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ROBERT J. STERNBERG EL TRIANGULO DEL AMOR TRS N ITLL CO) Y COMPROMISO PAIDOS Robert J. Sternberg El tridngulo del amor Intimidad, amor, compromiso PAIDOS Buenos Aires * Barcelona * México Titulo original: The Triangle of Love Basic Books, Inc., New York © 1988 by Basic Books, Inc. ISBN 0-465-08746-9 Traduccién de Laura Turner Cubierta de Victor Viano 1° edicién, 1989 Impreso en Ja Argentina - Printed in Argentina Queda hecho el depésito que previene la ley 11.723 © Copyright de todas las ediciones con acuerdo de Basic Books Inc. Publishers Editorial Paidés SAICF Defensa 599, Buenos Aires Ediciones Paidés SA Mariano Cub{ 92, Barcelona Editorial Paidés Mexicana SA Guanajuato 202, México La reproduccién total o parcial de este libro, en cualquier forma que sea, idéntica 0 modificada, escrita a mdquina, por el sistema “moltigraph”, mimedégrafo, impreso, por fotocopia, fotoduplica- ci6n, etc., no autorizada por los editores, viola derechos reservados. Cualquier utilizacién debe ser previamente solicitada. ISBN 950-12-2523-2 Indice 1 2. 10. Los ingredientes del amor ..........ccccsscccsesesnseeseesesseeeesseeees Observaciones sobre el amor: aplicacién de la teoria trian- BUN AT oe eee secsecenesteceeersssesesseseeeseseccsessenssesesssestateeensaes Carifio verses AMOF ......eccsesesessssessseessescesecsesesescsssssensesseee La atraccion: {qué la produce?, {qué la destruye? .......... £Qué es lo importante en cada momento? ............cccee Comienzos, etapas intermedias y finales: el curso de una TOLACION ..o..eesccccesscsssscccssssssscsccssscsssscscsescesesssesacssescssssssarases 11 34 71 91 135 154 Este libro esta dedicado a las personas que en mi vida me han ensefiado lo que es el amor. Prefacio Este libro es el resultado de una apuesta que hice a comienzos de la década de los 80: que podria volcar mis energias como teérico y como investigador en el estudio del amor y conseguir algo que no fuese ni trivial ni una repeticién de lo ya sabido. Cuando comencé a estudiar el amor, soporté, espero que con buen humor, las t{picas observacio- nes acerca de la crisis de la mitad de la vida y del declive de las facultades mentales que padecen algunos psicdlogos a la edad de treinta afios. Con el tiempo, sin embargo, al avanzar mis investigacio- nes, las bromas fueron reemplazadas por preguntas serias acerca del tema. En este libro recopilo mis hallazgos. Los escritos sobre el amor pueden ser tan obscuros y esotéricos como para perder de vista el objetivo, o tan vacios como para reducirse a homilias inspiradas. He tratado de evitar estos dos peligros presen- tando en términos no técnicos gran parte de la teoria y la investiga- cién sobre el amor que constituyen la base para la psicologia del amor, y también mostrando las implicaciones practicas en nuestra vida diaria. Me he concentrado en el significado del trabajo erudito; los datos técnicos pueden ser hallados en los articulos del diario y de otras publicaciones citadas en las notas. Considerando mi propia concep- cién “triangular” del amor como la interaccién de tres componentes — intimidad, pasion y compromiso— me baso en mi propio trabajo asi como en el de los mas respetados investigadores de este campo. En este libro me ocupo principalmente del amor heterosexual por un compafiero —cényuge 0 amante— y trato tanto el gustar como el amar. También me ocupo, aunque en menor grado, del amor entre padres e hijos. Aunque sin duda gran parte de lo que digo es también aplicable al amor homosexual, la gran mayoria de quienes han tomado parte en mis estudios y en los de otros investigadores han sido heterosexuales, y yo he evitado generalizar. La investigacién que cito en este libro, realizada por mi mismo y por mis colaboradores, se Hevé a cabo principalmente en New Heaven, con adultos que diferian ampliamente en cuanto a edad, entorno y experiencias. Aunque estas muestras son geogrdficamente limitadas, a lo largo de mi obra me baso también en los estudios de varios otros investigadores que utilizaron miles de sujetos de otras zonas de los Estados Unidos y Canada. Ademas, mis ejemplos presentan un amplio rango de indivi- duos, algunos de los cuales no proceden de los Estados Unidos. En suma, creo que la extensa y variada poblacién sobre la que baso este estudio es representativa de la experiencia de los habitantes de los Estados Unidos y Canada. Comienzo el capitulo 1 con los resultados que se nos presentan a todos nosotros cuando intentamos comprender el amor, y describo mis investigaciones empiricas iniciales. Estas investigaciones concluye- ron en mi teoria triangular sobre el amor, descrita en el capitulo 2. En el capitulo 3 elaboro la evidencia para esta teoria, y en el capitulo 4 presento otros puntos de vista sobre el amor y su relacion con el gustar. Ya que tanto el gustar como el amar comienzan frecuentemen- te con el mismo tipo de atraccidn, analizo, en el capitulo 5, qué se esconde detras de la atraccién. Pero, ya que lo que inicialmente atrae a una persona no siempre continua haciéndolo, analizo en el capitulo 6 el modo en que lo importante en el amor cambia con el tiempo, y en el capitulo 7 amplio mi enfoque para incluir una variedad de conside- raciones acerca de como las relaciones cambian con el tiempo. En el capitulo 8 pongo en practica la teoria y los datos, con algunas pautas. para crear y mantener el amor. Doy las gracias a mis colaboradores en la investigacién sobre el amor, Michael Barnes, Susan Grajek y Sandra Wright. También quiero agradecer a aquellos estudiosos en este campo que, al enterarse de que un investigador de la inteligencia humana queria estudiar el fenédmeno del amor, apoyaron su esfuerzo. Entre ellos, doy mi agradecimiento especialmente a Ellen Berscheid, Elaine Hatfield y Harold Kelley. Judith Greissmann, mi editora de adquisiciones en Basic, ha sido ademas un gran apoyo y una gran critica en todas las fases de la preparacién del libro, y Phoebe Hoss, mi editora de copias, ha realizado la relevante tarea de aportar lucidez a las versiones anteriores. Sandra W. mi ayudante adminis- trativa, fue paciente y generosa mecanografiando y comentando versiones sucesivas del manuscrito, y Elizabeth Neuse, mi colabora- dora en investigaciones, me ayudé en algunos de los andlisis de datos. Parte de lo que he aprendido acerca del amor lo he aprendido en 8 las formas usuales de los estudiosos —a través de libros, articulos y mi propia investigacién—. Pero la mayor parte de lo que he aprendido proviene de gente que he conocido, muchas de cuyas historias —con identidades ficticias— he resumido en breves ejemplos. Por ende, es a todos esos hombres y mujeres a quienes dedico este libro. R.J.S. Enero de 1988 En los ejemplos que cito a lo largo de este libro, todos los nombres y caracteristicas identificadoras han sido cambiados. 1. En busca del amor El amor es una de las mds intensas y deseables de las emociones humanas. Las personas pueden mentir, engafiar y ain matar en su nombre —y desear la muerte cuando lo pierden. El amor puede abrumar a cualquiera, a cnalquier edad —como a este psicdlogo de cuarenta afios: Atin recuerdo cuando ella me dijo que habjamos terminado. No podia creerlo. Ella lo decfa en serio. Yo debi habérmelo esperado, pero no lo hice. Recuerdo todo: el aspecto de ella, el aspecto de la habitacién, c6mo me sentia yo. EstA grabado en mi memoria. Deseaba morirme. Realmente deseaba morirme. Pocas semanas después, ella entré en un restaurante en el que yo estaba comiendo con unos amigos. Me quedé sin aliento y pensé que me iba a desmayar. De algtin modo, logré salir y tambaledndome, llegue hasta el aparcamiento. Ella estaba tan hermosa y ya no era mia. Hubiera hecho casi cualquier cosa por recuperarla, pero ella no me queria. Ain no comprendo realmente lo que pasé, pero ya lo he superado. Hasta somos amigos en la actualidad. Me llevé algunos afios, tal vez cinco o seis. {Qué es lo que este hombre tenia? {Qué fue lo que perdié? Mi propio interés de estudioso del amor realmente surgié de mi investigacién sobre la inteligencia. Freud dijo una vez que los dos érdenes principales de la vida son el trabajo y el amor. Yo habia pasado gran cantidad de afios estudiando un aspecto critico del éxito en el trabajo, y me sentia preparado, a mis treinta y tantos afios, para comenzar a estudiar la “otra mitad” de la vida —el amor—. Comencé, quizds inevitablemente, aplicando conceptos del estu- dio de la inteligencia al estudio del amor. Obviamente, los contenidos del amor tienen poco o nada que ver con la inteligencia. La conexién li MODELO “SPEARMANIANO" MODELO “THOMSONIANO” Sentimientos Pensamientos seos, MODELO “THURSTONIANO” Amor Sentimientos Pensamientos Deseos Figura 1.1 Tres modelos del amor no era de contenido sino de estructura. Me preguntaba si podrian aplicarse modelos alternativos estructurales de la inteligencia al amor y, quizds, también a otros proyectos. Permitanme elaborar. TRES MODELOS ESTRUCTURALES DEL AMOR Mediante la aplicacién de las teorias de la inteligencia al estudio del amor, yo trataba de descubrir si el amor es una sola cosa o muchas, aun cuando para la persona enamorada, muchas cosas pueden ser subjetivamente sentidas como una sola. Y si el amor es muchas cosas, écudles son y cémo se relacionan? Me parecia que tres antiguas teorfas de la inteligencia —las de Charles Spearman, Godfrey Thom- 12 son y Louis Thurstone, en las décadas de los afios 20 y 30— podrian ser aplicadas al estudio del amor (véase figura 1.1).' El amor es una experiencia unitaria, indiferenciada A los comienzos de este siglo, Charles Spearman, un psicdlogo inglés, sostuvo que “todas las ramas de la actividad intelectual tienen en comun una funcién (o un grupo de funciones) fundamental, mientras que los elementos restantes o especificos de la actividad parecen ser, en todos los casos, completamente diferentes unos de otros.” ? Su idea es por tanto, que existe al mismo tiempo un factor general que esta presente en toda accién inteligente, como un conjun- to de factores especificos los cuales, al ser relevantes sélo para tareas unicas carecen de importancia. El centro de la teoria de Spearman es 8, es decir, el factor general que esta siempre presente en la inteligen- cia. Spearman sugirié que g podria ser la expresién de algun tipo de energia mental, pero jamds pudo ser mas preciso. En términos de este modelo estructural, el amor puede ser concep- tualizado como g, es decir, como una experiencia emocionalmente cargada y altamente positiva que no puede ser analizada. Suelo referirme a esta concepcién del amor como a la “concepcién del senador Proxmire”, en honor al senador de Wisconsin que confiscé a un famoso investigador del amor su premio Golden Fleece castigan- dolo por haberse atrevido a estudiar el amor. Como muchas otras personas, tal vez, Proxmire creia que el amor sélo concierne a poetas y novelistas, y que ni puede ni deberia ser estudiado cientificamente. El senador se equivocaba, sin embargo. En algunos casos, los hallaz- gos de la investigacién cientifica aportan una nueva demostracion de aquello que los novelistas ya nos han dicho, mientras que en otros casos, podemos aprender a través del descubrimiento cientifico cier- tas cuestiones acerca del amor que nos seria dificil aprender de otra manera. Es posible, por supuesto, que aunque experimentemos el amor como un impulso unitario de emociones, los hechos sean distintos. El amor puede ser realmente muchas cosas mds que una sola cosa, la mayor parte de ellas se pierde en la experiencia subjetiva —una posibilidad admitida por el modelo thomsoniano. 13 El amor come un muestrario de lazos superpuestos Godfrey Thomson, otro psicélogo briténico, pronto sefialé que la teorfa de Spearman no era la tinica teoria compatible con Jos datos de Spearman: en otras palabras, aunque el andlisis del resultado de cierto numero de tests de aptitud revelo un factor general subyacente en ellos, la inteligencia aun podria ser muchas cosas. Thomson, manifestando que el factor general obtenido por Spearman podria indicar una unidad matematica mds que psicoldgica, concebia la mente como poseedora de un enorme numero de lazos, incluyendo teflejos, hdbitos y asociaciones aprendidas. La realizacién de una tarea cualquiera activaria un gran numero de esos lazos, y las tareas relacionadas, como aquellas usadas en los tests mentales, activarian circuitos superpuestos de esos lazos. En otras palabras, los mismos lazos serian utilizados una y otra vez, Ilevados desde la ejecucién de un test hasta la ejecucién del otro. Asi, mientras el andlisis estadistico de un.conjunto de tests apuntaria hacia un factor general, en realidad lo que tendrian en comin los tests seria una multitud de lazos. En este modelo, el amor puede ser concebido como un conjunto de sentimientos, pensamientos y deseos que, al ser experimentados simultaneamente, dan como resultado la compleja experiencia que Namamos amor. De acuerdo con esta concepcién, sin embargo, el amor no es unitario; mas bien puede descomponerse en un gran numero de lazos subyacentes que tienden a manifestarse simultaneamente en ciertas relaciones intimas, y que combinados dan como resultado el sentimiento global del amor. Supongamos, por ejemplo, que todos los amores tienen en comin sentimientos como un fuerte vinculo, con gran preocupacién por y deseo de estar con el ser amado. Cada vez que uno ama a alguien, estos tres sentimientos —vinculo, gran preocupacion y deseo de estar con esa persona—deberian manifestarse simultaneamente. Aunque podemos experimentarlos como una unidad y no somos capaces de distinguir entre ellos, son, de acuerdo al modelo thomsoniano, sepa- tables en un nivel psicolégico profundo y pueden ser disociados mediante un cuidadoso andlisis psicolégico. El amor como un conjunto de factores primarios Louis Thurstone, un psicélogo norteamericano de la Universidad de Chicago, propuso en la década de los 30 una teorfa de la inteligencia 14 que comprendia siete factores primarios e igualmente importantes; a saber, comprensién verbal, fluidez de palabra, visualizacién espacial, numero, memoria, razonamiento y velocidad de percepcidén. La idea subyacente era que la inteligencia esta compuesta por un conjunto relativamente pequefio de habilidades mentales interrelacionadas. En términos de esta concepcidn, el amor es un conjunto estable y limitado de sentimientos, pensamientos y deseos que tienen aproxi- madamente ]a misma importancia dentro del sentimiento total que describimos como amor. El amor no es una cosa principal, separable (modelo de Thomson) 0 no (modelo de Spearman), sino mas bien un conjunto de emociones primarias que son mds comprensibles separa- damente que en un todo integrado. Todas contribuyen simultdnea- mente a la experiencia del amor. De acuerdo a esta concepci6on, un pensamiento o sentimiento global (como la inteligencia o el amor) puede ser descompuesto en multiples factores integrados, pero los factores siempre contribuyen a ese pensamiento 0 sentimiento global. Un modo de apreciar esta vision seria imaginar la asignacién a algunas personas de una puntuacién en cada uno de varios atributos, como la medida en que uno se preocupa por el otro, la medida en que uno quiere estar con el otro, y la medida en que uno apoya al otro. Estas puntuaciones, sumadas, indicarian cuanto ama uno al otro. éPor qué deberia ser importante cual de estos modelos caracteriza mejor el amor? Supongamos que su objetivo es evaluar cémo marcha su relacién. Si la concepcién spearmaniana es correcta, entonces lo importante para su evaluacién es su sentimiento global de cémo van las cosas —el sentimiento total de amor que usted siente hacia su pareja—. No seria necesario un andlisis mas profundo. Si el modelo thomsoniano es correcto, este andlisis global es insuficiente. Usted necesita saber qué son los “lazos”, y evaluar su relacién en relacién con cada uno de ellos. Usted podra encontrar que, aunque su sentimiento global] no es exactamente lo que usted quisiera, usted tiene bastantes de los elementos de una exitosa relacién amorosa. O podra encontrar lo opuesto: que sus sentimientos globales estan basados en relativa- mente pocos elementos. Si el modelo thurtoniano es correcto, no es suficiente hacer una lista de los variados elementos de su relacién. Usted podria también querer evaluar. qué cantidad posee de cada uno, y darse cuenta de que-cualesquiera que sean sus sentimientos globales, son decepcionantes porque no existe un verdadero “factor general” subyacente al amor. En nuestra investigacioén, buscamos evaluar estos modelos alter- nativos del amor. 15 EVALUANDO'LOS MODELOS DEL AMOR Mi primer estudio fue realizado a comienzos de la década de los 80 en colaboracién con Susan Grajek, en ese momento estudiante del predoctorado en el departamento de psicologia, en Yale.* Publicamos un anuncio en el periddico local para que la gente participara, a 5 délares la hora, en un estudio sobre el amor en relaciones intimas. Los rechitas potenciales podian ser elegidos-para participar solo si tenian dieciocho afios de edad o mds, habian tenido al menos una relacién amorosa (por su propia declaracién) y se autodefinian como principal- mente heterosexuales. Limitamos nuestro estudio a participantes heterosexuales porque crefamos que los datos de participantes homosexuales y heterosexuales deberian ser analizados por separa- do; y, para que dichos andlisis fuesen viables, necesitarfamos canti- dades relativamente grandes de esos datos. Pero la experiencia anterior de otros investigadores nos condujo a creer que no consegui- riamos suficientes participantes homosexuales para hacer viables los andlisis separados de sus datos. Los participantes fueron treinta y cinco hombres y cincuenta mujeres de ciudades y pueblos del sur de Connecticut, E] mayor nimero de mujeres que de hombres probable- mente refleje el hecho de: que los hombres estaban posiblemente trabajando durante las horas en que nosotros entrevistabamos. Nuestros participantes tenian entre dieciocho y setenta afios de edad, con una edad promedio de treinta y dos. La mayoria (setenta y ocho) eran blancos caucdsicos. Los participantes variaban amplia- mente en cuanto a su religién. Provenian de diferentes situaciones: cintuenta y siete eran: solteros; dieciséis eran casados, seis eran divorciados que vivian solos, dos eran divorciados y casados de nuevo, tres eran viudos, y uno era separado. Es posible, creo yo; que nuestros muchos participantes solteros estuvieran buscando una guia para su propia busqueda del amor, y esperaban hallarla mediante el autoana- lisis y nuestro impulso relacionado con su participacién en el experi- mento. ' De los sesenta‘y. siete participantes que no vivian en pareja, veintiuno vivian con sus padres, dieciocho vivian solos, diez vivian.con un compafiero de cuarto, nueve vivian con un amante, y nueve vivian con sus hijos. El numero de relaciones heterosexuales significativas en'las que los participantes habiarrestado involucrados oscilaba entre ly 15, con un promedio de 2,8. ‘De: los multiples cuestionarios administrados a nuestros partici- pantes, el primero se referia a su perspectiva familiar: Los participan- 16 tes eran interrogados acerca de factores como edad, género, situacién matrimonial, arreglos corrientes de subsistencia, y el nuiimero de relaciones amorosas heterosexuales “significativas” que habjan te- nido. En uno de los multiples cuestionarios, pedimos a los participantes que nos dieran cierta informacién en relacién a sus tres relaciones amorosas heterosexuales mas significativas —por ejemplo, cudnto tiempo habia durado cada relacién, cudn felices habian sido en ella, cudn satisfechos, y asi sucesivamente. La que mas nos interesaba, sin embargo, era la relacién mas reciente: ;Cudndo habia comenzado y terminado? {Por qué y quién la habia terminado? ;Con qué frecuencia se veian y qué hacian cuando se vefan? Pedimos a nuestros partici- pantes que calificaran la calidad de su relacién en una escala de siete puntos (1= baja; siete= alta) para las siguientes dimensiones: inten- sidad, significacién, similitud entre los miembros de la pareja, grado de satisfaccion del amante de las necesidades de su pareja, grado de sentimiento de “finalizacién” del participante con respecto a la rela- cién (para aquellas que habfan terminado), grado de autoestima del participante durante la relacién, y de satisfaccién global con la relacién. También administramos varias escalas de gustar y amar, de las cuales las dos mas importantes fueron las Escalas de Gustar y Amar construidas por Zick Rubin y una escala de compromiso inter- personal desarrollada por George Levinger y sus colegas.’ Los {tems de las escalas de Rubin estan expresados en forma de preguntas y se refieren a las caracteristicas de la persona amada (por ejemplo, “;Con cudnta facilidad puede ____ ganar la admiracién de los demas?”) y a los sentimientos que el entrevistado tiene hacia la persona amada “;Cuan interesado esta usted en el bienestar de__?”). Se solicité a los participantes del estudio utilizar una escala de siete puntos para cada item, siendo el uno la calificacién mas baja (por ejemplo, “no interesado en absoluto”) y siete la mas alta (“extremadamente inte- resado’”). Aunque las escalas de Rubin han sido usadas anteriormente para estudiar solamente las relaciones entre cényuges 0 amantes, pedimos a nuestros participantes que utilizaran la escala no solamente para caracterizar su relacién con un cényuge o amante, sino también para caracterizar la relacién con su madre, padre, hermano mas préximo en edad, y mejor amigodel mismo sexo. Hicimos lo mismo con la escala de Levinger, que consiste en-frases que describen aspectos potencia- les de las relaciones amorosas, (tales como “compartir ideas y senti- mientos profundamente personales” o “brindar apoyo emocional a 17 otra persona”). Nuevamente, los sujetos calificaron por medio de la escala de siete puntos Jas mismas relaciones que fueron calificadas para las escalas de Rubin. Para la escala de Levinger, sin embargo, también solicitamos a los participantes que calificaran cada frase seguin lo que ellos consideraban el ideal de relacién amorosa roman- tica. Finalmente, administramos un conjunto de tests de personali- dad con el fin de detectar cualquier correlacién entre aspectos relati- vos a caracteristicas amatorias y personalidad. Nuestro estudio se basé firmemente en cuestionarios, en parte porque éstos aportaron un gran numero de respuestas de los partici- pantes en un periodo relativamente breve. Ademas, los datos asi obtenidos son numéricos, y en consecuencia susceptibles de andlisis estadistico y de interpretacién psicolégica. Los datos de los cuestiona- rios pueden ser utiles en la investigacién psicolégica, siempre que sus limitaciones estén claras: que no existe garantia de que lo que una persona dice es exactamente lo que piensa, o aun de que uno conozca sus sentimientos lo suficientemente bien como para expresarlos. En cuanto a las otras fuentes de los datos, habiamos decidido no recolectarlos a través de entrevistas, en parte porque éstas requieren mucho tiempo y no pueden ser analizadas eficazmente, pero también en parte para que los individuos no perdiesen su sentido del anonima- to, aun cuando les asegurdsemos que sus respuestas permanecerian anénimas. También. habiamos decidido no utilizar datos referidos al comportamiento —esto es observaciodn directa de los participantes en sus relaciones—— porque aunque probablemente fuesen los mas utiles, estos datos son también los mds dificiles de recolectar, especialmente debido a que el simple hecho de observar un comportamiento puede variarlo. Las parejas dificilmente actiian exactamente del mismo modo mientras son observadas y mientras estan a solas. Mas aun, a veces es dificil saber qué hacer con los datos del comportamiento. Una caricia, por ejemplo, puede significar una cosa para una persona, y otra cosa completamente distinta para otra persona. Analizando los datos de este estudio, buscdbamos respuesta a cinco preguntas primordiales: Primera, ga quiénes aman las personas y cuanto? Segunda, {con qué exactitud podemos predecir cuanto amamos a ciertas personas en base a lo mucho que amamos a otras personas? Tercera, cémo.se relacionan el querer y el amar? Cuarta, {cual es la estructura del amor? Y finalmente, {podemos predecir la satisfaccién en las relaciones en base al tipo de variables consideradas en este estudio? A continuacién, nuestros resultados. 18 gA quiénes amamos y cudnto? Las respuestas a nuestra primera pregunta, respecto a las canti- dades relativas de carifio y amor que cada uno sentia hacia personas concretas en su vida, diferian para hombres y para mujeres. En general, los hombres amaban a su amante (0 esposa) mds que a nadie, luego a su mejor amigo del mismo sexo, luego a su padre, luego a su madre, luego a su hermano mas proximo en edad. Las mujeres amaban a su amante y a su mejor amiga del mismo sexo mas que a nadie y casi en la misma medida; luego a su madre, luego a su padre y luego a su hermano mas préximo en edad. Asi, en cuanto a los amantes, los resultados eran parejos para hombres y mujeres, pero las mujeres amaban a su mejor amiga casi tanto como a su amante, mientras que los hombres amaban a su amante mds que a su mejor amigo. Las madres y los padres estaban situados después del mejor amigo del mismo sexo, tanto para hombres como para mujeres, y la clasificacién para madres y padres era casi la misma. Una cosa en la cual tanto hombres como mujeres estuvieron de acuerdo: reservaban su puntuacién mds baja para sus hermanos mas proximos en edad, indicando que su hermano era al que menos amaban de todas las personas mencionadas en el estudio. Se vio una notable diferencia entre hombres y mujeres con respecto al caritio.. Para los hombres, los resultados con respecto al carifio fueron aproximadamente los mis- mos que con respecto al amor, con la amante en primer lugar, el mejor amigo en el segundo, luego la madre y el padre, y por tiltimo el hermano mas préximo en edad. Tanto la madre como el padre eran mas amados que queridos, y el grado de carifio por la madre no diferia significativamente del grado de carifio por el hermano mds préximo en edad. Por otro lado, las mujeres indicaron que querian a su mejor amiga mas que a su amante; luego a’su madre, con el padre y el hermano en ultimo lugar. Los hombres mostraron significativamente una leve preferencia por sus padres, mientras que las. mujeres mostraron una leve preferencia por sus madres. Para las mujeres, el carifio por el padre no diferia significativamente del carifio por el hermano mas préximo en edad. éPor qué las mujeres querian a su-mejor amiga.al menos tanto como a su amante? Una hipétesis admisible estaria basada en una posible diferencia entre los conceptos. de amistad de hombres y mujeres. Los hombres tienden a tener amistades a: través de las actividades compartidas, con relativamente poca intimidad y comu- nicacién persona a persona. Lag mujeres tienen mds tendencia a 19 intimar con sus amigas y a enfatizar la comunicaci6n persona a persona, para lo cual los hombres estén menos predispuestos y son menos capaces. En una relacién intima, una mujer suele sentirse frustrada en sus intentos por lograr intimidad emocional y comunica- cién con su amante o esposo y entonces podra buscarlas en otro lugar —por ejemplo, en otra mujer—. A medida que aumenta su confianza en esta amiga y se acerca mds a ella,.podra finalmente querer a esta amiga mds que al amante o al esposo. El ejemplo es demasiado familiar: los hombres necesitan ser mas receptivos de las necesidades de las mujeres de intimidad y comunicacién, y las mujeres mas sensibles a un esquema de socializacién a través del cual los hombres son educados para evitar la intimidad y la comunicacién intima. Luis aprendié esta leccién de un modo duro. Todos sus amigos y colegas lo consideran una persona maravillosa. Destina tiempo, dinero y una energia ilimitada a un gran numero de causas humani- tarias. Preocupdndose profundamente por la gente en un nivel abs- tracto; le resulta dificil trasladar ese nivel de preocupacién a su vida personal. En lo que a ésta se refiere, Luis es como un libro cerrado con jas tapas pegadas. A pesar de su interés global por tantas personas, en un nivel personal parece tener mucho menos para dar que en un nivel social. Su mujer, finalmente se cansé de oir de boca de otras personas lo maravilloso que era su esposo: no lo demostraba en su relacién personal con ella, la cual casi carecia de intimidad. Lo abandoné. Ahora é] esta solo, y sigue haciendo por los demas todo lo que parece incapaz de hacer por s{ mismo en sus propias relaciones personales. Con respecto a la identificacién con el mismo sexo —-con los padres, los hombres generalmente querian y amaban mds a sus padres; las mujeres, a sus madres—:en contrasteé con el conflicto edipico tempra- no, cuando los nifios generalmente prefieren a sus madres y las nifias a sus padres. Freud, por supuesto, explicé que los nifios deben resolver el conflicto edipico en-primer lugar para poder. desarrollar atraccién por los miembros del. sexo opuesto, y luego, para. ser conscientes de que su pareja definitiva no serd su progenitor del sexo opuesto, quien ya pertenece a otra persona. Este descubrimiento — que tiene lugar entre los cinco-y los siete afios de edad y que es esencial para el desarrollo del nifio— puede ser dolorose y despertar su enojo al ser forzado a abandonar toda esperanza de tener al progenitor del sexo opuesto exclusivamente para él. Este resentimiento puede continuar en algun nivel dentro de la madurez, y asi explicar la 20 preferencia de las mujeres por sus madres y de los hombres por sus padres: Tal vez sea poco sorprendente que los hermanos mds proximos en edad no hayan quedado tan bien situados en estas clasificaciones, mientras que los amantes sf. Este resultado probablemente refleja los efectos a largo plazo de Ja rivalidad entre hermanos, la cual tiende a ser mayor entre hermanos de edades préximas que en consecuencia se ven obligados a competir entre ellos por ciertas necesidades, incluyendo el afecto de los padres. Esta competicién, frecuentemente impuesta a los hermanos por otras personas, puede llegar a minar la intimidad entre ellos y perjudicar su relacién. Por supuesto que las clasificaciones de los participantes pueden verse influidas por los prejuicios. Por ejemplo, los hombres pueden aplicar clasificaciones mas bajas que las mujeres, o las clasificaciones de los hermanos pueden ser mas bajas porque los participantes no tienen un sentido de obligacién interna que los lleve a dar a sus hermanos clasificaciones mas altas. No tenemos ninguna base para creer que tales prejuicios hayan sido expuestos, pero siempre existe la posibilidad. La validez e interpretabilidad de nuestros resultados nos induce a creer que el grado de prejuicio fue probablemente minimo. Predicciones a partir de los lazos familiares De acuerdo a una linea de. pensamiento, cuanto mds unida haya sido la.familia de una persona, mejor resultard ésta como miembro de una pareja en una relacién intima. El] razonamiento consiste en que para que una persona se enamore con éxito, necesita buenos modelos; que éstos son aportados por las familias unidas; y en consecuencia, que una familia feliz y unida es propicia. Una hipétesis alternativa, sin embargo, predice justamente lo opuesto: que las personas proce- dentes de familias unidas tienen menos posibilidades de llegar a un alto grado de compromiso en. una nueva relacién porque, habiendo “gastado” su amor en su familia, no les queda mucho para darle.a otra persona: De acuerdo a esta hipétesis, la unidad de Ja familia de origen es un mal pronéstico para la nueva relacién. Simplemente, ocurre.que el amante no es demasiado necesario. Nuestros datos no confirmaron ninguna de estas hipétesis. Podemos predecir hasta cierto punto el amor por un miembro de la familia de origen a partir del amor por otro de los miembros de esa 41 familia. En otras palabras, las familias aparentan ser, generalmente, mas 0 menos amantes y mds o menos unidas. Mientras que las clasificaciones de las escalas de amor y de carifio para un miembro de la familia generalmente se corresponden con las clasificaciones de otros miembros, esta correlacién no se produce fuera de la familia de origen. En otras palabras, el saber cudnto ama una mujer a su madre puede predecir hasta cierto punto cudnto ama a su padre y a sus hermanos, pero no puede predecir de ninguna manera cuanto ama a su pareja. Asi, el amor dentro de Ja familia de origen no es un indice de la capacidad de amar de una persona a otra. La relacion entre el carifio y el amor Hallamos una intima relacién entre el carifio y el amor, medidos con Jas escalas de Rubin. Esta relacién era menor para el mejor amigo del mismo sexo, pero bastante mayor para los restantes individuos clasificados. Asi, aparentemente el amor y el carifio no son dos entidades sepdradas y distintas, sino que se relacionan de un modo fundamental —aspecto que analizo en el capitulo 4—. La estructura del amor Con respecto a la cuestién fundamental planteada por nuestro estudio —cual es la naturaleza del amor— utilizamos en primer lugar la técnica de andlisis factorial para analizar los datos. El andlisis factorial considera la estructura subyacente de un conjunto de datos. Analizando nuestros datos, hallamos un factor general especifico, factor que, ademds, era el mismo para todas las relaciones amorosas: madre, padre, amante, hermano y mejor amigo del mismo sexo. En otras palabras, aunque los niveles de amor variaban de una relacién a otra, al menos algun elemento de la estructura del amor no variaba. Denominamos a este factor general comunicacién interpersonal, intercambio y apoyo. Estos elementos parecian estar en el centro de todas las relaciones amorosas; Eran esenciales para este factor —y-en consecuencia para todas las relacienes amorosas— de acuerdo con nuestros datos —el compartir intereses, ideas, e informacion, crecer personalmente a través de la relacién, descubrir intereses en comin, comprender al otro, hacer que el otro se sienta necesitado, recibir 22 ayuda del otro, ayudar al otro a crecer personalmente, y compartir sentimientos profundamente personales. Habiendo determinado que existe un factor general en las relacio- nes amorosas, utilizamos la técnica estadistica del andlisis de conjun- to para determinar si éste podia ser descompuesto en mas elementos basicos. Una vez mas, los resultados fueron claros. Comprobamos que el factor general era susceptible de ser descompuesto en conjuntos importantes, tales como compatibilidad, intercambio, y apoyo mutuo, y crecimiento personal, tal como lo expondré en detalle en el capitulo 2. Por ahora, la conclusién mas importante es que, aunque el amor puede ser sentido como una sola cosa, no Jo es: cuando uno experimen- ta amor, experimenta un gran conjunto de sentimientos, deseos, y pensamientos que, en su totalidad, conducen a que la persona llegue a la conclusién de que “ama a alguien”. De este modo, los datos se correspondian mas con el modelo de Thomson que con el de Spearman y, por supuesto, no confirmaban para nada el modelo de Thurstone. Después de una de mis charlas ante un auditorio que casualmente estaba compuesto en su mayor parte por personas jubiladas, una mujer se me acercé y me relaté una experiencia que confirmaba la importancia de no confiar demasiado en los propios sentimientos globales dentro de una relacion. Afios atras, habiendo perdido ese sentimiento global, ella consideraba que su matrimonio estaba casi arruinado. Sin embargo, no pensaba romperlo, por sus hijos y porque habia crecido con la idea de que el matrimonio es algo en lo que uno entra y luego se queda, para bien o para mal. Finalmente, su suegra murié y, luego, ella descubrié que la. relacién con su esposo habia cambiado de forma drastica. E] sentimiento global renacié. Y ella se dio cuenta de que lo-habia perdido porque se habia visto a si misma en competencia con su suegra. Ella habia sentido que su marido prestaba mds atencién a su madre que a ella, y mientras sintié esto, nunca pudo amarlo completamente. La pérdida del sentimiento global no habia sido completa al principio; mas bien se relacionaba con un problema particular en la relacién con su esposo. Si ella hubiera sido consciente de esto, podria haber hecho algo al respecto. Prediccién de la satisfaccion Para determinar si los tipos de registros utilizados en nuestro estudio podrian predecir satisfaccién en una relaci6n con un amante, utilizamos la técnica estadistica de la regresion multiple, en la cual 23 una variable individual, en este caso, Ja satisfaccién con la relacién amorosa —se puede predecir por medio de la sucesiva evaluacién estadistica de un conjunto de otras variables en este caso, clasifica- ciones dentro de las escalas de amor y variables de personalidad. Sorprendentemente, las clasificaciones dentro de la escala de carifio de Rubin resultaron mas eficaces para predecir la satisfaccién dentro de una relacién que aquellas de la escala de amor de Rubin. Este resultado, a mi juicio, es importante, porque en relaciones sen- timentales, uno suele ser mucho mds consciente de cuanto ama que de cudnto quiere a la otra persona. Mientras que Jas relaciones sen- timentales pueden estar basadas en el amor, necesitan del carifio para prosperar dia a dia. Muchas relaciones fracasan no porque las personas no se amen, sino porque no gustan particularmente del otro y no pueden llevarse bien. Para que una relacién sentimental funcio- ne por un largo tiempo, tanto el amor como el carifio son muy importantes, Nuestros resultados sugieren que en una convivencia diaria, el carifio puede ser mas importante que el amor. Sin embargo, vimos que también son importantes las variables de personalidad. Las personas deprimidas y ansiosas tendian a estar menos satis- fechas de sus relaciones, aunque es imposible saber si la menor satisfaccién se debia a la depresién y a la ansiedad; si la depresién y la ansiedad se debian a la menor satisfaccién dentro de la relacion, o si ambos factores se debian a una tercera variable. Las relaciones con personas deprimidas o ansiosas tienden a ser dificiles por varias razones. En primer lugar, la otra persona puede sentirse responsable de la depresidn o de la ansiedad de su pareja. Aun sabiendo intelec- tualmente que no se es responsable es dificil permanecer indiferente ante algo que, puede convertirse en una creciente carga de culpa acerca de la infelicidad del otro. En-segundo lugar, es probable que el otro sierita cierta obligacién por hacer que la persona ansiosa o deprimida se sienta mejor, se sienta o no responsable de su estado de animo. Pero es probable que el otro descubra que es poco lo que puede hacer para aliviar la ansiedad o la depresién crénicas -y, como resultado, se sienta frustrado e impotente. Con el tiempo, como Ja persona acongojada sigue sin responder a los intentos del otro para alegrarla, aquel puede disgustarse. Finalmente, la depresién y la ansiedad pueden ser contagiosas, de forma que si la relacién comenz6 con una persona crénicamente deprimida 0 ansiosa, puede terminar con dos personas de esas caracteristicas. Muchos de nosotros sabemos por experiencia cuan dificil puede ser convivir con una persona crénicamente deprimida. EI final de este 24 tipo de relaciones suele ser desgraciado, pero no siempre, como en el caso de Sergio. Su amante parecia estar siempre deprimida. Habia intentado psicoanalizarse, pero sin éxito. Sergio mismo se habia deprimido porque sentia que era el culpable de la depresién de su pareja, y sospechaba que ella sentia lo mismo. El ciclo de la depresién de una persona induciendo a depresién a la otra estaba destruyendo la relacién. La historia tiene un final feliz. La amante de Sergio consulté al médico por un malestar fisico. E] diagnéstico fue dificil, pero revelé que la depresion de esta mujer era un sintoma psiquico de una enfermedad fisica que ella padecfa. Cuando comenzé a tomar medicacién para esa enfermedad, la depresidn cedié en gran parte (aunque no por completo). Y Sergio se sintio mejor no sélo porque su amante ya no estaba deprimida, sino porque ya no se sentia respon- sable de su depresion. Las personas que se sentian complementarias de sus parejas —en otras palabras, diferentes en ciertos aspectos que hacian posible su compatibilidad—- estaban generalmente mas satisfechas de sus rela- ciones. Este resultado sostiene la teorfa de la complementariedad en las relaciones, a la cual me referiré en el capitulo 7. Aunque, en general, las personas se llevan mejor si se parecen entre si, existe un area dentro de las relaciones interpersonales dentro de la cual la complementariedad es particularmente importante —es decir, la complementariedad respecto a las necesidades—. Si uno de los miem- bros de una pareja tiene muchas, la relacién sélo funcionara si el otro miembro es realmente nutritivo. Si ambas personas tienen necesida- des, pero ninguna de ellas es capaz de cubrirlas, lo mas probable es que la relacién fracase. Igualmente, si uno de los miembros de la pareja necesita sentirse dominante, sera preciso que el otro necesite sentirse dominado. Dos personas dominantes no podrian llevarse bien durante mucho tiempo. Una dificultad potencial dentro de las relaciones es que las necesidades pueden cambiar con el tiempo. Por ejemplo, uno puede estar habituado a ser la persona nutritiva dentro de una relacién, y luego decidir que es el momento de recibir un poco. Si la otra persona tiene poco o nada para dar, la relacién puede entrar en un periodo de tensién. También, algunas mujeres que probable- mente han vivido siempre dominadas, y comienzan una relacién deseando ser dominadas, en cierto momento deciden que ya han tenido demasiado: la relacién se vera en peligro si su pareja no puede modificar su necesidad de dominar. Finalmente, los hombres (pero no las mujeres) que se considera- ban fisicamente atractivos eran mas felices en sus relaciones que 25

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