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Juan Andrade Fernando Hernandez Sanchez i@ 19 1 La Revolucion rusa cien anos después 4. «Del pasado hay que hacer afiicos»: la liberacion de las mujeres y la Revolucion rusa ‘Wendy Z. Goldman A finales del siglo XIX August Bebel, el reconodido fundador del Partido Socialdemécrata Obrero de Alemania (SDAP), escribié Die Frau und der Sozialismus (Zurich, 1879), un libro del que se harian al menos cincuenta ediciones y que se traduciria a numerosos idiomas. Posteriormente revisado para incluir cl analisis teérico de Friedrich Engels sobre el desarrollo histérico de la formacién de la familia, influyd profundamente en los socialistas de todo el mundo. Bebel declaraba en él: «Lo que como y bebo, cémo duermo y me visto, es un tema privado mio, como lo es igualmente mi relacién con una persona del sexo opuesto»[1]. Bebel presentaba asi una visién que se convertiria en parte fundamental del pensamiento bolchevique sobre la liberacion de la mujer y la familia, esto es, que las relaciones sexuales debfan ser liberadas de las constricciones de la Iglesia y el Estado y que hombres y mujeres debian ser libres para unirse y separarse basandose Ginicamente en su decisién personal, sin distincién de sexos. Esta visién, conocida como «unién libre» o «amor libre», tenia una larga historia Enraizada en las practicas de las primeras sectas cristianas, se convirtié en un principio de todo movimiento revolucionario, desde los Ranters de la Revolucién inglesa hasta los socialistas utdpicos y los marxistas del siglo XIX y principios del XX. Como sefialé Engels: «Es un hecho curioso que con cada gran movimiento revolucionario aparece en primer plano la cuestién del “amor libre”»{2]. En 1917, los tedricos bolcheviques habian creado un plan para la liberacién de las mujeres que inclufa no solo el «amor libre», sino también su emancipacién de la dominacién patriarcal. El plan combinaba la nocién libertaria del «amor libre» con soluciones a los nuevos problemas creados por la incorporacién de las mujeres a la fuerza de trabajo asalariada bajo el capitalismo. Con el socialismo los bolcheviques esperaban resolver la contradiccién entre el trabajo asalariado y el trabajo doméstico que atin hoy pesa sobre las mujeres. El trabajo doméstico no remunerado que realizaban las mujeres ~abastecimiento del hogar, cocina, reparacién, limpieza, cuidado de nifios, invalidos y ancianos— seria socializado, transferido a la economia en general y realizado por trabajadores asalariados. La gente comeria en comedores ptiblicos, llevaria la ropa sucia y las sébanas a las lavanderias piblicas y tendria acceso a guarderias y escuelas para sus hijos. Al quedar liberadas de las penosas dificultades de combinar el trabajo doméstico y el trabajo asalariado, las mujeres entrarian en la esfera publica en igualdad de condiciones con los hombres. Ya no dependerian de ellos para mantenerse, y quedaria asegurado que sus hijos y parientes enfermos o ancianos estaban bien cuidados, con lo que serfan libres para perseguir sus propios objetivos. Mujeres y hombres elegirian a sus parejas sexuales sin restricciones debidas a la limitacién econémica y la dependencia. La familia, como unidad econémica de produccién y consumo constrefiida por la tradicion religiosa, la propiedad y la ley, se irfa marchitando, dejando solo las relaciones libremente elegidas. La gente podria elegir permanecer juntos durante toda la vida o un dia, pero sus opciones no estarfan limitadas por la dependencia econémica 0 las prescripciones patriarcales. Esos cuatro elementos la unién libre, la emancipacién de las mujeres, la socializacién de las tareas domésticas y la desaparicién de la familia— se convirtieron en el proyecto originario de los bolcheviques para el cambio social y juridico. En los emocionantes dias que siguicron a la revolucién, los bolcheviques hicieron todo lo posible por materializar esa vision, Las mujeres miembros del partido presionaron para crear el Zhenotdel (Departamento de la Mujer del Comité Central del Partido Comunista), dedicado a la organizacién especifica de las mujeres alrededor temas de especial interés para ellas. El nuevo Estado sovigtico promulgé un Cédigo de Derecho de la Familia que liber6 a la gente de las restricciones religiosas. La pobreza, el alto desempleo femenino, la indivisibilidad de los bienes en el hogar campesino, la escasez de fondos estatales para las empresas socializadas y la falta de un control eficaz de la natalidad supusieron serios obstaculos para realizar aquella vision revolucionaria inicial. Muchas mujeres obreras y campesinas se vieron afectadas por la cultura del «amor libre», que permitia a los hombres eludir la responsabilidad de sus consecuencias, es decir, los hijos. La «unién libre» fue atacada por legisladores y mujeres por igual. P. A. Krasikov, primer fiscal general y luego vicepresidente del Tribunal Supremo, resumié asi el nuevo enfoque: «Es necesario poner fin a la concepcién ista del matrimonio y del parto como un asunto exclusivamente privado»[3]. Bajo el liderazgo de Stalin, el Partido lanz6 una campafia de masas para la industrializacién y subordiné todos los demas objetivos revolucionarios a la produccién, Abolid el Zhenotdel y puso fin a la organizacién especifica de las mujeres. El Estado impuso altas tasas por el divorcio, procesé a los hombres que se negaban a pagar la manutencién de los hijos y criminaliz6 el aborto. En 1936 reemplaz6 la idea revolucionaria de que la familia «se marchitarfa» por un nuevo énfasis ideoldgico en la «familia socialista fuerten[4]. Pese a esa brusca reversién, las mujeres no abandonaron las ideas revolucionarias de la emancipacién. Aunque muchas dudaban de los beneficios del «amor libre», luchaban denodadamente por el derecho a la igualdad de género, a empleos bien remunerados y cualificados, a controlar su vida reproductiva, a divorciarse y a prolongar su educacién. Persiguiendo esos objetivos colectiva e individualmente, criaron a sus hijas con nuevas expectativas y aspiraciones, y cuando la Alemania nazi atacé a la Unién Soviética en 1941, sus hijas inundaron las estaciones de reclutamiento militar para ofrecerse como voluntarias para el frente. Este articulo describe los esfuerzos de aquellas revolucionarias a raiz de la primera revolucién socialista triunfante para rehacer las esferas mas intimas de las relaciones humanas. Examina la visién y las realidades, la colision entre el derecho y la vida, y las luchas que las mujeres comunes mantuvieron para crear nuevas posibilidades y dar lugar a un mundo mejor. LA PRIMERA ORGANIZACION DE MUJERES REVOLUCIONARIAS En 1919, en medio de la Guerra Civil, el Partido Comunista de Rusia (bolchevique) promovié la creacién del Zhenotdel o Departamento de la Mujer. Creado por iniciativa de las mujeres pertenecientes al Partido, su propésito era reconstruir la byt o vida diaria para las mujeres. El Zhenotdel fue la primera organizacién de masas creada por mujeres para promover sus propios intereses en un contexto revolucionario. Las mujeres trabajadoras habjan participado en la Revolucién francesa, pero principalmente en nombre de su clase, no de su sexo, La Revolucién rusa fue la primera en incluir a las mujeres y sus intereses como parte integral de la coalicién insurgente. La creacién de una organizacién especifica dedicada a organizar a las mujeres en torno a sus propios intereses no fue facil. Muchos miembros del partido, hombres y mujeres, discrepaban de la idea del «separatismo femenino, que asociaban con el feminismo burgués. Muchos creian que las mujeres debian unirse a las organizaciones de masas y no segregarse en grupos diferenciados. En los niveles inferiores del Partido y de los sindicatos, en particular, habfa una fuerte hostilidad masculina hacia la organizacién separada de las mujeres. Aleksandra Kollontai, la famosa escritora y lider bolchevique, fue repetidamente criticada por los lideres varones del partido por sus esfuerzos por organizar a las mujeres. Desde el Politburd, en la cispide del Partido, hasta los comités de fabrica, en su base, la mayoria de los miembros masculinos del partido se negaban a reconocer que los trabajadores y las trabajadoras podian entrar en conflicto a propésito de los empleos y privilegios propiamente masculinos 0 que la opresién sexual no siempre tendria una solucién de clase. Kollontai, sin embargo, recibié el apoyo de otras mujeres destacadas del partido, entre ellas Aleksandra Artiukhina, Varvara Moirova y Klavdia Nikolaeva. Esas tres mujeres, nacidas en hogares pobres, trabajaban en fabricas y participaban activamente en el movimiento revolucionario desde nifias. El mayor grupo de mujeres organizadas acabo siendo conocido como el de las zhenskii aktiv (mujeres activistas), las zhenotdelki (miembros de Zhenotdel) o las bytoviki (activistas dedicadas a la transformacién de la vida cotidiana). En 1918 Kollontai y otras mujeres recibieron finalmente apoyo del Partido para organizar un Congreso Nacional de la Mujer. Entendfan que si el Partido no autorizaba que mujeres activistas concretas seleccionasen y organizasen la asistencia de delegadas de las localidades, los camaradas no serfan los que se esforzarian en promover el Congreso. Después de muchas vacilaciones, el Comité Central acordé establecer oficinas locales de mujeres para seleccionar y preparar las delegaciones. Las organizadoras esperaban una baja participacién; el pais estaba inmerso en una guerra civil, y los feroces combates hacian que buena parte de él fuera practicamente intransitable. El dia en que se habia programado la inauguracién del Congreso habfan llegado unas cuarenta delegadas. Sin embargo, pronto comenzaron a llegar telegramas de todos los rincones: «Camaradas, nos hemos retrasado»; «Camaradas, estamos en camino». Cuando se inicié finalmente el Congreso, 1.200 mujeres habian conseguido atravesar el pais devastado por la guerra para ocupar sus asientos en Mosci[5]. En el Congreso las delegadas idearon una estructura para lo que se conocié como el Zhenotdel, una organizacién permanente basada en asambleas de delegadas locales para apoyar a las mujeres en el gobierno y comisiones de mujeres para promover sus intereses especificos. Durante la siguiente década el Zhenotdel iba a organizar a cientos de miles de mujeres[6]. Las organizadoras se enfrentaron a obstaculos de enormes proporciones: falta de fondos estatales, alto desempleo femenino y millones de nifios huérfanos por el hambre y la guerra. Ademds, muchos hombres, especialmente a nivel local, permanecian hostiles a sus esfuerzos y se mostraban reacios a dedicar tiempo 0 recursos a sus objetivos. A lo largo de la década de 1920 los miembros del partido siguieron cuestionando la eficacia y el propésito de una organizacion especifica de mujeres. Muchos sostenian que ellas pertenecian a las mismas organizaciones que los hombres y que el Zhenotdel no estaba suficientemente integrado en la vida politica general del Partido[7]. Algunas militantes del partido estaban de acuerdo. Les molestaba verse agobiadas por el trabajo organizativo en torno a los «problemas de la mujer» y que eso excluyese otras cuestiones politicas. Otras argumentaban, en cambio, que en ausencia de una organizacién de mujeres dedicada a asuntos de mujeres, los sindicatos y el Partido las ignorarian completamente[8]. Mientras el debate se intensificaba, el Zhenotdel seguia abogando fuertemente por las mujeres, trabajando para crear lavanderias y guarderias infantiles, enviando a miles de mujeres a trabajar en pucstos estatales y del Partido, combatiendo la prostitucién y promoviendo el empleo femenino. Permanecia estrechamente relacionado con las mujeres en las aldeas y las ciudades, y seguia siendo la nica organizacién de masas que podia articular sus agravios y promover sus intereses. DERECHO DE FAMILIA REVOLUCIONARIO Al mismo tiempo que se creé el Zhenotdel, los juristas redactaron y promulgaron el cédigo de familia revolucionario mas avanzado que el mundo habia visto jamas. El Cédigo de Familia de 1918 rompié abruptamente con las prescripciones patriarcales y las restricciones del periodo zarista y proclamé una era sin precedentes de libertad social. Antes de la revolucién, la ley rusa reconocia el derecho de las autoridades religiosas a controlar el matrimonio, el matrimonio civil no existia y el divorcio era casi imposible. Las mujeres tenian pocos derechos segiin la Iglesia 0 el Estado y una mujer debia obediencia completa a su marido, Hasta 1914, cuando se promulgaron algunas reformas limitadas, una mujer no podia separarse de su marido, obtener su propio pasaporte o residencia, aceptar un empleo, recibir educacién o firmar una letra de cambio sin el consentimiento de su marido. Los padres tenian un poder casi incondicional sobre sus hijos, y solo los hijos de un matrimonio religiosamente sancionado se consideraban legitimos. Los hijos ilegitimos no tenian derechos ni recursos legales. El divorcio, segin la Iglesia ortodoxa, solo era permisible en caso de adulterio (presenciado por al menos dos personas), impotencia, exilio o ausencia prolongada e inexplicada. En los casos de adulterio 0 impotencia, la parte responsable tenia permanentemente prohibido volver a casarse[9]. Como demostraba tragicamente la novela Anna Karénina de Leon Tolstéi, las convenciones sociales y las leyes sobre el divorcio y la custodia de los hijos hacian pricticamente imposible que una mujer escapara de un matrimonio sin amor[10]. El nuevo Estado soviético barrié inmediatamente siglos de autoridad patriarcal y religiosa respaldada por el Estado. A los dos meses de tomar el poder, aprobé dos cortos decretos que sustitufan el matrimonio religioso por el civil y establecian el divorcio a peticién de cualquiera de los cényuges. En octubre de 1918 fue promulgado un cédigo completo sobre el matrimonio, la familia y la tutela. En términos de derechos individuales y de igualdad de género, el Cédigo de 1918 cra la legislacién familiar mas progresista jamas promulgada en ningin lugar. De hecho, una legislacién similar sobre igualdad de género, divorcio, legitimidad y propiedad atin no ha sido promulgada en Estados Unidos ni en la mayoria de los paises europeos. El Cédigo establecia la igualdad de género ante la ley, aboliendo la condicién juridica inferior de la mujer. Dio legitimacién legal solamente al matrimonio civil (aunque la gente podia concertar una ceremonia religiosa si lo descaba). Establecié el divorcio a peticién de cualquiera de los conyuges y extendié la pensién alimenticia tanto a hombres como a mujeres si cran discapacitados y pobres. En lugar de la autoridad religiosa, creé oficinas para registrar el nacimiento, la muerte, el matrimonio y el divorcio, convirtiendo el matrimonio en un simple registro. Suprimié la idea misma de ilegitimidad, extendiendo los mismos derechos de apoyo parental a los nifios nacidos dentro o fuera de un matrimonio registrado. Asi, el Cédigo separaba las obligaciones del matrimonio de las de la familia creando la responsabilidad parental de los hijos independientemente del contrato matrimonial. El Cédigo también prohibia la adopcién desde la creencia de que el Estado podria cuidar mejor a los nifios huérfanos que la familia individual. En una sociedad mayormente campesina, los juristas temian que la adopcién permitiera a los hogares campesinos explotar el trabajo no remunerado de los nifios sin hogar. Finalmente, de acuerdo con el Cédigo, el matrimonio no daba lugar a la comunidad de bienes: la mujer conservaba el control total de sus bienes después del matrimonio y ninguno de los conyuges tenia ningin derecho sobre la propiedad del otro. El Cédigo presuponia que ambas partes, casadas 0 divorciadas, se mantendrian a si mismas{L1]. Pese a las muchas disposiciones radicales del nuevo Cédigo de la Familia, Aleksandr Goikhbarg, su joven e idealista autor, no lo consideraba «socialista». Compartia la opinién de Lenin y otros lideres bolcheviques de que el Derecho, al igual que el propio Estado, tendria que «marchitarse» bajo el socialismo[12]. Goikhbarg escribié: «El poder proletario construye sus cédigos y todas sus leyes dialécticamente, de modo que cada dia de su existencia socave la necesidad de esta». En resumen, el objetivo de toda ley bajo el socialismo era «hacer superflua la ley»[13]. El Cédigo fue claborado para reflejar los ideales de la revolucién y para animar a la gente a avanzar hacia una nueva sociedad en la que las relaciones humanas no requerirfan regulacién. En 1920 el Estado soviético acompaiié la promulgacién del Cédigo de Familia con otro decreto sin precedentes: fue el primer pais del mundo en legalizar el aborto; reconociendo que su criminalizacién solo servia para inducir a las mujeres desesperadas a la clandestinidad, permitié a las mujeres someterse a abortos realizados por médicos en los hospitales sin coste alguno[14]. El Codigo de Familia de 1918 encarnaba altos ideales, pero pronto chocé con la dolorosa realidad social de la Rusia posrevolucionaria. Después de afios de guerra, la infraestructura industrial estaba en ruinas y el comercio entre el campo y la ciudad se habia visto practicamente interrumpido. La primera tarea del nuevo Estado socialista fue reconstruir la economia. Se calcula que en Rusia habia en 1922 unos 7,5 millones de nifios con grave desnutricién o murigndose de hambre, victimas de la Primera Guerra Mundial, de la Guerra Civil y de la consiguiente hambruna[15]. Vagaban por el pais, hambrientos y sin hogar, congregandose alrededor de los mercados y estaciones de ferrocarril, robando, mendigando y prostituyéndose para sobrevivir[16]. A pesar de sus buenas intenciones, el Estado no disponia de fondos para crear los servicios necesarios para socializar el trabajo doméstico; ni siquiera era capaz de mantener los orfanatos. El primer retroceso de la vision revolucionaria lleg6 con la revisién de la prohibicion de la adopcién, En 1926 el Estado abrogé esa prohibicidn, alentando a las familias campesinas a adoptar a los nifios de las instituciones estatales empobrecidas. El decreto admitia libre y piblicamente que su propésito era recortar los gastos estatales empleados en el cuidado a los huérfanos y preparar a los nifios para un futuro empleo. Los hogares campesinos recibieron una cantidad global para mantener al huérfano y una parcela extra de tierra como incentivo[17]. El Comisariado de la Ilustracién entendia el decreto como una retirada forzosa de los planes revolucionarios para socializar la puericultura para los necesitados. La revocacién de la prohibicién de adopcién fue la primera sefial de que el trabajo no remunerado de las mujeres dentro de la familia serfa dificil y costoso de reemplazar. La familia cra la Unica institucién que podia alimentar, vestir y socializar a un nifio casi sin coste para el Estado. La libertad sexual garantizada por el Cédigo de 1918 también produjo consecuencias sociales no pretendidas. A lo largo de la década de 1920 el Estado comenzé a reconstruir la industria, pero el desempleo, especialmente entre las mujeres, se mantuvo muy alto, Las mujeres urbanas, dependientes de los asalariados masculinos para mantenerse a si mismas y a sus hijos, se encontraban en una situacién desesperada después del divorcio. Las que trabajaban a menudo no tenfan dénde dejar a sus hijos pequefios. El clevado desempleo, los bajos salarios y la ausencia de métodos anticonceptivos y de cuidado de los nifios reforzaron la dependencia de las mujeres con respecto a los hombres. Por otra parte, la tasa de divorcio se disparé. Los tribunales estaban atestados de mujeres que pedian una pension alimenticia y la manutencién de los hijos. Los hombres aprovechaban el facil acceso al divorcio para tener multiples parejas, abandonando con facilidad a una mujer con hijos para casarse con otra. En Moscti, a mediados de los afios veinte, habia un divorcio por cada dos matrimonios; en Leningrado, uno por cada cuatro, Incluso en las zonas rurales, donde los campesinos vivian en hogares multigeneracionales extendidos, la tasa de divorcio superaba la de cualquier pais europeo[18]. Los afios de guerra e inestabilidad habian socavado las costumbres tradicionales y los lazos comunitarios. Las mujeres se emparejaban con soldados, extranjeros y proveedores temporales en uniones casuales y de corta duracién. La moralidad sexual se hizo menos restrictiva. Muchas personas vivian en uniones de facto, sin molestarse en casarse. Un observador social escribié: «Los viejos fundamentos podridos de la familia y el matrimonio se han derrumbado [...] Pero no hay principios rectores para la creacién de relaciones nuevas, hermosas y saludables. Hay bacanales inimaginables. El amor libre es entendido por la mayoria como libertad para la depravacién»[19]. Entre los campesinos, la libertad del Cédigo de 1918 presentaba sus propios problemas. La propiedad principal del hogar campesino multigeneracional —la tierra, los animales, las herramientas, la cabafia y la cosecha— se mantenia en comin. La familia campesina era patrilocal: una mujer se iba a vivir con Ia familia de su marido cuando se casaba, y sus hijos recibian derechos sobre la tierra a través de su padre. Si una mujer descaba divorciarse de su marido, no tenia forma de vivir independientemente ni de conservar la custodia de sus hijos en el pueblo, Su esposo no podia pasarle una pensién alimenticia sustrayéndola de los bienes comunes del hogar. En tales circunstancias, la libertad concedida por el Cédigo de Familia entraba en conflicto con las antiguas tradiciones de la familia campesina. Para las mujeres campesinas y obreras, las duras realidades materiales de la vida hacfan imposible la promesa de emancipacién encarnada en el Cédigo de Familia. Después de dos afios de encendido debate a nivel nacional sobre el derecho y la vida social, los juristas elaboraron un nuevo Cédigo de Familia en 1927. Su objetivo era ofrecer una mayor proteccién a las mujeres y los nifios, sin renunciar a los ideales de la unién libre. Para proteger a la esposa 0 esposo sin ingresos, el nuevo Cédigo establecié 1a propiedad conjunta de los bienes adquiridos durante la unién. Reconocié el matrimonio de hecho (0 convivencia) como equivalente juridico al matrimonio _registrado, extendiendo el derecho a la pensién alimenticia incluso a los compafieros que no estaban casados. Aun asi, conservé el derecho al divorcio, y de hecho lo facilité ain mas mediante la transferencia del procedimiento, que pas6 de los tribunales a la oficina de registro. El divorcio lo podia obtener ahora cualquiera de los cényuges rellenando un simple formulario; y si ambos cényuges no estaban presentes en la oficina de registro, el ausente seria informado del divorcio por correo. El Cédigo de 1927 produjo un salto inmediato en la tasa de divorcios. En 1927 tres cuartas partes de los matrimonios celebrados en Moscti terminaron en divorcio, en Leningrado dos tercios, y la proporcién siguié aumentando[20]. Muchos hombres se negaban a pagar la manutencién de los hijos y los tribunales se veian abrumados por las madres desesperadas. Las érdenes judiciales sobre el pago tenian escaso efecto. Los hombres cambiaban de trabajo y de residencia para evitar el pago y los alguaciles no podian seguir a los millares de hombres encausados. Miles de mujeres esperaban ansiosamente la pensién alimenticia que nunca llegaba. Otros problemas sociales seguian también aumentando. Los nifios sin hogar seguian pululando por las ciudades y las instituciones estatales ofrecian bien poco a los adolescentes en cuanto a su capacitacién laboral. Decenas de miles de nifios vivian en las calles, aumentando los indices de delitos menores. La politica de adopcién campesina resulté ser un pobre sustituto de los hogares infantiles bien financiados. Los nifios se quejaban de la explotacién de sus familias adoptivas y muchos huian y volvian a la vida en las calles. Un miembro del tribunal insté al Estado a rescindir la disposicién sobre la adopcién[21]. El gobierno comenzé a alentar cada vez mas a los padres a evitar que sus hijos se convirtieran en pupilos del Estado. Los juristas exigieron sanciones penales para los que abandonaran a sus hijos y pidicron a los padres que pagaran por los nifios acogidos en las instalaciones estatales. EI Tribunal Supremo decreté que los padres que abandonaran a sus hijos cerca de orfanatos u hospitales estarian sujetos a procesamiento penal{22]. Sin embargo, a lo largo de los afios veinte el Estado permanccié oficialmente comprometido con su visién revolucionaria anterior. A pesar de los problemas sociales crecientes y de las medidas administrativas més estrictas, no se produjo ningiin cambio en su orientacién ideoldgica. Se mantenia la esperanza de que, una vez, que volvicra la prosperidad y el pais se desarrollara econémicamente, los problemas sociales que impedian la plena emancipacién de las mujeres desaparecerian. LA GRAN REVERSION En 1928, después de graves disensiones con las oposiciones de izquierda y derecha, Stalin asumié un liderazgo incontestable dentro del Partido y promovié una rapida industrializacién y colectivizacién del campesinado. Las mujeres ingresaron como fuerza laboral en la industria en cifras récord, mientras que las ciudades y centros industriales crecian rapidamente a medida que millones de campesinos abandonaban el campo. Entre 1928 y 1937 se incorporaron a la fuerza de trabajo 6,6 millones de mujeres[23]. Las vastas transformaciones que habian sacudido a Europa occidental durante siglos — proletarizacién, industrializacién, urbanizacién— se realizaron en la Unién Soviética en tan solo una década. En ningin pais del mundo Ilegaron las mujeres a constituir una parte tan significativa de la clase obrera en tan poco tiempo. El Partido lanz6 un nuevo lema: «adelante con la produccién», que afecté a todos los ambitos de la vida. Los sindicatos dejaron de defender a los trabajadores convirtiéndose en cambio en correas de transmisién para el cumplimiento de los nuevos planes de produccién y los objetivos del Primer Plan Quinquenal, a los que quedaron subordinados todos los demas aspectos socioeconémicos. En 1930 el Comité Central abolié el Zhenotdel, alegando que reproducia innecesariamente cl trabajo de otras organizaciones del Partido. A pesar de las fuertes protestas de las mujeres activistas, los dirigentes del Partido les ordenaron que dejaran de preocuparse por las cuestiones de la vida cotidiana y se dedicaran a la produccién en las fabricas y las granjas colectivas. En ausencia de una organizacién femenina, las mujeres perdieron la posibilidad de reconfigurar la vida cotidiana. Aunque millones de ellas se incorporaron a la fuerza de trabajo y lograron cierto grado de independencia financiera con respecto a los hombres, perdieron la Unica organizacién capaz de articular sus necesidades como mujeres. Trabajaban obteniendo un salario, pero también siguieron siendo responsables de la mayor parte de las tareas domésticas, el cuidado de los nifios y otras tareas que constitufan la «doble carga» de las mujeres trabajadoras en todas partes|24]. Los dos primeros planes quinquenales dieron lugar a disturbios masivos y desérdenes en todo el pais. Entre 1932 y 1934 Ilegaron a las ciudades soviéticas cerca de 30 millones de personas, y 24 millones las abandonaron. Oleadas de gente Ilegaban en busca de trabajo y otras tantas se iban porque la construccién de nuevas viviendas no seguia el ritmo de la industrializacién. EI proceso de colectivizacién forzosa y la posterior hambruna de 1932-1933 crearon nuevas corrientes de nifios hambrientos y sin hogar, y la rapida industrializacién sometié a las familias a terribles tensiones[25]. A medida que las mujeres se incorporaban a la fuerza de trabajo asalariada, los periédicos Ilamaban la atencién sobre el nuevo fenémeno de los millones de nifios abandonados a su suerte (beznadzornost’). Los jueces, los educadores, los trabajadores sociales y las milicias comenzaron a preocuparse cada vez, més por el gran nimero de nifios huérfanos y abandonados que vivian en la calle. En 1933 el Soviet de Moscé ordené a la milicia que no les permitiera ejercer como vendedores, mendigos, acrdbatas, cantantes o zapateros en las calles, en los mercados 0 en las estaciones de ferrocarril. Los adultos que usaban nifios para mendigar estaban sometidos a multas y penas de trabajo obligatorio[26]. Aunque la milicia realizaba grandes redadas de nifios, no tenia adénde enviarlos. Los orfanatos y hogares infantiles estaban atestados. La Comisién de Justicia de Menores estaba sobrecargada de casos, con escasez de personal, y era incapaz de hacer frente eficazmente a la delincuencia juvenil[27]. A partir de 1935 el Estado implementé un nuevo enfoque punitivo del desorden social, incluyendo 1a delincuencia juvenil, la negativa a pagar la pensién alimenticia y la practica del divorcio en serie. Suprimié la Comisién de Delincuencia Juvenil y transfirié a los tribunales la responsabilidad de los menores. Los nifios mayores de doce afios debian ser juzgados como adultos. Se aprobaron medidas estrictas para climinar a los nifios y adolescentes de las calles. Los padres eran considerados responsables de las acciones criminales de sus hijos[28]. Los juristas afirmaban ahora que el crimen ya no estaba motivado por la pobreza o las condiciones sociales, sino mas bien por la irresponsabilidad de los padres. Un jurista vinculé la negligencia de los nifios con la liviana actitud de los tribunales hacia los casos de pensién alimenticia, alegando que los padres, en particular, habian abdicado de la responsabilidad de sus hijos y que el 80 por 100 de las pensiones ordenadas judicialmente nunca eran pagadas[29]. Aumenté la presién sobre los tribunales para enjuiciar a los hombres que no se ocupaban de a manutencién de sus hijos. Un escritor propuso incluso que los hombres que abandonaban a sus mujeres © las trataban tnicamente como «parejas de cama» debian ser juzgados por «vandalismo sexualy[30]. La campafia contra la irresponsabilidad masculina culminé en junio de 1936 en una explosién de propaganda en defensa de la familia y una nueva ley que aumentaba el castigo por no pagar la pension alimenticia, hacia el divorcio mas dificil y prohibia el aborto, a menos que la salud de la mujer estuviera en peligro, y criminalizaba a quienes lo realizaban, La ley también amplié el ntimero de guarderias infantiles y proporcioné atencién especial a las mujeres embarazadas en el trabajo y apoyo adicional a las madres trabajadoras, Concedié grandes estipendios a las madres con mas de siete nifios que dieran a luz a nifios adicionales. Ademas de esas medidas pronatalistas, puso fin a la practica del «divorcio postal», obligando a ambos cényuges a aparecer en Ia oficina de registro. También establecié una tabla de tasas por el divorcio, comenzando con un alto precio para el primero y aumentandolo para cada divorcio posterior. En 1936 la visién soviética oficial de la familia sufrié una reversién completa. El Estado alentaba a las mujeres a incorporarse a la fuerza de trabajo y mantenia toda una red de instituciones de cuidado infantil, pero cambié toda su orientacién ideolégica hacia la familia. Los lideres estatales y del partido rechazaron la idea revolucionaria de la «unién libre» como una perversién trotskista-bujarinista y promovieron en su lugar la nocién de una «familia socialista fuerte». Los emocionantes debates puiblicos de los afios veinte quedaron en el olvido. A finales de la década de 1930, durante la represién masiva, muchos de los juristas revolucionarios que habfan dado forma a las ideas de Lenin sobre la desaparicién del Estado fueron atacados por promover el «nihilismo legal». Se les tildaba de «pseudomarxistas», espias y ladrones, y muchos de ellos fueron ejecutados o enviados a los campos del Gulag[31]. Las condiciones materiales y la frustracién de las mujeres ante la falta de compromiso de los hombres debilitaron Ia vis revolucionaria en materia de género, pero no fueron las responsables tiltimas de su desaparicién. La pérdida de perspectiva revolucionaria del Estado en esta materia se produjo por etapas: en primer lugar, la obligacién de abandonar la crianza socializada y luego, en rapida sucesién, la abolicién del Zhenotdel, la represién de la delincuencia juvenil, la penalizacién del aborto, las dificultades para la obtencién del divorcio y la aprobacién de leyes mas estrictas sobre la pensién alimenticia y la manutencién infantil. La reversion de la década de 1930 en el tema de la mujer fue esencialmente politica y levaba todas las marcas de la politica estalinista en otras areas, El retroceso estaba enraizado en el atraso material, la pobreza y la privacién de la década de 1920, pero también constitufa una ruptura brutal con una larga tradicién de pensamiento y pricticas revolucionarias. Estratificacion por géneros de los puestos de trabajo El Estado rechazé la demanda del Zhenotdel de reconsiderar el trabajo no remunerado de las mujeres en el hogar, pero a diferencia de la Alemania fascista o de muchos paises capitalistas hoy dia, seguia comprometido con la igualdad de género y el empleo remunerado de las mujeres. A lo largo de la década de 1920 las trabajadoras se concentraron en determinados sectores industriales como el textil, y en los puestos de servicios peor pagados como el trabajo de limpieza, De hecho, las mujeres estaban virtualmente excluidas de la produccién en muchas industrias, concentradas en su lugar en trabajos sucios 0 pesados en los puestos de servicios dentro de las fabricas. Un reportero describia asi una gran fabrica de aparatos eléctricos, tipica de la época: «la puerta del taller de produccién permanecia cerrada para las mujeres». Las trabajadoras sc limitaban a trabajos no cualificados al aire libre, acarreando pesadas cargas en los frios y sucios patios que rodeaban la fabrica. Los trabajadores masculinos bromeaban diciendo que esos patios eran

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