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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE SANTIAGO (Practica Final)
UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE SANTIAGO (Practica Final)
SANTIAGO (UTESA)
Asignatura:
Sección:
005
Trabajo:
Practica final
Integrantes:
Profesor:
Fecha:
18/12/2023
LOS ANTICUERPOS
Estas proteínas son producidas por el sistema inmunitario en respuesta a la detección de sustancias
dañinas, y cada tipo de anticuerpo es único, defendiendo al organismo contra un tipo específico de
antígeno. Sin embargo, en algunos casos, el sistema inmunitario puede equivocarse y producir
anticuerpos contra tejido sano, dando lugar a trastornos autoinmunitarios.
En pocas palabras, los anticuerpos constituyen una parte fundamental de la respuesta inmunológica,
tanto en la defensa contra patógenos como en la regulación para evitar respuestas inapropiadas
contra el propio cuerpo.
1. Cadenas Polipeptídicas:
Las cadenas pesadas y ligeras están dispuestas en pares idénticos para formar la estructura
básica de los anticuerpos.
Cada anticuerpo tiene dos cadenas pesadas y dos cadenas ligeras, lo que da lugar a una
estructura en forma de "Y".
Las regiones variables (V) se encuentran en las porciones terminales de las cadenas pesadas
y ligeras. Estas regiones son altamente variables entre diferentes anticuerpos y determinan
la especificidad de unión a un antígeno particular.
Las regiones constantes (C) son más estables y se encuentran en las porciones cercanas al
extremo de la "Y". Estas regiones determinan la función biológica del anticuerpo.
5. Enlaces Disulfuro:
PROPIEDADES
Las propiedades de los anticuerpos son características fundamentales que determinan su capacidad para
reconocer, unirse y neutralizar antígenos específicos.
1. Especificidad:
Cada anticuerpo es altamente específico para un antígeno particular. La región variable de las
cadenas pesadas y ligeras permite esta especificidad, ya que determina la capacidad del anticuerpo
para reconocer y unirse a un antígeno específico.
2. Diversidad:
La capacidad de generar una amplia diversidad de anticuerpos es esencial para la defensa contra una
amplia gama de antígenos. La variabilidad en las regiones variables permite la producción de
millones de anticuerpos diferentes.
3. Afinidad:
La afinidad se refiere a la fuerza con la que un anticuerpo se une a su antígeno. Un alto grado de
afinidad mejora la capacidad del anticuerpo para neutralizar el antígeno.
4. Memoria Inmunológica:
5. Opsonización:
Los anticuerpos pueden facilitar la fagocitosis al unirse a los antígenos y marcarlos para su destrucción por
células fagocíticas, como los macrófagos y los neutrófilos.
La región Fc de los anticuerpos puede activar el sistema del complemento, un conjunto de proteínas
del sistema inmunológico que participa en la destrucción de patógenos marcados por anticuerpos.
7. Neutralización:
Los anticuerpos pueden neutralizar la actividad biológica de los patógenos al bloquear su capacidad
para infectar células huésped. Esto es especialmente importante en la respuesta contra virus.
Los anticuerpos pueden ser transferidos de una persona a otra, proporcionando inmunidad temporal.
Esto puede ocurrir naturalmente, como en la transferencia de anticuerpos maternos al feto durante el
embarazo, o de forma artificial mediante su administración.
Los diferentes isotipos de anticuerpos (IgM, IgG, IgA, IgD, IgE) tienen propiedades únicas y
desempeñan roles específicos en la respuesta inmunológica.
CLASIFICACION
Estructura: Forma pentámeros en la superficie de los linfocitos B. Cada monómero tiene dos
cadenas pesadas y dos cadenas ligeras.
Estructura: Monómero o dímero, con una forma de "Y" o "T" invertida. Presente en
secreciones mucosas y en la leche materna.
Los anticuerpos desempeñan un papel crucial como receptores en varias etapas de la respuesta
inmunitaria, participando en la comunicación y coordinación entre diferentes células del
sistema inmunológico.
MHC Clase I: Los anticuerpos participan en la presentación de antígenos a las células T CD8+.
En este proceso, las células infectadas presentan fragmentos de antígenos en complejos con
moléculas MHC clase I. Los anticuerpos pueden facilitar esta presentación al unirse a los antígenos
intracelulares y favorecer la destrucción de las células infectadas por células T citotóxicas CD8+.
MHC Clase II: Los anticuerpos también están involucrados en la presentación de antígenos a las
células T CD4+. Las células presentadoras de antígenos, como los macrófagos y las células B,
capturan antígenos extracelulares, los procesan y los presentan en complejos con moléculas MHC
clase II. Los anticuerpos pueden facilitar este proceso al unirse a los antígenos extracelulares y
mejorar la presentación a las células T colaboradoras CD4+.
Los anticuerpos pueden actuar como señales para la activación de los linfocitos. Cuando los
anticuerpos se unen a antígenos en la superficie de un linfocito B, desencadenan la activación de
ese linfocito B específico.
Activación de las Células T:
Los anticuerpos pueden facilitar la activación de las células T mediante la presentación eficiente
de antígenos. En el caso de las células T CD4+, los anticuerpos ayudan en la presentación de
antígenos a través de la interacción con moléculas MHC clase II en las células presentadoras de
antígenos.
Los anticuerpos, cuando se unen a antígenos, pueden activar las células B. Este proceso es crucial en
la respuesta inmunitaria, ya que activa la producción y liberación de más anticuerpos específicos
contra el antígeno. La activación de las células B está mediada por la interacción entre los
anticuerpos y los receptores de células B en la superficie de las células B.
CICLO DE ACCIÓN
El ciclo de acción de los anticuerpos involucra una serie de eventos que tienen lugar desde la
generación de los anticuerpos hasta su participación en la respuesta inmunitaria contra antígenos
específicos.
Producción de Anticuerpos:
Los anticuerpos son producidos por los linfocitos B maduros en respuesta a la exposición a antígenos.
Durante este proceso, los linfocitos B se activan y se diferencian en células plasmáticas, que son las
responsables de la producción y secreción de anticuerpos.
Una vez producidos, los anticuerpos circulan en la sangre y se distribuyen a través de los fluidos
corporales, permitiendo su acceso a diferentes tejidos y órganos.
Los anticuerpos reconocen y se unen específicamente a los antígenos contra los cuales están
dirigidos. La región variable de los anticuerpos, ubicada en las puntas de la estructura en forma
de "Y", es responsable de la especificidad de esta unión.
Opsonización y Fagocitosis:
Al unirse a los antígenos, los anticuerpos pueden marcar patógenos para la fagocitosis. Este
proceso se conoce como opsonización, y las células fagocíticas, como los macrófagos y los
neutrófilos, reconocen y eliminan los complejos anticuerpo-antígeno.
La región Fc de los anticuerpos puede activar el sistema del complemento, una serie de proteínas
plasmáticas que participan en la destrucción de células y patógenos. La activación del complemento
puede resultar en la lisis celular o en la opsonización adicional para la fagocitosis.
Neutralización:
CONSECUENCIA EN EL ORGANISMO
Inmunidad adquirida:
Los anticuerpos son parte integral del sistema inmunológico adaptativo, que proporciona
inmunidad a largo plazo. Después de la exposición a un antígeno (sustancia extraña), el
organismo produce anticuerpos específicos que pueden reconocer y neutralizar ese antígeno en el
futuro. Esta memoria inmunológica es esencial para la protección contra infecciones recurrentes.
Neutralización de patógenos:
Los anticuerpos pueden neutralizar patógenos al unirse a ellos y bloquear su capacidad para
infectar las células huésped. Este proceso ayuda a prevenir la propagación de la infección en el
organismo.
Opsonización:
Los anticuerpos pueden activar el sistema del complemento, un conjunto de proteínas plasmáticas que
ayudan en la destrucción de células extrañas. Esto puede implicar la lisis (ruptura) de las células objetivo o
la opsonización para su eliminación.
Reacciones alérgicas:
Autoinmunidad:
En situaciones anormales, el sistema inmunológico puede producir anticuerpos que atacan
los tejidos y órganos del propio organismo, dando lugar a enfermedades autoinmunes.
Los anticuerpos pueden transferirse de una persona a otra, proporcionando inmunidad temporal.
Por ejemplo, los anticuerpos maternos pueden transferirse al feto a través de la placenta o a través
de la leche materna, brindando protección durante los primeros meses de vida del bebé.