R.

CALDERÓN-GONZÁLEZ,
VIII CONGRESO ANUAL DE ET
LAAL
AINP

Terapias de controversia o polémicas

en los trastornos del neurodesarrollo
R. Calderón-González, R.F. Calderón-Sepúlveda

POLEMIC OR CONTROVERSIAL THERAPIES

IN THE NEURODEVELOPMENTAL DISORDERS
Summary. Objective. To analyze the therapies and methods not scientifically documented that more frequently are offer and used
for the treatment of neurodevelopmental disorders. Development. These therapies are divided into three main groups: a) Therapies
directed upon brain functioning; b) Therapies directed upon nutritional needs, and c) Others. Parents and close relatives of
children with developmental disorders are vulnerable to any person, institution or method that offers a quick and easy solution
to their problem. It is a priority that all health professionals are familiar with the unproven therapies, that are offered for the
therapy of developmental disorders, so that they can inform, educate and advise correctly to parents and close relatives of their
patients. To deal with unproven treatments involves more than analyzing the available scientific data. It is required a compre-
hension and understanding of the personal and family dynamics in front of a threat of illness or disfunction. Conclusion.
Responsible and well informed parents in relation to an unproven therapy should be free and have the right to decide whether
or not to use a controversial procedure prior to a scientific determination of its validity; they also must keep in mind that at least
some procedures, beside of not been useful, could be harmful for the physical, emotional and economical well-being of the patient
and/or his family. [REV NEUROL 2000; 31: 368-75] [http://www.revneurol.com/3104/j040368.pdf]
Key words. Alternative therapy. Attention deficit disorder. Autism. Controversial therapy. Learning disorders. Neurodevelopment.

INTRODUCCIÓN Ingenuamente, las personas suponen que el fraude y el engaño

La intervención que se ofrece a niños con trastornos del neurode-
sarrollo (parálisis cerebral, autismo, trastornos del lenguaje y del
aprendizaje, retraso mental, trastornos de déficit de atención, etc.)
va dirigida a remediar o compensar el déficit, no a curar, eliminar
o solucionar definitivamente la patología de base; además, fre-
cuentemente dicha intervención es necesaria durante un período
prolongado, hasta de varios años, o con variantes por el resto de
la vida. Por lo tanto, es fácil entender porqué los padres son vul-
nerables ante cualquier oferta terapéutica que ‘curará’ o ‘corregi-
rá’ el problema, con frecuencia en un breve período.
Las personas que aceptan tratamientos controvertidos o alter-
nativos de dudosa efectividad no son tontas, ingenuas, faltas de
educación, ni tampoco son una minoría. Una de cada cuatro per-
sonas en Estados Unidos emplean tratamientos de este tipo, y la
mayoría de ellas tienen algún grado de educación superior. De
hecho, los graduados en educación superior es el subgrupo que
confía más fácilmente en terapias dudosas, prácticamente unos
46 millones de adultos [1].
Una característica de la naturaleza humana es ‘la creduli-
dad’, la cual supera a otras características como la inteligencia,
educación o diferencias culturales, ha permitido que el charla-
tán, el fraude o los procedimientos no fundamentados científica-
mente persistan e incluso se multipliquen, como de hecho ha
ocurrido, a pesar de los tremendos avances de la ciencia en el
siglo XX [2]. Un deseo manifiesto de creer en las ‘curas mági-
cas’ oscurece la capacidad para distinguir entre ciencia y pseu-
dociencia [3].
Recibido: 31.03.00. Aceptado: 17.04.00.
Departamento de Neurología. Centro Neurológico para Niños y Adoles-
centes (CENNA). Departamento de Pediatría. Hospital San José Tec. Mon-
terrey, NL, México.
Correspondencia: Dr. Raúl Calderón-González. Calle Dr. Guajardo, 150.
Col. Los Doctores. CP 64710 Monterrey, NL, México. Fax: 528 347 2423.
E-mail: racacena@acnet.net
 2000, REVISTA DE NEUROLOGÍA
no se presentan en las áreas de salud y educación; por ello, perso-
nas con falsas pretensiones, terapias ineficaces y, algunas veces,
peligrosas han penetrado en todos los niveles del área de la salud
y educación [3]. Las víctimas del fraude de salud generalmente
tienen un problema crónico, para el cual no hay un remedio fácil,
efectivo o permanente. Frecuentemente están desesperados y
abrumados por su problemática, motivo por el que muestran un
gran ‘deseo y necesidad de creer’ en cualquier terapia que les
ofrezca una esperanza, aunque ésta sea obviamente falsa.
Sabbagh [4] observó que ‘a pesar de la falta de evidencia de
su utilidad y aun a pesar de evidencias en contra, la gente cree
en soluciones mágicas, pues sus patrones de pensamiento si-
guen caminos irracionales que los llevan a conclusiones total-
mente inválidas’. Brown [5] enumeró algunos factores que con-
tribuyen a la existencia de métodos terapéuticos de utilidad no
demostrada; revisaremos una versión modificada de la
misma: 1. Vulnerabilidad del paciente y/o sus familiares con
un deseo de curaciones fáciles y rápidas; 2. La filosofía del
‘inténtalo, pues si no te beneficia, no te perjudica’; 3. Confiar
en comunicaciones de casos individuales o anecdóticos o en
testimonios de grupos; 4. Confiar en los medios de comunica-
ción (prensa, radio, televisión), que generalmente presentan casos
anecdóticos, a pesar de la falta de pruebas científicas serias y
bien documentadas; 5. Desafíos por parte del proponente de
‘demuéstreme que estoy equivocado’, en lugar de demostrar la
utilidad del procedimiento con pruebas científicas; 6. Apatía
profesional (especialista en salud o educación), malas interpre-
taciones diagnósticas y/o pronósticas, y orientación inadecuada
al paciente y sus familiares; 7. Deficiencia por parte de los pro-
fesionales de la salud para explicar al paciente y a sus familiares
la realidad del problema, de la historia natural del mismo, así
como de informarles acerca de las numerosas modalidades de
estrategias terapéuticas y de manejo, con respaldo científico,
disponibles para ayudar al interesado, y de las numerosas ase-
chanzas y ofrecimientos de terapias no documentados científi-
camente a las que se verán expuestos; 8. Declaraciones o recla-

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mos de éxito o beneficio que no pueden ser documentados por el
método científico y que ignoran la historia natural del padeci-
miento, los cambios propios del neurodesarrollo y el efecto
placebo; 9. Ignorar la existencia natural de remisiones y curas
espontáneas; 10. Aceptación de un método de utilidad no de-
mostrada sólo por el hecho de que es respaldado por profesiona-
les (frecuentemente no especialistas), o por miembros respeta-
dos o encumbrados de la comunidad; 11. Confrontar un bajo
porcentaje de curas con el método científico a un universo (100%)
de efectividad con un procedimiento no validado científicamen-
te, y 12. Atribuir los fracasos del procedimiento a un fallo por
parte del paciente o de sus familiares en el seguimiento de las
indicaciones.
En Estados Unidos, la Food and Drug Administration (FDA)
[1] ofrece las siguientes recomendaciones generales para recono-
cer la charlatanería en el área de la salud: a) Si parece demasiado
bueno para ser verdad, seguramente no lo es. b) Dude de un pro-
ducto o terapia que se dice que cura una variedad de enfermedades
o condiciones de distintaíndole. c) Dude de cualquier tratamiento
o producto que le ofrezca una ‘curación’; en medicina las cura-
ciones totales son pocas. d) No confíe solamente en testimo-
nios de usuarios satisfechos; estos rara vez pueden ser confir-
mados. e) Sea cuidadoso cuando le prometan resultados ‘com-
pletos’, ‘inmediatos’, ‘con un mínimo de esfuerzo’, ‘seguros’ o
‘garantizados’. f) Los médicos e investigadores legítimos de la
salud no utilizan palabras como ‘sorprendente’, ‘secreto’, ‘ex-
clusivo’, ‘milagroso’ o ‘especial’ al describir sus tratamientos,
y g) Dude si un ‘doctor’ o ‘profesional’ reclama que su ‘trata-
miento’ lo quiere bloquear la comunidad médica por motivos in-
confesables o por envidia.
Las terapias controvertidas o no documentadas científicamen-
te son un gran problema de la salud pública. Su coste es el sufri-
miento humano como resultado de tratamientos peligrosos y de
daños indirectos, imposibles de medir al posponerse los trata-
mientos con terapias conocidas. El coste en dinero y tiempo em-
pleado es también significativo, así como la inversión emocional
del paciente y su familia.
Se consideran como terapias de controversia, polémicas o al-
ternativas, aquellas en las que no se ha evaluado su eficacia me-
diante una investigación científica basada en reglas aceptadas de
evidencia. Principalmente, estas terapias carecen de estudios con-
trolados y aleatorios apropiadamente diseñados y realizados, que
se consideran como el ‘estándar oro’ para evaluar la eficacia de un
tratamiento [6]. Los defensores de las terapias de controversia
sostienen que muchas terapias alternativas no pueden someterse
al ‘estándar oro’ de los métodos científicos. Estos autores afirman
que el público deberá confiar en anécdotas, testimonios, creen-
cias, teorías y opiniones para respaldar su efectividad y justificar
la continuación de su uso [6].
En medicina clínica, la metodología clásica para definir la
efectividad de un procedimiento es el estudio controlado y alea-
torio. Las siguientes categorías se utilizan para medir la calidad de
la evidencia científica existente en relación con la efectividad de
un procedimiento o terapia [7]:
– Clase I. Evidencia obtenida de uno o más estudios clínicos
bien diseñados, aleatorios, prospectivos, ciegos y controla-
dos.
– Clase II. Evidencia obtenida de uno o más estudios clínicos
bien diseñados, tales como control de casos, estudios de co-
hortes, etc.
– Clase III. Evidencia obtenida de la opinión de expertos, con-
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VIII CONGRESO ANUAL DE LA AINP
troles históricos no aleatorios, o comunicaciones de casos de
uno o más pacientes.
De acuerdo con la calidad de la evidencia científica mencionada,
la validez o potencia de la recomendación de un procedimiento o
terapia puede clasificarse en:
– Tipo A. Recomendación fuertemente positiva, basada en evi-
dencia de clase I o en evidencia abrumadora de clase II.
– Tipo B. Recomendación positiva, basada en evidencia de
clase II.
– Tipo C. Recomendación positiva, basada en un fuerte consen-
so de evidencia de clase III.
– Tipo D. Recomendación negativa, basada en evidencia poco
convincente o conflictiva de clase III.
– Tipo E. Recomendación negativa, basada en evidencia ineficaz
o con falta de efectividad, basada en evidencia de clase II o clase I.
Según Silver [8], algunas de las características frecuentemente
observadas en las terapias de controversia son: a) Que se propo-
nen al público antes de disponer de una investigación adecuada o
de que un estudio preliminar se haya replicado. B) Que el proce-
dimiento propuesto va más allá de lo respaldado por la propia
investigación,y c) Que el procedimiento se utiliza de forma ais-
lada, cuando lo que se requiere es un tratamiento y evaluación
multimodal.
Son numerosos los términos utilizados para designar a las
terapias controvertidas o polémicas (discusión entre personas
que sostienen opiniones o ideas distintas), por ejemplo: terapia
o medicina alternativa (término peligroso porque puede ser
interpretado por el público o profesionales como una alterna-
tiva u opción validada o aceptada, sin ser realmente así), me-
dicina holística, heterodoxa, complementaria, no convencio-
nal, natural, tradicional, no tradicional, contemporánea, de la
nueva era (new age).
Murray y Rubel [9] dividen a los practicantes de la medicina
alternativa en cuatro categorías:
– Espiritual y psicológica, curaciones por fe (sanaciones): re-
ligiosos, psíquicos y místicos involucrados en curaciones
paranormales, adivinaciones. Empleo de técnicas psicológi-
cas como el manejo de imágenes mentales, hipnosis y terapia
de risa.
– Nutricional: hierbas, vitaminas, minerales y dietas.
– Fármacos y biológicos: sueros, vacunas, homeopatía, in-
yección de células de cerebros de fetos de animales o de
factores de crecimiento neuroblástico, oxigenadores cere-
brales, etc.
– Fuerzas y aparatos físicos: quiroprácticos, masaje, terapias
táctiles, acupuntura y distintas electro y magnetoterapias.
Las terapias de controversia o polémicas empleadas en los tras-
tornos del neurodesarrollo pueden dividirse en tres grandes gru-
pos (Tabla): a) Terapias encaminadas al funcionamiento
cerebral, b) Terapias dirigidas a los requerimientos nutriciona-
les y c) Otras [8].
TERAPIAS DIRIGIDAS AL FUNCIONAMIENTO
CEREBRAL
Entrenamiento del procesamiento auditivo
Dos procedimientos, ambos originados en Francia, se han difun-
dido ampliamente en Estados Unidos México y otros países,
mediante la utilización de distintas estrategias de comercializa-
369
R. CALDERÓN-GONZÁLEZ, ET AL
ción y propaganda como anuncios en periódicos y revistas, fo-
lletos, Internet, etc., para ofrecerlos como tratamientos para el
autismo, dislexia, trastornos del lenguaje, trastorno del déficit
de atención con o sin hiperactividad, trastornos de aprendizaje,
hiperactividad, trastornos generalizados del desarrollo, tras-
torno central del procesamiento auditivo y depresión; pero sin
presentar ningún estudio de investigación que respalde sus re-
clamos.
a) Entrenamiento de integración auditiva. Este método fue de-
sarrollado en los años 60 por Guy Berard, un médico francés,
y se basa en la teoría de que algunas personas presentan
defectos en la percepción auditiva que distorsionan los soni-
dos que oyen; estas personas tienen una audición extremada-
mente sensible o muestran patrones dispares de sensibilidad
auditiva, los cuales, aunque estén dentro del intervalo de la
audición normal, son molestos [8]. Como primer paso se
efectúa un audiograma para determinar los niveles auditivos
a una serie de frecuencias más grandes (octavas y frecuen-
cias interactivas) que las empleadas habitualmente para medir
la capacidad auditiva; con ello se define a qué frecuencias
una persona presenta hiperacusia o hipoacusia. A partir de
este audiograma, se selecciona una música que, se conside-
ra, es la mejor para la persona que recibe el entrenamiento.
Se toca la música mediante un aditamento especial llamado
Audiokinetron, el cual se programa de acuerdo con el audio-
grama, para amplificar algunas frecuencias y filtrar otras del
espectro sonoro. El programa de tratamiento consiste en 20
sesiones de media hora (dos por día). Se repite el audiograma
a la mitad y al final de las sesiones para documentar el ‘pro-
greso’ y determinar si se requieren sesiones adicionales [10].
Proponen que este tratamiento facilita que la corteza auditi-
va se reorganice. Además, el ejercicio fortalece los músculos
que controlan los huesecillos del oído medio, de manera que
se evita su sobrecarga sensorial. Aunque sus proponentes
indican que el procedimiento es inocuo, hay información
respecto al control de calidad de las características del equi-
po empleado y los niveles de sonido potencialmente insegu-
ros producidos por el mismo [11].
El único estudio publicado con una metodología científi-
camente aceptable sobre la utilidad del entrenamiento de in-
tegración auditiva es el de Bettison [12]. En esta investigación
se estudiaron los casos de 80 niños con autismo distribuidos
en dos grupos de forma aleatoria: un grupo recibió entrena-
miento de integración auditiva y el otro escuchó sólo música
sin modificación alguna. Doce meses más tarde, ambos gru-
pos mostraban mejorías significativas en su comportamiento
y en su coeficiente intelectual verbal y de ejecución, lo cual
sugería que, de alguna forma, el escuchar música podría tener
algún efecto sobre las características del autismo. En 1998, la
Academia Americana de Pediatría [10] declaró que la infor-
mación disponible en ese momento no respaldaba los recla-
mos de los proponentes de este procedimiento como trata-
miento eficaz.
b) Entrenamiento ‘escucha’. Este tratamiento se basa en la teoría
de Alfred A. Tomatis, también médico francés, según la cual
algunos niños pierden o bloquean su habilidad para escuchar
ciertas partes del espectro normal de los sonidos y, por lo
tanto, no pueden absorber, comprender o interpretar de forma
efectiva lo que oyen; así, se afecta el desarrollo normal del
lenguaje de estos niños y su relación con el mundo que les
rodea. El programa se lleva a cabo mediante la utilización de
370
Tabla. Terapias de controversia o polémicas en los trastornos del neuro-
desarrollo.
Terapias dirigidas al funcionamiento cerebral
Entrenamiento del procesamiento auditivo
Entrenamiento de integración auditiva (G. Berard)
Entrenamiento ‘escucha’ (método de Tomatis)
Entrenamiento visual optométrico
Lentes de colores (método de Irlen)
Entrenamiento vestíbulo-cerebeloso
Entrenamiento de patrones de movimiento (método de Doman-Delacato)
Terapia de integración sensorial
Entrenamiento (gimnasia) neuromotor
Retroalimentación electroencefalográfica (EEG biofeedback)
Cinesiología aplicada (osteopatía craneal)
Comunicación facilitada (R. Croosley)
Intervención temprana e intensiva de Lovaas
Factores de crecimiento neuronal y fibroblástico
Inyecciones de células de cerebro de feto de cerdo o de ternera
Delfinoterapia
Oxigenadores cerebrales
Secretina intravenosa
Trepanación craneal electiva
Terapias dirigidas a los requerimientos nutricionales
Dieta de Feingold: eliminación de azúcares, colorantes, edulcorantes,
sabores artificiales y salicilatos
Megavitaminas
Piridoxina en dosis altas y magnesio
Terapia ortomolecular
Oligoelementos
Macrobióticos
Enzimoterapia
Aminoácidos cerebrales
Otras
Terapias antialérgicas
Inmunoterapia
Eliminación de toxinas residuales en amígdalas y/o dentaduras
Antimicóticos
Reguladores de campos bioelectromagnéticos
un equipo electrónico sofisticado que controla el proceso de
estimulación auditiva; ésta consiste en sesiones durante las
cuales el niño escucha música filtrada y otros sonidos para
‘ayudar a enfocar el oído en los sonidos que oye’. Habitual-
mente, la duración del programa es de tres semanas, seguidas
de seis semanas de descanso y otro período de tres semanas
REV NEUROL 2000; 31 (4): 368-375

más de estimulación. La propaganda está llena de reclamos de
éxito, lo cual provoca que los padres prácticamente se sientan
culpables si su hijo no se aprovecha de este tratamiento. Nin-
guna investigación disponible respalda esta teoría o sus recla-
mos [8,10].
Entrenamiento visual optométrico
En niños con problemas de aprendizaje es crítica la detección y
manejo temprano de errores de refracción, estrabismo, conver-
gencia insuficiente y otros trastornos de la motilidad ocular, sin
embargo, el entrenamiento visual más allá del tratamiento de la
disfunción visual básica no está justificado [13]. La lectura y su
comprensión se consideran actividades que involucran la per-
cepción y el procesamiento central del lenguaje, cada uno de los
cuales es un proceso cerebral complejo sin relación con la fun-
ción visual de los ojos. Los defectos oculares sutiles o graves no
son el origen de los problemas de dislexia o de los trastornos del
aprendizaje [13]. No existe ninguna evidencia científica que
respalde el reclamo que las habilidades académicas de los niños
con dislexia o trastornos del aprendizaje mejoren con tratamien-
tos basados en entrenamiento visual, que incluye ejercicios de
músculos oculares, movimientos de rastreo, movimientos sacá-
dicos, tareas de control binocular, tareas de coordinación
ojo-mano, discriminación de formas y colores, reconocimiento
taquistoscópico, anteojos de ‘entrenamiento’ con o sin bifocales
o prismas [13,14].
Una postura clara y definida respecto a la no utilización del
entrenamiento visual más allá del manejo de una disfunción visual
básica se expresó en una declaración conjunta emitida por el Comité
de Niños con Incapacidades, de la Academia Americana de Pedia-
tría y un grupo de trabajo ad hoc de la Asociación Americana de
Oftalmología Pediátrica y Estrabismo y la Academia Americana
de Oftalmología [13].
Lentes de colores
En 1983, durante la convención anual de la Asociación America-
na de Psicología, Irlen [15] propuso el tratamiento de cierto tipo
de dislexia mediante el empleo de lentes de colores, particular-
mente en adultos que manifestaban lo que esta autora refirió como
‘síndrome de sensibilidad escotópica’, el cual se manifiesta por
fotofobia, vista forzada, pobre resolución visual, tiempo de enfo-
que disminuido y alteración en la percepción de profundidad, así
como cefalea casi constante. Irlen nunca publicó pruebas cientí-
ficas para validar sus teorías y su enfoque de tratamiento se popu-
larizó por medio de la publicidad lograda por la televisión. La
comercialización y publicidad de este método desbordó la idea
original, la cual no se ha demostrado científicamente [13]; por otro
lado, algunos estudios no han demostrado su utilidad [16,17].
Entrenamiento vestíbulo-cerebeloso
Se basa en el supuesto de que el sistema vestibular es importante
para el aprendizaje, pues existe una relación causal entre los
desórdenes vestibulares y un pobre desempeño académico que
involucra la lectura y escritura en niños con trastornos de apren-
dizaje. Los estudios de DeQuiros [18] y Levinson [19] aparen-
temente indicaban la presencia de disfunción vestibular como
indicador de un futuro trastorno del aprendizaje, así como que
la terapia podía prevenir dichos problemas. Levinson ha publi-
cado varios libros sobre la participación causal de los sistemas
vestibular y cerebelo-vestibular en la dislexia y los trastornos
del aprendizaje [20,21]. Además, propone el empleo de fárma-
REV NEUROL 2000; 31 (4): 368-375
VIII CONGRESO ANUAL DE LA AINP
cos antivértigo para corregir la supuesta disfunción vestibular,
pero no aporta investigación alguna que respalde su teoría o
tratamiento. Polatajko [22] realizó un análisis crítico de las
deficiencias metodológicas de los estudios de DeQuiros y
Levinson para demostrar la presencia de disfunción vestibular
y comunica una investigación sobre la relación entre la función
vestibular y el aprendizaje académico con criterios bien defi-
nidos para determinar un trastorno de aprendizaje, así como
mediciones exactas de la actividad vestibular. Este autor no
encontró diferencias significativas en la intensidad de la res-
puesta vestibular o en la prevalencia de disfunción vestibular
entre los niños normales y los niños con trastorno de aprendiza-
je. No hubo evidencia de que los niños con una respuesta vesti-
bular baja, promedio o alta, mostraran diferencias significativas
en su desempeño académico. Por lo tanto, en este momento, no
existe evidencia que respalde la teoría vestibular o los tratamien-
tos propuestos [8].
Entrenamiento de patrones de movimiento (patrón cruzado)
El entrenamiento de patrones de movimiento ha sido propuesto
durante más de 40 años para el tratamiento de niños con daño
cerebral y otros trastornos, como el síndrome de Down, parálisis
cerebral, retraso mental, problemas de aprendizaje y autismo. Los
proponentes de este procedimiento ofrecen obtener normalidad en
el desarrollo físico, intelectual y social en niños con daño cerebral,
e incluso, en niños sin problemas lograr un incremento de su CI
[23-25]. La teoría y las técnicas de este método fueron desarrolla-
das originalmente por Doman y Delacato [23].
Este tratamiento se basa en una teoría obsoleta y simplista del
desarrollo cerebral y de la organización neurológica, del concepto
de dominancia hemisférica y de la relación de una secuencia in-
dividual del desarrollo filogenético [8,24,26]. Esta teoría subraya
que el fracaso para completar apropiadamente cualquiera de los
estadios de organización neurológica indicados por ellos afecta de
forma negativa el desarrollo de todos la estadios subsiguientes, y
que la mejor forma de tratar un sistema nervioso dañado es ‘regre-
sar a niveles más primitivos de funcionamiento y practicarlos’
[24,25]. El tratamiento implica actividades repetidas mediante el
empleo de patrones de movimiento específicos.
Además de los métodos de manipulación, otras técnicas que
se utilizan incluyen la estimulación sensorial, reinhalar el aire
exhalado utilizando una máscara facial de plástico (pues suponen
que aumenta la capacidad vital y estimula el flujo sanguíneo ce-
rebral), y la restricción de la ingesta de líquidos, sal y azúcar (lo
cual suponen disminuye la producción de líquido cefalorraquídeo
y la irritabilidad cortical) [8,25]. La Academia Americana de
Pediatría expresó su preocupación acerca de los métodos promo-
cionales empleados por los proponentes de este método, los cuales
dificultan que los padres rechacen dicho tratamiento para sus hijos
sin sentirse culpables [27,28]. Además, los regímenes prescritos
pueden ser tan demandantes en tiempo e inflexibilidad que tien-
den a presionar hasta tal grado a los padres, que éstos desatienden
al resto de la familia y a sus necesidades personales como pareja
[24,27,28].
Sparrow y Zigler [29], basándose en una investigación bien
controlada, concluyeron que el tratamiento empleando patrones
de movimiento no es superior a cualquier otro método de trata-
miento para niños con incapacidad mental. La información ac-
tual no respalda los reclamos de efectividad de quienes propo-
nen este tratamiento, por lo que su empleo, continúa sin estar
justificado [24].
371
R. CALDERÓN-GONZÁLEZ, ET AL
Terapia de integración sensorial
La terapia de integración sensorial es un tratamiento controverti-
do, aunque muy popular, para la corrección de problemas motores
y académicos. Se ha utilizado ampliamente en niños con proble-
mas de aprendizaje, bajo la suposición de que ellos –o al menos
un subgrupo– presentan trastornos de integración sensorial, que
serían el origen de dichos problemas de aprendizaje [30]. Ayers
[31,32] ha descrito sus teorías y estrategias terapéuticas de inte-
gración sensorial en numerosas publicaciones y ha recibido su
respaldo más fuerte por parte de los terapeutas ocupacionales,
pero sin que ni uno ni otros hayan aportado investigaciones cien-
tíficas que respalden dicha teoría [5]. La literatura indica que no
solamente no se ha probado su utilidad, sino que se ha demostrado
ser ineficaz como terapia para problemas de aprendizaje y otros
trastornos, en niños diagnosticados con ‘disfunción de la integra-
ción sensorial’ [30] o, en el mejor de los casos, su efecto terapéu-
tico no es mayor que otros métodos más tradicionales de interven-
ción [33].
Entrenamiento (gimnasia) neuromotor
Este concepto se ha introducido recientemente en México y se ha
popularizado en algunas escuelas particulares, así como en algu-
nos centros que ofrecen terapias; se trata de una variante del ‘en-
trenamiento de los patrones del movimiento’ con ‘integración
sensorial’ y ‘entrenamiento vestíbulo-cerebeloso’. Cada una de
estas estrategias, que se consideran controvertidas, no han sido
respaldadas por investigaciones científicas que documenten la
obtención de los logros que se les atribuyen para incrementar el CI
y las habilidades para el aprendizaje [8,24].
Retroalimentación electroencefalográfica
(EEG Biofeedback)
Se propone como una terapia para ‘corregir’ trastornos del apren-
dizaje, déficit de la atención e hiperactividad, lesiones cere-
brales, trastornos en el inicio y mantenimiento del sueño, para-
somnias, crisis epilépticas, migraña, fatiga crónica, depresión
y ansiedad. Actualmente, se considera como una terapia de
controversia. Los proponentes de esta terapia piensan que los
niños con déficit de atención e hiperactividad pueden entrenar-
se para aumentar el tipo de actividad eléctrica cerebral asocia-
da con la atención sostenida. Una computadora del sistema de
EEG envía una señal (luz o tono), y esta ‘retroalimentación’ se
supone que enseña al niño a aumentar ciertos ritmos de activi-
dad eléctrica cerebral y a disminuir otros. El tratamiento con-
siste en 40 a 80 sesiones de un mínimo de 40 minutos, y su coste
es alto. Los estudios que han comunicado su utilidad son inade-
cuados desde el punto de vista metodológico. Los grupos fue-
ron pequeños y sin controles apropiados para determinar si
algún resultado se debió a la maduración propia del desarrollo
o al efecto placebo[34].
Cinesiología aplicada (osteopatía craneal)
La teoría y las estrategias de este tratamiento quiropráctico se
basan en un libro escrito por Ferreri y Wainwright [35], en el que
los autores no presentan respaldo científico a sus propuestas,
aunque se refieren en numerosas ocasiones a un trabajo de Fe-
rreri [36], el cual es un artículo de una página publicado en una
revista no científica y donde este autor describe sus conceptos y
tratamiento, pero sin respaldo de investigación. Se propone que
la dislexia y los trastornos del aprendizaje son secundarios a un
desplazamiento de los huesos temporal y esfenoidal, y que estos
372
problemas neurológicos se deben a áreas de presión desigual
sobre el cerebro, por lo que hasta ‘una manipulación ósea casi
infinitesimal’ corregiría la discapacidad y desaparecerían los
síntomas.
Los ‘reflejos cloacales’ se describen como localizados en la
superficie anterior y posterior de la pelvis; estos reflejos supues-
tamente centran la pelvis para coordinar la cabeza y el cuello con
la porción inferior del cuerpo, por medio de los reflejos de ende-
rezamiento visual y laberíntico, y de los receptores tónicos del
cuello. Se ha propuesto que la manipulación de estas áreas pélvi-
cas mejora la dislexia [8].
Este tratamiento quiropráctico y osteopático para los trastor-
nos del aprendizaje no se basa en ninguna investigación conocida
y algunos de sus conceptos anatómicos no coinciden con lo cono-
cido actualmente, pues los distintos huesos que conforman la
bóveda y la base del cráneo se encuentran firmemente unidos y,
por lo tanto, son incapaces de efectuar los desplazamientos rítmi-
cos descritos por los osteópatas [37]; una cosa similar ocurre con
la manipulación pélvica [38].
Comunicación facilitada
Esta terapia fue desarrollada en Australia por Crossley [39] para
ayudar a comunicarse a una persona con parálisis cerebral extra-
piramidal. Se trata de un método para asistir a las personas con
graves incapacidades del desarrollo para comunicarse. Crossley
[40] en Australia y Biklen [41] en Estados Unidos sostienen que
la comunicación facilitada permite que las personas con autismo
o con otras discapacidades graves entablen una inesperada y a
menudo extraordinaria comunicación con los demás. Antes de
su aplicación como técnica de enseñanza y tratamiento, la única
evidencia de investigación existente para respaldar su validez
eran algunos trabajos descriptivos y anecdóticos [40,42]. El
procedimiento consiste en proveer a la persona con discapaci-
dad de soporte físico mientras escriben su mensaje en un tecla-
do de computadora, máquina de escribir o en un tablero de
letras, observándose un alfabetismo inesperado, así como ha-
bilidades intelectuales normales o superiores entre las perso-
nas con antecedentes de retraso en el desarrollo durante toda su
vida. Estudios de investigación controlados, empleando proce-
dimientos ciegos y doblemente ciegos, en ambientes naturales
y de gabinete, en una amplia variedad de población clínica,
mostraron que con la comunicación facilitada no sólo las perso-
nas con discapacidad eran incapaces de responder certeramente
para nombrar o describir estímulos que no eran vistos por sus
asistentes, sino que era evidente que las respuestas estaban con-
troladas por los mismos asistentes [42,43]. Además, esta terapia
presenta riesgos como: a) Efectuar cambios en la vida del niño
que no son su deseo, b) Alegatos falsos de abuso o de quejas
injustificadas, y c) Eliminación de métodos efectivos para co-
municarse [44].
Intervención temprana e intensiva de Lovaas
Es un método de terapia intensiva del comportamiento para
niños preescolares con autismo, propuesto por Lovaas [45,46].
Este método requiere intervención durante la mayor parte de
las horas de vigilia. Una persona entrenada en este programa
empleará un mínimo de 40 horas a la semana trabajando acti-
vamente con el niño. Es costoso, posesivo y monopolizador, e
incide sobre la privacidad familiar, por lo que puede tener una
influencia nociva para el resto de la familia. Aunque muchas
familias han descrito una mejoría, no hay evidencia científica
REV NEUROL 2000; 31 (4): 368-375

que documente su efectividad [47]. Greshman y MacMillan
[48] efectuaron un análisis detallado de lo referido por Lovaas
y encontraron una serie de deficiencias metodológicas en la
selección de la muestra, el diseño y en el análisis de la infor-
mación; por ello, estos autores recomiendan adoptar una acti-
tud de escepticismo antes de recomendarlo como tratamiento
para el autismo.
Delfinoterapia
Es fundamentalmente una terapia recreativa, pues no se ha docu-
mentado ningún efecto terapéutico específico sobre la enferme-
dad (autismo, parálisis cerebral, etc.) de la persona que la utiliza.
Secretina intravenosa
En 1998, Horvath et al [49] comunicaron los casos de tres niños
con autismo, a quienes se les había practicado endoscopia gastro-
intestinal y se les había administrado secretina iv para estimular
la secreción pancreaticobiliar. Los tres niños mostraron una res-
puesta secretoria aumentada. Durante las siguientes cinco sema-
nas a este procedimiento, se observó una mejoría en su compor-
tamiento, contacto visual, estado de alerta y lenguaje; este hecho
provocó como consecuencia un abuso en el empleo de secretina
iv en niños con autismo. A fines de 1999, Sandler et al [50] publi-
caron una investigación doblemente ciega, controlada con empleo
de placebo, efectuada en 56 niños con autismo o trastorno gene-
ralizado del desarrollo, a quienes se les administró una dosis única
iv de secretina humana sintética a 0,4 µg/kg o placebo. Ninguno
de los niños presentó reacciones secundarias, pero tampoco se
observó mejoría en el cuadro clínico.
Trepanación craneal electiva
El Internacional Trepanation Advocacy Group [51] está propo-
niendo en el ámbito internacional que se practiquen trepanaciones
craneales electivas (sin indicación médica definida) de media pul-
gada de diámetro en la línea media inmediatamente anterior a la
sutura coronal, pues personas que se han sometido a este procedi-
miento ha comunicado un aumento en la función mental y alivio
del síndrome de fatiga crónica. Ello se atribuye a un incremento
en el volumen sanguíneo cerebral y a una disminución correspon-
diente del volumen del líquido cefalorraquídeo. Evidentemente,
esta propuesta no tiene respaldo en el conocimiento neurofisioló-
gico actual, por lo que se recomienda estar alerta ante este nuevo
canto de la sirena.
TERAPIAS DIRIGIDAS A LOS REQUERIMIENTOS
NUTRICIONALES
Dieta de Feingold para la eliminación de azúcares,
colorantes, edulcorantes, sabores artificiales y salicilatos
A la hipótesis de Feingold (los colorantes y sabores artificiales
así como los salicilatos naturales causan hiperactividad en los
niños), en la que se basa la dieta de eliminación por él recomen-
dada, se le ha dado tanta publicidad que se considera como un
hecho demostrado, a pesar de que continúa siendo sólo una hi-
pótesis que no ha sido probada; de hecho, numerosos estudios
doblemente ciegos han demostrado que con esta dieta no se
obtiene beneficio alguno que no se explique por su efecto place-
bo [52,53].
Los ingredientes en dulces que no sean chocolate (azúcar y
colorantes artificiales), dulces de chocolate (azúcar y colorantes
artificiales en la cubierta) y el chocolate mismo se han investi-
REV NEUROL 2000; 31 (4): 368-375
VIII CONGRESO ANUAL DE LA AINP
gado en busca de algún efecto adverso sobre el comportamiento.
Así, 12 estudios doblemente ciegos, controlados con placebo,
de desafíos con azúcar no mostraron evidencia de que el azúcar
causara comportamiento adverso en niños normales o con défi-
cit de atención e hiperactividad, y tampoco ninguno de los estu-
dios que investigaron el dulce o chocolate mostraron efectos
negativos sobre el comportamiento [53]. Por ello, se concluye
que la dieta en niños con problemas de comportamiento no es
una estrategia apropiada.
Se ha comunicado que la sucrosa dietética y el edulcorante
aspartamo causan hiperactividad y otros problemas del compor-
tamiento en los niños. Wolraich et al [54] en una investigación
prospectiva, controlada y doblemente ciega, de niños pre-escolares
y escolares demostraron que, aun con niveles dietéticos superio-
res a lo habitual, ni la sucrosa dietética ni el aspartamo afectan el
comportamiento o la función cognitiva de los niños.
Megavitaminas
Tomando como base propuestas publicadas en libros [55] sin res-
paldo de investigación y en algunos artículos [56,57] con defi-
ciencias metodológicas de estudio, se propuso el empleo de tera-
pia con megavitaminas para el manejo de niños con trastornos del
aprendizaje y de déficit de la atención con hiperactividad, así
como para el tratamiento de retraso mental en el síndrome de
Down. La Academia Americana de Pediatría comunicó la inexis-
tencia de validación para el empleo de la terapia con megavitami-
nas en el tratamiento de los trastornos del aprendizaje [58] o retra-
so mental [59]. Haslam et al [60] efectuaron un estudio prospectivo
para investigar la utilidad de la terapia con megavitaminas en
niños con déficit de la atención e hiperactividad y demostraron la
ausencia de beneficio, así como un efecto potencialmente hepato-
tóxico.
Piridoxina en dosis altas y magnesio
Varios estudios abiertos que han empleado dosis altas de pirido-
xina y magnesio en pacientes con autismo parecen indicar su
utilidad para disminuir la agresión física y mejorar la interacción
social. Findling et al [61] comunican la ausencia de efectos bené-
ficos en un estudio doblemente ciego, controlado con placebo en
12 niños con autismo. Este estudio pone en duda la efectividad
clínica de dosis altas de piridoxina y magnesio en el autismo; por
lo tanto, deberá considerarse como un tratamiento controvertido
y no validado actualmente.
Oligoelementos
Son elementos químicos que se encuentran en cantidades muy
pequeñas en las células de los seres vivos, e incluyen cobre, zinc,
magnesio, manganeso, cromo y selenio. Se ha tratado de relacio-
nar su deficiencia con trastornos en el aprendizaje. Generalmente,
se investiga su concentración en el pelo o en las uñas; dicha deter-
minación en laboratorios comerciales se considera inadecuada,
poco fiable y los resultados normalmente alarman al paciente de
manera injustificada. Posiblemente sea un desperdicio de recur-
sos económicos [62]. En la actualidad, ningún estudio indica que
su deficiencia cause trastorno en el aprendizaje ni que una modi-
ficación en la dieta o suplemento de estos oligoelementos tenga
alguna utilidad.
CONCLUSIONES
Los padres y familiares de niños con trastornos del neurodesarro-
373
R. CALDERÓN-GONZÁLEZ, ET AL
llo son vulnerables ante cualquier persona, institución o método,
que les ofrezca una solución rápida y fácil, y probablemente hasta
una curación de su problema. Es primordial que todos los profe-
sionales de la salud estemos familiarizados con todas o la mayor
parte de las terapias no documentadas científicamente que se ofre-
cen para los trastornos del neurodesarrollo, para poder informar,
educar y asesorar a los padres y familiares de nuestros pacientes.
Para que ello sea válido, también deberemos informarles de todas
las alternativas y métodos existentes, científicamente comproba-
dos, que pueden utilizarse para ayudarles.
El lidiar con tratamientos no comprobados científicamente
implica mucho más que el simple análisis de la información cien-
tífica disponible. Se requiere la comprensión y entendimiento de
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374
la dinámica personal y familiar ante la amenaza de enfermedad o
disfunción, así como reconocer que la imposición dictatorial o el
rechazo de un método terapéutico, que incluso puede llegar al
regaño por parte del profesional de la salud, sólo crea una barrera
en la comunicación.
Padres responsables y debidamente informados respecto al
conocimiento real de una estrategia de tratamiento no respaldada
por investigaciones formales tienen la libertad y el derecho de
decidir si emplean o no dicha intervención de controversia, antes
de que científicamente se haya determinado su utilidad, pero de-
berán ser conscientes de que algunos procedimientos, además de
no ser útiles, podrían tener un efecto nocivo para la salud física,
emocional o económica del paciente y/o su familia.
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TERAPIAS DE CONTROVERSIA O POLÉMICAS
EN LOS TRASTORNOS DEL NEURODESARROLLO
Resumen. Objetivo. Analizar las terapias y métodos no documenta-
dos científicamente que se ofrecen y utilizan más frecuentemente
para el tratamiento de los trastornos del neurodesarrollo. Desarrollo.
Estas terapias se pueden dividir en tres grandes grupos: a) Terapias
dirigidas al funcionamiento cerebral; b) Terapias dirigidas a los
requerimientos nutricionales, y c) Otras. Los padres y familiares de
niños con trastornos del neurodesarrollo son vulnerables ante cual-
quier persona, institución o método que les ofrezca una solución
rápida y fácil a su problema. Es primordial que todos los profesio-
nales de la salud estemos familiarizados con las terapias no docu-
mentadas científicamente que se ofrecen para el tratamiento de los
trastornos del neurodesarrollo, para poder informar, educar y ase-
sorar correctamente a los padres y familiares de nuestros pacientes.
El lidiar con tratamientos no comprobados científicamente implica
mucho más que sólo el análisis de la información científica dispo-
nible. Se requiere de la comprensión y entendimiento de la dinámi-
ca personal y familiar ante la amenaza de enfermedad o disfunción.
Conclusión. Los padres responsables y debidamente informados
respecto a una estrategia de tratamiento no respaldada por la
investigación formal tienen la libertad y el derecho de decidir si
emplean o no dicho procedimiento antes de que se haya determi-
nado su utilidad científicamente, pero deberán ser conscientes de
que algunos procedimientos, además de no ser útiles, podrían tener
un efecto nocivo para la salud física, emocional y económica del
paciente y/o su familia. [REV NEUROL 2000; 31: 368-75] [http://
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TERAPIAS CONTROVERSAS OU POLÉMICAS
NAS PERTURBAÇÕES DO DESENVOLVIMENTO NEURONAL
Resumo. Objectivo. Fazer uma análise das terapias e dos métodos
não comprovados cientificamente, mais frequentemente utilizadas
para o tratamento das perturbações do desenvolvimento neuronal.
Desenvolvimento. Estas terapias podem dividir-se em três grandes
grupos: a) Terapias dirigidas ao funcionamento cerebral; b) Te-
rapias dirigidas às exigências nutricionais, e c) Outras. Os pais e
familiares de crianças com perturbações do desenvolvimento neu-
ronal são susceptíveis a qualquer pessoa, instituição ou método
que lhes ofereça uma solução rápida e fácil para o seu problema.
É de importância primordial que todos os profissionais de saúde
estejam familiarizados com as terapias não comprovadas cientifi-
camente, mas disponíveis para o tratamento das perturbações do
desenvolvimento neuronal, de forma a informar, educar e auxiliar
correctamente os pais e familiares dos seus doentes. Lidar com
tratamentos não comprovados cientificamente implica muito mais
do que a simples análise da informação científica disponível. É
necessária compreender e entender a dinâmica pessoal e familiar
perante a ameaça de doença ou disfunção. Conclusão. Os pais
responsáveis e devidamente informados sobre uma estratégia de
tratamento não comprovada cientificamente, têm a liberdade e o
direito de decidirem se utilizarão ou não o referido procedimento,
no entanto deverão estar conscientes de que alguns procedimentos,
para além de não serem úteis, podem ter um efeito nocivo para a
saúde física, emocional e económica do doente e/ou da sua família.
[REV NEUROL 2000; 31: 368-75] [http://www.revneurol.com/
3104/j040368.pdf]
Palavras chave. Autismo. Défice de atenção. Desenvolvimento
neuronal. Terapia alternativa. Terapia controversa. Terapia de
aprendizagem.
375