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* [ESTUDIOS DE SOCIOLINGULSTCA ANDALUZA MonpfiaR, J. (1986): “Naturaleza y estatus social de las hablas andaluzas”, en M, Alvar (coord.): Lenguas peninsulares y proyeccién hispdnica, Madrid, pp. 143-149, - SaLvabor, F. (1991): Léxico del habla culta de Granada, Publicaciones de la Universidad de Granada, VILLENA, J.A. (1988-89): “Perspectivas y limites dea investigacién sociolingutstica contempordnea (reflexiones programéticas a propdsito del proyecto de investigacién del sistema de variedades verndculas malaguefias)", Estudios de Lingittstica, 8, pp. 237-274. CARBONERO, P. (200%): ColAser bo toarcki nays Sleter, endaluaa , Vorveraded de Seuille. NORMA SOCIOLINGUISTICA, NORMA ACADEMICA Y NORMA ESCOLAR EN ANDALUCIA (Cuando se intenta perfilar éenicamente el concepto de\“HOHia” EH lingsHea, se presenta a necesidad de debatir una civersidad de posibles planteamientos y pers- pectivas. Atendiendo al significado general del vocablo, el Diccionario de la Real ‘Academia Espafiola (1992, p, 1025) define norma, en su acepeién 2, como: “Regla que se debe seguir o a que se deben ajustar las conducts, tareas, actividades, etc.” Ahora bien, el "deber ser” y el “set” han de estar necesariamente relacionados. De que el adjetivo normal, del mismo étimo que el sustantivo anterior, se define «en dicho Diccionario de la manera siguiente: “Dicese de Io que se encuentra en su natural estado" (ibfdem). De ahf que, en cierto modo, las reglas a atenerse suelen estar marcadas por loquees Ello no es siempre asf de manera tan sencilla y estricta, pero no hay duda de que cualquier “normativa” que vaya decididamente en contra de la corriente de compor- tamiento mayoritariamente aceptada tiene pocas posibilidades de éxito, y encualquier caso denotarfa, por poco realista, una escasa sensibilidad sobre Ia realidad a la que se aplicara No obstante, en todo proceso de normalizacién, esto es, e] establecimiento explicito de una norma, entranen juege, ademds, otros factores de valoracién, més alla de 1o que es el uso mayoritario. Ya twvimos ocasién de analizar tals factores alahora de establecer lo que se considera “norma esténdar" (P, Carbonero, 19852), puesto que, pormdltiples ycomplejasrazones, hay usos y comportamientos que estén socialmente més aceptados que o40s y que, porlo tanto, son considerados los mejores. Sogtin explica R, Bartsch (1987, p. 218), entre los diversos aspectos que hay que diferenciarenrelacidn conel concepto de norma, uno esl émbito dela norma como praxis, referido ala cantidad de personas que lausan, y atm esel Abita de lanorma ‘como reconocimiento, referido a la validez que se otorga a un determinado uso. de unos habitos lingiisticos adquiridos espontineamente, y buena parte delos objetivos %v % "ESTUDIOS bs SOCOLINGUIETICA ANDALUZA ) Allohay qu sumarel objetivo de logaren el slomno eso de lengua govlnsecclnd conden coma qu ea eee ca cia carceriiasdfablagn puccencomo mis presigiadas egin inves sgnsonssciolingisens Exo signi ue un patel “aba bin exine lo qu eye crn fen en, conden emplese ae ) Poruna parte, al margen de otras prescripciones, un ingrediente, ae Gad, tanto en el émbito geogréfico como en el estratificacional a [BsTUpI0s DE SOCIOLINGUTSTICA ANDALUZA ©) A las dos perspectivas anteriores hay que aiiadir, en los objetivos docentes, ‘el logro de que los alumnos empleen Ia lengua de acuerdo cor académicamente, esto es, segiin las reglas emanadas oficialmente para cot ‘uirlos usos que han de considerarse como correctos. Enno pocas ocasiones incluso se ha justificado Ia propia existencia de la institucién académica y las gramaticas normativas emanadas de ella, entre otras razones, porlanece- sidad de que padres y maestros tengan un referente pedag6gico para que los we rept irn ncnicoei ia habilitaré en muchos delos émbitos de las relaciones sociales en que ten- rn que desenvolverse. Yaenel Prologode la primera Gramética académica (Real Academia Espaiiola, 1771, pp. 97-100) podemos leer: “Pocos habré que nieguen Ia utilidad de la Gramatica sise considera como medio para aprender alguna lengua estrafa; pero muchos dudarén ‘que sea necesaria para la propia, pareciéndoles que basta el uso. ‘No lo pensaban ast los Griegos ni los Romanos, pues sin embargo de que para ellos eran tan comunes la lengua griega y latina como para nosotros la castellana, tenian Graméticas,y escuelas para estudiarlas (oo Seria, pues, conveniente que los padres 6 maesirosinstruyesen con tiempo 4 los nifos en la Gramdtica de su lengua. Los que no hubiesen. de seguir la carrera de las letras seilustrarian é lo menos en esta parte de ellas,yhallarian en el exercicio de sus empleos, enel gobierno de sus haciendas, yen el trato civil, las ventajas que tienen sobre otros los que se explican correctamente de palabra y por escrito.” Establecidas las distinciones anteriores, que quedan sintetizadas en el cuadro _gtfico que nos ha servido de referencia (vid. supra), nos interesa ahora considerar les circunstancias que con respecto a cada uno de los tipos de norma se dan en la ‘modalidad lingistica andaluza, pues hay que partir de la realidad de que el espatiol ‘hablado en Andalucfa tiene un perfil diferencizdo del de otras modalidades del espaol, dems de poseer sus légicas diferencias internas ~como ocurre con cualquier otra rmodaliad de habla que adquieren rasgos mds 0 menos acusados, segin [as zonas geogréficas 0 los estratas sociales en que nos situemos. La norma sociolingiifstica en Andalucia ‘Unade las perspectivas de andlisis que yahe defendido en ocasiones anteriores (P-Carbonr, 19850 eaqu sobre el ech diferencia andl, enloquealosraseos de habla seer, noes scent alicar napepetivaoiontal dite) [NORMA SOCIOLINGOISTICA, NORMA ACADEMIA Y NORMAESCOLAR EN ANDALUCIA 8s (Gaipieaso geogeaieas para mostrar tanto las diferencias intemas dentro de a propia ‘modalidad, como las externas en relacién mnodalidades), sino que ha de este tereno de andlisis sociolingUifstico, las inves- tigaciones de que disponemos hasta el momento nos ofrecen resultados, todavia parciales, porque no todos los émbitos andaluces se han estudiado con la misma pro- fundidad eintensidad, pero que indican una clara endencia~por otro lado nada extratia, ni il6gica~ hacia el hecho de que cada uno de les diversos rasgos dialectales puede tener para los hablantes, en el uso implicito que hacen de ellos, diferente grado de aceptacién y prestigio social. Natacamente las ronteasingtticas noon tants niles eogrdficas (entre Jo septentrional y lo meridional) ni las sociales (entre lo culto y lo vulgar), pero 8 partir de as investgacionessocilingsticas en que hemos estado trabajo. se han pubicado datos (V. Lamiguizy P. Carbone, 1967: P. Carbone, dt, 1992), referents fundamentalinente a |aghba rbanis de SOlAY a Teea onl mbito del andaluz occidental, en Jos cuales se percibe claramente que: __ Y due, por Io tanto, quedan relegados a usos cologuiales 0 >pulares de la lengua, Algunos de ellos son: Ia pronunciacién fricativa del ners (grafia ch), laneutralizacidn de fl en posicién implosiva, lapérdida le -ty - finales de palabra, el ceceo grueso, la apécope de palabras como (para), mut (rauy), t0 (todo), etc. ') Pero al mismo tiempo, hay otro GSSTORANEBBA ye, scndo habitates Seen ig tpt eos as pencrandoen lo distinos veld sociocultural, inclyendo osms cul, yen los divers regitoro grados deformaldad como cual manfiestanatendeacia aunanivelacgnlingltio! opi y diferenciada de a castellana septentional. Eso ocure, entre otros némenos, con el SEH a del fonema astellano /x/(grafiajog**),e i saleable ye Sea preconsonéntica, prevoedlica final de palabra 0 repasaasfcoe le nlgngn tr consonants finses dora, Nees ‘mos necesario detenemnos aqus en presensar datos coneretos sobre cada fend- ‘meno, puesto que ya han sido publicados en trabajos corao los que hemos ‘enido citando més arriba y ellos es posible remitirse para su consideracién, 86 [Beruntos D8 SOCIOLNGOIICA ANDALLEA ‘La norma académica en Andalucia {Un punto de referencia qu sempre ha sid tend en cuenta pore profesor delengsesptoaen cba vse leeds cones ne Por considerarcorreto 0 incorrecto el emploo de elerto Vocab com ur detrioade Signifcadoy su adecvadaortograia,aseferencianmedala sel (RERIAGHRRED conde seconrasta si cluzmino yu sepia seencuenan “ofa mente reconocos"- Algo pareido ocr cuando se vata de alraro cones uns el cuallo que se ene como critexioes a admisién oo po (CRIES Croramene sesupoeqotesccconceslacr you mamate de gramatica empleadoscomolibros de textorefejan dicha normative académicay, en consecuenci, sonesie materilesescolaes, yn las fuentes faémicasen qve se basal que suelen ser conutatos de manera habitual por estar amano en trabajo cotidiano. Sin embargo, debemos manifestar ciertareservacon este proceder, sino se tienen en cuenta algunas circunstancias como las que vamos a comentar. aunque logicamente éstas no suelen ser arbitrarias, sino que difusamente pueden procederdel conocimniento de autor sobre lanorma lingitstica lanorma sociolingist- ‘a, ola propia norma académica, que de manera convergente se plasman nel manual correspondiente y que, dado el prestigio profesional habitual de los autores y el reconocimiento oficial de los textos, se convierten en norma para la escuel Laotra circunstancia que debemos mencionar es que la gramética académica ‘esmenos dogmitica y rigida de lo que suele creerse. Si hacemos unarevisiGn de las Ades, en nomena nos eons conn ito vaio de noemas ase fons rte quel gmat aclera mi Yeseme™ degtedpenemos ne aad ca GSI ca pm ute nse tent conlderacin de “Granta” sino dc MBI pra wa nova ran Erle achenerie gar aneceds coment el puede teal ‘Academia Espaiiola, 1973, p.5).A pesar dedichaadvertencta, para muchos de nosotros Jas observaciones gramaticales del Esbozo, que con frecuencia son deseripciones “consejos”, mas que normas prescriptivas, son tenidas en consideracién a ahora de valorar y decidimnos por un determinado uso de Ie lengua. [NORMA SOCIOLINOUTSTICA, NORMA ACADEMICA Y NORMA ESCOLAR EW ANDALUCIA 87 Enloconcerniente ala fonética yfonologfa-que es la parcela dela lengua que suele considerarse como la mds diferenciadaentre el andaluz y otras modalidades del es estamos centranto nnestasreflexiones en estas pias en a se establecen dos posibles “cuadros” de organizacién dels fonemas, en el segundo delos cuales—que podria aplicarse al andaluz, asfcomo ‘otras zonas del espafiol is Acerca del sonido [6] (correspondiente a las grafias zy c*) leemos en la ‘mencionada obra: “La interdental fricativaespropia del norte y centro de la Peninsula En Andalucfa, Canarias e Hispanoamérica seemplea ls) predorsal ocoronal.” Real Academia Espatiola, 1973,p.22,nota 20), Porotra parte, sobre el sonido lateral palatal correspondiente ala grafia if explica el Bsbrzo: “En exteosas zonas de Espafa (casi toda Andalucta, gran parte de Extremadura y Castillala Nueva, y focos aislados en otras regiones) y de América (..) ha desaparecido el sonido lateral, transformado en y. J}. (@.24,nota 24). Y acontinuacién se aclara que lo queno tiene buena consi- ‘Yesolleva ‘posee su propia organizacién funcional interna, No hay razones, pues, pars dar prioridad normativa,ni alos usos seseantes, ni «los distinguidores de 9, en el espafol actual. Ast lo explica J.M. Lope Blanch (1993, p. 133): “Importantes son ya los casos en que la lengua espaiola ofrece dos ‘normas lingifstcas de validez equivalente. En primer lugar, cl de ladistincién entre dentoalveolarsibilante //e interdental ciceante /8/: la casi toalidad de las bablas hispénicas~incluidas variantes europcas tan importantes como la andslza ola cana sdesconocen aclstine6ns/8,porser ya seseantes, yaceceantes. Ladistinein es propia, especificamente, de los dialectos castellanos o castellanizados. Sin embargo, serfa exagerado dictaminar que la istincin s/@ es préctica anormal dentro de las bablas hispénicas,atendiendo s6lo ala minoria numética de sus practicantesel factor istic fandamenta la validez de ls norma caste rosie gine penser ences SSeS Jocual no vaen contradelaunidad de a lengua, sino que la dota de una exible, en virtad de la. cual un mismo c6digo lingtistico puede ser realizado seg certos rasgos de identidad propia de cada uno de los grupos humanos que lo utilizan, Lanorma escolar en Andalucfa ‘0 ambas cosas a la vez. ‘comprobado, o un [NORMA SOCTOLINOUISTICA, NORA ACADEMICA Y NORMA SSOOLAREN ANDALUCIA » Bien es cierto que la frontera entre estas dos clases derasgos nies rfgida y tajante, nj facil de establecer, porque la realidad nos demuestra que los hechos de lengua son graduales. Pero tal dificultad practica no hade ser obsticulo para que sigamos En todo caso hay que sefialar la necesidad de llevar a cabo investigaciones socio- lingifsticas, bien planificadas, cn el émbito de la modalidad andaluza, para que los. resultados que se obtengan, sumados a los que ya existen en este momento, propor- clonen la vision mas completa y equilibrada posible sobre Ia situacién del andaluz enlaactualidad, A partirde los datos y las interpretaciones oftecidas por ales inves- tigaciones, el profesorado de lengua espaiiola poilré disponer de criterioscientificos vvalidos en los que apoyar sus tareas didécticas. No! sage sucrie dauma pe ED IS Mas allé de Ia informacién cientifica y bibliografiea que todo profesor de lengua esté obligado a tener sobre estas cuestiones para que le sirva de apoyo, hay algo insustituible, que es Ta sensibilidad del profesor en su medion el ambito local, familiary personal enquese desenvuelven iariamente sus alunos para percibirqué rasgos de habla son rechazables y cudles gozan de cierta consideraciénde buen uso en dicho medio, y para determinar ~segtin el grado de valocacién percibido- los eriterios de prioridad que ha de seguir en el proceso de correccién y sos! aa isticos dc los escolares. Recordemos la ya aludi gues plasma ene ecto de que diferentes grado de eralizacion~hayfendmenos queso : Beat Tlegar a os que son 2. Enlégi Ioexpresado enel cexista jede servir para configurar una manera de “hablarbien" sin perder un perfil propio andaluz; freno para que también 50 [EstUb10s BE SOCIOLINGDISTICA ANDALUZA il profesor ofrece los caminos para que los alumnos consigan ambas destrezas, entonces el alumno se encontrar, como ciudadano culto, cen disposicién ~segiin su personalidad y su ctiterio en cada momento y en cada situaci6n— de elegir en libertad, Bibliografin ALARCOS, E. (1994), Gramdtica de la Lengua Espaiola, Expasa-Calpe, Madrid, ALVAR, M, (1982), La lengua como libertad, Ed, de Cultura Hispénica, Madrid BARTSCH, R. (1987), Sprachnormen: Theorie und Praxis, Niemeyer, Tibingen. 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