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La Arboleda Perdida - Rafael Alberti
La Arboleda Perdida - Rafael Alberti
La arboleda perdida
LIBRO PRIMERO
1902-1917
Miguel de Unamuno
vieja pelleja!
–¡Diablo de chiquillo!
–¡Diablo de niño!
–Nada de diablo. No comulgo si no me las traes.
el Señor te la envió
lléname mi casa
de salud y bienes.
–Al otro lado del mar. Muy lejos del señor duque.
Acuéstate en el pozo,
que vendrás cansado,
y de mí no tengas
penas ni cuidados.
Acuéstate en el pozo…
Acuéstate, esposo,
que vendrás cansado…
y en el huerto un naranjel…
…Bien pronunciado
creído y obrado,
digámoslo así:
trompa pitárriga,
trompa pitárriga,
le vienen grandes.
II
galán de noche,
de sacerdote.
–¡Cristiano!
–¡Vaya indecencia!
–¡Cristiano!
–¡Cristiano!
–Muy propio.
–Será un Murillo.
¡Murillo!
–Vete a la mierda.
ilustradas de muertos,
de trincheras voladas
¡Qué sabíamos!
Mira.
A la luz de la lámpara,
tranquilos y lejanos,
En el Mendoza,
raído, de Oran.
en un bosque de pinos.
1936.
–Catalina, Catalina…
–¡Rosa!
–¡Catalina!
–Que Rosa…
–Que Catalina…
Etcétera, etc.
Centella, la de mi infancia.
–¡Vamos, Centella!
Las piedras llanas, lamidas por el mar, lanzadas sobre
los momentos tranquilos de su lomo, lo punteaban,
súbitas, en tres, cinco y hasta siete saltos que la
perrita en delirio perseguía.
–¿Mujeres?
–¿Todos, Cuco?
–Todos.
LIBRO SEGUNDO
1917-1931
I
–No me importa.
–¡No! – grité.
II
III
…tu cuerpo,
largo y abultado
de blancor enfermo.
No turbéis el silencio.
De un ritmo incomparable,
lento,
muy lento,
es el ritmo
El sol ha muerto.
lento,
muy lento.
–¿Cómo?
–¿Qué?
en el coche-restorán.
en el patíbulo de un árbol.
Alegrías arrodilladas
Vena
suavemente lejana
Arterias infinitas,
–Muchos. Un libro.
Nuevo silencio.
–No.
–Yo me encargo de todo… Sería tu despedida de
pintor… ¿Qué te parece?
–A comienzos de año.
Le di la mano. Y se fue.
–Dámaso Alonso…
BALCONES
vuela de su cabaña
a tu alquería.
de la manzana picada,
Mariposa en el túnel,
de albaricoque,
de frambuesa
o de limón.
En el telón de estrellas,
y Caperucita encarnada.
De tú,
Con una larga serie del mismo estilo que los primeros
dedicados a Sofía, iba yo componiendo un libro al
que había ya colgado título, uno muy en el gusto, por
cierto, de aquellos años, pero que a casi nadie
gustaba: Giróscopo. Pretendía yo que a mis poemas
de múltiples imágenes los compendiaba bien esta
palabra, designadora de ese trompo o peón de
música, rayado de colores, delicia de los niños. A
Juan Chabás debí, naturalmente, el que lo conociera
Gabriel Miró, retirado en aquel momento en sus
queridas tierras levantinas. Carta me llegó, al poco
tiempo, del adorable autor de El humo dormido, en la
que me expresaba, entre frases corteses y bondadosas,
que «en Giróscopo -se me enreda el título (a él
tampoco le complacía)- hay palabras de aguda
belleza». Don adivinatorio de Miró, pues mi locura
por el vocablo bello llegó a su paroxismo en el año
del centenario de don Luis de Góngora, cuando con
Cal y canto la belleza formal se apoderó de mí hasta
casi petrificarme el sentimiento.
IV
–¿Cómo dices?
–El mulero…
–¿Cómo?
Seguimos, en silencio.
–¿Lino?
–¡Señora!
Pausa.
–¿Cómo, señora?
–Con anís estrellado… Es muy bueno para eructar.
–¿Espiritistas?
–Espiritistas. No se asombre.
–Y también…
–¡Bueno, don Ignacio, ya sabemos lo que pasa
también…!
–Lo principal.
¿Y después?
prisionero quedaría!
–¿Y usted?
–¿Yo?
»-Vivimos lejos…
»Me indigné.
»-¡Don Ignacio!
»-¡Don Ignacio!
MAR Y TIERRA
Rafael Alberti
ANTONIO MACHADO
Le llevaba yo estrofas
de mar y marineros,
médanos amarillos,
Estaba él derramado
El pin, La cuesta,
el pan, la cuesta,
el pun, la gallina
la gallina y la persona,
y el comandante.
El búho, El té,
el búho, el té,
la gallina la gallina
y el Pancreátor. y el Teotocópuli.
Guillermo de Torre,
Guillermo de Torre,
la gallina
Misterioso y silencioso
¡Castellanos de Castilla,
que en la Castellana
se pasea…
¡Perdonadme, marineros,
VI
Continúo escribiendo en los bosques de Castelar, con
otro nuevo otoño a la vista. Me levanto siempre a la
misma hora: las seis y media. Ya el sol no sale hasta
pasadas las siete. El rocío centellea por todas partes
como un fanal pulverizado. El zumo agrio de un limón
y un rápido paseo en bicicleta me despiertan la frente,
agilizándome la memoria. Desayuno. Y, si el tiempo
es condescendiente, me siento a trabajar al aire.
¡Qué tonto!
Y ya no tienes amigo,
¡Qué tonto!
¡Adiós!
¡Adiooós!
Abrazos,
Federico
me llegaba a la cintura…
le doraba la cabeza,
Y Luis Cernuda.
Esquela contra
Madrid.
K. Q. X.
Esquela pro
Madrid, 3 - diciembre - 1927.
Gerardo
menendezpidalino y acueducto.
VII
maniatado,
indefenso.
A glorias, a rocíos,
–Certera ya la espera,
ESCLAVITUD
y es de su espada un ilota.
Y esta otra:
¡VIVA LA ESTULTICIA!
en el amor de la mujer,
de la ignorante puericia.
–Cómansela.
La opinión pro:
Ernestina de Champourcín
Señora de X
hablarían de mí.
VIII
Cuando tú apareciste,
(¡!)
Republicana es la luna,
republicano es el sol,
republicano es el aire,
Su Majestad va de caza:
–¡Viva la República!
–¿Galpón?
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25/05/2008