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VALLE-INCLÁN

Ramón del Valle-Inclán fue uno de los grandes autores de la literatura de Fin de
Siglo, principal exponente de la corriente literaria del modernismo y miembro destacado
de la llamada Generación del 98. Nace en Villanueva de Arosa en 1866. En su juventud
entra en contacto con los ambientes literarios gallegos, viaja a México y Cuba, donde
colabora en periódicos y revistas y conoce el Modernismo. A su vuelta a Galicia adopta la
indumentaria y el estilo de vida bohemio que le caracterizará toda su vida. En 1896 Valle se
instala en Madrid, entablando amistad con Benavente, Baroja y Azorín. Posteriormente,
viaja por Sudamérica ejerciendo una labor de corresponsal de guerra. En 1916 se crea para
él la cátedra de Estética de la Escuela de Bellas Artes, a la que renuncia por no saber
aclimatarse a la vida académica. Los años siguientes están marcados por la alternancia
entre períodos de reconocimiento con otros de penurias económicas. Finalmente ve
rechazada definitivamente su candidatura a la Real Academia y fallece en Santiago en
1936.

La producción teatral se organiza en cuatro ciclos. Comienza con el ciclo modernista


dentro de este se incluyen las obras Cenizas y El Marqués de Bradomín, basadas en un
esteticismo decadente y gratuito al margen de la realidad. El segundo ciclo es el mítico,
que se ambienta en una Galicia violenta, mítica y patriarcal. Destacan la trilogía
de las Comedias bárbaras, una agria visión del ser humano, dominado por la avaricia y la
lujuria; y Divinas palabras, que cuenta la historia de un niño hidrocefálico, cuya familia
pretende explotar exhibiéndolo. El tercer ciclo es el de la farsa, teatro de máscaras en
verso, como La marquesa Rosalinda. Por último, el ciclo del esperpento, nueva fórmula
teatral creada por Valle-Inclán con las obras Luces de bohemia y Martes de Carnaval.

Esta nueva fórmula teatral, llamada el esperpento consiste en una deformación


caricaturesca de la realidad para poner de relieve lo absurdo y miserable de la existencia.
Lo consigue con la animalización, muñequización y la cosificación de los personajes,
subrayando su aspecto grotesco o ridículo, además de la preferencia por ambientes
sórdidos y degradados. Como antecedentes encontramos Sueños y poemas
satíricos de Quevedo o las pinturas negras de Goya. Puede vincularse a las manifestaciones
artísticas y literarias del expresionismo europeo.
Dentro de las técnicas de esta nueva tendencia encontramos la deformación en diferentes
planos: en la recreación de la historia española, en la creación de personajes,
imposibilitados para ser héroes, en el gusto por lo grotesco, en el uso de la ironía o la
técnica impresionista. Incluye también la aparición de escritores con nombre real o ficticio,
como Rubén Darío (que asiste al entierro de Max), personajes de sus propias obras (el
marqués de Bradomín), autores clásicos, referencias mitológicas, madrileñismos, términos
de argot, arcaísmos, acotaciones muy líricas y sugerentes, elaboradas más para ser leídas
que para su puesta en escena…

Luces de bohemia, obra más representativa de Valle, fue escrita en 1920, pero no
se estrenó hasta 1970. Presenta en quince escenas la última noche de la vida de Max
Estrella, un poeta ciego y fracasado de la bohemia madrileña. La obra puede interpretarse
como una crítica feroz de la realidad política y social de España. Max, en su ceguera, es
paradójicamente, el único que puede ver los males del país: la miseria, la corrupción y el
desdén por la cultura, la insensibilidad burguesa hacia el sufrimiento de los desfavorecidos
o la represión policial. Solo dos personajes, un anarquista con el que Max coincide en el
calabozo, y una madre cuyo hijo pequeño muere de un disparo policial, son tratados con
compasión y solidaridad.

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