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MCROECOWOMIA , ConDUCTA. Robert. He FRANK. _ LA OFERTA Y LA DEMANDA 'N 1979 trabajaba para el gobiemo federal y vivia en Washington, D.C. Desde la venta hintaan eh te Cons ours, rs ag la mayorfa, pero representativa de las gasolineras urbanas moderna. En abril de ese afio, se interrumpic el suministro de gasolina en Oriente Medio, lo que dis- paré los precios. Para impedir que siguieran subiendo, la administracién Carter puso en march: tun complejo sistema de racionamiento del combustible y de control de los precios. Como co secuencia, en muchos mercados urbanos habfa mucha menos gasolina de la que querfan comt prar los automovilistas a los precios regulados. En la gasolinera que se vefa por la ventana ‘mi apartamento, se vefa una cola de automéviles que ocupaba varias manzanas. Durante e! verano de 1979 hubo frecuentes disputas motivadas por esas colas y muchos at ‘omovilistas se enzarzaron en peleas acompafiadas de puiietazos y gritos. Uno recibié tun paro y murié por saltarse la cola. Las tensiones prosiguieron hasta que disminuyeron las c al pasar los meses de mayor intensidad de circulacién. El sistema de controles de precios y de racionamiento del gobiemo trat6 de llevar a ca luna tarea que normalmente relegamos a las fuerzas privadas del mercado. El caso de Was hington es representativo de intervenciones similares que se han realizado en otras épocas y otros lugares. La confusién y los conflictos que generan estos programas constituyen la reg] no la excepcién, Naturalmente, e! mercado incontrolado puede producir resultados que no n¢ _gusten, pero raras veces es incapaz de asignar las existencias de una manera fluida y eficient Micrc AVA Libre Nicholas 3. Gerber: Ecvaciom de la demands WG. de Tramsity.y cave eras La interaccién de le oferta y la demanda lsinema de tanspore que exe en calguics momema ce poder de des eciores gu teracréan entre sf, Estos son 1) el estado de It economia, que produce la demands de ranspor-| gah ty 2) al aeance y la calidad del sivema que sctualmente ext vigente, Jo que censitaye e| Suministo de las inalacionesyel serio de ransporre En ls épocas de mucho desempleo o q de cownscrecients del combusubl, la demanda de transporce ende a dissin. Por oto do, sis intoduce una nueva modaldid de mansporve gue aca mucho més bara que aquells sporaidedes ya existences, umentrd la demands de Ja nueva medalide, cisminuyendo a de mands delas modalidades exirentes, "Estas ideas pueden lusaceen forms grdficaconsiclerande dos curs, una que desciale de: OP sands del uansport en un punto especic ene tempo, y otra que deeiba céme el elunen Qi Ge trinito que erplea a ee sstema decal sevicio © auminiso dsperible de wanspore, gy TE la curv dela igurg 2.1 se muestra ceo puede vara la demanda en tsmines ce vhf lesldia con el come. La chivas representative den estado de le economia y de a poblacién| presente, Como es eviderke, i diaminuye el cos, e, del wanspere por mila, enronces como| i Tris perconas lo van«emplear a un co mf tao, el valumen, , sumentaé. Ea ls figure 2, gy @ MOVOTO CNG el valumen de udhsio/dia cs 6000, costs es $0.75/mll, Se) cocto ditminaye haz a 50/mille,e! volumenfdja aumenta a 8000. En otras palabras, esta curva nos muestra cual se Sx Ah Coste/Kilom. $0. rile demands para nveseo producto (wansporte), para un conjunto dado de condiciones eco- ° 20.25 Sub] o baat 02 eae y sociales la danmemca bays 0 Sve emZ decides Supers Hallemdo le e@cvactom vectra yey, com (X=) 1 p-0.50=41. (4-8) ot 8 P , y x~}o}]2]4 [6 [8B fio Y YS [2511.0 [e.a5 lod ozs P end = e p-4=-4+8 i i qrer=iz] 8 pes pejamde d ecio P” bi ~ ae 8 Ee: o& Va vects ys axe Pay —~ pemadient: megativa Intersection comel qe % gt ox in dpranar peed eclumete i dnine de sch detains cx pe eSilceande monsede cr a gui 2 epee dao devisees, ta Florida continental y uf ska que estéubicada fete ala costa y que normalmente csinacce- sible, como se meses ena igure 22. Si eeconsre un poate, le peiona Io van a usar, pero la caida de sito depende- gg 1H del camo. El coc de duce del plepte depende del peaje en el puentey del tiempo de 1co- Q= dermemda, e Pepe. | @ Ecvaun, ae ae egret 7 ecuscion de la Fura 2.1, Reza ene a demande de range yest, Demamnda + wa 7% ‘= van dedi ono ides) J Deemamcla Veb/dian. e 2 2299999990999¢498 E& SiSTema Ae Trams gorTe que. 2 Gomaconerysxemsternwte v7 axista am cvalqviee monngemts. as 2f product Ae cos factores qua tmtevactuam emt Si, \ 7 éstes some Mada ds hla 4) El estado de [a ecomenmia, fet que produce (2 demamda. ae trams porte alcamee y la calidad aad 2) aut sistema Gua actualmenite pene este Vigenle, lo qve comstituye ww al somtmistro Je las jmstalacioms. y el servicio de, Trams porte Figure 22 Ubiacion dé un pete ruse enter firme yun ist (oferta) ; Tami trio de es auroméviles y de ls eaniones Si solamente can unos evantos vehicules se per- de poo tempo en le espera en la atta de peje o en el tinsitocongeionado. Sin embargo, « sedida que ms y mats automSvilesy camioncs usan el puente,aumenta dl tempo requerde pas 1 cnuzatl, (apf un seer mur lag i de tambien puede haber embotella- mientos de trinsito en el otro extremo, En la curva de la figura 2.3 sc ilustca cémo podels incrementarse least de uso del puente, a medida que auments el vlumen de Siaiiorsopo. niendo que el pea et $0.25/mill. En eta Figur, vi el volumen ey menar gue 2000 unila, des/dia, no hay demora debide a congeitionamientos de tréntto. Sin embargo, « medide ue el. volumen de tnsio aumenta mds alt de 2000 tnidades/ di, se presentan demote incte- ‘mena el tempo de reontido, Ya que ‘el iempo es dinero" el inctemento de tempo sha com vertido a costlmill, Si 4000 unidades/da san el puente, el cate es $0.50/mils pa 000 uunidadesfdia. et S0.75/mills. Eaeape MIGUEL The moc le cana de volume de asp qu se puede sumiaseara diferentes nivles de coro para el vseo Oren pom as Pes9 EcuAcion DE LA O FERTA- ok yey, = rm (XX) eS eunel 7 Cmte pretactom dela Pema vente. i se at costo/kilomete sube oath So.26 eritomces, FBwe 23. Reece ene elaminare de tangare yes al ofertamte Te ofrece 2 Velaig.de mes © Viceversa, Hallamdo la ecvactom Feyaginy de da yey, = om (X-%) i ipsa sl y-0.50 = 4X -4) 29 87-45 e 2X +b ImTersccrvm com ye "¥” ON25X +O vi ¥ 9x [o [2/4 /6|6(10 Psy {oO O22} +50 FS]1O [25 Ea lca de gun 29 se mes le caded vole de ‘oxosppAe cue ve puede somisoaadfseotesniveles de conto pra el vaio, TE DEMANDA Y OFERTA «3 : Oy cantidad demandada, (6,035) ‘ciate negatva (ico cos de un bien P,= 20, 50. La recta-eurva de le Excise oe iad , Venti de (0 ity GD cs sntwostcnacrinne . podg (oferta) iL Precio de equibric © aa pad Ve homes brah Flu 24 Vane ce quit paa el tnt que cuca un penta t#xlol2 4 réferp Ye O15X+0 PY [O [ozs fo sooas] Lope YsLo cde te veroanas (race 13), Dad la Grva de demande = 30-2? la | cutvasectaseréla que apaece ena plgine igen *~ REA U6 aA =a as eS | ARERE i281 Wie 20 lira: uate ko St At ComsTwuye Um muerte 135 ersomes lo Vim a OS ero la camMdad de Tramsity che gender del ogg p El costo ce exuce Ael pue mie Ae pemden cel peaje am el puma y del tampo de vecorridg ce 0s velco Se ) MICROECONOMIA ¥ CONDUCTA AVANCE 29 [En este capftulo, averiguamos por qué los mereados funcionan de un modo tan fluido la mayor parte del tempo y por qué ls intentos de asignar directamente los recursos plantean problemas pon tanta frecuencia, En la primera parte del capitulo nos ocupamos del anélisis basico de la Oferta y la demanda, En primer luget, pasamos revista alos rasgos descriptivos habituales de} snalisis de la oferta y la demanda examinados en el curso de introduccién. A continuacién, ve- anos que, dados Ios atributos de los compradores y de Tos vendedores, e libre mercado compe. tito produce el mejor resultado alcanzable, en el sentido de que cualquier otra combinacion de precio y cantidad sera peor, al menos, para algunos compraiores o para algunos vendealores “Tircibign veremos que a pesar de este atractivo rasgo, los resultados del mercado a menudo no cbtienen la aprobacién de Ia sociedad. La preocupacién por el bienestar de los pobres ha llevado {fos gobiemos de todas las sociedades occidentaes a intervenic de muy distintas formas, por jemplo, adoptando leyes que fijan unos precios superiores 0 iferiores a su nivel de equiibro. ‘eremos que ests leyes casi siempre tienen consecuencias negativas, aunque inintencionadas “Tambign veremos que una solucién que generalmente es mas eficiente para resolver los pro- blemas de los pobres consiste en aumentar su renta directamente. La ley de la oferta y le de- manda no puede ser derogada por los parlamentos, pero éstos pueden alterar las fuerzas sub- Jyecentes que rigen Ia forma y la posiciéa de las curvas de oferta y de demancia ‘Veremos, por iltimo, que el andlisis de la oferta y Ia demanda es un mecanismo iil para comprender cémo afectan Ios impuesios a Tos precios y las cantidades de equilibrio. En con Grote nos ayudard a disipar el mito de que los impuestos son pagados principalmente por 1a pare a la que se le imponen directamente. La carga de un impuesto recae en la parte del mer- ado que tiene menos capacidad para evitarlo. » EL ANALISIS DE LA OFERTA Y LA DEMANDA [Nuestro instrumento bésico para analizar los resultados del mercado es el andlisis de Ia oferta } lademanda, a familar para la mayoria de los lctores después del eurso de inttoduccién. Co- ‘mencemos con la siguiente definiciOn de mercado, Definicién: Un mercado esté formado por los compradores y los vendedores de un bien o de un servicio ‘Algunos mercados s6l0 existen en un determinado momento 0 se encuentran en un determi- nado lugar, Por ejemplo, todos los compradores y los vendedores (0, al menos, los representan- qe designados por ellos) se rednen en el mismo lugar para asistr a una subasta de antighedades, ‘Otros mercados abarcan un vasto territorio geogréfico y la mayoria de las personas que partici enellosauea le Sane ters vs, Unto set tp sts st ge? Intemet permite accede a ese tipo de mercado en el caso de muchos bienes. Noces la elecci6n de la definicién de mercado depende del sesgo del observador. Por ejemplo, en los procesos judiciales antimonopolio la politica actual de Estados Unidos prokf teem fusiones de empresas cuya cuota conjunta de mereado traspase un determinado nivel. Por To tanto, Ia acusacién piblica que se opone a las fusiones trata @ menudo de defini los merca- dos en el sentido mis estricto posible, con el fin de que la cuota conjunta de mercado sea to ma- yor posible Las empresas que intentanfusionarse tienden, por el contrario, a ver su mercado 2p Aprsentido macho més amplio, para que su cuota conjunta de mereado sea logicamente menor. Stouffers Corporation, cuando quiso fusionarse con Nestle, declaré en los trbanales que ambas ce dedicaban a la venta de «alimentos congelados». El Departamento de Justicia replic6 ante los Samos tibunales que las dos empresas se cedicaban a la venta de «caros platos étnicos». Ge- ‘eralmente, como en este caso conezeto, la mejor definicién de mercado depende del propési- ae a eee mr 30 CAPITULO 2: LA OFERTAY LA DEMANDA |} MICRC AA Io largo de los afios, los economistas han venido admitiendo progresivamente que incluso las diferencias sutiles entre los productos son muy importantes para algunos consumidores, por Jo que se ha tendido a definir los bienes y los mercados en un sentido cada vez més estricto. ‘Dos productos idénticos suelen clasificarse de manera distinta aunque se diferencien en cua, to al momento o al lugar en el que pueden adquirirse. Por ejemplo, un paraguas en un dia so- Ieado es, en este sentido, un producto muy diferente de un paraguas durante un chaparrén. Y los mercados de estos dos productos se comportan, de hecho, de manera muy distinta (mi editor me hha dicho que en Manhattan los paraguas malos se venden a 108 los dfas luviosos y a 5$ sola- ‘mente los dias soleados). Para concretar nuestro andlisis, examinemos el funcionamiento de un mercado especitico, ppor ejemplo, el de langostas de 1 libra y 1/2 de Hyannis (Massachusetts) el 20 de julio de 2003 En el caso de este mercado, la tarea del andlisis consiste en explicar tanto el precio de las lan gostas como la cantidad comerciada, para lo cual comenzamos con la curva de demanda bési- 2, que es una sencilla relacién matemitica que nos dice cusintas langostas desean comprar los consumidores a los distintos precios posibles (manteniendo todo lo demds constante), Por cjemplo, la curva DD representada en la Figura 2.1 nos dice que a un'precio de 4$ se deman- Ce + at “ae! 32 CAPITULO 2: LA OFERTA Y LA DEMANDA | MICROE que desean vender los oferentes, dado el precio al que se enfrentan. Evidentemente, les en- | FIGURA cantariaperebir unos precios ain mas altos por lo que oftecen. Pero dado un precio cualquie- | EX<#2¢ ra, considcrarfan que empcoraria su situacidn si se vieran obligados a vender una cantidad ma- | $emand ‘yor 0 menor que la que indica la curva de oferta. Por ejemplo, s el precio de las langostas fuera | Cuendo de 48 en la Figura 2.2, los oferentes no estarfan satisfechos si vendieran mas o menos de 2.000 | super Tangostas al dia. equllore La curva de demanda puede deseribirse de una manera parecida, Es el conjunto de pares de | 80.8 precios y cantidades con los que Ios compradores se muestran satisfechos exactamente en el | Cuando ‘mismo sentido. Dado un precio cualquiera, considerarfan que empeoraria su situaciGn si se vie- | fayune ran obligados a comprar una cantidad mayor 0 menor que la que indica la curva de demanda, | demande CANTIDAD Y PRECIO DE EQUILIBRIO Una vez que disponemos de las curvas de oferta y de demanda, podemos describir la cantidad ye reco eqiliriodelslangostas Es el pa de precio y catia al qu se muestan sa tisfechos tanto los compradores como los vendedores. En otras palabras, es el par de precio y cantidad con el que se cortan las curvas de oferta y de demanda. La Figura 2.3 representa él equilibrio de nuestro mercado de langostas, en el cual se intercambia un total de 3.000 lan- gostas a un precio de 65 cada una. Sil parde precio y cantidad fuera cualquier otro distnto al que muestra la Figura 2.3, 0 los compradores 0 tos vendedores o ambos grupos estarian insatisfechos en el sentido antes descrito. Sil precio fuera por alguna raz6n superior a 6§, que es el precio de equilibrio, los vendedores tenderian a ser los que se mostrarian frustrados. Por ejemplo, a un precio de 8S, los comprado: res s6lo adquiririan 2.000 langostas, mientras que los vendedores ofrecerfan 4,000 (véase la Fi- exceso de oferta ura 2.4). Los compradores estarfan satisfechos con un precio de 88, pero no asi los vendedores. cuanta ena quel Una situacidn en la que el precio es superior a su valor de equilibrio es una situaci6n en la que. econ La Tacos reales quc dcben seguir Ios cousumicores los rodocirer rare Tlegar al equilibrio son a menudo indescriptiblemente complejos. Por ejemplo, los oferentes que estin tratando de smpliar sus actividades deben elegir una de las miltiples opciones de equi- pamiento que tienen ante sf, Los compradores, por su parte, han de elegir literalmente entre mi- Ilones de maneras de gastar el dinero. Y, sin embargo, el ajuste hacia el equilibrio es el resul- tado més 0 menos automético de las reacciones naturales de individuos egofstas que se V enfrentan a excedentes 0 a escaseces. a um pveciode B2/comgoita, C2 camtidad Aeonameldds 0S XE. Zot} Rete Qt= 5000 lamgortes af diay A ofecite de @ 2-0 0b Lams oir Lb, he lo “Gur Sigmipite gue hay um far aiak LXeomamels Le Zoo lamsu ffs 7 le BD vm precio te Fo Kamsests, el exceso Ht oferta et ae Gooodnsy4 ” CAPITULO 2: LA OFERTA Y LA DEMANDA ALGUNAS PROPIEDADES DEL EQUILIBRIO DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL BIENESTAR ‘Dados ls atributos —gustos, eapacidad, conocimientos, ene etc — de los compradores ¥ de dpe vendedores, el resultado de equilibrio tiene algunas propiedades atractivas. Concretamente, podemos decir que ninguna reasignacion pueds mejor Ta situaci6n de algunas personas sin Prypeorar, al menos, lade algunas otras. Sin embargo tl precio y la cantidad adoptan un va~ iernto al de equllibri, siempre es posible alterar la casignacién existente con el fin de me- Jorar al menos, el bienestar de alguna persona Sin emPerr el de ninguna otra. ‘Siguiendo con el ejemplo de las langostas, supongems 9 cl precio es de 48 y que, por lo tanto fos oferentes slo ofrecen 2.000. Como raves It Fish 2.5, cuando sélo hay 2.000 lan- fosts, los compradores estén dispuestos a paste SS Poe ‘cada una. En este cas0, el valor que tie- ee para el comprador la citima langosta capturads {@S) es mayor que el coste de capturaria (48), Tp cual significa que es posible llegar a un acuerdo. Supongamos, por ejemplo, que un compradoy “insatisfecho ofreciera 5S por una langosta. El ferme venderfa gustosamente una langosta mas a este Pra‘ (ya que, cuando se han captu- ore 000 langosta, solo cuesta 4§ capturar cada una Ins idemés). Esta transacci6n mejo- rae situacién del comprador en 3$ (que es Ia diferencia ert ‘el valor de 88 que concede a Teangostay los 58 que paga por ela) También mejorar Ta situaci6n del vendedor en 18 (que ta Iangtereacin entre Ios 5$ que percibiriay Jos 48 que le cuesta capi Ta langosta adicional). Sadie resulta perjudicado por esta transaccisn (ialvo la langue ‘adicional!) y los dos partici- puantes obtenen un beneficio adicional de 48 (3S 0¢t ‘comprador y 1$ del vendedor). Este rac Fan ts ae aplica a cualquier precio inferior al valor de equilib. Dado un precio inferior ae aulibro, siempre es posible mejorar el bienestar de algunas personas sin empeorar el dé ninguna otra. i Hus ocure si cl precio es superior al de equilibsio? Supongamos que es de 88 y que, Pot rowan solo se intereambian 2,000 langostas que son as dV demandan los compradores (VE oie nuevo, la Figura 2.5). Ahora un vendedor insatisfecho ‘puede proponer una transacci6t fiue mejore tanto l bienestar del vendedor como C06 ‘algunos compradores. Supongamos, Pot FFemplo, que un vendedor pone ala venta una tangoo® ‘mas por 7S. Como los compradores cierrpjen a as langostas adicionales un valor de 88, quiendiers 3 Ta compre verd mejorar Su coset en 18. ¥ como sélo cuesta 4S captura as angostas, bienestar del vendedor me- Jorargen 38. De nuevo, nadie resulta perjudicado por esta transaccién y las dos partes ganan Ut total de 48. FIGURA2.5 precio ($ por langesta) Una oportunidad de mejorar Lr ena fenel mercado de langostas Cuando la cantidad frtereambiada en el mercado tsinfero (0 superior ale entdad de eauiibro, siempre 5 posible reasignat los recursos de tal manera que Trejore el bienestar de algunas personas in empeotat el de biras, Eneste caso, Unt Comprador insatistecho puede pagar aun vendedor 5$ ot tia langosta ms, mejorande fy el bienestar de las dos pares. D L Ccamided LLL ie de lngosias al oa) OA de ate, sin va: ne- lo ie 8), Fl jon ta ue ). se MICROECONOMIA Y CONDUCTA 35 Asf pues, independientemente de que el precio comience siendo superior 0 inferior a su va~ lor de equilibrio, siempre es posible encontrar una transaccién que beneficie a todos los part ‘ipantes. Aunque en el Capftulo 16 examinaremos con mucho mayor detalle las propiedades del sistema de mercado desde el punto de vista del bienestar, podemos sefialar de momento que el precio y la cantidad de equilibrio constituyen el mejor resultado alcanzable, dados los atri- butos y las dotaciones iniciales de los compradores y de los vendedores. LOS LIBRES MERCADOS Y LOS POBRES Por qué es una Subasta una ‘manera mejor de asignar las. plazas en un uelo que por riguroso orden de llegada? El hecho de que los resultados de equilibrio del mercado sean eficientes en el sentido antes des- «tito no significa que sean necesariamente deseables en términos absolutos. Por ejemplo, todos Jos mercados pueden encontrarse en perfecto equilibrio y, sin embargo, muchas personas puc- den carecer de una renta suficiente para comprar incluso lo mas necesario. La afirmacién de gue el equilibrio del mercado es eficiente no pone en cuestin la idea de que es dificil, a me- rnudo incluso doloroso, ser pobre. La eficiencia dice simplemente que, dadas las bajas rentas de los pobres, el libre intercambio les permite hacer lo mejor que pueden. Es posible defender esta idea y creer, sin embargo, que es deseable ofecer ayuda piiblica a las personas que no pueden obtener suficientes ingresos en el mercado. La preocupacién por el bienestar de los pobres lleva a la mayorfa de las sociedades a tra- tarde alterar los resultados del mercado, como sucede en el ejemplo del control de los precios de la gasolina que hemos mencionado antes. La dificultad estriba, como en ese ejemplo, en que muchas de nuestras intervenciones directas en los mercados tienen consecuencias inin- tencionadas y con frecuencia perjudiciales. De hecho, algunas de ellas hacen claramente ‘més mal que bien, Como veremos, un conocimiento més profundo del funcionamiento del me- canismo del mercado evitarfa muchas de las consecuencias de nuestro enfoque actual que tie- nen més costes. La indemnizacién por no embarcar. zCudles son las consecuencias que tiene para la efi- ciencia y la distribucign resolver el problema del exceso de demanda de plazas en un vue- lo embarcando por riguroso orden de llegada en lugar de recurrir a una subasta? Las compafifas aéreas sicmpre han emitido més reservas que plazas hay en los vuelos. Como ‘muchas personas que tienen reserva no se presentan en el momento del vuelo, esta préctica ra- ras veces plantea problemas. Sin embargo, a veces se presentan 160 pasajeros para un vuelo en el que solo hay, por ejemplo, 150 plazas. Hasta finales de los afios setenta, las compaiifas aéreas resolvian el problema embarcando por riguroso orden de llegada. ‘Sin embargo, esta solucién no tiene suficientemente en cuenta los intereses de los pasajeros que tienen una necesidad imperiosa de Ilegar a tiempo a su destino. Pensando claramente en este problema, la Civil Aeronautics Board (CAB) de Estados Unidos, organismo piblico que regulaba por entonces el sector de la aviacién comercial, propuso una sencilla norma. Cuando se presentaran demasiadas personas para un vuelo, las Compaitias aéreas deberfan pedir a los voluntarios que renunciaran a su plaza a cambio de una indemnizacién monetaria (que también podria complementarse con un pago en especie, por ejemplo, un billete gratuito). La compafifa Geberia ir aumentando su oferta hasta conseguir suficientes voluntaris. La ventaja de la propuesta de la CAB residia en que permitia a los pasajeros decidir por sf ‘mismos cudn acuciante era su agenda, Las personas que tuvieran reuniones importantes podrian negerse simplemente a ofrecerse como voluntarios. Las que tuvieran tiempo podrian aceptar es- perar unas horas, a menudo a cambio de unos cientos de délares y un viaje gratuito a Hawai. La propuesta de la CAB prometia mejores resultados para todos los pasajeros en comparacién con Ja soluci6n de embarcar por riguroso orden de llegada. A r 36 ‘CAPITULO 2: LA OFERTA Y LADEMANDA ‘Eso es lo que parecfa al menos. Una organizacisn de defensa de los consumidores S© opuso | inmedistamente ala propuesta dela CAB eiendo que era injusta para los pasajeros de rene | baja Esta organizacion se quejabe de ave, 0 Cro ouo de pedir voluntaros, los pasaeros mas pabresacabarfan siendo cai siempre [os qh ‘quedarian a esperar el siguiente vuelo re aenbien, seguramente es més probable die 18 Gndemnizacién monetaria sea para Las per- sonas pobres una razon de peso para ofrecers® Me funtarias, Pero cuando una persona se off6°e sana ra est diciendo que Ia indemnizacion bie) Metres Ta espera. Una cosa es decir que el volar ia meyor si los pobres tuvieran mayores BIS no se sintieran tentados por Su PO- runes remunciar a su plaza en un avi6n, Pero Srganizacion de consumidores no proponia dy nayores ingresos 2 10s pobres sino qe queria que el sector sigoira aferado SS de rayon Jos pasajeros de Tos vuelos sobrecargados vpdependientemente del valor que concedie- ‘an al hecho de quedarse a bordo. Cuesta ereer que los pobres piensen que una oxpanizacién de consumidores que les impide cbisner un dinero extra ofreciéndose voluntarios Patt ‘aperar al siguiente vuelo defiende sus it~ cel final 18 CAB adopts su propuesta de Pefemmgzacion en beneficio de los pasajeros de todo tipo de renta. Muchos de los que eitcan el sistema de mercado = quejan de que es injusto racionar los pieres y los servicios preguaténdonos cuanto est ‘ispuestos a pagar por ellos. Sefialan ae bene Yeo hace un flaco favor a 1s inteeses dos pobres. Pero como muestra claramente&} fjemplo 2.1, existen graves contadicrionet Hos aistintos sistemas de asignaciGn. Conside- carrey, de nuevo, el caso de nuestro mercado ipotético de langostas. Supongamos due fern” ree que el precio de equilibrio de 6 impiva & Peuchos pobres merecedores experimentar 2) guna veel placer de comer langosias ¥ I Sdoptamos con esa idea un sistema que Teper periodicamenteLangostas gratis entre Jos pobres. No suponcrfa un sistema de ese PO una cla Pesmejora para todas las personas de sient) ‘compasién por los pobres? rTespuesta es, al igual que en el Bjemplo 2 ke ‘podemos obtener wos resultados aun mejores con el mismo caste, Cuando tn POP, 8 “pcteso un rico, no compra langostas porque Su precio es demasiado alto, esta diciéndonos, en efecto. que ‘prefiere gastar el dinero ent otras O° | Pree Ge diéramos una langosta, .aué aria Om ‘ca? En un mundo ideal, 1a venderfa jomedia- sae aot persona que estuvieradispuesta a PAGE Ft lla el precio de equilibrio de 68. Sa- faery que hay personas de ese tipo, ya que algunas ie Tas langostas que se habrian comprado @ er shregan, por el contrazio, #108 pobres. La Yon de la angosta por parte del pobre a una Ge estas personas supone una clara mejora Para a ihas partes: para el comprador, POrgue, G&D ae eats gota comprar, y para el vendedor, pordue Pe ‘lla langosta vale menos de 68. ‘Styne veremos detalladamente en capitulos Postion, Ta dificultad practica reside en que a nyosto pobre hipotétco le Hlevara tiempo y ever ‘encontrar mia persona que comprara Ia Jangosta y probablemente acabaria tiempo ¥ cela €l mistno, Certamente,disfrtara.comién- tenet pero seg sus oflculs, disfrutaria a9 ‘més los 68, cl, pergctura det problema se parece mucho ala del ‘ejemplo del control de los precios de sm pelnn Bate se impuso creyendo sinceramer 4 err io para protege a 10s pODTES ta gas evonomica de ua enorme subida de fos PY ide 1a gasolina. Sin embargo, lo que de aetrovocar toda una muttitad de comportamientos Qe no beneficiaron ni a los ricos ni alos pobres. Ss pobsar de las afrmaciones que hacen en conta cxficos del sistema de mercado, los in- dividons son sumamente sensibes alos precios d° enerp{a cuando eligen la manera de gas aiviguo® ara, Si ia gasotina cucsta, por ejemplo, °% “A litre, muchas personas sc ponen d¢ tar sigo para ir en el mismo autombvil 0 compra ve reineuma poce gasolina, a pesar di Gque no trian nada de eso silos precios Neri “Se 18 solamente. El que se considere 0 n0 qu ane mo viaje merece la pena ambien depende ‘claramente del precio de la gasolina. MICROECONOMIA Y CONDUCTA ms precio méximo Fre! por encima del a8 eyr0 rite subi precio de un bien {Por qué estén en peor esiado los ‘apartamentos de venta controlada que el resto? FIGURA 2.6 Controles de los alquileres Sise controlan los algulres yse fan en 400$ mensuales, hay un exceso de demands de 40,000 apartamentos al Independientemente de que la oferta de combustible sea o no excepcionalmente escasa, a todo el mundo —rico o pobre— le interesa que solo se permita utilizarlo para lo que més se va- lora, Pero los costes de una politica que no hace eso son especialmente altos cuando el com- bustle es escaso. La venta de gasolina « un precio inferior al de equilibrio es precisamente una politica de ese tipo. Anima a la gente a despilfarrar claramente la gasolina. El control de los alquileres ‘Se ha dicho que la manera més segura de destruir una ciudad, aparte de lanzar una bomba nu- Clear, es aprobar una ley de control de los alquileres. Ese tipo de ley, como tantos otros, tiene su origen en una sincera preocupacién por el bienestar de Los ciudadanos de renta baja. Pero sus consecuencias econémicas no son menos perjudiciales por ser inintencionadas. El anilisis basico de Ia oferta y la demanda es, una Vez mas, lo tinico que necesitamos para comprender claramente el cardcter de las dificultades. La Figura 2.6 representa las curvas de oferta y de demanda de un mercado hipotético de apartamentos urbanos, En este mercado, el al- quiler de equilibrio serfa de 600S al mes y se alquilarfan 60.000 apartamentos. Sin embargo, el ‘ayuntamiento aprueba una ley que congela los alquileres en R, = 4008 al mes, es decir, 2008 por debajo del valor que equilibra el mercado. En este ejemplo, R, constituye un precio maximo para los alquileres, es decir, un nivel por encima del cual no se permite que suban los alquileres. Por 4008 al mes, a los compradores les gustarfa alquilar 80,000 apartamentos, pero los oferen- les slo estan dispuestos a ofrecer 40.000. Hay un exceso de demanda de 40,000 unidades. Y si el alquiler se mantiene fijo en 400S al mes, este exceso de demanda tenderd a aumentar con el paso del tiempo a medida que crezca la poblacién y la inflacién reduzca el valor del dinero. En un mercado sin regular, a respuesta inmediata a tal exceso de demanda serfa una sul da vertiginosa de los alquileres, Pero en este caso la ley impide que suban por encima de R.. Sin ‘embargo, las presiones del exceso de demanda pueden dejarse sentir por otra vias. Por ejemplo, Jos propietarios pueden gastar menos en el mantenimiento de la calidad de sus apartamentos de alquiler, pues, al fin y al cabo, si hay dos arrendatarios Hamando a la puerta de cada aparta- ‘mento vacio, los caseros tienen un amplio margen de maniobra. Cuando se fijan unos alquile- res inferiores a los que equilibran el mercado, es improbable que se reparen en seguida los de- sagiies obstnuidos, la pintura desconchada y los termostatos estropeados. Pero no son éstas las dificultades més graves. En la Figura 2.6 vemos que cuando s6lo se ofrecen 40,000 apartamentos al mes, los arrendatarios estan dispuestos a pagar hasta 80S al Alquiler al mes) P canton {niles de apartamentos a! mes) 38 EJEMPLO 2.2 CAPITULO 2: LA OFERTA Y UA DEMANDA, mes, Esta presién casi siempre encuentra un cauce de expresién, legal 0 ilegel. Por ejemplo, en ‘Nueva York no es raro ver que se pagan varios miles de dolares en concepto de «fianza» 0 y

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