Violencia en Colombia: ¿Un conflicto sin fin?

Autora: Ana María De La Hoz Quintero

Para hablar sobre el conflicto en Colombia debemos remontarnos al periodo de la

conquista, desde ese momento, se sentaron las bases para lo que se conocería
en nuestra historia como el ejercicio de la democracia. La declaración de la
independencia de Colombia fue un proceso que se desarrollo de forma paulatina y
fragmentada, no todas las llamadas provincias de la Nueva Granada fueron libres
aquel 20 de Julio de 1810.

Otro aspecto que se puede resaltar es la transición del poder, desde el periodo
colonialista ha existido un constante debate ideológico sobre la dirección o rumbo
que se le debe dar a nuestra nación, desde la disputa entre centralistas y
federalistas, la lucha entre liberales y conservadores, la dictadura de Rojas Pinilla,
el frente nacional y la actual situación política del país puede evidencia el circulo
filosófico en el que nos hemos mantenido desde hace más de doscientos años.

Las crisis generadas en el país por el constante enfrentamiento entre liberales y

conservadores solo es uno de los tantos episodios vehementes que han
alimentado la violencia sistemática estatal que en la medida que hemos avanzado
como nación hemos naturalizado y normalizado. La dictadura de Rojas Pinilla
surge como respuesta a los enfrentamientos constantes entre estos dos partidos
políticos, sin embargo, Rojas Pinilla al igual que sus antecesores perdió el rumbo y
transformo un gobierno que se veía como el renacer de la nación a otro periodo
oscuro de la historia de nuestro territorio nacional.

El surgimiento de los grupos que promueven el conflicto armado nace de los

liberales y conservadores. Por un parte, los liberales conformaron las llamadas
guerrillas liberales como una respuesta a la hegemonía y abuso del poder de las
familias aristócratas que se habían atornillado al poder. Por otro lado, los
conservadores también crearon grupos armados que servían a los intereses de
ese partido político.
Actualmente, luego de un proceso de paz fallido, un estallido social y un panorama
político no tan claro permite dimensionar como la praxis política de nuestros
mandatarios ha sumido en un conflicto sin fin a nuestra tierra del olvido.
Finalmente, tomaremos como referencia a Beneditt y su documento Comunidades
imaginadas, Anderson planteaba en su obra que toda nación es construida a partir
del imaginario de su dirigente, en ese sentido, nos preguntamos: ¿El imaginario de
nuestros gobernantes para construir una nación es ejercer una tiranía disfrazada
de democracia?