a su libertad. ‘Final- mente, juro no revolar a ningin profeno ni masdp los secretos del grado que, en virtud de mis trabajos y de esta solemne promesa, se me conflere bajo pslabra de honor y de Mason. jQue el G. A. D. U. me ayude! El Presidente baja del Trono hasta el Altar y levanta su espada sobre Ia cabeza del graduado y dio: —M. I. MARST. — AL. G@. D. G@ A. D. U. Enmombre y bajo los auspicios del Supremo Consejo Gr. 33 para la Repibliea Ar- geutina, yo, en virtud de los voderes que se me han conferido como Presidente del Sob. Cap. Rosa Cruz... N?... del Valle de..., os creo y consagro Caballero de Oriente o de la Espada. gr. 15 del R.BLALy A. Marca con el mallets sobre la hoja de la espada la bateria del ar, Los hh. retiran las espadas y van a sus puestes. Lo decora y abraza y vuelve al trono y dice: —M. I. MAEST. — Gran Maest. de Ceremonias, proclamadio. Lo conduce al Occidente entre los Vig. —G. M. DE CEREM. — Proclamo Caballero de Oriente 0 de la Espada al h. N. , miembro de este Sob. Cap. —M. I. MAEST, — Aplaudamos, hormanos mfos, Ja consagra- cién de este Caballero. A mi por el signo, por Ja baterfa y la pa- labra: honor a los representantes de} Pueblo. —Tomad asiento. —M. I. MABST. — Gran Maest. de Ceremonias, insiruid al Caballero en los signs y palabras de reconocimiento. Lo hace con el siguiente: RETEJADOR —ORDE! recha. — Tomarse el hombro izquierdo con 1a mano de- —SIGNO. — lstando al orden, descender la mano derecha ser- 18 penteando hasta la cadera derecha y sacar la espada y ponerse on guardia, —TOQUES. —- Tomarse mutuamente la mano izquierda, te uicndo el brazo levantado y tendido, como si quisiera rechazar un olaquo, mientras que con la derecha simula abrirse paso; despues apoyarse reefprocamonte Ja punta de las espadas sobre el vorazdn, diciendo uno I... el otro B... —MARCHA. — Cinco pasos con 1a espada en alto. —EDAD. — Setenta afios. —PALABRA SAGRADA. — R... —PALABRA DE PASO. -- Y. ; ~GRAN PALABRA, — §, -S, - A. —BATHRIA. — o0000—00, —INSIGNIAS. — Mandil blanco forrado y ribeteado de verde, En medio tres tridngulos concéntricos, formados por cadenas de e labones triangulares y en la baveta una cabeza y dos espadas cruzadas. Puede ser pintado o bordado. Banda verde claro, de derecha a izqnierda con’ atributos del grado y un puente con las letras L. D. P. — Jnya: una espada o un alfanjc, que peonde del yértice de la banda —G. M. DE CEREM. — Cumplido, Muy Tustrado Maestro. —M. I, MAEST. — Tomar asiento (Dirigiéndose al Orador). Jab. de la Blocuencia, tenéis la palabra. DISCURSO DEL ORADOR El Orador disertara brevemente sobre la ceremonia desariollada, leyendo, en seguida, la siguiente resefa histérica: Durante la larga espera de los setenta afios, tos isHaelitas cau: tives en, Babilonia no cesaron de dirigir oraciones a su divinidad, Jshova, para que les fuera permitido regresar a Jerusalén y re- construir e] Templo destruido por sus enemigos. Reconocieron, arrepentidos, que el castigo que se les infligigra habia sido justo y merecido, como consecuencia de su culpabie olvido y omisi6n en el cumplimiento de los deberes impuestos por la Santa Ley de Dios. Al ser conquistada, afios mas tarde, Babilonia, por el rey persa, Giro, en 539 A. de €., las gestiones contindan, consiguiendo ablan- dar el corazén de este gran monarca, quien autorizé la repatriacion 16 de los cautivos, asi como la devolucién de los vasos sagrados y demas ornamentos de! culto. La leyenda admite la aparicién, en suefios, de esta inesperada liberacién, al monarca persa, sobre cuyo hecho se desarrolla ei beilo ceremonial del grado. Dice un antiguo ritual: “Finalmente, joh! Sefor, os suplicamos inclingis los corazones de todos nuestros hermanos a que nos acom- pafien en la gestién que en este dia iniciamos, para lo cual impe- trames vuestra Santa Bendicién, ;Asi seal’. “Levantaos, hermanos nuestros! El Dios de jas batallas esta de nuestra parte. Ha sido escuchada nuestra peticion. Que nuestra liberacién sea hoy presidida por la m&s profunda discrecién. Tened fe, hermanos mios, que el éxito ceré nuestro!”’.. “Dios habla una y muchas veces, pero el hombre no percibe su voz. En suefios —en visién nocturna—, cuando el pesado suefio nos envuelve, entences E] susurra en los ofdos de los mortales la conve niente instruccién”, “Asi dijo el Rey Ciro, monarca de Persia: «Todos los reinos de la tierra me han sido entregados por el Dios de! cielo, encargan- dome construir en su honor y honra, una casa en Jerusalén. ,Quién de entre vosotros pertenece a esa gente? El Sefior estara con El; dejadlo partiry”. “Vosotros nepresentais, mis hermanos, la desolacién en que ha- ban caido los esfuerzos del mas grande de los masones} los: muros del Templo yacen demolidos, el altar destruido, y los piteciosos ornamentos desvastados, asi como el temor y la negra desconfianza entre los obreros. Pero, finalmente, un cambio fundamental se ha operado. Nuestras esperanzas han nevivide d2 nuevo, habiendo sido rotas nuestras cadenas, reparadas nuestras pérdidas y recomenzada la gloriosa labor. Las piedras que s¢ emplearén en la reconstruccion del Templo, deberan ser traidas de las canteras de Tiro, y ja madera a emplearss, de Ios bosques del Libano; porque e| segundo Templo deberaé ser idéntico a lo que fuera el primero, para significar que la Masoneria constituya una cunidad», no pudiendo haber en ella cambios materiales. Visitaréis ahora las obras exteriores, y al hax cerlo reflexionad; porque, de los principales arquitectos del primer Templo, Dios fue el principal; Salomén el segundo, e Hiram Abif, el tercero”. 17 Caballeros, el gloricso trabajo de la reconstruccién del Templo constituye nuestro objeto. Para vos, Zorobabel, asi como para vues- tros compafieros ha sido reservada esta trascendental labor, La obli- gacién que acabdis de aceptar asegura su exacta ejecucién. Necesi- tamos un lider para que nes guie, y, al mismo tiempo, quienes nos defiendan. Las espadas con las que estéis armados, y cuyo manejo conocéis. perfectamente, constituyen para nosotros seguridad y proteccién. Caballeros: Si consintiereis en que Zorobabel y sus compaiieros dirijan Jos trabajos de la Masoneria, construyendo templos y taber- naculos ‘en nuestros corazones, protegiendo a los obneros de sus enemigos, podéis dar el signo de asentimiento. Aproximaos y recibid los atributos da vuestro estado, y el cono- cimiento de los misterios de esta reunion. Habéis sido decorados por ie! Rey Ciro, con el titulo de “Gaba~ Heros de Oriente’, y ahora os decoro con el de “Caballeros Ma- sones”. Esta trulla es su simbolo, Trabajaréls desde ahora ien ade- fante, con la trulla en una mano y la espada en Ia otra. M. I. MARST!. — Weelentes hh. Prim. y Seg. Grand. Vigilan- tes, conceded Ja palabra en yuestros Vallos en bion del Rito y de este acto. Los Vigilantes hacen el anuncio en sus respectivos Valles, y una vez producido el silencio, dird el —M. I. MAEST. — Caballero Limosnero, cumplid ‘vuestro deber. Circula la Caja de Auxilio, y se cierran jos trabajos como sigu CLAUSURA DE LOS TRABAJOS —M. 1, MAWST. — (Da un golpe). Venerable Maestro Primer Gran Vigilante, gde dénde venis? -P. G. VIG. — De Oriente, Muy Tustrado Maestro —M. L MABST. — ;Qué nos tragis de Babilonia? —P. G. VIG. — La libertad y los medios de reconstruir el Templo. —M. I. MAEST. — Por qué habéis merecido esa gracia? —P. G. VIG, — Porque soy hombro y he sabido combatir y vencer a los que amo atacaron al pasar el puente sobre el siufrates. —M. I. MABST. — Qué grado ostentais, ahora? —P. G. VIG. — Soy Caballero de Oriente y Masén Libre. 18 —M. I, MAEST. — ,Qué debores os impone ese grado? —P. G. VIG. — El de proclamar Ja libertad individual y ense- fiar a los hombres a merecerla, adquirirla y conservarla, —M. I. MAEST. — (A qué hora debemos cerrar nuestros tra- bajos, Venerable h. Segundo Gran Vigilante? —S. G. VIG. — Ai aparecer las estrellas. —M. I. MAHST. ~~ ,Qué hora es? —S8. G. VIG. — Ya ha anochecido. —M. I. MAHST. — amos a cumplir nuestra sagrada mi- sién, cerrando los trabajos. Anunciadlo en vuestros Valles, Exce- lentes hh, Grandes Vigilantes. —P. G. VIG. — Caballeros del Valle del Sur, el-Muy Tustrado Maestro va a clausurar los trabajos del Sanhedrin de Jerusalén. —S. G. VIG. — Caballeros del Valle del Norte, el Sanhedrin de Jerusalén va a ser cerrado en sus trabajos. (Da un golpe). Anun- ciado, Prim. Gr. Vigilante. —P. G. VIG. — Anunciado en ambos Valles, Muy Tustrado Maest. Marca la bater. del gr, que repiten los Vigilantes, y dice: —M. I. MABST, — Eu pie y al orden. —AL. G.D.G. A.D, U. ¥ por virtud de los poderes de que me hallo investido como Pre- sidente del Sob. Cap. Rosa Cruz N... del Valle de..., bajo los auspicios del Sup. Cons, Gr, 33 para la Reptblica Argentina, de- clare cerrados los trabajos de Caballeros de Oriente. A mf, por el signo, por la hateria, por la aclamacién: Libertad, Igualdad, Fra- ternidad. ;Prometéis absoluto silencio de cuanto ha ocurrido en esta ion? —TODOS. — Prometemos, —M. I. MARST. — Retirémones en paz. 19

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