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Bienvenido a Casa

El trabajo de la multitud al recibir a los nuevos creyentes


“Por tanto, acéptense mutuamente, así como Cristo los aceptó a
ustedes para gloria de Dios.” Romanos 15:7 (TLA)
Introducción: ¿Cómo hacemos para convertir nuestra iglesia en un
lugar donde los inconversos se sientan a gusto? ¿Cómo hacemos que
este lugar sea caluroso para los que nos visitan por primera vez? Cristo
estuvo atento siempre a sus invitados, a los que se tomaban el tiempo
para escuchar sus sermones. El sabía que el tiempo de las personas
cuenta y no quería desperdiciar este momento.
Sabemos que hay un ministerio, una parte del cuerpo, creada para que
nuestros visitantes se sientan como en casa. Este es el ministerio de la
multitud y por eso durante estos próximos dos meses aprenderemos de
la mano de este ministerio cómo recibir y consolidar a los nuevos
visitantes que llegan a nuestra iglesia.
¿Por qué es tan importante enfatizar este trabajo?
 La trampa del compañerismo: esto consiste en mantenernos
a gusto con los que ya son parte de la familia de la iglesia
creyendo que ese es el todo del compañerismo. Recuerde que en
cada área de la iglesia hay un nivel de comunión. Entonces la
medida de cuan amorosos somos como iglesia no solo se basa en
el compañerismo congregacional que tenemos sino también en
cómo tratamos a los que aún no son parte oficial de la familia, los
que están llegando.
“Pero tan pronto como la gente se dio cuenta de que Jesús se había ido
a Betsaida, lo siguió. Jesús recibió amablemente a toda la gente, y
empezó a hablarles acerca del reino de Dios. También sanó a los
enfermos. Cuando ya empezaba a oscurecer, los doce apóstoles fueron
a decirle a Jesús: —Envía a esta gente a los pueblos y caseríos
cercanos, a buscar un lugar donde puedan comprar comida y pasar
la noche. ¡Aquí no hay nada! Jesús les dijo: —Denles ustedes de
comer. Pero ellos respondieron: —Sólo tenemos cinco panes y dos
pescados. Si fuéramos a dar de comer a toda esta gente, tendríamos
que ir a comprar comida, pues hay más de cinco mil personas. Pero
Jesús les dijo: —Hagan que la gente se siente en grupos de cincuenta.”
Lucas 9:11 (TLA)
5 principios prácticos para recibir a nuestros visitantes:
1. Aquí hay lugar para ti.
¿Cómo se siente usted cuando va a una entrevista de trabajo o
cuando comenzó por primera vez en un nuevo colegio? ¡Es
aterrador! No conoces a nadie, todos te miran. Exactamente eso
es lo que sienten la personas que llegan por primera vez a la
iglesia, hay un temor de no encajar y no ser aceptados. Por eso
creamos de la iglesia un lugar accesible para las personas como lo
hizo Jesús.

Jesús creó siempre creaba un espacio para que las personas que
venían a él pudieran estar tranquilas.

“Y mandó a la gente que se sentara en el pasto.” Mateo 14:19


(PDT)

Algo tan sencillo como ceder el asiento. Como sentarte sin ocupar
innecesariamente otros puestos. Como una calurosa bienvenida
“Gracias por estar aquí”.

2. Estoy interesado en conocerte.


Si usted sale disparado como si tuviera un problema de
incontinencia estomacal, avise por lo menos para orar por usted.
Pero si no es su caso, ¡cálmese! Recuerde que venir a la iglesia no
es solamente estar aquí los 90 minutos de servicio, si usted desea
colaborar con el ministerio de la multitud apliquemos la “Regla
de los 5 minutos”.

“Después de esto, Jesús hizo que sus seguidores subieran al bote.


Les ordenó que fueran al otro lado del lago y les dijo que iría
más tarde. Él se quedó para despedirse de la gente.” Mateo 14:22
(PDT)

3. Tienes un gran valor para mí.


“El Señor Todopoderoso dice: «El día que tengo señalado, ellos
serán mi tesoro especial. Tendré compasión de ellos como el
papá con el hijo que lo obedece.” Malaquías 3:17 (PDT)

¿Sabes cuanto vale una persona para Dios? Sea adulto, joven,
anciano o niño, cada uno de los que vienen a visitarnos. Voltea un
momento a la cruz del calvario, mira las heridas vivas y
sangrantes de Jesús, mira su brazos, pecho, piernas y espalda
rasgada de latigazos, mira la sangre corriendo por la madera.
Ahora mira alrededor, mira como los fariseos celebran y escupen,
maldiciendo su nombre. Mira a los romanos intercambiando las
ropas del maestro, bebiendo vino, burlándose de todo lo que
estaba aconteciendo.

“Y aunque la gente de este mundo piensa que ustedes son tontos


y no tienen importancia, Dios los eligió, para que los que se
creen sabios entiendan que no saben nada. Dios eligió a los que,
desde el punto de vista humano, son débiles, despreciables y de
poca importancia, para que los que se creen muy importantes se
den cuenta de que en realidad no lo son. Así, Dios ha
demostrado que, en realidad, esa gente no vale nada.” 1
Corintios 1:27 (TLA)

Si no los amamos nosotros ¿Quién los va a amar?

4. Observa el poder de Dios.


Jesús nunca utilizó el poder del Espíritu Santo para promocionar
su ego, sino para manifestar cuanta compasión y amor tenía el
Padre hacia ellos. La gente está buscando los beneficios que Dios
proporciona y Jesús quiere darles a probar de lo que Él puede
significar para sus vidas. La adoración genuina y real no solo se
trata de ti, por eso a veces tomamos una posición egoísta cuando
no queremos entregarnos a la adoración. Sin saber que tu
adoración será un testimonio real para las personas que nos
visitan. Entonces ellos podrán ver y sentir cómo el poder de Dios
transforma y cambia las vidas.
Esto era lo que Jesús hacía constantemente con las personas,
cuando estaban reunidos adoraba genuinamente al padre y el
poder que se manifestaba maravillaba a las multitudes.

“Entonces Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró al
cielo y los bendijo. Luego los partió y dio los pedazos a los
discípulos, para que ellos los repartieran entre la gente. Todos
comieron y quedaron satisfechos. Y con los pedazos que
sobraron se llenaron doce canastas.” Lucas 9:16-17 (TLA)

5. Puedes ser parte de esta familia.


Después que Jesús manifestaba amor, cortesía y el poder de Dios,
siempre le daba dirección a las personas de manera que ellos
pudieran seguirle y avanzar en su compromiso con Dios. Él los
iba llevando en distintos niveles de compromisos y nosotros
como colaboradores de la multitud debemos identificar estos
niveles de manera que podamos ser guías turísticos en este tour
de alcanzar a Las Minas para Cristo.

Lo mismo que se te exigió a ti cuando llegaste, es lo mismo que tu


debes exigir. ¿Qué se te exigió? ¡Nada! Pero luego que nos
interesamos en ser parte de esta familia se nos guio hasta la clase
del discipulado, para luego participar del hermoso acto del
bautismo y así hemos ido avanzando en este crecimiento juntos.

Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en


aumento hasta que el día es perfecto. Proverbios 4:18 (RV60)

“Por tanto, acéptense mutuamente, así como Cristo los aceptó a


ustedes para gloria de Dios.” Romanos 15:7 (TLA)

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