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¡Id a Tomás!
Sn. Tomás de Aquino [1225-1274]
Kralj
Desde los Padres de la Iglesia, la gía, pues permitía demostrar algunos
Gustavo
filosofía cristiana había sido eminen- presupuestos de la fe accesibles a la
temente platónica. El aristotelismo, razón natural, como la existencia y
con su realismo y sus métodos racio- la unicidad de Dios, así como ilus-
nalistas, era poco conocido. Esto era trar, mediante oportunas similitu-
Santo Tomás predicando - Convento de
debido en gran parte a que los escri- des, ciertas verdades de fe y rebatir Santo Domingo, Lima. En la
tos del Estagirita llegaron a Occiden- racionalmente los argumentos que se página anterior, manuscrito de la
te a través de traducciones del árabe le oponían.3 Percibía que el aristote- obra «Commentaria in Aristotelis
Politicorum», del Doctor Angélico -
al latín, con no pocos errores y falsas lismo, purificado de las interpreta- Biblioteca Nacional de España, Madrid
interpretaciones. Basta decir que, se- ciones erróneas de los musulmanes,
gún algunas de esas versiones, Dios podía dotar a la teología fundamen-
no sería el creador del universo… tos muchos más sólidos que los del Al percibir que el
La controversia alcanzó tal grado agustinismo platónico.
de tensión que, en 1210, un concilio Habiendo estudiado con San Al- aristotelismo podría
parisino llegó a excomulgar a los aris- berto Magno en París y en Colonia,
totélicos. La situación, no obstante, Santo Tomás fue más allá de la empre- darle a la teología bases
cambiaría con Gregorio IX, y ensegui-
da la filosofía aristotélica ganaría
sa de su maestro y se sirvió del aristo-
telismo para sintetizar la filosofía
sólidas, Tomás se sirvió
ciudadanía en el mundo cristiano. antigua y el dogma cristiano. de él para sintetizar
El primer teólogo que empleó Nacía una de las obras filosófi-
el conjunto de la filosofía aristo- cas y teológicas más grandes la filosofía antigua y
télica para apoyar su doctrina que los siglos verían. el dogma cristiano
teológica fue el fundador de Un diálogo amistoso
la escuela franciscana, Ale- entre fe y razón, donde
jandro de Hales. Más ori- una ayuda a la otra, se sin conocimiento de Cristo casi espe-
ginal y más profundo aún volvió una de las no- raba la luz de Jesús para ser completa.
fue el dominico San Al- tas más peculiares del Esta fue la gran “sorpresa” de San-
Reproducción
berto Margo, para quien pensamiento del Aqui- to Tomás, que determinó su camino de
la razón no sólo tenía el nate. Es lo que comen- pensador. Mostrar esta independencia
derecho, sino también el ta Benedicto XVI en entre filosofía y teología, y al mismo
deber de demostrar lo que una audiencia general tiempo su relación recíproca, fue la
es demostrable acerca en 2010: «¿Son com- misión histórica del gran maestro».4
de la fe, y cuyo proyecto patibles el mundo de la Además, entre sus escritos más re-
consistía en hacer inteli- racionalidad, la filoso- nombrados se encuentra, por ejemplo,
gibles las enseñanzas de fía pensada sin Cristo, la Suma contra gentiles, en la cual les
Aristóteles a los latinos, y el mundo de la fe? ¿O demuestra racionalmente a aquellos
incorporando en la cultura se excluyen? […] Santo que no tienen fe las razones para creer.
occidental la vasta heren- Tomás estaba firmemen- Pero la actividad de Santo Tomás
cia científica que el te convencido de no se redujo a su magistral síntesis en-
mundo musulmán su compatibilidad; tre fe y razón. Su incomparable obra
Aristóteles, detalle de «Triunfo de
había conservado y Santo Tomás de Aquino», de Benozzo más aún, de que la teológica —cuya máxima expresión
acrecentado.2 Gozzoli - Museo del Louvre, París filosofía elaborada es, sin duda, la Suma Teológica—,
la Iglesia y debe ser adoptada como los demás doctores Concilios de Lyon, de Viene, de Flo-
guía oficial de los estudios filosóficos rencia y Vaticano [I], puede decirse
Reproducción
gélico al citarlo hasta sesenta y una gica y de proponer una vez más que fue-
veces en su catecismo. ra enseñada con toda propiedad, surge
Finalmente, conviene recordar que una pregunta: los que pretenden comba-
la doctrina teológica de Santo Tomás tir y menospreciar la genuina enseñanza
de Aquino se convirtió en «ley de la Santo Tomás de Aquino, tomista, ¿no están luchando contra su
Iglesia» cuando el nuevo Código de de Fra Angélico - Galería Nacional propia doctrina y, además, contra la pro-
de Umbría, Perugia (Italia)
Derecho Canónico14 mostró categórica pia «mentalidad» de la Iglesia?
preferencia por las enseñanzas de este Nos encontramos a siete siglos de
doctor en la formación de los clérigos. A todos los que la canonización de una de las lumbre-
ras más grandes del cristianismo y
A los que buscan la verdad
viven de la verdad ¡nunca hemos estado tan necesitados
Una de las notas características e de sus enseñanzas!
incluso esenciales de la elaboración y para la verdad, Si somos de los que, de hecho,
del pensamiento de Santo Tomás es quieren que reine la verdad de siem-
su convicción sobre la unicidad de la
este gran santo ha pre, la verdad católica, la única e in-
verdad: Dios es la verdad absoluta y sido y siempre será mutable verdad, ¿por qué no recurri-
todas las demás verdades que existen mos a la doctrina y a la valiosa inter-
esparcidas por el universo son resul- un incomparable cesión de Santo Tomás? Parafrasean-
tado de ella, primera y esencial. do el pasaje bíblico (cf. Gén 41, 55),
Han pasado muchos siglos des-
punto de referencia sólo podemos recomendar con toda
de la muerte del Doctor Angélico, propiedad: «¡Id a Santo Tomás!». A
durante los cuales el mundo se ha «¿Qué es la verdad?» (Jn 18, 38). Más todos los auténticos amigos de la sa-
ido transformando. En la sociedad que ignorarla, los hombres se nega- biduría, los que viven de la verdad y
actual, donde impera el relativismo, ron a buscarla donde realmente está. para la verdad, este gran santo ha sido
la famosa pregunta de Poncio Pilato ¡Cuántas filosofías nuevas sur- y siempre será un incomparable pun-
se vuelve cada vez más frecuente: gieron cuales «piedras de tropiezo»! to de referencia. ²
1
LEÓN XIII. Immortale Dei, 3
Cf. SANTO TOMÁS DE munis» Ecclesiæ. Romæ: Edi- 10
SAN JUAN PABLO II. Fides
n.º 9. AQUINO. Super De Trinitate. trice Nazionale, 1914, p. 45. et ratio, n.º 43.
Prœmium, q. 2, a. 3.
2
Cf. SÁNCHEZ HERRERO, 6
INOCENCIO IV, apud 11
Ídem, n.º 44.
José. Historia de la Iglesia. II: 4
BENEDICTO XVI. Audiencia LEÓN XIII. Æterni Patris. 12
LEÓN XIII. Æterni Patris.
Edad Media. Madrid: BAC, general, 16/6/2010. 7
LEÓN XIII. Æterni Patris.
2005, pp. 406-407.
13
Cf. BENEDICTO XVI. Au-
5
JUAN XXII, apud BER- 8
Ídem, ibidem. diencia general, 2/6/2010.
THIER, OP, J. J. Sanctus Tho-
mas Aquinas. «Doctor Com-
9
SAN PABLO VI. Lumen Ec- 14
Cf. CIC, can. 252 §3.
clesiæ, n.º 8.
L
os historiadores carentes de to, y de poco le habría servido su emi- Un varón con rasgos
sentido religioso suelen tener nente inteligencia si hubiera dirigido psicológicos excepcionales
una visión unilateral a res- sus esfuerzos intelectuales hacia los La imagen que podamos concebir
pecto de personas ilustres que hombres y no hacia la gloria de Dios y de un Montecasino aún premedieval,
tuvieron como eje de su existencia una el beneficio de la Iglesia. en las laderas rocosas del valle Lati-
vida dedicada a Dios. Sin duda, esos Buena parte de sus acertados jui- no, con sus diversos monjes rezando
biógrafos yerran al apreciar solamente cios, basados en un buen sentido ada- allí, nunca será demasiado poética
una u otra cualidad de los personajes mantino, tuvieron como fundamento para que en ella insertemos la de To-
que retratan, al olvidarse del principio su integridad interior, es decir, su más de Aquino admirando los cami-
filosófico básico de que «el todo vale vida virtuosa, de la cual fluyó toda nos por los cuales desde la creación se
más que las partes». una espiritualidad capaz no sólo de puede ascender hasta el Creador.
Refiriéndose a Santo Tomás de fecundar la Edad Media, sino de ex- Pensativo y recogido, siempre pro-
Aquino, por ejemplo, no pocos histo- tenderse hasta nuestros días, a pesar penso a reflexionar sobre la causa de
riadores lo han estigmatizado con ca- de los tortuosos caminos que necesitó las cosas, empezaban a modelarse las
lificativos unilaterales —como gran serpentear de aquí para allá, a causa características de la índole psicológi-
lumbrera de la inteligencia, sol del de las distintas desviaciones ideológi- ca de Tomás: analítico y observador,
pensamiento cristiano, pensador ini- cas de la sociedad. casi taciturno, de un temperamen-
gualable, etc.— expresando partes de Con esta visión —que tiende a no to mucho más proclive a lo afable
la verdad, pero no el todo. disociar al santo del estudioso, o bien, y flemático, iba convirtiéndose en
De hecho, cuando consideramos al santo del filósofo, sino a conside- una persona tranquila, equilibrada y
figuras de alto calibre como San- rar que, incluso antes de que la Iglesia exenta de agitación, en consonancia
to Tomás, no podemos dejar en un hiciera de Tomás de Aquino un fiel con su aventajado porte.
segundo plano el adjetivo de carácter intérprete suyo, lo proclamó santo1— Tales atributos, lejos de volverlo
ontológico que, a justo título, precede pasemos a tratar los rasgos interiores apático, lo hacían distendido —casi
a tan extraordinario nombre: ¡Santo! de este varón que siempre mostró una imperturbable— e inclinado a la vida
Efectivamente, fue con mucha probidad digna de un fiel hijo de San- contemplativa, por la que siempre ha-
más propiedad un santo que un erudi- to Domingo. bía sentido una especial atracción.
GioSim (CC by-sa 4.0)
Francisco Lecaros
rios que se declaran evidentes, sino un como este asombroso desvelador de lo
progreso racional de lo conocido a lo trascendente»8 que, ante las disputadas
desconocido»,6 respetando los límites invitaciones para ser comensal en la
de la razón, hasta donde ella pueda lle- mesa de reyes y nobles o para ser con-
gar auxiliada por la gracia divina; pero sejero de Papas, o incluso para ser he- Santo Tomás tuvo la misión de hacer
sin trasponer las barreras de lo divino redero de posesiones que le confieren universal la devoción eucarística,
eje de su espiritualidad
con especulaciones humanas. un alto estatus social, lo rechaza todo.
Santo Tomás de Aquino, de Antonio
Así pues, «ningún autor respeta Basta aludir a los siguientes epi- André - Museo de Aveiro (Portugal)
mejor la necesaria distinción entre sodios: a instancias de su familia,
ambas [teología y filosofía] —aun- Santo Tomás fue invitado por el papa Una devoción tan arraigada y sin-
que haga de la primera, dentro de una Inocencio IV a aceptar los beneficios cera que si le surgía algún problema,
bien ordenada jerarquía de valores, la de la rica abadía de Montecasino; su mayor deseo era, antes de resolver-
cúpula de la segunda».7 hecho que más tarde, al parecer, fue lo, ir directamente a la capilla, poner
Santo Tomás es, por lo tanto, ho- repetido por Clemente IV. Además, su frente en el sagrario y extraer de Je-
nesto en su pensamiento. cuántas llamadas al episcopado, a re- sús Hostia las luces intelectuales ne-
cibir diócesis de las más codiciadas. cesarias para solucionar la cuestión.
Humildad: fundamento Las razones de estas reiteradas Por eso, en Cristo escondido bajo
de sus virtudes invitaciones, ¿no serían el elevado los velos del Sacramento, el Aquinate
Cabe mencionar que, en la trayec- prestigio que alcanzó, la noble sangre encontraba la fuente segura, cristali-
toria de su vida discreta y luminosa, que lo distinguía, sus grandes dotes na e inextinguible de sus explicitacio-
gran parte de esa honestidad reluci- de orador o, quizá, su santidad? Ante nes, que hacían más bien a la Iglesia
rá por medio de otra virtud que es su todas ellas, la posición evasiva —y por la piedad con la cual eran abor-
base y sostén: la humildad. asertiva— del «buey mudo» fue la dadas que por la clarividencia con la
Humildad que, en la vida cotidiana, única respuesta que recibieron.9 cual eran expuestas.
se traduce por la docilidad con que trata No es de extrañar, pues, que la teo-
a sus hermanos de hábito, como nos lo
Piedad: eje de su espiritualidad logía tomista se haya convertido prác-
demuestra el siguiente hecho. Un día, Por consiguiente, en el estado re- ticamente en la teología de la Iglesia,
un fraile modesto, que no lo conocía, ligioso, por medio del cual el hombre dado que gracias a Santo Tomás, im-
requiere su compañía y lo obliga a em- se somete al hombre por amor a Dios, buido de la virtud de la religión, se
prender una fatigante jornada. Cuan- como por amor al hombre Dios se le abrieron a la fe panoramas inéditos,
do le informan de a quién tiene como sometió, fue donde Santo Tomás quiso como lo demuestra el estilo arquitectó-
compañero, el religioso, confundido, vivir y cumplir hasta el final su misión. nico que le era contemporáneo, el gó-
le pide disculpas. Y como los presen- Misión que comprendía no sólo tico, expresión material de las mismas
tes se admiraban ante tanta docilidad, la tarea de ser profesor, escritor o verdades señaladas con nuevas armo-
Santo Tomás les hace observar que la consejero de Papas, sino la de hacer nías, luces y colores.
perfección de la vida religiosa supone, universal algo mucho más precioso,
ante todo, obediencia. algo que se convertiría en el pilar de
Prudencia: norma de conduta
Humildad que, en la aplicación de la catolicidad de la Iglesia y el eje de Nos edifica constatar cómo un sin-
las potencias humanas de la inteligen- la espiritualidad de Santo Tomás: la fín de las explicitaciones de Santo To-
cia y de la voluntad, no encuentra mejor devoción eucarística. más encontraban eco en su modo de
1
Aludimos al hecho de que San- y q. 3, ad 1-4 del Super De 6
AMEAL, op. cit., p. 147. 10
SANTO TOMÁS DE AQUI-
to Tomás fue canonizado el 18 Trinitate. NO. Suma Teológica. I-II,
7
Ídem, ibidem.
de julio de 1323, cincuenta y q. 58, a. 3.
3
PÍO XI. Studiorum ducem.
un años nada más después de
8
Ídem, p. 117. 11
Ídem, q. 57, a. 5.
su muerte, y que como doctor
4
AMEAL, João. São Tomás de 9
Cabe señalar que, ya reconoci-
de la Iglesia solamente fue re- Aquino. Iniciação ao estudo 12
Cf. Ídem, ibídem.
do por muchos de sus contem-
conocido en 1567. da sua figura e da sua obra.
poráneos como una lumbre- 13
Cf. Ídem, I-II, q. 58, a. 4; II-II,
3.ª ed. Porto: Tavares Martins,
2
Se ha tomado como paráme- ra, Santo Tomás acabó ejer- q. 47, a. 1-4.
1947, p. 131.
tro de observación la siguien- ciendo la triple tarea de profe- 14
GUILHERME DE TOCCO,
te composición caligráfica del
5
GUILHERME DE TOCCO, sor, escritor y consejero de Pa-
op. cit., p. 146.
santo: cod. Autogr. F. 101va apud AMEAL, op. cit., p. 136, pas. No obstante, el santo nun-
1-27, referente a la q. 6, a. 1 nota 2. ca aceptó ningún tipo de dig-
15
PÍO XI. Studiorum ducem.
nidad u honor eclesiástico.
La vida contemplativa
consiste en amar
a Dios, ya que la
caridad hace que
nuestro corazón arda
en deseos de ver el
rostro del Creador
Leandro Souza
Reproducción
el objeto deseado. Con cada nuevo pel-
daño de conocimiento, el amor se vuel-
La realidad invisible contemplada
ve más intenso, ya que el conocimiento en los efectos divinos
produce amor, y el amor, a su vez, an- Así, la vida contemplativa abarca
hela conocer siempre más y más. dos elementos: el principal y el secun-
dario. El primero es la contemplatio
Pensar, meditar, contemplar de la verdad divina, fin de todas las
Conviene también considerar que acciones humanas y pleno gozo eter-
el hombre llega a la intuición de la ver- no. No obstante, esta contemplación
dad progresivamente, mediante mu-
chos actos. Así pues, aunque la vida
contemplativa se consuma en un solo Como favor recibido,
acto —el conocimiento y el amor de la
verdad—, implica muchos actos que la contemplación
preparan esta acción suprema. Según puede provenir de
las enseñanzas de Ricardo de San Víc-
tor, Santo Tomás6 distingue los térmi- Dios, por un don, o de
nos pensamiento, meditación y con-
templación a lo largo de este proceso. los hombres, a través
El pensamiento es la observación
de muchos elementos de los cuales
de una enseñanza
se pretende deducir una simple ver- oral o escrita
dad, vocablo que puede incluir tanto
las percepciones de los sentidos que Santo Domingo, de Fra Angélico - Museo
nos dan a conocer ciertos efectos, de San Marcos, Florencia (Italia)
1
LEÓN XIII. Æterni Patris. 3
FARREL, OP, Walter; Suma Teológica. 3.ª ed. Ma- 6
Cf. SANTO TOMÁS DE
HEALY, STD, Martin J. El li- drid: BAC, 1964. t. I, p. 51. AQUINO. Officium Corpo-
2
El 11 de agosto de 1264, Urba-
bro rojo de Dios según Santo ris Christi Sacerdos. Vesp. II.
no IV emitía la bula Transitu- 5
BIFFI, Inos. L’Eucaristia in
Tomás de Aquino. Pamplona: Antiphona ad Magnificat.
rus de hoc mundo, por la cual San Tommaso «Dottore Eu-
Don Bosco, 1980, p. 598.
determinaba la solemne cele- caristico». Teologia, misti- 7
Cf. SANTO TOMÁS DE
bración de la fiesta de Corpus 4
RAMÍREZ, OP, Santiago. In- ca e poesia. Siena: Cantagalli, AQUINO. Suma Teológica.
Christi en toda la Iglesia. troducción general. In: SAN- 2005, p. 9. III, q. 60, a. 3; q. 73, a. 4.
TO TOMÁS DE AQUINO. 8
Ídem, q. 73, a. 5.
Altar durante una misa en la basílica de Nuestra Señora del Rosario, Caieiras (Brasil)
9
Cf. Ídem, ibídem. 12
SANTO TOMÁS DE AQUI- 15
Cf. SANTO TOMÁS DE 18
TORRELL, OP, Jean-Pierre.
NO. Suma Teológica. III, AQUINO. Suma Teológica. Saint Thomas en plus simple.
10
Cf. RATZINGER, Joseph.
q. 73, a. 5. III, q. 79, a. 4-7. Paris: Cerf, 2019, p. 81.
La Eucaristía centro de la
vida: Dios está cerca de noso- 13
Cf. Ídem, a. 3. 16
SAN JUAN DAMASCENO. 19
Cf. SANTO TOMÁS DE
tros. 2.ª ed. Valencia: EDICEP, De fide orthodoxa. L. IV, c. 13: AQUINO. Suma Teológica.
14
ALASTRUEY, Gregorio. Tra-
2003, p. 32. PG 94, 1154. III, q. 79, a. 2.
tado de la Santísima Eucaris-
11
SAYÉS, José Antonio. El mis- tía. 2.ª ed. Madrid: BAC, 1952, 17
SANTO TOMÁS DE AQUI-
terio eucarístico. 2.ª ed. Ma- p. 225. NO. Suma Teológica. III,
drid: Palabra, 2011, pp. 23-24. q. 79, a. 2, ad 1.