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Texto Litúrgico
Texto Litúrgico
P ROVINCIA DE LA S ANTA F E
T EMPLO DE S AN F RANCISCO – C ALI
P ROFESIÓN S OLEMNE
B OGOTÁ , D.C.
MMXIV
MISA DE LASOLEMNIDAD DE
NUESTRO SERÁFICO PADRE SAN FRANCISCO DE ASÍS
4 DE OCTUBRE
ESQUEMA GENERAL DE LA CELEBRACIÓN
RITOS INICIALES
Monición
Procesión de entrada (canto)
Saludo
Ritos iniciales conforme al misal romano
Oración colecta
LITURGIA DE LA PALABRA
LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
RITO DE CONCLUSIÓN
Bendición propia
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ORDEN FRAILES MENORES
DE
PROVINCIA DE LA SANTA FE DE COLOMBIA
PROFESIÓN SOLEMNE
M INISTERIOS
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RITO DE LA PROFESIÓN SOLEMNE
RITOS INICIALES Y LITURGIA DE LA PALABRA
Estando todo dispuesto y luego de leer las orientaciones litúrgicas a los ministros, se
inicia la procesión desde la sacristía hacia el altar según el modo acostumbrado.
Preceden los hermanos que emitirán la profesión solemne y sus familias a los
presbíteros concelebrantes y, finalmente, va el Ministro provincial, con el maestro de
la celebración ligeramente detrás de él. Llegados al altar, y hecha la debida
reverencia, se dirigen todos a su respetivo lugar.
Mientras tanto, se entona el canto de entrada.
Los ritos iniciales y la liturgia de la palabra se realizan del modo acostumbrado,
hasta el Evangelio, inclusive.
Después de la lectura del Evangelio, todos se sientan y comienza el rito de profesión
solemne.
RITO DE LA PROFESIÓN
LLAMADA
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Todos los que van a profesar responden al unísono:
Pedimos seguir la doctrina
y las huellas de nuestro Señor Jesucristo,
profesando hasta la muerte,
con santo empeño,
la Regla y la vida de la Orden de Frailes Menores.
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para con Dios y el prójimo,
siguiendo fielmente el Evangelio
y observando nuestra Regla?
Sí, quiero.
Entonces el Ministro provincial confirma la decisión de los que van a profesar,
diciendo:
Dios, que comenzó en vosotros esta obra buena,
Él mismo la lleve a término hasta el día de Cristo Jesús.
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y de Iglesia,
derrame bondadosamente
la gracia de su bendición
sobre estos siervos suyos,
a quienes ha llamado al perfecto seguimiento de Cristo,
y les confirme piadosamente en su santo propósito.
Pongámonos de rodillas.
Permanezcamos de rodillas.
Concluido el canto de las letanías, el Ministro provincial, en pie y con las manos
extendidas, dice:
Omnipotente, eterno,
justo y misericordioso Señor,
concede a estos hermanos nuestros
hacer por ti lo que sabes que es tu voluntad
y querer siempre lo que te agrada,
para que, purificados e iluminados interiormente,
y encendidos por el fuego del Espíritu Santo,
puedan seguir hasta la muerte
las huellas de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo
y con la ayuda de tu gracia, llegar a Ti, Altísimo,
que vives y reinas en Trinidad perfecta y en simple Unidad
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y eres glorificado, Dios omnipotente,
por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
Podéis levantaros.
Y todos se levantan.
PROFESIÓN
Terminada la súplica litánica, cada uno de los van a profesar se acerca al Ministro
provincial y, arrodillado, pone sus manos juntas entre las manos de él, y lee en voz
alta la fórmula de profesión.
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Concluida la fórmula de la profesión, el Ministro provincial, permaneciendo sentado,
dice:
El profeso responde:
Amén.
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redimió al mundo con amor inefable
y santificó a su Iglesia,
a la que prometió los dones del Espíritu.
Tú, Señor, bajo la inspiración del Paráclito,
has atraído innumerables hijos
hacia el seguimiento de Cristo,
entre los cuales llamaste a tu siervo Francisco,
fiel seguidor de la perfección evangélica,
para que, obediente al mandato de Cristo crucificado,
él mismo y sus hermanos repararan tu casa,
la Iglesia, y la renovaran en santidad de vida.
Mira, Señor, a estos hermanos nuestros,
a quienes has llamado, según tu providencia,
a seguir a Cristo a la manera de Francisco,
pobre, humilde y amante de la cruz.
Derrama sobre ellos la plenitud del Espíritu septiforme,
para que, con tu santa operación,
puedan cumplir fielmente, hasta la muerte,
lo que hoy, alegres y gozosos, han prometido con tu ayuda.
Se afirmen sólidamente en la verdadera humildad;
ardan en la caridad de Cristo y en el amor a los hermanos;
nada antepongan a los preceptos de la santa obediencia;
sigan con empeño la altísima pobreza;
sean pacientes y no apaguen
el espíritu de oración y devoción.
Su vida edifique la Iglesia,
promueva la salvación del mundo,
sea signo preclaro de los bienes celestes.
Señor, Padre santo, sé para estos hijos tuyos apoyo y guía,
y cuando lleguen al tribunal de tu Hijo,
sé recompensa y premio, para que se alegren
de haber consumado la ofrenda de su vida religiosa;
así, afianzados en tu amor,
disfrutarán de la compañía de los santos,
con quienes te alabarán perpetuamente.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
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SALUDO DE LA PAZ
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PROVINCIA FRANCISCANA DE LA SANTA FE DE COLOMBIA
TEMPLO DE SAN FRANCISCO – CALI
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