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Rafael. La Virgen de Ia sill. Capitulo 7 Gabinetes y galerias Bajo el Antiguo Regimen, la nocién de riqueza, 0 més bien de abundancia, esl idea principal que ‘ge la presentaci de las obras de arte. Nuestros antepasados, si pudiesen ver nuestros museos con. las obras espaciadas en los muros, a menudo con mis de las tres cuartas partes vacias, es probable que los encontraran muy pobres y de mal gusto, Al vista ls palacios de Roma a finales de 1739 y * principios de 1740, Charles de Brosses hizo nota: «Todo el adorno de las piczas consisteen cuadros ‘con los que estin eubiertos los cuatro muros de arziba abajo, con tal profusida y tan poco intervalo ‘que en verdad a mirada suele quedar tan distraida como fatigada. Ademds de ésto, no gastan apenas ‘ada en marcos, ln mayor parte de los cuadros son vies, negros y meaquinos, para ponet uta can- tidad tan desaforada, por fuerza hay que mezclar gran ndmero de cosas mediocres entec las bells hatles de Brosses tendria que haber quedado satisfecho de la Galera Palatina del Pit, en Floren. cia, que vio en el curso de ese mismo viaje, pues los cuadros estén allt ticamente enmaccadosy, sin ‘embargo, parece haber quedado decepeionado, Después del siglo xv, as obras de arte o las curiosidades se conservaban en dos clases de locales, alos que se daba sentidos diferentes que no siempre se distinguen: la wgalerlas o el egabine- ten, Materalmente, la galeria es una sala de estructura alargada y grandes dimensiones; el gabi- rete, mis restringido, es una habitacién, de forma aproximadamente euadrada. La galeria designa un local suntuoso, una sala de festa Injosamente adornada en donde ls obras de arte forma parte integrante de la decoracién; en el gubinete, os objets se han acumulado sin ornamentacién, de forma, ‘que haya lugar para el mayor ndmero posible de ellos; ocurre, sin embargo, que a una sucesién de salas de recepcién con dedicacién suntuaria, se Ia ha califcado de galeria, como la Galeria Palatina del paacio Pitti, en Florencia, y que otras galerfas han tenido un carketer puramente utiitatio, A fn tes del siglo xvi y en el siglo xvm, el término galeria ha prevalecdo para los museos de art, pintura © escultura, mientras que la palabra gabinete designaba ls colecciones de curiosidades 0 de ciencias, Asi como los locales en donde se conservaban los pequeiios objetos de arte: medals, gliptica, obras 129 de orfebreria y estatuillas de bronce. Procedente del italiano, la palabea francesa eabine, que sip mente fue de uso internacional, ha designado en principio un local reducido, o un maebl, en el que se guatdaban los documentos itimos, antes de atribuirse a una picea de dedicacién museolégica. ‘Los italianos quedarin tal vez sorprendidos al saber que la galeria es de origen francés. z Acaso la palabra en la lengua francesa no es de procedencia ultramontana? Desde luego es as, pero la cosa hha nacido en el Norte, Como lo ha demostrado una tesis, an inédita, de Mle. Litous, de la Escuela del Louvre, a galeria, como local suntuasio, deriva del «salén» de los castillos de Ia Edad Media [Los palaciosy villas de Italia del siglo xv incluso de prineipios del xvr no la presentan, a menos que se tenga por tal el gran salén que comprende dos pisos de la villa construida por Lorenzo de Médi- cis en Poggio, Caiano; pero demasiado ancho y demasiado alto, no tiene forma de galeria. Los dos primeros locales de ese tipo que se pueden ver en Italia son los que unieron ef Belvedere de Inocen- cio VIII con el Vaticano, segin el plano de Beamante; pero esas dos galerias de cuatrocientos me- tros de largo son mds bien inmensos pasillos de circlacién que galerias en el sentido modeeno. El gusto por a galeria que ha mostrado el Renacimiento francés tiene, pues, un origen autéectono. El eas- tillo de Fontainebleau presentaba por lo menos cinco galeras construidas en el siglo xvr; la famosa _galeriallamada de Francisco I,0 de las Reformas, decorada por el Ross, fueen su tiempo una cosa nica, No obstante, desde finales del siglo xv1, ls italianos adaptan la galeria para laexhibicidn de las obras de arte; asi ocurre con Ia galeria del Palazzo del Giardino, en Sabbioneta y del anticmarium de la Res- ddencia de Munich; la primera hoy esti vacia, pero en Munich las antigdedades aparecen integradas ‘en una decoracién de gratescos que evoca en delicados pasaes las ciudades y pueblos de Baviers. Vincenzo Scamozzi en su Idea dilleorhtetura uuitersae, publicaa en 1615, se expresa asi: «Hoy se/usa mucho en Roma, en Génova y en otras ciudades de Italia ese género de efcio que se llama galeria; tal vex por haberse introducido primero en Francia, por haber servido de paso a los cortesa- ‘0s, las proporciones de las galeias provienen de las gis, pero soa algo menos abiertas que és. Esta clase de edificio fue parcalmente conocido por los antiguos... En esta ciudad (Veneca) Ia gale ‘a no se utiliza tanto como en Francia, Espatia w otros lugares, excepeién hecha de edificios publi- cos; sin embargo, desde hace algin tiempo, a ejemplo de Roma, se ha introducdo en las casas de mu~ chos senadores,arstdcraas y aficionados « las antigdedades, mrmoles, beonces, medalls, bajo rel ves y pinturas de los mis eélebees y prestigiosos maestros que han vivido hasta nuestro tiempo. De Italia Ia galeria vuelve a Francia lustrada por el inimitable modelo de la galeria de Hércules, pintada por los Carraci en el palacio Farnesio de Roma. En el siglo xvu, todos los grandes hoteles ‘nobles de Pars tienen su galeria ricamente decorada por estuquistas, ebanistas y pintores contempo- rineos (hoteles Lambert, Bretonvllers, de Ligaitres, La Vsiliére); Luis XIV no hari més que imitae 1 sus sibditos al hacer decorar la galeria de Apolo del Louvre, o la Galeria de los Espejos de Versa les, La gran galeria del Louvre o galeria de a orilla del agua, concebida por una italiana, Ia reina Catalina de Médicis, sl principio, como las galerias del Vaticano, no ex més que un monumental pasillo que permitia ir de un castillo de la ciudad (el Louvre) a una residencia del campo (las Tulle- ‘as; los exfucraos levados a eabo bajo Luis XII para haces de ella una galeria de festas, gracias tuna decoracién apropiads, hablan fracasado, Algunas galerias estaban destinadas dnicamente a la ppresentacién de at obras de arte, tales como las dos galeria superpuestas que todavia se conservan 130 en la Biblioteca Nacional de Pais, designadas con el nombre de wgaleria mazarinan, que el cardenal ‘ministro habia hecho edifcar en el antiguo hotel Tubeuf, comprado por él y agrandado por Man- sard; la galerfa baja contenta las antighedades y la alta las pinturas, los muebles y los objetos mis diversos, presentados sobre telas de damasco rojo en el mayor amontonamiento, pues, dice la Grande “Mademoiselle en sus Memre ela galeria estaba tan llena como un puesto de feria, ainque n0 conte- fia nada de deshecho». En Londres, las dos galtias superpuestas de la Arundel House que conoce- ‘mos por las pinturas de Mytens, son contemporineas de éstas; al igual que en el hotel Mazarino, la ‘galeria baja estaba reservada a las antigedades y la alta alas pinturas, distibuidas entre las ventana, Tnstalada en la misma época, la Galleria Palatina de Florencia es una hilera de habitacionesIujosas Alecoradas con magnificos techos pintados por Pedro de Cortona para el gran duque Fernando I, centre 1637 y 1647; dorados, mérmoles, cristales y pinturas eoatribuyen al fasto de esas habitaciones principeseas que Fernando I, al realizar una idea de Cosme I, doté de una guadrerts,obtenida mediante una selecci6n cualitativa en las coleciones de cuadros de la familia Médicis. Apretadas unas junto a ‘otras, esas pinturas consttuyen un elemento esencial de la decoracién no solamente por si misma, sino gracias al efecto de los ticos mareos que las encuadran; éstos han sido ejecutados en tiempos del ‘manierismo, cuando todas las artes mobiliarias se inspiraban en la orfebreria, otros son de Ia época barroca; se concibieron como coronas triunales alrededor de los euadeos mis ilustes. Como dice ‘Anna Maria Ciaranf, la idea que presdié el acondicionamiento de esta quadrria era «rodeat la belleza con Ia belleza». La Galleria Palatina, alterada durante una época por las detraciones del gobierno francés de la Revolucion, restituidas en 1815, se abrié de nuevo en 1833 y es hoy, en Europa, uno de los raros ejemplos de presentacin prineipesca de un museo. En Paris la galeria del hotel La Vrilliéce nos muestra, en una dimensién més restringida, pero que en esta ocaién por su forma correspond perfectamente ala palabra galeria, otta manifestacin. Esta galeria, ediicada en 1640 por Phélippeaux de La Vrillitre, fue adaptada al gusto de la época por Robert de Cotte para el conde de Toulouse, hijo natural de Luis XIV, de 1713 a 1719, con suntuosas madera labradas de Vasié; a partir de ese momento se la Ilamé la galeria dorada». El maderaje rodeaba seis cuadros de maestros: Poussin, Pedro de Cortona, Carlo Maratta, Fl Guercino, Alessando Veronés y Guido Reni; esta vez se avanza un paso més en la integracién de las obras al conjunto, pues las pinturss se incorporaron al maderae ytuvieron que adaptarsea un encuadre contorneado '. La costumbre de tata los cuadros ‘como elementos decorativos a menudo ha hecho modificar sus dimensiones, ya sea para reducilos ©, con mis frecuencia, para agrandatlos, sin respetar las intenciones originales del artista. Todavia ‘en 1778, cuando el espeitu museol6gico se habia impuesto a todos, en Francia se dio el siguiente ‘aso: el conde de Angiviller, que encontraba muy bello, pero algo grande el Martirio de san Franco Javier de Poussin, adquitido por el rey en las ventas de los jesuitas en 1763, propuso al primes pintor ‘que se hiciera cortar, pero éste respondié que tal cosa perjudicata la comporcién, En Roma, en el palacio Colonna, se construyd una gran galeria a finales del siglo xvu para guardar Ja coleecién fundada por el eardenal Jerdnimo I Colonna. Inaugurada en 1703, esta galesa, que tiene setenta metros de largo por doce de ancho y diez de altura, se hizo a imitacién de la Galeria de los Espejos de Versalles; al igual que ésta termina en cada extremo por dos salones; las antigUedades se presentaron en Ia misma galeria, los cuadros en los salones. Chatles de Brosses dijo de ella que era 13 mejor que la de Versallesy lena de cuadeosdeliciosos»; su fama atria a numerosos vsitantes a Roma encl sigloxviry llega ser una especie de galti-tipo, marco ideal para larepresentacién de un maseo seal o imaginati, ‘Asi, en 1749, Panini dispuso en una galera insprada en la galesa Colonna la guaderia que el cardenal Silvio Valenti Gonzaga habia reunido en su villa situada cerea de Ia Porta Pla (hoy Villa Bonaparte); ese cuadro, cuyo exboz0 esté en Marsella, se halla en el Wadsworth Atheneum de Hart- ford (EE. UU.) * El duque Choiseul, que queria conservar un recuerdo de la belleza de Roma, en donde fue embajador desde 1753 a 1757, encargé a Pannini cuatro cuadros. Dos representaban sitios reales: la Plage de San Pedro y el Interior de San Pedro +; para los oteos dos, que deblan evocat la «Roma antiguay y la «Roma moderna» °, Pannini decidié hacer uso de escultaras y redut, pintadas 4 su manera, en galerasideales, hechas a imagen de la galeria Colonna. Esos dos museos imaginatios tuvieron buen éxito. Panniai hizo después una séplica, en colaboraciéa con Hubert Robert, que pass 4 lacoleccin de éte y hoy esti en el Metropolitan Museum, Nueva York‘, El Louvre debe ala prin- ‘esa de Polignac una nueva variate, de dimensiones mis grandes, probablemente encargada por ‘Claude Frangois de Montboisie, abad y més tarde eardenal de Carillac, que vivié en Roma desde 1753 hasta su muerte, que sobrevino en 17637. Los aficionados encargan slbumes de fotografas de su coleccién; ls imagenes de las colecciones de otros tiempos eran en si mismas obras de arte, ‘A cestaépoca se remonta Ia costumbre de presentar los cuadros sobre fondos rojos que eonvienen ‘especialmente a ls obras del Renacimiento y del secnfo; esas dltimas, a menudo oscuras, en Italia yen Francia estin ademas pintadas sobre enlucidos de dicho color. La galeria de cuadros del eardenal “Mazatino estaba revestida de terciopelo carmesl;zacato porque este color era particularmente apro- piado para un eardenal? Mis bien fue porque ya se habla observado lo mucho que este color real~ zaba la pintura; en efecto, en su Carta dl narigarpitresco,editada en Venecia en 1660, Boschinireco- rmienda revestir las paredes de las galerfs con terciopelo escalata porpricantey emplear marcos do- sados con muchos adornos. Caldo un poco en desuso en el siglo xvithen que te preferiri los estacot de colores elatos, el roo se volvert a usar en al siglo xrx, porlainfluencia de los fondos pompeyanos, y se extenderi entonces sobre los muros de todas las galeras tanto de pintura como de escultara. En diversos puntos de Europa se encuentran ain galerias de pintura de la época barroca. Una de las que estan mejor coaservadas es la del castillo de Pommersfelden, en Franconia, que comenzs ‘en 1711 Johana Dietzenhofer para el archicanciller del Imperio Lothar Franz von Schdnbora; aun- que privada de algunas de sus obras maestras, vendidas durant el siglo xx, subsite casi en su dis- posicién origina. Como pieza de pequefias dimensiones, destinada a albergar obras de art, el cabinet aparece en el siglo x01 bajo la forma de gabinete de retratos. Aungue el gabinete del catillo Pibrac, ceca de Tow- Touse, es del siglo xv, nos conserva un recuerdo de ellos; los catllos de Beauregard y de Bussy- Rabutin (cl primero en forma de galeria; el segundo en forma de gabinete) han conservado en Francia dos testimonios del siglo xv1z, mencionados anteriormente. En el siglo xvm, la moda del gabinete se extiende simultineamente con la de la galeria para obras de arte; es un amontonamiento de objetos y de pinturas, un verdadero caj6n de sastre. Tal disposcién, se encuentra en el norte de Europa, donde las casas, mis pequefias, no permiten la edifcacién de gale- ‘fas monumentales. Esta razén utilitaria no es la dnica:es evidente que dicha concentracién de objetos 133 de ante y de curiosidades en un pequefo espacio seduce a los aficionados del Norte, habituados por 1a visidn humanista de Brueghel a ver hormiguear sobre una superficie reducida todo un microcos- ‘mos, lo que les proporciona el sentimiento de lo universal. El cuadro que representa un «gabinete de aficionado» se convierteen uno de los temas de éxito de la pintura de género en la escuela flamenca dal siglo xvi. Son raras las obras en que la representacién de un gabinete es veridica; casi siempre te trata de un gabinete imaginario; no obstante, ocurria que los cuadtos inspirados en cualquiera de esas eoleeciones conocidas, de las que rebosaba entonces la ciudad de Amberes, gustaban a los compradores; gracias a tales artifcios eonocemos la disposicién del gabinete de Rubens, gran sakin cen el que estaban ordenadas las pinturas y las medallas, con una especie de abside, inspirado en el Pantheon de Roma, ¢iluminado por un ojo central; Rubens lo habia ediieado pata coloci los bustos antiguos comprados por él a sir Dudley Carlton, cuya coleccién, en su domicilo, le evoeaba Roma, En muchas de lat «vistas de gabinetes, los pintores se han complacido en vesti los personajes con trajes del siglo anterior; sin retroceder ante el anacronismo, nos muestran a veces 2 Alejandeo visitando el taller de Apeles, jun Apeles que colecciona los Massysy los Rubens! Juan Breghel ha utlizado el tema del gabinete de aficionado para ilustea los Cimo Sender en una serie de euadeos que muestran galeras y gabinetes sobrecargados de productos de todo género dela naturalezay del hom- bre; estos mierocosmos servian perfectamente para procurar a las gentes de esa época, prinipalmente a los burgueses flameneos, que permanecian sedentarios, una evasién tanto en el tiempo como en cl espacio. La coleecién del siglo xv1r que mejor conocemos es la que el archiduque Leopoldo Gui- lermo, gobernador de los Pises Bajos de 1646 a 1686, reunié en el easilo de Coundenberg en Bru- selas. Por orden suya, David Teniers, a quien nombrara coaservador de sus obras de atte, ejecuté vinta de ls diversas salas de la coleccidn, cuadeos que deblan ser entregados como recuerdo a los ‘isitants ilustres; al repeoducir en formato miniatura las obras maestras dela galeria archiducal, Te- riers utilis los 244 parle 0 copias de pequefio formato, que habla ejcutado anteriormente, part reprodicinlas en grabado en el Thera pictorium. Fl género de la pintura de gabinete de aficionado desaparece a principios dl siglo xvi, pero si esas imégenes ya no estin de moda, lastuacién que representan persste en las galerasy los gabine- tes durante todo el antiguo ségimen. Conocemos asl la coleccién de Jean de Julienne, el ul, en 1756, hizo reproducit en pintura a la aguada, panel por panel, los muros de su ivienda con los 324 cuadros que alli estaban colgados, en una especie de catilogo por Ia imagen, idea que con anterior dad habia insprado el eadlogo ilustrado de la galeria de Viena realizado por Storer. Algunas lildersaal de abadias 0 de eastilos de Europa central han permanecido intactas con sus cuadros apretados mateo contra mareo, separados por simples listones. Los hombres del siglo xvi gstaban de esta decoracién een tapicetia», que cubria todo el muro; antes de la wkima guerra que los destruyé, los easillos de Petethof y de Tsarskoie-Seo, cerea de Leningrado, oftecian ejemplos notables de tipo de bilderral. En el siglo xvi la iluminacién de las galerias y gabinctes es lateral. Ea el siglo xvmt, con el fin de obtener una luz més conveniente para las pinturas y aumentat la supericie para colgarls evitando cl horadar los muros, se dispuso la iluminacin cenital; asi se presentaba en el Palacio Real de Paris la galeria del regente. Sin embargo, ese modo de iluminacién es excepcional; en los elfcios que se 135 Museo de Ia abadia de Heili- genkreuz, en Austria. Lar (rane aad barra de rapa feniral teton fodat at mate ¢ ‘Bildsten donde aban gre (pads accuses nts # me Shrmor. Ev Hailing, 08 le Ketwrraal » bobitcin de tlm iad dora om etc ot ef Sig XVIL, 1 baw presets ter exudes brie tag mores ‘ast ef el construyeron 0 arreglaron en el siglo xvi para uso de pinacotecas, en Dresde o en Munich por elem plo, se abrian en un muro grandes arcadas con widrieras, para quc los otros tres tuviesen wns imi faciéa abundant. [Esa amplia decoracin, ala eu conteibuian las propias obras, se empleé también para los objetos de arte, porcelanas, cerimicas u obras de orfebrerla. El elector de Sajonia y rey de Polonia, Augusto cl Fuerte, a quien apasionaban las porcelanas de China y compraba ejemplares raros a precios may clevados, adorné con ellos toda una habitaciéa del castillo de Dresde; la sltima guerra, que destrayé los diferentes gabinetes del Zwinger, afortunadamente no lo hizo eon éste. Augusto el Fuerte habia softado hacer mis ain, erigiendo un verdadero templo de la porcelana en el paacio llamada de Ho- Janda, empresa que no pudo levar a término, El castillo de Charlottenburg, cetea de Besli, ha con- servado también su Porzelinkabinet, instalado en 1705-1706, que sirvié de modelo al de Dresde. ‘Un conjunto nico es el gabinete de crstaleria del castillo de Rosenborg, en Copenhague (pig. 138); ‘edificado por Cristian IV en 1606, ese castillo, en el que se acumularon maravillas en todo el extso de ls siglos xv y xvmt, es una especie de palacio de las mil y una noches, que la devocién dindstica de In familia real danesa ha conservado intacto con su extraordinario mobiliaio en plata maciza, realizado en Augsburgo y en Copenhague en el siglo xvut. Entre los tesoros de exe palacic, el mis rao, sino el més precioso, es sin duda el gabinete de cristaleriaconstiuido en 1714 por Federico IV ‘en el primer piso del castillo, especie de gruta dorada en la que brillan como estalacitas los platos y vasos de cristal de todas las regiones de Europa reunidos por el rey, el eual, en 1708, habla reci- bdo como segalo de la Serenisima un importante lote de piezas de Murano. Rosenborg posee también tun Porzellinkabinett y un Buffetkabinctt, pequefia sala de presentacién de la vajila de plat y ora, que estuvo muy de moda en Europa central en el siglo xvi Sila sobreabundancia gustaba a nuestros antepasados y les pareca el medio mas propio para real- zar ls obras de arte, con mayor razén convenia a los gabinetes de curiosidades, en donde ia profi- sin simboliza la riqueza inagotable de las creaciones de Ia naturalezay el ingenio de los medios pues- tos en obra por el hombre para penetrar su misterio. Ea el siglo xvnt,el progreso de las cinsias hizo de la experimentacién fsica y quimica un arte de saléa y muchos hoteles tenian su agabinete de fisica», sin que el propictario fuera un «curioso» o un sabi, [Lo mis frecuente es que las curiosidades 0 los instrumentos estén dispuestos en elegantesarmatios- viteina, muebles que aparecen en esta época. Ain pueden verse en Paris en la antigua abadia Sainte Genevitve, hoy liceo Enrique IV, las admirabes vitrinas de estilo Luis XV del gabinete de curios dades y de arqueologie, pero vacas. Por el contrati, se conserva todo — objetos, maderas,virinas y mucbles —en el gabinete de Historia Natural del monasterio de Seitensteten en Austria, y el ‘que Clemente Lafille habia reunido e instalado en 1766 en su hotel de La Rochelle; este dtimo, que es un gabinete de conguiliologia, ha pasado de la Academia de la ciudad, a la eual la habia legado el aficionado, al museo en donde se encuentra actualmente. Algunas veces a esos gabinctescietiicos, al igual que alas galerias de arte, se les dota de una decoracién suntuosa en telaciéa con los objetos que alse presentan. El mAs extraordinaro de todos fue sin duda el de Jacques Bonnie de la Masson, Este cabullero, que habla heredado de su padre una fortuna enorme, la dilapidé en libertinsjes y en colecciones. De temperamento sensual, el hombre era ademés un apasionado de las ciencis y sus aplicaciones téenias. En la planta baja de su hotel de Pars estaba intalado en siete salas el gabinete 136 Gabinete de cristaeri det Camillo de Rorenborg, en Copenhague. [eater ce Rasabrg forest bint de pray git rinaiar: ert ai tro ‘jemplr ice. Ea cre en 114 a! ty Federico TV, gue abl vt fads Veta et'1908. Eat gr Inte conte pices my rater eres maar tips, Las tralrir atin. pts ome enon apart. de ate; el gabinete cientifico estaba en el piso, presentado con una decoracién extravagante de eba- nisterla que conocemos por dibujos muy exactos realizados en 1739-1740 por Courtonne, sin duda on idea de grabarlos. Al «gabinete del torno», pequeso taller de mecinica, segua el de farmacia, después el de fsica y quimia con laboratorio, horno y retorts; a continuacién estaban los objetos de mecinica e instrumentos diversos, y fnalmente las coleeciones de historia natural se hallaban en ‘un ambiente naturalista que figuraba animales. Ese magnifico gabinete dun muy poco tiempo. Bon- tier de a Mosson murié a fos euarenta y dos afios,arruinado, y sin duda agotado por sus viios. Sus colecciones, con todos sus mucbles, se vendicron en subast ualesquiera que sean los objetos presentados, cuadtos,escultura o curiosidades, aunque se bus- 4quen 0 no el jo y la decoracién en la forma de mosteatlos, su principio es siempre la acumulacisn. EI Museo Pioclementino del Vaticano nos ofrece ain hoy un ejemplo intacto de esos museos de anti- _BUedades, en donde yendo de exploraciéa los wanticuarios» gustaban perderse en una selva de mérmol ¥ de bronce, impacientes por reconocer por si mismos las piczas rara, sin que se les proporcionara ‘ninguna ayuda, puesto que alli no habia etiquetas. La galeria de los bustos se puede compara total- ‘mente a los museos de retratos; los bustos se alinean en estantes, en hileras superpuesas, al igual «que los cuadros revestan las paredes de los «museos jovianos», Hoy nos sentimos un poco perdidos n esas salas inmensas, esas galerias interminables, pobladas de sarcSfagos, de burto, de estatuas de todas clases que representan hombres y animales; pero hay que pensar que ese universo era familiar 4 Jos hombres cultos de aquel tiempo, que no estaban solictados por tin campo de conocimientos ‘muy extenso, en una époea en que un ehombre de provecho» podia pretender en una vida abarcar todo el saber humano, 139

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