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Nombre:

Luis Antonio Jaquez Diaz


Matricula:
100042784
Carrera:
Derecho
Asignatura:
Derecho Procesal Penal II
Facilitador:
Felix Vásquez
Tema:
IV
Introducción.
En esta ocasión discutiremos la teoría de los casos y su impacto en el proceso
judicial, teniendo en cuenta que es una estrategia metodológica con ayuda de la
cual la acusación y la defensa se presentan estratégicamente ante el juez de
control, el juez del proceso oral. enfoques que consideran básicamente los tres
elementos como estructura; hechos, derecho y evidencia.

Por lo tanto, la teoría depende principalmente del conocimiento que tenga el


abogado de los hechos del caso. Además, depende de la teoría jurídica que
quieras utilizar. Así que no se trata de inventar una historia que pueda cambiarse,
sino de mentir sobre lo que pasó. Esto se debe a razones tanto éticas como
estratégicas.
1. Desarrollo

La Teoría del caso. Generalidades

La litigación en el proceso penal es un ejercicio profundamente estratégico que debe ser


desarrollada por un profesional con capacidad para anticipar resultados; perspicaz, cauteloso y
sobre todo muy observados, idea que se torna incómoda para nuestra cultura jurídica tradicional,
debido a que siempre hemos concebido al juicio penal como un ejercicio de averiguación de la
verdad lo cual desnaturaliza la idea de que el juicio es una cuestión estratégica, pues nada
estratégico hay acerca de la verdad, diría un jurista tradicional.
Si bien el juicio penal es el escenario para determinar el si el imputado es el responsable del
hecho que ha provocado el juicio, esa verdad se encuentra en un pasado que lamentablemente
nadie puede visitar y, por ende, es necesario recrear ese pasado y desentrañar los componentes
que lo constituía.
Por ello, el juicio oral es la sede en la cual se despliegan los relatos en competencia, sobre la base
de un conjunto de reglas que delimitan las atribuciones, derechos y deberes de las partes del
juicio. Sin embargo, en las audiencias de la fase de investigación e intermedia de igual forma las
partes despliegan tesis cuya finalidad es inclinar hacia sus pretensiones las decisiones del
juzgador.
La teoría del caso o como es conocida en el aforismo jurídico “theory of the case” es la expresión
que representa la idea eje a partir de la cual son desplegadas las energías y estrategias que
diseñan los eslabones argumentativos a ser presentados en las distintas audiencias de la fase de
investigación y en el juicio oral. Es un tema que resulta de suma importancia para el sistema de
justicia penal.
Es una pieza fundamental tanto para la fiscalía como para la defensa. De manera que, sin una
teoría del caso carecería de debate la audiencia de juicio oral. Según Chorres (2011, Pág. 199) la
teoría del caso es el planteamiento metodológico que cada una de las partes deberá realizar
desde el primer momento en que han tomado conocimiento de los hechos, con el fin de
proporcionar un significado u orientación a los hechos, normas jurídicas ya sean sustantivas o
procesales, así como el material probatorio, que se ha recabado.
Características de la teoría del

Las características de la teoría de caso, se conforma por notas distintivas que pueden ser
presentadas como rasgos a ponderar al momento de construir y optar por una teoría del caso
definitiva. Nuestra visión es que toda teoría del caso debe caracterizarse por ser:
a) única; b) autosuficiente; c) verosímil, y d) asociada a un valor y/o bien jurídicamente relevante.
a) Única: Esta idea responde a que, en el sistema procesal penal, y por una cuestión de simple
lógica, el litigante debe presentar una versión determinada de los hechos a objeto de explicarlos y
dotarlos de consistencia argumentativa. Es decir, que el litigante no puede presentar varias
versiones acerca de los hechos y debe limitarse a estructural una versión única, abandonando las
proposiciones subsidiarias. Una idea única permite que el argumento resulte creíble, da mayor
confianza a los argumentos del litigante, más aún porque el litigante no estuvo en el lugar de los
hechos; limita las pruebas a fin de que las mismas no resulten sobre abundantes; procura
acomodar su versión a la propuesta del tribunal, entre otras acepciones.
b) Autosuficiencia: Esta característica de la teoría del caso apunta a que la versión o idea
central que el litigante entregue en las distintas audiencias de la fase de investigación, debe ser
capaz de dar cuenta del conjunto de hechos que ocurrieron, sin dejar cabos sueltos o
circunstancias relevantes que no pueden ser explicadas por esa versión o teoría central. Resulta
necesario que la teoría del caso tenga la capacidad de dotar de lógica y sentido al conjunto de los
hechos que rodean un caso, permitiendo presentar la idea central con alto nivel de consistencia y
evitando que la contraparte dañe esa coherencia interna con hechos que no somos capaces de
explicar a partir de la teoría del caso seleccionada.
c) Verosimilitud: La verosimilitud implica que la versión de los hechos que despliegue el litigante
resulte creíble a la lógica de las personas, asociada a los conocimientos científicamente
afianzados, y a la máxima de la experiencia, exigencias que se encuentran gobernando las reglas
de ponderación conforme el artículo 172 del C.P.P.
e) Asociación a un valor y/o bien jurídico: Esta característica exige que la versión de los
hechos debe estar asociada a un valor o un bien jurídico involucrado en la resolución del caso
Utilidad de la teoría del
caso

Una buena teoría del caso debe poder explicar cómoda y consistentemente la mayor cantidad de
hechos de la causa, incluidos aquellos que establezca la contraparte.
La teoría del caso presenta las siguientes ventajas:
- Realizar un análisis estratégico del caso
- Ordenar y clasificar la información del caso
- Adecuar los hechos al tipo penal, lo cual servirá para defender la tesis
- Determinar qué es lo que esperamos de la investigación
- Seleccionar la evidencia relevante
- Detectar debilidades propias

Estructura de la teoría del caso

La teoría del caso se sostiene por medio de tres elementos básicos: El fáctico, el jurídico y el
probatorio.
1. Elemento Fáctico: Es la identificación de los hechos relevantes o conducentes que deben ser
reconstruidos durante el debate oral, a través de las pruebas. Los hechos contienen la acción o
circunstancias de tiempo, modo o lugar, los instrumentos utilizados, y el resultado de la acción o
acciones realizadas. Se puede contar con múltiples proposiciones fácticas para cada uno de los
elementos legales, o solo con una. Estas proposiciones pueden ser fuertes o débiles.

2. Elemento Jurídico: Son los componentes básicos de la constitución de una norma penal la cual
se soporta en estas en la tipicidad, la culpabilidad y la antijuricidad. Es este el punto de partida
para el inicio de la investigación penal. Se fundamenta en la adecuación típica de la conducta,
los hechos y el marco reglado sancionador de que dispone la ley. Es el encuadramiento de los
hechos dentro de la norma penal aplicable.

3. Elemento Probatorio: Sustenta lo factico, permite establecer cuáles son las pruebas
convenientes que soporten la conducta punible y la responsabilidad del imputado, o la ausencia
o falla de estos requisitos en el caso de la defensa.
Presentación de la teoría del caso en el juicio. El alegato de apertura

Una vez realizadas las advertencias legales correspondientes, el Tribunal ordena al Ministerio Público,
al querellante y a la parte civil, si la hay, que lean la acusación y la demanda, en la parte relativa al
hecho imputado y a su calificación jurídica. Acto seguido pueden exponer oral y sucintamente sus
fundamentos. Luego se concede la palabra a la defensa a fin de que, si lo desea, se exprese de manera
sucinta sobre la acusación y la demanda (Art. 318 párrafo II).
Esta intervención inicial de las partes es lo que la doctrina ha denominado alegato de apertura, el cual
consiste en el planteamiento de la teoría del caso.
El alegato de apertura constituye la primera oportunidad para presentarle al tribunal la historia del caso
de cada parte con la finalidad de que la entienda, la recuerde durante el desarrollo del juicio y,
finalmente la asuma considere creíble. León (2005, Pàg.178) define el alegato de apertura como la
exposición discursiva persuasiva de los hechos, los fundamentos jurídicos que permiten soportar, legal
y doctrinalmente la tesis y las pruebas que lo demuestran y que serán practicadas en el debate. Sin
embargo, es prudente aclarar que aún no existe un formato o única estructura de alegato, este depende
de las particularidades del caso y de la formación y estilo del abogado.

Recomendaciones para el alegato de apertura

a. No argumentar. El momento del alegato de apertura no es para argumentar o emitir conclusiones,


ya que materialmente no se tiene nada probado (desde el punto de vista normativo es causal válida
de objeción).
b. Solo se debe prometer, lo que se cumplirá. No debemos sobredimensionar los alcances de la
prueba que se presentará, esto genera costos de credibilidad.
c. No emitir opiniones. El alegato de apertura no es una instancia para apelar a los sentimientos del
juzgador.
d. Ayuda de audiovisuales. Mientras más complejo es el caso, hay más necesidad de ayuda
audiovisual. En la exposición, primero lo hace el Ministerio Público porque su acusación dio origen
al juicio; luego, si se constituyó como coadyuvante y lo desea, puede realizarlo la víctima u
ofendido, ya sea por sí o por medio de su asesor jurídico; y al final, lo hará la defensa.

Se recomienda el siguiente esquema para presentar un alegato de apertura en juicio oral: ·


Presentación de un tema · Narración de los hechos · Planteamiento jurídico · Promesas o
compromisos para el juicio · La petición · Advertir debilidades
Pautas para construir eficazmente el alegato de apertura en el juicio desde

El discurso oral pronunciarse al iniciarse el juicio oral no debe ser improvisado. Debe ser producto
de la planificación, en este caso, es preciso tener claro qué postura se va a defender desde la
óptica del rol a desempeñar, ya sea en calidad de fiscal o defensor.
Se estima que en la construcción del discurso de apertura debe ser sostenido y para ello se debe
conocer los siguientes elementos: antes de estructurar, delinear, vivir, sentir, reflexionar, pensar,
comunicar, redactar, conversar interna y externamente y decidirlo.
Si hay teoría del caso existirá un eficaz alegato de apertura.
Si no hubo planificación y dedicación la presentación del caso no será perfecta por lo que existe
probabilidad de no conocer al milímetro los detalles del caso.
Las líneas de interrogación de las preguntas y repreguntas que se deben efectuar en la práctica
de pruebas a cada uno de los testigos, así como las debilidades, amenazas, fortalezas o
anticipaciones, la acción lineal, la evocación retrospectiva, la in mediae res que podría utilizarse a
efecto de lograr la total persuasión al juez en primera oportunidad.
El método a seguir en esta oportunidad es ir absolviendo diversas interrogantes lo que nos
ayudará a construir buenas y verdaderas historias a fin de elaborar y enunciar un eficaz alegato
de apertura.
El alegato de apertura contiene una pluralidad de afirmaciones, cuanto más descritas sean, es
mejor y sinónimo de transparencia además de claridad expositiva.
Taruffo (2009) explica que los hechos pueden ser simples, cuando un solo evento involucra a
una o más personas en un momento especifico en el tiempo o pueden tener distintos grados de
complejidad, cuando, por ejemplo, varios eventos conexos involucran a varias personas, o
pueden ser extremadamente complejos, cuando una serie de eventos están repartidos en el
tiempo e involucran a cientos o millones de personas.
En consecuencia, algunas veces pueden ser descritos por uno a solo unos pocos enunciados
simples, y otras veces solo pueden ser descritos mediante historias largas y complicadas. Ahora
bien, así como los eventos complejos pueden ser pensados y analizados como compuestos por
conjuntos de eventos singulares, las narrativas complejas están por cadenas de aserciones
específicas: desde el punto de vista de la prueba, cada aserción específica debe ser probada. Por
ejemplo, si el “hecho” es una cadena causal compleja como “A-B-C-D”, es necesario que se
aporten elementos de prueba que puedan sustentar A, B, C, D y todas las relaciones causales
que las conectan.
El orden de presentación del alegato de apertura es el indicado en la norma procesal penal en el
siguiente orden:
El Ministerio Público, el querellante, actor civil y la defensa.
Ejemplo 1: En un juicio en el que se juzga al imputado por violación a la Ley 50-88 Sobre Drogas y
Sustancias Controladas sólo intervienen dos partes, el Ministerio Público y la defensa. Siempre que
hablamos de la defensa, nos referimos al imputado (defensa material) y al abogado (defensa técnica).
Ejemplo 2- El imputado Juan Pérez está acusado de haberle dado muerte a Pedro Contento. En este
juicio puede haber varias partes: Ministerio Público, víctima indirecta, puede ser que la víctima se haya
constituido en querellante, pero también puede ocurrir que la víctima persiga intereses civiles en el
proceso, para lo cual se ha constituido en actor civil y el imputado acompañado de su defensa técnica

Discusión final y cierre. (Discurso o alegato de clausura)

Tal como lo contempla el artículo 331 del CPP, cuando habla sobre la discusión final y cierre, a
tales fines se pronuncia sobre el protocolo a seguir por cada una de las partes para presentar su
discurso, o alegato de clausura, luego de terminada la recepción de las pruebas. En tal sentido, el
presidente concede la palabra, sucesivamente, al fiscal, al querellante, a la parte civil, al tercero
civilmente demandado y al defensor para que expongan sus conclusiones.
Luego otorga la oportunidad al Ministerio Público, al representante del querellante o del actor civil
y al defensor de replicar, para hacer referencia sólo a las conclusiones formuladas por la parte
contraria. Si la víctima está presente y desea exponer, se le concede la palabra, aunque no se
haya constituido en parte ni haya presentado querella.
Finalmente, se le concede la palabra al imputado. Acto seguido el presidente declara cerrado el
debate.
Según Blanco Suárez. (s.f.), el discurso de clausura es aquella exposición o argumentación que
efectúan los litigantes con la finalidad de poder exponerle al Tribunal las conclusiones que han de
extraerse de la prueba rendida. El alegato de clausura es sin duda, la etapa más interesante del
proceso penal y que todo abogado litigante espera con ansiedad.
Baytelman y Duce (2008), definen al alegato final como el alegato que permite al abogado no
sólo sugerir conclusiones al tribunal acerca de la prueba presentada, sino que lo urge a hacerlo.
Es aquí donde se ensamblan todas las piezas del rompecabezas que se han venido armando a
través de la presentación de la prueba.
Importancia del discurso de clausura

La importancia del discurso de clausura radica en:


 Es la última oportunidad que tienen las partes en el proceso penal para dirigirse al Juez y
persuadirlo.

 Permite reforzar la opinión y convicción que pueda tener el juez.

 Se expone en estos últimos minutos las razones por las cuales se ha elaborado una determinada
teoría del caso.

 Permite mostrar al juez la coherencia que debe existir entre lo prometido en la apertura y lo
sucesivo en la audiencia, ordenando las pruebas para que sean acogidas las versiones de los
hechos

Características del discurso de clausura

 Debe ser breve.


 Claro y directo.
 Coherente y lógico.
 Debe captar la atención de juez.
 Debe persuadir al juzgador.
 Debe ser expositivo y no leído.

Pasos para un alegato


de clausura

 Repasar la prueba rendida.


 Analizar las normas jurídicas y el derecho aplicable.
 Agrupar la prueba que tiende a demostrar cada una de las proposiciones
fácticas.
 Extraer inferencias y deducciones.
 Desarrollar el proceso de razonamiento judicial ·
 Refutar al adversario ·
 Argumentar en función de la credibilidad.
 Indicar a los jueces cuál es el resultado esperado.
Elementos para un buen alegato de clausura

 Autoconciencia del estilo lingüístico propio.


 Prudencia al circunscribir los hechos que ha tomado conocimiento el tribunal.
 Exactitud de las proposiciones fácticas.

Desarrollo del alegato de clausura

Según Blanco Suárez, el discurso de clausura es aquella exposición o argumentación que efectúan
los litigantes con la finalidad de poder exponerle al Tribunal las conclusiones que han de extraerse
de la prueba rendida. El alegato de clausura es sin duda, la etapa más interesante del proceso penal
y que todo abogado litigante espera con ansiedad. Baytelman y Duce, definen al alegato final como
el alegato que permite al abogado no sólo sugerir conclusiones al Tribunal acerca de la prueba
presentada, sino que lo urge a hacerlo.
Es aquí donde se ensamblan todas las piezas del rompecabezas que se han venido armando a
través de la presentación de la prueba. Es la última oportunidad que tienen las partes en el proceso
penal para dirigirse al Juez y persuadirlo.
Permite reforzar la opinión y convicción que pueda tener el juez. Se expone en estos últimos minutos
las razones por las cuales se ha elaborado una determinada teoría del caso. Mostrar al juez la
coherencia que debe existir entre lo prometido en la apertura y lo sucesivo en la audiencia,
ordenando las pruebas para que sean acogidas las versiones de los hechos.
Es tan importante que en muchos casos se gana o se pierde en el alegato de clausura.
Para el buen desarrollo del alegato de clausura es importante tener en cuenta lo siguiente:
· La oferta inicial.
· La actuación probatoria y su resultado.
· La presentación de la teoría del caso bajo desde la óptica de los elementos probatorios y jurídicos.
· Señalar hitos para generar certeza.
· Rebatir la teoría del adversario
· Invocar la expedición sentencia en el sentido de lo acreditado.
Técnica del alegato de conclusión

 Manejar el tiempo eficientemente.


 Utilizar temas y calificativos relevantes.
 Usar preguntas retóricas.
 Argumentar con la experiencia y el sentido común.
 Confrontar los puntos problemáticos.
 Utilizar los hechos no controvertidos.
 Realizar las concesiones convenientes.
 Concluir con fuerza.
 La argumentación en el alegato de conclusión

CONCLUSIÓN:
La teoría del caso es la versión que cada parte presenta en la audiencia oral sobre

cómo creen que ocurrió el incidente y si el acusado es responsable con base en

las pruebas presentadas en la audiencia oral. Incluye el abordaje del Ministerio de

Seguridad Pública o de Defensa sobre los hechos penalmente relevantes, las

pruebas que sustentan esos hechos y el fundamento jurídico de esos hechos.

Es bueno saber que la teoría del caso se sustenta en tres elementos básicos, los

hechos, sabiendo que es la suposición de quien acusa al ciudadano y que siempre

se le debe presumir inocente. Lo segundo es averiguar los aspectos legales del

delito, si realmente se cometió y quiénes podrían ser los responsables. El tercer y

último asunto es la evidencia que establece los hechos y nos permite determinar

cuál es evidencia suficiente para sustentar la conducta culpable y la

responsabilidad del demandado o del moroso. De esta manera concluiré las tareas

relevantes de la semana, enfatizando que he podido cumplir con mis expectativas

al comprender efectivamente la terminología desarrollada.


Bibliografía:
1. Aguilar Fregoso, Violet. (2011), “Análisis comunicativo de la teoría del caso.” Iter
Criminis. Revista de ciencias Penales. Instituto nacional de ciencias penales.
México, Cuarta Época, No. 21.
2. Angulo Arana Pedro M. (2010). Los Alegatos en el nuevo juicio oral, Lima.
3. Araya Matarrita, Saúl. (2002) Teoría del Caso y Técnicas de Debate en el nuevo
proceso penal, Managua-Nicaragua.
4. Baytelman A, Andrés y Duce J, Mauricio. (2008). Litigación penal. Juicio oral y
prueba. México, Fondo de cultura económica. Instituto Nacional de Ciencias
Penales.
5. León Parada, Víctor. (2005). ABC del nuevo Sistema Acusatorio Penal.
Colombia, Ecoe Ediciones.
6. República Dominicana, (2015). Ley 10-15 del 10 de febrero del 2015, G.O No.
10791 que modifica el Código Procesal Penal dominicano.
7. República Dominicana, (2002). Código Procesal Penal, modificado por Ley 10-
15 del 10 de febrero del 2015, G.O No. 10791.
8. República Dominicana, (2015) Constitución.
9. Vial Campos, Pelayo. (2006), Técnicas y fundamentos del contra examen en el
proceso penal chileno, Editorial Librotecnia.

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