ANDALUCIA ..... ”
a HISTORIA
LOS FENICIOS
EN LAS COLUMNAS.
Los Tentplarios DE HERCULES
en Andalucia2 Guerra Civil de 1936-1939 constituy6 un acontecimiento histérico
que mareé, de forma indeleble, el siglo XX. Aquel conflicto fratticida
tuvo en Andaluefa uno de sus principales focos, no sélo por el enfren-
tamiento entre defensores de la Repiiblica y partidarios de la subleva-
‘ci6n militar, sino por cuanto Sevilla se convirtié en la més importante
base de operaciones del ejército franquista durante los primeros meses de guerra,
ccuya repercusién militar fue decisiva. Junto a ello, el hecho de que en tierras anda~
luzas, més concretamente en Almerfa, se situasen algunos de los diltimos focos de
resistencia republicana antes de acabar la lucha.
Los magnicidios de Blas Infante y de Garcia Lorca pusieron de relieve hasta dénde Hlegaba el enfrentamiento
centre los bandos contendientes, y junto a sus mucrtes, la de miles de personas que pe:
sus enemigos, victimas de venganzas, odios o rencillas personales. También los afios
ron como una prolongacién de la guerra como consecuencia de la grave represién ejercida por los vencedores.
Coordinado por el profesor Juan Antonio Lacomba, los lectores de Andalucfa en la Historia podran acercarse,
de ta mano de prestigiosos especialistas, a variados aspectos de cémo se vivi6 aquel triste episodio en tierras
andaluzas.
Nuestro perfil biogréfico ests dedicado a uno de los grandes politicos del siglo XIX: Nicolés Salmerén Alonso, ilustre
almeriense que ejercié como presidente de la I Repdblica y como uno de los intelectuales de mayor fuste de esa
centuria, Su figura es estudiada por Femando Martine? Lépez.
El estudio del patrimonio artistico est dedicado, en esta ocasiGn, a las murallas de Niebla (Huelva), realian-
do por Francisco Gémez Toscano. En Niebla se halla uno de los recintos amurallados andaluces mejor conserva-
dos y de mayor valor hist6rico relacionado con la época musulmana.
Los artfculos que configuran el conjunto de este némero van desde el estudio de los templarios en Andalu-
fa hecho por Juan Eslava Galin, hasta el andlisis de una época tan agitada como fue el sexenio revolucionario
(1868-1874) en la ciudad de Linares, por Lépez Villarejo. Asimismo, conoceremos, a través de la pluma de
Jestis Macso, la presencia de los fenicios en las Columnas de Hércules o el drama vivido por los jesuitas, al ser
cexpulsados de Andalucia bajo el reinado de Carlos III, estudiado por Soto Antuiiedo. También el lector se
encontraré con la historia, ya centenatia, del observatorio astronémico de Cartuja, en Granada, pionero en
Investigacion y procesamiento de datas durante mucho tiempo, abordado por el profesor Pifiar Santos. Por st
parte, Antonio Llaguno nos presentard las andanzas de un conquistador andaluz en pleno coraz6n de Africa:
Yuder Paché,
Conoceremos la Real Maestranza de Ronda de Ia mano de Ia profesora Marion Redes, asf como curiosos
aspectos de la transicién del paganismo al cristianismo en Andalucta, estudiado por Pérez—Embid.
Junto 2 todo ello, nuestras habituales secciones, buz6n del lector, Andalucfa en la red, Andalucia de cine,
resefias bibliogréficas y efemérides.
Con este ejemplar de la revista regalaremos a nuestros lectores
y suscriptores un DVD con la representacién y el estudio de la
Batalla de las Navas de Tolosa, que enfrent6 a cristianos y musul-
rmanes en tierras andaluzas en el afio 1212, y cuyas consecuencias
fueron decisivas para la conquista del Valle del Guadalquivir por
los ejércitos de Fernando Ill.
‘Como director de la revista supone para mf una satisfaccién acue
dir, gracias al esfuerzo de nuestro consejo de redaccién y de todos
aquellos que hacen posible Andalucia en la Historia, puntual a nues-
ta cita con los lectores.
José Calvo Poyato
DIRECTOR
Andalucia en ja Historia = 3ANDALUCIA
en la HISTORIA, SUMARI O
Edita: Fundacién Centro de Estudios Andsluces 3 | Presentacién
Presidente: Juan Ortega Pérez
Gorente: Manuel Mesa Vila Gg Buzén del lector
Director: osé Calvo Poyato
‘Afi 11, nimero 5, Abril 2004 La Historia de Andalucfa en la Red
fataececccetees. (EJ) Tema Centra
San Ese ols, hon Arona Lacombe,
Shan, te Stes Novato Pec Rano
fede dow and Rests Pees La Guerra Civil espafiola y DH
aries, Antonio Treachs sive, Hanel el escenario de Andalucta
‘Andalucfa jug6 un destacado papel en el desenca-
denamiento y desarrollo de la guerra dado que era
clave en los planes de los sublevados pat la impor-
tancia del ejército de Aftica. En el escenario andalur
‘Torres Agully, Enriqueta Via Var
Colaboran en este ndmero: lo
‘Aréstegul, Rafel Gl Brace, uan One
Savi Par Sans, Fondsco pez se dibujaron «cos Andbalucias» y la represién contra los
‘ilar, Arto nano fis, Wencesao vencidlos fue feos, en la guerra y desputs de ll
‘José Manuel Cuenca Toribio, Las operaciones militares
La sublevacion en Andalucfa constituye la primera fase ce la contienda que se
Documentacion y Textos:
Enrique Roncero-tzanes.
Imprensién: Escandén Impresores, $A.
Direcci6n postal: c/ Bailén n° SO
“3001 Seva.
prolongaré casi tres afios. Pacasado el walzamiento nacional, ue no fue secundado por
Disafo, maauetaién y archivo artes: Ta inmensa mayor de la poblacin, se produce la fase de resistencia po-
teat ae pular conta los sublevados. >
El Golpe de Queipo de Llano en Sevilla Ey Wi
Ts pbicancs capatle de bec catserba al geneal Comes |
Distribueién:Distimedios, SA, ‘Queipo de Llano un acéeimo patidario de la Replica. Los ditigen-
tes de inquendassabian que habia venido a su files por despecho per
sonal contra el rey Alfonso XIlly no penssbon de fa misma forma, Su
doble juego lo convertitaen pieza clave para el triunfo de a sublevacién
‘en Sevilla el comienzo de la guerra civil.
sak
P El final de la Guerra Civil:
Almeria, marzo de 1939
A finales de marzo de 1939, como en el
resto de Espafa, la guerra se acababa en
‘Andalucia. A los seis meses de contienda,
tos sublevados ya habfan dominado seis de
SE las ocho capitaes andalusas, y s6lo Alme-
ta y Jaén se encontraban en zona repu-
¥ participantes de cada ndmero
Uelnrevsta. bilicana. La provincia almeriense fue la
nica que se mantuvo todo el enfrentamiento armado en ese bando.
URL: www-fundacion-centra.or9 Ed
isis ed ia fase av La represi6n en Andalucfa durante la Guerra Civil
compromete e publlear atictoe no La guetta y la represin constinyen las dos dimensiones ms iracionales y cruentas de
enone la contienda espafiola de 1936-1938. La represin consisté en el exterinio del eottor,
SALSA para unos wel rojor y para los contrarios eel fascists, Dos referencias obligadas de Ix
Depsano Leva Se violencia y la snraxén son Ios asesinatos de Garefa Lorca y Blas Infante,
4 Andalucia en ia HistoriaArticuLos
Los templarios en Andalucia
Los templarios mantuvieron dos casas conventuales en Cordo-
bay Sevilla, esta dltima cn el lugar que luego seria convento de
‘San Francisco, hoy Plaza Nueva.
Astros, sismos y meteoros: 100
afos de actividad cientifica
en el Observatorio de Cartuja
El Observatorio Astronémico, Geodindmico y Meteorolégico de Car-
‘tuja fue la primera estaci6n sismoligica de carficter civil fundada en
Espaita y el tercero de los observatorios del pats.
Revolucién y reaccién en una
ciudad andaluza del XIX. Linares
durante el Sexenio Democratico
En 1868, Linares era una poblacin de poco mas de 15.000
hrabitantes. En 1875s una cludad con casi treinta mil almas,
vocacin imparable de progreso, ncremento demogrlicosos-
AM cenido yfbel actividad comercial
Yuder Paché, el andaluz
conquistador del Imperio Shongay
Yuder chs, unalmeriense de Cuevas del Almanzora,con-
‘quisté a finales del siglo XVI el antiguo Sudén, o pafs de los
‘negros, que tenfa en Tombucté su capital cultural.
La expulsi6n de los jesuitas
andaluces en 1767
Los jesuitas fueron expulsados de Espatiay sus dominios
por Carlos Il. De los 592 religisos embarcados en EL
Puerto de Santa Marfa y Malaga s6lo una docena pudo
volver del destierro en 1815, bajo el reinado de Femando
vil.
Los fenicios en las Columnas de Hércules
Los fenicios estableciezon una red de colonias en el sur de Ia actual Andalucta, obteniendo
fabulosas riquezas mediante sus actividades mercantiles.
La Transicién del cristianismo al paganismo desde Andalucia
El triunfo del cristianismo sobre el paganismo grecolarino es un proceso que seextiende
alo largo de vats siglos (IV-VI).
La Real Maestranza de Caba-
lerfa de Ronda
Laconporacién maestrante comens6.n 1765 la
cconstrucciGn de un coso de grandes dimensio-
‘nes que inauguraron el 19 de marzo de 1785 el
rondefio Pedro Romero y el sevllano Pepe-
Hilo.
Y ADEMAS...
88 PERFIL BIOGRAFICO
Nicolis Salmerén
Presidente de la Repablica, es la fgura
politica del krausismo espafol. Dimitis
or no querer frmar una pens de me
te, y destacd por encauzar el republica-
nismo de finales dl siglo XIX y prnci-
pios det XX por a senda del parlamen-
tarismo.
92 PATRIMONIO HISTORICO
Las Mutallas de Niebla
Desde el siglo X de la era cistiana, los
autores drabes concidieron en atria
NNiebla una venerable antigiedad, dado
‘que conservaba bella ruinasy estaba ce-
fia po fuertes murals. Todavia hoy se
‘mantienen,desafiando al tempo, més de
‘cuarenta torts ysus cinco pucras,
96 _ RESCATE DEL PASADO
os politicos andaluces del primer ter-
clo del siglo XX
La cifta de los cuarenta y seis andalu-
‘es ntegrantes del poder ejecutivo du-
‘ante el reinado de Alfonso Xill(1902-
1931) nos introduce de inmediato en
el excenatio més caracteristico de Ia
‘etapa analizada,
102 ANDALUCIA DE CINE
José Val del Omar o la vertiginosa
poesfa del eine
Cuando en 1926, et andaluz José Val del
Ormar filma su primera pelicula en 35
sm, En un rineén de Andaueta, icin
‘un camino que culminarfa cinematogré-
ficamente en Cannes en 1961, en don-
de su film Fuego n Casta obtendria el
Premio de la Técnica.
104 EFEMERIDES:
Los hechos histricos mis destacados de
tos meses de abi a junio.
106 RESENAS
Sevilla en tiempos de Cervantes. La
prosttueién en fa Granada de la Edad
‘Media. Los fondos andaluses de Tombue-
{entre ots temas recomendados.
Andalucia en ia Historia 5Buzon
del lector
Sugerencias
En primer lugar quisiera felicitarles
por la publicaci6n de la revista Anal
fa en Ia Historia, exco que ha sido un
acierto su edici6n y espero que sea un
medio ttit para que los andaluces conoz-
stra hi Sf
En segundo lngar, me gustara sues
Je el tratamiento de un tema. Creo que ln
historia de tn pueblo viene determinada
porel medio en el que se encuentra y por
To tanto Ia evolucién que ha tenido ese
‘medio sco, Me parece muy interesante y
poreso le propongo que en un artculose
podria tratar la evolucién de nuestra te-
ra en todas la eras gcoldgica,inchuyen-
dlo wna serie de mapas donde se explique
In evolucién de Andalicia desde el cont-
niente tinica (panges), indicando su ubi-
cacién dentto del mismo, pasando por
ctras eras donde Andalucfaestuvera s-
aergida por lasaguas. Lueyo, cuando soto
hubiera islas, cuando surgié, su unin con
6 Andalucia en la Historia
Aiica, lo que permits el paso del homo
habs la egada del hombre a Kuropa y
Juego su separacién, que qued6 reflejado
cn la mente de los hombres mediante lx
mitologia ylos tabajos de Hércules. Hace
tiempo vi eso mismo en um pequeiio att
clo sobre Francia y fue may interesante.
Creo que todo esto tiene que ver con Ia
historia de Andalucia.
Espero que mi sugerencia pueda ser
de wilidad.
José Antonio Herrera Fernindez
Ser
Aclaraciones
Seftor director:
Deseo agradecer a la Fundacién cen-
tr: el esfuerzo en la edicion en DVD de
la pelicula sobre Blas Infante y a la revista
‘que usted dirige por la distribucién gratui-
ta que hace de la misma, lo cual viene a
paliar, en parte, la mala disiribucion que
tuvo en las alas de cine victima de la polf-
tica comercial de ls distribuidoras.
En segundo lugar, me gustara opinar so-
bre algunas cuestiones que creo que no han
|quedado claras sobre los moriscosandaluces
enel especial sobre los moriscas del timo
Ximero de la revista. Sorprendentemente se
sigue insistiendoen «la casitotal expulsion
. Enos - ‘po Tiuppe Volontaire- de
‘rimos diasde agosto, lossu- ‘Mussolini; porque se sabe la
blevadosseaseguranlavia Demanera yoluntaria oa través de movilizaciones forzosss;la poblaciéa cag orgnnizacién politica
del Gundalguvisalocu, ‘il se vio iomersa en ambos bandos en la hicha fraticda, Abajo, tirade a plaza dle Mé-
i tanque Panzer I, mds conocido como Negrillo. Una de las armas
par Palma del Roy Poss tranjera utlzadas en la guera civil expafola, Iagay el «abandono» en que
das; del Sal 6 de septien cst sumida Malaga por par-
bre se ocupa Cerro Muri L17desep- los gubernamentales, los sublevados, por _ te del Ministerio de la Guerrade la Repsbli-
tiembre al 3 de octubre se consolidan posi-
ciones en Ia serranta de Ronda y comien-
zan las operaciones preparatorias para la
«toma de Malagar; del 22 al 26 de septiem-
bre se ocupan Espejo y Castro del Rio; por
elflanco granadino se rompen las hostili-
dades en la comarca de los Montes Occi-
dentales—Montefifo,22 de septiembre-po-
niiendo rumbo y penetrando en Jaén por
Alcaléla Real del 4 al 14 de octubre tiene
lugar a ofensiva del ejécito sublevaclo-ya
convertidoen bastién del general y jefe de
Estado Francisco Franco sobrelacuenca
rinera cordobesa de Pefarroya hasta la
rendici6n del nécleo gubernamental dea
mina de Santa Barbara; el 14 de diciembre
retrasel eno pasariin» de Madtid-los lama
dos «nacionales- reanudan las hostlidades
enla provincia de Jagn—sla campafiadela
aceitunar, doncle ponen en evi-
wade
las milicias sindi-
cles y del parti
do del bando
republicano
(toma de Lopera
yPorcuna).
Mientras retroceden
su parte, culminan con extraordinario
éxito la fase de columnas (ocupacién mi-
litary represiOn indiscriminada contra los,
desafectos al «glorioso movimiento na-
ional») o miliciana, con Ia «conquista»
de la «Repiblica independiente de Mé-
Jaga». Para el mando sublevado la con-
quista dela bolsa republicana costera de
las provincias de Mélaga y Granada se
convierte en una misién de importanciaes-
tratégica de primer orden. Malaga es una
{importante base naval que interrumpfalas
comunicaciones ferroviarias entre Anda-
uefa Oriental y Occidental, siendo una
amenaza constante sobre Granada. Quei-
ca, que desoye peticiones diaras pidiendo
armamento convencional, aviacin y mari-
nade guerra.
En una primera fase -del 14 al 28 de
cenero- se conquistan comarcas en los
flancos occidentales de Malaga (desde
Estepona) y orientales de Granada
(Athama) para confluirdel3 al7 de ene-
ro hacia la capital, que finalmente se de-
rumba como toda la franja costera de
Granada (cafda de Motil del 10 de enero
de 1936). Elderrumbe yladesbandada de
durante jomadasinterminables, de-cont
rnuos bombardeos por tierra, mar y aire,
‘marca draméticamente el fin del proyecto
republicano en Andalucta,
Aunque, ciertamente, la guerra conti-
nia el teatrode operaciones
fen Andalucia a partir de
matzo de 1937 deja de
tener importancia en la
cstrategia ofersivafran-
quista. También los gu-
bernamentales deben
cextraer conclusiones de
Jos eveses en retaguardia,
Ambos contendientes se
aprestan a reforzarse e intro
Andalucia en ia Historia 17‘Tema central
cen cambios rgunizativos para afrontar
siguiente face, ya convertda en una gue-
trade posiciones defensivas (marzo.de
1937 a agostode 1938); afloy medio de
rovimientos de escaso aleance para los
snacionales» (digno de mencién seré la
‘cupacién de i ona minera de Almadén,
cl socorro al santuario de la Virgen de la
Cabeza en Andijar, el esfuerzo defen-
sivo-en Sierra Nevada el vance por
oroblanco) y alguna que otra au-
daz operacin por las fuerzsrepu-
blicanas, caso del golpe de mano
cfectuado por un grupo de guerti-
eros que resatan 300 prisionerosas-
turianos en el fortin de Carchuna
(Mottil-Granadl), que tiene lugar
123 de mayo de 1938 yque no sir-
vie para moverineasa favor
de os gubemamentales aum-
aque fue explotada por pro-
paganda de guerra popular a
fects de nsuflar moral os is z
combatientesya as desespe-
radas retaguardias.
‘Talinactividad posibilita, no obstante,
Ja teorganizacién dela maquinara de gue-
ra Elejércit franquista digi por Quet-
po de Llano y el comandante Cuesta re-
fuerza su cohesin interna el férre0
mando dnico y moral de victoria,
frente a la heterogencidad politica
cde manclosmiltaresen ls unidades
republicanas~ con dos grandes uni-
dads: el 1 Cuerpo (Céedoba-Jaén)
yell Cuerpo de Ejécito (Grana-
4a), mientras que hace lo propio cl
bbando gubernamental que procede
ala organizaci6n en brigadas mix:
tas, divisionesy cuerpos deeército,
hasta que el 19 de octubre de 1937
sccreael Ejércto Popularde Anda-
lucfa con cuartel general en Bara
(Granada) en base ados cuerpos de
ejércto: el IX Qaén y Cordoba) ye GIN
XXIII (Granada-Almeria) Cuerpo
de Ejército.
Hiab que esperar hasta el lti-
18 Andalucia en ia Historia
Zona republicana
nacional
‘mo trimestre de 1938 para anotar hestiida-
des de cierta envergadura en el teatro de
operaciones andaluz. Se trata del llamado
«Plan P», concebido por el jefe del Estado
* * w é J
:
Mayor Central Republicano, Vicente Rojo.
‘Se concibe un cuadro general estratégico
de ofensiva en Extremadura y Andalucia
‘con el fin de cortar las comunicaciones
de los rebeldes de norte a sur, favorecer
el levantamiento republicano en Anda-
Jucta oriental y aliviar Cataluita de la pre
siGn franquista, muy fuerte desde el paso,
del Ebro (noviembre de 1938). Dicho
«Plan P» prevefa un ataque combinado
‘mediante el cual un dfa seftalado-el dia
‘Del mando del XXIII Cuerpo de Anda-
Jucta tomarfa por sorpresa Motil y Vélez
‘Benaudalla (Granada) a resultas del cual
En lailustracién superior sedetallael
desarrollo dela Guerra Civila finales
de 1936, En una Espafiadividida, la
publicidad que ossindicatos
Janzaban en azona republicana
‘contribuirfa, sin duda, a mantener
vivo el espiritu de lucha con mensajes
tan sugerentes como el que aparece
publicado en el cartel dela izquierda,se distraerfan fuerzas del enemigo ha-
cia la costa y con ello —cinco dias mis
tarde se emprenderia el ataque prin-
cipal en el sector de Cérdoba—Pefiarto-
ya para culminar con otra ofensiva en
el frente del Centro y cortar asf las co-
municaciones franquistas con el sur.
nalmente el dia D
(planeado para el 8
de diciembre) se
pospone y se des-
aprueba finalmente
la operacién por el
propio general Mia-
ja ante el descon-
cierto de Rojo y In
desmoralizaci6n de
los estrategas repu-
blicanos. La indeci-
si6n del mando ceg6
la posibilidad de un
golpe audaz que hu-
biera puesto en
aprietos a los fran-
quistas.
Lapostrerareaccién de los repu-
blicanos se produce a partir del 5 de
‘enero ~ya no existe factor sorpresa—
en direccién a Peitarroya y Badajoz
se movilizaron hasta 72.000 hom-
bres por el ejército franquista y
93.000 por parte republicana- y
tiene lugar un limitado ataque en
la provincia de Granada (Tozar y
Limones) que se saldaron en sen-
dos fracasos; sin embargo, para el 24
de enero la contraofensiva del ejército
de Franco ha consolidado Peniarroya, los
combatientes huyen y se Iamentan si-
multéneamente de la cafda de Barcelo-
a... y de la inminente eafda definitiva
del gobierno dela Repiblica.
Enefecto, practicamente la Reptblica
hha perdido la guerra a finales de enero de
1939. El ltimo episodio resefiable seré la
forma en que se llega a la rendicién y al
ddramético desgarramiento interno de los
propios republicanosfrente ala cohesiGn.
mess pi
yelespfritu de vencedores inexpugnables
que exhiben los franquistas= Asthabré que
recordar que los mandos seguidores del
presidente Negrin, «los negrinistase, son
partidarios de resistir de acuerdo con las
consignas del Partido Comunista yde un
sector socialista; por otro lado, el resto de
| 82 REGIMIENTO DE MILICIAS POPULARES
tse sar cea ots Sky ee et oh ana
‘TRAS LOS FRACASADOS INTENTOS DE.
ATAQUE EN LA PROVINCIA DE
GRANADA ¥ LA CONSOLIDACION
FRANQUISTA DEL FRENTE DE
PENARROYA, A FINALES DEL MES DE
ENERO DE 1939 SE PODRIA DAR POR
CONCLUIDA LA GUERRA EN ANDALUCIA
combatientes y las organizaciones politi-
as y sindicales del Frente Popular pre-
ficren negociar la rendicién. Este siltimo
MAS INFORMACION
La Guerra Civil en Andalucia
sector impuso su parecer mediante el
«golpe de Casado» y la formacién de la
Junta de Defensa (3 a 6 de marzo de
1939) que fue acatada por la mayoria
de los jefes del Ejército Popular de la
Replica y por todos los representan-
tes del Frente Popular, a excepei6n de
losdel Partido Co-
munista.
Por fin, la ren-
dicién militar en
Andaluefa fue
negociada por el
‘entonces jefe del
Ejército, el coro-
nel Francisco Me-
noyo Bafios, inge-
riero military pr-
mer alealde socia-
lista de Granada
durante Ia Repi-
blica. Como se
sabe, las condicio-
nes sefialadas por
los tepublicanos,
«una paz digna», no fueron respe-
tadas por las autoridades franquis-
tas: el mismo coronel Menoyo Ba
nos seria fusilado y como principal
yinico cargo se le hace responsa-
ble del delito de irebelisn militar!
El ejército franquista demos-
t6 en el campo de batalla ser
superior para ganar la guerra
(disciplina, medios, unidad de
mando, voluntad y esfuerzo defensi-
vo y ofensivo). Pero en cambio no
supo ganar la paz.
o
Gu Bracero, R.: «La Tragedia de todos: odios y violencia durante la Guerra Ci-
vil» Leandro Alvarez Rey y Encarnacién Lemus Lopez (ed), Historia de Andalucia
‘Contempordnea. Ed. Universidad de Huelva, Huelva, 1998,
‘Martinez Banpe, J. M.: La campaiia de Andalucia. Madrid, Ed. San Martin,
1969.
Stas LannazAnat, Ru: Historia del Bjército Popular de la Reptblica, Madtid,
Editora Nacional, 1973.
Andalucia en ta Historia 19Tema central
El golpe de Queipo de Llano en Sevilla:
Historia de una traicién
Un general despechado
™ Juan Ortiz Villalba. Historiador
20 Andalucia en la Historia
Los republicanos esparioles de
base consideraban al general
Gonzalo Queipo de Llano (Tor
desillas, Valladolid), 1875, Se-
villa, 1951) un acérrimo parti-
dario de la Reptiblica. No
pensaban lo mismo los dirigen-
tes de igquierdas, que conocian
su trayectoria y sabian que
habia venido a sus filas por des-
pecho personal contra el rey
Alfonso XI.
N 1924, Queipo habia sido ex-
EE de Marruecos por Pri
mo de Rivera; y en 1928, cttan-
do le cortespondia ascender a general
de Divisi6n, pasado a la reserva «por
discolo, indisciplinado y dificil de ser man-
dado». Pero dos atios mis tarde cae el
dictador y Queipo cree que el rey va a
rectificar estas decisiones. Sin embar-
0, al parecer, Alfonso XIII lo da por
desahuciado; cuando quienes en rea-
lidad lo estn son é1 mismo y la Mo-
narqufa. Entonces Queipo de Llano,
monérquico de toda la vida por su ori-
gen familiar y por conviecién, se pasa
al bando republicano.Tras el advenimiento de la Re-
pablica, ocupa los més altos cargos
rilitares; capitén general de Madrid,
inspector general del Ejército, jefe QUEIPO HIZO QUE EN NUMEROSAS
del cuarto militar del presidente de
la Reptlica... Pero en todos dura
poco, victima siempre de st locua-
cidad y tendencia a la intriga, Ene-
‘A Queipo de Llano le gustaba lucrse junto al presidente dela
Repiiblica, Alcalé-Zamora.
ristado con el presidente del gobier-
no republicano-socialista Manuel
Azafia, busca refugio a la sombra del
otrora revolucionario y ahora centris-
ta Alejandro Lerroux, quien en cuan-
to forma su primer gobierno en sep-
tiembre de 1933, nombra a Queipo ins-
pector general de Carabineros. Pero, al
ser sustituido Lerroux por su correli-
sgionario Ricardo Samper, éste tiene
que destituir fulminantemente a Quei-
po, que, entre otras indiscreciones, se
permite crticar el cambio en la jefatu-
ta del Gobierno, opinién que moles
fa al presidente de Ia Repiblica, Ni-
ceto Alcalé-Zamora, responsable
iméximo de dicha sustitucién.
‘Queipo se queda una larga tempora-
La Guerra Civil en Andalucia
LA TENDENCIA A LA INTRIGA QUE
CARACTERIZABA AL GENERAL
OCASIONES SE ENEMISTASE
PROFUNDAMENTE CON LAS MAS
ALTAS INSTANCIAS DEL GOBIERNO
da en paro, hasta que a co-
rmienzos de 1935 su hija ma-
yor, Emestina, contrae ma-
timonio con el primogéni-
to de don Niceto; y enton-
ces, éste, Ia familia ante
todo, firma de nuevo el nom-
bramiento de aquél como
inspector general de Carabi-
neros, que le presenta Le-
‘roux, de nuevo al frente del
Gobierno.
Ast se comprende que a
Queipo se le abra la tierra
bajo los pies cuando, tras las
elecciones del 16 de febrero
dde 1936, ganadas por las iz-
quierdas, Azafia forma Go-
bierno y las nuevas Cortes lo
primero que hacen es desti-
tuir a Alealé-Zamora de la
presidencia de la Repiblica. Lerroux ni
siquiera ha obtenido acta de diputado.
Enos mentideros de Madrid corre la es-
pecie, ya difundida otras veces, de que
el general Queipo de Llano se dispone
a encaberar un golpe militar.
Doble juego
Lo dltimo que desea Queipo es ver
se destituido una ver mis y destinado a
un oscuro mando de provincias como
‘otros generates revoltosos (Franco, Go-
‘ded, Mola...). Con esta obsesién se apre-
sura a ofrecerse al sevllano Diego Mar-
tinez Barto, presidente del Congreso y
provisionalmente de Ia Reptblica, que
lo retrata ast:
«Un dia lleg, relumbrante de conde-
coraciones, el general Queipo de Llano
(4). Salieron de su boca elogios a granel.
Ratifico su adhesidn a la Repibica. Mos-
tr6 cierto temor de que se le privara del
‘cargo que ejercia. La desconfianza con que
le agraviaban algunos personajes ministe-
riales carecia de explicacién decemte. El,
‘Queipo de Llano, era un republicano de
Tos pies a la cabera, y, ademés, un hom-
bre de honor: Yo lo sabla -usted lo sabe,
ame dijo- hombre de honor y republicano
de ta cabexa a los pes (..). Por contagio
de la emocién emt que su indignacién lo
Uevara a cometer consigo mismo alguna
violencia (..). Le miré de arriba abajo, d-
jele algunas palabras de consuelo y le des-
ped. Mi tustre general, saisfecho de st
mismo y de sus geniales dotes de Maquia-
velo castrense, hizo un tiltimo y rigido sa-
Indo (talones juntos, mano a la altura de
la sien, ojos enternecidos), abrié la puer-
tay se fues.
Por los mismos dias en que representa
cesta comedia, a Queipo le llega el soplo
Un periodista se lo insinda a FA r
Santiago Casares Quiroga, su- —- |
cesor de Azafia, que se perfila 7
como nuevo jefe del Estado, y
quel responde: «Pero ustedes
temen a Queipo de Llano?... 2No
saben que no es mds que un im-
bécil? Ademds, iqué va a hacer?
iComo no subleve a los carabi
neros de la fronterat iLo tinico
‘que tiene es despecho porque hemos
desttuido a su consuegrol».
Andalucia ev ia Historia 21Tema central
de que el general Mola, comandante mi-
litar de Pamplona, prepara un levanta-
miento militar. Las relaciones entre el
que fuera dltimo director general de
Seguridad de la Monarquta y el mxi-
‘mo conspirador militar contra ésta no
eran buenas desde 1930. Pero, a media-
dos de abril de 1936, Queipo es un hom-
bre desesperado, que corre a Pamplona
cen busca de Mola y, nada ms saludar-
se, le espeta: «Me han dicho, Mola, que
tiene usted el proyecto de sublevase;sies
ast, le felicto, porque compartria su con-
ducta en absolutor. Mola se teme una
trampa y contesta: «2Sublevarme yo?
AQuién ha podido contarl ese infundion».
Mis tarde, Queipo insiste profirien-
do a gritos barbaridades contra el Go-
EN LA PRIMERA ENTREVISTA
CLANDESTINA CON EL GENERAL
MOLA NO SE ACORDO QUE
QUEIPO SE SUBLEVASE EN
SEVILLA
bierno en pleno paseo piblico de la plaza
el Castillo, Pero Mola nose abre. Solo tras
losbuenasoficios de tercerosy cuando com-
prueba que el otro anda conspirando por
Tas guamiciones, cosechando la frialdad y
escontianza que se ha ganado. pulsocon
su vehemencia de converso republicano,
accede a mantener con él una entrevista
clandestina en los primeros dias de junio
de 1936.
22 Andalucia en ia Historia
Las dudas sobrela posible resistencia que
ofrecieran las fuerzas leales al Gobierno
hicieron que Andalucia fuese cobrando
importancia estratégica en los planes del
general Mola.
Andalucfa en los planes de Mola
Los primeros planes de Mola consistfan
en sublevarlas guamiciones de las V2, VIF
yy VIF Divisiones Orgénicas con capitales
respectivamente en Zaragoza, Burgos y Va-
adolid; y con estas tropes, eforzadas por
voluntarios carlistas, falangistas yultracle-
rechistasen general, marchar répidamen-
tea latomade Madrid, Lal" Divisién Or-
‘pinica, que comprendia toda Andalucia y
la provincia de Badajoz y tenfa su capital
cen Sevilla, debfa jugar un papel pasivo; si
no participaba en la sublevaci6n, al menos
‘queno se opusiera a ésta. Ast lo habia tra-
‘ado Mola despuésde enviar al coronel Gar-
«fa Escdmez, gaditano easado con la onu-
‘bense babel Garcfa-Ramos,a sondear dis-
cretamente las guamiciones de Sevilla,
Huelva y Ceuta, En su primera entrevista
clandestina Molay Queipoacuerdan que,
mientras el primero se sublevaria al frente
dela Divisién de Burgos, elsegundoloharfa
al frente de la de Valladolid.
Pero los planes de Mola evolucionan
tras consultar con otros conspiradores. ‘Y
sila resistencia de ls fuerza leales al Go-
biemo fuese mis fuerte de o prevsto? Slo
Jainvasin dela Peninsula porlosregulares
‘oros ylepionarios del aguerrido Ejército
de Africa, através de los puertos del sur,
provocarfa la claudicacién inmediata del
Gobierno. Andaluefa va cobrando impor-
tancia estratégica en los planes de Mola,
cuando un comité de viejos enerales mo-
nfquicos que conspira en Mactid da ins-
trucciones a Queipo,a través de un tenien-
te coronel, de que sondee de nuevo a las
‘guamicionesandaluzas.
Queipo inspira tanta desconfianza
‘entre los conspiradores que debe viajar a
Andalucia precedido y provisto de car-
tas que lo acreditan como seguro. Pero,
Por otra parte tiene un leal amigo nada
menos que en el general José Fernandez
de Villa-Absile, jefe de la I¥ Division Or-
sginica, antiguo compafiero de Ins cons-
piraciones contra la dictadura y la mo-
narquta. Se entrevista varias veces con
1c intenta por toxios los medios atraerlo
alanuevaaventura. Pero la actitud de Vi-
lla-Absilleesde rotunda lealtad ala Reps
blica yal Gobierno. Queipo se teme incluso
Elcomandante Cuesta se convirtié en uno
delos més icles colaboradores de Queipo
deLiano, sumandose ala sublevacidn des-
deel primer momento,que lo denuncie a éste. Pero el bueno
de VillaAbrille lo encubre, como en-
cubre al comandante Cuesta Monereo
‘alos capitanes Escribano y Gutiérrez
Flores, que, ast vera, en el Estado Ma-
yor dela Divisién, mueven los hilos de
laconspiracién.
Queipo, a Sevilla
E123 de junio de 1936, en una nueva
‘entrevista clandestina que mantienen en
Ja montafia navarta, Queipo confirma a
Mola ls pesimistasimpresiones sobre An-
dalucfa recogidas por Garefa Escéimez.
Pero, ustoal dia siguiente, Mola poneen
circulacién sus directivas para las fuer-
2a de Marruecos que han de desembar-
car, en los primeros momentos de Ia su-
blevacién, en los puertosde Mélaga y Al-
geciras. Preocupado por la actitud con
que puedan recibirlas las guarniciones
andaluzas, envia de nuevo a Garcia Es-
‘cémeza sonclearlas. El gaditano, para co-
smunicarle que la conspiraci6n tiene am-
plias simpatfas entre la oficialidad pero
‘muy pocas entre los jefes de cuerpo, le
telegraffa en un lenguaje convenido que
La Guerra Civil en Andalucia
EN JUNIO DE 1936 EL COMITE
DE GENERALES DE MADRID
DECIDIG QUE QUEIPO.
ENCABEZASE LA SUBLEVACION
EN SEVILLA Y NO EN
VALLADOLID
hard las delicias de algunos aficionados
al psicoanslisis: «Las nas bien, las enear-
sadas pésimas.. De modo que los cuarte-
Jes son llamados implicitamente burde-
les, os oficiales prostitutas y los jefes de
El ministro de comunicacién del gobiemno provisional de la Repitblica hace entrega en el
Ayuntamiento de Sevilla del Real Alcézar, El general Queipo de Llano no podia perderse
‘ste desquite contra la Monarqufa y contra el rey Alfonso XIII. Octubre 1931.
‘cuerpo «madamas».
‘los pocos dias de la segunda entre-
vista clandestina celebrada entre Mola y
Queipo, el comité de generales de Ma-
drid comunica a éste, por el medio acos-
tumbrado, que han decidido que se su-
bleve en Sevilla y no en Valladolid, don-
de iré el general Saliquet. Queipose teme
ue quienes lo odian por su vehemente
republicanismo lo estén enviando a un
feacaso seguro, Nunca se quitaré esto de
lacabeza. No obstante, acepta y vuelve
hacer otro viaje por Andalucta,
En Cérdoba le aseguran que el co-
mandante militar de la plaza, el rudo
coronel Ciriaco Cascajo, llegado el mo-
mento, se uniré a la sublevacién. Los
comandantes militares de Malaga, ge-
neral Patxot, y Cédiz, general L6pe2~
Pinto, se muestran dispuestos a suble-
varse. Pero el de Granada, general Lla-
1nos Medina, favorable ala sublevacién,
ha sido sustituido por el general Miguel
‘Campin, leal al Gobierno. En Sevilla el
‘general Villa—Abrille se resiste a las pre-
siones de Queipo y del triéngulo conspira-
tivode su Estado Mayor, y por otra parte,
los jefes de cuerpo y algunos oficiales
estén escarmentados desde el 10 de
agosto de 1932, cuando, en medio de
una tremenda oposici6n popular, fra-
cas6laintentona de Sanjurjo.
Peroel comandante Cuesta, que la
vivi6en primer plano, aprensida lalec-
ido, prepara exhaustivos planes de oeu-
pacién de los centros neurdgicos de la
ciudad, aislando los barrics obreros unos
de otros y del centro. Laoficialidad de
Ex 17 DE JULIO DE 1936,
Quetro DE LLANO LEGO
A SEVILLA CON
INSTRUCCIONES EXPRESAS
DE SUBLEVARSE UNA VEZ
QUE LO HICIERAN LAS
GUARNICIONES DE AFRICA
Ingenieros, Anilleria y Guardia Civil est
‘muy infiltrada por Falange. La ultranacio-
‘nalista Uni6n Militar Espafola tiene unos
‘cuantos hombresen puestos clave del Esta-
do Mayory otras oficinas militares, Mondr-
‘quicos lfonsinos y carlsta tampoco faltan
‘entre los militares sevillanos, sobre todo
centre lds oficiales retiradas. Entre éstos hay
incansubles conspitadores. Cuesta creer
qu legato el momento, los oficiales rras-
trarén alos efes de cuerpo.
Andalucia en Ja Historia 23Tema central
La Plaza Nueva, donde se libré Ia batalla decisiva del 18 de julio, en medio del
caserlo de Sevilla, con el Guadalquivir y Triana al fondo,
El golpe
‘Acompafiado de su ayudante,
Queipo llega a Sevilla Ia mafana del
17 de julio con instrucciones de suble-
varse en cuanto sepa que lo han he-
‘cho en Africa. Se alojan, como siem-
pre, en el eéntrico hotel «Simén>.
Con MAS MIEDO QUE
YERGUENZA, QUEIPO Y SU
AYUDANTE CREEN QUE EL.
MENSAJERO DEL TENIENTE.
CANO ES UN POLICIA
Pero.no pernoctaréin allf porque, al
anochecer, se marchan a Huelva sin
dejar establecida ninguna forma de
enlace con el comandante Cuesta. El
«caso es que éste conoce ya la subleva-
cién de Africa, comunicada al Estado
Mayor de Ia Division desde Algeciras.
Al gobernador civil lo informa el pro-
pio Ministerio de la Gobernacién,
‘cuando la poliefa y los dirigentes loca~
les del PCE Io han alertado ya de la
24 Andalucia en /a Historia
sospechosa presencia de Queipo en Se-
villa. Pero el general Villa~Abrilledis-
culpa que éste no se presente, como es
preceptivo, al gobernador, a quien ex-
plica que se dirige a Isla Cristina
(Huelva) a presidir la entrega de una
bandera al puesto local de Carabine-
‘TRAS SU APARENTE HUIDA
HACIA PORTUGAL, EL
GENERAL QUEIPO
REGRESO A HUELVA ¥ A
SEVILLA UNA VEZ QUE SE
CONOCIO EL ALZAMIENTO.
et Eyércrto DE AFRICA
ros y después inspeccionar el de Aya-
monte.
“Todo parece indicar que Queipo
‘huye hacia lafrontera con Portugal. Pero
cel comandante Cuesta telefonea al te-
niente Cano, de oficinas militares de
Huelva, que localiza a Queipo y @ su
ayudante esa noche en un cine. Con
més miedo que vergiienza, éstos creen,
enel primer momento, que el mensaje~
rocsun policfa. A lamafiana siguiente, cuan-
ddotoda spat sabe yacficialmente lode Affi-
a, Queipoy suayudante acuden al gobema-
dor civilde Huelva, ante quien el general re-
presenta una vezmis la comedia de a lealtad
alaRepablicay al Gobierno yaseguraqueest
lispuesto,alasdenesdeéste,acncabezarlas
‘ops que vayan a reducira los sublevadbs.
Detencién de un civil iquierdista por otro derechista en las calles de Sevilla en los
primeros dias de la guerra,Abbsalidadel GobiemoCillocbordadenuevo
cl teniente Cano de parte del comandante
‘Cuesta. Acto seguido, Queipo, acompafiado
siemprede suayudante, vuelve a Sevilla.
En el hotel «Sim6ne los recoge con
su coche particular el capitin de Avia-
cién Cartllo, que los conduce a la Divi-
siGn, los introduce por una puerta trasera
ylos esconde en la habitacién de soltero
del capitan Gutiérrez Flores, situada en
cl piso superior. Acaba de celebrarse una
reuni6n de jefes de cuerpo de Ia guarni-
‘i6n. En torno alos generales Villa-Abri-
Iie, jefe de la Division, y Lépez-Viota,
gobernador militar de la plaza, se habta
‘manifestado unsnime y solemne lealtad
ala Repiblica. Pero, ala salida de la re-
tunién, los generales encuentran en los
pasillos un continuo ity venir de oficia-
les de los distintos cuerpos alas oficinas
del Estado Mayor, donde se halla el co-
mandante Cuesta, al que Haman y le or-
denan que envie de vuelta a sus cuarte-
lesa aquellos oficiales. Entonces, en pre-
sencia de éstos, se produce una tensa dis-
ccusién entre ef comandante Cuesta y el
general Villa-Abrille. Entretanto, el pri-
mero ha enviado al capitén Gutiérrez
Flores en busca del general Queipo. Al
La Guerra Civil en Andalucia
En pintor sueco Torsten Jovinge dejé una coleccién de dibujos estremecedores sobre
la represién que los
‘momento, baja éste rodeado de otro gru-
po de oficiales simpatizantes con la su-
‘Soldados y ametralladoras flanquean el Ayuntamiento de Sevilla. Julio de 1936.
iblevados desataron desde el primer momento.
blevacién. Los generales VillaAbrille y
L6per-Viota s6lo cuentan con la lealtad
de sus respectivos ayudantes. El enfren-
tamiento entre los dos amigos no tiene
los tintes tragicos que Queipo luego le
pintarfa. Ante la resistencia de Vill
Absille y Lope2-Viota, los
nuar la discusi6n en el despacho del pri-
mero. A los pocos minutos, con el apoyo
de Cuesta y el grupo de oficiales, Qh
pose hace con el mando de la Divisiény
ordena que sean detenidos los otros dos
generals y sus ayudantes.
A continuacién, Cuesta comienza a
aplicar su plan; mientras llama «de parte
del general VillaAbrilley al comand:
te Méndez, jefe de la Maestranza de Ar-
tillerfa, envia al capitén Ortf, de Inge-
nnieros, a disponer la ocupacién de la
‘Maestranza por un destacamento de sus
‘ropas, al que se unen de inmediato un
aconti-
Andalucia en fa Historia 25Tema central
‘Las tropas transportando armamento.
ligero por la avenida de Colén (Fotogra-
fia de Ia inquierds) y los destacamentos
militares concentrados en el centro de
todo de la Artille-
ria,
Al anochecer,
el gobernador se
puitado de falangistas; més de veinticin-
co mil fusiles y varios caftones caen ast
en poder de los sublevados antes de
que publiquen siquiera el bando de
guerra, Cuando grupos de obreros de
‘Triana acudan a la Maestranza en bus-
cea de armas, hardn fuego sobre ellos
sin previo aviso, dejando once cadé-
veres tendidos en las calles.
De manera similar a la Divisi6n, los
sublevados se hacen con el vecino
ccuartel de Infanterfa, deteniendo al
coronel Allenegui y al teniente coro-
nel Berzosa. Hacia las tres de la tarde,
26 Andalucia en ia Historia
salen los soldados
de Infanterfa a la
calle a declarar el
bando, a la chita
callando, sin tam-
bores ni trompetas como es costumbre
yhaciendo protestas de leatad ala Re-
pablica yal Gobierno. Del mismo modo
salen de sus cuarteles tropas de Inten-
dencia, Artillerfa y Caballeria, conflu-
yendo hacia el centro. Pero la Infan-
terfa sublevada choca en la Plaza Nue-
vacon la Guardia de Asalto, que pro-
tege la Telefénica, el hotel «Inglate-
trav y el Gobierno Civil. La batalla, que
dura toda la tarde, no se resuelve has-
ta que los sublevados reciben el apoyo
de las tropas de Intendencia y sobre
Sevilla daban una inequivoca muestra 4
de que el alzamiento habia triunfado en ¢MtTEBa a Queipo
Ja capital hispalense, de Llano, que lo
sustituye por el te-
niente coronel retirado y gran terratenicn-
te monfirquico Pedro Parias. Este propone
para alcalde de Sevilla al capitén de cor-
beta Ramén de Carranza, marqués de So-
tohermoso,cuyo padre, marqués de Villa-
pesadilla,almirante ydiputaclo monérqui-
co, va.a ser nombrado simulténeamente
alcalde y gobernador civil de Cadiz.
LA RESISTENCIA OBRERA EN
‘SEVILLA FUE PRONTO
APLACADA POR LA ACCION DE
LAS FUERZAS SUBLEVADAS
‘Queipo nombra también al capitan
Manuel Diaz Criado, fandtico monér-
‘quico, delegado militar gubernativo de
la II? Divisin, que equivale a decir
dduefio de la seguridad y la vida de sus
habitantes. La traicién se ha consuma-
do. Le responde la resistencia de los
hhuelguistas, francotiradores y defen-
sores de las barricadas, que serdn asal-
tadas por las tropas de la guarnicién
en los dias siguientes con la ayuda de
civiles de ultraderecha, pero sobre todo
de los moros de Regulares y la V! ban-
dera de la Legién. La guerra civil ha
comenzado.
MAS INFORMACION
‘annis, M. El dlimo eimey, Barcelona, Ar-
os Vergars 1978.
‘Vausia Rewousts, | M: Rebelifn en Sevilla.
‘Memorias de su goberador rebelde, Sevilla,
‘Servicio de Publicaciones dl Exemo. Ayunta-
‘mento, 1982.
‘Onmz Vatatns J: Sella 1936, Dl glpe mi-
Tar ata guera civil Céedob, Visage, 1997.La Guerra Civil en Andalucia
El final de la Guerra Civil
Almeria, marzo de 1939
Rafael! Quirosa~Cheyrouze y Mufioz. Universidad de Almeria
Almeria fue una de las pocas provincias que permanecié en el bando republicano durante toda la
guerra civil. Encontramos en su historia, por ello, la explicacién directa de los acontecimientos vividos
en la zona que se enfrentaba a la sublevacién de Franco. Ademds, en sus calles se suftieron las duuras
horas finales de la Repriblica en Andalucia,
finales de marzo de 1939, como
A cn el resto de Espaiia, la pue-
rra se acababa en Andalucta.
posterior avance dle las tropas franquis-
tas hasta posiciones cercanas a la provin-
cia almeriense, hechos producidos wn pat
Desde la caida de Mala- de afios antes, apenas habfan variado los
gay el
frentes de batalla en la region. Es decir,
tras finalizar el primer invieno vivido
en conflicto, el Gobierno rept
blicano slo ejercfa el control
cn las provincias de Almeria y
Jaén (salvo unos pocos muni-
cipios en esta tltima), en
Jas comarcas orientales de
Granada (Guadix-Baza) y
en algunas localidades del
norte de Cérdoba. Asi,
cuando habfa transeurrido
poco més de un semestre
de guerra, los sublevados
ya habfan dominado seis
de las ocho capitales anda-
luzas, permaneciendo tini-
camente AlmerfayJaénen
zona republicana. De he-
FRANCO
fascistas, l ya gencrallsi
Con una escenografia propia de los regimenes
ppresidfa ol desfile de la victoria (Fotografia izquierda).
Mientras, en numerosos pucblos y ciudades se
colocaban lépidas conmemorativas con el iltimo
parte de guerra (pagina siguiente).
cho, la provincia almetiense fue la dinica
que se mantuvo fntegramente en dicha
zona durante todo el tiempo que duré el
cenffentamiento armado. Adems, no lle-
garon a existr frentes de guerra estable-
cidos en su circunscripcién durante los
33 meses que duré el conflicto.
Una guerra vivida en la retaguardia
En Almerfa, la sublevacién militar
del verano de 1936 haba fracasado
fandamentalmente debido a tres cau
sas: la falta de unidad y coordinacién
entre las fuerzas militares y derechi
tas, unida al retraso en declarar el es-
tado de guerra; In activa oposicién de
milicias populares, apoyadas por miem-
bros de la Guardia de Asalto en la sede
del Gobierno Civil; y, sobre todo, la
amenaza de bombardeo que realiz6 el
destructor Lepanto si los rebeldes no
deponian las armas. Esto ocurrfa en Ia
capital el 21 de julio de 1936 y pocas
horas después
quedaban do-
minados los
Francisco Franco,
pequefios co-
natos insur-
gentes que se
Andalucia en fa Historia 27Tema central
habfan producido en la provincia
almeriense.
‘Tal y como ocurrié en toda la reta-
guardia controlada por las fuerzas del
Frente Popular, los primeros meses de
‘guerra se caracterizaron por la presen-
cia activa de los comités, organismos
formados por representantes de sindi-
catos y partidos obretistas, que se con-
eron en poderes paralelos @ las ins-
tituciones del Estado. En esta coyun-
tura inieial se produjeron las principa~
les alteraciones en la propiedad y en
los seetores productivos, asf como el in-
tento de desencadenar un proceso re~
volucionatio como respuesta a la in-
surreccién militar. Tampoco hay que
olvidar que en esta etapa se ejecuté a
ifs del 80 por ciento de las personas
represaliadas en la provincia almerien-
se durante toda la guerra.
La situacién se modifies radicalmen-
te apart del mes de noviembre de 1936,
tras la llegada de Gabriel Morn al Go-
bierno Civil de Almeria, Este socialista
cordobés, nombrado por el gabinete de
Largo Caballero, consigui6 evar a cabo
Ja reorganizacién de la retaguardia alme-
tense. El proceso supuso la desaparicién
en la préctica de los comités como 6rga-
nos ejecutivos, el control del poder des-
de las instituciones del Estado y el fin de
Ja violencia que habe caracterizado la
etapa anterior.
‘A partir de la constitucion del pri-
mer Gobierno de Negrin, en mayo de
1937, podemos decir que el restode _/
Ja guerra se resumfa en dos pala-
espafiola
utilizaron armamento ex-
tranjero facilitado sobre
todo por Alemanii y
la Unidn Soviética, A le
derecha, avién alemén
Heinkel HeS1 tal y como
Jos que sirvieron de ayuda ala fuer- —
za aérea del bando nacional.
28 Andalucia en la Historia
bras para los republicanos: resistencia y
supervivencia. La primera fue siendo
contrarrestada continuamente por los
avances de los ejércitos de Franco; la se-
‘gunda, con ms incidencia en las zonas
de retaguardia, se habfa convertido en
Ja lucha diaria para la mayor parte de la
poblacién. En cualquier caso, las derro-
tas militares que vencfan la resistencia y
Jas dificultades que los ciudadanos en-
ccontraban para sobrevivir minaron la
moral de victoria de las localidades que
permanecfan en la zona no controlada
por los franquistas. Sia este panorama
afiadimos las diver-
gencias
df
Sj
producidas entre los sectores politicos
que luchaban contra la sublevacién, po-
ddremos entender mejor lo ocurrido al f-
nal de la guerra, objetivo principal de es-
tas péiginas.
La mencionada supervivencia tenfa
que enfrentarse con dos obstaculos: Ia
carestia en alimentos y los bombarceos
‘enemigos. Uno de los principales pro-
bblemas que tenia que aftontar la po-
bblacién era Ia escasez de articulos de
primera necesidad, situacién que se fue
agravanda conforme avanzaba el cur-
0 de la guerra. La legada continua de
cevacuados que habfan huido de las z0-
nas ocupadas por el enemiigo empeors
considerablemente fa situacién. Ast, si
estudiamos la actividad de las institu-
ciones locales y provinciales en estos
meses finales del conflicto, observare-
mos como las dificultades de abasteci-
mientos ocupaban 1a atencién priori-
taria de los gobernantes. Ademis, los
incidentes y conflictos derivados de la
situacién de escasez se hicieron cada
vex més frecuentes.
Pero, junto al hambre, otro peligro
amenazaba a los ciudadanos de la re-
taguardia almeriense. Nos referimos a
los bombardeos Hlevados a cabo por Ia
aviaci6n franquista sobre la poblactén
civil. Ya en 1937 se habfan producido
violentos ataques sobre la capital, des-
tacando los realizados en la noche del 5
de enero, el dia 12 de febrero sobre los
hhuidos de Malaga establecidos en el
puerto, as{ como e! protagonizado por la
escuadra alemana a finales del mes de
‘mayo y que tantas repercusiones inter-
nacionales suscit6, Los bombardeos pro-
piciaron una politica de
construc-La Guerra Civil en Andalucia
ci6n de refu- integrantes de los partidos republicanos _comerse a toda Almeria o que pretende lla-
giosenlacapi- (IR y UR) y los militares profesionales mar la atencién, popularizarse, a base de
tal,impulsada destacaban en estas posiciones. Aquies- golpes, aunque estas golpes no vengan a
especialmente tuvo, precisamente, el origen del golpede — cuento».
desde elParti- Estado encaberado porel coro-
doComunista. nel Casadoen marzo de 1939,
Losataques se Con esta situacién gene-
mantuvieron ral de fondo, los enfrents
durante el dl- — mientos entre anarquistas y
timo afio de comunistas se recrudecieron.
‘guerra, provo- en Ia retaguardia almerien-
caronel péni- se. Asf, en un acto ptiblico
coenlapobla- celebrado el 20 de novien
Ml ci6n y contri- bre de 1938, el dirigente li-
‘buyeron al desénimo de los defensores de bertario Juan Santana Cale-
ro no dud6 en afirmar: «Es-
pata, quieran 0 no los que
pretenden imponernos pro-
fgramas exdticos, no obede-
ce ni obedecers a Berlin 0
Mosctt, en clara alusién crf-
tica al Partido Comunista,
Los anarquistas también
se enfrentaron con el nuevo
Ja ILRepiblica espafiola.
Los dltimos meses de guerra
Salvador Sanchez Herndndez, diri-
gente del Sindicato Nacional Ferrovia-
tio de Valencia (UGT), fue nombrado
gobernador civil de Almeria a mediados
de noviembre de 1938. Al tomar pose-
si6n de su cargo se encontré una provin-
cia con dos graves problemas: los enfren- —_gobernador, al que acusaban_
tamientos entre distintos sectores polfti- de menospreciar las funcio-
cos y si id nes de los comités de enlace
de los partidarios de la victoria franquis- UGT-CNT. En un artfculo
ta establecidos en la retaguardlia. publicado en el diario Eman-
La evolucion de la guerra, con las _cibacién se decta
consiguicntes derrotas del eército de la «Hay una aworidad, la mds
Repiblica, favoreci6el aumentode las di- alta autoridad de la provincia,
ales y Ia creciente act
Pese a que hasta el final de Ia guerra Almeria se
mantuvo bajo dominio republicano, elementos de
Falange Megaron a conseguir en la clandestinidad
tanto armamento como voluntarios suficientes para
legar a formar tres centurias.
vergenciasentre los grupos que apoyaban
al Gobierno republicano. Si los anar-
quistas y los sectores afines al largo-
caballerismo ya habfan mostrado
‘sus discrepancias con el gabinete
de Negrin en 1937, los enfrenta-
mientos entre los socialistas de
Prietoy los comunistas debilitaron
mis adn la coalicién gubernamen-
tal. Paralelamente, la desmoraliza-
‘que dijo hace anos dias que no
venta a comerse alas ni-
Ros erudos. Con sw
condueta estrafa-
\ laria y desordena-
da, nos da la sen-
sacién de dos co-
sas: 0 que viene a
La mala imagen que estos enfrenta-
mientos provocaban en la opinién de los
almerienses originé que el Comité Pro-
vincial del Frente Popular, en una re-
unién celebrada en diciembre de 1938,
adoptara el acuerdo por el que «todos los
partidos y organizaciones que lo integran
bacen piiblico el compromiso adquirido
‘ci6n derivada de los fracasos milita- En febrero de 1939 de poco sirvié que Juan Negrin
resy las carencias suftidas en la (fotografia superior) y sus ministros volvieran a
retaguardia por la poblacién, Espaiia, El presidente de Ia Repiiblica, Manuel
habfan ido fomentando y ge- Azaiia (a la izquierda) habia dimitido a la vez que
neralizando el deseo de termi- tanto Francia como el Reino Unido reconocian el
nnarla guerra cuanto antes. Los Gobierno del general Franco.
Andalucia en ia Historia 29Tema central
por todos ellos ce no trataren sus respec-
tivos érganos de prensa nada que pueda
servir de molestia a ninguno y que pu-
diera rozarlaestrecha unin y la perfec-
ta compenetracién que los liga».
La denominada «quinta columna»,
‘read en ls primeros momentos de lague-
1a, se habia desarrollado en la provincia
EN 1A ALMERIA DE LA
Guerra Civit, LA «Quinta
(COLUMNA» LUCHO CONTRA
1a REPUBLICA DESDE LA
PROPIA RETAGUARDIA
durante el periodo del comunista Vicente
Talens Inglé como gobernatlor, entre julio
de 1937 y abril del ao siguiente. Es cierto
que su sucesor, el dirigente metalirgico
‘vasco Eustaquio Cafias Espinosa, habfa en-
durecido las disposiciones de orden pabli-
0, aumentando las detenciones de sospe-
‘chosos y dificultando su_ puesta en liber-
30) Andalucia en /a Historia
tad. No obstante, todas esas medidas no
consiguieron acabar con las actuaciones de
os que luchaban contra Ia Repiblica des-
desu propia retaguardia.
Lasactividades clandestinas consistfan,
fandamentalmente, en tansmitirinforma-
cién ~sobre todo de eardeter miltar~ al
‘bando franqusta, boicotearelrecutamiento
de hombres para el ejército republicano,
conseguir y distibuir dinero, viveres 0 ropa
paralos que estaban ocultos,esconder alas
personas perseguidas por lapolicfa por mo-
‘ivos politicos feclitar el pase de los dere-
chistas ala otra zona. Al frente de estas
actividades, alo largo de 1938, encontra-
‘mos a personas destacadas como Carmen
Goingora, presidenta dl sindicatocatblico
«La Agujae, y Manuel Feméndez Aram
bur, jefe de la amada «Red Hataca».
‘También sabemos que en los éltimos
meses se habfa constituido una Junta Pro-
vincial de Falange en la clandestinidad,
con Francisco Ibarra Sénchezy Fernando
Brea Melgarejo como principales respon-
sabes. i atendemosa sus propins declara-
cones, efectuadas tras el final de Ia gue-
11a, llegaron a contar con casi tres centu-
trias organizadas, con-
Cayetano Martinez
‘Artés ditigente
socialistay presi-
dente del Frente
Populary del
Consejo Provincial
deAlmerfa (gentile-
zadesus hijos).
siguiendo armas mediante compra odona-