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Bartra - El Movimiento Feminista en México y Su Vínculo Con La Academia
Bartra - El Movimiento Feminista en México y Su Vínculo Con La Academia
La ventana
ISSN: 1405-9436
revista_laventana@csh.udg.mx
Universidad de Guadalajara
México
BARTRA, ELI
El movimiento feminista en México y su vínculo con la academia
Revista de Estudios de Género. La ventana, núm. 10, diciembre, 1999, pp. 214-234
Universidad de Guadalajara
Guadalajara, México
pequeñísimo espacio sin hombres con ras, que pasaron como cometas por el
el fin de entender mejor su proceso de firmamento del feminismo mexicano,
concientización y crear formas de lu- una se llamó La Revuelta, otra Cihuat;
cha propias. pero, en realidad, ni se sacó una pu-
El movimiento feminista de los blicación sólida y duradera ni se formó
años setenta estuvo muy emparenta- un movimiento de masas. De hecho,
do con la desobediencia civil, al igual es interesante señalar que la publica-
que el movimiento estudiantil de 1968. ción que se ha mantenido hasta el pre-
No era un movimiento estructurado, sente, la revista mensual Fem, salió de
con declaraciones de principios, ni tác- unas cuantas mujeres que no estaban
ticas ni estrategias de lucha cuidado- propiamente dentro del movimiento,
samente reflexionadas. Era una revuelta sino más bien en la academia y en la
que se iba dando de manera improvi- cultura.
sada y espontánea. Sin embargo, muy El Movimiento de Liberación de la
pronto aparecieron discrepancias so- Mujer (MLM) fue el grupo más impor-
bre las distintas posibilidades que se tante, sirvió para sentar las bases de
abrían en cuanto a formas de proce- la nueva conciencia feminista en el
der o de cómo seguir luchando. país. A partir de ahí fue creciendo y
Ya en 1976 se presenta la necesi- multiplicándose hacia mil y un lados
dad de crear algún órgano de expre- durante la década de los ochenta. No
sión y de comunicación, ante lo cual es que el MLM fuera el primer grupo que
se manifestaron diferencias en el seno existió en esta última ola de feminis-
del movimiento. Algunas querían sa- mo sino que, a mi modo de ver, fue el
car una publicación, otras querían or- más significativo porque tuvo más pre-
ganizar un movimiento de masas. sencia, más empuje, más compromi-
Salieron algunas publicaciones, efíme- so, más cohesión y la mayoría de sus
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amplio de mujeres y ello domina du- Después del sismo de 1985, también
rante toda la década. En 1988 se llevó se vincula a las obreras, quienes or-
a cabo el IV Encuentro Feminista Lati- ganizaron el Sindicato de Costureras
noamericano y del Caribe en Taxco, 19 de Septiembre.
México, que se vio sellado por el en- Es asimismo en esta década cuan-
frentamiento entre el movimiento do se inicia el proceso de oenegeiza-
amplio de mujeres y las pocas femi- ción 1 y de institucionalización del
nistas autónomas (de “hueso colora- feminismo, que es lo que va a caracte-
do” las llamaban) que no trabajaban rizar a la década siguiente. Sin embar-
con los sectores populares. go, aún se mantenía la resistencia ante
En esta década, el feminismo pierde la inminencia de este proceso y se ma-
la capacidad de respuesta rápida y de nifestaba en los diversos encuentros
impugnación constante, mengua bas- feministas latinoamericanos y del Ca-
tante su papel de conciencia crítica. La ribe. Es en éstos en donde se intentaba
respuesta espontánea y rebelde ante cargar las pilas de la crítica y la revuelta
las manifestaciones más aberrantes del de las mujeres feministas. Mas lo radi-
machismo se adormeció y, en cambio, cal iba en franca retirada.
las energías se invirtieron en ayudar a las La lucha por la despenalización del
mujeres de los sectores populares. El aborto quedó congelada junto con la
feminismo se convirtió así en asisten- Propuesta de Ley de Maternidad Volun-
cialista. Su trabajo fundamental estu- taria que se entregó a la coalición de
vo dirigido a apoyar a las mujeres diputados de izquierda en 1979 y que
víctimas de violación o de maltrato y a fue presentada en la Cámara de Diputa-
las que necesitaban un aborto clandes- dos. Ahí duerme en algún cajón.
tino; se proporcionaba información,
asesoría legal, médica y psicológica. 1. De ONG (Organización No Gubernamental).
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toda la década de los ochenta cada vez general, son las que cuentan con más
que se hacía una reunión feminista se recursos financieros.
constataba, una y otra vez, que iba En la década de los noventa el fe-
siempre más o menos la misma gente minismo se institucionaliza plenamen-
y si había nuevas mujeres no eran pre- te en organismos gubernamentales, no
cisamente jovencitas de veinte años. gubernamentales e instituciones aca-
démicas. Había entrado en la acade-
El empoderamiento mia en años anteriores, pero es en esta
en la década de los noventa época cuando cobra un cierto poder y
se puede decir que, en alguna medida,
Ahora bien, no hay ninguna duda de se legitima. Esto significa, al mismo
que la participación de las mujeres en tiempo, que se produce el fenómeno
la vida pública del país ha ido en au- de la profesionalización del feminis-
mento en los últimos veinte años. Es mo. Surgen las feministas profesiona-
el resultado, en buena medida, del les. Trabajan para el feminismo y viven
movimiento feminista. Cada día hay de él. Durante los primeros años se
más mujeres en puestos de dirección, vivía para la lucha feminista; en los no-
cada día tienen más poder. De qué venta, se vive de ella.
manera ejercen el poder, aún está por Al final de esta década se puede
analizarse. Se manifiestan diversas percibir un repunte en la combativi-
opiniones sobre ello y no existe con- dad de las feministas. Han vuelto a
senso sobre si hay una forma propia- abrir la boca y a poner puntos sobre
mente femenina de ejercer el poder. las íes. También se observa un incre-
Al mismo tiempo, también las ONGs mento en el interés de las jóvenes por
detentan un cierto poder. Hay unas cuestiones relacionadas con las muje-
más poderosas que otras; además, en res. La institucionalización lleva con-
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cas de las abanderadas del antiesen- de la mujer cuando hay que hablar de
cialismo. Hay gente empeñada en ma- las mujeres. De igual manera resulta
nifestar con frecuencia que la mujer en erróneo hablar de seres humanos en
abstracto, en general, no existe; que general cuando hay que referirnos a
existen mujeres concretas, mujeres de- realidades distintas entre hombres y
terminadas históricamente. Subrayan mujeres.
que todas las mujeres somos distintas El feminismo surge como una ne-
y que, por lo tanto, no se puede hablar cesidad ante un hecho que se hace
de la mujer porque ésta no existe. Es asombrosamente evidente: las muje-
del todo cierto, como cierto es que el res como grupo social son oprimidas,
ser humano en general no existe tam- marginadas, discriminadas. En distin-
poco, existen hombres y mujeres con- tos momentos históricos se ha ob-
cretos de diferentes edades, etnias y servado que a pesar de todas las
sexualidades, en espacios y tiempos diferencias particulares entre las mu-
específicos. Sin embargo, desde un jeres del planeta, era posible hablar de
punto de vista filosófico es válido (y a una condición similar de opresión his-
veces necesario) hacer referencia al ser tórica genérica (con algunas excepcio-
humano en general o a la mujer como nes, tal vez). En ese sentido es que se
abstracción de las mujeres concretas habla de la condición de la mujer o de
de carne y hueso. En ocasiones resulta los estudios de la mujer, a sabiendas
útil emplear el concepto abstracto de que la realidad de cada una presen-
mujer, siempre y cuando no se use en ta sus particularidades, así como es
lugar del plural concreto. Hablar de la distinta también la realidad de cada
mujer en general no es necesariamente grupo de mujeres que comparten una
mujerismo o esencialismo, no es un época o una misma situación políti-
error. Lo que resulta un error es hablar co-geográfica, una clase, una etnia,
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estudiar algo que a todas luces apare- tal para el enriquecimiento de todas
ce como no importante. Sin embargo, las ciencias y las humanidades. Sin em-
a lo largo de los años, hemos logrado bargo, no por ello es forzoso y nece-
más o menos explicar esa necesidad. sario cambiar lo que se ha llamado
Ahora, nos enfrentamos también estudios de la mujer (por no poder le-
a la problemática de cómo abordar el gitimarlos en la academia como estu-
estudio. Nos estamos ocupando tan- dios feministas) por los estudios de
to de la metodología de investigación género.
como de las estrategias para la docen- Es innegable que sin el movimiento
cia. Ambas cuestiones son objeto de de liberación de la mujer estos estu-
amplios y largos debates. ¿Existen uno dios probablemente no hubieran sur-
o varios métodos distintos para los gido. Sin embargo, el vínculo se ha
estudios feministas? ¿Existe una me- dado de dos maneras: en forma directa
todología feminista? ¿Integración de y en forma indirecta. Esto quiere decir
los estudios sobre la mujer o autono- simplemente que en el primer caso las
mía? Aunque en apariencia este deba- mujeres que participamos personal-
te sobre la integración o la autonomía mente en el movimiento feminista, en
ya se dio, parece que no se agotó y de un momento dado creamos en las uni-
repente despunta nuevamente. versidades los estudios de la mujer; en
No hay ninguna duda de que el gran medida quisimos dejar de vivir esa
“descubrimiento” o puesta en circu- especie de esquizofrenia o doble vida,
lación de la categoría género en el con- en la que por un lado estaba el trabajo
texto de los estudios feministas ha sido profesional y por el otro, sin que tuvie-
muy importante para el desarrollo de ra nada que ver con él, la militancia en
la teoría; también considero que esta el movimiento de liberación de la mu-
categoría es absolutamente fundamen- jer. En el segundo caso, la forma indi-
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recta se da cuando las ideas, los inte- nables: su vida económica, de traba-
reses y las luchas del movimiento fe- jo, su sexualidad, su psique, su arte,
minista “contagiaron”, principalmente su historia, su cuerpo... todo lo que
por la vía intelectual, a algunas muje- han hecho y hacen las mujeres en so-
res de la academia (sin que ellas hubie- ciedad e individualmente. No obs-
ran participado jamás en el movimien- tante, en todas y cada una de las
to feminista) y pensaron que sería licenciaturas debería contemplarse la
importante contemplar a las mujeres problemática de las mujeres, deberían
en sus investigaciones y en su docen- existir materias en todas las licencia-
cia. Estas mismas, opino, son las que turas, mas no creo que se deban crear
primero se sumaron a la idea de cam- las licenciaturas en estudios de la
biar género por mujer en el trabajo aca- mujer.
démico. Un problema que se presenta a
Debido tal vez a la naturaleza mul- menudo dentro de estos estudios es
tidisciplinaria y transdisciplinaria de los que las alumnas confunden el salón de
estudios de la mujer, lo idóneo es que clase con un grupo de autoconciencia
esta enseñanza se imparta a nivel de del movimiento feminista. Es funda-
posgrado, como especialidades, maes- mental tener presente que se trata de
trías o doctorados, cuando la gente dos espacios distintos, si bien hay
ya tiene una preparación dentro de una conexiones entre ambos. Y son distin-
disciplina; entonces estudiar a la mu- tos en buena medida porque los estu-
jer y a las relaciones entre los géneros dios formales en una universidad están
sería un punto de llegada, es el lugar sujetos a las reglas del juego de la ins-
donde se aterriza. Representa el es- titución. Evaluamos y somos evalua-
tudio de la mitad de la población en das con los parámetros institucionales.
todos los aspectos posibles e imagi- Si una alumna no puede presentar un
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buen trabajo final por atender a sus nas y ciencias, o bien si hay que con-
dos hijos (enfermos o no) y al marido seguir la autonomía de estos estudios.
o tal vez porque, además, tiene un tra- Con la autonomía, y por lo tanto la
bajo asalariado, con lo cual sus estu- separación, se da el proceso de ghetti-
dios representan una tercera jornada zación que conlleva la marginación. Me
de trabajo... no se le pude poner una parece que no es para nada necesario,
buena calificación, ya que no cumplió ni conveniente, elegir. Es preciso crear
con los requisitos del curso que está estudios de la mujer autónomos que
tomando. Ellas con frecuencia creen nos permitan avanzar más y mejor teó-
que si no se les regalan las calificacio- ricamente sin tener que estar justifi-
nes en consideración de su condición cando gratuitamente cada uno de los
de mujeres-amas de casa, el feminis- conceptos que usamos y los proyec-
mo del curso está en entredicho. Me tos que elaboramos. Pero es también
parece que eso es justamente no to- muy importante integrar “el punto de
marse en serio como estudiantes, tal vista feminista” en el cuerpo de las dis-
como decía Adrienne Rich. El feminis- tintas ciencias y disciplinas, y hacer
mo no pasa por entender la doble jor- visibles a las mujeres y a las relacio-
nada de las alumnas y, por ende, nes entre los géneros en todo conoci-
aprobarlas sin que lo merezcan aca- miento humano. Evidentemente no se
démicamente. Sin embargo, esta con- trata de que se queden igual, pero con
fusión con frecuencia produce malestar un cataplasma que diga “mujer” ahí
y representa conflicto. pegado, sino que se transformen y
Se sigue discutiendo acerca de si dejen de ser androcéntricas y sexistas.
es mejor la integración del estudio de De la misma manera que también es
las mujeres en los planes y programas preciso ir cambiando, poco a poco, el
universitarios de las distintas discipli- lenguaje profundamente androcéntri-
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co que impera aún hoy día en las uni- Considero que los principales obs-
versidades. táculos para la proliferación de los es-
La entrada en la academia no ha sido tudios de la mujer siguen siendo
ni fácil ni rápida. Se han manifestado básicamente los mismos que en un
dos grandes obstáculos: por un lado, principio. A las mujeres académicas no
la debilidad teórica y el poco compro- sensibles al feminismo no les interesa
miso político de las feministas dentro en lo más mínimo que existan y que
de las universidades y, por el otro, la se multipliquen los estudios de esta
cerrazón de las autoridades académi- naturaleza; los ven con escepticismo,
cas y burocráticas. Sin embargo, al paso incredulidad, desconfianza o franco
de los años, las feministas nos fortale- rechazo. Las feministas dentro de la
cimos y los jerarcas se debilitaron. academia no dan abasto para que se
La entrada del feminismo en la consolide lo que existe y para que,
academia al principio se dio, casi en to- además, se multiplique.
dos lados, por la vía informal. Se crea- Las universidades están abarrota-
ron grupos de investigación no das de personas que consideran poco
reconocidos y se impartieron nume- científico, poco serio, poco importan-
rosos cursos sin valor en créditos. te estudiar a las mujeres y a la rela-
Actualmente puede decirse que lo que ción entre los géneros, por lo tanto,
existe en términos de docencia en este no digno de que los excelsos saberes
campo es bastante raquítico en com- que se imparten en la educación su-
paración, por ejemplo, con el desarro- perior se ocupen de “esos temas” tan
llo de la investigación que se lleva a de segunda. Ahora, al inventarse el
cabo sobre el tema en el país. Aun hay desempeño académico de excelencia,
un desfase entre la docencia y la in- nos hemos tenido que someter, tam-
vestigación feministas. bién, a esas exigencias institucionales
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