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Una teología asumida por la Iglesia Católica

¡Id a Tomás!
Sn. Tomás de Aquino [1225-1274]

Ante el reconocimiento dado por la Iglesia al legado de


Santo Tomás, surge una pregunta: ¿combatir y menospreciar
la genuina enseñanza tomista no es luchar contra la propia
doctrina católica?
õ Eduardo José Ribeiro Matos

L os católicos de hoy a me-


nudo carecen de nociones
elementales acerca de su
religión. Algunos ni siquie-
ra conocen los motivos que los llevan
a veces, las apariencias sugirieran una
idea contraria. Guiada por el Espíritu
Santo, siempre engendró hijos que,
contra las expectativas del poder de
las tinieblas, brillaron como auténti-
En el mundo en que vivimos es difí-
cil hacerse una idea de lo que realmen-
te fue ese período histórico. Muy elo-
cuentes son las palabras de León XIII
al describirlo: «Hubo un tiempo en
a pertenecer a ella. No se dan cuenta cos soles de santidad, indicándoles a que la filosofía del Evangelio gober-
de que su Iglesia es una institución los hombres, por la doctrina y el ejem- naba los estados. En aquella época la
divina, fundada hace más de dos mil plo, el verdadero camino a seguir. eficacia propia de la sabiduría cristia-
años por el Verbo Encarnado, sobre la De entre estas luminarias destaca, na y su virtud divina habían penetrado
cual flota la promesa de la inmortali- por su lógica cristalina, Santo Tomás en las leyes, en las instituciones, en la
dad. Por ella, los mártires entregaron de Aquino. moral de los pueblos, infiltrándose en
sus vidas, sacerdotes y simples laicos todas las clases y relaciones de la so-
lucharon hasta la muerte, doctores de-
El mundo medieval ciedad. […] Organizado de este modo,
dicaron su existencia al estudio y de- Con el paso de los siglos, la fe cris- el Estado produjo bienes superiores
sarrollo de su doctrina. tiana, luchadora y victoriosa, hizo a toda esperanza. Todavía subsiste la
Tal vez este desconocimiento de la florecer una era impregnada de ben- memoria de estos beneficios y queda-
grandeza de la Iglesia se deba al he- diciones espirituales, donde los hom- rá vigente en innumerables monumen-
cho de que sus mayores tesoros per- bres, viviendo en torno a la Iglesia y tos históricos que ninguna corruptora
manecen invisibles para gran parte de nutriéndose de su enseñanza, alcan- habilidad de los adversarios podrá
los fieles. En efecto, en dos milenios zaron un desarrollo teológico nunca desvirtuar u oscurecer».1
ha adquirido, profundizando en las visto: la Edad Media. Aquella época, en la que las es-
verdades de la fe reveladas por Dios, cuelas y universidades florecieron
riquezas incomparablemente más con inmenso vigor, tenía la fe como
valiosas que todas las preciosidades De entre los que a lo base de su trabajo intelectual. La en-
materiales que adornan sus templos señanza continuaba apoyándose en la
en el mundo entero. largo de la historia ha jerarquía eclesiástica, pero al mismo
Tales riquezas la convierten en tiempo buscaba escudriñar los datos
Madre y Maestra de la verdad no sólo iluminado el rumbo de de la Revelación para llegar a nuevas
de un pueblo, sino de toda la huma- los hombres, destaca e inéditas conclusiones.
nidad. Y, por tanto, es una Iglesia de La teología, «reina de las cien-
carácter universal, católica. Santo Tomás por su cias», veía a su sierva, la filosofía,
A lo largo de los siglos, se ha man- asumir una importancia creciente.
tenido inmaculada y fiel en la predi- lógica cristalina Sobre lo qué enseñaba la teología a
cación de la verdad, a pesar de que, los cristianos, en general, todos es-

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taban de acuerdo. Sin embargo, se Sin embargo, la última palabra la
cuestionaba la relación entre la fe y la tendría el hombre que marcaría la pos-
razón. ¿Debería ésta ayudar a aque- teridad con su doctrina y se converti-
lla, o al revés? ¿Cuál sería el papel de ría en el eje central del pensamiento
la filosofía en el pensamiento cris- cristiano, en un justo equilibrio entre
tiano? Tales problemas, desde muy razón y fe: Santo Tomás de Aquino.
pronto, tuvieron que ser enfrentados
por los pensadores medievales.
Síntesis tomista entre fe y razón
Para el Doctor Angélico, la filoso-
Aristotelismo cristiano fía era de gran utilidad para la teolo-

Kralj
Desde los Padres de la Iglesia, la gía, pues permitía demostrar algunos

Gustavo
filosofía cristiana había sido eminen- presupuestos de la fe accesibles a la
temente platónica. El aristotelismo, razón natural, como la existencia y
con su realismo y sus métodos racio- la unicidad de Dios, así como ilus-
nalistas, era poco conocido. Esto era trar, mediante oportunas similitu-
Santo Tomás predicando - Convento de
debido en gran parte a que los escri- des, ciertas verdades de fe y rebatir Santo Domingo, Lima. En la
tos del Estagirita llegaron a Occiden- racionalmente los argumentos que se página anterior, manuscrito de la
te a través de traducciones del árabe le oponían.3 Percibía que el aristote- obra «Commentaria in Aristotelis
Politicorum», del Doctor Angélico -
al latín, con no pocos errores y falsas lismo, purificado de las interpreta- Biblioteca Nacional de España, Madrid
interpretaciones. Basta decir que, se- ciones erróneas de los musulmanes,
gún algunas de esas versiones, Dios podía dotar a la teología fundamen-
no sería el creador del universo… tos muchos más sólidos que los del Al percibir que el
La controversia alcanzó tal grado agustinismo platónico.
de tensión que, en 1210, un concilio Habiendo estudiado con San Al- aristotelismo podría
parisino llegó a excomulgar a los aris- berto Magno en París y en Colonia,
totélicos. La situación, no obstante, Santo Tomás fue más allá de la empre- darle a la teología bases
cambiaría con Gregorio IX, y ensegui-
da la filosofía aristotélica ganaría
sa de su maestro y se sirvió del aristo-
telismo para sintetizar la filosofía
sólidas, Tomás se sirvió
ciudadanía en el mundo cristiano. antigua y el dogma cristiano. de él para sintetizar
El primer teólogo que empleó Nacía una de las obras filosófi-
el conjunto de la filosofía aristo- cas y teológicas más grandes la filosofía antigua y
télica para apoyar su doctrina que los siglos verían. el dogma cristiano
teológica fue el fundador de Un diálogo amistoso
la escuela franciscana, Ale- entre fe y razón, donde
jandro de Hales. Más ori- una ayuda a la otra, se sin conocimiento de Cristo casi espe-
ginal y más profundo aún volvió una de las no- raba la luz de Jesús para ser completa.
fue el dominico San Al- tas más peculiares del Esta fue la gran “sorpresa” de San-
Reproducción

berto Margo, para quien pensamiento del Aqui- to Tomás, que determinó su camino de
la razón no sólo tenía el nate. Es lo que comen- pensador. Mostrar esta independencia
derecho, sino también el ta Benedicto XVI en entre filosofía y teología, y al mismo
deber de demostrar lo que una audiencia general tiempo su relación recíproca, fue la
es demostrable acerca en 2010: «¿Son com- misión histórica del gran maestro».4
de la fe, y cuyo proyecto patibles el mundo de la Además, entre sus escritos más re-
consistía en hacer inteli- racionalidad, la filoso- nombrados se encuentra, por ejemplo,
gibles las enseñanzas de fía pensada sin Cristo, la Suma contra gentiles, en la cual les
Aristóteles a los latinos, y el mundo de la fe? ¿O demuestra racionalmente a aquellos
incorporando en la cultura se excluyen? […] Santo que no tienen fe las razones para creer.
occidental la vasta heren- Tomás estaba firmemen- Pero la actividad de Santo Tomás
cia científica que el te convencido de no se redujo a su magistral síntesis en-
mundo musulmán su compatibilidad; tre fe y razón. Su incomparable obra
Aristóteles, detalle de «Triunfo de
había conservado y Santo Tomás de Aquino», de Benozzo más aún, de que la teológica —cuya máxima expresión
acrecentado.2 Gozzoli - Museo del Louvre, París filosofía elaborada es, sin duda, la Suma Teológica—,

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basada en una filosofía «purificada» y teológicos. Por ello, Santo Tomás Iglesia, tal como la contienen los volú-
por él mismo, rindió a la Santa Iglesia fue declarado patrón de las escuelas menes de Tomás de Aquino.8
una importantísima, por no decir in- y universidades católicas. Los Papas del siglo xx también
dispensable, contribución. Para este pontífice, las enseñanzas se muestran prolijos en alabar la sa-
del Doctor Angélico no se restringen, biduría del santo de Aquino. Para
Lumbrera de la Santa Iglesia de ninguna manera, al ámbito de la Pablo VI, Santo Tomás «poseyó en
Al tejer consideraciones sobre un familia dominica: «Es un hecho cons- grado eximio audacia para la búsque-
hombre de tal estatura y sobre su in- tante que casi todos los fundadores y da de la verdad, libertad de espíritu
fluencia en la historia de la Iglesia, co- legisladores de las órdenes religiosas para afrontar problemas nuevos y la
rremos el riesgo de quedar muy lejos mandaron a sus compañeros estudiar honradez intelectual propia de quien,
de la realidad… En efecto, las posibi- las doctrinas de Santo Tomás, y adhe- no tolerando que el cristianismo se
lidades de analizar superficialmente rirse a ellas religiosamente, disponien- contamine con la filosofía pagana,
a un personaje son proporcionales al do que a nadie fuese lícito impunemen- sin embargo no rechaza apriorísti-
tamaño de la figura contemplada. te separarse, ni aun en lo más mínimo, camente esta filosofía». Por eso, el
Basta con ajustarnos al modo en de las huellas de tan gran maestro».7 Doctor Angélico supo conciliar la
que la vida y la obra del Aquinate fue- León XIII va más allá y encuentra en secularidad del mundo con la radica-
ron consideradas por los sucesivos la enseñanza de Santo Tomás la solu- lidad del Evangelio de Nuestro Señor
pontífices, para darnos cuenta de que ción para los males de la sociedad civil Jesucristo, «sustrayéndose así a la
no estamos ante un hombre cualquiera. y doméstica que «viviría ciertamente tendencia innatural de despreciar el
Sólo él, asegura Juan XXII, «ilumi- más tranquila y más segura, si en las mundo y sus valores, pero sin eludir
nó a la Iglesia más que todos los demás academias y en las escuelas se enseña- las exigencias supremas e inflexibles
doctores; en un año una persona apro- se doctrina más sana y más conforme del orden sobrenatural».9
vecha más en la lectura de sus escritos con el magisterio de la enseñanza de la Juan Pablo II, por su parte, destaca
que estudiando la doctrina de los otros la actualidad del pensamiento tomista
durante toda su vida».5 Inocencio IV, en la encíclica Fides et ratio, del 14 de
por su parte, llegaría a afirmar acerca La obra de septiembre de 1998, recordando que
de la doctrina del Doctor Angélico: «la Iglesia ha propuesto siempre a San-
«Nunca a aquellos que la siguieren Santo Tomás to Tomás como maestro de pensamien-
se les verá apartarse del camino de la to y modelo del modo correcto de ha-
verdad, y siempre será sospechoso de
fue elevada por cer teología».10 En este documento, el
error el que la impugnare».6 sucesivos pontífices Papa polaco le confiere al santo el her-
Con León XIII y su encíclica moso título de «Apóstol de la verdad».11
Æterni Patris, el Aquinate recibiría y concilios, pues él Además de los pontífices conside-
los mayores elogios. El documento rados individualmente, distintos con-
presenta las razones por las cuales solo iluminó a la cilios ecuménicos también tomaron
la enseñanza tomista está en íntima Iglesia más que todos su doctrina como segurísima, verda-
consonancia con el magisterio de dero baluarte de la ortodoxia: «En los
Reproducción

la Iglesia y debe ser adoptada como los demás doctores Concilios de Lyon, de Viene, de Flo-
guía oficial de los estudios filosóficos rencia y Vaticano [I], puede decirse

Detalle de «Triunfo de Santo Tomás de Aquino»,


por Benozzo Gozzoli - Museo del Louvre, París

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que intervino Tomás en las delibera- ¡Cuántos modos de vida divergentes
ciones y decretos de los Padres, y casi del Evangelio! ¡Cuántos pensadores
fue el presidente».12 En el Concilio de que, en nombre de un pretendido y
Trento, junto con los libros que sobre falso progreso de la razón, tergiver-
el altar presidían las sesiones —la Sa- saron la verdad única e inmutable!
grada Escritura y los decretos de los Al dejar que la confusión penetrara
sumos pontífices—, se encontraba la incluso en el recinto sagrado, ¡cuán-
célebre Suma Teológica. ¿Qué mayor tos maestros culpables desfiguraron
testimonio de aprobación se podría y siguen desfigurando la inmaculada
dar a su obra magna? Más reciente- doctrina de la Iglesia, perturbando y
mente, el Concilio Vaticano II reco- escandalizando a los pequeños!
mendó vivamente el pensamiento Ahora bien, ante tanto reconoci-
tomista en dos documentos: Optatam miento dado por la Esposa Mística de
totius y Gravissimum educationis. Y Cristo a la doctrina que le legó San-
Benedicto XVI13 señaló la importan- to Tomás, hasta el punto de ver en ella
cia dada por la Iglesia al Doctor An- una referencia segura en materia teoló-

Reproducción
gélico al citarlo hasta sesenta y una gica y de proponer una vez más que fue-
veces en su catecismo. ra enseñada con toda propiedad, surge
Finalmente, conviene recordar que una pregunta: los que pretenden comba-
la doctrina teológica de Santo Tomás tir y menospreciar la genuina enseñanza
de Aquino se convirtió en «ley de la Santo Tomás de Aquino, tomista, ¿no están luchando contra su
Iglesia» cuando el nuevo Código de de Fra Angélico - Galería Nacional propia doctrina y, además, contra la pro-
de Umbría, Perugia (Italia)
Derecho Canónico14 mostró categórica pia «mentalidad» de la Iglesia?
preferencia por las enseñanzas de este Nos encontramos a siete siglos de
doctor en la formación de los clérigos. A todos los que la canonización de una de las lumbre-
ras más grandes del cristianismo y
A los que buscan la verdad
viven de la verdad ¡nunca hemos estado tan necesitados
Una de las notas características e de sus enseñanzas!
incluso esenciales de la elaboración y para la verdad, Si somos de los que, de hecho,
del pensamiento de Santo Tomás es quieren que reine la verdad de siem-
su convicción sobre la unicidad de la
este gran santo ha pre, la verdad católica, la única e in-
verdad: Dios es la verdad absoluta y sido y siempre será mutable verdad, ¿por qué no recurri-
todas las demás verdades que existen mos a la doctrina y a la valiosa inter-
esparcidas por el universo son resul- un incomparable cesión de Santo Tomás? Parafrasean-
tado de ella, primera y esencial. do el pasaje bíblico (cf. Gén 41, 55),
Han pasado muchos siglos des-
punto de referencia sólo podemos recomendar con toda
de la muerte del Doctor Angélico, propiedad: «¡Id a Santo Tomás!». A
durante los cuales el mundo se ha «¿Qué es la verdad?» (Jn 18, 38). Más todos los auténticos amigos de la sa-
ido transformando. En la sociedad que ignorarla, los hombres se nega- biduría, los que viven de la verdad y
actual, donde impera el relativismo, ron a buscarla donde realmente está. para la verdad, este gran santo ha sido
la famosa pregunta de Poncio Pilato ¡Cuántas filosofías nuevas sur- y siempre será un incomparable pun-
se vuelve cada vez más frecuente: gieron cuales «piedras de tropiezo»! to de referencia. ²

1
LEÓN XIII. Immortale Dei, 3
Cf. SANTO TOMÁS DE munis» Ecclesiæ. Romæ: Edi- 10
SAN JUAN PABLO II. Fides
n.º 9. AQUINO. Super De Trinitate. trice Nazionale, 1914, p. 45. et ratio, n.º 43.
Prœmium, q. 2, a. 3.
2
Cf. SÁNCHEZ HERRERO, 6
INOCENCIO IV, apud 11
Ídem, n.º 44.
José. Historia de la Iglesia. II: 4
BENEDICTO XVI. Audiencia LEÓN XIII. Æterni Patris. 12
LEÓN XIII. Æterni Patris.
Edad Media. Madrid: BAC, general, 16/6/2010. 7
LEÓN XIII. Æterni Patris.
2005, pp. 406-407.
13
Cf. BENEDICTO XVI. Au-
5
JUAN XXII, apud BER- 8
Ídem, ibidem. diencia general, 2/6/2010.
THIER, OP, J. J. Sanctus Tho-
mas Aquinas. «Doctor Com-
9
SAN PABLO VI. Lumen Ec- 14
Cf. CIC, can. 252 §3.
clesiæ, n.º 8.

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Tomás de Aquino, el Santo

Humildad, prudencia y piedad


Sus acertados juicios se basaban en un buen criterio adamantino,
fruto de su vida virtuosa, de la cual fluía una espiritualidad capaz
de fecundar no sólo la Edad Media, sino de llegar luminosa hasta
nuestros días.
õ Fabio Henrique Resende Costa

L
os historiadores carentes de to, y de poco le habría servido su emi- Un varón con rasgos
sentido religioso suelen tener nente inteligencia si hubiera dirigido psicológicos excepcionales
una visión unilateral a res- sus esfuerzos intelectuales hacia los La imagen que podamos concebir
pecto de personas ilustres que hombres y no hacia la gloria de Dios y de un Montecasino aún premedieval,
tuvieron como eje de su existencia una el beneficio de la Iglesia. en las laderas rocosas del valle Lati-
vida dedicada a Dios. Sin duda, esos Buena parte de sus acertados jui- no, con sus diversos monjes rezando
biógrafos yerran al apreciar solamente cios, basados en un buen sentido ada- allí, nunca será demasiado poética
una u otra cualidad de los personajes mantino, tuvieron como fundamento para que en ella insertemos la de To-
que retratan, al olvidarse del principio su integridad interior, es decir, su más de Aquino admirando los cami-
filosófico básico de que «el todo vale vida virtuosa, de la cual fluyó toda nos por los cuales desde la creación se
más que las partes». una espiritualidad capaz no sólo de puede ascender hasta el Creador.
Refiriéndose a Santo Tomás de fecundar la Edad Media, sino de ex- Pensativo y recogido, siempre pro-
Aquino, por ejemplo, no pocos histo- tenderse hasta nuestros días, a pesar penso a reflexionar sobre la causa de
riadores lo han estigmatizado con ca- de los tortuosos caminos que necesitó las cosas, empezaban a modelarse las
lificativos unilaterales —como gran serpentear de aquí para allá, a causa características de la índole psicológi-
lumbrera de la inteligencia, sol del de las distintas desviaciones ideológi- ca de Tomás: analítico y observador,
pensamiento cristiano, pensador ini- cas de la sociedad. casi taciturno, de un temperamen-
gualable, etc.— expresando partes de Con esta visión —que tiende a no to mucho más proclive a lo afable
la verdad, pero no el todo. disociar al santo del estudioso, o bien, y flemático, iba convirtiéndose en
De hecho, cuando consideramos al santo del filósofo, sino a conside- una persona tranquila, equilibrada y
figuras de alto calibre como San- rar que, incluso antes de que la Iglesia exenta de agitación, en consonancia
to Tomás, no podemos dejar en un hiciera de Tomás de Aquino un fiel con su aventajado porte.
segundo plano el adjetivo de carácter intérprete suyo, lo proclamó santo1— Tales atributos, lejos de volverlo
ontológico que, a justo título, precede pasemos a tratar los rasgos interiores apático, lo hacían distendido —casi
a tan extraordinario nombre: ¡Santo! de este varón que siempre mostró una imperturbable— e inclinado a la vida
Efectivamente, fue con mucha probidad digna de un fiel hijo de San- contemplativa, por la que siempre ha-
más propiedad un santo que un erudi- to Domingo. bía sentido una especial atracción.
GioSim (CC by-sa 4.0)

En los años que pasó en Montecasino, las características


de la índole psicológica de Tomás empezaron a
modelarse: analítico, afable, equilibrado
Abadía de Montecasino (Italia)

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Después de haber ingresado y preceptor: nunca habló sino de
y vivido con fervor en la Orden Dios o con Dios».3
de Predicadores en Nápoles, de También se cuenta que Tomás,
haber estado seis años en París y en su época de estudios, era tan
unos dos en Colonia, su carácter discreto con sus talentos que sus
ya estaba formado: hombre de compañeros lo llamaron «el buey
cultura inmensa, cuyo discerni- mudo». Sin embargo, el apodo
miento de las cosas, de los hechos no le duró mucho tiempo, pues
y de las personas causaba asom- las explicaciones que el Aquinate
bro, comienza a ganar reputación, daba sobre las materias imparti-
sobre todo a causa de la originali- das sorprendían a sus compañeros
dad de sus apreciaciones, a pesar por su clareza y genialidad. Esto
de su tan característica circuns- llegó a oídos de San Alberto Mag-
pección. no, que decidió ponerlo a prueba:

Concord (CC by-sa 4.0)


Aún en el ámbito psicológico, uno de los profesores debía inte-
lejos de emprender la osada tarea rrogarlo ante toda la clase sobre
—y, en este caso, irrisoria— de una cuestión complicadísima. Se
perfilar los rasgos de un hombre sintió herido en su humildad, pero
de tanta envergadura, sólo pode- tuvo que aceptarlo por obediencia.
mos arriesgarnos a describir algo La respuesta fue tan acertada que
El Doctor Angélico tomó a Dios
de sus atributos, manifestados el maestro llegó a decirle:
por confidente, y con Él comenzó a
con singularidad excepcional en estrechar lazos profundos y misteriosos —Tomás, ¡estás haciendo el
su caligrafía. papel del que enseña, no del que
Santo Tomás en oración ante el crucifijo -
Los trazos rectos y marcados Museo de Santa Ana, Lübeck (Alemania) aprende!
expresan una mentalidad defi- A lo que el santo le contestó,
nida, cimentada en principios, para Esto explica la ausencia de ras- con toda sencillez:
quien los sentimientos cuentan muy gos artísticos o armoniosos, propia —Profesor, no veo otra manera de
poco, casi nada, pero que por estar en de quien se esfuerza en primer lugar responderle a esa cuestión.
su debido lugar les dispensan incluso por las aspiraciones insaciables de la
a los desconocidos una apertura sim- inteligencia, sin dejar de saberse defi-
En el estudio o en el trabajo,
pática y acogedora. ciente y limitado e incluso sin llegar «Doctor Angelicus»
Más notable, sin embargo, es la a nada de excéntrico; pero que, en un En contrapartida, antes de hacerse
perfección meticulosa de no traspasar todo, caracteriza a los genios, cuyos oír en el mundo cristiano, causa ad-
el nivel de las líneas horizontales de raciocinios les vienen en una franca miración la solicitud de Santo Tomás
su escritura, reveladora de sus mane- profusión, en un notable menosprecio para con sus hermanos espirituales,
ras finas y gentiles, adecuadas para de los detalles superfluos. en la humilde vida monacal de cada
personas con aguzada paciencia. día, ya sea por su celo en hacer bien
A pesar de ello, los límites margi-
«Nunca habló sino de todas las cosas, ya sea por atender a
nales derechos, raramente respetados Dios o con Dios» las numerosas consultas de las que era
por Santo Tomás,2 revelan su bondad, En cuanto a su forma de ser, cabe objeto: «Hay quien calcula en dieci-
afecta a la prodigalidad, que para señalar, no obstante, el cuidado por séis horas diarias su increíble e insu-
nada desatiende a los menos allega- permanecer discreto; a semejanza de perable capacidad de trabajo».4 Cabe
dos, ya que las líneas iniciales de los quien teme despilfarrar un precioso te- subrayar que tales consultas podían
bordes izquierdos son seguidas al pie soro, al hacerlo conocido por muchos, venir de los más diversos ámbitos:
de la letra, infaliblemente. Santo Tomás siempre prefirió hablar desde el rey de Francia, San Luis IX,
La fluidez de sus peculiares carac- poco y expresar sus pensamientos con o de eminentes eclesiásticos, hasta de
teres —que nos deja desorientados mesura. Al mismo tiempo, tomaba a simples hermanos suyos de hábito.
y confusos— simplemente revela la Dios por confidente, con quien comen- Además de llevar una vida repleta
inteligencia impar de este coloso del zó a estrechar lazos cada vez más pro- de quehaceres, los cuales ocupaban un
pensamiento cristiano, para quien las fundos y —quién sabe— misteriosos. segundo plano de sus atenciones —ya
ideas encuentran una facilidad de ex- De este modo, «en Tomás se verifica que primeramente solía estar en pensa-
presión casi banal… lo que se dice de Domingo, su padre mientos más altos—, el Aquinate era

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muy riguroso consigo mismo. Como ejemplo de conducta que en la inocen-
nos refiere Tocco, Santo Tomás «hacía cia de quienes tienen como herencia
una sola comida al día»;5 talvez encon- el Reino de los Cielos (cf. Mt 19, 14),
traría energías en su ejemplar sobrie- cuando propone la siguiente oración
dad para seguir adelante con su vida para antes de los estudios: «Tú, que
intelectual tan activa. haces elocuentes las lenguas de los pe-
queños, instruye la mía, e infunde en
Filosofía leal y realista mis labios la gracia de tu bendición».
Fruto de esta integridad de cuerpo Asimismo, humildad que, ante los
y de alma, «la filosofía tomista es una halagos y honores, se viste de desinte-
filosofía leal, realista, donde no hay sú- rés y modestia. Como nos dice Ameal,
bitas y cómodas evasiones hacia miste- «no hay nadie tan sencillo, tan natural,

Francisco Lecaros
rios que se declaran evidentes, sino un como este asombroso desvelador de lo
progreso racional de lo conocido a lo trascendente»8 que, ante las disputadas
desconocido»,6 respetando los límites invitaciones para ser comensal en la
de la razón, hasta donde ella pueda lle- mesa de reyes y nobles o para ser con-
gar auxiliada por la gracia divina; pero sejero de Papas, o incluso para ser he- Santo Tomás tuvo la misión de hacer
sin trasponer las barreras de lo divino redero de posesiones que le confieren universal la devoción eucarística,
eje de su espiritualidad
con especulaciones humanas. un alto estatus social, lo rechaza todo.
Santo Tomás de Aquino, de Antonio
Así pues, «ningún autor respeta Basta aludir a los siguientes epi- André - Museo de Aveiro (Portugal)
mejor la necesaria distinción entre sodios: a instancias de su familia,
ambas [teología y filosofía] —aun- Santo Tomás fue invitado por el papa Una devoción tan arraigada y sin-
que haga de la primera, dentro de una Inocencio IV a aceptar los beneficios cera que si le surgía algún problema,
bien ordenada jerarquía de valores, la de la rica abadía de Montecasino; su mayor deseo era, antes de resolver-
cúpula de la segunda».7 hecho que más tarde, al parecer, fue lo, ir directamente a la capilla, poner
Santo Tomás es, por lo tanto, ho- repetido por Clemente IV. Además, su frente en el sagrario y extraer de Je-
nesto en su pensamiento. cuántas llamadas al episcopado, a re- sús Hostia las luces intelectuales ne-
cibir diócesis de las más codiciadas. cesarias para solucionar la cuestión.
Humildad: fundamento Las razones de estas reiteradas Por eso, en Cristo escondido bajo
de sus virtudes invitaciones, ¿no serían el elevado los velos del Sacramento, el Aquinate
Cabe mencionar que, en la trayec- prestigio que alcanzó, la noble sangre encontraba la fuente segura, cristali-
toria de su vida discreta y luminosa, que lo distinguía, sus grandes dotes na e inextinguible de sus explicitacio-
gran parte de esa honestidad reluci- de orador o, quizá, su santidad? Ante nes, que hacían más bien a la Iglesia
rá por medio de otra virtud que es su todas ellas, la posición evasiva —y por la piedad con la cual eran abor-
base y sostén: la humildad. asertiva— del «buey mudo» fue la dadas que por la clarividencia con la
Humildad que, en la vida cotidiana, única respuesta que recibieron.9 cual eran expuestas.
se traduce por la docilidad con que trata No es de extrañar, pues, que la teo-
a sus hermanos de hábito, como nos lo
Piedad: eje de su espiritualidad logía tomista se haya convertido prác-
demuestra el siguiente hecho. Un día, Por consiguiente, en el estado re- ticamente en la teología de la Iglesia,
un fraile modesto, que no lo conocía, ligioso, por medio del cual el hombre dado que gracias a Santo Tomás, im-
requiere su compañía y lo obliga a em- se somete al hombre por amor a Dios, buido de la virtud de la religión, se
prender una fatigante jornada. Cuan- como por amor al hombre Dios se le abrieron a la fe panoramas inéditos,
do le informan de a quién tiene como sometió, fue donde Santo Tomás quiso como lo demuestra el estilo arquitectó-
compañero, el religioso, confundido, vivir y cumplir hasta el final su misión. nico que le era contemporáneo, el gó-
le pide disculpas. Y como los presen- Misión que comprendía no sólo tico, expresión material de las mismas
tes se admiraban ante tanta docilidad, la tarea de ser profesor, escritor o verdades señaladas con nuevas armo-
Santo Tomás les hace observar que la consejero de Papas, sino la de hacer nías, luces y colores.
perfección de la vida religiosa supone, universal algo mucho más precioso,
ante todo, obediencia. algo que se convertiría en el pilar de
Prudencia: norma de conduta
Humildad que, en la aplicación de la catolicidad de la Iglesia y el eje de Nos edifica constatar cómo un sin-
las potencias humanas de la inteligen- la espiritualidad de Santo Tomás: la fín de las explicitaciones de Santo To-
cia y de la voluntad, no encuentra mejor devoción eucarística. más encontraban eco en su modo de

 Sumario 24      Heraldos del Evangelio · Julio 2023


proceder. No había en él, por tanto, te al hacer caso de la opinión de los amistad indisoluble la que había enta-
una incoherencia entre lo que predi- más concienzudos —cuyo máximo blado con la Sabiduría —amiga de la
caba y lo que vivía, todo lo contrario. ejemplo está en la Suma Teológica, al prudencia, poseedora de una ciencia
Por ejemplo, en consonancia con recurrir siempre a la autoridad de los profunda (cf. Prov 8, 12)—, de la cual
el principio de que «la virtud humana Padres de la Iglesia. sorbió los medios necesarios para el
es un hábito que perfecciona al hom- Como si esto no bastara, en cuanto cumplimento de su ingente vocación.
bre para obrar bien»,10 el proceder religioso, prudente al no aceptar los
del Doctor Angélico estuvo siempre vínculos con el mundo y la carne; y,
«El Señor me reveló el secreto
regido por cierta virtud que, a sus más admirable aún, prudente al sa- de una ciencia superior…»
ojos, «es la más necesaria para la vida berse falible, aceptando como única Próximo a la muerte, agraciado
humana»:11 la prudencia. con favores sobrenaturales y ya
Siendo la virtud que perfec- alienado de este mundo, San-
ciona el intelecto práctico para to Tomás resumió con elocuencia
obrar de manera recta, pero tam- el estado de espíritu con el cual
bién la que perfecciona la poten- partía hacia la eternidad:
cia apetitiva en cuanto virtud mo- «Le pedí [a Dios] que me lleva-
ral, la prudencia está clasificada ra de este mundo, a mí, su indigno
por Santo Tomás12 de una forma siervo, en la condición humilde en
particular en las dos modalidades que me encontraba, y que ningún
de los actos humanos, tanto en los poder transformara mi vida con-
que tienen su origen en la razón firiéndome alguna dignidad. Po-
como en el apetito. dría aún, sin duda, hacer nuevos
Por lo tanto, en el intelecto la progresos en la ciencia y ser, por
prudencia es responsable de acon- la doctrina, útil a los demás. Pero,
sejar, juzgar y decidir bien, pero por medio de la revelación que me
como se aplica a la acción, depen- fue hecha, el Señor me impuso
de igualmente de la voluntad.13 silencio, puesto que ya no podía
Ahora bien, ¿cómo no ver en enseñar más, como sabes, después
Santo Tomás un hombre de refi- de que le pluguiera revelarme el
nada prudencia? secreto de una ciencia superior».14
En cuanto niño, prudente al- Valiéndonos, por tanto, de un
Gustavo Kralj

preguntar, a fin de oír de los más principio atribuido a él, de que


experimentados la razón de ser «primero está la vida, después la
de las cosas; en cuanto joven, doctrina, porque la vida conduce
prudente al ser circunspecto, go- Al final de su vida, Tomás ya no osaba seguir
a la ciencia de la verdad»,15 con-
zando de la facilidad de descubrir enseñando, pues Dios le había revelado «el templemos en algunos de los si-
rápidamente un gran número de secreto de una ciencia superior» guientes artículos un preludio de
soluciones a los problemas; en Visión de Santo Tomás de Aquino - esta ciencia superior, expuesta en
cuanto hombre maduro, pruden- Monasterio de Santo Domingo, Lima su doctrina. ²

1
Aludimos al hecho de que San- y q. 3, ad 1-4 del Super De 6
AMEAL, op. cit., p. 147. 10
SANTO TOMÁS DE AQUI-
to Tomás fue canonizado el 18 Trinitate. NO. Suma Teológica. I-II,
7
Ídem, ibidem.
de julio de 1323, cincuenta y q. 58, a. 3.
3
PÍO XI. Studiorum ducem.
un años nada más después de
8
Ídem, p. 117. 11
Ídem, q. 57, a. 5.
su muerte, y que como doctor
4
AMEAL, João. São Tomás de 9
Cabe señalar que, ya reconoci-
de la Iglesia solamente fue re- Aquino. Iniciação ao estudo 12
Cf. Ídem, ibídem.
do por muchos de sus contem-
conocido en 1567. da sua figura e da sua obra.
poráneos como una lumbre- 13
Cf. Ídem, I-II, q. 58, a. 4; II-II,
3.ª ed. Porto: Tavares Martins,
2
Se ha tomado como paráme- ra, Santo Tomás acabó ejer- q. 47, a. 1-4.
1947, p. 131.
tro de observación la siguien- ciendo la triple tarea de profe- 14
GUILHERME DE TOCCO,
te composición caligráfica del
5
GUILHERME DE TOCCO, sor, escritor y consejero de Pa-
op. cit., p. 146.
santo: cod. Autogr. F. 101va apud AMEAL, op. cit., p. 136, pas. No obstante, el santo nun-
1-27, referente a la q. 6, a. 1 nota 2. ca aceptó ningún tipo de dig-
15
PÍO XI. Studiorum ducem.
nidad u honor eclesiástico.

Julio 2023 · Heraldos del Evangelio      25 Sumario 


La contemplación según Santo Tomás de Aquino

Amar y conocer es contemplar


El Doctor Angélico explica diversos matices que la contemplación
debe manifestar en las almas que desean, aún en esta tierra,
ver el rostro del Señor, y nos presenta al Discípulo Amado como
prototipo del contemplativo.
õ Hna. Ana Rafaela Maragno, EP

C onsiderar, apreciar, observar


con atención, trascender de lo
físico a lo inmaterial, elevarse
de lo natural a lo sobrenatu-
ral… ¿En qué consiste exactamente la
el Creador, alcanzando su ápice en la
visión del propio Dios.1
Por eso, ponderaba Santo Tomás
de Aquino con gran acierto: «Como
elemento principal pertenece la con-
fice— alcanzará en la vida futura el
fin último de la criatura intelectual:
ver la esencia de Dios.4 Por lo tanto,
contemplar ha de ser la primordial
ocupación de quien ama y amar ha de
contemplación? Para responder a este templación a la verdad divina, porque ser el fin de todo el que desea contem-
interrogante podríamos definir la con- tal contemplación es el fin de toda la plar a Dios.
templación como el acto de reflexionar vida humana».2 En consecuencia, la El Doctor Angélico trata más en
acerca de algo en busca de su signifi- vida contemplativa consiste en amar profundidad sobre la contemplación
cado más profundo. ¿Sólo sería esto? a Dios, ya que la caridad hace que en su comentario al Evangelio de
Aunque correcto, dicho concepto nuestro corazón arda en deseos de ver San Juan, en el que presenta al Discí-
aún está incompleto, porque si anali- el rostro del Creador.3 pulo Amado como prototipo del con-
zamos la cuestión desde el punto de Aliada al amor, la natural incli- templativo, que transmite de manera
vista teológico veremos que desde nación de saber lleva al hombre a sublime lo que, movido por la cari-
la Antigüedad la contemplación era remontar a las causas observando dad, observó del Hombre-Dios.
entendida no únicamente como la los efectos. Así pues, empleando la No obstante, en grados diferentes,
búsqueda de la esencia de las cosas a inteligencia y la voluntad para cono- todos estamos llamados a esta con-
través de la razón, sino como el co- cer a través de las criaturas la Causa templación. ¿Cómo alcanzar tal gra-
nocimiento de ellas en su relación con causarum —es decir, el divino Artí- do de perfección?

La vida contemplativa
consiste en amar
a Dios, ya que la
caridad hace que
nuestro corazón arda
en deseos de ver el
rostro del Creador
Leandro Souza

Adoración al Santísimo Sacramento - Casa


de Formación Thabor, Caieiras (Brasil)

 Sumario 28      Heraldos del Evangelio · Julio 2023


Inteligencia y voluntad unidas como los actos de la imaginación o será perfecta sólo en la vida futura,
en la contemplación los discursos de la razón acerca de los cuando veamos a Dios cara a cara.
El acto de contemplar es propio del distintos signos que puedan llevar al En cuanto peregrinos en este valle
intelecto, ya que comporta el objeto conocimiento de la verdad anhelada. de lágrimas, poseemos una contem-
del entendimiento, es decir, la verdad. Por su parte, la meditación es el plación imperfecta de la verdad divina,
No obstante, Santo Tomás5 muestra proceso de la razón que pasa a través como el reflejo a través de un espejo,
que no se puede afirmar que este acto de los principios para llegar a la con- confusamente. Por los efectos divinos
pertenezca tan sólo a la inteligencia, sideración de una determinada ver- llegamos a Dios —y en esto consiste
porque el impulso para ejercer tal dad; y la contemplación, en sí, es la el segundo elemento de la contempla-
operación le compete a la voluntad, la simple intuición de la verdad. ción—, conociendo las realidades sólo
cual mueve a todas las demás poten- Todavía según el Aquinate, el mediante las cosas creadas.
cias, incluso al mismo intelecto. hombre llega a la contemplación de Por ello, la consideración de las cria-
Con sabiduría divina, el Salvador la verdad de dos modos: por un favor turas no ha de ser el ejercicio de una
expresó esta realidad cuando dijo: recibido o por un esfuerzo realizado. curiosidad estéril, desperdicio de vita-
«Donde está tu tesoro, allí estará tu En cuanto al primero, cabe señalar que lidad o disipación del espíritu, sino un
corazón» (Mt 6, 21). De hecho, el puede provenir de los hombres —ya medio —impulsado por la caridad—
hombre que encuentra el «tesoro es- sea una enseñanza oral o escrita, lo de transcender a lo que es perenne.7
condido» (Mt 13, 44) del conocimien- que requiere la audición o la lectura—
to de Dios es movido por el amor a o puede tener un origen sobrenatural.
Objetivo último: la
abandonarlo todo para obtenerlo; el Cuando el don viene de Dios, hace bienaventuranza
corazón constituye el gran motor de falta el concurso de la oración, por Sin embargo, aunque la contem-
sus acciones para alcanzar el bien an- lo cual el salmista declara que desde platio perfecta sólo ocurra en la eter-
helado por el intelecto. la aurora eleva su plegaria al Señor nidad, la contemplación de Dios a
De esta forma, como el deleite se (cf. Sal 87, 14). En el segundo modo través de sus criaturas confiere ya un
obtiene cuando se alcanza el objeto —en el que el hombre aplica su propio comienzo de bienaventuranza que,
amado, el término de la vida contem- esfuerzo para llegar a la contempla- iniciada en esta vida, alcanzará su
plativa consiste en el deleite de conocer ción—, la meditación es necesaria. plenitud en la otra.

Reproducción
el objeto deseado. Con cada nuevo pel-
daño de conocimiento, el amor se vuel-
La realidad invisible contemplada
ve más intenso, ya que el conocimiento en los efectos divinos
produce amor, y el amor, a su vez, an- Así, la vida contemplativa abarca
hela conocer siempre más y más. dos elementos: el principal y el secun-
dario. El primero es la contemplatio
Pensar, meditar, contemplar de la verdad divina, fin de todas las
Conviene también considerar que acciones humanas y pleno gozo eter-
el hombre llega a la intuición de la ver- no. No obstante, esta contemplación
dad progresivamente, mediante mu-
chos actos. Así pues, aunque la vida
contemplativa se consuma en un solo Como favor recibido,
acto —el conocimiento y el amor de la
verdad—, implica muchos actos que la contemplación
preparan esta acción suprema. Según puede provenir de
las enseñanzas de Ricardo de San Víc-
tor, Santo Tomás6 distingue los térmi- Dios, por un don, o de
nos pensamiento, meditación y con-
templación a lo largo de este proceso. los hombres, a través
El pensamiento es la observación
de muchos elementos de los cuales
de una enseñanza
se pretende deducir una simple ver- oral o escrita
dad, vocablo que puede incluir tanto
las percepciones de los sentidos que Santo Domingo, de Fra Angélico - Museo
nos dan a conocer ciertos efectos, de San Marcos, Florencia (Italia)

Julio 2023 · Heraldos del Evangelio      29 Sumario 


En este sentido, Santo Tomás Alta, amplia y perfecta: la
afirma que es imposible que la bien- «contemplatio» joánica
aventuranza del hombre —un bien Con la talla de un gran teólo-
perfecto que, siendo el fin último, go y la admiración de un santo, el
aquieta el deseo— esté en los bie- Aquinate nos presenta al Discípu-
nes creados. En efecto, el objeto de lo Amado como modelo de con-
la voluntad, la cual mueve al hom- templación. Ya en el prólogo de su
bre a desear obtenerlo, es el bien obra Lectura super Ioannem, en
universal; y el objeto del intelecto la cual comenta de forma magis-
es la verdad universal. Por lo tanto, tral el cuarto Evangelio, señala el
nada puede aquietar los anhelos del excelso grado de contemplación
hombre sino el bien universal, que que poseía el Apóstol virgen, su-
no se encuentra en ninguna cosa brayando que, «mientras los otros
creada más que en Dios. Concluye evangelistas se ocuparon princi-
entonces el Doctor Angélico que palmente de los misterios de la
«la bienaventuranza última y per- humanidad de Cristo, Juan mues-
fecta sólo puede estar en la visión tra especial y particularmente en
Francisco Lecaros

de la esencia divina».8 su Evangelio la divinidad de Cris-


Además, la perfección de la to, […] sin descuidar por ello los
inteligencia se mide por el conoci- misterios de su humanidad».11
miento de la esencia de una cosa. Juan —a quien Jesús más ama-
No obstante, si el intelecto conoce Visión de San Juan Evangelista en la ba, el que contempló en la tierra
la esencia de un efecto y, por ella, isla de Patmos - Museo Diocesano de la gloria del enviado del Padre,
no es capaz de conocer la esencia Santarém (Portugal) el que reclinó su cabeza sobre el
de la causa, no se puede decir que corazón del Verbo Encarnado, el
el intelecto conozca la esencia de la que, en fin, recibió como depositario
causa realmente. Ahora bien, si el El amor al Verbo su mayor Tesoro al pie de la cruz—
entendimiento humano, conocedor experimentó con los sentidos corpo-
de la esencia de algún efecto creado, encarnado hizo que rales los efectos divinos en el Hom-
sólo consigue llegar a la existencia de San Juan, viviendo bre-Dios y, por otra parte, fue arreba-
Dios, su perfección aún no alcanza tado y contempló la corte celestial y
en absoluto la causa primera y en él aún en esta tierra, la gloria del Creador (cf. Ap 4, 2).
permanece el deseo natural de inves- Por eso Santo Tomás no duda en
tigarla. Por eso, aún no es bienaventu- ascendiera a las afirmar: «Porque Juan trasciende los
rado en plenitud y sólo lo será cuando seres creados —los propios montes,
alcance la perfección en la visión y en
alturas celestiales y cielos y ángeles— y llega al Creador
el conocimiento de Dios.9 alcanzara la perfecta de todo, […] se hace manifiesto que
Santo Tomás también afirma, ba- su contemplación fue altísima».12
sándose en San Agustín, que nadie contemplación Aplicando a la contemplación joá-
puede ver a Dios durante esta vida es- nica un pasaje de Isaías, el Doctor
tando sujeto a los sentidos del cuerpo. no se sirve de los sentidos corporales Angélico la califica de «alta, amplia
Para ser elevado a la visión de la esen- ni de la imaginación. En el primer y perfecta».13 El profeta narra que vio
cia divina, el hombre ha de morir de caso, la contemplación jamás podrá al Señor en un trono de gloria; su ma-
algún modo a este mundo, ya sea sepa- alcanzar la visión de la esencia divi- jestad cubría la tierra y la orla de su
rándose totalmente del cuerpo, ya sea na; en el segundo, sí, como sucede en manto llenaba el templo.
prescindiendo de los sentidos carnales. el arrobamiento.10 A partir de estas palabras el Aqui-
De hecho, se puede estar en la vida Sin embargo, a pesar de ser bella y nate describe los tres aspectos de la
presente de dos maneras: de un modo sublime, esta teoría no sería asimilable contemplación del Discípulo Ama-
actual, cuando se hace un uso real de si no se tradujera en ejemplos concre- do: es alta porque, trascendiendo las
los sentidos corporales, o de un modo tos, capaces de ilustrar a los hombres criaturas, llega hasta el Verbo de Dios
potencial, cuando el alma, aun unida en el elevado camino que, a través de —vi al Señor sentado sobre un trono
al cuerpo mortal como forma de éste, la contemplación, conduce al Creador. elevado y excelso; amplia, pues se ex-

 Sumario 30      Heraldos del Evangelio · Julio 2023


El canto del triple secreto
Con habilidad poética e insuperable ortodoxia, Santo Tomás de Aquino
legó a la posteridad, en una breve antífona, la explicitación de la doctrina
y del misterio inefable contenidos en el augusto sacramento del amor.
õ Hna. Giovana Wolf Gonçalves Fazzio, EP

E n determinada etapa de la cidad de sintetizar realidades vastí- Teólogo, poeta y santo


infancia, surgen en la ca- simas. Es lo que ocurrió con algunos Como vemos en la biografía que
beza del niño numerosos científicos, filósofos, compositores, abre esta secuencia de artículos so-
interrogantes que denotan poetas y escritores que inmortaliza- bre el Doctor Angélico, con ocasión
el deseo de investigar y comprender el ron su memoria marcando la historia de la institución de la solemnidad de
mundo que le rodea: es la famosa edad con ingenios fabulosos. Corpus Christi,2 Urbano IV le encar-
de los «porqués»… Sin lugar a duda, entres estas fi- gó a Santo Tomás que compusiera el
El jovencito empieza a surcar el guras se encuentra el gran Santo To- oficio de la celebración. Sin embargo,
misterioso mar del conocimiento y más de Aquino. Cuesta creer que una superando las expectativas, el santo-
con cada «descubrimiento» siente la única mente haya explicitado tantas poeta produjo «una joyita litúrgica
alegría de haber ganado una batalla verdades. Por su admirable inteligen- que ya ha desafiado siete siglos, y que
más, de haber conquistado un terreno cia aliada a una eminente santidad, tal vez sigamos cantando en la eter-
más. En el variado abanico de pre- fue alabado por teólogos, obispos y nidad bienaventurada».3 El conjunto
guntas que le asaltan, suele aparecer pontífices de todos los siglos, y con de oraciones e himnos que lo forman
ésta: «¿Cómo es que el ojo, siendo tan mucha razón León XIII lo compara al se considera «lo más tierno, devoto y
pequeño, tiene la capacidad de abar- sol, pues «animó al mundo con el ca- profundamente teológico que se co-
car tantas cosas como la vastedad del lor de sus virtudes, y lo iluminó con noce en la sagrada liturgia».4 De él re-
océano, la inmensidad del cielo o la esplendor».1 cogemos el Adoro te devote, el Lauda
extensión de las montañas?». Sion y el Ave verum, entre otros.
Y se pasa los días en busca de una Como señala Mons. Biffi, Santo To-
respuesta convincente que tranquili- En esta antífona están más no sólo supo elaborar magistral-
ce sus indagaciones —la cual puede mente su teología eucarística, sino que
tardar años en dilucidarse completa- consignadas las tres su «contemplación de la Eucaristía fue
mente—, hasta que, quizá desde el realidades que todo tan intensa que logró abrir su vena poé-
pupitre de la escuela, aprende cómo tica e infundió los acentos de la lírica en
funciona el sistema óptico del ser hu- sacramento abarca: en un impecable y refinado lenguaje dog-
mano. Sólo entonces descansa su es- mático, y de ahí nacieron las secuencias
píritu, con el alivio de haber llegado a relación con el pasado, e himnos que todos conocemos y toda-
una conclusión más. vía cantamos».5
Ahora bien, así como el ojo tiene
presente y futuro de En este oficio del Corpus Christi
la posibilidad de abarcar tantas cosas, nuestra santificación encontramos una antífona pequeña
Dios creó ciertas almas con la capa- en tamaño, pero gigante en conte-

 Sumario 32      Heraldos del Evangelio · Julio 2023


nido: se trata del famoso O sacrum legó no solamente un recuerdo suyo, su Pasión.9 Comenta el entonces car-
convivium.6 En ella, de hecho, San- sino su propia Persona en alimento: denal Ratzinger10 que las palabras del
to Tomás7 dejó consignada la triple «Por eso, cuando Cristo estaba para divino Maestro en la Última Cena
realidad que, como él afirma, todo ausentarse de sus discípulos con su fueron un ofrecimiento anticipado, en
sacramento abarca; es decir, en rela- presencia natural, se quedó con ellos el que midió todas sus consecuencias
ción con el pasado, con el presente y con una presencia sacramental».8 y aceptó la muerte. Por lo tanto, en la
con el futuro de nuestra santificación. La segunda razón es la necesidad cena pascual hizo su ofrecimiento y
Consideremos, por tanto, cada de que hubiera algo que representa- en la cruz lo consumó. Y para que se
uno de esos aspectos en particular. ra para los siglos futuros el supremo recordara perpetuamente este miste-
acto de amor realizado por Jesús en rio ordenó: «Esto es mi cuerpo, que
Institución de la Eucaristía se entrega por vosotros; haced esto en
y memorial de la Pasión memoria mía» (Jn 22, 19).
O sacrum convivium in quo Chris- A punto de iniciar Es de suma importancia recalcar
tus sumitur; recolitur memoria pas- que los términos representar, reme-
sionis eius —¡Oh, sagrado banquete la Pasión, Jesús legó morar y memorial son empleados no
en el que se recibe a Cristo! Se renue-
va la memoria de su Pasión.
a los suyos no sólo como un recuerdo evocado a partir de
los sentidos internos de la memoria o
Aquí encontramos dos actos que un recuerdo, sino su de la imaginación, sino en el sentido
se interpenetran: la institución de la de actualizar, hacer presente la Pasión
Eucaristía y el memorial de la Pasión. propia Persona en de Cristo en el sacramento del altar.
A punto de morir, el Señor dejó re- La propia cena pascual tenía ese
bosar el cariño que tenía por sus discí-
alimento, recibido en carácter «actualizador» para el pueblo
pulos: «Antes de la fiesta de la Pascua, un banquete sagrado elegido: «El memorial judío no se li-
sabiendo Jesús que había llegado su mita a recordar los hechos salvíficos
hora de pasar de este mundo al Padre, realizados por Dios en el pasado, sino
habiendo amado a los suyos que esta- que los hace presentes en la nueva cir-
ban en el mundo, los amó hasta el ex- cunstancia. Se trata de un rito que ac-
tremo» (Jn 13, 1). ¿Y qué escenario eli- tualiza la acción salvadora de Dios».11
gió para ello? ¿Una predicación en la Asimismo, la cena eucarística no
sinagoga? ¿Un discurso? No: ¡una sólo recuerda el ofrecimiento y la
cena! La comida con amigos y muerte del divino Salvador, sino
parientes tiene un carácter su- que los renueva de forma in-
mamente afectivo, afable y cruenta sobre el altar.
acogedor: pasamos el tiem- Finalmente, como tercer
po juntos, nos despedimos motivo, Santo Tomás expli-
de un ser querido o nos re- ca que convenía que este
encontramos con alguien sacramento fuera institui-
muy esperado… Ése fue do en la postrera cena de
precisamente el contexto Cristo con sus discípulos
que el divino Salvador es- porque «las últimas pala-
cogió para la última confra- bras, muy especialmente
ternización con los suyos: al despedirse los amigos,
un «banquete sagrado». se graban más en la me-
Además del aspecto moria, ya que entonces se
convivencial, Santo Tomás inflama más el afecto ha-
indica tres razones teológi- cia el amigo».12
Francisco Lecaros

cas para la oportunidad de


la institución de la Eucaris-
Transformados en
tía en una cena. En primer el propio Dios…
lugar, porque el Señor no Mens impletur gratia
quería dejar solos a quienes Comunión de los Apóstoles en la Última Cena, de Jules-Élie —el espíritu se llena de
tanto amaba; así pues, les Delaunay - Catedral de los Santos Pedro y Pablo, Nantes (Francia) gracia.

Julio 2023 · Heraldos del Evangelio      33 Sumario 


Reza el viejo adagio: «Eres lo que asimila, pasamos a ser su propia ca- derrotados en virtud de la Pasión de
comes». Ahora bien, si la salud cor- ridad… Por tanto, con toda razón lo Cristo; promueve la unión entre los
poral puede ser medida según los llamamos sacramento de la caridad. miembros de su Cuerpo Místico.15
alimentos ingeridos, ¿qué decir de Sobre este punto escribe Alas- Tal interconexión se establece por
los efectos producidos en el alma del truey: «Esta unión del hombre con la Comunión, ya que al estar unidos a
que se alimenta con el propio cuerpo Cristo se obtiene principalmente por Cristo, Cabeza de la Iglesia, median-
y sangre de Cristo? la virtud de la caridad, que encierra te este sacramento, necesariamente
En la alimentación corporal, los nu- en sí poderosa fuerza unitiva y trans- debe haber una unión recíproca de los
trientes y vitaminas penetran en nues- formativa del amante en el amado».14 fieles entre sí, como miembros de un
tro organismo convirtiéndose en parte No obstante, sin ser hipostática, subs- solo Cuerpo: «Comunicamos y nos
constitutiva de él, como sangre, cabello tancial o física, es en esa unión moral unimos unos con otros a través de
o músculo, por ejemplo. Sin embargo, donde conformamos nuestra volun- ella».16
Santo Tomás aclara que el alimento es- tad y nuestro afecto al suyo.
piritual, es decir, la Eucaristía, posee un
Prenda de la gloria futura
efecto distinto al natural: no se convier- Et futuræ gloriæ nobis pignus
te en nuestra sustancia, sino que nos En la Eucaristía, datur. Como ya hemos visto, en la
transforma en lo que comemos.13 Eucaristía se renueva la Pasión de
En la Eucaristía, no somos no-
Jesús nos asume Cristo; sin embargo, este sacrificio
sotros los que asumimos a Jesús, por completo y se sólo alcanzó su auge en la Resurrec-
la segunda Persona de la Santísima ción. Del mismo modo, el banquete
Trinidad, sino que es Él quien nos une íntimamente a eucarístico sólo tendrá su desenlace
asume por completo. Sin duda, ahí definitivo en el Cielo, pues para esto
está el efecto particular y la gracia nosotros; ella es prenda murió y resucitó Cristo. En este sen-
específica de este sacramento: la ín- de la gloria futura, tido termina Santo Tomás la antífona
tima unión del hombre con Cristo, de diciendo que la Eucaristía se nos da
manera que el fiel, al comulgar, pue- por los méritos de su como «prenda de la gloria futura».
de exclamar como la esposa del Can- «Como la Pasión de Cristo, por
tar de los Cantares: «Yo soy para mi Muerte y Resurrección cuya virtud actúa este sacramento, es
amado y mi amado es para mí» (6, 3). causa suficiente de la gloria —no que
Por eso este sacramento supera en Además de unirnos a Cristo y de nos introduzca inmediatamente en
excelencia a todos los demás, pues en acrisolar en nosotros la virtud de la ella, porque antes tenemos que “pa-
él no recibimos solamente un aumento caridad, otros efectos derivan de la decer juntamente con Cristo” para ser
de la gracia santificante, sino al propio recepción de este augusto sacramen- después “con Él glorificados”, como
autor de la gracia, que prometió: «El to: aumenta la gracia santificante, dice Pablo—, así este sacramento no
que come mi carne y bebe mi sangre sustentando, reparando y deleitando nos introduce inmediatamente en la
habita en mí y yo en él» (Jn 5, 56). nuestra alma, de manera análoga a lo gloria, sino que nos da la capacidad
Ahora bien, ¿cuántas veces nos he- que hacen la comida y la bebida en el de entrar en la gloria».17
mos detenido a meditar sobre quién organismo humano; perdona los pe- Comentando esta parte de la an-
es este Dios en el cual nos transfor- cados veniales por el poder de acción tífona, Torell afirma que la «evoca-
mamos? En palabras del Discípulo de la caridad; previene de pecados ción de la esperanza no ocurre por
Amado, «Dios es amor» (1 Jn 4, 8); futuros, pues la caridad disminuye la casualidad, porque si la celebración
entonces, cuando este Dios-Amor nos concupiscencia y los demonios son del sacramento está cargada del me-

1
LEÓN XIII. Æterni Patris. 3
FARREL, OP, Walter; Suma Teológica. 3.ª ed. Ma- 6
Cf. SANTO TOMÁS DE
HEALY, STD, Martin J. El li- drid: BAC, 1964. t. I, p. 51. AQUINO. Officium Corpo-
2
El 11 de agosto de 1264, Urba-
bro rojo de Dios según Santo ris Christi Sacerdos. Vesp. II.
no IV emitía la bula Transitu- 5
BIFFI, Inos. L’Eucaristia in
Tomás de Aquino. Pamplona: Antiphona ad Magnificat.
rus de hoc mundo, por la cual San Tommaso «Dottore Eu-
Don Bosco, 1980, p. 598.
determinaba la solemne cele- caristico». Teologia, misti- 7
Cf. SANTO TOMÁS DE
bración de la fiesta de Corpus 4
RAMÍREZ, OP, Santiago. In- ca e poesia. Siena: Cantagalli, AQUINO. Suma Teológica.
Christi en toda la Iglesia. troducción general. In: SAN- 2005, p. 9. III, q. 60, a. 3; q. 73, a. 4.
TO TOMÁS DE AQUINO. 8
Ídem, q. 73, a. 5.

 Sumario 34      Heraldos del Evangelio · Julio 2023


Gustavo Kralj

Altar durante una misa en la basílica de Nuestra Señora del Rosario, Caieiras (Brasil)

morial de la Pasión, está igualmente es capaz de interponerse en tal dona-


orientada hacia el cumplimiento del Hay un «puente» entre ción; si fuera para el bien del otro, es-
fin de los tiempos, ya que es prenda tará dispuesto a entregar hasta su pro-
de la gloria futura».18
el amor manifestado pia existencia. Ejemplo máximo de
Efectivamente, para que nadie en la Última Cena y el esta realidad nos lo ofrece el Salva-
piense que el Reino de los Cielos se dor, cuando murió y se entregó a los
conquista con el esfuerzo personal, el holocausto consumado hombres en Cuerpo, Sangre, Alma
Doctor Eucarístico explica que en este y Divinidad: «Nadie tiene amor más
sacramento recibimos a aquel que, en en la cruz, pues grande que el que da la vida por sus
virtud de su Muerte y Resurrección, el verdadero amor amigos» (Jn 15, 13).
nos abrió las puertas del Paraíso.19 Y Hubo, pues, una especie de «puen-
ese efecto escatológico del banquete sólo se demuestra te» entre el amor manifestado du-
eucarístico lo confirman las propias rante la Última Cena y el holocausto
palabras del Señor: «Ardientemente en el sacrificio consumado durante la Pasión. De
he deseado comer esta Pascua con vo- donde se puede concluir que el divi-
sotros, […] porque os digo que ya no la Dolor y amor: sacrificio no Maestro quiso enseñarnos que sin
volveré a comer hasta que se cumpla que conduce a la gloria sufrimiento no hay amor, porque el
en el Reino de Dios» (Lc 22, 15-16). Ahora bien, ¿qué llevó a Dios a verdadero amor sólo se comprueba
Nuestra unión con Cristo y con darnos tanto? ¡El amor! Un amor en el sacrificio.
los demás miembros de su Cuerpo desmedido, total, completo… propia- No despreciemos esta lección del
Místico aquí en la tierra, por medio mente infinito. Un amor que se ani- Señor que tenemos diariamente ante
de la Eucaristía, es una prefigura de quiló a sí mismo en favor de aquellos nosotros, en los altares del mundo en-
la felicidad que tendremos en el Cie- a los que amaba, derramando su san- tero, y sepamos abrazar con generosi-
lo. Si la convivencia entre los que se gre, al ser clavado en una cruz. dad todas las pruebas y cruces que la
aman causa tanta alegría en esta vida, Cuando existe un amor verdadero Providencia nos envíe, sabiendo que
¿qué decir de nuestra plena unión con y puro, éste lleva al amante a querer al final recibiremos una recompensa
Dios y con los bienaventurados en la darse enteramente al amado, de ma- demasiadamente grande: la perfecta
eternidad? nera que ni siquiera la vida corporal unión con Cristo en el Cielo. ²

9
Cf. Ídem, ibídem. 12
SANTO TOMÁS DE AQUI- 15
Cf. SANTO TOMÁS DE 18
TORRELL, OP, Jean-Pierre.
NO. Suma Teológica. III, AQUINO. Suma Teológica. Saint Thomas en plus simple.
10
Cf. RATZINGER, Joseph.
q. 73, a. 5. III, q. 79, a. 4-7. Paris: Cerf, 2019, p. 81.
La Eucaristía centro de la
vida: Dios está cerca de noso- 13
Cf. Ídem, a. 3. 16
SAN JUAN DAMASCENO. 19
Cf. SANTO TOMÁS DE
tros. 2.ª ed. Valencia: EDICEP, De fide orthodoxa. L. IV, c. 13: AQUINO. Suma Teológica.
14
ALASTRUEY, Gregorio. Tra-
2003, p. 32. PG 94, 1154. III, q. 79, a. 2.
tado de la Santísima Eucaris-
11
SAYÉS, José Antonio. El mis- tía. 2.ª ed. Madrid: BAC, 1952, 17
SANTO TOMÁS DE AQUI-
terio eucarístico. 2.ª ed. Ma- p. 225. NO. Suma Teológica. III,
drid: Palabra, 2011, pp. 23-24. q. 79, a. 2, ad 1.

Julio 2023 · Heraldos del Evangelio      35 Sumario 

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