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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE

SANTIAGO (UTESA)

Asignatura:

Biología Celular y Molecular

Sección:

005

Trabajo:

Practica final

Integrantes:

Miosotty Marte 1-22-1121 #30

Hilary Gómez 1-22-1121

Karleny Castillo 1-22-0422

Kimberly Plasencia 1-22-0677

Lisha molina 1-22-0054

Profesor:

Dabelba Del Carmen Moncion Segura

Fecha:

18/12/2023
LOS ANTICUERPOS

Los anticuerpos, también conocidos como inmunoglobulinas, son glucoproteínas plasmáticas


globulares formadas por los linfocitos B maduros. Estas moléculas desempeñan un papel
crucial en la respuesta inmunológica al unirse a antígenos, ya sean microorganismos como bacterias,
hongos, parásitos y virus, o sustancias químicas. Su función principal es presentar estos antígenos a
células efectoras del sistema inmune, activando respuestas específicas. La estructura de los distintos
tipos de inmunoglobulinas está directamente relacionada con su capacidad para cumplir esta función.

Estas proteínas son producidas por el sistema inmunitario en respuesta a la detección de sustancias
dañinas, y cada tipo de anticuerpo es único, defendiendo al organismo contra un tipo específico de
antígeno. Sin embargo, en algunos casos, el sistema inmunitario puede equivocarse y producir
anticuerpos contra tejido sano, dando lugar a trastornos autoinmunitarios.

En pocas palabras, los anticuerpos constituyen una parte fundamental de la respuesta inmunológica,
tanto en la defensa contra patógenos como en la regulación para evitar respuestas inapropiadas
contra el propio cuerpo.

ESTRUCTURA DE LOS ANTICUERPOS

La estructura de los anticuerpos, también conocidos como inmunoglobulinas (Ig), es altamente


organizada y está compuesta por unidades modulares. Los anticuerpos son glicoproteínas
formadas por dos tipos de cadenas polipeptídicas: cadenas pesadas (H) y cadenas ligeras (L).
Existen cinco clases principales de anticuerpos, llamadas isotipos, designadas
como IgM, IgG, IgA, IgD e IgE.
Los elementos clave de la estructura de los anticuerpos:

1. Cadenas Polipeptídicas:
 Las cadenas pesadas y ligeras están dispuestas en pares idénticos para formar la estructura
básica de los anticuerpos.
 Cada anticuerpo tiene dos cadenas pesadas y dos cadenas ligeras, lo que da lugar a una
estructura en forma de "Y".

2. Regiones Variable (V) y Constante (C):

 Las regiones variables (V) se encuentran en las porciones terminales de las cadenas pesadas
y ligeras. Estas regiones son altamente variables entre diferentes anticuerpos y determinan
la especificidad de unión a un antígeno particular.
 Las regiones constantes (C) son más estables y se encuentran en las porciones cercanas al
extremo de la "Y". Estas regiones determinan la función biológica del anticuerpo.

3. Sitios de Unión a Antígenos (Fab):


 Cada brazo de la "Y" contiene una región Fab (Fragmento de Unión a Antígeno), que es
responsable de la interacción con el antígeno específico. La región Fab es altamente
variable entre anticuerpos y permite la diversidad de reconocimiento.

4. Región Fc (Fragmento Cristalizable):


 La porción inferior de la "Y" es la región Fc, que se mantiene constante dentro de una clase
de anticuerpos. La región Fc determina las funciones biológicas del anticuerpo, como la
activación del sistema inmunológico y la unión a receptores en células efectoras.

5. Enlaces Disulfuro:

Enlaces disulfuro estabilizan la estructura de las cadenas polipeptídicas, contribuyendo a la integridad y


estabilidad del anticuerpo.
La estructura modular y altamente organizada de los anticuerpos les permite cumplir con eficacia su
función principal: reconocer y unirse a antígenos específicos, desencadenando respuestas
inmunológicas que contribuyen a la defensa del organismo contra patógenos y otras sustancias
extrañas.

PROPIEDADES

Las propiedades de los anticuerpos son características fundamentales que determinan su capacidad para
reconocer, unirse y neutralizar antígenos específicos.

1. Especificidad:

Cada anticuerpo es altamente específico para un antígeno particular. La región variable de las
cadenas pesadas y ligeras permite esta especificidad, ya que determina la capacidad del anticuerpo
para reconocer y unirse a un antígeno específico.

2. Diversidad:

La capacidad de generar una amplia diversidad de anticuerpos es esencial para la defensa contra una
amplia gama de antígenos. La variabilidad en las regiones variables permite la producción de
millones de anticuerpos diferentes.

3. Afinidad:

La afinidad se refiere a la fuerza con la que un anticuerpo se une a su antígeno. Un alto grado de
afinidad mejora la capacidad del anticuerpo para neutralizar el antígeno.
4. Memoria Inmunológica:

Los anticuerpos participan en la memoria inmunológica, lo que significa que el sistema


inmunológico puede recordar encuentros previos con un antígeno específico. Esta memoria permite
una respuesta más rápida y eficiente en encuentros futuros con el mismo antígeno.

5. Opsonización:

Los anticuerpos pueden facilitar la fagocitosis al unirse a los antígenos y marcarlos para su destrucción por
células fagocíticas, como los macrófagos y los neutrófilos.

6. Activación del Complemento:

La región Fc de los anticuerpos puede activar el sistema del complemento, un conjunto de proteínas
del sistema inmunológico que participa en la destrucción de patógenos marcados por anticuerpos.

7. Neutralización:

Los anticuerpos pueden neutralizar la actividad biológica de los patógenos al bloquear su capacidad
para infectar células huésped. Esto es especialmente importante en la respuesta contra virus.

8. Transferencia Pasiva de Inmunidad:

Los anticuerpos pueden ser transferidos de una persona a otra, proporcionando inmunidad temporal.
Esto puede ocurrir naturalmente, como en la transferencia de anticuerpos maternos al feto durante el
embarazo, o de forma artificial mediante su administración.

9. Clasificación por Isotipo:

Los diferentes isotipos de anticuerpos (IgM, IgG, IgA, IgD, IgE) tienen propiedades únicas y
desempeñan roles específicos en la respuesta inmunológica.

CLASIFICACION

Los anticuerpos, o inmunoglobulinas (Ig), se clasifican en diferentes tipos o isotipos basados


en las características de sus cadenas pesadas. Cada isotipo tiene funciones específicas en la
respuesta inmunitaria.
 IgM (Inmunoglobulina M):

Estructura: Forma pentámeros en la superficie de los linfocitos B. Cada monómero tiene dos
cadenas pesadas y dos cadenas ligeras.

Ubicuidad: Es el primer anticuerpo producido durante una respuesta inmunitaria primaria.

Función: Actúa como agente aglutinante y activa el complemento. Es eficiente en la


neutralización de patógenos extracelulares.

 IgG (Inmunoglobulina G):

Estructura: Monómero con dos cadenas pesadas y dos cadenas ligeras.

Ubicuidad: Es el anticuerpo más abundante en la circulación sanguínea y atraviesa la barrera


placentaria.

Función: Principal anticuerpo en respuestas secundarias. Contribuye a la inmunidad a largo


plazo. Participa en opsonización, activación del complemento y neutralización.

 IgA (Inmunoglobulina A):

Estructura: Monómero o dímero, con una forma de "Y" o "T" invertida. Presente en
secreciones mucosas y en la leche materna.

Ubicuidad: Predominante en mucosas y superficies expuestas al exterior.

Función: Protege las superficies mucosas y evita la adhesión de patógenos. Importante en la


inmunidad en mucosas.

 IgD (Inmunoglobulina D):

Estructura: Monómero en la superficie de los linfocitos B.

Ubicuidad: Se encuentra en la superficie de los linfocitos B junto con IgM.

Función: Función específica no completamente comprendida, pero se piensa que está


involucrada en la activación de los linfocitos B.

 IgE (Inmunoglobulina E):

Estructura: Monómero con dos cadenas pesadas y dos cadenas ligeras.

Ubicuidad: Presente en pequeñas cantidades en la circulación sanguínea.


Función: Implicada en respuestas alérgicas y en la defensa contra parásitos. Se une a receptores
en células efectoras como mastocitos y basófilos.

Clasificación por Región Funcional:

 Región Fab: Se une al antígeno específico.


 Región Fc: Determina las funciones biológicas del anticuerpo, como la activación del
sistema inmunológico.

LOS ANTICUERPOS COMO RECEPTORES

Los anticuerpos desempeñan un papel crucial como receptores en varias etapas de la respuesta
inmunitaria, participando en la comunicación y coordinación entre diferentes células del
sistema inmunológico.

 MHC Clase I y Clase II:

MHC Clase I: Los anticuerpos participan en la presentación de antígenos a las células T CD8+.
En este proceso, las células infectadas presentan fragmentos de antígenos en complejos con
moléculas MHC clase I. Los anticuerpos pueden facilitar esta presentación al unirse a los antígenos
intracelulares y favorecer la destrucción de las células infectadas por células T citotóxicas CD8+.

MHC Clase II: Los anticuerpos también están involucrados en la presentación de antígenos a las
células T CD4+. Las células presentadoras de antígenos, como los macrófagos y las células B,
capturan antígenos extracelulares, los procesan y los presentan en complejos con moléculas MHC
clase II. Los anticuerpos pueden facilitar este proceso al unirse a los antígenos extracelulares y
mejorar la presentación a las células T colaboradoras CD4+.

 Activación de los Linfocitos:

Los anticuerpos pueden actuar como señales para la activación de los linfocitos. Cuando los
anticuerpos se unen a antígenos en la superficie de un linfocito B, desencadenan la activación de
ese linfocito B específico.
 Activación de las Células T:

Los anticuerpos pueden facilitar la activación de las células T mediante la presentación eficiente
de antígenos. En el caso de las células T CD4+, los anticuerpos ayudan en la presentación de
antígenos a través de la interacción con moléculas MHC clase II en las células presentadoras de
antígenos.

 Activación de las Células B:

Los anticuerpos, cuando se unen a antígenos, pueden activar las células B. Este proceso es crucial en
la respuesta inmunitaria, ya que activa la producción y liberación de más anticuerpos específicos
contra el antígeno. La activación de las células B está mediada por la interacción entre los
anticuerpos y los receptores de células B en la superficie de las células B.

CICLO DE ACCIÓN

El ciclo de acción de los anticuerpos involucra una serie de eventos que tienen lugar desde la
generación de los anticuerpos hasta su participación en la respuesta inmunitaria contra antígenos
específicos.
 Producción de Anticuerpos:

Los anticuerpos son producidos por los linfocitos B maduros en respuesta a la exposición a antígenos.
Durante este proceso, los linfocitos B se activan y se diferencian en células plasmáticas, que son las
responsables de la producción y secreción de anticuerpos.

 Circulación en la Sangre y Fluidos Corporales:

Una vez producidos, los anticuerpos circulan en la sangre y se distribuyen a través de los fluidos
corporales, permitiendo su acceso a diferentes tejidos y órganos.

 Reconocimiento y Unión a Antígenos:

Los anticuerpos reconocen y se unen específicamente a los antígenos contra los cuales están
dirigidos. La región variable de los anticuerpos, ubicada en las puntas de la estructura en forma
de "Y", es responsable de la especificidad de esta unión.

 Opsonización y Fagocitosis:

Al unirse a los antígenos, los anticuerpos pueden marcar patógenos para la fagocitosis. Este
proceso se conoce como opsonización, y las células fagocíticas, como los macrófagos y los
neutrófilos, reconocen y eliminan los complejos anticuerpo-antígeno.

 Activación del Complemento:

La región Fc de los anticuerpos puede activar el sistema del complemento, una serie de proteínas
plasmáticas que participan en la destrucción de células y patógenos. La activación del complemento
puede resultar en la lisis celular o en la opsonización adicional para la fagocitosis.

 Neutralización:

Los anticuerpos pueden neutralizar la actividad biológica de los patógenos, bloqueando su


capacidad para infectar células huésped. Esto es particularmente importante en la respuesta contra
virus.
 Memoria Inmunológica:

Después de la exposición inicial a un antígeno, el sistema inmunológico retiene la capacidad de


producir rápidamente anticuerpos específicos en encuentros futuros con el mismo antígeno. Esto
constituye la memoria inmunológica.

En conjunto, el ciclo de acción de los anticuerpos abarca desde su producción hasta su


participación activa en la eliminación de patógenos y otras sustancias extrañas en el organismo.
Este proceso es esencial para la defensa inmunológica y la adaptación del sistema inmunológico
a diferentes amenazas.

CONSECUENCIA EN EL ORGANISMO

Las consecuencias en el organismo de la acción de los anticuerpos son variadas y están


estrechamente relacionadas con la función específica que desempeñan en la respuesta inmunitaria.

 Inmunidad adquirida:

Los anticuerpos son parte integral del sistema inmunológico adaptativo, que proporciona
inmunidad a largo plazo. Después de la exposición a un antígeno (sustancia extraña), el
organismo produce anticuerpos específicos que pueden reconocer y neutralizar ese antígeno en el
futuro. Esta memoria inmunológica es esencial para la protección contra infecciones recurrentes.

 Neutralización de patógenos:

Los anticuerpos pueden neutralizar patógenos al unirse a ellos y bloquear su capacidad para
infectar las células huésped. Este proceso ayuda a prevenir la propagación de la infección en el
organismo.

 Opsonización:

Los anticuerpos pueden facilitar la fagocitosis al unirse a patógenos y marcarlos para su


destrucción por células fagocíticas, como los macrófagos y los neutrófilos.
 Activación del sistema del complemento:

Los anticuerpos pueden activar el sistema del complemento, un conjunto de proteínas plasmáticas que
ayudan en la destrucción de células extrañas. Esto puede implicar la lisis (ruptura) de las células objetivo o
la opsonización para su eliminación.

 Reacciones alérgicas:

En algunos casos, la presencia de anticuerpos puede desencadenar reacciones alérgicas. Por


ejemplo, en la alergia tipo I, los anticuerpos IgE pueden unirse a células cebadas (mastocitos y
basófilos), desencadenando la liberación de mediadores como la histamina, que contribuye a los
síntomas alérgicos.

 Autoinmunidad:
 En situaciones anormales, el sistema inmunológico puede producir anticuerpos que atacan
los tejidos y órganos del propio organismo, dando lugar a enfermedades autoinmunes.

 Transferencia pasiva de inmunidad:

Los anticuerpos pueden transferirse de una persona a otra, proporcionando inmunidad temporal.
Por ejemplo, los anticuerpos maternos pueden transferirse al feto a través de la placenta o a través
de la leche materna, brindando protección durante los primeros meses de vida del bebé.

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