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Bolilla 2.

Capacidad para suceder:


Es una capacidad de derecho que tiene toda persona humana o jurídica para ser sujeto que recibe una transmisión
por causa de muerte (mortis causa).
La capacidad de derecho es la aptitud para ser titular de derechos y deberes jurídicos.
No hay una norma expresa en el CYC que diga desde cuando se tiene que tener esa capacidad para suceder, se
deduce que debe tenerse al momento de la apertura de la sucesión, por la interpretación que se hace del art. 2277, y
la apertura de la sucesión es al momento del fallecimiento del causante.

Ley aplicable en materia de capacidad para suceder: no la encontramos en la parte general, sino que tenemos que
remitirnos a las normas de derecho internacional privado, en el art. 2644: es la ley vigente del domicilio al momento
del fallecimiento del causante.

Hay que tener en cuenta cuando hablamos de persona humana desde cuándo se tiene esa capacidad, hay que
relacionarlo con el art. 19 (existencia de la persona humana comienza con la concepción) y art. 21. (la adquisición de
esos derechos está supeditada al nacimiento con vida).

Vocación hereditaria: importa el llamamiento de esa persona (sea legal o testamentario) a esa adquisición de la
herencia.
La capacidad para suceder la tienen todas las personas, pero la vocación hereditaria es un llamamiento específico o
determinado; la capacidad para suceder actúa como presupuesto necesario de la vocación hereditaria.
La tienen todas aquellas personas que son llamadas a suceder, que puede ser por voluntad de la ley (sucesión
intestada), la legal es en razón del vínculo de parentesco o conyugal entre el heredero y el causante; o por voluntad
del causante expresada en testamento válido ya sea mediante testamento ológrafo o por acto público (sucesión
testamentaria); estas son las únicas dos fuentes de la vocación hereditaria, no hay otras. No tenemos vocación
hereditaria de carácter contractual.
Tiene primacía la voluntad del testador, es decir la sucesión testamentaria. Más allá de que de que los legitimados
forzosos tienen acciones para proteger su parte legítima.

Titularidad de la vocación hereditaria ≠ titularidad de la herencia: recién luego de que se ejerce el derecho de opción
y se acepta la herencia podemos hablar de titularidad de la herencia, mientras tanto será esa persona titular de la
vocación hereditaria, sea actual o eventual.

Delación: (es un término doctrinario) es un llamamiento actual y concreto para adquirir una herencia a aquella
persona que no tiene ningún impedimento (ej. No fue declarado indigno), y obviamente tiene que tener capacidad
para suceder.
Supongamos que hay un causante que tiene hijos y nietos, hay un orden de prelación que hay que respetar en la
vacación legítima, el llamamiento ACTUAL lo tienen los hijos, y la vocación sucesoria EVENTUAL lo tienen los nietos.
Esos hijos tienen vocación sucesoria, y necesitan 2 requisitos más para la delación:
-Tiene que aceptar la herencia (nadie está obligado a hacerlo).
-No tiene que mediar ninguna causal de exclusión de la vocación sucesoria.
Por lo tanto, si concurren estos requisitos el hijo además de tener vocación sucesoria tiene delación.

Personas que pueden suceder: art. 2279.


a) las personas humanas existentes al momento de su muerte;
b) las concebidas en ese momento que nazcan con vida;
c) las nacidas después de su muerte mediante técnicas de reproducción humana asistida, con los requisitos previstos
en el art. 561 (consentimiento informado para la utilización de las TRHA), la problemática surge en que no está
regulada la filiación post morten. Antes estaba regulada en el anteproyecto art. 563 y establecía 2 requisitos: que el
futuro causante prestara el consentimiento en un documento en el centro de salud o en un testamento para la
utilización de los embriones, y el otro requisito era que la concepción en la mujer o la implantación de los embriones
estaba supeditada a un tiempo que no podía ser más allá de un año desde el fallecimiento del causante.
Hoy, al no estar regulada la filiación post mortem, no se puede admitir ni por testamento ni por consentimiento
informado que el causante consienta que los embriones sean transferidos a la mujer después de su muerte, y que los
hijos nacidos bajo esas circunstancias sean hijos de el, por lo tanto no van a tener derechos hereditarios.
d) las personas jurídicas existentes al tiempo de su muerte y las fundaciones creadas por su testamento.
En éste último caso hay una excepción en cuanto a las fundaciones, y es que éstas no necesariamente tienen que
existir al momento del fallecimiento del causante (características esenciales de las fundaciones: bien común, sin fines
de lucro y tiene que estar autorizada por el Estado), porque la fundación se puede crear por una disposición
testamentaria. En cuanto a otras personas jurídicas, también pueden ser constituidas como herederos pero van a
tener que ser preexistentes al fallecimiento del causante (existir desde antes).

Causales de exclusión de la vocación sucesoria: son de carácter taxativo (son esas y no otras) y son legales.
-Renuncia. Nadie está obligado a aceptar la herencia, puede renunciarse a ella.

-Indignidad. Es una sanción legal por la cual todo sucesor mortis causa (sea legítimo o testamentario, universal o
particular) es excluido de la sucesión del causante por haber incurrido en actos agraviantes y ofensivos contra el
causante y que están tipificados por ley (son taxativos).
El fundamento es que la relación sucesoria se apoya en un vínculo afectivo y solidario.
En cuanto a la forma de plantearla, Ferrer sostiene que se debe interponer una demanda por una persona que tenga
un interés legítimo (no obstante, se puede interponer en determinados casos como excepción y cuando se
interponen como excepción no caducan).
Produce sus efectos desde la apertura de la sucesión (que puede estar o no abierto el proceso sucesorio), no se
puede invocar antes, porque todavía no está abierta la sucesión, entonces no podemos hablar de una causal de
exclusión de la vocación sucesoria cuando todavía no hay vocación sucesoria.

Art. 2281. Causas de indignidad. Son indignos de suceder:


a) los autores, cómplices o partícipes de delito doloso contra la persona, el honor, la integridad sexual, la libertad o la
propiedad del causante, o de sus descendientes, ascendientes, cónyuge, conviviente o hermanos. Esta causa de
indignidad no se cubre por la extinción de la acción penal ni por la de la pena;
b) los que hayan maltratado gravemente al causante, u ofendido gravemente su memoria;
c) los que hayan acusado o denunciado al causante por un delito penado con prisión o reclusión, excepto que la
víctima del delito sea el acusador, su cónyuge o conviviente, su descendiente, ascendiente o hermano, o haya obrado
en cumplimiento de un deber legal;
d) los que omiten la denuncia de la muerte dolosa del causante, dentro de un mes de ocurrida, excepto que antes de
ese término la justicia proceda en razón de otra denuncia o de oficio. Esta causa de indignidad no alcanza a las
personas incapaces ni con capacidad restringida, ni a los descendientes, ascendientes, cónyuge y hermanos del
homicida o de su cómplice;
e) los parientes o el cónyuge que no hayan suministrado al causante los alimentos debidos, o no lo hayan recogido en
establecimiento adecuado si no podía valerse por sí mismo;
f) el padre extramatrimonial que no haya reconocido voluntariamente al causante durante su menor edad;
g) el padre o la madre del causante que haya sido privado de la responsabilidad parental;
h) los que hayan inducido o coartado la voluntad del causante para que otorgue testamento o deje de hacerlo, o lo
modifique, así como los que falsifiquen, alteren, sustraigan, oculten o sustituyan el testamento;
i) los que hayan incurrido en las demás causales de ingratitud que permiten revocar las donaciones.
En todos los supuestos enunciados, basta la prueba de que al indigno le es imputable el hecho lesivo, sin necesidad
de condena penal.

Perdón de la indignidad (art. 2282), no requiere una forma especial. El supuesto que plantea el artículo es el perdón
por testamento, salvo que se pruebe el desconocimiento de esos hechos por el testador, que lo tendrá que probar
aquél que tenga un interés legítimo (la ley presume el perdón de la indignidad salvo que se pruebe lo contrario).
El perdón puede formalizarse en otros documentos como por ej, una escritura, siempre que sea inequívoco y la
prueba sea fehaciente.

Art. 2233. Legitimados. Quienes pretendan los derechos del indigno.


Efectos de la indignidad:
-Se lo excluye de la herencia.
-Se lo considera al declarado indigno como poseedor de mala fe (art. 1935), con las consecuencias que ello apareja
como restituir los bienes recibidos, los frutos percibidos y los que por su culpa se dejo de percibir, y también los
productos. Además responde por la destrucción total o parcial de la cosa.

Caducidad de la acción de indignidad:


-Para el heredero: a los 3 años desde la apertura de la sucesión.
-Legatarios: 3 años desde el momento en que se entrega el legado.
Excepción: no caduca cuando el demandado por el indigno sea por reducción, colación o petición de herencia, invoca
la indignidad, lo cual puede hacer en todo tiempo (la va a invocar como excepción).

-Matrimonio in extremis (art. 2436). El fundamento es evitar que el matrimonio sea celebrado con la sola finalidad
de servir de causa al llamamiento hereditario conyugal; es decir, que el matrimonio no sea un medio para la
captación de herencia.
El fallecimiento del cónyuge por el cual se produce la apertura de la sucesión se tiene que producir dentro de los 30
días de celebrado el matrimonio, a causa de una enfermedad preexistente, y el otro cónyuge tiene que haber tenido
conocimiento de esa enfermedad. Puede ocurrir que no tenia conocimiento de la enfermedad, en este caso para
conservar su vocación hereditaria lo va a tener que acreditar.
La podrá invocar la persona que tenga legitimación.
El matrimonio in extremis es una acción que va a tramitar ante el juez del último domicilio del causante.
Aclaración: una cosa es la apertura de la sucesión (momento de la muerte del causante en el cual se adquiere la
herencia) es una ficción legal, pero otra cosa es la apertura del proceso sucesorio, puede ser que no esté abierto el
mismo.
Excepción: si el matrimonio fue precedido de una unión convivencial, poque en este caso el legislador entiende que
no contraen nupcias para que haya una captación de herencia (no se especifica nada acerca del plazo que tiene que
haber transcurrido, algunos entienden que tienen que haber transcurrido los 2 años requeridos para que haya unión
convivencial).
Importante: procede a petición de parte, por lo tanto si no hay petición de parte el juez va a incluir al cónyuge
supérstite en la declaratoria de heredero porque no puede excluirlo de oficio (lo mismo con la indignidad).
La carga de la prueba la va a tener quien invoca la causal.

-Divorcio. Uno de los efectos del divorcio es la exclusión de la vocación sucesoria de los exs cónyuges, pierden la
vocación hereditaria con la sentencia de divorcio.

-Separación de hecho sin voluntad de unirse (art. 2437). La carga de la prueba la va a tener quien invoque un interés
legítimo, y sólo va a tener que probar la causal objetiva de la separación, es decir, que al momento del fallecimiento
del o la causante los cónyuges estaban separados de hecho (ej, la tramitación del divorcio); y el cónyuge supérstite
obviamente también va a poder aportar la prueba pertinente tratando de mantener su vocación sucesoria (ej, que
estaban separados pero que el proyecto de vida en común estaba vigente, por cuestiones laborales, pandemia, etc).

-Decisión judicial que pone fin a la convivencia.

Los herederos legitimarios o forzosos que son el cónyuge supérstite, los descendientes y ascendientes tienen
investidura de pleno derecho, esto implica el reconocimiento de los terceros y la publicidad de esa calidad de
heredero, no requieren de ningún pronunciamiento judicial; salvo para aquellas transmisiones de bienes
registrables (sean muebles o inmuebles). Por lo tanto pueden realizar negocios en calidad de herederos.

La declaratoria de heredero no causa estado, se puede ampliar o modificar todas las veces que sea necesario.

El heredero instituido y el heredero de cuota solo se da en la sucesión testamentaria.

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