LOS TITEREROS DE CERVANTES
é
Quij
por Pablo Saez
ué dirfa Cervantes si supiera que su obra de mas fama, “El ingenioso hidalgo Don
ce de la Mancha”, es objeto de tantas puestas titiriteras?. Porque a decir verdad, su
opinién sobre los “titereros” no era de lo mejor, como tampoco lo era entonces en Espafia,
donde su mala fama los acreditaba como “pendencieros, roba gallinas, bebedores, corte
caminés, ireverentes y blasfemos”!
“ude los titereros dezta mil males; dezla que era gente
vagamunda, y que srataba con indecencia de las cosas
divinas, porque con las figuras, que mostraban en sus
retratos, volvian la devocién en risa, y que les acontecla
envasar en wn costal todas o las mds figuras del Testamento
Viejo y Nuevo, y sentarse sobre a comer y beber en los
bodegones y tabernas, En resolucién, desta que se
maravillaba de cémo quien podia no les ponia perpetuo
silencio en sus retablos, o los desterraba del reino”?
4 podemos suponer que los admiraba en secreto,
como a las novelas de caballeria que enloquecieron a
don Alonso Quijano y que con tristeza mandé
quemar por el cura y el barbero?
MAESE PEDRO
Conocida es la escena del titiritero que llegé a la
posada donde se alojaban Sancho y Don Quijote con
“el Mono Adivino y el Retablo de la Libertad de
Melisendra’?.Como muchos titisiteros de la época,
Ilevaba animales amaestrados; y este mono adivinaba
-trampa mediante- las cosas del pasado y del presen-
te, mas no las del porvenir. También presentaba la
historia de la princesa Melisendra, raptada por el rey
moro Marsilio y su rescate por su esposo Don
Gaiferos. Maese Pedro movia los muftecos dentro del
retablo, y por fuera, un muchacho, varilla en mano,
narraba los sucesos -tipo de representacién frecuente
. Fue cuando la caballerfa mora perseguia
ros -que llevaba en ancas de su montura
a Melisendra-, cuando Don Quijote intervino con
su espada para defenderlo, destruyendo en su furia
retablo y titeres. Pasada lailusién -que el Quijote siem-
pre adjudica a unos encantadores-, debe pagarle al
titiritero sus figuras y el rescare del mono que huyé
por los techos, En el capitulo siguiente se aclara que
Maese Pedro es en realidad Ginés de Pasamonte, un
peligroso delincuente que el Quijote habja liberado
FARDOMI2
. Pensaba Cervantes lo mismo que uno de sus persona-
jes, el Licenciado Vidriera?
de las galeras , y que luego de apedrearlo y escapar,
le rob¢ el burro a Sancho en la Sierra Morena, para
luego disfrazarse, hacerse titiritero y escapar asf de
la justicia
Versidn del «Quijoter de Libertablas. (2003)
EL ATAMBOR Y SU PERRO SABIO
Enel “Coloquio de los Perros” > presenta Cervantes
el encuentro de dos perros: Berganza, quien le cuenta
i6n de sus aventuras que ha sufrido con los
distintos amos . Uno de ellos era un “atambor” (el
que toca el tambor en la infanteria, oficio despre-
ciado y considerado de gente de baja condicién),
quien le ensefia gracias de todo tipo y lo presenta
por los pueblos como “el perro sabio”. Recuerda
Berganza:
“Triunfaba mi amo con la mucha ganancia, y susten-
taba seis camaradas como unos reyes. La codicia y la
envidia desperté en los rufianes voluntad de hurtar-
‘me, y andaban buscando ocasién para ello; que esto
del ganar de comer holgando tiene muchos aficionados
y golosos; por esto hay tantos titereros en Espatia; tantos
que muestran retablos; tantos que venden alfileres y
coplas, que todo su caudal, aunque lo vendiesen todo,
no lega a poderse sustentar un dia; ycon est, los unos
+y los otros no salen de los bodegones y tabernas en todo
el afio; por do me voy a entender que de otra parte de
sus oficios sale la corriente de sus borracheras. Toda esta
agente es vagamunda, inttily sin provecho; esponjas del
vino y gorgojos del pan.”
CHANFALLA, CHIRINOS Y “EL RETABLO DE
LAS MARAVILLAS”
Los entremeses eran breves pasos de comedia, in-
tercalados a modo de “sketches” en los entreactos de
los grandes dramas. “El retablo de las maravillas”
muestra el engafio de dos picaros que Hegan a un
pueblo contratados para una funcién a beneficio de
tun hospital de caridad. Los hospitales eran adminis-
trados por coftadfas piadosas que regenteaban los co-
rales teatrales y que, a falta de compaiiias de teatro,
recurrian a los teatros de titeres. Chanfalla, oculto
bajo el nombre de Montiel, dice traer un retablo “el
cual fabricd y compuso el sabio Tontonelo debajo de
tales paralelos, rumbos, astros y estrellas, con tales pun-
10s, caracteres y observaciones, que ninguno puede ver
las cosas que en él se muestran, que tenga alguna raza
de confeso, 0 no sea habido de sus padres de legttimo
matrimonio; y el que fuere contagiado destas tan usa-
das enfermedades, despidase de ver las cosas, jamds vis-
tas y ofdas, de mi retablo,” Aclarando la broma, con-
sistfa en que no podrfa ver las maravillas el que no
fuera hijo legitmo y cristiano puro (afrenta muy gra-
ve en ese tiempo, que podia costar la pérdida de la
herencia). Entonces, la gente reunida frente al reta-
blo admitiria ver todos los disparates que anuncia-
ban los titiriteros. Asf aparecian Sansén, el Gran
Turco, un toro, leones, dragones y otros disparates,
que armaban gran revuelo en la sala, repleta de men-
tiroso
Retoma este entremés el tema de un cuento
popular donde un rey anda desnudo creyendo vestir
un traje mdgico que le tejen dos estafadores.
REKRRERERERERES
Miguel de Cervantes Saavedra, nacié en 1547 y fue
el cuarto de siete hijos de un pobre cirujano que pe-
regrin6 por las ciudades de Espafia buscando intiil-
mente fortuna. Miguel, educado por los jesuitas, tam-
bign recibié formacién humanista y los 20 afios par-
tid para conocer la sofiada Italia. A los 23 se alisté en
Ja armada para combatir alos turcos que habian ata-
cado a la cristiandad en el Mediterraneo, En la bata-
Ila de Lepanto perdié la mano izquierda y se lo con-
decoré como héroe. A los 28, cuando regres6 a Es-
pafia, su nave fue capturada y pasé cinco afios preso
en Argel, de donde intenté fugarse repetidas veces.
Cinco afios después seria liberado con rescate, junto
su hermano. Sibien su meta siempre habfa sido ser
escritor, a su regreso intenté el éxito como drama-
turgo, pero ninguna de sus comedias logré ser
presentada. A los 40 estaria trabajando como recau-
dador de impuestos, oficio con el que penarfa afios
por los caminos y que lo llevarfa a prisién varias ve-
ces por no rendir bien sus cuentas. Si bien ya era
conocido en las letras, fue el Quijote la obra que le
darfa el mayor reconocimiento piblico. Tenia 57 afios
cuando publicé la primera parte y 58 en la segunda,
un afio antes de morir. Innovador de las formas lite-
rarias, publicé novelas, comedias y entremeses de ex-
trema originalidad que lo transformaron en uno de
los mas grandes de la la cultura hispana. Su profun-
da erudicién de los libros y la vida tal vez sean la
clave de su magia.
SRREEREEREERES
" Bn “Los Titeres en Espatia’, por Esteban Villarrocha, revista
Titereando.
El Licenciado Videiera en “Novelas ejemplares”, 1613.
3 “El ingenioso hidalgo Don Quijote dela Mancha’, cap. XXVI,
T parte., 1615.
“ Th{dem,cap. XXII, I parte, 1605.
>En “El Casamiento Engafioso”, Novelas Ejemplares, 1613.
«Aventuras de Don Quijote» de la Compariia madrile-
fia sé! Retablo»
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