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CapituLo 1 DEL REGIMEN SENORIAL A LA EXPANSION COMERCIAL DEL SIGLO XIII EN EUROPA I. LA DECLINACION DEL IMPERIO ROMANO. LAS NUEVAS INSTITUCIONES, EL COLONATO En Roma el clima tenja fuertes variaciones de temperatura y es- caseaba e] agua. Debido a sus suelos arenosos, los arados livianos de una sola hoja hacfan surcos en un sistema de cuadriculas en las pequefias propicdades donde se cultivaban cereales, vinos, frutas. Esas condiciones requerfan que una parte importante (la mitad) de la tierra se dejara en barbecho cada afio para no erosionar los suelos muy livianos mientras se cultivaba la otra. El relativo éxito de este sistema permitié un crecimiento soste- nido de Ja poblacién. Cuando las tierras disponibles no alcanzaron para alimentarla los romanos extendieron sus fronteras hacia territo- tios vecinos, en lo que luego fue su Imperio. Sin embargo, el sobre- dimensionamiento del Imperio requirié la formacién y manteni- miento de poderosos ejércitos, que ya en la época de Diocleciano Hegaban a los 300 mil hombres. El financiamiento del ejército ¥ de una pesada burocracia extendida hasta Tos limites del Imperio de- mand6 recursos crecientes que hicieron cada vez mayores las cargas impositivas y que luego, cuando se us6 la acufiacién de moneda co- mo fuente de recursos, Ilevaron a su depreciacién. Aquejados por los pesados impuestos y por el agotamiento del suelo, la pequefia propiedad inicié un acentuado proceso de declina- cin y la agricultura se exploté en grandes propiedades, utilizando 30 Roberto Cortés Conpe mano de obra esclava provista en forma abundante y barata por las legiones romanas que tomaban prisioneros en sus excursiones por las regiones fronterizas. La corrup. n la vida-piiblica del tardio Imperio_permitié que numerosos oficiales piblicos, aprovechando sus posiciones y la depreciacién de la moneda de plata (eran ellos en cambio tenedores de una moneda fuerte, el solidum de oro), adqui- rieran las propiedades de los campesinos. empobrecidos. Estos tiltimos, agobiados por los impuestos y ia inseguridad, ce- dian sus tierras a los grandes propictarios, que los protegfan, no tan- to de los bandidos, como de los insaciables publicanos (cobradores de impuestos). Al recibir de vuelta esas tierras, los que habian sido campesinos libres quedaban obligados, en un régimen que se cono- cid como colonato, a residir y trabajar en ellas y cl sefior a no expul- sarlos. El colono que entregaba su tierra volvia a recibirla bajo un contrato precario (precaria) y en algunos casos recibia extensiones que trabajaba para su subsistencia, obligdndose a entregar una parte al sefior (en especie o en trabajo). La obligaci6n de estar ligado a la tierra (bondage) no inclufa s6- lo a los campesinos sino a todas las profesiones y tenfa como causa la necesidad de saber quiénes tenian que pagar los impuestos. El co- lonato fue un antecedente de la servidumbre que caracteriz6 al régi- men scfiorial. Por medio de la precaria se incorporaron las tierras de campesinos libres (vici) a la gran propiedad (villa). Por otra parte, los grandes terratenientes (potentes) requerian mano de obra para extensiones cada vez mayores, no sélo por las lierras entregadas por los campesinos libres sino por aquéllas aban- donadas. La mano de obra esclaya obtenida en las conquistas mili- ares (el esclavo era un prisionero) fue, por un tiempo, un medio de solucionar Ia necesidad de trabajo, abastecida también por las pri- meras corrientes migratorias de los barbaros que se infiltraron en el Imperio. Mientras que éstos son los antecedentes romanicos del régimen Sefiorial, los que dejaron los germanos se refieren principalmente a los sistemas de utilizacidn del suelo. La Europa continental, a diferencia de la mediterranea, se ca- racteriza por suelos mds sdlidos, clima frfo, mayor abundancia de agua y falta de sol. Mientras que la agricultura mediterranea se es- HISTORIA ECONOMICA MUNDIAL. 31 pecializ6 en aceites y vinos, la del Norte lo hizo en cereales. Los germanos utilizaban un arado con ruedas mas pesadas y que hacia surcos mds profundos. Esto cambis el sistema reemplazando la cua- dricula romana por largas lonjas de tierra con surcos profundos. Ello Mev a un tipo de trabajo en la tierra mas cooperativo (y que con- fundié a muchos pensando que se trataba de propiedad comtin) en el cual varios campesinos empujaban el arado tanto en su franja de tie- rra como en la del vecino. La siembra mas profunda y la mayor dis- ponibilidad de agua permiticron un sistema de rotacidn en tres par- tes que dejaba s6lo un tercio de la tierra en barbecho, lo que se re- “‘flej6 en un aumento de Ia produccién. La agricultura germanica re- quirid el desmonte y la limpieza de cnormes extensiones de bos- ques; los cultivos fueron parches aislados entre inmensos bosques. La sobreexpansi6n del Imperio, tras una etapa en que se habia desarrollado un importante comercio, divisién del trabajo y vida ur- bana, condujo a la formacién de una abultada burocracia civil y mi- litar que produjo un aumento de los gastos y de los impuestos que afectaron seriamente a los sectores populares. Ello llevé a la decli- nacién de la produccién y de la poblacién. Faltos de mecanismos de crédito, el fisco recurrié a una elevada imposicisn y al desbaste de Ja moneda. Esa situacién condujo a la crisis generalizada que dejé a Roma indefensa frente a la invasion y conquista de las tribus germa- nicas. Il, EL REGIMEN SENORIAL. EL FEUDALISMO LA CRISIS EUROPEA. El periodo que siguid a la cafda del Imperio 486 d. C.- se ca- racteriz6 por una persistente declinacién econémica.!” La crisis ha- bia comenzado antes por causas que Ievaron a la caida del Imperio. Los nuevos reinos, que asimilaron las costumbres romanas —lombar- dos, francos, ostrogodos, visigodos— no Jograron recomponer el an- tiguo nivel de actividad ni las complejas redes que formaban la es- tructura politica y econémica del Imperio. Tras los reyes Merovin- gios, el intento de unificacién de Carlomagno fracasé después de su muerte, con una nueva parcelacién del pretendido sacro imperio. Los gobernantes vivieron aislados, en permanentes conflictos y gue- Tras, y amenazados desde afuera por vikingos magiares y musulma- nes, con invasiones que se generalizaron desde el siglo IX y, desde adentro, por sus propias disensiones en un sistema descentralizado que venja de las antiguas costumbres germanicas. Entre los romanos el uso de Ja moneda -el solidum de oro yel denario de plata— habfa sido bastante generalizado. La falta de fuen- tes de aprovisionamiento del metélico, a la cafda del imperio de Oc- cidente, y la inseguridad generalizada hicieron cada vez menos fre- cuente el uso de la moneda. De todos modos, los nuevos sefiores lombardos y francos trata- ron de utilizar las escasas monedas que quedaban de Ja €poca roma- na, incorporando sus propias efigies en las reacufaciones. Segtin Pirenne, las invasiones barbaras no causaron una dis- rupci6n importante en la vida del Imperio, ya que los barbaros se asimilaron a la vida y a las costumbres romanas y el comercio con- tinud como antes, Fue, en cambio, la invasidn del Islam, a partir del siglo VII y su definitivo dominio del Mediterraneo, lo que dividid ese mundo en Oriente y Occidente, produciendo una tremenda cri- sis del comercio y de las ciudades y dejando la vida de Europa oc- cidental centrada en el Norte y no en el Mediterraneo, como en la época romana. La declinacién de las ciudades, el peligro de las rutas, la cafda del comercio y la casi desaparicién del circulante Hevé a que la vi- HISTORIA FCONOMICA MUNDIAL 33 da social y econémica se aislara cada vez mas y se limitara a nticleos reducidos. Por otro lado, los campesinos vivian con la amenaza per- manente de ver arrasados sus cultivos y robadas sus cosechas por salteadores 0 fuerzas armadas que recorrfan reiteradamente ese mundo en caos. Hacia los siglos VIII y IX de nuestra Era, la Europa occidental pasaba por una profunda crisis, con las invasiones y las amenazas de los vikingos (norsemen desde el norte, los sarracenos desde el sur y los magiares desde el este). El Mediterraneo, el mare nostrum de los romanos, habja pasado a ser de los musulmanes. La inseguridad ge- neral se agravaba frente a la proliferacién de piratas en el mar y de las bandas que, aprovechando la falta de defensa de las poblaciones aisladas, asaltaban a viajeros y campesinos. El comercio, que habia logrado una importante evolucién en el mundo mediterraneo, habia decafdo debido a la inseguridad y, perdida la vfa maritima, al eleva- do costo de transporte terrestre. Las ciudades romanas, salvo las que continuaban vinculadas al Imperio de Oriente como Venecia con Bi- zancio, habian declinado notablemente. Parecfa que cl mundo occidental, cuya poblacién estaba com- puesta mayormente de campesinos que no tenfan armas ni sabfan cémo usarlas, no podia oponer defensas a experimentados guerreros a caballo que asolaban los campos. La defensa exigié una primera divisién del trabajo. El mante- nimiento del caballo en las condiciones de la agricultura de enton- ces era costoso, por lo que sélo lo podfan tener quienes tuvieran grandes extensiones de tierra y mayores recursos. Por otra parte, s6lo los que posefan caballos podian hacer frente a los invasores. Una circunstancia adicional les dio una ventaja: la utilizacién del estribo, que permitid el uso de la lanza. Las sociedades estuvieron dispuestas a pagar un precio mayor a quienes tuvieron esas venta- jas y se especializaron en la defensa contra los invasores y saquea- dores internos. Pero gcémo se podfa armar un ejército si los reyes no tenfan re- cursos ni tampoco dinero? Efectivamente tenfan muy poco dinero y escasa capacidad para recaudar tributos de sus stibditos pero, en cambio, tenfan tierras. Pa- ra disponer del servicio de hombres armados les concedieron feudos ‘Ly 6 AiojsiH (eAojpoyy Jo syy UiNbuag oUy “APOATON UNO ‘aiven.s“t°4 dow pigeiyBy ep oyeNW, ( fasassyee ac ea ita ae 9p O}eIIWU Ww euebing ap oyeueyy oouel4 ouedu sary ap ) opedowy sooun I: A BBO, ap ( I~) sarebing \ ) 4 po.cbroy 2p| opediouug HISTORIA ECONOMICA MUNDIAL we a (fief), con la obliga riodos anuales de cuarenta dias. En primer lugar, cedieron grandes extensiones a sefiores que asumian la responsabilidad de levantar una fuerza militar. Estos, a su vez, las concedieron a otros sefiores menores que integrarfan sus ejércitos. El acto por el que se otorgaban las concesiones —que esta- blecia el contrato de vasallaje— consistfa en una ceremonia en la que el vasallo rendfa homenaje al sefior mayor y, a su vez, quedaba in- vestido con un feudo. Dada la concesién de tierra por parte del se- for, y la promesa de lealtad por parte del vasallo, Ia relacidn entre ambos involucraba, esencialmente, reciprocidad2" En Feudal So- ciety, Marc Bloch define el vasallaje como una relacién de subordi- naci6n en la que hay “un hombre que es de otro hombre (...), uno de- seoso de servir y el otro ansiando que lo sirvan”, es decir, como una relacidn dual que implica dependencia y protecci6n.?? La tierra se otorgaba entonces en concesiGn, no en propiedad absoluta; se detentaba su posesién y uno era propietario de los fru- tos que le extrajera, pero no podfa enajenarla. El rey conservaba un derecho eminente sobre ella y en determinadas circunstancias podia revocar la concesién. Los sefiores se reservaban parte de esa tierra; otra parte la cedian a campesinos, en tenencia, con la facultad de usar esos lotes para ellos, pero con la obligacién de trabajar varios dias de Ja semana en Ja tierra del sefior. Ese sistema de organizaci6n econémica, tal como se conocié en la Europa del Loire al Rhin, el Valle del Po y en Inglaterra, se denomin6 el régimen sefiorial (ma- nor). Aun cuando esta estrechamente vinculado no es lo mismo que ‘el Sistema feudal. Respecto a éste digamos que la organizacién po- litica feudal puso orden al caos de la Europa de entonces y permitid enfrentar con éxito las invasiones y estabilizarla hacia el siglo IX iniciando un siglo de paz.?3 North y Thomas dicen que “una organizacién econdmica efi- ciente es central para el crecimiento, ya que permite establecer arre- glos institucionales y derechos de propiedad que crean los incenti- vos necesarios para canalizar el esfuerzo individual en actividades que acercan el rendimiento privado al rendimiento social”. Y que “s6lo mientras cl mundo feudal fue esencialmente una economfa de no mercado, esa forma clasica de organizacién polftico-econémica ‘i6n de prestar un servicio militar al rey por pe- 36 fue efectiva. Cuando las condiciones externas apropiadas para el feudalismo y cl sistema del manor cambiaron, la naturaleza de estas dos instituciones fue modificada”.”* La organizacién sefiorial de la que nos ocuparemos en adelante permitié una eficiente asignacién de recursos y fue la base de la expansién medieval tardia del siglo X al XIII. EL REGIMEN SENORIAL El sefiorfo (manor) consistfa en vastas extensiones de tierras que comprendian las del sefior (demesne), las ticrras dadas a los campesinos (tenures), y una vasta reserva comin: tierras de pasto- reo, bosques, etc. Las relaciones entre ellos y la organizacién del tra- bajo surgfan de practicas consagradas por la costumbre.?> Existia un contrato implicito entre el sefior y el campesino regi- do por normas consuetudinarias. Aunque eran muy diversas y varia- ron en distintas épocas y lugares, el feudalismo establecia que el se- fior le brindaba al campesino proteccién y el uso de pequefios lotes de tierra de la que obtenia su producto, pero a su vez el campesino quedaba obligado a trabajar en las tierras del sefior varios dias en la semana. ZA qué se debid esta peculiar institucién, este tipo de organiza- cién de la produccién que se denomin6 sefiorio? Por un lado, a la necesidad de proteccién en un mundo donde reinaba la inseguridad. El campesino realizaba una actividad que duraba varios meses, empezando con la siembra y concluyendo con la cosecha. Iniciaba su trabajo siempre que se le aseguraran los de- rechos de propiedad sobre la cosecha que obtendrfa en el futuro. Las tierras de labranza se encontraban en planicies extendidas diffciles de defender y por ello eran susceptibles de ser saqueadas por ban- das armadas durante la cosecha. Antes de empezar a trabajar el cam- pesino necesitaba asegurarse, contar con el producto futuro de su trabajo. Las tierras eran abundantes, pero sin seguridad poco valian. Las tierras protegidas, en cambio, tenian un mayor valor. Por ello los campesinos trabajaban cerca de los castillos, donde la organiza- cién armada del sefior les brindaba proteccién y donde mas adelan- te se establecieron los burgos. EI seiior contaba con una cantidad considerable de tierras pero HISTORIA ECONOMICA MUNDIAL 37 estaba enfrentado a la escasez de trabajo. {Como lograr trabajo pa- ra obtener productos de esas ticrras? Tenia también un problema de comercializacién. ,C6mo intercambiar los productos de sus tierras? Las posibilidades —dice Mare Bloch?6-, limitadas por las cunstancias, cran: a) Usar el trabajo esclavo, pero la esclavitud ya estaba en deca- dencia en el mundo del gran latifundio romano. El esclavo requiere una inversién de capital relativamente importante y tiene el riesgo de la pérdida por muerte o huida. En ese caso la inversién se pierde. El costo de ese activo es el de su sustitucién por otro, costo que ha- bia aumentado debido a la disminucién de la oferta (entre otras co- sas por razones religiosas) y a la finalizacién de las expediciones de las legiones romanas que capturaban prisioneros para esclavizar. Ademis, el esclavo tenia pocos incentivos para cumplir adecuada- mente con sus tareas y el costo del monitoreo era grande. La escla- vitud era una inversidn de capital con bajo rendimiento. b) Pagar salarios a trabajadores libres. Ello suponfa, en situacio- nes de resultados inciertos, que el empleador cargarfa con todos los riesgos. A su vez, la falta de recursos monetarios lo hacia casi invia- ble. Esta circunstancia era similar al del arrendamiento en dinero. El arrendamiento en especie tampoco parecia conyeniente; de nada servia recibir el producto de los campesinos cuando no habia mer- cados donde colocarlo. c) Implementando un sistema de servidumbre. Es lo que North denomina el “input sharing”, el intercambio de insumos.2’ A pesar de la enorme desigualdad entre las partes hay un contrato implicito entre el sefior y los campesinos, donde los términos del intercambio resultan de la disponibilidad de los recursos de tierra y trabajo, el que quedé luego fijado en las costumbres del manor y perduré a lo largo de los anos, manteniéndose independiente de la evolucién de los recursos y de sus precios relativos. El contrato sefiorial ahorré costos de transaccién, ya que el campesino se ocupaba de su propia subsistencia (utilizando una fraccién de las abundantes tierras disponibles) y debfa trabajar en el manor determinados dfas de la semana, por lo cual el costo del con- trol de su trabajo en las tierras del sefior y su supervisién eran tam- bién menores. La institucién de la servidumbre gané eficiencia y 38 ROBERTO CORTES CONDE evité la necesidad de un gran esfuerzo por hacer cumplir (“enforce- ment’) y supervisar las tareas, dado que cumpliendo con un monto fijo de trabajo en las tierras del sefior —lo que permitia mantener cl autoabastecimiento de la economia manorial- el siervo tenia la ga- rantia de poder producir para si mismo durante el resto del tiempo, y esto, sumado a la proteccién que recibfa, generaba incentivos pa- ra cumplir con el contrato.*6 E] sistema scfiorial surgié de dos vertientes distintas: la de cam- pesinos esclavos, los ocupantes de los viejos latifundios, que son li- berados ya que conviene mis al sefior que trabajen como siervos (se exime de proveer a su subsistencia e invertir capital en el esclavo con los riesgos emergentes) y a quienes el sefior da casa (el “hut”) y tierra, y la vertiente de los campesinos libres que, presionados por la inseguridad y las cargas de todo tipo, se encomiendan al sefior en busca de proteccién y le ceden su tierra (que se les devuelve en te- nencia) y su trabajo a cambio de ello. Nadie tiene un derecho de propiedad exclusivo sobre la tierra que no pueda enajenarse y sdlo se transfiere de generacién en gene- racién de acuerdo con las normas consuetudinarias. La tenencia también se hereda basada en las mismas costumbres del manor. El sefior tenfa un derecho exclusivo a la caza en las tierras comunes y cobraba otras contribuciones, como el derecho al horno, etc. LA EVOLUCION DEL REGIMEN SENORIAL La organizaci6n politico-militar que surge del feudalismo esta- bilizé las fronteras europeas y dio mayor seguridad doméstica. La organizaci6n econémica basada en el seforio permitid e] uso mas eficiente de los recursos. Un orden nuevo sucedié al caos y la depre- dacién, la produccién crecié y con ella la poblacién. A partir del si- glo X hasta el XII, Europa occidental pasé por un largo periodo de expansién econémica. Segtin North y Thomas, fue “el crecimiento sostenido de la po- blaci6n el elemento dindmico que dio fmpetu, crecimiento y desa- rrollo durante la Alta Edad Media’”.?? Cuando la poblacién crecié, las tierras antiguas ya no provefan suficientes alimentos para el ma- yor nimero de habitantes y existié presién y demanda por nuevas tierras. Comenzaron a limpiarse las zonas anegadas, los pantanos; se HISTORIA ECONOMICA MUNDIAL 39 desmontaron los bosques y se pusicron en produccién areas no tra- bajadas. Por otra parte, se dio un desplazamiento poblacional hacia zonas mas distantes y comenz6 a ocuparse una nueva frontera. Fue- ron los monasterios, las tierras administradas por 6rdenes religiosas, los que lideraron este movimiento hacia las tierras nuevas. Mientras al aumentar la poblacién el trabajo ya era abundante, los sefiorfos nuevos competian por una mano de obra que les era indispensable para establecerse. En ellas, las Villas Nuevas.*" la competencia de- terminé mejores condiciones para los campesinos terminando la re- laci6n que los ataba a la tierra. Pero el desplazamiento a nuevos territorios, en los que existfan otras condiciones, importé ya una diferenciacién en las antiguas economias autosuficientes y permitid la realizacién de cierto comer- cio entre ambas. Gracias a la mayor seguridad en los caminos se rea- nud6, lenta pero sostenidamente, el comercio entre regiones, Ciuda- des que habian cafdo en la temprana Edad Media se recuperaron por su proximidad a las rutas que seguian los comerciantes y daban re- fugio a quienes se atrevian a salir del antiguo aislamiento. Con el re- surgimiento del comercio empez6 también la mayor utilizacién del dinero, limitado por la enorme variedad de especies monetarias de- preciadas que habjan quedado desde el perfodo romano y por nue- vas y devaluadas acuiiaciones. E] solidum romano casi no se cono- cfa aunque la moneda de oro siguid usandose principalmente en el Imperio Bizantino y en los paises musulmanes, donde quedaban las fuentes proveedoras de oro; la moneda de plata, cl denario, mantu- vo una denominacién muy similar en casi todo occidente (penny, pfenning, denier, denario) aunque con contenidos metalicos, alea- ciones y valores muy distintos. Es decir, el aumento en la disponibilidad de trabajo y de tierras, el incremento en el comercio y el uso del dinero alteraron las con- diciones econémicas que habian hecho del régimen sefiorial una or- ganizacidn econémica eficiente. North y Thomas dicen que “el cre- cimiento poblacional y la colonizaci6n de tierras Hev6 a un aumen- to en la diversidad de los factores de produccién. En consecuencia, las ganancias del comercio crecieron, y al hacerlo surgid la necesi- dad ide cambiar los derechos de propiedad por otros que tuviesen v. Ia de Tos limites del manor”. 40 Ropero Cortés CONDE Sin embargo, cuando crecié la poblacién y hubo escasez de tie- rras, los rendimientos decrecientes del trabajo sobre cantidades fijas de tierra llevaron a un empeoramiento de las condiciones de vida ge- nerando pestes y hambrunas, amenazando la dimensién de la socie- dad.*? El movimiento poblacional se detuvo cuando las tierras falta- ron. A partir del siglo XII ocurrieron retrocesos, despoblamiento, tierras desocupadas, y cambié significativamente la relacién de re- cursos: nuevamente el trabajo escase6 en relacién con las tierras. Esto tuvo consecuencias importantes sobre las cambiantes dota- ciones de los factores de producci6n y requirié nuevos acuerdos ins- titucionales que los tomaron en cuenta. Cuando cambia la disponi- bilidad de los factores, cambian sus relaciones de intercambio. Esto exige nuevos acuerdos institucionales para modificarlos. La economia sefiorial regida por normas consuetudinarias era poco flexible a esos cambios ya que las costumbres del manor ha- bian dejado congelados los términos de intercambio. Sin embargo, cuando aumentaba la poblacién, la tierra empezaba a escasear, y dis- minuia la productividad marginal del trabajo, al terrateniente no le convenfa tener congelados los anteriores términos de intercambio y pretendfa lograr nuevos acuerdos que le fueran mas favorables y que tomaran en cuenta las nuevas circunstancias. La falta de precios en mercados muy incipientes e imperfectos lo Hevaba a recurrir a la in- terpretaci6n de antiguos privilegios aumentando las cargas a los campesinos por derechos feudatarios, uso del molino, horno de pan, etc. Esto perjudicaba a sus campesinos y despertaba resistencias y numerosos conflictos, a veces armados. Por otro lado, cuando la poblacién declinaba, después de pestes como las del siglo XIV, volvia a cambiar la relacién de recursos y el trabajo se volvia escaso. Entonces los campesinos buscaban mejorar su posicin tratando de que no se aplicaran esos derechos feudata- rios. Esto fue parte de una larga historia de conflictos y luchas so- ciales en e] Viejo Mundo. Las costumbres del manor no favorecfan acuerdos instituciona- les flexibles que respondieran a los cambios en la disponibilidad de recursos, por lo cual los nuevos arreglos surgicron de manera muy gradual y retrasada respecto a las modificaciones que se habfan pro- ducido en la dotacién de los recursos. HISTORIA ECONOMICA MUNDIAL 41 Cuando aumentaron Jos inter y_se formaron mercados go. deu una renta en dinero ° en especie —que en ‘Tas condiciones pre- vias del mundo fragmentado no habian sido posibles— y no por un pago en prestaciones de trabajo como habia quedado establecido en el sistema de servidumbre. La ampliacion de Tos mercados hizo po- sible los ajustes en un sistema ‘a sefiorial que S por no adecuarse a las cambiantes “condiciones sy que por ello fue -gradualm mplazado por el de mercado. Enel siglo XIV, a al caer la poblacién y contraerse los mercados, resurgié en cierta medida la tendencia al autoabastecimiento, pero “los cambios en los sistemas feudal y manorial -resultado de la ex- pansion poblacional y comercial, y de los cambios en la tecnologia y en los métodos de cultivo- habfan sido irreversibles”.>> Si bien la ecuaci6n de intercambio nuevamente puso al trabajo en escasez res- pecto de la tierra, ya la aparicién del mercado habja reducido los costos de transaccién. En las nuevas circunstancias, ademas de re- tornarse a una tendencia hacia el autoabastecimiento, se formaron barreras y guildas en contra de la competencia externa para proteger los mercados que habian sobrevivido. Ill. LA EXPANSION EUROPEA DE LOS SIGLOS XI AL XIV. LA REVOLUCION COMERCIAL EN EL SIGLO XIII LA EXPANSION TERRITORIAL, Desde el siglo XI la economia curopea estuyo en una expansion que no se detuvo hasta el siglo XIV, salvo en circunstancias especia- imultaneamente, crecié Ia poblacién y surgicron nuevos asen- tamientos en regiones anteriormente desocupadas. Ya nos hemos re- ferido al importante desplazamiento de las fronteras hacia el norte, cleste y el Mediterraneo. La nueva organizacion feudal permitié no sélo detener las inva- siones de musulmanes (en Constantinopla en 717 y en Poitier en 732) y las irrupciones de nérdicos (vikingos) y magiares (hunos), si- no también iniciar la recuperacién de muchos territorios de Europa y avanzar hacia el norte de Africa. A la larga reconquista de Espafia se sum6 la vuelta hacia el Mediterraneo con la recuperacién de Cér- cega, Cerdefia y Sicilia, que fue tomada por los normandos. Desde el siglo XF*, las cruzadas_ayudaron a que los estados cristianos do- minaran el Mediterréneo.* En cl norte y este, los asentamientos de los vikingos que abandonaron la piraterfa se convirtieron en merca- dos de comerciantes, levando a cabo un dindmico flujo comercial entre el Baltico y el Mar del Norte. El sector social mas dindmico durante este periodo fue el de los comerciantes; cllos fueron los principales promotores del cambio.3® En una Europa mds extendida y en la que se desplazaba la po- blacién, cobraron importancia nuevas regiones que tuvieron un ac- tivo comercio entre ellas. En el sur de Europa, las ciudades de Italia del norte (Venecia, Milan, Génova y Florencia); en el norte, Flandes, en la recorrida por el Escalda hasta la desembocadura del Rin y toda la regién que com- prendia su largo valle. “Existe una analogfa entre el Mediterréneo clasico y el ‘Mediterréneo del Norte’ (el Mar del Norte y el Mar Bal- tico) no sdlo a nivel fisico, sino también a nivel de los procesos his- que llevaron a que Italia y Alemania predominaran en el co- mercio en una y otra regién.”37 HISTORIA ECONOMICA MUNDIAL 43 LAS RUTAS Y LAS REGIONES Esas regiones tenfan un tréfico continuado que recorria rutas maritimas y terrestres; de Estas, algunas volvieron a reconstruirse después de los siglos de aislamiento, otras fueron nuevas. Se volvié a navegar el Mediterraneo cuando se expulsé a los musulmanes que lo habian controlado. Mas adelante se fue hacia el Atldntico para Ie- gar al Cantabrico y al Mar del Norte. Por tierra, los comerciantes re- corrieron largas y azarosas rutas que los Ilevaron desde el norte de Italia por los pasos de los Alpes bordeando el Rin, o desde el Sur de Francia hasta la zona de la Champagne, Saint-Denis, cuyos caminos terminaban en las ricas zonas productoras de Flandes. Desde alli otras rutas marftimas conducian las mercaderfas a Inglaterra al oes- te, 0 al Baltico en el este, para internarse nuevamente por tierra en las estepas rusas, alcanzar el Volga y bordearlo hasta Hegar al Sur, a importantes asentamientos comerciales como los de Novgorov. Los PUERTOS El tréfico comercial requeria asentamientos a lo largo de las ru- tas, etapas en la larga travesfa o lugares de intercambio con otros co- merciantes que segufan otros destinos. En algunos casos se hicieron cerca de los rios 0 en sus desembocaduras en el mar, donde cobra- ban mayor importancia —asi ocurrié en Venecia 0 los puertos del Amalfi, Génova, Marsella 0 Barcelona, que ganaron importancia a medida que se rehicieron las rutas mediterraneas—. En otros casos, se establecieron en puntos estratégicos en las rutas terrestres, pasos de montafia 0 cruces de caminos, que también se Ilamaron puertos (porque era el paso de un lugar a otro). Esos puertos fueron el centro de una vida comercial muy dind- mica y evolucionaron como ciudades importantes. Su desarrollo fue parte de un fenémeno de recuperacin de la vida urbana. LAS CIUDADES. LA RECUPERACION URBANA En general, las ciudades se formaron junto a las rutas. Unas existian desde la época romana aunque habfan quedado relegadas por siglos, mientras el comercio en expansidn les dio nueva vida. Otras se fueron construyendo con el tiempo. Algunas tuvieron su origen en el asentamiento de las poblaciones rurales cerca de los 65 °d “70 go ‘Apongoy woo “owong Zz", edeW seanosy wen 010 eg 2, SSRUPOS Sy ELDUEW(, —_ pepieg | x O yf cocdayy °. ,0=0) S ‘UBDEWEY §2 eindoquy ‘seuquersq: , sony Y eidouyueysuog Z saps LY BY, 2 HISTORIA ECONOMICA MUNDIAL 45 castillos, donde éstas se refugiaban en caso de guerra o invasion y donde también se realizaban las miiltiples transacciones locales. Pe- ro las ciudades recuperadas 0 las nuevas fueron muy distintas de las antiguas civitates romanas y de las catedrales y fortalezas (castros medievales), Mientras que en unas la vida politica (el foro, la plaza ptiblica) o la vida religiosa o militar (en el medioevo) fue el centro de su actividad, en este caso lo que dio vida a esas ciudades fue el comercio. Y apareci6 entonces un personaje también nuevo que fue el ac- tor central de esta nueva historia: el mercader. Mientras que los grandes propietarios y hombres de armas fueron los principales pro- tagonistas del periodo feudal, ya culminando la Edad Media el pa- pel protagénico fue el de los comerciantes; ellos fueron los agen del cambio en un mundo qué que | todavia esta estaba centrado en la propic- dad de la tierra y en Ia vida religios Dice Postan que “Si bien histérica y l6gicamente, no hay cone- xi6n inevitable entre la expansién comercial y el desarrollo urbano, hacia fines de la Edad Media el surgimiento de las ciudades sf fue necesario para el comercio”. {Por qué? Porque las condiciones de la sociedad feudal hubiesen dificultado que el] comercio quedara en manos de la clase rural; que ésta, al mismo tiempo, siguiera ocupan- dose de sus obligaciones de produccién, y que finalmente el comer- cio se expandiera como lo hizo. Las ciudades instalaron el marco le- gal y polftico necesario para que los mercaderes pudicran comerciar profesionalmente durante todo el afio, no estando sujetos a los 6rde- nes feudales que restringfan la libertad de movimiento y la libertad para concluir contratos.** Las ciudades entonces no sdlo tendrian funciones diferentes; necesitarfan de un marco institucional distinto que asegurara las transacciones comerciales. Para que el comercio fuera fluido, serfa necesario garantizar los derechos de propiedad y cso requeriria que los involucrados en el intercambio tuvieran plenas facultades para disponer de sus bienes y de su trabajo, es decir que fueran hombres libres. Mientras que los artesanos 0 comerciantes en cl mundo roma- no eran esclavos, los habitantes de las ciudades (los ciudadanos) fueron hombres libres. La residencia dentro de las murallas de la ciudad garantizaba esa libertad, que fue obtenida por concesiones de 46 Roberto Cortés CONDE los monarcas 0 de los sefiores en estatutos que negociaron las ciuda- des a cambio de impuestos que pagaron. Es que tanto los viajes a lo largo de las rutas como la vida en las ciudades fueron permitidos y su seguridad garantizada por los sefio- res, pues esas concesiones se daban a cambio de importantes ingre- sos. La reactivacién del comercio no sdlo beneficié a quienes parti- ciparon de é1 sino a los monarcas y propietarios territoriales por me- dio de los peajes ¢ impuestos que cobraron. Lo que en un principio habian sido centros de reunién para mer- caderes trashumantes se fueron convirtiendo en asentamientos se- dentarios de comerciantes y artesanos, que ya no colocaron sus tien- das sino que pasaron a construir viviendas y negocios permanentes, habitualmente cerca de quienes hacfan lo mismo, por lo que sus pro- fesiones dieron nombre a numerosas calles. Una nueva tecnologfa militar fue dando mayor independencia a las ciudades. Mientras que la caballeria no pudo ser desafiada por hombres de a pie en los campos abiertos, y los castillos eran forta- lezas inexpugnables, con la aparicién de los arcos y la ballesta los humildes burgueses de las ciudades pudieron desafiar a los terribles ejércitos de los sefiores y los echaron desde las murallas urbanas, como en el caso de Barcelona en el siglo XIV. Mas alld de las ciu- dades, el uso de las picas en el campo abierto puso fin también al largo dominio de la caballeria en el mundo medieval. La vida comercial en las ciudades requeria de algo mas. Por un lado la necesidad de dejar constancia de los contratos requeria saber leer y escribir. Junto a los comerciantes habia siempre un escriba le- trado (clerk), aunque los mercaderes generalmente eran alfabetos. Pero ademds habia que dirimir los conflictos entre los comerciantes. Se fueron estableciendo tribunales oficiosos que, basados en las cos- tumbres y prdcticas, fallaban en los muchas veces complejos proble- mas ~principalmente relacionados con el cumplimiento de contratos y el pago de deudas— que se les sometian. LAS FERIAS Pero el comercio no sdlo se desarrollé en las zonas aledajias a las ciudades. Los comerciantes que viajaban desde el norte y sur de Europa solfan reunirse una o varias veces al afio, generalmente en HisTORIA ECONOMICA MUNDIAL 47 ocasi6n de alguna celebracién religiosa, en algunos lugares que, por su posicién geograficamente estratégica y porque en ellos se goza- ba de mejores garantias, eran los mas apropiados para realizar inter- cambios de mayor magnitud y regularidad. Las ferias de Champagne, en la regién cercana a Paris, tuvieron un rol predominante en el comercio europeo durante los siglos XII y XIII; se reunian seis veces por afio y se convirticron en un punto de encuentro entre el sur y norte de Europa. Alli, los condes de Champagne mantuvicron firmemente su compromiso de asegurar la libertad y los derechos de propiedad y obtuvieron con ello pingties beneficios. La seguridad y la libertad fueron requisitos indispensa- bles para que floreciera el comercio Debido a la variedad de productos que surgfan del encuentro entre comerciantes de las mas diversas regiones, gracias a las con- diciones de libertad y seguridad en las ferias, hubo un creciente in- tercambio de bienes. En general, los comerciantes recorrian largas distancias para legar a las ferias, y para disminuir sus costos lleva- ban muestras y no todo el stock de los productos que vendfan.*? Asi, otros que quisicran adquirir sus productos establecian contratos con ellos donde figuraban las condiciones de cantidades y precios del acuerdo entre ambos. “Las ferias no s6lo se convirtieron en mercados internacionales de bienes sino también de capitales; brindaron un punto de encuen- tro para desarrollar un sistema organizado de transacciones de cré- dito internacionales y de mecanismos de pago.”“” NUEVAS INSTITUCIONES Ya hemos dicho que el surgimiento del mercado se vio acompa- ftado de la reaparicién del dinero como medio de pago generalmen- te aceptado. Los mercaderes, principalmente los italianos del sur y los flamencos del norte, cambiaban productos y al finalizar la feria saldaban sus cuentas. Estos intercambios eran posibles porque se habia generalizado ya no sélo el uso del depreciado denario (penny 0 pfening) sino cl de las monedas de plata de mayor valor (cl gros- so) y las de oro, que finalmente volvieron a la circulacién, con el florin y el ducado veneciano. Durante el siglo XII, época conocida como la Reyolucién Co- 48 ROBERTO CORTES CONDE mercial, surgieron también otros instrumentos vinculados a la apa- ricién de otras formas de dinero que facilitaron los pagos y que con- tribuyeron a la formacién de un mercado de crédito. En las ferias se usaron los libros de los cambistas, en los que se registraban créditos y débitos, que sirvieron de medios de pago y fueron un incipiente instrumento de crédito. Luego aparecieron los banqueros, que colo- caban una tavola en la que realizaban los cambios. Surgieron, ade- mas, otros instrumentos como las letras de cambio, que se usaron como medio de pago en transacciones entre distintos lugares y que, luego, permiticron eludir la prohibicién de cobrar interés. Su contri- bucién inicial fue disminuir el riesgo y el costo de transportar dine- ro de un lugar a otro. Para distribuir los riesgos también surgieron los contratos de seguros —los de aventura maritima y los de sociedad (commenda y societas)-. EI siglo XIII estuvo Ileno de innovaciones institucionales que permitieron disminuir notablemente los costos de transaccién, pero lo que permitis cl aumento del intercambio —muy especialmente el realizado a gran escala en las ferias— fue la generalizacién de un me- canismo de precios, por la informacién que se generaba y se difun- dia a variados lugares. Sdlo cuando los intercambios eran de una magnitud importante y se tenia informacién sobre ellos funcionaba un sistema de precios, que fue probablemente el hecho institucional mas relevante de este perfodo. Los comerciantes llevaban de un lu- gar a otro el conocimiento de los precios que se transaban en las fe- rias y éstos terminaban us4ndose como precios indicativos en otras plazas. Lenta pero sostenidamente empezo a funcionar el mecanis- mo de arbitraje, que descontando las distancias y costos de transpor- te fue haciendo converger los precios. EL DINERO Hemos visto que durante la Baja Edad Media habia declinado el uso de la moneda. Los descubrimientos de minas de plata en el sur de Alemania junto con el aumento del comercio se tradujeron en una mayor utilizacién del dinero. Desde el siglo X practicamente s6lo circulaban monedas de pla- ta cuyo peso y aleacidn variaban considerablemente. El derecho a acufiar moneda (y con ello a cobrar su costo y un HISTORIA ECONOMICA MUNDIAL, 49 pequefio derecho adicional) fue cedido en gran parte a los sefiores feudales.*! Desde el imperio carolingio se busc6 poner orden a las miultiples acufiaciones de moneda, pero -como sucede también en otros casos— las divisiones posteriores hicieron que continuaran existiendo acuiiaciones muy diversas, aunque cn la mayor parte de la Europa occidental -salvo en Espajia— siguieron el sistema caro- lingio con la unidad, el denario. El uso cada vez mas frecuente del dinero permitié aumentar las transacciones y ampliar los mercados. Monedas de plata ingle- sa (esterlinas) se encontraron en Alemania, monedas alemanas en Francia. Los comerciantes encontraron en las ferias una oportuni- dad no sdlo para intercambiar bienes, sino también para intercam- biar monedas que, al igual que los bienes fisicos, tenfan en el mer- cado un precio por unidad (equivalente a cierta cantidad de otra moneda).*? El derecho concedido a varios sefiores feudales fue restringido cuando en el siglo XII San Luis, rey de Francia, decret6 que en to- do el territorio del reino sélo la moneda de plata acufiada por el rey tendrfa curso legal, quedando reservado el uso de las monedas senio- riales a la jurisdiccién de cada feudo. Los reyes buscaron concentrar en la corona la facultad de acufar, la que —junto con otras, como la de cobrar peaje en las rutas— habia cedido a los sejiores territoriales. Es que la facultad de acufiacién conllevaba el beneficio de percibir, junto con una compensacién por el costo en que se incurria en ha- cerlo, un pequefio derecho que cobraba el sefior. Esto formaba par- te de los recursos del sefiorio (“seforeaje”) que e] monarca intenta- ba capturar, En el siglo XII el papa Inocencio IV habja sostenido la legitimidad de ese derecho (tributo), siempre que se contara con el consentimiento de los stibditos. La MONEDA DE CUENTA. Ademias de la moneda “real”, la que se usaba para pagar, exis- tia otra que se usaba con el propésito de llevar las cuentas. Estas uni- dades de monedas de cuenta eran monedas imaginarias. Sin embargo, cuando los reyes comenzaron a Ilevar registros contables y hubo un mayor uso del crédito, la moneda de cuenta ad- quirié mayor importancia ya que se utiliz6 para registrar las deudas. 68 °d “19 "qo Aoenaoy1 ule euany “EL edeW PISIEH 8p oreyy29, a ojeueyng ‘agent 2 edon RO uenresa 29 J Oded” TUES ED

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