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SIERVO de JESUS: ANDRES MAURICIO ARTURO VARGAS

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Colombia Sur América
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TITULO: COMO ORAR EN EL PODER DEL ESPIRITU SANTO

REFERENCIA

Lucas 11:1

Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar y, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:

—Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos. 2 Él les dijo: —Cuando oréis, decid:
»“Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu Reino. Hágase tu voluntad, como en
el cielo, así también en la tierra. 3 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 4 Perdónanos nuestros pecados, porque
también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.”

INTRODUCCION

¿Preguntar en la congregación quiénes oran todos los días? ¿Quiénes lo hacen de vez en cuando? ¿Quiénes oran solamente
cuando tienen una necesidad específica por la cual orar?

ENSEÑANZA

LA ORACION PERSONAL

Es evidente en este pasaje que a razón por la cual los apóstoles le están pidiendo a Jesús que les enseñe a orar es porque lo han
visto, porque han sido testigos del poder de la oración de Jesús, ellos han estado tan cerca de él que quieren lo que El tiene. No
podemos ver el Poder de Jesús obrando, el poder de su oración obrando a no ser que estemos suficientemente cerca de El.
Muchas personas les pasa que quieren ver el poder de Dios obrando en sus vidas, en sus familias, en sus trabajos en sus finanzas,
pero que ello no les represente hacer ningún esfuerzo. La Palabra dice que Dios es galardonador de los que le buscan, es dec ir
que hay premio por buscarlo.

Recuerdo que cuando estaba era un niño el hablar de las personas que iban a la iglesia a orar le traía a uno inmediatamente a la
mente la imagen de unas señoras ancianas llevado puestas unas pañoletas en la cabeza y con su cabeza inclinada como mirando
al piso caminando hacia la Iglesia o arrodilladas junto al altar. Parecería que la oración era algo específico que estaba designado
exclusivamente para aquellas mujeres y nada más, de hecho, como que a nadie más le interesaba hacerlo.

Quizá usted piensa que hoy en día esa idea ha cambiado, pero quiero decirle que no mucho. Usualmente si se convoca a una
reunión de oración, las mujeres siempre son mayoría y usualmente, de nuevo, son las únicas que asisten. Personalmente me he

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dado cuenta que cuando las mujeres hacen su reunión mensual de oración es muy fácil que ellas entren en oración hallen la
comunión con Dios y se conecten rápidamente con el Espíritu Santo.

En el caso de los hombres no sucede lo mismo. Como que tenemos un machismo espiritual, como que asumiéramos que esa
labor le corresponde a la mujer como le corresponden las tareas domésticas. A veces pienso que muchos de los hombres
piensan que eso los hace lucir débiles y entonces se pierden de experimentar el Poder de la oración de un Padre y de paso pri van
a su familia de esa bendición.

Los discípulos estaban cerca de Jesús todo el tiempo, por eso lo veían orar, aprendían de él. usted y yo no podemos aprender de
la vida de oración de Jesús, de su comunión con el Padre y de cómo se movía en el poder de lo sobrenatural a menos que
permanezcamos muy cerca de El.

Creo que ignoramos elementos muy importantes respecto a la oración y el no entenderla nos impide movernos en su poder
sobrenatural. Hemos aprendido que una de las características más importantes de el haber sido creados por Dios es que
nos dio la posibilidad de tomar decisiones, de escoger entre lo bueno y lo malo. Esa es una labor que nos corresponde a
nosotros, pero como quiera que en muchas ocasiones nos equivocamos, entonces Dios nos dejó la oración como el
conducto a través del cual nosotros le damos a El la posibilidad de obrar en nuestras circunstancias. En otras palabras es
como que a través de ella podemos tener un acercamiento con el Padre y le podemos decir Mira, yo sé que me has dado
libertad para decidir, para escoger, pero no he sido muy bueno haciéndolo, así que yo te pido que me ayudes, que me guíes
porque Tu si conoces el fin desde el principio, yo no, Tu si sabes lo que me conviene, por tanto, ayúdame a decidir. Esta es
la forma como nosotros traemos el Poder sobrenatural de Dios a nuestro momento, a nuestra dificultad, a nuestra
incertidumbre.

Cuando uno mira el Ministerio de Jesús, uno se da cuenta que El siempre estaba orando, siempre estaba buscando la presencia
del Padre, siempre buscaba la comunión con El, su guía, su dirección en todos los aspectos. Entonces surge una pregunta, si el
Hijo de Dios sentía la necesidad de hacerlo, ¿cómo es que nosotros, seres mortales y vulnerables no lo hacemos? En un sentido
práctico y desafiante uno diría que nosotros tenemos muchísimas razones para orar en forma permanente, para buscar la
dirección y protección de nuestro Padre celestial y sin embargo no lo hacemos. De hecho, lo buscamos como una segunda o
última opción, esperamos a estar en medio de la dificultad para recurrir a El o a alguien de cuyas oraciones dependemos. No
quiero decir con esto que no sea bueno buscar a alguien para orar, para que se ponga de acuerdo con nosotros, sino que no
podemos descargar la responsabilidad de orar en la disciplina espiritual de otras personas. Recuerde que el estar de acuerdo
desata un Poder sobrenatural pero necesitamos en realidad estar de acuerdo.

Al leer la Palabra uno encuentra que Dios siempre está esperando a que nosotros hagamos nuestra parte para El hacer la
que nosotros no podemos hacer. En otras palabras, a menos que nosotros la hagamos, El no puede obrar. Nosotros por
nuestra parte pensamos, al contrario, de hecho, siempre estamos esperando a que Dios obre sin que medie ninguna condición al
respecto. Por ejemplo, tenemos la actitud de ver para creer, es decir que condicionamos nuestra fe, que es sobrenatural, a cosas
visibles, es decir naturales; lo cual resulta un completo contrasentido pues el combustible que mueve el Poder sobrenatural de
Dios en nosotros es nuestra Fe, esa que es personal, que nadie va a tener ni a poder aplicar con mayor efectividad que yo mismo.

Mucha gente quiere simplemente que Dios haga sin ningún condicionamiento, quieren que Dios obre en sus vidas, en su
necesidad, en su dificultad, en sus sueños; pero que lo haga mientras ellos permanecen alejados de Dios, quieren un delivery de
un milagro en lugar de ir por él. (Voltéese y pregúntele al que está a su lado, ¿vas a ir por tu milagro? O vas a seguir
esperando tu delivery?)

Una de las cosas que más admiro de algunos predicadores es la forma como ellos ven a Dios en circunstancias sencillas de la
vida, en cosas aparentemente sin importancia, pero es increíble cómo ellos logran sacar de cosas muy cotidianas un mensaje
de Dios para aplicar a sus vidas y para ministrarlo a través de unas enseñanzas. Yo considero que de eso se trata el

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cristianismo, eso es lo que quiere decir vivir el mensaje de la Palabra; eso habla de sensibilidad respecto a las cosas de Dios y
las necesidades de las personas a quienes se les predica. Eso es algo en lo que todo creyente debería trabajar a diario, en
desarrollar esa misma sensibilidad y así podría experimentar la bendición de permanecer todo el tiempo conectado con Dios.

Cuando no tenemos esa clase de sensibilidad, no escuchamos la voz de Dios. No se imagina cuántas veces nos hemos perdido
de escuchar lo que él nos quiere decir, debido a que asumimos que Dios solamente se manifiesta en cosas extraordinarias
desconociendo que El quiere hablarnos incluso a través de cosas ordinarias, de eventos sencillos de nuestra vida. En otras
palabras, son sus maneras sencillas de hablarnos, son la manera en la cual El habla secretos a nuestro oído, a través de situaciones
comunes y corrientes que solo quien permanece conectado con El, puede escuchar. Son cosas que seguramente no llaman la
atención de nadie más, pero por intermedio de ellas Dios quiere llamar la nuestra.

Nosotros vemos todo el tiempo personas cuya estatura espiritual es grande, que son fuertes, lo cual no significa que no ten gan
problemas, sino que cuando ellos los desafían es evidente que los manejan en una forma diferente aquellos cuya estatura
espiritual es menor. Y cómo que uno quisiera poder ver las cosas desde el mismo punto de vista que ellos, tener la misma paz
interior cuando las circunstancias adversas los rodean, pero como que no encontramos la forma de hacerlo. Quisiéramos poder
tener la misma unción, la misma sabiduría. Los vemos manejando sus vidas, sus hogares y entonces decimos “cómo quisiera
poder vivir de esa manera”.

¿Entonces en dónde está la clave? En tener una vida de oración personal. Cuando digo esto, no estoy hablando de pasar
horas de rodillas orando y buscando la presencia de Dios. De hecho, eso es parte de ella, pero no se limita a eso no más. Si
usted no ha logrado desarrollar esa disciplina que muchos tienen de pasar horas orando en un lugar específico a una hora
específica, le tengo noticias, usted puede tener intimidad con Dios en muchos lugares y en todo momento. Hay personas que
buscan la presencia de Dios en la madrugada, en su lugar secreto, pero cuando salen de ese momento, como que dejaron a Dios
en ese lugar, como que lo sacan del closet solamente en esos instantes y vuelven y lo guardan allí, Salen de allí y la misma
amargura, el mismo resentimiento, la misma falta de perdón va con ellos, como que el haber estado allí orando por largo tiempo
no provocó en ellos ningún cambio.

Déjeme decirle que cuando usted verdaderamente camina en la presencia de Dios, esos se ven, eso se nota, no se limita
solamente al momento en que usted ora, no se limita solamente al tiempo de la reunión mensual de mujeres o de hombres, o a la
reunión de los jueves o del tiempo del estudio bíblico, no, eso es algo que va con usted. Si usted ha pasado horas en la presencia
de Dios u orando, eso tiene que verse, eso tiene que traducirse en su estilo de vida, en la forma como trata a su enemigo, en
la forma como se relaciona con su prójimo, en la forma como habla, en la forma como trata a su pareja o a sus hijos. Jesús
dijo que por el fruto se conoce al árbol, es decir que el fruto no se puede esconder, es un resultado evidente que tarde o
temprano dirá de qué clase de árbol procede, no podrá negar su verdadero origen.

Es decir que, si en el árbol hay resentimiento, no importa cuántas veces digas que no lo sientes, tarde o temprano habrá un fruto
que dirá que no has sido libre de ello; si en el árbol hay todavía una falta de perdón, no importa cuántas veces digas que ya
perdonaste, tarde o temprano habrá un fruto que pondrá en evidencia tu falta de perdón. A menudo pensamos que la clave para
experimentar sanidad interior es negar que tenemos un problema cuando de lo que se trata es precisamente de reconocer que
existe porque de otra manera no lo vamos a sacar de nuestro corazón.

Uno de los pasajes que me impresiona mucho de la Palabra es cuando Moisés fue a hablar con Dios. Dice la Biblia que
cuando Moisés descendió del Monte Sinaí, su rostro resplandecía debido a que había estado en la misma presencia de Dios.
Entonces cómo es que nosotros decimos que hemos estado en la presencia de Dios y nuestro rostro no ha cambiado,
(pregúntele al que está a su lado ¿has estado en la presencia de Dios?, ¿qué le contestó?, entonces ¿Cómo es que tu rostro
no alumbra? ¿Cómo es que sigues siendo la misma persona?). El haber estado en la presencia de Dios tiene que tener un
resultado, un cambio, no de acuerdo a lo que usted piensa o considera un cambio, no.

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Si usted ha estado en la presencia de Dios, son los demás los que lo deben confirmar, eso tiene que ser evidente, como en
el caso de Moisés, que dice la Palabra que su rostro alumbraba por haber estado en la presencia de Dios y todos lo notaron
pero El no. La razón es que se había convertido en algo natural para Moisés, había tenido una transformación y no solamente un
toque. La oración personal tiene como evidencia una transformación no tan solo un toque, pues los toques son temporales;
usted viene, llora, se le ponen los pelos de punta y cuando sale de este lugar, vuelve a ser el mismo, pero la transformación es
algo permanente, se queda con usted. Haber estado en la presencia de Dios significa que nosotros ya no somos los mismos,
no porque yo lo diga sino porque todo el mundo lo nota.

Estoy hablando de caminar, acostarse, dormir, despertar, ir a cualquier lado con la presencia de Dios. En otras palabras, portar
le presencia de Dios. Dios le dijo a Josué Jehová tu Dios estará contigo donde quiere que vayas; Moisés dijo a Dios si tu
presencia no va con nosotros, no nos hagas salir de aquí; Jesús dijo y yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del
mundo. La clave no es qué tanto oras sino qué tanto portas la presencia de Dios donde quiera que vas.

Ahora bien, a veces cuando miramos a alguien que parece ser muy fuerte espiritualmente, hay ocasiones en que como que
quisiéramos poder experimentar eso mismo. Sin embargo, no nos damos cuenta que ellos han pagado un precio, ellos se han
negado a sí mismos para que Dios crezca en sus vidas, ellos han apartado tiempo para las cosas de Dios, buscan afanosamente su
presencia y por eso cuando las adversidades vienen a sus vidas, ellos tienen una manera diferente de ver las cosas, ellos tie nen
esperanza, ellos ven más allá de sus circunstancias, ellos tienen la actitud de Moisés, quien en medio de la dificultad, se mantuvo,
dice la Biblia, como viendo al invisible. (dígale al que está a su lado ¿a quién estás mirando?, mira al invisible).

Entonces lo primero que Jesús les va a enseñar a sus discípulos es que hay un nivel personal de oración y sin el cual no se
puede ir a otro nivel. Hay muchas personas que piensan que el conocido Padrenuestro es una única oración, pero en realidad es
una guía, es un esquema y ¿qué significa eso? Que es para desarrollarla, no par repetir cada punto de manera exclusiva, sino para
desarrollar cada punto.

Enséñanos a orar…Si usted nota ésta es la primera parte de la oración o el primer nivel de oración, y Jesús les va a enseñar
empezando por decirles que cuando oren digan Padre nuestro. Es decir, se trata de un primer nivel de oración de la oración
personal cuyo principio fundamental es tener la revelación de quiénes somos y de quién somos, es decir, de saber que somos
hijos de Dios, que tenemos acceso a El.

La vida de oración personal es esa que hago yo mismo, que nadie puede hacer por mi excepto yo mismo, es esa que
conlleva mi total compromiso en ella, que depende de mí y de nadie más; es esa en la cual Dios me revela cosas, en la cual soy
transformado, en la cual puedo hablar con Dios con libertad respecto a cada uno de mis pensamientos más ocultos, pues El los
conoce todos. Cuando Moisés fue al monte Sinaí a tener un tiempo de oración personal con Dios, había algo que le estorbaba y
dios le dijo quítate las sandalias porque la tierra que pisas tierra santa es. Es decir que a lo largo de su caminar y hasta ese
momento, Moisés había estado arrastrando cosas de su pasado que todavía iban con él, quizá el no haberse perdonado por
haber matado al soldado romano y haberlo enterrado en el barro aún lo seguía acusando. Dios necesitaba que Moisés
experimentara un nuevo comienzo, que se despojara del barro que había estado recogiendo a lo largo de su caminar sin llevar l a
presencia de Dios con El. Por eso Moisés entendió que necesitaba portarle.

Ahora bien, esa vida personal de oración, que es el camino para entrar en la presencia de Dios, implica que nosotros, implica que
nosotros sepamos en qué o desde qué posición estamos orando, implica que sepamos que somos hijos y no peticionarios y que
los hijos tienen derecho a las bendiciones, significa que confiemos en que nuestro Padre celestial puede no amar muchas cosas
que hacemos pero no nos ha dejado de amar. Tal vez no amas las travesuras que hacen tus hijos pero amas a tus hijos.

El éxito en los milagros de Jesús, la posibilidad de que El se moviera en la esfera de lo sobrenatural era su vida personal de
oración, el tener la absoluta convicción de que era el hijo de Dios y por eso El portaba la presencia de Dios con El, no solo la

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obtenía cuando iba a orar en su intimidad sino que la portaba. Por eso decía el que me ha visto a mi ha visto al Padre, lo que
veo al Padre hacer eso hago. Pablo dijo ya no soy yo sino Cristo que vive en mi.

Por eso donde quiera que Jesús iba, podía ver, sentir lo que las personas estaban padeciendo, identificaba la necesidad de las
personas incluso antes de que ellas lo expresaran. Era tanto así que la mujer que sufría de flujo fue sana con tan solo tocar el
manto de Jesús, eso es llevar la presencia consigo. La sombra de Pedro sanaba los enfermos, dice la Palabra que la gente sacaba
a los enfermos y los ponían en el camino para que al ellos pasar su sombra los sanara. La presencia de Dios no se puede ocul tar,
cuando la portas eso se hace evidente y donde quiera que vayas las tinieblas se dispersan porque entran inmediatamente en
conflicto.

Hasta aquí Jesús ha estado enseñando cómo orar como hijos, no como un peticionario. Pareciera que esa era la forma en que
Juan enseñaba a sus discípulos y por eso Jesús les dice, pero ustedes cuando oren, digan Padre nuestro…. Les muestra lo que
significa tener una vida de oración personal con el Padre, les muestra los aspectos que deben acompañar esa vida de oración,
partiendo de un principio fundamental, SABER QUIEN SOY CUANDO RECURRO AL PADRE , es decir que la posición desde la cual
estoy orando va a ser determinante en el logro del resultado que estoy buscando.

ORACION DE INTERCESION

Luego de enseñarles a cerca de la vida de oración personal y de cómo orar como hijos, entonces los quiere llevar a otro nivel de
oración, el de la intercesión y les dice:

Lucas 11:5-10. 5 Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a él a medianoche y le dice:
“Amigo, préstame tres panes, 6 porque un amigo mío ha venido a mí de viaje y no tengo qué ofrecerle”; 7 y aquél,
respondiendo desde adentro, le dice: “No me molestes; la puerta ya está cerrada y mis niños están conmigo en
cama. No puedo levantarme y dártelos”? 8 Os digo que, si no se levanta a dárselos por ser su amigo, al menos por
su importunidad (descarada audacia) se levantará y le dará todo lo que necesite. 9 Por eso os digo: Pedid, y se os
dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá, 10 porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que
llama, se le abrirá.

Primero Jesús está hablando de la vida de oración personal que todos nosotros los creyentes debemos tener, esa vida de
intimidad en la que venimos delante del Padre, en nuestra condición de hijos y exponemos en su presencia nuestras
necesidades personales, aquello que nos genera ansiedad, que nos angustia, que nos está quitando la paz, una situación en
nuestro hogar, un plan para el futuro, un proyecto, un deseo, un sueño; y luego lo cambia a otro nivel de oración, el de la
intercesión, un amigo orando por otro amigo, intercediendo por él. Hace una ilustración para presentar el siguiente nivel
de oración, el de LA INTERCESION

La palabra INTERCESION significa pagar el precio de, es ponerse por los que lo necesitan incluso si ellos no reconocen que
tienen esa necesidad. Muchos se limitan a orar por sus propias necesidades porque incluso se justifican diciendo que si aquellos
que necesitan la ayuda Dios allá ellos pues argumentan que la relación con Dios es individual y que a cada uno le corresponde
buscar su propia bendición. Sin embargo, recordemos que la intercesión de alguien o de muchos es lo que nos tiene hoy en
día en esta posición de privilegio, disfrutando de las bendiciones que de otra forma quizá no estuviéramos.

Es posible que no lo veamos de esta forma, pero muy seguramente muchos de nosotros estamos hoy en día en los caminos de
Dios porque alguien en algún momento de su vida oró por nosotros, alguien en algún momento pagó el precio para que hoy
estuviéramos en donde estamos. Puede estar seguro que somos el resultado de la oración de alguien, a lo mejor fue la abuelita,

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a lo mejor la bisabuela o los tatarabuelos o quien sabe quien, pero estamos disfrutando de la cosecha que alguien sembró. La
intercesión no es una forma de oración que todos los creyentes hagan, por eso Jesús les dice “quién de vosotros”.

Hay personas que solo esperan obtener algo de Dios pero no están orando en el sentido de úsame Señor para interceder
por esta persona, por este amigo, por mi esposo o esposa, por la necesidad de mi vecino. Hay una especia de cristianismo
egoísta, solo pensamos en nosotros, en nuestra necesidad y luego decimos que somos buenos cristianos.

Dice la Palabra que no el amigo no le respondió por ser amigo sino por su inoportunidad, una traducción dice que pos su
desvergonzada persistencia. No es el enemigo, no es otro que Dios aguantando las cosas porque quiere desarrollar en nosotros
la persistencia. Muchas veces usted ha orado por cosas, su vida espiritual está bien, no le ha abierto una puerta al enemigo, es
Dios mismo desarrollando un músculo de persistencia.

Jesús es el vivo ejemplo de la intercesión, El se puso por nosotros, El pagó el precio que nos correspondía pagar a nosotros, El
fue a la cruz y tomó nuestro lugar, El fue la máxima de intercesión al darse a sí mismo. El pudo salvarnos de la muerte eterna
porque nos amó con amor eterno, no basado en cómo nos hemos comportado o qué tan acertados somos sino que
precisamente tomó nuestro lugar porque éramos demasiado imperfectos y aún sigue intercediendo por nosotros. El dijo que
cosas mayores que las que El hizo nosotros haríamos porque El iba al Padre. Es decir que cuando pedimos algo al Padre en el
nombre de Su hijo, estamos diciendo que no es basado en nuestras imperfecciones sino en el sacrificio que ya fue hecho, en
honor al precio que ya fue pagado y entonces, Jesús toma esas oraciones y las trae delante del Padre para mediar a nuestro fa vor.
Esa es la revelación cuando recurrimos a Dios en busca de una respuesta a nuestras oraciones. Muchas veces ella s no tienen el
efecto que esperamos debido a que nos cuesta trabajo entender que no es en nuestras fuerzas, que no es debido a que hayamos
hecho méritos para ello sino porque Cristo ya pagó el precio, porque tenemos gracia delante del Padre y que el Señor está allí
tomando nuestras peticiones y trayéndolas al Padre.

Génesis 18. Abraham fue otro intercesor tremendo cuando oró delante de Dios al saber que Sodoma y Gomorra serían
destruidas. Abraham preguntó a Dios que si destruiría junto con el impío al justo y Dios dijo si hubiese tan solo 50 justos no lo
haré, luego le preguntó que si 45 y dijo Dios no lo haré y así le preguntó Abraham por 40, por 35, por 20 y por 10 y Dios siempre
dijo no lo haré. Es interesante ver que Dios no habría destruido las ciudades de Sodoma y Gomorra si al menos se hubiesen
encontrado esos 10 justos de los que habló Abraham. Es decir que necesitamos interceder delante de Dios porque por un
pequeño grupo que se ponga en la brecha por otros, Dios va a mostrar su misericordia con el resto.

Exodo 32,33. Moisés intercede por Israel delante de Dios para pedirle que Su presencia los acompañe siempre y de hecho le
dice que es esa compañía la que los diferencia del resto de los pueblos de la tierra. También intercede apasionadamente por
ellos cuando hicieron el becerro de oro para que Dios no los destruyese. Moisés no estaba poniendo su mirada en los errores
que ellos habían cometido o en lo imperfectos que fueran, si se lo merecían o no, sino que tuvo misericordia de ellos, los vio con
amor, con paternidad y eso lo hizo interceder en su favor. La Palabra no nos relata todos los detalles al respecto, pero
seguramente se trató de una persistente y apasionada oración de intercesión.

Ester 3. Ella no se puso a pensar en que podía ser condenada a la pena de muerte por haberse presentado delante del Rey sin
haber sido llamada, por el contrario dice la Palabra que ayunó y oró antes de eso y cuando se presentó a interceder por su
pueblo delante del Rey, halló gracia delante suyo y hubo una gran victoria.

Entonces qué es lo que ese amigo está buscando? Pan, el cual es tipo de revelación, éste amigo está buscando la revelación para
su amigo, para la necesidad de su amigo. Los panes son tipo de revelación. En otras palabras, lo que Jesús está tratando de
enseñar es que nuestra vida de oración no se debe limitar exclusivamente al hecho de buscar la respuesta a nuestras necesidad es
y nada más, Jesús quiere decirles ustedes tienen a su vez una imperiosa necesidad y es la de orar por las necesidades de otros, es
decir que nuestra relación con Dios, nuestras conversaciones con el Padre deben a su vez incluir las necesidades de otros .

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Desafortunadamente muchos de nosotros cuando oramos nos preocupamos casi solamente por nuestras necesidades y las
traemos a la presencia de Dios como si El fuera el muchacho de los mandados, el cajero del supermercado o algo así y nos
olvidamos de las necesidades de otros, de quienes el estar lejos de Dios no nos justifica para no interceder por ellos, sino que nos
impone la necesidad de identificarnos con sus problemas, con su dolor y nos debería motivar a orar por ellos.

Desarrollando persistencia En el pasaje que leímos. Jesús está presentando a Dios como ese amigo que se parece que se hace
de rogar, pero que finalmente responde a la petición de su amigo. Jesús quiere que tengamos esa misma confianza para venir al
Padre no solo como sus hijos sino como sus amigos. Muchos tienen hijos o padre pero eso no significa que sean necesariamente
amigos. En Juan 15:15 Jesús les dijo a los apóstoles “ya no los llamaré más siervos porque el siervo no sabe lo que hace su
señor, sino que los llamaré amigos…” Dios no solo quiere ser nuestro Padre sino nuestro amigo.

Lo interesante es que aquel amigo a quien el otro fue a pedirle pan, representa a Dios, quien a su vez pareciera que no le
quiere contestar, pero dice la Palabra que lo va a hacer no tanto porque sea amigo, sino por su importunidad, por su
insistencia. Importunidad significa desvergonzada persistencia. Una traducción dice que por su atrevida audacia.

Cuántos de nosotros hemos estado orando pos cosas que por el no recibirlas en el tiempo y modo que esperábamos hemos
abandonado esa persistencia? El amigo no le abrió inmediatamente sino que lo hizo debido a su persistencia, a su
importunidad. Porqué Dios en ocasiones asume esa misma actitud, por qué nos dice espera o simplemente no responde?
Como que pareciera que no le importa? Porque está desarrollando en nosotros la persistencia. Cómo esperamos tener fe,
cómo esperamos que nuestra fe crezca si no desarrollamos persistencia? Y cómo se desarrolla esa persistencia sino es
cuando no obtenemos la respuesta a todo de manera inmediata, si no es cuando oramos y oramos por algo y pareciera que
no llega?

Naamán se zambulló 7 veces en el Jordán para ser sano de su lepra; Las murallas de Jericó se cayeron a la séptima vuelta, no a la
primera ni a la segunda ni a la tercera, a la 7ª. Tu dices que has orado y Dios dice sigue orando, persevera. Abraham Linco ln fue
candidato 5 veces antes de ser presidente y fue uno de los mejores. Albert Einstein descubrió la teoría de la relatividad en el

ensayo número 100, es decir que intentó 99 veces antes de ello, 99 intentos fallidos. Qué tal si hubiese renunciado en alguno de
ellos?

1 Reyes 18:44Elías dijo que iba a venir lluvia y se puso a orar. Tal vez muchas personas lo tildaron de loco, pues llevaba 3 años

que no llovía y le dice a Eliseo “Eliseo, va a llover” Se imagina lo que pensó Eliseo? Cómo que va a llover si en 3 años y medio
no ha llovido? Pero sin embargo él fue y se asomó como se lo dijo Elías y regresó con un dictamen negativo “nada señor, no

veo nada, no veo que algo diferente suceda”. He orado por ese trabajo y nada, he orado porque mi hijo cambie y nada, he
orado por mi esposo o esposa y no parece haber esperanza de cambio… Llevo años orando y nada sucede. Debe ser que eso no
va a cambiar o que lo que estoy pidiendo no es lo que Dios quiere para mi.

Y Elías le dice nuevamente ve y ve la nube y mientras Eliseo va, Elías sigue orando, persiste en la misma actitud de fe a pesar de

que nada sucede, y durante 6 veces Eliseo sigue trayendo el mismo dictamen, no hay nada en el cielo. Creo que todos

necesitamos trabajar en esa actitud persistente porque a lo mejor muchas veces hemos orado y hemos dejado de orar justo antes
de que se nos cumpla lo que estamos pidiendo. Mientras tanto Elías sigue orando, pero a la 7 vez, regresa diciendo “veo una

nube como la palma de la mano de un hombre…” Si el hombre se da por vencido a la sexta vez, Dios no desata las bendiciones
que tenía reservadas.

A veces vemos ese comienzo y no nos damos cuenta que es el comienzo de algo grande. No dice que había una gran nube, no
fue una lluvia de repente, sino que todo empezó con algo pequeño, con algo mínimo pero que luego se convirtió en una gran

lluvia. Sin embargo, la actitud de Elías fue fundamental. Su persistencia. Por qué Dios no ha respondido aún esas oraciones que

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has venido haciendo? Porque está trabajando en tu persistencia, está formando carácter para que cuando el enemigo quiera

hacerte la vida a cuadritos, cuando la bendición tarde en llegar, puedas mantenerte firme y seguir persistiendo. Puede ser que tu
respuesta empiece con algo pequeño, pero si perseveras vas a ver el resto. Recuerda que la lluvia en la Palabra es tipo de
bendición.

Una de las razones por las cuales hemos dejado de recibir bendiciones es porque llega un momento en el que al no ver que algo
sucede, al no visualizar algo de esa respuesta, entonces renunciamos. A lo mejor hay cosas en nuestra vida por las cuales hemos

estado orando por mucho tiempo y debido a que no vemos que algo suceda, entonces pensamos que estamos orando

equivocadamente o que no estamos orando la petición correcta y no es así, lo que sucede es que Dios está trabajando en nuestro

carácter, en nuestra persistencia

Hay personas que han dejado de orar por su familia, por su problema, por la respuesta a algo porque no han visto que nada

suceda, de hecho pareciera a veces que las cosas en lugar de mejorar empeoraran, pero Jesús dice que nuestra desvergonzada
insistencia hará que Dios se levante a darnos lo que le estamos pidiendo . Muchas veces nos damos por vencidos incluso antes
de luchar porque nos falta persistencia.

La intercesión no tiene un horario definido. Nótese que el ejemplo de Jesús nos habla de alguien que va a pedir lo que su

amigo necesita en una hora totalmente inoportuna. Hay muchas personas que necesitan de nuestra intercesión y en muchas

ocasiones no recurren a nosotros no solamente por la hora sino porque no quieren importunarnos. Necesitamos desarrollar
sensibilidad por las necesidades de los demás para hacer caso omiso de la hora o el momento oportuno o no en que alguien
recurre a nosotros y en lugar de eso estar disponibles para interceder. Jesús nunca estuvo ocupado para ayudar a alguien, para
sanar al enfermo, para liberar o para resucitar, no lo ha estado ni lo está hoy en día. Esa es la actitud de alguien que ti ene la

intercesión como un estilo de vida y es lo que nosotros debíamos imitar.

Una ventaja inmensa de la intercesión es que ella nos avoca a tener una persistente búsqueda de Dios, ella hace que nosotros
estemos todo el tiempo cerca de El, debido a que estamos pensando no solo en nuestra necesidad sino en la de los demás. La

bendición de ser usados por Dios es que siempre vamos a estar equipados, siempre vamos a tener algo que dar, pero
necesitamos ir a la presencia de Dios para tener los panes que otros necesitan, necesitamos llamar a la puerta del Cielo una y otra

vez hasta que responda y nos de esos panes que son tipo de revelación, necesitamos tener la palabra que otros necesitan, no se

trata solo de la revelación para nosotros sino para ayudar a quienes la necesitan, a quienes no conocen a Dios, a quienes están
perdidos sin esperanza.

..

Jesús dice QUIEN DE VOSOTROS, es decir que está afirmando con ello que hay muchos que se quedan en el primer nivel de

oración, el de la oración personal y está ahora hablando a los que están en el segundo nivel por eso dice quién de vosotros, es

decir habla a los intercesores, a los que han salido del nivel de oración personal y han pasado al siguiente, al de la interc esión.
Hay muchos en medio de nosotros que necesitan de esa intercesión, que necesitan que vayamos a pedirle a Dios el amigo por su
salvación, por algo que ellos necesitan.

Nuestra oración habrá ocasiones en que Dios nos va a dejar esperando por un tiempo para responder; no es el diablo, no somos
nosotros o debido a algo que hicimos. Porque quiere desarrollar en nosotros la virtud de la perseverancia en oración.

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Muchas veces usted ha orado, su vida no está en pecado, usted no le ha abierto puertas al diablo, usted sabe que su vida está

agradando a Dios y sin embargo las cosas están como en un standby. Las cosas no se te dan, pero Jesús está diciendo que en
algunos casos no es así, no es el diablo el que está frenando las cosas, como a menudo se lo atribuimos sino que es Dios mismo
haciéndolo para desarrollar en nosotros una perseverancia.

Entonces del verso 1 al 4 se trata de la vida de oración personal; del versículo 5 al 8 es intercesión, ese es un nivel en el que la

mayor parte de personas no van a estar porque la mayor parte de sus oraciones es por sus necesidades personales y nada más,

no oran por nadie más, no le piden a Dios que los use para orar por el vecino, por el pariente o el amigo, todo se limita a la lista

de peticiones como quien hace una lista de mercado y se la encarga a alguien para que la traiga. Puedes usar mi humanidad para
orar por mi esposo o mi esposa? La razón es porque usted no ha muerto a su ego, usted no siente la necesidad de ir a buscar lo

de otros porque somos egoístas y solamente buscamos lo de nosotros.

La oración personal es la oración del hijo, no del peticionario, la oración del que sabe que tiene derechos, que sabe quién es, no

tiene una crisis de identidad. Sabía usted que el gran éxito del ministerio de Jesús aquí en la tierra tiene que ver con que El sabía

quién era? El éxito de su oración tiene todo que ver con la posición desde la cual usted está orando, es decir. Que sepa quién es
usted y de quién es. Usted es un hijo, empiece a orar como tal y si no se siente así o no ha tenido la revelación de lo que eso

significa, entonces pida al Espíritu Santo que le revele la Paternidad de Dios. Así cuando usted ore, su oración va a tener un
alcance poderoso, las circunstancias tienen que ceder, la adversidad tiene que ceñirse a las palabras que salgan de su boca

porque es un hijo de Dios el que está hablando, ante eso nada ni nadie se puede resistir. Di conmigo, “voy a orar como hijo”

Mira ahora el versículo 9 al 13 nos da la garantía de que si somos testarudos, si insistimos, si persistimos. Jesús nos dice que si
somos persistentes y seguimos orando por algo cuando vemos que no se nos da, seguimos insistiendo, seguimos orando.
Versículo 9 si eres un individuo que insiste, que sigue llamando a la puerta, si eres testarudo y sigues orando hasta que se te

abra la puerta. Si yo os digo pedid y se os dará una traducción dice pedid continuamente y seguid pidiendo, buscad y hallaréis,
porque todo aquel que pide recibe, todo aquel que pide continuamente recibe. No se de por vencido solo porque oró una vez y
no se dio, qué tipo de perseverancia está usted desarrollando? Qué tipo de fe usted va a desarrollar? Pero es que oré por mi
sanidad y Dios no me sanó, oré por este negocio y no se me dio, yo me doy por vencido.

Pero Jesús nos garantiza que si somos persistentes, si pedimos y seguimos pidiendo; dice la Biblia que el que no recibe es porque

no pide. Así que pida y siga pidiendo, busque y siga buscando. Jesús dice que si seguimos pidiendo y buscando, si sigues
tocando, se te va a abrir y en el versículo 11 nos va a dar una ilustración. Pues hay ocasiones en que usted puede pensar si sigo

pidiendo, si sigo insistiendo, si persisto en ello, qué tal que Dios me de algo que no debería, no sea que vaya a obtener lo que no
me conviene .

Para garantizarnos que ello no va a suceder, nos dice qué padre de vosotros si su hijo le pide pan le dará una piedra. Es decir, no
te preocupes que si pides pan, Papá te va a dar pan, no una piedra. El pan es tipo de revelación. Si sigues buscando y tratando

de entender la escritura, tratando de escuchar a Dios y persistes en ello, El te va a dar pan, El te va a dar la revelación y va a dirigir
tus pasos hacia Su propósito, hacia Sus planes.

Y si pescado, en lugar de pescado te dará una serpiente y si le pides un huevo te dará un escorpión y si vosotros siendo malos
sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, cuánto más vuestro Padre Celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan

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Habló de la vida personal con el Padre y de cómo interceder por otro y ahora nos da la garantía que eso va a pasar si eres

persistente, si sigues orando y no miras las circunstancias, no ves lo que te está rodeando, no ves lo físico, sino que sigues
creyendo que Dios va a hacer lo que ha prometido, entonces El dice no tengas miedo de que le Padre no te va dar las cosas
correctas. Hay gente que prefiere no pedir o tienen miedo de pedir porque no saben si lo que van a pedir es lo correcto. Es
mejor pedir mucho y recibir algo, que no pedir nada y recibir exactamente eso, NADA.

La Palabra dice qué hemos de pedir como debemos? No lo sabemos pero el Espíritu Santo intercede por nosotros con

gemidos indecibles. Jesús dice que no tenemos porque no pedimos. Necesitamos pedir sabiendo que de un lado el
Espíritu Santo va a filtrar nuestras peticiones y por el otro, Jesús está diciendo que Dios no nos va a dar las cosas
incorrectas, pues El es nuestro Padre y no va a darnos cosas que no nos convengan. Pero recuerde que hay que pedir. La

Palabra dice sean conocidas TODAS vuestras peticiones en toda oración y ruego con acción de gracias . Dejemos de pedir

considerando nuestras circunstancias, dejemos de pedir considerando nuestras alternativas, dejemos de pedir mientras que
imaginamos las posibilidades, dejemos de pedir tomando en cuenta nuestros recursos o nuestras habilidades para obtener
algo. Valemos por lo que somos y de quien somos y eso es más que suficiente porque servimos al Dios del más que

suficiente.

Jesús introduce en su enseñanza al Espíritu Santo para cruzar la línea de la oración a la guerra. De solamente orar por un
amigo y de la oración personal a la guerra. Entre el versículo 13 y el 14 se cruza la línea de la intercesión amigable a la guerra

porque una vez que aprendemos a orar por las necesidades de la gente, nos daremos cuenta que muchos de esos problemas son
de origen demoníaco y por lo tanto necesitamos la asistencia del Espíritu Santo para ejercer dominio y señorío sobre las fuentes

de esos problemas de la gente y usted no va a poder orarlos si usted no tiene la asistencia del Espíritu Santo.

Verso 14, estaba Jesús echando fuera un demonio… la gente se gozaba cuando veía echar demonios y la gente ser liberada. Era
la primera vez en la Biblia que los demonios salían fuera de una persona. Ningún versículo antes de eso menciona la salida de un
demonio antes de venir Jesús. Pero aquellos escribas y fariseos, el montón de religiosos y legalistas que solo están tratando de

ver un error en la Iglesia, en el predicador, en el hermano, lo que hizo o lo que no hicieron o porque no lo hicieron en la m anera
que según ellos se debería hacer; en lugar de ver lo que Cristo está haciendo, en vez de ver los demonios salir, en vez de celebrar

a los enfermos que son sanados, en vez de ver las maravillas que Dios está haciendo.

Y ellos decían por belcebú príncipe de los demonios, echa fuera los demonios y otros para tentarle le pedían señales pero El
conociendo los pensamientos de ellos les dijo . Entonces Jesús dice un momento, me llamaron belcebú, príncipe de los demonios.
¿Cómo se sentiría si le dijeran algo así? Póngase en el lugar de Jesús, que siendo el hijo de Dios alguien le dijera así. Qué errores,
qué faltas había cometido? Nada.

Y les dijo que todo reino dividido contra sí mismo es asolado, una casa dividida contra sí misma, cae. En otras palabras lo que es
de Satanás cae porque Satanás no echa fuera a Satanás cómo puedes decir que una iglesia es del diablo cuando los demonios

son echados fuera todo el tiempo.

Y si yo echo fuera los demonios, entonces el diablo está dividido cómo permanecerá su reino y si yo echo fuera a los demonios
por belcebú, por quiénes los echan fuera? Más si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el Reino de Dios

se ha acercado.

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¿Por qué le dijeron belcebú, por qué le dijeron satanás? Por una razón porque El trajo el Reino de dios y el Reino de Dios no

puede venir sin una manifestación demoníaca. Porque cuando viene el Reino el diablo tiene que irse.

Mateo 12:25 y sabiendo Jesús los pensamientos de ellos… si eso es del diablo, va a caer y si satanás echa fuera a satanás
entonces está dividido contra sí mismo, pero si yo por el Espíritu de Dios en otra referencia dice por el Dedo echo fuera
demonios , son las mismas expresiones, entonces es diciendo que el Espíritu de Dios y el dedo de Dios son los mismos y
dijo y si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ha llegado a vosotros el Reino de Dios, en otras palabras esa es

una señal de que el Reino ha llegado. Por eso lo atacaron diciendo que era belcebú.

Se necesita pagar un precio muy caro cuando somos personas que plantamos el Reino, establecemos el Reino, creemos en

echar fuera demonios, creemos en liberación, creemos en milagros, creemos en un Dios sobrenatural. La gente nos va a
criticar, nos va a tratar de desanimar porque el enemigo sabe que si no lo hace, somos un peligro para sus pretensione s,
somos un obstáculo para que él pueda trabajar en las personas que él quiere. Porque una simple prédica no le causa nada

a la gente, pero cuando después de esa prédica se manifiesta el Reino de Dios, entonces el diablo sabe que los días se le

terminaron, el diablo tiene que levantarse y acusarte, pero qué hacen los violentos cuando el diablo ataca? Los violentos lo
toman por la fuerza.

Ve a tu casa, ponte la armadura de dios y pelea la buena batalla de la fe, esa que no es contra sangre y carne sino contra las
potestades de las tinieblas , toma el control, ¿si te caíste?, no te desanimes y vuelve a levantarte, ¿le abriste una ventana o
una puerta al enemigo? Has algo, ciérrala en sus narices, dale un portazo y ordénale que salga de tu vida, de tu familia,

háblale con autoridad que el Dios del cielo está de tu lado. Levántate, cállale la boca al diablo, restaura tu vida, tu
comunión con Dios, tu hogar, tu familia, ejerce la autoridad del Reino. Si las cosas no se te habían dado, vuelve a tocar,
vuelve a llamar y no dejes de creer, persiste e insiste.

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