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NOVENA

A SAN JOSÉ
¿CÓMO REZAR UNA NOVENA?
Haz una pausa en tú día y ofrece un momento de
oración por nueve días para encomendarte a San
José. No hay hora específica, puede ser al
despertarte, durante el día o antes de dormir.

Puedes ayudarte poniendo alguna alarma como


recuerdo o simplemente viendo los instastories
de @uncorazonquearde

Empieza por la oración inicial, después reza la


oración que corresponda a ese día, date un
momento para reflexionar y termina con la
oración final

El 19 de marzo se celebra la fiesta de San José,


pídele que durante esta novena interceda por ti y
te ayude a acercarte más a su hijo, Jesús. Al
final de cada oración agregamos algunos
pensamientos y preguntas que pueden servirte
para reflexionar durante el día.

Bendito San José,


protege a las familias y aumenta nuestra fe
DÍA UNO
REFLEXIÓN DEL DÍA
La fe de San José
REFLEXIÓN DEL DÍA
La fe es una virtud sobrenatural que nos inclina
a creer todo lo que Dios ha revelado y la Iglesia
nos propone. Es la virtud sobre la que se apoyan
todas las demás virtudes, pues sin ella no
participamos de la vida de la gracia.
San José creyó con una fe tan viva que sólo la
Santísima Virgen pudo aventajarlo. Toda su vida
fue verdaderamente una vida de fe, un acto
continuo de fe.

Este día ofrécele a San José tu oración por la fe


del mundo, por la de los jóvenes, por los
enfermos y por tu fe.

Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros


enemigos, líbranos Señor Nuestro.
En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu
Santo.

Amén.
ORACIÓN INICIAL
Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María.
Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien
el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar,
regir y defender en la tierra la Sagrada Familia;
protégenos también a nosotros, que
pertenecemos, como fieles católicos, a la santa
familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos
los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo
los auxilios espirituales para la vida eterna.

Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la


de no cometer jamás ningún pecado mortal,
principalmente contra la castidad; la de un
sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de
una buena muerte, recibiendo bien los últimos
Sacramentos. Concédenos además la gracia
especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Pide con fervor y confianza la gracia que deseas


obtener y pasa a rezar la oración del día
correspondiente.
ORACIÓN DEL DÍA
Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya
fiel custodia fueron encomendadas la misma
inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las
vírgenes María; por estas dos queridísimas
prendas Jesús y María, te ruego y suplico me
alcances, que preservado yo de toda impureza,
sirva siempre castísimamente con alma limpia,
corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María.
Amén.

ORACIÓN FINAL
Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya
fiel custodia fueron encomendadas la misma
inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las
vírgenes María; por estas dos queridísimas
prendas Jesús y María, te ruego y suplico me
alcances, que preservado yo de toda impureza,
sirva siempre castísimamente con alma limpia,
corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María.
Amén.

Jesús, José y María


os doy mi corazón y el alma mía.
Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.
Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

ANTÍFONA
Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública,
cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de
José.

V. San José, ruega por nosotros.


R. Para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de Jesucristo.

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste


escoger al bienaventurado José por Esposo de tu
Madre Santísima; concédenos que, pues le
veneramos como protector en la tierra,
merezcamos tenerle como protector en los
cielos. Oh Dios que vives y reinas por los siglos
de los siglos.

Amén.
DÍA DOS
El fervor de San José
REFLEXIÓN DEL DÍA
El fervor es la prontitud de la voluntad en el
servicio de Dios. San José, siervo bueno y fiel,
siempre vivió y trabajó por hacer con perfección
y diligencia la voluntad de Dios, aunque le
ocasionará grandes sacrificios. Los que aman
como San José están dispuestos a sacrificar
todo cuanto el Señor les pida.

Este día ofrécele a San José un sacrificio por las


familias, por la paz del mundo, por los corazones
de los jóvenes que no te conocen y por los
anhelos de tu corazón.

Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros


enemigos, líbranos Señor Nuestro. En el nombre
del Padre, del hijo y del Espíritu Santo.

Amén.
ORACIÓN INICAL
Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María.
Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien
el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar,
regir y defender en la tierra la Sagrada Familia;
protégenos también a nosotros, que
pertenecemos, como fieles católicos, a la santa
familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos
los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo
los auxilios espirituales para la vida eterna.

Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la


de no cometer jamás ningún pecado mortal,
principalmente contra la castidad; la de un
sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de
una buena muerte, recibiendo bien los últimos
Sacramentos. Concédenos además la gracia
especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Pide con fervor y confianza la gracia que deseas


obtener y pasa a rezar la oración del día
correspondiente.
ORACIÓN DEL DÍA
Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu padre
amado en la pobreza y desamparo de Belén, con tu
nacimiento, y con los cánticos de los Ángeles y
visitas de los pastores, así también te suplicamos
humildemente por intercesión de San José, que nos
concedas llevar con paciencia nuestra pobreza y
desamparo en esta vida, y que alegres nuestro
espíritu con tu presencia y tu gracia, y la esperanza
de la gloria.

ORACIÓN FINAL
Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel
custodia fueron encomendadas la misma inocencia de
Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por
estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te
ruego y suplico me alcances, que preservado yo de
toda impureza, sirva siempre castísimamente con
alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a
María. Amén.

Jesús, José y María


os doy mi corazón y el alma mía.
Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.
Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

ANTÍFONA
Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública,
cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de
José.

V. San José, ruega por nosotros.


R. Para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de Jesucristo.

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste


escoger al bienaventurado José por Esposo de tu
Madre Santísima; concédenos que, pues le
veneramos como protector en la tierra,
merezcamos tenerle como protector en los
cielos. Oh Dios que vives y reinas por los siglos
de los siglos.

Amén.
DÍA TRES
El amor de San José al prójimo
REFLEXIÓN DEL DÍA
El amor con que amamos a Dios y el amor con que
amamos el prójimo es un solo amor: son dos
ramas de una misma raíz porque si al prójimo no
le amamos por Dios y con Dios, no le amamos con
amor verdadero.

El amor de San José a Dios es el mayor que se


puede encontrar después de la Virgen María; su
amor al prójimo, por tanto, es también el mayor
después del de la reina del cielo.

Este día ofrécele a San José una oración


especialmente por los corazones del mundo, por
los que te han lastimado en algún momento y
porque tu corazón siempre continúe amando al
prójimo.

Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros


enemigos, líbranos Señor Nuestro. En el nombre
del Padre, del hijo y del Espíritu Santo.

Amén.
ORACIÓN INICIAL
Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María.
Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien
el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar,
regir y defender en la tierra la Sagrada Familia;
protégenos también a nosotros, que
pertenecemos, como fieles católicos, a la santa
familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos
los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo
los auxilios espirituales para la vida eterna.

Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la


de no cometer jamás ningún pecado mortal,
principalmente contra la castidad; la de un
sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de
una buena muerte, recibiendo bien los últimos
Sacramentos. Concédenos además la gracia
especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Pide con fervor y confianza la gracia que deseas


obtener y pasa a rezar la oración del día
correspondiente.
ORACIÓN DEL DÍA
Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu
amado padre en el doloroso misterio de la
Circuncisión, recibiendo de él el dulce nombre de
Jesús, así te suplicamos humildemente, por
intercesión de San José, nos concedas
pronunciar siempre con amor y respeto tu
santísimo nombre, llevarlo en el corazón,
honrarlo en la vida, y profesar con obras y
palabras que tú fuiste nuestro Salvador y Jesús.

ORACIÓN FINAL
Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya
fiel custodia fueron encomendadas la misma
inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las
vírgenes María; por estas dos queridísimas
prendas Jesús y María, te ruego y suplico me
alcances, que preservado yo de toda impureza,
sirva siempre castísimamente con alma limpia,
corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María.
Amén.

Jesús, José y María


os doy mi corazón y el alma mía.
Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.
Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

ANTÍFONA
Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública,
cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de
José.

V. San José, ruega por nosotros.


R. Para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de Jesucristo.

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste


escoger al bienaventurado José por Esposo de tu
Madre Santísima; concédenos que, pues le
veneramos como protector en la tierra,
merezcamos tenerle como protector en los
cielos. Oh Dios que vives y reinas por los siglos
de los siglos.

Amén.
DÍA CUATRO
La prudencia de San José
REFLEXIÓN DEL DÍA
La prudencia es la virtud que dirige todas las
cosas a buen fin. Ninguna virtud obra sin que
ella le ordene el modo y el tiempo en que debe
hacerlo. La prudencia sirvió de guía a san José
para llevar a cabo felizmente la misión del Señor
de ser custodio de Jesús y esposo de María, a
pesar de los grandes trabajos y contradicciones
que halló a su paso.

Este día ofrécele a San José tu corazón para que


lo convierta en una mejor versión y sea un
corazón siempre al servicio de su reino.

Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros


enemigos, líbranos Señor Nuestro. En el nombre
del Padre, del hijo y del Espíritu Santo.

Amén.
ORACIÓN INICIAL
Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu
padre amado de la pena que le causó la profecía
de Simeón, mostrándole el innumerable coro de
los Santos, así te suplicamos humildemente, por
intercesión de San José que nos concedas la
gracia de ser de aquellos para quienes tu sirves,
no de ruina, sino de resurrección, y que
correspondamos fielmente a tu gracia para que
vayamos a tu gloria.

Pide con fervor y confianza la gracia que deseas


obtener y pasa a rezar la oración del día
correspondiente.

ORACIÓN DEL DÍA


Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu
amado padre en el doloroso misterio de la
Circuncisión, recibiendo de él el dulce nombre de
Jesús, así te suplicamos humildemente, por
intercesión de San José, nos concedas
pronunciar siempre con amor y respeto tu
santísimo nombre, llevarlo en el corazón,
honrarlo en la vida, y profesar con obras y
palabras que tú fuiste nuestro Salvador y Jesús.
palabras que tú fuiste nuestro Salvador y Jesús.

ORACIÓN FINAL
Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya
fiel custodia fueron encomendadas la misma
inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las
vírgenes María; por estas dos queridísimas
prendas Jesús y María, te ruego y suplico me
alcances, que preservado yo de toda impureza,
sirva siempre castísimamente con alma limpia,
corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María.
Amén.

Jesús, José y María


os doy mi corazón y el alma mía.
Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.
Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


ANTÍFONA
Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública,
cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de
José.

V. San José, ruega por nosotros.


R. Para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de Jesucristo.

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste


escoger al bienaventurado José por Esposo de tu
Madre Santísima; concédenos que, pues le
veneramos como protector en la tierra,
merezcamos tenerle como protector en los
cielos. Oh Dios que vives y reinas por los siglos
de los siglos.

Amén.
DÍA CINCO
La fortaleza de San José
REFLEXIÓN DEL DÍA
La fortaleza es una firmeza de ánimo, una
presencia de espíritu, contra todos los males y
contrariedades. La vida de San José, después de la
de Jesús y María, fue la que mayores
contradicciones experimentó; debía ser también
varón fuerte. Belén, Nazaret, Egipto, demostraron
el heroísmo de la fortaleza del Santo, que sufrió
con constancia todos los dolores y trabajos de
su vida.

Este día ofrécele a San José por todas las


familias que pasan por momentos difíciles o
están siendo son fuertes por la pérdida de un ser
querido.

Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros


enemigos, líbranos Señor Nuestro. En el nombre
del Padre, del hijo y del Espíritu Santo.

Amén.
ORACIÓN INICIAL
Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu
padre amado de la pena que le causó la profecía
de Simeón, mostrándole el innumerable coro de
los Santos, así te suplicamos humildemente, por
intercesión de San José que nos concedas la
gracia de ser de aquellos para quienes tu sirves,
no de ruina, sino de resurrección, y que
correspondamos fielmente a tu gracia para que
vayamos a tu gloria.

Pide con fervor y confianza la gracia que deseas


obtener y pasa a rezar la oración del día
correspondiente.

ORACIÓN DEL DÍA


Oh benignísimo Jesús, así como tu amado padre te
condujo de Belén a Egipto para librarte del
tirano Herodes, así te suplicamos humildemente,
por intercesión de San José, que nos libres de los
que quieren dañar nuestras almas o nuestros
cuerpos, nos des fortaleza y salvación en
nuestras persecuciones, y en medio del destierro
de esta vida nos protejas hasta que volemos a la
patria.
de esta vida nos protejas hasta que volemos a la
patria.

ORACIÓN FINAL
Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya
fiel custodia fueron encomendadas la misma
inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las
vírgenes María; por estas dos queridísimas
prendas Jesús y María, te ruego y suplico me
alcances, que preservado yo de toda impureza,
sirva siempre castísimamente con alma limpia,
corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María.
Amén.

Jesús, José y María


os doy mi corazón y el alma mía.
Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.
Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


ANTÍFONA
Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública,
cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de
José.

V. San José, ruega por nosotros.


R. Para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de Jesucristo.

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste


escoger al bienaventurado José por Esposo de tu
Madre Santísima; concédenos que, pues le
veneramos como protector en la tierra,
merezcamos tenerle como protector en los
cielos. Oh Dios que vives y reinas por los siglos
de los siglos.

Amén.
DÍA SEIS
La pureza de San José
REFLEXIÓN DEL DÍA
San José fue custodio de Cristo Jesús, y
verdadero esposo de la más pura criatura, María
Madre de Dios. San José apareció a los ojos de
Dios adornado con tanta pureza que el Señor le
confió sus más grandes tesoros.

Con este ejemplo sublime de pureza. ¿No nos


animaremos a ser puros en pensamientos,
palabras y obras? Este día ofrécele a San José
una oración porque nuestros actos y obras
siempre sean con humildad, amor y entrega hacia
el que lo necesite.

Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros


enemigos, líbranos Señor Nuestro. En el nombre
del Padre, del hijo y del Espíritu Santo.

Amén.
ORACIÓN INICIAL
Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu
padre amado de la pena que le causó la profecía
de Simeón, mostrándole el innumerable coro de
los Santos, así te suplicamos humildemente, por
intercesión de San José que nos concedas la
gracia de ser de aquellos para quienes tu sirves,
no de ruina, sino de resurrección, y que
correspondamos fielmente a tu gracia para que
vayamos a tu gloria.

Pide con fervor y confianza la gracia que deseas


obtener y pasa a rezar la oración del día
correspondiente.

ORACIÓN DEL DÍA


Oh benignísimo Jesús así como tu padre amado te
sustentó en Nazaret, y en cambio tú le premiaste
en tu santísima compañía tantos años, con tu
doctrina y tu dulce conversación, así te rogamos
humildemente, por intercesión de San José nos
concedas el sustento espiritual de tu gracia, y de
tu santa comunión, y que vivamos santa y
modestamente, como tú en Nazaret.
ORACIÓN FINAL
Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya
fiel custodia fueron encomendadas la misma
inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las
vírgenes María; por estas dos queridísimas
prendas Jesús y María, te ruego y suplico me
alcances, que preservado yo de toda impureza,
sirva siempre castísimamente con alma limpia,
corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María.
Amén.

Jesús, José y María


os doy mi corazón y el alma mía.
Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.
Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

ANTÍFONA
Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública,
cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de
José.
V. San José, ruega por nosotros.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de Jesucristo.

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste


escoger al bienaventurado José por Esposo de tu
Madre Santísima; concédenos que, pues le
veneramos como protector en la tierra,
merezcamos tenerle como protector en los
cielos. Oh Dios que vives y reinas por los siglos
de los siglos.

Amén.
DÍA SIETE
La pobreza de San José
REFLEXIÓN DEL DÍA
Bienaventurados son los pobres de Cristo, que
viven desprendidos de los bienes de este mundo y
dan a sus hermanos aún de lo preciso. San José
tenía ante sí el ejemplo de María y el ejemplo de
Jesús, hijo de Dios, que para predicar el
desprendimiento y amor a la pobreza se hizo
pobre, teniendo por cuna un pesebre en su
nacimiento. Vivió pobre San José y dio de su
pobreza a los más necesitados.

Este día ofrécele a San José una oración porque


el amor sea prioridad en los corazones del
mundo y no permitan de la maldad entre a sus
corazones.

Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros


enemigos, líbranos Señor Nuestro. En el nombre
del Padre, del hijo y del Espíritu Santo.

Amén.
ORACIÓN INICIAL
Oh benignísimo Jesús, así como por seguir la
voluntad de tu padre celestial permitiste que tu
amado padre en la tierra padeciese el
vehementísimo dolor de perderte por tres días,
así te suplicamos humildemente, por intercesión
de San José, que antes queramos perder todas
las cosas y disgustar a cualquier amigo, que
dejar de hacer tu voluntad; que jamás te
perdamos a ti por el pecado mortal, o que si por
desgracia te perdiésemos te hallemos mediante
una buena confesión.

Pide con fervor y confianza la gracia que deseas


obtener y pasa a rezar la oración del día
correspondiente.

ORACIÓN DEL DÍA


Oh benignísimo Jesús, así como por seguir la
voluntad de tu padre celestial permitiste que tu
amado padre en la tierra padeciese el
vehementísimo dolor de perderte por tres días,
así te suplicamos humildemente, por intercesión
de San José, que antes queramos perder todas
las cosas y disgustar a cualquier amigo, que
dejar
dejar de hacer tu voluntad; que jamás te
perdamos a ti por el pecado mortal, o que si por
desgracia te perdiésemos te hallemos mediante
una buena confesión.

ORACIÓN FINAL
Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya
fiel custodia fueron encomendadas la misma
inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las
vírgenes María; por estas dos queridísimas
prendas Jesús y María, te ruego y suplico me
alcances, que preservado yo de toda impureza,
sirva siempre castísimamente con alma limpia,
corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María.
Amén.

Jesús, José y María


os doy mi corazón y el alma mía.
Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.
Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


ANTÍFONA
Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública,
cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de
José.

V. San José, ruega por nosotros.


R. Para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de Jesucristo.

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste


escoger al bienaventurado José por Esposo de tu
Madre Santísima; concédenos que, pues le
veneramos como protector en la tierra,
merezcamos tenerle como protector en los
cielos. Oh Dios que vives y reinas por los siglos
de los siglos.

Amén.
DÍA OCHO
La paciencia de San José
REFLEXIÓN DEL DÍA
La paciencia es una virtud que nos hace
sobrellevar con alegría y paz todos los males de
la vida por amor de Dios. Es necesaria la
paciencia para alcanzar el cielo; y no hay virtud
de más frecuente ejercicio desde que existe el
pecado. En la vida de san José hubo muchas
penas pero él padeció con paz, con alegría y
completamente resignado a la voluntad de Dios.

Este día ofrécele a San José una buena hacía con


tu prójimo y una oración porque en su corazón
reine la alegría que Dios.

Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros


enemigos, líbranos Señor Nuestro. En el nombre
del Padre, del hijo y del Espíritu Santo.

Amén.
ORACIÓN INICIAL
Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu
padre amado de la pena que le causó la profecía
de Simeón, mostrándole el innumerable coro de
los Santos, así te suplicamos humildemente, por
intercesión de San José que nos concedas la
gracia de ser de aquellos para quienes tu sirves,
no de ruina, sino de resurrección, y que
correspondamos fielmente a tu gracia para que
vayamos a tu gloria.

Pide con fervor y confianza la gracia que deseas


obtener y pasa a rezar la oración del día
correspondiente.

ORACIÓN DEL DÍA


OOh benignísimo Jesús, que en la hora de su
muerte consolaste a tu glorioso padre,
asistiendo juntamente con tu Madre su esposa a
su última agonía, te suplicamos humildemente,
por intercesión de San José, que nos concedas
una muerte semejante a la suya asistido de tu
bondad, de tu Santísima Madre y del mismo
glorioso Patriarca protector de los moribundos,
pronunciando
pronunciando al morir vuestros santísimos
nombres, Jesús, María y José.

ORACIÓN FINAL
Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya
fiel custodia fueron encomendadas la misma
inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las
vírgenes María; por estas dos queridísimas
prendas Jesús y María, te ruego y suplico me
alcances, que preservado yo de toda impureza,
sirva siempre castísimamente con alma limpia,
corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María.
Amén.

Jesús, José y María


os doy mi corazón y el alma mía.
Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.
Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


ANTÍFONA
Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública,
cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de
José.

V. San José, ruega por nosotros.


R. Para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de Jesucristo.

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste


escoger al bienaventurado José por Esposo de tu
Madre Santísima; concédenos que, pues le
veneramos como protector en la tierra,
merezcamos tenerle como protector en los
cielos. Oh Dios que vives y reinas por los siglos
de los siglos.

Amén.
DÍA NUEVE
La conformidad de San José con la
voluntad de Dios
REFLEXIÓN DEL DÍA
Todos tenemos absoluta necesidad de esta santa
virtud, pues con ella nuestra vida se hace un
cielo y sin ella se vuelve un infierno. San José,
modelo acabado de todas las virtudes, lo es
especialmente de la conformidad con la voluntad
de Dios. Toda su vida sembrada de alegrías y de
penas, es escogido por Dios Padre para que
hiciese sus veces en la Sagrada Familia, asociado
a la suerte de Jesús y de María, practicó
constantemente esta virtud.

Este día ofrécele a San José que tu vida siempre


sea testimonio y entrega del amor que siempre le
dio a Jesús y a la Virgen María.

Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros


enemigos, líbranos Señor Nuestro. En el nombre
del Padre, del hijo y del Espíritu Santo.

Amén.
ORACIÓN INICIAL
Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu
padre amado de la pena que le causó la profecía
de Simeón, mostrándole el innumerable coro de
los Santos, así te suplicamos humildemente, por
intercesión de San José que nos concedas la
gracia de ser de aquellos para quienes tu sirves,
no de ruina, sino de resurrección, y que
correspondamos fielmente a tu gracia para que
vayamos a tu gloria.

Pide con fervor y confianza la gracia que deseas


obtener y pasa a rezar la oración del día
correspondiente.

ORACIÓN DEL DÍA


Oh benignísimo Jesús, así como has elegido por
medio de tu Vicario en la tierra a tu amado padre
para protector de tu Santa Iglesia Católica, así
te suplicamos humildemente por intercesión de
San José, nos concedas el que seamos verdaderos
y sinceros católicos, que profesemos sin error la
fe católica, que vivamos sin miedo una vida digna
de la fe que profesamos, y que jamás puedan los
enemigos
enemigos ni aterrarnos con persecuciones, ni
con engaños seducirnos y apartamos de la única
y verdadera religión que es la Católica.

ORACIÓN FINAL
Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya
fiel custodia fueron encomendadas la misma
inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las
vírgenes María; por estas dos queridísimas
prendas Jesús y María, te ruego y suplico me
alcances, que preservado yo de toda impureza,
sirva siempre castísimamente con alma limpia,
corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María.
Amén.

Jesús, José y María


os doy mi corazón y el alma mía.
Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.
Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


ANTÍFONA
Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública,
cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de
José.

V. San José, ruega por nosotros.


R. Para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de Jesucristo.

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste


escoger al bienaventurado José por Esposo de tu
Madre Santísima; concédenos que, pues le
veneramos como protector en la tierra,
merezcamos tenerle como protector en los
cielos. Oh Dios que vives y reinas por los siglos
de los siglos.

Amén.
"NOVENA A SAN JOSÉ"
HECHO POR UN CORAZÓN QUE ARDE

ORACIONES
ACIPRENSA.COM
MEDITACIONES
PEQUEÑO LIBRO DEL ROSARIO TRIDUO

ILUSTRACIONES Y DISEÑO
MARIANA YÁRRITU
LAURA ISABEL MARTÍNEZ

UN CORAZÓN QUE ARDE


APOSTOLADO Y TIENDA CATÓLICA
MARZO, 2022
WWW.UNCORAZONQUEARDE.COM

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