‘Tiempo EMULADO
Historia DE Aménica y Esratia
La cita de Cervantes que convierte a la historia en “madre de Ia
verdad, émula del tiempo, depésito de las acciones, testigo de lo
pasado, ejemplo y aviso dello presente, advertencia de lo porvenir”,
Eta que Borges reproduce para cjemplificar Ia reescritura polémica
de su “Pierre Menard, autor del Quijote", nos sirve para dar m
bre a esta coleccién de estudios hist6ricos de uno y otro lado del
iArlintico, en la seguridad de que son complementarias, que se pre-
fan, se estimulan y se explican mutuamente las historias paralelas
de América y Espaiia.
Consejo editorial de la coleccié
Wari L. BERNECKER
(Universitit Erlangen-Niirnberg)
Jame CONTRERAS
(Universidad de Alealé de Henares)
Euena HegnANpez Sanporca
(Universidad Complutense de Madrid)
Ciara E. Lipa
(El Colegio de México)
Rosa Maxfa Martinez pe Cops
(Universidad Complutense de Madrid)
PrpRo Pérez HERRERO
(Universidad de Alealé de Henares)
Jean P
(Université
VII)
Bagpara Porrnast
(Universitat 2u Kéln)
Hupa Sénaro
(Universidad de Buenos Aires)
NIGEL Townson
(Universidad Complutense de Madrid)
i NAINA QS. OM
b MUN
Pedro Cardim y Joan-Lluis Palos (eds.)
EL MUNDO DE LOS VIRREYES
EN LAS MONARQUIAS
DE ESPANA Y PORTUGAL
Iberoa
sicana - Vervuert - 2012 ste br ha so realizado en el marco de los siguientes grupos y proyectos de inves
sigs
si enc elearlesy pci de obi ee confraci de as momar,
eed Moderna (580-1718) Ministero de Cena anovacin dl Gobierno
{le Espa, Ref. HAR2009-
Propegands y Represent
Siglo de Oro Ibérico. Ministerio de
HIAK2008-03678 (ubprograma HIST).
Rae ears al min medicrrani: poder & repreenac ¢ VEpoca Madera
"AGAUR, Generalitat de Catalunya. Ref 20095GR1214 modalitat GRC).
(As Cartes dos Viet "pertugal eda Catalunba com convo de poder na Monar~
gu ope (fe VTVID, es lee LtoEspala Comic de RSS
ae eras fe Portaguesae. Projecto N" E-78/07 (007-2009) y Ministero de Ec
de Espa, Ref. HP2006-0106,
Mle Biota de AlémrMar de la Universidade
Nowa Lisbon de la Universidade dos Agores: ye apoyo de Colunnari-Red vender
ren poetigacian sobre ls franteas de las monanquis ibis.
BE
Pete Rrnepresenta
Derechos reservados
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“Amor de Dios, |= E-28014 Madrid
“Tals 434 91429 95 22
Fax 13491 42953 97
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1.00504 Franefuet am Main
{SBN 975-84-8189-664-7 (Iberoamericana)
ISBN 978-3-86527-715-2 (Vervuct)
ISBN 978-3-95487-002-8 (e-book)
Depéico Lega M-27305-2012
Prined by Publiisa
cao de cubier: Carlos Zamora
Ene libro etd impreso integramente en papel ecldgico 3
fxpice
Presentacién
El gobierno de os imperios de Espafia y Portugal ena Edad Moderna:
problemas y soluciones compartidos ...
Pedro Cardim y Jean-Lluis Palos
Imperios virsinales
El estatuto juridico de los viereyes
El oficio de vttey
Cortes virreinales
La identidad de los viereyes ev-wnenrmnen
PRIMERA PARTE
Ek MARCO JURIDICO B INSTITUCIONAL
Capitulo 1 La dimensi nsitucona y juris de scores
virreinales en la Monarquia Hispaniea . :
Jon Arrieta Alberdi
‘Elmundo de los virreyes:origen y final en el rea mediterrinea.
Los letrados en la Audiencia judicalizada (Lalinde Abadia)
Los virreyes,los magistrados de los altos tribunales
y las leyes fundamentales de los reinos: sus respectivas
“loyes regs” j
(Crisis y conflicto en los vireinatos cintervencién de los
‘magistrados de las audiencias: algunos casos signifcativos
Solider y fijeza de las audiencias; movimiento y rotacién
de los virreyes,
mn
16
19
2
%
28
3
45
55
Cy lo 2. Los virreyes del Estado de la India en la formacién Capitulo 6, Los virreyes y el gobierno de las Indias.
rio imperial portugues Snr a Las instruceiones al primer virrey de Nueva Espaiia (siglo X01) owwee 203
Catarina Madeira Santos Manfredi Merluzzi
: _ 72 ‘Los vireeyes de Indias en la Monarquia Hispana swoon 203
cates Virrey y audier ares
34 dela Corona en Las India nnn eo 206
7 107 as 208
Del Indico al 3 uz
ete ae
jnato de Navarra. Consideraciones histricas
rags Capitulo 7. El gobierno del imperio portugués. Reclutamiento
“fede Horadn ¥ jerarquia social de los gobernantes (1580-1808) wemno 247
Oana meer tr “Mafalda Soares da Cunba J Nuno Gongalo Monteiro
fod eosin i ‘Geografia politica del imperio portugues wewvnrv—wenmenns 250
Proximidad a Castilla y be ‘Reclutamiento de gobernadores y capitanes mayores.
Procesos espaciosy jerarquias 7 256
lo 4. La instituein virreinal en Aragén durante
Moder nennrnnrneeie Seer ne 262
Enrique Solano Camén 268
Loe orfgenes medievales de a institucién virreinal wwemmom 49 274
oa 287
El virrey y
cena Corona de Aragén durante ween 12 pret Ole
EL final de una in snnnnernnamarenmatannnrsmnes VOD Peale cence OR
gobierno de los ObisP 08 mnrmnmmne eo 297
piaa ae oder emineran el ego nn 0 |
La MONARQUIA ¥ SUS HOMBRES ee
“Tercrna PARTE
Capito osyny pours sm de me au EL UNIVERSO siMBGLICO ¥ CULTURAL. LAS CORTES VIRREINALES
‘Pedro Cardim / Susana Miinch Miranda
La expansién y el estatuto politico de los territorios El gobierno de los virreyes de Ia América hispanica entre
— senwnennncens ATS locales y casa nobiliati wunneinnenennnnrnnnen S19
rey en esp 183 Christian Bischges
F na de gobieno de Indiny de Bras nt ‘Deseinos, vereinatos y colonias. América ene sistema
ina cOMPArACIOM on . - 10 dela Monarquia Hispanica Pee nessgae
Comentarios finales mm a) Elvisrey ylacorte einl en el orden juridico-insteucional
dela América hispinica 5 eee tL tay)
rey y el patronazgevireinal jon 332
El entourage del -
¥ la representacién del orden socio-politico... 333
Lacomte virrei
Ee “Tes capitalesvireinales: Napoles, Lisboa y Barcelona ~ 345
alos y Joana Fraga
PRESENTACION
‘Autoridad y comunieaci6n simbslica -rmneermm EL GOBIERNO DE LOS IMPERIOS DE EspaNa
El legado de la Corona, ntmnnonrnnnennnn aa Be Y PORTUGAL EN LA EDAD MODERNA:
ue ee ee para el Fey owns 371 PROBLEMAS Y SOLUCIONES COMPARTIDOS
Capitulo 11, Gobernadoresy vireyes en el Estado de Brasil PepRo Canon / Joan-Luufs Paros
fal de una corte viteinal? emma a
‘Maria Fernanda Bicalbo
‘Un gobierno sin rg) n-ne om
Elabierno "despotico ysbnoluto” del vey marqués
tthe
Viareinatoy socabiidad corteranaen RIO de Janeito monn 402
sapitulo 12. Viseyes de Catala: rituals y ceremonis on——em 1B
"Maia de los Angeles Pérez Samper
Trallegadaa Catala y Ta entrada en Barcelona orsnnmnnne 417
See es aseay Gvedone — eo El gobierno de unos imperios de escala planctaria, como los que erea- |
Crear strecndate yl deapedida dl vrrey seamen 38 ron espafioles y portugueses a finales del siglo xv, requirié un esfuer-
zo titanico. Conseguir que las érdenes
alcanzaran y fucran ejecutadas en puntos del planeta tan Iejanos como
Goa, México, Lima, Salvador de Bahia o Rio de Janeiro era algo que
slo se podia esperar con una sofisticada organizacién que, en si mis
3.
fa en el ceremonial de Cat
Poder del rey y poder
608),
rey en la proces
dela
Ignasi Femandez Terricabras
{Un mundo ordenado? wm Einaptane panneaneg =)
ma, constiuia un desafio alos recursos logistics disponibles. El mas
‘Un santo caalin a +46 socorrido de estos recursos fue la creacién de virveinatos.
ia procesin de 1608 ee ‘La atencidn que los historiadores han dedicado a los virreyes ha
poder en discUst6M wunnnnnnnernn a 457
sido ciertamente desigual. Disponemos de un buen atimero de estu-
dios, algunos de ellos ya clisicos, sobre diversos virreinatos, especial-
mente aquellos establecidos en el am
SOBRE LOS AUTORES cnn As .0 mediterraneo. Tal es el caso
‘odel de James Casey sobre
in embargo un lugar re-
vo principal es examinar el en-
lativamente secundario, ya que el obj
under Philip 1 of Spain: a Stuy in Practice of Empire.
1981, traducido al castellano como La prctice del Imperio,
Madrid: Revista de Occident, 1975
2, The Kingdom of Valencia in the Seventeenth Century. Cambridge: Cambridge
University Press, 1979. LA CORTE YIRREINAL COMO ESPACIO
POL{TICO. EL GOBIERNO DE LOS VIRREYES DE
LA AMERICA HISPANICA ENTRE MONARQUIA,
ELITES LOCALES Y CASA NOBILIARIA
Cunistian Bilscucrs
Universidad de Bielefeld
En su libro dedicado a Sor Juana Inés de la Cruz publicado en 1982, el
‘eseritor mexicano Octavio Paz llamaba la atenci6n sobre lo que consi~
deraba un tema olvidado por la historiograffa de la América hispanica
colonial: la corte virreinal (Paz. 1982). La monja y poetisa haba pasado
‘quatro afios en la corte mexicana del virrey marqués de Mancera, du-
ante la segunda mitad del siglo xv11, como dama dela virreina Leonor
de Carrero (Muriel 1994: 144-145).
Octavio Paz insistfa con raz6n en que “muchas de las observacio-
nies que recientemente se han hecho sobre esta institucién (la corte
real en la Europa del Antiguo Régimen] son perfectamente aplicables
‘las dos cortes americanas, la de México y la de Lima”, en cuanto que
“Ja corte [virreinal] no solo tuvo una influencia decisiva en la vida po-
Iitca y administrativa sino que fue el modelo de la vida social” (Paz
1982: 42),
Giertamente, disponemos de algunas descripciones, tanto de los
palacios que ocuparon los virreyes en Lima y México, como de su
trayectoria de gobierno y la actividad social y cultural que desplegs-
ron en las ciudades donde residieron (Riva Palacio 1970; Valle-Arizpe
1947 y 1977; Miré Quesada 1946). No obstante, estas informaciones
‘son con frecuencia de caricter descriptivo y hasta anecdético, caren-
tes de una orientacién sistematica y comparativa. De hecho, no sélo en
“América sino también en otros territorios de la Monarquia Hispanica, x20 (CHRISTIAN BUSCHGES
la corte virreinal se ha convertido s6lo muy recientemente en objeto
de estudio!
Desde una perspectiva teérica y metodol6gica mas ampli, el cre-
ciente interés por las cortes virrei
ales responde a una tendencia gene-
ral en a historiograffa europea que en los tiltimos afios ha euestionado
abiertamente el paradigma del absolutismo, sobre todo del siglo xvi
‘como elemento definidor de un amplio periodo de la época moder-
na (Schilling 2008). Un factor determinante de esta revision ha sido el
cuestionamiento del concepto de “Estado moderno” aplicado al Anti-
quo Régimen?. Algunos estudios recientes han puesto un énfasis par-
ticular en la lentitud, discontinuidad y fragmentariedad del proceso de
racionalizacién, institucionalizacién y burocratizacién del sistema de
poder mondrquico durante la época moderna. De hecho, hasta el siglo
xviti éste no pudo prescindir de la cooperacién de las élites locales en
el gobierno y administracién de sus territorios (Maczak 1988; Kette-
ring 1988; Martinez Millén 1992; Reinhard 1996).
Esta constatacién resulta especialmente vélida para la Monarquia
Hispénica que, en muchos sentidos, constituyé durante los sighos xv
y xv1 el paradigma de “monarquia compuesta”, integrada por una
pluralidad de reinos y provincias con leyes, tradiciones ¢ identidades
politicas propias (Elliott 1992). La diversidad de los vinculos que liga~
ban el centro, esto ¢s, la corte, situada habitualmente en Madrid, con
Jos distintos territorios que gobernaba, ha sido, desde la ltima década
del siglo xx, objeto de particular interés entre los estucliosos del An-
tiguo Régimen espaiiol (Gil Pujol 1991; Fernandez. Albaladejo 1992).
1. Como primera iniciativa en esta drecci6n véase el panel “Poder y sociedad: Cortes
vinrcinaes en la America hispsaica, siglos xvut y xvut" organizado por Pilar La-
{asa y Christian Biisehges en el XIE Congreso Internacional de AHILA, Univer.
Sided de Oporto, 21-425 de septiembre de 1999 (actas publicadas en 2002); véase
‘Ucspués cl simposio internacional "Eine Monarchie der Hofe. Der vizekdnigliche
| deny” ("Una monargla decors La core vrsnal como expuio de co-
: 2.
Tunicacign politica en la Monarqula Hispanics [silos xv1-xvit)", organizado por
‘Chistian Baschges, Universidad de Bielefeld 13a 15 de mayo 2004; ademas otro
cologuio internacional en Sevilla (2005) cuyas actas han sido recientemente publi
sade en Cant (2008).
{Una obra importante de referencia en esta diseusin ese libro de Henshall (1992);
cf, Vicens Vives (1960).
LA CORTE VIRREINAL COMO ESPACIO POLITICO 321
En el contexto de esta revisién de los conceptos de Estado mo-
derno y absolutismo, la corte ha sido objeto de un interés particular?
Hasta la primera mitad del siglo xx, “Estado moderno” y “corte” ha-
bfan sido relacionados en términos mas bien antagénicos, ya que esta
sma era presentada, al menos desde finales de la centuria anterios,
fnte todo como un escenario de intrigas, excesos, prodigalidad y eo-
trupeién. A pesar de que en el siglo x1x se habia desarrollado lo que
podrianmos califcar como una “historia cultural? de la corte, ésta se lc
rtd a vividas descripciones de la vida en palacio, sus modas, costum-
bres y ceremonias, al margen de cualquier enfoque social 0 politico
(Winterling 1999: 29-30).
La investigacin reciente ha puesto de relieve, en cambio, que Ia
corte constituyé un espacio decisivo, tanto topografico como socio-
cultural, de la estructura politica de las monarquias y principados eu-
ropeos (Reinhard 1999: 81-85). La definicién de la corte y la iclentfica-
‘cin de sus funciones politicas, sociales y culturales se ha beneficiado
de una recepcién, mas bien tardia, todo hay que decirlo, de las obras
dde Norbert Elias sobre la “sociedad cortesana” (Elias 1989 y 1994),
‘ampliada y modificada después en varios aspectos'. Ahora bien, mien-
tras que Elias habia construido su concepto a partir del andlisis del en-
tourage, 0 sea, dle la casa del principe, entendida en sentido amplio,
considerada como el fundamento de toda corte, la investigacién ac-
tual tiende
dela admi
rango o simple favor real estaban en contacto directo con el monar-
ta, Para todos ellos, el atractivo de la corte consistia en la posibilidad
ddeinfluir en la politica real, beneficiarse del patronazgo mondrquico y
ncluir en su andlisis tanto alos ministros y altos oficiales
racibn teal como a todas las personas que, por su oficio,
sgozar dela reputacin que proporcionaba un hugar en la jerarquia cor
tesana (Asch 1993: 14-15).
‘La concepcién de Elias ha experimentado modificaciones impor-
tantes también en lo que se refiere a la funcién asignada a la corte. Se-
sgn ést, la corte fue, en primer lugar, cl instrumento ideal del régimen
monérquico para lo que ealifics como la “domesticacién de la aristo-
ate algunos aportes importantes: Asch/Birke (1991); lva~
espana (1992); Dean (1994), Winterling (1997),
Gunn/Jsase (2006)
44. Vease la sevisibn critica de las obras de Elias por Duindam (1994). SSS. °°.
322 CHRISTIAN BUSCHGES
cracia”. Esta permitié al rey quebrar el poder politico y militar de los
miembros de la alta nobleza de origen medieval, atrayéndoles al espa-
cio cerrado de su corte a través de la concesi6n de oficios, dotados con
frecuencia de mucha ostentacién y poco poder efectivo, ¢ imponerles
gastos exorbitantes exigidos por un estilo de vida suntuoso y, sobre
todo, por el clima de competitividad propio del imbito cortesano. De
acuerdo con esta perspectiva, los reyes utilizaron el ceremonial como
un instrumento para ejercer su dominio sobre los nobles. Al mismo
tiempo, en su funcién de primus inter pares, utilizaron la corte para
sustentar a la nobleza como estamento privilegiado frente al ascenso
social y econémico de la burgues
Elias destacé la necesidad de estudiar la corte y la “sociedad cortesana”
‘como una “figuraciGn social” y una *red de interdependencias”. Para ello
ncentré en primer lugar en la perspectiva del monarca, aunque su
sociol6gico carecié de un estudio empitico sobre cortes particula-
res, (Elias 1994: 12, 312-314), Recientemente, Aloys Winterling ha puesto
de relieve el error de reducir a funcién de la corte a un patadigma tnico,
basado en el poder absoluto del monarea y los usos del ceremonial como
instrumento de domesticacién de la nobleza (Winterling 1999). Entre las
monarqufas europeas dela época moderna, ha afirmado, las relaciones de
poder y las formas de interaccién politica en la corte real variaron de ma~
nera muy considerable. En la misma monarquia de Espatia, prototipo eu-
ropeo del avance de la autoridad real durante el sigho xvr, la relacién de
poder entre monarca y nobleza (cortesana) fue muy diferente en los tiem-
pos de Carlos V y Felipe Il y los de sus dos sucesores, por no mencionar
Jos afios de Carlos I en las ilkimas décadas del siglo xvi (Elliore 19895
Martinez Millin 1994; Sécz-Arance 1999).
Un anilisis comparativo entre otras cortes europeas no hace més
«que confirmar esta diversidad. Por ejemplo, los principes electores de
Kurkéln, radicados durante los siglos xvir y xvitt en la ciudad alema-
nade Bonn,
lizaron la corte mucho mas como elemento de distin-
cidn frente a los otros principes del Sacro Imperio Romano que como
instrumento para la subordinacién de la nobleza territorial (Winter
ling 1986: 151-170), Por su parte, en su estudio sobre la corte de la casa
dde Orange durante el siglo xv1t, Olaf Marke ha demostrado que, en su
funcién de gobernadores designados por las asambleas corporativas
provinciales de Holanda, raz6n por la cual carecfan de poder sobera-
no, los principes recurrian a la corte para articular y representar su au-
LA CORTE VIRREINAL COMO ESPACIO POLITICO 523
toridad en el “campo multi-polar de fuerzas politicas” de la repablica
(Marke 195 9),
En definitivas cuentas, las caracteristicas y funciones de la corte en
las diferentes monarquias y principados curopeos fueron complejas y
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