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Grénicas en Relajacion Terapéutica y Psicomotricidad EI cuerpo y la mirada del otro _ i Jean Bergés Neuropediatra,Neuropsiquiatra, Psicoanalista. Profesor en técnicas de relajacién : i 1-El cuerpo receptaculo 2-Posturay mirada q 3-Postura y motricidad bajo la mirada del Otro: las Inestabilidades. 1-Elcuerpo receptéculo La ideologfa de los modernos, en relacién al cuerpo, tiende a hacernos creer que la felicidad pasa por el cuerpo liberado que es Por el cuerpo que se mediatizard una relacién descubierta, finalmente buena. Creer atin que un retorno al cuerpo es la panacea permitiendo al ser hablante escapar ala divisién radical que el lenguaje imprime al sujeto, solo podra hablar en la medida en que : se dirige a otro.Es asi como se esboza el equivoco central, cuando se trata del cuerpo,o de lo que habria antes del lenguaje y al lado de éste, una modalidad de expresin mas primitiva, ms pura “porque corporal.Al encarnarse, el lenguaje accederia a lo verdadero El Cuerpo liberado romperia las cadenas de la lengua. Ae Nosolo esta expresién corporal se encuentra sujeta al otro aquien —_ el gesto es dado a ver, sujeta a su mirar, como la palabra al ofdo del auditor, sino también sujeta al mismo semblante y a la misma busqueda de ser comprendido, Percibido, amado en el érgano de la it & Elcuerpoy la mirada del otro Gronicas. gestualidad, y no de la voz, sino que el cuerpo es antes que nada un) receptaculo, un(ugar de inscripcién, una forma implacablemente | b““"y destinada a imprimirse con los escenarios, los colores de otros, comenzando por la copia servil del motivo. ) 2 Es, en particular, através de una reflexion sobre las imitaciones precoces del lactante y de una interrogacién sobre los efectos del . deseo de la madre en el cuerpo del nifio que les propongo abordér | 'o que parece central a entender de la funcién del cuerpo, 0 se, de | que él.es un receptéculo. 1- Pierre Mounound y Anne Guyon-Vinter, de la Universidad de Ginebra, son seguidores del movimiento piagetano, ellos contribuyeron con un esclarecimiento muy interesante en relacién con las cuestiones de las imitaciones Precoces en el lactante, asi como en lo referente a la coordinacién visual-auditiva en lae Primeras semanas de vida, en el cuadro de un trabajo sobre la representacién. Los autores establecen una relacion muy interesante entre la capacidad del lactante de anticipar por la visién un dato sensorial de origen auditivo y, por otro lado, lo que necesariamente se supondrfa, segin ellos, de una verdadera memoria de evocacién relativa a la imagen del propio cuerpo y del cuerpo del otro. Asi, algo de representacién es necesario, desde las primeras semanas, para poder dar cuenta de las imitaciones precoces y de la coordinacién visual-auditiva. Desearla aportar-dos reflexiones sobre éste propésito, que permitiran, tal vez superar aquello que en ésta concepcion reduce la nocién de cuerpo receptaculo a un engrama genético sosteniendo una competencia innata. La primera derivacién de lo que Lacan aporta en su interpretacién de lo que é! llama el estadio del espejo: en el nifio de seis meses, la intuicién de la globalidad de la forma de su cuerpo desencadena, ante la vision del cuerpo del otro, manifestaciones motoras de jdbilo.Y es la busqueda de ésta imagen ideal entre-vista que el sujeto Ird desde entonces a dedicar el imaginario de su cuerpo, dedicacion incesantemente fracasada, ya que se desbarranca en el hecho de que enel origen, su yo esta en el Otro. Lo que se destaca en esta hipétesis de anticipacién visual-auditiva en el recién nacido es precisamente una articulacién de esta anticipacién, asi como de lo que sustenta la sensorialidad visual, i 55 Crénicas' wens a he WY we os we Konvalin i aici, ae | i en Relajacton Terapéutica y Psicomotricidad como una identificacién en el proceso del espejo: esta identificacién due ety apenas de un trazo sallente, singular, sino en el sentido de gue el cuerpo es un receptacullo, o sea el cuerpo del otro; la, capacidad de sentir el cuerpo del otro como suyo, deenarss Seguramente, en el momento del estadio del espejo, Ta apacidad de. Srro eaecePtéculo, limitado por las zonas percibidas como tales en el otro, serd superada, por un instante abolida. Es ciertamente Recesario aqul reflexionar sobre los periodos, de los.cuales nos dicen estos autores interesados en las imitaciones precoces o en la anticipacién visual-auditiva, que esta capacidad se extinguiré en ciertas fechas(La primera a los ocho meses y ésta tiltima s los tres meses). . Esta extincién encuentra, me parece, su impulso, su dindmica de escotoma bajo los efectos de aquello que es menester introducir aqul, como proceso de represién originaria.Esta Ultima introduciré una dimensién simbélica, evocando los efectos del significant énla estructura del lenguaje, ¥ de ésta manera, parece, que el cuerpo es dado, en el orden hipotético de una representacién innata, de la misma forme que es dada la cadena del lenguaje el el medio ambiente del bebé; hablado i imiento, receptéculo del discurso de sus adres,evocador de semejanzas, del linaje familiar, de los origenes de la sexualidad, en particular en el primer nombre y patronimico. 2- Asi el proceso en juego en el estadio del espejo, escencialmente imaginario, vendré a interrumpirse, en la medida en que es hacia el fantasma: es la cadena de éste discurso, que toma el cuerpo consistente y le permite un buen funcionamiento.£s ésta consistencia i ue lo delimita, que le da los limites, al mismo tiempo que el origen. Asi, progresivamente, se organiza la topologta de los Prificios corporales,cuyos bordes son delimitados por el destino de’ las pulsiones. oS Es de ésta forma que se constituye el cuerpo como receptéculo : erotizado, en particular por los deseos de la madre: las imitaciones, Precoces pueden asi aparecer como estando ligadas al deseo, ala.’ demanda. No sorprenderé el hecho de que estas se restrinjan en MPIABNAMMAAAAN ANA wea. —Aispraxia Elcuerpo y la mirada del otro Crénicas primer lugar a la boca, y a la lengua. Prosiguen en la imitacion alienante de Wallog, que pone en juego, la postura, el tono del eje corporal, haciendo Guplicar sin ningun intervalo la actitud del adulto.Es notable que &sta dialéctica surja de objetos separables: los cuidados maternos,el mirar, la palabra, el seno, el gesto-aparecen en el campo de ésta anticipacién, y sustentan una funcién de orientacién,de direccionalidad.Son ellos los que responden a la espera anticipatoria que son poco a poco incluidos en la imitacian diferida, verdadera representacién en actos. El cuerpo aparece asi como el receptéculo de la inscripcién por el fantasma, y en particular, de los efectos de la captura de la postura o del mirar. Podemos, asi, situar la funcién de los ritmos propuestos por el mundo externo: los ritmos de la presencia o de la ausercia de la madre, de la noche y del dia, de la alimentacién, ligados a los deseos ; de la madre, Estaitmicidath ésta pulsacion de los objetos ofrecidos y ~) rechazados aparécerrcomohomo homotéticos en relacion alos f ritmos biolégicos propios del nifio: fases de despertar y de dormir, de. apetito y de saciedad, de reposo y de actividad. El cuerpo es aqui un receptaculo temporal en la medida en que al ser en si mismo at | i campo de estos ritmos propios, se volverd capaz de recibir los del exterior: solo habré capacidades en la medida en que exista una estructura suponiendo una temporalidad ritmada de las funciones yoy desu funcionamiento. De ésta homologia de estructura deviene el control sobre el cuerpo. Asi, cuanto més sea ejercido ese control, més estarfa ligado a la relajacién, a la permisivilidad que se supone él cercenaria, Por ejemplo: los griegos quienes sabién lo que el cuerpo quiere decir, ‘tenian también para el soma sentido Particular y revelador del esclavo. He ahl, sin duda, una indicacién Preciosa, cuando se'busca aprender el sentido de las manifestaciones gimnasticas y de ejercicio fisico de masa, tan importantes en los rituales yenla mitologia de las dictaduras, Cuando nos confrontamos con las perturbaciones conjuntas de la imagen del cuerpo y'de la gestualidad que tiene un destino, nuestra comprensién se ve en grandes dificultades, tanto en relacién a las del nifio de origen espacial, como de las. desorganizaciones temporales dé! gésto.Los fracasos de nuestras tentativas reeducadoras o terapéuticas lo demuestran.Si intentamos en Relajacion Terapéutica y Psicomotricidad utilizar el cuerpo como un instrumento que, por su motricidad, su actividad, vendria a crear un espacio por su efecto sobre los objetos, resbalaremds en la imperfeccin, en la inmadurez de este instrumento, en la inadecuacién del gesto al intentar alcanzar su destino, en la incapacidad del cuerpo de construir un criterio de coordenas del espacio, en construir un molde, una gula reconocible por su actividad de construcci6n, suponiendo que las relaciones entre diferentes tareas residan en el dominio de las acciones.en si, como ilustran de manera caricaturezca algunas dispraxias espaciales y de la accién de vestirse.Si intentamos, al contrario, a través de un aprendizaje repetitivo, recurrir a la esfera cognitiva por la mediacion de lo figurativo, para establecer los puntos cardinales del espacio, las relaciones de proximidad, de distancia,de lateralidad etc..., constataremos la inanidad y la inconsistencia de nuestro esfuerzoy del resultado al que llegamos. Pues, lo que se esquiva sin cesar es el lugar mismo del cuerpo. Este Ultimo se esquiva a toda veleidad de encuadrarlo por medio de coordenadas espaciales, por que él est4 constantemente ala deriva; sea, en la imagen ligada al deseo, o en el juego de ausencia o de presencia, en la captura de la mirada del otro. En las dispraxias temporales, son, la armonfa cinética del movimiento, la integracién del tiempo social, de la duracién, las que son analizables.La reproduccién de las estructuras ritmicas, sobretodo cuando el cuerpo en su totalidad participa de éstas, es casi imposible: he aqui el tiempo departida, el tiempo cero que falta. Es sobretodo, en los casos muchas veces asociados a disturbios graves en la organizaci6n de las funciones légico-mateméticas que la nocién de origen es radicalmente puesta en cuestién. La comprensin de esta clinica, su validez, el establecimiento de una terapéutica, deben necesariamente pasar por aquello que intentamos esbozar aqui: es, pues, a través del cuerpo en cuanto receptaculo, suponiendo una inscripcién, que se puede captar la significacén de los disturbios y establecer una terapéutica en cuyo centro estard el cuerpo, el cuerpo del hombre que habla. 2-Posturay mirada La originalidad de la postura residirfa en reunir en la estructura seat nnate neit i sel po est sir V4 ser pei Lo est Me ye Cre vist est rec per que no inv disc sen lag per mo ime acc rep inv Enc cret log esce pro vist: Enl con esce Elcuerpo y la mirada del otro Cronicas sensorio-motriz(2s lo que comentamos en el tiltimo encuentro) y, Por otro lado, en prefigurar también algo que tiene que ver con la estructura del acto perceptivo, o sea, con la percepcién.La postura sirve de representacién en estos dos niveles: 1-por ser estructurada a partir del mismo modelo que la estructura fee sensoriomotriz(posicién ambigua de la figura 1) aoe 2-por.ser estructurada como un instrumento sensorial de la percepcién. Lo qué desearia desarrollar aqui, es la estructura, no més anatémica y fisiol6gica,como la primera vez con Jeannerod.mas si, del ojo que esta viendo, de la funcién escépica. Me inspiré escenciaimente en Merleau-Ponty, en lo “visible e invisible”, y en un articulo de”El ojo yel Espiritu”, que es una critica a la posicién de Piaget, Creo que escencial abordar una comprensin de éstas historias visuales por el intercambio dialéctico entre lo visible y lo invisible: esto quiere decir que aquello que es visible supone lo invisible y reciprocamente.Merleau-Ponty parte de una idea sequin la cual lo Percibido ya esté dado:lo percibido es anterior a la percepcibn( es lo que Lacan dice sobre lo real): “lo propio de lo perclbido:ya estar ahi, no ser por el acto de perceptidn, ser la razon de éste acto, pero inversamente. Queda aqui, puesto en cuestién aquello que discutimos habitualmente cuandose habla de sensoriomotricidad.La sensoriomotricidad asi como nos servimos de ella cuando se trata de la percepcién es un movimiento en direccién a: para que algo sea percibido, es necesario un trabajo, un movimiento,como si el movimiento fabricase, determinase lo que es percibido. Es dificil imaginarnos el espacio de la percepcién fuera del espacio de la accién. La nocién de profundidad, por ejemplo, es dificil de ser representable, tal como la concebimos habitualmente en el nfo, sin 40 fr pode. invocar un movimiento que venga a crear esta profundidad. En cuanto a Merleaua-Ponty, el nos dice que la profundidad es creada a partir a partir de lo que nose ve, de lo que no es visto, de fo que no es visible; o dicho de otra forma, que el primer plano esconde el segundo plano, que esconde el tercero! etc..., que la profundidad esta en relacién con lo invisible, con aquelio que no es visto de lo visible. En la profundidad, como dice Merleau-Ponty,la mirada no atraviesa, contornea.La profundidad es, por excelencia, la dimensiénde lo escondido. Es preciso que haya profundidad ya que el mundo me Eronicas en Relajacion Terapéutica y Psicomotricidad Ec 4 envuelve, es una dimensién de lo simultaneo, la mirada no vence a mir q fa profundidag, ella le da la vuelta. imy 4 La profundidéd surge en el momento en que seria imposible una ant 4 visién nitida de dos puntos simultaneamente.Lo que.es interesante, ella : es la relacién de orden dialéctica entre lo que es visto y lo que no es otr i visto. ung 4 Ocurre, en efecto, que esta profundidad surge de lo que no es visto puc a de lo visible. esti Cémo interviene .aqui la postura? Ella propicia una dimensién a lo que no es visto, de orden diferente de la visién, de lo visible; el Ye cuerpo en cuanto eje postural no es visible justamente, yo no lo veo, tra y cuanto més miro,menos veo a mi cuerpo. Cuanto més entro en el mu mundo por la ventana de mis ojos, menos visible se torna mi en: postura. Lo propio de la postura, no es apenas sustentar mi mirada o en| de puntuarla u orientarla, como vimos la.tiltima vez, sino hacer act tropezar en lo invisible. La relacién dialéctica entre lo visible y lo En: invisible, la postura, su dinamismo, su funcién, estan del lado loc invisible. Es lo sin salida de lo invisible que yo percibo, lo visible es visi lo sin salida de lo invisible, de lo cual la postura forma parte. Les No es apenas en torno de mi cuerpo que el espacio se organiza, sino que también en contrapunto a lo que mi cuerpo esconde. No tengo ojos del detras de la cabeza. nut La postura no es, por consiguiente, apenas un vector, una modalidad ver de expresién 6 de sugestién, no es solamente un receptaculo,es gar también contraste, intercambio entre lo invisible y aquello que es Lo | visto. cua ‘ A esta altura abro un paréntesis que tiene que ver con el fondoy la pro } forma: de una cierta manera, la postura sirve de fondo. Sirve de tier : fondo, no del lado de lo visible, sino del lado de lo invisible. De la pos i misma manera que aquello que es percibido de la profundidad esta not : ligado a lo que no es visto de lo visible, también lo que percibo de invi iu las formas tiene algo que ver, en una relacién dialéctica, con el este is fondo de lo invisible de mi postura.Y al mismo tiempo en que otr : procede, forma parte de lo invisible, la postura es visiva (del orden en } del ver), en la medida en que es un receptaculo, visiva también en son } que daa ver (1). imé La postura es también visiva én el sentido de captacién, o sea, de la siné i (1) Nota det traductor: én e! onginal “vogante termino que puede signiicar ylas H aquel que ve (por oposiciéon a clego ); como aquello que atafe a la mirada, corr “llamativo™, Se opt6 por el término portugués “visivo", perdiendose ast la segunda acepcion del término francés. ET cuerpo y la mirada del otro Cronicas mirada que capta y de la postura que capta, con todo lo que ésto implica para las imitaciones alienantes de las que hablébamos | anteriormente. Y es también captadora y visiva en la medida en que ella da a ver, 0 sea, ella es del orden de ia vision impensable si el otro no ve. Esta postura funciona en relacién a la funcién visual en una categoria del orden de la sensoriomotricidad; aquello que, se x pliede llamar mirada vertical, mirar necesitando ser erigido, rhi estaturade pie. : : Tics Y esta mirada vertical, al mismo tiempo sustentada, colocada a vay través de mi postura, que tiene que ver con un avanzar en el mundo, con una relacién con el hecho de que el mundo se organiza en torno a lo visible. Esta mirada vertical, es una mirada de relacién, en la medida en que la postura tiene algo que ver con el tono, con la actitud, con a presencia del otro. En sintesis, esta mirada vertical es el cuerpo que ve. Escencialmente, lo que se ve resaltado en ésta mirada vertical es que la postura no es } visible para aquel que mira. Les propongo oponer esta mirada vertical, a la mirada horizontal, que se lanza al horizonte, fobico, mirada horizontal que es la mirada del ojo; no acomodado, a la mirada no binocular,claudicante, en las nubes, Mirada horizontal que es un especie de ejercicio del hecho de ver y que no se dirige sino a lo visible; visible este que, por no estar garantizado por lo invisible es indistinto. Lo que les digo de.la mirada horizontal, puede también ser dicho en cuanto a la visién monocular, pues ella torna inaccesible a la profundidad y a los mecanismos que crean la vision binocular.Estos tienen que ver con la postura, estén anclados en la adaptacién de la postura a la fusion de las imagenes retinianas, esta vision monocular | ‘no recurrea la postura, en el sentido en que ésta representa lo | invisible. Merleau-Ponty dice al respecto: “la percepcién binocular no | esta hecha de dos percepciones monoculares, superpuestas, ella es de j otro orden, las imagenes monoculares no estan en el mismo sentido en que estd la cosa percibida_con los dos ojos, ellas son fantasmas, son pre-cosas, (la cosa percibida) y ésta es el real, es la cosa.Las imagenes monoculares no pueden ser comparables con la percepcién sinérgica, no se puede equipararlas, es necesario elegir entre las cosas y las pre-cosas fluctuantes se puede efectuar el pasaje mirando, y no 3] comoespectador”. . enkelajacién Terapéutica y Palcomotricidad i fato viene a corroborar lo que acabé de decir del Pasaje ve la mirada horizontal a la visién vertical, To, aue’es escencial en este pasaje de la mirada horizontal, que é1 lama monocular, o sea, mirar para ver Para la mirada vertical, 0 sea Primero, mds nada es nitido, nada es claro, no hay profundidad, son” pre-cosas”. Nosé exactamente porqué él usa esta palabra en su texto, creo que “fantasma” serla mejor. adelantar que, en parte, tiene algo que ver cen io negacién de lo invible, y, simutténeamente con la desposecion de la postura.Pienso jae peat Fa relacién muy frecuente entre los dlsturbooe del equilibrio y {as fobias y también en la relacion entre lor disturbios de la vision monocular y la fobia, como el célebre ejemplo del rec que tiene miedo de bajar las escaleras porque nove lex escalones, 3-Postura y motricidad bajo la mirada del Otro: las Inestabilidades, Vamos a utilizar aqui observaciones hechas con nifios inestables, en la medida en que Consideramos a la inestabilidad como una cierta |-Los estados ‘tensionales. Caracteristicas Clinicas El término de estado tensional fue introducido por Margaret Riblle, que lo describié en nifios Pequefios hasta 6, 7 afios. Ella describe la hiperactividad del nifio, acompafiada de un cuadro de agitacién motora. Es el nitio que” no para en el lugar” y pasa sin interrupcién de una actividad a otra, Esto fue descripto en casos de hospitalismo, * en 1944-45, “4 Para nosotros, éstos estados son. caracterizados por una paratonia a El cuerpo y la mirada del otro 7 Cronicas:, importante: incapacidad de descontraccién muscular. Si tenemos las manos del sujeto horizontalmente, delante de él, y las soltamos diciéndole que las deje caer, el mantendré la posicién y solamente através de una maniobra voluntaria bajard los brazos a lo largo del cuerpo (maniobra de Dupré). Se constata una paratonia axial: cuando se intenta hacer girar al nifio se siente como una ‘resistencia del tronco, de los pies, que permanecen colocados en el piso. - Se constata también una retencién del gesto, que resulta estrechado; la motricidad es refrenada, como sise abriese dificilmente camino através de una atadura ténica (los codos permanecen junto al cuerpo, por ejemplo). Un estado de contraccién muscular acompafia la parcimonia gestual, traduciéndose en calambres o sensaciones dolorosas, particularmente en las actividades grdficas, yendo desde un esbozo de calambres hasta la cesaci6n total de la actividad para dejar a los musculos reposar. Las dificultades en la escritura estén también ligadas a la posicién tomada delante de la hoja, este movimiento envolviendo, en conjunto, hombro, cabeza y mano. Si pedimos al nifio que escriba més rapido, la escritura (pequefia) se vuelve inmensa, con escapadas bruscas similares a las que se observan en su comportamiento. Estos nifios tienen una sensaci6n interna de tension dolorosa, y manifiestan también un especie de estado de alerta, de quien viene allf permanentemente. Se observa atin en estos nifios bloqueos respiratorios en inspiraci6n forzada o suspiros distanciando la relajacion. ; La inestabilidad posee un cardcter brusco, explosivo. Estos estados de tensién dan muchas veces la impresi6n ilusoria de una inhibicién, y la inestabilidad de éstos nifios aparece como irrupcién de motricidad- falencia subita de éste sistema.de tension. Vivencia corporal de este estado El cuerpo es, en este caso, vivenciado como;un conjunto nodal de tensiones internas,de restrccién y de contencién, y si examinamos la nocién de cuerpo como envoltorio entre el adentroy el afuera, éste envoltorio es sentido como una barrera,una fortificacién tonica,la inestabilidad representando como una falencia de éste sistema. En el Rorschard, se comprueba la ausencia de respuestas K y de formas en Relajacion Terapéutica y Psicomotricidad relacionadas con el cuerpo global. Se puede establecer un paralelo entre este sistema de contencién (con falencia e irrupcién de motricidad bajo forma de inestabilidad) y el tic con sus dos formas: fase de lucha contra el tic y fase de descarga motora, descarga de tensi6n. Esta tensién esté en relacién con el aparato defensivo, siendo la postura el lugar donde se condensa este dispositivo defensivo en una vivencia de tension nodal interna. - La inestabilidad constituye el sintoma, el compromiso entre este estado de tensién y la vida fantasmatica. Génesis del estado de tensién Los trabajos de Gerges y Lezine esclarecen este estado de tension y esta nocién de cuerpo como envottorio, al intentar entender como éstas inestabilidades se constituyen desde el nacimiento (estudios longitudinales con bebés prematuros y hasta los diez afios ). Parece, en efecto, haber una filiacién genética en éstos nifios que presentaran desde el inicio descargas auto-defensivas (se arrancan los cabellos, golpean con la cabeza, se muerden ) o descargas de exploracién del cuerpo( dedos en las orejas, succién del pulgar...), descargas, en éstos prematuros, persistiendo hasta los 5 0 6 afios y dando lugar, a continuacién, a los estados de tensién. Otros autores interpretaron esta tentativa de resolucion de tensién por medio de maniobras de descarga como traduciendo la incapacidad de éstos sujetos de resolver éste estado tensionaly la necesidad que tienen de reforzar incesantemente su envoltorio, de agregar materiales a la muralla. Il-Los estados de dehiscencia. Cuadro Clinico Allado de estos estados de tensi6n, se pueden citar nifios que presentan una sintomatologia practicamente opuesta. Se trata de nifios hipoténicos, flexibles, palidos, generalmente longuilineos, con gestos muchas veces habiles y répidos, dando la impresién, en las actividades graficas, de incontrol en lugar de hipercontrol. Nose trata de una inestabilidad explosiva, bruscos y momentanea, sino de una inestabilidad de “estado”.Son nifios que tienen ganas de orinar: durante un examen, cuya respiracién es rdpida y superficial, que ETcuerpo y la mirada del otro Crénicas tienen las manos siempre himedas. El grafismo, desordenado, cubre el espacio de la hoja, pero la escritura se normaliza a medida que la prueba avanza y el nifio encuentra un encuddre para su actividad: todo ésto se pone de manifiesto como si estas inestabilidades representaran la busqueda, incesantemente fracasada, de los limites, como si el cuerpo careciese de froniteras.En el transcurrir de las terapias de relajacion, se verifica sta dificultad en sentir las fronteras y los limites del cuerpo: asi-es que se pide al nifio que cierre los ojos, y privado de las referencias visuales la angustia se vuelve grande.Es sugiriéndoles la cohesién de las partes'de su cuerpo que se permitir4 un cierto aplacamiento de la inquietud. Vivencias corporales de los estados de dehiscencia Al contrario de los estados de tension, la vivencia de los estados de dehiscencia, aparece como una vivencia de cansancio, de evasion de ‘energia; el envoltorio del cuerpo aparece sin consistencia, hecho de fallas. En lugar de tensién interna aqui, al contrario, hay un vaclo interno, un especie de desvanecimiento de la vivencia corporal. En los test en los que investigamos el esquema corporal, éstos sujetos no tienen ninguna frontera.Estos tests los muestran incoordinados, desgrefiados, al contrario de los estados de tensién. De éstos nifios se dice que no tienen limites, que viven en la luna.En efecto, éstos nifios no estén alll, donde los espera la mirada del otro. Su inestabilidad es un intento de establecer una frontera, de suplir una ausencia de fronteras:los limites estén dados por los objetos,estén siempre ("na barra da saia”) sujeto en el ruedo dela pollera de alguien, y también chocarse en su inestabilidad con el limite constituido por las interdicciones (no hagas eso, no vayas ahi). Esta inestabilidad de los estados de dehiscencia, parece tener por funcién suplir la ausencia de frontera del cuerpo por el cumulo de limites exteriores dados por los objetos ,o por los otros. Génesis de los estados de dehiscencia En los estudios longitudinales, cuando examinamos lo que presentaban éstos nifios, quese Volverian inestables, no nos encontramos con descargas auto-defensivas o de exploracién, pero 65 Crénicas en Relajacion Terapéutica y Psicomotricidad i constatamos en sus antecedentes disturbios del suefio y, por otro lado, la persistencia de ritmias en el momento de adormecerse.. Elsindrome hiperkinético Para los anglo-sajones,este sindrome corresponde, en parte a los estados de dehiscencia que estudiamos. La inestabilidad de éstos nifios hiperkinéticos es reducida por medio de anfetaminas. Es precisamente entre estos nifios que el estudio sistemdtico del EEG. revela una gran mediocridad de la vigilancia y estos nifios ““imposibles* se adormecen enseguida que se les pide que se acuesten. Se tiene la impresién de que su hiperactividad motora tiene por funcién impedirles que se duerman, manteniendo la vigilancia a un nivel conveniente, gracias al flujo sensorial, a los | estimulos motores que bombardean la formacién reticular, Se comprende asi porque las afetaminas, que elevan el nivel de vigilancia, permiten controlar esta hiperactividad motora: su inestabilidad se ve reducida. : Esto permite abordar igualmente la problematica de los disturbios de la atencién, en éstas inestabilidades, ligadas a la cualidad de la vigilancia. En los estados de dehiscencia, estamos delante de un caso particular del sistema Inconsiente, Pre y Consciente de Freud, donde a motricidad viene a suplir algo que es del orden de la vigilancia; ella esta en un lugar de privilegio para impedir que el sujeto se adormezca, caiga en el suefio (sabemos bien que la inestabilidad del sujeto, provocada por el suefio, permite la aparicién del tipo de | vigilancia que sustenta el suefio). De la misma forma que fuimos llevados a considerar que la postura tenia algo que ver con un “lugarteniente* (un sustituto) de la representacién, en los estados de dehiscencia esta situacién se pone en contrapunto con la vigilancia que da origen a los suefios. Postura——> ocupandoel lugar de Representacién Dehiscenci La motricidad ———>ocupando el lugar dela Vigilancia que da origen a los Suefios El cuerpo y la mirada del otro ei Se puede citar, en relacién con la ontogénesis de estos disturbios en los nifios que presentan frecuentemente dificultades de adormecimiento y de ritmias, las siguientes observaciones de M. Fain: en los nifios que sufren de insomnio, el equilibrio motrieidad/ representacién parece roto, y la representacién no consigue faantenerse en una “forma”. Una ausencia, la desaparicion de una forma continente, parece estar en el origen de un fracaso de la ; ‘tealizacién alucinatoria del deseo (luego del Suefio). Hay’ reinvestimiento primitivo de la sensorialidad, a la cual se supone una tendencia antes de actuar que de representar. Ul- Elnifio inestable y la mirada del Otro Los dos registros de la inestabilidad EI nifioinestable ofrece como espectéculo aquello, que en su Pestura, esté implicado la relacién con el Otro, en particular bajo la del nifio y no el nifio que se queja de ser inestable. Esta mirada es una especie de anticipacion Permanente y omnipresente de la accién del nifio: mirada fulminante* en la represién, movimiento). El trayecto del movimiento del nifio es precedido Por la indicacién de la mirada ( materna la mayoria de las veces). En la clinica, es dificil hacer que se concienticen de este eslabén, que no es de apego, pero si algo en relacién a lo Proyectivo y de cierta forma “adivinatorio". En cuanto a la imagen dada por el nitio, podemos resaltar aqui el hecho de “hacerse notar",o sea el nifio busca atraer la mirada, En los estados de inestabilidad postural, la mirada del Otro, viene a crear un impacto a nivel de la actitud misma, y esta inestabilidad en Relajacién Terapéutica y Psicomotricidad muestra un tipo de relaciones directas entre la mirada (deseo) del adulto y.el sujeto tal como él se da avery es sin duda del Espejo que aquise trata. Siendo que, en la inestabilidad motora esta mediatizada por elmundo de los objetos. Los nifios inestables motrices y los nifios inestables posturales no funcionan en el mismo registro del deseo del Otro: un niifio que desordene una pieza no funciona en el mismo registro que el nifio que tiene tics,Para ilustrarlo podriamos trezar aqui un Paralelo con la diferencia entre el mimo ( registro de la ilusisn através del cuerpo) y el pretidigitador ( registro de los efectos resultantes de manipulaciones); uno da a ver su cuerpo, el otro los efectos de su accién sobre los objetos. {a inestabilidad postural pone en cuestién aquello que falta en la imagen que yo doy al Otro: le doy aver a través de mi actitud, para asi poder esquivar con aquello que me falta. El nifio que Se quiere hacer el interesante solicita el deseo del otro; pero él nifio inestable motriz tiende a redistribuir el espacio exterior por medio de un retorno de las acciones circulares (acciones sobre los objetos), Por el desorden que imprime a las cosas y por un retorno ala repeticién motora (actuante en las reacciones circulares). Y es en la medida en que esta repeticién motora, en la Teaccién circular, constituye una modificacién de la forma del espacio de los objetos, es que se mani ifjesta la provocacién del nifio inestable. Siel inestable postural daa ver su Cuerpo en las actitudes corporales, el inestable motor pone : en desorden los objetos que tienen un sentido para el otro("mire solo lo que hace", vea solo el estilo de él*...) Ese Otro ahi es con frecuencia la madre, cuya mirada anticipa toda accién 0 toda posicién del nifio en el espacio, poniendo en juego un dispositivo defensivo apuntando a colmar aquello que su propio cuerpo tiene deno “finito", en razon de la autonomia del nifio. Es la mirada de la madre que, antes que el nifio vaya a romper el vaso, colgarse, cruzar la calle....el nifio poniendo en peligro la integridad del espacio de la madre, porquese autonomiza, IV Espacio y esquema corporal Acabamos de evocar el esquema corporal en cuanto envoltorio que & Elcuerpoy la mirada del otro Cronicas separa contenido y continente, exterior e interior, por lo tanto con esta manera deencarar el esquema corporal, limitamos la comprensién en lo quesse dice respecto al Otro. Por qué esta necesidad de evocar el espacio (contenido/continente, por ej.) cuando se habla del cuerpo?. En la inestabilidad, es precisamente el espacio cerrado que se bloquea en éstos nifios, 0 espacio siendo, entonces reja, muro. La inestabilidad en sus dos categorlas psicomotoras (tensién y dehiscencia), bien como en sus dos aspectos ( postural y motor), nos permiten tal vez superar la confusién en la que se encuentran las concepciones que dicen al respecto del esquema corporal, la imagen corporal y la percepcién del cuerpo. El concepto de envoltorio deriva de los mecanismos de defensa del tipo que estan en accién en el estado tensional: defensa contra el desplazamiento, la dehiscencia, la vivencia de evasién. El nifio inestable pone en cuestién el esquema corporal, el rompimiento de su envoltura, por su motricidad incontrolable y su postura siempre cambiante, sus evoluciones en el espacio (y es en el espacio que la mirada del. Otro ira a cercenarle, bfoquearle.) el nifio intenta colmar una falla, como si faltase una dimensién al espacio del cuerpo. En cuanto a nosotros,al pensar el cuerpocomo un envoltorio separando un contenido y un continente, eludimos esa falla. Esta dimensién que faltarla al espacio del cuerpo, es tal vez la de la mirada a quien el cuerpo se da a ver; la postura (la actitud tomada, el eje del cuerpo) siendo entonces no un érganosino el lugar de un deseo. Publicacién autorizada, no corregida por el autor. Traduc Correct Graciana Vendito in: Paula Dinis 69

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