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La Republica Platon
La Republica Platon
texto
LA REPÚBLICA
Platón
SÓCRATES
I
I. Acompañado de Glau
32
cón, el hijo de
hermosa la pr
peradle.
de vuelta a la ciudad.
-¿Cómo no?
os quedáis aquí.
char?
rer.
32
Y Adimanto añadió:
carrera
y de la mayor intimidad.
III. -Yo te
32 diré, por Zeus -replicó-, cómo se
suelos.
icho de Temístocles a un
satisfecho.
-¿Lo que y
y piedad,
yo el principal valor
sensato.
Simónides.
dero?
sacrificar.
-Sí.
-Exactamente.
mal.
ra contestado?
-El condiment
o a los manjares.
-Así lo creo.
-El piloto.
según creo.
-Verdad.
-Sí.
los que no
combaten.
-Útil. 3
-Sí.
-Sí.
-¿Y la zapatería?
-Sí.
-Exacto.
dinero.
vender con él u
-Sí, parece.
el piloto.
-Así conviene.
plata?
-Exacto.
lidad, enton
-Eso parece.
viticultura?
-Está claro.
-Por fuerza.
-Eso parece.
en guardarse?
-Bien de cierto.
cularla secretamente?
-Eso creo.
guardador.
-Así parece.
-dijo.
ladrón, y aca
ías decir?
-No, por Zeus -respondió-, pero ya no sé yo
igos, ¿entiendes
enemigos lo mismo?
perversos.
-Yerran de cierto.
-Exacto.
-Y no obstante, ¿resulta entonces justo para
ellos el favorec
buenos?
-Eso parece.
-Verdad es.
justos?
cuantos padec
e
en error acerca de los hombres,
decía Simónides.
-Afirman
enemigo.
malo?
-Exactamente
rece acertado.
-Peores.
los perros?
-Por fuerza.
injustos.
-Eso parece.
-¿Ni tampoco l
-No, imposible.
-Así es.
contrario.
-Exacto.
trario.
-Eso parece.
Sócrates! -rep
e uso él.
modo.
-¿Y sabes
de su gran poder.
s como
lería -dijo- es é
ciedades.
me habría qu
dos.
esto?
vedado? -preguntó.
-No sería extraño -dije- si así se me mostrara
después de examinarlo.
Sócrates.
on la prohibición de
los demás.
mente:
-Ésta es -d
b ijo-la ciencia de Sócrates: no que-
ien
guro.
inferiores a él.
estropearlo.
presar.
-¿Cómo no?
-¿Y el gobierno de cada ciudad no es el que
-Exacto.
el más fuerte».
-¡Dirás, acaso
exclamó.
-Examínalo -dijo.
gobernantes?
-Lo afirmo.
-Eso creo.
-¿Cómo no?
-Por tanto, se
d
gún tu aserto no es sólo justo el
-Piensa, pu
-Sí, por Z
tú se lo atestiguas.
b
justo lo conveniente para el más fuerte. Y esta-
marco.
errores.
discusión?
fuerza en el debate.
débil.
ñar a Trasímaco?
en todo.
médico en realidad.
-En nada,
d
pues, se ha de tener en cuenta,
-Verdad es -dijo.
conveniencia?
-Sin duda.
conveniente?
sible?
-Pongo p
no?-Rectamente -dijo.
arte misma ha
-La medi
-Así es -dijo.
aplica.
esto.
te, sino la de
Quedó confesado.
hecho claro pa
justo y la ju
justos, y que lo
bién en ello?
por su voluntad?
es ha de venir a
-Bien de cierto.
-Y así, ¿el arte de
jería?
cina a su arte?
-Tampoco.
Nególo.
-¿No aprovecha, pu
gratuitamente?
ordenar confo
3
rme a ella, lo mejor para sí mis-
43a
de recompensa no lo comprendo.
propio de los m
dad?
-Lo sé -dijo.
-Por esto -repuse yo- los buenos no quieren
de su cargo, quie
curarse gobi
suadido.
dad?
razón, enumerando l
fecta justicia?
-¿Cómo no?
justicia no!
Refuta mi aserto.
varón injusto?
mo es.
ción justa?
-Tampoco -replicó.
ería?
-Lo creería justo y le parecería bien -repuso-;
justo, ya que no
-Así es -dijo.
-Esto es.
calidad?
-Sí.
que no lo es?
-Cierto.
mismo?
-Lo
mismo.
de sacarle ventaja?
-No me parece.
-¿Y al no músico?
de la práctica médica?
-No, por cierto.
-Sí.
-Tal vez.
-Sí.
-Sí.
mejante y contrario.
-Eso parece -dijo.
mejante y a su contrario.
-Tal se ve.
-Sí -contestó.
-¿El justo,
-Sí.
-Puede ser.
no con la fa
Trasímaco?
cabeza.
propia opinión.
hazlo: yo preguntaré.
-Pregunta, pues.
su poder?
cesaria.
la
otros?
cia?-Bien de cierto.
-Bien seguro.
sonas justas?
-replicó.
-Bien de cierto.
-Conforme -replicó.
porque los
-Sí.
los ojos?
-No de cierto.
-Bien de cierto.
-¿Y qué? ¿
-¿Cómo no?
-Verdad.
propia suya?
aquello que re
demás.
ojos?
-La hay.
-Y así, ¿hay también una virtud en ellos?
-Sí.
-También.
cosas?
-Lo mismo.
-Bien está:
-Bien de cierto.
-¿Ponemos
la misma cuenta?
-Eso creo.
-Lo diremos.
-¿Y acaso,
-Imposible.
-Fuerza será.
-¿Cómo no?
graciado.
-Sea -dijo.
sino dichoso.
conmigo y ce
dichoso.
II
I. Con esta
bienes.
-Sí -asentí.
de ellas.
la justicia? 3
de ellas resulta.
vencer.
dicen que es l
propongo.
gente disfrute ha
blando y escuchando?
llamaron legal
ció en el mundo.
buenos lo s
IV Finalme
su injusticia n
si sufren algún f
es el más feliz.
para que en
hermano Adimanto:
justicia.
ces.
os sien-
plegarias y
han caído.
algo espantoso.
naturalmente, sean
hechos.»
mente, al men
b
muéstranos cuále
manto, en aqu
zaba:
pueda.
mí me parecía:
las mismas.
-Ciertamente -dijo.
-Mayor -dijo.
-Mucho má
s fácil.
pues, de hacerlo.
des?
-Así, pue
c s, cada uno va tomando consigo a
es ast?
-Así.
beneficio?
-Desde luego.
-¿Cómo no?
-Pues bie
-Naturalmente.
-Así es.
des materiales?
-Efectivamente.
-Tal parece.
mayor a la ela-
Y Adimanto contestó:
-Sí.
mente?
-Evidente.
artesano; antes bi
-En efecto.
-Cierto.
-Efectivamente.
-Sin embargo, no llegará todavía a ser muy
jeros y pastor
-Imposible, en efecto.
preciso.
-Las necesitarán.
3
ervicio va con las
es así?
-Así me lo parece.
ta. -Sí.
bradores y artesanos.
-Más, ciertamente.
-Sí.
-En efecto.
-Y en el
en asuntos marítimos.
-Muchos, sí.
nidad y un Estado.
diendo.
-Naturalmente.
-Y si el campe
labor?
ar las personas
-Exactamente.
¿No es así?
-Así
es.
opinión.
dos y zapato
s? Se construirán viviendas; en
sos.
campo. De p
d
ostre les serviremos higos, gui-
la de ellos.
Pero él repuso:
e, coman recostados en
-Sí -dijo.
-¿Cómo no?
-Mucha Má
s.
ellos lo mismo c
riquezas?
Glaucón?
-Exactamente.
mos.
muchos oficios.
b
ntinué-. ¿No lo parece un oficio
utensilios!
celo.
-¿Cómo no?
una ciudad.
3
mientras nuestras fuerzas nos lo permitan.
cuna?
-¿Cómo no?
¿No has of s
dián.
-En efecto.
-Sí, también.
opuestas.
-Así parece.
falta, no es po
guardián.
cir, continué:
-¿Cómo?
admiración en un bestia.
-¿Qué es ello?
nunca esto?
de su natural verdadera
b
mente filosófico.
-¿Podemos, p
za?-Admitido -respondió.
-Luego tendrá que ser filósofo, fogoso, veloz
nuestra ciudad.
disponible para
contar cuentos.
-Así es.
-¿Cómo no?
-Sí.
-¿Y no hay
-Cierto.
la gimnástica.
trata de cri
-Tienes razón.
-Debemos, pues, se
-¿Cuáles? -preguntó.
es además indecorosa.
-¿Qué es ello?
-Que se da c
producir.
escuchar.
, se tienden asechanzas o
Y yo contesté:
en este mom
-Pues bien
-¿Cómo no?
¿No es así?
-Tampoco.
-¿Cómo va a serlo?
-Sí.
-Sí.
c.
-No cabe duda -dijo.
unos y otros,
jas,
divina le obliga.
Ni admitiremos
sador
que
sente a la divi
c
nidad como autora de sus males,
que le es propia?
dijo.
das y trabajo
puestos a alteración?
-¿Cómo no?
-Sí.
-Así parece.
modo.
gurar su aspecto?
en cualquier aspecto?
-Imposible -respondió.
peregrinos,
ni nos ven
formas diversas?
-¿Pues qu
-No lo sé -contestó.
rio -dije-. Y
fren.
sino un reflejo de
-Exacto.
ciosa, como el re
un poeta embustero.
-No lo creo.
-De ninguna
manera.
bación de un amigo?
go de los dioses.
dios mienta.
-No la hay.
-Absolutamente -dijo.
signos.
do -dijo.
actos mendaces?
-Convengo en ello.
cendencia
Cuan
humano.
ciones de amistad.
les induzcan
pensa
cieron.
O bien:
Y a inmortal
d es y humanos la lóbrega casa tre-
menda
produce.
O bien:
alma y la
cuentren.
O esto otro:
tes.
O bien:
lando
O aquello otro de
que el humo.
Y lo de
ces
-Efectivamente.
-Sí.
que se dis-
-Desde luego.
atribuírselas a las m
del país.
hijo de diosa,
pronto
pezando
a vagar agitado en la playa del mar infecundo
ni tampoco
un héroe!
en ello.
O bien:
cumba!
hacer algo s
namiento. b
no lo admitiremos.
c
guna otra persona esté
das,
tros muchachos?
-¿Cómo no?
te la templanza p
rincipalmente en obedecer a
rosos?
medes
ordenarte
¿Y los que
ven replet
b as de carnes y pan y el copero les saca
copas,
por el hambre?
amorosa le hace ol
propio.
dijo:
friste.
Tampoco no
sin él.
relatos.
dioses,
pero bien me vengara de ti si me fuese posible.
Y, en cuanto a su resistencia a ob
edecer al
perqueo,
hombres.
-¿Cómo no?
también
se inclinen n
3 uestros jó venes a cometer el mal
tumba.
-Efectivamente.
¿no?
-¿Por qué?
cuentistas yerra
b
n gravemente cuando dicen de
ella, lo que
aqueos?
terminados versos,
entera.
-Exacto -dijo.
-¿Cómo no ha de serlo?
se asimila uno?
ción.
-En efecto.
de nadie, toda su ob
ra poética y narrativa se
va.
ocurre en la tragedia.
cir entonces.
-Ya me acuerdo.
-Pues lo que yo q
la ciudad.
-Pues bien,
e
-¿Cómo no va a depender?
-No.
os podrá simultanear la
los mismos.
vez.-Es verdad.
-Lo son.
alterando su naturaleza?
moradas o parturientas.
-Tampoco eso.
-Ni tampoco, creo yo, a hombres viles, co-
de estos menesteres?
dos similares?
bien.
-En cambi
parte narrativa?
s? -pregunté-. ¿Acepta-
remos en la ciudad todos estos géneros o bien
que tú eliges.
udad,
sucesivamente?
X. -Despué
-Evidentemente.
-Ahora bien, ¿no está al alcance de todo el
sospecho.
acomodarse a la letra.
-¿Cómo no?
lamentos.
-No, efectivamente.
-¿Cuáles so
otras semejantes.
para varones.
-Exacto.
-Tampoco hay nada menos apropiado para
pereza.
-¿Cómo va a haberlo?
lles y convivales?
de un héroe que,
, intenta convencer a
ahora mismo.
cuerdas ni de lo panarmónico.
s y demás ins-
especie de zampoña.
ción -dijo.
lujo.
ellos.
-¿Cómo no?
labras.
ritual?
-¿Cómo no?
-Sí.
-Entonces, la b
-Pues pu
ybondadoso.
educación.
en lo más rec
música en la educación.
-Es verdad.
na?-Absolutamente cierto.
-Pues entonces, ¿no es verdad, por los dio-
templarlo?
-¿Cómo no ha de serlo?
armónica.
amarla.
planza?
-En absoluto
incontinencia?
-Efectivamente -respondió.
incontinencia?
-¿No se debe, p
b
¡oh, Sócrates!
-¿Cómo no?
detalles de la educaci
ón corporal limitándonos
-Exacto.
tara de un guardián.
-Tal vez. 4
-Sí, lo he observado.
canes, siemp
los héroes en c
-Mucho más.
abstienen de ellos.
está bien.
ca?-Por fuerza.
-¿Cómo no?
pos?
-Y cuando e
aquello.
parece vergonzoso?
-Mucho -dijo-. Realmente, ¡qué nuevos y es-
no existían en
reprendieron a la qu
-¿Cómo? -inquirió.
exclamó.
-Como es nat
c
-¿Cómo? -dijo.
un carpintero -
esa clase.
-¿Y eso n
-Claro -dijo.
tenga.
ciudad.
de estudios, reflexiones y
meditaciones interio-
para la sociedad?
exclamó. 4
mantes,
dose de hombres
bien de nada.
-Exactamente -asintió.
-En cambi
cosa ajena en
de mal se trata.
ligente, en el co
pero no el malo.
co de indivi
-Efectivamente -respondió.
-Y si el m
-¿Cómo?
-A la feroc
lidad y dureza.
y amable?
-Así es.
ambas cualidades.
-¿Cómo no?
-¿El alma en que se dé esta armonía será so-
bria y valerosa a
la vez?
-Sí.
-Desde luego.
-En efecto.
-Desde luego.
-Mas ¿y d si no se dedica a ninguna otra cosa
nes impuras?
-Sí -dijo.
Musas; no recurrir
cepto de una
monía.
mento.
-Claro qu
otra cosa.
ellas.
-No -dijo-, probablemente no será difícil.
nados?
dos?
-Evidente.
entre ellos?
-También.
-Sí.
ciudad?
-Sí.
pen además
d por la comunidad?
-Así es.
su amor.
-Forzosamente.
-Cierto -dijo.
os parez-
para la ciudad.
borda»? -preguntó.
er la verdad?
opiniones rectas.
ducen o fuerzan?
comprendes ahora?
-Sí.
hablas.
algún temor.
engaña.
-Sí.
-Exacto -asintió.
el fuego y compro-
de pormenores.
-¿Y no tendríamos
hacerlo creíble.
-Voy, pu
-Era muy n
4
atural -hice notar-. Pero escucha
valor y educarlo c
-Ninguno -respondió-,
d
al menos por lo que
-Sí -respondió.
rano?
habitaciones -dijo.
lobos.
lo?
aliados amistosos?
guardan. c
-Y lo dirá con
razón.
ción.
cluidos en ella
nuestra defensa?
-Sí.
acierto.
-Examina
sionar su perversión.
-¿Y cuáles son ellas?
-¿Y cómo?
-¿Cómo no?
can.-Así parece.
-Está clar
tales ciudades.
-¿Cómo dices? -preguntó.
tas en la guerra?
que de guerra?
-Lo creo -contestó.
e
iudad las riquezas de las
de ellas.
nosotros formamos.
gando a los unos los bienes, las fuerzas y aun las personas de los otros, te
hallarás siempre
de otro modo?
-Perfectamente -dijo.
c
dijo.
te de poca valí
suficiente.
estas cosas y
y éstas, a su vez,
animales.
oídos,
dijo Adimanto.
vertida.
en la pública.
-Verdad es -dijo.
perdidas.
-¿Cuáles son?
¿No te parece?
-Desde luego.
a educación en la direc-
mejante?
sea malo.
acerca de esos
butos en plazas y p
-Exactamente.
-Y de cierto
enfermos.
gracia.
modo alguno.
d
afán a curar a tales ciudades? ¿No admiras su
que resulta
de legislación? -preguntó.
legales.
mundo.
de hacer.
los medios.
moderada y justa.
-Claro.
lo que no hay
4 amos encontrado?
-Está claro.
-Sí.
-Está claro.
riedad de ciencias.
-¿Cómo no?
maestra en construcciones.
mejor posible.
dad agrícola.
-Eso parece.
des?
-Sí, lo hay.
verdaderamente prudente.
ce el nombre de prudencia.
-¿Y cómo?
-¿Quién -di
en campaña a su favor?
otra.
-No, en efecto.
conservación.
ello semejante.
-Sí, quiero.
viamente.
fuerzas cua
4 ndo elegimos los soldados y los
otra cosa.
y servil, ni l
aquello otro.
VIII. -Do
investigación, la justicia.
-Exactamente.
-¿Y cómo podríamos hallarla justicia para no
razón en negarme.
armonía.
-¿Cómo?
-Pero ¿es
-¿Cómo no?
rante.
sobrepone a lo peor.
dices verdad.
s se pueden
-Verdades -dijo.
petitos de
-Enteramente -dijo.
-Y si en alguna otra ci
¿No te parece?
toda ella el u
4 no valerosa y la otra prudente, la
32a
-Claro es.
-Así, pues, Glaucón, nosotros tenemos que
la atención,
me -dije.
guía.
algo estúpido.
veíamos.
de él.
-Largo es ese proemio -dijo- para quien está
deseando escuchar.
mejor dotada.
damente que
cia- es aquell
más.
valor.
a perfección de la ciudad?
-En un todo.
-¿Cómo no?
-Sí.
-Eso es.
vemente a la ciudad?
un artesano
-Plenamente.
atención. Y ahora
hacerlo.
-Semejante -contestó.
no diferirá en
-Verdad es -dijo.
de aquélla.
especies o no.
-No me parece del todo fácil -replicó-; acaso,
investigaciones anteriores.
ciente en un todo.
desmayo. -¿
conocerlo.
-No de cierto.
s con un tercero
manera conveniente.
-¿Cómo?
Habla -dijo.
-Eso es.
la púa fija en
e un punto o que pasa lo mismo con
ningún respecto.
mismo objeto.
4
conseguirlo?
-Así lo creo.
términos?
-¿Cómo no?
hambre?
de comida?
-Sí.
clase de bebida?
depende de al
b
a.
-Bien seguro.
-Sí.
-Sí.
-¿Y no su
c cede lo mismo con lo más respecto
-Enteramente.
que deba as
tectura?
-¿Cómo no?
-Sí.
ciencias?
-Así es.
dicina.
de la bebida en sí.
-Conforme en todo.
-Evidente.
tiempo.
-No de cierto.
una lo rechaza
ce, cuando na
tos y enfermedades?
-Tal se muestra.
concupiscible.
otras ocasio
éste?
-Verdad es -dijo.
asunto?
-¿Cuál es
e él?
de la razón.
del concupiscible.
tiempo después.
-Bien dices, por Zeus -observé-. También en
arriba:
dijo...
leriza.
mo número.
-Así es.
-¿Será, pues, forzoso que el individuo sea
-¿Cómo no?
la virtud?
-Por fuerza.
-Enteramente.
-¿Y no será,
de todos.
-Así es.
-Y, según
c pienso, llamaremos a cada cual va-
-Exactamente -dijo.
tres partes.
contra ello?
-Eso y no otra cosa es la templanza -dijo-, lo
-Forzosamente.
dad?
memos enteramente,
-¿Cuáles son?
habiendo reci
-Nadie -contestó.
des?
-Bien lejos.
toca a obedecer?
referíamos de
e imagen de la justicia.
-Bien de cierto.
-Tal parece.
pero no en lo que se
niendo rectamente s
us asuntos domésticos, se
observó.
-Lo afirmaremos.
-Claro está.
dad.
-Eso precisamente -dijo.
injusticia y la justicia?
-¿Cómo es ello?
enfermizas, enfermedad.
-Sí.
-Por fuerza.
-Y el producir salud es disponer los elemen-
raleza.
-Así es.
-Exactamente -replicó.
misma.
-Así es.
-Por fuerza.
por el castigo.
del cuerpo,
c nciar.
deración.
mencionarse.
-¿Cuántos?
del alma.
aristocracia.
-Verdad es -dijo.
-A esto lo decl
e
aro como una sola especie -
hemos referido.
Y yo iba a enumerarlas
-A ti -contestó.
-Pero ¿por q
ué razón? -pregunté.
éstos una ve
demás.
nime.
una discusión?
en cuanto a ti, en m
ésta se desarrolle.
d
no se considerará tal vez realizable lo expuesto,
aspiración quimérica.
char.
bien en animarme.
sin miedo.
ahora atrás p
menina.
-Sí.
-Pues bien
-¿Cómo? -preguntó.
-No es posible.
-Sí.
la música y la gimnástica.
-Sí.
-Efectivamente -dijo.
ante las
recía a los g
4
ocupaciones militares
dictara».
-«¿No serán,
-¿Cómo no?
cualquiera que
d
ésta sea.
queña piscina.
-En efecto.
sobrevenga c
nos reprocháis?
-Exactamente.
-¿Por qué?
tradicción.
-¿Cómo?
considerábamos de
lezas distintas?
-En absoluto.
upación, reco-
-Pues bie
-Justo es hacerlo.
flexión.
-Sí, lo diría.
la mujer?
-Desde luego:
no?»
-Exactamente.
jeres?
-¿Cómo no?
la gimnástica?
-Así lo creo.
gosidad?
varones guardianes?
-Ésas, efectivamente.
-Así parece.
VI. -Prec
-Desde luego.
-Los mismos.
-Absolutamente cierto.
on la naturaleza.
a ella.
-Así parece.
-Sí.
-Sí.
mejor?
-Claro.
-Pues bien; en cuanto a la formación de mu-
jeres guardia
guiente?
-¿Sobre qué?
dos iguales?
arte zapateril?
-¡Qué ridiculez preguntas! -exclamó.
-Con mucho.
-No la hay.
-¿Y esto lo l
mos?
-¿Cómo no?
para la ciudad.
-Así es.
feo.-Ciertamente.
como ventajoso?
-¿Cuál?
dad y excelencia.
realizable o no.
gando.
sos.-Muy cierto.
-Mas, ¿cómo p
les?-¿Cómo? -preguntó.
-Los hay.
canes?
hombres! c
qué?
más empuje. .
ces nuestro
sultaban útiles.
-¿Por qué?
o; y, si se quiere que el
cordia.
-Será, pues, p
los gobernantes.
-Sí.
-Pues bie
pero procurando p
drizas y ayas?
-Cierto.
e
propio de dicha edad son unos veinte años en
la ciudad.
recibirá crianza.
¿Pero cómo se
hablabas?
a él padre. E igualmen
-No lo tenemos.
felices o desgraciados?
-¿Cómo no?
respecto a lo ajeno?
-Absolutamente cierto.
-Con mucho.
, mirando hacia el
los ciudadanos
da.
mejor.
ién gobernantes y
-Existen.
-¿Cómo no?
bernantes?
nombre, el de gobernantes.
gobernantes?
nantes de otras?
-Siervos -dijo.
-Compañeros de guarda.
alguien que e
no lo es?
-Sí.
ascendientes de éstos.
cribirles el u
ulo que se
ellos.
penas?
-Muy cierto.
dianes.
dad, como
res?-Enteramente -dijo.
el cuerpo, y s
los allegados?
-Exactamente -dijo.
mayores disensiones.
-Bien seguro.
-Es claro.
padres.
tra sí misma.
XIII. -Clar
-¿Cómo?
condigna sepultura.
objeción de qu
-Me acuerdo-dijo.
labriegos?
uno y otra?
ta dónde lo sea?
iba yo a hab
e larte -dijo.
-¿Cómo? -preguntó.
artesanos, vean
-Bien de cierto.
cuando están
gendró.
rado?
-Claro está.
a y des-
a lo que dices.
-Sí.
-Exacto.
-Así procede.
-Bien seguro.
en en vuelo.
-¿Cómo lo entiendes? -preguntó.
edad.
-Enteramente.
-Sí, me parece.
-También.
-¿Qué es ello?
XV -Tam
aumentaba su robustez.
-Exacto -dijo.
da que mue
mujeres.
todien?
y reverenciar
respeten.
jar, después de
-Bien cierto.
entierre?
otra cosa.
-Exacto -dijo.
gos?
les y tomar p
b ara sí la cosecha del año. ¿Quieres
-Bien de cierto.
guerra.
respondió.
-Mira también
igual a la tuya.
mente.
zados?
-Bien de cierto.
de reconciliarse?
-Bien seguro.
no enemigos.
que en cada c
en modo alguno
misma línea
il de vencer; pero
injusticia.
ella, sino qu
-Bien seguro.
dicho?
por satisfecho.
-Habla -dijo.
público ni en lo privado.
zas una mu
dad!
como tú dices.
-Vamos -replicó.
su totalidad?
XIX. -Tendrás q
pretexto?
-Bien de cierto.
seosos de ho
b nra.
-Así es exactamente.
-Cierto.
-Y acertaremos en ello.
los filósofos.
respondí.
des?
-¿Cuál es?
-¿Cómo n
4 o?
multitud de apariencias.
cionados a los es
b
pectáculos y a las artes y hom-
llamar filósofos.
-Ciertamente
que se asemeja?
enroñando el que e
so hace.
-Exacto.
por él.
-Algo que
que no existe?
-¿Mantendremos, pues, firmemente, desde
incognoscible?
-Perfectamente dicho.
-Bien de cierto.
opinión?
-¿Cómo no?
otra distinta?
-Otra distinta.
cia.-Esto es.
de cosas?
yerra y lo que no y
erras?
-Distinto.
-Por fuerza.
-Sí.
-Sí.
-Otra.
-¿Se opinará, pues, sobre lo que no existe?
-Imposible.
cosa?
-Sí.
llamarse «nada»?
-Exacto.
te el conocimiento?
sobre lo no existente?
-No, de cierto.
-No parece.
o a la ignorancia en oscuridad?
-Y en mucho -replicó.
-Sí.
otra.
-Y dijimos bien.
llamamos opinión?
-Sí, aparece.
-Así es.
hablarme y a responderme a
4
tas.
Porque, en verd
puro.
intermedia.
-Así convinimos.
-Preciso es -aseveró.
-Lo recordamos.
-En absoluto.
VI
de la injusta.
pués de ello?
dad?
acertar en ello?
a aquellos que se
-Bien -dijo.
mucho.
-Perfectamente.
ciudad.
-¿Cómo?
lezas filosófic
rrupción.
-Convengamos.
-Y además -dije yo-, en que no se dejan per-
morados.
leza de los qu
ciado.
-¿Qué es ello?
que la verdad?
-Bien de cierto.
-¡Cómo no?
enteramente
e al placer del alma en sí misma y
dadero y no fingido.
dios.
-Cierto.
que no lo es.
-¡Cuál?
de lo divino y de lo humano.
-Muy de cierto -dijo.
-No creo.
-No es posible.
-Bien de cierto.
-¿Cuál es ella?
-¿Cómo?
-¿Cómo no
-Por lo tanto, al a
-En un todo.
-Con la moderación.
cada cosa.
-¿Cómo no?
-¿Y qué? ¿
e No creerás acaso que estas cuali-
de la templanza?
dad?
Y yo al oírle dije:
verdad?
que tú opinas.
dad.
-¿Y cómo se puede decir -preguntó- que las
haberme lanzado a
preciso recompon
b
to y fuerte q
de ese modo?
que digo.
que la recibieran.
ros pilotos.
-Exactamente -observó.
-Sí.
-En efecto.
cuán forzoso e
-Efectivamente -dijo.
miento está n
mento verdadero?
de vicios.
-¿Cómo ha de ir?
-Exacto -dijo.
-Así es -dijo.
a que te refieres?
-En efecto.
-Pues bien, mira cuántas y cuán grandes
que enumerábamos.
-¿Cómo no va a serlo?
baja calidad.
-Lo es.
-¿Diremos, pu
e
es, Adimanto -pregunté-, que
-Pues bie
-¿Cuál? -dijo.
penas de muerte?
e
resiste contra ellos?
teres human
creer también.
-¿Cuál?
reuniones, y a esto es a lo q
ue llaman ciencia.
qué ocasiones su
dor?
existe lo bello
sea filósofo.
-Imposible.
-Forzoso.
-Evidente.
de esa naturaleza.
-Sí.
alma?
-¿Cómo no?
-Se postrarán,
riquezas y n
d oble abolengo teniendo además
-Efectivamente -dijo.
malas influencias?
cesos públicos?
-En absoluto.
ella.
-He aquí, ¡oh, admirable amigo! -dije-, cuán-
ni a ningún Estado.
man que entre los que tratan con ella hay algu-
otros hombreci
e
ándose en tal condición la
yvil?
-Es muy forzoso.
! -dije-,
nidad.
-Ninguno en
ño, degener
necesario que hu
-¿Qué es ello?
suele decirse.
opuesta a la de ahora.
-¿Cómo?
después de
urez,
-dijo.
crees?
-Así es.
mente, en algún lu
de tal modo a la
les aconseja
en una multitud.
dijo.
propia de un filósofo?
-Sí -dijo.
el verdadero ser no le
-En efecto.
de virtudes colectivas?
hablas?
-¿Cómo no?
dirigiendo fre-
humana.
-Y pienso
-Porque ¿qué
dad?
lente?
-Tampoco eso.
nes adecuada
a quienes excluimos?
decir «men
raleza?
-Nadie -dijo.
tales condic
-¿Cómo lo va a afirmar?
obrar en consonancia.
opinen tambi
c én otros?
-Así es -dijo.
ellos.
ción de hijos y
designación de gobernantes,
dad; pero no p
5
lo recuerdo.
membrada.
guna fijeza.
-Así es -dijo.
dijo.
-¿Cómo no?
ejercitarse en muchas di
enseñanzas?
XVI. -Tú recordarás, supongo yo -dije-, que
especies en el alma.
guir escuchando.
-¿Qué?
investigando.
de las leyes.
enumerado?
elevadas cuestiones?
versa?
te acuerdas de ello o es
bueno?
-¿Cómo no?
-¿Cómo n
c o va a serlo -dije- si, después de
malos?
-En efecto.
es eso?
-Efectivamente -dijo.
preciado y grande?
éstas?
ocupado de e
supiese?
él opina.
de labios de otros?
lo dejamos.
-¡Ojalá -dije- pu
neda falsa.
-¿Qué? -dijo.
-Tal sucede.
c
no concebido, y de las ideas, en cambio, que
-En absoluto.
que se percibe?
-¿Cómo no?
-Ninguna -dijo.
alguna?
sita?
-¿Cómo?
quiera su po
lo que toca a ex
posible?
-¿En cuál?
-No, en efecto.
tidos.
-Con mucho.
cie de emanación?
-En un todo.
ella misma?
-Así es -dijo.
-Efectivamente -dijo.
-En cambi
-¿Cómo no?
de toda inteligencia.
-Puedes,
la ciencia y d
bien.
placer.
-¿Cómo? b
XX. Ento
dad!
nificante.
inteligible?
-Las tengo.
s, clasificados según la
el
lo que imita, en la
a lo conocido?
-¿Cómo?
dijo- eso de
c que hablas.
las hipótesis
cuatro operaci
VII
I. -Y a co
ga entrada, abi
extraños pioneros!
mer lugar ¿crees que los que están así han visto
zas?
Forzosamente.
-Entonces
do y obligado a levantarse s
úbitamente y a vol-
mostraba?
muestran?
-Así es -dijo.
subida, y no le deja
momento.
objetos mism
que le es propio.
-¿Cómo no?
-Necesariamente -dijo.
c
los años y gobierna todo lo de la región visible
compadecería a ellos?
Efectivamente.
mundo de lo opinable?
-Eso es lo q
-Ciertamente -dijo.
subir?
pública.
llegado a es
hablado.
-Antes bi
efecto, dicen,
-Eso es. d
la costumbre y
5
el alma?
za hubiese s
tuar?
del Estado.
-Efectivamente -dijo.
y en el mundo de lo puro?
-Imposible -dijo-. Pues son hombres justos a
que desprecie
filósofo?
rivales.
-¿Cómo no?
del político?
-A ningún otro -dijo.
VI. -¿Quieres, p
auténtica filosofía.
-Efectivamente.
-¿Cómo no?
guerra?
esto otro.
¿Qué?
de la
-Así es -dijo.
-Tal parece.
camos.
-No, no lo es.
principio la describimos?
bles...
ca y de las artes?
-¿Cuál?
lugar.
par de ello?
-En efecto -
dad.
VII. -¿No c
cular y contar?
hombre.
-¿Qué es ello?
la esencia.
imagino.
-Enséñame -dijo.
vitan a la inteligencia a
bras.
desembocan al m
-¿Qué?
-Es natural.
de manera deficiente
sado
por ligero y pesado, puesto que llama ligero a
consideración.
-¿Cómo no?
-Sí.
-Ahora b
-Bien.
-Sí.
aquélla.
-Cierto.
qué lo pequeño?
-En un todo.
-Muy exa
d cto -dijo.
bién.
te parece queson?
dad es contem
más números?
-¿Cómo no?
-En efecto.
dad.
calculador.
-Así es -dijo.
-¿Cómo no?
suadir a quiene
la esencia.
ahora de la
al trapicheo.
verdad en sí?
-Así es -dijo.
c
fácil encontrar muchas enseñanzas que cuesten
ejercita en ella.
-No, en efecto.
educados en ella.
nos interesa.
geometría?
viene.
-Tal decimos, en efecto.
-Pues bie
-¿Cómo? -dijo.
s como «cua-
-¿En qué?
siempre existe.
bién hay q
rias.-¿Cuáles? -dijo.
-Establezcámosla -dijo.
astronomía?
d ¿O no estás de acuerdo?
estratégico.
de ellos.
suelta.
-Y ello, por dos razones -dije yo-: porque, al
un director, sin el
decir, la geometría.
atrás.
didad.
parse de ella.
to de vista en que tú la
según yo cre
s rectamente y estú-
cerías con qu
otra cosa
ción.
-¿Cómo n
belleza que es po
oigo decir.
del cielo si es
naturaleza en el alma.
los astrónomos.
-Y creo también -dije yo- que si para algo
tos.
las formas q
-¿Cuáles?
ponde a ella.
-¿Cuál es ésa?
do opinamos?
-Así -dijo.
principio.
-¿Cuál?
blemente al lugar a q
trabajo inútil.
XIII. -Y yo
encontrado.
-Entonces
al mismo sol.
lo visible.
Exactamente -dijo.
-¿Y qué? ¿No es este viaje lo que llamas
dialéctica?
-¿Cómo no?
muchas veces
-¿Cómo no?
-He aquí un
-Ninguna -dijo.
las hipótesis, se
-Bastará.
que antes, a la
rior.
puedo seguirte.
irracionales.
ma competencia posible?
tigo.
s la dialéc-
5
ñanzas, y que no hay ninguna
de qué manera.
-Evidente -dijo.
educación.
Cierto -dijo.
nacidos.
-¿Cómo? -dijo.
mente la invol
bestia porcina?
se sirven.
todavía mayor.
risible.
-¿Qué? -dijo.
-Me olvid
ción escogíam
-¿Por qué?
-Porque no
-Cierto -dijo.
-No emplees, pues, la fuerza
, mi buen amigo
un grupo selecto.
gimnásticos.
-¿No observas
¿Cuál? -dijo.
iniquidad.
que yo imagino?
XVII. -Pu
siticios.
padres.
-Así es.
ntraposición con
ternos.
-Así es.
da a que naturalmen-
ellas.
-Por fuerza.
se les disculpe?
dialéctica?
-Efectivamente -dijo.
-¿Y no es
ellos
filosofia.
la verdad que
-Exactamente -dijo.
carezca de aptitud?
sino practicando c
algo.
modelado!
ellas y los ho
d mbres.
-¿Cómo? -dijo.
-Enviarán al c
el cual se dé?
hombre.
ellos.
-Convenido -dijo.
-También rec
guarda, la alimentaci
mismo camino.
como buenos
ta aquí.
toy desean-
hablabas.
-Nada cuesta decírtelo -respondí-, pues
aventaja a tod
de sí a todo lo demás?
-¿Cómo no?
basado en la am
examen y juicio.
a timocracia de la aristocra-
acorde?
con niños?
-¿Cómo?
su respuesta.
Musas.
preguntó.
-Una vez producida la disensión -dije yo-,
vos.
oligarquía?
-En efecto.
culiar?
-Así es -dijo.
-Sí.
e
-Y en lo de no atreverse a llevar sabios a las
-Sí.
la música.
-¿En cuáles?
ellas; y afici
preciará mientras s
-Exacto. c
sufrir molestias..
or lo cual
mujeres.
deba dinero o
b
que sólo se ocupan
y ansioso de honores.
-Ciertamente -dijo.
la oligarquía.
mas oligarquía?
acceso al gobierno.
-Sí.
-¿Cómo?
sus mujeres.
-Natural -dijo.
-Es natural.
ciones?
-Evidente.
do.-Tal sucede.
-Completamente.
-Y entonces establ
así?-Así ciertamente.
s defectos que le
atribuíamos?
VII. -Ante todo -dije- la propia naturaleza de
-Tal parece.
aquél?
-¿Cuál?
-El de que una tal ciudad tenga necesaria-
contra la otra.
con él.
mismas per
5 sonas de muchas cosas distintas,
es el primero en sufrir.
-¿Cuál?
hacienda?
-Así es -d
ciudad?
están dotados d
hechores?
-Evidente -dijo.
regidas oligárquicamente?
nantes.
e
-Lo diremos.
-Quizá -dijo.
-Dejemos, p
-Ciertamente -dijo.
hombre timocrático?
-¿Cómo?
fortuna.
y cimitarra?
-Ciertamente -dijo.
to razonador y al fogo-
so en codicioso.
dije yo.
ció la oligarquía.
-Examinémoslo.
5
IX. -Ante todo, ¿no se le parece por el gran
-¿Cómo no?
tos.-Exactamente.
tal sistema?
hombre.
en él apetito
-Efectivamente -dijo.
-¿Adónde? -dijo.
-Cierto.
-Ciertamente -dijo.
e
ya unidad en ella, sino dualidad, prevalecerán
peores.
-Así es.
nica.
-Tal me parece.
particulares que en la
-Efectivamente -dijo.
en cuanto a
oligárquicamente?
que siempre.
dinero y adqu
-Ciertamente.
cambio.
-Así es.
de zánganos y pordioseros.
otra ley.
parse de la vi
-¿Cómo no?
-No, en efecto.
ocasión de en
junto a un rico c
que hacen.
los de fuera?
-En efecto.
-Nace, pu
XI. -Ahora
-Evidente -dijo.
se le antoje?
agrade.
-Evidente.
en que de más cl
bres.
-¿Cómo no?
más bello.
-En efecto -dijo.
sistemas políticos.
-¿Por qué?
él, como si
dijo.
-Y el hecho -dije- de que en esa ciudad no
semejante a ellas,
y la indiferencia magnífica
se forma?
-Sí -dijo.
-¿Cómo no?
la fuerza de a
e
-Evidente -dijo.
-En efecto.
ficación de necesarios.
-Con razón.
ellos?
-Sí, es preciso.
-Así lo creo.
vida.
-Sí.
-Exactamente.
mo no necesario?
-Lo mismo.
tivo y oligárquico?
-¿Cómo no?
-¿Cómo?
íase de pla-
-En un todo.
ado,
-¿Cómo no?
-Y alguna vez, supongo yo, lo democrático
dijo.
cia.-¿Cómo no?
aquéllas.
su alma, aq
-Bien de cierto.
el desenfreno
igual a todos
-Bien seguro.
guien le dice
-Has reco
de un hombre igualitario.
dos de ser.
mación de la democracia.
-Evidente.
democracia?
-¿Cómo?
así?-Sí.
-Es verdad-dijo.
disuelve a ésta?
tal?
-¿Cómo? -preguntó.
-Pienso q
dos y oligárquicos.
-¿Cómo no?
preguntó.
temer a sus p
ni menos.
preguntó.
-Sin dudarlo -contesté-, y lo que digo es esto:
nace la tiranía.
democracia. Pu
nes políticos.
ciudad.
clavitud
esclaviza a la democracia.
-Dices verdad -observó.
-¿Cómo?
s que efectiva-
ciudad oligárquica.
-Así es.
aquélla.
-¿Cómo así?
e
parte más corrosiva es la que habla y obra; el
gue de la multitud.
-¿Cuáles?
-Es natural.
dad.
ne en asamblea.
aunque quedándo
fuerzas.
-¿Cómo no?
oligárquicos.
-Así es en un todo.
unos y otros.
-En efecto.
-¿Y así el pueblo suele siempre escoger a un
deza?
brota.
-Bien evidente.
Liceo en Arcadia?
humana desmenu
e
zada entre otras de otras
-Sí.
la sangre de su
-Así.
-Claro está.
lenta.
dado a Creso,
de.
le entrega a la muerte.
-Sin remedio.
-Y es m
y en el primer tiem
-Es natural.
él?-Evidente.
-Necesario, en efecto.
más y más od
rosos?
-Es natural.
-Está claro.
depure la ciudad.
trario.
que necesite?
-¿Cómo no?
sacará?
e s da sueldo.
-¿Cómo?
le ocurre al ti
pio de una m
nados.
ranía.
lo menos los
-Muy de cierto.
-Así es en un todo.
XIX. -Pero con esto -dije- nos hemos desvia-
precio de su v
por su padr
tados?
clase de cri
pegarle si no se le somete?
minar -replicó.
-¿Qué?
mos.
proveer a ello?
hablas?
vino, y, expul
dijo.
forme.
-Lo estoy.
-Sí.
tumbres de aquél.
-Lo imagino.
padre y que e
5
s ayudan a los deseos contra-
compañías, hacen c
también un te
-Sí lo tiene.
-Así es enteramente.
vive?
-Muchos, en efecto.
-Y después de ell
-¿Qué remedio?
tormentos.
-Es preciso.
-¿Y no ocurre acaso que, así como los place-
-Desde luego.
por la violencia?
a su madre, la
su casa?
d
e le acaben a tal hombre
sujeto?
males.
se dedican a la delación,
ricadores a sueldo.
u multitud,
-Muy de cierto.
-Desde luego.
-¿Cómo no?
acertado nues
sueños.
-Muy de cierto.
la palabra.
dices -observó.
democráticamente y a
sí los demás?
-¿Cómo no?
en primer término?
de su felicid
e ad y desdicha o es distinto? Y no
contestó.
libres.
-Los veo -dijo-, pero en pequeña cantidad;
mente esclava.
vada y furiosa?
-Fuerza es -contestó.
esclava?
anizada, hablando de
de pesar.
-¿Cómo no?
rica o pobre?
-Pobre.
-Por tanto el
-Así es -dijo.
-Muy forzoso.
de las ciudades..
mismos puntos?
desdichado.
-¿Cuál?
-El que, s
ejemplo. d
-¿De cuál?
tirano diferente.
-Diferente, en efecto.
la causa?
de esos particular
es.
de sus esclavos?
-¿No se vería, pu
propios servidores?
perecer.
-¿Y qué sería -dije yo- si el mismo dios esta-
en otro, sino q
gos?
certámenes y
más miserable?
¿no es así?
-Y mucho -replicó.
5
hombre todas aquellas cosas de que antes
contrario.
Aristón ha de
su ciudad?
-Proclámalo -dijo.
dos?
-¿Cuál es ella?
da prueba.
-¿Qué prueba?
ylos mandos.
victoria y al re
nombre?
-Muy de cierto.
arrogante y ambiciosa?
-Acertadísimo.
-Muy cierto.
-¿Cómo no?
-Así es -dijo.
ambicioso y el avaro?
respectivamente en ellos?
-Muy de cierto.
por su necesidad?
que éstos?
dos placeres.
-Mucha de cierto.
es, de esos ho
d mbres, el que juzga mejor.
-¿Cómo no?
-¿Cuál es?
-Sí.
-¿Cómo no?
-Es claro.
riendo si tú c me respondes.
-Sin duda.
-Eso -replicó.
fermedad?
-¿Qué?
tes de enfermar.
-Eso oigo.
descansar de él.
-Y cuando
nosa.
-Así parece.
-¿Y es posible que, no siendo ninguna de las
-Sí.
perchería.
to -dijo.
alguno.
-No, en efecto.
-Eso son.
nacidos de la expectación?
-De la misma.
mejan?
-¿Qué? -preguntó.
-Lo creo.
-Y, si fuese
de en medio?
-Claro está.
la sed y fenóme
-Muy de cierto.
-¿Cómo no?
igual.
-Tampoco eso.
también de realidad?
-Es forzoso.
-Mucho menos.
-¿Cómo no?
y verdadero.
sin rebasar es
riencia de Helena?
ni discreción?
tales cosas.
-¿Y qué? -dije yo-. ¿No podemos afirmar sin
-Así es en un todo.
-Así es -dijo.
-Bien seguro.
-Es claro.
ytiránicos?
-Con mucho.
-Sí.
-Sin remedio.
legítimo y do
-¿ Cómo? -preguntó.
-Cierto.
oligárquico?
-Así es.
triple.
-Tal parece.
-Según eso -dije- la apariencia de placer del
número plano.
se halla.
misma proporción.
justo y el in
5 justo, en lo que toca al placer y al
dolor.
años.
XII. -Bien
-¿Cómo? -preguntó.
entre sí.
humana dé modo qu
devoren en su lucha.
resulte el ho
y también de sí mismo?
entirá el de la injusti-
guno.
hombre ben
qué dirá?
dinero injustam
vida de su esposo?»
ran cuando l
tiende desmesuradamente?
-Bien de cierto.
de león en mono?
amigos?
-Exactamente -dijo.
la libertad.
clase de poder?
ia lo mantenga escondido
-Y el hombre se
de su alma.
-Antes bi
según su capacidad.
-Exacto -dijo.
-Y del mi
dicha.
la tierra.
I. -Y por
y con más c
-¿Cómo lo entiendes?
así?
de niño siento
-Pregunta tú.
lo yo! -exclamó.
-Sí, lo entiendo.
-Sí.
la?
sano.
-¿A cuál?
ravilloso.
en cierto modo?
practicarse diversamen
e
en verdad.
-¿Cómo no?
riencia.
-Así lo decía.
no decir verdad?
con la verdad.
-Sí -dijo.
-Sea.
camas.
-Sí, tres.
-Exacto -dijo.
-Y fue po
-Es presumible.
jante?
-Sí.
cama?
son artífices.
llamas imitador?
-Exactamente -dijo.
-Tal parece.
artífice?
con lo demás?
e endere-
dad.
-¿Cómo no?
la imitación.
o trágico y a Homero, su
e a la fabricación de
-No lo creo.
, preguntándoles si alguno de
poetas antig
provecho de
-Ninguna.
hombres?
ser quizá m
hombres y hacerlo
ción conveniente?
en un todo la verdad.
sobre las qu
: alguna vez lo
habrás observado.
-Sí por cierto -dijo.
-Exactamente -dijo.
una aparienci
así?-Sí.
minémoslo convenientemente.
-Habla ~dijo.
riendas y un freno?
-Sí.
herrero?
-Bien de cierto.
-¿Y acaso el pintor entiende cómo deben ser
que es el caballista?
-Así es la verdad.
-¿Cómo?
tarlo?
-Cierto.
-Así es.
munique al fabri
obedece.
-¿Cómo no?
-Sí.
6
ata con el entendido y está
de tener conocimiento.
-Bien de cierto.
conveniencia.
-No parece.
-Completamente cierto.
V -Y esa imitac
-Sí.
-¿Y cuál es el elemento del hombre sobre el
ca que de lejos.
-No, en efecto.
travío de vi
magia.
-Verdad es.
-¿Y no se nos muestran como los remedios
-¿Cómo no?
objeto.
-Cierto.
-Por tanto, lo
-¿Cómo no?
-Necesariamente.
b
verdadero.
-Exactamente -dijo.
-Tal parece.
a aquella parte de nu
digna de aprecio.
de esto?
-Nada.
-¿Y acaso
esta clase.
lo tratemos ahora.
-Bien de cierto.
moderar su dolor.
en la soledad?
-Cuando sea visto, con mucha diferencia -
dijo.
-Así es -dijo.
-Cierto.
tos distintos.
-¿Cómo no?
-¿Cómo?
-La ley dice que es conveniente guardar lo
afligirse, ya
mismo dolor.
de ser mejo
-Evidente.
y allegado de la cobardía.
-Ahora bien,
-En un todo.
tado.
-Manifiesto.
b
de otra se le iguala en su relación íntima con
dolo fuerte, a
apartadas de la verdad.
-Muy de cierto.
cuando oím
mujer.
ble.
-¿Cómo?
mientos.
la comunidad.
VIII. -Y h
rusticidad, q
-Enteramente justo.
de justificarse, la hemo
s de oír repitiéndonos a
virtud.
IX. -Y sin em
c
bargo -observé-, no hemos tra-
por la eternidad?
replicó:
afirmarlo?
-Sí.
-¿Y piensas
que yo?
-¿Qué?
-¿Y qué
-Así es -dijo.
teramente?
-¿Cómo no?
es bueno ni malo.
co referíamos: la i
njusticia, el desenfreno, la
cobardía y la ignorancia.
-Sí.
no.-Absurdo.
e
-Y reflexiona, ¡oh, Glaucón! -continué-, en
sito, o sostengamos, en
alguno.
-Pues en verdad -aseveró- que nadie demos-
muerte.
ducir la muerte.
mortal.
-Necesariamente -dijo.
mortal.
composición que no es la
más conveniente, como en lo anterior se nos
ha mostrado el alma.
-No, no es propio.
-¿Adónde? -dijo.
en la vida humana.
to en nuestro
s de esas excelencias,
muerte?
das?
el principio.
-Así es.
los dioses t
yerro anterior?
-Bien seguro.
lavirtud.
los hombres?
-Bien de cierto.
duras. Pues b
que afirmas.
XIII. -Tal
dignas de me
a mano armada.
y Láquesis,
e
sotras una nueva carrera
Divinidad’”.
permitió hacerl
belleza o por su
d
del adivino, porque no se reconocía culpable de
terráneo.
lo en que la
con el recuerdo de
habría hecho de h
dujo un trueno y temblor de tierra y al punto cada uno era elevado por un
sitio distinto para
su nacimiento, deslizándose todos a manera de
seamos felices.