Professional Documents
Culture Documents
I. Generalidades
Uno de los verdaderos motores del desarrollo de los títulos de crédito radica en la
agilidad de su circulación y fundamentalmente en su seguridad jurídica. Desde antaño la
práctica comercial ha vislumbrado la necesidad de una acotada y segura circulación de
la riqueza y ha procurado evitar ciertos inconvenientes que la cesión de créditos (como
mecanismo típico de transmisión de derechos) suele acarrear en la práctica.
La creatividad de los comerciantes y fundamentalmente la labor silenciosa de la
jurisprudencia fueron permitiendo cierta flexibilidad, agilidad y fundamentalmente
seguridad jurídica a la hora de transmitir un “crédito”. La especial fisonomía de los
títulos cambiarios y en concreto los principios sobre los cuales se asienta la teoría
general de los títulos cambiarios (autonomía, literalidad y necesidad) permite la cesión
de un crédito de significativa importancia con la “simple firma insertada en el título” (y
obviamente la entrega material del título).
El endoso se transformó, entonces, en el sistema típico y seguro de transmisión de los
títulos cartulares en los que las formalidades exigidas permiten una rápida transmisión
del crédito, garantizando personalmente -a su vez- el pago del crédito cedido.
De todas formas, cabe señalar que el endoso no es la única forma de transmitir un título
de crédito. Este puede ser cedido bajo la forma de una cesión de créditos (cuyas
diferencias se analizarán más adelante) y con la notificación al deudor cedido.
Además, existen otras variantes de transmisión del título cambiario que no son
propiamente un endoso o cesión de créditos (sucesión a título universal, fusión,
escisión, etc.).
II. Concepto
Ante la falta de una definición por la parte del ordenamiento cambiario, en general las
definiciones que se han intentado sobre el tema relacionan varios aspectos del endoso
(“endorso”), entre los que se destacan el efecto traslativo del acto cambiario y
fundamentalmente su unilateralidad, accesoriedad, incondicionalidad e integralidad1.
Conjugando estas nociones, Cámara señala que el endoso constituye la declaración
unilateral y accesoria del título cambiario por la cual el portador pone en su lugar a otro
con carácter ilimitado o limitado, entregando el documento2.
Por su parte, se ha señalado que el endoso es un acto escrito, unilateral e incondicional,
formalmente accesorio, que tiene por objeto la transmisión del título de crédito y la
legitimación de su poseedor para el ejercicio de los derechos cartulares3.
III. Caracteres
1
Gómez Leo define al endoso como “el acto jurídico cambiario, unilateral, completo, formalmente
accesorio y sustancialmente autónomo de libramiento de la letra, que se comporta como negocio
abstracto, mediante el cual se transmite la propiedad del documento y, con ello, la titularidad del
derecho emergente de él, habilitando al endosatario para ejercer todos los derechos resultantes del
título, a la vez que el endosante asume la obligación de garantía, de aceptación y de pago de la letra”
(GÓMEZ LEO, Osvaldo, Nuevo manual de derecho cambiario, Depalma, Bs. As., 2000, p. 167)
2
CÁMARA, Héctor, Letra de cambio y vale o pagaré, Lexis-Nexis, Bs. As., 2005, t. I, p. 403.
3
ESCUTI (h), Ignacio A., Títulos de crédito. Letra de cambio, pagaré y cheque, 4ª ed., Astrea, Bs.
As., 1995, p. 118.
4
MOLINA SANDOVAL, Carlos A., Transferencia de títulos cambiarios mediante endoso, JA, ,
ejemplar del 6.05.09, p. 1.
cláusula en ese sentido, ésta, por ser prevista y prohibida, anularía el endoso (art.
13 D.L.C.)5.
IV. Sujetos
V. Endoso de retorno
5
GÓMEZ LEO, Nuevo manual de derecho cambiario cit., p. 168.
6
MOLINA SANDOVAL, Transferencia de títulos cambiarios mediante endoso cit., p. 4.
7
CÁMARA, Letra de cambio y vale o pagaré cit., t. I, p. 418.
VI. Endoso en favor de varias personas
Así como está permitido librar una cambial en favor de varios tomadores, no existen
inconvenientes en que el título se endose a varias personas (endosatarios -art. 59
D.L.C.-). En este caso, para transmitir el título deberán endosar el título todos los
endosatarios.
VII.1. Naturaleza
VII.2.Licitud
8
CÁMARA, Letra de cambio y vale o pagaré cit., t. I, p. 408.
9
ESCUTI (h), Títulos de crédito cit., p. 89.
10
GÓMEZ LEO, Nuevo manual de derecho cambiario cit., p. 174.
11
GOMEZ LEO, Osvaldo R., Tratado del pagaré cambiario, Lexis-Nexis Depalma, Bs. As., 2004, p.
525.
12
GÓMEZ LEO, Nuevo manual de derecho cambiário cit., p. 174.
13
Cabe acotar que Cámara señala que en este tipo de letras queda de lado la literalidad (desde que la
medida y extensión del derecho no se rige por el tenor escrito modificable por otros instrumentos) y la
legitimación (ya que no es suficiente la exhibición del título para ejercitar el derecho; tampoco los
cedentes garantizan el pago de la cesión (art. 1476 C.C.) y que sólo se rige en aspectos sin mayor
trascedencia, tales como el vencimiento, pago, acción ejecutiva, amortización, etc. (CÁMARA, Letra de
cambio y vale o pagaré cit., t. I, p. 409).
VII.3. Forma de transmisión
Si bien la forma de la cesión de créditos exige ciertos recaudos, tales como el acto
escrito (art. 145 C.C..) y entrega del documento (art. 1457 C.C.) más la notificación al
deudor cedido (art. 1459 C.C..) por acto auténtico (art. 1467 C.C.), el art. 12 D.L.C.,
admite la posibilidad de que el título se “transmisible por vía de endoso aun cuando no
estuviese concebida a la orden”14, ratificando la posibilidad de su endoso (lo que en
cierto modo es ratificado por el art. 1456 C.C.).
VII.4. Formalidades
14
Art. 12 D.L.C.: La letra de cambio es transmisible por vía de endoso aun cuando no estuviese
concebida a la orden.
Cuando el librador haya insertado en la letra de cambio las palabras no a la orden o una expresión
equivalente, el título sólo es transmisible en la forma y con los efectos de una cesión ordinaria, salvo que
sea transferido en favor de una entidad financiera comprendida en la ley 21.526 y sus modificatorias, en
cuyo caso podrá ser transmitido por simple endoso.
El endoso puede hacerse, también, a favor del girado, haya o no aceptado la letra, del librador o de
cualquier otro obligado. Todos ellos pueden endosar nuevamente la letra.
15
GÓMEZ LEO, Nuevo manual de derecho cambiario cit., p. 177.
16
GÓMEZ LEO, Nuevo manual de derecho cambiario cit., p. 177.
De allí que el endosatario que recibió dicho título del endosante que insertó la cláusula
puede volver a endosarlo y no se afectará la circulación del título. La cláusula sólo
surtirá efectos respecto del endosante. Si el endosatario quisiera mantener los efectos
deberá insertar nuevamente la cláusula.
En el próximo punto se analizarán los efectos que produce la aplicación de las reglas de
la cesión de créditos (y su diferencia especifica con el endoso), pero cabe rescatar que la
principal diferencia es que el librador podrá oponer las defensas y excepciones que tenía
contra su endosante inmediatamente posterior y los sucesivos endosantes, quebrando -
en cierto modo- el principio de autonomía.
Pensamos que los efectos de la cláusula “no a la orden” son diferentes a los de la
cláusula “no endosable”, ya que el art. 16, 2º párr., D.L.C., contempla una solución
diferente: el endosante puede prohibir un nuevo endoso; en tal caso él no será
responsable hacia las personas a quienes posteriormente se endosase la letra de
cambio17.
Como se ve y más allá que esta solución no es aceptada por la mayoría de la doctrina
(que las identifica18), la consecuencia es diferente: la prohibición de endoso (cláusula no
endosable) directamente prohíbe su transmisión y la consecuencia es radical: el librador
(o endosante que insertó la cláusula) no será responsable a futuros endosatarios del
título, a diferencia de lo que acontece en la cláusula “no a la orden” en la que el librador
será responsable frente a futuros portadores del título, pero podría oponer las
excepciones personales que tenía contra su endostario inmediato.
Si bien existen autores que han asimilado el endoso a la cesión de créditos, cabe señalar
que existen múltiples diferencias19:
(i) La cesión de créditos surge del “consentimiento de las partes” contratantes (arts.
1137 y 1434 C.C..), no así el endoso que es una declaración “unilateral no
recepticia” del endosante.
(ii) La cesión de créditos otorga al cesionario un derecho derivado (no autónomo)
con todos los vicios y defectos que puedan acumularse durante las anteriores
17
Art. 16 D.L.C.: El endosante es garante de la aceptación y del pago de la letra, salvo cláusula en
contrario.
El puede prohibir un nuevo endoso; en tal caso él no será responsable hacia las personas a quienes
posteriormente se endosase la letra de cambio.
18
La inclusión en el endoso de una cláusula especial que prohíba un nuevo endoso, incluyendo a
esos fines la cláusula “no a la orden”, no obsta a que el pagaré pueda ser transmitido nuevamente
mediante endoso, sino que sólo limita la legitimación que éste puede conceder a los sucesivos tenedores-
endosatarios del título respecto de quien las introdujo, porque este sujeto puede oponer a ellos todas las
excepciones que tenga y pueda oponer a su endosatario. GÓMEZ LEO, Tratado del pagaré cambiario cit.,
p. 525.
19
GÓMEZ LEO, Nuevo manual de derecho cambiario cit., p. 171.
transferencias del crédito (art. 1474 C.C.), no así el endoso en el que se otorga al
endosatario un derecho original y autónomo.
(iii) En la cesión de créditos, el deudor puede oponer al cesionario (acreedor) todas
las excepciones que tenía en contra del cedente (con excepción de la
compensación), no así en el endoso (en el que los obligados cambiarios no podrá
oponer al endosatario legitimado para reclamar el título excepciones de los
anteriores adquirentes -pues importa una adquisición ex novo-).
(iv) En la cesión, el cedente se responsabiliza por la existencia y legitimidad del
crédito al tiempo en que se realiza la cesión (art. 1477 C.C.); en el endoso, el
endosante se hace responsable solidariamente del pago de la obligación
cambiaria documentada en el título (arts. 16 y 51 D.L.C.).
(v) La cesión, si bien se perfecciona como tal por el solo consentimiento (art. 1140
C.C.), requiere forma escrita (art. 1454 C.C.) y escritura pública o acta judicial
en caso de derechos litigiosos (art. 1455 C.C.), además de notificación al deudor
cedido y a los terceros que pudieran tener intereses (arts. 1468, 1459 y 1467
C.C.); el endoso, en cambio, como acto formal, requiere la firma del endosante,
cada en el título, sin necesidad de otro recaudo documental; luego de ello, con la
sola entrega del título al endosatario queda en condiciones de cumplir todos los
efectos y funciones cambiarias.
(vi) En una sucesión de cesiones, resulta necesario que todas sean válidas y
realizadas por sus legítimos titulares; en el endoso, mientras que para el endoso
desde el punto de vista formal la serie regular e ininterrumpida legitima al
portado del título, aunque tales endoso sean extendidos por quienes no son
realmente propietarios del título, ya que una de las características de la cambial
es la posibilidad de adquirirla a non domino (arts. 7º y 17 1er párr. D.L.C.).
Es claro que el endoso puede realizarse sólo desde la creación del título cambiario;
antes de la creación del título cambiario no es lógico admitir la posibilidad de endosarlo
(pues el título no existe y el endoso es “formalmente accesorio”, lo que conlleva -al
menos- la obvia necesidad de existencia del título).
Con respecto al dies a quem, el endoso puede realizarse hasta el vencimiento del título.
El art. 21 D.L.C. señala que “el endoso posterior al vencimiento de la letra de cambio
produce los mismos efectos que un endoso anterior”20.
Incluso el art. 21 D.L.C., presume iuris tantum que el endoso sin fecha fue hecho antes
del vencimiento del plazo fijado para efectuar el protesto. El régimen cambiario tiene en
cuenta la inserción de la firma del endosante, más que la entrega del título cambiario al
endosatario.
Ahora bien, una vez hecho el protesto o “vencido el plazo establecido para efectuar el
protesto” (en el caso de protesto por falta de pago dentro de los dos días hábiles
20
Art. 21 D.L.C.: El endoso posterior al vencimiento de la letra de cambio produce los mismos
efectos que un endoso anterior. Sin embargo, el endoso posterior al protesto por falta de pago o al
vencimiento del plazo establecido para efectuar el protesto produce sólo los efectos de una cesión
ordinaria. El endoso sin fecha se presume hecho antes del vencimiento del plazo fijado para efectuar el
protesto, salvo prueba en contrario.
En los protestos por notificación postal a cargo de un banco (art. 68 y ss.) se considerará, a los
efectos del endoso, como fecha de protesto la de su presentación al banco que haya de efectuar la
diligencia.
posteriores al día en el que el título debía pagarse, art. 48 D.L.C.), el endoso realizado
“produce sólo los efectos de una cesión ordinaria”.
Si existe un obstáculo insalvable (art. 58 D.L.C.), el título se transmitirá por endoso
hasta el levantamiento del protesto o se promueva la acción regresiva cuando la fuerza
mayor durase más de treinta días21.
Que produzca los efectos de una cesión ordinaria (como dice el art. 21 D.L.C.) no
significa que el título se transforme en un título con cláusula no a la orden. El protesto
no extingue el título cambiario sino que sólo le quita aptitud circulatoria cambiaria.
La cesión de créditos realizada por instrumento particular, si bien puede usar la forma
del endoso (art. 1456 C.C.), no tiene similitud con el endoso que produce los efectos de
una cesión ordinaria (reglada en el art. 21 D.L.C.). La cambial protestada se transmite
por el simple endoso (art. 21 D.L.C.), sin necesidad de notificación ni cumplir otra
solemnidad, mientras cualquier otro derecho puede cederse por endoso como “forma
escrita del contrato”, pero cumplimentando además las otras formalidades inoficiosas en
el primer supuesto22.
Aunque produce los efectos de una cesión de créditos, no existen óbices en que el
endoso (post protesto) sea realizado en blanco o al portador.
El art. 14 D.L.C. señala que el endoso debe escribirse en el mismo título o en una hoja
de papel debidamente unida a la letra (prolongación) y debe ser firmado por el
endosante23.
Por ello, no se permite el endoso por documento separado (como lo contempla
expresamente el art. 33 D.L.C., para el aval). Respecto de los efectos del endoso
realizado por documento separado, Cámara entiende que vale como cesión de crédito,
dada la redacción del art. 1454 C.C., siempre que se cumplimenten con las demás
formalidades de ese contrato y quedando el cesionario expuestos a todas las
excepciones oponibles contra el cedente24.
Se puede hacer en la prolongación del título siempre que esté “debidamente unida”;
incluso la ley cambiaria no prohíbe que haya más de una prolongación siempre que
estén unidas al título y no afecten la cadena regular de endosos.
El D.L.C., a diferencia del régimen bancario, no establece requisitos, tamaño, forma u
otras condiciones para la prolongación. Lo único que exige es que sea en una “hoja de
papel” (a diferencia del título que puede ser en otros materiales que permitan la
circulación) y que esté debidamente unido.
21
CÁMARA, Letra de cambio y vale o pagaré cit., t. I, p. 421.
22
CÁMARA, Letra de cambio y vale o pagaré cit., t. I, p. 422.
23
Art. 14 D.L.C.: El endoso debe escribirse en la misma letra o en una hoja de papel debidamente
unida a la letra (prolongación) y debe ser firmado por el endosante.
Puede el endosante omitir la designación del beneficiario o limitarse a poner su firma (endoso en
blanco). En este último caso el endoso sólo será válido si hubiese sido puesto al dorso de la letra o sobre
su prolongación.
24
CÁMARA, Letra de cambio y vale o pagaré cit., t. I, p. 428. Se ha señalado que “toda transmisión
que se haga por instrumento separado tendrá los efectos de una cesión de crédito” (GÓMEZ LEO, Nuevo
manual de derecho cambiario cit., p. 209).
Este último recaudo apunta a garantizar la inalterabilidad del título (entendido como
uno solo integrado por el título y su prolongación) y fundamentalmente los intereses de
los endosantes de la prolongación (esto es, que no se separe la prolongación y se
incorpore a un título con montos mayores). Por ello, es común en la práctica que se use
pegamento u otros adhesivos similares y se consignen sellos, rayas u otras escrituras
entre el título y su prolongación.
Nada obsta que la cadena de endosos comience en el título o directamente comience en
la prolongación.
XIII. Copias
El art. 86, in fine, D.L.C., señala que el copia del título puede ser endosada y
garantizada con aval del mismo modo y con iguales efectos que el original.
No obstante ello, el art. 87 D.L.C. señala que si el título original, después del último
endoso puesto antes de haberse hecho la copia, levase la cláusula “desde aquí el endoso
no vale sino sobre la copia”, o cualquier otra fórmula equivalente, el endoso hecho
ulteriormente sobre el original es nulo.
A diferencia de la reglamentación bancaria para los cheques (que permite dos endosos
para los cheques de pago diferido y sólo uno para los cheques comunes), el
ordenamiento cambiario no limita el número de endosos. Pueden existir muchos
endosos y cada endosante brinda valor al título (pues garantiza su pago o aceptación,
ampliando las posibilidades de cobro).
XV. Funciones
Sin perjuicio de las limitaciones a las funciones del endoso que pueden consignarse en
ciertas cláusulas (y que se analizarán más adelante), cabe señalar que el endoso común
(también llamado pleno, ordinario o traslativo de la propiedad) tiene los siguientes
efectos o funciones25:
(i) Efecto traslativo (porque transfiere el dominio del título de crédito y como
derivación el crédito involucrado -art. 15, 1er párr., D.L.C.-);
(ii) Efecto de garantía o constitutivo (porque constituye al endosante en garante del
importe del título a favor de los portadores sucesivos -art. 16, 1er párr., D.L.C.);
(iii) Efecto legitimante (porque legitima al endosatario como titular del título
cambiario -art. 17, D.L.C.-).
25
CÁMARA, Letra de cambio y vale o pagaré cit., t. I, p. 446; GÓMEZ LEO, Nuevo manual de
derecho cambiario cit., p. 187; ESCUTI (h), Títulos de crédito cit., p. 103.
26
Art. 15 D.L.C.: El endoso transmite todos los derechos resultantes de la letra de cambio. Si el
endoso fuese en blanco, el portador puede:
1) Llenarlo con su propio nombre o con el de otra persona;
2) Endosar nuevamente la letra, en blanco o a nombre de otra persona;
3) Transmitir la letra a un tercero sin llenar el endoso en blanco y sin endosarla.
27
Recuérdese que el art. 5º D.C.L., sólo permite el pacto de intereses en títulos a la vista o cierto
tiempo vista y el art. 9º LCh., prohíbe la cláusula de intereses.
El art. 16 D.L.C., es claro en este tema: el endosante es garante de la aceptación y del
pago del título cambiario salvo cláusula en contrario. Pero no sólo el endosante es
garante del título, sino todos los que lo firman (sea como libradores, aceptantes,
endosantes o avalistas), que quedan “solidariamente obligados hacia el portador” (art.
51 D.L.C.).
El portador tiene derecho a accionar contra todas esas personas (individual o
colectivamente) y no está obligado a observar el orden en que las obligaciones han sido
contraídas (art. 51 D.L.C.).
Más allá de la responsabilidad solidaria señalada, “el endosante no sólo entrega una
orden de pago sino una típica promesa de hacer el pago por un tercero -aceptante,
librador, etc.- y, en consecuencia, se obliga a que esa promesa se cumpla análogamente
a lo que ocurre al que promete un hecho de un tercero. El endosatario no está obligado
a cerciorarse de la legitimidad de los traspasos anteriores; debe comprobar, tan sólo,
la regularidad formal del título y la continuidad de los endoso de modo que por una
cadena sucesiva lleguen hasta él. Es con estas particularidades que la cambial circula
y, en consecuencia, resulta de suma importancia que cada endosante garantice a su
endosatario y consecuentemente a los que le siguen, el resultado definitivo de la
promesa cambiaria”28.
La responsabilidad o garantía por el endoso puede ser dejada sin efecto, como
expresamente lo acepta el texto legal (“salvo cláusula en contrario”) mediante la
cláusula “sin garantía”
El endoso del título (y su tradición) legitima al endosatario para ejercer las acciones
cambiarias de los derechos cartulares y hace presumir (legitima formalmente) la
propiedad del derecho incorporado en el título cambiario.
Quien paga a un endosatario (portador) legitimado por una cadena regular de endosos,
“paga bien” y no debe investigar la verdadera propiedad del portador del título. La
regularidad en la serie de endosos requiere que el portador figure como endosatario
nominativo del título o que el endoso anterior sea en blanco o al portador (pues en este
caso se presume iuris tantum que el endosatario recibió el título del endosante). Los
endosos sucesivos deben concatenarse (vincularse) con los precedentes y esta serie
regular de endoso legitima activamente al portador y el primer endoso (al menos
verosímilmente) debe derivar del tomador o beneficiario del título.
La existencia de cancelaciones de los endosos no afecta la regularidad de su cadena.
Tampoco lo hace la existencia de endosos falsos o puestos por personas incapaces o
inexistentes (art. 7º D.L.C.), ya que el ordenamiento sólo exige la apariencia de
regularidad.
La regularidad se analiza sólo desde lo formal, pero no desde una exactitud material de
los respectivos nombres. Tampoco interesa tanto la fecha de los endosos sino que los
mismos demuestren aparentemente una coherencia en la circulación.
La circulación debe ser honesta (la que se presume iuris tantum) y por ello las personas
contra quienes se promueva acción en virtud de la letra de cambio no pueden oponer al
portador las excepciones fundadas en sus relaciones personales con el librador o con los
tenedores anteriores, a menos que el portador, al adquirir la letra, hubiese procedido a
sabiendas en perjuicio del deudor demandado (art. 18 D.L.C.).
28
CÁMARA, Letra de cambio y vale o pagaré cit., t. I, p. 457.
La legitimación puede ser activa (especialmente endosatario portador del título, que
cuenta con la idoneidad suficiente para ejercer los derechos derivados del título) y
pasiva (mediante la cual se habilita al obligado cambiario para liberarse válidamente del
cumplimiento de la obligación).
Si una persona, por cualquier causa (pérdida, extravío, robo, apropiación indebida, etc.)
hubiera perdido la posesión del título, el nuevo portador que justificase su derecho
mediante una serie ininterrumpida de endosos, no está obligado a desprenderse del
documento sino cuando lo hubiera adquirido de mala fe o hubiera incurrido en culpa
grave (art. 17 D.L.C.)29. El adquirente del título de crédito es de mala fe cuando al
recibirlo conoce la desposesión sufrida por el propietario del documento; la culpa es
grave cuando el portador, en el momento de adquirir el título, no justifica una cierta
diligencia para determinar si su endosante es también titular del crédito cambiario30.
XIX.1. Nominativo
29
Art. 17 D.L.C.: El tenedor de la letra de cambio es considerado como portador legítimo si justifica
su derecho por una serie ininterrumpida de endosos, aun cuando el último fuese en blanco. Los endosos
cancelados se considerarán, a este efecto, como no escritos. Si un endoso en blanco fuese seguido por otro
endoso, se considera que el firmante de este último ha adquirido la letra por efecto del endoso en blanco.
Si una persona hubiera perdido, por cualquier causa, la posesión de una letra de cambio el nuevo
portador que justifique su derecho en la forma establecida en el párrafo anterior no está obligado a
desprenderse de la letra sino cuando la hubiera adquirido de mala fe o hubiera incurrido en culpa grave al
adquirirla.
30
ESCUTI (h), Títulos de crédito cit., p. 107.
XIX.2. En blanco
XIX.3. Al portador
Mediante esta forma de endoso, el endosante inserta las palabras “al portador” o
expresión similar y tiene los mismos efectos que el endoso en blanco. El endoso al
portador, dice el art. 13 D.L.C., se considera endoso en blanco31.
El art. 15 D.L.C. se aplica, aun cuando no se permite “llenar con su propio nombre o
con el de otra persona” (pues es justamente un título al portador).
Gómez Leo entiende que el lugar de inserción del endoso, a diferencia del endoso en
blanco, puede ser en el anverso del título32.
El endoso -al igual que el libramiento, art. 1º, inc. 2, D.L.C.- no puede ser condicional;
debe ser, como dice el art. 13 D.L.C., “puro y simple”. La consecuencia por la inserción
de la condición no es la nulidad del endoso ni la inhabilidad del título (como sí lo es
cuando se libra condicionado) sino que es la “nulidad de la condición”. Por ello, la
norma señala que toda condición a la cual se lo subordinara se considerará no escrita.
31
Art. 13 D.L.C.: El endoso debe ser puro y simple. Toda condición a la cual se lo subordinara se
considerará no escrita. El endoso parcial es nulo. El endoso al portador se considera endoso en blanco.
32
“En esas condiciones, puede insertarse en el frente, en el dorso o en la prolongación del pagaré”.
GOMEZ LEO, Tratado del pagaré cambiario cit., p. 539.
El ordenamiento cambiario busca mayor transparencia y claridad en las condiciones de
circulación del título; evitar los inconvenientes que podría ocasionar la prueba del
cumplimiento o no de la condición.
XXII.1. Generalidades
Si bien el endoso importa la responsabilidad solidaria de los endosantes del título sin
que sea menester incorporar cláusula alguna (pues integra la llamada función vinculante
de los títulos-valores), el endosante puede eximirse de la garantía de aceptación y pago
de la letra mediante cláusula expresa. Así lo establece el art. 16 D.L.C..
Es claro -como señala Yadarola- que esta exclusión de responsabilidad desacredita la
cambial y de ahí el disfavor con que se la reciba (cláusula felizmente poco usada), pero
la inclusión de esta cláusula es indiferente para la regular existencia de la letra de
cambio.
Esta cláusula sólo puede ser incluida por los endosantes y no puede insertarla el librador
(pues podría generarse un título sin garantía originaria lo que es inadmisible en el
sistema cambaiario). De todas formas, se ha señalado que el librado puede incluir una
cláusula “sin garantía” para relevarse de la aceptación (evitando de ese modo la acción
de regreso anticipada)34.
33
CÁMARA, Letra de cambio y vale o pagaré cit., t. I, p. 435.
34
GÓMEZ LEO, Nuevo manual de derecho cambiario cit., p. 195.
XXII.3. Formalidades
XXII.4. Parcialidad
La cláusula sin garantía no puede ser parcial, porque tampoco se permite para el endoso
(a diferencia de la aceptación -art. 28 D.L.C.-, el aval -art. 32 D.L.C.- y el pago parcial -
art. 42, 2ª parte, D.L.C.-). La limitación parcial de la “no garantía” puede generar dos
consecuencias: la responsabilidad plena del endosante (tenerse por no escrita la cláusula
sin garantía) o su irresponsabilidad (dando plenos efectos a la cláusula sin garantía y
tenerse por no escrita sólo la limitación).
Más allá de que el endoso parcial se entiende como nulo (art. 13, 2º párr., D.L.C.) y lo
discutible del tema, pensamos que la cláusula sin garantía mantendría sus efectos y
limitaría “totalmente” la responsabilidad del endosante.
35
CÁMARA, Letra de cambio y vale o pagaré cit., t. I, p. 458.
XXII.6. Carencia de efectos extracambiarios
Con respecto a la extensión de la cláusula, cabe señalar que sólo afecta a quien
incorpora dicha cláusula y por ello no afecta la garantía que otros endosantes (anteriores
o posteriores) prestan implícitamente con el endoso el título. Para eximirse de la
garantía cada endosante deberá incorporar la cláusula, pues es una cláusula “personal”.
Es claro que si el título con endoso sin garantía circulara mediante cesión de créditos (o
en un título no a la orden), se podrán oponer las defensas y excepciones que tendrían los
obligados cambiarios posteriores. Eventualmente un endosante sin cláusula “sin
garantía” podría beneficiarse con la consignación posterior de la cláusula sin garantía
(ya que podrá oponer las excepciones que el endosante sin garantía tenía).
Si el título sólo menciona la cláusula “sin garantía” se presume que la intención del
endosante fue liberarse de la garantía de pago y de aceptación de la letra; de todas
formas, es obvio señalar que esta cláusula redactada a secas en un endoso posterior a la
aceptación o al protesto sólo se limitará al pago (en el primer caso porque la aceptación
ya fue dada y en el segundo porque no es necesaria).
Cabe preguntarse si el endosante que declara “sin garantía de pago” responde por la
falta de aceptación. Cámara señala que en esa hipótesis se discute la extensión de la
liberación, pues algunos entienden que para la exoneración es menester que la letra sea
aceptada y otros defienden la eximición total. Compartimos la segunda posición, pues
de lo contrario el endosante “tendría que pagar y anticipadamente”37.
36
CÁMARA, Letra de cambio y vale o pagaré cit., t. I, p. 459.
37
CÁMARA, Letra de cambio y vale o pagaré cit., t. I, p. 461.
XXII.11. Cláusula “sin garantía de aceptación”
Ahora bien, si sólo se consigna “sin garantía de aceptación”, sólo se impide el inicio de
las acciones de regreso anticipado en contra de quien incluyó la cláusula o de todos los
obligados cambiarios (cuando esta cláusula fue incorporada por el librador).
38
CÁMARA, Letra de cambio y vale o pagaré cit., t. I, p. 461.
39
Angeloni, aclarando el concepto, dice que la letra con cláusula valor en prenda, supone una
relación por la cual el endosante sea deudor del endosatario en cuyo caso el primero le da una prenda con
todos los derechos inherentes, a fin de asegurar el exacto cumplimiento de las obligaciones.
40
Ampliamos en: MOLINA SANDOVAL, Carlos A., Prenda de títulos valores, La Ley, ejemplar del
13 de Abril de 2009, p. 1/8.
Al igual que la LCh., el régimen cambiario admite el llamado “endoso en procuración”
como una forma de flexibilizar las formas de cobro de la cambial, aunque explicitando
los principales efectos cambiarios.
El art. 19 D.L.C. señala que si el endoso llevase la cláusula “valor al cobro”, “al cobro”,
“en procuración” o cualquier otra mención que implique un simple mandato, el portador
puede ejercitar todos los derechos que derivan de la letra de cambio, pero no puede
endosarla nuevamente sino a título de mandato.
Los obligados no pueden, en este caso, oponer al portador sino las excepciones que
hubiesen podido oponer al que endosó primero a título de mandato.
El mandato contenido en un endoso en procuración no se extingue por la muerte del
mandante o por su incapacidad sobreviviente.
En función del principio cambiario de literalidad, toda limitación al mandato debe surgir
del título, no pudiendo ser oponible a terceros de buena fe pactos extraños al título.
XXIV.2. Formalidades
Como puede verse del texto legal transcrito, no se trata de una cláusula solemne sino
que admite cualquier otra mención que “implique un mandato”.
Otras formas que implican mandato que no están en el régimen cambiario pero surgen
de la LCh., son “para su reintegro”, “por comisión de cobranza”, “por apoderamiento”,
“por poder”, “valor en recaudación”, etc.
Se aplican todas las reglas del mandato comercial (atento la naturaleza comercial de los
títulos valores), aun cuando subsidiariamente rigen las normas del Código Civil.
En lo que al título valor atañe, el endosatario en procuración deberá cumplir con la
carga de presentar el título al cobro a fine de evitar su caducidad y realizar todos los
actos cambiarios que sean necesarios y en caso de que ello no tenga buen fin, procurar
su cobro extrajudicial o judicial, quedando autorizado para ejercer las acciones
regresivas contra todos los firmantes del cheque, a excepción del endosante en
procuración.
También deberá dar los avisos establecidos por la ley y cancelar el título si fuera
menester.
XXIV.5. Excepciones personales
Con respecto a las excepciones, cabe señalar que los obligados cambiarios no podrán
invocar contra el endosatario en procuración (portador del título) excepciones
personales que tuvieran con el endosatario; sólo podrán incoar las defensas oponibles al
endosante en procuración. Ni siquiera la excepción de compensación.
En todos los casos, el endosatario (mandatario), como sujeto que actúa en interés ajeno,
deberá “rendir cuentas de su gestión” (arts. 68 y 277 C.Com. y 1909 C.C.).
Si hubiera procedido a endosar nuevamente el cheque, sustituyendo el mandato
conferido, los deberes genéricos y específicos pasan al nuevo endosatario, que es el
mandatario sustituto. Respecto de este último, y en lo concerniente a la rendición de
cuentas, el endosante primigenio tiene acción directa para requerírsela (arts. 252
C.Com., 1926 y 1927 C.C.)41.
XXIV.7. Extensión
Con respecto a la extinción del mandato, cabe señalar que el endoso en procuración no
se extingue por la muerte del mandante o su incapacidad sobreviviente. Este dispositivo,
similar al art. 144 C.Com., tiene una finalidad de practicidad y evitar los inconvenientes
prácticos y procesales que pudiera generar la muerte del endosante. La quiebra el
endosante extingue el mandato (art. 147 L.C.Q.) por no estar mencionada expresamente.
Por el contrario, la muerte del endosatario (como así también su incapacidad y la
quiebra -por aplicación del art. 147 L.C.Q.-) sí extingue el endoso en procuración.
41
GÓMEZ LEO, Ley de cheques cit., p. 124.