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CAPITULO VIII REQUISITOS DE VALIDEZ DEL ACTO JURIDICO Subcapitulo | EL AGENTE CAPAZ SUMARIO: 1. Consideraciones generales. 2, La Cap cidad juridica. 2.1. La capacidad de goce y la capacidad de ejercicio. 2.2. La capacidad de goce de las personas naturales, 2.3. La capacidad de ejercicio de las personas naturales. 2.4. La capacidad de goce de las personas juridicas. 2.5. La capacidad de ejercicio de las personas juridicas. 1. CONSIDERACIONES GENERALES Agotado el tratamiento de la manifestacién de vo- juntad y las relaciones juridicas, contenidas en el primer parrafo del art. 140 del CC, corresponde ahora analizar os requisitos de validez del acto juridico contemplados en la segunda parte del citado dispositivo y que son los siguientes: 1, Agente capaz FRANCISCO JAVIER ROMERO MONTES 2. Objeto fisica y juridicamente posible 3. Fin licito 4. Observancia de la forma prescrita bajo sancién de nulidad Este articulo tendré un nuevo texto, toda vez que la Comisién Revisora del Cédigo Civil acordé modificarlo de Ja siguiente manera: “Articulo 140.- Noci6n. Requisitos. Elacto jurtdico es la manifestacién de voluntad destinada a crear, regular, modificar 0 extinguir relaciones juridicas. Para su validez se requiere: 1. Sujeto capaz. 2. Objeto juridica y, en su caso, fisicamente posible, determinado o determinable de la relacion juridica respectiva. 3. Finalidad licita. 4. Observancia de la formalidad que la ley establece con cardcter imperativo 0 bajo sancin de nulidad”. 2. LACAPACIDAD JURIDICA Elart. 140 del Cédigo Civil dispone que para la va- lidez del acto juridico se requiere, entre otros, del agente capaz. Es decir, para hablar en términos estrictamente juridicos, el sujeto capaz, que es el que hace la declaraci6n de voluntad y que debe estar dotado de las condiciones que sefiala el Cédigo Civil en cuanto a la capacidad. Es por eso que la Comisién Modificadora del Cédigo Civil 136 — - a ia ELAGENTE CAPAZ propone cambiar el término de “agente” por el de “sujeto”. Enefecto, elart. 1 del Cédigo Civil dispone que la persona humana sea sujeto de derecho desde su nacimiento, lo cual se complementa con lo establecido por el art. 3 que precisa que toda persona tiene el goce de los derechos civiles, salvo las excepciones expresamente establecidas por ley. Esto es lo que la doctrina denomina capacidad de goce 0 capacidad juridica. Pero, por otra parte, el art. 42 del citado Cédigo establece que tienen plena capacidad de ejercicio de sus derechos civiles las personas que hayan cumplido 18 afios de edad. Por su parte, elart. 43 sefiala quiénes son absolutamente incapaces y elart. 44 se refiere a los relativamente incapaces. Esto es lo que se conoce con el nombre de capacidad de ejercicio. En el siguiente parrafo, podemos apreciar el rol que cumple estos dos matices de la capacidad. Sostie- ne Flume(!!) “que la capacidad de obrar del que acttia negocialmente sea presupuesto de un negocio juridico eficaz, responde a la esencia del negocio juridico. Si el sentido institucional del negocio juridico radica en que los particulares configuren las relaciones juridicas en autodeterminaci6n, es evidente que la capacidad para la autodeterminaci6n es presupuesto de la eficacia juridica del acto negocial. De la esencia del negocio juridico resulta que solo es capaz de obrar, es decir, puede adoptar una reglamentaci6n negocial eficaz, aquel que atendiendo a su persona est4 en condicién de comprender el significado de una declaracién de voluntad emitida por él, y de actuar de acuerdo con esa comprensi6n”. La palabra comprender revela la capacidad de goce y la palabra actuar es la capa- cidad de ejercicio. (10 Cit., p. 227. 137 =x“ Oe 7 ET FRANCISCO JAVIER ROMERO MONTES Sino hay sujeto de derecho, que es el agente capaz, no puede haber voluntad, no puede haber generacién alguna de declaracién juridica. La capacidad debe existir en el agente, de lo contrario se reputard como si no se hubiese producido la declaracién, La capacidad, como ya dijimos, es de goce y de ejercicio, y se requiere de ambas para la validez del acto. Justamente, el art. 140 exige la concurrencia de ambas. Si hay incapacidad jurfdica, el acte juridico es nulo, de acuerdo al art. 219 del Cédigo Civi, peruano. Sin agente capaz, no hay voluntad declarada dice Leon Barandiarin(!), Seguin Savigny, la capacidad es la aptitud para ser sujeto de derecho o la aptitud para ejercerlos. Se trata pues de una calidad para el goce 0 ejercicio de los dere- chos subjetivos que reconoce el ordenamiento juridico. Tanto el goce como el ejercicio de un derecho reunido, constituyen la capacidad plena del agente de derecho(!!2), La capacidad juridica o de goce es inherente al hombre. Por eso, el art. 1 del Cédigo Civil dispone que la persona humana sea sujeto de derecho desde su na- cimiento. Se trata pues de una aptitud de la que goza el hombre para ser sujeto 0 parte, por si o por representante legal, en las relaciones de derecho; ya sea como titular de derechos o facultades, o como obligado a una prestacién o al cumplimiento del deber. El concepto antes expuesto es antecedente o prius de todos los derechos subjetivos que se materializan con la capacidad de ejercicio de obrar. Las exigencias de la vida socioeconémica ha llevado al hombre y, por ende, al Derecho a que estos atributos de que esta dotado el ser humano, que se denominan ca- 19 Acto Juridico, p. 49. (12) TORRES VASQUEZ, Anibal, cit, p. 103. 138 ELAGENTE CAPAZ pacidad, se proyecten en entidades, que el hombre crea como una solucién a los requerimientos de la comunidad, y que se denominan personas juridicas. De esta manera, ademas de las personas naturales existen estas creaciones ficticias que se hacen de acuerdo al Derecho, a las que se les ha dotado también de capacidad jurfdica de manera que acttien tal como lo hacen las personas naturales. En esos os, repetimos, nos estamos refiriendo a las personas juridicas. 2.1. La capacidad de goce y la capacidad de ejercicio ‘Ya hemos adelantado en qué consisten la capacidad de goce y la capacidad de ejercicio. Respecto a la primera, hemos visto que es un atributo con el que nace el ser hu- mano y sobre cuya base se asienta la capacidad de ejercicio, que significa un estado de madurez que le permite al ser humano darse cuenta qué es lo que lo beneficia y qué es lo que lo perjudica. A continuacién, veremos ambas capacidades, tanto en las personas naturales como en las personas juridicas. 2.2. Capacidad de goce de las personas naturales La capacidad juridica es inherente a todo ser huma- no que es la persona. Se trata de una calidad que tiene el sujeto para ser titular de derechos y obligaciones. Gracias ala capacidad de goce, la persona natural puede ser titular de derechos, es decir, sujeto activo, o puede ser titular de obligaciones que significa ser sujeto pasivo(!!3), Seguin elart. 1 del Cédigo Civil, la persona humana es sujeto de derecho desde su nacimiento. El concebido (113) TORRES, Anibal, cit., p. 104. 139 SE RS FRANCISCO JAVIER ROMERO MONTES es sujeto de derecho para todo cuanto le favorece. La atribucién de derechos patrimoniales esta condicionada a que nazca vivo. De aqui se deduce que la capacidad de goce pertenece a todo ser humano. Asflo establece el art. 3 del Cédigo al precisar que toda persona tiene el goce de los derechos civiles, salvo las excepciones expresamente establecidas por la ley. De aqui se desprende que la capacidad de goce no puede ser total, sino parcial. Es decir, en esta clase de capacidad no existen incapaces absolutos, sino privacio- nes muy concretas y especiales que podemos denominar incapacidad relativa o suspensiones que la ley la impone en salvaguarda de intereses superiores, tales como la moral, el orden piblico. Asi, por ejemplo, el art. 515 del Cédigo sefala las personas que no pueden ser tutores, o lo contemplado por el art. 538 sobre prohibiciones de los tutores. Situacién similar se encuentra en el art. 1366, que prohtbe adquirir derechos reales por contrato, legado o subasta publica, directa o indirectamente, 0 por persona interpuesta a altos funcionarios del Estado. En igual forma, el art. 1668 dispone que el administrador no pueda tomar en arrendamiento, los bienes que administra. ‘También puede citarse el caso al que se refiere el art. 71 de la Constitucién que prohibe que dentro de Jos cincuenta kilémetros de las fronteras los extranjeros puedan adquirir 0 poseer, por ningiin titulo minas, tierras, bosques, aguas, combustibles o fuentes de energia, directa o indirectamente, individual 0 colectivamente. Los ejemplos antes sefialados nos indican que las personas referidas tienen esas limitaciones a la capacidad de goce, pero si pueden celebrar otros actos jurfdicos que no estén dentro de la prohibicion. 140 EL AGENTE CAPAZ En conelusién, el hombre nace con la plenitud de su capacidad de goce. Son circunstancias externas las que tornan esa capacidad en relativa, que en muchos casos es temporal. Asi, el tutor o el administrador recuperan la plenitud de su capacidad de goce cuando terminan sus funciones. De la misma manera, el extranjero recobra su capacidad de goce, cuando se nacionaliza. 2.3. Capacidad de ejercicio de las personas naturales La capacidad de ejercicio es la aptitud o idoneidad que tiene el sujeto para ejercitar su capacidad de goce en forma personal. Eso sucede cuando la persona adquiere madurez necesaria que le permite discernir entre aquello que lo beneficia y lo que lo perjudica. En tanto no se alcance ese desarrollo, la capacidad de ejercicio, en parte, puede ser ejercitada por los representantes legales que son los padres, los tutores y curadores. Sobre el particular, Barbero(!"4) sostiene que lacapa- cidad de ejercicio o de obrar es la medida de la idoneidad para determinar por acto propio modificaciones activas © pasivas en la propia esfera de relaciones juridicas, esto es, para adquirir, modificar, perder la titularidad de las relaciones. De una forma diferente, pero frente al mismo tema, Messineo(!!5) expresa que la capacidad de ejercicio es la aptitud para adquirir y para ejercitar con la propia voluntad, o sea por si solo, obligaciones juridicas, esto es, celebrar actos juridicos. (114 BARBERO, Doménico, Sistema del Derecho Privado, T. |, Ejea, Buenos Aires, 1967, p. 190. (115) MESSINEO, Francesco, Manual de Derecho Civil y Comer- cial, Ejea, Buenos Aires, 1979, p. 109 141 FRANCISCO JAVIER ROMERO MONTES En la legislaci6n nacional, el Cédigo Civil, en su art, 42, sostiene que tienen plena capacidad de ejercicio de sus derechos civiles las personas que hayan cumplido diecio- cho aftos de edad. Es decir, esta es la edad para iniciar el ejercicio de todos los actos de la vida civil, sin depender de formalidad alguna o autorizacion de los padres 0 tutores. Esta edad rige desde el 15 de noviembre de 1977, toda vez que el Cédigo de 1936, inicialmente, fijé en su art. 8 que la capacidad de ejercicio se iniciaba a la edad de veintitin afios. El actual Cédigo, también ha recogido tal modificaci6n. Sin embargo, es necesario hacer presente que en otros paises rigen edades diferentes a la nuestra para poder ejercer personalmente la capacidad de ejercicio. La capacidad de ejercicio presenta algunas diferen- cias, si la comparamos con la capacidad de goce. En la primera, es posible hablar de capacidad plena, capacidad relativa y ausencia total de capacidad, circunstancias que no se presentan en la capacidad de goce, ahi, el Cédigo Civil, en su art. 42 nos habla de la capacidad plena de ejer- cicio. En tanto que elart. 43 se refiere a los absolutamente incapaces que equivale a los que presentan ausencia total de capacidad. Por su lado, el art. 44 sefiala a los relativa- mente incapaces 0 con capacidad relativa. El hecho de haber cumplido dieciocho afios de edad hace presumir que la persona esta dotada de suficiente madurez intelectual, equilibrio psicolégico, poder de reflexion y sentido de responsabilidad para ejercer, por sf misma y sin necesidad de asistencia, los derechos y responsabilidades(!'6), (116 FERNANDEZ SESSAREGO, Carlos, Derecho de las Personas, Studium, Lima, 1987, p. 103 EL AGENTE CAPAZ El art. 42 aparentemente es muy cerrado al expre- sar que para tener la plenitud de la capacidad de ejercicio se necesita haber cumplido dieciocho afos. Esto quiere decir que no contempla aquellas excepciones en las que por mandato de la ley, se puede adquirir tal plenitud antes de los dieciocho aiios de edad. Asi, por ejemplo, el art. 46 se refiere a esas situaciones, al establecer que los hombres mayores de dieciséis afios de edad y las mujeres mayores de catorce, adquieren la capacidad ple- na, cuando contraen matrimonio, condicién que no se pierde por la terminacion de este. En forma semejante, el mismo art. 46 se refiere a la persona que obtenga el titulo oficial, que lo autorice a ejercer una profesién u oficio. Lo anteriormente expuesto nos obliga a efectuar la concordancia entre los arts. 42 y 46, para tener una versi6n completa de lo que es la capacidad plena de ejercicio. En lo que concierne a la incapacidad absoluta de ejercicio, el art. 43 del Cédigo Civil dispone que son absolutamente incapaces: 1) Los menores de dieciséis aos, salvo para aquellos actos determinados por la ley; 2) Los que por cualquier causa se encuentran privados de discernimientos; y 3) Los sordomudos, los ciegosordos, y los ciegomudos que no pueden expresar su voluntad de manera indubitable. Estos incapaces no pueden realizar, por si mismos, ningun acto juridico, debido a que carecen de discerni- miento y, por lo tanto, no poseen voluntad juridica. Tal situacion se produce en el caso de los menores de dieci- séis anos y de los que por cualquier causa se encuentren privados del discernimiento. El otro caso que contempla elart. 43 se refiere a las personas que aun gozando del dis- cernimiento, no pueden expresar su voluntad de manera 143 FRANCISCO JAVIER ROMERO MONTES indubitable, lo que se da en el caso de los sordomudos ciegosordos y ciegomudos. ; Esta incapacidad es total, es decir, el sujeto no puede realizar ningiin acto jurfdico. En cuanto a su duracién, puede ser temporal cuando nos referimos alos menores y en los casos de la pérdida del discernimiento o la dificultad de la expresion indubitable, puede ser superada si con «| adelanto cientifico se logra solucionar al inconveniente, En conclusién, la incapacidad absoluta proviene de la imposibilidad de la persona de constituir una voluntad valida o de la dificultad de expresarla inequivocamente o en forma indubitable, Los actos que realicen estas per- sonas conllevan una sancién que es la nulidad del acto juridico, esto es, que el acto nunca se produjo. Ante tal eventualidad, la capacidad de ejercicio se lleva a cabo por los representantes legales que son los padres, tutores y curadores. Finalmente, debemos referirnos a los incapaces relativos, que estan sefialados en el art. 44 y que son los siguientes: 1) Los mayores de dieciséis y menores de dieciocho afios de edad; 2) Los retardados mentales; 3) Los que adolecen de deterioro mental que les impide expresar su libre voluntad; 4) Los prédigos; 5) Los que incurren en mala gestién; 6) Los ebrios habituales; 7) Los toxicémanos; $) Los que sufren pena que lleva anexa la interdiccién civil. La enumeraci6n antes referida significa que las per- sonas relativamente incapaces se consideran como tales cuando concurre una o ms de las circunstancias sefiala- das. En el sistema legal peruano, la incapacidad legal no se presume. De ahi que los retardados mentales, los que sufren deterioro mental, los prédigos, los malos gestores 144 ELAGENTE CAPAZ de sus actividades econémicas, los ebrios y los drogadictos habituales se consideran plenamente capaces mientras judicialmente no se haya decretado lo contrario(!!”). 2.4. La capacidad de goce de las personas juridicas La existencia de las personas juridicas es una res- puesta que el hombre ha formulado para solucionar los requerimientos de la vida socioeconémica. El ser humano, como persona natural, ha resultado diminuto frente a los retos, sobre todo econémicos. Hoy dia los grandes nego- cios, las grandes empresas, son de personas jurfdicas en las que se reGnen grandes capitales de diferentes accionistas, para hacer realidad, lo que el hombre no podria lograr in- dividualmente. Segin Savigny(118), las personas jurfdicas existen para cumplir fines juridicos que aparecen al lado del individuo como sujetos de relaciones de Derecho. Las personas jurfidicas son entidades 0 colectivida- des que el hombre ha creado, a las que les ha proyectado, ficticiamente, los atributos que posee la persona natural, pero con la independencia del caso que hace que a la persona juridica se le considere con autonomia. Esto se expresa en el texto del art. 78 del Cédigo Civil, el mismo que establece que la persona juridica tiene existencia dis- tinta de sus miembros y ninguno de estos ni todos ellos tienen derecho al patrimonio de ella ni estan obligados a satisfacer sus deudas. El resultado de todo esto es que las personas juridi- cas celebran actos juridicos, a través de sus funcionarios (117) LOHMANN, Guillermo, cit,, p.72. (118) Citado por VILLEGAS BASAVILLASO, Benjamin, Derecho Ad- ministrativo, T. lI, Buenos Aires, 1950, p.13. 145 aS "SS FRANCISCO JAVIER ROMERO MONTES o mandatarios. De manera que cuando el Cédigo Civil se refiere, en su art. 140, al agente capaz, no solo tiene en cuenta a la persona natural, sino también a las personas juridicas. Sobre el particular, el art. 76 del Cédigo dispone que la existencia, la capacidad, el régimen, derechos, obligaciones y fines de la persona juridica, se determin in por las disposiciones del presente Cédigo o de las ley es respectivas. Estas personas juridicas pueden ser las del Derecho civil, cuya conformacién est4 regulada por el Cédigo, y son las asociaciones, las fundaciones, el comi- té, las comunidades campesinas y nativas que tienen una legislacién especial. De igual manera, la Ley de Sociedades, de carActer mercantil, contempla a la sociedad anénima, colectiva, en comandita, etc. El Codigo Civil se refiere a dos clases de personas juridicas: las de Derecho piblico interno y las de Derecho privado. Las primeras se crean por mandato de la ley. Lue- go, su capacidad de goce estara regulada por la Ley de su creacion. En tanto que las personas juridicas de Derecho privado, de acuerdo al art. 77 del Cédigo Civil, su exis- tencia se inicia el dia de su inscripcién en los Registros Publicos, salvo disposicién distinta de la ley. Antes de este acontecimiento, se trata de personas de hecho. Recién con la inscripcién se convierten en sujetos de derecho. De suerte que la ley o la inscripcién les confiere personalidad y conellasu capacidad de goce, la que queda limitadaa su condicion de ente abstracto("!). La capacidad de goce queda determinada por la fina- lidad para la cual ha sido creada la persona juridica. Todo ——— (119) VIDAL RAMIREZ, Fernando, cit., p.114. 146 EL AGENTE CAPAZ eso esta contenido en la ley de creacién o en el estatuto, cuando se trata de personas de Derecho ptiblico o privado, segtin sea el caso. 2.5. Capacidad de ejercicio de las personas juridicas Segtin Kelsen(12), la diferencia entre la persona natural y la juridica radica en que la primera, aunque mero concepto juridico, tiene un substrato real que es el hombre individual; y la segunda no tiene substancia real. Pero tanto una como otra son construcciones del orde- namiento juridico o lo que es lo mismo construcciones del Derecho, no dadas fuera de él. Luego afiade, todos los actos de la persona juridica son actos de hombres, que se imputan al sujeto ficticio ~persona jurfdica— cuando uno se representa la unidad de un orden jurfdico parcial o total. Segan la opinién antes expuesta, las personas ju- ridicas tienen una capacidad de ejercicio que se expresa a través de personas naturales, pero que sé les imputa a las personas juridicas, y aparecen como voluntad de las mismas. De esta manera, la voluntad de las personas ju- ridicas se constituye y se expresa mediante sus 6rganos que aparecen en el Estatuto, en el mismo que se sefialan las facultades y poderes de sus mandatarios y organos de gobierno para realizar tal o cual acto juridico. Autores como Michoud y Barbero que se ubican en la teorfa organicista de las personas juridicas, sostienen que las sociedades tienen su cerebro, como el individuo. Los hombres, células de los organismos sociales, juegan en el mecanismo de la volicién social la misma funcién —— (120) VILLEGAS, Benjamin, cit., pp. 70 y 73. 147 FRANCISCO JAVIER ROMERO MONTES que las células del cuerpo humano en el mecanismo de la volicién individual(12)), No obstante, para un sector de la doctrina, las personas juridicas, por ser entes abstractos, no estan dotadas de capacidad de ejercicio y su ausencia la suplen mediante la representacién. Autores como Ospina y Ospina y Coviello sostienen que lo tnico que poseen las personas jurfdicas es la capacidad de goce, en razén de que la capacidad de ejercicio es un atributo de la persona fisica o natural. En lo que respecta al Cédigo Civil, el art. 76 dispone que la capacidad se determina por las disposiciones del presente Cédigo o de las leyes respectivas. Al no haberse hecho distingo alguno, se supone que nuestra legislacién reconoce tanto la capacidad de goce como la capacidad de ejercicio de las personas jurfdicas. (20 Para una explicaci6n mas amplia, pueden verse los libros de VILLEGAS, Benjamin, cit., p. 31 y de BARBERO, Domenico, Sistema de Derecho Privado, Ejea, Buenos Aires, 1967, T. |, pp. 254 y 255. 148 Subcapitulo EL OBJETO DEL ACTO JURIDICO SUMARIO: 1, Consideraciones generales. 2. Obje- to fisicamente posible. 3. Objeto juridicamente posible. 4. La determinabilidad del objeto. 1. CONSIDERACIONES GENERALES. Elart. 140, inciso 2, del Codigo Civil, precisa que el acto jurfdico requiere también, para su validez, de objeto fisico y juridicamente posible, el mismo que ademas debe ser determinado o determinable, de acuerdo al inciso 3 del art. 219 de dicho Codigo. Este inciso ha merecido criticas por la forma como estd redactado, al haber incluido la conjuncién copulativa “y”. Es por eso que el referido dispositivo nos daa enten- der que todos los negocios tengan por sustrato un objeto material o corporal, consideraci6n errénea. No todos los negocios juridicos, tienen algo fisico como base, sostén o motivo de su contenido. Por el contrario, su sentido jurfdico es muchisimo mas amplio(!?2), —_—_- 12) Lohmann, Guillermo, cit., p. 74. 149 FRANCISCO JAVIER ROMERO MONTES Laconfusién en la terminologia viene del articulo 1126 del Codigo francés que afirma que “toda obligacién tiene por objeto una cosa que una de las partes obliga a dar, hacer 0 no hacer”. La denominacin de “cosa” tiene un sentido restric- Uvo porque se entiende que la misma es algo apreciable por los sentidos, pero se omitié considerar que las obligaciones de hacer pueden limitarse a una conducta y no a.una cosa, Es por eso que, en esta ocasi6n, para subsanar «| problema, la Comisién Revisora ha planteado la mod cacién del inciso 2 del articulo 140 del Codigo Civil, en los siguientes términos: “2. Objeto juridica y, en su caso, fisicamente posible, determinado o determinable de la relacion juridica respectiva”. La exposicién de motivos del proyecto, que es muy breve y precisa, sostiene que dicho inciso ha tenido que ser modificado porque en la redaccién original se exigia el requisito copulativo de que el objeto fuera fisica y ademas juridicamente posible, lo que ciertamente no es factible en aquellos casos en los que el acto no tiene nada pro- piamente fisico como su objeto. Por eso, se ha precisado utilizando la frase: “en su caso”. También, por evidentes razones de concordancia con el numeral 3 del articulo 219, se ha aludido a la determinalidad. Hecha esta precisién acerca de los alcances modi- ficatorios del inciso 2 del articulo 140, nos corresponde en adelante encontrar el significado de la frase objeto del acto juridico, en raz6n de que se trata de un término que no es inequivoco, tal como sostiene Cifuentes(!23), Como (28) CIFUENTES, Santos, El Negocio Juridico, Buenos Aires, 1994, p. 157. EL OBJETO DEL ACTO JURIDICO lo sostienen muchos tratadistas, el tema del objeto es in- trincado y complejo(!24), Una primera aproximacién puede consistir en afirmar que el término “objeto” designa lo opuesto a persona, a sujeto. Es decir, todo lo que no acttia como sujeto, puede ser objeto, de donde podemos extraer el objeto del acto juridico. Sobre este particular, se puede hacer referencia a lo establecido por el Cédigo Civil pe- ruano que en su art. 6 ordena que los actos de disposicién del propio cuerpo estan prohibidos cuando ocasionen una disminucién permanente de la integridad fisica, o cuando sean contrarios al orden publico y buenas costumbres. No obstante, debe tenerse presente lo establecido por los arts. 6 al 9 del Cédigo Civil peruano, que establece que son vilidos los actos de disposicién si su exigencia corresponde a un estado de necesidad, de origen médico o quirdrgico o si estan inspirados por motivos humanitarios (art, 6). El art. 7 fija las limitaciones de la donacién de partes del cuerpo o de érganos y tejidos. Finalmente, el art. 8 establece la validez del acto por el cual una persona dispone altruistamente de todo o parte de su cuerpo, para que sea utilizado después de su muerte, con fines de interés social o para la prolongacién de la vida humana. Luego afiade Cifuentes que el objeto es una entidad que puede ser material 0 inmaterial, sobre el cual recae el interés implicado en la relacién y constituye el punto de incidencia de la tutela juridica. Esta concepcién se basa en lo preceptuado por el art. 953 del Codigo argentino (12 Segdn Fernando Vidal Ramirez, cit., p. 118, su nocién es una de las mas intrincadas, complejas y dificiles de desarrollar. Gui- llermo Lohmann, cit., pp. 74-76, hace mencién de las diferentes acep- ciones del término “objeto”. Por su parte, Anibal Torres, cit., p. 136, refiere que el término objeto resulta siendo polivalente, se usa con varios significados: relacién juridica, como prestacién, como bien. 151 TS a FRANCISCO JAVIER ROMERO MONTES que considera que el objeto de los actos juridicos deben ser cosas que estén en el comercio, siempre que no esté prohibido que sea objeto de un acto juridico, es decir, que puedan ser materia de apropiacién privada. Los romanos consideraban la “res in comercio” 0 “res extra comer- cium”, segtin que fueran 0 no susceptibles de ser objeto de un derecho de los particulares. ‘También pueden ser objeto del acto juridico, os hechos incorp6reos 0 inmateriales. Dicho de otro medo, los celebrantes son libres de crear la entidad material 0 inmaterial sobre la que recae el fin perseguido y que queda tutelada juridicamente. En este sentido, el objeto puede ser un elemento corpéreo 0 “cosa”; 0 puede ser incorpé- reo en cuyo caso estamos refiriéndonos a un bien inma- terial. Lo corpéreo y lo incorpéreo constituyen el bien, a lo corpéreo se denomina “cosa”. Por eso, Pottier(!25) introduce el concepto de objeto como la cosa que se debe dar 0 como aquello que se debe hacer 0 no hacer. En esta btisqueda, y refiriéndose al Cédigo Civil peruano, para Vidal Ramirez(!29), el objeto es la causa material propia del acto. Su ancha significaci6n entendida como una relaci6n juridica lo hace aplicable a la gene- ralidad de los actos jurfdicos, sean patrimoniales o no patrimoniales. El citado autor concluye expresando que el objeto del acto juridico es la relacién juridica a la que da creacion, regula, modifica o extingue. En este aspecto no solo los negocios patrimoniales tienen objeto, como afirmaba erréneamente Stolfi. También los actos entre personas estan dotados de objeto. Asi, por ejemplo, en el (125) GALGANO, cit., p. 123. (126) Cit., pp. 119-121 152 EL OBJETO DEL ACTO JURIDICO matrimonio es objeto del mismo los deberes de fidelidad, cohabitacién y asistencia. El reconocimiento de un hijo tiene por objeto determinar una relacion de parentesco. De igual manera, la emancipaci6n tiene por objeto brindar a.una persona un nuevo status que consiste en su capacidad juridica de ejercicio. Como muy bien sostiene, el autor citado, los actos juridicos, que no se refieren a bienes quedarian sin factum. alguno que los constituyeran. No se puede hablar de un acto juridico sin un algo, un contenido patrimonial ono, que le corresponda. El profesor Leén Barandiaran(127) afirma que el texto del articulo 140 al referirse al objeto, lo hace en- tendiendo a este en su mas amplia significaci6n. Se trata del objeto en general como la causa material propia del acto juridico. Para afirmar su punto de vista recurre al profesor francés Viforeanu de cuyo pensamiento extrae las caracteristicas que el objeto debe tener, las cuales son las siguientes: 1) existir o tener la posibilidad de existir porque las cosas futuras pueden formar el objeto de una obligacién; 2) ser determinado o determinable; 3) ser posible (aqui la referencia es a la imposibilidad absoluta); 4) ser licito (lo que implica que no sea contrario al orden publico y a las buenas costumbres). Tal como agrega, el distinguido tratadista, las tres primeras caracterfsticas son de verdadera evidencia, mérito que no lo tiene la cuarta, cuyo contenido tiene necesidad de ser precisado, porque es en atencin, al caracter licito, necesario al objeto, que la ley limita la libertad contractual. 629 Cit, pp. 55-56. 153 SO —_ FRANCISCO JAVIER ROMERO MONTES Para Anibal Torres(!28), el objeto del acto juridico, también es la relacién jurfdica, la misma que tiene un objeto que es la prestacion, que no es otra cosa que la conducta que debe desarrollar el sujeto del deber para satisfacer el interés del sujeto del derecho de la relacion. Fsa conducta puede consistir en dar un bien o un dere- cho, o en realizar un servicio, o en abstenerse de hacer algo. En conclusién, el objeto del acto jurfdico esté integrado por tres elementos: 1) la relacién juridica; 2) la prestacién; y 3) los bienes, los servicios, los derechos y las abstenciones. Guillermo Lohmann coincide en parte con lo ante- riormente expuesto, al precisar que el objeto del negocio, © acto es aquella entidad material 0 no, que satisface el propésito practico que fue la raz6n de la celebracién del acto juridico. Es decir, se trata de la prestacién asf como de una cosa material. De ahi que el Cédigo exija que el objeto sea juridico y, en su caso, fisicamente posible. 128) distingue el objeto del contenido del el contenido del contrato es la reglamentacion contractual, el conjunto de las clausulas queridas por las partes 0 introducidas en él en virtud del mandato legal, de los usos © de la equidad. De ahi que el Cédigo italiano en su art. 1322, parrafo ie disponga que las partes puedan libremente determinar el contenido del contrato de acuerdo a los limites de la ley. En cambio, el objeto del contrato es la cosa 0, de modo mis general, el derecho (real o de crédito) que el contrato transfiere de una parte a la otra © bien la prestacién que una parte se obliga a ejecutar a favor de la otra. De ahi que el art. 1346 Galgano( acto juridico. Sostiene que —— (2 Cit, p. 136. 2% Cit., p. 123. EL OBJETO DEL ACTO JURIDICO del mismo Codigo disponga que el objeto del contrato deba ser posible, licito, determinado 0 determinable. Por nuestra parte, aftadiremos que cuando el objeto es una cosa, debe estar en el comercio, es decir, que sea materia de apropiaci6n privada tener existencia en el mo- mento que se celebra el acto juridico o la posibilidad de su existencia futura y estar determinado 0 determinable de un modo cierto, en cuanto a su especie. Si el objeto consiste en una prestaci6n, un servicio o una abstencién, las mismas deben ser realizables, que sea licita y no esté prohibida por la ley y que sea claramente determinable de un modo cierto. 2. OBJETO FISICAMENTE POSIBLE Los imposibles no pueden ser objeto de actos ju- ridicos, “impossibilium nulla obligatio”, es decir, no hay obligacion sobre cosas imposibles. Lo que esta prohibido por la naturaleza de las cosas no esta confirmado por ninguna ley. La imposibilidad es fisica cuando el objeto no existe en la naturaleza existiendo no pueden recaer sobre él relaciones juridicas. Por eso, nuestro Codigo sefiala que para la validez del acto juridico, el objeto debe ser algo posible y nunca lo imposible. La posibilidad fisica tiene que ver con la factibilidad de existir con adecuaci6n a las leyes de la naturaleza. Se trata, como dice Fernando Vidal(!3%), de la existencia 0 posibilidad de existir de los derechos y deberes u obliga- ciones integrados a Ja relacion juridica que vincula a los sujetos en relacion con los bienes materiales 0 inmateriales sobre los que recaen. En tal sentido, el objeto puede ser _ (30 Cit., pp. 120-121. FRANCISCO JAVIER ROMERO MONTES corporal, st es pet eptible por los sentidos como pueden ser un ramo de flores, un libro; © puede ser inmaterial o incorporal, que no sea percept ible por los sentidos, pero si por el intelecto, que se pueden dar en la emancipacion, en el matrimonio, el reconocimiento de un hijo. Por eso, es oportuno reiterar que el objeto en su mas amplia significacion consiste en todo aquello que es terno al sujeto. E e decir, todo lo que no es sujeto es objeto v es que, desde este punto de vista, la conceperon del objeto adquiere su maxima expr sién y da lugar a afirmar que todo lo externo al sujeto y que no sea otro sujeto, es objeto. En su comentario al Cédigo Civil argentino, Vélez Sarsfield sefalaba que la imposibilidad del objeto puede te ner su origen en motives materiales curando estan referidas a cosas que jamas han existido, que han dejado de existit o que no pueden existir. Cordeiro Alvarez('3!) nos sefiala algunos ejemplos, tales como el obligarse a producir oro por procedimientos quimicos, la venta de un caballo que ha muerto antes sin conocimiento de las partes, 0 tract la Luna a la Tierra 0 tocar el cielo con las manos. La imposibilidad debe ser absoluta. f va, que impida el cumplimiento en términos absolutos y ista la posibilidad de que otra perso- s decir, objeti- definitivos, sin que ¢ na lo realice, tal por ejemplo, obligarse a beber la totalidad de agua del mar, convertir la noche en dia, etc. En cambio, Ia imposibilidad es relativa, cuando el cumplimiento del objeto es posible por una persona ajena a la que celebro el acto juridico, ejemplo, pintar un cuadro para quien no __ (3) CORDEIRO ALVAREZ, Emesto, Tratado de Derecho Civil, Buenos Aires, Bibliografica Argentina, 1959, P. 197. 156 EL OBJETO DEL ACTO JURIDICO es pintor. De mis esta decir que lo que exige el art. 140, es una imposibilidad absoluta. En cambio, cuando se trata dela imposibilidad relativa, el cumplimiento del objeto se soluciona recurriendo a la persona que si puede realizarlo o pagando una indemnizacién por dafios y perjuicios. A la imposibilidad absoluta se le denomina tam- bién objetiva y a la relativa, subjetiva, porque puede ser cumplida por otra persona. De aqui se desprende que solo la imposibilidad absoluta origina una invalidez del acto juridico. 3. OBJETO JURIDICAMENTE POSIBLE Elart. 140°, inciso 2, del Cédigo Civil, dispone que el objeto sea también juridicamente posible. Hay impo- sibilidad juridica cuando la obligacion tiene por fin, por ejemplo, procurar la propiedad de cosas que no pueden ser objeto de apropiacién particular; o un matrimonio entre personas que no pueden casarse; compraventa de bienes entre conyuges; hipotecar un bien mueble o entregar en prenda un inmueble. La posibilidad juridica del objeto significa que el acto juridico no debe ser opuesto a la moral, a las buenas costumbres al orden ptblico, ni ser en general, repudia- do por el Derecho mismo(!32), Esto implica que hay que diferenciar lo que es la posibilidad juridica de lo que es la licitud, Esta tltima es algo concreto; se trata de aque- Ilo que guarda conformidad con el ordenamiento legal, mientras que la primera es mas genérica, al estar referido al ordenamiento juridico que es un concepto mas amplio —————— (132) LEON BARANDIARAN, José, cit., p. 55. = FRANCISCO JAVIER ROMERO MONTES y dentro del cual esta la moral, las buenas costumbres, el érden ptiblico, ademas de la ley(135) . Sostiene Barbero('34) que la imposibilidad juridica se da cuando el acto jurfdico se opone a una disposicién legal, concepto restringido si comparamos con lo que es una disposicién de derecho, con lo cual se pasa al campo de lo ilicito, es decir, se ingresa al negocio contra legem Por lo tanto, cuando el hecho es posible juridicamente e: licito y también lo es cuando no esta prohibido por ley(135) Por otro lado, el Cédigo argentino (art. 953) sostiene que los hechos contrarios al derecho son puestos en la misma linea que los hechos imposibles jurfdicamente, toda yez que no pueden ser objeto de una obligaci6n eficaz, porque jamés se podria invocar la proteccién de la justicia para asegurar su ejecucion. De suerte que en la palabra ilicitos estan comprendidos los prohibidos por el Derecho. No obstante, el Cédigo Civil italiano sostiene que el objeto juridicamente imposible es aquel que la ley no permite que forme parte de un contrato; objeto ilfcito es aquel que la ley prohibe que forme parte de un contrato. Esto da lugar a los conceptos de antijuricidad, que expresa la no conformidad con el ordenamiento juridico, yala ilicitud, que es la trasgresion de una prohibicién impues- ta por el ordenamiento juridico (arts. 20332 y 2126 del CC). Nosotros compartumos este criterio, que también es recogido por Vidal Ramirez y Lohmann, aunque. Anibal Torres considera que la distincién entre objeto ilicito y —— (033) VIDAL RAMIREZ, cit., p. 122. (13 BARBERO, Domenico, Sistema de Derecho Privado, trad. de Sentis Melendo, Buenos Aires, Ejea, 1967, T. Ill, p. 494 (135) LAFAILE, Héctor, Curso de Contratos. Citado por CIFUENTES, cit, p. 165. ante ELOBJETO DEL ACTO JURIDICO objeto juridicamente imposible es falsa y ociosa, sin nin- guna utilidad practica. La imposibilidad jurfdica es una consecuencia del ordenamiento legal. El objeto existe fisicamente, pero la ley prohibe que pueda figurar en el acto juridico. Tal sucede con las cosas que se encuentran fuera del comer- cio de los hombres. De ahi que la Instituta de Gayo(136) sostenia que no podia cumplirse con la obligacién, “si alguno estipulara que se le diere alguna cosa sagrada o religiosa, creyendo que era humana, o una obra piblica que permanentemente haya estado destinada a los usos del pueblo, como un foro, un teatro o un hombre libre a quien se le creia esclavo”. En este caso, se trata pues de bienes inalienables o fuera del comercio. 4. LA DETERMINABILIDAD DEL OBJETO Elart. 219, inciso 3, dispone que el acto juridico sea nulo cuando el objeto sea indeterminable. Esto significa que para la validez del acto juridico se requiere que el objeto sea determinado o determinable, mas nunca inde- terminable. Sin embargo, el punto 2 del articulo 140 no se refiere a este aspecto cuando habla del objeto. En esta ocasi6n, la Comisi6n Revisora del Codigo, como ya lo dijimos, ha incluido en el proyecto modifi- catorio la reforma del referido punto 2. Dentro de esas modificaciones, con el fin de concordar con el punto 3 del articulo 219 propone modificar el texto del punto 2 del articulo 140, en los siguientes términos: (136 Célebre texto de Derecho romano compuesto 0 recopilado por Gayo en tiempos de Marco Aurelio, a mediados del siglo Il de la era cristiana. Diccionario de Derecho Usual de Guillermo Cabanellas, Buenos Aires, 1962, T. Il, p. 401. 159 I ll FRANCISCO JAVIER ROMERO MONTES “2. Objeto juridica y; en su caso, fisicamente posible, determinado 0 determinable de la relacion juridica respectiva”. “Elacto es ilusorio cuando el objeto es tan vagamen- osible determinarlo” sostiene el que la doctrina y algunas legislaciones como la nuestra, exigen que el objeto no pueda ser algo indeterminado o indeterminable. Por el contrario, debe tratarse de bienes determinados en cuanto a su especie y determinable por su cantidad, Asi, por ejemplo, en la com- praventa el precio debe ser cierto, y el objeto de la venta debe de estar identificado. Sies indeterminado se hace im- posible el cumplimiento del acto jurfdico, en la medida en que no se sabré en qué consiste la obligaci6n y el derecho. Cuando el Cédigo Civil sefiala que el acto juridico ser4 nulo si el objeto es indeterminable, significa que debe existir la posibilidad de determinarlo con base en los criterios de individualizacién enunciados en el acto jurfdico o que puedan obtenerse de otro modo. Ejemplos de objetos determinables: el pago de un alquiler equival- dr4 a tantas unidades impositivas tributarias; el precio del bien serd el que sefialan los aranceles municipales; te compraré el vino que se consuma en mi matrimonio; te pagaré por tu casa el precio que sefialen los peritos. Pore! contrario, la indeterminabilidad del objeto significa una imposibilidad de identificar los derechos y Obligaciones que constituyen la relaci6n juridica en el instante de a celebracién del acto juridico. Ejemplos: te regalaré una parte del vino que consumas en tu matrimonio, te vendo uno de mis carros, te compro parte de la cosecha. Como puede verse, es determinable si se considera alguna via para convertir lo indeterminado en determinado. (137) CIFUENTES, cit., p. 177 TaN Subcapitulo Il EL FIN LICITO SUMARIO: 1, Consideraciones generales. 2. La dis- cusién sobre la causa. 2.1. Teorfa objetiva. 2.2. Teorfa subjetiva. 2.3. Teoria integral. 3. La causa en la codifi- cacién civil peruana. 1. CONSIDERACIONES GENERALES De conformidad con el inciso 3 del articulo 140 del CC, el fin licito es un requisito de validez del acto juridico. Hablar del fin licito significa entrar en lo que la doctrina, en forma tradicional, ha denominado causa del acto juridico. De esta manera, tal como afirma el profesor Lohmann(38), podemos decir que nuestro Cédigo de 1984 entra en el tema de la causa por la ventana, pudiendo ha- berlo hecho por la puerta. El profesor Vidal Ramirez(5%), igualmente afirma que cuando nuestro Cédigo exige el fin Kicito, se esté refiriendo a la causa de los actos juridicos. A esto hay que afiadir que el profesor Tirso Clemente('#%), citando a Castan Tobeiias y a Oertmann, sostiene que la oo (138) Cit, p. 85. (39 Cit, p. 124. (140) CLEMENTE, Tirso, Derecho Civil. Parte General, La Habana, 1984, p. 579. 161 FRANCISCO JAVIER ROMERO MONTES doctrina moderna entiende que es preferible, para la cla- ridad de las ideas juridicas, sustituir la expresién de causa por la de fin. De esta manera, la causa es el fin por el cual se contrae una obligacién lo que demuestra que la causa es utilizada para hacer referencia directa a la nocién de fin. De ahi que el Cédigo Civil vigente habla del fin licito. Pero el término “fin licito” no ha resultado claro y preciso en la legislaci6n peruana porque del mismo emergen diversos significados. Es por eso que laComisién Revisora del CC ha propuesto el cambio de “fin licito” por el de “finalidad Kicita”, por considerar mas apropiada, en el sentido de propésito del acto juridico singular, lo que es distinto del fin del acto juridico como instituci6n("*)), Todo acto juridico tiene una causa, que es el pro- pdsito de cada acto juridico, es decir, del acto juridico singular, en cuanto responda necesariamente a una fi- nalidad o raz6n suficiente. Es aquello en vista de lo cual se hace algo, que no viene a ser sino la raz6n por la que nos obligamos y que responde aun porqué(), que es la razon del acto juridico. Para Vidal Ramfrez(!#9), el fin lfcito consiste en la orientacién que s¢ le daa la manifestacién de voluntad, esto es, que esta se dirija, directa y reflexivamente, a la produccién de efectos juridicos, vale decir a crear, regular, modificar 0 extinguir relaciones jurfdicas. De este modo, el fin del acto jurfdico se identifica con el contenido especifico de cada acto, 0 sea, con los efectos buscados pe (141) Exposicién de motivos del Proyecto de reforma sobre el Acto Juridico, p- 1 (142 TorRES VASQUEZ, Anibal, La causa fin del acto juridico, UNMSM, Lima, 1992, p. 14 49 Cit, p. 106. ELFINLICITO mediante la manifestacién de voluntad, los cuales deben ser licitos y, por tanto, amparados por el ordenamiento juridico. Se tratarfa, segiin este autor de un motivo im- pulsivo y determinante de la celebracién del acto juridico. Wayar(') considera que el acto juridico no puede carecer del objeto ni del fin. El obrar humano siempre tiende a un fin, Un acto de voluntad sin causa final es un imposible absoluto. Tales la ley de finalidad que gobierna los actos voluntarios, Para Galgano(145), que sigue la linea de la doctrina italiana establecida por Betti, la causa es la funcién econémico-social del acto de la voluntad. Es la raz6n por la que se justifica la tutela de la autonomia privada, un vinculo al poder de la voluntad individual. En el Cédigo Civil peruano vigente, como ya se- fialamos, el fin licito es un requisito de validez del acto juridico (art. 140, inc. 3), Por su parte, el Codigo de Na- poleén, en suart. 1108, establece como condicién esencial para la validez de una convencién, una causa licita de la obligacién. De igual manera, el Cédigo argentino dispone que no haya obligacién sin causa (art. 499). En el mismo sentido, el Cédigo italiano de 1942 dispone que la causa sea uno de los requisitos del contrato (art. 1325). 2. LADISCUSION SOBRE LA CAUSA El tema de la causa ha sido muy debatido por la doctrina, desde Domat, y ha dado lugar a diferentes teorfas y concepciones para explicar el concepto y rol (148 Wayak, Ernesto C., Derecho Civil - Obligaciones, T. |, Bue- nos Aires, Depalma, 1990, p. 166. (045) REVOREDO, Delia, Cédigo Civil - Exposicién de Motivos y Comentarios, 2? ed., Lima, 1988, T. IV, p. 277. 163 FRANCISCO JAVIER ROMERO MONTES que cumple la causa en los actos jurfdicos. La discusién se inicia con la vigencia del Cédigo francés de 1804, que incorpora la causa dentro de los elementos esenciales de la Convencidn. Los tratadistas franceses siguen debatiendo sobre la naturaleza y funcién de la causa, segiin la cual, la causa es el fin inmediato y directo por el cual el deudor contrae su obligacién al celebrar un contrato. De esta manera, se sostiene que la causa es el motivo abstracto, tipico, extraido o impuesto por la naturaleza del contrato Ys por lo tanto, completamente distinto de los motivos concretos y determinantes que impulsaron a las partes a celebrar el acto juridico(!45), Frente a este punto de vista, los alemanes hacen una clara distincién entre la causa y el motivo(147), La teorfa francesa no llega explicar adecuadamente el tema de la causa en el Ambito de la convencién a que se referia el Codigo Civil francés, razén por la que aparecen nuevas explicaciones que se conocen con la denominaci de neocausalistas y anticausalistas. Esta tiltima planted la eliminacion de la causa como elemento del contrato en los diversos sistemas juridicos causalistas, negando la necesidad de la misma por falsa e inttil. La obra de Da- bin(148) muestra los argumentos més categéricos acerca del anticausalismo, para quien todo lo que se escriba en defensa de la causa ha sido ya refutado. SS (146) TaABOADA CORDOVA, Lizarde, La causa de! negocio jurid co, Grijley, Lima, 1996, p. 10. (47) FLUME, cit, p. 199. (148) DABIN, Jean, La teoria de la causa, Madrid, 1956, p. 16. Este fo la Universidad de Lovaina, Bélgica, tuvo una gran yen Espafia con el de autor, profesor d : influencia en Italia en el pensamiento de Giorgi, Diego y Falcon. 164 ELFINLICITO La doctrina anticausalista le niega valor a la causa clasica, como elemento de la validez de los actos juridicos y propone la supresion de la misma dentro de la estructura de los mismos. Esta teoria fue planteada por primera vez, en 1826, por Ernst, profesor de la Universidad de Lieja. Se reactiva este pensamiento en 1878, gracias a Laurent, quien sostuvo que “la teoria del Cédigo sobre la causa no es juridica y que es un error distinguir la causa del objeto y crear una cuarta condicién esencial para la validez de los contratos”. Pero al margen del anticausalismo, también se desa- rrollé un neocausalismo con las teorfas objetivas, subjeti- vas y la integral o unitaria, las mismas que desarrollaremos brevemente a continuacién. 2.1. Teoria objetiva Esta teoria considera que la causa es un elemento del acto jurfdico o contrato, que se encuentra fuera de los sujetos que manifestaron sus voluntades. De esta manera, la causa se encuentra en el propio negocio juridico y no en los méviles de las partes. En consecuencia, la causa no es un motivo ni concreto ni abstracto, sino la raz6n de ser del propio acto o negocio juridico. Es decir, el fin del negocio. Para esta orientaci6n el fin o la causa considerada relevante por el ordenamiento jurfdico, no es la finalidad de las partes, sino una finalidad inherente al mismo acto o negocio juridico. Asi, por ejemplo, la finalidad de un acto de compraventa es el intercambio de una cosa por precio; en el contrato de arrendamiento, el intercambio del uso temporal de un bien por el pago de una renta; en la compensaci6n o permuta el intercambio de dos bienes. 165 lb/ FRANCISCO JAVIER ROMERO MONTES Diferente es la finalidad de cada parte. Asi, en la misma compraventa, la finalidad del vendedor puede ser el alto costo del mantenimiento del bien, o para el comprador, el precio barato en el que se oferté el bien. Para Taboada('49), dentro de la concepcién objetiva de la causa existen dos grandes concepciones: que considera como causa a la funcién econémico-social del acto juridico, concebido como la razon justificadora de su reconocimiento y eficacia juridica. Esta version tiene su origen en la concepcién italiana establecida por Betti. La segunda concepcién es la version de la funcién jurfdica, que entiende a la causa como la funcién o finalidad juridica del acto juridico, que se concepttia como un esquema legal de la operacion objeto del acto o del negocio, es decir, como el tipo de cada figura del acto jurfdico. la primera, Seguin Stolfi('59, la causa desde el punto de vista objetivo, es un requisito inherente al acto juridico, con independencia de la justificaci6n que tenga cada parte interviniente. La causa tiene un valor objetivo en cuanto se pueden objetivar los efectos tipicos y constantes del acto jurfdico, al margen de la finalidad de cada parte. De esta manera, la causa es un elemento permanente durante la funcién del acto jurfdico y no solamente concurren en el acto de la celebracién del mismo. Asi, por ejemplo, la causa de un contrato de alquiler sera siempre disfrutar del uso de un bien a cambio del pago de una renta, En tanto que las razones de las partes pueden er diferentes, como el bajo alquiler, el clima benigno del lugar, que el duefio no pueda financiar e] mantenimiento, etc. 49 Cit, p. 253 050 STOLE, Giuseppe, Teorla del negocio juridico, Madrid, 1959, p. 43 166 OOS ELFINLICITO Para Lohmann(151), es objetivista la doctrina que pretende desvincular a la causa de caracterfsticas indivi- dualistas y libre de elementos psicoldgicos de los agentes. Es decir, considera el negocio en si, no exclusivamente las obligaciones particulares que produce. Para Anibal Torres(152), también la causa fin objetiva es la finalidad tipica y constante que se da uniformemente en todos los actos juridicos del mismo tipo (fin abstracto 0 inmediato). Asi, en la compraventa la entrega del bien y el pago del precio es la causa del acto jurfdico. 2.2. Teoria subjetiva Para esta teorfa, la causa o fin es un requisito del acto juridico, subjetivo o psicolégico, que consiste en la razon concreta o abstracta determinante de la celebracién del acto juridico. Se trata pues del elemento psicolégico que ha determinado a los sujetos a manifestar su voluntad de celebrar determinado tipo 0 clase de acto jurfdico 0 con- trato. En este caso, la causa esta en el Ambito psicolégico de los declarantes 0 contratantes. Esto quiere decir que no es un requisito que forme parte del mismo acto juridico, sino que pertenece a los sujetos que los han celebrado. De esta manera, la concepcién subjetiva de la causa estd encaminada a definir a la misma como el fin particu- lar que determina la celebracién del acto juridico. Segin Taboada('!53), la causa, en esta teoria, es concebida como el motivo concreto, impulsivo y determinante, por lo general comina las dos partes contratantes que celebraron el acto juridico. Solamente en estos casos se puede hablar de acto _—_—_————_. as Cit, p. 91. (152) La causa fin del acto juridico, p. 16 @s» Cit. p.11 167 FRANCISCO JAVIER ROMERO MONTES jurfdico con causa ilicita, lo que no se puede hacer con la teorfa objetiva que desvincula la causa de la personalidad de los contratantes. Segiin Lohmann(!54), la principal observacién que se puede hacer a la teorfa subjetivista de la causa es la confu- sién que puede generar entre esta, como raz6n de ser del acto juridico en el sentido de instrumento querido para el logro del propésito, y el motivo personal que tienen en mente las partes contratantes, el consentimiento de estas o el objeto a que se dirige dicho consentimiento. En tal confusién, han incurrido muchos tratadistas peruanos. Sobre el particular es menester distinguir lo que es la causa de lo que es el motivo. La causa o fin de la razon es inmediatamente directa o préxima a la declaracién de voluntad, mientras que los motivos son los méviles indi- rectos o remotos. La causa o fin es la raz6n de ese objetivo intrinseco 0 juridico, a diferencia de los motivos que son individuales o meramente personales. La causa es siempre Ja misma en cada negocio determinado, mientras que los motivos varian hasta el infinito. 2.3. Teoria integral Como ya dijimos la causa objetiva corresponde a la raz6n abstracta y la causa subjetiva corresponde a la razon concreta. El neocausalismo integral sostiene que ademés de la raz6n abstracta, la causa debe estar también constituida por razones concretas, cuando se constituye en raz6n tunica y exclusiva de la celebracién del acto ju- ridico 0 contrato. 054 Cit., pp. 93 y 94. __168 ELFINLICITO Por eso, las nuevas ideas sobre las causas que vienen recogiendo los cédigos civiles desde el Cédigo francés, no solamente apuntan a una nocién meramente objetiva o subjetiva, sino a una nueva, que encierre 0 que integre a ambas, de forma tal que el aspecto objetivo posibilite sancionar la ausencia de la causa y el aspecto subjetivo, la slicitud de la causa. Esta teoria fue elaborada por Capitant en Francia. Esto lleva a sostener, a Taboada Cérdoval!55), que la causa tiene dos aspectos: el objetivo y el subjetivo. Se- gtin el aspecto objetivo, la causa se define como funcién juridica. Pero desde el punto de vista subjetivo, la causa esta conformada por el propésito de las partes. Elaspecto subjetivo nos permitira descubrir si la causa es lfcita 0 no, y el aspecto objetivo si el negocio juridico tiene una causa 0 no. De modo que la causa objetiva no puede presentarse como algo opuesto a la causa subjetiva, como han soste- nido equivocadamente algunos autores. Tratadistas como Lohmann('56), sostienen que ambas deben considerarse como complementarias, tal como lo viene demostrando la mas reciente doctrina. Las dos nociones objetiva y subjetiva concurren en general entrelazadas, de modo que la distinci6n resulta, a veces, incierta en los casos problematicos. A esta teorfa también se le denomina sincrética © unitaria(!5?), ya que combinan las teorfas objetiva y — 58) Cit, p. 23 05 Cit, p.95 (157) TORRES VASQUEZ, Anibal, La causa fin del acto juridico, p. 22. 169 FRANCISCO JAVIER ROMERO MONTES subjetiva, en raz6n de que no son incompatibles ni con- tradictorias entre sf. Es decir, la causa, objetivamente, es considerada como fin objetivo, abstracto, directo e inmediato necesariamente invariable en todos los actos juridicos de la misma categorfa, y como fin subjetivo, con- creto, a las razones subjetivas particulares que impulsan al sujeto a celebrar el acto juridico, con el propésito de alcanzar alguna finalidad. 3. LACAUSA EN LA CODIFICACION CIVIL PERUANA El Cédigo de 1852 recogié la teorfa clasica de la causa segdn la cual, se trata del motivo abstracto, tipico, extrafdo o impuesto por la naturaleza de la convencién y, por tanto, completamente distinto de los motivos concretos y determinantes que impulsaron a las partes a celebrar el acto jurfdico. Como ya lo hemos dicho, este punto de vista fue establecido en el Cédigo Civil francés de 1804, que en su articulo 1108 dispone que una de las condiciones para la validez de una convencién es la causa licita de la obligacion. Este criterio fue recogido por el articulo 1235, inciso 4, del Cédigo Peruano de 1852. El Cédigo Civil de 1936 fue anticausalista, en vista de que el articulo 1075 solo exigia para la validez del acto juridico, al agente capaz, objeto licito y la observancia de la forma prescrita, o que no esté prohibida por la ley. Manuel Augusto Olaechea, ponente de este tema, sostuvo que era innecesaria la causa, en vista de que en los actos gratuitos se confundia con el consentimiento y, en los onerosos, se asimilaba el objeto. Argumento que hablaba de que la causa era innecesaria, como lo habian considerado ya los cédigos suizo, alemdn, austriaco y brasilefio, eliminandola de su articulado. 170 TT ELFINLICITO No obstante, el profesor Leon Barandiaran, en sus comentarios al Cédigo Civil de 1936, sostuvo que los autores del Cédigo de 1936 se decidieron por el anticau- salismo, deslumbrados por las ideas del tratadista francés Planiol. Sostuvo a continuaci6n, el profesor peruano, que el legislador no puede negar la existencia de la causa, la misma que es una nocién irrecusable, y que lo definié como “el motivo determinante de la voluntad de obligarse y que conforme al articulo 205 del Cédigo Civil, la causa significa el movil decisivo de la voluntad de obligarse”. Si bien los conceptos de motivo y movil, en la actualidad tienen una mayor precision y se diferencia de la causa, el aporte de Leén Barandiaran fue esencial, para un retorno al causalismo. El Cédigo de 1984, tal como ya lo dijimos, recogié el tema de la causa con el nombre de fin licito, circunstancia que aparece en el articulo 140. Es por eso que el articulo 319, inc. 4, dispone que el acto jurfdico es nulo cuando su fin sea ilicito, lo que significa tener en cuenta el texto del art. V del Cédigo Civil, que ordena que es nulo el acto juridico contrario a las leyes que interesan al orden puiblico ya las buenas costumbres. En caso contrario, los efectos queridos y producidos no tendrdn el amparo del ordenamiento juridico. En la actualidad, como ya lo sefialamos, la Comi- sin Revisora del Cédigo vigente ha propuesto cambiar el requisito de validez del “fin licito” por el de “finalidad licita”, por resultar mas apropiada, en el sentido de pro- posito del acto jurfdico singular, mensaje que no aparece con claridad cuando el Cédigo habla de “fin licito”. 171 ‘JOEL ORLANDO SANTILLAN TUESTA ABoGADON ees CAU.N? 175 Subcapitulo IV LA FORMALIDAD DEL ACTO JURIDICO SUMARIO: 1. Generalidades. 2. Del formalismo a la libertad de formas. 3. Formalidad ad solemnitatem. 4. Formalidad ad probationem. 1. GENERALIDADES El punto 4 del articulo 140 ordena que para la va- lidez del acto juridico se requiere la “Observancia de la forma prescrita bajo sancién de nulidad”. La Comisién Revisora del Cédigo Civil ha propuesto modificar este punto por la siguiente prescripcién: “Observancia de la formalidad que la ley establece con cardcter imperativo 0 bajo sancién de nulidad”. La Comision considera que el cambio es perfec- tamente explicable, en razén de que con frecuencia el ordenamiento contiene una exigencia de formalidad obli- gatoria, imperativa, pero omite establecer una sanci6n ante el incumplimiento. Es por eso, la propuesta del cambio. Ese caracter imperativo se puede apreciar, por ejemplo, en el texto del articulo 832 del CC que dispone que la dispensa de colacién deba ser establecida en testamento © en otro instrumento piblico, pero no contempla la 173 FRANCISCO JAVIER ROMERO MONTES sancién de nulidad(58), A pesar de esa omisi6n, lo que el legislador impone es una formalidad. Al margen del punto 4 del articulo 140 del CC, el art. 143 dispone que “cuando la ley no designe una forma especifica para un acto juridico, los interesados pueden usar la que juzguen conveniente”. Finalmente, el art. 144 ordena que “cuando la ley impone una forma y no sanciona con nulidad su inobservancia, constituye solo un medio de prueba de la existencia del acto”. Estos son los dispositivos legales, que no se refieren solo a la formalidad, sino a la forma de los actos jurfdicos. Si tenemos en cuenta el concepto de estos tiltimos, encon- tramos que se trata de manifestaciones de voluntad, esto es, exteriorizaci6n de lo que los celebrantes desean. De manera que todos los actos juridicos tienen forma de manifestarse. Pretender quitarle esa manera de expresi6n al acto juridico significaria destruirlo, Es tan amplio el contenido de la palabra “forma” que nos lleva a aceptar que el Cédigo se equivocé en su redacci6n. Por eso, es mas adecuado hablar de formalidad, antes que de forma de los actos juridicos. Los actos juridicos son formales cuando deben hacerse de la manera que la ley lo establece. Es decir, su forma est prescrita por la ley tal como debe realizarse, por ejemplo, el matrimonio, el testamento. Cuando se incumple esa formalidad, la sancién que impone el Codigo es la nulidad de acto, medida establecida en el art. 140, inc. 4, y el art. 219, ine. 6, del vigente Cédigo. No esta 1158 | articulo 831 del CC dispone que las donaciones u otras liberalidades que, por cualquier titulo, hayan recibido del causante sus herederos forzosos, se consideraran como anticipo de herencia para el efecto de colacionarse, salvo dispensa de aquel. Tal dispensa, efectua- da por el causante, debe hacerse bajo una formalidad, esto es, en el testamento o en otro instrumento publico, 71 Tn LA FORMALIDAD DEL ACTO JURIDICO de mas Precisar que la formalidad no solo es impuesta por la ley, sino también por voluntad de los celebrantes, siempre que se respete el interés puiblico. Tal situacion esta contemplada por el art. 1411 del Cédigo al establecer que el acuerdo previo, en cuanto a la forma es requisito indis- pensable para la validez del acto bajo sancién de nulidad. _ Cuando los actos juridicos no tienen que sujetarse a ninguna formalidad establecida, se dice que no son forma- les, sino meramente consensuales. Es decir, basta el mero consenso manifestado. En este caso, la formaes libre, en la medida en que las partes escogen la manera como celebran los actos juridicos. En tal sentido, y siempre que se respete la ley, la libertad es tan amplia que las partes pueden llegar, incluso, a formas muy solemnes, con el 4nimo de darle cierta jerarquia probatoria al acto juridico. Como consecuencia, podemos afirmar que en el Dere- cho contempordneo lo que rige es el mero consensualismo, es decir, la libertad de formas. El formalismo ya sea establecido por la ley o por las partes, se reduce a los actos que tanto la norma legal o la voluntad de los celebrantes desean establecer como una garantia al bien jurfdico tutelado. 2. DEL FORMALISMO A LA LIBERTAD DE FORMAS Las legislaciones antiguas como la romana y la ger- mana daban preponderancia al formalismo en el comercio juridico por considerar que asi se lograba la garantia de la voluntad jurfdica y la seguridad de la prueba. Sobre el particular, sostienen Ospina y Ospina('59), que en el simbolismo primitivo la forma solemne lo era todo, en (159) OSPINA FERNANDEZ, Guillermo y OSPINA ACOSTA, Eduardo, Teoria General de los Actos Juridicos 0 Negocios Juridicos, Temis, Bo- gota, 1980, p. 242. 175 FRANCISCO JAVIER ROMERO MONTES el sentido de que cualquier otro elemento de la actividad juridica, particular, sobre todo la voluntad tinicamente cuenta en funcién de aquella y hasta puede ser suplida por ella, En cambio, en el formalismo moderno, la forma solemne apenas sies una condicién necesaria para ciertos actos denominados solemnes. De igual manera, tanto los Mazeaud('), como Arauz Castex y Llambias(!61), entre otros, sostienen que en los pueblos de cultura incipiente, no nacian las obli- gaciones si los contratantes no cumplian con formulas rituales. De manera que el formalismo estaba en la base de su organizacién juridica, al punto que los actos juri- dicos no tenian eficacia, con base en la voluntad de los celebrantes, sino en el cumplimiento de las formalidades. En la actualidad, encontramos una evolucion del formalismo al consensualismo. nas, la validez de los actos juridicos no puede subordinarse ala observancia de cualquier formalidad particular, salvo prescripcidn especial de la ley. Seguin esa consideracién, elart. 143 del Codigo Civil peruano dispone que “cuando la ley no designe una formalidad especifica para un acto juridico, los interesados pueden usar la forma que juzguen En las legislaciones moder- conveniente”. Fue el Derecho francés, gracias al pensamiento de Domat y Pothier, precursores del Codigo Civil, el que consagr6 la relevancia del consentimiento como expre- sién del poder vinculante de la voluntad, criterio que posteriormente se introduciria en el Codigo de Napoleén (160) MAZEAUD, Henri y LEON, Jean, Lecciones del Derecho Ci- vil, Ejea, Buenos Aires, 1979, Volumen |, p. 408. (6 ARAUZ CASTEX, Manuel y LLAMBIAS, Jorge Joaquin, Derecho Civil. Parte General, Editorial Perrot, Buenos Aires, 1955, T. IL, p. 219. 176 LA FORMALIDAD DEL ACTO JURIDICO de 1804, con la denominacién de consensualismo en las convenciones. En la actualidad, asistimos a una tendencia for- malista, necesaria para dar seguridad y certeza a los actos jurfdicos que nos permiten seguir afirmando que el consensualismo y la bona fide siguen siendo la regla general y el formalismo es tan solo una excepcién. Para algunos autores como Colint y Capitant(1®), se trata de un conformalismo razonado y necesario para una mejor convivencia de la comunidad. El Cédigo Civil peruano de 1852, dentro de la tesis sustentada por el Cédigo francés, no considera a la for- ma como requisito esencial de las convenciones y de los contratos. De esa manera adopté el criterio de libertad para la forma de los actos juridicos. El Cédigo de 1936, en su articulo 1122, plasmé el criterio que ha sido recogido por el Codigo vigente en su articulo 143, segin el cual los interesados pueden usar en la celebracién de los actos juridicos, la forma que juzguen conveniente salvo que la ley designe una forma especifica. 3. FORMALIDAD AD SOLEMNITATEM La disciplina juridica distingue la formalidad ad solemnitatem y la formalidad ad probationem. La primera llamada también solemne, es consustancial al acto juridico. Es decir, no existe el mismo si es que no se ha cumplido con la forma. Son los casos en que el Cédigo sefala tal formalidad como esencial. De ahi que, autores como Al- (162) COLINT, A. y CAPITANT, H., Curso Elemental de Derecho Civil, Madrid, 1975, p. 159. 177 RU FRANCISCO JAVIER ROMERO MONTES baladejo('), lo denominen ad esentiam, ad substantiam ad validitatem 0 ad solemnitatem. ; Se trata pues de formalidades constitutivas(!$) 0 formas solemnes, cuya omisi6n priva al acto de validez. Igualmente, el acto juridico ad solemnitatem requiere uti- lizar la formalidad establecida por la ley y no podra usarse una forma que esté prohibida por la misma. Es decir, sila ley entre varias formas utilizables, prohibe una sola, el acto es nulo cuando se utiliza cabalmente esa forma vedada y no alguna otra permitida(!6), En conclusién, la formalidad ad solemnitatem requiere sujetarse a la manera establecida por la ley, y no utilizar otra diferente si la ley ya no la permite o lo prohibe. Los actos juridicos solemnes que podemos se- falar como ejemplos son el matrimonio, cuyo modo de celebracién esta descrita en el art. 259 del Cédigo Civil Igualmente podemos decir del testamento ordinario el mismo que puede ser por escritura ptiblica, testamento cerrado y olégrafo, tal como lo sefiala el art. 691 del Cédigo Civil. La formalidad solemne esti establecida en el inc. 4 del art. 140, al disponer que para la validez del acto juri- dico se requiere, entre otros, la observancia de a forma preserita bajo sancién de nulidad, texto que a criterio dela Comisién Revisora, debe ser modificado. Como se puede ver, la validez del acto juridico depende de la observancia de la forma prescrita legalmente. Por su lado, el inciso 6 Se (463) ALBALADEJO, Manuel, E/ Negocio Juridico, Bosch, Barcelo- na, 1993, p. 390. (14) LOHMANN, Guillermo, cit., p. 135) (165) LEON BARANDIARAN, José, E/ Acto Juridico, 3* ed., p. 52. 178 LAFORMALIDAD DEL ACTO JURIDICO del art. 219 esta referido a la nulidad como sancién del acto juridico, cuando no se acata la forma prescrita, a que se refiere el inciso 4 del art. 140 del Cédigo Civil. 4. FORMALIDAD AD PROBATIONEM En este caso, se trata de determinadas formas, que deben observarse en los actos juridicos a los efectos que sirvan como prueba, no de su validez que se exige en los actos ad solemnitatem. Es por eso que el articulo 144 del CC expresa que “Cuando la ley impone una forma y no sanciona con nulidad su inobservancia, constituye sdlo un medio de prueba de la existencia del acto”. Como sostiene Vidal Ramfrez(165), la norma fue propuesta por Manuel de la Puente y Susana Zusman(!6”), en su ponencia ante la Comisién Reformadora. Sostenian que el articulo 144 que optaba por sefialar que la forma que aparecia en este dispositivo, tiene como regla general, caracter ad probationem y que solo en el caso que la ley sancione con nulidad la inobservancia de la forma, esta tendra caracter ad solemnitatem. En realidad, se trata de defender la existencia del acto juridico y evitar que de- fectos de forma, que en muchos casos sean secundarios, invaliden el acto. Cuando el espfritu de la norma busque que el in- cumplimiento de la forma dé lugar a la nulidad del acto juridico, tal circunstancia debe expresarse en el texto legal. De no hacerse la forma servira para probar la existencia del acto, es decir, sera ad probationem. ——————— (166) Cit., p. 141. (367) REVOREDO, Delia, Cédigo Civil Peruano, Lima, 1985, p. 143. 179 FRANCISCO JAVIER ROMERO MONTES El art. 144 del Cédigo Civil expresa con toda cla- ridad el cardcter ad probationem, al sefalar que cuando la ley impone una forma y no sanciona con nulidad su inobservancia, constituye solo un medio de prueba de la existencia del acto. Este criterio se recoge en el art. 1352, el mismo que establece que “los contratos se perfeccionan con el consentimiento de las partes, excepto aquellos que, ademis, deben observar la forma sefialada por la ley bajo sanci6n de nulidad”. En consecuencia, el acto ad probationem es tal, cuando la forma se requiere tnicamente al efecto de dar alas partes un medio de prueba. Asf ocurre, por ejemplo, cuando se compra un inmueble por escritura publica. La ley no ordena que tal compra se haga de esa manera, pero la gente lo hace por disponer de un medio probatorio que le permita al comprador oponerse al vendedor, 0 a preten- siones de terceros. Esto quiere decir que si la compra se hizo de otra manera, la transferencia también se produjo validamente. 42n

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