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casa umbraculo
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Esta intervencién sobre una casa existente tiene dos acto
res principales: una serpiente y una béveda. La primera
‘atraviesa, la segunda cubre; una sire para acomodar fun
‘ones, la otra para cualificar. El artefacto que resulta de
festa violacion es muy interesante y complejo, Casi como
tuna coleccin o un collage, ecléctica por naturaleza, invita
a ser mirada nuevamente cada ver y a plantearse cuesto:
nes del hacer mas que al objeto.
Puestos a citicar una obra de arquitectura pareciera exclu-
yente centrarse sobre el objeto terminado.En algunos
‘as0s, quiz’ los mejores, aunque no siempre, la critica
trasciende el juicio esttico y esttico del objeto congelado
para explayarse en la experiencia, sea la del crico en su
recorrida virtual, sea la de la del habitante en su interac-
‘8n con la obra. Este modo de valorar erlticamante la
arquitectura es el més usado si aceptamos que la arqul-
tectur finalmente se ls tiene que ver con su capacided de
pproduclr espacios habkables, con caractefsticas fIsicas tanta Hl
Incorruptibles como el alt, ancho y profundidad, la lumi
‘acin, su materialidad o mplantactén; aunque la manipu-
Jacidn de las mismas nos leven a campos més brumosos
como el significado y, a veces la representacién, el juicio a
emitr sobre estas bases suele ser el mas corecto, As con-
siderada, la obra puede puede producimes satisaccién,
rechazo 0 indiferencia, dando por resultado una obra de
‘mayor 0 menor éxito, segin sus parémetros finales se
‘acerquen o alejen de un modelo ideal, pero estético.
‘30-80 ene tnesan teenie
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Siguiendo ese cidigo, podtiamos ver esta casa de J.C. y
texplcarla como un injerto extrafio, un muro serperteante
Yuna béveda sobre una casa vieja, tal como iconoarfica-
mente se presenta, Hasta se podria caer en la tentacién de
asocarla Con las intervenciones formalistas y esquemticas
de los 80, sino fuera por las fotos ave, répidamente, nos
avisan que la obra pasa por otro lado, y que ese supuesto
fesquematismo de proyecto poco tiene que ver con la rea
lidad finalmente construida; y no s6lo con la obra como
pieza terminada, de exultante tactiidad, sino, y Sobre todo,
‘con la obra como proceso. Paso a explicar
Esta obra esté repleta de indicos de artesania. El muro cri-
ado en seco, sobre el frente, donde los ladrillos ms 0
‘menos quemades siguen un patrén de tornasol, 0 la tapia
hecha con las Viejas tejas de la casa, ola béveda de pallets
‘de madera, cada parte remite a la persona en el acto de la
‘construccién mas de lo que haria cualquier tecnologia con- \
vvencional, donde raramente nos planteariamos el tema de if
su ejecucién, Por otra parte, al escuchar la descripcion de mn
2C. sobre el modo de hacer de su laboratorio, se deduce |
{que el proceso previo, esa gestacién, usualmente herméti-
( € intelectual llamada proyecto, se diluye hasta abarcar
la construccién, en un sinfin de pruebas y experimentos de
taller, quitando dramatismo al hecho de la obra acabada,
tal como lo experimentaran algunos artstas pléstcos
Goseph Beuys o los italianos del Arte Povera por ejemplo),
donde la accion misma es la obra. Situacién que nos pone,
‘quizé, ante una disyuntiva teérica en cuanto @ sila arqui-
tectura debe (0 puede) ser relatada desde ese proceso y
7, como deciamos al comienzo, desde la obra terminada
‘sin contaminaciones de cocina proyectual. Y es aqui, donde
quisiera separar la paja del trigo. Deciemos que a diferen-
da de las concepciones del proyecto como investigacién
Go divertimento?) morfoligico-pseudo-intelectual a ios
{que nos tienen acostumbrados las arquitecturas de la
farandula, cuyos resultados no trascienden la anéodota for-
mal; la investigacién del laboratori de J.C. es constructiva
en las dos acepciones de la palabra: en fa que tiene que
ver con lo propos, la contibucién en fo material ytan-__debajo de los drboles, ala sombra, dejéndoserefrescar por
tide, yen la tra, en cuanto valor edificante de una pro- are, es la forma de llevar adelante las actividades rut-
fesién, recabando experiencias que contribuyan 2 una nari prescindiendo del tedio dela temperatura, la moles-
mejor’ calidad de vida, Resumlendo, el proceso mismo, tia del soly el exceso de aire acondcionado artifiilmen-
fentendido de este modo, se conviete en vehicuo de te. Esuna cuestion de confor, y también de supervivencia.
aprendizaje-ensefianza y, é un modo de re-consoidacén
de una profesion que lo esté necestando cada dia mis, al Vearnos primero el confort: la terreza jardin, femoso
‘menos para alejr los fantasmas de 2 supeffcalidad con segundo punto para una nueva arquitectura de Le
{que ia sociedad y el mercado la tratan y los extremismos Corbusier, ere argumentado en esa oportunidad desde le
morfoligicos que nuestros colegas acrecientan. recuperecin de superficie en la azote, ala vez que resu-
taba (tedricamente) alsiante para las plantas superores
Siguiendo en la cuestiin material, la obra, ya considerada
como dbra construida, se presenta definitivamente opues-
ta (u opositora) a la concepcén de la arquitectura como
pleza visual e intocable, tan bien representada en el vidio
{el modernismo de Walter Benjamin, o en el abuso inma-
terial de los minimal contemporineos. Esta obra es tact
poor excelencia, podria ser mirada con las manos y sentida,
por los os; es una obra de alta contaminacién y densidad,
‘no sélo material, sino de pensamiento; es ecéctica y des
prejuicada,inclusiva mas que exclusiva, dria que se toma
ms concesiones que las obras anteriores del estudio, so3-
layando el buen custo establecido en favor de la riqueza de
cexperiencas; me atrevo a decir que tiene las caraterst-
‘c25 de una obra mas madura, como suele suceder cuando
Tas ideas importantes van decantardo y os gros de mane
ra desaperecen, No se puede prescindir en este sentido de
la importancia de Paulo Mendes da Rocha como vsitante y
maestro frecuente de Asuncién, en el hecho de poner la
mirada sobre la obligacién social y técica de la arquitec-
ture, fomando distancia de las modas a la vez que suman
do espesor intelectual a la actividad propia en el medio
tespecficn en que toca actuar, valores muy bien aprencidos
por estos paraguayos, sumando aqui a Solano Benitez
tun cacho de sombra
‘Asuncién tiene un promedio de 310 dias de sol al aio y su
temperature media es de 22°; el mejor lugar para estar es
En la Europa septentrional, de sol escaso y cima fro, y
también en la medterrdnea de veneracién al sol, este
punto encontré su razéa ce ser (pensemos en lateraza de
fa casa Beistegui de Le Corbusier, 0 en la casa Malaparte
de Libera), del mismo modo en que sus ensayos de aplica-
{dén en clmas calurosos dejé, la mayria de las veces,
fucho que desear en cuanto a su supuesto valor argu:
mental. A excepc6n, quizés, de las terrazas patio algo
metafiscas de Barragan en Méico que bien se podrian
Considerar como acaptacién climStico-soclal del modelo
cofbusierano a esta parte del planeta
En este contexto, a béveda, puesta iteraimente sobre la
casa, viene a replantear la terraza jardin como émbto de
vida ¥, por lo dicho, de alta calidad de vida, a la ver que
‘acta ‘como amortiquador clmético de gran efiencia y
Bocas complicaciones. Es dec, propone una nueva mirada
5 nuestras cubiertas con una solucién por partida doble.
La cuestin de la supervivencia se plantea, casi paradél
camente, en la génesis del invento. El taller de 3. reali-
a una primera pruebe con pallets para poder dar cobijo 3
indigenas asentados en la plaza Italia de Asuncién. En esa
‘oportunidad encuentra en los pallets, un desperdicio dela
cuture de la logistca, una pieza pre-maldeada que puede
FesoWver cubiertas en los casos de mayor necesidad y
‘menores recursos. Dicha experiencia encuentra otro campo
de aplicacon ante el encargo de esta remodelaciin con
algunas condiciones de presupuesto. Las incpentes cons-
tructiones de la plaza de cuatro elementos dan paso a la
bveda ce doce. Los palets trabajan como bioques a la
‘compresion 2 la vez que, por su naturaleza porose, son
cetramientofirante de la luz solar.
En esta condicién, ls pallets alcanzan una nueva dignidad,