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Capiruto 2 RELACION CON PADRES ¥ MADRES 0 CUIDADORES . EN LA ADOLESCENCIA 2.1. Ierropuceiéy 2.1.1. La adolescencia y la ‘Uno de los temas de desarrollo adolescente sabie el que més mites y temores construimos es la relacién entre adolescents y sus f ‘espectficamente con sus cuidadores (padres, madres, adulta 0 ad cargo). El sentido comiin establece que en la adolescencia las relacio familiares se deterioran de manera inevitable y los medios ce comu- nicacién alimentan esta imagen al mostrar adolescentes que discuten siempre con sus familias, dando portazos y encerrados en su para evita interactuar con quienes les cuidan, Nos presentan la imagen deadolescentesllenos de ira y adultos agobiados sin saber qué hacer con ¢ hijos. O también nos muestran adolescentes abandons su suerte por padres negligentes que no logran postergarse en sus nece- sidades personales para cuidarles. Sin embargo, esto no reflja io que, ppor lo general, sucede en las familias durante esta etapa, Entenidiendo 4 la familia como un sistema, tenemos que toda transform de cual- quiera de sus miembros impacta a las y los otros y sus relaciones, pero dicho impacto no tiene por qué ser perjudicial (Bornstein & Putnick, 2018; Lerner & Steinberg, 2004; Steinberg, 2017). 109 que ver con una redefinicién del vinculo 9). Esto demanda xanos casos, puede aff, Dekovie, dores (Santrack, 21 én de unos a ottosy, strotheodoros, Van der G tanto esta exapa del as y fos adolescents, estos se deben a las trans- McElhaney, Allen, Stephenson y Hate idad de la o el adolescente de construir fy atravesar un p individuaci6n (Laursen & irada maduracional —que enfatiza que alse dan cambios que impactan en los distin- s del desarrollo humano—, el incremento en los confictos ante esta etapa se deberia a que, por un lado, fisicamente lescentes ya no dependen de sus cuidadores de la misma ad de pasar su tiempo con otras pares. Por otro lado, dados los cambios cogniti- av a los padres y madres; ade con ellos camb ocas y se desea empezar a 5 que antes estaban a cargo de los cuidadores Peast, GUILLEN, Dé LA"Torai-Buewo, Unaano, Aranians y Re centes expresen sus opi renegociar la dindmica fami encontraron, ademis, que la mayoria de las discusiones serian asuntos cotidianos, como sacar la basura o limpiar el cuacto (Br 2018; Collins & Laursen, 2004; Steinberg, 2001). Tambi importantes transiciones en esta etap: en la que una pareja sucle tener antes de la tercera edad) es un pe! tez, en tanto el individuo examina de man« ¥ que queda por vivir (Papalia & Marcorel aparecer como un tema relevante y presente és por primera vez, Asimismo, emer transform: cia (S: tensiGn entre «generatividads —es deci, el ajuste realista de expectas para el tiempo que queda y la urgencia las generaciones posteriores— o «estancamiento» —Ia sensacidn de ya no sera posible cu queda—. El encuentro entre adolescentes que buscan at los suefios que se te dadores adultos medios que atraviesan su propia necesidad de dejar a través de sus hijas e hijos puede ser estresante para padres y madres, tanto pueden sentir que se pone en cuestidn y se desvaloriza sus esfuerzos de crianza a partir de los posi bien, es crucial sF en cuenta que estas conclusiones acerca de ia dit mica entre adolescentes y sus cuidadores 0 cuidadoras se generan a partir de evidencias recogidas principalmente en socieda- des WEIRD (Western, Educated, Industrialized, Rich and Democrat «s decir, occidentales, con acceso a educacién, industrializadas, y democriticas) en términos de Heine (2016)— y presuponen una serie de procesos que podrlamos encontrar operando de manera dis de diferencias entre adolescentes y cui- que ver con que hay conflictos por la creciente biisqueda in embargo, dicha gica distinca en sociedades més de corte nde parte del logro de la identidad se lectivo (Cienfuegos-Ma Montoya, 2016). De hecho, en un estudio pre- Pease, Urbano, Aranibar & Guerrero, s.£) sobre el pro jén de identidad en adolescentes de Lima de escuelas icamos que habia una nocién particular de a por parte de aquellas y aquelos. fa puede cener olectivista como k nuestra, de inez, Saldivar-Garduno, 3s de sectores populares, hijas e h ba tomar distancia de sus padres y madres; por el suerte de légica de endeudamiento con las y ios vaba a se ir que tendrian que elegir una ocupa- ripidamente para contribuir con la economia del hogar re de lo que corresponde, en términos 10. Del mismo modo, en el mismo estudio ider as y los adolescentes de escuelas privadas conside- 0) construir ideas y opi res y madres como parte nes distintas a 1 proceso de ganar poco a poco los de escuelas puiblicas igualaron Ile- n todo con sus cuidadores y més bien fa de ellos y ellas, las n con estar de acuer rma negativa cualquier tipo de diserepancia, Pease, Guu Dea Torke-BurNo, Unnano, Ananrpar y RENGIFO Estoreplicaalgunoshallazgos de un estudio previo con joven 1 noventa (Pease, 1999). En ese trabajo, haba pacticularidades relaciones con padres y madres de adoles s de sectores medi y afluentes que les distingufan de los de sectores en los dos primeros casos eran mucho mis ex sectores populares estas pasaban mucho més debfa 2 a frustracién de no poder est mente representables por los estudios q tos WEIRD (Heine, 2016) Cémo son las familias peruanas mo censo (INEI, 20182), peruanas son cada ver. mas pequefias y hay mayor proporcién de muje res que las lideran. Actualmente, el 39,6% de los hogares peruanos tienen entre 3 y 4 integeantes; m re5y 6 Segtin los resul ‘mujer. En cuanto a su composicién, ain hay una predon familias nucleares (53,9%), compuestas por una pareja co hijas 0 por un jefe 0 jefa de hogar con hijos o hijas. De igual modo, hay tun mayor porcentaje de parejas que cohabitan (329%) que aquellas que y los adolescentes tengan distintas figuras adultas a cargo de su cui (Universidad de Piura, 2013). EL MUNDO RELACIONAL ADOLESCENTE in de entre 12 y por parte de las perso- ya sea en su hogar o CAR (Centro de Arencién un 40% de es 3s doce meses. En el 2019, grupo sufrié violencia en % de adolescentes ictima de violencia psicoldgica y 47% igitudinal Nios de! Milenio identi- te tencr una buena relacién con la familia es un elemento central las y los adolescentes (Cueto cibir confianza, comprensién y orientacién mio para ussianovich, 2013). Asimismo, s ni maleratos, cevidenciar que cuentan can apoyo ecot agr sus deberes son elementos que tambié nn con sus cuidadores. En particular, las y ies esperan que sus fa ad de trabajar p: ‘2 que puedan tener un buen rendi: ar estudios superiores de manera ide con lo que encon- Ide a serie), en donde gran parte de la cons: sativas educativas sobte las hi ¢ todo con respecto a tuidios sup los adolescentes (Guerrero, Prase, Guitués, De ta To vewo, Unsano, Ana s adolescentes, expe raciones de las y los adolescentes En cuanto a la participac (2008) encontraron que, a pesar d ayuidarles en sus procesos de apren (2014) identficd que las y cativos postsecun atios. Esto se repli con adolescentes de Lima (Urbano, En cuanto a los roles que cu ia, Anderson (2016) llevé a cabo un es fa de forma adolescentes, se espera que cuiden hermanos necesariamente. Ames (2013), Los padres y madres reportan que no solo les as idades para que de formarlos para el futuro. Las y los adolescentes de 12 y participaron en este estudio reportan q) { logran el apreci actividades agropecuarias para ribuyan con la economia, sino que es un valor afectivo, pues ras ajenas y recibir un pago, ces, vemos que, en el cor exto per Ja expectativa de que las hijas e hijos adolescentes asuman div smo sefialamos, en las y (Pease, Urbano, Ar con la economia del hogar y asi «sacar a sus arrero, 1998); adem: lades adultas répidamente. Al respecto, £8% de los hogares de nuestro contexto uchas veces se ven 6 parenta- veles entre dos os centrales: el soporte y el control. El primero se asocia con la woluc acepiacn y la responsvidad a ientes encontraron dos dimensiones 0 y el comportamental (Spithoven, Bijecebier, . 2016). El primeto refiere a las actitudes y acciones de las y los cuidadores ori ipular los pensamientos jones de sus hijas ¢ hijos: po hracerles sentir culpables eros, 2015). Fl segund prende las conduc- adres y madres para influenciat y 0, cuando se castiga ala o el adoles- 2015). soporte y control conductual (Collins & Laursen, 2004). C: {que una caracteristica central de este estilo parental es la prot cen las y los adolescentes. Este hallazgo se w contextos culrurale 6 que, en ad Ja autonos soporte— es menos perjudic més individual Al respecto, la variabilidad ila revela elementos a considerar. Por ejem asidticas, el control parental es descrito en térmit jas estadounidenses, 5 como represivas. De manera que se re conflictos a nivel f identifica a cuidado; mientras que, pata f seas dindmi cn familias asiticas (Lerner y St que los procesos migeatorios son im entre adolescentes turacién (Rosenthal algunas revisiones plantean que, el control parental, entornos que fomenten la rec mutuo y el fortalecimiento de la madurez pote manera positiva en el desarrollo de actitudes y comp ables a nivel social (Lerner & Steinberg, 2004) En dl Peri, Manrique, Ghes cuidadores, dadas las propizs d s, 1989). Sin embargo, ante la variabilidad rocidad, el tre y Van Lecuwer en los comportamientos parentales de las f los problemas de conducta a, el castigo duro y la scx Pease, G LES, De 14 Tow 10, Uianano, Ananinar ¥ Ri una correlacién negativa entre su comporta- ® jane y sus cuidadores yel a correlacin se identificé una correla de sus euidadores. en el que participaron por su parte, levé a cabo un ia en adolescentes del sect ima mecropolitana, en el cu: tes de 16 y 17 afos que cursab: los participantes estudiaban en colegios p ia entre hombres y mujeres en relacién con la socioeconémico D; es decir, |. se otorga el padre a favor de los primeros. $1420 y 840 al mes. E! 27% de participantes repor ~varon a cabo una investigacién sobre factores m a8 y privadas de Lima metrapoli- riables de control pato tratado fisica 0 psicolégicamente por su padre o m las variable ‘entendida como la capacidad ivo y auto adversas considerando recursos personales y storia cultural de la familia (lugar de nacimiento det ‘Como parte de las variables familiares, von los estilos parentales (autoritario, per lad parental (Parental 1) y; para indagar acerca na ficha de datos. No encontraron De igual manera, se id mayores niveles de sobreproteccién paterna q) diferencia de géneso embargo, al indagar por asociae fro constructos, se identificé una instrumenco del contré en las otras inculo parental ni en las a investigaci Como vemos empiri con adolescentes, nente de de identidad de medido mediante una adaptacién del Ego Identisy abordaje cuantitativo e indagé frecuentemente kson (1968) que operaciona eeonémicos, exploré b: y control, conceptos base de ta teor con estos estudi control excesivo del Gobre todo fisico) tendrfan un impacto negativo en cl bie cente. También se encuentran y Cussianovich (2013) identifica- rciben que la obligacién de tra- ys en estos casos, la teoria de estilos parentales ia operar de manera distinta o incluso no ser la mas apropiada para yeno. Surge entonces la necesidad de investigar cémo los adolescentes de distintas regiones del Peri se relacionan abordar ef fe 2.14, El reto de entender la relacién entre adolescentes y cuidadores en el Perd. A partir de lo expuesto, el eje de indagac como objetivo general caracteriza que presentamos en este capi ddinémica entre lasylos ado- lescentes y sus cuidadores. Como objetivos esp: ificos, nos propusimos: sficar la manera como representan lo que constituye una an del trato que reciben de cido por sus cuidadores. 4) Explorar las nociones y vivencias que tienen respecto al conflicto entre adotescentes y cuidadores. Pease, Guituts, De 1a Torne-Burxo, Unaatio, Anawinan y RENGIrO ara la elaboracién de la guia de entrevista de esta variable, tomamas como referencia algunos instrumentos cuantitativos usados para indagar sobre el soporte y control ejercido por las ylos cuidadores; pero, al mismo tiempo, recolectamos informacion de manera inductiva que nos pe! tiera identificar cémo los entienden y qué constituyen para ellasy ellos. La gufa de entrevista tuvo cuatro grandes teas. En la primera, se indagé acerca de las concepciones sobre fo que signific: un hogat, ‘una familia y cémo perciben el trato que les dan sus padres y madres durante esta etapa. Para esto tiltimo, ademés de preguntas abiersas, se realizé una actividad en la se se mostraron diet tarjetas co (como camable» © ecarifiosos) y cinco negat. vos (como «agresivor o sfrfow)—, que deseriben el poreni recibjan de sus cuidadores. Se les trate que i que elijan las cinco tar representan mejor la manera cémo era stu mamd y s inda drea, se llevaron a cabo preg ios de partir dela revision de cuesti os de cri se consideraron las di sidades), comunicacién, autonomia y aceptacién. En la tercer: se indagé cémo percibian el control efercido por sus cui lo cual se tomaron en cuenta la supe! conffictos e y los adolescentes y sus cuidadores. En lo que sigue, presentaremos los resultados organizados a las cuatro arcas de indagacién. En primer lugar, se describe cémo con ceptual ipantes cl hogar y la fa 1 Jas y los part 2.2, Resvstapos 2.2.4. :Quidn es mi familia? ayoria de adolescentes (41) report6 que su hogar es? donde esté su igunas y algunos (18), sobre todo hombres, sefialaron ademés, al isico de su casa. Otras y otros (6, sin diferen- idicaron que su hogar es el lugar donde samente, tres y de Cusco urbano indicaron que su hogar essu cole- escente considera que su hogar es donde estan sus amistades: fermana, Elles son mi igar donde vives es solamente ru cas, 1 las personas que quieren, eu paps, eu nanos (Gustavo, segundo, Sa 10s que predominantemente las y los adoles hogar se define en términos de las personas de Respecto ala confo: is, estas se dividen en exten- dre y madre (19) 0 monoparentales (12) y nucleares con nonoparentales (3). Ademés, cuatto participantes ional de la familia que involucra a dos dre) y, en el caso de la monoparentalidad, por lo ‘on su madre, ipilde GRADE y coordinador del la pregunta respect Pease, Guituin, De Ls Torn Bueno ida 2.2.2, ¢Cémo perciben que los tratan sus cuidadores o Para indagar por el erato rec oftecié di ido de sus cuidadoras y cuidst tarjetas con diez adjetivos: cinco positives (am: comprensiva, carifiosa y fi agresiva y desinceresada) sideraban que refl «caso de adol ran el ejercicio ps ‘centes con otras y ottos wsando en su dicntemente del género; es decir, pudiendo tener dos

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