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Freud. Habria partido de una adguisicién tedrica y pritic Ihabria llevado un poco més lejos, desplazart—> y rectf conceptos de acuerdo con sus descubim uiendo of trahajo del fundador del psicoanilisis. En un nivel de generalidag esta presentacion puede no ser inexacta, pero no capta nada d trabajo real ni de los revorridos,ciertamente mis tortuosos, de| claboraciories lacanianas. Si se provede a un estudio histérica, por el contratio, se aidvie jque Tacan comienza por plantearse una serie de custiog teéricas nuevas no # partir del psicoanalisis sino a partir de psiquiatria y la filosofia, Son esas las cuestiones que lo tl ripidamente a buscar y a encontrar en la obra de Freud element ‘para su propio descnvolvimiento. Lacan se ha planteado un problema, el del sujeto, yest libro tra ante todo de la elaboracién de ese concept. Las posicion adopta entonces, mucho antes de ser tan hoy, anticipan los debates actuales sobre ceausalidad psiquica LS.B.N. N°: 950-602-404-9 os Codigo N° 4049. Nueva Vi: Bertrand Osilvie Lacan Ee ce) giit-ret(eya| del concepto de sujeto Bertrand Ociwvis Lacan. La FORMACION DEL CONCEPTO DE SUIETO (1992-1949) Councer6n Chaves Bertrand Ogilvie Dirigida por Hugo Veozetti Lacan ‘La FORMACION DEL CONCEPTO DE SUJETO (1932-1949) Ediciones Nueva Visién Buenos Aires ‘Titulo del original on francés Lacan. La formation du concept de sujet (1992-1949) (© Presses Universitaires de France, 1987 ‘Traduccién: Irene Agoft "Toda reproducciin total o parcial de esta obra por cualquier sistema ~incluyendo el fotacopiado~ que no haya sido express: ‘mente autoriaada por el editar constitaye una infraecion a los ‘derechos del autor yser4 reprimida con penas de hasta seis aos de prisidn (art. 62 dela ley 11.728 y art. 172) ~tividad sin interioridad™ que se manifiesta solamente >) ‘en la nsistencia todavia onigmatica de sus exigencias _/ ‘prudentes o alocadas, de sus comportamientos repetiti- ‘Yoso descarriados, y ala que l oven Lacan va a prestar ropsito dela Tosis de medicina del joven psiquiatr | Aplicarse, mediante diversos desplazamientos y tenta | tivas de conceptualizacién, a plantear este problema ‘\ presente ya en el eampo filds6fico, pero en otro terreno. Invnnvran UNA “CIENCIA La Tesis de doctorado en medicina de 1932, De la psicosis paranoica en sus relaciones con la personali- dad, constituye ese otro terreno. La nocién de persona- Tidad que aparece en primer plano es rapidamente aislada por Lacan de su origen fenomenolégico: queda ‘reinscripta en un campodointeligibilidad abarcador del ‘sistema de relaciones humanas en el que ciertas signi- ficaciones subjetivas se ejercen de manera pri Yy espeeffiea, en detriment n inacinfsiolien, Esta a ar Ta psiquiat ‘Este “orden en que se impone a todo estudio psico- linieo la realidad de la personalidad” “en sus estructu- ras objetivas", se muestra dominado por una “génesis social de la personalidad” (T, 42) [39]. Esta se realiza bajo la triple forma de “un desarrollo biogréfico”, es te, ik ca SUanERaRta Eproy de eacionee que con: fieren su unidad evolutiva a la integracin de los acon- tecimientos determinantes de la vida del sujeto, vivido por él de una manora props, de-ana concepeidn ds smismo”,caracteristica de la estructura y evolucion de +0. Canguihom, “Le cervea ota pana”, Propet sant 1, erated 1080, plinclon dol MRS. \ \ " sus actitudes y que se trasluco en cierta “imagen ideal 4el yoy, por sltimo, de su situacion vital en Ta socie- dad, de su posicion y xe con espectoa su medio, queélvive bajola forma del"valorropresentativedeque sesiente afectado con respecto alos demas (T, 42) 39] ‘Todas estas estructuras tienen la earacteristiea de sei cfarumente Tegibles Beg” Toque significa que se asa z= = de Tas representaciones, que no por ello son su simple clave o su expresién puramente teorizada. Al contrario. “Legible”, aun cuando Lacan haga gala de Cierto optimismo que eontrasta con la inaccosibilidad del inconsciente ~que no es atin e] tema que lo ocupa-, significa: susceptible de ser descifrado sin apelar a otra (a otro orden de determinacién, orgénico por ejem- plo) lalogibilidad os ol indicede una homogeneidad'y de una especificidad, no de una facilidad. ‘Asi pues, para definir la personalidad hard falta Jograr “una diferenciacién clara entre lo que es experi- ‘mentado subjetivamentey lo que puedeser comprobdo jetivs 2” (T, 36) [33]. ;Implica esta distincién la ponde, por el contrario, ala signifieaciin que debe darse ‘una sola y misma realidad. La “personalidad” se ‘maniacs scatman raves de won sera do sentimientos, representaciones, acciones y discursos que los designan. El hecho de que no se pueda prejuzgar en cuanto a su significacion (y en consecuencia en cuanto a su verdad) no les quit nada de su presencia “Bvidentemente, de ningin ‘dato inmediato’ se puede deducir la existencia objetiva del acto voluntario y del acto de libertad moral. Ademés, desde el momento en aque se trata de conocimiento cientifcn el determinisme ‘es una condicién « prior’ y hace que semejantexasten- cia sea contradiction su estado, Paro qu por expliearla existencia fenomenolégica de esas funciones intencionales: a saber, por ejemplo, que ef sujeto diga ‘yo’, que crea obrar, que prometa y que afirme” (T, 39) [36]. ‘Vemos que él principio de determinismo, renfirmado con ingistencia alolargo de toda la Tesis (7,72, 252, 314, 5328) 228, 285, 299], de ningtin modo conduce a Lacan @ 1% quitar valor o realidad a lo que parece fuera de su ‘aleance sino, por el contrario, a investigar el tipo de detorminismo adaptadoa lo quese presenta justamente amo fuera de ese sleance, Loindegerminado noes aqut somalen de tno de Tos aspectos especialmente com- ee — —Sttusty ei posicion mversa a la de Spinoza, cuyos adversary son los defensores de la ertad (en el dentiledel Hove arbitio individua) Lacan razona de edn doa mimarmancraen orale agate Unga eistasel principio determinista no debe mover a sifemar la irealidad de todo cuanto se presenta hajola forma de su nogacion, El error no es boa pura nada, es Gina realidad incompleta queconviene volver poneren gu sitio, Si el individuo se cree libre, es porque es Snconedente do las causas que Io determinan: esto no thio mea en nada I existence tal renci in we la explica adn mejor. Mientras que Spinoza, en €l Sintexto Gel ponsamicnto clisico,enfatia el cardcter {sor de digha libertad, Lacan insiste pore contario Erinexistenciay on los ecanismos de esta ilusién, por Siruraseoesogrunturales Perostsposcionesscaban coineidiendo. Hacer comprender, pues, que nohay ninguna razin | paraigucla eroonalidad” Seu patrinoni de losespi: | Fecal y que ser natriig ows arejaria alas ‘eumnoras ino tertgnroydeerminono prop. tal Grelprimer ebjtivodel Tesi; ‘Nada mas poitivo que atte ae ‘es eminentemente un problema de Fecbos, puasto que ev un problema de orden de heehas 0, ‘por mejor decir, un problema de tépien causal” (T, 14) (16), ‘Ahora bien, el problema del caso psiquidtrico es siempre éste:jdénde comionza y dénde acaba lo que l Examn debe tomaren cuenta’ in este puntola posicion "Sete os terminant ol pease cmenssr ar sorit Boia nica manecade Gocspar esos malenals sigarea que ereon ahorrarse la proyeodn subjet- re TTpATTeo sobre la busqueda clentifiista de una fauella corporal de la enfermedad psiquica. w Bl prejuicio hiper-objetivista retine una y otra vez a los organicistas y psicélogos empeiiados en diferenciar- se de toda psicologia en el sentido vulgar, es decir, proyectiva. Lacan, extendiéndose més largamento 50 bre esta amalgama, escribe: “Por lo demas, zquién merece mas el reproche do estar cayendo en la‘psicolo- fa’? {Bl observador deseoso de comprensién, que n0 aprecia los trastornes mentales subjetivos, més omenos ‘vehementemente acusados por el enfermo, sino en fun- dn de todo el comportamiento objetive del cual no son més que epifendmenos? {No Io es més bien el que se califica a sf mismo de ‘ 1? Lo que vemos, en ffecto, es que este tratar las alueinaciones, los trastor- nos sutiles' de los sentimientos intelectuales, as auto- representaciones apereeptivas ¥ las interpretacionos ‘mismas, como si se tratara de fendmenos indopendi tes de la conducta y de la conciencia del sujeto que los cexperimenta, y que, inconseiente de su error, de estos lacontecimientos hace objetosen si”(T, 310) (281-282). E1 Zanicista cosifica la categoria psicologica sin euestio- Gola hace de un sentimiento uoa cosa, en vex de comprender su “sentido”, Este bello ani ign psicologista negativa que caracteriza tanto al que sélo quiere ver un euerpo como al que 6610 ationde a estados mentales desprendidos de todo con- texto, muestra de qué modo las categorias psiquidtri- cas, confundidas todas las tendencias, son hipdstasis de categorias harto empiricas de psicologgia inmediata, es decir, de los sentimientos que el sujeto vive: este movi- ‘miento se objetiva en el organicismo. En lugar de imprimira la alucinacién, por ejemplo, aquella conver- sign caracteristica que, de creencia subjetiva, la hace basaral ranged hecho cbjeivoysignifcativodedicha freencia, a su presencia en el sujeto, presencia que “se debe comaprender”, el organicista cree anularla redu- ciéndola a una lesién (que él espera encontrar pero que no explica nada): en realidad, la mantieney la consagra ‘en su presencia misteriosa. insuficientemente psicélo- el piguiatra abandona el enfermo ala psicobi, af SScqrbarsoen ott cosa ynoen la realidad eapecitca del 20 trastorno con el que tiene que habérselas: “el cuerpo del delito” (T, 310) [282], expresién con la que Lacan da a entender, sin mas desarrollo, que su razin Ja finalidad_moraliza fada tras el pregonado proposito de [EL ANIMAL HUMANO Y SU COMPORTAMIENTO SOCIAL ‘Tomemos como ejemplo el caso alrededor del cual se labora la Tesis: el de Aimée Entre unos cuarenta casos que Lacan estudia por entonces, el de la enferma que él Ilama Aimée para la publicacion es privilegiado por dos razones, una de orden cuantitativo y la ‘tra de orden cualitative. Ha podide observarla easi a diario ‘durante un aioy medio, ha conversado extensamente con los principales miembros de su familia, lego a conocer a 2us Amigos y a leer las novelas que la marearon. Dispone asimis: mode stis numerosos eseritasliteraries, que jalonan la evolu ‘idn de su detirioy que él analiza pormenorizadamente en su ‘estudio. Ademas, este caso le parece ilustrar de manera Singularmente clara y demostrativa el conjunto de las tess afirmadas en su trabajo. ‘Tanto la presentacion del caso como eu explicacion poseen las earacteristicas de una novela, Todo comienza por una tentativa de asesinato con euchillo perpetrada por una mujer joven sobre la persona de una actriz muy famosa en Ja década, ‘de 1930, una noche, ena entradadel teatro, Blméviles, sein Ta paciente, la persecucidn que padece desde hace muchos 108 por parte de la actriz, as eomo de un amigo de ésta, un radémico edlebre ante el cual yaa realizado, agin tiempo antes, eiertas gestiones poco explicitas. Da como prucba de testa persoencion el hecho de que este ultimo revele supuesta- ‘mente su vida privada en varios pasajes de sus libros. "Aimée tiene treinta y ocho afos, es empleada administra tivay, aunque casaday madrede un nino, desde hace seis ais vive sola en Paris, donde ocupa de manera sumamente satis: factoria en lo profesional un puesto quo salicit6 para alejarse ‘do su marido; éste trabaja on la regin parisina y, en conse- ‘euencia era él solo asu hij, Yaha disfrutado de una licencia ‘or traslornos mentales y, desde su instalacién en la capital, a ‘ccupa todo su tiempo libre estudiando on bibliotecas, dando ‘eximenes, seribiendo, Envia frocuentemente sus prod vecio- hes al principe de Gales, por quien alimenta una pasidn amorosaasoeiada a preneupaciones sociales, polticas. Desde que su hijo nacio, el temor de que pretendan raptérselo para ‘matarlo es uno de los temas centrales de su delirio, que la conduee a detectar a su alrededor toda una cadena de perse- guidores, cadena de la que la actriz es el wltimo eslabon. Agreguemos, para concluir,y ya veremos la importancia que tiene esta circunstancia, Ia instalacién en su hogar, ocho meses después desu boda, de una hermana mayor viuda ysin hijos que ba venido explicitamente a dispensarls de lo que supuestamente ellamismano puede ocuparse:sumatrimonio ¥ysuhijo. Araizdela invasin gradual de esta hermana en las rlaciones familiares, nace el reproche, que luego resurge pero imputado a otras, de raptatle su hijo. ‘Surgen ya los primeros interrogantes: jen qué nivel pue- don ser observadas Ins causus de este deliri? ¢Por qué ad- quiere ese cariz singular? ;Por que se consuma en ese acto final, tan alejado desu punto de partida yen el cual Lacan no duda en ver una suerte de curaci6n? (a partir de su interna- cidn, la paciente deja de delirar y recupera luego una vida casi normal, aun cuando no exenta de rarezas).® La mejor manera de poner fin a las especulaciones abstractas de la psicologia para alcanzar ese nivel conereto en ol que la personalidad conoce su verdadero desarrollo, no esignorar sino tomar en cuentaloqueella deja ver como verdadero, aun si esto verdadero no esti donde ella eree. “Bn euanto a nosotros, no vamos a tener miedo de confiarnos a Giertas relaciones de comprensién si éstas nos permiten captar un fenémeno mental comoa psicosis paranoiea, quese presenta como un todo, positive y organizado, ¥ no como una Sucesién de fenémenos mentales elementales, surgidos de trastornos disociativos” (P, 310) (282). Hasta’ aqui, Lacan repite loque ya se sabia; peroel paralelo que entonces postula pera un virajebruscoy a primera vista sorprendente: "Toma: remosen primer lugar todas las garantias de una observacion *Méase Roudinesc, itive prychanalyscan Prone, Sel 1986, (TT ples. 127-196, 2 objetiva exigiendo, para reconocer esas relaciones de com- prensién en un comportamiento dado, sefales muy exteriori- zadas, moy tpieas, muy globales, No vacilaremas en hacer tan objetivos esos signos, que su esquema pueda llegar a ‘eonfundirse con los esquemas mismos que se aplican al ‘estudio del comportamiento animal” (P, 811) (283) La ruptura con la fonomenologia esta consumada (T, 918) [284], HI sentido espocificamente humano de los ‘comportamientos humanos nunca se revela con tanta ‘laridad comoen su camparacién con los comportamien- tos animales: esta analogia no sigue el sentide de un nuevo reduetionismo, sino que indica un orden de fen6- ‘meno’ entre los euales los fenémenos humanos ocupan el lugar de una configuracién particular o de una ‘mo- dificacién” especial, como diria Auguste Comte. Esta perspectiva, sustentadaen una teoriadel medio, condu- ce por ejemplo a una redofinicidn del deseo eaptado en su totalidad: “El deseo, por ejemplo, lodefiniremos como cierto ciclo de comportamiento. Se caracteriza por cier: tas oscilaciones orgénicas generales, lamadas ajfecti vas, por una agitacién motriz que, segiin los casos, esti més o menos dirigida, y, finalmenta, por ciertos fantasmas cuya intencionalidad objetiva serd, segtin los casos, mis 0 menos adecitada; cuando una experiencia vital dada, activa osufrida, ha doterminadoel equilibrio afeetivo, el descanso motor y la desaparicién de los Jantasmas representativos, decimos por definicién que el deseo fue satisfecho y que esta experiencia era el fin y-el objeto del deseo” (T, 311) [282] La tonalidad particular de este pasaje es, estricta- mente hablando, ‘surrealista’, en el mismo sentido en ‘que Breton definié el surrealismo como “profundizacién de lo real” por su captacién mas rigurosa y completa a través de comparaciones inhabituales. La ligera comici- dad que rezuma proviene de su extrafeza,asociadaa un incremento de pertinencia. En efecto, partir de la reiterada afirmacién de su paciente en cuanto a la necesidad de ser castigada y al verificarse su curacién poco tiempodespués desu encarcelamiento, Lacan seve 2a levado econocer on eat trayet a naturaega desu daggo y el ciclo de su satisfaccién. No sera dificil enton- eee reguntdndose sobre qué recae aquel eastigo, exa- minar en st totalidad la historia de la enferma y descubrir a esa hermana mayor que la suplanta desde siemprey por quien Aimée reprime el odio profundo que leinspira. Medianto un proceso de identificacién itera- tiva” (T, 296) [271] que aleja cada vez més de su objeto primero la investidura afectiva que sdlo a él concierne, dicho odio se traslada finalmente a una actriz conc Y totalmente extrana a la paciente pero no a la linea sinuosa de sus azociaciones mentales sucesivas, De ese modo, cuando Aimée la hiere una noche en la entrada del teatro,yde una manera que no puede sinomalograr Ja tentativa de homieidio, sin duda so expresa aquel odio antiguo pero, mucho mas profundamente, encuen- tra su cumplimiento el deseo de ser eastigada por ello, en un gesto cuyo aleanee esté enteramente contenido non su impacio ofenaivo, sino en las consecuancias. sancionadoras que suscita de manera automética, dado sélo-puede ser comprendida, en sus formas de efectua ci6n, por el contexto social que le otorga su significacién Jon bu eaasas por el colcbo vital ayes termina, segun la tensién original de éstos, dispone ese tipo de anganizacién social peculiar que ee la familia. “Bn efecto, Ia psicosis de nuestra enferma se presenta esencialmente como un ciclo de comportamiento; inexpli- teablos si se los toma uno a uno, todos los episodios de su desarrollo se ordenan naturalmente coa referencia a ese ciclo. Fuerza nos ha sido admitir que este ciclo epifendmenos so organizan de hecho sogan Ia di objetiva que acabamos de dar del deseo y de la satisfaccisn tiel deseo, Hemos visto emo esta satisfaccién, en la que so econoce el fin del deseo, est condicionada por una expe- riencia muy complja, pero esencialmente social en su origen, su ojercicio y su sentido. En esta experiencia, el factor determinants del fin del ciclo ha sido, segiin noso- tros, aquello que fue sufride por el sujeto, on decir 1a sancién del acontecimiento, y la indole espec Py social de ese factor no permite designar con otro término ‘que el de castigo” (T, 311-312) (283) Solucién que, haciendo entrar lo social (la institucién careelaria) en el campo del andlisis psiquidtrico, no da Ta razén a ninguno de los dos, nial psicélogo de la conciencia clara ni al fisidlogo reduetor dela concioncia, para promover lo que se presenta primero en forma de Einbra proyectada dolo sodal sobre Goterminaen “del eomportaraiento individual: Io inconsciente {iA CONCIENCIA BS UN FENOMENO Poco nos importa que los fantasmas bayan quedado confor- meso no ala imagen de este objeto o, dicho de otro modo, que fl deseo haya sido consciento o ineonsciente. EL concepto Imismo de inconsciente responds a esta re OBjetiva del Tn del deseo. Bs una clave comprensioa om esata que hemos aplieado al caso de la enferma Aimée, Jy la que, mas que cualquier otra concepcién tosriea, nos hi >arecido respondera la realidad del fenémeno de la psicosis, Bi cual debe ser entendide como 1a psicosis tomada en su {otalidad, y no.en tal o cial de loa accidentes que de ella paedan abstraerse” (T, 311) [282-283] “La psicosis tomada en su totalidad’, es el fenémeno mérbido captado como desarreglo socializado de una conducta vital del organismo humano en tanto que su dimensién es fundamentalmente social (véase “El deli- rioes el equivalente intencional de una pulsiGn agresiva insuficientemente socializada’, T, 994 (304]). Semejan- te punto de vista sobro la realidad es posible a causa de esta actitud de comprensién cuya originalidad ahora podemos advertir. Fl término “relacién de compren- si6n” designa elhecho deque unaconducta humanaoun fenémeno de conciencia estn determinados por el lugar queocupan en unaredde carscter social,en relacién con Ta eual el conjunta de las relaciones fisiolégicas, de las que son a todas luces dependientes, pero de levgiic -_ también son relativamente auténomos, determina un orden de realidad diferente puesta que no es especifica- mente humano, Comprender es situar un fenémeno psiquico en su nivel propio, humano, en su lugar dentro de ese sistema del que el psiquiatra forma parte tam- bignyal que tiene, en conseeuencin, un acceso inmedia- to, de principio, aun si todavia no se ha efectuado el trabajo de reconstruccién de Ia cadena causal: del mis- ‘mo modo en que la posesién de una lengua instala de eno en la lectura posible de su literatura, aun si esta lectura s6lo vaya a darse on el futuro. Si Lacan hubiese leidoa Saussure, podria decir aqui quenoesjustamente el sentido de los fendmenos psiquicos lo que el psicélogo de la personalidad analiza, sino su valor “Para abordar los problemas dies que nus planteamos en elpresent capftle,esforosmonas por char ebre clase que ‘etamosestadiandouna mirada an dire, tandespoda ean ‘hjotiva como norsea posible etamos bservandola conduc: ta'do un organlamo vive: este organism es do un sot INumano. Bn cuanto organisino, presenta reaclones vitals totales quo, cualquson que puedan ser sus mcaniamos i tos, tienen un cardeterdirigidohaci la urmonia dl conan tn cag er iano, propor ener de fens reacciones adguieren as sentido oy, funcifn del medio. Social, que en el desarfllo del animal hombre desenpena ur Papal primordial (Tah Dada esta consideracién del “sentido” como funcionali- dad o carécter funcional, Ios téerminos “conciencia” € “intencionalidad” tienen que adquirir un sentido nuevo en comparacién con el que tienen tradicionalmente, “Conciencia”e “intencionalidad” designan aquella acti- tud vital tipica del sor humano que consiste en no someterse solamenteadeterminaciones exteriores, sino en recogerlas dentro de un orden de representacién que es el del lenguaje y de los comportamientos que son sus corolarios (Lacan. diré mas tarde “lo simbélico”) y que * Véooe F Gale, Saucers, une since de te langue, PLE, 2987, ex. Philosophie 26 constituye un orden distinto, tan determinado como el anterior pore de otra manera: llamémoslo ideologa. Tia formula: “Los fendmenos de la persoatiMiat tn tonsclontes como tales revelan un carder intenci- tal” signfic, pues: ls fendmenos dela personalignd son especificamente humanos, es decir que no se des- Plcgan en ia cimencion nice de un ‘atomatismo Tnetiativo sine en la dimension plural de un comporta- tlonlo acompanado de unarepresentacin, yen cuan- to tales, adguieren sentido y funcionan deairo de un sistema social sometido a leyes especificas. Se puede comparar esta postura con la que sostione Hee! precisamente cuando, en los Principios de la filosofia det Ecrecho, doscribe ln existencia humana como esencalmente Socal (es desir en su vocabular,despiogada en un Bstadoy porlotantedeierminadaeneltipleniveldeuna naturalera, tina sociedad y un estado)! Bi nivel de la sociedad evil bburguesa,reino per excelenca d lan relaciones sociales, de Iasrepresentactanesy opiniones, esl deln‘concionciadest cuyo sistoma completo de articalacién entre sus diversas figuras posible ae reali en la Penomenolagta del esprit Este parle es esclarecedr ta ver que permite compren- der le que pede sor en realidad el contentdo de tal sistema ‘onscient o, mejor dicho, caracterizado por la concieneia y por ln intentionalldad. La lectura de In Penomencfogta dat opr revelajustamente que, abi donde hay eoncieneia © intencionaldad (del deseo, dtoo Hegel, estamonenelreino de ta fonomenidad que soialasiompre, sin percatarse de ello, ara can qu ella msm el Espirit, es det, la toalidad de Inveal en cuanto ate es racional, desarrollo efecto) esto 08 Ie pert defi I conden on ua xu de deganocinientvirremed ableon sv error tant ‘Mediante un razonamiento somejante, Lacan, en la‘Tesi, puede sontener el privilegio de una cocicneie como caricter {itinsive dal sr en el can se ejereen detrminiamos inconse Slontes. La coneencia ya noes la eulidad del sujto sino a angoreconoeble del gbjeto, para el quel comprension es 6h * Véase JP. Lefebvre 3 B Macherey, Heel, la soit, PUP, 1 “Philonphior método de abordaje adocuado. “Batas fanciones vitales socin- Tes, que, desde el punto de vista dela comunidad humana, 3¢ cearacterizan por directas relaciones de comprensin,y que en In representacién del sujoto estin polarizadas entre el ideal subjetivo del yo y el juicio social de los demas, son aquellas ‘mismas que hemos definido como funciin de la personali- dad, En una porcién importante, los fenémenos de la ‘personalidad son conscientes y, come fenémenos conscien- tes, revelan un cardcter intencional. Dejando aparte cierto nidimero de estados, por atra parte diseutidos, todo fenémeno de conciencia tiene, en efecto, un sentido, en una de las dos connotaciones que la lengua da a este término: de significa cid y de orientacion" (P, 247) [224) No es sorprendente, entonces, que el procedimiento freudiano sea presentado como ese “método, tan profun- damente comprensivo en el sentido en que venimos empleando este término” (T, 323) [294]. En efecto, “incluso conductas inconscientos y reacciones orgénieas se han revelado, a la luz de las investigaciones psicoa- naliticas, evidentemente provistas de un sentido psicé- geno (conductas organizadas inconscientes; confina- miento en la enfermedad, con su doble cardcter de autocastigo y de medio de presién social; sintomas somaticos de las neurosis). Este método de interpreta- cién, cuya fecundidad objetiva se ha revelado en campos muy amplios de la patologfa, 2podré perder su eficacia ‘enel umbral det dominio de las psicosis?” (T, 248) [225]. ‘Allo largo de su andlisis, Lacan se ve levado cada vez més a “reducir la parte que a la actividad propiamente rracional del sujeto conceden los psicogenistas y, mucho ‘és todavia, con una paradoja de la cual son inconscien- tes, los organicistas” (T, 211) [191]. Ast pues, la Tesis hace recorrer a la nocién de comprenaién el eamino que va de la concioncia y de la intencionalidad fenomenol6- gica al inconsciente freudiano, Pera este desplazamien- to s6lo es posible en tanto esta presidido por un pro- yecto fundamental que cumple, en cierto modo, un ‘trayecto inverso, 28 La cuRSTION DRL SENTIDO Bate “punto de vista” rector que es el de la'Tesis plantea Ja cuestién de la relacién de Lacan con Freud. Que @ centinuacién Lacan haya tomadocomoconsigna aidea de tan “retorno a Freud” significa evidentemento, on un primer sentido, quell importaba recuperarlaradicalidad el procoder freudiano, su alejamiento definitivo de todo psicologismo, de todofinalismoy detodo antropomorfismo en cl andlisis del inconsciente, més allé de las interpreta ciones opuestas extraidas (no sin apoyarse en ciertas ambigedades freudianas) por lo psicoanalistas france- 205 y norleamericanos. Pero, més profundamente, este retorno implien queno e trata simplemente de “retomar” a Fread (en el doble sentido de reapropiarse de sus sdquisiciones y de rectificarlo), sino de querer repetir la recubrirlo, de clvidarlo por razones esenciales. ‘Yaen la Tesis, esta orientaciin es manifiesta aunque no esté tematizada. En efecto, después de todo lo que precede, podria senalarse que la itiea de deseubrit el etarminismo propio del psiguismo es exactamente «proyecto de Freud y que aqui Lacan no inventa nada. ‘Ademés, él no tiene asa protensién, yen todo momento atxibuye.l descubrimiento asu predecesor. En cambio, To original desu proyecto esta en que aborda lacuestion, por el sesgo de la apuesta filosefica que ropresenta, orden de problemas del que Freud, por el contrario, ‘mantuvo siempre cuidadosamente a distancia. Este punto de vista dard sus rasgos espectficas a toda la obra de Lacan, indisolublemente “técnica” y filosdfica, por cevanto jams elabora coneeptos destinados ala conduc- cién de la cura y a la comprensién de lo que en ella ssucede sin despejar, al mismo tiempo, las repercusionos doestas elaboraciones en el campo flosofio. Tanto mas se vellevado Lacan a hacerlo cuanto que varads gustoso a buscar el vocabulario que necesita en los autores filoe6ficos, como ya.os ostensible en la Tesis, sin perjui cio de utilizarlo en forma muy personal 29 Soguleridad dessoprocebabdacuentade date Gin, de una historia que tuvo tiempo de descubrirloy de Bsta actitud “epistemol6gica” corre a la par con una interrogacién histériea sobre las condiciones de posibi- lidad do su propia elaboracién conceptual. Aqui esté Io nds original de Lacan. Comienza por hacor notar que el abjeto que procura darse fue objeto ya de una prohibi- cidn y que suscité un antagonismo entre dos corrientes de pensamiento, “Las intenciones conscientes han sido desde hace mucho ol objeto de la critica convergent de los ‘isicos’y de los moralistas, los cuales han mostrado todo su cardcter ilusorio, Es 68a larazén principal de la duda motédiea que la ‘ciencia ha arrojado sobre el sentido do todos los fenémenos psicolégicos. Pero, por ilusorio que sea, este sentido, al igual que cualquier fenémeno, no carece de ley” (T, 247) [225]. Esto postula- do do una racionalidad de lo ilusorio, nada nuevo en la historia de Ta fllosofla, representa la originalidad de [Lacan en la époea en la que él loreafirma einclusohasta hoy: porque esta reafirmacion tiene la caracteristica de ser radicalmente no reduccionista, y de reeonsiderar el problema de loilusorio en el nivel desu propio diseurso, es decir, hasta on sus pretensiones y voeabiilario: el dal “sentido”. “EI mérito de ese disciplina nueva que es el psicoanslisis consiste en habernos ensefiado a conocer esas leyes, o sea las que definen la relacién entre el sentido subjotivo de un fenémeno de conciencia y el fendmeno objetivo al eual responde: positiva, negati- va, mediata o inmediata, esa relacién esté, en efecto, siempre determinada. Gracias al conocimiento de esas leyes hemos podido devolver asi su valor objetivo hasta a aquellos fenémenos de conciencia que muchos, de manera tan poco cientifiea, se habjan propuosto despre- ciar, por ejemplo los suenos, euya riqueza de sentido, con Ser tan impresionante, se consideraba como pura mente imaginaria’, oasimismo esos‘aetos fallidos'cuya eficacia, con sor tan evidente, se cansideraba como ‘earente de sentido” (T, 248) 1226] Estas observaciones, claramente formuladas en 1992, permi- ten caracterizar procisamente esa posicién doctrinaria, ese “punto de vista” (T, 807) [279] que Lacan reivindiea en su 30 ‘Tesis, confrontandolas, por ajemplo, enn un texto mas tarda de Michel Foucault, nacido a su vez de una intuiciém de Jean, ‘Cavailles que propone un juiio retrospectivo sobre la situa- con dela filosoffa francess. En 1984, en un articulo consagra- doa la obra de G, Canguilhem, Foucault escribe: “Sin desco- pocer las escisiones que, durante estos ultimos afts y desde elfin de la guerra, pudieron oponer a marxistas y no marxis- tas, reudianos y no freudianos, especialistas en una diseipli- nay flésofos, universitarios y no universitari, tedricos y politicos, me parece indudabie que todas estas oposiciones podrfan doscubrirse atravesadas por otra linea divisoria. Es Tnquesepara aun filosofia dela experiencia, del sentido del Pike dene flosttedeotbor iaeaconatied valent Pee ialetmmmsquecstdeSiee oles aay, yy Iuego otra que es la de Cavaillis, Bachelard, Koyré y Ganguilhem, Estaescisién viene delejos,sin duda, yeubuella podria ser remontada a través del siglo xix: Bergson y Poinca- 16, Lachelier y Couturat, Maine de Biran y Comte. Y, en todo ‘ago, tan constituida estaba en el siglo xx, que solo através de ella fa fenomenologia fue recibida en Francia’.* Si Foucault hubiese querido proseguir hacia abajo 1a Tocalizacisn de esa linea divisoria, seguramente habria emplazado a Lacan y se habria emplazado él mismo del Indo delas filosoffas del conceptoy node las filosofias del sentido, y esto con toda razén. En el easo de Lacan, sin embargo, las cosas son mas complicadas. Porque no encontramos en la Tesis una posicién racionalista que recuse los temas de las filosofias de Ia experiencia, el sentido y el sujeto, sino una empresa consistente, por el contrario, en retomarlos como objetos de examen. La posicién de Lacan, lejos de ser conciliadora, introduce tun desequilibrio radical en el antagonismo éstablecido (cscision “tan constituida”) entre ambas filiaciones, por cuanto hace de una el campo deinvestigacién privilegia- do de la otra. Era hasta entonces aceptado tener que optar: © bien el sujeto se intorrogaba sobre el sentido y se deseubria, de una manera o de otra, como su funda- * Reouede Métaphysiquetde Morale, 0 a» 1,enera mara de 1985, a dor, obien,en un distinto registro conceptual y léxico, se claboraba un modelo de racionalidad que daba al indi- viduo un Tugar propio en un sistema (por ejemplo, la soeiologia de Comte), y se analizaban los procedimien- ‘8 de un saber no fundado en ninguna actividad subje- tiva, ‘Ahora bien, si efectivamente Lacan elige (se dice materialista y determinista), esta pasicién no va acom- pafiada de los temas y actitudes que por lo comin se le asignan, sino de los de la posicién adversa. Lacan ‘emprendeen su Tesis una “conceptualizacién racional”, ‘un “saber” de “la experiencia, del sentido y del sujeto”, para tomar las palabras de Foucault, no ya en cl marco douna oposicién ode un paralelismo, sind on la perspec- tiva de un desfase y de una jorarquia. ‘Arriesguemos otra comparacién: la originalidad de Lacan esta aqui muy proxima a la de Hegel; él también habia partido del movimiento de interrogacién de la concieneia sobre s{ misma que él haba ocupado de seguir paso a paso, con la “paciencia” necesaria, para ‘mostrar de qué modo este movimiento desembocaba por s{solo en una dimensién muy distinta: Ja de una Logica que recusaba cualquier privilegio de 1a conciencia. Es sabido de qué manera, durante largo tiempo en Francia, cesta postuura sutil fue entendida como una oposicion entre ‘un Hegel trigico y un Hegel logicista, al eapricho de los comentarios y de as tradueciones. Bsta ambigiedad, esta ‘misma confusién reinan todavia, por las mismas razones, en las interpretaciones de la obra de Lacan. ‘La Remsmnonucolbn DEL SusETO Con todo, “tal modo de interrogar el campo de la expe- rieneia” (S XI, 16) [20] es una constante en Ia obra de Lacan, Pedemos tomar dos ejemplos, uno de 1953 y otro de 1964, En su primer Seminario’ publicado, Lacan recoge esta misma cuestién de las relaciones entre el orden de la ciencia y el de las ilusiones del aujeto. La determinacién por Freud y Lacan de este sujeto (tan 2 desacreditado) como objoto de un conocimiento riguroso Yy experimental, pasa por el hecho de que, podriamos deci, ellos lo han “pues sitio” al quitarle sus ratosSiome-Diche sajeto no eed oa MATES Gaerer, ‘T9T)TED, 776). En lugar de apartarse de él “en direccin a un anonimato, sélo mirando més de cerca pudoverse que era otra cosa y nolo quecrefa.pretendia ser. Pero aqui no termina la cosa. Asi como se tomé al sujetoen serio para descubrirque su seriedad no estaba donde él ereia, habra que interesarse mas de cerca en sus pretensiones, justamonte porque son sus prevensio- nes, Las ilusiones no tienen menos consistencia o inte és que las verdades, decia ya Spinoza. Las pretensio- nes del sujoto sélo pueden ser tratadas ooupdndose do ste, os decir, reintroduciendosu presencia ysus proble- mas enel orden delos intereses,y de as interrogaciones. Este punto daré lugar a nuevas formulas ambiguas destinadas a ser mal recibidas por los flésofos de la estructura: a nuevas provoeaciones del “habil” Lacan, empefiado en mostrar que “las opiniones del pueblo son, sanas”, siempre y cuando se las piense de otra manera La idea es la siguiente: Froud reintroduce en el campo delaracionalidadel problema del sentido:"Nobastacon hacer historia, historia del pensamiento, y decir que Froud surgi on un siglo de cientificismo, En efecto, con La interpretacién de los suefos, es reintroducido algo de eeniadiferento,do una densidad pscalgicaconcreta, a saber ol sentido, Desde el punto de vista cientificista, Freud parecid entonces coincidir con el més arcaica pensar: leer algo en los suesos. Retorné luego a la explicacién causal, Pero, cuando einterpreta un sueto, ‘estamos siempre de Hleno en el sentido. Bs la subjetivi: dad del sujeto, sus deseos, su rélaci6n con el medio, con los otros, con Ia vida misma, lo aqui cuestionade. Nuos- tra tared, aqui, es reintroducir el registro del sentido, éste que debe sor reintogeado a su nivel propio” (SI, 7- 8) [11-12]. La problemética noha cambiado, el voeabu- lario apenas. Reaparece la idea fandamental da un doble desplazamiento: por un lado, la reconsideracién de un punto abandonado, rechazado por la evoluein del a3 BIE Cosan VS. HVELM, Vet! bo) ENT IDS ‘spiritu centifce, mientras que le pertenece do plono derecho y quo no hay ninguna razon para dejario en | pitanza a otros Upos de investigacion; pero, por el airo, y _ Para-subrayar las particularidades de ese “nivel (propio del sentido, Lacan sepone a detallsrlas ong, Facionos aparentemente futiles que lo earacteriaan “Brucke, Ludwig, Helmholtz, Du Bois Reymond, ha ban constituide una especie de pacto de fe: todo se reduce a fuorzas fisica, las de atracein las de repul, sin. Cuando se eligen estas premisas ho hay razén alguna pora abandonarlas. Siroud las abandon6, fe por haber conflado en otras. Os atribuir importancis. Slo que le oourria él, las antinomias de suifanci, 4.5us trastornos neurblicos,a sus suetios. Por ello, e¢ Froud, para todos nosotros, un hombre situade emo todos en medio de todas las oatingenciasla muerte, la maujer, el padre” (S I, 8) [12]. Después, fiel a sus costum- Bre Laci acompe el nnd de ate programa con una breve reflexion epistemologies: Conel pacoa Dlisis wucode como eon el arte del buen oxemero que sabe emo rinchar el anima, emo separar Ia articula. Gin con Ia menor resistencia, Se sabe que existe, para ada estructura, un modo de concoptuelizacion quelees propin, Mas como se entra asf en el senders de las jes hayes ainon ufo una deduccién del mundo. Asf, uno-se {BRENT /Es preciso antandor que no ditceamos con un eet sino con conceptos. Los conceptos poscet st orden original de realidad. No surgen dela experiencia humana, sf asi fuera estarian bien cohatsarior primerad denomninaclones Sanger de Tar BagOraS mise Bias, son ee para delinear Jas cnsas. Toda Ciencia, entonces, permancce largo tiempo en la skcuri- dad, caredada.en ol iengusic”| (S18) (12). Lacan quiere decir que, asf como l Misico se onctentra constantemen. toon su trabajo con ol “uso” comin de la lengua y del intorcambio, de los que se aparta mediante un trabato jcesentemente reiniciad, de la misina, manera el OPN dante BATS Gav grass ~ Pritipuc, “psicdlogo” que se interesa en la “personalidad” de su| paciente se confronta con Jo quo el uso comin Je ofroce ‘como denominacién de los fenémenos observados (in-| tenciones, deseos, alucinaciones, etc.) a propésite de los cuales es de sobra facil desplegar especulaciones, sim- ples “desmarcados de los datos inmediatos de la con- ciencia’. La conceptualizacion ofectiva de la subjetivi- dad, de sit sentido, debe interponerse anfo este~“mal lenguaje". Alejarse del- mal lenguaje es arrancar al suletoy sonido ssa de mula oo Fegula su ingercion en la Hliacién quehabitualmente lo Feivine Se ea Te mua To dean a nesta para ‘Gientificismo, para Apretenderig-desde un punto dew distinto, eel conceplo, en la pers i sujeto. Cuando se laintroduee, se introdueeel simismo. Elhombre que les habla es un hombre como los deméis: hace uso del mal enguaje. Bl sf mismo esta entonces cuestionado. Asi Freud sabe desde el comienzo que sélo si se analiza progresaré en el andlisis de los neuréticos” (S I, 8) [13] Esta vuelta sobre sf, inhabitual en el marco de una psicologfa cientificista, no estaba atin en el programa de Ia Tesis: en 1932, se concedia importancia a las pertur- baciones del sujeto y al sontido que éste les daba, pero To que se hallaba en cuestién era solamente el sujoto enfermo. En 1958, el psicoandlisis pasa a ser la referen- cia principal, y quien queda también en entredichoes el terapeuta, Pero esto no puede darse, evidentemente, en el marco todavia borroso de una “comprensién del sen- tido”: ya no se confia en la buena voluntad y en la perspicacia del médico, por avisado que esté, sino en un dispositive particular y de leyes originales que eseapan, como una maquina, a la iniciativa de las partes presen: tes. "La importancia ereciente actualmente atribuida a Ia contratransferencia implica el reconocimiento de que, enel andlisis, no s6lo esta el paciente. Hay dos; yno solamentedos, Fenomenolégicamente, lasituacién ana. Iitica es una estructura, es decir que sélo gracias a ella 36 son aislables, separables, ciertos fenémenos. Es otra tetructura, 1a dela subjeividad, la que trea oh los hombres la idea de que pueden comprenderse a sf mismos” (S 1,9) [13].Sin embargo, este reacomodamien- to no modifica ta linea fundamental de una conceptua- lizacién de la estructura: “Ser neurdtico puede pues ser “til para legar a ser un buen psicoanalista, y al comion- 1, esto le sirvi6 a Freud. Produeimos sentido, contra- Sento, sin, sentido, como Monsieur Jourdan su pros. in cia falta encontrar all los lineamientoe do 1s estructura (..) Freud introdujo inismo pecu- lar do sta atnesora Deal fanbiguodad prose por doguier en su obra: Por ejemplo.) eleo e, per un Mao, an huovevaciocforentade on su supers por el contacto con el mundode a pereepeién, paroes también, cada vez que nos topamos con él, quien dice “no” 0 yo (moi), yo (Je), quien habla a los otros, quien se expresa tn alierentas registro ($1, 9) (13-14, es decir que se afrea onla experiencia com ronond onto ea uko- ividad que se origina en si misma y se autonomiza, y1a estructura objetiva de guserdosujets donde aconciens cia clara es el epifendmeno tipieo de una oscuridad al intreduceién down orden de Eestanca namase, on lon delete, Hl desabrimiento de rea eb ede nee ingen, de li (SI, 10) La reintroduccién del sentido, del sujeto que sufre de su ta me cam de orca ima (es dot la lin en ferhe) train de Inantigus pretibicion arilodica segun Ie coal no puede haber Sona do fon ] os Por este desubriiento de un “nue . deleujoto, resulta on 1984 tan “ambigue’pararccoger este término— como on 1932, $i Freud construyé lineal- 36 mente el eampo de su ciencia desde la perspectiva de un progreso continuo, Lacan, “para evitar un malentendi- [orase obstina en mantenerse sobre un hilo, sobre una in estreena, en el intento de mostrar que la emprosa pordea abistnos que no puede desconocer aunque sito pea porque puede ser, y es efectivamente, objeto de un dlesvio, de una interpretacion que pueden Hlevarla hacia firds, hacia el doble atalladero de Ia escisin antes deseripta (S XI, 26) [31]. ‘El antagonisino entre ia explicacién y la comprensién puede, en efecto, presentarse con otra forma: “Ein el Pampe de la investigaeién Hamada cientifiea hay dos Gominios perfectamente deslindables: el dominiodonde Se busca y el dominio donde se encuentra”. Tras comen- {ar su preferencia por la formula de Picasso: “Yo no buseo, encuentro", y sefialar tuna afinidad profunda entre ia busqueda y el registroreligioso (Se suele decir: ‘No me busearlas si no me hubizras encontrado ya. Bl encontrado ya. esta siempre detrés, pero marcado por algo que es del orden del olvido. zNo se abre entonces ‘tqut una investigacién complaciente, indefinida?”) (S Xf, 12) [25], Lacan indica ol escollo que acecha a la jnterpretacién analitica: “Sila investigacién nos intere- Sa, em esta ocasi6n, es por lo que se establece a partir de sie debate en lo tocante a las lamadas ciencias uma pas. En efecto, tras los pasos de cualquiera que encuer- tre, se ve surgir To que yo llamaria la reivindicacién hermenéutica [-J. Pues bien, a nosotros los analistas _nos interesa esta hermenéutica porque la via de desa~ Trolle de la significacién que propone se confunde, para uehes, con to que el analisis Hama interprotacién Sucode que, si bien esta interpretacién no debe conce- birse en absoluto en el mismo sentido que dicha herme; éutiea, ésta, por su parte, se aprovecha deella gustosa” (SI, 12-13) (15-16). Asi pues, para demarear su orii- nhalidad de empresa explicativa que concluye en una ‘causa, en desmedro do una busqueda indefinida siem- pre mas o menos mistica, Lacan ~y esto est en la Tlndsfera de la época~ plantea la cuestién de la cienti- ficdad’ "Entonces, para autorizar al psicoandlisis a a Hamarso ciencia, exigiremos un poco mas [queelestatu- tocquivoco de investigacién’en el sentidodel CNRS]* Lo specifica de una cienciaes tener un objeto” (SX1, 13) 16) Este objeto vuelve allevarnos a nuestro problema y sw equivoco, que Lacan formula aqui en estos términys al objeto del psicoandlisis es el sujeto, tomado, no como objeto frente a un observador neutro, sito como lo que solo puede ser objoto do un trabajo en una relacion on tuna estructura de In que el analista es parte activa, En otros términos, el psicoanalista, en su eafuerzo de cont, prensidn del *sujeto” que le habla, descubre que sus interpretaciones, si él no toma las debidas precaucio, nes, estan siompre profandamonte marcadas por sd propia subjetividad, Ie desfase jerdrquico entre el suje. to y el objeto, factor do “objetividad” que esperamos hallar en una observacién con pretension elentifica, estd aqui totalmente ausento: un sujeto seve confronta, éo.con otro sujeto y barrunta en él problemas que estin lejos de dejarlo neutral oindiferente. Su propia “desea”, es deci, el sistema de sus actitudes y de sus opciones inconscientes, de sus disposiciones de espiritu, podri mos decir, deber ser, pues, analizado, En las clencias no existe la costumbre de ocuparse de las intenciones o del estado de dnimo del experimentador: aqut,es imposible hacer abstracciGn de ellas Elobjetodel psicoandlisis suscita, pues, deinmediato Ja pregunta: “2Cual es el deseo del analisia?” (3X1, 14) 117). Ahora bien, laracionalidad deesta pregunta no cae Gemadure:en fein, loquodstingueprecisaente ala alguimia, por ejemplo, de la quimiea y revela “aus después de todo no as una ciencia" es “en ti doin, algo (..) decisivo: que la pureza del alma del oporadey era como tal, y explicitamente, un elemento escucial del asunto” (S Xi, 14) (171, Lacan paréce querer decirnos que, a causa de su objeto, el psicoanilisis tiene por destino plantear las 4 lovsieco® tradi aq recherche, asta Se comprendart oped al itl: Cente National de ia Heherehe Scinitiqu, bass Cone eco ‘dela Investigacion Chentlica™ dela MP 38 cmpleado an cna teat sn met FesWerlosno fetrocadiendo ante ay ifiultadn sino “entadndblas, Resolver el problema es, par To tanto, piety pene pede se roamoce por aor el debate de las Tees, Yes que hay th dominion qu a aurora misisa tarda: el que va de reieraiiematae ee eget inenig onc Duseande los p le permitan climinar mo, tiende sisteméticamente.a ocultarlo. En la Tesis, estos puntos de apoyo sesittian del lado de una antropo- Jogia que examinaremos més de cerca. Después de fer quien os proporconaeslalinghistic,“ENecar conocer lo que alli se demuestra: el a o tributaries fe pra, ide de te mod, del z se te

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