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"Tratado de la Verdadera Devoción a la Sma.

Virgen"
Luis María Grignion de Montfort [1673-1716]
Un esplendor vetado a

¿Qué esconden las profundidades más inaccesibles


de los mares? ¿Únicamente raras especies de peces,
cordilleras, volcanes?...

M
isterios. Nuestra Hay un lugar, enigmático por an- Oh, Todopoderoso, ¿qué has pues-
vida está repleta de tonomasia, que se extiende por la to en esos escondrijos marinos? ¿Qué
ellos; la creación vastedad de la tierra y que hoy día no encubren las aguas en su interior?
misma los tiene en ha sido explorado sino una mínima ¿Únicamente especímenes ignotos,
abundancia, pues la limitada men- porción de su totalidad: el fondo del orografías probables, tinieblas impe-
te humana no la puede abarcar por mar. netrables?
entero. Entre estos arcanos, el que Este desconocido sitio provoca San Luis María Grignion de Mont-
parece que causa más estupefacción mucha curiosidad entre los científi- fort afirma en su Tratado de la verda-
en los hombres es la marca de gran- cos, quienes tratan de llegar, valién- dera devoción a la Santísima Virgen:
deza que el divino Artífice impri- dose de aparatos diversos, hasta la «María es el santuario y descanso de
mió en determinadas obras, hacién- región abisal del océano a fin de ana- la Santísima Trinidad, donde Dios
dolas como partícipes, a la manera lizar lo que en ella existe. Tan sólo se mora más magnífica y divinamen-
de un reflejo, de su infinitud. Tal sabe que allí se encuentran animales te que en ningún otro lugar del uni-
sello atrajo a muchos a lo largo de raros, e incluso volcanes, montañas verso […]; y a ninguna criatura, por
la historia, llevándolos a buscar, sin y cordilleras. Sin embargo, nadie ha pura que sea, está permitido entrar
escatimar esfuerzos, un medio de logrado descubrir lo más secreto de en Ella sin un gran privilegio».1 ¿Le
abrazar insondables amplitudes y, sus profundidades. Si esto fuera po- habrá sido concedida tal felicidad a
sin percibirlo, a alcanzar a Dios por sible, ¡cuánta información inédita no alguien?
el simple hecho de querer conocer a obtendríamos! Pero, de momento, no ¡Oh, Dios! La vastedad del océano,
sus criaturas. es ésa la voluntad del Señor… por los hombres incógnita, no es ni

 Sumario 50      Heraldos del Evangelio · Mayo 2023


los pobres mortales

õ Eduarda Bett José

Diego Delso (CC by-sa 4.0)


siquiera una gota de agua comparada acuosa. En María sucede lo contrario: la firme esperanza que la sostuvieron
con la excelencia de esa augusta Seño- a medida que uno se adentra en su per- al pie de la cruz? Si tomo todas las
ra, fuente de tus complacencias. Tú, sona, más aumenta su belleza, las lu- cualidades existentes y las aplico a la
que estableciste un paraíso para los ces se intensifican, un espectáculo de Virgen, comprendo que no he podido
ángeles y los bienaventurados, deci- colores se manifiesta vivo y variado. vislumbrar ni siquiera la orla de su
diste también edificar un paraíso para Cuanto más la conocemos, más nos vastedad moral y espiritual.
ti y en él deleitarte. ¡Ese Cielo, san- damos cuenta de que aún nos esperan El privilegio de contemplarla por
tuario y descanso tuyo es la Santísi- mayores pulcritudes. entero sólo te pertenece a ti, ¡oh, Crea-
ma Virgen! En el alma sacratísima de He aquí, Señor, que exclamo con dor de todas las maravillas! Ella es,
María fueron depositadas maravillas tu siervo: «¡Oh, altura incompren- por tanto, un misterio para nosotros
de santidad, gracia, dones y virtudes; sible! ¡Oh, anchura inefable! ¡Oh, los mortales, cuyo acceso solamente te
y sólo a ti, Trinidad sempiterna, Padre, grandeza sin medida! ¡Oh, abismo está reservado a ti. ²
Hijo y Espíritu Santo, te corresponde impenetrable!».2
contemplarla en su plenitud. En efecto, ¿es posible abarcar la in-
No obstante, existe una diferencia mensidad del amor de la Emperatriz 1
SAN LUIS MARÍA GRIGNION DE
entre la profundidad del mar y Nuestra del Cielo? ¿O de su humildad, de su MONTFORT. Tratado de la verdade-
Señora. En el océano, cuanto uno más fortaleza, de su sabiduría? ¿Es posible ra devoción a la Santísima Virgen, n.º 5,
se sumerge, más grande es la presión desvelar las fronteras de su capacidad 16. ª ed. Sevilla: Apostolado mariano,
y la oscuridad, volviéndose imposi- de sufrir, del temor que le orientaba 2009, p. 8.
ble descubrir lo recóndito de su masa sus pasos, de la fe inquebrantable o de 2
Ídem, n.º 7, p. 9.

Mayo 2023 · Heraldos del Evangelio      51 Sumario 

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